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INSTITUTO TECNOLÓGICO Y DE ESTUDIOS SUPERIORES DE MONTERREY 
 
CAMPUS MONTERREY 
DIVISIÓN DE INGENIERÍA Y ARQUITECTURA 
PROGRAMA DE GRADUADOS EN INGENIERÍA 
 
Caracterización de la biología reproductiva de la cotorra serrana oriental y 
desarrollo de técnicas para la detección de nidos exitosos. 
 
 
 
 
TESIS 
 
PRESENTADA COMO REQUISITO PARACIAL PARA OBTENER EL GRADO 
ACADEMICO DE: 
 
 
 
MAESTRO EN CIENCAS 
ESPECIALIDAD EN SISTEMAS AMBIENTALES 
 
 
 
 
POR: 
 
SIMÓN OCTAVIO VALDEZ JUÁREZ 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
MONTERREY, N.L. NOVIEMBRE DE 2006 
 
INSTITUTO TECNOLÓGICO Y DE ESTUDIOS SUPERIORES DE MONTERREY 
 
 
CAMPUS MONTERREY 
 
DIVISIÓN DE INGENIERÍA Y ARQUITECTURA 
PROGRAMA DE GRADUADOS EN INGENIERÍA 
 
 
Los miembros del comité de tesis recomendamos que el presente proyecto de tesis 
presentado por el Ing. Simón Octavio Valdez Juárez sea aceptado como requisito parcial 
para obtener el grado académico de: 
 
 Maestro en Ciencias en Sistemas Ambientales 
Especialidad en Manejo Sostenible de Recursos Naturales 
 
 
 
 
Comité de Tesis: 
 
 
 
 
 
 
_________________________ 
Dr. Ernest C. Enkerlin Hoeflich 
Asesor 
 
 
 
 ________________________ _____________________ 
Dr. Diego Fabián Lozano García M.C. Sonia Gabriela Ortiz Maciel 
 Sinodal Sinodal 
 
 
 
 
 
Aprobado: 
 
 
 
 
 
 
_______________________ 
Dr. Francisco Ángel Bello 
Director del Programa de Graduados en Ingeniería 
Noviembre, 2006 
Resumen 
 
Se analizó el comportamiento de 92 parejas exitosas de la cotorra serrana oriental (Rhynchopsitta terrisi) en 
las dos principales colonias reproductivas de 1997 al 2005. El periodo de anidación fue dividido en 3 etapas 
(incubación, desarrollo, emplumado). Se encontró que la fecha de inicio de incubación varia anualmente en 
un rango de hasta 2 semanas. Se concluyó que las frecuencias de entradas al nido constituyen un indicador 
confiable del esfuerzo parental en las parejas exitosas, el cual varía en las distintas etapas de anidación con 
dos picos de actividad, el primero durante la incubación (2.37 entradas/día) y el mayor durante el emplumado 
(3.00 entradas/día) una semana antes de que vuelen los pollos. De la misma manera los patrones de actividad 
diaria por hora varían de acuerdo a la etapa de anidación. Se comprobó que en promedio el 73% de las parejas 
presentes en las colonias de anidación no son reproductivas y se estimo que el 86.17% de los nidos iniciados 
tienen éxito en la producción de al menos un pollo. Con los resultados se establecieron parámetros y 
protocolos que indiquen a futuros investigadores o trabajadores de campo el éxito o fracaso de los nidos en las 
distintas etapas de anidación. 
 
 
Abstract 
 
We analyzed the behavior of 92 successful pairs of maroon-fronted parrot (Rhynchopsitta terrisi) on the two 
main breeding colonies from 1997 to 2005.The nesting cycle was divided in three stages: incubation, early 
chick rearing, late chick rearing. It was found that the starting date of the incubation changes annually within 
a range of up to 2 weeks. I was concluded that the frequency of entrances to the nest constitute a reliable 
indicator of the parental effort on the successful pairs, which changes according to the nesting cycle stages 
with two peaks of activity, the first one during the incubation (2.37 entrances/day) and a higher one during the 
late chick rearing (3.00 entrances/day) in the last week before the chicks leave the nest. On the same way the 
daily patterns of hour activity change according to the stage of the nest cycle. It was proved that on average 
73% of all the pairs present at the nesting colonies are non-breeders and it was estimated that the 86.17% of 
the nests are successful. The results were used to establish guidelines which may help future researchers and 
field workers on the detection of successful nests during the different stages of the nesting cycle. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 iii
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
iv
Dedicatoria 
 
Dedicado a mis padres que me apoyaron incondicionalmente 
en todos mis proyectos, me legaron su moral y valores 
e inculcaron en mi el gusto por la ciencia y la naturaleza 
 
A Rubén y Alan 
por haberme enseñado tanto 
 
A mis errores, pues de ellos aprendí más 
que de mis aciertos 
 
A México 
 
 
 
 
 v
AGRADECIMIENTOS 
♦ Mi más profunda gratitud a Sonia Gabriela Ortiz Maciel quien me dio la oportunidad de 
unirme al Programa de Manejo Sostenible de Ecosistemas, me dio su apoyo y confianza 
a lo largo de toda la Maestría y por haberme brindado su amistad. 
♦ A mi director de tesis, Ernesto C. Enkerlin Hoeflich por su asesoría y consejo que 
mejoraron enormemente la calidad del presente trabajo. 
♦ A mis sinodales, Sonia Gabriela Ortiz Maciel y Fabián Lozano por su tiempo dedicado, 
aportaciones y comentarios. 
♦ A Rene Valdes Peña, con quien pasé mucho tiempo como compañero de campo y quien 
siempre se mantuvo en mejor disposición y con gran paciencia para los contratiempos 
encontrados en un proyecto anterior de tesis. 
♦ Centro de Calidad Ambiental (CCA) del ITESM, por el apoyo y la beca otorgadas en 
mi calidad de asistente de investigación, así como por permitirme hacer uso de la 
información recabada por el Programa de Manejo Sostenible de Ecosistemas a lo largo 
de 9 temporadas de monitoreo de la cotorra. 
♦ Voluntarios del programa de manejo sustentable de Ecosistemas, que recabaron mucha 
de la información utilizada por el presente proyecto, en particular a Lucas Foester que 
fue mi compañero durante el monitoreo intensivo de la temporada 2005. 
♦ Museo de las Aves de México, por todas las facilidades otorgadas para realizar el 
monitoreo de la colonia de anidación El Taray. 
♦ CONACYT por haberme otorgado el crédito para costear los estudios de Maestría en el 
marco del proyecto SEMARNAT-2002-C01-0507 “Conservación en la Sierra Madre 
Oriental a través de una especie bandera: la cotorra serrana oriental (Rhynchopsitta 
terrisi)”. 
 vi
♦ CONABIO, Parque Nacional Cumbres de Monterrey y el ITESM, por el apoyo 
financiero otorgado al proyecto general de las cotorras, lo que permitió cubrir muchos 
de los costos operativos y de equipo del estudio. 
♦ A los compañeros y amigos que estuvieron conmigo a lo largo del estudio de la 
Maestría. Agradezco particularmente a mis amigos de “la casa de los serios” y a los de 
“la casa de los ñoños”, con quienes compartí momentos muy gratos. 
♦ A los maestros Internacionales de las Preparatorias Tec., particularmente de los campus 
Santa Catarina y Garza Sada que me brindaron su amistad y con quienes viví muy 
gratas experiencias. 
♦ A mi tía Lucila López de Cabañas y a mi prima Adriana Cabañas por haberme recibido 
por primera vez en Monterrey brindándome su compañía y afecto durante los periodos 
más difíciles de mi llegada. 
♦ A toda mi familia por su apoyo, comprensión y ejemplo. 
 
 
 vii
CONTENIDO 
 Página 
 
RESUMEN............................................................................................iii 
DEDICATORIA….................................................................................v 
AGRADECIMIENTOS.........................................................................vi 
 
 
CAPITULO I 
 INTRODUCCION 
 
Antecedentes………………...................................................................2 
Psitácidos en México...............................................................................2 
Género Rhynchopsitta .............................................................................3 
La cotorra serrana oriental ......................................................................3 
Distribución geográfica...........................................................................3 
Hábitos alimenticios ...............................................................................4Hábitos reproductivos.............................................................................4 
Amenazas para la conservación de la especie ........................................5 
Importancia de conservación de la especie ............................................5 
Importancia del estudio de la biología reproductiva de la cotorra........ 6 
 Objetivo general……………………………………………………....6 
Estructura de la tesis…………………………………………………. 7 
 
 
CAPITULO II 
 CARACTERIZACIÓN DE LOS NIDOS EXITOSOS DE LA 
COTORRA 
 
Introducción ...........................................................................................8 
Antecedentes...........................................................................................8 
Objetivo específico del capítulo.............................................................8 
Área de estudio………...........................................................................8 
Metodología ...........................................................................................9 
 Caracterización de nidos exitosos…………..……….......................9 
 Variación en la fecha de inicio de la temporada reproductiva ......10 
 Frecuencia de entradas y salidas al nido........................................11 
 Variación temporal en las visitas efectuadas por 1 ó 2 de los 
 padres ............................................................................................11 
Resultados ............................................................................................12 
 Variabilidad en la fecha de inicio de la temporada reproductiva ...12 
 Comparación de la frecuencia de entradas y salidas del nido..........13 
 Cambios temporales en la frecuencia de visitas al nido…………,.14 
 Variación temporal en las visitas efectuadas por 1 ó 2 de los 
 padres .............................................................................................16 
 viii
 
 
 
 
 
 
 
 Cambios en los patrones de actividad diarios..................................17 
Discusión de resultados.........................................................................22 
 Diferencia en el registro de entradas y salidas…...........................22 
 Diferencias encontradas respecto a trabajos anteriores..................23 
 Frecuencia de visitas al nido.,,,,,,,,..................................................24 
 Variabilidad en la fecha de salida de los volantones......................25 
 Incubación.......................................................................................26 
 Desarrollo.......................................................................................27 
 Emplumado.....................................................................................28 
Conclusiones..........................................................................................30 
CAPITULO III 
 DESARROLLO DE CRITERIOS PARA LA DETECCIÓN DE NIDOS 
EXITOSOS, NIDOS QUE FRACASAN Y PAREJAS NO 
REPRODUCTORAS 
 
Introducción .........................................................................................31 
Antecedentes ........................................................................................31 
Objetivos específicos del capítulo.........................................................32 
Metodología...........................................................................................32 
 Criterio I.........................................................................................32 
 Criterio II..................................................................................... ..33 
 Nidos exitosos no detectados………………………….………....33 
 Nidos que fracasan..................................................................................-.............34 
 Cavidades utilizadas por parejas no reproductoras.....................................33 
Resultados.............................................................................................35 
 Criterio I.........................................................................................35 
 Criterio II.......................................................................................39 
 Nidos exitosos no detectados……………………………………40 
 Cavidades utilizadas por parejas no reproductoras.....................................42 
Discusión de resultados........................................................................44 
 Efectividad del criterio I................................................................44 
 Efectividad del criterio II...............................................................45 
 Estimación de nidos exitosos no detectados.................................46 
 Estimación de nidos que fracasaron………..........................................47 
 Proporción de parejas no reproductoras,,,,,,,,..,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,……..,,,. 50 
Conclusiones.........................................................................................51 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 ix
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
CAPITULO IV. 
DISEÑO DE UNA METODOLOGÍA DE MONITOREO 
Introducción ........................................................................................52 
Antecedentes .......................................................................................52 
Objetivo específico del capítulo...........................................................53 
Metodología..........................................................................................54 
 Fecha de inicio del monitoreo.......................................................54 
 Número de sesiones de observación..............................................54 
 Hora de inició y duración de las sesiones de observación ............55 
Resultados............................................................................................55 
 Fecha de inicio del monitoreo.......................................................55 
 Número de sesiones de observación..............................................57 
 Hora de inició y duración de las sesiones de observación ............58 
 Discusión de resultados.......................................................................59 
 Número de sesiones de observación..............................................59 
 Porcentaje de entradas registradas en relación a 
 la duración de las sesiones de observación…….,.........................59 
Recomendaciones.................................................................................60 
Conclusiones.........................................................................................61 
 
LITERATURA CITADA .....................................................................63 
ANEXOS ….........................................................................................67
 
 
 x
INDICE DE TABLAS 
 Página 
 
TABLA 1. Días de observación por año en las 2 principales colonias de anidación............10 
 
TABLA 2. Fecha de salida de los pollos en el Taray gris durante las temporadas 
 1997-2005..........................................................................................................12 
 
TABLA 3. Frecuencia de entradas en las 3 etapas de la temporada de anidación…............15 
 
TABLA 4. Frecuencia de visitas diarias en los nidos de varias especies de psitácidos........24 
 
 
TABLA 5.Estimaciones de productividad utilizando la frecuencia de entrada y 
 Porcentaje de error en las 3 etapas de anidación.................................................38 
 
TABLA 6.Nidos exitosos no detectados en el Taray Rojo...................................................41TABLA 7. Cavidades con frecuencia de entrada por debajo del IC que cumplieron con 
 el criterio II y estimado de nidos exitosos dentro de esta fracción..................41 
 
TABLA 8. Nidos exitosos estimados para el Taray Rojo utilizando los criterios I y II......42 
 
TABLA 9. Porcentaje anual de parejas no reproductoras en las 3 etapas de anidación.......43 
 
TABLA 10. Causas de falla total en los nidos de R. pachyrhyncha por año 
 (Tomada de Monterrubio 2000) ......................................................................48 
 
TABLA 11.Estimado anual de nidos que fracasaron en el Taray Rojo...............................50 
 
TABLA 12.Colonias de anidación de la cotorra de acuerdo a la metodología de 
 monitoreo utilizada.........................................................................................53 
 
TABLA 13. Número de días de observación y criterio para considerar como exitosa 
 a una cavidad...................................................................................................54 
 
TABLA 14. Nidos exitosos estimados en el Taray Rojo en base a un número limitado 
 de sesiones de observación............................................................................57 
 
TABLA 15.Disminución en las entradas registradas de acuerdo a la duración de las 
 sesiones de observación.................................................................................58 
 
 
 xi
INDICE DE FIGURAS 
 Página 
 
FIGURA 1. Promedio de entradas y salidas registradas por día para los nidos 
 exitosos(N=92) ..............................................................................................14 
 
FIGURA 2. Promedio de entradas diarias registradas en la temporada de 
 anidación (N=92) ..................................................................................................…........15 
 
FIGURA 3. Porcentaje de entradas realizadas por 1 ó 2 padres (N=92)............................. 17 
 
FIGURA 4. Entradas y salidas por hora durante la incubación (N=71) ............................ 18 
 
FIGURA 5. Hora de ocurrencia de las tres primeras entradas durante la 
 incubación (N=71) ......................................................................................... 19 
 
FIGURA 6. Entradas y salidas por hora durante el desarrollo (N=84) .............................. 20 
 
FIGURA 7. Hora de ocurrencia de las tres primeras entradas durante el 
 desarrollo (N=84) .......................................................................................... 20 
 
FIGURA 8. Entradas y salidas por hora durante el emplumado (N=92) ........................... 21 
 
FIGURA 9. Hora de ocurrencia de las tres primeras entradas durante el 
 emplumado (N=92) ....................................................................................... 22 
 
FIGURA 10. Número de visitas efectuadas a los nidos exitosos del risco rojo a lo largo 
 de la temporada 1997 (N=10) (Tomada de Macias-Caballero 1998) ........... 23 
 
FIGURA 11. Clasificación de los nidos del Taray Rojo de acuerdo a su frecuencia de 
 entrada durante la incubación (N=106) .......................................................37 
 
FIGURA 12. Clasificación de los nidos del Taray Rojo de acuerdo a su frecuencia de 
 entrada durante el desarrollo (N=153) .........................................................37 
 
FIGURA 13. Clasificación de los nidos del Taray Rojo de acuerdo a su frecuencia de 
 entrada durante el emplumado (N=76) .-......................................................38 
 
FIGURA 14. Total de nidos registrados durante el emplumado en el Taray Rojo 
 clasificados de acuerdo a su frecuencia de entrada (N=208)……………....39 
 
FIGURA 15. Nidos registrados en mas del 30% de las sesiones de observación durante 
 el emplumado en el Taray Rojo clasificados de acuerdo a su 
 frecuencia de entrada (N=100)…………………………………..………....40 
 
 xii
FIGURA 16. Fluctuación temporal en la proporción de parejas reproductivas y no 
 reproductivas………………………………………………………...……43 
 
FIGURA 17.Diagrama de flujo a utilizar para la aplicación de ambos criterios en la 
 detección de nidos exitosos…………………………………...……...……47 
 
FIGURA 18.Días de monitoreo considerando la variación en el inicio de la 
 incubación.…………………………………………………………………56 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 xiii
 
Capítulo I 
Introducción 
 
 
 La cotorra serrana oriental (Rhynchopsitta terrisi) es habitante de los bosques de 
coníferas de la Sierra Madre Oriental localizados entre 2000 y 3500msnm (Collar et al., 
1992). En 1947 fue reconocida por Moore como una especie diferente de su especie 
hermana, la cotorra serrana occidental Rhynchopsitta pachyrhyncha. Ambas especies 
difieren en los patrones de coloración (Hardy 1967), están separadas geográficamente y 
presentan diferentes hábitos de anidación: la cotorra serrana oriental anida en riscos de 
piedra caliza, mientras que la cotorra serrana occidental anida en huecos de árboles 
maduros de diversas especies de pino (Lawson y Lanning 1981).El rango de distribución de 
la cotorra serrana oriental, en lo sucesivo cotorra, se restringe a bosques de pino en 
elevaciones superiores a los 2000msnm dentro de la Sierra Madre Oriental, en el Sureste de 
Coahuila, Sur de Nuevo León y Suroeste de Tamaulipas. Recientemente se ha registrado en 
la Sierra Gorda, Querétaro durante el invierno (SEMARNAP, 2000) 
 
 La SEMARNAT (Anteriormente SEMARNAP, Secretaria de Medio Ambiente y 
Recursos Naturales y Pesca) incluye a la cotorra dentro de su proyecto para la 
conservación, manejo y aprovechamiento sustentable de los psitácidos en México. La 
Norma Oficial Mexicana NOM-059 considera a la cotorra serrana oriental como una 
especie amenazada, a nivel internacional la cotorra se encuentra listada en el apéndice I del 
CITES (Convención Internacional sobre el Trafico de Especies en Peligro), (SEMARNAP 
2000). 
 
 Las principales amenazas antropogénicas a las que se enfrenta la cotorra son los cambios 
de hábitat, particularmente los incendios forestales y la destrucción de bosques para crear 
espacios para la agricultura y pastoreo. La tala de bosques representa una amenaza pero en 
menor escala (Enkerlin-Hoeflich et al. 1997). Una amenaza reciente la constituye el 
desarrollo inmobiliario desordenado que genera tanto aumentos en los riesgos de incendio 
como efectos directos por desmontes. (Enkerlin-Hoeflich, comm. pers. 2004). 
 
 El presente estudio tipificará el comportamiento de anidación de las parejas exitosas de la 
cotorra tomando en cuenta la información acumulada por 10 años de esfuerzo continuo del 
programa de manejo sostenible de ecosistemas en el Centro de Calidad Ambiental del 
Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey. 
 
 Es importante profundizar el conocimiento en los hábitos reproductivos y productividad 
de la cotorra ya que al tratarse de una especie amenazada es necesario un mayor 
conocimiento de los factores que influencian su comportamiento reproductivo con la 
finalidad de contribuir a diseñar propuestas de manejo de la especie apoyadas en la 
información biológica y ecológica. El presente trabajo además de hacer un análisis del 
comportamiento reproductivo de la especie aportará protocolos tanto para optimizar el 
esfuerzo de monitoreo, como para evaluar la confiabilidad de los datos obtenidos. 
 
 1
Antecedentes 
 
 Los primeros estudios realizados con Rhynchopsitta terrisi fueron hechos por Lawson y 
Lanning en 1981. Ellos reportaron información general de laespecie, mencionaron la 
manera cómo localizaron las cotorras, los conteos que hicieron, observaciones respecto a la 
anidación colonial en los riscos, la migración, la descripción de los pollos, vocalización y 
depredadores (Lawson y Lanning, 1981) 
 
 De 1994 a la fecha el Centro de Calidad Ambiental del ITESM, como parte del proyecto 
de investigación “Status distribución y ecología de las Cotorras Serranas (Rhynchopsitta 
pachyrhyncha y R. terrisi) en el Norte de México ha monitoreado todas las colonias de 
anidación conocidas para la cotorra, reuniendo un registro extenso del comportamiento de 
anidación de la especie y de los polluelos producidos cada año en las 2 principales colonias 
de anidación, “El Taray y Condominios”. Dicho acervo de información fue utilizado para la 
elaboración del presente trabajo. 
 
 Durante la temporada reproductiva 1997 Macias-Caballero estimó que hubo un total de 
30 nidos exitosos en la colonia de anidación El Taray,, cada uno produciendo en promedio 
2.0 pollos, por lo que la productividad de la colonia para esa temporada fue de 60 pollos. 
Durante la temporada de 1998 se encontró una disminución de 30% de nidos exitosos y un 
25% en el éxito reproductivo por pareja (Macias-Caballero 1998.) 
 
 El uso del paisaje de la cotorra en su rango de distribución reproductivo es altamente 
dependiente en los bosques de la Sierra Madre Oriental ya que duerme y come 
principalmente en bosques de pino-oyamel-ayarin (Pinus, Pinus cembroides y Quercus),y 
en menor medida bosques de pino piñonero y pino encino (Pinus y Quercus). Todos estos 
localizados con exposición norteña. En el mismo estudio se encontró que la especie es muy 
selectiva, ya que nunca se le encontró en bosques de encino, matorral, pastizal, zona 
agrícola o suelos desnudos (Ortiz-Maciel 2000). 
 
 
Psitácidos en México 
 
 La Cotorra Serrana Oriental (Rhynchopsitta terrisi) pertenece al orden de los 
psitaciformes y a la familia psitácidos, la cual es particularmente carismática para los 
humanos, siendo ésta la principal causa de lo difundido de la práctica de su captura para ser 
usadas como mascotas. Este hecho aunado a las presiones ocasionadas por la destrucción y 
transformación de su hábitat natural ha convertido a la familia psitácidos en una de las más 
vulnerables y con más alto riesgo de declinación y/o extinción. De las 140 especies de 
psitácidos neotropicales 42 se encuentran amenazadas o en peligro de extinción (Collar y 
Juniper 1992). Mundialmente de todas las familias de aves, los psitácidos tienen la mayor 
proporción de especies amenazadas o en peligro de extinción (Juniper y Parr, 1998). 
En el caso de México existen 22 especies de psitácidos, de las cuales de acuerdo a la NOM-
059-SEMARNAT-2001, siete se encuentran amenazadas (Aratinga holochlora, Aratinga 
brevipes, Amazona xantholora, Amazona finschi, Amazona farinosa, Amazona auropalliata 
y Rhynchopsitta terrisi) y cinco en peligro de extinción (Ara militaris, Ara macao, 
Rhynchopsitta pachyrhyncha, Amazona viridigenalis y Amazona oratrix). A nivel 
 2
internacional todas las especies consideradas en peligro de extinción por la NOM-059 
también son incluidas en el apéndice I del CITES (SEMARNAT 2000). 
 
 
Género Rhynchopsitta 
 
 Aún cuando los psitácidos se distribuyen principalmente en ambientes tropicales, el 
género Rhynchopsitta es una de las pocas excepciones, ya que solamente habita en los 
bosques templados de pino encino del norte de México. Ambas especies de Rhynchopsitta 
(R. terrisi y R. pachyrhyncha) se consideran de talla grande, siendo la más pequeña la 
occidental. Difieren también en color, y en sus requerimientos de anidación: la Cotorra 
Serrana Occidental anida en huecos de árboles mientras que la Cotorra Serrana Oriental 
anida en cavidades de los riscos, sin embargo muestran similitudes en su dieta y en las 
vocalizaciones (Snyder. 1996) y no presentan dimorfismo sexual. 
 
 
Cotorra Serrana Oriental (Rhynchopsitta terrisi) 
 
 La cotorra serrana oriental presenta una coloración vistosa, con el cuerpo verde oscuro, 
frente marrón, ojos color ámbar, anillo ocular amarillo y pico negro en adultos y 
blanquecino en juveniles. Presenta coloración roja en la parte superior de las plumas 
cobertoras y parte superior de las patas de color rojo oscuro. Mide aproximadamente de 
40.5 a 45.5 cm. y su peso promedio es de 460gr. (Howel y Webb, 1995). 
 
 La cotorra presenta hábitos de anidación gregarios, anida en los huecos y grietas de los 
riscos de piedra caliza en la Sierra Madre Oriental, formando colonias que pueden contener 
desde 1 o 2 parejas hasta más de 100. Las cavidades en las que anida se encuentran entre 
los 7 y los 200m de altura (Enkerlin-Hoeflich et al. 1997), hasta la fecha se tiene 
conocimiento de 22 colonias de anidación en los estados de Coahuila y Nuevo León 
(Enkerlin-Hoeflich et al. 1999). 
 
 
Distribución geográfica 
 
 El rango de distribución de la especie es muy pequeño, debido a la reducción de los 
bosques de confieras en el Holoceno, razón por la cual se considera una especie relictual 
(Rea, 1997). Su principal rango actual de distribución está confinado a una pequeña área 
del noreste de México, que comprende una estrecha sección de la Sierra Madre Oriental de 
aproximadamente 300 Km. de largo por 60 Km. de ancho (Collar et al., 1992). Dicha área 
está conformada por una pequeña parte del sureste de Coahuila, el centro y el sur de Nuevo 
León, y el suroeste de Tamaulipas. De los 18,000 Km2 contenidos en esta franja sólo de un 
20 a un 40% (3,500-7,000 Km.2) tienen las características apropiadas para servir de hábitat 
a la cotorra (Lanning y Lawson, 1979) Es muy probable que debido a la destrucción de 
hábitat esta cifra sea menor en la actualidad. El punto más al sur de su área de anidación es 
el cerro del Potosí, (Collar et al., 1992) mientras que el sitio más sureño en que se han 
registrado avistamientos recientes en el rango invernal es en Sierra Gorda, Querétaro 
 3
(SEMARNAT, 2000). Aunque los registros históricos de avistamientos en Veracruz no 
necesariamente corresponden a esta especie (Collar et al., 1992). 
 
 La especie presenta movimientos estacionales dentro de su rango en respuesta a la 
disponibilidad de las semillas de pino que constituyen su principal alimento (Juniper y Parr 
1998). La reproducción de la especie ocurre en la parte norteña de su rango de distribución 
(centro de Nuevo León y sureste de Coahuila) durante los meses de Abril a Noviembre; 
mientras que en los meses de Diciembre a Marzo se encuentra en la parte sureña de su 
rango (sur de Nuevo León y Suroeste de Tamaulipas) en donde pasa el invierno (Macias-
Caballero 1998) 
 
 
Hábitos alimenticios 
 
 La cotorra se alimenta principalmente de semillas en las piñas de varias especies de pinos 
y en menor grado de bellotas, brotes de coníferas y ocasionalmente de néctar de flores de 
maguey (Agave macroculmis) (Enkerlin-Hoeflich, et al. 1999). Las especies de pino más 
utilizadas son: Pinus ayacahuite, P. strobiformis, P. montezumae, P. greggi, P. cembroides 
y P. culminicula. (Ortiz-Maciel, 2000). La producción de semillas de pinos y encinos 
tiende a ser errática regionalmente, las aves se desplazan grandes distancias en busca de 
alimento, esto tiene como consecuencia que exista una gran variabilidad en sus patrones de 
movimiento anuales (Enkerlin-Hoeflich et al. 1999). 
 
 
Hábitos reproductivos 
 
 La especie presenta hábitos de anidación gregarios formando colonias que varían en 
tamaño desde 1 o 2 parejas hasta más de 100 (Enkerlin-Hoeflich et. al. 1997). Por 
observación de las colonias de Rhynchopsitta terrisi se sabe que su ciclo de anidación inicia 
durante el mes de Junio y termina alrededor de la última semana de Octubre, pudiéndose 
prolongar hasta mediados de Noviembre (CCA-ITESM Información no publicada). Hasta 
la fecha las colonias de anidación mas grandes conocidas son el santuario de aves “El 
Taray” y la colonia de anidación “Condominios”,las cuales seran descritas posteriormente 
en el presente trabajo. 
 
 Debido a que los nidos de la cotorra son inaccesibles para los investigadores, actualmente 
no existe información sobre los parámetros que requieren de la inspección directa de los 
nidos de la cotorra en estado silvestre. Dada su cercanía taxonómica con Rhynchopsitta 
pachyrhyncha se puede utilizar a esta especie como referencia, en dicha especie la postura 
es única y asincrónica, sin evidencia de postura de reemplazo, con un tamaño promedio de 
la nidada de 2.8 huevos y una estadía de los pollos en los nidos de 62 días en promedio 
(Cruz-Nieto 1998). El porcentaje de huevos que producen pollos y volantones es de 79% y 
60% respectivamente, con un éxito general de anidación del 80% (Monterrubio 2002). 
 
 
 
 
 4
Amenazas para la conservación de la especie 
 
 La principal amenaza para la cotorra es la fragmentación del hábitat, ocasionada por 
incendios, actividades agropecuarias y fraccionamientos campestres (SEMARNAT 2000). 
Una gran cantidad de parches de hábitat ha sufrido incendios y la regeneración del bosque 
es muy lenta o es sustituida por vegetación característica de disclimax edáficos e hídricos, 
por lo que muchas áreas previamente boscosas ahora son chaparral de encino con poco 
valor para la especie (Enkerlin-Hoeflich et al., 1997). 
 
 Debido a la disminución de las zonas boscosas en la Sierra Madre Oriental, la cotorra se 
encuentra en una especie de “archipiélago” formado por pequeñas islas de bosque en 
buenas condiciones, las cuales se reducen y fragmentan cada vez más. Como consecuencia 
de su condición relictual, endémica y especialista de los bosques templados del Noreste de 
México la cotorra es altamente vulnerable a los cambios de paisaje (Ortiz-Maciel 2000). 
 
 La caza o captura furtiva, auque en menor escala, también constituye una amenaza para la 
especie, ya que por lo lento de su dinámica poblacional, la comercialización puede tener 
grandes consecuencias. (SEMARNAT 2000) considera como una amenaza a los 
coleccionistas y criadores de EUA, Europa y Japón, que pretenden obtener pie de cría . 
 
 
Importancia de conservación de la especie 
 
 La cotorra es una especie indicadora de la salud de los bosques de pino donde habita, ya 
que se alimenta sólo de las piñas de pinos maduros, disponibles en grandes cantidades sólo 
en bosques con poca o nula alteración. Debido a esto las acciones de conservación 
enfocadas hacia la cotorra benefician a una gran diversidad de especies que cohabitan con 
ella, tales como: el búho moteado (Strix occidentalis), el búho pigmeo (Glaucidium 
gnoma), el trogón elegante (Trogan elegans) y el oso negro (Ursus americanus eremicus) 
(Snyder 1996). 
 
 Adicionalmente los ecosistemas forestales de la Sierra Madre Oriental brindan una serie 
de servicios ambientales de vital importancia para las poblaciones urbanas y rurales de 
Nuevo León y Coahuila. Los servicios ambientales derivados de los ecosistemas forestales 
están ligados con la regulación de procesos naturales, tales como la provisión de agua y la 
recarga de acuíferos, la mejora de la calidad del aire mediante la absorción de dióxido de 
carbono, el control de la erosión del suelo y como soporte esencial en la mitigación de 
riesgos naturales. En el 2004 la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR) aprobó el pago 
de $56,400 pesos anuales durante un periodo de 5 años por concepto de servicios 
ambientales hidrológicos prestados por 188 hectáreas de bosque de pino ubicadas dentro de 
los límites del santuario de aves el Taray. (CONAFOR 2004) 
 
 La conservación de la cotorra y por lo tanto de los bosques que habita no es una tarea 
sencilla, ya que la especie tiene varias características que la hacen especialmente vulnerable 
a cambios en su hábitat, como son lo reducido de su población, estimada entre 3000 y 4000 
individuos (Juniper y Parr 1998), lo reducido de su rango de distribución y lo especializado 
de su alimentación. Aun cuando la población aparentemente se ha mantenido estable en los 
 5
últimos 20 años (Enkerlin-Hoeflich et. al. 1997); estudios realizados por Ortiz-Maciel 
(2000) sugieren que la población se encuentra cercana al límite mínimo de viabilidad de la 
especie, de alrededor de 1500 individuos. En Diciembre del 2004 el equipo del trabajo del 
ITESM realizó un conteo de entre 3100 y 3500 cotorras en una zona cercana a Zaragoza 
N.L. en el 2004 y en el 2006 en la misma área se registró una parvada de más de 3600 
individuos, siendo hasta la fecha los conteos más grandes reportados para la especie (CCA-
ITESM información no publicada). 
 
 
Importancia de estudio de la biología reproductiva de Rhynchopsitta terrisi 
 
 Dado que la población de la cotorra muestra gran vulnerabilidad por los factores 
anteriormente mencionados, la información relacionada con su biología de anidación, 
factores de mortalidad y medidas de productividad pueden ser utilizadas como indicadores 
de la calidad del hábitat y pueden ayudar a establecer medidas de conservación más 
efectivas (Enkerlin-Hoeflich et. al. 1997).Uno de los mayores obstáculos para la 
conservación de los psitácidos es la escasa información sobre la ecología, biología y 
densidades poblacionales de sus especies en condiciones silvestres y la inexistencia de una 
metodología estandarizada para el monitoreo de sus poblaciones (Desenne y Sanz 1995). 
 
 Como se mencionó con anterioridad la cotorra anida en cavidades prácticamente 
inaccesibles para los biólogos responsables de monitorear el comportamiento de anidación 
de las cotorras, por lo que deben de basar sus observaciones en el comportamiento de las 
parejas, para determinar su éxito o fracaso en el nido. Actualmente la evaluación del 
comportamiento de una pareja depende en gran medida de los observadores y su 
experiencia, debido a que no existen lineamientos que permitan identificar de manera 
concisa cuando una pareja se encuentra en comportamiento de anidación. El presente 
trabajo pretende servir como una guía para la detección de nidos exitosos. 
 
 
Objetivo general 
 
 Tipificar el comportamiento de las parejas que han tenido éxito en la producción de crías 
para desarrollar una metodología que permita diferenciar entre parejas exitosas y no 
exitosas con base en observaciones de las características del comportamiento paternal en el 
cuidado de los polluelos. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 6
Estructura de la tesis 
 
 El presente trabajo está organizado en cuatro capítulos, a excepción del primero los 3 
capítulos restantes poseen una propia discusión de resultados y conclusiones. El presente 
capitulo (I) es de carácter introductorio y en él se presenta la introducción, antecedentes 
objetivos y relevancia del estudio. El capitulo II es de carácter descriptivo y en este se 
analiza a detalle el comportamiento de anidación de la cotorra. En el capitulo III se analiza 
la efectividad de distintos criterios para la detección de nidos exitoso y finalmente en el 
capitulo IV se aplica la información recabada por los capítulos II y III en el diseño y prueba 
de criterios y metodologías que permitan detectar nidos exitosos en otras colonias. 
 
 7
Capítulo II 
 
Caracterización de los nidos exitosos de la cotorra 
 
 
Introducción 
 
 Una de las medidas más comunes para medir la actividad de los nidos exitosos es el 
monitoreo del esfuerzo parental. El esfuerzo parental se refiere a la cantidad de recursos 
tales como el tiempo y/o energía que los padres invierten en la producción y el cuidado de 
su descendencia (Siegel et. al. 1998). El cual puede tomar diversas formas, tales como la 
preparación de los nidos, producción de gametos o asistencia a la descendencia (Clutton-
Brock 1991). Por lo tanto el esfuerzo parental puede ser medido en varias maneras, siendo 
una de las más comunes el índice de aprovisionamiento al nido por parte de los padres. El 
estudio del esfuerzo parental con la cotorra presenta dificultades y limitaciones por el hechode que no es posible observar el interior de los nidos. Esta limitación tiene como 
consecuencia que el éxito de un nido sólo se pueda comprobar mediante la salida de un 
pollo. 
 
 El primer capitulo del presente trabajo se enfocará en caracterizar el esfuerzo parental en 
aquellos nidos en los que se ha registrado la salida de al menos un pollo. Dicha 
caracterización tiene como finalidad el establecer criterios y parámetros que de ser 
observados en otros nidos en futuras temporadas, puedan servir para inferir el éxito o 
fracaso de un nido en particular. 
 
 
Antecedentes 
 
 En las dos últimas décadas la biología reproductiva de los psitácidos neotropicales ha sido 
objeto de numerosos estudios que surgen ante la necesidad de profundizar más el 
conocimiento de esta familia severamente afectada por los factores antropogénicos 
anteriormente mencionados. El presente trabajo representa el segundo esfuerzo encaminado 
a la comprensión de la biología reproductiva de la cotorra, haciendo uso de la nueva 
información recabada desde la última publicación en este tema en 1998. 
 
 
Objetivo específico del capítulo 
 
Caracterizar el esfuerzo parental de las parejas que se reproducen exitosamente. 
 
 
Área de estudio 
 
 La Sierra Madre Oriental es un anticlinorium formado por 7-9 pliegues paralelos que 
cruzan el estado de Nuevo León en un arco, cuya rama Noroeste cubre del centro hacia el 
W y penetra en Coahuila, y cuya parte Sureste parte del centro de Nuevo León hacia 
 8
Tamaulipas. La Sierra Madre Oriental presenta un declive generalmente abrupto con alturas 
de hasta 3,600 msnm. Las estribaciones de la Sierra Madre Oriental en el Oeste se nivelan 
entre los 1,000 y 1,800 msnm., formando parte del altiplano Mexicano en sus porciones 
llamadas Mesa del Norte en Coahuila (Contreras-Balderas 1995). 
 
 El presente estudio se llevó a cabo en las dos principales colonias de anidación conocidas 
para la cotorra; el Santuario de aves “El Taray”, y el risco de anidación conocido como 
“Condominios 4”, ambas ubicadas en la parte Oeste de la Sierra Madre Oriental. 
 
Santuario de aves “El Taray” 
 
 Operado como santuario de aves a partir de 1995 y en proceso de decreto, esta reserva de 
335 ha. es la principal colonia de anidación de la cotorra. Se localiza en el municipio de 
Arteaga en Coahuila, a 4.5 Km. de Ciénega La Purísima, UTM 0350658E, 2801227N, a 
una altitud de 2160 msnm. (Enkerlin et.al.1997). Esta colonia consta de 2 riscos, 
nombrados de manera informal por su coloración como “Taray gris” y “Taray rojo”. En el 
periodo de 1997-2005 se han registrado 188 cavidades potencialmente activas como nidos 
en el Taray Gris y 177 en el Taray Rojo (CCA-ITESM información no publicada) 
 
Colonia de anidación “Condominios 4” 
 
 Se le conoce con este nombre de manera informal, a la segunda colonia de anidación más 
grande conocida para la cotorra. El risco se localiza en el municipio de Santiago N.L. en el 
ejido Laguna de Sánchez, a 9 km. al suroeste de San Juan Bautista, Coordenadas UTM. 
0365043, 2804287N, con una elevación de 2100 msnm. (Enkerlin et.al. 1997). La colonia 
se divide en 4 riscos, a cada uno de los cuales se le asignó un número de acuerdo a su 
ubicación, siendo el 1 el que se localiza en el extremo Este y el 4 en el Oeste. Para este 
estudio sólo se considero el risco 4, en el cual se han registrado 88 cavidades 
potencialmente activas como nidos (CCA-ITESM información no publicada). 
 
 
Metodología 
 
Caracterización de nidos exitosos 
 
 El monitoreo de la actividad en las colonias de anidación fue llevado a cabo por personal 
del programa de manejo sostenible de ecosistemas y por voluntarios capacitados siguiendo 
la metodología de Macias-Caballero (1998). La información fue recopilada a lo largo de 
497 sesiones de observación, que variaban en duración dependiendo de las condiciones 
climáticas y de la logística, generalmente la hora de inicio fue 08:30-09:00 y la hora fin 
17:00-18:00. La información recopilada durante estas sesiones fue utilizada en el presente 
trabajo tomando en cuenta las siguientes consideraciones: 
 
 Sólo se utilizaron los monitoreos realizados en las colonias “Taray Gris” y “Condominios 
4” durante las temporadas 1997 a 2005, usualmente los monitoreos fueron realizados 
durante 3 días consecutivos cada 2 semanas, desde Junio hasta la segunda semana de 
Octubre cuando se cambiaba a la metodología de monitoreo “intensivo”, en la cual se 
 9
monitorea la actividad de la colonia diariamente hasta que todas las parejas abandonan para 
dirigirse a su rango invernal. La frecuencia con la que se realizaron las sesiones de 
monitoreo no fue constante anualmente por razones de logística. En la tabla 1 se muestra el 
número de días que fueron llevados a cabo los monitoreos por año y por colonia. 
 
 
Tabla 1. Días de observación por año en las principales colonias de anidación. 
Días de visita por año Nombre del 
risco 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 Total 
Taray Gris 30 40 17 20 15 59 50 41 47 304 
Condominios 4 13 38 3 5 7 24 52 19 32 193 
 
 Las observaciones fueron hechas desde la base de los riscos a simple vista o utilizando 
binoculares para las cavidades más distantes del punto de observación. En el monitoreo se 
procuró registrar todas las entradas y salidas que fueron observadas en todas las cavidades 
de la colonia. Sólo se tomó en cuenta la información recopilada en sesiones cuya duración 
excediera 7:00 horas. 
 
 Para determinar un comportamiento de anidación típico diario se utilizó una muestra de 
92 nidos pertenecientes a “El Taray Gris” y “Condominio 4”, los cuales se muestran en el 
anexo 1. Se incluyeron dentro de la muestra todos los nidos en los cuales fue confirmada la 
salida de al menos un pollo durante las sesiones de monitoreo. No se consideraron dentro 
de la muestra a aquellos nidos en los cuales se escuchó uno o más pollos en su interior pero 
no fue posible confirmar fecha de salida. 
 
 Debido a que la fecha de vuelo de los pollos presenta una gran variabilidad, (lo que será 
analizado posteriormente en este trabajo), se le asignó un valor de 0 al día en el que el pollo 
abandonó el nido y a partir de este día se le asignó un valor en retrospectiva a cada día 
anterior a la salida del pollo que va desde 0, el día en el que se registró el vuelo del pollo, 
hasta -93 el cual corresponde a 93 días antes del vuelo del pollo. La temporada de 
anidación se dividió en 3 etapas (1) incubación: días -93 a -64, (2) desarrollo temprano: 
días -63 a -32, y (3) desarrollo tardío: días -31 a 0. 
 
 
Variabilidad en la fecha de inicio de la temporada reproductiva 
 
 El comportamiento de variabilidad anual en el inicio de la temporada de anidación ha 
sido documentado en otros psitácidos tales como Myopsitta monachus, (Navarro et.al. 
1992). Aun cuando no es posible determinar la fecha exacta del inicio de la incubación en 
la cotorra, sí es posible inferirla al analizar los cambios anuales en la fecha de salida de los 
pollos de los nidos. Basado en observaciones de campo del personal del CCA, (incluido el 
autor) se decidió comprobar la hipótesis de que la fecha de vuelo de los volantones varía 
anualmente, con el fin de establecer fechas promedio de salida de los volantones para cada 
año lo que permitirá realizar un análisis retrospectivo de nidos no exitosos en el capítulo III 
en una manera congruente con la variación en el comportamiento anual de los nidos 
exitosos. Se analizaron estadísticamente las fechas de salida para todos los volantones 
 10
registrados para determinar si existía una diferencia anual en la fecha de salida de los pollos 
y para establecer un promedio anual para la fecha de salida de los volantones. 
 
 
Frecuencia de entradas y salidas al nido 
 
 Como primer paso en la caracterización de los nidos exitosos se analizó la diferencia entre 
el número de entradas y salidas para comprobar la hipótesis de que ambos eventos son 
registrados con lamisma frecuencia, ya que al ser dependientes se esperaría que para 
ambos eventos se observaran frecuencias muy similares. Se tomaron en cuenta todas las 
entradas y salidas registradas durante las sesiones de observación descritas con 
anterioridad, con la siguiente modificación; no se contabilizaron las entradas tipo ST (Aves 
que se encontraron y permanecieron paradas en la orilla de una cavidad todo el tiempo que 
se les observó) y N1 (aves que llegan y se quedan paradas en la orilla de la cavidad por 
varios minutos), criterios establecidos por Macias-Caballero (1998). Debido a que en este 
tipo de entrada el o los individuos no ingresan a la cavidad sino que permanecen en la 
orilla, por lo tanto este tipo de entrada no representa un indicador confiable de presencia de 
pollos en el interior de los nidos. 
 
 Una vez que se comprobó la falsedad de la hipótesis de que las entradas y salidas se 
registran con la misma frecuencia (los resultados se muestran posteriormente en el presente 
capítulo), se procedió a analizar las fluctuaciones en la frecuencia de entradas que se 
registran en las diferentes etapas a lo largo de la temporada. Tanto el comportamiento de 
entradas y salidas diarias como la frecuencia de entradas por etapa fueron analizados 
utilizando el paquete estadístico MINITAB versión 12. 
 
 Para el análisis de frecuencia de entradas y salidas por hora se utilizó la misma 
metodología de observación, sin embargo la actividad se agrupó en horas después del 
amanecer. Se utilizó como hora promedio de amanecer para cada semana, la hora del 
amanecer del Jueves, por ser este el día medio de la semana. Las entradas y salidas que 
ocurrían dentro de cada hora de las sesiones de observación fueron promediadas en cada 
etapa de la temporada de anidación con el objetivo de comprender los cambios en los 
patrones de conducta diarios de las parejas exitosas a lo largo de la temporada. 
 
 
Variación temporal en las visitas al nido realizadas por 1 ó 2 de los padres 
 
Numerosos estudios con psitácidos (Enkerlin-Hoeflich 1995, Gnam 1991, Renton y Salinas 
1999, Koeing 1999, Iñigo-Elias 1996) han producido resultados coincidentes en lo que 
respecta al comportamiento de alimentación de la pareja y los pollos durante las 3 etapas de 
anidación. Los autores antes mencionados encontraron que durante la incubación, la 
hembra permanece dentro del nido la mayor parte del tiempo y solamente lo abandona 
durante breves períodos para ser alimentada por el macho en la cercanía del nido. Una vez 
que la transferencia de alimento ha sido realizada, la hembra regresa a incubar los huevos y 
el macho permanece en la cercanía o abandona nuevamente el área. El macho sólo entra al 
nido en raras ocasiones. Una vez que los huevos eclosionan este patrón de conducta 
continua hasta la 2ª ó 3ª semana del desarrollo, cuando la capacidad de termorregulación de 
 11
los pollos es suficiente como para que la hembra pueda abandonar el nido sin que exista 
riesgo de hipotermia. La frecuencia y la duración de los viajes de la hembra en busca de 
alimento en compañía del macho se incrementan conforme avanza la temporada de 
anidación. El macho a su vez entra con mayor frecuencia al nido una vez que la hembra lo 
acompaña. De tal manera que durante las últimas semanas del desarrollo y todo el 
emplumado ambos padres entran y salen del nido con regularidad. 
 
 Tomando en cuenta lo anterior se procedió a analizar la frecuencia de entradas al nido 
realizadas por 1 ó 2 individuos, en las distintas etapas de la temporada de anidación con el 
fin de determinar si el comportamiento de la cotorra presenta similitud con patrón de 
conducta descrito con anterioridad. Debido a que no se puede observar el interior de los 
nidos de la cotorra, se plantea la hipótesis de que el índice de entradas realizadas por 1 o 2 
individuos constituye un indicador de la etapa de anidación en la que se encuentra un 
determinado nido, esperando encontrar un mayor porcentaje de entradas realizadas por un 
sólo individuo (presumiblemente el macho) durante la etapa de incubación. 
 
 
Resultados 
 
Variabilidad en la fecha de inicio de la temporada reproductiva 
 
 De acuerdo con los resultados obtenidos se comprobó la hipótesis de la existencia de 
variaciones en la fecha de salida anual de los volantones (prueba de Wilcoxon Chi2= 
14.067, p =0.000,α=0.05.). La tabla 2 muestra el resumen de lo observado para la variación 
en la fecha de salida de los volantones. 
 
Tabla 2. Fecha de salida de los pollos en el Taray gris durante las temporadas 1997-2005 
 
 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 
Pollos por 
semana 
14-20 Oct 0 0 0 0 0 9 3 4 6 
21-27 Oct 0 0 0 11 4 1 7 40 5 
28 Oct- 3 Nov 12 14 0 12 0 0 1 6 13 
 4-10 Nov 0 2 0 0 0 0 0 5 
 11Nov + 0 0 0 0 0 2 0 0 0 
Fecha media 1-Nov 4-Nov 0 27-Oct 24-Oct 25-Oct 
21-
Oct 24-Oct 28-Oct 
Rango* 7 13 0 9 4 40 12 15 24 
St Dev 2.15 4.72 0.00 2.69 1.73 14.62 3.24 2.98 7.03 
 
 12
 Se obtuvieron valores diferentes de fecha de salida promedio para cada año, siendo la 
temporada 2003 la que presenta la fecha más temprana, el 21 de Octubre, mostrando una 
marcada diferencia de 2 semanas con respecto al 4 de Noviembre, la fecha promedio más 
tardía, correspondiente a la temporada de 1998. 
 
 Las fechas de vuelo más tardías registradas son el 25 y 26 de Noviembre del 2002, 
cuando 2 volantones abandonaron el nido. El registro más temprano ocurrió durante la 
temporada 2005 con la salida de un volantón el 15 de Octubre. 
 
 El año que presentó una mayor sincronía fue el 2001 donde todos los pollos salieron en 
un rango de 4 días, mientras que el año en el que se presentó una menor uniformidad fue en 
el 2002 con un rango de 40 días de diferencia en la salida de los pollos. Cabe mencionar sin 
embargo que sólo hubo 4 nidos exitosos para la temporada 2001, por lo que lo reducido de 
la muestra puede influenciar la longitud del rango. 
 
 
Comparación de frecuencia de entradas y salidas del nido 
 
 Se comprobó como falsa la hipótesis de la igualdad entre el número de entradas y salidas, 
observándose una menor cantidad de registro de salidas durante la incubación y el 
desarrollo. Durante la incubación se detecta un promedio de 0.333 salidas por cada entrada, 
(T-Test con p valor de 0.000α=0.05,), en el desarrollo se detectan 0.4469 salidas por cada 
entrada (T-Test con p valor de 0.000, α=0.05). Es de notarse que en las 2 primeras etapas 
de anidación se detecta menos de la mitad de salidas con relación a las entradas, por 
factores que se discutirán más adelante en el presente trabajo. En contraste el número de 
entradas y salidas registradas no mostró diferencia durante el emplumado, en la cual se 
registran entre 0.802 y 0.9405 salidas por entrada, lo que no representa una diferencia 
significativa, (T-Test con p valor 0.291,α=0.05,) 
 
 Los resultados se pueden apreciar más fácilmente en la figura 1 donde resulta evidente la 
mayor diferencia entre las entradas y salidas registradas durante la incubación y desarrollo. 
Dicha diferencia disminuye paulatinamente conforme avanza la temporada, hasta la última 
semana del emplumado, cuando el número de salidas registradas sobrepasa al número de 
entradas. 
 
 13
 
Figura 1.Promedio de entradas y salidas registradas por día para los nidos exitosos, las 
líneas verticales representan la división entre las 3 etapas de anidación.(N=92). 
 
 
Cambios temporales en la frecuencia de visitas al nido 
 
 En las figuras 1 y 2 se puede apreciar que la frecuencia de visitas al nido presenta 2 picos 
de actividad durante la temporada de anidación, el primero de ellos ocurre durante la 
incubación donde se obtuvo un promedio de 2.36 visitas por día, alcanzando un valor 
máximo de 5.3 durante el día 15. El segundo pico ocurre en los últimos días del 
emplumado, donde después de observarse un incremento paulatino durante las 3 primeras 
semanas de dicha etapa, el número de entradas alcanza un valor máximode 3.5 en el día 90, 
2 días antes de la salida de los pollos. 
 
 14
 
 
Figura 2.Promedio de entradas diarias registradas en la temporada de anidación, las líneas 
verticales representan la división entre las 3 etapas de anidación.( (N=92) 
 
 Se comprobó estadísticamente la existencia de diferencias en el comportamiento de la 
cotorra durante las diferentes etapas de anidación. (Prueba Kruskal-Wailis,P-valor=0.000, 2 
grados de libertad). Durante la incubación se obtuvo un promedio de 2.36 visitas por día, 
durante el desarrollo, el número de visitas por día disminuyó a 1.98, para después 
incrementarse paulatinamente durante el emplumado a un promedio de 3.00 visitas por día. 
Adicionalmente se obtuvieron intervalos de confianza para las medias en las 3 etapas, los 
resultados se muestran en la tabla 3. 
 
Tabla 3. Frecuencia de entradas en las 3 etapas de la temporada anidación. 
 
 
INTERVALO DE CONFIANZA
95% PARA LA MEDIA
Etapa SUPERIOR PROMEDIO DES.ESTANDAR INFERIOR
Incubación 92-64 2.367816092 1.757658338 2.10482 2.63082
Desarrollo 63-32 1.948497854 1.473007091 1.7495 2.12981
Emplumado 31-0 3.003421728 2.390045407 2.86641 3.14043
 
 
 
 
 
 15
 La incubación es la segunda etapa más activa de la temporada de anidación, con un 
promedio de 2.36 entradas por nido por día, presentando hasta un máximo de 9, lo cual sólo 
se registró en 3 ocasiones, siendo lo más común que regresaran 1 ó 2 veces después de la 
primer visita. La actividad alcanzó su punto más bajo durante el desarrollo, con un 
promedio de 1.95 entradas por día y un registro máximo de 8. El emplumado es la etapa 
que presenta mayor frecuencia, con un promedio de 3.00 entradas por día y un registro 
máximo de 14 entradas. 
 
 
Variación temporal en las visitas efectuadas por 1 ó 2 de los padres 
 
 Se llevaron a cabo análisis estadísticos para determinar si existe diferencia en el número 
de entradas hechas por 1 ó 2 individuos en las diferentes etapas de anidación. Se encontró 
que efectivamente existe una diferencia, habiendo un mayor registro de entradas realizadas 
por ambos padres durante las etapas de desarrollo y emplumado (T-Test con p valor de 
0.000, α=0.05). Contrario a lo que se esperaba encontrar, no se observó diferencia 
significativa entre el número de entradas hechas por 1 ó 2 individuos durante la etapa de 
incubación (T-Test con p valor de 0.160, α=0.05). 
 
 Como se puede apreciar en la figura 3, durante la incubación alrededor del 60% de las 
visitas al nido son realizadas por un solo individuo. A partir del día 53 y hasta el 46 el 
porcentaje desciende a valores cercanos al 50% y a partir del día 46 el número de entradas 
hechas por 2 individuos es mayor con respecto a las realizadas por 1 individuo. Durante el 
desarrollo y el emplumado aproximadamente el 70% de las entradas son realizadas por 
ambos padres. 
 
 Cabe aclarar que la existencia del pico anormal observado en los días 31 y 32 durante el 
cual el porcentaje de entradas hechas por 2 individuos desciende drásticamente, puede ser 
el resultado de un tamaño de muestra excepcionalmente pequeño para estos 2 días, ya que 
aun cuando se cuenta con observaciones, estas sólo constan de 1 y 2 sesiones 
respectivamente. 
 
 
 
 
 16
 
Figura 3. Porcentaje de entradas realizadas por 1 ó 2 padres (N=92), las líneas verticales 
representan la división entre las 3 etapas de anidación. 
 
 
Cambios en los patrones de actividad diarios 
 
 Antes de proceder al análisis de los resultados obtenidos para los patrones de actividad 
diaria de la cotorra, cabe mencionar que la información obtenida fue sujeta a los siguientes 
factores de corrección. 
 
 Primeramente debido a que no todas las sesiones de observación abarcan la totalidad de 
las 12 horas necesarias para la caracterización, se utilizó la regla de 3 para estimar el 
número de entradas o salidas que hubieran sido registrados en aquellas horas en las que no 
se llevaron a cabo monitoreos en el 100% de las sesiones. 
 
 Una vez que se obtuvieron los estimados de entradas y salidas si el 100% de las sesiones 
hubieran cubierto 12 horas, se procedió a corregir la diferencia entre la facilidad de registro 
entre las entradas y salidas, ya que como se mencionó con anterioridad, las salidas no son 
detectadas con la misma facilidad que las entradas durante las etapas de incubación y 
desarrollo, por lo que se utilizaron los factores de conversión obtenidos por la comparación 
de frecuencia de entradas y salidas,(0.333 para incubación y 0.4469, para desarrollo). Los 
factores de conversión representan la proporción de salidas registradas con relación a las 
que se esperaría observar, si ambos eventos fueran registrados con la misma facilidad. 
 
 
 
 
 
 17
Incubación 
 
 El patrón de actividad diaria durante la incubación muestra una mayor frecuencia de 
entradas durante la 2ª y 3ª horas que el resto de las etapas de anidación (Figura 4). En la 
incubación el 25% del total de las visitas al nido ocurren durante la segunda hora, lo cual se 
debe al arribo de los machos a alimentar por primera vez a las hembras. Sin embargo , al 
parecer no existe una hora predilecta para la segunda transferencia de alimento, si bien la 
actividad en la 4ª y 5ª hora es considerable, no llega a formar un pico de actividad. A partir 
de la 6ª hora la actividad disminuye hasta la hora 11, durante la cual se registran más 
salidas que entradas. Durante la incubación se observaron 2 comportamientos atípicos, el 
primero un traslape de la primera y segunda entrada durante la segunda hora (Figura 5) y el 
segundo un aparente mayor registro de salidas durante las ultimas horas del día, 
particularmente durante la hora 11, ambos comportamientos serán analizados a detalle en la 
discusión de resultados. 
 
 
Figura 4.Entradas y salidas por hora durante la incubación (N=71) 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 18
Hora de ocurrencia de las 3 primeras entradas 
(incubación)
0
5
10
15
20
25
30
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11
Hora despues del amanecer
N
o.
 d
e 
en
tr
ad
as
Primera
Segunda
Tercera
 
Figura 5. Hora de ocurrencia de las tres primeras entradas durante la incubación (N=71) 
 
Desarrollo 
 
 En el desarrollo registró una mayor cantidad de entradas con respecto a las salidas 
durante la 1ª hora del día. Presentando un pico de actividad en el transcurso de la 3ª y 4ª 
horas, en este lapso se registraron el 30% del total de las entradas (Figura 6). Existe un pico 
de segundas entradas durante la cuarta hora a partir de la cual se observa un descenso 
constante en la ocurrencia de 2ª y 3ª entradas (Figura 7). 
 
 Durante la 6ª hora se registra un mayor número de salidas y a partir de este momento la 
actividad declina de manera abrupta, hasta la hora 11, cuando se registra menos del 3% de 
las entradas y ninguna salida. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 19
 
Figura 6. “Entradas y salidas por hora durante el desarrollo (N=84)” 
 
 
Hora de ocurrencia de las 3 primeras entradas 
(desarrollo)
0
5
10
15
20
25
30
35
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11
Horas despues del amanecer
N
o.
 d
e 
en
tr
ad
as
Primera
Segunda
Tercera
 
Figura 7. “Hora de ocurrencia de las 3 primeras entradas durante el desarrollo (N=84)” 
 
 
 
 
 
 20
Emplumado 
 
 El pico de actividad durante el emplumado coincide con las 2 etapas anteriores respecto a 
la 2ª y 3ª hora después del amanecer, cuando se registra alrededor del 30% de la actividad 
diaria. Sin embargo a partir de la 4ª hora, la actividad disminuye de manera más uniforme 
que en las etapas anteriores (Figura 8). 
 
 En cuanto a las horas a las que ocurren la primera y la segunda entrada los resultados 
coinciden con lo observado en la etapa de desarrollo, la mayoría de las primeras visitas 
ocurren durante la segunda hora y la segunda visita presenta un pico en la 4ª hora. La 3 
visita se distribuye de manera homogénea a partir de la 3ª hora (Figura 9). 
 
 
Figura 8. Entradas y salidas por hora durante el emplumado (N=92)21
Hora de ocurrencia de las 3 primeras entradas 
(Emplumado)
0
50
100
150
200
250
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11
Horas despues del amanecer
N
o.
 d
e 
en
tr
ad
as
Primera
Segunda
Tercera
 
Figura 9. Hora de ocurrencia de las 3 primeras entradas durante el emplumado (N=92) 
 
 
Discusión de resultados 
 
Diferencia en el registro de entradas y salidas 
 
 Se rechazó la hipótesis de que las entradas y salidas se registran con la misma frecuencia, 
dicha diferencia puede atribuirse a los siguientes fenómenos: 
 
 El primero es que las cotorras al entrar a su nido usualmente lo hacen vocalizando, lo que 
facilita para el observador seguirlas hasta que aterrizan en la entrada del nido donde 
perchan brevemente antes de entrar, lo que hace sumamente fácil la detección de las 
entradas, mientras que en las salidas tienden a ser repentinas y aun cuando en ocasiones sí 
vocalizan antes de salir del nido, en la mayoría de los casos salen en silencio, por lo que 
resulta considerablemente más difícil detectar el evento. 
 
 La segunda causa que ocasiona la pérdida de registro de salidas es cuando en respuesta a 
la presencia de un depredador, todas las parejas de una colonia emprenden el vuelo al 
mismo tiempo para repeler al depredador (Macias-Caballero 1998). En la ocurrencia de este 
evento y si se considera que en estas colonias de anidación, se concentran hasta más de 100 
parejas, la abrumadora cantidad de aves abandonando el risco de manera simultánea hace 
imposible distinguir de qué cavidad sale una determinada pareja o diferenciar entre parejas 
que sólo estaban perchando en el risco y parejas que se encontraban dentro de un nido, por 
lo que en cada uno de estos eventos de “alarma” se pierde el registro de un número 
 22
considerable de salidas. Este fenómeno no afecta de manera significativa a las entradas ya 
que al entrar no todas las parejas lo hacen al mismo tiempo. 
 
 El comprobar que existe una diferencia entre la entradas y salidas permitió hacer una 
evaluación de la eficacia del esfuerzo de monitoreo en las distintas etapas, que proveyó de 
los argumentos necesarios para diseñar una metodología de monitoreo (Capítulo III) 
basada en un perfil más preciso del comportamiento de la cotorra durante su ciclo de 
anidación. 
 
 
Diferencias encontradas respecto a trabajos anteriores 
 
 Al comparar el comportamiento de la frecuencia de entradas obtenida por el presente 
trabajo y el trabajo de Macias-Caballero (1998) ambos coinciden en encontrar picos de 
actividad durante la incubación y las últimas semanas del emplumado, con el punto de 
actividad más bajo durante la etapa de desarrollo. La principal diferencia encontrada entre 
ambos trabajos radica en la intensidad de dichos picos, mientras que en el trabajo de 
Macias-Caballero el pico más alto de actividad es de 7.4 entradas durante la segunda 
semana de incubación (Figura 10), en el presente trabajo es de 3.5 entradas (Figura 
2)durante los últimos días de el emplumado. 
 
 
Figura 10. Número de visitas efectuadas a los nidos exitosos del risco rojo a lo largo de la 
temporada 1997 (n=10) (Tomada de Macias-Caballero 1998) 
 
 El uso de diferentes criterios para agrupar los datos puede considerarse como uno de los 
factores que influyó en las diferencias encontradas, en el presente trabajo los datos se 
ordenaron a partir de el día de vuelo del pollo, mientras que en el trabajo de Macias-
Caballero (1998) se tomo una fecha promedio de vuelo y a partir de esta se ordenaron los 
 23
datos. Al hacer uso de una fecha promedio asume que todos los nidos se encuentran en la 
misma etapa de anidación de manera simultánea y se corre el riesgo de que dentro de un 
mismo día se considere a nidos que se encuentran en diferentes etapas de la anidación. 
 
 Cabe aclarar que el trabajo de Macias-Caballero (1998) unicamente utilizó datos de las 
temporadas de anidación de 1995 al 1997, mientras que el presente trabajo hizo uso de los 
datos de las temporadas 1997-2005 por lo que el mayor tamaño de muestra tiende a diluir 
los nidos con alta frecuencia de entradas, ocasionando que en general se observe una menor 
frecuencia de entradas en el presente trabajo. Sin embargo debido al mayor tamaño de 
muestra el resultado del presente estudio se considera más representativo del 
comportamiento de anidación en los nidos exitosos de la cotorra. 
 
 
Frecuencia de visitas al nido 
 
 Como se mencionó con anterioridad, la cotorra presenta un patrón de visitas múltiples al 
nido, numerosos estudios han documentado que dentro de la familia de los psitácidos existe 
una gran variabilidad en el número de visitas diarias al nido por parte de los padres. En la 
tabla 4 se presentan los resultados encontrados para el número de visitas diarias en estudios 
con otras especies de psitácidos neotropicales. 
 
Tabla 4.Frecuencia de visitas diarias en los nidos de varias especies de psitácidos. 
Autor Especie Número de Visitas/ Día 
Snyder, N.F. Amazona vittata 
Enkerlin-Hoeflich, E. (1995) Amazona autumnalis 2.09 
Enkerlin-Hoeflich, E. (1995) Amazona oratrix 2.18 
Enkerlin-Hoeflich, E. (1995) Amazona virdigenalis 2.08 
Iñigo-Elias, E (1996) Ara macao 5.00-9.00 
Gnam, R. Amazona leucocephala 
bahamensis 
0.50 – 5.55 
Koeing, S.E. (1991) Amazona agilis 3.40 
Macias-Caballero, C. (1998) Rhynchopsitta terrisi 2.40-7.40 
Renton, K. (2000) Amazona finschi 2.08-2.60 
Valdez-Juarez, S. (2006) Rhynchopsitta terrisi 1.97 – 3.00 
 
 Debido a que no existe información en los factores que determinan la variabilidad de las 
entradas al nido en el género Rhynchopsitta, se utilizó como referencia a la información 
existente para el género Amazona. 
 
 Los factores que influencian la variabilidad intraespescífica en el número de visitas 
diarias al nido dentro del género Amazona no están bien definidos, se ha observado una 
relación entre el número de visitas diarias y los factores ambientales del hábitat, tales como 
temperatura, humedad y altitud. En general las especies de climas secos y bajos presentan 
una frecuencia de visitas diarias muy cercana a 2, mientras que las especies de climas 
húmedos y elevados presentan patrones de múltiples visitas diarias. La menor frecuencia de 
entradas en especies de climas calidos y secos se puede deber a que las especies de menores 
 24
elevaciones requieran de menores cantidades de alimento ya que experimentan un menor 
gasto energético en la termorregulación, alternativamente puede tratarse de una adaptación 
para prevenir el sobrecalentamiento durante las horas mas calientes del día (Luescher 
2006). 
 
 Lo anterior puede apreciarse en la tabla 4, donde las especies de hábitats relativamente 
elevados y húmedos (Ara macao, Amazona vitata y A. agilis) presentan una tendencia hacia 
las entradas múltiples, mientras que las especies de hábitats secos y bajos, (Amazona 
finschi, A oratrix, A. virdigenalis A. autumnalis), presentan una patrón constante de 2 
entradas al día. 
 
 El hábitat de la cotorra se conforma principalmente de pino-oyamel-ayarín, de pino, pino 
piñonero y de pino-encino, en un rango de altitud que va desde los 2300 hasta los 3000 
msnm (Ortiz-Maciel 2000), con una precipitación anual promedio que varia entre los 230 y 
1100 mm (CCA-ITESM 1994). Los climas en la Sierra Madre Oriental van de áridos a 
semiáridos, no obstante la altitud en la que habita la cotorra impide que las temperaturas 
alcancen extremos que pudieran actuar como una fuente de estrés limitando el número de 
entradas diarias como presumiblemente ocurre con especies de tierras más bajas, sin 
embargo no se debe considerar que las condiciones climáticas son el único factor actuando 
sobre el los patrones de visitas diarios de la cotorra, adicionalmente las entradas múltiples 
se pueden deber a defensa contra depredadores, aun cuando debido a lo inaccesible de los 
nidos es poco probable que mamíferos o reptiles puedan llegar a depredar un nido, aunque 
se ha observado a cuervos y halconescola roja ingresar a cavidades. Adicionalmente el 
número de visitas puede verse influenciado por el valor energético y nutricional de la dieta 
de los pollos, aunque son necesarios estudios adicionales en la dieta de los pollos para 
sustentar dicha hipótesis. En la experiencia del autor el acceso a los nidos es 
extremadamente difícil y riesgoso, por lo que es poco probable que se llegue a contar con 
dicha información para la cotorra, sin embargo estudios de la dieta de los pollos de R. 
pachyrhyncha pudieran extrapolarse para R. terrisi dado lo similar de su dieta, con lo cual 
se podrían fundamentar hipótesis más sólidas sobre la razón de las entradas múltiples que 
pudieran llevar a una mejor comprensión de los hábitos reproductivos de la cotorra. 
 
 
Variabilidad en la fecha de salida de los volantones 
 
 Se comprobó que la cotorra presenta variaciones en la fecha de salida de los volantones, 
dicha variación puede ser ocasionada por una variación en la fecha de inicio de incubación 
y/o por la influencia de los factores ambientales en el desarrollo de los pollos. 
 
 Estudios con Myopsitta monachus (Navarro et. al.1992) encontraron que el inicio de la 
temporada de anidación en dicha especie está relacionado mayormente con los cambios en 
el fotoperiodo, que son constantes anualmente, y en una menor medida por factores 
ambientales variables anualmente, tales como la temperatura o la disponibilidad de comida. 
Adicional al papel que los factores ambientales juegan en la selección de una fecha de 
postura mas temprana o tardía, las fluctuaciones interanuales en las condiciones 
ambientales pueden influenciar la condición de los pollos, particularmente en hábitats 
estaciónales (McCarty y Winkler 1999). Cruz-Nieto (1998) reportó que los pollos de R. 
 25
pachyrhyncha en pobres condiciones de salud presentan una mayor estadía en el nido y por 
lo tanto tienen una mayor longitud alar en el momento de realizar el primer vuelo. Renton 
(2002) encontró que la tasa de crecimiento de los pollos de A. finschi está relacionada 
proporcionalmente con la precipitación debido a que a mayor precipitación hay una mayor 
abundancia de alimento. 
 
 La Sierra Madre Oriental (en adelante SMO) presenta condiciones climáticas muy 
cambiantes anualmente, dentro del periodo de estudio se incluyen años inusualmente secos, 
como 1998 y 1999 que tuvieron una precipitación anual de 390.5mm y 435.5mm 
respectivamente y años inusualmente húmedos como el 2005 en el cual debido a la 
presencia del huracán Rita se presentó una precipitación anual record de 1111.4.mm (CNA 
2006). Lo altamente variable de las condiciones anuales en la SMO puede jugar un papel 
muy importante en el acomodo temporal del ciclo de anidación de la cotorra, sin embargo 
aun no se cuenta con información suficiente como para establecer la influencia que las 
condiciones ambientales pudieran ejercer sobre la temporada de anidación de la cotorra. 
Con base en lo observado se propone que la variación en la fecha de salida de los pollos 
anualmente puede estar relacionada con varios factores ambientales actuando de manera 
simultánea en la selección de fecha de postura y en el desarrollo de los pollos, generando la 
variabilidad interanual observada en los nidos de la cotorra. 
 
 En el caso nidos excepcionalmente tardíos, como los presentandos en la temporada 2002, 
la demora en su fecha de vuelo se puede deber a que fueran producto de un segundo intento 
de postura posterior a uno fallido como se ha reportado para nidos excepcionalmente 
tardíos en otros psitácidos (Enkerlin-Hoeflich 1995). 
 
 
Incubación 
 
 Durante esta etapa se observa una elevada frecuencia de entradas al nido que contrasta 
fuertemente con lo observado para otros psitácidos que también realizan entradas múltiples 
y en los cuales durante la incubación se registra la menor frecuencia de entradas para toda 
la temporada (Wilson et. al. 1995). Adicionalmente no se encontró una mayor frecuencia de 
entradas realizadas por 1 sólo individuo, lo cual se esperaría si como ocurre en otras 
especies únicamente uno de los padres ingresara al nido. 
 
 Una de las causas que contribuye a que se observe un pico de entradas durante la 
incubación es el comportamiento descrito por Macias-Caballero (1998), en el cual los 
machos regresan de la búsqueda de alimento e ingresan al nido y a los pocos segundos 
salen en compañía de la hembra a efectuar la transferencia de alimento en una percha 
cercana al nido. Aunque no existe información precisa de cuánto tiempo dura la 
transferencia de alimento en la cotorra, en otros psitácidos ésta se realiza entre 7 y 20 
minutos (Enkerlin-Hoeflich 1995, Iñigo-Elias 1992, Gnam 1991). Una vez efectuada la 
transferencia de alimento ambos padres regresan al nido, el macho permanece en él en 
periodos que varían desde pocos minutos hasta varias horas, para después abandonar 
nuevamente en busca de alimento. Lo anterior tiene como consecuencia que una sola 
transferencia de alimento genere 2 entradas a la cavidad que contribuyen a que se registre 
un pico de actividad en la incubación, en el que la frecuencia de entradas no necesariamente 
 26
refleja la frecuencia en la transferencia de alimento de macho a hembra. La conducta 
anterior también provee de una explicación de por qué contrario a lo esperado no se 
observó una diferencia en el número de entradas realizadas por 1 ó 2 individuos, ya que es 
frecuente que después de efectuada la transferencia de alimento el macho ingrese junto con 
la hembra al nido. Es de destacarse que en otras especies de psitácidos durante la 
incubación el macho no entra al nido o lo hace en raras ocasiones (Wilson 1995, Enkerlin-
Hoeflich 1995). 
 
 Aun tomando en cuenta lo anterior se considera que el número máximo de visitas 
registradas durante la incubación, es suficiente como para que se pueda pensar que la 
cotorra realiza visitas múltiples durante la incubación, más aun considerando que también 
se ha observado que la hembra sale del nido a recibir el alimento, cuando es llamada por el 
macho sin que este ingrese a la cavidad. 
 
 
Patrones de actividad diaria durante la incubación 
 
 Como se mencionó con anterioridad, dentro de los patrones de conducta diarios se 
registraron 2 tendencias que no parecen corresponder con los hallazgos realizados con otras 
especies de psitácidos. En la figura 5 se puede apreciar que durante la incubación la 
mayoría de las segundas entradas se producen durante la misma hora que la primera 
entrada, debido a lo corto del lapso transcurrido entre la primera y segunda entrada es poco 
probable que en este caso la segunda entrada se trate de una visita de alimentación, la 
coincidencia de ambos picos se debe al comportamiento de transferencia de alimento 
descrito anteriormente. 
 
 El segundo comportamiento atípico consta del registro de una mayor cantidad de salidas 
durante la hora 11 podría explicarse por una mayor salida de individuos hacia el final del 
día, lo cual significaría que uno o ambos padres durmieran fuera de la cavidad. Esta 
hipótesis no coincide con lo reportado para R. pachyrhyncha en donde ambos padres 
duermen en el nido durante la incubación (Lanning y Shiftlet 1983). Los resultados se 
deben de tomar con cautela ya que durante la incubación solamente 7 sesiones cubrieron 
hasta la hora 11, durante las cuales se registraron 2 salidas, lo que ocasionó que el 
porcentaje relativo de salidas por sesión sea elevado, sin que el tamaño de la muestra llegue 
a ser representativo del comportamiento de la cotorra. 
 
 
Desarrollo 
 
 Durante las primeras 2 semanas del desarrollo, justo después de la eclosión de los huevos, 
el comportamiento de la cotorra no presenta un cambio significativo con respecto a la 
temporada de incubación. Es hasta la 6ª y 7ª semanas que comienzan a observarse cambios 
en el comportamiento de las parejas; la frecuencia de entradas disminuye gradualmente 
hasta alcanzar su punto más bajo de 1.5 entradas

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