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EFECTOS EN EL RENDIMIENTO DE GRANO EN MAÍZ (Zea mays L.) POR APLICACIÓN DE MATERIA ORGÁNICA Y FERTILIZACIÓN NITROFOSFORI- CA AL SUELO Y FOLLAJE. T E S I S PRESENTADA COMO REQUISITO PARCIAL ,PARA OPTAR EL GRADO ACADÉMICO DE MAESTRO EN CIENCIAS ESPECIALIDAD USO Y CONSERVACIÓN DEL AGUA P O R JOSÉ ROLANDO LARA ALECIO 1978 INSTITUTO TECNOLÓGICO Y DE ESTUDIOS SUPERIORES DE MONTERREY PROGRAMA DE GRADUADOS Diciembre de 1978 Sr. Director de la División de Ciencias Agropecuarias y Ma- rftimas. Sr. Director del Programa de Graduados. Nos es grato recomendar la tesis elaborada bajo nuestra su pervisión por el Sr. Ing. Agr. José Rolando Lara Aléelo Intitulada: EFECTOS EN EL RENDIMIENTO DE GRANO EN MAÍZ (Zea mays L.) POR APLICACIÓN DE MATERIA ORGÁ NICA Y FERTILIZACIÓN NITROFOSFORICA AL SUELO Y FOLLAJE. Se acepte como requisito parcial para optar el Grado Acadé mico de maestro en Ciencias, Especialidad en Uso y Conserva, d o n del Agua. Comité Supervisor de Tesis Los datos de esta tesis solo se podrán publicar con permiso del Programa de Graduados en Agricultura. DEDICATORIA A MIS PADRES NATIVIDAD ALECIO DE LARA VÍCTOR MANUEL LARA G. A MI ESPOSA EVA LUZ A MI HIJA CLAUDIA PATRICIA A MIS HERMANOS VÍCTOR MANUEL RAFAEL MIGUEL ÁNGEL MARÍA ANGELINA ELSA JOSEFINA AGRADECIMIENTO AL INSTITUTO DE CIENCIA Y TECNOLOGÍA AGRÍCOLAS (ICTA) DE GUATEMALA, POR DARME LA OPORTUNIDAD DE REALIZAR MIS ESTUDIOS DE MAESTRÍA. A LA AGENCIA PARA EL DESARROLLO INTERNACIONAL (AID) POR EL FINANCIAMIENTO QUE HIZO POSIBLE MIS ESTUDIOS. AL ING. DANIEL MORALES POR SU ASESORAMIENTO DEL PRESEN- TE TRABAJO. AL DR. GABINO DE ALBA POR SU COLABORACIÓN EN LA REVISIÓN Y CORRECCIÓN DE ESTE TRABAJO. AL ING. SERGIO ABURTO POR SUS SUGERENCIAS Y REVISIÓN DEL ESCRITO. AL DR. DIETER ENKERLIN S. A: MIS MAESTROS MIS COMPAÑEROS MIS AMIGOS ÍNDICE PAGINA RESUMEN 1 INTRODUCCIÓN 15 LITERATURA REVISADA 18 Fertilización nitrogenada 18 Consideraciones importantes sobre fuentes amoniacales 20 Características del nitrato de amonio ... 25 Efectos del nitrógeno en la disponibili dad del fósforo para las plantas 25 Fertilización fosfórica 28 Absorción del fósforo por la planta 30 El fósforo en suelos calcáreos 31 Características del superfosfato triple . 34 Épocas de aplicación y localización del - fertilizante nitro-fosfórico 39 Requerimientos nutritivos del mafz 45 Fertilización foliar 45 Ángulo de contacto y la superficie - mojada 47 Vías de entrada 49 Temperatura y humedad 52 Factores relacionados a los compuestos r\u tritivos y que afectan su absorción por - el follaje 52 Urea 53 PAGINA Fósforo 55 Materia orgánica 55 Importancia del análisis de plantas y ran- gos de concentración de nutrientes 60 MATERIAL Y MÉTODOS 63 Características de la investigación 63 Localización del fertilizante 64 Tratamientos 65 Características del diseño experimental y - las principales actividades de campo 66 Colección de datos 71 Rendimiento de grano 71 Humedad del grano en el momento de la cosecha 71 Altura de plantas 72 Fecha de floración 72 Muestreo y análisis químico de suelos y - plantas 72 Suelo 72 Planta 73 RESULTADOS EXPERIMENTALES Y DISCUSIÓN 75 Rendimiento de grano 75 Contenido de humedad del grano en el momen- to de la cosecha 79 Altura de plantas 82 PAGINA Resultado del análisis químico del suelo ... 86 Resultado del análisis químico de muestras - foliares 90 CONCLUSIONES 95 BIBLIOGRAFÍA 97 CURRICULUM VITAE 108 ÍNDICE DE TABLAS TABLA PAGINA I Niveles adecuados de nutrientes en la hoja de la mazorca, durante el estado inicial - de formación del grano 62 II Eventos lluviosos registrados de acuerdo al desarrollo del cultivo 68 III Valores promedio de temperatura mensual co rrespondiente al período de desarrollo del cultivo 69 IV Rendimiento promedio de grano con 12% de hjj 2 medad en kilogramos por parcela de 11.04 m 76 V Análisis de varianza para producción de grano con 12% de humedad, en un arreglo de parcelas divididas con distribución en blo ques al azar de acuerdo a los tratamientos ensayados 78 VI Contenido promedio de humedad del grano en el momento de la cosecha de acuerdo a los - tratamientos ensayados 80 TABLA PAGINA VII Análisis de variánza para el contenido de humedad del grano en el momento de la co secha 80 VIII Altura promedio en metros de plantas de - mafz de acuerdo a los tratamientos ensaya_ dos 83 IX Análisis de varianza para altura de plan tas 85 X Prueba de Duncan para promedios de altura de plantas en metros en relación a los ni veles de materia orgánica aplicados 85 XI Resultados del análisis químico de las - muestras de suelo 89 XII Resultados del análisis químico de las muestras foliares, en relación a los tra tamientos 92 ÍNDICE DE FIGURAS FIGURA PAGINA 1 Distribución en el campo de los trata mientos en un arreglo de parcelas divi didas distribuidas en bloques al azar . 70 2 Producción de grano por parcela en re lación a los tratamientos 77 3 % promedio de humedad del grano en re lación a los tratamientos aplicados .. 81 4 Altura de plantas en relación a los tratamientos 84 EFECTOS EN EL RENDIMIENTO DE GRANO EN MAÍZ (Zea mays L.) POR APLICACIÓN DE MATERIA ORGÁNICA Y FERTILIZACIÓN NITROFOSFORICA AL SUELO Y FOLLAJE. Rolando Lara A l e d o y Daniel Morales 1_ Programa' de Graduados en Agricultura, Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey. RESUMEN La fertilización tiene como finalidad incrementar los ren_ dimientos y mejorar las condiciones nutritivas de la planta al aumentar la reserva de nutrientes ya existentes en el suelo. El mafz se ha catalogado como un cultivo agotador del sue lo, siendo únicamente bajo un abastecimiento adecuado de nu trientes y materia orgánica como puede proporcionar rendimien tos satisfactorios. Dentro de los elementos muy importantes en la nutrición de esta planta destacan el nitrógeno y el fósforo que por lo general se encuentran a niveles bajos en los suelos. 1_ Estudiante graduado y profesor respectivamente. 2 El nitrógeno, es un elemento integrante de la molécula de clorofila, promueve el crecimiento vegetativo vigoroso, - la formación de frutos y semillas y es esencial para la for mación de proteínas (4, 5, 6, 8) El fósforo es un elemento esencial para el crecimiento y desarrollo del maíz ya que forma los fosfatos de hexosa y trlosa, los ácidos nucleicos, coenzimas y transportadores de energía (5, 7). El maíz, es uno de los cultivos que mejor responden a la incorporación de materia orgánica en el suelo, pues su desa rrollo coincide con la descomposición de la materia orgánica aprovechando así los elementos nutritivos liberados. La gran cantidad de bióxido de carbono producido durante la descomposición de la materia orgánica, es considerada de gran importancia para la liberación de ciertos nutrientes. El C02 se disuelve en el agua y se forma ácido carbónico. El resultado es una disminución del pH del suelo. Este efecto - puede tener una gran importancia en los suelos alcalinos. Ba jo estas condiciones la disminución temporal de pH aumentará la proporción de otros elementos liberados como el boro, zinc, manganeso y hierro así como el fósforo C4, 10, 11). El peligro de llegar a suministrar dosis de fertilizante 3 demasiadas pequeñas, incapaces de satisfacer la adecuada nu- trición de los rendimientos posibles, así como por otro la- mayores do, el deseo de evitar aplicaciones que sean del óptimo nece- sario, hacen de los análisis de suelos y foliares, por regla general, un evidente medio para la determinación de los nu- trientes requeridos (4). De acuerdo a Barber y Olson (2), el análisis de plantas es un medio excelente para conocer el balance de nutrientes en el vegetal. Según estos investigadores el rango de los - valores indicados como niveles adecuados de nutrientes para laplanta de mafz en la hoja de la mazorca durante la fase - inicial de formación de grano, se manifiesta de la siguiente manera: Nutrientes Rango de concentración N 2.75 - 3.25% P 0.25 - 0.35% K 1.75 - 2.25% Ca 0.25 - 0.40% Mg 0.25 - 0.40% S 0 . 1 - 0 . 2 % Fe 20 - 250 ppm Mn 20 - 150 ppm Zn 20 - 70 ppm Cu 6 - 2 0 ppm B 4 - 2 0 ppm 4 Los objetivos planteados al realizar esta Investigación fueron establecer cuantitativamente el efecto de los trata- mientos ensayados: Fertilización n1tro-fosfÓr1ca , materia or gánica y su interacción sobre el cultivo del maíz en relación a la producción de grano, altura de plantas y contenido de - humedad del grano con el estado nutricional de la planta a - través de la discusión de los resultados de los análisis de suelos, plantas y rendimiento de grano obtenidos. La investigación se llevó a cabo en el Campo Experimen- tal del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Mo£ terrey, en Apodaca, Nuevo León, durante el ciclo verano-otoño de 1977. Se estudiaron 3 niveles de nitrógeno aplicado al suelo: - 0, 100 y 200 kilogramos por hectárea, utilizando como fuente - el nitrato de amonio. Un nivel de nitrógeno (urea en solución al 1%) asperjado al follaje. Un nivel de fósforo aplicado fo- liarmente, utilizando el producto comercial "Cottofos" a razón de 3 kilogramos por hectárea en cada aplicación. Dos niveles de materia orgánica (estiércol de bovino parcialmente descom- puesto): 0 y 10 toneladas por hectárea, distribuidas únicamen- te al fondo del surco antes de la siembra. Todas las unidades experimentales recibieron el equivalente a 60 kilogramos por - hectárea de PgOg utilizando como fuente el superfosfato triple. 5 La época de aplicación de los tratamientos referidos a partir de la fecha de siembra del cultivo, fué de la siguien te manera: El fertilizante nitrogenado al suelo (nitrato de amonio), fué aplicado a la siembra, 40 y a 60 días, cuando - fueron tres aplicaciones; y a los 50 y 60 dfas cuando fueron dos aplicaciones. La materia orgánica fué aplicada 3 dfas antes de la siem bra. El fertilizante fosfórico al suelo, se distribuyó el - dfa de la siembra. Para la investigación se diseñó un experimento factorial consistente en un arreglo de parcelas divididas en distribu- ción de bloques al azar. La parcela grande fué la dosis de - fertilizante y la parcela chica correspondió a los niveles de materia orgánica. Se realizaron análisis químico de suelos de muestras pro_ venientes del lote experimental antes de la siembra y después de la cosecha. Durante la fase inicial de formación del grano se obtuvo muestras de plantas consistentes en hojas de la mazorca, con el objeto de establecer su concentración de N, P, K, Ca. Como resultado del estudio, en cuanto a producción de - 6 grano, no se encontró diferencia significativa entre trata mientos por aplicación de fertilizante, materia orgánica e interacción fertilizante-materia orgánica. Sin embargo, los rendimientos de grano fueron mayores para todos los trata mientos de fertilización cuando se aplicó materia orgánica. No hubo diferencia significativa a nivel de 5% entre - los contenidos de humedad del grano por efecto de tratamien tos de fertilizantes, niveles de materia orgánica e interac ción fertilizante-materia orgánica. Referente al efecto de los tratamientos en altura de plantas, únicamente se encontró diferencia significativa por acción de la materia orgánica. Las plantas de las parcelas a las que se aplicó 10 toneladas por hectárea de materia orgánica, alcanzaron una altura prome dio de 2.78 m en comparación a 2.71 m de aquellas que no reci_ bi eron. De los resultados del análisis qufmtco de las muestras - foliares comparados con el rango de contenido adecuado de nu trientes proporcionado por Berber y Olsen (2), se tiene que para el caso del nitrógeno en todos los casos analizados, se registró una concentración que no alcanza el límite mínimo de normalidad, es decir, a pesar que algunos tratamientos reci bieron 100 y 200 kilogramos de nitrógeno por hectárea, el con tenido en las hojas se manifestó igualmente deficiente que el registrado en aquellas plantas que no recibieron ninguna apii_ 7 cación de nitrógeno. Esto hace suponer que hubo algún fac- tor o factores que inhibieron la absorción del elemento en - estudio por parte de la planta. En cuanto al contenido de fósforo tanto para aquellos - tratamientos que recibieron 60 kilos de P 2 0 5 por hectárea, durante la siembra y aquellos que además de esto recibieron aplicaciones foliares de fósforo, el contenido es bastante - similar. Prácticamente todos los casos se encuentran dentro de los límites normales. En lo referente a potasio, en todos los casos analiza- dos, se encontró que su concentración en la planta fue defi- ciente, ya que, ningún resultado alcanza el límite mínimo de normalidad (rango adecuado de 1.75 a 2.25%). Lo contrario sucede con el calcio, de las dos muestras analizadas se encontró que la concentración de este elemento está muy por encima del rango normal (.25 a .40%). Respecto a este desbalance catiónico N(potasio y calcio) Bower y Pierre (3); Allaway y Pierre (1); Stanford, Kelly y Pierre (9), coonciden en señalar que en aquellos suelos que contienen grandes cantidades de calcio y magnesio, se inter- fiere la absorción normal de potasio por las plantas de maíz, aún cuando el suelo puede estar relativamente bien abasteci- 8 do de potasio. Esto es, ya que, las mismas cantidades son - consideradas ordinariamente suficientes para maíz en suelos áci dos. Resultados del análisis químico de las muestras de suelo. C 11 Kilogramos por hectárea Tratamiento pH meq/lOOgr M % Q > NO3 P 2 0 5 ¡f^ ^ S S l . Int. Sol. Int. Sin trata- miento (an 8.0 22.5 2.1 35 56 39 317 52 2920 11 190 tes de la siembra) 100-60-0 +10 Ton/Ha de Mat. or_ gánica. (muestreo 7.9 23.13 1.9 32 143 35 377 46 2980 13 250 después de la cosecha) 200-60-0 +10 Ton/Ha 9 6 a ü ^ ' I„i 8.0 23.8 2 .0 31 143 35 406 67 3150 13 230 ¿ aplic. foi. de fósforo (Muestreo - después de la cosecha) 10 Tratamiento % N % P % K % Ca 0.25 1.54 0.36 1.36 0.28 1.49 2.1 0.30 1.58 1.75 0.28 1.72 100 Kg. N +60 Kg. P 2 0 5 por 2.34 Hectárea. 200 Kg. n + 60 Kg. P 2 0 5 + 10 ton. ae materia 2.41 orgánica por hectárea + 2 a- pHcaciones de fósforo. 0 Kg. N + 60 Kg. P 2 0 5 por 2.32 hectárea. 0 Kg. N+60 Kg. P 2 0 5 + 10 ton. de materia or- 2.36 gánica por hec_ tarea. 200 Kg. N + 6 0 Kg. P 2 0 5 + 10 toneladas dé materia 2.30 orgánica por - hectárea. Rango adecuado (según Berber y Olsen) 2.75 a 3.25 0.25 a 0.35 1.75 a 2.25 0.25 a 0.40 Análisis de plantas: Resultados del análisis químico de las muestras folla res, en relación a los tratamientos. CONCLUSIONES Los tratamientos ensayados: 0-60-0 y 200-60-0 kilogramos de nitrógeno y fósforo por hectárea, usando como fuentes el nitrato de amonio y el superfosfato triple; las apli- caciones foliares de solución de urea al 1%, las aplica- clones de materia orgánica no tuvieron efectos estadísti_ camente significativos al nivel del 5% de probabilidad en el rendimiento de grano, su contenido de humedad a la cosecha y el período de floración en la variedad de maíz Nuevo León VS-1. Se encontró diferencia estadísticamente significativa - por efectos de la materia orgánica en la altura de plan- tas; en presencia de materia orgánica las plantas fueron más altas. La fertilización nitrofosfórica no tuvo efe£ tos en este carácter. Los resultados del análisis químico de las muestras fo!1a_ res demostraron que a pesar de las aplicaciones nitrogena_ das al suelo y al follaje, la concentración de nitrógeno en la planta se halló deficiente. La concentración de fósforo en las plantas se encontró - dentro del rango normal. 12 5.- Se estableció un desbalance catiónico en la planta: La - concentraciónde potasio se encontró deficiente, mien tras que el contenido de calcio fue muy alto en relación a los niveles normales. BIBLIOGRAFÍA Allaway, H. and H. Pierre, 1939 , Avai1abi1 ity, flxation, and liberation of potassium 1n high-Ume soils. Jour. Amer. Soc. Agron., 31: 7-12. Barber, S. and Olson R., 1969, Ferttlizer Use Corn, ed1- ted by L. B. Nelson et al: Changing patterns 1n - fertiHzer use. Soil Science Society of America, Inc. Madison, USA, pp. 177-178. Bower, C. and W. Pierre, 1944.Potassium response of va- rious crops on a high-lime soil in relation to thel contents of potassium, calcium, magnesium, and so- di um, Jour. Amer. Soc. Agron., 36: 608-614. Jacob, A. y H. Wexkull, 1973, Fertilización; nutrición y abonado de los cultivos tropicales y subtropicales. 4a ed. en español. México, EURAM pp. 49-50, 125- 136-175. Me Vickar, M. , et al edit., 1963 , Fertilizer, technology and usage, Madison, Wisconsin. Soil Science Socie- ty of America, pp. 11-125. Nelson, L., 1956, The mineral nutrltion of corn as reía- 14 ted to its growth and culture. Advances in agron£ my VIII: 321-368. Rojas, M. 1972, Fisiologia vegetal aplicada. México, Me Graw Hill , pp. 104. Russell , J. & E. Russell, 1954. Las condiciones del sue lo y el desarrollo de las plantas. Madrid, Aguí- lar S. A. 8a ed. pp. 36-44. Stanford, G. et al, 1941, Catión balance in corn grown on high-lime soils in relation to potasslum defideney. Soil Science Society of America, Proceedings, 6: - 335-341. Thompson, L., 1966. El suelo y su fertilidad, Editorial - Reverte, 3a ed., pp. 226-227. Tisdale, S. y W. Nelson, 1970, Fertilidad de los suelos y fertilizantes, Barcelona, Montaner y Simón S. A. pp. 230-232. INTRODUCCIÓN Dentro del proceso de la producción agrícola, el uso de los fertilizantes ha llegado a concretarse en una práctica - bastante utilizada, dado los resultados positivos y en ocasio nes impresionantes que se han logrado en el aumento de las co_ sechas. Si bien, en varias reglones la simple práctica de la fer. tiUzación ha sido convincente, en ningún momento debe perder se de vista que el rendimiento vegetal es el producto de una gama de factores interactuantes y dinámicos que conjuntamente con la fertilidad del suelo deciden en definitiva la cantidad y calidad de la cosecha. En los últimos años, debido a la creciente demanda de a- limentos se ha llegado a constituir en preocupación y más que todo en necesidad, la realización de trabajos de investiga- ción, tendientes a superar las barreras que frenan el aumento de la productividad de los cultivos denominados básicos. Dej^ tro de este contexto, estudios sobre el maíz en sus diversos tópicos se han venido ejecutando y con la ayuda de la ciencia y la tecnología muchos problemas se han diluscidado. Específicamente, estudios en el campo de la nutrición del maíz han sido muy significativos pues mediante el abaste- 16 cimiento adecuado de nutrientes los rendimientos han sido - elevados considerablemente. En muchas regiones dado sus características intrinsicas, a pesar que se aplica fertilizantes, no se encuentra una res_ puesta en el rendimiento que vaya acorde al insumo utilizado. Ante tal circunstancia, surge la interrogante y el Interés - por conocer qué factor o factores están frenando el aumento- de la productividad. El Campo Agrícola Experimental del I T E S M en Apodaca, N. L. presenta una situación similar: El cultivo del maíz, - no manifiesta en sus rendimientos una respuesta convincente a la aplicación de fertilizantes, especialmente nitrofosfórj_ eos. Con el propósito de realizar estudios de fertilidad re lacionados al cultivo del maíz, se llevó a cabo en 1977 en el Campo Experimental del Instituto Tecnológico de Estudios Supe riores de Monterrey en Apodaca, Nuevo León, un trabajo ten diente a lograr el incremento de producción de grano mediante la aplicación de fertilizante nitrogenado y fosfórico, tanto por la vía radicular como foliar, así como la aplicación de - materia orgánica. Los fundamentos teóricos, los resultados y su discusión, se resumen en el presente trabajo. 17 Objeti vos: Establecer cuantitativamente el efecto de los tratamien^ tos ensayados: Fertilización nitro-fosfórica, materia orgánj_ ca y su interacción sobre el cultivo del maíz en relación a la producción de grano, altura de plantas y contenido de hu medad del grano a la cosecha. Relacionar la producción de grano con el estado nutri- cional de la planta a través de la discusión de los resulta dos de los análisis de suelos, plantas y rendimiento de gra no obtenidos. LITERATURA REVISADA Fertilización nitrogenada La fertilización tiene como finalidad incrementar los - rendimientos y mejorar las condiciones nutritivas de la plan ta al aumentar la reserva de nutrientes ya existentes en el suelo. El mafz se ha catalogado como un cultivo agotador del - suelo, siendo únicamente bajo un abastecimiento de nutrien- tes y materia orgánica como puede proporcionar rendimientos satisfactorios. Uno de los elementos muy importantes en la nutrición de esta planta es el nitrógeno, ya que es integrar^ te de la molécula de clorofila, promueve el crecimiento vege tativo vigoroso, la formación de frutos y semillas y es esen cial para la formación de proteínas. (28) Mientras mayor sea el aporte de nitrógeno, más rápido - se convierten en proteínas y protoplasma los carbohidratos - sintetizados por lo cual el nitrógeno aumenta la cantidad de protoplasma. (48) La deficiencia de nitrógeno ejerce un marcado efecto s£ bre el rendimiento de las plantas. Los vegetales permanecen pequeños y se tornan rápidamente cloróticos, dado que no exis te suficiente nitrógeno para la realización de la síntesis - 19 de la proteína y clorofila. A causa de la deficiencia cloro f í ü c a , la planta sufre de inhibición de su capacidad asimi- ladora y de formación de carbohidratos. Esto provoca una - prematura floración y fructificación, acortándose e inh1bié_n dose el desarrollo vegetativo (20). Algunos autores atribu- yen que bajo estas condiciones los granos de maíz no tienen el tamaño normal y son menos pesados. Cuando el nivel del nitrógeno es excesivo, las hojas de las plantas alcanzan un tamaño mayor, produciéndose más foto síntesis así como de manera más rápida se convierten en pro- teínas y protoplasma los carbohidratos sintetizados. Como - consecuencia, se producen células demasiado grandes y de pa- red celular tan delgada que la planta es fácilmente atacada por insectos y enfermedades y dañada por las condiciones cli_ máticas adversas tales como fuertes vientos que causan aca- me (12). Para algunos autores, el nitrógeno en exceso puede re- tardar la maduración del maíz al favorecer excesivamente el crecimiento vegetativo (20). Agrónomos de Illinois, citado por McVickar (28), investigaron la relación entre nitrógeno y madurez en maíz. El contenido de humedad del grano fué - considerado como el mejor y más práctico indicador de madu- rez y a pesar que aplicaron 0, 56, 112 y 168 kilogramos de nitrógeno por hectárea, no encontraron diferencias aprecia-- 20 bles en madurez determinada por el contenido de humedad del - grano; concluyendo que si hay algún efecto del nitrógeno so- bre la madurez, éste es muy pequeño para medirse. McGregor (26), en forma similar reportó que aplicaciones de nitrógeno hasta 336 kilogramos por hectárea, no incrementa ron el contenido de humedad del grano de mafz. La efectividad de la fertilización nitrogenada, aplicada al maíz es reducida cuando el abastecimiento de otros nutriera tes es inadecuado. Otros factores limitantes como condicio- nes estacionales adversas, baja población de plantas y estru£ tura pobre del suelo afectan o disminuyen el rendimiento y re_ ducen los requerimientos de nitrógeno por el cultivo. As1mis_ mo actúa negativamente el uso ineficientedel fertilizante nj_ trogenado (61). A través de numerosos trabajos de campo, varios autores (66, 8 ) , determinaron la efectividad del nitrógeno sobre el maíz respecto a rendimiento y a la composición química de las hojas y granos de maíz. La aplicación de nitrógeno incremen- tó significativamente el porcentaje de nitrógeno en la hoja, así como la altura de las plantas. Consideraciones importantes sobre fuente nitro-amoniacales. Si bien, el nitrógeno puede ser absorbido por la planta 21 de maíz tanto en forma amoniacal como en nitratos, es impojr tante considerar las características de las fuentes, del sue_ lo y de las plantas para alcanzar buenos resultados. Nalftel (31), observó, que las plantas jóvenes de maíz absorben el - ion amonio más rápidamente que el ion nitrato y que el nitra to es absorbido más rápidamente por las plantas adultas. El crecimiento mejor de las plantas sin embargo, resulta cuando ambos iones están presentes. Los abonos que contienen el nitrógeno en forma de nitra tos, se caracterizan por su fácil solubilidad en el agua y - por su rápida utilización en la mayor parte de las plantas. Debido a su elevada solubilidad, se lava fácilmente. Los abonos amoniacales también son solubles en agua, pe ro el nitrógeno llamado amoniacal no se lava tan fácilmente del suelo como los nitratos ya que su carga positiva le permi_ te adherirse a los coloides del suelo (58)'. El problema especial de los fertilizantes amoniacales es que en suelos con pH mayor de 7, se produce una volatiliza ción del amonio N H 4 + H 20 + OH •> N H 3 + 2H20. El riesgo de perder el nitrógeno por volatilización, se incrementa con el pH del suelo, la concentración del fertili zante amoniacal, disminución del contenido de humedad e incre_ mentó de temperatura. Las pérdidas están también inversamen- 22 te relacionadas a la capacidad de intercambio iónico del sue_ lo (16 , 63, 64) . Mortland (30), refiriéndose a las reacciones del amonio en suelos, manifestó que el amonio puede ser adsorbido por - minerales arcillosos, la materia orgánica ó puede ser disuel_ to en la humedad del suelo. Si no se adsorbe químicamente, se difunde libremente a través del suelo a la atmósfera. Aunque la adsorción química ocurre en los minerales arcillo- sos bajo condiciones acidas, Mortland puntualiza que el amo- nio es químicamente adsorbido en grandes cantidades por la materia orgánica bajo condiciones alcalinas. Mientras los suelos contengan considerable cantidad de materia orgánica, así como minerales arcillosos, la volatili_ z a d ó n del amonio no constituirá una fuente importante de - pérdidas de nitrógeno, si el fertilizante amoniacal agregado es aplicado apropiadamente en el suelo en cantidades que el suelo pueda rápida y completamente adsorber. Martin y Chapman (27), establecieron que bajo condicio- nes donde el aire se encuentra saturado de humedad, muy peque_ ñas cantidades de amonio se volatiliza y que para provocar - pérdidas apreciables, el aire debe encontrarse relativamente seco. 23 Jewith, citado por Martin y Chapman (27), en experimen- tos de laboratorio, estableció que cantidades substanciales de nitrógeno agregadas como N H 4 a suelos alcalinos (pH 8-10) fueron perdidas, pero que éstas no estuvieron influenciadas grandemente por las cantidades agregadas al suelo y que las pérdidas por volatilización se redujeron al mínimo cuando se detuvo la evaporación del agua. Cuando la temperatura se incrementa, las pérdidas de ni_ trógeno por volatilización del NHg se incrementa. En un es- tudio a 65.5°C casi todo el nitrógeno amoniacal agregado al suelo y ajustado a 75-100% de su capacidad de humedad fué - perdido. El contenido del suelo tuvo efecto pequeño sobre - las pérdidas de amonio, excepto bajo condiciones de tempera- tura de 66°C, más nitrógeno se perdió cuando el suelo se en- contraba saturado que cuando fué ajustado a 25 o 75% de su capacidad (27). En un suelo con 45% arena, 21% limo y 34% arcilla y pH 8, en un estudio con 3 fuentes nitrogenadas durante un perío_ do de 70 días, se encontró que 25% del nitrógeno agregado en forma de (NH^^SO^OH se perdió del suelo; 16% cuando se apli_ có urea y solamente 11% cuando se aplicó NH^NOg. De acuerdo a Olsen (37) y a Black (7), cuando los ferti_ Tizantes contienen amonio y son agregados al suelo, la nitri 24 ficación del 1on amonio tendrá efectos acidificantes de acuer do a la siguiente reacción para el caso del nitrato de amo- nio: N H 4 N 0 3 + 2 0 2 -> 2HN0 2 + HgO Mltchel y Rennie (29) en un estudio experimental disminu^ yeron el pH de suelos alcalinos debido a la adición de nitra- to de amonio e incrementaron la disponibilidad del fósforo pa_ ra las plantas. Schrevan (50), encontró que el nitrógeno puede perderse, distribuyendo al voleo los abonos que contienen amoníaco en la superficie de los suelos alcalinos y que las pérdidas pue- den ser considerables; sin embargo se evitan efectivamente ejn̂ terrando los abonos de 2.5 a 5 cm. Importantes cantidades de nitrógeno se han perdido cuando los compuestos amoniacales han cubierto únicamente con una capa de 1 cm. en la superfi- cie. A similares conclusiones llegaron Jackson y Chang (2). La colocación profunda es además Importante en las regi£ nes áridas donde los suelos superficiales se secan relativa- mente pronto (59). Steenbjerb, citado por Chapman y Martín (27), reportó - que las pérdidas de amonio de suelos fertilizados con compues_ tos amoniacales oscila alrededor de 5% a pH de 6 y 60% a pH 25 8 en 4 semanas. El pH y el carbonato de calcio del suelo - fueron establecidos como Importantes para determinar las - pérdidas. Características del nitrato de amonio: El nitrato de amonio sólido, contiene alrededor de 33.5% de nitrógeno. La mitad del nitrógeno total se comporta como iones amonio, NH^, una parte permanece en la solución del sue lo. La mayoría de los iones NH^ + se adhieren en las cargas negativas de las arcillas y de la materia orgánica. La mitad nitrato del nitrógeno (NOg) puede seguir los siguientes cami nos : a) Absorción por las raíces de las plantas. b) Desplazamiento hacia arriba y abajo por el agua del suelo. c) Utilización por los organismos del suelo. d) Desnitrificación especialmente si el suelo está cálido y húmedo. Después de la desnitrificación puede perderse en el aire en forma de gas (1, 35). Efectos del nitrógeno en la disponibilidad del fósforo para - las plantas. Los efectos del nitrógeno sobre la disponibilidad del - 26 fósforo para las plantas, pueden ser divididos en efectos - biológicos y efectos químicos. Los efectos biológicos son - aquellos causados indirectamente por los efectos del nitróge_ no sobre la forma y funciones de la planta, independientemen_ te de algunos efectos químicos directos que al aplicar nitró_ geno pueda tener sobre la disponibilidad de las fuentes de - fósforo en el suelo. Los efectos químicos están referidos más que todo a los factores que afectan la solubilidad del fósforo tales como - efectos de pH; las sales nitrogenadas pueden influenciar la absorción de fósforo por las plantas, dado que alteran la so lubilidad del fósforo en el suelo. La alcalinidad o acidez residual del nitrógeno agregado puede cambiar muy marcadamen^ te el fósforo en la solución y subsecuentemente la absorción del fósforo por las plantas (18). Referente a los factores biológicos, según Gruñes (18), la adición de fertilizante nitrogenado a suelos deficientes de nitrógeno, incrementan la superficie y la capacidad absoír bente de las raíces y pelos radiculares, los cuales tienen una alta capacidad absorbente por unidad de peso. En suelos deficientes de nitrógeno la adición de una banda de fertili- 27 zante fosforado podría Incrementar la relativa absorción de fósforo por la estimulación al crecimiento de las raíces. En algunos suelos las plantas puedenno exhibir res- puesta de crecimiento al agregar nitrógeno. Esto puede de- berse a grandes cantidades de nitrógeno disponible, limita- das cantidades de otros elementos esenciales, la presencia de materiales tóxicos o a otras causas. Olson et al (39), reportaron que el nitrato de amonio - en contacto con el fertilizante fosfórico aumentó la absor- ción de este último para cultivos de trigo y cebada. Viets (62), encontró alta correlación entre nitrógeno y fósforo en las hojas; sus datos de regresión indican que - en rendimiento, el maíz estuvo muy relacionado al contenido de nitrógeno y fósforo en las hojas. Sus datos de trabajos en invernadero y campo, indican que aplicaciones de nitróge no Incrementaron la absorción de fósforo total. Este efec- to del nitrógeno, lo atribuye al desarrollo de un sistema - radicular más extenso en contacto con el fosfato del suelo. Gruñes (18), reportó que cuando el fertilizante fosfa- tado fué mezclado con el suelo, la adición de fertilizante nitrogenado no incrementó el % del fósforo total absorbido - por la planta. 28 Olson (40), a través de un estudio de fertilización uti_ 3 2 Tizando P encontró igualmente que el fertilizante nitroge nado estimula a la planta a usar el fósforo a través de un - rango amplio de condiciones de suelo. El 1on aparentemente excede al N 0 3 en esta capacidad especialmente durante esta dos tempranos de crecimiento vegetal. Fertilización fosfórica. El fósforo es otro de los elementos esenciales para el crecimiento y desarrollo del maíz ya que forma los fosfatos de hexosa, y triosa, los ácidos nucleicos, coenzimas y trans_ portadores de energfa. En general puede decirse que la ener. gétlca celular depende del fósforo a través del enlace fósfo ro de plrofosfato (47). En plantas jóvenes y en pleno crecimiento, el fósforo - es más abundante en los tejidos meristemáticos. Es un ele mento translocable y puede movilizarse de los tejidos más - viejos a los más jóvenes bajo condiciones reducidas de dispp_ nibilidad de fósforo. En el período de floración y formación del grano, la mayoría del fósforo es translocado hacia las - semillas y frutos. Las plantas deficientes en fósforo, pre sentan como regla general una coloración rojo-púrpura. Esta coloración es debido a un decremento en la síntesis de prote_ ína cuando el fósforo es deficiente en la planta (28); esto 29 resulta en un incremento de la cantidad de azúcares en los - órganos de la planta. La concentración relativamente alta de azúcares favorece la síntesis de antocianlnas en las ho- jas, lo cual ocasiona la mencionada coloración. Otras anor- malidades en la planta pueden ser tallos delgados, hojas pe- queñas, crecimiento lateral limitado y retraso en la madura- ción. Aunque el fósforo se absorbe durante toda la vida de la planta, el principio de la estación constituye el período más difícil. En ese momento el porcentaje de fósforo es muy al- to pero es baja la capacidad de absorción del sistema radicu- lar. Los síntomas de deficiencia rojo-purpureos no suelen ma nifestarse después que el maíz alcanza una altura de 61 a 76 cm (/) Los suelos deficientes en fósforo y que se van a desti- nar al cultivo del maíz, es aconsejable fertilizarlos por las siguientes razones: 1.- La fertilización con fósforo tiende a balancear la fer- tilización nitrogenada y a acelerar la maduración del - cultivo. 2.- La calidad del maíz se incrementa por adiciones de fósfo ro. 30 3.- Los cultivos adecuadamente abastecidos con fósforo pue den ser más resistentes a enfermedades. Esto puede es tar relacionado a un mayor vigor de las plantas jóvenes y a una reducción de la suculencia (28). Absorción del fósforo por la planta: La mayor cantidad de fósforo que la planta de maíz nece sita continuamente es absorbida por las rafees en forma de - los compuestos químicos HgPO^ y HPO^ dependiendo del pH del sistema en el cual el ion es absorbido. El volumen disponible de suelos para la extensión radi cular de las plantas debe ser lo más grande posible para te ner un adecuado abastecimiento de fósforo para la planta. El índice de renovación del fósforo en la solución del suelo debe ser suficiente para prevenir una escasez de éste y se - convierta en un factor limitante para el crecimiento de la - planta. Los vegetales jóvenes absorben el fósforo más rápj_ damente, e igualmente responden más a las aplicaciones fosfÓ_ ricas que las plantas viejas. En casos donde las plantas - fertilizadas adecuadamente con fósforo son comparadas con - plantas que pueden ser deficientes en fósforo, la respuesta a la fertilización puede ser obtenida. A medida que progre sa la estación, la diferencia en crecimiento entre las plan tas fertilizadas y las no fertilizadas decrece (57). 31 Es importante que las plantas con un sistema radicular restringido tengan un mayor abastecimiento de fósforo que - las plantas con un sistema radicular grande el cual es capaz de absorber fósforo de un volumen mayor de suelo. Condicio nes de suelo tales como drenaje pobre o la presencia de un - horizonte impermeable en la zona de crecimiento radicular - son condiciones que pueden requerir la adición de mayores - cantidades de fósforo dado el limitado desarrollo radicular. Bajas temperaturas del suelo también tienen un efecto sobre la habilidad de la planta para absorber fósforo y más dispo nibilidad de fósforo es necesario para plantas en condicio nes templadas que para plantas en estaciones cálidas. Desde luego que aparte de los factores limitantes externos hay que considerar las características intrínsicas de la planta, pues entre variedades de mafz se han reportado diferentes capaci dades para disponer del fósforo del suelo (4). El fósforo en suelos calcáreos. Se conoce que existe una relación estrecha entre pH y la cantidad de fósforo asimilable. La reacción del suelo, parece ser el factor más importar^ te que influye la efectividad de las fuentes de fósforo y su método de aplicación. En general, el grado de solubilidad - del fósforo se asume más importante en suelos calcáreos que 32 en ácidos, mientras que el efecto de colocación es de mayor significancia en suelos ácidos. En suelos calcáreos, se obtiene un aumento en la efecti vidad de las aplicaciones del fósforo con el incremento de - la solubilidad del fósforo (65). El pH óptimo para la sol ubi 11zación del fósforo, se en- cuentra en el intervalo 6.5 a 7.5. En el intervalo de pH - que se encuentra en el suelo (entre 4 y 10) existen tres for_ mas de ortofosfato: El monovalente, HgPO^; el divalente HPO^ y el trivalente P0]¡. La existencia cualquiera de estas formas es función del pH. Los iones P0^ aparecen en débil cantidad en el intervalo de 9 a 10. Entre 4 y 9 existen dos iones ortofosfato, H^O^" y HPO^, que pueden existir en solución. La proporción en que se encuentran estos iones es función del pH. La concentra- ción en H 2 P 0 ^ es máxima a pH4 y mínima a pH9. Los dos iones están en equilibrio a un pH 7.2. La concentración en H2P0]j será muy reducida en un suelo saturado de ion calcio que preferentemente establece un valor de pH situado en el intervalo 7.5 a 8.5. Por otro lado, el ion HPO4 precipita por acción del calcio dando fosfato dical_ cico, que es relativamente insoluble en agua. Si el valor - 33 del pH es superior a 8.5 el suelo tiene una cantidad notable de sodio en forma intercambiable. La sal sódica del HPO^ es más soluble que la sal calcica y de ahí que el fosfato sea - más soluble en el intervalo 8.5 a 9 que entre 7.5 y 8.5. Sin embargo aunque la solución contiene más fosfato entre - 8.5 y 9, las plantas absorben mejor este elemento entre 7.5 y 8.5 (57) . Se estableció que la química de los fosfatos de suelos calcáreos involucra reacciones de fosfato de calcio escasa- mente soluble. El carbonato de calcio a través de su efecto sobre la reacción del suelo (pH), su superficie reactivay - como una fuente del ion común, ejerce un efecto dominante so bre la naturaleza y propiedades del fosfato en suelos calca- reos. El carbonato de calcio disminuye la solubilidad y dis_ ponibilidad para la planta de fosfatos (11). La concentración o actividad del fósforo en la solución del suelo, en suelos alcalinos o calcáreos se considera go- bernada por tres factores: 1.- Actividad del C a + + 2.- La cantidad y tamaño de las partículas del carbonato cál_ cico libre en el suelo. 3.- La cantidad de arcilla presente. La actividad del fósforo será menor en aquellos suelos 34 que tienen una alta actividad de C a T T , una gran cantidad de carbonato calcico finamente dividido y una gran cantidad de arcilla saturada de c a l d o . Reciprocamente y en orden a main_ tener un nivel dado de actividad fosfato en la solución del suelo, es necesario añadir grandes cantidades de fertilizan- tes tipo fosfato a tales suelos (59). Características del superfosfato triple El superfosfato triple, contiene del 19 al 22 por ciento de fósforo (44.52% P205), un 95 al 98% del cual es hldrosolu- ble y aproximadamente todo el fósforo es clasificado como dis_ ponible. Los suelos que son calcáreos disminuyen también la eficacia de los fosfatos. En estos suelos los Iones fosfato son adsorbidos por la superficie de carbonato calcico finamen^ te dividido y convertidos posteriormente en apatitas insolu- bles, o son precipitados como fosfatos calcicos insolubles dj_ rectamente por la solución del suelo. En suelos calcáreos, las formas granulares de fosfatos altamente nidrosolubi es darán generalmente buenos resultados, aunque la evidencia experimental indica que se obtienen mejo_ res efectos con productos pulverizados mezclados complétame^ te con el suelo. (59) Sin embargo para Webb (65), la colocación del fósforo no es tan influyente aunque de acuerdo a sus in- vestigaciones el fertilizante fosfórico colocado en hileras 35 fué ligeramente superior que las aplicaciones al voleo. La absorción de fósforo por las plantas se debe fúndame^ talmente al proceso de solubil1zación de los fertilizantes - fosfáticos en el suelo. El fósforo solubilizado en un suelo, solo permanece en solución durante un tiempo breve. La mayor parte reacciona con los componentes del suelo y se fija. Av- nimelech y Hagin (3), comprobaron que la solubilidad de los - fertilizantes en el suelo no guarda necesariamente una corre lación con su solubilidad en diversas soluciones. Los ferti lizantes fosfáticos de baja solubilidad son solubles en el suelo, mientras la solución del suelo no esté saturada de - aquellos. Los fertilizantes solubles, por ejemplo, el super^ fosfato, pueden comportarse como Insolubles, pues cuando la solución concentrada resultante reacciona con el suelo, se - forman compuestos de baja solubilidad. Según Ozbeck y Aydeniz (42), desde el punto de vista - económico es importante saber cuando se aplican abonos fosfo tados, hasta que punto las plantas utilizan el fósforo del - abono o del suelo en las diversas fases de su crecimiento y a diferentes valores de pH.. Ozbeck y Aydeniz (42), en un estudio de la absorción del fósforo de los abonos y del suelo por plantas de arveja y ave_ na en diversas fases de crecimiento y empleando como indica- 36 dor J C P en cinco clases de suelos de pH 4.7, 6.1, 7.0, 8.0 y 8.7 llegaron a los siguientes resultados: "1. En el caso de ambas plantas, la absorción de fósforo del abono durante el primer período de cuatro semanas fue con siderablemente más elevada que la absorción de fósforo - del suelo. Esta observación es válida para todos los pH y, especialmente a pH 7.0, la absorción relativa de fósfo ro procedente del abono fue de 80% para la arveja y 97% - para la avena. Las plantas absorben en cantidad distinta el fósforo del abono, y a todos los pH la avena absorbe una cantidad ma yor que la arveja. 2. Durante el segundo período de cuatro semanas, disminuyó la absorción de fósforo del abono por las plantas, y, al mis mo tiempo, aumentó la absorción de fósforo del suelo por parte de ambas plantas a todos los pH, pero las diferen cias entre el índice de absorción de fósforo del abono o - del suelo fué menor para la arveja que para la avena. 3. En el tercer período de cuatro semanas, no se observaron diferencias apreciables entre la absorción de fósforo del abono o del suelo por ninguna de las plantas (exceptuando a pH 8.0 para la arveja y a pH 5.0 para la avena). A pH 7.0 ambas plantas utilizan cantidades mayores de fósforo del suelo que del abono. 37 4. El contenido total de fósforo en las plantas de ensayo en tres etapas de crecimiento guarda relación debida con el pH del suelo. El fósforo total de ambas plantas alcanzó la concentración máxima a pH 7.0 y disminuye para cualquier otro pH." Nelson et al (32), investigaron la absorción del fertili_ zante fosfórico en plantas de mafz en un suelo bajo en fósfo ro y concluyeron que la utilización del fertilizante fosfóri co por las plantas fué diferente en los distintos estados de crecimiento del mafz, utilizaron grandes cantidades de ferti lizante fosfórico particularmente en el primer estado de cre cimiento, pero la absorción decreció a medida que el desarro llo fue progresando. A similares conclusiones llegó Krantz et al (23). Ozbeck y Bergh, citado por Ozbek y Aydeniz (42), estudia_ ron la absorción relativa del fertilizante fosfórico en dife rentes cultivos en 2 niveles diferentes de pH: 5 y 8.5. En sus conclusiones encontraron que todas las plantas testigos presentaron una alta absorción del fertilizante fosfórico de suelos con pH 8.5 comparados con el suelo con pH 5.0. Stanford y Nelson (.55), compararon los efectos de dife rentes formas de fertilizantes con fósforo, tales como super- fosfatos, metafosfato de calcio, fosfato dicalcico y fosfato 38 tricalcico, usando como testigo plantas de alfalfa y de ave na, establecieron que para avena, un gran porcentaje de su - fósforo provenía del superfosfato y que durante su crecimien^ to inicial su absorción del fósforo fue más alta; la ut1liza_ ción de fosfato dicálcico y tricalcico por las plantas de - avena, alcanzó un máximo en suelos con valores de pH ácidos. Por otro lado para alfalfa, el superfosfato fue la fuente - más adecuada de fósforo, dado que esta planta tomó una gran proporción de su fósforo del superfosfato más que de otras - fuentes. Laverty y Me Lean (24), investigaron algunos factores sp_ bre los rendimientos en diferentes cultivos relacionados a la absorción de fósforo. En sus conclusiones establecen que a medida que se incrementa el pH del suelo, menos fosfato es en contrado en la fracción fosfato de hierro y más es estableci do en una fracción fosfato de calcio. En todos sus experimejx tos el superfosfato tuvo un efecto inicial superior. Simpson (52), estudió los factores que afectan la absor ción de fósforo en varios cultivos y concluyó: a) Que la absorción de fósforo del suelo (fósforo nativo), se incrementó a medida que la temperatura aumentaba, mientras que el fósforo del fertilizante no fue afectado grandemen te por la temperatura. b) Que decreciendo la tensión de humedad del suelo, consisten 39 temente se incrementó la absorción de fósforo del fertilj. zante por plantas de avena, pero que no afectó grandemen te la absorción del fósforo del suelo cuando el fertili zante fué mezclado Intimamente con el suelo. c) Que incrementando las dosis aplicadas de superfosfato se causó siempre un incremento en la absorción del fósforo - del fertilizante, pero muy frecuentemente se abatió la ab_ s o r d ó n del fósforo del suelo. d) Que aunque en suelos bajos en fósforo se registró una re lación curviHneal positiva entre absorción de fósforo y rendimiento de papas, una relación negativa fué determ1na_ da en suelos altos en fósforo. Épocas de aplicación y localización del fertilizante nitro-fos_ fórico. Usualmentelas aplicaciones de fertilizante principian - desde el momento de la siembra. Los abonos aplicados tempra namente, favorecen su absorción por las rafees y por consi guiente el crecimiento de las plantas jóvenes es acelerado. Para el cultivo del mafz, resulta de gran beneficio que - los fertilizantes sean aplicados localmente en bandas mejor que al voleo. Frecuentemente 90 Kg. de fertilizante aplicado en el surco es más efectivo en incremento del rendimiento del maíz, que 180 Kg. al voleo (33). 40 La localización del fertilizante con respecto al sistema radicular de las plantas en sus primeros estadios de desarrollo ha sido objeto ~ de estudio. Nelson (33), trabajando con fósforo radioactivo estableció que el fertilizante en bandas a nivel de la semilla era más provechoso para la planta que colocándolo arriba ó a 7 cm. abajo. Asimismo se estableció una gran utilización del fertilizante fosfórico cuando cantidades peque ñas fueron colocadas cerca a la semilla en comparación a bandas distan- tes 7 cm. Igualmente Troug et al, citado por Nelson (34), establecie» ron que se desarrolla un crecimiento más rápido en las plantas jóvenes cuando el fertilizante se aplica tan cerca de la semilla como sea pos1_ ble, pero sin Interferir con la germinación. A este respecto, una — reducción en la germinación puede resultar s1 el fertilizante se pone en contacto directo con la semilla. Para fertilizante localizado en hilera y en contacto con la semi- lla, Coe, citado por Thompson (57), detectó un retraso de la germina- ción cuando aplicó por hectárea: 67 Kg. de 16% de superfosfato, 67 Kg. de 2-12-2, 33.6 Kg. de nitrato de sodio y 56 a 84 de muriato de pota- sio. El grado de daño del fertilizante, es Influenciado por otros fac tores, incluyendo el contenido de sales, el nivel de humedad y el pa- trón del movimiento del agua en el suelo, la textura y la capacidad de Intercambio del suelo. 41 Varios factores benéficos han sido señalados como derivados de los fertilizantes tempranos: Un mejor control de malezas es posible en v1r tud del acelerado crecimiento y desarrollo vegetativo, proyectando asf más sombra al suelo; el sistema radicular es incrementado más rápida- mente y por lo tanto se aumenta la zona absorbente. Asi también el de- sarrollo en general del cultivo puede acelerarse por lo que el tiempo requerido para la maduración es factible de reducirse (34, 38). Los efectos benéficos de la fertilización inicial o temprana so- bre el crecimiento de la planta, no siempre se refleja en el rendimien- to final del maiz. Ohlrogge (36) y Rhoades citado por Nelson (36, 34), observaron que mientras una cantidad pequeña de nitrógeno es aplicada a la plantación, se estimula el crecimiento temprano, pero que esto no 1n_ fluye el rendimiento del maíz s1 a la planta no se le prevee de nitró- geno en sus estadios posteriores. En efecto, Deturk, citado por Olsen (37), menciona un ejemplo don- de un cultivo de maíz que recibió fertilizante nitrogenado tempranamein te, rindió menos que otro que no fué fertilizado. Sin embargo cuando - se complementó la aplicación más adelante en el desarrollo del cultivo, el rendimiento fué muy superior a las plantas no fertilizadas. Muchos estudios indican que desde su emergencia, el maíz debe ser abastecido de nutrientes, especialmente de fósforo y nitrógeno. S1n - embargo la aplicación principal debe efectuarse durante la época críti- ca o sea cuando los requerimientos de las plantas son altos. Respecto 42 a la época de aplicación, cuando el maíz alcanza una al tura de 2 a 3 píes, es el período de mayor utilización del nitrógeno, ya que aproximadamente 3 semanas antes de la - emergencia de la panoja, se presenta la máxima velocidad - de producción de materia seca. Esto no debe Interpretarse en el sentido que al cultivo de maíz debe aplicársele ni trógeno 1 sola vez. El número de aplicaciones y la época estarán en f u n d a n del suelo, el clima, la forma de nitró geno usado y la proporción de nitrógeno requerido (6). Por ejemplo, si se fertiliza en un suelo arenoso donde las pér_ didas por lixiviación son altas, la aplicación debe ser - fraccionada. Igualmente en suelos alcalinos por el proble ma de pérdida gaseosa de nitrógeno a partir de compuestos amoniacales (1). Una vez desarrollado el maíz, la colocación del ferti_ H z a n t e respecto a la distancia del surco de maíz no pare ce registrar diferencias, ya que el sistema radicular se - extiende rápidamente a través de los espacios entre surcos. Asimismo la profundidad de aplicación estará en función del contenido de humedad del suelo así como del patrón de movi miento del agua; aunque por regla general se recomienda en terrar el fertilizante especialmente en suelos alcalinos pa_ ra evitar al mínimo pérdidas por volatilización de n1trÓge_ no (6, 34, 45). 43 Al igual que el nitrógeno, el período de acumulación de fósforo en la planta ocurre duralnte la emergencia de - la pantoja, asf como durante la flcjraclón y formación del grano. El índice mayor de acumulación de fósforo es parale lo al período de mayor rapidez en producción de materia se_ ca. Durante la época de reproducción y formación del gra no, gran parte del fósforo emigra dje las partes vegetati vas tales como hoja y tallos y se acumula en el grano. La aplicación del fósforo dado a que este elemento es muy Importante en todo el ciclo de (jlesarrollo del maíz, se recomienda desde el momento de la $iembra. El número de - aplicaciones, estará en función de|l suelo. Por ejemplo - cuando el suelo ha sido bien manejado y no hay deficiencias marcadas de fósforo, una aplicación al momento de la siem bra será suficiente. A este respecto, Nelson (34) recomiera da aplicar de 22 a 56 kilogramos por hectárea. Sin embar go bajo condiciones de escasez, el fertilizante aplicado a la siembra no es suficiente para abastecer los principales requerimientos del cultivo, ya que en estas condiciones se gún Stanford y Nelson (55) la planta utiliza menos del 15% del fertilizante fosfórico aplicado y además dado que el - 44 fertilizante Inicial está localizado cerca de la superfi- cie y que el fósforo no se mueve aprecíablemente en el sue lo, este permanece en un área desfavorable de absorción - durante periodos secos. En una forma general, se recomienda que la aplicación de fósforo soluble, se haga directamente al cultivo de - maíz a una profundidad suficiente que evite el secado de - la superficie del suelo para que la planta pueda absorber- lo (6, 35). Se ha comprobado que la finura de la textura del suelo aumenta la retención del fertilizante fosforado añadido. - Esto podría predecirse por un conocimiento de la relación entre la velocidad de una reacción química y la cantidad - de superficie expuesta por los reaccionantes. Si se añade a un suelo un fertilizante a base de fos- fato soluble aplicándolo por diseminación, el fosfato es - expuesto a una cantidad de superficie mayor; como consecuen_ cía ha lugar más fijación que si la misma cantidad de ferti_ lizante ha sido aplicado en bandas. La colocación en ban- das aumenta generalmente la utilización por las plantas de los fosfatos solubles en agua tales como el superfosfato - (25). 45 Requerimientos nutritivos. Long y Soubies, citados por Jacob (20), presentan los requerimientos de NPK para el mafz de la siguiente manera: según Long, una cosecha de 2845 Kg. requiere: N 180 Kg ./Ha P205 62 Kg./Ha K 124 Kg./Ha Soubies, reporta las siguientes cantidades extraídas por cada 50 Kg. de grano cosechado: N 2.5 Kg. P 2 0 5 1.0 Kg. K 20 2.0 Kg. En una forma aproximada estos resultados concuerdan en_ tre sí. Fertilización follar. Factores que afectan la absorción y el uso de nutrientes as_ perjados sobre las hojas. La nutrición de las plantas por vía follar, es un tema que con el transcurso del tiempo y dado los resultados al- canzados ha cobradoun auge significativo. Aunque por nat]¿ raleza, la nutrición vegetal se realiza fundamentalmente - 46 por el sistema radicular, no siempre las condiciones ambiejí tales en lo que a suelo concierne son óptimas, por lo que el desarrollo de las plantas se ve aminorado. Varios auto- res (3, 9, 67, 44}, concuerdan en que los problemas especia^ les de nutrición, que provocan un interés en las aplicacio- nes foliares, son la fijación rápida de nutrientes por el suelo en forma no aprovechable por las plantas, la baja res_ puesta a los fertilizantes aplicados al suelo y la necesi- dad de un método Inmediato de control o de efecto rápido a tes que el tratamiento al suelo haga su efecto. Dentro de los cultivos trabajados ampliamente con fer- tilización follar, se tiene la pina, la caña de azúcar y ár_ boles frutales. En pina, Wittwer y Teubner C68), mencionan que en Hawaii, del 75 al 80% del nitrógeno aplicado se hace por medio de aplicaciones follares y del 40 a 50% de fósfo- ro y potasio. En algunas plantaciones se utiliza la urea como única fuente de nitrógeno. En este caso el interés - por este sistema de fertilización está fundamentado porque las aplicaciones foliares han sido tan efectivas como los tratamientos al suelo y porque las hojas de la pina pueden tolerar altas concentraciones de nutrientes. En caña de azúcar y árboles frutales, las aplicaciones foliares de urea, magnesio y elementos trazas, han sido efec_ tivos y eficientes como medio de abastecimiento de los reque 47 rlmlentos nutrldonales. Desde luego que hay unas varleda des que responden mejor que otras. Similares resultados - se han obtenido en hortalizas, pues se ha reportado que el nitrógeno, fósforo y potasio han sido absorbidos por las, partes aéreas aún más eficientemente que cuando se ha he cho el tratamiento al suelo. En cereales (14) se han re portado resultados beneficiosos, especialmente cuando los tratamientos son hechos durante las últimas fases del desa rrollo vegetativo o durante la floración temprana y fructl ficación. El proceso de la fertilización foliar, es complejo, ya que aparte de intervenir factores propios de la planta, ac túan factores climáticos y las propiedades especificas de los compuestos aplicados, por esa razón y dada la interac ción de los factores mencionados, la nutrición foliar muchas veces está condicionada. Ángulo de contacto y la superficie mojada. Las soluciones acuosas de nutrientes asperjados sobre las hojas, deben penetrar a las células vivas, para ser ya sea metabolizadas por ellas o translocadas a través de la planta; la entrada inicial puede ser por medio de los esto mas a las células del mesófllo o bien directamente, a tra vés de la cutícula y llegar a las células interiores. Se- 48 gún Boynton (9) para que ocurra la penetración de un líqui_ do a través de los estomas o la cutícula, la superficie de la hoja, debe ser primero humedecida; la habilidad de un - liquido para mojar una superficie sólida, es una f u n d ó n - de su ángulo de contacto sobre la superficie; esto depende_ rá de la tensión superficial del liquido y de la naturale- za de la superficie sólida. Varios trabajos han reportado la influencia del ángulo de contacto de líquidos sobre la superficie. Scott (49) es_ t a b l e d ó grandes diferencias en el ángulo de contacto del agua sobre las hojas de diferentes especies, diferencias de_ bldas a la edad de la hoja y a su contenido de agua. Estas diferencias parecen ser debidas a dos variables principales: a) Variaciones en las conformaciones superficiales y pubes- cencias, b) Variaciones en la composición de la cutícula. Eveling citado por Boynton C9), determinó experimental, mente que la adición de agentes humectantes reducen el ángj¿ lo de contacto del agua sobre la superficie de la hoja. Costa (14), refiere la importancia de los humectantes o mo- jantes ya que las cutículas de la mayoría de las plantas, por la capa de cera que las recubre, tienen pocas probabilj_ dades de mojarse y por la cual se les denomina hldrofóbi- - cas. Así, cuando se aplica una suspensión acuosa puede - frustrarse el mojado de la hoja, si las g o t U a s del pulverl^ zado, no permanecen adheridas y caen de la planta. Esta fa_ 49 cuitad de evitar el mojado, se exalta en aquellas hojas que presentan pelos, pues estos actúan como pequeños sacos de aire que se Interponen entre el pulverizado y la cutícu la, evitando el mojado de la hoja. Los humectantes o mo- jantes, son de mucha Importancia en la fertilización follar, pues su incorporación al vegetal, se realiza en forma paula_ tina, por lo que hay necesidad de que permanezcan en contac_ to con aquél durante el mayor tiempo posible. En forma práctica, la contribución de un agente humec- tante, en incrementar la eficiencia de la absorción por las hojas, fue indicado por los estudios de Boynton y Chapman - (9), quienes trabajando con hojas de manzano de la variedad Mclntosh, establecieron que la absorción de la solución de urea por la superficie inferior de la hoja en 4 horas fue - incrementada respecto al promedio a más de 100% por adición del agente humectante "Tween 80" a 0.1% o Tween 20 a 0.01%. El efecto del detergente en incrementar la absorción fue - aparentemente solo cuando las hojas no fueron asperjadas - previamente con soluciones que contentan agentes humectan- tes o aceites. Vfas de entrada. Experimentalmente se ha demostrado que la vía de entra da de las soluciones nutritivas a la planta, se efectúa por 50 los estomas y por la cutícula. Estas demostraciones han - sido factibles de realizar en aquellas plantas como el man_ zano y los cítricos, que presentan estomas únicamente en - la superficie Inferior de la hoja o envés. Ginsberg, cita_ do por Boynton (9), observé que los aceites Insecticidas, penetraron rápidamente la superficie inferior (envés) de - las hojas del manzano. El índice de penetración varió in versamente con la viscosidad del aceite. Sobre la superfi_ cié superior de la hoja, solamente los aceites livianos, atravesaron el tejido de la hoja. Kellein citado por Wit- twer (68), aplicó emulsiones conteniendo 1.5% de aceite a la superficie superiores e inferiores de hojas del manzano "Grimes golden", estableciendo una abundancia de emulsión aceitosa en los espacios Intercelulares de hojas cuya su perficies Inferiores, fueron asperjadas, pero no en los es_ pacios Intercelulares de hojas cuya superficie superior - fueron asperjadas. Cook y Boynton (131, compararon los índices de absor ción de soluciones de urea asperjada sobre la superficie - superior e inferior de hoja del manzano "Mclntosh" sobre - varios intervalos de tiempo desde 2 a 72 horas, estable ciendo que aunque la eficiencia de absorción varió grande mente de un lado a otro, la superficie inferior, absorbió la mayor proporción de la urea aplicada en comparación con la superficie superior. En un experimento representativo 51 en el cual los autores mencionados determinaron el porcenta je de urea aplicada que fué absorbida después de 2, 8, 24 y 72 horas, demostraron que mientras el 42% de nitrógeno - aplicado a la superficie inferior de la hoja, fue absorbi do en 2 horas, la misma cantidad tardó más de 2 dfas en ser absorbida cuando se aplicó a la superficie exterior. Al - final del tercer dfa la superficie superior había absorbido el 49% del nitrógeno asperjado y la superficie Inferior el 85%. S1n embargo, ambas superficies llegaron a absorber el 100% después de 6 o 7 días. Esto viene a explicar los re sultados obtenidos por Rodney citado por Boynton (9), quien estableció que las aplicaciones de urea asperjada a las 2 - superficies de hojas de manzano, causaron similar incremen to de nitrógeno total en hojas ensayadas durante 28 días - después de efectuada la aspersión; concluyendo que la urea entra directamente a través de la cutícula de la hoja dado que no hay estomas sobrela superficie exterior de la hoja del manzano y que en el envés la solución penetra tanto por la cutícula como por los estomas. Si bien la cutícula es considerada como una vía para la penetración de la solución nutritiva, se vuelve limitar^ te cuando está recubierta por una capa de cera, en estos - casos y según lo demostró Skoss (53), los estomas actúan - como la puerta principal de entrada independientemente de la naturaleza de las plantas asperjadas. Ahora bien, cuan_ 52 do la cera es removida, la cutlna resulta ser altamente per meable al agua. Temperatura y humedad. Cook y Boynton (13), estudiaron los efectos de la tem peratura ambiental y la humedad relativa sobre la absorción de los nutrientes asperjados al follaje, estableciendo que existe una correlación lineal entre la temperatura y la ab sorción y entre la humedad relativa y la absorción. Las co rreladones determinadas en 42 estudios experimentales indj_ carón que cuando la humedad relativa y la temperatura decre_ d e r o n el gradiente de presión de vapor en la superficie de la hoja, la absorción fué mayor. La absorción de nutrien tes asperjados se lleva a cabo en considerables periodos de tiempo, de tal manera que ésta ocurre en gran proporción - cuando la superficie de la hoja aparenta estar seca; o bien puede ser que finas películas de agua, resultado de la transpiración, resulten mSs importantes en promover la ab sorción de nutrientes asperjados que el agua de la solución con la que originalmente se diluyó el nutriente. Factores relacionados a los compuestos nutritivos y que afectan su absorción por el follaje. 53 Urea. La urea es absorbida, transportada y metabollzada como pocos nutrientes aplicados al follaje. Su absorción de - acuerdo a Wittwer (68), es más rápida en la noche y durante las primeras horas de la mañana, de tal manera que se reJa- abs miy ciona con la humedad relativa. El pH de 5 y 8 y la absor- ción mínima a pH de 6 y 9. Se ha establecido también que - la sacarosa y algunos otros azúcares, son efectivas para re_ ducir los daños foliares causados por un exceso de urea, - aunque su uso, Implica un abatimiento en el índice de absor. c1Ón más que en una reducción de la actividad de la ureasa, la cual ha sido sugerida como un factor limitante en la ab- sorción. A este respecto, Potts (44), considera que los da_ ños al follaje se presentan cuando el contenido de carbohi- dratos en la planta es bajo. La planta de maíz puede utilizar el nitrógeno de solu- ciones de urea aplicadas a las hojas mediante aspersiones. Sin embargo pequeñas cantidades causan quemaduras. Hlnsvark et al (19), reportaron quemaduras en los bor- des de las hojas cuando usaron soluciones de 2 a 3 Kg. de urea por 379 litros de agua. Foy et al (17), reportaron que usando soluciones de 9 54 Kg. o más de urea por 379 litros de agua, causaron quemad^ ras al follaje y que la severidad del daño se Incrementó - con la concentración. Mezclando sacarosa con las solucio- nes, redujeron el daño por quemaduras; sin embargo en nin- gún caso fué posible aplicar dosis entre 22 y 44 Kg. de - urea por hectárea sin causar daño. Ninguna aspersión de urea produjo un rendimiento mayor en comparación a la mis- ma cantidad de nitrógeno aplicado al suelo como fertilizar^ te granulado. Datos limitados indican que el mafz está catalogado - como un cultivo intermedio en cuanto a su sensibilidad de ser dañado por aspersiones de urea. Aspersiones de urea - en solución al 1% parece ser lo más recomendable para evi- tar daños al follaje (34). Hlnsvark et al (19), consideran que la utilización del nitrógeno de la urea por las hojas, resulta de la hidróli- sis de la urea por la enzima ureasa dando amonio y CC^. Los daños en el follaje aparecen debido a la rapidez de la hidrólisis, posiblemente inducida por la alta actividad de la ureasa, resultando en una acumulación tóxica de amonio. Usando urea marcada con C14, notaron que la hidrólisis de la urea en hojas de maíz dulce fue completa en pocas horas después de la aplicación. Esta hipótesis es cuestionada - por investigadores como Boynton (9). 55 El fósforo puede ser también absorbido a través del - follaje y utilizado por la planta de mafz. Oliver citado por Nelson (34), usando superfosfato - irradiado en plantas de un mes de edad, estableció que el fósforo fué rápidamente absorbido y translocado en todas las partes de la planta, siendo mayor en las partes de ere cimiento rápido. Wittwer y Lundahl (67), observaron que las hojas del mafz fueron órganos eficientes en la absorción de fósforo. Wllbertein y Witter (68), observaron incremento de - crecimiento por acción de varios componentes fosfóricos a- plicados al follaje de plantas de mafz bajo condiciones de invernadero. El ácido ortofosfÓrlco a 25 mM por litro fué uno de los mejores tratamientos. Materia orgánica. El mafz es uno de los cultivos que mejor responden a la incorporación de materia orgánica en el suelo, pues su desarrollo coincide con la descomposición de la materia - orgánica aprovechando asf los elementos nutritivos übera_ dos (20). 56 Para Worthen y colaboradores C66), una aplicación li- gera de fertilizante en la lfnea de siembra más una cantl- dad abundante de materia orgánica, con una relación estre- cha carbono-nitrógeno, constituyen el plan ideal de ferti- lización para el mafz. Para lograr una mayor eficacia, - conviene que el estiércol esté en trozos pequeños y que - sea enterrado (58). La gran cantidad de bióxido de carbono producido du- rante la descomposición de la materia orgánica, es cons1de_ rada de gran importancia para la liberación de ciertos nu- trientes. El COg se disuelve en el agua y se forma ácido carbónico. El resultado es una disminución del pH del sue_ lo. Este efecto puede tener una gran Importancia en los - suelos alcalinos. Bajo estas condiciones la disminución - temporal del pH aumentará la proporción de otros elementos liberados como el boro, zinc, manganeso y hierro así como el fósforo. Varios Investigadores han encontrado que los extractos de humus en los suelos han aumentado la solubilj_ dad del fósforo. Esto ha sido descrito como resultado de la formación de complejos fosfohQmlcos que son más fácil- mente asimilables por las plantas, reemplazamiento del anión del fosfato por el ion humato y el envolvimiento de partículas de sesquióxidos por el humus para formar una - cubierta protectora y reducir así la capacidad del suelo de fijar fosfato (59). 57 La materia orgánica del suelo presenta más cargas ne gativas que positivas. En la materia orgánica existen mu chas clases de sustancias y algunas de ellas son verdaderos ácidos orgánicos, mientras que otras solo son compuestos - con cargas negativas; sin embargo, todas se consideran como "ácidos húmicos" o "ácidos orgánicos". Los aniones orgánicos se combinan formando complejos - Inmóviles con los cationes tipo Fe(0H) 2 y A1(0H) 2 • S1 los iones hierro y aluminio se precipitan no pueden actuar so bre el H 2 P 0 ^ , dando un producto insoluble. De acuerdo a Swenson et al (56), la materia orgánica, aumenta la solubilidad del fosfato. El anión fosfato H 2 P 0 ^ es más soluble en presencia de aniones que forman precipitados que en presencia de los a- nlones que son solubles y móviles. Los silicatos de las - arcillas actúan como aniones precipitantes, combinándose - con el Fe(0H) 2 y el A 1 ( 0 H ) 2 . Los aniones orgánicos prote gen la solubilidad del ion fosfato combinándose con los - cationes Fe(0H) 2 y A1(0H) 2 y con otros materiales que pose_ en aniones intercambiables. La adición de estiércol junto con el superfosfato ayiu da, asimismo a conservar en forma asimilable el fosfato del suelo. Midgley y Dunklee citados por Thompson (57), han de 5fi mostrado esta relación, obteniendo unos rendimientos supe riores si la aplicación del estiércol y del superfosfato - era simultánea, enlugar de efectuarse por separado. La composición de la materia orgánica es muy compleja, y en la misma se pueden considerar una serie de fracciones con características diferentes, una de las cuales está cons titufda por el ácido húmico. La molécula del ácido húmico, no tiene una composición definida debido a que proviene de la humificadón de restos vegetales o animales, y por lo - tanto dependerá esta composición tanto del tiempo de humifi_ cación y de éstos restos orgánicos como la propia composi ción de los mismos. Se ha demostrado que la influencia del ácido húmico so bre el desarrollo vegetal depende (debido a sus grupos act^ vos, fenoles, carboxilos, aminas, etc) de la acción del mis_ mo sobre los procesos metabólicos de las plantas (respira ción, absorción de nutrientes, síntesis, etc.) (41). La importancia de la materia orgánica, no puede deses timarse, es necesaria para tener una buena estructura del suelo, especialmente en suelos de textura fina y aumenta la capacidad de intercambio catiónico, con lo cual se reduce - la pérdida por infiltración de elementos tales como el pota_ sio, el calcio y el magnesio. 59 Ante el problema de la inmovilidad de los oligoelemer[ tos en suelos calizos, Costa et al (15) y Kock (22), coin ciden en que las aportaciones de materia orgánica como el estiércol de cuadra al suelo, favorecen la movilidad de - hierro y manganeso, facilitando su asimilación por las plantas. Según Baver y colaboradores (5), el estiércol debe - considerarse como un abono nitrogenado y a un nivel menor, como abono de potasio. Las pérdidas de nutrientes del es tiércol, son serias, por ejemplo: Si el estiércol fermenta do se deja secar en la superficie del suelo, después de ser incorporado un 25% de nitrógeno puede perderse por volati lización en un dfa y un 50% en cuatro dfas. Para un empleo eficaz del estiércol, este deberfa ser incorporado el mismo dfa de ser esparcido. Según Thorne et al (58), el estiércol aplicado a la - tierra pobre, induce mayor aumento al rendimiento, que el aplicado a una tierra buena. El efecto de estiércol está sujeto a una ley en la que van disminuyendo las ganancias, mientras aumenta su capacidad, porque las utilidades por - tonelada son mayores para una aplicación de diez toneladas que para una de veinte. Según los autores referidos, muchas pruebas indican - 60 que cuando la existencia de estiércol es limitada, la can- tidad aplicada debe reducirse aproximadamente a once tone- ladas por hectárea. En el estiércol no están balanceados los elementos - fertilizantes y está especialmente deficiente en fósforo. Es a menudo provechoso reforzar el estiércol con abono fos_ fatado. Importancia del análisis de plantas y rangos de concentra- ción de nutrientes. El peligro de llegar a suministrar dosis de fertili- zante demasiadas pequeñas, incapaces de satisfacer la ade_ cuada nutrición de los rendimientos posibles, asf como por otro lado, el deseo de evitar aplicaciones que sean mayores del Óptimo necesario, hacen de los análisis de suelo y fo- llares, por regla general un evidente medio para la deter- minación de los nutrientes requeridos (20). Sin embargo, los resultados rendidos por los análisis de suelo no han de mostrado ser siempre satisfactorios. A este respecto los análisis de los tejidos vegetales guardan una mejor correlación con el rendimiento de un cu]_ tivo (20) . ! 61 I De acuerdo a Barberjy Olson (6), el análisis de plan tas es un medio excelente para conocer el balance de nu trientes en el vegetal. Los elementos contenidos varían con la parte y la edad de la planta analizada. Investigaciones en las que se ha relacionado el contenido de nutrientes con el rendimiento - de maíz, recomiendan analizar la hoja de la mazorca, en vir tud que esta parte se considera que refleja el estado nutrí tivo de la planta y además por la alta correlación que se ha encontrado entre la concentración de nutrientes y el rer^ dimiento en grano, debiéndose obtener la muestra durante el estado inicial de formación del grano (43, 61). 62 Tabla 1.- Niveles adecuados de nutrientes en la hoja de la mazorca, durante el estado inicial de formación del grano. Nutrientes Rango de concentración N 2.75 - 3.25% P 0.25 - 0.35% K 1.75 - 2.25 Ca 0.25 - 0.40% Mg 0.25 - 0.40% S 0.1 - 0 . 2 % Fe 20 - 250 ppm Mn 20 - 150 ppm Zn 20 70 ppm • Cu 6 20 ppm B 4 - 20 ppm De Barber y 01 son (6). Valores superiores al rango indican un exceso que puede ser limitante para el crecimiento o pueden ser altos debi do a una deficiencia severa de otros nutrientes. MATERIAL Y MÉTODOS La investigación se llevó a cabo en el Campo Experimen- tal del ITESM en Apodaca, N. L. durante el ciclo verano-oto- ño de 1977 bajo condiciones de riego. El campo experimental está localizado al Noreste de Mé- xico a 24°45' latitud Norte y 100° 06' latitud Oeste. Su - altitud es de 420 metros sobre el nivel del mar. El prome- dio anual de precipitación es aproximadamente 500 mm, regis_ trándose las lluvias más abundantes en los meses de Septiem bre y Octubre. Características de la investigación. Se estudiaron 3 niveles de nitrógeno aplicado al suelo: 0, 100 y 200 kilogramos por hectárea, utilizándose como - fuente nitrato de amonio. Un nivel de nitrógeno (urea en so_ lución al 1%) asperjado al follaje. Un nivel de fósforo - aplicado foliarmente, utilizando el producto comercial "Cotto fos" a razón de 3 kilogramos por hectárea en cada aplicación. Dos niveles de materia orgánica (estiércol de bovino parcial_ mente descompuesto): 0 y 10 toneladas por hectárea, distribuí das únicamente al fondo del surco antes de la siembra. To- das las unidades experimentales recibieron el equivalente a 60 kilogramos por hectárea de P 2 0 5 utilizando como fuente el superfosfato triple. 64 La época de aplicación de los tratamientos referidos a partir de la fecha de siembra del cultivo fué de la siguiera te manera: El fertilizante nitrogenado al suelo (nitrato de amo- nio) fué aplicado a la siembra, 40 y 55 dfas. El fertilizan^ te foliar se asperjó a los 40, 50 y 60 dfas, cuando fueron - tres aplicaciones; y a los 50 y 60 dfas cuando fueron dos - api i caci ones. La materia orgánica fué aplicada 3 días antes de la siem bra. El fertilizante fosfórico al suelo, se distribuyó el - dfa de la siembra. Localización del fertilizante. Al momento de la siembra, el fertilizante se aplicó en lfnea, 5 cm abajo de la semilla y se mezcló con la materia - orgánica. En las aplicaciones posteriores, se colocó el fer tilizante 10 cm distante del tallo y a una profundidad de 5 cm. El fertilizante foliar fué asperjado en toda la planta y las aplicaciones se hicieron por la mañana de las 6 a las 7 horas. 65 En resumen los tratamientos fueron: A.- 3 aplicaciones foliares de fósforo, 3 de solución de ure a y 60 kilogramos de P 2 0 5 por hectárea. B.- 100 kilogramos por hectárea de nitrógeno (nitrato de - amonio), distribuidos al suelo en 3 cantidades: 30, 30, 40 kilogramos cada uno y 60 kilogramos de P 2 0 5 por hec tárea . C - 200 kilogramos por hectárea de nitrógeno (nitrato de - amonio), colocados al suelo en 3 aplicaciones: 30, 85, 85 kilogramos cada uno y 60 kilogramos de P 20g por hec tárea . D.- 100 kilogramos de nitrógeno (nitrato de amonio), al sue lo en tres dosis (30, 30, 40 kilogramos cada una), 2 - aplicaciones foliares de fósforo y 60 kilogramos de P 2 - 0g por hectárea. E.- 200 kilogramos por hectárea de nitrógeno aplicados al - suelo en 3 aplicaciones (30, 85, 85 kilogramos cada una), 2 aplicaciones foliares de fósforo y 60 kilogramos por hectárea de P 20g. F.- 0 kilogramos por hectárea de nitrógeno y 60 kilogramos por hectárea de P 2 0 5 - Los 6 tratamientos se realizaron con y sin materia orgá_ nica. La variedad de maíz utilizada fué "Nuevo León Vs-1". 66 Características del diseño experimental y las principales
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