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EFECTOS EN EL RENDIMIENTO DE GRANO EN MAÍZ (Zea mays L.) POR 
APLICACIÓN DE MATERIA ORGÁNICA Y FERTILIZACIÓN NITROFOSFORI-
CA AL SUELO Y FOLLAJE. 
T E S I S 
PRESENTADA COMO REQUISITO PARCIAL 
,PARA OPTAR EL GRADO ACADÉMICO DE 
MAESTRO EN CIENCIAS 
ESPECIALIDAD USO Y CONSERVACIÓN DEL AGUA 
P O R 
JOSÉ ROLANDO LARA ALECIO 
1978 
INSTITUTO TECNOLÓGICO Y DE ESTUDIOS SUPERIORES DE MONTERREY 
PROGRAMA DE GRADUADOS 
Diciembre de 1978 
Sr. Director de la División de Ciencias Agropecuarias y Ma-
rftimas. 
Sr. Director del Programa de Graduados. 
Nos es grato recomendar la tesis elaborada bajo nuestra su­
pervisión por el Sr. 
Ing. Agr. José Rolando Lara Aléelo 
Intitulada: EFECTOS EN EL RENDIMIENTO DE GRANO EN MAÍZ 
(Zea mays L.) POR APLICACIÓN DE MATERIA ORGÁ­
NICA Y FERTILIZACIÓN NITROFOSFORICA AL SUELO 
Y FOLLAJE. 
Se acepte como requisito parcial para optar el Grado Acadé­
mico de maestro en Ciencias, Especialidad en Uso y Conserva, 
d o n del Agua. 
Comité Supervisor de Tesis 
Los datos de esta tesis solo se podrán publicar con permiso 
del Programa de Graduados en Agricultura. 
DEDICATORIA 
A MIS PADRES 
NATIVIDAD ALECIO DE LARA 
VÍCTOR MANUEL LARA G. 
A MI ESPOSA 
EVA LUZ 
A MI HIJA 
CLAUDIA PATRICIA 
A MIS HERMANOS 
VÍCTOR MANUEL 
RAFAEL 
MIGUEL ÁNGEL 
MARÍA ANGELINA 
ELSA JOSEFINA 
AGRADECIMIENTO 
AL INSTITUTO DE CIENCIA Y TECNOLOGÍA AGRÍCOLAS (ICTA) 
DE GUATEMALA, POR DARME LA OPORTUNIDAD DE REALIZAR MIS 
ESTUDIOS DE MAESTRÍA. 
A LA AGENCIA PARA EL DESARROLLO INTERNACIONAL (AID) POR 
EL FINANCIAMIENTO QUE HIZO POSIBLE MIS ESTUDIOS. 
AL ING. DANIEL MORALES POR SU ASESORAMIENTO DEL PRESEN-
TE TRABAJO. 
AL DR. GABINO DE ALBA POR SU COLABORACIÓN EN LA REVISIÓN 
Y CORRECCIÓN DE ESTE TRABAJO. 
AL ING. SERGIO ABURTO POR SUS SUGERENCIAS Y REVISIÓN DEL 
ESCRITO. 
AL DR. DIETER ENKERLIN S. 
A: MIS MAESTROS 
MIS COMPAÑEROS 
MIS AMIGOS 
ÍNDICE 
PAGINA 
RESUMEN 1 
INTRODUCCIÓN 15 
LITERATURA REVISADA 18 
Fertilización nitrogenada 18 
Consideraciones importantes sobre fuentes 
amoniacales 20 
Características del nitrato de amonio ... 25 
Efectos del nitrógeno en la disponibili­
dad del fósforo para las plantas 25 
Fertilización fosfórica 28 
Absorción del fósforo por la planta 30 
El fósforo en suelos calcáreos 31 
Características del superfosfato triple . 34 
Épocas de aplicación y localización del -
fertilizante nitro-fosfórico 39 
Requerimientos nutritivos del mafz 45 
Fertilización foliar 45 
Ángulo de contacto y la superficie -
mojada 47 
Vías de entrada 49 
Temperatura y humedad 52 
Factores relacionados a los compuestos r\u 
tritivos y que afectan su absorción por -
el follaje 52 
Urea 53 
PAGINA 
Fósforo 55 
Materia orgánica 55 
Importancia del análisis de plantas y ran-
gos de concentración de nutrientes 60 
MATERIAL Y MÉTODOS 63 
Características de la investigación 63 
Localización del fertilizante 64 
Tratamientos 65 
Características del diseño experimental y -
las principales actividades de campo 66 
Colección de datos 71 
Rendimiento de grano 71 
Humedad del grano en el momento de la 
cosecha 71 
Altura de plantas 72 
Fecha de floración 72 
Muestreo y análisis químico de suelos y -
plantas 72 
Suelo 72 
Planta 73 
RESULTADOS EXPERIMENTALES Y DISCUSIÓN 75 
Rendimiento de grano 75 
Contenido de humedad del grano en el momen-
to de la cosecha 79 
Altura de plantas 82 
PAGINA 
Resultado del análisis químico del suelo ... 86 
Resultado del análisis químico de muestras -
foliares 90 
CONCLUSIONES 95 
BIBLIOGRAFÍA 97 
CURRICULUM VITAE 108 
ÍNDICE DE TABLAS 
TABLA PAGINA 
I Niveles adecuados de nutrientes en la hoja 
de la mazorca, durante el estado inicial -
de formación del grano 62 
II Eventos lluviosos registrados de acuerdo al 
desarrollo del cultivo 68 
III Valores promedio de temperatura mensual co­
rrespondiente al período de desarrollo del 
cultivo 69 
IV Rendimiento promedio de grano con 12% de hjj 
2 
medad en kilogramos por parcela de 11.04 m 76 
V Análisis de varianza para producción de 
grano con 12% de humedad, en un arreglo de 
parcelas divididas con distribución en blo 
ques al azar de acuerdo a los tratamientos 
ensayados 78 
VI Contenido promedio de humedad del grano en 
el momento de la cosecha de acuerdo a los -
tratamientos ensayados 80 
TABLA PAGINA 
VII Análisis de variánza para el contenido de 
humedad del grano en el momento de la co­
secha 80 
VIII Altura promedio en metros de plantas de -
mafz de acuerdo a los tratamientos ensaya_ 
dos 83 
IX Análisis de varianza para altura de plan­
tas 85 
X Prueba de Duncan para promedios de altura 
de plantas en metros en relación a los ni 
veles de materia orgánica aplicados 85 
XI Resultados del análisis químico de las -
muestras de suelo 89 
XII Resultados del análisis químico de las 
muestras foliares, en relación a los tra­
tamientos 92 
ÍNDICE DE FIGURAS 
FIGURA PAGINA 
1 Distribución en el campo de los trata­
mientos en un arreglo de parcelas divi­
didas distribuidas en bloques al azar . 70 
2 Producción de grano por parcela en re­
lación a los tratamientos 77 
3 % promedio de humedad del grano en re­
lación a los tratamientos aplicados .. 81 
4 Altura de plantas en relación a los 
tratamientos 84 
EFECTOS EN EL RENDIMIENTO DE GRANO EN MAÍZ (Zea mays L.) POR 
APLICACIÓN DE MATERIA ORGÁNICA Y FERTILIZACIÓN NITROFOSFORICA 
AL SUELO Y FOLLAJE. 
Rolando Lara A l e d o y Daniel Morales 1_ 
Programa' de Graduados en Agricultura, Instituto Tecnológico 
y de Estudios Superiores de Monterrey. 
RESUMEN 
La fertilización tiene como finalidad incrementar los ren_ 
dimientos y mejorar las condiciones nutritivas de la planta al 
aumentar la reserva de nutrientes ya existentes en el suelo. 
El mafz se ha catalogado como un cultivo agotador del sue 
lo, siendo únicamente bajo un abastecimiento adecuado de nu­
trientes y materia orgánica como puede proporcionar rendimien­
tos satisfactorios. 
Dentro de los elementos muy importantes en la nutrición 
de esta planta destacan el nitrógeno y el fósforo que por lo 
general se encuentran a niveles bajos en los suelos. 
1_ Estudiante graduado y profesor respectivamente. 
2 
El nitrógeno, es un elemento integrante de la molécula 
de clorofila, promueve el crecimiento vegetativo vigoroso, -
la formación de frutos y semillas y es esencial para la for­
mación de proteínas (4, 5, 6, 8) 
El fósforo es un elemento esencial para el crecimiento 
y desarrollo del maíz ya que forma los fosfatos de hexosa y 
trlosa, los ácidos nucleicos, coenzimas y transportadores de 
energía (5, 7). 
El maíz, es uno de los cultivos que mejor responden a la 
incorporación de materia orgánica en el suelo, pues su desa­
rrollo coincide con la descomposición de la materia orgánica 
aprovechando así los elementos nutritivos liberados. 
La gran cantidad de bióxido de carbono producido durante 
la descomposición de la materia orgánica, es considerada de 
gran importancia para la liberación de ciertos nutrientes. 
El C02 se disuelve en el agua y se forma ácido carbónico. El 
resultado es una disminución del pH del suelo. Este efecto -
puede tener una gran importancia en los suelos alcalinos. Ba 
jo estas condiciones la disminución temporal de pH aumentará 
la proporción de otros elementos liberados como el boro, 
zinc, manganeso y hierro así como el fósforo C4, 10, 11). 
El peligro de llegar a suministrar dosis de fertilizante 
3 
demasiadas pequeñas, incapaces de satisfacer la adecuada nu-
trición de los rendimientos posibles, así como por otro la-
mayores 
do, el deseo de evitar aplicaciones que sean del óptimo nece-
sario, hacen de los análisis de suelos y foliares, por regla 
general, un evidente medio para la determinación de los nu-
trientes requeridos (4). 
De acuerdo a Barber y Olson (2), el análisis de plantas 
es un medio excelente para conocer el balance de nutrientes 
en el vegetal. Según estos investigadores el rango de los -
valores indicados como niveles adecuados de nutrientes para 
laplanta de mafz en la hoja de la mazorca durante la fase -
inicial de formación de grano, se manifiesta de la siguiente 
manera: 
Nutrientes Rango de concentración 
N 2.75 - 3.25% 
P 0.25 - 0.35% 
K 1.75 - 2.25% 
Ca 0.25 - 0.40% 
Mg 0.25 - 0.40% 
S 0 . 1 - 0 . 2 % 
Fe 20 - 250 ppm 
Mn 20 - 150 ppm 
Zn 20 - 70 ppm 
Cu 6 - 2 0 ppm 
B 4 - 2 0 ppm 
4 
Los objetivos planteados al realizar esta Investigación 
fueron establecer cuantitativamente el efecto de los trata-
mientos ensayados: Fertilización n1tro-fosfÓr1ca , materia or 
gánica y su interacción sobre el cultivo del maíz en relación 
a la producción de grano, altura de plantas y contenido de -
humedad del grano con el estado nutricional de la planta a -
través de la discusión de los resultados de los análisis de 
suelos, plantas y rendimiento de grano obtenidos. 
La investigación se llevó a cabo en el Campo Experimen-
tal del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Mo£ 
terrey, en Apodaca, Nuevo León, durante el ciclo verano-otoño 
de 1977. 
Se estudiaron 3 niveles de nitrógeno aplicado al suelo: -
0, 100 y 200 kilogramos por hectárea, utilizando como fuente -
el nitrato de amonio. Un nivel de nitrógeno (urea en solución 
al 1%) asperjado al follaje. Un nivel de fósforo aplicado fo-
liarmente, utilizando el producto comercial "Cottofos" a razón 
de 3 kilogramos por hectárea en cada aplicación. Dos niveles 
de materia orgánica (estiércol de bovino parcialmente descom-
puesto): 0 y 10 toneladas por hectárea, distribuidas únicamen-
te al fondo del surco antes de la siembra. Todas las unidades 
experimentales recibieron el equivalente a 60 kilogramos por -
hectárea de PgOg utilizando como fuente el superfosfato triple. 
5 
La época de aplicación de los tratamientos referidos a 
partir de la fecha de siembra del cultivo, fué de la siguien 
te manera: El fertilizante nitrogenado al suelo (nitrato de 
amonio), fué aplicado a la siembra, 40 y a 60 días, cuando -
fueron tres aplicaciones; y a los 50 y 60 dfas cuando fueron 
dos aplicaciones. 
La materia orgánica fué aplicada 3 dfas antes de la siem 
bra. El fertilizante fosfórico al suelo, se distribuyó el -
dfa de la siembra. 
Para la investigación se diseñó un experimento factorial 
consistente en un arreglo de parcelas divididas en distribu-
ción de bloques al azar. La parcela grande fué la dosis de -
fertilizante y la parcela chica correspondió a los niveles de 
materia orgánica. 
Se realizaron análisis químico de suelos de muestras pro_ 
venientes del lote experimental antes de la siembra y después 
de la cosecha. 
Durante la fase inicial de formación del grano se obtuvo 
muestras de plantas consistentes en hojas de la mazorca, con 
el objeto de establecer su concentración de N, P, K, Ca. 
Como resultado del estudio, en cuanto a producción de -
6 
grano, no se encontró diferencia significativa entre trata­
mientos por aplicación de fertilizante, materia orgánica e 
interacción fertilizante-materia orgánica. Sin embargo, los 
rendimientos de grano fueron mayores para todos los trata­
mientos de fertilización cuando se aplicó materia orgánica. 
No hubo diferencia significativa a nivel de 5% entre -
los contenidos de humedad del grano por efecto de tratamien­
tos de fertilizantes, niveles de materia orgánica e interac­
ción fertilizante-materia orgánica. Referente al efecto de 
los tratamientos en altura de plantas, únicamente se encontró 
diferencia significativa por acción de la materia orgánica. 
Las plantas de las parcelas a las que se aplicó 10 toneladas 
por hectárea de materia orgánica, alcanzaron una altura prome 
dio de 2.78 m en comparación a 2.71 m de aquellas que no reci_ 
bi eron. 
De los resultados del análisis qufmtco de las muestras -
foliares comparados con el rango de contenido adecuado de nu­
trientes proporcionado por Berber y Olsen (2), se tiene que 
para el caso del nitrógeno en todos los casos analizados, se 
registró una concentración que no alcanza el límite mínimo de 
normalidad, es decir, a pesar que algunos tratamientos reci­
bieron 100 y 200 kilogramos de nitrógeno por hectárea, el con 
tenido en las hojas se manifestó igualmente deficiente que el 
registrado en aquellas plantas que no recibieron ninguna apii_ 
7 
cación de nitrógeno. Esto hace suponer que hubo algún fac-
tor o factores que inhibieron la absorción del elemento en -
estudio por parte de la planta. 
En cuanto al contenido de fósforo tanto para aquellos -
tratamientos que recibieron 60 kilos de P 2 0 5 por hectárea, 
durante la siembra y aquellos que además de esto recibieron 
aplicaciones foliares de fósforo, el contenido es bastante -
similar. Prácticamente todos los casos se encuentran dentro 
de los límites normales. 
En lo referente a potasio, en todos los casos analiza-
dos, se encontró que su concentración en la planta fue defi-
ciente, ya que, ningún resultado alcanza el límite mínimo de 
normalidad (rango adecuado de 1.75 a 2.25%). 
Lo contrario sucede con el calcio, de las dos muestras 
analizadas se encontró que la concentración de este elemento 
está muy por encima del rango normal (.25 a .40%). 
Respecto a este desbalance catiónico N(potasio y calcio) 
Bower y Pierre (3); Allaway y Pierre (1); Stanford, Kelly y 
Pierre (9), coonciden en señalar que en aquellos suelos que 
contienen grandes cantidades de calcio y magnesio, se inter-
fiere la absorción normal de potasio por las plantas de maíz, 
aún cuando el suelo puede estar relativamente bien abasteci-
8 
do de potasio. Esto es, ya que, las mismas cantidades son -
consideradas ordinariamente suficientes para maíz en suelos 
áci dos. 
Resultados del análisis químico de las muestras de suelo. 
C 11 Kilogramos por hectárea 
Tratamiento pH meq/lOOgr M % Q > NO3 P 2 0 5 ¡f^ ^ S S l . Int. Sol. Int. 
Sin trata-
miento (an 8.0 22.5 2.1 35 56 39 317 52 2920 11 190 
tes de la 
siembra) 
100-60-0 
+10 Ton/Ha 
de Mat. or_ 
gánica. 
(muestreo 7.9 23.13 1.9 32 143 35 377 46 2980 13 250 
después de 
la cosecha) 
200-60-0 
+10 Ton/Ha 
9 6 a ü ^ ' I„i 8.0 23.8 2 .0 31 143 35 406 67 3150 13 230 ¿ aplic. foi. 
de fósforo 
(Muestreo -
después de 
la cosecha) 
10 
Tratamiento % N % P % K % Ca 
0.25 1.54 
0.36 1.36 
0.28 1.49 2.1 
0.30 1.58 1.75 
0.28 1.72 
100 Kg. N +60 
Kg. P 2 0 5 por 2.34 Hectárea. 
200 Kg. n + 60 
Kg. P 2 0 5 + 10 ton. ae materia 2.41 
orgánica por 
hectárea + 2 a-
pHcaciones de 
fósforo. 
0 Kg. N + 60 
Kg. P 2 0 5 por 2.32 hectárea. 
0 Kg. N+60 Kg. 
P 2 0 5 + 10 ton. de materia or- 2.36 
gánica por hec_ 
tarea. 
200 Kg. N + 6 0 Kg. 
P 2 0 5 + 10 tonela­das dé materia 2.30 
orgánica por -
hectárea. 
Rango adecuado 
(según Berber y 
Olsen) 2.75 a 3.25 0.25 a 0.35 1.75 a 2.25 0.25 a 0.40 
Análisis de plantas: 
Resultados del análisis químico de las muestras folla­
res, en relación a los tratamientos. 
CONCLUSIONES 
Los tratamientos ensayados: 0-60-0 y 200-60-0 kilogramos 
de nitrógeno y fósforo por hectárea, usando como fuentes 
el nitrato de amonio y el superfosfato triple; las apli-
caciones foliares de solución de urea al 1%, las aplica-
clones de materia orgánica no tuvieron efectos estadísti_ 
camente significativos al nivel del 5% de probabilidad 
en el rendimiento de grano, su contenido de humedad a la 
cosecha y el período de floración en la variedad de maíz 
Nuevo León VS-1. 
Se encontró diferencia estadísticamente significativa -
por efectos de la materia orgánica en la altura de plan-
tas; en presencia de materia orgánica las plantas fueron 
más altas. La fertilización nitrofosfórica no tuvo efe£ 
tos en este carácter. 
Los resultados del análisis químico de las muestras fo!1a_ 
res demostraron que a pesar de las aplicaciones nitrogena_ 
das al suelo y al follaje, la concentración de nitrógeno 
en la planta se halló deficiente. 
La concentración de fósforo en las plantas se encontró -
dentro del rango normal. 
12 
5.- Se estableció un desbalance catiónico en la planta: La -
concentraciónde potasio se encontró deficiente, mien­
tras que el contenido de calcio fue muy alto en relación 
a los niveles normales. 
BIBLIOGRAFÍA 
Allaway, H. and H. Pierre, 1939 , Avai1abi1 ity, flxation, 
and liberation of potassium 1n high-Ume soils. 
Jour. Amer. Soc. Agron., 31: 7-12. 
Barber, S. and Olson R., 1969, Ferttlizer Use Corn, ed1-
ted by L. B. Nelson et al: Changing patterns 1n -
fertiHzer use. Soil Science Society of America, 
Inc. Madison, USA, pp. 177-178. 
Bower, C. and W. Pierre, 1944.Potassium response of va-
rious crops on a high-lime soil in relation to thel 
contents of potassium, calcium, magnesium, and so-
di um, Jour. Amer. Soc. Agron., 36: 608-614. 
Jacob, A. y H. Wexkull, 1973, Fertilización; nutrición y 
abonado de los cultivos tropicales y subtropicales. 
4a ed. en español. México, EURAM pp. 49-50, 125-
136-175. 
Me Vickar, M. , et al edit., 1963 , Fertilizer, technology 
and usage, Madison, Wisconsin. Soil Science Socie-
ty of America, pp. 11-125. 
Nelson, L., 1956, The mineral nutrltion of corn as reía-
14 
ted to its growth and culture. Advances in agron£ 
my VIII: 321-368. 
Rojas, M. 1972, Fisiologia vegetal aplicada. México, Me 
Graw Hill , pp. 104. 
Russell , J. & E. Russell, 1954. Las condiciones del sue 
lo y el desarrollo de las plantas. Madrid, Aguí-
lar S. A. 8a ed. pp. 36-44. 
Stanford, G. et al, 1941, Catión balance in corn grown on 
high-lime soils in relation to potasslum defideney. 
Soil Science Society of America, Proceedings, 6: -
335-341. 
Thompson, L., 1966. El suelo y su fertilidad, Editorial -
Reverte, 3a ed., pp. 226-227. 
Tisdale, S. y W. Nelson, 1970, Fertilidad de los suelos 
y fertilizantes, Barcelona, Montaner y Simón S. A. 
pp. 230-232. 
INTRODUCCIÓN 
Dentro del proceso de la producción agrícola, el uso de 
los fertilizantes ha llegado a concretarse en una práctica -
bastante utilizada, dado los resultados positivos y en ocasio 
nes impresionantes que se han logrado en el aumento de las co_ 
sechas. 
Si bien, en varias reglones la simple práctica de la fer. 
tiUzación ha sido convincente, en ningún momento debe perder 
se de vista que el rendimiento vegetal es el producto de una 
gama de factores interactuantes y dinámicos que conjuntamente 
con la fertilidad del suelo deciden en definitiva la cantidad 
y calidad de la cosecha. 
En los últimos años, debido a la creciente demanda de a-
limentos se ha llegado a constituir en preocupación y más que 
todo en necesidad, la realización de trabajos de investiga-
ción, tendientes a superar las barreras que frenan el aumento 
de la productividad de los cultivos denominados básicos. Dej^ 
tro de este contexto, estudios sobre el maíz en sus diversos 
tópicos se han venido ejecutando y con la ayuda de la ciencia 
y la tecnología muchos problemas se han diluscidado. 
Específicamente, estudios en el campo de la nutrición 
del maíz han sido muy significativos pues mediante el abaste-
16 
cimiento adecuado de nutrientes los rendimientos han sido -
elevados considerablemente. 
En muchas regiones dado sus características intrinsicas, 
a pesar que se aplica fertilizantes, no se encuentra una res_ 
puesta en el rendimiento que vaya acorde al insumo utilizado. 
Ante tal circunstancia, surge la interrogante y el Interés -
por conocer qué factor o factores están frenando el aumento-
de la productividad. 
El Campo Agrícola Experimental del I T E S M en Apodaca, 
N. L. presenta una situación similar: El cultivo del maíz, -
no manifiesta en sus rendimientos una respuesta convincente 
a la aplicación de fertilizantes, especialmente nitrofosfórj_ 
eos. 
Con el propósito de realizar estudios de fertilidad re­
lacionados al cultivo del maíz, se llevó a cabo en 1977 en el 
Campo Experimental del Instituto Tecnológico de Estudios Supe 
riores de Monterrey en Apodaca, Nuevo León, un trabajo ten­
diente a lograr el incremento de producción de grano mediante 
la aplicación de fertilizante nitrogenado y fosfórico, tanto 
por la vía radicular como foliar, así como la aplicación de -
materia orgánica. Los fundamentos teóricos, los resultados y 
su discusión, se resumen en el presente trabajo. 
17 
Objeti vos: 
Establecer cuantitativamente el efecto de los tratamien^ 
tos ensayados: Fertilización nitro-fosfórica, materia orgánj_ 
ca y su interacción sobre el cultivo del maíz en relación a 
la producción de grano, altura de plantas y contenido de hu­
medad del grano a la cosecha. 
Relacionar la producción de grano con el estado nutri-
cional de la planta a través de la discusión de los resulta­
dos de los análisis de suelos, plantas y rendimiento de gra­
no obtenidos. 
LITERATURA REVISADA 
Fertilización nitrogenada 
La fertilización tiene como finalidad incrementar los -
rendimientos y mejorar las condiciones nutritivas de la plan 
ta al aumentar la reserva de nutrientes ya existentes en el 
suelo. 
El mafz se ha catalogado como un cultivo agotador del -
suelo, siendo únicamente bajo un abastecimiento de nutrien-
tes y materia orgánica como puede proporcionar rendimientos 
satisfactorios. Uno de los elementos muy importantes en la 
nutrición de esta planta es el nitrógeno, ya que es integrar^ 
te de la molécula de clorofila, promueve el crecimiento vege 
tativo vigoroso, la formación de frutos y semillas y es esen 
cial para la formación de proteínas. (28) 
Mientras mayor sea el aporte de nitrógeno, más rápido -
se convierten en proteínas y protoplasma los carbohidratos -
sintetizados por lo cual el nitrógeno aumenta la cantidad de 
protoplasma. (48) 
La deficiencia de nitrógeno ejerce un marcado efecto s£ 
bre el rendimiento de las plantas. Los vegetales permanecen 
pequeños y se tornan rápidamente cloróticos, dado que no exis 
te suficiente nitrógeno para la realización de la síntesis -
19 
de la proteína y clorofila. A causa de la deficiencia cloro 
f í ü c a , la planta sufre de inhibición de su capacidad asimi-
ladora y de formación de carbohidratos. Esto provoca una -
prematura floración y fructificación, acortándose e inh1bié_n 
dose el desarrollo vegetativo (20). Algunos autores atribu-
yen que bajo estas condiciones los granos de maíz no tienen 
el tamaño normal y son menos pesados. 
Cuando el nivel del nitrógeno es excesivo, las hojas de 
las plantas alcanzan un tamaño mayor, produciéndose más foto 
síntesis así como de manera más rápida se convierten en pro-
teínas y protoplasma los carbohidratos sintetizados. Como -
consecuencia, se producen células demasiado grandes y de pa-
red celular tan delgada que la planta es fácilmente atacada 
por insectos y enfermedades y dañada por las condiciones cli_ 
máticas adversas tales como fuertes vientos que causan aca-
me (12). 
Para algunos autores, el nitrógeno en exceso puede re-
tardar la maduración del maíz al favorecer excesivamente el 
crecimiento vegetativo (20). Agrónomos de Illinois, citado 
por McVickar (28), investigaron la relación entre nitrógeno 
y madurez en maíz. El contenido de humedad del grano fué -
considerado como el mejor y más práctico indicador de madu-
rez y a pesar que aplicaron 0, 56, 112 y 168 kilogramos de 
nitrógeno por hectárea, no encontraron diferencias aprecia--
20 
bles en madurez determinada por el contenido de humedad del -
grano; concluyendo que si hay algún efecto del nitrógeno so-
bre la madurez, éste es muy pequeño para medirse. 
McGregor (26), en forma similar reportó que aplicaciones 
de nitrógeno hasta 336 kilogramos por hectárea, no incrementa 
ron el contenido de humedad del grano de mafz. 
La efectividad de la fertilización nitrogenada, aplicada 
al maíz es reducida cuando el abastecimiento de otros nutriera 
tes es inadecuado. Otros factores limitantes como condicio-
nes estacionales adversas, baja población de plantas y estru£ 
tura pobre del suelo afectan o disminuyen el rendimiento y re_ 
ducen los requerimientos de nitrógeno por el cultivo. As1mis_ 
mo actúa negativamente el uso ineficientedel fertilizante nj_ 
trogenado (61). 
A través de numerosos trabajos de campo, varios autores 
(66, 8 ) , determinaron la efectividad del nitrógeno sobre el 
maíz respecto a rendimiento y a la composición química de las 
hojas y granos de maíz. La aplicación de nitrógeno incremen-
tó significativamente el porcentaje de nitrógeno en la hoja, 
así como la altura de las plantas. 
Consideraciones importantes sobre fuente nitro-amoniacales. 
Si bien, el nitrógeno puede ser absorbido por la planta 
21 
de maíz tanto en forma amoniacal como en nitratos, es impojr 
tante considerar las características de las fuentes, del sue_ 
lo y de las plantas para alcanzar buenos resultados. Nalftel 
(31), observó, que las plantas jóvenes de maíz absorben el -
ion amonio más rápidamente que el ion nitrato y que el nitra­
to es absorbido más rápidamente por las plantas adultas. El 
crecimiento mejor de las plantas sin embargo, resulta cuando 
ambos iones están presentes. 
Los abonos que contienen el nitrógeno en forma de nitra­
tos, se caracterizan por su fácil solubilidad en el agua y -
por su rápida utilización en la mayor parte de las plantas. 
Debido a su elevada solubilidad, se lava fácilmente. 
Los abonos amoniacales también son solubles en agua, pe­
ro el nitrógeno llamado amoniacal no se lava tan fácilmente 
del suelo como los nitratos ya que su carga positiva le permi_ 
te adherirse a los coloides del suelo (58)'. 
El problema especial de los fertilizantes amoniacales es 
que en suelos con pH mayor de 7, se produce una volatiliza­
ción del amonio N H 4 + H 20 + OH •> N H 3 + 2H20. 
El riesgo de perder el nitrógeno por volatilización, se 
incrementa con el pH del suelo, la concentración del fertili­
zante amoniacal, disminución del contenido de humedad e incre_ 
mentó de temperatura. Las pérdidas están también inversamen-
22 
te relacionadas a la capacidad de intercambio iónico del sue_ 
lo (16 , 63, 64) . 
Mortland (30), refiriéndose a las reacciones del amonio 
en suelos, manifestó que el amonio puede ser adsorbido por -
minerales arcillosos, la materia orgánica ó puede ser disuel_ 
to en la humedad del suelo. Si no se adsorbe químicamente, 
se difunde libremente a través del suelo a la atmósfera. 
Aunque la adsorción química ocurre en los minerales arcillo-
sos bajo condiciones acidas, Mortland puntualiza que el amo-
nio es químicamente adsorbido en grandes cantidades por la 
materia orgánica bajo condiciones alcalinas. 
Mientras los suelos contengan considerable cantidad de 
materia orgánica, así como minerales arcillosos, la volatili_ 
z a d ó n del amonio no constituirá una fuente importante de -
pérdidas de nitrógeno, si el fertilizante amoniacal agregado 
es aplicado apropiadamente en el suelo en cantidades que el 
suelo pueda rápida y completamente adsorber. 
Martin y Chapman (27), establecieron que bajo condicio-
nes donde el aire se encuentra saturado de humedad, muy peque_ 
ñas cantidades de amonio se volatiliza y que para provocar -
pérdidas apreciables, el aire debe encontrarse relativamente 
seco. 
23 
Jewith, citado por Martin y Chapman (27), en experimen-
tos de laboratorio, estableció que cantidades substanciales 
de nitrógeno agregadas como N H 4 a suelos alcalinos (pH 8-10) 
fueron perdidas, pero que éstas no estuvieron influenciadas 
grandemente por las cantidades agregadas al suelo y que las 
pérdidas por volatilización se redujeron al mínimo cuando se 
detuvo la evaporación del agua. 
Cuando la temperatura se incrementa, las pérdidas de ni_ 
trógeno por volatilización del NHg se incrementa. En un es-
tudio a 65.5°C casi todo el nitrógeno amoniacal agregado al 
suelo y ajustado a 75-100% de su capacidad de humedad fué -
perdido. El contenido del suelo tuvo efecto pequeño sobre -
las pérdidas de amonio, excepto bajo condiciones de tempera-
tura de 66°C, más nitrógeno se perdió cuando el suelo se en-
contraba saturado que cuando fué ajustado a 25 o 75% de su 
capacidad (27). 
En un suelo con 45% arena, 21% limo y 34% arcilla y pH 
8, en un estudio con 3 fuentes nitrogenadas durante un perío_ 
do de 70 días, se encontró que 25% del nitrógeno agregado en 
forma de (NH^^SO^OH se perdió del suelo; 16% cuando se apli_ 
có urea y solamente 11% cuando se aplicó NH^NOg. 
De acuerdo a Olsen (37) y a Black (7), cuando los ferti_ 
Tizantes contienen amonio y son agregados al suelo, la nitri 
24 
ficación del 1on amonio tendrá efectos acidificantes de acuer 
do a la siguiente reacción para el caso del nitrato de amo-
nio: 
N H 4 N 0 3 + 2 0 2 -> 2HN0 2 + HgO 
Mltchel y Rennie (29) en un estudio experimental disminu^ 
yeron el pH de suelos alcalinos debido a la adición de nitra-
to de amonio e incrementaron la disponibilidad del fósforo pa_ 
ra las plantas. 
Schrevan (50), encontró que el nitrógeno puede perderse, 
distribuyendo al voleo los abonos que contienen amoníaco en 
la superficie de los suelos alcalinos y que las pérdidas pue-
den ser considerables; sin embargo se evitan efectivamente ejn̂ 
terrando los abonos de 2.5 a 5 cm. Importantes cantidades de 
nitrógeno se han perdido cuando los compuestos amoniacales 
han cubierto únicamente con una capa de 1 cm. en la superfi-
cie. A similares conclusiones llegaron Jackson y Chang (2). 
La colocación profunda es además Importante en las regi£ 
nes áridas donde los suelos superficiales se secan relativa-
mente pronto (59). 
Steenbjerb, citado por Chapman y Martín (27), reportó -
que las pérdidas de amonio de suelos fertilizados con compues_ 
tos amoniacales oscila alrededor de 5% a pH de 6 y 60% a pH 
25 
8 en 4 semanas. El pH y el carbonato de calcio del suelo -
fueron establecidos como Importantes para determinar las -
pérdidas. 
Características del nitrato de amonio: 
El nitrato de amonio sólido, contiene alrededor de 33.5% 
de nitrógeno. La mitad del nitrógeno total se comporta como 
iones amonio, NH^, una parte permanece en la solución del sue 
lo. La mayoría de los iones NH^ + se adhieren en las cargas 
negativas de las arcillas y de la materia orgánica. La mitad 
nitrato del nitrógeno (NOg) puede seguir los siguientes cami­
nos : 
a) Absorción por las raíces de las plantas. 
b) Desplazamiento hacia arriba y abajo por el agua del suelo. 
c) Utilización por los organismos del suelo. 
d) Desnitrificación especialmente si el suelo está cálido y 
húmedo. 
Después de la desnitrificación puede perderse en el aire 
en forma de gas (1, 35). 
Efectos del nitrógeno en la disponibilidad del fósforo para -
las plantas. 
Los efectos del nitrógeno sobre la disponibilidad del -
26 
fósforo para las plantas, pueden ser divididos en efectos -
biológicos y efectos químicos. Los efectos biológicos son -
aquellos causados indirectamente por los efectos del nitróge_ 
no sobre la forma y funciones de la planta, independientemen_ 
te de algunos efectos químicos directos que al aplicar nitró_ 
geno pueda tener sobre la disponibilidad de las fuentes de -
fósforo en el suelo. 
Los efectos químicos están referidos más que todo a los 
factores que afectan la solubilidad del fósforo tales como -
efectos de pH; las sales nitrogenadas pueden influenciar la 
absorción de fósforo por las plantas, dado que alteran la so 
lubilidad del fósforo en el suelo. La alcalinidad o acidez 
residual del nitrógeno agregado puede cambiar muy marcadamen^ 
te el fósforo en la solución y subsecuentemente la absorción 
del fósforo por las plantas (18). 
Referente a los factores biológicos, según Gruñes (18), 
la adición de fertilizante nitrogenado a suelos deficientes 
de nitrógeno, incrementan la superficie y la capacidad absoír 
bente de las raíces y pelos radiculares, los cuales tienen 
una alta capacidad absorbente por unidad de peso. En suelos 
deficientes de nitrógeno la adición de una banda de fertili-
27 
zante fosforado podría Incrementar la relativa absorción de 
fósforo por la estimulación al crecimiento de las raíces. 
En algunos suelos las plantas puedenno exhibir res-
puesta de crecimiento al agregar nitrógeno. Esto puede de-
berse a grandes cantidades de nitrógeno disponible, limita-
das cantidades de otros elementos esenciales, la presencia 
de materiales tóxicos o a otras causas. 
Olson et al (39), reportaron que el nitrato de amonio -
en contacto con el fertilizante fosfórico aumentó la absor-
ción de este último para cultivos de trigo y cebada. 
Viets (62), encontró alta correlación entre nitrógeno 
y fósforo en las hojas; sus datos de regresión indican que -
en rendimiento, el maíz estuvo muy relacionado al contenido 
de nitrógeno y fósforo en las hojas. Sus datos de trabajos 
en invernadero y campo, indican que aplicaciones de nitróge 
no Incrementaron la absorción de fósforo total. Este efec-
to del nitrógeno, lo atribuye al desarrollo de un sistema -
radicular más extenso en contacto con el fosfato del suelo. 
Gruñes (18), reportó que cuando el fertilizante fosfa-
tado fué mezclado con el suelo, la adición de fertilizante 
nitrogenado no incrementó el % del fósforo total absorbido -
por la planta. 
28 
Olson (40), a través de un estudio de fertilización uti_ 
3 2 
Tizando P encontró igualmente que el fertilizante nitroge­
nado estimula a la planta a usar el fósforo a través de un -
rango amplio de condiciones de suelo. El 1on aparentemente 
excede al N 0 3 en esta capacidad especialmente durante esta­
dos tempranos de crecimiento vegetal. 
Fertilización fosfórica. 
El fósforo es otro de los elementos esenciales para el 
crecimiento y desarrollo del maíz ya que forma los fosfatos 
de hexosa, y triosa, los ácidos nucleicos, coenzimas y trans_ 
portadores de energfa. En general puede decirse que la ener. 
gétlca celular depende del fósforo a través del enlace fósfo 
ro de plrofosfato (47). 
En plantas jóvenes y en pleno crecimiento, el fósforo -
es más abundante en los tejidos meristemáticos. Es un ele­
mento translocable y puede movilizarse de los tejidos más -
viejos a los más jóvenes bajo condiciones reducidas de dispp_ 
nibilidad de fósforo. En el período de floración y formación 
del grano, la mayoría del fósforo es translocado hacia las -
semillas y frutos. Las plantas deficientes en fósforo, pre­
sentan como regla general una coloración rojo-púrpura. Esta 
coloración es debido a un decremento en la síntesis de prote_ 
ína cuando el fósforo es deficiente en la planta (28); esto 
29 
resulta en un incremento de la cantidad de azúcares en los -
órganos de la planta. La concentración relativamente alta 
de azúcares favorece la síntesis de antocianlnas en las ho-
jas, lo cual ocasiona la mencionada coloración. Otras anor-
malidades en la planta pueden ser tallos delgados, hojas pe-
queñas, crecimiento lateral limitado y retraso en la madura-
ción. 
Aunque el fósforo se absorbe durante toda la vida de la 
planta, el principio de la estación constituye el período más 
difícil. En ese momento el porcentaje de fósforo es muy al-
to pero es baja la capacidad de absorción del sistema radicu-
lar. Los síntomas de deficiencia rojo-purpureos no suelen ma 
nifestarse después que el maíz alcanza una altura de 61 a 76 
cm (/) 
Los suelos deficientes en fósforo y que se van a desti-
nar al cultivo del maíz, es aconsejable fertilizarlos por las 
siguientes razones: 
1.- La fertilización con fósforo tiende a balancear la fer-
tilización nitrogenada y a acelerar la maduración del -
cultivo. 
2.- La calidad del maíz se incrementa por adiciones de fósfo 
ro. 
30 
3.- Los cultivos adecuadamente abastecidos con fósforo pue­
den ser más resistentes a enfermedades. Esto puede es­
tar relacionado a un mayor vigor de las plantas jóvenes 
y a una reducción de la suculencia (28). 
Absorción del fósforo por la planta: 
La mayor cantidad de fósforo que la planta de maíz nece 
sita continuamente es absorbida por las rafees en forma de -
los compuestos químicos HgPO^ y HPO^ dependiendo del pH del 
sistema en el cual el ion es absorbido. 
El volumen disponible de suelos para la extensión radi­
cular de las plantas debe ser lo más grande posible para te­
ner un adecuado abastecimiento de fósforo para la planta. 
El índice de renovación del fósforo en la solución del suelo 
debe ser suficiente para prevenir una escasez de éste y se -
convierta en un factor limitante para el crecimiento de la -
planta. Los vegetales jóvenes absorben el fósforo más rápj_ 
damente, e igualmente responden más a las aplicaciones fosfÓ_ 
ricas que las plantas viejas. En casos donde las plantas -
fertilizadas adecuadamente con fósforo son comparadas con -
plantas que pueden ser deficientes en fósforo, la respuesta 
a la fertilización puede ser obtenida. A medida que progre­
sa la estación, la diferencia en crecimiento entre las plan­
tas fertilizadas y las no fertilizadas decrece (57). 
31 
Es importante que las plantas con un sistema radicular 
restringido tengan un mayor abastecimiento de fósforo que -
las plantas con un sistema radicular grande el cual es capaz 
de absorber fósforo de un volumen mayor de suelo. Condicio­
nes de suelo tales como drenaje pobre o la presencia de un -
horizonte impermeable en la zona de crecimiento radicular -
son condiciones que pueden requerir la adición de mayores -
cantidades de fósforo dado el limitado desarrollo radicular. 
Bajas temperaturas del suelo también tienen un efecto sobre 
la habilidad de la planta para absorber fósforo y más dispo­
nibilidad de fósforo es necesario para plantas en condicio­
nes templadas que para plantas en estaciones cálidas. Desde 
luego que aparte de los factores limitantes externos hay que 
considerar las características intrínsicas de la planta, pues 
entre variedades de mafz se han reportado diferentes capaci­
dades para disponer del fósforo del suelo (4). 
El fósforo en suelos calcáreos. 
Se conoce que existe una relación estrecha entre pH y la 
cantidad de fósforo asimilable. 
La reacción del suelo, parece ser el factor más importar^ 
te que influye la efectividad de las fuentes de fósforo y su 
método de aplicación. En general, el grado de solubilidad -
del fósforo se asume más importante en suelos calcáreos que 
32 
en ácidos, mientras que el efecto de colocación es de mayor 
significancia en suelos ácidos. 
En suelos calcáreos, se obtiene un aumento en la efecti 
vidad de las aplicaciones del fósforo con el incremento de -
la solubilidad del fósforo (65). 
El pH óptimo para la sol ubi 11zación del fósforo, se en-
cuentra en el intervalo 6.5 a 7.5. En el intervalo de pH -
que se encuentra en el suelo (entre 4 y 10) existen tres for_ 
mas de ortofosfato: El monovalente, HgPO^; el divalente 
HPO^ y el trivalente P0]¡. 
La existencia cualquiera de estas formas es función del 
pH. Los iones P0^ aparecen en débil cantidad en el intervalo 
de 9 a 10. Entre 4 y 9 existen dos iones ortofosfato, H^O^" 
y HPO^, que pueden existir en solución. La proporción en que 
se encuentran estos iones es función del pH. La concentra-
ción en H 2 P 0 ^ es máxima a pH4 y mínima a pH9. Los dos iones 
están en equilibrio a un pH 7.2. 
La concentración en H2P0]j será muy reducida en un suelo 
saturado de ion calcio que preferentemente establece un valor 
de pH situado en el intervalo 7.5 a 8.5. Por otro lado, el 
ion HPO4 precipita por acción del calcio dando fosfato dical_ 
cico, que es relativamente insoluble en agua. Si el valor -
33 
del pH es superior a 8.5 el suelo tiene una cantidad notable 
de sodio en forma intercambiable. La sal sódica del HPO^ es 
más soluble que la sal calcica y de ahí que el fosfato sea -
más soluble en el intervalo 8.5 a 9 que entre 7.5 y 8.5. 
Sin embargo aunque la solución contiene más fosfato entre -
8.5 y 9, las plantas absorben mejor este elemento entre 7.5 
y 8.5 (57) . 
Se estableció que la química de los fosfatos de suelos 
calcáreos involucra reacciones de fosfato de calcio escasa-
mente soluble. El carbonato de calcio a través de su efecto 
sobre la reacción del suelo (pH), su superficie reactivay -
como una fuente del ion común, ejerce un efecto dominante so 
bre la naturaleza y propiedades del fosfato en suelos calca-
reos. El carbonato de calcio disminuye la solubilidad y dis_ 
ponibilidad para la planta de fosfatos (11). 
La concentración o actividad del fósforo en la solución 
del suelo, en suelos alcalinos o calcáreos se considera go-
bernada por tres factores: 
1.- Actividad del C a + + 
2.- La cantidad y tamaño de las partículas del carbonato cál_ 
cico libre en el suelo. 
3.- La cantidad de arcilla presente. 
La actividad del fósforo será menor en aquellos suelos 
34 
que tienen una alta actividad de C a T T , una gran cantidad de 
carbonato calcico finamente dividido y una gran cantidad de 
arcilla saturada de c a l d o . Reciprocamente y en orden a main_ 
tener un nivel dado de actividad fosfato en la solución del 
suelo, es necesario añadir grandes cantidades de fertilizan-
tes tipo fosfato a tales suelos (59). 
Características del superfosfato triple 
El superfosfato triple, contiene del 19 al 22 por ciento 
de fósforo (44.52% P205), un 95 al 98% del cual es hldrosolu-
ble y aproximadamente todo el fósforo es clasificado como dis_ 
ponible. Los suelos que son calcáreos disminuyen también la 
eficacia de los fosfatos. En estos suelos los Iones fosfato 
son adsorbidos por la superficie de carbonato calcico finamen^ 
te dividido y convertidos posteriormente en apatitas insolu-
bles, o son precipitados como fosfatos calcicos insolubles dj_ 
rectamente por la solución del suelo. 
En suelos calcáreos, las formas granulares de fosfatos 
altamente nidrosolubi es darán generalmente buenos resultados, 
aunque la evidencia experimental indica que se obtienen mejo_ 
res efectos con productos pulverizados mezclados complétame^ 
te con el suelo. (59) Sin embargo para Webb (65), la colocación 
del fósforo no es tan influyente aunque de acuerdo a sus in-
vestigaciones el fertilizante fosfórico colocado en hileras 
35 
fué ligeramente superior que las aplicaciones al voleo. 
La absorción de fósforo por las plantas se debe fúndame^ 
talmente al proceso de solubil1zación de los fertilizantes -
fosfáticos en el suelo. El fósforo solubilizado en un suelo, 
solo permanece en solución durante un tiempo breve. La mayor 
parte reacciona con los componentes del suelo y se fija. Av-
nimelech y Hagin (3), comprobaron que la solubilidad de los -
fertilizantes en el suelo no guarda necesariamente una corre­
lación con su solubilidad en diversas soluciones. Los ferti­
lizantes fosfáticos de baja solubilidad son solubles en el 
suelo, mientras la solución del suelo no esté saturada de -
aquellos. Los fertilizantes solubles, por ejemplo, el super^ 
fosfato, pueden comportarse como Insolubles, pues cuando la 
solución concentrada resultante reacciona con el suelo, se -
forman compuestos de baja solubilidad. 
Según Ozbeck y Aydeniz (42), desde el punto de vista -
económico es importante saber cuando se aplican abonos fosfo 
tados, hasta que punto las plantas utilizan el fósforo del -
abono o del suelo en las diversas fases de su crecimiento y 
a diferentes valores de pH.. 
Ozbeck y Aydeniz (42), en un estudio de la absorción del 
fósforo de los abonos y del suelo por plantas de arveja y ave_ 
na en diversas fases de crecimiento y empleando como indica-
36 
dor J C P en cinco clases de suelos de pH 4.7, 6.1, 7.0, 8.0 y 
8.7 llegaron a los siguientes resultados: 
"1. En el caso de ambas plantas, la absorción de fósforo del 
abono durante el primer período de cuatro semanas fue con 
siderablemente más elevada que la absorción de fósforo -
del suelo. Esta observación es válida para todos los pH 
y, especialmente a pH 7.0, la absorción relativa de fósfo 
ro procedente del abono fue de 80% para la arveja y 97% -
para la avena. 
Las plantas absorben en cantidad distinta el fósforo del 
abono, y a todos los pH la avena absorbe una cantidad ma­
yor que la arveja. 
2. Durante el segundo período de cuatro semanas, disminuyó la 
absorción de fósforo del abono por las plantas, y, al mis­
mo tiempo, aumentó la absorción de fósforo del suelo por 
parte de ambas plantas a todos los pH, pero las diferen­
cias entre el índice de absorción de fósforo del abono o -
del suelo fué menor para la arveja que para la avena. 
3. En el tercer período de cuatro semanas, no se observaron 
diferencias apreciables entre la absorción de fósforo del 
abono o del suelo por ninguna de las plantas (exceptuando 
a pH 8.0 para la arveja y a pH 5.0 para la avena). A pH 
7.0 ambas plantas utilizan cantidades mayores de fósforo 
del suelo que del abono. 
37 
4. El contenido total de fósforo en las plantas de ensayo en 
tres etapas de crecimiento guarda relación debida con el 
pH del suelo. El fósforo total de ambas plantas alcanzó 
la concentración máxima a pH 7.0 y disminuye para cualquier 
otro pH." 
Nelson et al (32), investigaron la absorción del fertili_ 
zante fosfórico en plantas de mafz en un suelo bajo en fósfo­
ro y concluyeron que la utilización del fertilizante fosfóri­
co por las plantas fué diferente en los distintos estados de 
crecimiento del mafz, utilizaron grandes cantidades de ferti­
lizante fosfórico particularmente en el primer estado de cre­
cimiento, pero la absorción decreció a medida que el desarro­
llo fue progresando. A similares conclusiones llegó Krantz 
et al (23). 
Ozbeck y Bergh, citado por Ozbek y Aydeniz (42), estudia_ 
ron la absorción relativa del fertilizante fosfórico en dife­
rentes cultivos en 2 niveles diferentes de pH: 5 y 8.5. En 
sus conclusiones encontraron que todas las plantas testigos 
presentaron una alta absorción del fertilizante fosfórico de 
suelos con pH 8.5 comparados con el suelo con pH 5.0. 
Stanford y Nelson (.55), compararon los efectos de dife­
rentes formas de fertilizantes con fósforo, tales como super-
fosfatos, metafosfato de calcio, fosfato dicalcico y fosfato 
38 
tricalcico, usando como testigo plantas de alfalfa y de ave­
na, establecieron que para avena, un gran porcentaje de su -
fósforo provenía del superfosfato y que durante su crecimien^ 
to inicial su absorción del fósforo fue más alta; la ut1liza_ 
ción de fosfato dicálcico y tricalcico por las plantas de -
avena, alcanzó un máximo en suelos con valores de pH ácidos. 
Por otro lado para alfalfa, el superfosfato fue la fuente -
más adecuada de fósforo, dado que esta planta tomó una gran 
proporción de su fósforo del superfosfato más que de otras -
fuentes. 
Laverty y Me Lean (24), investigaron algunos factores sp_ 
bre los rendimientos en diferentes cultivos relacionados a la 
absorción de fósforo. En sus conclusiones establecen que a 
medida que se incrementa el pH del suelo, menos fosfato es en 
contrado en la fracción fosfato de hierro y más es estableci­
do en una fracción fosfato de calcio. En todos sus experimejx 
tos el superfosfato tuvo un efecto inicial superior. 
Simpson (52), estudió los factores que afectan la absor­
ción de fósforo en varios cultivos y concluyó: 
a) Que la absorción de fósforo del suelo (fósforo nativo), se 
incrementó a medida que la temperatura aumentaba, mientras 
que el fósforo del fertilizante no fue afectado grandemen­
te por la temperatura. 
b) Que decreciendo la tensión de humedad del suelo, consisten 
39 
temente se incrementó la absorción de fósforo del fertilj. 
zante por plantas de avena, pero que no afectó grandemen­
te la absorción del fósforo del suelo cuando el fertili­
zante fué mezclado Intimamente con el suelo. 
c) Que incrementando las dosis aplicadas de superfosfato se 
causó siempre un incremento en la absorción del fósforo -
del fertilizante, pero muy frecuentemente se abatió la ab_ 
s o r d ó n del fósforo del suelo. 
d) Que aunque en suelos bajos en fósforo se registró una re­
lación curviHneal positiva entre absorción de fósforo y 
rendimiento de papas, una relación negativa fué determ1na_ 
da en suelos altos en fósforo. 
Épocas de aplicación y localización del fertilizante nitro-fos_ 
fórico. 
Usualmentelas aplicaciones de fertilizante principian -
desde el momento de la siembra. Los abonos aplicados tempra­
namente, favorecen su absorción por las rafees y por consi­
guiente el crecimiento de las plantas jóvenes es acelerado. 
Para el cultivo del mafz, resulta de gran beneficio que -
los fertilizantes sean aplicados localmente en bandas mejor 
que al voleo. Frecuentemente 90 Kg. de fertilizante aplicado 
en el surco es más efectivo en incremento del rendimiento del 
maíz, que 180 Kg. al voleo (33). 
40 
La localización del fertilizante con respecto al sistema radicular 
de las plantas en sus primeros estadios de desarrollo ha sido objeto ~ 
de estudio. 
Nelson (33), trabajando con fósforo radioactivo estableció que el 
fertilizante en bandas a nivel de la semilla era más provechoso para la 
planta que colocándolo arriba ó a 7 cm. abajo. Asimismo se estableció 
una gran utilización del fertilizante fosfórico cuando cantidades peque 
ñas fueron colocadas cerca a la semilla en comparación a bandas distan-
tes 7 cm. Igualmente Troug et al, citado por Nelson (34), establecie» 
ron que se desarrolla un crecimiento más rápido en las plantas jóvenes 
cuando el fertilizante se aplica tan cerca de la semilla como sea pos1_ 
ble, pero sin Interferir con la germinación. A este respecto, una — 
reducción en la germinación puede resultar s1 el fertilizante se pone 
en contacto directo con la semilla. 
Para fertilizante localizado en hilera y en contacto con la semi-
lla, Coe, citado por Thompson (57), detectó un retraso de la germina-
ción cuando aplicó por hectárea: 67 Kg. de 16% de superfosfato, 67 Kg. 
de 2-12-2, 33.6 Kg. de nitrato de sodio y 56 a 84 de muriato de pota-
sio. 
El grado de daño del fertilizante, es Influenciado por otros fac 
tores, incluyendo el contenido de sales, el nivel de humedad y el pa-
trón del movimiento del agua en el suelo, la textura y la capacidad de 
Intercambio del suelo. 
41 
Varios factores benéficos han sido señalados como derivados de los 
fertilizantes tempranos: Un mejor control de malezas es posible en v1r 
tud del acelerado crecimiento y desarrollo vegetativo, proyectando asf 
más sombra al suelo; el sistema radicular es incrementado más rápida-
mente y por lo tanto se aumenta la zona absorbente. Asi también el de-
sarrollo en general del cultivo puede acelerarse por lo que el tiempo 
requerido para la maduración es factible de reducirse (34, 38). 
Los efectos benéficos de la fertilización inicial o temprana so-
bre el crecimiento de la planta, no siempre se refleja en el rendimien-
to final del maiz. Ohlrogge (36) y Rhoades citado por Nelson (36, 34), 
observaron que mientras una cantidad pequeña de nitrógeno es aplicada a 
la plantación, se estimula el crecimiento temprano, pero que esto no 1n_ 
fluye el rendimiento del maíz s1 a la planta no se le prevee de nitró-
geno en sus estadios posteriores. 
En efecto, Deturk, citado por Olsen (37), menciona un ejemplo don-
de un cultivo de maíz que recibió fertilizante nitrogenado tempranamein 
te, rindió menos que otro que no fué fertilizado. Sin embargo cuando -
se complementó la aplicación más adelante en el desarrollo del cultivo, 
el rendimiento fué muy superior a las plantas no fertilizadas. 
Muchos estudios indican que desde su emergencia, el maíz debe ser 
abastecido de nutrientes, especialmente de fósforo y nitrógeno. S1n -
embargo la aplicación principal debe efectuarse durante la época críti-
ca o sea cuando los requerimientos de las plantas son altos. Respecto 
42 
a la época de aplicación, cuando el maíz alcanza una al­
tura de 2 a 3 píes, es el período de mayor utilización del 
nitrógeno, ya que aproximadamente 3 semanas antes de la -
emergencia de la panoja, se presenta la máxima velocidad -
de producción de materia seca. Esto no debe Interpretarse 
en el sentido que al cultivo de maíz debe aplicársele ni­
trógeno 1 sola vez. El número de aplicaciones y la época 
estarán en f u n d a n del suelo, el clima, la forma de nitró­
geno usado y la proporción de nitrógeno requerido (6). Por 
ejemplo, si se fertiliza en un suelo arenoso donde las pér_ 
didas por lixiviación son altas, la aplicación debe ser -
fraccionada. Igualmente en suelos alcalinos por el proble 
ma de pérdida gaseosa de nitrógeno a partir de compuestos 
amoniacales (1). 
Una vez desarrollado el maíz, la colocación del ferti_ 
H z a n t e respecto a la distancia del surco de maíz no pare­
ce registrar diferencias, ya que el sistema radicular se -
extiende rápidamente a través de los espacios entre surcos. 
Asimismo la profundidad de aplicación estará en función del 
contenido de humedad del suelo así como del patrón de movi­
miento del agua; aunque por regla general se recomienda en­
terrar el fertilizante especialmente en suelos alcalinos pa_ 
ra evitar al mínimo pérdidas por volatilización de n1trÓge_ 
no (6, 34, 45). 
43 
Al igual que el nitrógeno, el período de acumulación 
de fósforo en la planta ocurre duralnte la emergencia de -
la pantoja, asf como durante la flcjraclón y formación del 
grano. 
El índice mayor de acumulación de fósforo es parale­
lo al período de mayor rapidez en producción de materia se_ 
ca. 
Durante la época de reproducción y formación del gra­
no, gran parte del fósforo emigra dje las partes vegetati­
vas tales como hoja y tallos y se acumula en el grano. 
La aplicación del fósforo dado a que este elemento es 
muy Importante en todo el ciclo de (jlesarrollo del maíz, se 
recomienda desde el momento de la $iembra. El número de -
aplicaciones, estará en función de|l suelo. Por ejemplo -
cuando el suelo ha sido bien manejado y no hay deficiencias 
marcadas de fósforo, una aplicación al momento de la siem­
bra será suficiente. A este respecto, Nelson (34) recomiera 
da aplicar de 22 a 56 kilogramos por hectárea. Sin embar­
go bajo condiciones de escasez, el fertilizante aplicado a 
la siembra no es suficiente para abastecer los principales 
requerimientos del cultivo, ya que en estas condiciones se­
gún Stanford y Nelson (55) la planta utiliza menos del 15% 
del fertilizante fosfórico aplicado y además dado que el -
44 
fertilizante Inicial está localizado cerca de la superfi-
cie y que el fósforo no se mueve aprecíablemente en el sue 
lo, este permanece en un área desfavorable de absorción -
durante periodos secos. 
En una forma general, se recomienda que la aplicación 
de fósforo soluble, se haga directamente al cultivo de -
maíz a una profundidad suficiente que evite el secado de -
la superficie del suelo para que la planta pueda absorber-
lo (6, 35). 
Se ha comprobado que la finura de la textura del suelo 
aumenta la retención del fertilizante fosforado añadido. -
Esto podría predecirse por un conocimiento de la relación 
entre la velocidad de una reacción química y la cantidad -
de superficie expuesta por los reaccionantes. 
Si se añade a un suelo un fertilizante a base de fos-
fato soluble aplicándolo por diseminación, el fosfato es -
expuesto a una cantidad de superficie mayor; como consecuen_ 
cía ha lugar más fijación que si la misma cantidad de ferti_ 
lizante ha sido aplicado en bandas. La colocación en ban-
das aumenta generalmente la utilización por las plantas de 
los fosfatos solubles en agua tales como el superfosfato -
(25). 
45 
Requerimientos nutritivos. 
Long y Soubies, citados por Jacob (20), presentan los 
requerimientos de NPK para el mafz de la siguiente manera: 
según Long, una cosecha de 2845 Kg. requiere: 
N 180 Kg ./Ha 
P205 62 Kg./Ha 
K 124 Kg./Ha 
Soubies, reporta las siguientes cantidades extraídas 
por cada 50 Kg. de grano cosechado: 
N 2.5 Kg. 
P 2 0 5 1.0 Kg. 
K 20 2.0 Kg. 
En una forma aproximada estos resultados concuerdan en_ 
tre sí. 
Fertilización follar. 
Factores que afectan la absorción y el uso de nutrientes as_ 
perjados sobre las hojas. 
La nutrición de las plantas por vía follar, es un tema 
que con el transcurso del tiempo y dado los resultados al-
canzados ha cobradoun auge significativo. Aunque por nat]¿ 
raleza, la nutrición vegetal se realiza fundamentalmente -
46 
por el sistema radicular, no siempre las condiciones ambiejí 
tales en lo que a suelo concierne son óptimas, por lo que 
el desarrollo de las plantas se ve aminorado. Varios auto-
res (3, 9, 67, 44}, concuerdan en que los problemas especia^ 
les de nutrición, que provocan un interés en las aplicacio-
nes foliares, son la fijación rápida de nutrientes por el 
suelo en forma no aprovechable por las plantas, la baja res_ 
puesta a los fertilizantes aplicados al suelo y la necesi-
dad de un método Inmediato de control o de efecto rápido a 
tes que el tratamiento al suelo haga su efecto. 
Dentro de los cultivos trabajados ampliamente con fer-
tilización follar, se tiene la pina, la caña de azúcar y ár_ 
boles frutales. En pina, Wittwer y Teubner C68), mencionan 
que en Hawaii, del 75 al 80% del nitrógeno aplicado se hace 
por medio de aplicaciones follares y del 40 a 50% de fósfo-
ro y potasio. En algunas plantaciones se utiliza la urea 
como única fuente de nitrógeno. En este caso el interés -
por este sistema de fertilización está fundamentado porque 
las aplicaciones foliares han sido tan efectivas como los 
tratamientos al suelo y porque las hojas de la pina pueden 
tolerar altas concentraciones de nutrientes. 
En caña de azúcar y árboles frutales, las aplicaciones 
foliares de urea, magnesio y elementos trazas, han sido efec_ 
tivos y eficientes como medio de abastecimiento de los reque 
47 
rlmlentos nutrldonales. Desde luego que hay unas varleda 
des que responden mejor que otras. Similares resultados -
se han obtenido en hortalizas, pues se ha reportado que el 
nitrógeno, fósforo y potasio han sido absorbidos por las, 
partes aéreas aún más eficientemente que cuando se ha he­
cho el tratamiento al suelo. En cereales (14) se han re­
portado resultados beneficiosos, especialmente cuando los 
tratamientos son hechos durante las últimas fases del desa 
rrollo vegetativo o durante la floración temprana y fructl 
ficación. 
El proceso de la fertilización foliar, es complejo, ya 
que aparte de intervenir factores propios de la planta, ac­
túan factores climáticos y las propiedades especificas de 
los compuestos aplicados, por esa razón y dada la interac­
ción de los factores mencionados, la nutrición foliar muchas 
veces está condicionada. 
Ángulo de contacto y la superficie mojada. 
Las soluciones acuosas de nutrientes asperjados sobre 
las hojas, deben penetrar a las células vivas, para ser ya 
sea metabolizadas por ellas o translocadas a través de la 
planta; la entrada inicial puede ser por medio de los esto­
mas a las células del mesófllo o bien directamente, a tra­
vés de la cutícula y llegar a las células interiores. Se-
48 
gún Boynton (9) para que ocurra la penetración de un líqui_ 
do a través de los estomas o la cutícula, la superficie de 
la hoja, debe ser primero humedecida; la habilidad de un -
liquido para mojar una superficie sólida, es una f u n d ó n -
de su ángulo de contacto sobre la superficie; esto depende_ 
rá de la tensión superficial del liquido y de la naturale-
za de la superficie sólida. 
Varios trabajos han reportado la influencia del ángulo 
de contacto de líquidos sobre la superficie. Scott (49) es_ 
t a b l e d ó grandes diferencias en el ángulo de contacto del 
agua sobre las hojas de diferentes especies, diferencias de_ 
bldas a la edad de la hoja y a su contenido de agua. Estas 
diferencias parecen ser debidas a dos variables principales: 
a) Variaciones en las conformaciones superficiales y pubes-
cencias, b) Variaciones en la composición de la cutícula. 
Eveling citado por Boynton C9), determinó experimental, 
mente que la adición de agentes humectantes reducen el ángj¿ 
lo de contacto del agua sobre la superficie de la hoja. 
Costa (14), refiere la importancia de los humectantes o mo-
jantes ya que las cutículas de la mayoría de las plantas, 
por la capa de cera que las recubre, tienen pocas probabilj_ 
dades de mojarse y por la cual se les denomina hldrofóbi- -
cas. Así, cuando se aplica una suspensión acuosa puede -
frustrarse el mojado de la hoja, si las g o t U a s del pulverl^ 
zado, no permanecen adheridas y caen de la planta. Esta fa_ 
49 
cuitad de evitar el mojado, se exalta en aquellas hojas 
que presentan pelos, pues estos actúan como pequeños sacos 
de aire que se Interponen entre el pulverizado y la cutícu 
la, evitando el mojado de la hoja. Los humectantes o mo-
jantes, son de mucha Importancia en la fertilización follar, 
pues su incorporación al vegetal, se realiza en forma paula_ 
tina, por lo que hay necesidad de que permanezcan en contac_ 
to con aquél durante el mayor tiempo posible. 
En forma práctica, la contribución de un agente humec-
tante, en incrementar la eficiencia de la absorción por las 
hojas, fue indicado por los estudios de Boynton y Chapman -
(9), quienes trabajando con hojas de manzano de la variedad 
Mclntosh, establecieron que la absorción de la solución de 
urea por la superficie inferior de la hoja en 4 horas fue -
incrementada respecto al promedio a más de 100% por adición 
del agente humectante "Tween 80" a 0.1% o Tween 20 a 0.01%. 
El efecto del detergente en incrementar la absorción fue -
aparentemente solo cuando las hojas no fueron asperjadas -
previamente con soluciones que contentan agentes humectan-
tes o aceites. 
Vfas de entrada. 
Experimentalmente se ha demostrado que la vía de entra 
da de las soluciones nutritivas a la planta, se efectúa por 
50 
los estomas y por la cutícula. Estas demostraciones han -
sido factibles de realizar en aquellas plantas como el man_ 
zano y los cítricos, que presentan estomas únicamente en -
la superficie Inferior de la hoja o envés. Ginsberg, cita_ 
do por Boynton (9), observé que los aceites Insecticidas, 
penetraron rápidamente la superficie inferior (envés) de -
las hojas del manzano. El índice de penetración varió in­
versamente con la viscosidad del aceite. Sobre la superfi_ 
cié superior de la hoja, solamente los aceites livianos, 
atravesaron el tejido de la hoja. Kellein citado por Wit-
twer (68), aplicó emulsiones conteniendo 1.5% de aceite a 
la superficie superiores e inferiores de hojas del manzano 
"Grimes golden", estableciendo una abundancia de emulsión 
aceitosa en los espacios Intercelulares de hojas cuya su­
perficies Inferiores, fueron asperjadas, pero no en los es_ 
pacios Intercelulares de hojas cuya superficie superior -
fueron asperjadas. 
Cook y Boynton (131, compararon los índices de absor­
ción de soluciones de urea asperjada sobre la superficie -
superior e inferior de hoja del manzano "Mclntosh" sobre -
varios intervalos de tiempo desde 2 a 72 horas, estable­
ciendo que aunque la eficiencia de absorción varió grande­
mente de un lado a otro, la superficie inferior, absorbió 
la mayor proporción de la urea aplicada en comparación con 
la superficie superior. En un experimento representativo 
51 
en el cual los autores mencionados determinaron el porcenta 
je de urea aplicada que fué absorbida después de 2, 8, 24 
y 72 horas, demostraron que mientras el 42% de nitrógeno -
aplicado a la superficie inferior de la hoja, fue absorbi­
do en 2 horas, la misma cantidad tardó más de 2 dfas en ser 
absorbida cuando se aplicó a la superficie exterior. Al -
final del tercer dfa la superficie superior había absorbido 
el 49% del nitrógeno asperjado y la superficie Inferior el 
85%. S1n embargo, ambas superficies llegaron a absorber el 
100% después de 6 o 7 días. Esto viene a explicar los re­
sultados obtenidos por Rodney citado por Boynton (9), quien 
estableció que las aplicaciones de urea asperjada a las 2 -
superficies de hojas de manzano, causaron similar incremen­
to de nitrógeno total en hojas ensayadas durante 28 días -
después de efectuada la aspersión; concluyendo que la urea 
entra directamente a través de la cutícula de la hoja dado 
que no hay estomas sobrela superficie exterior de la hoja 
del manzano y que en el envés la solución penetra tanto por 
la cutícula como por los estomas. 
Si bien la cutícula es considerada como una vía para 
la penetración de la solución nutritiva, se vuelve limitar^ 
te cuando está recubierta por una capa de cera, en estos -
casos y según lo demostró Skoss (53), los estomas actúan -
como la puerta principal de entrada independientemente de 
la naturaleza de las plantas asperjadas. Ahora bien, cuan_ 
52 
do la cera es removida, la cutlna resulta ser altamente per 
meable al agua. 
Temperatura y humedad. 
Cook y Boynton (13), estudiaron los efectos de la tem­
peratura ambiental y la humedad relativa sobre la absorción 
de los nutrientes asperjados al follaje, estableciendo que 
existe una correlación lineal entre la temperatura y la ab­
sorción y entre la humedad relativa y la absorción. Las co 
rreladones determinadas en 42 estudios experimentales indj_ 
carón que cuando la humedad relativa y la temperatura decre_ 
d e r o n el gradiente de presión de vapor en la superficie de 
la hoja, la absorción fué mayor. La absorción de nutrien­
tes asperjados se lleva a cabo en considerables periodos de 
tiempo, de tal manera que ésta ocurre en gran proporción -
cuando la superficie de la hoja aparenta estar seca; o bien 
puede ser que finas películas de agua, resultado de la 
transpiración, resulten mSs importantes en promover la ab­
sorción de nutrientes asperjados que el agua de la solución 
con la que originalmente se diluyó el nutriente. 
Factores relacionados a los compuestos nutritivos y que 
afectan su absorción por el follaje. 
53 
Urea. 
La urea es absorbida, transportada y metabollzada como 
pocos nutrientes aplicados al follaje. Su absorción de -
acuerdo a Wittwer (68), es más rápida en la noche y durante 
las primeras horas de la mañana, de tal manera que se reJa-
abs miy 
ciona con la humedad relativa. El pH de 5 y 8 y la absor-
ción mínima a pH de 6 y 9. Se ha establecido también que -
la sacarosa y algunos otros azúcares, son efectivas para re_ 
ducir los daños foliares causados por un exceso de urea, -
aunque su uso, Implica un abatimiento en el índice de absor. 
c1Ón más que en una reducción de la actividad de la ureasa, 
la cual ha sido sugerida como un factor limitante en la ab-
sorción. A este respecto, Potts (44), considera que los da_ 
ños al follaje se presentan cuando el contenido de carbohi-
dratos en la planta es bajo. 
La planta de maíz puede utilizar el nitrógeno de solu-
ciones de urea aplicadas a las hojas mediante aspersiones. 
Sin embargo pequeñas cantidades causan quemaduras. 
Hlnsvark et al (19), reportaron quemaduras en los bor-
des de las hojas cuando usaron soluciones de 2 a 3 Kg. de 
urea por 379 litros de agua. 
Foy et al (17), reportaron que usando soluciones de 9 
54 
Kg. o más de urea por 379 litros de agua, causaron quemad^ 
ras al follaje y que la severidad del daño se Incrementó -
con la concentración. Mezclando sacarosa con las solucio-
nes, redujeron el daño por quemaduras; sin embargo en nin-
gún caso fué posible aplicar dosis entre 22 y 44 Kg. de -
urea por hectárea sin causar daño. Ninguna aspersión de 
urea produjo un rendimiento mayor en comparación a la mis-
ma cantidad de nitrógeno aplicado al suelo como fertilizar^ 
te granulado. 
Datos limitados indican que el mafz está catalogado -
como un cultivo intermedio en cuanto a su sensibilidad de 
ser dañado por aspersiones de urea. Aspersiones de urea -
en solución al 1% parece ser lo más recomendable para evi-
tar daños al follaje (34). 
Hlnsvark et al (19), consideran que la utilización del 
nitrógeno de la urea por las hojas, resulta de la hidróli-
sis de la urea por la enzima ureasa dando amonio y CC^. 
Los daños en el follaje aparecen debido a la rapidez de la 
hidrólisis, posiblemente inducida por la alta actividad de 
la ureasa, resultando en una acumulación tóxica de amonio. 
Usando urea marcada con C14, notaron que la hidrólisis de 
la urea en hojas de maíz dulce fue completa en pocas horas 
después de la aplicación. Esta hipótesis es cuestionada -
por investigadores como Boynton (9). 
55 
El fósforo puede ser también absorbido a través del -
follaje y utilizado por la planta de mafz. 
Oliver citado por Nelson (34), usando superfosfato -
irradiado en plantas de un mes de edad, estableció que el 
fósforo fué rápidamente absorbido y translocado en todas 
las partes de la planta, siendo mayor en las partes de ere 
cimiento rápido. 
Wittwer y Lundahl (67), observaron que las hojas del 
mafz fueron órganos eficientes en la absorción de fósforo. 
Wllbertein y Witter (68), observaron incremento de -
crecimiento por acción de varios componentes fosfóricos a-
plicados al follaje de plantas de mafz bajo condiciones de 
invernadero. El ácido ortofosfÓrlco a 25 mM por litro fué 
uno de los mejores tratamientos. 
Materia orgánica. 
El mafz es uno de los cultivos que mejor responden a 
la incorporación de materia orgánica en el suelo, pues su 
desarrollo coincide con la descomposición de la materia -
orgánica aprovechando asf los elementos nutritivos übera_ 
dos (20). 
56 
Para Worthen y colaboradores C66), una aplicación li-
gera de fertilizante en la lfnea de siembra más una cantl-
dad abundante de materia orgánica, con una relación estre-
cha carbono-nitrógeno, constituyen el plan ideal de ferti-
lización para el mafz. Para lograr una mayor eficacia, -
conviene que el estiércol esté en trozos pequeños y que -
sea enterrado (58). 
La gran cantidad de bióxido de carbono producido du-
rante la descomposición de la materia orgánica, es cons1de_ 
rada de gran importancia para la liberación de ciertos nu-
trientes. El COg se disuelve en el agua y se forma ácido 
carbónico. El resultado es una disminución del pH del sue_ 
lo. Este efecto puede tener una gran Importancia en los -
suelos alcalinos. Bajo estas condiciones la disminución -
temporal del pH aumentará la proporción de otros elementos 
liberados como el boro, zinc, manganeso y hierro así como 
el fósforo. Varios Investigadores han encontrado que los 
extractos de humus en los suelos han aumentado la solubilj_ 
dad del fósforo. Esto ha sido descrito como resultado de 
la formación de complejos fosfohQmlcos que son más fácil-
mente asimilables por las plantas, reemplazamiento del 
anión del fosfato por el ion humato y el envolvimiento de 
partículas de sesquióxidos por el humus para formar una -
cubierta protectora y reducir así la capacidad del suelo de 
fijar fosfato (59). 
57 
La materia orgánica del suelo presenta más cargas ne­
gativas que positivas. En la materia orgánica existen mu­
chas clases de sustancias y algunas de ellas son verdaderos 
ácidos orgánicos, mientras que otras solo son compuestos -
con cargas negativas; sin embargo, todas se consideran como 
"ácidos húmicos" o "ácidos orgánicos". 
Los aniones orgánicos se combinan formando complejos -
Inmóviles con los cationes tipo Fe(0H) 2 y A1(0H) 2 • S1 los 
iones hierro y aluminio se precipitan no pueden actuar so­
bre el H 2 P 0 ^ , dando un producto insoluble. 
De acuerdo a Swenson et al (56), la materia orgánica, 
aumenta la solubilidad del fosfato. 
El anión fosfato H 2 P 0 ^ es más soluble en presencia de 
aniones que forman precipitados que en presencia de los a-
nlones que son solubles y móviles. Los silicatos de las -
arcillas actúan como aniones precipitantes, combinándose -
con el Fe(0H) 2 y el A 1 ( 0 H ) 2 . Los aniones orgánicos prote­
gen la solubilidad del ion fosfato combinándose con los -
cationes Fe(0H) 2 y A1(0H) 2 y con otros materiales que pose_ 
en aniones intercambiables. 
La adición de estiércol junto con el superfosfato ayiu 
da, asimismo a conservar en forma asimilable el fosfato del 
suelo. Midgley y Dunklee citados por Thompson (57), han de 
5fi 
mostrado esta relación, obteniendo unos rendimientos supe­
riores si la aplicación del estiércol y del superfosfato -
era simultánea, enlugar de efectuarse por separado. 
La composición de la materia orgánica es muy compleja, 
y en la misma se pueden considerar una serie de fracciones 
con características diferentes, una de las cuales está cons 
titufda por el ácido húmico. La molécula del ácido húmico, 
no tiene una composición definida debido a que proviene de 
la humificadón de restos vegetales o animales, y por lo -
tanto dependerá esta composición tanto del tiempo de humifi_ 
cación y de éstos restos orgánicos como la propia composi­
ción de los mismos. 
Se ha demostrado que la influencia del ácido húmico so 
bre el desarrollo vegetal depende (debido a sus grupos act^ 
vos, fenoles, carboxilos, aminas, etc) de la acción del mis_ 
mo sobre los procesos metabólicos de las plantas (respira­
ción, absorción de nutrientes, síntesis, etc.) (41). 
La importancia de la materia orgánica, no puede deses­
timarse, es necesaria para tener una buena estructura del 
suelo, especialmente en suelos de textura fina y aumenta la 
capacidad de intercambio catiónico, con lo cual se reduce -
la pérdida por infiltración de elementos tales como el pota_ 
sio, el calcio y el magnesio. 
59 
Ante el problema de la inmovilidad de los oligoelemer[ 
tos en suelos calizos, Costa et al (15) y Kock (22), coin­
ciden en que las aportaciones de materia orgánica como el 
estiércol de cuadra al suelo, favorecen la movilidad de -
hierro y manganeso, facilitando su asimilación por las 
plantas. 
Según Baver y colaboradores (5), el estiércol debe -
considerarse como un abono nitrogenado y a un nivel menor, 
como abono de potasio. Las pérdidas de nutrientes del es­
tiércol, son serias, por ejemplo: Si el estiércol fermenta 
do se deja secar en la superficie del suelo, después de ser 
incorporado un 25% de nitrógeno puede perderse por volati­
lización en un dfa y un 50% en cuatro dfas. Para un empleo 
eficaz del estiércol, este deberfa ser incorporado el mismo 
dfa de ser esparcido. 
Según Thorne et al (58), el estiércol aplicado a la -
tierra pobre, induce mayor aumento al rendimiento, que el 
aplicado a una tierra buena. El efecto de estiércol está 
sujeto a una ley en la que van disminuyendo las ganancias, 
mientras aumenta su capacidad, porque las utilidades por -
tonelada son mayores para una aplicación de diez toneladas 
que para una de veinte. 
Según los autores referidos, muchas pruebas indican -
60 
que cuando la existencia de estiércol es limitada, la can-
tidad aplicada debe reducirse aproximadamente a once tone-
ladas por hectárea. 
En el estiércol no están balanceados los elementos -
fertilizantes y está especialmente deficiente en fósforo. 
Es a menudo provechoso reforzar el estiércol con abono fos_ 
fatado. 
Importancia del análisis de plantas y rangos de concentra-
ción de nutrientes. 
El peligro de llegar a suministrar dosis de fertili-
zante demasiadas pequeñas, incapaces de satisfacer la ade_ 
cuada nutrición de los rendimientos posibles, asf como por 
otro lado, el deseo de evitar aplicaciones que sean mayores 
del Óptimo necesario, hacen de los análisis de suelo y fo-
llares, por regla general un evidente medio para la deter-
minación de los nutrientes requeridos (20). Sin embargo, 
los resultados rendidos por los análisis de suelo no han de 
mostrado ser siempre satisfactorios. 
A este respecto los análisis de los tejidos vegetales 
guardan una mejor correlación con el rendimiento de un cu]_ 
tivo (20) . 
! 61 
I 
De acuerdo a Barberjy Olson (6), el análisis de plan­
tas es un medio excelente para conocer el balance de nu­
trientes en el vegetal. 
Los elementos contenidos varían con la parte y la edad 
de la planta analizada. Investigaciones en las que se ha 
relacionado el contenido de nutrientes con el rendimiento -
de maíz, recomiendan analizar la hoja de la mazorca, en vir 
tud que esta parte se considera que refleja el estado nutrí 
tivo de la planta y además por la alta correlación que se 
ha encontrado entre la concentración de nutrientes y el rer^ 
dimiento en grano, debiéndose obtener la muestra durante el 
estado inicial de formación del grano (43, 61). 
62 
Tabla 1.- Niveles adecuados de nutrientes en la hoja de la 
mazorca, durante el estado inicial de formación 
del grano. 
Nutrientes Rango de concentración 
N 2.75 - 3.25% 
P 0.25 - 0.35% 
K 1.75 - 2.25 
Ca 0.25 - 0.40% 
Mg 0.25 - 0.40% 
S 0.1 - 0 . 2 % 
Fe 20 - 250 ppm 
Mn 20 - 150 ppm 
Zn 20 70 ppm 
• 
Cu 6 20 ppm 
B 4 - 20 ppm 
De Barber y 01 son (6). 
Valores superiores al rango indican un exceso que puede 
ser limitante para el crecimiento o pueden ser altos debi­
do a una deficiencia severa de otros nutrientes. 
MATERIAL Y MÉTODOS 
La investigación se llevó a cabo en el Campo Experimen-
tal del ITESM en Apodaca, N. L. durante el ciclo verano-oto-
ño de 1977 bajo condiciones de riego. 
El campo experimental está localizado al Noreste de Mé-
xico a 24°45' latitud Norte y 100° 06' latitud Oeste. Su -
altitud es de 420 metros sobre el nivel del mar. El prome-
dio anual de precipitación es aproximadamente 500 mm, regis_ 
trándose las lluvias más abundantes en los meses de Septiem 
bre y Octubre. 
Características de la investigación. 
Se estudiaron 3 niveles de nitrógeno aplicado al suelo: 
0, 100 y 200 kilogramos por hectárea, utilizándose como -
fuente nitrato de amonio. Un nivel de nitrógeno (urea en so_ 
lución al 1%) asperjado al follaje. Un nivel de fósforo -
aplicado foliarmente, utilizando el producto comercial "Cotto 
fos" a razón de 3 kilogramos por hectárea en cada aplicación. 
Dos niveles de materia orgánica (estiércol de bovino parcial_ 
mente descompuesto): 0 y 10 toneladas por hectárea, distribuí 
das únicamente al fondo del surco antes de la siembra. To-
das las unidades experimentales recibieron el equivalente a 
60 kilogramos por hectárea de P 2 0 5 utilizando como fuente el 
superfosfato triple. 
64 
La época de aplicación de los tratamientos referidos a 
partir de la fecha de siembra del cultivo fué de la siguiera 
te manera: 
El fertilizante nitrogenado al suelo (nitrato de amo-
nio) fué aplicado a la siembra, 40 y 55 dfas. El fertilizan^ 
te foliar se asperjó a los 40, 50 y 60 dfas, cuando fueron -
tres aplicaciones; y a los 50 y 60 dfas cuando fueron dos -
api i caci ones. 
La materia orgánica fué aplicada 3 días antes de la siem 
bra. El fertilizante fosfórico al suelo, se distribuyó el -
dfa de la siembra. 
Localización del fertilizante. 
Al momento de la siembra, el fertilizante se aplicó en 
lfnea, 5 cm abajo de la semilla y se mezcló con la materia -
orgánica. En las aplicaciones posteriores, se colocó el fer 
tilizante 10 cm distante del tallo y a una profundidad de 5 
cm. 
El fertilizante foliar fué asperjado en toda la planta 
y las aplicaciones se hicieron por la mañana de las 6 a las 
7 horas. 
65 
En resumen los tratamientos fueron: 
A.- 3 aplicaciones foliares de fósforo, 3 de solución de ure 
a y 60 kilogramos de P 2 0 5 por hectárea. 
B.- 100 kilogramos por hectárea de nitrógeno (nitrato de -
amonio), distribuidos al suelo en 3 cantidades: 30, 30, 
40 kilogramos cada uno y 60 kilogramos de P 2 0 5 por hec­
tárea . 
C - 200 kilogramos por hectárea de nitrógeno (nitrato de -
amonio), colocados al suelo en 3 aplicaciones: 30, 85, 
85 kilogramos cada uno y 60 kilogramos de P 20g por hec­
tárea . 
D.- 100 kilogramos de nitrógeno (nitrato de amonio), al sue 
lo en tres dosis (30, 30, 40 kilogramos cada una), 2 -
aplicaciones foliares de fósforo y 60 kilogramos de P 2 -
0g por hectárea. 
E.- 200 kilogramos por hectárea de nitrógeno aplicados al -
suelo en 3 aplicaciones (30, 85, 85 kilogramos cada una), 
2 aplicaciones foliares de fósforo y 60 kilogramos por 
hectárea de P 20g. 
F.- 0 kilogramos por hectárea de nitrógeno y 60 kilogramos 
por hectárea de P 2 0 5 -
Los 6 tratamientos se realizaron con y sin materia orgá_ 
nica. 
La variedad de maíz utilizada fué "Nuevo León Vs-1". 
66 
Características del diseño experimental y las principales

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