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Universidad Virtual Escuela de Graduados en Educación El mapa conceptual como estrategia para promover aprendizaje y mejora en el rendimiento académico de los alumnos en la escuela secundaria Tesis que para obtener el grado de: Maestría en Educación con acentuación en Desarrollo Cognitivo presenta: Gisel López León Asesor tutor: Arcelia Ramos Monobe Asesor titular: Miguel Ángel López Carrasco Toluca, Estado de México, México Mayo, 2012 ii Agradecimientos A Dios por ser mi fortaleza espiritual en quien confío y tengo fe. A mi FAMILIA quienes aguantaron mis desvelos, mis reuniones en tiempo que les pertenecía y así me han apoyado toda la vida. Mi madre que es mi guía, consejera y quien siempre me ha impulsado; mi padre que me consiente y comprende, y mi hermano, protector y amigo. Los amo. Gracias por estar en las buenas y en las malas. A mis “Corazones” que siempre me esperaron aunque fuera de madrugada acompañándome en mis desvelos. A mi asesora y maestra Arcelia Ramos Monobe de quien he aprendido muchísimo, un ejemplo a seguir y quien dio incluso más de su tiempo en leer una y otra vez mis ideas. A mis alumnos quienes cada día me alimentan con su juventud y energía. Gracias por todo iii El mapa conceptual como estrategia para promover aprendizaje y mejora en el rendimiento académico de los alumnos en la escuela secundaria Resumen La presente investigación, es un estudio realizado en una escuela secundaria del municipio de Metepec, Estado de México con un grupo de cuarenta alumnos de primer grado; titulada: El mapa conceptual como estrategia para promover aprendizaje y mejora en el rendimiento académico de los alumnos en la escuela secundaria. De acuerdo a la problemática en torno al empleo de estrategias de aprendizaje por los alumnos para promover su rendimiento académico a través de herramientas novedosas que salgan de lo convencional y en las que se puedan implementar habilidades como la creatividad, análisis, síntesis y comprensión lectora. La orientadora escolar trabajó con los alumnos y docentes de dos asignaturas de bajo promedio en los resultados académicos del primer bimestre, proponiendo el uso sistemático de mapas conceptuales en el proceso de enseñanza por parte de los profesores y entrenando a alumnos previamente sobre su uso para posteriormente evaluar el aprendizaje a través de una rúbrica que permitió valorar objetivamente los productos de los jóvenes. Entre los hallazgos de esta investigación mixta, se obtuvieron aprendizajes en torno a la elaboración del mapa conceptual con sus elementos y mejores calificaciones, ratificadas con un análisis de varianza, en la segunda evaluación bimestral después del uso de la estrategia, comparándola con los resultados de la primera evaluación, previo a la intervención de la orientadora. 4 Índice Agradecimientos ii Resumen iii Capítulo 1. Planteamiento del problema 6 1.1 Antecedentes 8 1.2 Planteamiento del problema 11 1.3 Objetivos 13 1.4 Justificación 14 1.5 Limitaciones 16 Capítulo 2. Marco teórico 20 2.1 Orientación educativa en la escuela secundaria 20 2.1.1 Qué es la orientación y tutoría 22 2.1.2 Funciones del orientador educativo en la escuela secundaria 24 2.1.3 Intervención del orientador educativo en la escuela secundaria 26 2.1.4 El papel del orientador educativo en la reforma 2011 28 2.2 Estrategias de enseñanza 29 2.2.1 El uso de las estrategias de enseñanza 30 2.3 Estrategias de aprendizaje 32 2.3.1 Teorías de aprendizaje 33 2.3.1.1 Aprendizaje significativo 33 2.3.1.2 Constructivismo 34 2.3.2 Los mapas conceptuales como estrategia de aprendizaje 36 Capítulo 3. Metodología 51 3.1 Método de investigación 51 3.2 Población, participantes y selección de la muestra 54 3.2.1 Unidades de análisis 58 3.3 Instrumentos de recolección de datos 59 3.3.1 Observación directa 59 3.3.2 Cuestionario 60 3.3.3 Entrevista 61 3.3.4 Registro de calificaciones según rúbrica propuesta 62 3.3.5 Fuentes documentales 62 3.4 Estrategia de análisis de datos 63 3.5 Procedimiento 64 Capítulo 4. Análisis y discusión de resultados 71 4.1 Contextualización de datos en la etapa previa a la intervención de la orientadora 72 4.2 Intervención de la orientadora educativa 79 4.3 Propuesta y aplicación de rúbrica de evaluación de mapas 83 5 conceptuales en el aula posterior a la intervención de la orientadora 4.4 Resultados bimestrales con el uso intencional del mapa conceptual como estrategia de aprendizaje 87 Capítulo 5. Conclusiones 92 5.1 Resultados 92 5.2 Recomendaciones para investigaciones futuras 94 Referencias 97 Apéndices 104 A. Rúbrica para evaluación de mapas conceptuales 104 B. Carta de consentimiento institucional 106 C. Carta de consentimiento de alumnos 107 D. Carta de consentimiento de docentes 108 E. Guía de observación de clase 109 F. Cuestionario para obtener datos personales del alumno 110 G. Entrevista estructurada abierta 112 H. Entrevista semiestructurada para el uso del mapa conceptual 114 I. Entrevista estructurada para el uso de la rúbrica propuesta 115 J. Bitácora de observaciones de ciencias 116 K. Testimonio de docentes 118 L. Fotografía de apunte en clase de orientación y tutoría 122 M. Mapa conceptual de geografía deficiente 123 N. Fotografía señalando requerimiento de apoyo a los alumnos 124 Ñ. Testimonio de alumnos 125 O. Rúbrica modificada por el docente B 126 P. Fotografías de comparación de mapas conceptuales 127 Q. Testimonio de docentes 128 Currículum vitae 132 6 Capítulo 1. Planteamiento del problema El presente capítulo muestra un panorama general del estudio que se realiza acerca de la participación del orientador educativo dentro de la llamada sociedad del conocimiento, tomando en consideración actividades socioeducativas que beneficien al alumno particularmente en su rendimiento académico y que pongan en práctica la Reforma Integral de la Educación Básica (RIEB) que inició la Secretaría de Educación Pública a partir de la edición del Plan de estudios 2006 y sus programas correspondientes inherentes a cada asignatura que lo integran. Estos programas, tienen como eje medular en su enfoque “la formación de ciudadanos íntegros y capaces de desarrollar todo su potencial” (SEP, 2011a, ¶2), incluyendo orientación y tutoría como asignatura que imparte el orientador educativo con una sesión a la semana. Los apartados que se despliegan a continuación, corresponden a: los antecedentes en los que se interioriza acerca del origen de la problemática observada en la escuela secundaria, la definición del problema que corresponde a la pregunta de investigación, los objetivos que tendrán lugar según el marco de referencia y que son uno general y seis específicos, también se encuentra la justificación que son los argumentos relevantes para llevar a cabo la investigación y por último las limitaciones del estudio que serán tomadas en cuenta respecto a espacio, tiempo y personas. Generalmente, el propósito de un docente es que los estudiantes aprendan los contenidos programáticos de las asignaturas, independientemente de la forma de enseñar y las estrategias que se empleen para el tratamiento de los temas, que en ocasiones se dejan de lado y que son muy importantes. Otros aspectos que deben tomarse en cuenta 7 son por ejemplo, los antecedentes del alumno, sus problemáticas pasadas y presentes, así como las condiciones que rodean al educando, referentes al contexto sociocultural, que inciden directamente en él. Todas ellas, situaciones que influyen decididamente en el aprendizaje de los jóvenes por lo que a veces la meta del profesor se enfrenta a obstáculos y que impiden que se alcancen los aprendizajesesperados. La práctica docente del orientador educativo consiste en “contribuir al reconocimiento de las necesidades y los intereses de los adolescentes en su proceso académico” (SEP, 2006b, p. 13) así como promover hábitos de estudio, para que ésta adquiera una dimensión significativa en el alumno y que se vea reflejada en cambios importantes de su quehacer en la escuela, que contribuya a su proceso formativo y que subsane las deficiencias o rezagos de su aprehensión de conocimientos. Además, considerando que el alumno es quien recibe un caudal de información en el proceso de su enseñanza que en un momento dado podría llevarlo a la confusión, es necesario encontrar una manera funcional y práctica que le permita analizar, sintetizar, jerarquizar y relacionar contenidos que lo lleven al aprendizaje pleno. Observando esta problemática como orientador educativo, surge la inquietud de plantear que, el uso e implementación del mapa conceptual como herramienta fundamental para organizar la información y apoyar el aprendizaje de los estudiantes puede representar una alternativa para incidir en el rendimiento académico de los jóvenes. 8 1.1 Antecedentes La educación secundaria ha sido objeto de múltiples cuestionamientos para tratar de llegar a la certeza de que las actividades que se realizan son las adecuadas. Sin embargo, adicionándole conceptos o actividades, o sustrayéndoselas; aún no se llega a la absoluta verdad. No sólo por la complejidad que resulta de la educación con niños y adolescentes, sino por los cambios vertiginosos del mundo actual, por ello aunque resulte trillado, se incrementan constantemente retos que enfrentan el colectivo docente y los orientadores educativos. Es verdad, que la educación básica tiene características complementarias y es precisamente en el último nivel obligatorio donde se afianzan las bases para el comienzo de una vida productiva, no obstante, en repetidas ocasiones el niño que comienza su secundaria tiene la motivación y el propósito de obtener buenos resultados en su aprendizaje y en sus calificaciones, pero conforme pasa el tiempo y va convirtiéndose en adolescente pleno, se van observando debilidades en su rendimiento dependientes de su circunstancia cognitiva para el manejo de sus situaciones, además de que también influyen otro tipo de factores como el familiar, contextual o económico, como se mencionó previamente. Un antecedente importante para realizar este estudio es que una de las funciones del orientador educativo es “contribuir al desarrollo social, afectivo, cognitivo y académico de los alumnos, así como a su formación integral y a la elaboración de un proyecto de vida” (SEP, 2006b, p. 13), sustentando que los avances escolares que tengan los alumnos serán logrados mediante su desempeño escolar. 9 En este nivel educativo, en México y la educación pública, es común que bimestre a bimestre se exhiban los llamados indicadores cuantitativos y cualitativos que son los instrumentos que demuestran el avance académico del alumno y las fortalezas, obstáculos, debilidades y retos del aprendizaje, respectivamente (López Baena, Cases y Medina, 2006). Ahora bien, de acuerdo a las observaciones realizadas por la investigadora, como orientadora, durante el contacto con los adolescentes, sus formas de aprendizaje, su interacción con diversos estilos de enseñanza, convivencia y trabajo mutuo con compañeros de su edad; es que se ha llegado a la determinación de contribuir con una estrategia específica que pueda simultáneamente marcar un parámetro de un objeto de estudio y que ayude al estudiante a mejorar su rendimiento académico en las asignaturas con las que tiene contacto durante los tres años de su educación formal media básica. Por lo que es importante sugerir al alumno formas novedosas para él, que hagan poner en práctica sus conocimientos, sus habilidades y sus competencias; que puedan llevarle a lograr mejores calificaciones, hábitos de estudio o estrategias de aprendizaje y, mayor entrega de actividades que tienen sentido en la construcción conceptual. De lo que se espera, en consecuencia, se incremente el rendimiento académico, medido bimestralmente. Es un hecho, que a nivel de educación secundaria constantemente surge la inquietud de elevar el rendimiento académico del alumno en las diferentes asignaturas. En este caso, para lograrlo, la propuesta es que con el uso del mapa conceptual como estrategia de aprendizaje se contribuya a mejorar sus hábitos de estudio y por ende su 10 aprendizaje, promoviendo de manera implícita su responsabilidad como estudiante. Al declarar el uso del mapa, simultáneamente se trabajan habilidades mentales como el razonamiento, memoria, análisis y síntesis (Deary, 2004), de los estudiantes para que los puedan aplicar en las asignaturas teóricas de sus cursos. “Los mapas conceptuales son instrumentos de representación del conocimiento, sencillos y prácticos, que permiten transmitir con claridad mensajes conceptuales complejos y facilitar tanto el aprendizaje como la enseñanza”. (Dürsteler, 2004, ¶1). Su propósito es relacionar conceptos jerárquicamente entre sí con palabras enlace para formar proposiciones o enlaces cruzados. Se utilizan para organizar información, sintetizarla y presentarla, orientando así el aprendizaje. Su origen data de la teoría de Ausubel basada en el aprendizaje significativo apoyando que la aprehensión de conocimientos parte de la integración, reconciliación y diferenciación de significados de conceptos (Moreira, 1997). También hay que mencionar que la presente indagación, intentó validar si el mapa conceptual realmente mejora el rendimiento académico de los alumnos y su aplicación al trabajo por competencias, desarrollando el aprendizaje permanente, el manejo de información y la vida en sociedad, interviniendo en el ámbito de seguimiento al proceso académico de los estudiantes. Tomando como base el acuerdo 384 por el que se establece el nuevo Plan y Programas de Estudio para Educación Secundaria se reconoce el desarrollo de competencias que: 11 Implica un saber hacer (habilidades) con saber (conocimiento), así como la valoración de las consecuencias del impacto de ese hacer (valores y actitudes). En otras palabras, la manifestación de una competencia revela la puesta en juego de conocimientos, habilidades, actitudes y valores para el logro de propósitos en un contexto dado (SEP, 2006a, p. 27). 1.2 Planteamiento del problema Existen distractores que se conjugan y contribuyen al fenómeno del bajo rendimiento académico en secundaria, algunos de éstos son: el desinterés del alumno en su educación, amistades, vínculos afectivos con el sexo opuesto, lazos familiares quebrantados, una economía débil, entre otros (Jadue, 2002). Sin embargo, para abatirlos, el orientador centró la atención en su función de apoyo, fomentando en el alumno el desarrollo de estrategias de aprendizaje, que conlleven la enseñanza de la realización del mapa conceptual, sirviéndose de la ayuda de los docentes frente a grupo para su ejercitación y evaluación. De muchas maneras se intenta en la escuela mejorar el aspecto académico; sin embargo, en ocasiones el alumno que no es motivado para obtener buenos resultados se estanca y muchas de las veces fracasa en términos de calificación y sobre todo de saberes. De ahí la importancia de la promoción de hábitos y estrategias de estudio utilizados y promovidos con la intención de mejorar el rendimiento académico en el alumno de secundaria. El rol del orientador educativo implica la integración de “innovaciones didácticas, metodológicas, de organización y de investigación acción” (Celorrio, 2004, p. 5) que tendrá que aplicar con el alumno para involucrarlo en el uso de estas herramientas de aprehensión de conocimientos, implicando la participacióndel profesor de la asignatura quien los evaluará, hasta convertirlos en sus estrategias de 12 enseñanza y de aprendizaje una vez que se identifiquen las debilidades académicas en cada asignatura. Al realizar la investigación se planteó conocer cómo el uso de mapas conceptuales puede incidir de manera atinada sobre la problemática presentada como estrategia que al ser utilizada por los jóvenes apoye su interiorización, dado que ésta ayuda a sintetizar y organizar información relacionando conceptos clave de los contenidos que facilite el aprendizaje (Moreira, 1997). Asimismo, se compararon los resultados de calificaciones numéricas de los alumnos en el primer bimestre, previo a la enseñanza y uso sistemático del mapa conceptual con los resultados del segundo bimestre posteriores al proceso de enseñanza y uso intencional de la estrategia de aprendizaje. Así, se plantearon las siguientes preguntas: • ¿Qué uso da el alumno al mapa conceptual después de recibir la asesoría y explicación? • ¿Existirá mejora en los resultados bimestrales con el uso intencional del mapa conceptual como estrategia de aprendizaje? • ¿Se produce un cambio en su forma de aprender? Resumiendo la problemática en: ¿El uso de mapas conceptuales, promueve el aprendizaje y por tanto se mejora el rendimiento académico en el alumno? 13 1.3 Objetivos Para llevar a cabo esta indagación, se plantean los siguientes objetivos: 1.4.1 General. Identificar si el aprendizaje de la estrategia para organizar la información, es efectiva para incrementar los saberes y el rendimiento académico de los estudiantes. 1.4.2 Específicos. Conocer los resultados académicos de los alumnos de primer grado en el primer bimestre de las diferentes asignaturas e identificar dos de ellas, de contenido teórico, que tengan más bajo rendimiento. Abordar el tema sobre qué son mapas conceptuales, sus elementos, su conformación y su función, por parte de la orientadora con los alumnos y los dos docentes en conjunto ejercitándolos y evaluándolos. Elaborar mapas conceptuales en orientación y tutoría y con los docentes de las dos asignaturas teóricas identificadas como de bajo rendimiento académico, de tal forma que los alumnos se vayan habituando al ejercicio de esta estrategia. Comparar los resultados obtenidos por el grupo de estudiantes durante el primer bimestre (en condiciones naturales) con las calificaciones del segundo período (con el uso intencional de la estrategia) en los cursos seleccionados para determinar los efectos resultantes y la calidad de la aplicación del mapa conceptual. 14 Conocer los efectos de la aplicación del mapa conceptual, es decir, si es factible usarse como estrategia permanente para validar si hay cambios en el rendimiento académico del estudiante. Favorecer el uso de mapas conceptuales por el alumno para mejorar su rendimiento académico. 1.4 Justificación En las diferentes escuelas de nivel básico, las evaluaciones se llevan a cabo en cinco periodos bimestrales con calificaciones parciales. Los resultados de éstos, arrojan información acerca de las complicaciones que se presentan en la comprensión de ciertas temáticas en los contenidos programáticos de las asignaturas de la currícula y como consecuencia se llegan a observar resultados insuficientes en las valoraciones nacionales como el caso de la Evaluación Nacional de Logro Académico en Centros Escolares (ENLACE) (SEP, 2011a, ¶ 2). Cierto es que el obtener calificaciones aprobatorias depende en gran medida de la motivación, interés, entusiasmo y dedicación del estudiante. Sin embargo, una de las obligaciones del docente es contribuir a que el alumno logre aprendizajes significativos de los contenidos y que los aplique en su vida cotidiana, llevando implícito la comprensión, el análisis, síntesis y fortaleciendo habilidades generales como la memoria, el razonamiento y el lenguaje (Deary, 2004). Una intención de este trabajo es promover el aprendizaje en el alumno para lograr un mejor rendimiento académico con la implementación de mapas conceptuales que lo 15 lleven a fortalecer sus habilidades mentales de inteligencia, así como la puesta en práctica de competencias para la vida y aprendizaje permanente como lo sustenta el acuerdo 384 de la Reforma Integral de la Educación Básica (RIEB) (SEP, 2006a). La importancia de este estudio, radica en que su aplicación y resultados les sirven a todos los integrantes de la comunidad escolar. Principalmente a los docentes de grupo en diferentes asignaturas teóricas, porque permite usar estrategias didácticas que facilitan la síntesis de contenidos, comenzando con temas generales hasta llegar a particularidades y llegando a la jerarquización y categorización de ideas. Y por supuesto beneficia a los escolares que con la correcta aplicación de la estrategia logran mejorar su rendimiento escolar, fortalecer sus habilidades mentales, jerarquizar ideas, mejorar su memoria y razonamiento, evolucionar por un proceso que parte desde la búsqueda de información hasta el aprendizaje significativo, así como organice y ordene datos que adquiera en cualquier asignatura (Ontoria, 2006). Algunas características fundamentales que justifican la aplicación de los mapas conceptuales para mejorar el rendimiento académico de los alumnos son las siguientes: ayuda al alumno a retener los conceptos, permite la jerarquización de contenidos, contribuye a la organización de información de lo general a lo particular, proporciona ideas clave de un tema, hace relacionar al alumno conceptos y procesos y estimula su memoria (Cuevas, 2009). Actualmente, uno de los requisitos para incorporar a las escuelas secundarias al programa Escuelas de Calidad (SEP, 2011b) es que tengan un bajo rendimiento 16 académico, lo cual se corrobora con los resultados más inmediatos de ENLACE en donde la Escuela Secundaria Oficial No. 342 “Epigmenio González” obtuvo un nivel de insuficiente, por lo que la institución ha sido incluida en el proyecto. El incorporarse a Escuelas de Calidad, pareciera contradictorio, puesto que la calidad se condiciona al bajo rendimiento de los alumnos no obstante, así es. La idea es que a raíz del proyecto que se desarrolle, la escuela muestre resultados en términos del rendimiento académico de los estudiantes; preocupación persistente en quienes analizan y viven la educación en el país. La investigación se llevó a cabo en la Escuela Secundaria Oficial Número 342 “Epigmenio González”, ubicada en un contexto semiurbano del municipio de Metepec en el Estado de México, en un tiempo de 4 meses, con la aplicación de la temática relacionada con promover el aprendizaje mediante el uso de mapas conceptuales, la cual se realizó utilizando una metodología mixta teniendo en cuenta aspectos cualitativos y cuantitativos, donde el orientador educativo interviene tanto con alumnos como con docentes, apoyándose de los últimos para su aplicación y evaluación, dado que se ha verificado que este tipo de estrategia ya había sido manejada por los profesores. 1.5 Limitaciones Pueden existir obstáculos que llegan a interferir en el desarrollo de la investigación, así como también limitaciones asociadas a los constructos teóricos o la población investigada lo que permite un enfoque específico en la investigación. Estas limitantes pueden ser concernientes a la orientadora, los docentes y alumnos. 17 En particular la orientadora, se circunscribe al manejo de mapas conceptuales definidos como “representaciones gráficas de segmentos de información o conocimiento de tipo declarativo, están formadas por conceptos, proposiciones y palabras de enlace” (Díaz Barriga y Hernández, 2010, p. 140). No se considera lo relacionado al mapa mental cuya estructura asociacionista utiliza una imagen central que representa el tema o eje, colores,signos, dimensiones, brazos o líneas primarias desplegando el pensamiento irradiante del tema y líneas secundarias (Ocaña, 2010) y que podría interferir en las ideas de los alumnos, confundiéndolos en la ordenación, elementos y funciones. El presente estudio se limitó al rendimiento académico de un grupo de 40 alumnos de primer grado, de la institución previamente mencionada, en dos asignaturas teóricas en las que la calificación numérica obtenida es menor a 8 correspondiente a cada alumno, en el primer bimestre, según la evaluación de estos realizada por los docentes; es así como el estudio, sólo contempla estudiantes de primero de secundaria del sector público. Respecto a los docentes participantes, es de reconocer que puede existir variación natural entre profesores al aplicar la estrategia; sin embargo, para fines de la investigación se controló bajo el parámetro de unificación de lineamientos, formas, tiempos y contenidos; así como el establecimiento de una rúbrica de evaluación. En el caso de los estudiantes, con frecuencia se identifican algunos sin disposición a mejorar su aprendizaje o que su bajo rendimiento se debe a factores externos que no se consideran en esta investigación. Además de que los educandos comiencen el bimestre 18 dispuestos a mejorar su aprovechamiento en las asignaturas de calificaciones más bajas (Ciencias y Geografía) y al tiempo desistan. Del mismo modo, influye el hecho de que surjan problemáticas personales que impidan que el alumno realice las actividades propuestas en el tiempo solicitado, entregándolas pero con menor puntaje en su calificación. Por otra parte, el uso eventual de recursos tecnológicos por los alumnos actualmente, hace que éstos no se puedan manejar en la construcción de mapas conceptuales. Es decir, la investigación se limita al trabajo en clase, la elaboración de mapas a mano, a partir de los contenidos tratados; sin utilizar recursos tecnológicos para realizarlos. Para una mejor delimitación conceptual de esta investigación, ya que se hace uso de ellos y son aspectos centrales en el planteamiento los siguientes términos, se entenderán como: estrategias de aprendizaje.- “Son procedimientos flexibles que pueden incluir técnicas u operaciones específicas. Su uso implica que el aprendiz tome decisiones y las seleccione de forma inteligente de entre un conjunto de alternativas posibles” (Díaz Barriga y Hernández, 2010, p. 178). Todo ello depende, de acuerdo con los autores, de la forma en que se planteen las actividades cognitivas, la situación académica y el autoconocimiento por parte del alumno, así como del grado de complejidad del contenido. Asimismo parte del problema central radica en la identificación del rendimiento académico de los estudiantes, y que se define como “constructo susceptible de adoptar 19 valores cuantitativos y cualitativos a través de los cuales existe una aproximación a la evidencia y dimensión del perfil de competencias desarrolladas por el alumno” (Edel, 2003, p. 9). En esta investigación la muestra se elige a partir de un rendimiento académico bajo como se mencionó previamente. En síntesis, el primer capítulo marca un panorama general de la investigación a realizar. Habiendo ya identificado que en la Escuela Secundaria Oficial No. 342 “Epigmenio González” del municipio de Metepec en el Estado de México, la problemática es el bajo rendimiento académico por parte de los alumnos, determinando que a fin de incidir en él se implementa la enseñanza de estrategias de aprendizaje, en particular con el mapa conceptual, como herramienta que contribuye a mejorar el rendimiento. En donde la enseñanza de la herramienta fue llevada a cabo por la orientadora educativa con la contribución de los docentes frente a grupo, usándolos consistentemente durante las clases y en las actividades del aula. La investigación considera, asimismo, los antecedentes y las reglamentaciones que enmarcan la educación secundaria como es el Acuerdo 384 de la Reforma Integral de Educación Básica, así como las funciones del orientador educativo contenidas en el Plan y Programas de estudio 2006. Se planteó también cómo el uso de mapas conceptuales puede incidir de manera atinada sobre la problemática detectada para apoyar el aprendizaje de los jóvenes, en el ambiente estudiado con sus peculiaridades correspondientes a los alumnos que conforman el grupo. 20 Capítulo 2. Marco teórico La presente investigación muestra un estudio práctico acerca de la aplicación del mapa conceptual como estrategia de aprendizaje en la escuela secundaria, para ello, es necesario, establecer ciertos parámetros desde los cuales se parte para delimitar los antecedentes de la información. La revisión de literatura incluye la consulta de libros especializados en materia educativa y docente cuyos temas versan sobre el papel que juega el orientador educativo en secundaria, las estrategias de enseñanza y de aprendizaje que se usan en la escuela y una serie de estudios empíricos de revistas arbitradas con temáticas descriptivas acerca del uso de la herramienta en ámbitos educativos aunque desde otros puntos de vista. 2.1 Orientación educativa en la escuela secundaria El Sistema Educativo en México tiene el deber de llevar a cabo una organización para que cada alumno desarrolle competencias que lo lleven a una sociedad donde el conocimiento es fuente principal para la práctica de valores, que demanda nuevos desempeños para relacionarse en un marco de pluralidad y democracia internas (SEP, 2011c), así como en un mundo global e interdependiente. La escuela entonces, debe favorecer la conciencia de vivir en un entorno democrático e integral que ponga en juego las capacidades, habilidades y competencias del individuo en su planeta cambiante. El perfil de egreso de educación secundaria a partir de la reforma de 2011, tiene como finalidad “definir el tipo de estudiante que se espera después de concluir su educación básica, ser un referente común para la definición de los componentes curriculares y ser un indicador para valorar la eficacia del proceso educativo” (SEP, 21 2011c, p. 39). Asimismo, en los tres niveles educativos, se pretende lograr un trayecto formativo que desarrolle competencias cumpliendo con los componentes del mapa curricular representado por espacios organizados en cuatro campos con estándares curriculares, que permiten visualizar de manera gráfica esta articulación (Ver figura1). Figura 1. Mapa Curricular de Educación Básica 2011 (SEP, 2011c) Específicamente orientación y tutoría como asignatura, en secundaria, está comprendida bajo el campo formativo de desarrollo personal y para la convivencia; esto es, está programado como parte explícita en los tres grados de secundaria que conforman el cuarto periodo escolar de educación básica. 22 Históricamente hay que mencionar que el trabajo del orientador surge por idea de direccionar a los alumnos por las vías correctas en la toma de decisiones académicas tratando de implementarse en las escuelas y viéndose integrada en el currículum escolar. Según Bisquerra (1996), Jesse B. Davis fue el padre de la orientación educativa pues durante su trayecto se dedicó a encauzar a los estudiantes en el ámbito del desarrollo del carácter, de personalidad y profesional. Gracias a Davis, de acuerdo con el mismo autor, la orientación educativa estableció como su objetivo: lograr que el alumno tenga una mejor comprensión de sí mismo y de su responsabilidad social, siendo un medio para contribuir al desarrollo integral del individuo prolongado a través de su vida escolar. 2.1.1 Qué es la orientación y tutoría. La orientación en la escuela secundaria, es tarea conjunta entre los actores que desempeñan su función en las instituciones educativas. Sin embargo, debido a la atención que demandan lasnecesidades de los alumnos, es que la intervención y el apoyo al estudiante debe ser más especializado en cuanto al ámbito académico, psicológico y vocacional del alumnado, recayendo la labor en el orientador educativo. Orientar, como lo explica Solé (2002), es proporcionar información, guía y asesoramiento para que se puedan tomar decisiones adecuadas, teniendo en cuenta necesidades y/o limitaciones. Por ende, se debe entender que la orientación educativa consiste en una actividad que demanda un proceso, además que está dirigida a proporcionar apoyo al alumno en la adaptación a la escuela, solución de conflictos y elección de vida profesional (Bisquerra, 1996) y por ello es que la función orientadora es inherente a la función docente porque 23 pretende dar los medios necesarios para una formación integral y personalizada en todas las capacidades. Brewer, estudiado por Bisquerra (1996) como el representante de la orientación en la educación, expone en su concepción que el sujeto alumno, es el que toma la iniciativa solicitando la orientación, así mismo, el orientador debe tener como características particulares la empatía, el discernimiento, la comprensión, la experiencia y los conocimientos. Sitúa como postulados: a) entender la orientación como un apoyo al sujeto, b) encaminarse hacia metas bien establecidas y c) dar relevancia a las decisiones importantes. Entonces es importante que el orientador se involucre en las situaciones de aprendizaje de los alumnos en la escuela secundaria, pues al ser una asignatura de tiempo completo, es decir, que a pesar de presentarse en una sesión a la semana, el orientador está de manera permanente al pendiente de las circunstancias que rodean al educando, el estudiante puede sentirse en confianza de que su conocimiento, desempeño, conducta y vocación se encuentran guiados por un maestro en particular. Carbonero, Sánchez y Crespo (1996), manifiestan que la orientación en la escuela cumple con tareas especializadas como el diagnóstico y la elaboración de programas de recuperación académica del educando, siendo el tutor quien establece el contacto directo con los padres de familia y con los equipos docente y directivo, de tal forma que se organicen actividades complementarias para el rescate del rendimiento escolar. 24 De hecho, la necesidad de un área de orientación y tutoría, implica el desarrollo de competencias docentes de asesoramiento y apoyo técnico para promover y facilitar la atención individualizada a cada estudiante (Celorrio, 2004). Entendiendo este proceso como una ayuda continua a los alumnos, en aspectos que influyan en su rendimiento académico, manteniendo la prevención y el desarrollo de programas de intervención educativa y social, basados en principios psicológicos y científicos. También, se puede incluir dentro de estas funciones el fomento de los hábitos de estudio, mismos que a su vez podrían favorecer el aprovechamiento escolar. Dado que las calificaciones parciales por bimestre en secundaria son reflejos del rendimiento académico del alumno, es que el orientador basa parte de sus objetivos en elevar la calidad del aprendizaje del estudiante, entendiendo que los hábitos son costumbres que prevalecen en los individuos mediante su ejercicio y es precisamente en la escuela donde se ponen en práctica. En este orden de ideas, el uso de estrategias de aprendizaje, es equivalente a ello. Cide, Grañeras y Parras (2008) argumentan que el apoyo del orientador educativo en el desempeño del alumno está enfocado a varios ámbitos, entre los cuales está el área de orientación escolar observando y proponiendo maneras nuevas de consecución de hábitos de estudio, es decir desde la óptica establecida estrategias de aprendizaje. 2.1.2 Funciones del orientador educativo en la escuela secundaria. Solé (2002) da al orientador, la función vertebradora de la intervención psicopedagógica que no es otra cosa más que contribuir a prevenir posibles dificultades 25 para corregir las que se originen, además de enriquecer el desarrollo y la organización de los estudiantes. De ahí que parte de las actividades en las que se desempeña sean de establecer estrategias de intervención más preventivas que correctivas en función del alumnado a su cargo. Según la Secretaría de Educación Pública (2011c, p. 37) “la tutoría se concibe como el conjunto de alternativas de atención individualizada que parte de un diagnóstico”, cuyo propósito es: Fomentar vínculos de diálogo, reflexión y acción para fortalecer la interrelación de los estudiantes en cada grupo respecto a su desempeño académico, las relaciones de convivencia y la visualización de sus proyectos de vida, donde el tutor genere estrategias preventivas y formativas que contribuyan al logro del perfil de egreso de la Educación Básica. (SEP, 2011c, p. 56). Por lo que entre sus destinatarios están estudiantes que presenten características especiales como el bajo rendimiento académico u opuestamente con aptitudes sobresalientes. Luego entonces, especificando las funciones más sobresalientes del orientador educativo en secundaria según Molina (2004) se enumeran como: a) formular propuestas a la elaboración o modificación del Programa Escuelas de Calidad, b) contribuir a la orientación de los alumnos, en especial en los cambios de ciclo o etapa y otras elecciones, c) colaborar con el resto de profesores en la detección y prevención de problemas de aprendizaje y en la aplicación de adaptaciones curriculares, d) realizar la evaluación tanto psicológica como pedagógica prevista en la normativa, e) asumir la docencia que le sea encomendada, f) participar en la elaboración del consejo orientador sobre el futuro profesional y académico de los alumnos y g) promover la investigación 26 educativa así como proponer actividades de perfeccionamiento, enseñanza de técnicas para el desarrollo de actitudes sociales. Asimismo, el asesoramiento del sujeto para el desarrollo de sus aptitudes interpersonales, ayuda al conocimiento de sí mismo y de los demás, guía para el desarrollo del potencial creador de cada individuo y su autoconocimiento, conducción hacia el conocimiento de sí mismo, asistencia al educando y apoyo a los alumnos en las actividades escolares (Celorrio, 2004). De las funciones anteriores, es importante resaltar que la atención a los estudiantes es prioritaria, pues sus aprendizajes comprenden el propósito fundamental de la educación básica y en muchas de las ocasiones, del orientador depende la toma de decisiones a largo plazo del educando. 2.1.3 Intervención del orientador educativo en la escuela secundaria. Durante el desempeño del orientador educativo en la escuela secundaria, éste tiene contacto con distintos actores que lo llevan a realizar sus funciones de manera integral, interviniendo en varios ámbitos, tal como lo menciona Celorrio (2004) y son: 1. Intervención innovadora, llevada a cabo en metodologías, organización de actividades y promoción de la investigación. 2. Intervención personalizada, favoreciendo el diseño de proyectos de acuerdo a las características y necesidades diversificadas de los alumnos, llevando al aprendizaje significativo y facilitando el desarrollo de 27 competencias básicas para la vida, como lo marca el Plan de Estudios 2011 (SEP, 2011c). 3. Intervención integradora, en la que se ve favorecido el proceso educativo de los objetivos de desarrollo del alumno de manera completa, abarcando ámbitos como el personal, académico, social y afectivo, permitiendo su inclusión social y preparación para la vida laboral. Ahora bien, considerando estos tipos de intervención hay que mencionar que la colaboración del orientador en la tarea educativa del estudiante, puede llevar a formar en el alumno un carácter de independencia en su toma de decisiones para que al términode la educación básica, su orientación se observe conformada, oportuna, veraz y determinante de situaciones de aprendizaje. Huguet (citado por Solé, 2002), determina que existen otros niveles básicos de intervención del orientador educativo, uno es el alumno, abarcando sus posibilidades y limitaciones, su forma de interactuar con los otros y sobre todo, las estrategias usadas para aprender. El siguiente es el aula que incluye tareas de colaboración con el tutor y profesores que intervienen en el grupo relacionadas con aspectos de metodología, análisis, innovación y dinámica grupal atendiendo a su vez a la diversidad. Luego, la institución, que abarca las tareas del centro escolar en conjunto, interviniendo factores de educación vía gobierno, el trabajo colaborativo entre docentes, la organización institucional para llevar a cabo actividades en conjunto. Y por último, el nivel, zona o sector, que es la conjunción de varias escuelas de una zona que interactúan entre sí, para 28 ganar estrategias en conjunto que eleven el potencial del sector y favorezcan la sociedad del conocimiento circundante. De hecho, es sobresaliente retomar que el trabajo en equipo, delega responsabilidades que hacen lograr cambios de organización para mejorar el desempeño, en el caso del orientador, se puede llegar a ver que sus funciones son únicamente para favorecer al alumno, sin embargo, aunque sea así, hay que observar entre líneas, que su intervención, lleva a lograr mejores resultados en la formación integral de la comunidad escolar. 2.1.4 El papel del orientador educativo en la reforma 2011. A partir de la modificación de planes y programas en la educación básica, se han notado cambios en el campo de orientación y tutoría, empezando por el nombre, que antes era sólo orientación. La reforma ha hecho notar más al orientador en la educación integral del alumno, pues lo involucra en el ámbito personal y académico, tomando en consideración las necesidades de los estudiantes y propone maneras de satisfacerlas. Según el Plan de estudios 2011 (SEP, 2011c) orientación y tutoría se plantea como un espacio de diálogo y comunicación estudiante-orientador, así como de acompañamiento desde una perspectiva humanista que basándose en las necesidades detectadas se planee una serie de secuencias didácticas que resuelvan las inquietudes y potencialicen las virtudes para poder lograr objetivos a largo plazo. El propósito de este campo, es “fomentar vínculos de diálogo, reflexión y acción para fortalecer la interrelación de los estudiantes en cada grupo respecto a su desempeño 29 académico, las relaciones de convivencia y la visualización de sus proyectos de vida” (SEP, 2011c, p. 13), haciendo que el orientador utilice medidas de prevención y al mismo tiempo de formación que lleven al logro del perfil de egreso. El proceso de enseñanza llevado a cabo por el maestro en la escuela secundaria y apoyado por el orientador educativo, es determinante en gran porcentaje para el aprendizaje de los alumnos. Por ello, es que las estrategias que utilice deben ser basadas en las características del alumnado. Díaz Barriga y Hernández las definen como “procedimientos que el agente de enseñanza utiliza en forma reflexiva y flexible para promover el logro de aprendizajes significativos en los alumnos” (2010, p. 118). Por lo que se puede decir que son recursos para mediar el aprendizaje de acuerdo a las necesidades de la actividad de construcción de los estudiantes. 2.2 Estrategias de enseñanza Se le llaman estrategias de enseñanza porque las trabaja el docente y sirven para la mejora de la aprehensión de conocimientos por parte del estudiante. De hecho, el fin último de estas estrategias, es que el docente logre que el alumno cree las propias para que aplique sus saberes en la vida práctica, denominándoseles estrategias de aprendizaje. Las bases estructurales de la enseñanza parten de la zona de desarrollo próximo de Vygotsky (Hernández, 1999) cuyas ideas fueron cimentadas en que la tarea del alumno se veía favorecida si estaba guiada bajo la instrucción de una persona eficiente que 30 supiera más que el aprendiz. De tal forma, que para seleccionar y emplear alguna estrategia de enseñanza el guía debe de tomar en consideración algunos criterios como: Insertar las actividades que realizan los alumnos dentro de un contexto y objetivos más amplios donde éstas tengan sentido; fomentar la participación e involucramiento de los alumnos en las diversas actividades y tareas; realizar ajustes y modificaciones en la programación más amplia y sobre la marcha, partiendo de la observación del nivel de actuación que demuestren los alumnos en el manejo de las tareas y/o de los contenidos por aprender; hacer un uso explícito y claro del lenguaje con la intención de promover la situación necesaria de intersubjetividad (entre docente y alumnos) así como la compartición y negociación de significados en el sentido esperado, procurando con ello evitar rupturas e incomprensiones de la enseñanza (Díaz Barriga y Hernández, 2010, p. 122). Asimismo, establecer la relación entre conocimientos previos y nuevos, la promoción de la autonomía y regulación en los saberes, el uso del lenguaje para conceptualizar las experiencias, creando así la zona de desarrollo próximo que aporta Vygotsky. De ahí que las estrategias de enseñanza permitan al docente, diseñar las secuencias didácticas que implementará en clase con los estudiantes para establecer las condiciones apropiadas a fin de que éstos lleven a cabo la construcción e interiorización de los conocimientos; partiendo de lo ya conocido. Las estrategias de enseñanza, didácticas deben complementarse con lo que se supone el alumno hará, es decir las estrategias de aprendizaje. 2.2.1 El uso de las estrategias de enseñanza. Ahora, retomando el criterio en el que se relacionan los conocimientos precedentes con los nuevos de los alumnos, existen estrategias que ayudan a crear el vínculo, pudiendo alcanzar el aprendizaje significativo y un mejor despliegue de la enseñanza. 31 Mayer (1984, citado por Díaz Barriga y Hernández, 2010, p. 126) le denomina a este enlace: “construcción de conexiones externas”. Los organizadores previos son las estrategias de enseñanza más usadas y son recursos utilizados para agrupar información ordenada compuestos por “un conjunto de conceptos y proposiciones de la nueva información que se va a aprender” (Díaz Barriga y Hernández, 2010, p. 126). Su función es dar una idea clara de la información a tratar a través de palabras clave. De acuerdo a las experiencias en aplicación de organizadores previos en la enseñanza, la ventaja que tienen es que contribuyen a sintetizar información, definiendo palabras importantes de un contenido que se usará durante el tratamiento de un tema complejo. Además, llevan al procesamiento de información más rápida y jerarquizada y contribuyen a formar un bosquejo para saber cuáles son las palabras clave que se aprenderán y las palabras enlace que se usarán para su desarrollo. Ahora bien, las estrategias de enseñanza fijan el material de aprendizaje en un contexto de asimilación, además activan los conceptos más importantes que el estudiante sabe previamente, integrando los conocimientos nuevos (Ferreyra, 2007). Por otra parte proporcionan a los alumnos una plataforma o soporte de ideas para lograr que confronten la información. Entre las recomendaciones para el empleo de estrategias de enseñanza en la obra de Díaz Barriga y Hernández (2010) se menciona que es preciso que los profesores usen un vocabulario familiar, que no sea muy extenso, se aborde por tema, empleen apoyos 32 visuales, elaboren una bitácora de conceptos generales más importantes, se procure ir de lo general a lo particular y se dejen claras las relaciones entre conceptospara facilitar el aprendizaje. 2.3 Estrategias de Aprendizaje Las estrategias de aprendizaje son definidas por Díaz Barriga y Hernández (2010) de manera que se identifican como instrumentos flexibles usados por la mente de los estudiantes para llevar a cabo un aprendizaje significativo y tomar decisiones académicas. Ahora bien, para que un estudiante defina sus propias estrategias de aprendizaje es necesario que sea guiado previamente por un docente que mediante estrategias de enseñanza encamine su aprehensión de conocimientos para que solo logre los propósitos de alcanzar nuevos conocimientos (Díaz, 2005). Para Díaz Barriga y Hernández (2010) las estrategias de aprendizaje, se pueden clasificar según el proceso que se lleve a cabo, el cual, puede ser de dos tipos, uno memorístico y el otro significativo. En el caso del primero, lleva a cabo una estrategia de recirculación de la información en donde su finalidad es un repaso simple o un apoyo al repaso, ocupando repeticiones simples y acumulativas, así como el subrayado, destacado o copia. Para el segundo caso, el aprendizaje es más complejo pero tiene mayor trasfondo y mejores resultados, pues lleva a cabo estrategias como la elaboración, cuyo objetivo es el procesamiento simple y el complejo. 33 Por ello, la organización tiene como meta la clasificación, así como la jerarquización de la información. En estos casos, se usan técnicas como las palabras clave, las rimas, imágenes mentales, parafraseo, elaboración de inferencias, resúmenes, analogías, categorizaciones, redes semánticas, estructuras mentales y mapas conceptuales (Díaz Barriga y Hernández, 2010). Hay que comentar que para organizar la información se pueden requerir recursos visuales que son de gran utilidad para resumir o desmenuzar ciertos conocimientos bastos, su efectividad se comprueba en la comprensión, aprehensión y aplicación del saber en la vida diaria y para toma de decisiones. 2.3.1 Teorías de aprendizaje. El aprendizaje es un proceso que ha sido estudiado por muchos psicólogos porque se da en la mente del individuo, desarrollando sus sentidos y habilidades cognitivas. Entre los autores más destacados están Piaget, Vigotsky, Ausubel, Bruner, Gardner, Dewey entre otros, quienes han contribuido de manera sustanciosa a la ciencia, aportando acerca de la aprehensión de conocimientos. El caso particular de Ausubel con el aprendizaje significativo y otra teoría también sobresaliente, el constructivismo, cuyos representantes son Piaget y Vigotsky. 2.3.1.1 Aprendizaje significativo. Las ideas de Ausubel acerca del aprendizaje significativo son sustanciosas en la medida en que se trata de conectar las ideas de los alumnos con los saberes nuevos que adquieren en su educación (Coll, 1988). Díaz Barriga y Hernández (2010), describen el desarrollo del aprendizaje escolar ausubeliano, postulando que este proceso implica la reestructuración activa de los esquemas mentales 34 del alumno, las palabras clave, las percepciones e ideas que concibe a partir de lo que conoce. Además, se concibe al estudiante como procesador de información que va aprendiendo de manera sistemática y organizada, jerarquizando conceptos, utilizando la memoria como apoyo y no como elemento básico, incluso “propugna por el aprendizaje verbal significativo que permite el dominio de los contenidos curriculares que se imparten en las escuelas, sobre todo de aquellos contenidos científicos que tienen un carácter conceptual” (Díaz Barriga y Hernández, 2010, p. 29). Ahora, para la puesta en marcha de un aprendizaje significativo implícito en los mapas conceptuales, Díaz Barriga y Hernández (2010), dimensionan la forma en que el conocimiento se incorpora en las estructuras mentales del alumno, mencionando como características: que la información nueva se relaciona con la ya existente en la estructura cognitiva de forma sustantiva, no arbitraria ni al pie de la letra, el alumno debe tener una disposición o actitud favorable para extraer el significado, además de poseer los conocimientos previos o conceptos de anclaje pertinentes y se puede construir un entramado o red conceptual. 2.3.1.2 Constructivismo. Para comprender el constructivismo, hay que recordar que Monagas (2009), ubica al mapa conceptual en el contexto de los planteamientos de Ausubel acerca del aprendizaje, marcando las ideas que ya conoce el alumno como el factor más influyente en el proceso de interiorización, y por ende el aprendizaje 35 significativo se da cuando el educando establece relaciones entre el nuevo conocimiento y el que ya posee. La visión constructivista, parte de una educación escolar que involucra una práctica socializadora en la que teóricos como Piaget, Vigotsky y Ausubel se ven involucrados. El primero, elaboró sus teorías con base en la inteligencia y la psicología. El segundo desarrolló una propuesta marxista pues relaciona lo social con el aspecto psicológico y el tercero que realizó aportes a la psicopedagogía, aprendizaje significativo (Díaz Barriga y Hernández, 2010). De hecho estos enfoques comparten una premisa que es la “actividad mental constructiva del alumno para la realización de los aprendizajes escolares” (Díaz Barriga y Hernández, 2010, p. 27) y son los programas institucionales de la educación formal que tienen como meta principal que los alumnos crezcan intelectualmente, en el marco cultural al que pertenecen para formar la sociedad del conocimiento. Esta sociedad, tan demandante de tecnologías que actúen sobre información y no sólo información para actuar sobre las tecnologías (Marcelo, 2001) hace que el constructivismo haga uso de mecanismos de influencia educativa para promover, guiar y orientar el aprendizaje. De ahí, que los mapas conceptuales se centren en que el alumno sea el autor, encaminado por el guía -profesor-, quien le dará las bases o incluso los conceptos de la red semántica, pero sin que éste le presente la estructura de proposiciones que hay que 36 conformarlo. El alumno al generar su mapa, construye su conocimiento, de forma única, partiendo de sus conocimientos previos y las relaciones que establece. 2.3.2 Los mapas conceptuales como estrategia de aprendizaje. Ontoria (2006, p. 43) menciona que las estrategias de organización establecen “relaciones internas entre los materiales de aprendizaje” y puede llevarse a cabo formando categorías o estableciendo una ordenación de mayor a menor, para construir unidades de conocimiento. Cuando el alumno se encuentra en clase, recibiendo información de distintas fuentes, es importante que genere en su mente una organización de ideas que lo lleven a su jerarquización y clasificación para lograr la comprensión de los contenidos. Pozo (1990, citado por Ontoria, 2006) clasifica a los mapas conceptuales como una habilidad dentro del aprendizaje identificando el significado de los conceptos y el procesamiento de información, siendo entonces una estrategia de aprendizaje que lleva a cabo una organización jerárquica. Apoyando las ideas anteriores, Monereo menciona que las estrategias de organización: Están formadas por el dominio de sistemas de agrupamiento, ordenación y categorización de datos, que permitirían obtener una representación fidedigna de la estructura de la información objeto de enseñanza-aprendizaje. A este grupo pertenecen las competencias relativas al orden temporal, espacial o procedimental de eventos, a la identificación de la estructura textual de un escrito o a la representación precisa de un tema según el tipo de contenidos que incorpore, conceptos, principios, procedimientos, actitudes, valores (1990, p. 9). 37 Las estrategias de aprendizaje por organización implican clasificaciones jerárquicas de conceptos y por ello es que, en ocasiones, su desarrollo es complejo. Sin embargo, de acuerdo alas experiencias con infantes es que se han visto los procesos mentales más beneficiados para entender el significado de un contenido (Henao, 2004). El uso de los mapas conceptuales ha sido benéfico porque le permite al individuo, desarrollar sus capacidades cerebrales progresivamente, considerando aspectos como la percepción y el aprendizaje, buscando facilitar la interacción inteligente con los sistemas mentales de información (Hernández, 2006). Díaz Barriga y Hernández define esta estrategia de aprendizaje como “representaciones gráficas de segmentos de información o conocimiento de tipo declarativo” (2010, p. 140). Por su parte Garza y Leventhal (2002) mencionan que son herramientas poderosas que ayudan a que los alumnos almacenen ideas con relaciones de significancia, comprendiendo el por qué se encuentran conectadas unas con otras. Así, en el mapa se muestra la relación estrecha entre términos que pueden relacionarse en forma de cascada pero también de manera alternada. En general, se puede decir que esta estrategia de aprendizaje ayuda a extraer conceptos sobresalientes de un texto, relacionándolos entre sí con palabras enlace. Al respecto, Cañas, Ford, Coffey, Reichherzer, Carff, Shamma, Hill, Suri, y Breedy, (2000a) comentan que entre sus múltiples beneficios, se encuentran su flexibilidad, búsqueda de información, demostración gráfica del conocimiento, así como la fácil asimilación del contenido. 38 También, según la persona que elabora los mapas conceptuales es el grado de dificultad que le inyecte y aún así pueden ser entendidos, pues la estructura de éste es realizada de la misma manera y con los mismos elementos, cambiando únicamente el tipo de conceptos y palabras enlace que lo conformen (Cañas, et.al., 2000a) y apoyando esta idea Moreira añade que los mapas “deben ser explicados por quien los hace; al exponerlos, la persona externaliza significados” (2005, p. 3). Se considera que utilizar herramientas como el mapa conceptual, según Garza y Leventhal, (2002) tiene varios objetivos entre los que se encuentra permitir la representación de relaciones significativas entre conceptos en forma de proposiciones, ayudar al reforzamiento del conocimiento del alumno, siendo declarativo, procedimental y condicional, llevando a promover la memoria a largo plazo, potencializar el manejo de grandes cantidades de información, así como permitir visualizar la forma de representar el conocimiento, determinando fortalezas y debilidades. Novak (1988) hace notorio que al crear mapas de conceptos, el papel que desempeña el lenguaje en el intercambio de información hace comprender el valor y los objetivos que ellos representan para quien los realiza. Considerando que los mapas conceptuales son estrategias que generan aprendizajes en los alumnos; es preciso mencionar que, según Ontoria (2006), también contienen tres elementos fundamentales: a) Concepto o Nodo (Monagas (2009) 39 Que hacen referencia a los acontecimientos o ideas u objetos que se pueden observar y que forman imágenes mentales provocando connotaciones diversas, que van desde lo abstracto hasta lo sensorial concreto. b) Proposición Cuya particularidad es que reseñan la composición de dos o más términos unidos por palabras enlace para formar campos semánticos, yendo más allá de una simple denominación. c) Palabras enlace Son las que señalan unión de conceptos y la relación existente entre éstos; a diferencia del primer elemento, éstas no forman en el individuo imágenes mentales, puesto que son conjunciones o nexos entre ideas clave. De hecho, cuando el mapa se vuelve complejo, surgen las relaciones cruzadas entre conceptos no contiguos y que gracias a estos elementos se pueden enlazar con líneas diferentes (Ver figura 2). Aunado a estos tres elementos Monagas (2009) incluye uno más: a) Numeración de nodos “Indica una posible secuencia instruccional, mediante el uso de las flechas y la numeración de nodos es compatible con la disposición jerárquica de arriba hacia abajo” (Monagas, 2009, p.91). Generalmente se puede combinar con líneas para 40 crear jerarquizaciones entre nodos importantes señalados con flechas y nodos menos destacados determinados por líneas. Figura 2. Casos de enlace entre nodos (Monagas, 2009) Garza y Leventhal (2002), por su parte, identifican principalmente tres tipos de mapas conceptuales, sin embargo, existen formas híbridas en las que predomina la combinación de elementos de clasificaciones distintas (Henoa, 2004). A continuación se describen las características de los básicos que proponen Garza y Leventhal (2002), pero ilustrados en Cuevas (2003). a) En forma de araña: Estructurado de manera que el término que representa al tema principal está en el centro del gráfico y el resto de los conceptos se unen mediante una flecha (Ver figura 3). 41 Figura 3. Mapa conceptual tipo araña (ilustrado en Cuevas, 2003) b) De cadena: Presentando la información de arriba hacia abajo, tomando un camino deductivo, es decir de lo general a lo particular (Ver figura 4). Figura 4. Mapa conceptual tipo cadena (ilustrado en Cuevas, 2003) c) Jerárquico: Estableciendo un orden de importancia, donde el concepto va centrado en la parte superior y de ahí parte la información (Ver figura 5). 42 Figura 5. Mapa conceptual de jerarquía (ilustrado en Cuevas, 2003) Díaz Barriga y Hernández (2010) señalan que la construcción de un mapa de conceptos es flexible, de ahí que pueda elaborarse de la manera más propia para el creador; sin embargo, no recomiendan realizarlo como un diagrama secuencial pues no determina temporalidad o direccionalidad. De hecho entre las recomendaciones que se deben seguir está realizar un ordenamiento de conceptos primarios que son considerados los más importantes, posteriormente ideas secundarias que hagan ver el segundo nivel de importancia pero que a su vez sean más específicos (Díaz Barriga y Hernández, 2010). Un estudio empírico realizado por Ariza, Yaber, Muñíz, Hurtado y Figueroa (2009) muestra cómo el aprendizaje de conceptos abstractos al ser complejo, la mente difícilmente lo procesa, de ahí la importancia del uso de mapas conceptuales. Se trabajó un diseño cuasiexperimental para el estudio de conceptos de biología celular, con dos grupos, uno de los cuales usó mapas conceptuales y otro no lo hizo. Al término del estudio, los resultados arrojaron mejores aprendizajes y procesos mentales de los 43 individuos estudiados. Llegando a la conclusión de que los mapas conceptuales son una herramienta para aprender significativamente conceptos de biología celular. Desde el punto de vista de la construcción de conocimientos, poniendo énfasis en el aprendizaje significativo, los mapas conceptuales constituyen una herramienta eficaz en el proceso de enseñanza y de aprendizaje de los estudiantes. Otro estudio empírico para conocer la relevancia de los mapas conceptuales fue realizado por Ruíz-Primo (2000) quien a partir de las características de estas herramientas planteó que, realizar un mapeo genera en los estudiantes diferencias en su comprensión de conceptos, además de la creación de técnicas propias del estudiante para elaborar sus propias representaciones de ideas. Teniendo como primeros resultados de su aplicación que los estudiantes se entrenan para la construcción de mapas conceptuales en un corto periodo de tiempo limitado con la práctica. Gónzalez y Jáuregui (1992, citados por Costamagna, 2001) indican la consideración de la eficacia de los mapas conceptuales para revelar la comprensión conceptual de los alumnos, como también valoran las actitudes positivas que se potencian en ellos y apoyando la idea, Díaz Barriga y Hernández (2010) dicen que entre las condiciones para el logro del aprendizaje significativo están las características delalumno que intenta aprender los contenidos, entre las cuales están la actitud por aprender, la naturaleza de la estructura del conocimiento, así como sus experiencias previas. 44 Un estudio que muestra la evidencia del uso de mapas conceptuales es el realizado por Fisher, Wandersee, y Wideman, (2000) mostrando que este tipo de representaciones se generan en la mente para producir nuevos conocimientos, mejorando el aprendizaje y la aplicación de éste en la vida diaria. En la investigación se compara el uso de mapas para ubicar carreteras que el individuo usa en su mente de acuerdo a la información que obtenga del exterior, teniendo como conclusión que con el uso de esta herramienta se logra el aprendizaje consciente, la flexibilidad cognitiva y el cambio conceptual. Entre los docentes encuestados para saber los resultados de la aplicación, hubo comentarios positivos que mencionan que esta estrategia de aprendizaje hace al alumno más pensante desarrollando sus habilidades mentales y críticas. Para el caso, Ontoria (2006) maneja el trabajo de los mapas de conceptos en el aula, tomando en cuenta cuatro aspectos: 1. Conexión con las ideas previas de los alumnos, que puede ser realizada de dos formas: a) Presentar un concepto clave y pedirle al estudiante que arme una red semántica con otros que le parezcan relacionados con el que se le presentó. b) Mostrar al alumno una lista de conceptos clave para que forme con ellos un mapa conceptual 45 2. Inclusión, trabajada con la jerarquización de conceptos, estableciendo orden de importancia entre palabras clave y relaciones entre ellos según su orden. 3. Diferenciación progresiva, ejecutada a través de fases en las que se note una marcada evolución en la construcción de mapas conceptuales, incluyendo también relaciones cruzadas entre ideas, indicando así, el progreso del alumno. 4. Reconciliación integradora, establecida cuando el alumno por sí solo encuentra relaciones cruzadas entre conceptos marcando una notoria evolución de procesos mentales, en los que la memoria pasa a segundo término y la crítica y reflexión son prioritarias. Cuando se les presenta cierta información a los alumnos, de manera explícita se observan ciertas variables que lo llevan a conformar un mapa conceptual. Sin embargo, es necesario que el docente contribuya a esa construcción guiando la manera como el estudiante va presentando sus jerarquías de conceptos; particularmente cuando el alumno está aprendiendo la estrategia. Ontoria (2004) menciona que se deben tomar en cuenta aspectos previos a la elaboración de una representación de conceptos, tales como: a) el número de conceptos e ideas, b) que el significado de conceptos pueda ejemplificarse con ideas sencillas, c) el tipo de mapa que se elija lleve una jerarquía entre conceptos yendo de lo general a lo particular, d) que se determine la funcionalidad de los conceptos y se establezcan 46 palabras enlace entre cada uno de ellos, e) se revele claridad en la organización de conceptos y f) que se creen vistas previas del mapa, para ir descartando posibles defectos y se vea lo más limpio posible. Ahora, es pertinente destacar que en toda instrucción o enseñanza para llevar a cabo la elaboración del mapa conceptual en el aula, el docente debe proceder de manera concreta a proporcionar al alumno una guía acerca de los pasos a seguir (Picado, 2006). Cañas, Ford, Coffey, Reichherzer, Carff, Shamma, Hill, Suri, y Breedy, (2000b) proponen que el uso de herramientas tecnológicas sirven de apoyo al estudiante para realizar mapas conceptuales, por ejemplo el empleo de algún software que cree mapas de conceptos partiendo de los elementos básicos que deben contener. Aunque esto debe ser después de haber aprendido los pasos para realizarlos como manifiesta Ontoria (2004), quien declara que ya sea manual o con herramientas tecnológico- constructivas, el mapa conceptual debe realizarse siguiendo estos pasos: 1. Explicación breve con ejemplos sobre los conceptos y palabras enlace. 2. Escoger el contenido que sea lo más familiar posible. 3. Delimitar por escrito en columnas los conceptos principales, las palabras enlace y el número a utilizar de cada uno. 4. Construir el mapa haciendo ver a los estudiantes cuáles son las palabras enlace más adecuadas para unir conceptos. Escribir, relacionar y jerarquizar conceptos según su importancia. 47 5. Finalmente, explicar el tema a través del mapa. Incluso, en el momento de que se le proponga al alumno que use la estrategia de aprendizaje, si tiene contacto con la tecnología podrá relacionar aspectos metodológicos que lo lleven a la elaboración de mapas conceptuales usando sus habilidades digitales. En el caso de esta investigación, por ser alumnos de primer grado de secundaria, se trabajó sólo con producciones manuales, ya que el uso de la tecnología no fue generalizada entre los alumnos. Así, entonces, se privilegia el aprendizaje del proceso de construcción de mapas y el contenido conceptual tratado en clase. Durante el proceso de enseñanza es importante describir al alumno, cómo hacer y para qué le servirá el mapa conceptual. Es necesario incluir entre los argumentos el mejor entendimiento de un tema a través de la formación de unidades semánticas en lenguaje comprensible para ellos y la realización de varios bosquejos previos que lleven a hacer sencilla su lectura incluyendo todos sus componentes. En una investigación teórica-experimental realizada por Novak y Cañas (2006), se argumenta que los mapas conceptuales sirven para determinar los niveles de pensamiento del individuo. El estudio concluye que el mapa conceptual puede ser también un esfuerzo grupal, donde todos los estudiantes dan su opinión y participan en su construcción, para lo cual los docentes deben de estar en alerta para evaluar la participación individual de cada alumno; además, el punto de partida para la construcción del mapa puede variar dependiendo del entendimiento previo esperado de 48 los educandos, la dificultad o novedad del tema y el nivel de dominio del mismo que tenga el maestro. Como ya se revisó anteriormente, los elementos del mapa de conceptos, son determinantes en su construcción, las palabras clave permiten conocer el tema, los enlaces, las relaciones que hay entre ellos y las proposiciones que ayudan a jerarquizar la información para poder ordenar las ideas a presentar. Situación que indudablemente puede reflejar la comprensión de un contenido conceptual y que incidiría en el aprendizaje y rendimiento académico del estudiante; motivo principal de esta investigación. Pero ahora, después de elaborar un mapa conceptual que contenga cierta información de un texto referido, es momento de conocer la forma en que se puede valorar si cumple con parámetros de un buen mapa conceptual. Esta evaluación, se puede llevar a cabo mediante rúbricas que llevan al creador del mapa a saber los indicadores cualitativos de una representación conceptual. Domínguez-Marrufo, L., Sánchez-Valenzuela, M. y Aguilar-Tamayo, M., (2010) determinan las categorías a evaluar en un mapa conceptual: a. El concepto principal b. Los conceptos subordinados c. Las ligas junto con las proposiciones en una sola unidad evaluativa d. Los enlaces cruzados para evidenciar la creatividad general del mapa 49 e. Los niveles jerárquicos f. La complejidad estructural del mapa conceptual Por su parte Novak y Gowin (1988) proponen dar respuestas a ciertas preguntas más generalizadas, que forman parte de una rúbrica en prosa, cuyos resultados pueden ser más subjetivos que los propuestos por Domínguez-Marrufo et.al. (2010), estas son: a) Proposiciones: “¿Se indica la relación de significado entre dos conceptos mediante la línea que los une y a través de una palabra enlace?” (Novak y Gowin, 1988, p. 15) b) Jerarquía.“¿Presenta el mapa una estructura jerárquica? ¿Es cada uno de los conceptos subordinados más específico que el concepto que hay dibujado sobre él (en el contexto del material para el que se construye el mapa conceptual)?” (Novak y Gowin, 1988, p. 15). c) Conexiones cruzadas. “¿Muestra el mapa conexiones significativas entre los distintos segmentos de la jerarquía conceptual? ¿Es significativa y válida la relación que se muestra?” (Novak y Gowin, 1988, p. 15). d) Ejemplos. “Considerar si los acontecimientos y objetos concretos son ejemplos válidos de lo que designa el término conceptual” (Novak y Gowin, 1988, p. 16). De acuerdo a lo anterior, se consideran los aspectos que en el aula son de utilidad para la evaluación de mapas conceptuales, que parten de los elementos que los 50 conforman y de su aplicación en las estrategias de aprendizaje de los estudiantes. En esta investigación teniendo en cuenta los referentes anteriores, se planteó una rúbrica para la evaluación de los mapas de los alumnos y se presenta en el apéndice A. Para concluir esta sección, es importante mencionar que los mapas, son representaciones conceptuales jerárquicas e interrelacionadas, usadas como estrategias de enseñanza y de aprendizaje y en el que estas últimas llevan al alumno a determinar los conceptos clave de cierta información, permitiéndole la construcción de su propio conocimiento y al mismo tiempo desarrollando sus propias imágenes mentales para integrarlas a sus nuevos aprendizajes considerados significativos, pues relacionan entonces, conocimientos previos con nuevos; mismos que pueden ser evaluados de forma objetiva con rúbricas específicas. Los mapas, pueden ser estrategias de enseñanza y de aprendizaje, e inciden en el rendimiento académico de un estudiante; por tanto pueden ser herramientas utilizadas por los orientadores en su función de apoyo. 51 Capítulo 3. Metodología En este capítulo, se presentan los pasos a seguir para recabar información que nos permite conocer de cerca el fenómeno investigado a partir de datos cuantitativos y cualitativos que son aquellos que reflejan la experiencia vivida por los actores involucrados en esta investigación; por lo que la metodología utilizada es de naturaleza mixta. Se mencionan los instrumentos empleados y la forma en la que se analizaron para dar respuesta a la problemática planteada en el capítulo uno, así como a las preguntas complementarias. También se describe la población que participa en este estudio y la forma en que se realizó la selección de la muestra, dando una idea detallada acerca del entorno físico, sociocultural, económico y normativo escogido para su estudio. Además, con los instrumentos se justifica el procedimiento seguido para recabar la información pertinente, indicando la manera como se emplearon y considerando los aspectos éticos primordiales de la investigación se integra el consentimiento de los estudiantes y maestros para participar en este estudio. 3.1 Método de investigación En esta investigación se utiliza una metodología mixta (uso de datos cualitativos y cuantitativos) porque permitió por un lado comprobar de forma sucinta los cambios en las calificaciones bimestrales por parte de los alumnos después de la enseñanza del uso de la herramienta por parte de la orientadora y, por otra parte profundizar en el conocimiento del fenómeno e intervención realizada tanto con los alumnos como con los profesores. Involucró en el ámbito cualitativo la triangulación de datos relacionando 52 teoría-práctica-resultados, observaciones hechas en el salón de clases enriquecidas con notas personales y estudios descriptivos que especifican las características y perfiles de las personas participantes. En cuanto al análisis cuantitativo se comparan calificaciones obtenidas, según la asignatura, en los dos primeros bimestres con un análisis de varianza de las calificaciones bimestrales y se realizan encuestas sobre la percepción de apoyos que le ofrece al alumno el uso de la herramienta. Lo anterior llevó a la investigadora a tener como propósitos identificar las variables inmersas en este proceso a partir de la validación de datos con el fin de dar respuesta a las preguntas de investigación planteadas en el capítulo uno y profundizar en el conocimiento de este fenómeno. Para llevar a cabo la investigación relacionada con la aplicación de mapas conceptuales en el aula como herramientas de aprendizaje, hay que situar este estudio se efectuó en la escuela secundaria “Epigmenio González” de Metepec, Estado de México involucrando a 2 docentes frente a grupo, 40 alumnos de primer grado y la orientadora como apoyo a cada uno de los actores de la institución. Se integraron tanto el estudio de tipo cualitativo como el cuantitativo con un diseño cuasiexperimental, teniendo mayor peso el primero, sin descuidar el segundo. Se refiere este tipo de diseño porque se realizó una intervención en un grupo con medición antes y después, sin grupo testigo o de control. El grupo de estudio estaba formado antes de la investigación y retomando a Hernández et.al. (2010) los sujetos no se 53 asignaron aleatoriamente. El diseño de la investigación se muestra de la siguiente forma (ver figura 6): Figura 6. Diseño cuasiexperimental de la investigación (Datos procesados por el autor) De ello se pretende demostrar que los resultados académicos, calificaciones del grupo investigado por bimestre serán más altos que los resultados antes del tratamiento; se declara como tratamiento o intervención el proceso de enseñanza y uso sistemático de la estrategia de los mapas conceptuales por parte de los profesores y alumnos. Esto implicó un diseño de investigación cuasiexperimental con medición antes y después de la intervención de la orientadora, sin grupo testigo, que permitió observar los cambios en el grupo con el que se trabajó y comparar los resultados académicos anteriores y posteriores al tratamiento. Desde un punto de vista cuantitativo se esperaría que la variación de los datos fuese de orden positivo derivándose el planteamiento de las siguientes hipótesis: Ho: No existen diferencias significativas en las calificaciones de los alumnos después del tratamiento. Hi: Existen diferencias significativas en las calificaciones de los alumnos después del tratamiento. Medición antes de la intervención Medición después de la intervención Intervención del orientador 54 Dadas las condiciones del grupo de estudio, las características de los alumnos hacen que la orientadora se convierta en observadora participante, porque es el vehículo de intervención a través de la enseñanza directa de la herramienta que proveerá a los estudiantes de los instrumentos necesarios para incorporar el uso de los mapas como estrategia cotidiana para su aprendizaje. 3.2 Población, participantes y selección de la muestra La escuela donde se llevó a cabo esta investigación es de tipo pública, en el Municipio de Metepec, Estado de México y cuenta con elementos físicos que facilitan los procesos de aprendizaje, gracias al uso de herramientas tecnológicas y científicas, como es el caso de un laboratorio escolar con instrumentación adecuada, así como sustancias químicas, internet, sala de cómputo, sala de audiovisuales, pizarrón electrónico, proyectores, globos terráqueos, entre otros. El contexto sociocultural de la escuela está compuesto en su mayoría por personas de escolaridad básica que conforman una comunidad con creencias religiosas arraigadas con cierta combinación de ignorancia que inciden de manera negativa en la formación espiritual de los individuos. Adicionalmente es preciso destacar que la población es de un nivel socioeconómico medio-bajo que en diversos casos específicos desmotiva a los alumnos a seguirse preparando académicamente para lograr una
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