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EXCAVACIONES, VOLADURAS Y MOVIMIENTOS DE TIERRAS EXCAVACIONES MEDIANTE VOLADURAS Excavaciones, voladuras y movimientos de tierras – Excavaciones mediante voladuras © Structuralia 2 Excavaciones, voladuras y movimientos de tierras - Excavaciones mediante voladuras 3 © Structuralia ÍNDICE ÍNDICE ........................................................................................................................................................................... 2 1. CONCEPTOS BÁSICOS SOBRE VOLADURAS ..................................................................................................... 4 1.1 Empleo de voladuras ............................................................................................................................................. 4 1.2 La operación de la voladura .................................................................................................................................. 5 1.3 Planteamiento de la voladura ................................................................................................................................ 9 1.4 Efecto de las voladuras en el entorno ................................................................................................................. 11 2. PERFORACIÓN DE BARRENOS ........................................................................................................................... 14 2.1 Datos previos y precisión de la perforación ......................................................................................................... 14 2.2 Técnicas de perforación ...................................................................................................................................... 15 2.3 Evacuación del detritus y sostenimiento de la pared del barreno ....................................................................... 19 2.4 Equipo de perforación ......................................................................................................................................... 21 3. EXPLOSIVOS .......................................................................................................................................................... 24 3.1 Principales propiedades de los explosivos .......................................................................................................... 24 3.2 Tipos de explosivos ............................................................................................................................................. 27 3.3 Detonadores e iniciadores ................................................................................................................................... 30 3.4 Selección del explosivo ....................................................................................................................................... 33 3.5 Manejo de explosivos .......................................................................................................................................... 34 4. MECANISMO DE LA ROTURA .............................................................................................................................. 36 4.1 Rotura del terreno ................................................................................................................................................ 36 4.2 Secuenciación y voladuras de contorno .............................................................................................................. 40 4.3 Influencia del macizo rocoso y los explosivos ..................................................................................................... 43 5. VIBRACIONES Y SU CONTROL ............................................................................................................................ 46 5.1 Vibraciones en voladuras .................................................................................................................................... 46 5.2 Normativa sobre el control de vibraciones .......................................................................................................... 49 5.3 Medición de vibraciones ...................................................................................................................................... 54 5.4 Técnicas de reducción de vibraciones ................................................................................................................ 55 Excavaciones, voladuras y movimientos de tierras – Excavaciones mediante voladuras © Structuralia 4 1. CONCEPTOS BÁSICOS SOBRE VOLADURAS Las voladuras pueden realizarse en trincheras de obra civil, con desmontes a ambos lados o desmontes a media ladera, canteras u obras subterráneas (túneles, galerías, cavernas y minas). En cualquier caso, una voladura es una operación sofisticada que involucra cinco fases fundamentales: operaciones preliminares, perforación de los barrenos, carga de los explosivos, disparo y pega de los explosivos, y carga y transporte del material volado. Todo ello condicionado por la geología del macizo a excavar y los posibles efectos negativos sobre el medio ambiente y las estructuras cercanas. 1.1 Empleo de voladuras 1.1.1. Voladuras vs. excavación mecánica De forma general, la excavación del terreno mediante voladura se emplea cuando no es posible realizar la excavación por medios mecánicos alcanzando los términos económicos y de rendimiento planteados en una obra. Esto es así dado que existe una importante diferencia de coste entre la excavación por medios mecánicos y la excavación mediante voladura, siendo la segunda entre 2 y 3 veces más cara. En túneles y obras subterráneas, la voladura es un procedimiento alternativo al empleo de tuneladoras y rozadoras, presentado como ventajas la facilidad para excavar geometrías difíciles y secciones de geometrías variables, así como su mayor viabilidad económica en la excavación de túneles cortos. Por tanto, si bien las voladuras son el procedimiento estándar en canteras y yacimientos en rocas, en obra civil se debe plantear el uso de medios mecánicos siempre quesea posible, recurriéndose a la voladura únicamente cuando quede totalmente justificado por razones económicas y/o de plazo. 1.1.2. Excepciones al empleo de voladuras Existen algunas situaciones en las que, si bien podrían emplearse voladuras, este procedimiento no es recomendable. Así, no suele emplearse voladuras en: Excavaciones, voladuras y movimientos de tierras - Excavaciones mediante voladuras 5 © Structuralia § Excavaciones en rocas frágiles en macizos inestables, dado que el uso de voladura puede provocar grandes inestabilidades. § Macizos rocosos con gran cantidad de fisuras abiertas, donde los gases resultantes de la detonación de los explosivos escapan fácilmente, lo que disminuye drásticamente el rendimiento de la voladura. § Excavaciones en superficie en las que no puedan producirse ninguna clase de proyección. § Excavaciones subterráneas en la proximidad de estructuras o de maquinaria pesada, dado que las vibraciones producidas por la voladura pueden dañarlas. § Excavaciones subterráneas cercanas a la superficie, donde la excavación mecánica es relativamente más ventajosa, no altera el material y evita la formación de chimeneas y sobreexcavaciones importantes. § Excavaciones subterráneas en rocas blandas cuando se cuenta con alimentación eléctrica de media y alta tensión en la obra (tuneladoras y rozadoras tienen un consumo eléctrico muy importante). § Excavaciones para rocas ornamentales, en las que sea fundamental la obtención de piezas de gran tamaño (en estos casos, normalmente el bajo rendimiento y alto coste de la excavación mecánica está justificado). 1.2 La operación de la voladura 1.2.1. Operaciones preliminares El primer paso para la ejecución deuna voladura es proceder a la eliminación de la capa de suelo superficial que puede existir en la zona exterior del macizo rocoso (en caso de una voladura en exterior). A continuación, debe ejecutarse una superficie regular de forma que el equipo y los carros de perforación puedan desplazarse fácilmente, de cara a no perjudicar los rendimientos deseados. Es importante asegurarse de que se ha excavado por medios mecánicos todo lo posible antes de pasar a la siguiente fase. Para ello, la experiencia del personal técnico, y especialmente de los encargados y maquinistas, es fundamental. Excavaciones, voladuras y movimientos de tierras – Excavaciones mediante voladuras © Structuralia 6 No obstante, esto debe estar en equilibrio con dejar plataformas razonablemente uniformes que permitan realizar correctamente las perforaciones posteriores. Así, por ejemplo, en voladuras en exterior eliminar todos los suelos, dado que sus espesores suelen ser variables, va a llevar en muchas ocasiones a un relieve muy irregular que dificulta, o directamente impide, que se ejecuten las perforaciones. 1.2.2. Perforación de los barrenos Para lograr la voladura del terreno es necesario realizar una serie de taladros o perforaciones con un cierto espaciamiento. A estos taladros practicados en el terreno también se les denomina “barrenos” y tienen dos funciones básicas: (i) servir de punto de introducción de los explosivos en el macizo; y (ii) generar superficies libres que favorezcan la creación de ondas de tracción que faciliten la trituración y fisuración de los materiales rocosos. Así, la elección del diámetro de los barrenos depende de factores geológicos, técnicos y económicos, y suele condiciona el resto de las operaciones de la voladura. 1.2.3. Carga de los explosivos Una explosión es una reacción química exotérmica muy rápida, que libera la energía térmica en un tiempo muy reducido. Así, los explosivos son sustancias químicas susceptibles de transformarse en gases, generando presión y calor en un tiempo muy breve. Los explosivos se introducen y alojan en los barrenos. Se diferencian dos zonas en el barreno (Figura 1): § Carga en fondo: explosivo colocado en el fondo del barreno, que debe ser más potente que en el resto del barreno, dado que en esa zona la roca suele tener un confinamiento mayor y por tanto se requiere más energía para producir su arrancamiento. § Carga en columna: explosivo colocado a lo largo del barreno, por encima de la carga en fondo. Si se usan explosivos a granel se rellena todo el talado, mientras que si se usan explosivos en geles se colocan cartuchos con un acoplamiento que debe ser estudiado previamente y probado en campo. Excavaciones, voladuras y movimientos de tierras - Excavaciones mediante voladuras 7 © Structuralia Los explosivos industriales presentan una susceptibilidad baja (es decir, no es fácil que explosionen) para que puedan manipularse con seguridad. Por ello, requieren de un detonador o iniciador, es decir, un explosivo adicional que genera una pequeña onda de choque, con la suficiente energía para provocar la detonación del explosivo. Así, se denomina “cartucho cebo” al que se utilizar para alojar en su interior el detonador. En general solo se emplea un cartucho cebo por barreno, salvo que se empleen cargas espaciadas (en tal caso, existe un cartucho cebo por cada carga). Finalmente, una vez relleno el barreno con explosivo se procede a su retacado, operación consistente en el cierre y obturación del barreno. La misión del retacado es asegurar el confinamiento del explosivo y es una operación fundamental para que la energía de la voladura se transmita al terreno y no se pierda por la parte superior del barreno. Es recomendable que como material de relleno se emplee bien el propio detritus de perforación, bien arcilla, sal o gravilla de tamaño granulométrico 6-20 mm o 12-20 mm. En cualquier caso, debe evitarse que existan tamaños gruesos que puedan provocar proyecciones. Figura 1: Carga de los explosivos con cebado en fondo (modificado de la “Guía de buenas prácticas en el diseño y ejecución de voladuras en banco”) Retacado Carga de columna Carga de fondo Cartucho cebo Excavaciones, voladuras y movimientos de tierras – Excavaciones mediante voladuras © Structuralia 8 1.2.4. Disparo y pega de los explosivos Una vez que los barrenos han sido perforados y los explosivos cargados, se procede a su detonación, lo cual se conoce como “disparo” (de forma que los explosivos “se disparan”). Por su parte, se denomina “pega” a cada uno de los niveles de la voladura en el que se produce una voladura independiente. En cada pega detonarán una serie de barrenos, los cuales habrán sido dispuestos con un cierto espaciamiento entre ellos en ambas direcciones. Asimismo, no todos los barrenos de una pega detonarán simultáneamente, sino que éstos lo harán siguiendo una serie de retardos y microretardos que conseguirán maximizar la eficiencia de la voladura y reducir las vibraciones ocasionadas por ésta (Figura 2). El responsable de la obra (normalmente el jefe de producción de movimiento de tierras) siempre debe estar presente al realizar una pega, ya que debe tener de primera mano una impresión inicial de cómo ha ido la voladura (por ejemplo, de que no existan bolos, haya salido toda la voladura o no se haya sobrepasado la línea de talud), así como confeccionar un parte diario de voladura. Dicho parte suele incluir un croquis con la planta de la traza, la localización de los barrenos y las características de éstos (piedra, espaciamiento, longitud y los consumos de los distintos explosivos empleados). Ello permite estimación el material volado y controlar el ritmo de la operación de voladura. Figura 2: Disparo de los explosivos mediante secuenciación en superficie empleando detonadores eléctricos. Nótese que la iniciación tiene lugar primero en superficie con detonador, el cual activa un cordón detonante que a su vez hace de iniciador del cartucho cebo en fondo (modificado de la “Guía de buenas prácticas en el diseño y ejecución de voladuras en banco”) Detonador eléctrico en superficie Línea de tiro Cordón detonante Excavaciones, voladuras y movimientos de tierras - Excavaciones mediante voladuras 9 © Structuralia 1.2.5. Carga y transporte del material volado El material resultante de la voladura consiste en roca fragmentada. El tamaño de estos fragmentos dependerá de la naturaleza y características del macizo, así como del propio diseño de la voladura. Como en cualquier otra excavación, este material debe retirarse de la obra y transportarse a su destino final. El equipo de carga del material fragmentado debe dimensionarse y elegirse en función del ritmo de excavación que se programe para la obra, de forma que no represente un cuello de botella en el rendimiento global de la excavación por voladura. Así, a partir de la capacidad del cazo o cuchara del equipo de carga, puede decidirse la altura de banco de diseño o viceversa. Decidido el equipo de carga, se debe seleccionar el equipo de transporte adecuado a éste y a sus tiempos de parada. 1.3 Planteamiento de la voladura 1.3.1. Datos previos El planteamiento de una voladura precisa recopilar una serie de datos previos que incluye: § La situación geográfica. § Los accesos a la obra desde el exterior. § El volumen de roca que se debe excavar. § La caracterización del macizo rocoso. § La geometría final de la excavación. § El plazo disponible. § Las restricciones a la voladura, incluyendo cuestiones de horario (voladuras cercanas a infraestructuras como carreteras o ferrocarriles), ambientales (afección a la fauna y/o proyecciones), de transporte y almacenamiento de explosivos, y de afección a estructuras cercanas (vibraciones). Excavaciones, voladuras y movimientos detierras – Excavaciones mediante voladuras © Structuralia 10 1.3.2. Parámetros para considerar Los principales parámetros que deben considerarse cuando se plantea una voladura son: § El ritmo de obra y los rendimientos deseados. § Los accesos y servicios disponibles en la obra. § Los equipos de carga y transporte del material excavado que se van a emplear. § La granulometría del material volado que se desea obtener, lo que se conoce como “fragmentación” (es decir, el tamaño de los bloques de roca resultantes de la voladura). § El explosivo y los detonadores o iniciadores que se emplearán. § La longitud de los barrenos y la separación entre dos barrenos consecutivos (Figura 3). A esta separación se le denomina “tamaño de piedra” o “piedra” cuando hace referencia a la dirección perpendicular al talud, y “espaciamiento” a la dirección paralela. Adicionalmente, en voladuras en exterior, debe decidirse la altura de banco, siendo el “banco” cada uno de los niveles de la voladura en el que se produce una voladura independiente (es decir, el terreno que se excava en cada pega). Figura 3: Terminología de barrenos (modificado de la “Guía de buenas prácticas en el diseño y ejecución de voladuras en banco”1) 1 Ministerio para la transición ecológica y el reto demográfico, Guía de buenas prácticas en el diseño y ejecución de voladuras en banco, Dirección General de Política Energética y Minas, Madrid (2017). Tamaño de piedra Al tu ra d e ba nc o Espaciamiento Inclinación Excavaciones, voladuras y movimientos de tierras - Excavaciones mediante voladuras 11 © Structuralia En cualquier caso, es importante que la voladura esté perfectamente adecuada al terreno con el fin de conseguir una correcta terminación del talud. Así, si la voladura es insuficiente, puede que queden salientes y masa de roca no fragmentada en la parte baja del talud, lo que se conoce como repiés. Este material habrá que eliminarlo mediante medios mecánicos (por golpeo, cuñas, agua a presión o materiales expansivos) o mediante taqueo (pequeñas voladuras practicadas en bolos o masas de roca pequeña), lo cual supone un gasto adicional, retrasa los plazos y requiere parar toda la operación de voladura. Si por el contrario la voladura es excesiva, puede que el talud quede dañado y sea necesario disponer un sostenimiento posterior para asegurar su estabilidad (cuando en realidad esto no era necesario de antemano), lo que también encarece la obra. 1.4 Efecto de las voladuras en el entorno Las voladuras producen efectos colaterales sobre el entorno que no son deseables y que debe ser conocidos para poder controlarlos en la medida de los posible mediante un buen diseño y/o empleando medidas correctoras. Estos efectos, de forma general, pueden clasificarse en efectos o modificaciones permanentes y efectos o modificaciones transitorias. Las modificaciones permanentes son las que perduran en el tiempo, y están fundamentalmente relacionadas con la afección al macizo rocoso en el que se ejecuta la voladura. Se tienen principalmente tres posibles efectos negativos: § Degradación de la roca circundante a la zona en la que se realiza la voladura, lo que ocasionará fisuraciones y el debilitamiento de una parte del macizo rocoso no excavado. Esta zona de afección puede alcanzar hasta 2 metros con diámetros pequeños de barreno y hasta 20 metros con diámetros grandes. § Desplazamiento de bloques ajenos a la zona volada, como resultado de la expansión de los gases producidos en la detonación, lo que da como resultado una sobreexcavación del macizo. Este fenómeno tiene lugar cuando existen bloques de roca aislados en el macizo o con un bajo grado de fijación a éste. § Densificación del terreno tipo suelo próximo a la voladura, consecuencia de la onda de choque producida por la detonación. Excavaciones, voladuras y movimientos de tierras – Excavaciones mediante voladuras © Structuralia 12 Las modificaciones transitorias son las que únicamente duran un pequeño espacio de tiempo, pero no por ello son menos importantes. Los principales efectos negativos transitorios que producen las voladuras son: § Vibraciones, que pueden afectar a estructuras, fauna y personas. Las vibraciones se producen como consecuencia de las ondas de choque generadas por la detonación de los explosivos, lo que ocasiona que las partículas del terreno oscilen brevemente alrededor de su posición de equilibrio. El daño producido por las vibraciones en estructuras puede abarcar desde pequeñas fisuras no estructurales sin más importancia que la estética, a afecciones graves que afecten a elementos estructurales como pilares, vigas y cimentaciones. § Ruido, el cual se produce cuando la onda de choque generada por la detonación de los explosivos alcanza el aire de la atmósfera, teniéndose así un estruendo que puede ocasionar afecciones sobre la fauna y las personas. § Onda aérea, que corresponde a la parte de bajas frecuencias, inaudibles, de la onda de choque en la atmósfera (es decir, del ruido). Esta onda de choque es la responsable de producir vibraciones de frecuencias bajas que puede ocasionar afecciones a la fauna y a las estructuras circundantes, tales como rotura de vidrios de ventanas o caída de objetos, generando una sensación de inseguridad y molestia en las personas. Normalmente, la onda aérea no produce ninguna afección seria en las estructuras. § Proyecciones de fragmentos de roca, que pueden ocasionar graves daños dado su tamaño y velocidad de proyección (Figura 4). La mayoría de los fragmentos producidos en una voladura no se desplazan más allá de 40 o 50 m, pero en ocasiones pueden alcanzar 100 m o incluso 1 km. Para acotar el alcance de las proyecciones es recomendable cuidar la distancia al frente de los barrenos y la separación de éstos entre sí (piedra y espaciamiento), secuenciar adecuadamente el disparo y asegurarse de que el explosivo se haya repartido uniformemente a lo largo del barreno. En cualquier caso, cuando la voladura se realiza cerca de una zona de riesgo, pueden emplearse protecciones como tela metálica, lona resistente o neumáticos viejos. Excavaciones, voladuras y movimientos de tierras - Excavaciones mediante voladuras 13 © Structuralia Otros efectos ambientales que generan las voladuras son el polvo y la emisión de gases, los cuales son relativamente comunes a cualquier otro movimiento de tierras. Figura 4: Proyecciones en una voladura en banco (modificado de la “Guía de buenas prácticas en el diseño y ejecución de voladuras en banco”2) 2 Ministerio para la transición ecológica y el reto demográfico, Guía de buenas prácticas en el diseño y ejecución de voladuras en banco, Dirección General de Política Energética y Minas, Madrid (2017). Proyección Excavaciones, voladuras y movimientos de tierras – Excavaciones mediante voladuras © Structuralia 14 2. PERFORACIÓN DE BARRENOS La perforación de los barrenos es quizá la fase más importante en la ejecución de voladuras, pues está demostrado que una mala perforación da como resultado una mala voladura. Además, es la fase que normalmente más tiempo consume. El método de perforación (rotación o rotopercusión) y el equipo de perforación dependerán del diámetro y longitud de los barrenos, de las características geomecánicas de la roca, y de diversos factores técnicos y económicos incluyendo la finalidad perseguida y el rendimiento esperado. 2.1 Datos previos y precisión de la perforación 2.1.1. Datos previos Para poder plantear una perforación es necesario conocer los siguientes datos: § Profundidad a alcanzar (altura total) y si puede dividirse en varios bancos (altura de banco). El tamaño del equipo de perforación suele aumentar con la profundidad. Cuando la profundidad es grande o el espacio es reducido (obras subterráneas) es inevitableir acoplando barrenos a medida que avanza la perforación. § Diámetro del barreno. Su valor debe considerar el esquema geométrico de los barrenos que consigan una fragmentación de la roca adecuada para los equipos de carga y transporte. En ocasiones, puede ser necesario perforar con varios diámetros, dependiendo de la profundidad que se debe alcanzar. § La estabilidad de las paredes del barreno, que deberán permanecer sin derrumbes ni desprendimientos locales hasta la operación de carga del explosivo. § La naturaleza y estado de los materiales que se perforarán. Si el material está compuesto de partículas sueltas o débilmente cementadas, la perforación será sencilla y rápida. En materiales compactos, la facilidad de perforarlos dependerá de su resistencia a compresión simple, dureza y tamaño del grano (rocas con granos gruesos, como el granito, son mucho más sencillas de perforar que las de grano fino, como las cuarcitas). § La disponibilidad de suministro de agua en la proximidades de la perforación (en general, las perforaciones para voladuras suelen ser neumáticas, lo que evita esta necesidad) Excavaciones, voladuras y movimientos de tierras - Excavaciones mediante voladuras 15 © Structuralia 2.1.2. Precisión de la perforación Si bien todas las perforaciones se desvían de la dirección prevista, para que una voladura sea exitosa es esencial que los barrenos estén rectos y alineados. Por ello, siempre debe buscarse conseguir una perforación lo más recta posible. En las perforaciones verticales, la diferente debilidad anisotrópica del material hace que la perforación se desvíe. En las perforaciones horizontales o inclinadas, además, existe el efecto de la gravedad. Por otro lado, la desviación depende de la flexibilidad del varillaje, el diámetro de la perforación y la profundidad. En voladuras, los posibles errores de alineación suelen compensarse con una mayor proximidad entre perforaciones contiguas, aunque hay que evitar que con frecuencia unos barrenos alcancen a otros previamente perforados, porque esto suele atrancar la perforación, dificultar la carga y empeorar la fragmentación. Adicionalmente, siempre es posible recurrir a dispositivos de control de alineación y de corrección de la dirección, aunque estos accesorios son caros, por lo que no suele emplearse a menos que sea necesario y esté económicamente justificado. 2.2 Técnicas de perforación 2.2.1. Perforación a rotación La perforación a rotación lleva a cabo la perforación del barreno mediante la fragmentación de la roca producida fundamentalmente por compresión, corte o la acción combinada de ambos. Así, se ejerce un empuje sobre el útil de corte de forma que se supere la resistencia a compresión de la roca y a continuación se introduce un par de giro que produce el corte por cizalladura del material. Las perforadoras rotativas están constituidas básicamente por una fuente de energía y una batería de barras o tubos (individuales o conectadas en serie) que transmiten el peso, la rotación y el aire de barrido al útil de corte o broca. La perforación a rotación puede realizarse empleando útiles de corte sencillos de carburo de tungsteno, convenientemente dispuestos en la herramienta de perforación en posiciones fijas (ejemplos de estos útiles son las trialetas, las brocas de tenedor o las brocas progresiva). La fragmentación de la roca se lleva a cabo en este caso principalmente por cizalladura, lográndose una alta velocidad de perforación. Excavaciones, voladuras y movimientos de tierras – Excavaciones mediante voladuras © Structuralia 16 Sin embargo, esta técnica está limitada por la dureza de la roca, siendo sólo útil para perforar rocas blandas que requieran empujes inferiores a 2500 lb/in2 (500 MPa) y con un contenido en sílice no mayor del 8%. Para formaciones duras, diámetros de perforación a partir de 150 mm y/o para alcanzar grandes profundidades, se emplean los triconos (Figura 5). La perforación con tricono es lenta, en especial en rocas duras, pero es eficaz. Estos útiles de corte están formados por tres piñas troncocónicas montadas sobre un juego de cojinetes que ruedan sobre el fondo del taladro, existiendo en todo momento un empuje contra el terreno. Los triconos pueden ser de dientes de acero o con insertos de carburo de tungsteno (widia), con una forma y perfil que varía en función de la dureza de la roca. Al atacar la roca, el tricono produce una serie de indentaciones en ésta, cuya profundidad y separación dependen de la dureza del terreno, la fuerza de empuje aplicada y la propia configuración del tricono. Figura 5: Ejemplos de triconos (IGME3) Como alternativa a los dos métodos anteriores (que son destructivos), la perforación a rotación puede hacerse también preservando el testigo de roca. Para tal fin se emplean coronas de widia (terrenos blandos) o con incrustaciones de diamante (terrenos duros). Estos útiles de corte son cilindros huecos de acero que permiten alojar el material excavado en su interior. 3 IGME, Manual de perforación y voladura de rocas, Instituto Geológico y Minero de España, Madrid (1994). Excavaciones, voladuras y movimientos de tierras - Excavaciones mediante voladuras 17 © Structuralia La muestra de terreno así obtenida se denomina “testigo” y permite conocer la estratigrafía de la zona así como las características mineralógicas, geológicas y mecánicas de los materiales. En estos casos la perforación está basada en la conminución de la roca por la acción combinada de compresión y abrasión. 2.2.2. Perforación a percusión La perforación a percusión lleva a cabo la perforación del barreno mediante la fragmentación de la roca producida fundamentalmente por impacto y golpe de la misma mediante un útil de corte. Si bien la técnica más simple emplea el trépano, dicho procedimiento es rara vez empleado en la ejecución de barrenos. Normalmente en voladuras se emplea la rotopercusión, que combina tanto la perforación a percusión como a rotación. En estos casos el útil de corte es una cabeza o broca (Figura 6) que lleva incrustados varios botones o placas de gran dureza (carburo, carburo de tungsteno o diamante). Estos botones percuten la roca y pulverizan el material, al tiempo que inducen tracciones y cortantes que ayudan en la fragmentación de la roca. Figura 6: Ejemplos de brocas para rotopercusión (IGME4) En la rotopercusión la velocidad de perforación es proporcional a la potencia de percusión, siendo la rotación y el empuje acciones auxiliares. 4 IGME, Manual de perforación y voladura de rocas, Instituto Geológico y Minero de España, Madrid (1994). Excavaciones, voladuras y movimientos de tierras – Excavaciones mediante voladuras © Structuralia 18 La percusión se consigue empleando martillos, elementos que ejecutan un movimiento alternativo de una pieza de choque, el pistón, que sucesivamente golpea sobre el utillaje de perforación (el cual que transmite la onda de choque hasta el útil de corte). Así, en la rotopercusión intervienen cuatro acciones repetitivas: (i) la percusión, ejercida por el martillo; (ii) la rotación, con la que se hace girar el útil de corte para cambiar la zona del impacto; (iii) el empuje, que mantiene el contacto del útil de corte con el terreno; y (iv) el barrido, es decir la evacuación del detritus del fondo del barreno. Los martillos pueden ser neumáticos o hidráulicos, y puede situarse “en cabeza”, es decir, fuera de la perforación, o “en fondo”, esto es, dentro de la propia perforación, impactando directamente sobre el útil de corte. Los martillos en cabeza trabajan a presiones menores, transmiten además el movimiento de rotación y tienen la capacidad de perforar eficazmente diámetros reducidos (menos de 80 mm). Los martillos en fondo trabajan a presiones mayores, únicamente golpean (la rotación y el empujese transmiten desde la superficie), funcionan bien con diámetros grandes, sufren menos pérdidas de rendimiento y energía, producen menos ruido y reducen la fatiga del varillaje (al no estar sometidos a impactos). Asimismo, los barrenos perforados con martillo en fondo no suelen mostrar desviaciones. En cualquier caso, es importante destacar que los útiles de perforación van a estar sometidos a una presión apreciable y sufrirán desgaste, lo que hace que su eficacia disminuya paulatinamente. Esto conlleva a que sea necesario ir incrementando la presión y el empuje para mantener el rendimiento de la operación. Sin embargo, llegará un punto en que sea necesario sustituir los útiles para evitar velocidades de perforación muy bajas. 2.2.3. Elección del sistema de perforación La elección del sistema de perforación depende de diversos factores, pudiendo llegar a ser un aspecto complejo. No obstante, como una primera aproximación, la selección de la técnica de perforación debe tener en cuenta: § Las características geomecánicas de la roca (dureza y resistencia principalmente). § El diámetro y la longitud de la perforación. § La necesidad o no de extraer testigos. § La frecuencia de cambio de ubicación del equipo de perforación. Excavaciones, voladuras y movimientos de tierras - Excavaciones mediante voladuras 19 © Structuralia Así, para voladuras a cielo abierto en obras civiles con barrenos de pequeño diámetro y no muy profundos, de no más de 10-15 m, suele emplearse la rotopercusión con martillo en cabeza, ya que es importante la maniobrabilidad del equipo de perforación (cada desmonte suele contemplar volúmenes diferentes y la maquinaria debe desplazarse de uno a otro). Para barrenos de mayor longitud/diámetro o en canteras (donde no es tan habitual mover los equipos), suele tenderse a la utilización de martillo en fondo. En túneles y galerías, la rotopercusión con martillo en cabeza es lo más habitual. En general, el empleo de triconos suele quedar relegado a la necesidad de perforar grandes diámetros (más de 200 mm) y para grandes profundidades. 2.3 Evacuación del detritus y sostenimiento de la pared del barreno 2.3.1. Evacuación del detritus Para que la perforación del barreno sea eficaz, los esfuerzos generados por la técnica de perforación empleada deben aplicarse sobre un fondo de excavación limpio y libre de detritus, evitándose que se pierda energía en “perforar” algo que ya ha sido arrancado. La evacuación de detritus del fondo de la excavación puede llevarse a cabo por medios mecánicos (por ejemplo, empleando una barrena helicoidal). Sin embargo, normalmente se emplea un fluido de barrido, que puede ser aire, agua, lodo o espuma, y que además actúa como agente refrigerante: § El barrido por aire consiste en inyectar aire a presión en la perforación con una velocidad de entre 15 – 30 m/s. Es sencillo, económico siempre está disponible y no requiere la aportación de agua, pero crea mucho polvo y tiene una limitada capacidad refrigerante (por lo que es inadecuado en perforaciones con útiles de diamante). Suele ser empleado en perforaciones a cielo abierto y para reducir el polvo en la atmósfera puede añadirse un captador de polvo. § En el barrido por agua se inyecta agua y aire a presión en la perforación con una velocidad de entre 0,5 – 1 m/s. Este procedimiento si bien forma barro, disminuye mucho la formación de polvo, por lo que es preferible en la perforación de túneles y obras subterráneas. Excavaciones, voladuras y movimientos de tierras – Excavaciones mediante voladuras © Structuralia 20 § El barrido por lodos emplea emulsiones coloidales de arcilla o un polímero en agua (lodo). Para su uso se instala un circuito cerrado con una balsa de decantación donde se separa el detritus transportado hasta la superficie por el lodo. § El barrido por espumas emplea dispersiones coloidales de aire en agua (espumas). Tienen un coste elevado y se emplean fundamentalmente en terrenos sueltos dada su gran capacidad de sustentación. En cualquier caso, un barrido insuficiente del fondo de la excavación puede no permitir la correcta evacuación del detritus, lo que supone disminuir el rendimiento de la perforación, aumentar la posibilidad de que los útiles de corte se atasquen y provocar un sobrecalentamiento y desgaste del útil de corte. Sin embargo, un barrido excesivo también es problemático, pues puede provocar la erosión de las paredes del barreno y del varillaje. 2.3.2. Sostenimiento de la pared del barreno Además de la retirada del detritus, para mantener el rendimiento de la perforación es necesario que las paredes del barreno permanezcan estables. Con ello se evitan rozamientos elevados sobre el varillaje y se facilita el barrido de la excavación. En la perforación de barrenos la estabilidad de la excavación se suele conseguir con el propio fluido de barrido, así como con el detritus en suspensión. La capacidad de sustentación dependerá de la densidad y viscosidad del fluido, la forma, tamaño y densidad del detritus, y la velocidad relativa del fluido respecto al detritus en suspensión. El aire apenas aporta capacidad de sustentación, mientras que el agua mezclada con el detritus puede ser suficiente en la mayoría de terrenos. Los lodos (como las bentonitas) generan un revestimiento impermeable en la perforación que ayuda a mantener las paredes del mismo y las espumas tienen una alta capacidad de sustentación. Lodos y espumas son por tanto recomendables cuando se trabaja en terrenos blandos. La estabilidad de las paredes del barreno también puede conseguirse disponiendo un revestimiento metálico, que puede ser continuo, tras la cabeza de perforación, o discontinuo. Excavaciones, voladuras y movimientos de tierras - Excavaciones mediante voladuras 21 © Structuralia 2.4 Equipo de perforación 2.4.1. Materiales Los materiales que se emplean en la excavación de los barrenos deben tener una elevada resistencia a la fatiga, ya que en todo momento se producen oscilaciones de presión y vibraciones como consecuencia de la acción del martillo y/o del movimiento rotativo. Además, los diferentes elementos deben poseer resistencia frente a esfuerzos elevados de flexión, compresión y torsión, así como a impactos y rozamientos. Por todo ello, se emplean aceros con alto contenido de carbono en el varillaje, mientras que se emplean aceros con bajo contenido de carbono en los útiles de corte, para disminuir la fragilidad del material. 2.4.2. Varillaje El varillaje es el elemento del equipo de perforación que transmite el impulso mecánico hacia el útil de corte, y esencialmente se trata de barras de acero. La elección del tamaño de la barra depende del diámetro del barreno, del tipo de roca y de las características del equipo de perforación. Los equipos de perforación (Figura 7) van equipados con un sistema mecanizado de manejo del varillaje que permite manipular barras de diferentes diámetros, así como facilitar la extensión del varillaje a medida que avanza la perforación. Las barras se unen entre sí mediante unos accesorios denominados manguitos, que aseguran el contacto de los extremos de las barras y la eficaz transmisión de la energía. Por su parte, el varillaje queda unido al útil de corte mediante un adaptador de culata o espiga, elemento que poseen una elevada resistencia al desgaste y la fatiga, y la capacidad de soportar esfuerzos de flexión, lo que garantiza que se transmita adecuadamente la energía de la percusión y/o rotación del varillaje al útil de corte. Excavaciones, voladuras y movimientos de tierras – Excavaciones mediante voladuras © Structuralia 22 Figura 7: Equipo de perforación (modificado de la “Guía de buenas prácticas en el diseño y ejecución de voladuras en banco”5) 2.4.3. Montaje y accionamiento En la elección del equipo perforacióndeben tenerse en cuenta cuestiones relacionados con el montaje y accionamiento. Por ejemplo, aspectos como el grado de contaminación admisible (según el equipo opere en superficie o bajo tierra) o el grado de movilidad necesario deben analizarse junto con los factores geomecánicos. Asimismo, la topografía y características del terreno pueden condicionan el chasis del equipo (montaje sobre patines, vía, orugas o ruedas). 2.4.4. Factores económicos Los aspectos económicos siempre deben estar presentes en la elección del equipo y la técnica de perforación. Como factores básicos pueden indicarse: § La inversión inicial. § La mano de obra necesaria para el funcionamiento. § La amortización de la maquinaria. § El consumo de combustible. 5 Ministerio para la transición ecológica y el reto demográfico, Guía de buenas prácticas en el diseño y ejecución de voladuras en banco, Dirección General de Política Energética y Minas, Madrid (2017). Sistema para el manejo del varillaje Excavaciones, voladuras y movimientos de tierras - Excavaciones mediante voladuras 23 © Structuralia § El costo en varillaje. § Los repuestos y el mantenimiento. Por ello siempre es recomendable llevar a cabo un estudio económico exhaustivo fiable con el fin de determinar el coste real por metro lineal, tonelada o metro cúbico excavado. Hay que tener en cuenta que la elección del equipo debe tener presente su posible uso futuro en otros trabajos, pues su uso en una obra concreta no suele ser suficiente para amortizar la inversión. 2.4.5. Perforación subterránea La maquinaria de perforación más empleada para realizar las perforaciones de los barrenos en obras subterráneas es el jumbo hidráulico (Figura 8). Se trata de máquinas autopropulsadas sobre neumáticos que tienen de uno a tres brazos electrohidráulicos (en obra civil, lo común es dos) para realizar las perforaciones. Los brazos múltiples permiten la perforación simultánea de dos o tres barrenos, ganándose en rendimiento. También existen equipos pequeños con un brazo, siendo útiles en secciones muy pequeñas o en espacios estrechos. Las potencias de los jumbos oscilan entre 16 y 30 kW, y la tracción suele ser a las 4 ruedas, lo que facilita su movimiento por suelos muy embarrados (lo cual es usual en un túnel durante su ejecución). La perforación en un jumbo puede ser manual, automática o semiautomática, consistiendo esta última en que el operador va situando el jumbo en una zona determinada del frente, y en ese entorno el jumbo realiza automáticamente las perforaciones cercanas. En los jumbos modernos, los brazos están controlados por una unidad automática en la que puede programarse para lograr un paralelismo totalmente automático. Además, los brazos pueden ser también empleados para realizar perforaciones transversales y para bulonaje. Figura 8: Jumbo (Atlas Copco) Excavaciones, voladuras y movimientos de tierras – Excavaciones mediante voladuras © Structuralia 24 3. EXPLOSIVOS El uso de explosivos es el aspecto más emblemático de la voladura. Atendiendo a su composición química, los explosivos industriales pueden dividirse en dos tipologías: aquellos compuestos por sustancias explosivas secundarias (nitroglicerina, nitroglicol, trinitrotolueno, pentrita o nitrocelulosa) que requieren de una cierta cantidad de explosivo y un considerable impulso energético para detonar; y aquellos compuestos por sustancias no explosivas susceptibles de detonar (nitrato de amonio o combustibles como el gasoil) pero que pueden llegar a hacerlo ante un impulso energético suficientemente alto (por ejemplo, la detonación de otro explosivo). Existen asimismo otras sustancias denominadas sustancias explosivas primarias (productos como el fulminato de mercurio, la azida de plomo o el trinitrorresorcinato de plomo) altamente sensibles e inestables, de forma que una pequeña cantidad de estas sustancias puede dar lugar a una ignición. Estas sustancias son las que se emplean en la fabricación de detonadores e iniciadores, elementos que sirve para iniciar los explosivos industriales. Por ello, los explosivos y los detonadores siempre deben transportarse y almacenarse por separado. 3.1 Principales propiedades de los explosivos 3.1.1. Potencia explosiva y poder rompedor La potencia explosiva es la capacidad que tiene el explosivo para quebrar, romper y proyectar la roca. Físicamente puede definirse como el cociente entre la energía liberada por el explosivo y el tiempo que tarda en cederla. Por su parte, el poder rompedor indica la capacidad de quebrantar la roca debida exclusivamente a la onda de detonación (y no al conjunto de la onda de detonación más la presión de los gases, que es medida por la potencia). Una forma analítica de medir la potencia de un explosivo es empleando la “Potencia Relativa en Peso” (PRP), la cual se define como: 𝑃𝑅𝑃 = 5 6 · 𝑄! 𝑄" + 1 6 · 𝑉𝐺! 𝑉𝐺" Excavaciones, voladuras y movimientos de tierras - Excavaciones mediante voladuras 25 © Structuralia Donde 𝑄!/𝑄" es la relación entre los calores de explosión para 1 kg de explosivo, del explosivo a valorar y del patrón LFB (5 MJ/kg) en condiciones normales de presión y temperatura; y 𝑉𝐺!/𝑉𝐺" es la relación entre el volumen de gases para 1 kg de explosivo, del explosivo a valorar y del patrón LFB (0,85 kg/m3). En ocasiones se usa el Anfo como explosivo patrón (Q0 = 3,92 MJ/kg y VG0 = 0,973 kg/m3), definiéndose así la “Potencia Relativa en Peso referida al Anfo” (PRPANFO). 3.1.2. Densidad Cuanto mayor es la densidad del explosivo, mayor es la concentración de carga para un diámetro de barreno determinado, es decir se genera una mayor energía por unidad de volumen. La densidad de los explosivos está normalmente comprendida entre 0,6 y 1,7 t/m3. Los explosivos densos se emplean cuando se requiere lograr una gran fragmentación de la roca, mientras que los explosivos de baja densidad producen una menor fragmentación. Bajo el nivel freático, si la densidad del explosivo es menor a la de agua (1 t/m3) el explosivo tenderá a flotar, resultando imposible la carga del barreno. 3.1.3. Velocidad y presión de detonación La velocidad de detonación es la velocidad con que la onda explosiva se propaga a través del explosivo. Para rocas blandas se emplean explosivos que detonan lentamente (su energía se desarrolla de forma progresiva) mientras que las rocas duras requieren explosivos de elevada velocidad de detonación. Los explosivos industriales tienen velocidades de detonación comprendidas entre 2.000 y 8.000 m/s. La presión de la detonación corresponde con la presión que libera el explosivo y es ejercida sobre las rocas. Dicha presión es directamente proporcional al cuadrado de la velocidad de detonación. Excavaciones, voladuras y movimientos de tierras – Excavaciones mediante voladuras © Structuralia 26 3.1.4. Diámetro y masa crítica El diámetro crítico se define como el diámetro de una carga cilíndrica por debajo del cual la onda de detonación no se propaga o lo hace a una velocidad muy inferior a la nominal (es decir, el explosivo no detona correctamente). La masa crítica corresponde con la mínima cantidad de explosivo que se necesita para que se produzca la detonación por efecto de una llama. 3.1.5. Resistencia al agua La resistencia al agua es la característica por la cual un explosivo, sin necesidad de cubierta especial, mantiene sus propiedades inalterables durante un periodo de tiempo en contacto con el agua. En general, la resistencia al agua es tanto mayor, y el deterioro tanto menor, cuanto mayor es el contenido en nitroglicerina de un explosivo. 3.1.6. Sensibilidad La sensibilidad de un explosivo es el mayor o menor grado de energía de iniciación que hay que trasmitirle para que se produzca su iniciación y, a continuación, su detonación. Se diferenciancuatro “tipos” de sensibilidades: § Sensibilidad al detonador (es decir, si un detonador es capaz de iniciar al explosivo). § Sensibilidad a la onda explosiva (es decir, si una onda explosiva puede iniciar al explosivo, lo que se denomina “detonación por simpatía”). § Sensibilidad al choque (es decir, si el explosivo puede detonar por un impacto). § Sensibilidad al rozamiento (es decir, si el explosivo puede detonar por fricción). 3.1.7. Gases y emanaciones Los gases y emanaciones de la voladura se conocen comúnmente con el nombre de “humos”, y se componen de los gases resultado de la explosión, como el monóxido de carbono o vapores nitrosos (ambos tóxicos), vapor de agua y polvo en suspensión. Excavaciones, voladuras y movimientos de tierras - Excavaciones mediante voladuras 27 © Structuralia Los gases nocivos, son el resultado de existir un déficit o superávit de oxígeno en la formulación química del explosivo (lo que se conoce como “balance de oxígeno”). Así, un exceso de oxigeno tiende a generar óxidos de nitrógeno mientras que una déficit de oxigeno da como resultado monóxido de carbono. 3.2 Tipos de explosivos 3.2.1. Explosivos pulvurentos Los explosivos pulverulentos están compuestos por nitrato amónico, impermeabilizantes, estabilizantes y sustancias combustibles y oxidantes. En esencia se trata de explosivos de consistencia pulverulenta cuyo desencadenante de la reacción explosiva suele ser la nitroglicerina, aunque algunos productos también contienen trilita. Son explosivos de potencia, densidad y velocidad de detonación media, siendo por ello adecuados para la voladura de rocas semiduras y blandas, así como en voladuras de contorno. Presentan como ventajas el ser poco sensibles a los golpes y a la fricción (dado su baja proporción de nitroglicerina) y producir muy pocos gases tóxicos, por lo que son adecuados para la ejecución de voladuras subterráneas. Sin embargo, su uso queda restringido a barrenos en los cuales no exista presencia de agua. De hecho, por su propia naturaleza, si no cuentan con algún tipo de impermeabilizante, su resistencia al agua es mala. Los explosivos pulverulentos se comercializan bajo los nombres de “Amonita” y “Ligamita”, y los iniciadores asociados a su uso son los detonadores (eléctricos y no eléctricos). 3.2.2. Hidrogeles Los hidrogeles son productos compuestos por sustancias no explosivas. En general se trata de una mezcla de una disolución oxidante y otra de nitrato de monometilamina, aunque también se les pueden añadir sustancias combustibles y gelificantes. El conjunto del explosivo va disuelto en una masa acuosa. Son explosivos muy seguros en lo que a su manipulación se refiere, ya que únicamente reaccionan de forma explosiva en el momento en que se inician con detonador, cordón detonante o multiplicador. Se presentan en forma encartuchada y pueden ser incluso bombeados a granel. Excavaciones, voladuras y movimientos de tierras – Excavaciones mediante voladuras © Structuralia 28 Su resistencia al roce y al impacto es muy elevada. Además, no producen exudación, dada la ausencia de nitroglicerina, resisten eficazmente las variaciones de temperaturas y producen pocos humos y de poca toxicidad. Poseen una gran velocidad de detonación y tienen un elevado poder rompedor, a la par que una densidad elevada y una gran resistencia al agua. Por todo ello, son utilizados en voladuras subterráneas y como carga en fondo en voladuras de rocas duras y semiduras. Los hidrogeles también pueden ser usados en precortes y recortes, como carga de columna en barrenos con agua y como iniciadores de explosivos pulverulentos y anfos. Los hidrogeles se comercializan bajo los nombres “Riogel”, “Riougur”, “Gradior”, “Vertex”, “Vertex Pro” y “Riogel EP”, y los iniciadores asociados a su uso son los detonadores (eléctricos y no eléctricos) y el cordón detonante. 3.2.3. Anfos La familia de los anfos (palabra que proviene de “Ammonium Nitrate + Fuel Oil”) la comprenden explosivos compuestos por una mezcla de sustancias combustibles (como el gasóleo) y oxidantes (normalmente, nitrato amónico), pudiendo llevar aditivos como el polvo de aluminio. Tienen su origen en los explosivos pulvurentos y surgieron reduciendo el contenido en nitroglicerina (o nitroglicol) para incrementar la seguridad de manipulación. Muestran una consistencia granular y pulvurenta, con nula resistencia al agua (por tanto no pueden utilizarse en barrenos con agua). El producto se suele presentar encartuchado o en sacos a granel. Los anfos tienen una velocidad de detonación relativamente baja, su potencia y densidad son bajas y producen gases tóxicos (se desaconseja su uso en voladuras subterráneas). Sin embargo su gran ventaja es que son muy insensibles a los golpes, lo que hace que su manipulación sea muy segura. Su activación requiere el empleo de otro explosivo (por ejemplo un hidrogel) o un sistema de iniciación de alta energía. Se pueden emplear en voladuras de rocas blandas, siendo su aplicación más frecuente su uso como carga en columna en las voladuras a cielo abierto (el explosivo se comporta como un fluido, lo que facilita el relleno de los huecos de los barreno, optimizándose la transmisión de energía a la roca). Excavaciones, voladuras y movimientos de tierras - Excavaciones mediante voladuras 29 © Structuralia Los anfos se comercializan bajo los nombres “Nagolita”, “Alnafo”, “Anfo”, “Amonix”, “Amonitro”, “Amonex”, “Amonoleo”, “Amontex” y “Alumtex”, y los iniciadores asociados a su uso son el cordón detonante, los cartucho cebo y los multiplicadores. Son insensibles a los detonadores. 3.2.4. Emulsiones Las emulsiones se forman por dispersión de un líquido inmiscible en otro y están formadas por productos intrínsecamente no explosivos pero que mezclados adecuadamente y correctamente iniciados reaccionan como explosivos. Las emulsiones están constan de dos fases: la primera fase (90% del total) corresponde a la parte oxidante (solución de nitratos), mientras que la segunda fase es oleosa y contiene los combustibles. Dada la ausencia de nitroglicerina, no producen exudación. En general, las emulsiones son similares a los hidrogeles, pero con mayor resistencia al agua y velocidad de detonación. Su manipulación es muy segura, resisten las variaciones de temperaturas y no se ven afectadas por choque, roce o calor. Pueden suministrarse a granel e incluso bombearse. Son explosivos muy versátiles que pueden emplearse en voladuras de cualquier tipo de roca. Pueden asimismo combinarse con anfos, dando lugar a los explosivos denominados “anfos pesados” o “heavy-anfo”. Las emulsiones se comercializan bajo los nombres “Riomex” y “Emunex”, y los iniciadores asociados a su uso son el cordón detonante y los multiplicadores. 3.2.5. Pólvora de mina Las pólvoras de mina son una mezcla de textura granular de azufre, carbón vegetal y nitrato potásico (como otras pólvoras). Son productos propiamente explosivos, que deflagran en lugar de detonar, y por tanto actúan sobre las rocas agrietándolas, empujándolas y originando mínimos desplazamientos de los bloques. La pólvora de mina tiene una energía, velocidad de detonación, potencia y densidad bajas, así como una nula resistencia al agua y es sensible a la llama. Además los humos producidos son tóxicos. Por ello, es empleada para pequeños trabajos de excavación y en el arranque de rocas ornamentales, debiéndose confinar correctamente en el barreno (el retacado debe ser realizado de manera eficaz). Excavaciones, voladuras y movimientos de tierras – Excavaciones mediante voladuras © Structuralia 30 La gran ventaja de las pólvoras de mina es que no precisan de detonadores para su iniciación, pudiéndose activar mediante mecha lenta. No obstante, es habitual emplear detonadores eléctricos o cordón detonante para suignición. 3.2.6. Explosivos gelatinosos Los explosivos gelatinosos están compuestos por nitroglicerina o nitroglicol, nitrocelulosa, estabilizantes y sustancias combustibles y oxidantes. Tienen su origen en una mejora de los explosivos pulvurentos: al incrementarse el contenido de nitroglicerina o nitroglicol y añadir una cierta cantidad de nitrocelulosa, que actúa como gelificante, se incrementa la potencia del explosivo y se forma una pasta gelatinosa, que otorga una elevada densidad y una gran resistencia agua. Esta consistencia gelatinosa o plástica hace que estos explosivos sean también conocidos como “gomas”. Las gomas tienen una gran velocidad de detonación (más de 5.000 m/s) así como un elevado poder rompedor, y su alta densidad hace que desalojen el agua de los barrenos. Producen muy pocos gases tóxicos y resisten las variaciones de temperaturas. Además si se almacenan correctamente tienen un lento envejecimiento. No obstante, presentan una desventaja que es la de ser sensibles a los golpes (por lo que no deben someterse a ni a choques fuertes ni a roces). Estos explosivos son adecuados para voladuras de rocas duras y semiduras, para carga en fondo de los barrenos y en trabajos con gran presencia de agua, como el caso de las voladuras submarinas. Los explosivos gelatinosos se comercializan bajo los nombres “Goma 2”, “Goma 2 Eco”, “Goma 1”, “Gelamonite 33” y “Amonite Plus”, y los iniciadores asociados a su uso son los detonadores (eléctricos y no eléctricos) y el cordón detonante. 3.3 Detonadores e iniciadores 3.3.1. Detonadores eléctricos Un detonador eléctrico está normalmente formado por una cápsula metálica (cobre o aluminio) que aloja un inflamador, un explosivo iniciador y un explosivo base. Excavaciones, voladuras y movimientos de tierras - Excavaciones mediante voladuras 31 © Structuralia El inflamador se compone de dos electrodos unidos entre sí por un filamento metálico (puente de incandescencia), los cuales están a su vez conectados a los hilos de alimentación del detonador. Los detonadores eléctricos se destruyen por explosión y se clasifican en función de su sensibilidad eléctrica como sensibles (S), insensibles (I) o altamente insensibles (AI). El color de uno de sus cables refleja dicha clasificación. Así, los detonadores sensibles poseen un cable rojo, los insensibles un cable rosa y los altamente insensible un cable verde. El color del otro cable indica el tiempo nominal de retardo; por ejemplo, un cable blanco indica un detonador instantáneo y uno azul un retardo de 500 ms. Por tanto un detonador con cables rojo y blanco correspondería a un detonador sensible instantáneo. Físicamente, el retardo viene fijado por el tiempo que tarda en consumirse una pasta pirotécnica alojada en el detonador. Los detonadores eléctricos que inician una voladura se conectan entre sí formando un circuito unido a la fuente de energía, constituyendo lo que se conoce como “línea de tiro”. Los detonadores eléctricos poseen una alta precisión y presentan una gran gama de metrajes y tiempos de retardos. Se emplean en voladuras a cielo abierto, como iniciación de otros explosivos. No obstante, no son recomendables en áreas con riesgos de corrientes erráticas. 3.3.2. Detonadores no eléctricos Los detonadores no eléctricos se denominan así porque en su iniciación no intervine ningún tipo de corriente eléctrica, si bien la parte explosiva es similar a éstos. La iniciación tiene lugar por medio de una onda de choque de baja energía. Así, estos detonadores constan de un tubo de plástico iniciador, de alta resistencia a la tracción y a la abrasión, que aloja en su interior una sustancia reactiva (compuesto de Hexógeno (HMX) y Aluminio) que permite la propagación de la onda de choque con la suficiente energía para iniciar la explosión. Estos detonadores no pueden ser iniciados por corrientes erráticas, inducidas o radiofrecuencia y se destruyen por explosión. Se pueden utilizar en todo tipo de voladuras. Excavaciones, voladuras y movimientos de tierras – Excavaciones mediante voladuras © Structuralia 32 3.3.3. Detonadores electrónicos Los detonadores electrónicos se caracterizan por remplazar la pasta pirotécnica que determina el tiempo de retardo en un detonador por un circuito electrónico encargado de realizar la descarga de un condensador en el instante deseado. Su uso a día de hoy no es amplio y está centrado en ciertas aplicaciones donde se buscan unos resultados específicos, pudiendo conseguir una reducción de las vibraciones y una mejora en la fragmentación. 3.3.4. Mecha lenta Una mecha lenta es un sistema de iniciación que está constituida por un núcleo de pólvora negra localizado en el interior de una envoltura cilíndrica formada por hilos textiles y capas impermeabilizantes. Exteriormente, su apariencia es la de un cordón de cierta rigidez. Tiene la ventaja de poder ser cortado en trozos según las necesidades. La mecha lenta es el procedimiento de ignición más antiguo y puede emplearse sola o junto con detonadores de mecha (en este caso, la mecha lenta se introduce en el extremo abierto de una cápsula de aluminio que aloja la carga explosiva del detonador). Su uso es muy sencillo, requiriendo simplemente encender uno de sus extremos. La combustión se propagará a lo largo de la mecha de forma uniforme y lenta (a una velocidad de dos minutos por metro lineal), sin producir llama en el exterior. La mecha lenta se utiliza en la iniciación de barrenos o de cargas individuales, así como en el taqueo y en la iniciación de sistemas en voladuras donde exista riesgo eléctrico. 3.3.5. Cordón detonante Un cordón detonante está constituido por un núcleo central de un explosivo de alta velocidad, generalmente pentrita, con un recubrimiento exterior de PVC. Se tiene así un cordón flexible que contiene un explosivo rompedor, el cual se inicia con otro detonador o cordón detonante. Los cordones detonantes tienen una iniciación potente, una elevada flexibilidad y son de fácil anudado y unión. Pueden ser cortados con navaja (nunca con tijeras o tenazas por existir riesgo elevado de explosión). Además son resistentes al agua. Son utilizados en la iniciación de explosivos y multiplicadores, como explosivo propiamente dichos para voladuras de contorno y en voladuras de corte de rocas ornamentales. Excavaciones, voladuras y movimientos de tierras - Excavaciones mediante voladuras 33 © Structuralia Asimismo, sirven como línea maestra en la iniciación no eléctrica. El cordón detonante presenta el inconveniente de ser instantáneo, problema que se resuelve introduciendo relés de retardo. Estos elementos son conectadores que se intercalan en el cordón e interrumpen la detonación durante unos milisegundos. Ello permite desarrollar esquemas de voladuras temporizadas al intercalar relés entre dos barrenos consecutivos. Los relés presentan una conexión sencilla, no pueden ser iniciados por corrientes erráticas, inducidas o radiofrecuencia y se destruyen por explosión. 3.3.6. Multiplicadores Algunos explosivos de baja sensibilidad requieren del uso de multiplicadores (boosters) para su iniciación. Estos accesorios están compuestos por un cilindro de un explosivo de alta potencia y velocidad de detonación (pentolita), recubierto de un plástico o cartón. Los multiplicadores son a su vez iniciados por otros elementos como un cordón detonante o un detonador. 3.4 Selección del explosivo La selección del explosivo a emplear debe considerar los siguientes aspectos: § Seguridad de manipulación: en áreas con alto riesgo deben emplearse explosivos insensibles a golpes y rozaduras (como hidrogeles y emulsiones). § Naturaleza de la roca: como regla general, las rocas duras y compactas requieren del uso de explosivos de alto poder rompedor y alta velocidad de detonación, mientras que pararocas blandas, muy fisuradas o porosas, deben emplearse explosivos de baja densidad y velocidad de detonación. § Geometría del barreno: debe tenerse en cuenta el diámetro crítico, sobre todo en barrenos con diámetro inferior a 40 mm. La longitud del barreno también es importante; por ejemplo, en barrenos profundos, existe el riesgo de que tenga lugar una auto- detonación accidental si el explosivo es muy sensibles a golpes. § Humedad: en barrenos húmedos o sumergidos se deben emplear explosivos resistentes al agua, como los hidrogeles, las emulsiones o las gomas. Excavaciones, voladuras y movimientos de tierras – Excavaciones mediante voladuras © Structuralia 34 § Toxicidad de los gases: en voladuras en el exterior, la concentración de los gases generados por el explosivo no suele ser preocupante y su dispersión es rápida, pero en voladuras subterráneas debe procurase emplear explosivos que generen pocos gases tóxicos. Para estos casos son recomendables los hidrogeles y las emulsiones. § Fragmentación: para obtener tamaños pequeños (material muy fragmentado) debe utilizarse un explosivo rompedor (por ejemplo las gomas) mientras que la pólvora de mina (explosivo deflagrante) será más adecuada para obtener grandes bloques. § Factores económicos (considerando toda la operación de voladura). 3.5 Manejo de explosivos Se resume a continuación algunas recomendaciones sobre el manejo de explosivos en obra6: § El almacenamiento debe realizarse en un depósito adecuado y convenientemente señalizado, existiendo un responsable de distribución de explosivos. No se podrá fumar ni existirá llama libre en las proximidades de depósitos de explosivos. § El transporte de explosivos en las explotaciones debe regularse mediante una serie de “Disposiciones internas de seguridad” que deben formar parte del proyecto de voladura y conocidas por todas las personas encargadas del manejo de explosivos. § No se deben golpear ni tratar violentamente cajas o cualquier otro elemento que contenga explosivo. Asimismo, está prohibido transportar conjuntamente explosivos y detonadores o cualquier mecanismo de iniciación. El transporte de explosivos no debe efectuarse con equipos que funcionen con radiofrecuencias (especialmente en el transporte de detonadores eléctricos). Igualmente, salvo casos especiales, no se deben cortar cartuchos de explosivo (ni longitudinal ni transversalmente). § Una vez que los explosivos se encuentren en la zona de voladura debe prohibirse el acceso a la misma de cualquier tipo de maquinaria externa a la voladura. 6 J. Bernaola Alonso, J. Castilla Gómez and J. Herrera Herbert, Perforación y voladura de rocas en minería, Departamento de Explotación de Recursos Minerales y Obras Subterráneas, Universidad Politécnica de Madrid, Madrid (2013). Excavaciones, voladuras y movimientos de tierras - Excavaciones mediante voladuras 35 © Structuralia § Se debe registrar la presencia de coqueras, huecos o hundimientos durante la perforación, y comunicarlo al artillero. Antes de la carga de barrenos, éstos se deben limpiar para asegurar que no se den rozamientos y atranques. Es asimismo aconsejable disponer de medios para el desagüe de los barrenos. § No es recomendable simultanear operaciones de perforación y carga de barrenos. § Los explosivos no se deben introducir violentamente. En concreto, debe tenerse especial cuidado con no dejar caer los cartuchos cebo en barrenos profundos. § Se debe comprobar que existe una concordancia entre el retacado diseñado y el retacado real, para evitar problema de proyecciones y onda aérea. § En las proximidades de las voladuras en las que se empleen detonadores eléctricos no se deben utilizar teléfonos móviles o emisoras, evitando cualquier radiofrecuencia. § Antes de efectuar el disparo debe comprobarse que todos los posibles accesos a la zona de voladura están cortados y que se han retirado todos los equipos y materiales que pudieran ser alcanzados por proyecciones. El artillero responsable del disparo debe ser el último en abandonar la zona de voladura, efectuando el disparo desde un refugio. Previamente al disparo deben darse señales de aviso acústicas. § Tras el disparo, debe comprobarse la voladura y la existencia o no de barrenos fallidos. En el caso de existir, los barrenos fallidos deben señalizarse y mantener la prohibición del acceso a la voladura hasta que hayan sido desactivados (normalmente por redisparo). Excavaciones, voladuras y movimientos de tierras – Excavaciones mediante voladuras © Structuralia 36 4. MECANISMO DE LA ROTURA La ejecución de una voladura tiene como fin la rotura del terreno. Sin embargo, el objetivo no es pulverizar completamente el terreno empleando una gran cantidad de explosivo y/o de gran potencia. Por el contrario, el objetivo de la voladura es realizar la excavación del macizo rocoso, es decir, fragmentar la roca de forma que esta pueda ser retirada. Así, las voladuras provocan la rotura del terreno de una forma más sutil, que involucra dos fases: § (i) Arranque y trituración de la roca alrededor del barreno, consecuencia de la onda de compresión provocada por la detonación del explosivo. § (ii) Rotura general del macizo, entre barrenos, como consecuencia de las ondas tracción que se inducen al reflejarse las ondas de compresión en caras libres, y posterior expansión de los gases producto de la descomposición del explosivo que desplazan la roca fragmentada. 4.1 Rotura del terreno 4.1.1. Rotura alrededor del barreno La presión de detonación de un explosivo 𝑃# puede estimarse por la expresión: 𝑃# = 𝑘 · 𝜌! · 𝑉!$ Donde 𝜌! es la densidad del explosivo, 𝑉# es la velocidad de detonación del explosivo y 𝑘 un factor de proporcionalidad. Sin embargo, entre los cartuchos de explosivo y la pared del barreno existe normalmente un cierto espacio (desacoplamiento), lo que hace que la presión de detonación en el barreno 𝑃% sea algo inferior: 𝑃% = 1 2 𝑃# 0 𝜙! 𝜙% 2 Donde 𝜙! y 𝜙% son el diámetro del cartucho del explosivo y el barreno, respectivamente. Esta presión en el barreno 𝑃% es la que se transmite al macizo rocoso en forma de onda de comprensión radial (cuyo foco es el propio barreno). Excavaciones, voladuras y movimientos de tierras - Excavaciones mediante voladuras 37 © Structuralia Esta onda de compresión produce la fracturación de la roca en las inmediaciones del barreno por rotura de la estructura intercristalina e intergranular de la matriz rocosa al superarse su resistencia a compresión, y a la par se crean fisuras de tracción radiales al barreno (dirección perpendicular a la dirección de la onda de compresión, efecto Poisson). El tamaño de esta área triturada directamente por la detonación depende de la presión en el barreno (Figura 9). Figura 9: Mecanismo de rotura alrededor del barreno (modificado de Bernaola Alonso et al.7) 4.1.2. Rotura del macizo por reflexión de la onda de choque Las ondas de compresión generadas por la detonación del barreno (Figura 10a) atraviesan el macizo rocoso y si bien generan cierto daño en la roca, la fisuración resultante es mínima. 7 J. Bernaola Alonso, J. Castilla Gómez and J. Herrera Herbert, Perforación y voladura de rocas en minería, Departamento de Explotación de Recursos Minerales y Obras Subterráneas, Universidad Politécnica de Madrid, Madrid (2013). Fracturación de la roca por rotura de la estructura intercristalina e intergranular (compresión) Fisuras de tracción radiales Excavaciones, voladuras y movimientos de tierras – Excavaciones mediante voladuras © Structuralia 38 De hecho, en la fase de rotura por compresión alrededor del barreno únicamente se emplea la parte de energía del explosivo que corresponde a la onda de detonación, y que no alcanza valores superiores al 10% de la energía total del explosivo (ni aún enel caso de explosivos de elevado poder rompedor). Así, el éxito de la voladura se consigue induciendo ondas de tracción en el macizo, las cuales aprovecha la debilidad generada por la onda de compresión y provocan la fragmentación del macizo y el desplazamiento del material. Se define la impedancia de un material o medio (𝑍) como la resistencia que opone éste a las ondas que se propagan a su través. Así, la impedancia de la roca 𝑍& se define como: 𝑍& = 𝜌& · 𝑉& Donde 𝜌& es la densidad de la matriz rocosa y 𝑉& es la velocidad de propagación de las ondas en la matriz rocosa (Figura 11). En general, cuanto más blanda es una roca, la velocidad de propagación de las ondas es menor. Por tanto, rocas blandas y poco densas darán como resultado bajas impedancias, mientras que rocas duras y muy densas supondrán impedancias muy altas. Figura 10: Mecanismo de rotura en una voladura: (a) Onda de compresión producida por la detonación del explosivo; (b) Reflexión de la onda de compresión en el frente de la excavación (cara libre); (c) Expansión de los gases de la explosión (modificado de la “Guía de buenas prácticas en el diseño y ejecución de voladuras en banco”8) 8 Ministerio para la transición ecológica y el reto demográfico, Guía de buenas prácticas en el diseño y ejecución de voladuras en banco, Dirección General de Política Energética y Minas, Madrid (2017). (a) (b) (c) Desplazamiento Reflexión en el frenteOnda de choque Excavaciones, voladuras y movimientos de tierras - Excavaciones mediante voladuras 39 © Structuralia Cuando una onda de compresión llega desde un medio de mayor impedancia a otro de menor impedancia, parte de ella se transmite a al segundo como onda de compresión, pero otra parte se refleja hacia atrás como onda de tracción. Así, cuando la onda de compresión llega a una cara libre, se encuentra con un espacio vacío (normalmente relleno de aire), de muy baja impedancia, lo que ocasiona que gran parte de la energía se refleje de vuelta hacia el macizo en forma de onda de tracción (Figura 10b). Esta nueva onda es la responsable de la fragmentación de la matriz rocosa, especialmente debido a que la resistencia a tracción de una roca es muy baja en comparación con su resistencia a compresión (ver Figura 11). Además, la existencia de una cara libre proporciona libertad de desplazamiento a la roca, lo que a su vez lleva a ampliar del radio fisurado y al desconchamiento (spalling) de la roca. Cuanto mayor es la carga y su grado de confinamiento, mayor es la potencia y poder rompedor del explosivo, y/o menor es la distancia a la cara libre, este efecto alcanza mayor profundidad. Roca Densidad (t/m3) Resistencia a compresión simple (MPa) Resistencia a tracción (MPa) Velocidad de propagación de las ondas de compresión (m/s) Arenisca 2,3 – 2,6 30 – 235 5 – 20 1400 – 4200 Basalto 2,7 – 2,9 60 – 350 5 – 25 4500 – 6500 Caliza 2,3 – 2,6 50 – 200 4 – 30 2500 – 6000 Cuarcita 2,6 – 2,7 100 - 500 10 – 30 5000 – 6500 Gabro 3,0 – 3,1 180 – 300 14 – 30 4500 – 6500 Gneis 2,7 – 3,0 50 – 250 5 – 20 3100 – 5500 Granito 2,6 – 2,7 50 – 300 7 – 25 4500 – 6000 Mármol 2,6 – 2,8 60 – 250 6.5 – 20 3500 – 6000 Lutita 2,2 – 2,6 10 – 90 1,5 – 10 1400 – 3000 Pizarra 2,5 – 2,7 30 – 200 7 – 20 3500 – 5000 Figura 11: Valores representativos de la densidad, resistencia a compresión, resistencia a tracción y velocidad de propagación de las ondas en algunas rocas (adaptado de González de Vallejo et al.9) 9 L.I. González de Vallejo, M. Ferrer, L. Ortuño, and C. Oteo, Ingeniería Geológica, Pearson Educación (2002). Excavaciones, voladuras y movimientos de tierras – Excavaciones mediante voladuras © Structuralia 40 4.1.3. Rotura por los gases de la explosión Tras la reflexión de las ondas, los gases producto de la descomposición del explosivo se expanden a altas presión y temperatura, penetrando por las fisuras producidas por las ondas de compresión y tracción, extendiéndolas y abriéndolas totalmente, y desplazando hacia la cara libre la roca fragmentada (Figura 10c). Esta fase es mucho más lenta que las anteriores, que son relativamente repentinas. Además, la presión ejercida por los gases de explosión sobre los materiales situados frente a la columna del explosivo hace que la roca se comporte como una viga biempotrada, lo que provoca la deformación y fisuración de dicha columna por flexión. 4.2 Secuenciación y voladuras de contorno 4.2.1. Ubicación de los barrenos y secuenciación En base al mecanismo de rotura anterior, la voladura de un macizo rocoso se realiza mediante una serie de barrenos con una cierta separación, de forma que se alcance la máxima efectividad. El objetivo es dispersar adecuadamente las ondas de choque (tracción y compresión) por el macizo rocoso, de manera que la roca se triture, se agriete y/o se fisure. En las inmediaciones de cada barreno, la roca quedará completamente triturada, mientras que a una distancia de hasta 4 diámetros, la roca se fragmentará. Más allá la roca únicamente se fisurará. La posterior presión y expansión de los gases logrará completar la excavación. Así, la ejecución de barrenos no sólo tiene como fin la introducción de las cargas explosivas, sino que su verdadera función es la de crear superficies libres a lo largo del macizo, facilitando la reflexión de las ondas de choque y la creación de ondas de tracción. Por ello, si bien una voladura puede seguir un esquema en línea, es más usual plantear un conjunto de barrenos colocados en un patrón regular o en un patrón escalonado (Figura 12). Excavaciones, voladuras y movimientos de tierras - Excavaciones mediante voladuras 41 © Structuralia Figura 12: Esquema de voladuras habituales: (a) fila única; (b) patrón regular; (c) patrón escalonado o al tresbolillo. Además, la máxima eficacia de la voladura no se consigue detonando todos los barrenos a la vez, dado que los barrenos interiores tienen más lejos la superficie libre. Por el contrario, es mejor aprovechar el mecanismo de rotura descrito y la geometría del macizo, volando simultáneamente algunos barrenos y controlando el tren de ondas de choque. Para ello se emplea la secuenciación con retardos y microretardos. 4.2.2. Voladuras de contorno La energía no aprovechada para fragmentar y desplazar el material en una voladura puede ser en ocasiones muy alta (incluso del 85%). Esta energía se transmite al macizo rocoso y puede dañarlo, creando nuevas fracturas y planos de debilidad, y abriendo las discontinuidades ya existentes. Así pues, en toda voladura se corre el riesgo de crear una franja de material remanente fragmentada, de poca resistencia y dada a generar desprendimientos y/o taludes poco estables. Los mecanismos específicos que provocan este efecto son la rotura por sobretrituración y agrietamiento, la rotura por descostramiento y la apertura de las grietas por la acción de los gases. La rotura por sobretrituración y agrietamiento es causada por la onda de compresión generada por los barrenos más cercanos a la futura superficie del talud de la excavación. La rotura por descostramiento es causada por las vibraciones de la voladura, que pueden hacer que se alcance la resistencia a tracción en el macizo rocoso. Finalmente, la apertura de las grietas por la acción de los gases es un mecanismo similar que el que ocasiona la rotura en una voladura por acción de los gases de la explosión, pero en este caso, se refiere a la expansión de los gases por las grietas y fisuras propias del macizo que queremos proteger. (a) (b) (c) Excavaciones, voladuras y movimientos de tierras – Excavaciones mediante voladuras © Structuralia 42 Por tanto, para lograr un correcto acabado del talud futuro de la excavación, es necesario limitar la carga en dichas zonas. Para ello se pueden realizar lo que se denominan voladuras de contorno.
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