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Enet_Los 10 mitos que frenan el diseno participativo

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Nº 2 
LOS 10 MITOS 
QUE FRENAN EL 
DISEÑO 
PARTICIPATIVO 
 
 
 
 
 
 
 
AUTOR: MAG. ARQ MARIANA ENET 
Otros títulos: 
Nº 1 “Los 10 Mitos que frenan la participación” 
Nº 3 “Los 10 Mitos que frenan la evaluación” 
 
Colección: Los 10 mitos 
Que frenan el pensamiento abierto a la Producción Social del Hábitat 
 
1 
Introducción 
 
Este documento es una herramienta para fortalecer el pensamiento crítico en grupos de trabajo. Puede ser utilizado 
como herramienta pedagógica o como herramienta de transferencia. 
 
Objetivo 
 
Este documento tiene por objeto incentivar el análisis crítico sobre el diseño arquitectónico y urbano de proyectos 
“sociales” y su impacto en la calidad de vida de las personas y organizaciones. 
 
Metodología de implementación 
 
Se recomienda que la formación del grupo de trabajo sea heterogénea. Interdisciplinaria e intersectorial, ya que el 
objetivo es ampliar la forma de percibir y actuar con herramientas aprendidas desde el enfoque positivista. 
 
Se recomienda partir de los “mitos”, “miedos”, “pre conceptos armados”, etc que un grupo de trabajo pueda tener 
con respecto al diseño. 
Se recomienda que se parta de una reflexión individual donde analice cuatro miedos, luego de pequeños grupos (no 
más de cuatro) donde comparte con ellos y acuerdan nuevamente en cuatro y después que ese pequeño grupo 
plantee cuatro “miedos” o “visiones negativas” a un plenario. 
En el plenario se van agrupando los miedos o mitos coincidentes y se van analizando. 
Para este proceso se puede utilizar tarjetas (técnica metaplan) donde cada participante escribe o dibuja o coloca una 
figura de su miedo para transmitirle a otro y otros. 
 
Una vez que se tiene claridad sobre los principales “miedos”. Se utiliza el power point que acompaña este documento 
y se analizan las coincidencias y nuevos miedos (si los hubiera) 
 
Con la ayuda del documento de análisis el que está transfiriendo la dinámica podrá encontrar argumentos y ejemplos 
que van revirtiendo los mitos y que terminan con “retos a superar”. El documento es sólo una ayuda al docente. Se 
recomienda que el docente realice la misma reflexión y utilice ejemplos locales. 
 
Cada “mito” será analizado, incorporando nuevas visiones, y se intentará plantear un “reto” o más bien es un acuerdo 
que el grupo se pone como meta alcanzar. 
En definitiva el grupo hará una propuesta de ¿qué diseño participativo? es el que quiere realizar y cuáles son los 
“retos” o condiciones que deberá alcanzar para que sea efectivo. 
Permitirá que salgan a luz conflictos de visiones profesionales y de sectores de clase (visión del técnico y el poblador) 
En el ejercicio de análisis se irán construyendo colectivamente formas de acuerdo y complementación. 
2 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Gráfico 1: Los 10 mitos que frenan el diseño participativo. M. Enet. 
 
2- “Como va a considerar las 
normativas en el diseño si la 
gente está acostumbrada a 
no respetarla.” 
 
3- “Se dice que los hacen 
participar pero las casas y los 
barrios terminan todos 
iguales. Es una excusa de los 
malos arquitectos.” 
 
8- “Con el diseño 
participativo, lo único que 
vamos a lograr es que la 
gente se queje y pida cosas 
todos los días” 
 
7- “Si es participativo y los 
arquitectos no servimos, 
¿Quién se hace cargo de las 
responsabilidades civiles y 
penales del diseño” 
 
9- “Encima que le regalan la 
vivienda y están fuera de la 
ley tenemos que escucharles 
sus pedidos” 
 
10- “Diseño participativo 
para pocas familias, puede 
ser. Pero ¿Qué pasa cuando 
son muchas? 
 
1-“A la gente hay que 
educarla para que pueda vivir 
en la vivienda, si pretenden 
que diseñe sólo repetirá lo 
que sabe y está 
acostumbrada a hacer.” 
6- “Hicimos diseño 
participativo pero ahí esta la 
plaza llena de basura, 
caballos y ratas.” 
 
5- “Si a un arquitecto le lleva 
tantos años formarse para 
diseñar, ¿Cómo pueden 
opinar y hacer propuestas los 
sociales y hasta la misma 
gente?” 
 
4- “Lleva mucho tiempo y 
esfuerzo y la gente se 
desgasta.” 
 
Los 10 mitos 
que frenan el diseño participativo 
*Las frases como título de cada mito, surgen de testimonios reales escuchados y recogidos en trabajos de campo. 
 
3 
Mito 1 
 
 
Prejuicio – Núcleos duros de 
creencia 
“A la gente hay que educarla para que 
pueda vivir en la vivienda, si pretenden 
que diseñe sólo repetirá lo que sabe y 
está acostumbrada a hacer.” 
 
 
El trabajo de los técnicos y políticos con los sectores 
populares está influenciado por una visión de “clase” y 
de cultura de “civilización” ligado a lo urbano. 
La creencia es que si es pobre y no tiene profesión o 
educación formalizada, no sabe. No tiene conocimientos 
propios y necesita ser “educado” por el que sabe y 
si tiene los conocimientos. 
 
Desde esta visión el pobre es el responsable de su 
situación. Y si se analiza en el contexto, se lo 
responsabiliza de no contribuir con una “sociedad 
civilizada”. 
Se los caracteriza como “marginales” del sistema 
civilizado. 
La teoría de la marginalidad describe esta 
percepción “la urbanización es sinónimo de un “estilo de 
vida”; en oposición, la “marginalidad” haría referencia a 
un proceso de asimilación deficiente de estos valores, 
es decir que los grupos marginales debido a patrones 
culturales deficientes (educación, comunicación, 
hábitos, etc) no tienen condiciones para integrarse al 
modo de vida urbano.” (Enet – Pedrotti 2002) 
 
También es cierto que las familias que están en 
situaciones críticas de habitabilidad en forma 
estructural, pueden tener problemas psico-sociales que 
limitan su verdadera potencialidad de expresión y 
elección de su hábitat. 
 
Pichón Riviere1 describe, en “la psicología del 
oprimido”, cómo el sujeto que vive en situación 
permanente de riesgo sufre una desestructuración de 
su identidad. Esta situación lo lleva a una conducta 
regresiva, que busca adaptarse negando su 
cultura y forma de vida. Toma el estereotipo del 
“civilizado” como su propio deseo. Verificando esta 
situación, es común observar el deseo de alcanzar la 
imagen de “chalet” en las viviendas, la negativa a 
utilizar chapas o plantas alrededor de la vivienda que 
pudieran recordar al “rancho”2. 
También se observa el caso contrario, donde viviendas 
“sociales”, realizadas en áreas semi rurales o rurales, 
tienen la misma tipología que las urbanas y por ende 
tienen una cocina que funciona con gas. El resultado 
observado es que en áreas rurales es muy difícil 
acceder al gas por su costo y transporte, por esta 
razón, al poco tiempo comienzan a construirse los 
hornos de barro y la cocina a leña. Con la visión 
estereotipada de “civilidad” del técnico se ocupa metros 
 
1 Psiquiatra y psicoanalista (1907-1977). Fue uno de los 
introductores del psicoanálisis en la Argentina, y uno de los 
fundadores de la APA, de la que luego tomó distancia para 
dedicarse a la construcción de una teoría social que interpreta 
al individuo como la resultante de su relación con objetos 
externos e internos. En este marco fundó la Escuela de 
Psicología Social 
2 Vivienda característica del área rural Argentina de donde 
procede un gran porcentaje de pobladores de las “villas” o 
asentamientos precarios donde reproducen el rancho en 
forma precaria. 
4 
cuadrados de cocina tradicional urbana que nunca serán 
utilizados y no se brinda una solución pensada para los 
hornos de barro. 
 
“Todo lo que se niegue de la 
realidad termina apareciendo 
en el corto o mediano plazo.” 
 
Este mito parte de una falsa dicotomía: enseñanza 
o dejar hacer. 
Afirmamos es falsa porque es tan importante incorporar 
los conocimientos y elecciones de las familias, como, es 
deseable ampliar las alternativas comunes y 
estereotipadas por innovaciones producidas 
colectivamente. Las mismas son desarrolladas por un 
grupo y un contexto particular en un proceso de 
interacción y aprendizaje mutuo. También es 
responsabilidadde los técnicos alertar sobre los efectos 
que pudieran ocasionar las distintas alternativas para 
que las familias cuenten con toda la información 
necesaria para tomar una decisión en forma conciente y 
con toda su potencialidad. 
 
Tanto la información técnica, como, los deseos y 
aspiraciones de las familias son imprescindibles. 
 
Este proceso de diseño participativo, parte de una 
concepción diferente de pobreza. 
 
Desde la teoría de las necesidades (Max Neff y otros 
1986), aporta al diseño la inclusión de las 
necesidades y satisfactores definidas de abajo hacia 
arriba en procedimiento interactivos3. No puede 
 
3 Analiza en primer lugar la diferenciación entre necesidades 
y satisfactores, los cuales son frecuentemente confundidos. 
imponerse por ley ni por decreto. Sólo puede surgir de 
las acciones, aspiraciones y conciencia creativa y crítica 
del los propios actores sociales que, de ser 
tradicionalmente objetos de desarrollo, pasan a sumir 
su rol de protagonismo de sujetos. 
 
Otro aporte al cambio, es el concepto de Amartya Sen4, 
ampliando la comprensión del desarrollo humano 
que emergió a finales de los ochenta representó un 
cambio radical en tres sentidos. 
 
En primer lugar, reconoce la diversidad del ser 
humano y su relación con su contexto, lo que 
implica diversidad en la consideración de qué es 
ser pobre y cómo superarlo. Plantea que las políticas 
de igualdad (en el caso de diseño viviendas iguales) 
puede ser injusto e inequitativo con los que tienen 
diferentes necesidades (Ej. Familia numerosa en los 
mismos 30 m2 estándar) 
 
Las necesidades humanas no cambian substancialmente en la 
historia o culturas pero lo que cambia es el modo de 
satisfacerlas. Así Max Neff colabora en la comprensión de las 
necesidades de los seres humanos, clasificando con un 
sentido amplio las distintas necesidades y abriendo el camino 
de la participación y creación conjunta de diversas 
alternativas de resolución (satisfactores). Esta teoría 
manifiesta que la visión tecnocrática tiende a confundir 
satisfactores de necesidades con bienes económicos y tiene 
dificultades para percibir otros satisfactores como formas de 
organización, estructuras políticas, prácticas sociales, 
condiciones subjetivas, valores, normas, actitudes etc. 
También aporta al análisis de alteranativas de resolución en 
función de su efectividad para satisfacer necesidades y los 
clasifica en: Destructores , seudo – satisfactores, 
satisfactores inhibidores, satisfactores singulares y 
satisfactores sinérgicos. 
4 Nuevo examen de la desigualdad (1992) 
5 
En segundo lugar, el concepto de desarrollo 
abandona los supuestos utilitaristas para ser visto, 
como un proceso de expansión de las 
"capacidades" de la gente para elegir el modo de 
vida que cada cual valora5. 
En tercer lugar, también se desafía el supuesto de 
que el desarrollo depende fundamentalmente del 
desarrollo del capital material, se enfatiza ahora la 
importancia del fortalecimiento de capital 
humano, social y simbólico que implica 
fundamentalmente invertir en el ser humano, su 
organización social y sus valores simbólicos. (En 
“Pobreza, concepción para su medición”. Mariana Enet y 
otros. Documento interno Área Evaluación CEVE. 1999. 
Córdoba. Argentina. Pág.9) 
 
El aporte técnico y el ejercicio de reflexión, 
análisis y toma de decisiones del diseño 
participativo permiten comprender y ajustar 
aprendizajes. Un ejemplo de ello es la experiencia de 
utilizar diseño participativo en la articulación del 
programa de Agricultura Urbana y de Hábitat de 
 
5 Considera algunos conceptos básicos: la calidad de vida o el 
bienestar se mide por sus "funcionamientos" (comida, salud, 
felicidad, dignidad, posibilidad de participar en la 
comunidad...). La "CAPACIDAD" es el conjunto de 
funcionamientos que una persona puede alcanzar. Esto mide 
la LIBERTAD para elegir entre distintos modos de vida. 
En resumen, plantea que debemos tener presente que la 
POBREZA no es sólo falta de riqueza o de ingresos, sino 
"capacidades básicas insuficientes". Esa falta de capacidades 
puede generar otros problemas colaterales (racismo, 
violencia...) que podrían evitarse atacando el problema en la 
raíz. Para Sen el ser humano no es mero receptor de 
prestaciones, sino que es creador de su propio destino y 
responsable éticamente de que se creen las condiciones 
necesarias para que TODOS -y no sólo algunos- puedan ser 
"agentes" y no meros receptores 
Rosario. “La herramienta de diseño participativo, 
creemos que fue -hasta lo que podemos corroborar 
ahora- una estrategia operativa muy efectiva para 
integrar la práctica agroproductiva como nueva 
actividad en espacios públicos abiertos y 
consensuar soluciones a los conflictos 
subyacentes.”( Mg. Arq. Laura Bracalenti 
Mg. Arq. Laura Lagorio. Dic 2006)6 
 
RETO: 
Producir un aprendizaje colectivo y 
creativo que permita desarrollar 
innovaciones que los técnicos o las 
familias solas no las podrían hacer” 
 
 
Foto: Taller de diseño de Plaza Productiva en Rosario. (Laura 
Bracalenti y Laura Lagorio) 
 
6 Datos extraídos del Proyecto: CONSTRUYENDO BARRIOS 
PRODUCTIVOS: INTEGRANDO LA AGRICULTURA URBANA EN 
EL DISEÑO Y DESARROLLO DE LA CIUDAD” CASO ROSARIO-
ARGENTINADiciembre 2006 
 
6 
Mito 2 
 
Inflexibilidad normativa 
 
“Como va a considerar las normativas en 
el diseño si la gente está acostumbrada a 
no respetarla.” 
 
 
Gustavo Romero, arquitecto Mexicano, relata tres 
dichos populares que caracterizan el incumplimiento de 
normativas del sector popular 
 
“A lo hecho pecho”, 
“la ley de la vista gorda”, 
“Mas vale pedir perdón que pedir 
permiso”. 
 
La realidad nos muestra que, masivamente, las familias 
excluidas del sistema no respetan sus leyes, porque si 
las respetaran no podrían ocupar un lugar en la ciudad 
para habitar. 
 
Las reglas del sistema no contemplan las necesidades, 
posibilidades y formas de habitar de la mayoría de la 
población. Si esto no fuera real no existiría entre un 
60% y 80% promedio de construcciones, en las 
ciudades Latinoamericanas, por las cuales nunca pasó 
un profesional. Son las construcciones 
“autogestionarias”.7 
 
7 No confundir autoconstrucción (proceso por el que los 
mismos habitantes construyen su hábitat) con “autogestión” 
 
Las ciudades no se construyen, solamente, con las 
normas impuestas por un sector técnico – político y 
económico. Las ciudades, históricamente, se han 
construido por la necesidad de habitar de familias y 
comunidades. Por la especulación de loteos 
fraudulentos8. Por la presión de “desarrolladores 
inmobiliarios” ligados a los sectores de poder político – 
económico, etc. 
Otro factor de violación de normativas son los 
procedimientos de “excepción” que generalmente se 
hacen a “puertas cerradas” entre sectores de poder 
inmobiliario y los sectores político – técnicos. No en 
pocos casos, se ha hecho excepción por unas horas, 
para aprobar cambios de normativas que no por 
casualidad incidían en el rendimiento del uso del suelo y 
las ganancias. 
 
Ha habido experiencia en ajustar normativas para 
barrios de “vivienda social” o de “regularización de 
asentamientos informales” o de “rehabilitación” pero 
generalmente con una participación limitada en la que 
no se ha logrado cuestionar la “naturalización” de 
reducción de “condiciones” o de calidad si se trata de 
barrios pobres. Se da la paradoja que las mismas 
organizaciones de base territorial requerían reducción 
de tamaños de lotes o de superficie de viviendas, 
coincidiendo con el objetivo de reducción de costos y no 
por el criterio de derechos o lógica según actividad 
productiva, o necesidades reales.concepto más amplio que puede incluir la construcción pero 
que se basa, principalmente, en todo el proceso de gestión. 
8 En Argentina existen agentes que desarrollan loteos que no 
cumplen con normativas mínimas y los venden con procesos 
informales e irregulares a sectores que no pueden acceder al 
mercado formal. 
7 
El concepto de lo mínimo para satisfacer necesidades 
primarias de sobrevivencia, y no el concepto de lo 
apropiado. 
 
En el caso de procesos de diseño participativo esta 
percepción de lo mínimo se transforma en lo apropiado 
en base a un diagnóstico y análisis de prioridades, 
estrategias y propuestas construidas colectivamente. 
No son soluciones estándar pensadas para pobres. Son 
soluciones especiales construidas colectivamente. 
 
La experiencia también demuestra que el tema de las 
normativas suele ser un aspecto a negociar con 
técnicos y autoridades que desconocen los problemas 
específicos de los diseños de mejoramiento habitacional 
y que razonan según criterios tradicionales y estándar 
de cómo debe resolverse el hábitat de los pobres. 
 
Por ejemplo: En Cuba, se realizó un proceso de diseño 
participativo entre técnicos de distintos niveles de toma 
de decisión política, distintas profesiones y las familias 
del asentamiento “Macondo”. 
 
Uno de los temas que aparece como el principal 
conflicto, y a la vez, determinante en la resolución del 
diseño es la posibilidad de tener o no chanchos, lugar 
de sembrado, etc. Los mismos requieren de una 
superficie adicional a la residencial y una propuesta de 
diseño que contemple los dos usos y el cuidado de los 
animales. 
 
La reacción primaria, por parte de los técnicos, fue “no 
se puede” “no lo admiten las normativas”, “el tamaño 
de los lotes y las viviendas es estándar en Cuba”. La 
reacción de las familias “si no puedo llevar el chancho, 
no voy a ir”, otros optaban por el silencio, pero como 
sabemos por experiencia, de diseños desajustados de la 
realidad, los terminarían llevando aunque fueran 
viviendas de dos plantas y lo tuvieran que tener 
adentro. 
 
 ¿Por qué? Porque sencillamente su subsistencia 
depende de los chanchos. 
La realidad específica de las familias de Macondo no es 
contemplada dentro de las normativas estándar. 
 
El proceso de taller de diseño se desarrolló y al finalizar 
todos los participantes, técnicos y familias, tenían clara 
la necesidad de contemplar tanto en la normativa como 
en el diseño a los chanchos. Es más se convirtieron en 
el “nodo generador” de diseño. Este aspecto modificó el 
tamaño de lote, la ubicación de las viviendas, la 
ubicación de la zona productiva en el lote y manzana, la 
forma de saneamiento, la utilización como bio gas en la 
vivienda, etc. 
 
En función de esos acuerdos y propuestas creativas 
producto de considerar a los chanchos derivó en que la 
última reunión de diseño participativo fuera una reunión 
de negociación con el Ministro de Vivienda para que 
aprobara la excepción normativa considerando el 
proceso de diagnóstico + diseño participativo + 
acuerdos interdisciplinarios para su implementación y 
uso. 
 
 
La respuesta lograda fue que se consideraría y que 
como sustento se presentaran los acuerdos y 
propuestas realizadas en el proceso de diseño. 
 
 
 
 
8 
“Hemos logrado cosas, romper 
esquemas en cuanto a las 
regulaciones urbanas. Porque 
normalmente son rígidos y la vida 
es mucho más flexible y rica”. “Las 
consecuencias de no haber 
flexibilizado las normas las 
estamos viviendo… Son como casas 
de “camisas de fuerza” no 
satisfacen las necesidades de la 
mayoría de la gente.” (Clínica de evaluación en 
San Antonio de los Baños. Enet – Romero 2003) 
 
 
 
Acuerdo alcanzado en Taller de San Antonio de los Baños. Cuba. 
Material Pedagógico. Enet – Romero. 
Otra experiencia fue en Rosario, Argentina, donde se 
realizó un proceso de diseño participativo barrial de 
mejoramiento de asentamiento informal (villa). En 
estos casos la discusión normativa se centra en la 
necesidad de apertura de la totalidad de calles que se 
unen con la trama reticular urbana o si se puede 
considerar algunas de ellas. 
 
La visión técnica de las áreas de planeamiento sólo 
considera seguir las calles como viene la trama urbana. 
Esto es lógico si no se conoce qué ocurre en las familias 
y en la comunidad por dónde pasarán. Prima la lógica 
técnica general por sobre la realidad específica y el 
derecho de las familias a elegir que es lo que 
consideran más apropiado para el bien común. 
 
Al desarrollar un proceso de diseño participativo que 
parte de un diagnóstico integral geo referenciado, 
donde los técnicos indican posibilidades o no de 
adecuación, donde las familias priorizan necesidades, 
donde además establecen criterios de negociación, 
donde realizan la negociación de corrimiento concreto 
con sus vecinos y se analiza en detalle que se gana y 
que se pierde con las distintas alternativas, no desde 
una lógica individualista o técnica, sino desde una 
construcción colectiva que contempla ambas. 
 
Este proceso se presenta (teórico y vivencialmente) a 
las áreas de planeamiento y la percepción que estas 
toman de la realidad cambia. También cambia la forma 
de resolverlo. 
 
Así el proceso de diseño de loteo sirvió no sólo para el 
acuerdo y adecuación a necesidades, sino también para 
negociar el número de calles vehiculares necesarias, 
pasillos, distancia de resguardo a vía vehicular rápida, 
etc. 
 
SOLO 
RESIDENCIAL 
RESIDENCIAL Y 
PRODUCTIVO 
MIXTURA 
DE 
USOS 
SEMBRADO Y CRIA 
SEMBRADO + CRIA + 
GUARDADO 
TIPO Y 
MIXTURA 
DE USOS 
SEMBRADO 
CRIA DE ANIMALES 
GUARDADO 
9 
 
Relato de uno de los profesionales de Rosario Hábitat. 
“La participación sirve para negociar con otros actores, 
como el caso de Hidráulica que había determinado un 
área muy grande como inundable, se lo transmitimos a 
las familias, protestaron e hidráulica reconsideró y lo 
aprobó”… “Lo mismo ocurrió con la apertura de calles… 
desde planeamiento plantean la mayor cantidad de 
aperturas, sin considerar lo que implica para las 
familias, esto se negoció y solo se abrió la calle 
principal que era imprescindible” (Clínica de evaluación 
de proceso de diseño participativo en Barrios de Rosario 
Hábitat. Enet y Romero 2003) 
 
Las normativas no son de por sí buenas o malas, 
generalmente contienen criterios técnicos estándar. Si 
concebimos a la producción social del hábitat como un 
hecho estructural, sistémico y complejo que necesita 
una construcción colectiva de alternativas e 
innovaciones adecuadas al contexto, entendemos que 
son limitadas. Se precisa un proceso participativo de 
adecuación normativa a las múltiples condicionantes y 
necesidades. 
 
Estamos hablando de flexibilidad pero no de 
discrecionalidad ya que se basa en un proceso 
participativo de adecuación y concertación interactoral 
desde los aspectos técnicos, sociales, culturales y 
ambientales de ese caso en particular. 
 
Las normas inadecuadas a la realidad que no 
permiten cumplir los derechos elementales de 
habitar son las causantes de su violación, no la 
estigmatización de un sector por ser pobre. 
 
 
 
RETO: 
“Desarrollar normativas flexibles y 
apropiadas a los casos particulares de 
Producción Social del hábitat.”Es una 
excelente herramienta de flexibilización 
sin discrecionalidad .” 
 
 
Foto de un sector de Bº Las Flores. 
 
El diseño de loteo en un asentamiento existente 
requiere de un análisis de múltiples variables que harán 
que una norma sea válida o sea de poco sentido común 
su aplicación. 
La realidad existente es determinante en la estrategia 
concertada de diseño que se concertará. 
 
10 
MITO 3 
 
Manipulación / falsa participación 
 
“Se dice que los hacen participar pero las 
casas y los barrios terminan todos 
iguales. Es una excusa de los malos 
arquitectos.” 
 
 
En algunos procesos de diseño participativo, los 
técnicos utilizan dinámicas y métodos que 
aparentemente involucran a las familias pero su 
participación es “limitada”y “orientada” hacia la 
aceptación de decisiones ya tomadas. 
 
Son variadas las formas de limitar la participación 
efectiva, algunas de ellas son: 
Limitar el número de alternativas que el diseñador 
propone sin basarse en un proceso de diagnóstico, 
priorización y propuesta conjunta. 
 
Limitar la toma de decisión de las familias a ciertos 
elementos de consulta, para que luego el diseñador 
desarrolle propuestas. 
Limitar la participación a algunos miembros del barrio, 
ya sea por poco interés en la propuesta, o porque se 
trabaja sólo con algún grupo (mujeres, líderes, etc) 
 
Limitar la decisión de diseño a las divisiones interiores 
de una vivienda. 
No transmitir, adecuadamente, los efectos positivos y 
negativos de cada opción. 
No transmitir los conocimientos necesarios para tomar 
decisiones en forma conciente. 
 
En estos procesos el arquitecto no “pierde el control” de 
las opciones. Las familias sólo pueden optar dentro de 
condiciones ya calculadas. 
 
Al no producirse un verdadero proceso de intercambio, 
aprendizaje colectivo y adecuación específica al 
contexto, las respuestas siguen siendo estereotipadas y 
ligadas a la visión de lo que “debe” ser una 
vivienda o barrio “social”. Estas “soluciones” suelen 
representar diseños de lo mínimo, de lo 
indispensable para sobrevivir, no para “disfrutar”, como 
explicó un profesional. 
 
 
Si se trabaja el diseño participativo 
sin considerar las múltiples 
variables sociales, culturales, 
ambientales, organizativas, etc, el 
resultado son “pobres diseños para 
pobres”. 
 
 
En este sentido la crítica de que es una excusa para 
malos arquitectos es cierta. Reducen el problema 
complejo del hábitat a la producción de “viviendas 
mínimas” que responden a una fórmula 
económica de costo – beneficio para sectores 
inmobiliarios. En estos casos es cierta la crítica 
generalizada de arquitectos “convencionales” acerca de 
que los diseños de vivienda para sectores populares “no 
tienen complejidad”. 
 
11 
Es común observar que institutos oficiales de vivienda 
diseñan viviendas para distintas zonas culturales y bio-
climáticas con el mismo prototipo, que además, suele 
tener graves deficiencias en uso - diseño y en calidad 
constructiva. 
 
La participación efectiva en el diseño, no sólo determina 
espacios específicos adecuados al grupo objetivo y su 
contexto, sino que incide en el fortalecimiento 
organizacional, el afianzamiento de redes, y la 
relación entre técnicos y familias. 
 
 “Para que un niño corra primero tiene que gatear…. 
Después sí. 
Pero ayer lo hicimos, lo hicimos con las familias, 
nosotros no creemos en la casa “tipo” tenemos nuestro 
criterio y creemos que no hay “familias tipo” (Clínica de 
evaluación en San Antonio de los Baños. Cuba. Enet – Romero 2003) 
 
 
 
La participación efectiva, en el 
diseño, significa que se han 
superado los “miedos” (por 
desconocimiento) entre técnicos y 
familias. Significa que se ha 
superado la incomunicación, la 
incomprensión y se ha logrado una 
nueva forma de configurar espacios 
de una manera integral y sistémica. 
 
 
 
 
Arquitectos CYTED, Arquitectos de la comunidad, técnicos de la 
Habana y de San Antonio de los Baños y comunidad Macondo en 
Taller de Diseño participativo. Cuba. (Enet – Romero - Recio 2004) 
 
Lograr una participación efectiva en el diseño, no es 
fácil, y requiere el trabajo planificado interdisciplinario y 
el desarrollo de talleres en forma intersectorial. 
 
Requiere que los arquitectos compartan sus saberes 
con los trabajadores sociales, con los psicólogos 
sociales, con ambientalistas, etc, y estos con los 
arquitectos. Requiere amplitud para aprender y para 
hacer propuestas conjuntas. Así lo percibían los 
técnicos del Programa Rosario Hábitat 
 
“Decidimos que todos teniamos que saber todo”, “Nos 
reunimos a estudiar y planeábamos cómo hacerlo”, 
“Después de cada taller nos reuníamos y planificábamos 
qué hacer”, “Los sociales aprendimos a ser diseñadores 
y los arquitectos a trabajar socialmente” (Clínica de 
evaluación en Rosario Hábitat. Enet – Romero 2004) 
 
 
En los talleres intersectoriales requiere que los 
profesionales trabajen articulados y con la misma 
apertura para incorporar los saberes de las familias y 
lograr ampliar el “equipo de diseño”. 
 
12 
“Cuando estuvimos con las familias les fuimos 
informando conceptos técnicos sobre lo que ellos 
quieren. Fueron como seis soluciones de proyectos. 
Esto le abre la mente a los distintos actores para 
explorar distintos caminos.” (Clínica de evaluación en 
San Antonio de los Baños. Cuba. Enet- Romero 2003) 
 
También las familias deberán tener apertura para 
evaluar los aportes técnicos que realizan los 
profesionales. 
 
En algunos casos las familias, no esperan la 
participación, no confían, y sólo adhieren porque es el 
medio para alcanzar su objetivo. Siguen el juego 
impuesto por otro. El profesional toma el rol de 
dominador. 
 
 
“Ellos antes (refiriéndose a los técnicos del Programa y 
a los talleres sin diseño participativo), venían y nos 
imponían cosas, vos achicá, vos agrandá, vos tenés que 
salir de ahí por que vamos a hacer una calle… teníamos 
que poner la casa en cualquier lado y no podíamos 
decidir”. 
 
“Antes no nos enterábamos en 
absoluto de nada… cada reunión 
era esperar cualquier cosa… 
cuando estábamos en la reunión no 
le decíamos nada…. Además no 
venía nadie” 
 
 (Opinión de vecinos en clínica de diseño participativo en Programa 
Rosario Hábitat. Argentina. Enet – Romero 2004) 
 
En otros casos, las familias consideran que el 
profesional es un mal necesario y que sólo debe 
ejecutar lo que ellos “saben” que debe hacer. Las 
familias son dominadoras. 
 
 “Nosotros venimos de una escuela que es la vida” 
“Tienen que entender que sólo tienen que darnos 
instrumentos y herramientas técnicas para lograr 
nuestros objetivos” (XI Encuentro de SELVIP. Buenos 
Aires. Opinión de líderes barriales sobre la acción de 
profesionales.) 
 
Ninguna de estas formas de entender el diseño 
participativo es efectiva. 
Freire analiza este tipo de reacciones como dos caras 
de una misma moneda, donde: 
El problema es el desconocimiento de la validez del 
saber de unos; y a la vez, la obediencia de ese grupo al 
saber del que impone. 
 
“Revierte el círculo de opresión, los antiguos oprimidos 
pasaban a ser opresores que a su vez pasaban a ser 
oprimidos. No se dan cuenta que: 
“El problema es la obediencia y no 
quien obedece a quien”. 
 
RETO: 
“Desarrollar una metodología apropiada y 
apropiable por los actores y el contexto 
que garantice una participación efectiva. 
No se usan “recetas.” 
 
13 
MITO 4 
 
Productividad / Eficiencia 
 
“Lleva mucho tiempo y esfuerzo y la 
gente se desgasta” 
 
 
Este suele ser uno de los primeros argumentos que se 
utiliza para no aplicar procedimientos participativos. 
¿Qué tiene de cierto y qué no? 
 
En primer lugar un procedimiento participativo de 
diseño tiene que estudiarse y planificarse dentro de un 
proceso global de un proyecto de hábitat. No se lo 
puede considerar como un procedimiento aislado dentro 
de un sistema verticalista, sin consulta. Si se pretende 
realizar un diseño en ese contexto, efectivamente, sus 
tiempos serán extensos, será muy difícil lograr una 
transformación en los modos de gestión participativa y 
las familias percibirán el proceso como una carga y no 
como una posibilidad de ejercer sus derechos y lograr 
mejores resultados. 
 
La experiencia demuestra que aún en procesos 
tradicionales donde se ha buscado incorporar 
procedimientos participativos, los tiempos de diseño 
participativo comparado con el de diseño tradicional son 
mayores, pero al evaluar el proceso global se 
disminuyen los tiempos. 
La causa de la disminución global de tiempos, es 
la disminución de conflictos ocultos (que suelen 
surgir en procesos sin participación) que explotan en 
momentos no previstos frenando los inicios de obra, o 
en el proceso de ejecución. Los procedimientos 
participativos permiten“sacar” y “exponer” los 
conflictos, analizarlos y buscar alternativas de 
resolución y negociación desde el momento de diseño 
cuando todavía se puede modificar las propuestas. 
 
Esta situación es claramente percibida por los políticos 
que han podido experimentar procedimientos 
participativos, que al inicio le temían y que luego 
manifiestan a “mayor conflicto, mayor participación”. 
 
Los TÉCNICOS que intervienen en programas también 
describen 
 
 “Ahora los conflictos los resuelven los vecinos”, 
“Cuando solucionas problemas en quince minutos, que 
antes te llevaban todo el proceso de proyecto, la alegría 
es enorme”, “Nosotros actuamos ante el conflicto en 
forma diferente” 
 
Las FAMILIAS -“Nos dieron los planos y en un fin de 
semana nos pusimos todos los vecinos de acuerdo y en 
otro fin de semana nos corrimos todos” -“Hicimos todo, 
pasillos, calles, corrimientos del cerco..” 
“Ya no esperamos que venga la empresa constructora, 
nosotros nos organizamos y lo hacemos” 
 
“Hoy estaban los agrimensores buscando los mojones y 
fue la gringa en el acto a mostrarles… para que se 
vayan “…”Antes la gente se quedaban mirando y se 
divertían cuando no los encontraban.. decían que lo 
hagan ellos…” - “Los corrimientos fueron diferentes, 
todos los vecinos ayudaron a otros, acortó los tiempos 
y a las cuatro de la tarde estaba todo terminado”… “la 
angustia disminuyó” - “Mi esposo está esperando que 
venga la empresa constructora para ayudarlos, porque 
quiere que hagan las cosas y se vayan rápido”… (Clínica 
14 
de evaluación de diseño participativo en Rosario 
Hábitat. Enet – Romero 2004) 
 
El diseño participativo es sólo una herramienta que, es 
efectiva, según cómo se la utilice en un 
determinado proceso de Producción social de 
hábitat y para qué. 
 
Otro aspecto a considerar es el método adecuado 
para cada caso de diseño y de situación de 
habitabilidad. También debe evaluarse el costo – 
beneficio de profundización de procedimientos 
participativos en función de los resultados que se 
esperan alcanzar. 
 
“lo que no se puede hacer… es forzar y apurar los 
tiempos de las familias… pero tampoco relajarse y 
desgastarse con un conjunto interminable de talleres” 
(Clínica de evaluación de diseño participativo en Rosario 
Hábitat. Enet – Romero 2004) 
 
En síntesis el diseño participativo no se lo puede 
considerar como una “receta” o un “método” 
estandarizado, necesita del análisis y planificación 
interdisciplinaria para incorporarlo en una 
metodología de trabajo. 
 
RETO: “Considerar la actividad de diseño 
participativo dentro de un proceso 
metodológico de transformación a 
mediano y largo plazo.” “considerarlo 
como una estrategia de desarrollo de 
autogestión y sostenibilidad” 
 
 
 
Familias analizando los planos y planificando el proceso de 
marcado y corrimiento de cercos en el Programa Rosario 
Hábitat. Foto del programa. Equipo Bª Las Flores. 
 
15 
MITO 5 
 
Formación y forma de trabajo: 
Interdisciplina / intersectorialidad. 
 
“Si a un arquitecto le lleva tantos años 
formarse para diseñar, ¿Cómo pueden 
opinar y hacer propuestas los sociales y 
hasta la misma gente?” 
 
 
La educación universitaria actual se caracteriza por 
estar alejada de los problemas de la pobreza y su 
materialización. Existe un desconocimiento y una 
negación de las áreas urbanas precarias. Aún desde 
instituciones públicas es común que no existan registros 
planimétricos de estas áreas y que se desconozca el 
nombre de barrios y calles, aún cuando tengan 
antigüedad y consolidación similar o mayor a las áreas 
urbanas “legales”. 
 
Domina desde las universidades un criterio que concibe 
a la pobreza como un problema o “enfermedad” 
que debe ser “erradicada” y las áreas 
“remediadas” con “asistencia social”. No es 
frecuente el criterio de análisis sistémico de la realidad 
y la relación de la pobreza con el sistema político 
económico que lo genera. Esto es también por el 
dominio del criterio “técnico” supuestamente 
“ascético” de la política. 
 
Otro aspecto que limita las capacidades profesionales 
para este tipo de trabajo es la escasa por no decir casi 
nula formación para el trabajo interdisciplinario desde el 
grado. Desde las universidades se sigue trabajando en 
forma sectorial, y desde allí, se trata de comprender la 
realidad fragmentándola. 
 
Más escaso aún es la formación para el trabajo 
intersectorial. Tanto de universitarios como de los 
organismos públicos y los organismos públicos y sus 
áreas entre sí. Los modos de gestión y ejecución de 
políticas se caracterizan por la “sectorización” y no por 
el trabajo integrado. Es generalizada la dificultad de 
trabajo articulado. 
 
En síntesis el profesional tradicional formado en 
nuestras universidades y los políticos y técnicos de 
organismos públicos, generalmente no están 
preparados para trabajar en forma adecuada y eficiente 
la problemática del hábitat de los sectores populares. 
 
Es por esta razón que líderes barriales que han 
necesitado asistencia técnica profesional para sus 
proyectos de hábitat sostienen que 
 
“A los profesionales hay que 
hacerles un lavado de cerebro 
previo, sino, no entienden nada” –
“Deberían cumplir horas de trabajo 
comunitario para aprender” 
 
(XI Encuentro de SELVIP. Buenos Aires. Opinión de líderes 
barriales sobre la acción de profesionales.) 
 
A su vez los profesionales que tienen que enfrentar un 
trabajo de campo de esta naturaleza se sienten 
sobrepasados, sin herramientas adecuadas y con 
planteos rígidos que no les permite trabajar 
16 
adecuadamente. Esta situación se comienza a superar 
cuando se plantean metodologías participativas de 
trabajo que les permita generar espacios de 
aprendizaje mutuo y de co responsabilidad en las 
respuestas a soluciones complejas. 
Un ejemplo de ellos es la percepción de técnicos que 
participaron de un proceso participativo. 
 
“Antes veníamos muy 
estructurados y rígidos, primero 
nos costó pero ahora vemos los 
resultados, van a vivir de mejor 
forma su barrio”, “Siento un 
cambio físico y mental cuando voy 
al barrio, porque no voy a imponer 
a otro, hay una 
autorregulación”.“Trabajamos a la 
par de los vecinos, no imponemos 
pero no dejamos de trabajar con 
nuestras propuestas” 
 
(Clínica de evaluación de diseño participativo en Rosario 
Hábitat. Enet – Romero 2004) 
 
Otro ejemplo es la dificultad, no sólo a la participación, 
sino al trabajo interdisciplinario relatado por otros 
profesionales en Cuba. 
 
“Al comienzo del proceso de talleres participativos 
donde se trataron distintos temas, se podía observar 
una “tensión” y una “división” de visiones, 
responsabilidades etc, entre los técnicos…. A esta altura 
del proceso de integración interdisciplinaria se puede 
observar la formación de equipos, donde la especialidad 
de uno contribuye a la otra, no se da competencia, ni 
resguardo de “saberes”. 
 
Todos los técnicos aportaron al conjunto toda la 
información disponible”. 
 
“Eso se llama analfabetismo 
profesional porque nos cuesta 
trabajo pedirle la opinión a los 
distintos profesionales en forma 
articulada”. 
 
“Lamento que no estén otras instituciones y 
organizaciones debería estar aquí desde el principio”. 
“Podrían salir de idiotez profesional y trabajar con una 
visión más amplia” (Clínica de evaluación en San 
Antonio de los Baños. Cuba. Enet – Romero. 2003) 
 
Realizando un análisis de esta situación es necesario 
pensar en una transformación en la enseñanza de 
grado y pos grado con respecto al hábitat desde una 
perspectiva integral. 
 
Considerando la realidad Latinoamericana y no 
priorizando sólo la visión del mercado y sus 
necesidades. Es necesario pensar en procesos de 
fortalecimiento y de articulación de los profesionales 
con la realidad de los sectores urbanos excluidos. 
 
La intersectorialidad tiene, además, otros obstáculos 
que tienen que ver con el Sistema de gestión 
dominante, con la estructura organizacional, con sus 
reglas de operación, con sus instrumentos y17 
herramientas. Todo pensado para un modo de gestión 
fragmentado. 
 
Para avanzar en una gestión asociada se tiene que 
pensar en un proceso paulatino de transformación de lo 
que denomina Enrique Ortiz “El sistema de apoyo para 
la Producción Social del Hábitat”. 
 
 
RETO: 
“Transformar la orientación de la 
formación profesional, fortalecer sus 
capacidades para el trabajo intersectorial 
e interdisciplinario y desarrollar un 
sistema de apoyo de la gestión pública – 
social coherente con el modo asociativo y 
participativo” 
 
Arquitecta de La comunidad con dirigente de Comunidad Macondo en 
San Antonio de Los Baños. Cuba. (Enet – Romero - Recio 2004) 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
18 
MITO 6 
 
Integralidad / complejidad 
 
“Hicimos diseño participativo pero ahí 
esta la plaza llena de basura, caballos y 
ratas.” 
 
En el diseño arquitectónico el objetivo central es la 
configuración de espacios. Ahora la pregunta es ¿Qué 
incide en la determinación de ese espacio?. 
 
1. La forma, la imagen, el paisaje urbano? Desde un 
criterio artístico – estético. 
 
2. El negocio. El análisis costo – beneficio. La 
factibilidad económica y financiera?. Desde un 
criterio economisista. 
 
3. La tecnología que se adecua al contexto 
(económico, productivo y ambiental) y a la 
factibilidad de ejecución?. Desde un criterio técnico 
- ambiental. 
 
4. El Funcionalismo: La adecuación de ese espacio a 
las actividades que desarrollarán las personas que lo 
habitan? “El hombre medido”. 
 
5. El Desarrollo local: La adecuación de ese espacio 
y su localización a las posibilidades de subsistencia 
y producción. Desde un criterio de desarrollo 
económico – social y productivo. 
 
6. Lo Psico – social. La adecuación de ese espacio a 
las necesidades, aspiraciones, e identidad del que lo 
habita. 
 
7. Lo socio – comunitario. La adecuación del espacio 
a formas de vida comunitarias construidas en base a 
acuerdos sociales, explícitos o implícitos. 
 
8. Lo urbano. La adecuación de ese espacio a su 
función dentro del sistema urbano – territorial y 
proyecto político social. 
 
En el diseño tradicional, donde el arquitecto, desde su 
perspectiva desarrolla la propuesta de diseño, la 
posibilidad de integralidad está limitada a su visión e 
interpretación de alguno de estos factores. Difícilmente 
pueda llegar a los últimos, donde los aspectos de 
desarrollo local, cultural, de identidad, social y 
político son determinantes. Estos factores sólo pueden 
ser plenamente “aprehendidos” en procesos 
interactivos, propios del diseño participativo. Estos 
factores son especialmente determinantes cuando se 
trabaja en programas socio habitacionales de atención 
a la pobreza. El desfasaje que suele observarse en el 
uso – diseño, suele producirse por una interpretación 
errada de estos últimos factores o por su ignorancia en 
el momento de definir el diseño. 
 
Desconocer estos factores en programas socio 
habitacionales ha llevado a efectos muy graves. Muchos 
de los conjuntos construidos desde una visión limitada 
han tenido que ser demolidos o han sido abandonados 
por sus “beneficiarios”. Algunos autores han descrito 
estas situaciones y han denominado al fenómeno como 
“apropiación y desarraigo”. (ver los 10 efectos 
negativos) 
 
19 
Si bien hay un reconocimiento del problema, no se llega 
a analizar, en profundidad, las causas y las alternativas 
de resolución. La mayoría de las interpretaciones del 
desarraigo se analizan desde la teoría de la 
“marginalidad”, donde se interpreta que el “usuario” no 
está “preparado”, no está “educado” para poder habitar 
“adecuadamente” y “apropiadamente” ese espacio. Se 
sigue pensando desde la lógica del que diseñó, del que 
domina, del criterio uniformante. 
 
¿En qué medida el diseño se piensa desde la lógica del 
que está marginado de la ciudad y la sociedad? 
 
Esta es una de las causas centrales, y reales, por las 
que las familias de los barrios precarios no pueden 
confiar en profesionales que deberían estar a su 
servicio. El profesional es formado en universidades que 
responden a la lógica de los sectores de poder. El 
profesional esta integrado a la sociedad “formal” y 
puede llegar a interpretar la “informalidad” desde su 
visión. 
 
 
Una consecuencia visible de la 
deficiencia en la comprensión de la 
complejidad es la concepción de, 
“tipos” de diseños estándar, 
austeros, para los sectores pobres. 
Con una estética de “uniforme” 
sólo identificables por números o 
colores. 
 
 
Esta concepción de “conjuntos” igualitarios, también 
responde al mercado cautivo y rentable de las 
empresas constructoras, pero no a los intereses e 
identidad de las familias. 
 
 
 
 
 
Los argumentos técnicos que suelen utilizarse son que 
La repetición permite: 
La coordinación modular, el mejor control técnico, 
reducción de calidad de mano de obra por la 
simplificación y reducción de tiempos. 
Sin embargo: 
La coordinación modular puede realizarse con 
distintos diseños y, aunque esto existiera, menos del 
1% de las obras construidas por el estado son 
prefabricadas. 
El control técnico, se simplifica por la repetición, pero 
este no es el factor determinante, ya que, tampoco 
20 
parece resultar por los altos porcentajes de 
patologías constructivas que suelen detectarse en 
los conjuntos habitacionales sociales9. 
La necesidad de contratación de mano de obra no 
calificada beneficia principalmente al rendimiento 
de la empresa constructora. 
Y la reducción de tiempos no suele ser un factor 
prioritario ni para la obra (técnicamente), ni para las 
familias. Si para los costos empresariales. 
Una deducción clara es que los diseños repetitivos, y de 
gran escala, sólo benefician a la ganancia de las 
empresas. 
 
En los casos de diseño de rehabilitación de 
asentamientos precarios, la uniformidad, la 
repetición y la supuesta “igualdad” es una gran 
injusticia y no es equitativa. Las respuestas 
únicas no pueden adecuarse a recursos y 
necesidades particulares de cada familia. 
 
¿Quién decide? Y ¿Con qué criterio? ¿Qué se corre?, 
¿Qué se agranda?, ¿Qué se achica?, ¿Quiénes se 
trasladan?, ¿a dónde?, ¿En qué lugar del predio?, o a 
¿Qué lugar de la ciudad?. 
 
Son múltiples las variables que intervienen en diseños 
complejos de este tipo y el arquitecto no puede conocer 
las redes visibles e invisibles, las prioridades, los 
criterios de negociación que pueden establecer los 
 
9 El diario La Nación de Chile (2006) describe el problema de 
la calidad de lo construido “Una de cada cinco viviendas 
sociales levantadas a contar de 1992 presenta deficiencias en 
su construcción El parlamentario señaló que, según informes 
actualizados del propio Ministerio de Vivienda, de un total de 
224 mil construcciones, 43 mil 865 presentan actualmente 
problemas graves” 
 
vecinos. Un diseño rígido, sin participación, sólo actúa 
brutalmente. 
 
 
RETO: 
“La comprensión del problema integral y 
complejo del hábitat popular se puede 
resolver en espacios participativos donde 
se produzca una interacción y un 
intercambio de saberes que permita 
superar el desconocimiento y la visión 
simplista y parcial de la realidad.” 
 
 
 
Diseño participativo en Rosario Hábitat. Foto equipo Bª Las Flores. 
 
21 
REGLAS ROJAS 
16.500 m2 terreno 
o 134 familias = 134 lotes 
o Hasta cota 2, es inundable y se deben erradicar las 
viviendas. 
o Hasta 300mts de las torre de alta tensión se debe 
erradicar por riesgo. 
o Abrir, al menos, una calle 
o Abrir pasajes 
o Cada lote interno tiene que tener salida a calle y / o 
pasaje 
o Familias que están sobre las calles y/o pasajes que 
se decide colectivamente, tienen que correrse. 
 
REGLAS AMARILLAS 
o Tamaño del terreno igual o similar para todas las 
familias? ¿Si es similar cuál es el criterio? 
o Se puede discutir el retiro de 300 mts “fijos” de 
distancia a ruta para erradicación de viviendas.Ya que 
sólo asoma un triángulo que invade 10 mts y son viviendas 
consolidadas. (criterios – argumentos) 
o Se puede negociar el porcentaje de terreno que se 
destina a espacios verdes y equipamientos. 
o Apertura de Rosa Silvestre? (Calle) 
o Apertura de Pasaje ¿con qué dimensiones? 
o Compensación de material para familias que deban 
correrse y / o de ayuda constructiva. ¿Con qué criterios? 
o Quién se corre .... (Prioridades) 
o A qué lote.... (Dentro de la manzana, terreno, en otro 
barrio, cual?) 
MITO 7 
 
Responsabilidad profesional 
 
“Si es participativo y los arquitectos no 
servimos, ¿Quién se hace cargo de las 
responsabilidades civiles y penales del 
diseño?” 
 
 Que un diseño sea participativo y busque apertura, no 
justifica que los profesionales no asuman sus 
responsabilidades. Por el contrario un profesional que 
trabaja con técnicas participativas y permite la apertura 
en diversidad de opciones debe tener mayor 
preparación técnica – arquitectónica, además de 
haberse formado con otros conocimientos de 
psicología social, trabajo social, comunicación, 
política social, urbanismo, economía social, 
experiencia en trabajo con grupos de base, etc. 
 
La participación y el respeto por los objetivos y 
necesidades de las familias, no implica, que los 
arquitectos, urbanistas, ambientalistas, trabajadores 
sociales, psicólogos sociales, sociólogos, etc, que 
pueden participar del proceso de diseño participativo no 
aporten indicaciones técnicas. 
 
En la práctica es muy sencillo entenderlo. 
Por ejemplo, en el caso del Programa Rosario Hábitat. 
(Equipo Bº Las Flores. 2004) 
Para el diseño de loteo, en un asentamiento precario 
existente, se tienen que respetar requerimientos 
técnicos y normativos. Algunos de ellos se podrían 
negociar, adecuar. Otros no se podrían modificar. 
Se trabaja la decisión participativa entre los vecinos y 
se les brinda información de los límites en la 
posibilidad de decisión por cuestiones técnicas, 
normativas o presupuestarias. Se utilizan tarjetas 
rojas con aquellas cuestiones que no se pueden 
cambiar, amarillas para las que se pueden negociar, y 
verdes para aquellas que no existe restricción. 
 
22 
Otro ejemplo es en Cuba, para diseño nuevo de 
asentamiento, se plantea un conjunto de opciones de 
diseño. 
Las opciones son múltiples. Forma y tamaño de lote, 
ubicación de vivienda en lote, etc, 
Para ello el arquitecto desarrolla distintas opciones 
según lo que se va construyendo colectivamente y se 
va argumentando el porqué de cada elección, e incluso, 
da lugar a que en determinadas zonas, o tipo de actor 
tome decisiones diferentes. Para ello el arquitecto debe 
manejar la mayor cantidad de opciones y asesorar a las 
familias sobre los aspectos positivos y negativos que 
puede tener cada opción. 
 
 
Foto de Taller de Diseño Participativo en San Antonio de los 
Baños. Cuba. Se visualizan algunas de las opciones que se 
van construyendo progresivamente y el análisis que se puede 
hacer de cada una de ellas. (Enet – Romero – Recio. 2003. 
Material pedagógico Tecnologías Participativas Red Cyted 
XIV.f) 
Otro ejemplo, es con diseños relacionados a temas 
ambientales donde se necesita ampliar la visión sobre 
las posibilidades de uso de las especies verdes en la 
definición de espacios exteriores y en el control 
ambiental de la vivienda. Así como, las especies locales, 
sus características, necesidades de ubicación, etc. 
 
En la gestión ambiental no sólo es importante un 
excelente diseño. Se convierte esencial la 
comprensión del problema ambiental, cambios en 
actitudes y aptitudes para “sostener” las 
transformaciones. 
 
Estos son algunos ejemplos concretos del conocimiento 
que debe manejar un profesional. No “una” propuesta, 
sino una diversidad de propuestas, que en el diálogo 
interactivo con las necesidades que planteen las 
familias, serán ellas, las que decidan cuál es la opción 
más conveniente. El profesional deberá asesorar en 
todo momento cuales son las consecuencias técnicas y 
legales de su elección. 
 
 
RETO: 
“Los profesionales deberán desarrollar 
capacidades y materiales para comunicar 
las múltiples opciones en un proceso de 
diseño. Deberán manejar conocimientos 
de metodologías dialécticas evolutivas 
que le permitan ir construyendo el 
diseño.” 
23 
MITO 8 
Conflicto 
“Con el diseño participativo, lo único que 
vamos a lograr es que la gente se queje y 
pida cosas todos los días” 
 
Las propuestas políticas tradicionales se basan en la 
acumulación de poder, en el dominio de las distintas 
variables que pudieran, eventualmente, modificar esta 
situación. Se teme a la participación efectiva y se 
usa la participación – manipulación para dominar 
y no para el fortalecimiento de los actores 
sociales. Sin embargo la experiencia demuestra que el 
diseño participativo permite, en realidad, comprender, 
priorizar y encontrar soluciones a conflictos de 
intereses. 
 
En programas socio habitacionales, donde intervienen 
múltiples de actores, se tiene un objetivo común. 
Simultáneamente coexisten sub objetivos particulares 
que están determinados por intereses sectoriales, que 
si no son explicitados y trabajados grupalmente, 
pueden frenar el desarrollo del proyecto o direccionarlo 
hacia aquellos actores que tienen mayor poder 
económico o político y olvidar las necesidades sociales 
que motivaron la realización del proyecto. 
 
El diseño participativo, se convierte en la base de la 
discusión de intereses y en la concreción de acuerdos 
entre actores. Es un medio para generar un "escenario" 
de concertación. 
 
Este es el caso de un proyecto realizado en Córdoba. 
Argentina10. El objetivo del mismo consistía en la 
definición de un dispensario en una amplia zona de 
conjuntos habitacionales y asentamientos precarios. Su 
definición debería contemplar los distintos sectores, 
gubernamentales y no gubernamentales, con roles 
diferenciados pero que permitirían su construcción, 
sostenimiento y uso apropiado a necesidades. 
Las instituciones eran: CISP (Agencia). Apoya 
financieramente la construcción de un dispensario de 
salud con un enfoque de promoción global (salud 
mental, salud preventiva, talleres de capacitación y 
dispensario de arquitectura). Municipalidad de Córdoba: 
Dirección de salud: aporta el financiamiento del 
personal y el mantenimiento posterior del edificio. 
Equipo de salud de dispensario: aporta datos sobre las 
necesidades y requerimientos técnico funcionales de un 
dispensario. Comisión Vecinal y familias: Aportan datos 
sobre las necesidades particulares del barrio y las 
familias. 
FAU. UNC. Secretaría de Extensión: aporta equipo 
técnico para desarrollar una gestión participativa entre 
los actores. (Relevamiento, diagnóstico, diseño 
participativo, anteproyecto para concurso, concurso, 
proyecto definitivo, control de la construcción y 
evaluación) Cátedras e institutos de investigación: 
Aportan actividades de investigación y extensión a la 
comunidad y promueven la inserción del estudiante en 
problemas concretos y básicos de nuestra sociedad. 
En este caso, la multiplicidad de actores y la 
especificidad del tema, determinaron la necesidad de 
conocer las prioridades y objetivos particulares de cada 
 
10 “Uso Interdisciplinario del diseño participativo” M. Enet. 
1997. Presentado en Congreso “Pobres y pobreza en la 
Argentina”.. Publicada por equipo NAy A 
http://www.naya.org.ar/ 
24 
uno de ellos para luego tratar de encontrar 
coincidencias y consensuar las diferencias, produciendo 
grupalmente alternativas de soluciones viables y 
aceptables por la mayoría. 
Otro aspecto fundamental fue que a través de la 
definición de aspectos básicos de diseño, las 
instituciones, fueron asumiendo y comprometiendo ante 
el resto de los participantes, responsabilidades 
concretas en tiempo y forma, produciéndose una 
planificación participativa del proyecto. 
Se reconoció la importanciade los datos aportados por 
los actores directos, los cuales defendían sus intereses 
legítimos promoviéndose desde los actores promotores, 
nuevos espacios y mecanismos de articulación entre el 
Estado y la sociedad civil 
Es evidente que el problema arquitectónico a ser 
resuelto no podía basarse en la visión parcial de alguno 
de los actores sino que por el contrario su aceptación, 
concreción y sobre todo uso y mantenimiento, sería 
posible en la medida que pudiera satisfacer y conciliar 
los intereses particulares de cada uno de ellos. 
 
En el caso del Programa Rosario Hábitat en el Barrio 
Las Flores, se pudo evaluar el efecto que produce el 
diseño participativo con respecto al los conflictos. La 
mitad del barrio fue diseñado con un procedimiento 
participativo de consulta de diseño. Y la segunda mitad 
se realizó con un proceso de diseño participativo 
efectivo. 
 
Los resultados fueron: 
 
De un promedio de asistencia a 
talleres del 40% de la población, 
con la metodología anterior, se ha 
llegado a 97% 
 
En el proceso actual, de 250 
familias, sólo dos vecinos aún 
tienen diferencias. 
En uno de los casos no participó ningún miembro de la 
familia, y en el otro participó sólo la mujer y el marido 
no acuerda. 
 
De manifestaciones y obstrucción, donde los 
vecinos se organizaban y oponían a la apertura 
de calle, en el momento que venía la empresa 
constructora, a la auto apertura y 
corrimiento entre los vecinos antes 
que llegue la empresa. 
 
De invasión de un terreno destinado a apertura de 
calle, que antes era apoyado por todos los 
vecinos, a que los vecinos 
organizados, convencieran y 
acordaran con el invasor que se 
retirara… el conflicto se resolvió 
solo. 
 
De la necesidad de contratar “guardias” urbanos 
para que no vuelvan a ocupar lotes, a la auto 
– regulación de los vecinos. 
 
25 
Son significativas las diferencias en la 
canalización de la energía del 
conflicto hacia una construcción 
colectiva. 
 
 
El diseño participativo efectivo, lejos de incentivar el 
conflicto, lo transforma en nuevos y sostenidos recursos 
para el mejoramiento y desarrollo organizacional y local 
de la población. 
 
 
 
 
 
Movimientos de inquilinos de viviendas históricas deterioradas 
en el centro histórico de Lima. Conflictos por políticas que no 
contemplan las necesidades reales de la población. 
 
RETO: El diseño participativo es una 
herramienta imprescindible en procesos 
de diseño complejos con multiplicidad de 
actores con objetivos comunes y 
divergentes. El reto es saber utilizarlo en 
el momento del proceso donde se define 
la negociación y co responsabilidad. 
Utilizado correctamente evita conflictos 
por desconocimiento y falta de 
comunicación y acuerdos. 
 
 
26 
MITO 9 
 
Derecho. 
 
“Encima que le regalan la vivienda y 
están fuera de la ley tenemos que 
escucharles sus pedidos” 
 
Como analizábamos en el mito 1, con respecto a la 
pobreza y los asentamientos precarios o denominados 
“irregulares”, “ilegales”, están mostrando una 
concepción desde un núcleo duro de creencia: Se parte 
de la visión donde el pobre, elige su situación, y lo 
relaciona con la violación de la ley y su criminalización. 
Derivado de este pensamiento generalizado, es que 
algunos políticos y profesionales piensan que lo poco 
que se pueda hacer y como sea está bien. Desde esta 
misma forma de pensar sienten que deben “erradicar”, 
“remediar”, “asistir”, “educar”. Siguiendo con este 
pensamiento es que consideran que “deben” diseñarles, 
elegirles, construirles, administrarles sus fondos y 
controlarlos. En síntesis no lo consideran un sujeto con 
capacidad de transformar su realidad y violan sus de 
derechos. Muchas veces por ignorancia, otras porque se 
benefician del sistema inequitativo de reparto. 
 
Esta forma, generalizada, de percibir la situación 
problema determina políticas, programas y formas de 
implementación verticalistas, pre determinadas, 
universalistas, focalizadas, sin consulta, sin 
participación y con sub estimación de los derechos de 
las familias. 
 
Sin embargo es bueno recordar algunos de los pactos 
internacionales, a los cuales adhieren la mayoría de los 
países, donde se reconocen los derechos. 
 
El Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos23 
(PIDCP), consagra los derechos asociados por el Comité 
al derecho a una vivienda adecuada, estableciendo la 
siguiente normativas: 
 
 
Libertad de expresión (párrafo 2, art. 19, 
PIDCP) 
 
 
“Toda persona tiene derecho a la libertad de 
expresión; este derecho comprende la libertad de 
buscar, recibir y difundir informaciones e ideas de 
toda índole, sin consideración de fronteras,...” 
 
Libertad de asociación (párrafo 1, art. 22, 
PIDCP) 
 
“Toda persona tiene derecho a asociarse 
libremente con otras, incluso el derecho a formar 
sindicatos y afiliarse a ellos para la protección de 
sus intereses” 
 
Derecho a elegir residencia (párrafo 1, 
art. 12, PIDCP) 
 
“Toda persona que se halle legalmente en el 
territorio de un Estado tendrá derecho a circular 
libremente por él y a escoger libremente su 
residencia” 
 
 
27 
Participar en la adopción de 
decisiones (literales a) y c), art. 25, PIDCP) 
 
“Todos los ciudadanos gozarán, sin ninguna de las 
distinciones mencionadas en el artículo 2, y sin 
restricciones indebidas, de los siguientes 
derechos y oportunidades: a) Participar en la 
dirección de los asuntos públicos, directamente o 
por medio de representantes libremente elegidos; 
[...] c) Tener acceso, en condiciones generales de 
igualdad, a las funciones públicas de su país”. 
 
En el Plan de Acción del Programa Hábitat 5, acordado 
como forma de promover los objetivos fijados en la II 
Conferencia de Naciones Unidas sobre los 
Asentamientos Humanos (Hábitat II), se hace una 
consideración sobre cómo se debe determinar la 
idoneidad de los aspectos del derecho a una vivienda 
adecuada, afirmando que: 
 
“La idoneidad de todos esos 
factores debe determinarse junto 
con las personas interesadas, 
teniendo en cuenta las perspectivas 
de desarrollo gradual”. 
 
En el punto g hace mención especial al 
 
Respeto por la definición de su 
hábitat. 
 
g) Adecuación cultural La manera en que se construye 
la vivienda, los materiales de construcción utilizados y 
las políticas en que se apoyan deben permitir 
adecuadamente la expresión de 
 
La identidad cultural y la diversidad 
de la vivienda. 
 
Las actividades vinculadas al desarrollo o la 
modernización en la esfera de la vivienda deben velar 
porque no se sacrifiquen las dimensiones culturales de 
la vivienda y porque se aseguren, entre otros, los 
servicios tecnológicos modernos. 
 
En nuestra experiencia, cuando se comienza a trabajar 
con metodologías de participación existe resistencia 
tanto de políticos como de técnicos que sienten que no 
es parte de su trabajo, que no es necesario y que las 
familias no merecen el esfuerzo ni de la consulta. 
 
También las familias desconfían de que verdaderamente 
se terminen respetando sus opiniones debido a 
innumerables experiencias de participación – 
manipulación. (Yo participo, tu participas, ellos deciden) 
También es reconfortante observar que los procesos de 
diseño participativo, efectivo, donde se comienza con 
tensiones y desconfianzas suelen terminar con 
comprensión, entendimiento y respeto mutuo. 
 
Reto: Difundir y hacer conciente a todos 
los actores que intervienen en los 
programas de hábitat el derecho a tomar 
decisiones en la expresión, asociación y 
residencia que permitan expresar la 
identidad cultural y la diversidad de 
vivienda. 
 
28 
MITO 10- 
 
Amplitud de participación 
 
“Diseño participativo para pocas familias, 
puede ser. Pero ¿Qué pasa cuando son 
muchas? 
 
Existe mayor cantidad de experiencia de participación a 
escala “manejable” o recomendable por los 
especialistas de tratar de no pasar de 20 o 25 personas 
para permitir el diálogo y la interacción necesaria en un 
proceso de interactivo, de aprendizaje y de creatividad.Esto es totalmente cierto cuando se necesita reunirse 
con estos objetivos. La pregunta es: ¿Se puede seguir 
logrando estos objetivos en la escala masiva? 
 
Ahora ¿Cómo se trabaja el diseño a escala masiva? 
 
La respuesta es con un diseño evolutivo de talleres con 
distintos objetivos. 
 
Por un lado, se parte del principio que no todos tienen 
que participar en todo. Se debe analizar qué 
actores, con qué objetivos, y cuando 
relacionarnos en qué tipo de reunión. 
 
Por otro lado el diseño de espacios físicos 
territoriales, no pueden estar despegado del 
diseño de talleres. Es decir en un barrio, las unidades 
de 20 a 25 personas debería coincidir con una relación 
espacial: manzana, o calle, etc. 
 
Otro factor a analizar es la cantidad de familias, que 
pueden dividirse por unidades, por la cantidad de 
equipos técnicos de trabajo, por el tipo de talleres 
o reuniones con distintos objetivos. 
Estos factores no pueden ser dejados de lado al 
momento de diseñar una propuesta. 
 
 
Taller general. Programa Rosario Hábitat. 
 
El cuadro siguiente muestra un ejemplo de 
planificación del sistema de talleres para el diseño 
de Bº Molino Blanco en el Programa Rosario Hábitat. 
La escala es de 800 familias. 
 
Este cuadro – papelógrafo de planificación se utilizó 
para ajustar la planificación con el equipo de trabajo y 
directivos, con el fin de saber qué variable se podía 
modificar: el número de equipos de trabajo?, el 
tiempo?, etc. 
 
La líneas rojas muestran la posibilidad de variación de 
tiempos, según la cantidad de equipos que se pongan a 
realizar el trabajo. 
29 
 
Grafico Nº : Tablero de análisis y toma de decisiones participativa en planificación de diseño participativo. Aplicado en Molino Blanco. Programa 
Rosario Hábitt. M. Enet 
30 
Variables de análisis para ajuste: 
Magnitud:800 familias , 235 Re localizan, 562 
Consensuar y re definir loteo 
 
Tiempos: Abril se comienza re – localización por lo 
tanto se necesita tener definido al menos quién se va 
del asentamiento, quién se traslada dentro del 
asentamiento y quiénes se quedan. 
 
Cantidad de talleres propuestos: Para lograr diseñar 
participativamente con acta firmada y amojonamiento 
se necesitan aproximadamente. 4 Sub talleres 
georeferenciados y dos talleres generales. Un total de 
seis. 
 
 
Taller de diseño participativo de manzana. Programa Rosario 
Hábitat. 
 
Equipos de técnicos para realizar talleres: 
Por la escala de la intervención (800 vecinos) se 
recomienda armar equipos pequeños pero al menos 4, 
conformado por dos personas una con formación en 
arquitectura y otra en trabajo social. 
 
Si calculamos que tendríamos que trabajar con no más 
de 30 personas. La unidad de trabajo aproximada será 
dividir 100 en 4 talleres.. Promedio aproximadamente 
25…Que no será siempre así porque dependerá de las 
unidades territoriales determinadas por los pasillos y / o 
manzanas. 
 
Si son ochocientas familias se tiene que pensar en 32 
talleres por cada tipo de taller. 
Si pensamos en la semana: Trabajar cuatro días en 
campo y uno para procesamiento y re planificación de 
los talleres y realizamos 2 talleres por grupo por día: 
Son 8 talleres por día. Por cuatro días de la semana 
son 32.Tendremos que por semana haremos un taller 
“tipo” por la totalidad de la comunidad. 
 
Si sólo se cuenta con dos equipos, y siguiendo la misma 
propuesta, se llegará en más tiempo. 
En el caso de necesitarse antes de estos tiempos, se 
puede realizar los talleres generales los días sábado, 
dentro de la misma semana que los sub talleres. 
Este fue un ejemplo que sirvió de base para la 
resolución final de la planificación en taller de trabajo 
de equipo. 
 
RETO: “El diseño participativo puede 
ejercitarse en escala masiva, no todos 
tienen que participar en todo, y se debe 
planificar un conjunto articulado y 
estratégico de actividades” 
 
 
31 
A modo de síntesis 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Gráfico 1: Los 10 retos que permiten un diseño participativo eficaz. M. Enet. 
 
2- “Desarrollar 
normativas flexibles y 
apropiadas a los casos 
particulares de Producción 
Social del hábitat.”Es una 
excelente herramienta de 
flexibilización sin 
discrecionalidad 
 
3- “Desarrollar una 
metodología apropiada y 
apropiable por los actores y 
el contexto que garantice una 
participación efectiva.” No se 
usan “recetas” 
 
8- “El diseño participativo 
es una herramienta 
imprescindible de 
negociación en procesos de 
con multiplicidad de actores 
con objetivos divergentes.” 
7- “Los profesionales 
deberán desarrollar 
capacidades y materiales 
para comunicar las múltiples 
opciones en un proceso de 
diseño. Deberán manejar 
conocimientos de 
metodologías dialécticas 
evolutivas que le permitan ir 
9- “Difundir y hacer conciente a 
todos los actores que intervienen 
en los programas de hábitat el 
derecho a tomar decisiones en la 
expresión, asociación y residencia 
que permitan expresar la 
identidad cultural y la diversidad 
de vivienda” 
 
10- “El diseño participativo 
puede ejercitarse en escala 
masiva, no todos tienen que 
participar en todo, y se debe 
planificar un conjunto 
articulado y estratégico de 
actividades” 
 
1-“Producir un aprendizaje 
colectivo y creativo que 
permita desarrollar 
innovaciones que los 
técnicos o las familias solas 
no las podrían hacer.” 
 
6- “La comprensión del problema 
integral del hábitat popular se 
puede resolver en espacios 
participativos donde se produzca 
una interacción y un intercambio 
de saberes que permita superar 
el desconocimiento y la visión 
simplista y parcial de la realidad” 
. 
5- Transformar la orientación de 
la formación profesional, 
fortalecer sus capacidades para 
el trabajo intersectorial e 
interdisciplinario y desarrollar un 
sistema de apoyo de la gestión 
pública – social coherente con el 
modo asociativo y participativo” 
” 
4- Considerar la actividad de 
diseño participativo dentro de 
un proceso metodológico de 
transformación a mediano y 
largo plazo.” “considerarlo 
como una estrategia de 
desarrollo de autogestión y 
sostenibilidad 
 
Los 10 retos 
Para lograr un diseño participativo eficaz 
 
32

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