Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
Nº 2 LOS 10 MITOS QUE FRENAN EL DISEÑO PARTICIPATIVO AUTOR: MAG. ARQ MARIANA ENET Otros títulos: Nº 1 “Los 10 Mitos que frenan la participación” Nº 3 “Los 10 Mitos que frenan la evaluación” Colección: Los 10 mitos Que frenan el pensamiento abierto a la Producción Social del Hábitat 1 Introducción Este documento es una herramienta para fortalecer el pensamiento crítico en grupos de trabajo. Puede ser utilizado como herramienta pedagógica o como herramienta de transferencia. Objetivo Este documento tiene por objeto incentivar el análisis crítico sobre el diseño arquitectónico y urbano de proyectos “sociales” y su impacto en la calidad de vida de las personas y organizaciones. Metodología de implementación Se recomienda que la formación del grupo de trabajo sea heterogénea. Interdisciplinaria e intersectorial, ya que el objetivo es ampliar la forma de percibir y actuar con herramientas aprendidas desde el enfoque positivista. Se recomienda partir de los “mitos”, “miedos”, “pre conceptos armados”, etc que un grupo de trabajo pueda tener con respecto al diseño. Se recomienda que se parta de una reflexión individual donde analice cuatro miedos, luego de pequeños grupos (no más de cuatro) donde comparte con ellos y acuerdan nuevamente en cuatro y después que ese pequeño grupo plantee cuatro “miedos” o “visiones negativas” a un plenario. En el plenario se van agrupando los miedos o mitos coincidentes y se van analizando. Para este proceso se puede utilizar tarjetas (técnica metaplan) donde cada participante escribe o dibuja o coloca una figura de su miedo para transmitirle a otro y otros. Una vez que se tiene claridad sobre los principales “miedos”. Se utiliza el power point que acompaña este documento y se analizan las coincidencias y nuevos miedos (si los hubiera) Con la ayuda del documento de análisis el que está transfiriendo la dinámica podrá encontrar argumentos y ejemplos que van revirtiendo los mitos y que terminan con “retos a superar”. El documento es sólo una ayuda al docente. Se recomienda que el docente realice la misma reflexión y utilice ejemplos locales. Cada “mito” será analizado, incorporando nuevas visiones, y se intentará plantear un “reto” o más bien es un acuerdo que el grupo se pone como meta alcanzar. En definitiva el grupo hará una propuesta de ¿qué diseño participativo? es el que quiere realizar y cuáles son los “retos” o condiciones que deberá alcanzar para que sea efectivo. Permitirá que salgan a luz conflictos de visiones profesionales y de sectores de clase (visión del técnico y el poblador) En el ejercicio de análisis se irán construyendo colectivamente formas de acuerdo y complementación. 2 Gráfico 1: Los 10 mitos que frenan el diseño participativo. M. Enet. 2- “Como va a considerar las normativas en el diseño si la gente está acostumbrada a no respetarla.” 3- “Se dice que los hacen participar pero las casas y los barrios terminan todos iguales. Es una excusa de los malos arquitectos.” 8- “Con el diseño participativo, lo único que vamos a lograr es que la gente se queje y pida cosas todos los días” 7- “Si es participativo y los arquitectos no servimos, ¿Quién se hace cargo de las responsabilidades civiles y penales del diseño” 9- “Encima que le regalan la vivienda y están fuera de la ley tenemos que escucharles sus pedidos” 10- “Diseño participativo para pocas familias, puede ser. Pero ¿Qué pasa cuando son muchas? 1-“A la gente hay que educarla para que pueda vivir en la vivienda, si pretenden que diseñe sólo repetirá lo que sabe y está acostumbrada a hacer.” 6- “Hicimos diseño participativo pero ahí esta la plaza llena de basura, caballos y ratas.” 5- “Si a un arquitecto le lleva tantos años formarse para diseñar, ¿Cómo pueden opinar y hacer propuestas los sociales y hasta la misma gente?” 4- “Lleva mucho tiempo y esfuerzo y la gente se desgasta.” Los 10 mitos que frenan el diseño participativo *Las frases como título de cada mito, surgen de testimonios reales escuchados y recogidos en trabajos de campo. 3 Mito 1 Prejuicio – Núcleos duros de creencia “A la gente hay que educarla para que pueda vivir en la vivienda, si pretenden que diseñe sólo repetirá lo que sabe y está acostumbrada a hacer.” El trabajo de los técnicos y políticos con los sectores populares está influenciado por una visión de “clase” y de cultura de “civilización” ligado a lo urbano. La creencia es que si es pobre y no tiene profesión o educación formalizada, no sabe. No tiene conocimientos propios y necesita ser “educado” por el que sabe y si tiene los conocimientos. Desde esta visión el pobre es el responsable de su situación. Y si se analiza en el contexto, se lo responsabiliza de no contribuir con una “sociedad civilizada”. Se los caracteriza como “marginales” del sistema civilizado. La teoría de la marginalidad describe esta percepción “la urbanización es sinónimo de un “estilo de vida”; en oposición, la “marginalidad” haría referencia a un proceso de asimilación deficiente de estos valores, es decir que los grupos marginales debido a patrones culturales deficientes (educación, comunicación, hábitos, etc) no tienen condiciones para integrarse al modo de vida urbano.” (Enet – Pedrotti 2002) También es cierto que las familias que están en situaciones críticas de habitabilidad en forma estructural, pueden tener problemas psico-sociales que limitan su verdadera potencialidad de expresión y elección de su hábitat. Pichón Riviere1 describe, en “la psicología del oprimido”, cómo el sujeto que vive en situación permanente de riesgo sufre una desestructuración de su identidad. Esta situación lo lleva a una conducta regresiva, que busca adaptarse negando su cultura y forma de vida. Toma el estereotipo del “civilizado” como su propio deseo. Verificando esta situación, es común observar el deseo de alcanzar la imagen de “chalet” en las viviendas, la negativa a utilizar chapas o plantas alrededor de la vivienda que pudieran recordar al “rancho”2. También se observa el caso contrario, donde viviendas “sociales”, realizadas en áreas semi rurales o rurales, tienen la misma tipología que las urbanas y por ende tienen una cocina que funciona con gas. El resultado observado es que en áreas rurales es muy difícil acceder al gas por su costo y transporte, por esta razón, al poco tiempo comienzan a construirse los hornos de barro y la cocina a leña. Con la visión estereotipada de “civilidad” del técnico se ocupa metros 1 Psiquiatra y psicoanalista (1907-1977). Fue uno de los introductores del psicoanálisis en la Argentina, y uno de los fundadores de la APA, de la que luego tomó distancia para dedicarse a la construcción de una teoría social que interpreta al individuo como la resultante de su relación con objetos externos e internos. En este marco fundó la Escuela de Psicología Social 2 Vivienda característica del área rural Argentina de donde procede un gran porcentaje de pobladores de las “villas” o asentamientos precarios donde reproducen el rancho en forma precaria. 4 cuadrados de cocina tradicional urbana que nunca serán utilizados y no se brinda una solución pensada para los hornos de barro. “Todo lo que se niegue de la realidad termina apareciendo en el corto o mediano plazo.” Este mito parte de una falsa dicotomía: enseñanza o dejar hacer. Afirmamos es falsa porque es tan importante incorporar los conocimientos y elecciones de las familias, como, es deseable ampliar las alternativas comunes y estereotipadas por innovaciones producidas colectivamente. Las mismas son desarrolladas por un grupo y un contexto particular en un proceso de interacción y aprendizaje mutuo. También es responsabilidadde los técnicos alertar sobre los efectos que pudieran ocasionar las distintas alternativas para que las familias cuenten con toda la información necesaria para tomar una decisión en forma conciente y con toda su potencialidad. Tanto la información técnica, como, los deseos y aspiraciones de las familias son imprescindibles. Este proceso de diseño participativo, parte de una concepción diferente de pobreza. Desde la teoría de las necesidades (Max Neff y otros 1986), aporta al diseño la inclusión de las necesidades y satisfactores definidas de abajo hacia arriba en procedimiento interactivos3. No puede 3 Analiza en primer lugar la diferenciación entre necesidades y satisfactores, los cuales son frecuentemente confundidos. imponerse por ley ni por decreto. Sólo puede surgir de las acciones, aspiraciones y conciencia creativa y crítica del los propios actores sociales que, de ser tradicionalmente objetos de desarrollo, pasan a sumir su rol de protagonismo de sujetos. Otro aporte al cambio, es el concepto de Amartya Sen4, ampliando la comprensión del desarrollo humano que emergió a finales de los ochenta representó un cambio radical en tres sentidos. En primer lugar, reconoce la diversidad del ser humano y su relación con su contexto, lo que implica diversidad en la consideración de qué es ser pobre y cómo superarlo. Plantea que las políticas de igualdad (en el caso de diseño viviendas iguales) puede ser injusto e inequitativo con los que tienen diferentes necesidades (Ej. Familia numerosa en los mismos 30 m2 estándar) Las necesidades humanas no cambian substancialmente en la historia o culturas pero lo que cambia es el modo de satisfacerlas. Así Max Neff colabora en la comprensión de las necesidades de los seres humanos, clasificando con un sentido amplio las distintas necesidades y abriendo el camino de la participación y creación conjunta de diversas alternativas de resolución (satisfactores). Esta teoría manifiesta que la visión tecnocrática tiende a confundir satisfactores de necesidades con bienes económicos y tiene dificultades para percibir otros satisfactores como formas de organización, estructuras políticas, prácticas sociales, condiciones subjetivas, valores, normas, actitudes etc. También aporta al análisis de alteranativas de resolución en función de su efectividad para satisfacer necesidades y los clasifica en: Destructores , seudo – satisfactores, satisfactores inhibidores, satisfactores singulares y satisfactores sinérgicos. 4 Nuevo examen de la desigualdad (1992) 5 En segundo lugar, el concepto de desarrollo abandona los supuestos utilitaristas para ser visto, como un proceso de expansión de las "capacidades" de la gente para elegir el modo de vida que cada cual valora5. En tercer lugar, también se desafía el supuesto de que el desarrollo depende fundamentalmente del desarrollo del capital material, se enfatiza ahora la importancia del fortalecimiento de capital humano, social y simbólico que implica fundamentalmente invertir en el ser humano, su organización social y sus valores simbólicos. (En “Pobreza, concepción para su medición”. Mariana Enet y otros. Documento interno Área Evaluación CEVE. 1999. Córdoba. Argentina. Pág.9) El aporte técnico y el ejercicio de reflexión, análisis y toma de decisiones del diseño participativo permiten comprender y ajustar aprendizajes. Un ejemplo de ello es la experiencia de utilizar diseño participativo en la articulación del programa de Agricultura Urbana y de Hábitat de 5 Considera algunos conceptos básicos: la calidad de vida o el bienestar se mide por sus "funcionamientos" (comida, salud, felicidad, dignidad, posibilidad de participar en la comunidad...). La "CAPACIDAD" es el conjunto de funcionamientos que una persona puede alcanzar. Esto mide la LIBERTAD para elegir entre distintos modos de vida. En resumen, plantea que debemos tener presente que la POBREZA no es sólo falta de riqueza o de ingresos, sino "capacidades básicas insuficientes". Esa falta de capacidades puede generar otros problemas colaterales (racismo, violencia...) que podrían evitarse atacando el problema en la raíz. Para Sen el ser humano no es mero receptor de prestaciones, sino que es creador de su propio destino y responsable éticamente de que se creen las condiciones necesarias para que TODOS -y no sólo algunos- puedan ser "agentes" y no meros receptores Rosario. “La herramienta de diseño participativo, creemos que fue -hasta lo que podemos corroborar ahora- una estrategia operativa muy efectiva para integrar la práctica agroproductiva como nueva actividad en espacios públicos abiertos y consensuar soluciones a los conflictos subyacentes.”( Mg. Arq. Laura Bracalenti Mg. Arq. Laura Lagorio. Dic 2006)6 RETO: Producir un aprendizaje colectivo y creativo que permita desarrollar innovaciones que los técnicos o las familias solas no las podrían hacer” Foto: Taller de diseño de Plaza Productiva en Rosario. (Laura Bracalenti y Laura Lagorio) 6 Datos extraídos del Proyecto: CONSTRUYENDO BARRIOS PRODUCTIVOS: INTEGRANDO LA AGRICULTURA URBANA EN EL DISEÑO Y DESARROLLO DE LA CIUDAD” CASO ROSARIO- ARGENTINADiciembre 2006 6 Mito 2 Inflexibilidad normativa “Como va a considerar las normativas en el diseño si la gente está acostumbrada a no respetarla.” Gustavo Romero, arquitecto Mexicano, relata tres dichos populares que caracterizan el incumplimiento de normativas del sector popular “A lo hecho pecho”, “la ley de la vista gorda”, “Mas vale pedir perdón que pedir permiso”. La realidad nos muestra que, masivamente, las familias excluidas del sistema no respetan sus leyes, porque si las respetaran no podrían ocupar un lugar en la ciudad para habitar. Las reglas del sistema no contemplan las necesidades, posibilidades y formas de habitar de la mayoría de la población. Si esto no fuera real no existiría entre un 60% y 80% promedio de construcciones, en las ciudades Latinoamericanas, por las cuales nunca pasó un profesional. Son las construcciones “autogestionarias”.7 7 No confundir autoconstrucción (proceso por el que los mismos habitantes construyen su hábitat) con “autogestión” Las ciudades no se construyen, solamente, con las normas impuestas por un sector técnico – político y económico. Las ciudades, históricamente, se han construido por la necesidad de habitar de familias y comunidades. Por la especulación de loteos fraudulentos8. Por la presión de “desarrolladores inmobiliarios” ligados a los sectores de poder político – económico, etc. Otro factor de violación de normativas son los procedimientos de “excepción” que generalmente se hacen a “puertas cerradas” entre sectores de poder inmobiliario y los sectores político – técnicos. No en pocos casos, se ha hecho excepción por unas horas, para aprobar cambios de normativas que no por casualidad incidían en el rendimiento del uso del suelo y las ganancias. Ha habido experiencia en ajustar normativas para barrios de “vivienda social” o de “regularización de asentamientos informales” o de “rehabilitación” pero generalmente con una participación limitada en la que no se ha logrado cuestionar la “naturalización” de reducción de “condiciones” o de calidad si se trata de barrios pobres. Se da la paradoja que las mismas organizaciones de base territorial requerían reducción de tamaños de lotes o de superficie de viviendas, coincidiendo con el objetivo de reducción de costos y no por el criterio de derechos o lógica según actividad productiva, o necesidades reales.concepto más amplio que puede incluir la construcción pero que se basa, principalmente, en todo el proceso de gestión. 8 En Argentina existen agentes que desarrollan loteos que no cumplen con normativas mínimas y los venden con procesos informales e irregulares a sectores que no pueden acceder al mercado formal. 7 El concepto de lo mínimo para satisfacer necesidades primarias de sobrevivencia, y no el concepto de lo apropiado. En el caso de procesos de diseño participativo esta percepción de lo mínimo se transforma en lo apropiado en base a un diagnóstico y análisis de prioridades, estrategias y propuestas construidas colectivamente. No son soluciones estándar pensadas para pobres. Son soluciones especiales construidas colectivamente. La experiencia también demuestra que el tema de las normativas suele ser un aspecto a negociar con técnicos y autoridades que desconocen los problemas específicos de los diseños de mejoramiento habitacional y que razonan según criterios tradicionales y estándar de cómo debe resolverse el hábitat de los pobres. Por ejemplo: En Cuba, se realizó un proceso de diseño participativo entre técnicos de distintos niveles de toma de decisión política, distintas profesiones y las familias del asentamiento “Macondo”. Uno de los temas que aparece como el principal conflicto, y a la vez, determinante en la resolución del diseño es la posibilidad de tener o no chanchos, lugar de sembrado, etc. Los mismos requieren de una superficie adicional a la residencial y una propuesta de diseño que contemple los dos usos y el cuidado de los animales. La reacción primaria, por parte de los técnicos, fue “no se puede” “no lo admiten las normativas”, “el tamaño de los lotes y las viviendas es estándar en Cuba”. La reacción de las familias “si no puedo llevar el chancho, no voy a ir”, otros optaban por el silencio, pero como sabemos por experiencia, de diseños desajustados de la realidad, los terminarían llevando aunque fueran viviendas de dos plantas y lo tuvieran que tener adentro. ¿Por qué? Porque sencillamente su subsistencia depende de los chanchos. La realidad específica de las familias de Macondo no es contemplada dentro de las normativas estándar. El proceso de taller de diseño se desarrolló y al finalizar todos los participantes, técnicos y familias, tenían clara la necesidad de contemplar tanto en la normativa como en el diseño a los chanchos. Es más se convirtieron en el “nodo generador” de diseño. Este aspecto modificó el tamaño de lote, la ubicación de las viviendas, la ubicación de la zona productiva en el lote y manzana, la forma de saneamiento, la utilización como bio gas en la vivienda, etc. En función de esos acuerdos y propuestas creativas producto de considerar a los chanchos derivó en que la última reunión de diseño participativo fuera una reunión de negociación con el Ministro de Vivienda para que aprobara la excepción normativa considerando el proceso de diagnóstico + diseño participativo + acuerdos interdisciplinarios para su implementación y uso. La respuesta lograda fue que se consideraría y que como sustento se presentaran los acuerdos y propuestas realizadas en el proceso de diseño. 8 “Hemos logrado cosas, romper esquemas en cuanto a las regulaciones urbanas. Porque normalmente son rígidos y la vida es mucho más flexible y rica”. “Las consecuencias de no haber flexibilizado las normas las estamos viviendo… Son como casas de “camisas de fuerza” no satisfacen las necesidades de la mayoría de la gente.” (Clínica de evaluación en San Antonio de los Baños. Enet – Romero 2003) Acuerdo alcanzado en Taller de San Antonio de los Baños. Cuba. Material Pedagógico. Enet – Romero. Otra experiencia fue en Rosario, Argentina, donde se realizó un proceso de diseño participativo barrial de mejoramiento de asentamiento informal (villa). En estos casos la discusión normativa se centra en la necesidad de apertura de la totalidad de calles que se unen con la trama reticular urbana o si se puede considerar algunas de ellas. La visión técnica de las áreas de planeamiento sólo considera seguir las calles como viene la trama urbana. Esto es lógico si no se conoce qué ocurre en las familias y en la comunidad por dónde pasarán. Prima la lógica técnica general por sobre la realidad específica y el derecho de las familias a elegir que es lo que consideran más apropiado para el bien común. Al desarrollar un proceso de diseño participativo que parte de un diagnóstico integral geo referenciado, donde los técnicos indican posibilidades o no de adecuación, donde las familias priorizan necesidades, donde además establecen criterios de negociación, donde realizan la negociación de corrimiento concreto con sus vecinos y se analiza en detalle que se gana y que se pierde con las distintas alternativas, no desde una lógica individualista o técnica, sino desde una construcción colectiva que contempla ambas. Este proceso se presenta (teórico y vivencialmente) a las áreas de planeamiento y la percepción que estas toman de la realidad cambia. También cambia la forma de resolverlo. Así el proceso de diseño de loteo sirvió no sólo para el acuerdo y adecuación a necesidades, sino también para negociar el número de calles vehiculares necesarias, pasillos, distancia de resguardo a vía vehicular rápida, etc. SOLO RESIDENCIAL RESIDENCIAL Y PRODUCTIVO MIXTURA DE USOS SEMBRADO Y CRIA SEMBRADO + CRIA + GUARDADO TIPO Y MIXTURA DE USOS SEMBRADO CRIA DE ANIMALES GUARDADO 9 Relato de uno de los profesionales de Rosario Hábitat. “La participación sirve para negociar con otros actores, como el caso de Hidráulica que había determinado un área muy grande como inundable, se lo transmitimos a las familias, protestaron e hidráulica reconsideró y lo aprobó”… “Lo mismo ocurrió con la apertura de calles… desde planeamiento plantean la mayor cantidad de aperturas, sin considerar lo que implica para las familias, esto se negoció y solo se abrió la calle principal que era imprescindible” (Clínica de evaluación de proceso de diseño participativo en Barrios de Rosario Hábitat. Enet y Romero 2003) Las normativas no son de por sí buenas o malas, generalmente contienen criterios técnicos estándar. Si concebimos a la producción social del hábitat como un hecho estructural, sistémico y complejo que necesita una construcción colectiva de alternativas e innovaciones adecuadas al contexto, entendemos que son limitadas. Se precisa un proceso participativo de adecuación normativa a las múltiples condicionantes y necesidades. Estamos hablando de flexibilidad pero no de discrecionalidad ya que se basa en un proceso participativo de adecuación y concertación interactoral desde los aspectos técnicos, sociales, culturales y ambientales de ese caso en particular. Las normas inadecuadas a la realidad que no permiten cumplir los derechos elementales de habitar son las causantes de su violación, no la estigmatización de un sector por ser pobre. RETO: “Desarrollar normativas flexibles y apropiadas a los casos particulares de Producción Social del hábitat.”Es una excelente herramienta de flexibilización sin discrecionalidad .” Foto de un sector de Bº Las Flores. El diseño de loteo en un asentamiento existente requiere de un análisis de múltiples variables que harán que una norma sea válida o sea de poco sentido común su aplicación. La realidad existente es determinante en la estrategia concertada de diseño que se concertará. 10 MITO 3 Manipulación / falsa participación “Se dice que los hacen participar pero las casas y los barrios terminan todos iguales. Es una excusa de los malos arquitectos.” En algunos procesos de diseño participativo, los técnicos utilizan dinámicas y métodos que aparentemente involucran a las familias pero su participación es “limitada”y “orientada” hacia la aceptación de decisiones ya tomadas. Son variadas las formas de limitar la participación efectiva, algunas de ellas son: Limitar el número de alternativas que el diseñador propone sin basarse en un proceso de diagnóstico, priorización y propuesta conjunta. Limitar la toma de decisión de las familias a ciertos elementos de consulta, para que luego el diseñador desarrolle propuestas. Limitar la participación a algunos miembros del barrio, ya sea por poco interés en la propuesta, o porque se trabaja sólo con algún grupo (mujeres, líderes, etc) Limitar la decisión de diseño a las divisiones interiores de una vivienda. No transmitir, adecuadamente, los efectos positivos y negativos de cada opción. No transmitir los conocimientos necesarios para tomar decisiones en forma conciente. En estos procesos el arquitecto no “pierde el control” de las opciones. Las familias sólo pueden optar dentro de condiciones ya calculadas. Al no producirse un verdadero proceso de intercambio, aprendizaje colectivo y adecuación específica al contexto, las respuestas siguen siendo estereotipadas y ligadas a la visión de lo que “debe” ser una vivienda o barrio “social”. Estas “soluciones” suelen representar diseños de lo mínimo, de lo indispensable para sobrevivir, no para “disfrutar”, como explicó un profesional. Si se trabaja el diseño participativo sin considerar las múltiples variables sociales, culturales, ambientales, organizativas, etc, el resultado son “pobres diseños para pobres”. En este sentido la crítica de que es una excusa para malos arquitectos es cierta. Reducen el problema complejo del hábitat a la producción de “viviendas mínimas” que responden a una fórmula económica de costo – beneficio para sectores inmobiliarios. En estos casos es cierta la crítica generalizada de arquitectos “convencionales” acerca de que los diseños de vivienda para sectores populares “no tienen complejidad”. 11 Es común observar que institutos oficiales de vivienda diseñan viviendas para distintas zonas culturales y bio- climáticas con el mismo prototipo, que además, suele tener graves deficiencias en uso - diseño y en calidad constructiva. La participación efectiva en el diseño, no sólo determina espacios específicos adecuados al grupo objetivo y su contexto, sino que incide en el fortalecimiento organizacional, el afianzamiento de redes, y la relación entre técnicos y familias. “Para que un niño corra primero tiene que gatear…. Después sí. Pero ayer lo hicimos, lo hicimos con las familias, nosotros no creemos en la casa “tipo” tenemos nuestro criterio y creemos que no hay “familias tipo” (Clínica de evaluación en San Antonio de los Baños. Cuba. Enet – Romero 2003) La participación efectiva, en el diseño, significa que se han superado los “miedos” (por desconocimiento) entre técnicos y familias. Significa que se ha superado la incomunicación, la incomprensión y se ha logrado una nueva forma de configurar espacios de una manera integral y sistémica. Arquitectos CYTED, Arquitectos de la comunidad, técnicos de la Habana y de San Antonio de los Baños y comunidad Macondo en Taller de Diseño participativo. Cuba. (Enet – Romero - Recio 2004) Lograr una participación efectiva en el diseño, no es fácil, y requiere el trabajo planificado interdisciplinario y el desarrollo de talleres en forma intersectorial. Requiere que los arquitectos compartan sus saberes con los trabajadores sociales, con los psicólogos sociales, con ambientalistas, etc, y estos con los arquitectos. Requiere amplitud para aprender y para hacer propuestas conjuntas. Así lo percibían los técnicos del Programa Rosario Hábitat “Decidimos que todos teniamos que saber todo”, “Nos reunimos a estudiar y planeábamos cómo hacerlo”, “Después de cada taller nos reuníamos y planificábamos qué hacer”, “Los sociales aprendimos a ser diseñadores y los arquitectos a trabajar socialmente” (Clínica de evaluación en Rosario Hábitat. Enet – Romero 2004) En los talleres intersectoriales requiere que los profesionales trabajen articulados y con la misma apertura para incorporar los saberes de las familias y lograr ampliar el “equipo de diseño”. 12 “Cuando estuvimos con las familias les fuimos informando conceptos técnicos sobre lo que ellos quieren. Fueron como seis soluciones de proyectos. Esto le abre la mente a los distintos actores para explorar distintos caminos.” (Clínica de evaluación en San Antonio de los Baños. Cuba. Enet- Romero 2003) También las familias deberán tener apertura para evaluar los aportes técnicos que realizan los profesionales. En algunos casos las familias, no esperan la participación, no confían, y sólo adhieren porque es el medio para alcanzar su objetivo. Siguen el juego impuesto por otro. El profesional toma el rol de dominador. “Ellos antes (refiriéndose a los técnicos del Programa y a los talleres sin diseño participativo), venían y nos imponían cosas, vos achicá, vos agrandá, vos tenés que salir de ahí por que vamos a hacer una calle… teníamos que poner la casa en cualquier lado y no podíamos decidir”. “Antes no nos enterábamos en absoluto de nada… cada reunión era esperar cualquier cosa… cuando estábamos en la reunión no le decíamos nada…. Además no venía nadie” (Opinión de vecinos en clínica de diseño participativo en Programa Rosario Hábitat. Argentina. Enet – Romero 2004) En otros casos, las familias consideran que el profesional es un mal necesario y que sólo debe ejecutar lo que ellos “saben” que debe hacer. Las familias son dominadoras. “Nosotros venimos de una escuela que es la vida” “Tienen que entender que sólo tienen que darnos instrumentos y herramientas técnicas para lograr nuestros objetivos” (XI Encuentro de SELVIP. Buenos Aires. Opinión de líderes barriales sobre la acción de profesionales.) Ninguna de estas formas de entender el diseño participativo es efectiva. Freire analiza este tipo de reacciones como dos caras de una misma moneda, donde: El problema es el desconocimiento de la validez del saber de unos; y a la vez, la obediencia de ese grupo al saber del que impone. “Revierte el círculo de opresión, los antiguos oprimidos pasaban a ser opresores que a su vez pasaban a ser oprimidos. No se dan cuenta que: “El problema es la obediencia y no quien obedece a quien”. RETO: “Desarrollar una metodología apropiada y apropiable por los actores y el contexto que garantice una participación efectiva. No se usan “recetas.” 13 MITO 4 Productividad / Eficiencia “Lleva mucho tiempo y esfuerzo y la gente se desgasta” Este suele ser uno de los primeros argumentos que se utiliza para no aplicar procedimientos participativos. ¿Qué tiene de cierto y qué no? En primer lugar un procedimiento participativo de diseño tiene que estudiarse y planificarse dentro de un proceso global de un proyecto de hábitat. No se lo puede considerar como un procedimiento aislado dentro de un sistema verticalista, sin consulta. Si se pretende realizar un diseño en ese contexto, efectivamente, sus tiempos serán extensos, será muy difícil lograr una transformación en los modos de gestión participativa y las familias percibirán el proceso como una carga y no como una posibilidad de ejercer sus derechos y lograr mejores resultados. La experiencia demuestra que aún en procesos tradicionales donde se ha buscado incorporar procedimientos participativos, los tiempos de diseño participativo comparado con el de diseño tradicional son mayores, pero al evaluar el proceso global se disminuyen los tiempos. La causa de la disminución global de tiempos, es la disminución de conflictos ocultos (que suelen surgir en procesos sin participación) que explotan en momentos no previstos frenando los inicios de obra, o en el proceso de ejecución. Los procedimientos participativos permiten“sacar” y “exponer” los conflictos, analizarlos y buscar alternativas de resolución y negociación desde el momento de diseño cuando todavía se puede modificar las propuestas. Esta situación es claramente percibida por los políticos que han podido experimentar procedimientos participativos, que al inicio le temían y que luego manifiestan a “mayor conflicto, mayor participación”. Los TÉCNICOS que intervienen en programas también describen “Ahora los conflictos los resuelven los vecinos”, “Cuando solucionas problemas en quince minutos, que antes te llevaban todo el proceso de proyecto, la alegría es enorme”, “Nosotros actuamos ante el conflicto en forma diferente” Las FAMILIAS -“Nos dieron los planos y en un fin de semana nos pusimos todos los vecinos de acuerdo y en otro fin de semana nos corrimos todos” -“Hicimos todo, pasillos, calles, corrimientos del cerco..” “Ya no esperamos que venga la empresa constructora, nosotros nos organizamos y lo hacemos” “Hoy estaban los agrimensores buscando los mojones y fue la gringa en el acto a mostrarles… para que se vayan “…”Antes la gente se quedaban mirando y se divertían cuando no los encontraban.. decían que lo hagan ellos…” - “Los corrimientos fueron diferentes, todos los vecinos ayudaron a otros, acortó los tiempos y a las cuatro de la tarde estaba todo terminado”… “la angustia disminuyó” - “Mi esposo está esperando que venga la empresa constructora para ayudarlos, porque quiere que hagan las cosas y se vayan rápido”… (Clínica 14 de evaluación de diseño participativo en Rosario Hábitat. Enet – Romero 2004) El diseño participativo es sólo una herramienta que, es efectiva, según cómo se la utilice en un determinado proceso de Producción social de hábitat y para qué. Otro aspecto a considerar es el método adecuado para cada caso de diseño y de situación de habitabilidad. También debe evaluarse el costo – beneficio de profundización de procedimientos participativos en función de los resultados que se esperan alcanzar. “lo que no se puede hacer… es forzar y apurar los tiempos de las familias… pero tampoco relajarse y desgastarse con un conjunto interminable de talleres” (Clínica de evaluación de diseño participativo en Rosario Hábitat. Enet – Romero 2004) En síntesis el diseño participativo no se lo puede considerar como una “receta” o un “método” estandarizado, necesita del análisis y planificación interdisciplinaria para incorporarlo en una metodología de trabajo. RETO: “Considerar la actividad de diseño participativo dentro de un proceso metodológico de transformación a mediano y largo plazo.” “considerarlo como una estrategia de desarrollo de autogestión y sostenibilidad” Familias analizando los planos y planificando el proceso de marcado y corrimiento de cercos en el Programa Rosario Hábitat. Foto del programa. Equipo Bª Las Flores. 15 MITO 5 Formación y forma de trabajo: Interdisciplina / intersectorialidad. “Si a un arquitecto le lleva tantos años formarse para diseñar, ¿Cómo pueden opinar y hacer propuestas los sociales y hasta la misma gente?” La educación universitaria actual se caracteriza por estar alejada de los problemas de la pobreza y su materialización. Existe un desconocimiento y una negación de las áreas urbanas precarias. Aún desde instituciones públicas es común que no existan registros planimétricos de estas áreas y que se desconozca el nombre de barrios y calles, aún cuando tengan antigüedad y consolidación similar o mayor a las áreas urbanas “legales”. Domina desde las universidades un criterio que concibe a la pobreza como un problema o “enfermedad” que debe ser “erradicada” y las áreas “remediadas” con “asistencia social”. No es frecuente el criterio de análisis sistémico de la realidad y la relación de la pobreza con el sistema político económico que lo genera. Esto es también por el dominio del criterio “técnico” supuestamente “ascético” de la política. Otro aspecto que limita las capacidades profesionales para este tipo de trabajo es la escasa por no decir casi nula formación para el trabajo interdisciplinario desde el grado. Desde las universidades se sigue trabajando en forma sectorial, y desde allí, se trata de comprender la realidad fragmentándola. Más escaso aún es la formación para el trabajo intersectorial. Tanto de universitarios como de los organismos públicos y los organismos públicos y sus áreas entre sí. Los modos de gestión y ejecución de políticas se caracterizan por la “sectorización” y no por el trabajo integrado. Es generalizada la dificultad de trabajo articulado. En síntesis el profesional tradicional formado en nuestras universidades y los políticos y técnicos de organismos públicos, generalmente no están preparados para trabajar en forma adecuada y eficiente la problemática del hábitat de los sectores populares. Es por esta razón que líderes barriales que han necesitado asistencia técnica profesional para sus proyectos de hábitat sostienen que “A los profesionales hay que hacerles un lavado de cerebro previo, sino, no entienden nada” – “Deberían cumplir horas de trabajo comunitario para aprender” (XI Encuentro de SELVIP. Buenos Aires. Opinión de líderes barriales sobre la acción de profesionales.) A su vez los profesionales que tienen que enfrentar un trabajo de campo de esta naturaleza se sienten sobrepasados, sin herramientas adecuadas y con planteos rígidos que no les permite trabajar 16 adecuadamente. Esta situación se comienza a superar cuando se plantean metodologías participativas de trabajo que les permita generar espacios de aprendizaje mutuo y de co responsabilidad en las respuestas a soluciones complejas. Un ejemplo de ellos es la percepción de técnicos que participaron de un proceso participativo. “Antes veníamos muy estructurados y rígidos, primero nos costó pero ahora vemos los resultados, van a vivir de mejor forma su barrio”, “Siento un cambio físico y mental cuando voy al barrio, porque no voy a imponer a otro, hay una autorregulación”.“Trabajamos a la par de los vecinos, no imponemos pero no dejamos de trabajar con nuestras propuestas” (Clínica de evaluación de diseño participativo en Rosario Hábitat. Enet – Romero 2004) Otro ejemplo es la dificultad, no sólo a la participación, sino al trabajo interdisciplinario relatado por otros profesionales en Cuba. “Al comienzo del proceso de talleres participativos donde se trataron distintos temas, se podía observar una “tensión” y una “división” de visiones, responsabilidades etc, entre los técnicos…. A esta altura del proceso de integración interdisciplinaria se puede observar la formación de equipos, donde la especialidad de uno contribuye a la otra, no se da competencia, ni resguardo de “saberes”. Todos los técnicos aportaron al conjunto toda la información disponible”. “Eso se llama analfabetismo profesional porque nos cuesta trabajo pedirle la opinión a los distintos profesionales en forma articulada”. “Lamento que no estén otras instituciones y organizaciones debería estar aquí desde el principio”. “Podrían salir de idiotez profesional y trabajar con una visión más amplia” (Clínica de evaluación en San Antonio de los Baños. Cuba. Enet – Romero. 2003) Realizando un análisis de esta situación es necesario pensar en una transformación en la enseñanza de grado y pos grado con respecto al hábitat desde una perspectiva integral. Considerando la realidad Latinoamericana y no priorizando sólo la visión del mercado y sus necesidades. Es necesario pensar en procesos de fortalecimiento y de articulación de los profesionales con la realidad de los sectores urbanos excluidos. La intersectorialidad tiene, además, otros obstáculos que tienen que ver con el Sistema de gestión dominante, con la estructura organizacional, con sus reglas de operación, con sus instrumentos y17 herramientas. Todo pensado para un modo de gestión fragmentado. Para avanzar en una gestión asociada se tiene que pensar en un proceso paulatino de transformación de lo que denomina Enrique Ortiz “El sistema de apoyo para la Producción Social del Hábitat”. RETO: “Transformar la orientación de la formación profesional, fortalecer sus capacidades para el trabajo intersectorial e interdisciplinario y desarrollar un sistema de apoyo de la gestión pública – social coherente con el modo asociativo y participativo” Arquitecta de La comunidad con dirigente de Comunidad Macondo en San Antonio de Los Baños. Cuba. (Enet – Romero - Recio 2004) 18 MITO 6 Integralidad / complejidad “Hicimos diseño participativo pero ahí esta la plaza llena de basura, caballos y ratas.” En el diseño arquitectónico el objetivo central es la configuración de espacios. Ahora la pregunta es ¿Qué incide en la determinación de ese espacio?. 1. La forma, la imagen, el paisaje urbano? Desde un criterio artístico – estético. 2. El negocio. El análisis costo – beneficio. La factibilidad económica y financiera?. Desde un criterio economisista. 3. La tecnología que se adecua al contexto (económico, productivo y ambiental) y a la factibilidad de ejecución?. Desde un criterio técnico - ambiental. 4. El Funcionalismo: La adecuación de ese espacio a las actividades que desarrollarán las personas que lo habitan? “El hombre medido”. 5. El Desarrollo local: La adecuación de ese espacio y su localización a las posibilidades de subsistencia y producción. Desde un criterio de desarrollo económico – social y productivo. 6. Lo Psico – social. La adecuación de ese espacio a las necesidades, aspiraciones, e identidad del que lo habita. 7. Lo socio – comunitario. La adecuación del espacio a formas de vida comunitarias construidas en base a acuerdos sociales, explícitos o implícitos. 8. Lo urbano. La adecuación de ese espacio a su función dentro del sistema urbano – territorial y proyecto político social. En el diseño tradicional, donde el arquitecto, desde su perspectiva desarrolla la propuesta de diseño, la posibilidad de integralidad está limitada a su visión e interpretación de alguno de estos factores. Difícilmente pueda llegar a los últimos, donde los aspectos de desarrollo local, cultural, de identidad, social y político son determinantes. Estos factores sólo pueden ser plenamente “aprehendidos” en procesos interactivos, propios del diseño participativo. Estos factores son especialmente determinantes cuando se trabaja en programas socio habitacionales de atención a la pobreza. El desfasaje que suele observarse en el uso – diseño, suele producirse por una interpretación errada de estos últimos factores o por su ignorancia en el momento de definir el diseño. Desconocer estos factores en programas socio habitacionales ha llevado a efectos muy graves. Muchos de los conjuntos construidos desde una visión limitada han tenido que ser demolidos o han sido abandonados por sus “beneficiarios”. Algunos autores han descrito estas situaciones y han denominado al fenómeno como “apropiación y desarraigo”. (ver los 10 efectos negativos) 19 Si bien hay un reconocimiento del problema, no se llega a analizar, en profundidad, las causas y las alternativas de resolución. La mayoría de las interpretaciones del desarraigo se analizan desde la teoría de la “marginalidad”, donde se interpreta que el “usuario” no está “preparado”, no está “educado” para poder habitar “adecuadamente” y “apropiadamente” ese espacio. Se sigue pensando desde la lógica del que diseñó, del que domina, del criterio uniformante. ¿En qué medida el diseño se piensa desde la lógica del que está marginado de la ciudad y la sociedad? Esta es una de las causas centrales, y reales, por las que las familias de los barrios precarios no pueden confiar en profesionales que deberían estar a su servicio. El profesional es formado en universidades que responden a la lógica de los sectores de poder. El profesional esta integrado a la sociedad “formal” y puede llegar a interpretar la “informalidad” desde su visión. Una consecuencia visible de la deficiencia en la comprensión de la complejidad es la concepción de, “tipos” de diseños estándar, austeros, para los sectores pobres. Con una estética de “uniforme” sólo identificables por números o colores. Esta concepción de “conjuntos” igualitarios, también responde al mercado cautivo y rentable de las empresas constructoras, pero no a los intereses e identidad de las familias. Los argumentos técnicos que suelen utilizarse son que La repetición permite: La coordinación modular, el mejor control técnico, reducción de calidad de mano de obra por la simplificación y reducción de tiempos. Sin embargo: La coordinación modular puede realizarse con distintos diseños y, aunque esto existiera, menos del 1% de las obras construidas por el estado son prefabricadas. El control técnico, se simplifica por la repetición, pero este no es el factor determinante, ya que, tampoco 20 parece resultar por los altos porcentajes de patologías constructivas que suelen detectarse en los conjuntos habitacionales sociales9. La necesidad de contratación de mano de obra no calificada beneficia principalmente al rendimiento de la empresa constructora. Y la reducción de tiempos no suele ser un factor prioritario ni para la obra (técnicamente), ni para las familias. Si para los costos empresariales. Una deducción clara es que los diseños repetitivos, y de gran escala, sólo benefician a la ganancia de las empresas. En los casos de diseño de rehabilitación de asentamientos precarios, la uniformidad, la repetición y la supuesta “igualdad” es una gran injusticia y no es equitativa. Las respuestas únicas no pueden adecuarse a recursos y necesidades particulares de cada familia. ¿Quién decide? Y ¿Con qué criterio? ¿Qué se corre?, ¿Qué se agranda?, ¿Qué se achica?, ¿Quiénes se trasladan?, ¿a dónde?, ¿En qué lugar del predio?, o a ¿Qué lugar de la ciudad?. Son múltiples las variables que intervienen en diseños complejos de este tipo y el arquitecto no puede conocer las redes visibles e invisibles, las prioridades, los criterios de negociación que pueden establecer los 9 El diario La Nación de Chile (2006) describe el problema de la calidad de lo construido “Una de cada cinco viviendas sociales levantadas a contar de 1992 presenta deficiencias en su construcción El parlamentario señaló que, según informes actualizados del propio Ministerio de Vivienda, de un total de 224 mil construcciones, 43 mil 865 presentan actualmente problemas graves” vecinos. Un diseño rígido, sin participación, sólo actúa brutalmente. RETO: “La comprensión del problema integral y complejo del hábitat popular se puede resolver en espacios participativos donde se produzca una interacción y un intercambio de saberes que permita superar el desconocimiento y la visión simplista y parcial de la realidad.” Diseño participativo en Rosario Hábitat. Foto equipo Bª Las Flores. 21 REGLAS ROJAS 16.500 m2 terreno o 134 familias = 134 lotes o Hasta cota 2, es inundable y se deben erradicar las viviendas. o Hasta 300mts de las torre de alta tensión se debe erradicar por riesgo. o Abrir, al menos, una calle o Abrir pasajes o Cada lote interno tiene que tener salida a calle y / o pasaje o Familias que están sobre las calles y/o pasajes que se decide colectivamente, tienen que correrse. REGLAS AMARILLAS o Tamaño del terreno igual o similar para todas las familias? ¿Si es similar cuál es el criterio? o Se puede discutir el retiro de 300 mts “fijos” de distancia a ruta para erradicación de viviendas.Ya que sólo asoma un triángulo que invade 10 mts y son viviendas consolidadas. (criterios – argumentos) o Se puede negociar el porcentaje de terreno que se destina a espacios verdes y equipamientos. o Apertura de Rosa Silvestre? (Calle) o Apertura de Pasaje ¿con qué dimensiones? o Compensación de material para familias que deban correrse y / o de ayuda constructiva. ¿Con qué criterios? o Quién se corre .... (Prioridades) o A qué lote.... (Dentro de la manzana, terreno, en otro barrio, cual?) MITO 7 Responsabilidad profesional “Si es participativo y los arquitectos no servimos, ¿Quién se hace cargo de las responsabilidades civiles y penales del diseño?” Que un diseño sea participativo y busque apertura, no justifica que los profesionales no asuman sus responsabilidades. Por el contrario un profesional que trabaja con técnicas participativas y permite la apertura en diversidad de opciones debe tener mayor preparación técnica – arquitectónica, además de haberse formado con otros conocimientos de psicología social, trabajo social, comunicación, política social, urbanismo, economía social, experiencia en trabajo con grupos de base, etc. La participación y el respeto por los objetivos y necesidades de las familias, no implica, que los arquitectos, urbanistas, ambientalistas, trabajadores sociales, psicólogos sociales, sociólogos, etc, que pueden participar del proceso de diseño participativo no aporten indicaciones técnicas. En la práctica es muy sencillo entenderlo. Por ejemplo, en el caso del Programa Rosario Hábitat. (Equipo Bº Las Flores. 2004) Para el diseño de loteo, en un asentamiento precario existente, se tienen que respetar requerimientos técnicos y normativos. Algunos de ellos se podrían negociar, adecuar. Otros no se podrían modificar. Se trabaja la decisión participativa entre los vecinos y se les brinda información de los límites en la posibilidad de decisión por cuestiones técnicas, normativas o presupuestarias. Se utilizan tarjetas rojas con aquellas cuestiones que no se pueden cambiar, amarillas para las que se pueden negociar, y verdes para aquellas que no existe restricción. 22 Otro ejemplo es en Cuba, para diseño nuevo de asentamiento, se plantea un conjunto de opciones de diseño. Las opciones son múltiples. Forma y tamaño de lote, ubicación de vivienda en lote, etc, Para ello el arquitecto desarrolla distintas opciones según lo que se va construyendo colectivamente y se va argumentando el porqué de cada elección, e incluso, da lugar a que en determinadas zonas, o tipo de actor tome decisiones diferentes. Para ello el arquitecto debe manejar la mayor cantidad de opciones y asesorar a las familias sobre los aspectos positivos y negativos que puede tener cada opción. Foto de Taller de Diseño Participativo en San Antonio de los Baños. Cuba. Se visualizan algunas de las opciones que se van construyendo progresivamente y el análisis que se puede hacer de cada una de ellas. (Enet – Romero – Recio. 2003. Material pedagógico Tecnologías Participativas Red Cyted XIV.f) Otro ejemplo, es con diseños relacionados a temas ambientales donde se necesita ampliar la visión sobre las posibilidades de uso de las especies verdes en la definición de espacios exteriores y en el control ambiental de la vivienda. Así como, las especies locales, sus características, necesidades de ubicación, etc. En la gestión ambiental no sólo es importante un excelente diseño. Se convierte esencial la comprensión del problema ambiental, cambios en actitudes y aptitudes para “sostener” las transformaciones. Estos son algunos ejemplos concretos del conocimiento que debe manejar un profesional. No “una” propuesta, sino una diversidad de propuestas, que en el diálogo interactivo con las necesidades que planteen las familias, serán ellas, las que decidan cuál es la opción más conveniente. El profesional deberá asesorar en todo momento cuales son las consecuencias técnicas y legales de su elección. RETO: “Los profesionales deberán desarrollar capacidades y materiales para comunicar las múltiples opciones en un proceso de diseño. Deberán manejar conocimientos de metodologías dialécticas evolutivas que le permitan ir construyendo el diseño.” 23 MITO 8 Conflicto “Con el diseño participativo, lo único que vamos a lograr es que la gente se queje y pida cosas todos los días” Las propuestas políticas tradicionales se basan en la acumulación de poder, en el dominio de las distintas variables que pudieran, eventualmente, modificar esta situación. Se teme a la participación efectiva y se usa la participación – manipulación para dominar y no para el fortalecimiento de los actores sociales. Sin embargo la experiencia demuestra que el diseño participativo permite, en realidad, comprender, priorizar y encontrar soluciones a conflictos de intereses. En programas socio habitacionales, donde intervienen múltiples de actores, se tiene un objetivo común. Simultáneamente coexisten sub objetivos particulares que están determinados por intereses sectoriales, que si no son explicitados y trabajados grupalmente, pueden frenar el desarrollo del proyecto o direccionarlo hacia aquellos actores que tienen mayor poder económico o político y olvidar las necesidades sociales que motivaron la realización del proyecto. El diseño participativo, se convierte en la base de la discusión de intereses y en la concreción de acuerdos entre actores. Es un medio para generar un "escenario" de concertación. Este es el caso de un proyecto realizado en Córdoba. Argentina10. El objetivo del mismo consistía en la definición de un dispensario en una amplia zona de conjuntos habitacionales y asentamientos precarios. Su definición debería contemplar los distintos sectores, gubernamentales y no gubernamentales, con roles diferenciados pero que permitirían su construcción, sostenimiento y uso apropiado a necesidades. Las instituciones eran: CISP (Agencia). Apoya financieramente la construcción de un dispensario de salud con un enfoque de promoción global (salud mental, salud preventiva, talleres de capacitación y dispensario de arquitectura). Municipalidad de Córdoba: Dirección de salud: aporta el financiamiento del personal y el mantenimiento posterior del edificio. Equipo de salud de dispensario: aporta datos sobre las necesidades y requerimientos técnico funcionales de un dispensario. Comisión Vecinal y familias: Aportan datos sobre las necesidades particulares del barrio y las familias. FAU. UNC. Secretaría de Extensión: aporta equipo técnico para desarrollar una gestión participativa entre los actores. (Relevamiento, diagnóstico, diseño participativo, anteproyecto para concurso, concurso, proyecto definitivo, control de la construcción y evaluación) Cátedras e institutos de investigación: Aportan actividades de investigación y extensión a la comunidad y promueven la inserción del estudiante en problemas concretos y básicos de nuestra sociedad. En este caso, la multiplicidad de actores y la especificidad del tema, determinaron la necesidad de conocer las prioridades y objetivos particulares de cada 10 “Uso Interdisciplinario del diseño participativo” M. Enet. 1997. Presentado en Congreso “Pobres y pobreza en la Argentina”.. Publicada por equipo NAy A http://www.naya.org.ar/ 24 uno de ellos para luego tratar de encontrar coincidencias y consensuar las diferencias, produciendo grupalmente alternativas de soluciones viables y aceptables por la mayoría. Otro aspecto fundamental fue que a través de la definición de aspectos básicos de diseño, las instituciones, fueron asumiendo y comprometiendo ante el resto de los participantes, responsabilidades concretas en tiempo y forma, produciéndose una planificación participativa del proyecto. Se reconoció la importanciade los datos aportados por los actores directos, los cuales defendían sus intereses legítimos promoviéndose desde los actores promotores, nuevos espacios y mecanismos de articulación entre el Estado y la sociedad civil Es evidente que el problema arquitectónico a ser resuelto no podía basarse en la visión parcial de alguno de los actores sino que por el contrario su aceptación, concreción y sobre todo uso y mantenimiento, sería posible en la medida que pudiera satisfacer y conciliar los intereses particulares de cada uno de ellos. En el caso del Programa Rosario Hábitat en el Barrio Las Flores, se pudo evaluar el efecto que produce el diseño participativo con respecto al los conflictos. La mitad del barrio fue diseñado con un procedimiento participativo de consulta de diseño. Y la segunda mitad se realizó con un proceso de diseño participativo efectivo. Los resultados fueron: De un promedio de asistencia a talleres del 40% de la población, con la metodología anterior, se ha llegado a 97% En el proceso actual, de 250 familias, sólo dos vecinos aún tienen diferencias. En uno de los casos no participó ningún miembro de la familia, y en el otro participó sólo la mujer y el marido no acuerda. De manifestaciones y obstrucción, donde los vecinos se organizaban y oponían a la apertura de calle, en el momento que venía la empresa constructora, a la auto apertura y corrimiento entre los vecinos antes que llegue la empresa. De invasión de un terreno destinado a apertura de calle, que antes era apoyado por todos los vecinos, a que los vecinos organizados, convencieran y acordaran con el invasor que se retirara… el conflicto se resolvió solo. De la necesidad de contratar “guardias” urbanos para que no vuelvan a ocupar lotes, a la auto – regulación de los vecinos. 25 Son significativas las diferencias en la canalización de la energía del conflicto hacia una construcción colectiva. El diseño participativo efectivo, lejos de incentivar el conflicto, lo transforma en nuevos y sostenidos recursos para el mejoramiento y desarrollo organizacional y local de la población. Movimientos de inquilinos de viviendas históricas deterioradas en el centro histórico de Lima. Conflictos por políticas que no contemplan las necesidades reales de la población. RETO: El diseño participativo es una herramienta imprescindible en procesos de diseño complejos con multiplicidad de actores con objetivos comunes y divergentes. El reto es saber utilizarlo en el momento del proceso donde se define la negociación y co responsabilidad. Utilizado correctamente evita conflictos por desconocimiento y falta de comunicación y acuerdos. 26 MITO 9 Derecho. “Encima que le regalan la vivienda y están fuera de la ley tenemos que escucharles sus pedidos” Como analizábamos en el mito 1, con respecto a la pobreza y los asentamientos precarios o denominados “irregulares”, “ilegales”, están mostrando una concepción desde un núcleo duro de creencia: Se parte de la visión donde el pobre, elige su situación, y lo relaciona con la violación de la ley y su criminalización. Derivado de este pensamiento generalizado, es que algunos políticos y profesionales piensan que lo poco que se pueda hacer y como sea está bien. Desde esta misma forma de pensar sienten que deben “erradicar”, “remediar”, “asistir”, “educar”. Siguiendo con este pensamiento es que consideran que “deben” diseñarles, elegirles, construirles, administrarles sus fondos y controlarlos. En síntesis no lo consideran un sujeto con capacidad de transformar su realidad y violan sus de derechos. Muchas veces por ignorancia, otras porque se benefician del sistema inequitativo de reparto. Esta forma, generalizada, de percibir la situación problema determina políticas, programas y formas de implementación verticalistas, pre determinadas, universalistas, focalizadas, sin consulta, sin participación y con sub estimación de los derechos de las familias. Sin embargo es bueno recordar algunos de los pactos internacionales, a los cuales adhieren la mayoría de los países, donde se reconocen los derechos. El Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos23 (PIDCP), consagra los derechos asociados por el Comité al derecho a una vivienda adecuada, estableciendo la siguiente normativas: Libertad de expresión (párrafo 2, art. 19, PIDCP) “Toda persona tiene derecho a la libertad de expresión; este derecho comprende la libertad de buscar, recibir y difundir informaciones e ideas de toda índole, sin consideración de fronteras,...” Libertad de asociación (párrafo 1, art. 22, PIDCP) “Toda persona tiene derecho a asociarse libremente con otras, incluso el derecho a formar sindicatos y afiliarse a ellos para la protección de sus intereses” Derecho a elegir residencia (párrafo 1, art. 12, PIDCP) “Toda persona que se halle legalmente en el territorio de un Estado tendrá derecho a circular libremente por él y a escoger libremente su residencia” 27 Participar en la adopción de decisiones (literales a) y c), art. 25, PIDCP) “Todos los ciudadanos gozarán, sin ninguna de las distinciones mencionadas en el artículo 2, y sin restricciones indebidas, de los siguientes derechos y oportunidades: a) Participar en la dirección de los asuntos públicos, directamente o por medio de representantes libremente elegidos; [...] c) Tener acceso, en condiciones generales de igualdad, a las funciones públicas de su país”. En el Plan de Acción del Programa Hábitat 5, acordado como forma de promover los objetivos fijados en la II Conferencia de Naciones Unidas sobre los Asentamientos Humanos (Hábitat II), se hace una consideración sobre cómo se debe determinar la idoneidad de los aspectos del derecho a una vivienda adecuada, afirmando que: “La idoneidad de todos esos factores debe determinarse junto con las personas interesadas, teniendo en cuenta las perspectivas de desarrollo gradual”. En el punto g hace mención especial al Respeto por la definición de su hábitat. g) Adecuación cultural La manera en que se construye la vivienda, los materiales de construcción utilizados y las políticas en que se apoyan deben permitir adecuadamente la expresión de La identidad cultural y la diversidad de la vivienda. Las actividades vinculadas al desarrollo o la modernización en la esfera de la vivienda deben velar porque no se sacrifiquen las dimensiones culturales de la vivienda y porque se aseguren, entre otros, los servicios tecnológicos modernos. En nuestra experiencia, cuando se comienza a trabajar con metodologías de participación existe resistencia tanto de políticos como de técnicos que sienten que no es parte de su trabajo, que no es necesario y que las familias no merecen el esfuerzo ni de la consulta. También las familias desconfían de que verdaderamente se terminen respetando sus opiniones debido a innumerables experiencias de participación – manipulación. (Yo participo, tu participas, ellos deciden) También es reconfortante observar que los procesos de diseño participativo, efectivo, donde se comienza con tensiones y desconfianzas suelen terminar con comprensión, entendimiento y respeto mutuo. Reto: Difundir y hacer conciente a todos los actores que intervienen en los programas de hábitat el derecho a tomar decisiones en la expresión, asociación y residencia que permitan expresar la identidad cultural y la diversidad de vivienda. 28 MITO 10- Amplitud de participación “Diseño participativo para pocas familias, puede ser. Pero ¿Qué pasa cuando son muchas? Existe mayor cantidad de experiencia de participación a escala “manejable” o recomendable por los especialistas de tratar de no pasar de 20 o 25 personas para permitir el diálogo y la interacción necesaria en un proceso de interactivo, de aprendizaje y de creatividad.Esto es totalmente cierto cuando se necesita reunirse con estos objetivos. La pregunta es: ¿Se puede seguir logrando estos objetivos en la escala masiva? Ahora ¿Cómo se trabaja el diseño a escala masiva? La respuesta es con un diseño evolutivo de talleres con distintos objetivos. Por un lado, se parte del principio que no todos tienen que participar en todo. Se debe analizar qué actores, con qué objetivos, y cuando relacionarnos en qué tipo de reunión. Por otro lado el diseño de espacios físicos territoriales, no pueden estar despegado del diseño de talleres. Es decir en un barrio, las unidades de 20 a 25 personas debería coincidir con una relación espacial: manzana, o calle, etc. Otro factor a analizar es la cantidad de familias, que pueden dividirse por unidades, por la cantidad de equipos técnicos de trabajo, por el tipo de talleres o reuniones con distintos objetivos. Estos factores no pueden ser dejados de lado al momento de diseñar una propuesta. Taller general. Programa Rosario Hábitat. El cuadro siguiente muestra un ejemplo de planificación del sistema de talleres para el diseño de Bº Molino Blanco en el Programa Rosario Hábitat. La escala es de 800 familias. Este cuadro – papelógrafo de planificación se utilizó para ajustar la planificación con el equipo de trabajo y directivos, con el fin de saber qué variable se podía modificar: el número de equipos de trabajo?, el tiempo?, etc. La líneas rojas muestran la posibilidad de variación de tiempos, según la cantidad de equipos que se pongan a realizar el trabajo. 29 Grafico Nº : Tablero de análisis y toma de decisiones participativa en planificación de diseño participativo. Aplicado en Molino Blanco. Programa Rosario Hábitt. M. Enet 30 Variables de análisis para ajuste: Magnitud:800 familias , 235 Re localizan, 562 Consensuar y re definir loteo Tiempos: Abril se comienza re – localización por lo tanto se necesita tener definido al menos quién se va del asentamiento, quién se traslada dentro del asentamiento y quiénes se quedan. Cantidad de talleres propuestos: Para lograr diseñar participativamente con acta firmada y amojonamiento se necesitan aproximadamente. 4 Sub talleres georeferenciados y dos talleres generales. Un total de seis. Taller de diseño participativo de manzana. Programa Rosario Hábitat. Equipos de técnicos para realizar talleres: Por la escala de la intervención (800 vecinos) se recomienda armar equipos pequeños pero al menos 4, conformado por dos personas una con formación en arquitectura y otra en trabajo social. Si calculamos que tendríamos que trabajar con no más de 30 personas. La unidad de trabajo aproximada será dividir 100 en 4 talleres.. Promedio aproximadamente 25…Que no será siempre así porque dependerá de las unidades territoriales determinadas por los pasillos y / o manzanas. Si son ochocientas familias se tiene que pensar en 32 talleres por cada tipo de taller. Si pensamos en la semana: Trabajar cuatro días en campo y uno para procesamiento y re planificación de los talleres y realizamos 2 talleres por grupo por día: Son 8 talleres por día. Por cuatro días de la semana son 32.Tendremos que por semana haremos un taller “tipo” por la totalidad de la comunidad. Si sólo se cuenta con dos equipos, y siguiendo la misma propuesta, se llegará en más tiempo. En el caso de necesitarse antes de estos tiempos, se puede realizar los talleres generales los días sábado, dentro de la misma semana que los sub talleres. Este fue un ejemplo que sirvió de base para la resolución final de la planificación en taller de trabajo de equipo. RETO: “El diseño participativo puede ejercitarse en escala masiva, no todos tienen que participar en todo, y se debe planificar un conjunto articulado y estratégico de actividades” 31 A modo de síntesis Gráfico 1: Los 10 retos que permiten un diseño participativo eficaz. M. Enet. 2- “Desarrollar normativas flexibles y apropiadas a los casos particulares de Producción Social del hábitat.”Es una excelente herramienta de flexibilización sin discrecionalidad 3- “Desarrollar una metodología apropiada y apropiable por los actores y el contexto que garantice una participación efectiva.” No se usan “recetas” 8- “El diseño participativo es una herramienta imprescindible de negociación en procesos de con multiplicidad de actores con objetivos divergentes.” 7- “Los profesionales deberán desarrollar capacidades y materiales para comunicar las múltiples opciones en un proceso de diseño. Deberán manejar conocimientos de metodologías dialécticas evolutivas que le permitan ir 9- “Difundir y hacer conciente a todos los actores que intervienen en los programas de hábitat el derecho a tomar decisiones en la expresión, asociación y residencia que permitan expresar la identidad cultural y la diversidad de vivienda” 10- “El diseño participativo puede ejercitarse en escala masiva, no todos tienen que participar en todo, y se debe planificar un conjunto articulado y estratégico de actividades” 1-“Producir un aprendizaje colectivo y creativo que permita desarrollar innovaciones que los técnicos o las familias solas no las podrían hacer.” 6- “La comprensión del problema integral del hábitat popular se puede resolver en espacios participativos donde se produzca una interacción y un intercambio de saberes que permita superar el desconocimiento y la visión simplista y parcial de la realidad” . 5- Transformar la orientación de la formación profesional, fortalecer sus capacidades para el trabajo intersectorial e interdisciplinario y desarrollar un sistema de apoyo de la gestión pública – social coherente con el modo asociativo y participativo” ” 4- Considerar la actividad de diseño participativo dentro de un proceso metodológico de transformación a mediano y largo plazo.” “considerarlo como una estrategia de desarrollo de autogestión y sostenibilidad Los 10 retos Para lograr un diseño participativo eficaz 32
Compartir