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Encofrados y Armaduras en la Construcción

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ENCOFRADOS: 
 
Encofrado: es un molde que confina al hormigón dentro de sí. En el caso del HºAº, sirven para recibir la armadura 
metálica así como el hormigón que la envuelve, acunándolo hasta su completo fraguado. 
Pueden ser de madera o de chapa de acero, en ambos casos su montaje se da pensando en su posterior desmontaje de 
manera de permitir su uso en repetidas veces. 
En general constan de dos partes: la primera de ellas de contención, que esta en contacto directo con el hormigón, 
constituida por el cajón o encofrado propiamente dicho, cuya misión es la de dar forma al hormigón, sirviéndole de molde, 
conformado generalmente por tablas de 2,5 cm (1”) de espesor. La segunda es el apuntalamiento, sostén del molde y apeo 
(distribución) de las cargas hacia el suelo o alguna parte sólida y se conforma por tirantes de 7,5 x 7,5 cm (3” x 3”) 
dispuestas entre sí a 60 cm de separación máxima. 
El molde debe ser estanco, para evitar la pérdida del cemento durante el colado del hormigón, lo que de producirse dejaría 
sin ligazón al resto de los integrantes de la mezcla (áridos, etc) lo que consecuentemente disminuiría la resistencia y la 
compacidad de la pieza, debido a los vacíos dejados por la pérdida del aglomerante (lechado de cemento) que en porcentaje 
es lo que mas se escapa por las fisuras. Se exige también que estén perfectamente nivelados y verticalizados mediante 
plomo. 
También es requisito (cualquiera sea su naturaleza) no deformarse ni ceder durante el vertido y el apisonado o el vibrado 
(según la técnica utilizada) del hormigón; lo que provocaría fallas considerables en la estructura tanto en su resistencia 
como en su forma, por lo que deben estar rígidamente unidos al apuntalamiento. La clavazón debe ser segura, pero no 
excesiva, para evitar la rotura de la madera durante su desarme. Un encofrado 
fácil de montar y desmontar rinde mayores usos y consume menos jornales. 
Se deben evitar los ángulos rectos en los bordes de las piezas de hormigón, que 
es la zona mas propensa a quebrarse durante 
el desencofrado del mismo, para ello se 
colocan pequeños listones triangulares en las 
aristas de los moldes, suavizándolas. 
A fin de favorecer su limpieza, a los pies de 
los encofrados de columnas, tabiques y vigas 
profundas, se dejará una abertura por donde 
se retirará la basura depositada en el fondo. 
El trabajo de los puntales es exclusivamente a la compresión; en consecuencia se 
preverá el pandeo mediante arriostramientos laterales plasmados con dos tablas 
cruzadas de 2,5 x 7,5 cm (1” x 3”). Si se utilizan puntales redondos (troncos) la parte 
mas fina se colocará siempre hacia arriba. En la mayoría de los casos los puntales no apoyan directamente sobre el piso, 
sino que lo hacen a través de un dispositivo denominado “cuñas”, que son dos tablas superpuestas usadas con el fin de 
permitir el aflojamiento paulatino del encofrado, evitando así tener que exponerlo a golpes y vibraciones durante su 
desencofrado. 
El estudio de los encofrados, tiene por finalidad evitar el derroche de madera, 
que se acusa notablemente en la economía general de la obra, tratando de 
repetir su aplicación y adaptando el proyecto a las medidas comerciales, para 
reducir al mínimo los cortes y desperdicios. Con esto quiero decir que se debe 
usar el menor número de medidas diferentes en el dimensionado de altura de 
vigas y anchos de columnas, estandarizándolas y repitiendo los elementos 
iguales el mayor número posible de veces. En suma: las máximas economías 
las dan las estructuras moduladas, de secciones uniformes y elementos 
repetitivos. Con este fin también se aconseja usar la menor variedad de 
escuadrías posible, necesitándose únicamente tablas de 1” x 3” y tirantes de 3” 
x 3”; piezas estas; con las que se pueden realizar la totalidad de los distintos 
elementos estructurales que hacen a la obra. 
Para impedir la adherencia entre el hormigón y la madera, se la suele usar cepillada en la cara de contacto entre ambos, 
mejorándose así también la terminación superficial del primero, esto cuando se desee dejarlo a la vista, de lo contrario debe 
procurarse la mayor rugosidad posible, a fin de favorecer la adherencia del revoque posterior. Otro recurso muy usado y 
mas efectivo es el de pintar el encofrado con productos comerciales que se venden a tal efecto; con lo que se logra una 
perfecta separación entre encofrado y hormigón, ya que la madera se despega con suma facilidad y dura mucho mas. 
 
Armaduras: el tipo hierro mas usado para el armado de las armaduras es el redondo. Para mejorar la adherencia de las 
barras de hierro con el hormigón, a estas se les practica rebabas, muescas y espirales, optimizando las condiciones 
mecánicas del conjunto. Además de esto debe verificarse también que las barras estén libres de herrumbre, de suciedad o de 
cualquier otra sustancia que impida su correcta adherencia con el hormigón (restos de pintura, aceites, barro) de no suceder 
así, se recurrirá a una enérgica limpieza mediante cepillo de alambre. 
Algunos autores recomiendan el herrumbre superficial -no así la oxidación profunda o la suelta- afirmando que aumentan la 
adherencia, no obstante debe procurarse su perfecta limpieza. 
También con el fin de favorecer la adherencia hormigón-hierro, a estos últimos se les practica un doblez en los extremos, 
en forma de gancho, que asegurarán un sólido anclaje. 
Riostras 
Cuñas 
La armadura debe quedar definitivamente fija, sin movimiento alguno durante el colado del hormigón, para lo cual se 
utilizan ataduras de alambre negro entre los hierros principales y los secundarios (estribos) y los elementos de montaje. 
Cuando la longitud de un determinado elemento estructural supera las medidas comerciales de una barra (generalmente 12 
m) se recurre a empalmes, los cuales se logran solapando o superponiendo a las barras en una longitud equivalente a 40 
veces el diámetro las mismas, para luego atarlas con alambre recocido, no sin antes doblar en gancho los extremos. 
Los empalmes nunca se ubicarán en las secciones mas solicitadas de la estructura, ni tampoco habrá mas de un empalme en 
un mismo plano de sección: se desfasarán entre sí para no originar secciones de menor resistencia. 
Además del empalme por yuxtaposición o 
solape descripto anteriormente, también 
tenemos el empalme por manguito (al lado) y 
el que se da por soldadura: el primero es el 
menos usado en razón de su costo, pero tiene 
la ventaja de ser capaz de regular la tensión. El otro se logra ablandando las puntas de las barras a nivel de pastosas, 
mediante el calor producido por el paso de una corriente eléctrica, para luego aplastarlas entre sí, obteniéndose la unión. 
Las armaduras no apoyarán directamente sobre los encofrados; justamente se espera que el hormigón envuelva totalmente 
al hierro para que puedan desarrollarse en su totalidad las tensiones de adherencia y al mismo tiempo las armaduras queden 
bien protegidas contra el efecto de la corrosión. El espesor mínimo de hormigón que cubrirá a los hierros será de 0,8 cm 
para losas y de 2 cm para las demás estructuras, sin embargo el fuego exige un espesor mínimo de 4 cm y al efecto 
corrosivo de la tierra se lo inhibe recién después de 5 cm, así que cada espesor 
deberá adoptarse según la necesidad del caso. 
La separación del hierro con el encofrado se logra mediante los bien llamados 
separadores, que en algunos casos no son mas que pequeños pedazos de hierro 
redondo y en otros pequeñas piezas premoldeadas de hormigón o de plástico. 
 
Clasificación según las cargas que soportan: 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Tipos de encofrados: 
Según las distintas etapas de la obra. 
1) Encofrado de fundación: 
 Para vigas de encadenado y pilotín: el caso mas práctico sería usar la pared de la zanja excavada como encofrado; 
esto siempre que el suelo sea apto; en caso contrario se colocan tablillas suplementarias en la mitad superior de lo 
que será la viga de encadenado, cavándose la zanja en el suelo,a la mitad de la altura de ésta última. 
A este tipo de encofrado se lo denomina a ½ altura: en la mitad inferior funciona como encofrado la tierra, y en la 
otra mitad (la superior) funciona la madera (ver dibujo). 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Otra alternativa es encofrar directamente por sobre el nivel de terreno (ver figura) mediante tablones unidos por 
una estaca lateral, la que irá clavada al suelo. Para evitar que el molde se abra lateralmente, se los une 
HORIZONTALES 
- fondo de loza 
- viga 
- Todo lo que es estructura. 
- Carga fija real 
- Carga dinámica (obreros, herramientas) 
- Peso propio del encofrado 
- Cargas especiales de construcción no dinámicas 
- Cargas por agua de fragüe (el agua se tira después del hormigonado ni bien 
empieza a fraguar, para que no se cuartee) 
VERTICALES 
- tabiques para ascensores 
- tanque de agua 
- columna 
- paredes o tabiques 
Soportan 
únicamente el 
peso del 
hormigón. 
suelo apto 
Viga de 
encadenado
suelo inapto 
Tablas de 
encofrado 
Separadores de 
hormigón 
Separador 
de hierro 
superiormente mediante un listón clavado firmemente a 
las tablas del molde, el que a su vez servirá para sujetar 
o “colgar” la armadura, evitando su contacto con la 
tierra, ladrillos, mezcla y todo material poroso que 
permita el paso de humedad y su consecuente oxidación. 
Otro recurso para evitar el contacto entre terreno natural 
y el hierro es mediante la utilización de un cuarterón 
(1/4 de ladrillo). 
Esta de mas mencionar que tanto el pilote como el 
pilotín, se construyen utilizando de encofrado al propio 
suelo y que también en este caso se evitará el contacto 
de éste con la armadura. Para ello se la cuelga con algún 
elemento varillado que bien puede ser un listón de 
madera o una varilla de hierro (como es el caso de la 
figura). 
 Para zapatas o bases: para zapatas puede existir cierta similitud con los pilotines, en el sentido de que si el suelo es 
firme, éste puede funcionar como encofrado, es decir que al primer retallo de la zapata lo hacemos con el mismo suelo, 
a partir de allí colocamos las tablas con pendiente aproximada del talud natural del hormigón (entre 20º a 35º de 
inclinación). 
De haber dudas con el terreno podemos agrandar el pozo y colocar un encofrado extraíble. 
Al hacer los pozos se deben tener permanentemente materializados los ejes de replanteo, para bajar la plomada. 
 
 
 
 
 
 
 
 
Esta metodología sirve tanto para zapatas 
corridas como aisladas, con la salvedad de que 
en el último caso se debe construir un tronco de 
base (ensanchamiento de la columna al llegar a 
la base) sobre el cual se construirá un dado de 
hormigón, que servirá de molde y apoyo al 
encofrado de columna. Este dado tendrá las 
medidas exactas del encofrado, puesto que a 
partir del mismo nacerá la columna, por lo que 
de él dependerá la correcta ubicación, alineación 
y centrado de la columna. 
Para que la armadura no toque el suelo, además 
de lo ya dicho, también se puede recurrir a un 
contrapiso de hormigón ubicado en el fondo de 
la zanja, de mas o menos 10 cm de espesor, cuya 
construcción es previa a la colocación de la 
armadura, sirviéndole de base. El método es 
valido para todo tipo de fundación, pero muy 
caro para el caso de fundaciones lineales 
(zapatas corridas y vigas de encadenados) y no 
se hasta que punto efectivo. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
2) Encofrado de columna: 
20º a 35º 
madera 
Suelo apto Suelo inapto 
Luego de construida la base, sobre la misma se hace un pequeño dado de hormigón (ver figura 2) al que se le calzará 
lateralmente el encofrado de la columna, el cual se compone de dos tipos o pares de tableros cuyos tamaños 
dependerán de la sección de la columna. 
A la armadura de la columna se le debe efectuar un doblez, para que entre en la base de la columna, haciéndola 
coincidir con los “pelos” de la zapata (ver figura 1). 
Una vez colocada la armadura se procede a la colocación del encofrado. Para columnas de sección rectangular o 
cuadrada, el encofrado se conforma de cuatro tableros laterales (ver figura 3). La cantidad de tablas que componen 
cada tablero, se dan en función de las dimensiones de la columna. 
Antes de hormigonar: 
- se debe controlar la verticalidad de las 4 caras o lados del encofrado (mediante plomada) verificando que las 
mismas no tengan ondulaciones o variaciones en su superficie (ver figura 5). 
- Una vez controlada la verticalidad del encofrado, se aplican las riostras (ver figura 4) para sujetarlo firmemente 
impidiendo su movimiento. 
- Se pinta con aceite las paredes interiores del encofrado, para que resbale mejor el hormigón; y mas si se trata de 
madera fea. 
En el proceso de hormigonado se hecha una mezcla muy fluida de cemento y agua, para humedecer las armaduras y el 
encofrado, facilitando también, el escurrimiento del hormigón, ayudado en ocasiones por pequeños martillazos. 
 
- 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
3
2
5 
4 
1 
Encofrado de madera
 
 
 
Distintas alternativas de encofrados para 
columnas: 
arriba izquierda modelo de encofrado para pilar. 
Al lado mismo fin, distinto material. 
A: planta y vista de una típico encofrado en 
madera para columnas de HºAº ejecutado con 
dos pares de tableros a los que se sujeta 
mediante tirantes, acorralándolos. Es el método 
mas sencillo y usual. 
B: cuatro tablas formando marco; mas 
económico pero menos resistente que al caso 
anterior. 
C: aquí los tirantes en ves de ir clavados por 
dos pares de tablas, se sujetan con alambres, a 
modo de tensores. 
D: marco generalmente metálico el cual puede 
ser ajustable a medidas varias, sirviendo para 
sujetar tanto moldes de madera como metálicos. 
Abajo: encofrado en madera para columnas 
circulares. En realidad se obtiene una columna 
poligonal, la que 
se acercará mas 
al círculo, en la 
medida de que 
se reduzca el tamaño de las tablas; cuanto mas angostas las tablas, mas se aproximará al 
círculo la columna terminada. Toda forma curva significa un gran desperdicio de madera. 
El hormigón fresco en piezas de mucha profundidad -columnas, tabiques o vigas de mucha 
profundidad- somete al encofrado a un empuje tanto mas importante cuanto mayor sea su 
fluidez; el vibrado lo convierte en un líquido con un empuje tan grande sobre los moldes que 
puede llegar a reventarlos (vocablo empleado en obra en referencia a la deformación sufrida 
por el molde mas o menos en forma acentuada) por lo que no se debe escatimar en refuerzos 
a la hora de la fijación del encofrado. 
 
 
3) Encofrado de tabiques o paredes: 
Consta de dos tableros grandes conformados por una sucesión de tablas unidas por clavadores 
(tirantes verticales y horizontales – ver figura 6). Cada tanto se colocan tensores y separadores 
entre ellos para mantener un ancho constante (figura 5). Para esto último existen otros métodos 
como el que se muestra en la figura de al lado, en donde las tablas indicadas con 1 evitarán que 
el entablonado se cierre. Para evitar que se abran se intercalan dentro del tabique costuras de 
alambre retorcido indicados con 2. 
Encofrado metálico
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Los grandes tableros del encofrado pueden ser reemplazados por largas 
tablas, las que se van intercalando de manera sucesiva a medida que se va 
levantando el tabique, constituyendo así una técnica alternativa para la 
ejecución de 
tabiques de 
hormigón. 
Las tablas se 
unen entre sí 
y al tabique 
mediante 
pernos o 
estribos, 
separados a 
una distancia 
igual al grueso de la pared. Como dije antes, estos tablones se 
van desplazando verticalmente a medida que avanza la obra. 
5 
6 
 
 
disposición del apuntalamiento cuando la tabla 
va en sentido vertical u horizontal, 
respectivamente. Se supone que las riostras o 
tornapuntas van apoyados sobre la tierra, 
entrepiso o alguna parte fija. 
 
 
 
 
 
4) Encofrado de vigas: 
En vigas, lo primero que secoloca es el tablero de fondo y luego los laterales, para luego poder desencofrarlos primero 
(a los laterales) dejando el tablero de fondo unos días mas. 
 Durante el hormigonado debe tenerse especial cuidado con el movimiento del encofrado (figura 7). 
 Debe marcarse la altura de la columna que puede actuar como tablero de fondo de la viga (fig. 8). 
 Se deben colocar las contraflechas calculadas (con las cuñas – fig. 9). 
 Al calcular debemos tener las medidas de las tablas del encofrado, las que ya vienen con medidas 
estandarizadas (de 15 en 15 cm) tratándose de no cortar las tablas (fig. 10). 
 
partes de un encofrado de vigas: 
1. tablero lateral 
2. tablero de fondo 
3. clavadera de 7,5 x 2,5 cm (3” x 1”) de unión de tablas de tablero 
4. corredera de 7,5 x 2,5 cm (3” x 1”) clavada a los cabezales para 
evitar el desplazamiento horizontal del tablero lateral 
5. corredera de 7,5 x 7,5 cm (3” x 3”) superior, para clavado de las 
tronchas superiores 
6. tronchas superiores de 7,5 x 2,5 cm, crean la triangulación y 
evitan el desplazamiento horizontal en la parte superior del 
tablero 
7. correderas de 7,5 x 7,5 cm para clavado de tronchas inferiores 
8. cabezal de 7,5 x 7,5 es el soporte horizontal de todo el 
encofrado superior 
9. tronchas inferiores de 2,5 x 7,5 cm, crean la triangulación para 
horizontalizar los cabezales 
10. puntal soporte de 7,5 x 7,5 cm 
11. cuñas dobles para ajuste y contraflecha 
12. tablones de apoyo de puntales y cuñas 
10 
8 
9 
7
En este gráfico 
faltan las riostras o 
contrapuntas 
ubicadas para 
evitar el posible 
pandeo en los 
puntales. 
el gravado de la izquierda es básicamente similar al descripto anteriormente, solo que 
aquí se muestra la vinculación con un encofrado de losa: indicado con 3 vemos a la 
solera, que sirve de apoyo a la tirantería encargada a su vez de soportar el entablonado 
para la losa; dichas soleras se ubican a un metro de separación entre sí, imprescindible 
para losas de grandes luces. Con 6 vemos las correderas (o costaneras) en este caso de 
2,5 x 7,5 cm, que sirven simultáneamente para apoyo de los tirantes que hacen de solera 
y como refuerzo lateral de las vigas. Indicado con 7 aparece el tablero lateral; nótese 
como los ángulos vivos han sido suavizados chaflanando las tablas (en la parte superior) 
y agregando listoncillos triangulares en el fondo; todo esto a fin de evitar roturas durante 
el desencofrado. En 8 aparecen las clavaderas (o costillas) de tableros laterales en este 
caso conformadas por tablas de 2,5 x 15 cm. Como 9 encontramos a la corredera 
inhibidora de los desplazamientos horizontales de los tableros laterales, también 
conocidas como “apoya pie”, la que en algunos casos puede faltar. Con 10 se indica al 
puntal, el que en este caso lleva una cruceta en la cabeza para reforzar el sostén del 
fondo de viga. Indicado con 12 tenemos la cuña para ajuste final del apuntalamiento; y 
finalmente con 13 vemos al tablón de apoyo. Aquí nuevamente no vemos el 
apuntalamiento lateral (riostras) taimen conocido como cruce de San Andrés. 
 
 
 
Al lado encofrados de madera para vigas 
horizontales de HºAº. Arriba encofrado de 
similares características pero metálico. A 
la derecha vemos un puntal metálico 
tubular de altura regulable. 
Tanto los tableros laterales como los de 
fondo están unidos por travesaños o 
clavaderas dispuestas perpendicularmente 
a los primeros. 
El tablero de fondo se apoyará sobre 
cabezales y recibirá una pequeña 
contraflecha, destinada a absorber el hundimiento 
producido en el encofrado al momento del hormigonado. 
La contraflecha consiste en levantar levemente el fondo del 
encofrado (en especial en su parte central) para compensar 
la flexión que se produce cuando se le descarga o cola el 
hormigón, de tal manera que su eje quede perfectamente 
horizontal (ver figura) 
La contraflecha variará según el largo de la viga, 
determinándose por ejemplo, para una viga de 4 a 6 m, una 
contraflecha de 1,5 a 2,5 cm. 
 
 
 
 
 
 
 
Separadores 
 
5) Encofrado de losa: 
Consta de una sucesión de tablas dispuestas horizontalmente, que abarcan el total de 
la superficie que tendrá la losa. Generalmente se construye el encofrado de la losa y 
el de la viga en forma simultánea. Antes de hormigonar se colocan las armaduras y 
las instalaciones. A la derecha vemos un encofrado típico de losa que sirve de 
modelo para todo tipo de entrepiso plano, totalmente hecho con tablas de 2,5 cm 
(1”) de espesor, sostenido por tirantes de 7,5 x 7,5 cm (3” x 3”). Con 1 se indica el 
entablonado para la losa, con ancho de tablas de entre 10 y 15 cm. En 2 aparece la 
tirantería de unión de las tablas, dispuestas a una separación de 50 a 60 cm para 
sostén primario de las mismas. Indicado con 3 aparece la solera, que es un tirante 
que sirve de base a los dos anteriores y se ubica a 1 m de separación entre sí; que 
puede faltar en losas pequeñas. Con 4 vemos las riostras laterales o contrapuntas de 
2,5 x 15 cm (1” x 6”) –también llamados cruces de San Andrés– destinadas a evitar 
el pandeo de los puntales. Indicado con 5 aparece el puntal de 3” x 3”, en 
correspondencia con las soleras. 
Con 11 se indica a la tabla para 
afirmar el puntal a la solera o 
tirante. Con 12 vemos la cuña 
para ajuste final del 
apuntalamiento y terminando, con 
13 el tablón de apoyo. 
Los puntales trabajan puramente a 
la compresión y por consiguiente 
se exponen al pandeo, de allí que 
la ubicación de los tirantes de 
unión y las riostras o flechas se da 
a media altura. 
 
Aquí vemos el 
encofrado de una viga 
en combinación con un 
entrepiso de viguetas. 
 
 
6) Encofrado de escaleras: 
Se compone por un tablero de 
fondo mas tableros laterales, 
que pueden llegar a estar 
reemplazados por las paredes, 
que a su vez se encargan de 
soportar los tableros verticales 
que conforman la contrahuella. 
Para la total sujeción del 
conjunto, se colocan una 
sucesión de tablas en forma 
cruzada (riostras) que apuntalan 
y mantienen fijo dicho 
conjunto. 
Las riostras son tablones 
encargados de mantener 
perfectamente vertical u 
horizontal el encofrado 
(mantenerlo fijo) evitando su 
desplazamiento. 
La armadura debe quedar 
elevada del encofrado 2 o 3 cm 
mediante separadores. 
Si se quiere dejar el hormigón a 
la vista, es aconsejable que las 
caras de la madera que 
conformen el encofrado, estén 
bien cepilladas, ya que estas 
producen un hormigón mas 
liso. Esta técnica también es útil 
para la construcción de tanques 
de agua y otros. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Hormigonado o colado del hormigón: una ves que tenemos el encofrado armado y bien sujeto, y luego de colocadas las 
armaduras mas las correspondientes instalaciones; se procede al hormigonado o colado del hormigón: no sin antes mojar 
copiosamente los moldes para eliminar cualquier indicio de polvo o aserrín y evitar la rápida desecación del hormigón en 
contacto con la madera, la que de estar seca absorberá el agua de la mezcla favoreciendo su entumecimiento durante el 
fraguado. Además de esto, la humectación de la madera tiene por finalidad el hinchamiento de la misma, para así cerrar las 
juntas por donde podría escapar el lechado de cemento. 
Para el caso de moldes metálicos, se recomienda aceitarlos para que no se adhieran al hormigón, a la ves que evitan su 
oxidación. 
Paralelamente a esto se procederá a la construcción del andamiaje o puentes de servicio por donde circulará el personal 
transportando los carritos con la mezcla. 
El vertido del hormigón en los moldes se hará por estratos de poca altura (a lo sumo de 25 a 30 cm) se lo desparrama con 
pala y se lo somete a un asiduo apisonado con pisones de hierro, tanto mas enérgico cuanto mas seco este el mazacote. Esta 
acción tiene por objeto que el agua refluya a la superficie y que el hormigón se amolde al encofrado. En elementos 
estructurales de mucha profundidad (vigas, columnas, tabiques) se recomienda propinar pequeños golpes laterales al 
encofrado con el finde rellenar lo máximo posible las oquedades resultantes del colado del hormigón. 
El apisonado puede sustituirse con la vibración, con la cual se obtienen mejores resultados en relación a la resistencia y 
compacidad del macizo. Son varios los tipos de vibradores, los que se sumergen en la masa y se van levantando a medida 
que avanza el hormigonado. Con el vibrado se consigue la penetración de los áridos finos en los mayores, la perfecta 
adherencia de los elementos entre 
sí, la salida de las burbujas de 
aire liberadas en la mezcla y la 
expulsión del agua superflua. 
Con éste proceso obtenemos el 
denominado hormigón vibrado. 
Se debe tener cuidado de no 
prolongar en exceso el tiempo de 
vibrado, ya que de producirse, 
provocaría el efecto contrario: la 
separación de los áridos según 
sus pesos específicos, ordenando 
la grava en el fondo, 
inmediatamente encima la arena 
y por encima de éstas el cemento 
y el agua. Tampoco es 
recomendable el vibrado en 
mezclas muy fluidas, en ellas 
provoca el mismo efecto 
descripto anteriormente, de 
separar el material pesado y 
llevarlo al fondo. 
 
Desencofrado: el desencofrado o desmontaje total o parcial se iniciará cuando el hormigón ya ha fraguado, lo que ocurre al 
cabo de tres o cuatro semanas. Durante éste período se procederá al curado del hormigón (especialmente en los primeros 
días) que básicamente consiste en procurar mediante distintos recursos, que el hormigón no pierda agua súbitamente, sino 
que lo vaya haciendo en forma paulatina hasta completar su fragüe. Esto debido a que las reacciones químicas causantes del 
endurecimiento, solo son posible en presencia de agua; a la ves que mantiene a la mezcla en una temperatura constante, 
disminuyendo el efecto de retracción y agrietamiento, mejorando paralelamente la impermeabilidad y la resistencia. 
Los principales agentes causantes de una rápida desecación son las altas temperaturas, la baja humedad ambiente y los 
vientos. Cuanto mas severos sean estos tres agentes tanto mayores serán las precauciones del curado. Otros factores 
responsables de quitar el agua a las mezclas son: encofrados demasiado secos (de ahí la importancia de mojarlos) o faltos 
de estanqueidad y el propio calor que desarrollan los cementos al fraguar. 
Actualmente el curado se realiza de dos maneras: 
a) por vía húmeda: suministrando agua mediante la inundación o mejor aún cubriendo con tierra, arena o arpillera las 
que se mantienen constantemente húmedas. Lo mas usado es el riego con manguera. 
b) Con productos selladores: son pinturas aplicadas con pulverizador, en una sola capa. Son de color blanco y de alto 
poder de ocultación. Crean una película que impiden la evaporación. 
Otros métodos pueden ser cubriendo con paja, papel, láminas de polietileno, etc. El curado se mantiene durante ocho a 
catorce días. Días en los cuales deberán evitarse golpes y sacudidas tanto a los moldes como al apuntalamiento, que 
afectarían la marcha normal del fraguado. 
 
El retiro de los moldes se hace una ves que el hormigón esté suficientemente endurecido, de modo paulatino y cuidando de 
no producir vibraciones ni roturas en los bordes vivos de las distintas piezas (losas, escaleras, etc.). 
En el caso de encofrados totales (columna, viga y losa conformadas en un solo conjunto) en donde se encofra y hormigona 
simultáneamente dicho conjunto, el desencofrado comienza con las columnas y costados de las vigas, lo que puede hacerse 
a los 3 días de edad, se sigue con el fondo de las losas (a los 8 días) y a los 21 se completa con el fondo de las vigas; todo 
esto si se empleó cemento Pórtland común. Con cementos rápidos (Pórtland de alta resistencia) los plazos se reducen a 2; 4 
y 8 días respectivamente y con cemento aluminoso a 1; 3 y 6 días. 
Para mayor seguridad se amplían los tiempos de desmontaje a: 
 
 
 
 
 
Debe impedirse la carga inmediata de la estructura después del desencofrado. vale decir que una de las causas mas 
frecuentes de hundimientos de estructuras de HºAº se debe a la pronta exigencia estructural, a un desencofrado prematuro o 
a la insuficiencia de apuntalamiento. 
 
Reglas esenciales para obtener una buena pieza de hormigón: 
 
Un mal proceder en la fabricación del hormigón, puede traer aparejado consecuencias tales como la ruina de la misma obra, 
a pesar del uso de los mejores materiales y de las mas estudiadas dosificaciones. A fin de evitar esto se dan las siguientes 
recomendaciones: 
1. la resistencia de un hormigón es inversamente proporcional a la cantidad de agua de amasado empleada en su 
fabricación. Una reducción de la cantidad de agua de amasado trae consigo un aumento de la resistencia. 
2. un buen hormigonado no debe contener mas de 25 litros de agua por saco de cemento (de 50 kg) empleado. En 
esta cantidad va incluida la humedad natural del árido. 
3. el cemento tan fresco como sea posible y conservado en sitio seco, debe incorporarse a la mezcla de acuerdo con 
la dosificación prescrita. Para las paredes se preceptúan en general 250 kg de cemento Pórtland por metro cúbico 
puesto en obra. 
4. el amasado debe durar por lo menos 60 segundos, en las hormigoneras de eje horizontal: ya que es el período en 
que mas resistencia gana la mezcla del hormigón durante su batido. Luego de los primeros 60 segundos la 
resistencia sigue aumentando aunque mas lentamente, hasta llegar a los dos minutos; tiempo después del cual la 
ganancia de resistencia es nula, por lo que no vale la pena seguir con el amasado. En hormigoneras de gran 
capacidad la mezcla adquiere resistencia hasta los tres minutos. 
El tiempo de amasado se empezará a contar a partir del momento en que todos los materiales estén en la 
hormigonera. 
El aumento de resistencia con el tiempo de amasado se debe a que se produce una distribución uniforme de los 
granos y su completa envoltura por la pasta de cemento. Por otra parte los batidos demasiado rápidos dejan zonas 
de puro agregado (sin cemento) con lo que no solo disminuye su resistencia, sino que anula la impermeabilidad y 
deja sin protección a las armaduras. 
5. los residuos de madera y otras sustancias deben eliminarse de los encofrados; estos últimos deben rociarse antes 
de la puesta en obra del hormigón. Esta precaución evita la desecación demasiado rápida de la superficie, la cual 
traería consigo una importante retracción. También es recomendable colocar en el interior de los encofrados, 
resina aceitosa para un mayor escurrimiento y la no adhesión del hormigón a la madera. 
6. para evitar la segregación o separación de los componentes, la altura de caída debe reducirse a un máximo de 2,50 
m. Algunos autores incluso la restringen a solo 1,50 m y agregan que para alturas mayores esta operación se 
realizará mediante embudos y conductos ajustables para conducir el hormigón. 
 
El orden conveniente para verter los materiales en la hormigonera debiera ser el siguiente: 
 parte del agua con algo de piedra (para limpiar los restos del batido anterior) 
 parte del agua con el cemento (la mezcla tomará una consistencia suficiente para la suspensión de la arena) 
 parte del agua con la arena (la mezcla tomará una consistencia suficiente para la suspensión de la piedra) 
 parte del agua con la piedra 
 el resto del agua 
se suele aconsejar que un 10 % del agua total se vierta antes y una porción igual después del resto de los materiales.- 
 
Todo para mayor 
seguridad, después 
de 28 días 
Tiempo de fragüe Columnas  6 días 
Vigas  12 a 15 días 
Losas  21 días

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