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THE LffiRARY OF THE UNIVERSITY OF NORTH CAROLINA AT CHAPEL IIlLL ENDOWED BY THE DIALECTIC AND PHILANTHROPIC SOCIETIES La Ciudad Postmoderna PRESENTACIÓN DE LA COLECCIÓN La coLección "Intersecciones. Arte y Arquitectura" ofrece un conpmto de títulos caracterzzados por eL gran aLcance de Los temas afrontados. Respondiendo. en todo caso, a un pLanteamzento de rzgl.¿rosa Investzgación, las propuestas editorIales se identificarán por fa stgnificattva zmplicación de diversos ámbitos de la cultura. De este modo. arte, arqUitectura, urbanzsmo, estética, historta. serán campos del saber que se mterrelactonarán actIvamente en el interIOr de Las temáticas conszderadas, superando fas estériles barreras disczplinares. Profundizando en aspectos fundamentales de La actualidad (sea en el sector de la prayeetación y producción, como en eL de Los estudios críti- cos), ia coLección pretende sugertr problemáticas y cuesttones vivas que atañen de igual manera al mundo profestonal y unlVersitarto. La Ciudad Postmoderna MAGIA y MIEDO DE LA METRÓPOLIS CONTEMPORÁNEA GIANDOMENICO AMENDOLA CELESTE EDICIONES J \\.J\ /\ él Ir) )[5 //1J' .. (J Colección: INTERSECCIONES. ARTE y ARQUITECTURA Director: Antomo Pizza Título angmal: La cuta postmodema. Mag1c e paUTe del/a metropoLi contemt)Qranea. Giandomemco Amendola. © 1997. Gius. Laterza & Figli Spa, Roma-Bar! Esta obra ha sido publicada con el permtso de EULAMA Ltterarv Agencc, Roma. Copynght de esta edidón: © 2000, Celeste EdicIones Fernando VI, 8, 1.2 28004 Madrid Tel.: 913100599/902118298. Fax: 91310 04 59 E~mail: celeste@fedecali.es www.celesteediclones.com Traducción: Mansa Garcfa Vergaray y Paolo SusterslC Ilustración de la cubierta: © 1998, Paolo Susterslc. Times Square. Nueva York ISBN: 84-8211-239-2 Depósito legal: MA.418-2000 QLledan ngurosamente prohibidas, Sin la automación cscma de los titulares del «Copynght», balo las sanciones establecidas en las leves, la reproducción total o pmeta! de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografía v el tratamlento mformático, v la clis[ribución de ejemplares de ella mediante alquiler ü prestamo públicos. Impresión: Fareso, S. A. impreso en Espail.a - Pnnred in Spam "" .no hablo de la cIUdad SlllO de aquello en lo que a través de ella nos hemos convertldo" (parafraseando a Ramer María Rilke, del Diarzo Florentmo) ", .. YO encuentro bella a toda cIUdad" Walcer Ben}amlO, Passagenarbezt, Konvolut N. A Giovanna, AncoUlO y Francesco Índice INTRODUCCIÓN "Cityscapes" y "Mindscapes" I. LA CIUDAD: OSCURO Y CONTRADICTORIO 11 OB]ETO DE DESEO ................................................. 19 La hUIda de la cmdad ................................................. 19 La cIUdad nueva ......................................................... 28 Imágenes y metáforas de cmdades .............................. 33 II. EL NUEVO RENACIMIENTO URBANO Y EL MITO DE LA CIUDAD ................................... 45 Los grandes mItos urbanos ......................................... 52 La cmdad y la hIper-realidad ..... ... ..... ....... ..... ... .... ...... 57 El reenCantamIento del mundo..... ..... ..... ....... ....... ...... 60 III. LA CIUDAD POSTMODERNA ......................... 67 La cmdad-bncolage .................................................... 72 El neo barroco ................ .......... ..... ........ .... ..... ....... ...... 80 El cIUdadano postmoderno .... ... ....... ............ ....... ..... ... 88 IV. LA CIUDAD POROSA......................................... 97 Los nIchos urbanos y los deseos .. ..... ... ....... ..... ....... ...... 102 El "Fuali" ...... ..... ..... .......... ... .......... ....... ..... ....... ..... ..... 105 La luz y la noche......................................................... 109 V. LOS PRINCIPIOS ORGANIZADORES XIII. EL MULTICULTURALISMO DE LA CIUDAD NUEVA ......................................... . 119 y EL PROBLEMA DEL OTRO.................................. 277 El placer y la belleza: el hedolllsmo de masas ............. . El derecho a la belleza ............................................... . Los arqultectos "superstar" ........................................ . El reencantamlento urbano ........................................ . El pnmado de la Razón Estéttca ................................ . 126 132 I 136 142 I I 147 , I XIV CONSTRUIR LA IMAGEN DE LA CIUDAD.. 285 El market111g urbano .... .............. ................ ................ 292 Las estrategias de la apanencIa .................................... 298 Los Ángeles: el market111g a través de un siglo ............... 303 VI. LA CIUDAD DE LA SIMULACIÓN .................. .. 155 Xv. LOS EXCLUIDOS DEL SUEÑO Y LA VivIr" como si" ......................................................... . 16J: CIUDAD BLINDADA ............................................... 309 La Ha de los exclUidos ................................................ 312 VII. LA NUEVA SOCIEDAD MEDIÁTICA - Los graffitts ................................................................. 313 y EL PRINCIPIO DE LA REALIDAD .................... .. 167 La cmdad y el miedo .................................................. 316 La múslCa y el relato de la cmdad .............................. . Realidad, Imag111ación e hIper-realidad ...................... . VIII. EL NACIMIENTO DE LAS CIUDADES SUEÑO. Los pasaJes y el fldneur ............................................... . Los grandes almacenes .............................................. .. El Crystal Palace ...................................................... .. 169 I 172 I 183 185 f 196 I 202 I ! Las estrategIas de defensa ........................................... 325 La otra cmdad . ............ ........ .................. .............. ....... 336 La pesadilla ele las comunidades-fortaleza ...... ............. 341 BIBLIOGRAFÍA ......................... , ....... " .................... . 349 ÍNDICE ANALÍTICO ............................................... 367 IX. LA CIUDAD COMO PARQUE TEMÁTICO .... . 211 La cmelad-delino ...................................................... .. 222 Puertas y aeropuertos ................................................ . 228 X. LA CIUDAD MUSEO VIVIENTE ...................... .. 233 Los nuevos "tableaux vlvanrs" .... o ••••••••• o •• " o •• " ............ . 245 XI. LOS SHOPPING MALLS: DEL FLANEUR ALBUYER ............................................... ................ . 251 El zClppmg de los lugares ............................................ . 257 XII. MERCADOS, ÁGORAS Y ACRÓPOLIS .......... .. 265 La Ciudad de aue acondicIOnado 270 A 9 I-r r .•. · f' t r I I INTRODUCCIÓN UCityscapes" y uMindscapes'! Hablar de cIUdad posrmoderna en Italia puede parecer un dis- curso académIco y lepno. Algunas realidades urbanas como Nueva York, Los Ángeles, Tokyo, o en menor medida Londres, generalmente consideradas como las expresú:mes y los símbolos de la nueva fase de la hIstona de la CIUdad, pue- den parecer ajenas y poco aprovechables respecto a nuestra situación. Algunas arquItecturas o escenas urbanas partICU- larmente "diferenres" .. de los shoppmgs malls a los theme parks, son conSIderadas lD1ágenes de ciudades verídicas e Inquie- tanres pero específicas y lejanas o, a menudo, nada más que "amerIcanadas" Las Imágenes postmodernas de esras metrópolis corren el nes- go de ser tratadas como apuntes de un carné de vIaje o foto- gramas de películas ya vistas, tal vez Interesantes y estunu- lantes, pero carentes de interés 1l1mediato. También el hecho de conSIderarlas como una antICIpaCIón -para bIen o para mal- de un probable futuro prÓXImo encuentra a menudo amplias reSIstenCIas en nombre de su profunda y esenCIal diver- SIdad respecto a la escena Italiana. Aménca parece, cuando se habla de CIUdad, lejana y difereme. Ya se trare de la Aménca metropolitanade los rascaCIelos moder- nos, postmodernos o tardomodernos, ya de aquélla de las peque- ñas CIUdades de las mam streers, SIempre Iguales, o de las grandes aglomeraCIOnes de las edge artes y de las galaxIas periféncas, la 11 LA CIUDAD POSTMODERNA realidad urbana estadounIdense se cousldera, en general, muy específica y distante de la europea. El palsa)e urbano Italiano, en espeCIal, parece radicalmente diferente del norteamencano y hasta del inglés, que es el palsa)e europeo que con mayor rapI- dez tIende a homologarse con el estadoufildense. El distanClamlento de la expeneoCla urbana de estos países parece posible con mayor razón, al enfrentarse a la llamada ClLl- dad postmoderna, sobre todo SI la postmodernldad hace referencia a las formas fíSIcas arquitectónicas y urbanísticas de la CIudad antes que a su vida y a su cultura SI, en otros térmi-t nos, se asume como ente no de JUIcio el hardware urbano ,más que su software. En Italia, la oleada postmoderna es consIderada leJana, tam- bién porque el postmoderno constrUIdo es más escasO que en otras partes. Los motlvos son muchos y sólo en parte atribui- bles a un supuesto gusto antl-postmoderno de los arqUltectos italianos. Si esto es CIerto, lo es sólo en parte, y es a su vez resul- tado de otros EacIotes entre los cuales cobra importancia la reSlS- renCla a los cambIOS de nuestras CIudades. También en Italia, la arqUltecrura contemporánea relevan- re es, en general, escasa. La lucha contra la novedad es cons- tante V resulta difícil convencer a un concejal de urbanIsmo o a una comIsión ediliCIa entera para aceptar camblOs radicales en el panorama urbano consolidado. Intentad Imagmarlo: Moore que propone algo SImilar a Piazza d'Italia al ayuntarlllento de Roma o J ohnson que discute el remate chippendale de su ras- caCIelos AT&T con la comIsión ediliCIa de Turín. Hay que pre- guntarse SI 1mblese SIdo posible un Beaubourg Pom Pldou en Italia, puesto que sólo la propuesta de urilizar en la cubIerta de un auditorio un marerial "nuevo" -por no estar contemplado en las cItculares mmlstenales- ha podido bloquear el proyec- to y colocar al arquitecto, en este caso a Piano, en el centro de vlOlentas polémIcas. 12 f l INTRODUCCION También el mIedo, al fi1enOS declarado, de que lo "nuevo" no sea comprendido y que los cmdadanos puedan disentIt y retItar su consenso, contribuye a reafirmar la extendida pos- tura conservadora en matena de formas de la cmdad por par- te de los admmlstradores, apoyados, más alla de las apanen- CIas, por una buena parte del mundo de los proyectlstas. Como últIn1a opción de reSIstenCIa en contra de todo cambIO queda sIempre un posible recurso al referéndum por medio del cual los cmdadanos están dispuestos a rechazar las torres de Boflll en BolonIa o cualquier otra cosa que parezca perturbar el atys- cape consolidado. El motIVO puede ser también, como constantemente se sos- tIene, el carácter valioso y delicado de la cmdad Italiana que no soportaría traumas provocados por InserCIones deInasIado atrevIdas. Aún esta argumentación puede conSIderarse legí- tIma aunque haya que preguntarse cómo la CIudad francesa -yen especIal la cmdad más cmdad de las cmdades france- sas, París- ha logrado acoger, s1l1letales cnslS de rechazo, los grandes monumentos arquitectónicos y urbanístIcos de la moderfildad y de la postmoderfildad, y los ha 1l1sertado, car- gándolos de slgniflcados, en el gran texto del espaclO cons- tnudo de la capItal. A menudo se nene la Impresión de que todo el camblO arqlll- tectónICO se reduce en Italia al discurso sobre el can1blO, que el discurso arqUItectónICo prevalece sobre la práctica y que la arqllltecmra de papel gana a la de pIedra, realizando así, de una forma perversa, la profecía de Hugo. La Srrada Novlsslma de la Bienal de Veneoa corre el nesgo de ser, por lo pronto, SI no el únICO, al menos el más Importante monumento post moderno del atyscape Italiano. Un factor ulterior de --resistenCIa a lo postmoderno se sitúa en la convlCción extendida de que la calidad de la VIda cotI- diana en Italia no necesita de un doble ImaginarlO para ca m- 13 LA CIUDAD POSTMODERNA pensar las desiluslOnes y que la relación de la gente con la rea- lidad, clUdad mclUida, no es capaz de produclf por reacción una demanda de sueño y de evasión sufiCIente para trastocar el eltyseape. En esta argumentación, para nada nueva, hay un elemento Importante y fundamentado, constItUido por la relación dife- rente que de 10 cotIdiano nuestra cultura tIene con el Juego. A diferenCIa de los países de habla alemana, y en menor medida de Estados UOldos, Italia, hasta hace pocos años, no ha teOldo parques de diversión urbanos permanentes comparables al Prates de Viena o a Coney Island. El "Paese del balocchj" de Pinocho es el ÚOlCO espaclO fíSICO urbano permanente con el que los Italianos tIenen CIerta familiandad. El esfuerzo está din- gldo al máXImo a dilatar el lotStr en el tIempo -lDventando . puentes y festlvldades- más que en el espaclO. Probablemente porque la clUdad italiana está todavía demaSIado empapada de espíntu barroco para tener neceSIdad de un espaclO de ficción estructurado y separado de 10 cotIdiano. También el mundo de 10sshoPPtng nzalls, típICO de la metró- polis postmoderna, parece leJano, puesto que los pocos eJem- plos realizados en Italia se sItúan en su mayor parte en la pen- ferIa y no han causado Impacto en el ImagInario colectivo. Además, su público parece estar aún mayontanamente formado por jóvenes. Las grandes galerías Italianas -monumentales acorazados en proceso de desguace, las últlmas de la glonosa tradición eu- ropea- no dan señales de revIvIr los grandes esplendores umbertlanos '. La de Roma está deSIerta y blindada para eVI- tar la posible creación de dormitorios nocturnos que InqUIe- tarían a los cercanos palaclOs del poder; la Galería U mberto I de Nápoles ha sldo finalmente rehabilitada, graCIas a los cam- peonatos mundiales de fútbol y a la reunión del G 7, pero es sólo un espléndido cascarón sm VIda; la de Milán reSIste, colo- 14 L INTRODUCCION cada en el polígono de oro de la clUdad más nca de Italia, pero está volVIendo. a pesar suyo, a su carácter ongmano de calle cubIerta, calle entre las calles, en apnetos por 10 tanto, como todas las otras calles Italianas, por la transformación de la red comerCIal y el CIerre de los restaurantes y los bares de prestI- glO que depn lugar a tIendas con alta facturación y productos de consumo maSIVO. Las calles hlstóncas todavía parecen salir ganando en Italia sobre los grandes shopptng nzalls urbanos, aunque la contmua competencIa contra un enemigo inVIsible, pero siempre pre- parado para entrar en Juego, las obliga cada vez más, sobre todo a las ll1ás famosas, a actuar contlnualllente sobre su imagen, buscando asumlf por antICIpado, graoas aluces,decorados y sOOldos, el aspecto que un mall competIdor podría asumu. No obstante, en Italia también se adVIerte un camblO en el , clima de las clUdades, y sobre todo en la relación que las per- sonas tienen con ellas. Esta sensación no se explica solamente por el desarrollo de algunas tendenCIas que, aunque con valo- res todavía redUCIdos, observan el creCllUlento de los shopPing ma!!s y de las áreas urbanas temátIcas en este país) Junto a un . 111cremento de la proyectación de programas de evasión y la creoente demanda de arqUitecturas defenSIvas. Un síntoma de la bomologación 1l1ternaclOnal es el elly mar- ketmg, que comienza a afirmarse también en Italia aunque sólo en algunos casos se presenta explícitamente como tal, mien- tras que se Implementa cada vez más con etiquetas diferentes y más tradiCIOnales. Ni slqUiera se trata de un efecto de los pnmeros edificlOs que entran, de alguna Illanera, en los cánones, por su natura- leza flexibles y hasta 111determ111ados, del postmoderno. El verdadero problema es que no sIempre las cosas son C01110 sostenía Baudela¡re, qluen escribía que: "la formed'une ville change plus vlte que le coeur d'un mortal" " es decll', que la 15 LA CIUDAD POSTMODERNA forma fíSICa de la c!Udad cambla más rápIdamente que el alma de su gente. Por el contrarlO, el alma parece estar camblando mucho más ráp,damente que el espaclO constrllldo de la C!U- dad. Las argui tectutas postmodernas son en general pocas en los países como Esrados UOldos, Canadá, Gran Bretaña, AlemaOla, Japón, o Brasil, donde su difusión ha sIdo relatIvamente mayor. El Impacto del ambIente construIdo postmodemo tanto sobre el citysi."ape como sobre el Imaginano colectivo, COIDO se verá más adelante, es por lo general mayor de lo que la conSIsten· Cla cuantitativa de las nuevas formas pueda hacernos pensar. Son más bIen las nuevas culturas. los sueños, los deseos y los miedos de su gente, la variedad de las nuevas tribus urbanas, la nueva demanda de cmdad, las que connotan a la cmdad post- moderna. Es en ellntenOr de eSIe segmentado y a menudo coo- tradictono escenariO donde la nueva Cludad fíSIca adqUIere rele- vanCia y nuevos Significados. Las arqUItecturas postmodernas no son la CIudad postlTIO- cierna: en ésta. aquéllas constituyen Importantes emergencias y señales y se pueden conSIderar como su preCIpItado y metá- fora. Son sólo un aspecto de la postmOderOldad. Si el cttyscape, el panorama fíSICO de la cmdad, es todavía sólo en parte postmodemo, su nundscape, el panorama del alma y de las culturas de la cmdad, ya está profundamente mar- cado por el nuevo estadio. Por este motIVO, el Impacto del postmoderno sobre el gentus toa de la Ciudad es eVIdente para todos, y se puede lOlnediatamente respirar el nuevo cliIna en la metrópolis contemporánea lOdependiente de las formas arqUItectónIcas. En el panorama fíSICO de la cmdad Italiana, en su cztyscape, el postmoderno es todavía raro. Sin embargo, la CIudad está ya más presente de lo que se cree en nuestros deseos y en nuestas almas. La postmoderoIdad ya está marcando el nundscape de la 16 INTRODUCClON Cludad aunque de ll1anera fragn1entada y lacerada a través de los sueños, los mIedos, los gustos V los consumos de la gente. La c!Udad nueva toma forma aun antes que en las arqUltectu- ras, en las culIuras, en los valores, en los estilos de VIda. Con los pIes estamos wdavía en la escena fíSIca de la cmdad habI- tual, y con la cabeza, en la cmdad mediátlca de la hIpetreali- dad y del ImaglOaflo. La Cludad nueva italiana tIende, aunque lentao1ente por la VISCOSIdad de las normas y de las praXIS consolidadas, a trans- formarse en un patcbwork de estilos y de IdentIdades baJO el empuje de una nueva demanda SOCIal en la que aparecen nue- vos elelnentos COIDO belleza, seguridad, SIgnificación, variedad, que se agregan a los tradiclOnales. El deseo se vlOcula a la nece- SIdad como cntetlO de legIt11nación de una demanda de cmdad que se desmembra por la vanedad de sUjetos que se pre- sentan con lntenclOoes, lenguajes y proyectos nuevos en las esce- na urbana. Comienza a emerger en el proyecto una atención nueva y mayor con respecto a la gente, que pide ser conSIde- rada por lo que es y no pedagógIcamente por lo que tendría que ser. La Ciudad nueva postmoderna empIeza así a ton1ar forn1a también en Italia. De te fabula narratUJc NOTAS I El período de esplendor de las galerías en It<tlia corresponde con la relatIva prosperidad que el pafs VIvió durante el remado de Umberto 1. (N. del T.) Se refiere al poema de Ch. Baudelalre, LXXXIX Le Cygne de Les FleNts du mal. "la forme d'une ville change plus vlte, hélas! que le coleur d'un mor- ral." "Cambia de una cmelad la forma, ¡ay!. más depnsa que el corazón del hombre." (Ed casto Las Flores del Mal, Madrid, Cátedra, 1991. Edic. bilin- güe de A. VefJat y 1. Martínez de Merlo, p. 341 l. (N. del T.) 17 ! l· i I r '1 1. LA CIUDAD: OSCURO Y CONTRADICTORIO OBJETO DE DESEO La hUlda de la ciudad Hace aproxImadamente treinta y CInco años, InICIando La czu- dad en la historIa, Lewls Mumford se preguntaba si las "las nece- SIdades y los deseos que han movIdo a los hombres a VIVH en cmdades pueden recuperar, en un nIvel aún más elevado, roda lo que Jerusalén, Atenas o FlorenCIa otrora pareCIeron prome- ter" 'Se preguntaba Mumford también SI, por el contrano, el hombre defil11do por él como "post-hlstónco" no habría sen- tIdo ya necesIdad de la cmdad. Y preCIsamente Mumford, ena-' morado por excelencIa de la cmdad de la gente, hecha por y para la gente. es qUlen antICIpa de alguna manera las hIpóte- SIS y las profecías de gran éxito en los últImos años. concer- nientes a la crIsis InCipIente de la cIudad. En diferentes verSlQnes y desde distllltos puntos de vIsta, culturales e IdeológIcos, las reorías sobre el fin de la cmdad han tenIdo todas una gran audienCIa a partIr de los años ochen- ta. Los daros demográficos. unívocos y comunes a todos los grandes países llldusrnalizados, señalando una constante pér- dida de población por parte de las grandes cmdades han decre- tado el final de aquel proceso de urbal11zación que desde al menos dos sIglos parecía irreversible y connatural a la misma modernIzación. La hUlda de la cmdad ha sIdo consIderada, 19 LA CIUDAD POSTMODERNA también en el sentldo común, el pnnClplO del fin de la VICISItud de la clUdad, comenzada hace trelOta sIglos con el naCImIento de las pnmeras grandes ClvilizaclOnes urbanas del ,Medio Onente. Aplastada por difundidas y macroscópIcas patologías y por el creClente deseo de la gente de una vIda me¡or, la Cludad ha sIdo pnmero abandonada por una parte de su poblacIón y después declarada moribunda por los espe- ,(lalistas. Hasta algunos de los enamorados a ultranza de la CIU- dad han confirmado su proplO ligamen con la metrópolis, atn- buyéndole nuevas mOtlvaClOnes con el pnvileglO de poder ser los testIgos directos del fin de una época hlstónca y con la OSQ1- fa fasCInación que ejerce cualquIer gran catástrofe. El síndro- me del pasa¡ero del Titanlc, fasclOado por el éxtasIs de un final glorlOso, ha Impactado a un buen número de neoyorqulOos de finales de los años setenta. Ha SIdo una de las manifestaclO- nes extremas de una extendida postura de escepticismo con respecto a las posibilidades de la metrópolis de recuperarse de una CtiSIS finanCIera, consIderada irreversible, y de la reacción colectlva allOtolerable empeoramIentO de la calidad de vIda que ha aumentado en Incrementos y rltmos exponencIales. La , cmdad parecía haber agotado su empu¡e ll1novador y haber perdido la capaCldad de relOVelltarse, opnmlda también por aquella que parecía una cnSlS estructural de proyecto y por la creCIente Indiferencia de operadores económICOS, profeSlOna- les, intelectuales, sectores urbanos por excelencia, que eran los " pnmeros en abandonarla. La CIvilización urbana, luego de haber tnunfado y de haber i transformado de hecho todo el mundo en cmdad, parecía pró- ; Xlma a su fin también por las posibilidades ofreCldas por las , nuevas tecnologías, capaces de liberar a los hombres de los , vínculos espaciales, introduciéndolos en las autopistas elec- trónIcas. La VIsión apocalíptICa de la muerte de la cmdad ha dado la impresión de prevalecer tan1bién graClas a los errores 20 LA CIUDAD: OSCURO y CONTRADICTORIO OBJETO DE DESEO y a los abusos comendos, en nombre del creCln11ento a toda , costa, frente a una realidad complep y frágil como la cmdad. Las prevlSlones sobre la disolución de la CIudad y sobre la ctIsis de la civilización urbana, en su forma conoClda, no se han cumplido. En el mOlnento de su CflSlS más Intensa, la Cludad parece haber encontrado nuevamente la antIgua capacidad de cj .. relnventarse y renacer, Muchos definen esta nueva realidad urbana en formación como la ciudad postmoderna, no por rea- les conVICCIOnes smo porque, probablemente, no hay mejor medio para describlt una sItuación muy flUlda e mClerta que reCurnr al contraste con un pasado bIen conoCldo y definIdo. Lo que, lOdependientemente de las etIquetas,parece amplia- mente compartIdo, es que esta nueva cmdad es bIen diferente del pasado y que marca, por el contrano, un cambIO epocal de la escena metropolitana. La difundida y ambIvalente sensación de la muerte y del rena- CImIento de la clUdad no es fruto de lOformacIOnes lOcomple- tas o de la mezcla, por otra parte frecuente, de deseos, mIedos y realidades. Ésta refle¡a en las conClenClas lOdivlduales el nue- vo panorama urbano en el que coeXisten fenómenos que sólo un cuarto de siglo atrás parecían Incompatibles entre sí, como por ejemplo, el creCImIento vertlglOoso de los suburbIOS y de las "no cmdades" y la reafirmación de la cmdad con su centro de luces y atracción. Hace sólo VelOte años, los sociólogos des- cribían las metrópolis ameflcanas V 'europeas -las "CIudades" por excelenCIa para sociólogos, geógrafos y planificadores- Involucradas en una auténtica lucha por la sobrevIvel1Cla para reSIStlr a la "amenaza de estrangulamIento por parte de los C-' 2.uburbIOS" 2 y a la extendida actltud antmrbana de la clase media sobre todo norteamericana. "SolUCIOnaremos el problema de la cmdad abandonándola" .' escribía Henry Ford en su autobIOgrafía, expresando con clan- 21 LA CIUDAD POSTMODERNA dad una postura de hostilidad y de desconfianza con respecto a la cmdad muy popular en Estados UnIdos desde Jefferson y James hasta Dewey y Addams. En los mIsmos años, SIn embargo, empe- zaban a manifesrarse los signos de una próxima revancha de la Ciudad. Los hombres de negoClos, antes que los académicos, eran qUIenes percibían tempestIvamente las señales de una posible Inversión de esta tendencia. Los operadores inmobiliarios. antI- CIpándose a sociólogos y geógrafos, anotaban -en pleno sueño suburbano- entre finales de los años CIncuenta y los sesenta: "Hay un retorno a la cIUdad por parte de las clases más altas de habItantes. Se trata de gente que tIene en general 45 años O más, ya ha cnado sus hijos, ha alcanzado el máxImo nIve! de la ren- ta. la casa de los suburbios es demasIado grande para las nuevas eXIgenCIas, está cansada de desplazarse. Se trata de una persona que. con tal de encontrar en las zonas centrales condiclOnes de VIda adecuadas, puede ser recondUCIda a la cmdad -en gran númeto- haCIa una VIda que es Imposible de consegUIr en los suburbIOS". La nueva tendenCIa es sobre todo cualitatIva, pues- to que, como adVIerten SIempre los operadores de! sector, "por cada diez personas que abandonan la cmdad por los suburbIOs, es posible hacer retornar gente con un poder adqUISItIVO diez veces mayor" El escenano que se ha formado en los últImos años ha afir- mado y desmentIdo ambas preVISIOnes. Afirmado porque se han : verificado tantO el abandono generalizado de la CIUdad como , la vuelta a la CIUdad de nueva población: desmentIdo porque, , por un lado, no han ganado los suburbIOS entendidos de for- ma tradiclOnal SIno una ciudad extendida, y por otro, qUIen ha regresado a la CIUdad lo ha hecho en nombre de una CIUdad que, por muchos e ImpOrtantes aspectos, es nueva con respec- to al pasado. La hUIda de la cmdad ha contInuado y se ha Intensificado ultenormente en los últImos tIempos. Son SIempre los Estados 22 LA CIUDAD, OSCURO Y CONTRADICTORIO OBJETO DE DESEO UnIdos qUIenes permIten percibIr, amplificada, la tendenCIa. En el momento de las eleccIOnes presIdenCIales de 1992, la mayoría de la población estadounIdense vIvía en los suburbIOS. Por pnmera vez en términos numéricos, los USA eran pues un país donde la CIUdad, tal cama se la define en la tradición, pasaba a ser "mmoría" Un dato Importante, no detectable obviamente en las esradísClcas electorales, es el abandono de la cmdad no sólo por parte de las personas fíSIcas smo también de las Jurídicas. QUIenes escapan de la CIUdad, en efecto, son no sólo un número cada vez mayor de familias empUjadas por los costes y los peligros creCIentes de la cmdad tradicIOnal, smo también las empresas. Se van de la metrópolis mcluso las empresas para consegUir una mayor economía debIda a la localización y encontrar condiCIOnes ambIentales capaces de atraer V satIsfacer a empleados y clientes. Una vez abandonado el centro de la CIUdad, las empresas se han desplazado pnmero a la perifena y después, puesto que las comUlllcaClO11es viajan en las aUtopistas electrónicas a la velo- CIdad de la luz, y que por lo tanto CIen millas más o menos son Irrelevantes, directamente al verde del campo. Las empresas están SigUIendo a sus propIOS empleados que Viven fuera de la cmdad o se han desplazado limItándose a conectar telemátI- camente cuotas cada vez mayores de personal, buscando oca- SlOnes semanales de encuentro fíSICO para no hacer perder a sus empleados el clima empresanal. La distanCIa parece Irrelevante para el rraba¡ador que se des- plaza electrónlCanlente -the etectronzc com17Utter-, así cmuo lo es para qUIen hace el teie-shoppzng, e! tefe-banking, el tele-chec- kup, o accede a la pay-per-vtew telwmon. Los cntenos de cone- xión y de accesibilidad tIenden a sustItUIr a los de distanCIa, el concepto de red se conVierte en central para redefinlr analí- tIcamente el terrItono. Parafraseando a Winsron Churchill, gluen afirmó en el faInoso discurso de Inauguración del PalaclO 23 LA CIUDAD POSTMODERNA del Parlamento, reconstruIdo después de la guerra "nosotros creaInas nuestros edif1CIOs y nuestros edificiOs nos crean a noso- tros". William Mitchell puede afitmat en un conOCIdo ensayo "nosotros cteaInoS nuestros networks y nuestros networks nos crean a nosotros" -\ El éxIto de un ptoceso que es slmultáneamente de desurba- DIzación y de deslocalización es un nuevo escenano cerntana! constltuldo por un extendido tejido urbano, tendenClalmente sm solución de contmmdad, que envuelve cmdades grandes y pequeñas, pueblos, trozos de campiña y metrópolis en una IÓgl- .' ca de absoluta deregu/atzon. En ellDterlOr de este contznzltlm urba- no, que 01 slqmera es posible definIr resldualmente como subur- blO, brilla sm embargo nuevamente y con mayor mtensldad la luz de la Cludad, renovado centrO de gravitación de una gala- XIa territorIal de rasgos Y pnnClpios organlzatlvoS inéditos. Sería un grave error Intentar dar cuenta de las transforma- ClOnes del tejido urbano y de las nuevas formas de expenencla urbana, como si la cmdad estuVIese constltulda sólo por la cm- dad entendida en sentIdo [[adiCIOnal o como SI la hUida de la Cludad estUViese ya compensada por su incrementada capaCl- dad de atracción. La novedad del escenano urbano actual no se da únIcamente por la diferente relación delTIográfica entre la cmdad tradiCIOnal y el tejido urbano extendido en el cual está lnn1ersa. El prInCIpal calnblO es cualitatIvo e lnteresa tan- to a la CIudad tradiclOnal como al conttnuum urbano. Ambos merecen el calificatlvo de nuevos: nueva es la cmdad que vuel- ve a adqumr nueva centralidad y puede, con razón, proponer- se como metáfora práctICa y slmbólica de la p()stmoderDldad -así como la cmdad del ochOCIentos y delnoveClentos había SIdo la metáfora de la modernldad-; nuevo es el territona metropolitano -hablar de terntono metropolitano o de cm- dad reglOnal es recluccio111sta SI bien útil para dar cuenta en prunera aproxImación de la gran transformación-,que sería LA CIUDAD, OSCURO Y CONTRADICTORIO OBJETO DE DESEO mejor defin1r ya no como reSIduo o perifena de la Ciudad tra- diclOnal o "no cIudad". SlllO más b1en como CIudad nueva. En los Estados UnIdos, sobre todo, y también en Europa, el escenaflO urbano Identificado por esta otra Cludad nueva y extendida es ya vlsible y, presumiblemente, se consolidará en el futuro próxilno extendiéndose también a orras áreas como LatInoaménca y el Pacific Rim asiátlCo, Protagonistas del nuevo panoralna son las._edgecittes \ las Ctu-' dades de margen, que const1tuyen una parte conSIstente de la nue- va realidad urbana: en USA son más de dOSCIentas y represen- tan los dos tercios del espaC10 de oficinas con respecto al totalnaclOnal. El nombre de edge elty, aún slendo el más utilizado, no da plenamente cuenta de la nueva realidad: su carácter dis- tintivo y "nuevo" no reside sólo en el hecho de que éstas se encuentran al "margen" de la clUdad tradiClonal smo también en la relación constItutiva con las nuevas tecnologías y en la diversldad estructural de sus modalidades orgaDlZatlvas. La gama de las posibles denommaCIOnes utilizadas expresa bIen la novedad: Outer Citzes, Technopo/es, TeehnoburbJ, Sifieon Landscapes, Postsuburbia, Metrap/ex, 100 Mi!es City. Algunos geó-' grafos, como Sop por ejemplo, son más radicales y hablan de un "tercer espaclO" a la Baudrillard y proponen como nombre aquel fuertemente mdetermmado de Exópolis. 6 Es en esta.s nuevas realidades que la Idea tradiclOnal de cmdad se trans- forma. Sus límltes fÍslcos -las murallas, las puertas, los cam- pos cultlvados- se disuelven y con ellos la propla Idea de líml- te y la tradiCIOnal distmción entre dentro y fuera. Tampoco el enralzado y difundido concepto de suburblO -que presupo- ne un centro urbano SItuado de forma tradiCIOnal en la vleJa C1udad nuclear- es ya adecuado para describ1r esra nueva rea- lidad. Al norte de Baltlmore, por ejemplo, ya no hay suburblOS SIDO una verdadera nueva CIudad extendida cuyo centro es Towson; al noroeste de ChlCago los suburbIOS han desaparecldo 25 LA CIUDAD POSTMODERNA para COnStltUlr una cmdad de margen alrededor de Shaumberg. Algunas áreas merropolitanas tienen más de una edge aly: Nue- va York tlene cuatro, Washmgton D.C. tres, PhiladelphJa dos. La relación de la cmdad y de sus funclOnes con e! espaClo es • radicalmente redefi111da en las edge ctltes. Las distanClas son eli- mmadas graClas a las redes telemátlCas y a las autoplstas e!ec- tró111cas o compnmldas por medio de los transportes tradi- clOnales de alta veloCldad. La sede central de la Sears está a caSl cuarenta millas del Loop de ChlCago. la de la Chrysler a la mlS- ma distancla del centro de Detr01t. Los bancos han dado un . salto aún mayor puesto que gran parte de sus oficmas centta- les de soporte a la Citybank de Nueva York están en Sourh Dakota. El vJa¡ero que en Londres llama al número de aten- ción de! cliente de la Bntlsh Airways para consegUlr mforma- ción sobre los vuelos naClonales recibe Sln saberlo la respues- ta desde una cenrralita en Bombay -mglés claro y sueldos baJos-, mientras las reservas internacionales accesibles en USA con el número gratm to 800 para la cadena mternaclOnal de hoteles Best Western son enviadas, de manera mVlsible para e! cliente, a Anzona donde responden de forma lmpecable las huéspedes de la cárcel femenma del Estado. ' La edge aly y sus redes se expanden a slmple vIsta no sólo de manera virtual en el ciberesp~~t.O, sino también en el mundo físICO de las mercancías y de las personas. El mercado pasa progresIva- mente de urbano a reglOnal, a naClonal, y finalmente a Interna- Clona!' La zona de Dartford en Kent (Gran Bretaña), consIderada tradiclOnalmente poco más que un inhóspito y deSierto paiSaje lunar, se ha convertido en poco tiempo, graCIas a su red de gran- des autopIStas, M2, M20 y M25, en una de las más Importantes edge attes bnránlcas. Allí se está construyendo un shoppzng center, el Bluewater -anunClado como el más grande de Europa- con un aparcamIento para 13.000 coches. En las IntenclOnes de los promotores la cercana estación de Ebbsfleet de la línea ferrov!a- 26 LA CIUDAD. OSCURO Y CONTRADICTORIO OBJETO DE DESEO na rápida -Eurostar- que corre baJO la Mancha, pennltlrá a los habItantes de Col0111a en Alema111a, alcanzar en sólo dos horas e! shoppzng mal! de Bluewater y hacer la compra en Gran Bretaña --donde graClas al camblO favorable los preClos son media- namente más baJos- regresando a su casa por la noche. 8 Surgldas por Implüso de los especuladores como apéndices urbanos en áreas donde el Costo de los terrenos era menor y mayores los factores naturales de atracción, estas ciudades se han afirmado graCIas al hecho de poder ofrecer algo distInto con respecto a la metrópolis. En estas "cmdades extra urbanas" la VIda es S111 duda placenrera y presenta menos problemas que en la gran cmdad tradiclOna!. La ec!ge Ca)! ofrece verde y alre limplO. proxlmldad a la ofic111a pu~stoque gran parte de las' empresas están abandonando la cmdad tradiclOnal para segmr a sus empleados, garantiza un lugar de trabajO rodeado por el verde, escuelas nuevas y efiCIentes, y sobre todo una comunI- dad que en general es sOClalmente homogénea y está hecha a Imagen y semejanza del resldenre. Esta nueva cmdad está, en efecto, constrUlda en gran parte para la cultura y las eXIgen- CIas de sus habItantes, que tIenen la sensación no sólo de poder rener "la Cludad a domIcilio"; graClas a la proXImIdad físlCa y VIrtual de todo lo que puedan necesltar, S1110 de poder tenerla también a su medida. Ellos pueden, en efecto, elegu todo según gusto y posibilidades económlCas. desde el estilo de la vIvIen- da unifamiliar hasta el tIpO de veCInos. Esta caracterísIlca de "resldenCla a medida" denva de las modalidades CaSI aluvlO- nales que marcan el naClmlenro de esta cmdad. 9 N o es la cmdad, en efecto. la que ha sldo "fundada", S1110 sus partes. La CIudad extendida nace a postenOfl, como suma de partes naCI- das en momentos dist111tos, por obra de actores (promotores 111mobiliarlOs) diferentes, con IntenclOnes diferentes, para poblaclOnes (o clientes) diferentes. 27 LA CIUDAD POSTMODERNA La condición pnmera para la fundación de un área residen- cial es la eX1stenCIa de un adecuado sIstema de comunicaclO- nes, por carretera, en general, o ferrovIanas. Las artenas extra urbanas de gran comunIcación, construIdas Inicialmente para permltir el desplazamiento hacia la gran ciUdad, se han con- vertIdo progresIvamente en las matn streets de la nueva Ciudad extendida. Alrededor de este entramado de interconeXlOnes han surgido partes de CiUdad diferenciadas entre sí por el poder adquisitiVO de sus habitantes, por las formas arqUltectÓ1l1cas y los estilos de Vida, por la orga1l1zación de los espaclOs y.la regulación de los accesos a las islas residenClales. El con,epto clave es preClsamente el de~i,±~. El térm1110 no es casual pues- to que se trata de auténticas islas Integradas a distanC1a al cir- CUltO de las autopistas. Esta isla o ensenada en los fluJos de las COD1uDlcaciones -la iand hay-o conectada a las Infraestruc- turas y "anclada" mediante éstas a un sIstema más vasto, es la unidad de base de estas parcelaclOnes. La arquitectura se sus- tituye por el Jardín como sistema de conexión-separación. El resultado es una CiUdad no sólo extensa -the spraw! ha Sido el pnmer nombre de la CiUdad de margen- S1110 también seg- ¡nentada, donde la diversIdad entre las varias unIdades no sólo es fuerte y vIsible SIno que es adelnás enfatIzada como pnnCl- plO organizador de la nueva cmdad. La cIudad nueva El camblO epocal que está dando Vida a la cmdad nueva C011- temporánea no atañe sólo al terntono urbanizado S1DO también a la forma y la identidad misma de la cmdad tradiclOnal. Es , precisamente el proceso de abandono de las metrópolis el que crea sImultáneamente las edge Ctties y las condiciones para las rransfonnaClones de las Cl~dade~··existentes. Éstas, a partir ele los años setenta, cambian profundamente. Con gran rapidez la 28 LA CIUDAD, OSCURO Y CONTRADICTORIO OBJETO DE DESEO economía de los serv1cios se lnlpone y contribuye a cambIar estructuralmente el mercado del trabajO metropolitano y el cttyscape. Cuotas cada vez mayores de población son expulsa- das de los procesos productiVOs pnmero y de las áreas centra- les urbanas después. Sólo en Nueva York cada año, de diez a cuarenta mil familias abandonan por desalOjO o por decisión "autónoma" sus resldenClas para alejarse de las áreas nlás cén- mcas. El espaclO depdo libre en la CiUdad tradiclOnal por la población y por las empresas que se han trasladado a las edges ctttes constItuyeun valioso recurso para la construcción de la cmdad nueva en las formas de la cmdad tradiclOnal. La libe- ración de las vIejas áreas industnales de empresas contam1- nantes, el desuso de escuelas e lndustnas, el abandono de VIe- jas zonas res1denClales, contribuyen a crear las premisas espa- Clales (y las oportunidades especulativas) para la creaClón de la cmdad nueva en la cáscara física de aquélla tradiclOnal. En los 111terSticlOS y encima de los despoJos de la Vieja cmdad, admi- 1l1stradores muniClpales y agentes 111mobilianos crean la cm~ dad postmoderna de la imagen, de la diferenClación sOClal y del espectáculo. U na cmdad nueva con una población también nueva. los VIeJOS edificlOs son rehabilitados, restaurados y lan- zados en el mercado para un público dotado de un capital finan- Clero y cultural adecuado a una residenCla y serViClOS de tipO supenor. No se recuperan sólo las casas 111dividualmente: son áreas enteras el objeto de las intervenclOnes de recuperación y de puesta en valor. Es la gentrificc¡úór/. térmmo que 111dica el recanlblO de la población de un área lnediante la introducción de grupos sociales superlOres atraídos por Interven ClOnes de recuperación, tanto lnmobilianas como urbanas. Para la nue- I va población que afluye se construye a medida un trozo de cm- '- El autor usa la transposición italiana del tér01100 mglés gentrifút:tlLOIt, que hemos mantenido como gentrificación en la traducción castellana. (N. deL T.) 29 LA CIUDAD POSTMODERNA dad, hasta una cIUdad en mmlatura completa y confortable, con una atmósfera parrlcular sacada del pasado o de modelos idea- les. Lo importante es que esté de moda -trendy es la expre- sión cornente también en ltaliano- y que sobre todo tenga la capaCIdad de confenr status a sus habitantes. Bares, restau- rantes, mobiliano urbano se conV1erten en elementos Impor- tantes en la construcción del nuevo entornO urbano. Los VIe- JOS edificlOs -Iofts, brownstones y rowhouses- son conservados y hasta se enfanzan como envoltonos. Las ViejaS tipologías edi- liCias -los lofts de Nueva York son un ejemplo sobradamen,' te conoCldo- se conVIerten, oportunamente, en iconos de que- va esrilo de Vida, el urbano mfluyente. Las áreas gentrificadas son constfludas como Islas de blenes- ~) tar en una escena urbana a menudo reducida a un mar de fUI- nas físlCas y económlCas. En esta búsqueda de novedad y diver- Sidad se pueden hasta cambiar los nombres de las calles. En el Lower Easr Side de Nueva York, en nombre de la gentrificación y con el obJenvo de enfatizar la diversidad del área con respecto de las colindantes -para conSUUlr una lSla-, en lugar de los números se han usado letras para denominar las calles, por lo cual la zona entera ha Sido rebautizada Alphaber Town. En la acción de regeneración y relllvención de la Cludad las luces se enCIenden para iluminar también los lugares tradiClonalmen- te considerados grises y opacos, los cinturones Industnales, las áreas ponuanas y las ferrOViarIas. Los lugares canómcos de la coketown: fábncas en desuso, docks, depósItos, son transformados en espaClos de entretenImIento y de Simulación. Los ClOes mulnsalas toman el lugar de las máqUl- nas en las fábncas Inutilizadas, tIendas y restaurantes sustItU- yen las mercancías en los depÓSitos. El waterfront de Londres a Boston, de Génova a Nueva York se conVierte en el corazón de la Cludad nueva, de la Cludad VIva las VeIntICuatro horas SIn Inte- rrupción, día y noche. Mientras en la ciudad Industrial tradi- 30 <::\ o;' LA CIUDAD, OSCURO Y CONTRADICTORIO OBJETO DE DESEO clOnalla fábnca VIvía a tres turnos anulando la diferenCla entre día y noche. y la cmdad seguía el ntmo natural de la luz y de la oscundad, en la merrópolis de las veinticuatro horas la rela- ción se ha InvertIdo. La CIudad se apresta a VIvir SIn Interrup- Clones mientras los nempos del trabajO y la producción -fun- damentalmente tercIarizada- tienden a contraerse. En la ciudad nueva contemporánea cambla la lóglCa Inter- na de la organIzación de los ~~paclOs, y primero Incluso, aque- lla que afecta a las modalidades del proplO creClmlento urba- ,no. En los años setenta se ha termlOado el período de la expan- sión urbana, cuando se opInaba que el crecimIento de la ClU- dad consistía en su expansión física y en la creación de nuevaJ partes según prlOclplOs de raclOnalidad yespeClalización. Termmada la fase de la expansión, a partlf de los años ochenta, la cmdad ha tomado el cammo del creClmlento a través de la trans- formación de lo eXistente. Ha comenzado la época, aún Vigente, de la reutilización y de la puesta en valor de Viejas partes de la cm- dad según pnnClplOs diferentes de los del pasado: valotlzación de las diverSidades. recuperación de los restunonlOS del pasado, bús- queda del gentus loC! y de las bases espaClales de la ldenndad de los habitantes, ligamen de lo bello con la funclOnalidad. En la lógica de la reutilización y de la transformación de lo eXistente, la cmdad collage, palimpsesto, áVida, bella. ha toma- do el lugar, al menos en las mtenClones de los proyecrlstas, de la CIUdad moderna, funClona!. sm adornos (no frills Clly), raclO- nal, homogénea, culta. Aliado del urban plannzng dommador mcuestlOnable de las décadas precedentes el urban destgn ha tomado SIgnificativamente lugar en las aCClOnes para la crea- ción de la cmdad nueva. La nueva acción de transformación de la CIudad valorando, excluyendo, enfatIzando, recreando, se produce construyendo un cuento y una Imagen de la ciudad -una trama o una red narrativa- en la cual los epIsodios singulares -los llamados 31 LA CIUDAD POSTMODERNA oasIs urbanos- adqlueren sentido y sobre todo valor. BaJo esta presión la cmdad sedivlde y sedesdibuja. Nacen vanas cmdades con destmos separados, y lo que estaba presente sólo tenden- CIalmente en la ciudad tradicIOnal, ,~{lla CIudad contemporá- nea se vuelve eV1dente y se enfatiza.'-LPor una parte está el ~,~.9_. tro presentado y vIvIdo cada vez más como el corazón y el motor de la cmdad contemporánea, entre onínca y sImulada, entre concreta e Instrumental a la dura competenCIa en el mercado global. Es la qudad del deseo que produce y soporta lmáge- '0 , nes y realidad~·l'or otra parte, está la cmdad resIdual que no tIene la fuerza para produCIr una imagen diferente de sí mIS- ma. Es la cmdad de las perifenas y de loslpargmados, los resI- duos de la coketown sm tiempo. Es la no cmdad, o mejor dicho, la cmdad de los no lugares. La diVIsión es sanCIonada en algunos países, Incluso por sIglas y asoclaClones. U na de ellas es TCM -town centre managemertt- 10 El concepto de town centre nzanagenzent aparece por pnmera vez en Gran Bretaña en 1980 para meticar la eXlgenCla de proyec- tar y gestionar como entIdad únIca el centro urbano como fac- tor de "fuerza competltlva o de debilidad de una cmdad par- ticular" Se opma que, reforzándose, el centro urbano pueda desarrollar in1portantes y benéficas ,(unCIones para la CIudad d· entera y desde ésta a todo el terntorio!En pnmer lugar, el cen- uo urbano puede contrarrestar la tendencIa centrífuga de la CIU- dad y de sus partes haCla la corona urbana -las edge czttes-. comp1tien~o con los nuevos polos de atracción comerCiales y de gestión. En segundo lugar, éste constuuye el motor de la capaCldad competltlva de la cmdad en el mercado global en lo que se refiere a la atracción de personas, empresas y capitales. En fin, el centro urbano es la base, el punto de paruda y ven- ficación de la formación de la Imagen de la cmdad. Puesto que, en tanto factor de creación de la 1magen de la CIudad, el cen- tro representa a la Cludad entera, el éXIto de una CIudad resi- 32 LA CIUDAD: OSCURO Y CONTRADICTORIO OBJETO DE DESEO de Justamente en la capaCldad de su centro urbano de propo- nerse como el precIpitado de los aspectos pOSltlVOS de la cm- dad entera. Si la cmdad está VIva, pues, a pesar de la m!lexión demo- gráfica y de la hemorragia de empresas, esto sedebe a las muta- cIones profundas que ha sufndo y que la han modificado más aún de lo que la natural InerCIa de la masa urbana pueda reve- lar. La cmdad de la producción empIeza a ser superada, aun- que lentamente, a parnr de los años setenta. Ayer, la cmdad de la producción 1l1dustnal era gns y opre- SIva, sustanCialmente indiferente a su prop1a ilnagen externa puesto que estaba onentada al control de sus funclOnes inter- nas. Hoy, la cmdad nueva contemporánea vIve de las transac- ClOnes y de los 1l1tercamblOs SImbólicos más que de la pro- ducción de bIenes. Ésta se orienta haCIa el ex tenor ya las Il1ter- coneXlOnes y tIene su capItal más valioso en la Imagen y en la atracción. La demanda y las eXIgencias de tunstas, huéspedes, curlOSOS y Visitantes -los llalnados etty users- tIenen para los adminIstradores igual importanCIa que las de los resIdentes o los empleados. Se consolida, sobre todo a partlr de la segunda mitad de los años setenta, la llamada synzbo/ic econonzy de la cmdad. Este tipO de economía no es ciertamente nuevo y es también antenor al SIglo xx; lo que es nuevo "a partlf de 1970 es la slmblOsls de Imagen y producto, el obJetIVO y la escala de la venta de las Imá- genes a nIvel naclOnal y también global y el papel de la econo- mía SImbólica cuando se habla y se representa a la ciudad" II Imágenes y metáforas de cmdades La lógIca de la cmdad de las transaCClOnes SImbólicas 1l1Clde en el tejido hlstónco de la clUdad. Hasta hace poco más de Ve1l1- te años, Londres, París y Nueva York, eran cmdades de obJe- 33 LA CIUDAD POSTMODERNA ros y cosas, y los nombres de los lugares evocaban a menudo las mercancías que se lOtercamblaban en ellos: en Londres, pes- cado en Billingsgate y carne en Smlthfield; en París, carne en la Villette y hortalizas en Les Halles en Nueva York, vestImenta en el Garment Disttlct y pescado y carne en Downtown. En esos lugares hoy en veZ de las mercancías hay anonas, cen- tros de acumulación e lotercamblO de lnfonnaclOnes, nudos I de redes de transaCCIOnes sImbólicas. La gran cmdad es roda- I vía cllldad mercado pero en ella en lugar de bIenes y mercancías , se lorercambmll cada vez más lnformaclOnes y símbolos. ~l lntercamblO de fíSICO se convierte en electrónico, las nuevas transaCCIOnes urbanas están basadas sobre bits ligeros más que , sobre átomos pesados. Si es Clerro, como escribía BaudelaHe en El Cisne que, "la forma de una cmdad cambIa más rápIdo que el corazón de un mortal"; o que por el contrarlO, es la mente y el corazón de la gente las que camblan con mayor rapIdez que los espacIOS fíSI- cos de la Cludad, es una cuesüón aún abierta. Lo que es indu- dable es que el cambIO es de tal enndad en ambos frentes que transforma algunos de los rasgos fundamemales de la cmdad hlstÓtlCa, defiOlda moderna, resultado de los procesos de 111dus- tnalización y urbanización. Con respecto al pasado 111c1uso reCiente, la forma, la orgaOlza- ción, la cultura, la Imagen de la Ciudad nueva contemporánea son diferentes. De la mIsma manera es diferente la mente de qUlen habita, Vive y usa la CIudad nueva. La mutación de la CIudad no es sólo esuuctural S100 que es en pnmer lugar cultural. Junto a la cmdad económIca y fíSIca está cambIando la cllldad de la gen- te; el habltame de la cmdad nueva parece genétlcameme dife- rente no sólo del cmdadano de la Roma cláSIca, de la FlorenCia renacentIsta, del París del SIglo XIX, S1110 también de aquél de Londres V de ChlCago de hace sólo cmcuenta años, mucho más de lo que ti lenguaje y las etlquetas formales revelan. Es el fenó- 34 LA CIUDAD, OSCURO Y CONTRADICTORIO OBJETO DE DESEO meno Ciudad, como cODJunto de formas físicas. económICas, cul- turales, espirituales, el que se presenta C01110 Inédito. Son muchos los lOvestlgadores que se preguntan SI frente a la rapIdez del cam- blO tanto estructural (0010 cultural, no está superada la misma noción tradiclOnal de cmdad. Habermas, por ejemplo, adVIerte cómo "nuestro concepto de CIudad está estrechamente relacIOoado a nuestro modo de VIda. Ahora nuestro modo de VIda ha evolu- Cionado a una veloCldad tal que el concepro de cmdad que hemos heredado no se puede ya desarrollar en SImbIosIs con él" " La cmdad es ahora diferente e ltreconocible. La ,mdad len- g~ale, en la cual los Significantes arquitectónICOS se corres- ponden con preCIsión a los SIgnificados-función, dep progre- SIvamente paso a la .~iudad escaparme donde el Signo deVIene autorreferenclal, donde domlOa la metáfora, donde las funclO- nes más complejas y al mIsmo tlempo más descarnadas tlen- den a ser ltreconocibles y no localiza bIes en los lugares Ima- gen. UnlOdicador relevante lo constltuye la dificultad del len- guaje para proporclOnar los lOstrumentos capaces de describ,r la nueva cmdad. Tokio, Los Ángeles o Sao Paulo, ya no encuen- tran referenCias deSCrIptiVas en el pasado: para relatar estas CiU- dades son necesanas ahora más que nunca las metáforas, V es necesano Inventarlas. En el esfuerzo por ponerse al día, algu- nas de las metáforas tradiclOnales muestran sus proplOS límI- tes y el marco hlstónco ya superado al cual hacen referencia. Si en el pasado una de las metáforas más difundidas para des- cribIr la cmdad era aquélla de la máquma, hoy SI se qUIere man- tenerla, es necesarlO actualizarla IntrodUCiendo conceptos como la modulación de las partes y los SIstemas de retroacción y control. Tokio, por e¡emplo, ya no es aSImilada a una máqLu- na, por evolucionada que sea, SIDO a su software que se expan- de por el agregado de sub-rutInas, También la metáfora más antlgua, aquélla rejuveneCida por el humanislTIO, de la ciudad conSIderada COll10 un cuerpo hUluano, 35 LA CIUDAD POSTMODERNA parece inadecuada precisamente por la referenCIa normatIva con- tenIda en ella. Si se pretende asumir como metáfora a un siste- ma V1v1ente, éste ya no puede ser el humano. Los Ángeles se aS1- mila a una galax1a o a una región --que, mIrándolo b1en, es lo más anotétlCo que eX1ste respecto a la concentración y a la den- S1dad real y s1mbólica de la cmdad h1srónca- O a una ameba. Si antes París y luego Nueva York han s1do las cmdades por excelenCIa -las cap1tales del modermsmo y de la moderOl- dad-, Los Ángeles, presentada tradiCIonalmente como "CIen perifenas en busca de una cmdad" por el contrano, s1empré ha s1do v1sta como una no-cmdad. Sólo hoy, en un clima de gran transformación epoca!, Los Ángeles emp1eza a asumIr una 1den- udad autónoma y ya no construida sólo por contraste, sino en pOSltlvo: es la cmdad posrmoderna por excelenCIa. Los Ánge- les, "arquitectura Instantánea en un paisaJe urbano Instantá- neo". 1) es, para usar las palabras de Kenneth Frampton, el pun- to de partIda para una nueva modermdad. Es una cmdad que presupone también un nuevo tIpO de usua- na y un habnante al que se p1den nuevas capaCIdades Y fun- Clones. Escribe uno de los lnás atentos analistas de la metró- polis californIana, Banham: "Así como las ant1guas genera- cIOnes de lOtelecruales lOgleses aprendieron el Italiano para poder leer a Dante en versión onglOa!, así yo he aprendido a condUCIr para leer a Los Ángeles" " La dificultad de aprehender unItanamente la cmdad y com- prenderla es común a Investlgadores Y habltantes. En CIerta medida los pnmeros no hacen nada más que expresar el males- tar generalizado de los segundos. Aquello que Lyotard llama la CtIS1S Y la 1l1credulidad haCIa los metarrelatos afecta también a la cmdad y a los esquemas lOterpretat1vOs unificadores. El recurso cada vez lnás frecuente a las disciplinas de frontera y a expertos, como los escrItores, por ejemplo, consIderados capa- ces de síntes1s pre-CIentÍficas, es una señal de la profunda trans- LA CIUDAD, OSCURO Y CONTRADICTORIO OBJETO DE DESEO formación de la CIudad y de la InsuficienCIa de los Il1suumen- tos analítIcos y descrIptivos rradicIOnales. La reflexión más reCIente sobre la CIudad extendiendo la "con- cepción de la expenenCla urbana dellOdiv1duo más alláde la del' actor económ1co racional', del 'contribuyente .. del under- dass subalterno o del cliente SlO techo", se ha ab1erto no sólo a los sociólogos S1no también a pS1cólogos, geógrafos cultura- les, antropólogos. Las estanterías de las librerías que en los paí- ses anglosa¡ones guardan los llamados c,,/tuya! studies acogen cada vez más nlunerosos libros sobre la CIudad, sus expenen- Clas, sus Imágenes, sus modas, sus sonIdos, sus culturas. Sobre el tema han Intervenido con Insólita atención los filósofos, tra- diCIOnalmente Indiferentes a las cuestiones urbanas, SI se excep- túa alguna rara, valiosa y ya leJana contribución como las de Hannah Arendt, Jean Paul Sartre o Enza PaCl. Luego de más de tres cuartos de s1g10 de desCludo, se han vuelto a escuchar los escritores, que sobre todo en FranCIa y en Gran Bretaña en el s1g10 XIX y en Estados UOldos en el s1g10 XX, habían s1do los más fiables y lúc1dos 10térpretes de la expe- nencia metropolitana. El reconOCImiento de muchos InvestI- gadores -desde Barthes a Bailly- a los escntores por haber SIdo capaces de hacer una lectura de la CIudad más eficaz que la de los sociólogos, econom1stas y otros espeCIalistas, no hace nada más que relnitlf a la práccica constante y extendida, e lntenrar SIntetIzar en una palabra o una In1agen el sentIdo y la 1dent1dad general de un lugar. Mientras que son SIempre los economIstas, urbanIstas, sociólogos y arquItectos los que pro- porcIOnan los instrulnentos necesarios para los análiSIS y los proyectos, para VIVIr y comunICar la Cludad en lo cotIdiano pare- cen más útiles escritores y poetas a los cuales la gente, aun inconscientemente, hace referencia. Imágenes y metáforas -tomadas de CalvU1o, Borges y BeJ[ow, S10 0lv1dar las páglOas de los literatos de la gran tradición urba- 37 LA CIUDAD POSTMODERNA na, de Baudelaue y Balzac hasta Dickens y Joyce- ya son 111S- Humenras de uso tan c01l1ún por parte de los espeClalistas que ya no eXIste ensayo de sOClología, antropología, diseño urbano que 110 lleve al menos una Clta -ntual o no- de Las Ciudades inVI- sibles de Calvmo. El objeto mIsmo de la reflexión ya no perece ser tanto la cIudad en sí -la llamada estructura urbana- sino más bIen, la expertencla urbana. La cultura de la cmdad, la pSlCología de sus actores, la antropología de sus grupos -las llamadas trI- bus urbanas, efímeras y perdurables relaClonadas a la moda y al gusto- son los temas domInantes actuales. El deseo de ver a la cmdad unltanamente a menudo preVa- lece, o por lo menos precede, al de vlvula. Este antiguo y difun- dido deseo de apoderarse vIsual y cognltlvamente de la clUdad encuentra, SIn embargo, cada vez D1enos respuestas. La cnSIS de la Ciudad parece ser también una CrISIS de ImagInación de la ciu- dad. Se tiene la Impresión de que los VIeJOS paradigmas han lle- gádo al límIte de ruprura después de décadas de adapraclOnes contlnuas. Por otra parte, el orden urbano no se puede encon- trar fácilmente, no sólo por falta de puntos de VIsta o por la difi- culmd de aleJatse del objeto. Es, para usar un concepto de Sennen, la CtlSIS del oJo: ranto el oJo culto del cIentífico como el sImple pero experto del cmdadano. También en el plano pura- mente expenenclal no eXIsten medios comprobados y fiables para unificar a la CIudad en su sentido e Imagen. Ya no eXIsten VlSlQneS o proyectos totalizadores como la torre. el panorama, la Vlsra a vuelo de pájaro, el cuadro de los paIsajis- tas o las Imágenes de los pIntores renacentIstas. Los lOstrumentos tradiClonales se demuestran madecuados. La gran metrópolis con- temporánea escapa a la VIsión global, se sustrae a la posibilidad de ser aprehendida por elmdivlduo graClas a una torre, una coli- na o sImplemente a la labor de un pIntor. Cuando la construcción del conjunto es posible graClas a nuevas tecnologías como las fotos de smélites el resultado es a menudo Inutilizable: una mancha cro- 38 LA CIUDAD: OSCURO Y CONTRADICTORIO on JETO DE DESEO mátlcamente sugerente pero carente de cualquIer sIgnificado. Por otra parte, eXIste la práctIca de VIVlt la cmdad desde abaJO, la expe- nenCla elemental del peatón, que CIego frente a la complejidad urbana que pernlanece opaca a su mIrada, expenmenta la CIudad SlO disponer por otra parte de mstturnentos adecuados para su com- prensión totalizadora. EXIste, constantemente, un salto entre extensión V comple- jización de la cmdad y limItadas posibilidades de verla y expe- nmentarla en su totalidad. Este salto se hace tanto más rele- vante y grave cuanto más se amplía la diferenCIa entre el deseo de las personas de apoderarse conceptualmente de la clUdad y el constante sustraerse de la CIudad, variada, vasta e incoherente, a cualquIer Intento de apropiación analítIca o VIsual. La CIudad nueva contemporánea, que por su parte intenta presentarse como Ciudad del sueño, tIene dificultades precisa- mente para adqulflr una de las cualidades mdicadas por Freud para la constltución y la expenmentación del sueño: la pOSI- bilidad de ser reprmntada. Porque la representabilidad es la menos obVIa de las cualidades, sobre todo para las grandes cm- dades, ~e~o.º_stItuIrla para establecer una nueva relación con las personas y su ImagInario constItuye uno de los objetivos de la Ciudad nueva postmoderna. El problema de la opaCldad de la clUdad y de la dificultad de efectuar una síntesIS de la expenenCIa urbana dotada de sen- tldo propIO es central en la reflexión actual y se percibe de manera generalizada. Los teótlcos de la valoración a ultranza de la tradición y de la recuperación del pasado pretenden como pnmer paso de su proyecto de restauración urbana restItUIr ima- gmabilidad y representabilidad a la clUdad. Es por tanto nece- sana la recuperación de Un pnnClplO de coherencia -un cen- tro analítico y organizatlvo- que permIta la reconstrucción de la realidad urbana y, antes aún, su Imagen totalizadora. El líder reconOCIdo de este mOVlllllento, el prínCIpe Carlos de 39 LA CIUDAD POSTMODERNA Gales, afirma, maugurando uno de los cursos para jóvenes y nostálgIcos arquItectos promoCIonados por él: "La cmdad ne- ne que ser una obra de arre colectlva, su plano y su morfolo- gía claros y aSImilables",", La edad de oro de la cmdad en esta perspectIva no puede más que ser la armonlOsa y coherente del RenaClmlento o del mundo clásICO, que en el Imagmano colec- tlVO y en el de Lean Kner y colegas, representa la edad de oro de la expenenCIa urbana, Lo que ba entrado en cnSlS es la cmdad-concepto. el mode- lo de cmdad que, tradiClOnalmente presente en los discursos polítICOS, urbanístlcos. arqUltectónICos o filosóficos, sepone como enteno de onentación y, sobre todo, de referencia para D1edir eventuales diferenClas. De esta manera es posible resu- mir la Cludad en una vIsión de conjunto, abrazarla toda y esta- blecer lo que cabe en el modelo y lo que en camblO, se aleja de éL Es la presencIa de este modelo optatIVo y perfecto -que de alo-una lnanera da al observador una posIción superIor, caSI b de divIl1ldad- la que permIte hablar de males o enfermeda- des de la cmdad, de bIen y mal, de fislOlóglco y patológICO, En su lugar se abre cammo la Idea de la czudad-por-lo-que-es. llena de confuslOnes, diversIdades, deSVIaCIones, activIdades. Una CiU- dad carente de puntOS de VIsta o de control desde los cuales unificarla y gestlOnarla, Respecto al nuevo escenano urbano. madura y se difunde una postura de mayor realismo frente al pasado. Se tiene conc~en (la del error, de denvación raclOnal V raclOoalista, de contun- dir la complejidad urbana con caos Y de haber elimmado o mtentado elimmar en nombre del restableClmlento del orden la nqueza y la vanedad de la cmdad real. Hay que tomar la (mdad por lo que es, recomIenda Jane Jacobs, Afirmando que los arqUItectos tendrían que aprender de la Mam Street y de Disneyland. Robert Ventufl exalta la pop culture de Las Vegas y de lo cotldiano, Michael Graves no se limIta a proyectar el 40LA CIUDAD, OSCURO Y CONTRADICTORIO OBJETO DE DESEO Swan Hotel en Disneyworld de Orlando, donde las formas fan- tástlCas de los dibUJOS anl1uados adqUIeren dimenSIOnes monu- mentales más a medida de los adultos que de los niños, En Burbank, CalifornIa, el Team Disney Building, diseñado tam- bién por Graves V situado en la zona de los negocios, tIene en su fachada como gIgantescas cariátIdes, de caSI seIS metros de altura, los SIete enanItos, El bazar de estilos formales y de VIda de la ciudad nueva contemporánea es presentado no sólo CGIUO el rasgo característICo de la nueva experiencia urbana SIDO en tanto gran recurso colectivo. La nueva lnetrópolis postmoder- na es una Cludad donde los procesos viVIentes y la actuación autónoma y no preVIsible de sus actores confieren nuevas, calll- biantes V a menudo opacas raclOnalidades. Es una ciudad ver- dadera, densa. en la que las Identldades no son 1l1mediatamente perceptibles, La cmdad de lo cotIdiano. constrUIda por las prác- ticas, por los pasos y los humores de la gente, se inserta en la malla raclOnal optlmlzada y legible de la cmdad-concepto desordenándola, y tornándola verdadera, La expenenCIa urba- na deVIene así "una experienC1a espaC1al, antropológica, poé- tICa y mítiCa" 15 La cnSlS de la cmdad-concepto colllClde con el naufraglO de la esperanza -de Prometeo y de Descartes- de crear una ciu- dad perfecta a Imagen y semejanza del sueño del modelo del hombre moderno, Aunque en el léXICO de los urbanIstas, de los admllllstradores y de los cmdadanos la expresión "cmdad a medida humana" es de las más frecuentes, ésta parece haber perdido gran parte del sentIdo originario aún luantenlendo una lllnegable capaCIdad sugestIva, Mirándolo detenldamenre, en efecto, un modelo generalizable y compartIdo de hombre para tomar como modelo no eXIste, La pregunta que es legítlmo hacerse, una vez naufragada la ilusión clentificlsta de aferrar- se a neceSIdades Clertas y ObjetIvables es "¿cuál es la medida de la medida humana'" LA CIUDAD POSTMODERNA NOTAS ! "¿ Desaparecerá la cmdad o el planeta entero se convertlrá en una vasta col- mena humana? (lo que sería otro modo de desapanción). Las necesidades V - los deseos que han movido a los hombres a VIVIr en cmdades, ¿pueden recu- perar, en un 11lvel aún más elevado, todo lo que Jerusalén, Atenas o FlorenCia otrora pareCIeron prometer? ¿Hay una opción Viva a mitad de camino entre Necrópolis y Utopia, es decH, la posibilidad de edificar un tipo nuevo de cwdad que, liberada de contradicClOnes wrernas, pOSit1vamente ennquezca y promueva el desarrollo humano?" L. Mumford, The City In History, Nueva York, Hardcourt, Brace and World, 1961; tr. cast.: La ctndad en la historta. SifJ orígenes, transformaCiOnes y perspectiVas, Buenos Aires, Ed. Infimto, 1919, p,9, A. Srrauss, Images ofthe Amerzcan City, New BrunswICk, TranSaCtlOns Books. 1976,p, 247 Cit. en R. Williams. The Count¡'j' and the City, Londres, The Hogan Press, 1973, p, 201. W, J. MiechelL City 01 Bits, Cambeidge, MIT Peess, 1995, p, 49, J. Garrau. Edge City, Nueva York. Doubleday, 1991. 6 E. W. SOJa, Third Space:Journeys to Los Angeles and other Real-and-Imagmed Plt:tCes.londres, Blackwell, 1996. P. HalL Cltm of PeoPle and Cittes of Bits, en: "Demos" 9, 1996, p. 25. H P. Barker, Livmg on the Edge, en: "The Guardian", 8 de octubre de 1996. 9 La edge cay no ha creado sólo una cmdad nueva S1110 también un léxico ade- cuado a esta realidad. Garrau , oIJ. ett., ha recogido las palabras del nuevo mun- do metropolitano en un nco Ciossary ola New F1'ontzer. De éste aprendemos que "Kits of Parts" se refiere a "un número limIfado de elementos proyec- tuales repetidos al IOf10ltO en el área con la esperanza que dicha repetICión confiera identidad al proyecto". En la cmdad construida a medida el pro- blema de la capacidad de la residenCIa de comunICar la Imagen SOCial de su habitante deViene central. En la edge czty nace así un nuevo rérmmo. mtra- ducible. Signage, creado por la contracción de szgns (signos) y szgnature (fir- ma). Es un sIgno de identidad SOClal muy espeClal: es una "expresión de un gran gUSto. Nunca es ilummada desde el intenar Como un letrero de la Gulf o del Holiday Ion. Su más alta expresión ha sido por un período la madera grabada. Hoy también el Cl'lstal y la piedra grabados están muy presentes" Garrau,op. m., pp. 452 y 457. lO AssoClanon ofTown Centre Maoagement (ed.), Resereh Study: Tbe effectt- veness ofTown Centre lvfanagtment .. Londres. ATCM, 1994. H S. Zukin, Tbe Cultures ofCitzes, Londres, BlackwelL 1995, p. 8. El creCi- mIento en 1994 de los empleados en el sector -por defiOlción urbano- 42 , 1",' j" LA CIUDAD: OSCURO y CONTRADICTORIO OBJETO DE DESEO del entertamment and recreatton ha sido en Estado Un'd e . 1 OS apenas lIllerlOr al regIstrado por la sal11dad, y seIS veces mayor que el del de hecho en uno de :~s ~randes sectores Impulsores de la economía metropolitana. C.lt. en P. Ansay; R. Schoonbrodt, (ed.) Penser la vdie: chotx de textes f;hi- lojJhtqttes, Bruselas. AAM EditlOns, 1989, p. 359. 11 R. Banham, Los Angeles. The architecttlre Df Fo/.lY Ecologtes Londres, The PengulO Press, 1971, p. 4. I 14 Ibídem. 1'\ M. De Certeau, The Practzee o.f Everyda.y Li-f"e, (Tl', Amel', A B /, de rtsdefmre), erkeley, UmverSlty ofCalifornm Press, 1984, p. 93. 41 n. EL NUEVO RENACIMIENTO URBANO Y EL MITO DE LA CIUDAD Los estudiosos más atentos han advertIdo mmediatamente que aun cuando la cIudad estaba eVldentenlente en criSIS yaumen- taba la tendenCIa a la desurbanIzación y, sobre todo en los Estados UnIdos. a la ampliación de las nuevas Ciudades de mar- gen, la cmdad seguía estando ahí, y por CIertos aspectos. sobre todo en el decenIO pasado, mostraba una centralidad en el hon- zanre cultural contenlporáneo comparable por su Importancia y su capaCIdad de motlvación a aquélla asumIda por la cmdad en la segunda mitad del sIglo pasado. Incluso en los suburbIOS, o en los que antes eran llamados aSÍ, en contInua expansión, se encuentra hoy la Imagen de la cmdad. La monotonía de la realidad y la banalidad creCIente de los subur- bIOS, la Implacable obvIedad de las formas de la perifena no logran elimmar a la CIUdad de la Imag111ación colectIva. Paradójicamente, la condición ffilS1na de la existenCIa del creCImIentO de la CIudad de margen es la presenCIa fuerte y seductora de una CIUdad no sólo CIrcunscnpta y definIda S1110 más bIen concentrada. Según el New York Post. un conOCIdo periódico vespertmo vendido normalmente en las estaClones ferrovIanas a los trabajadores que realizan el tra- yecto que va desde Manhattan hasta los suburbIOS u otras CIUda- des de margen, sus lectores "tienen un auténtICo y vIsceral nexo con la CIUdad, que da lugar a un estilo de VIda dinámIco, 11lde- pendientemente de donde éstos VIvan" , LA CIUDAD POSTMODERNA Es preClsamente en este desajuste entre realidad y posibI- lidad, entre el ser y la Imagen, donde naCe la atracción de la cmdad y su encanto. Nace y se refuerza la otra cmdad (todo mIto urbano se refleja en su proplO doble) de las luces y de los eventos, donde la dimensión de la posibilidad prevalece sobre la de su contlngenCla. En la otra cmdad es posible des- doblarse Y proyectarse; el doble de sí que cada uno construye se conVierte, aun cuando sea temporalmente, en real. Los coat- tt y los borgatart de Roma, los banlietlsards' de París se vuel- can al centro el sábado por la tarde atraídos por la Cludad y por su mIto hecho de luces y de ocaSlOnes. Inmersos en la fan- tasmagoría de las mercancías y de la imágenes Intentan con voracidad y SIn éxito consumIr la CIudad. AtraViesan la CIU- dad SlO verla, como tropas de ocupación, fuertes, áVIdos, pre- potentes pero Incapaces de verla. ASisten a una representación ya un sueño en el cual no son admitidos. que a la vez los atrae y los excluye. Su compacto desfilar recuerda las columnas de pf1SlOneros, de venCIdos. La cmdad parece haberse tornadomás vIva y central que nun- ca, estableciendo con la gente una relación ambigua de fasCl- nación y de mIedo, de InvItación Y prohibIción, de atracción y repulsión. Sus proplOS habItantes la abandonan pero la bus- can, la temen pero la sueñan. Huyen a los suburbIOs, pero la desean. Atracción y repulsión l11arcan esta nueva centralidad de la Cludad que es al misn10 tIen1po práctIca y sImbólica, con- creta y onínca. Walter Ben¡amlO nos ha proporclOnado, con una antlClpación de tres cuartos de s1g10, los Instrumentos pata captar la CIU- dad nueva a la que nos enfrentamos hoy y para llegar a leer e,n el fragmento nrbano a la sOCledad entera en su totalidad. El Térmll10s que desIgnan en diferentes lugares. comO Roma o París, a los habitames de las perifeflas (N. de! T.) 46 EL NUEVO RENACIMIENTO URBANO Y EL MITO DE LA CIUDAD también ha antICIpado, en su propIa eXperIenCIa personal, la difícil y ambIgua relación del hombre contemporáneo con su cmdad. Benjamln tIene con la cmdad una relación absoluta- mente contemporánea, fuerte y extenuante: la aIna y la odia, la encuentra embnagante y repulsIva. Lugar de embnaguez y de IntOXIcación, de excitación, la Ciudad es todo y lo contrarlO de todo: ella no es nunca aquello que pretende ser; ella es mIto: es sobre todo sueño, y su arquitectura es "onínca" La relación de Walter BenpmlO con la cmdad antlClpa en su tortuosa slmpliCldad aquélla contemporánea de amor y odio haoa una realidad que cansa, espanta y desenamora, pero al mlS- mo tIempo une y seduce. El moderno ciudadano, suburbano por cálculo y Ctty user por pasión, traslada su propIa resldenCla fuera de la cmdad pero al mIsmo tlempo es más que nunca atraí- do por la cmdad y por sus luces. Su tormentosa relación es la mejor y la más fiel expresión de la cmdad nueva contemporá- nea capaz de atraer y repeler a la vez. Una vez más, las más eficaces son las palabras de BenJam1l1 que en el Konvolut N. de sus Passagenarbett escribe: "yo encuen- tro a toda cmdad bella" PreClsamente en la plenltud de una cnSlS conSIderada epo- cal, cuando todos la daban por desal1UClada, la cmdad entra en lo que ha SIdo definIdo en muchos ámbItos como el nuevo RenaCImIento Urbano. El Impulso haoa un nuevo y probable" capítulo de grandeza provIene de una demanda extendida e lOtensa de cmdad. No es una demanda de servlClOs o de fun- CIones, de cualidades SIngulares o prestaCIones instrull1entales, sino una demanda de Ciudad en cuanto tal, entendida como bIen preCIado lOdivlsible y no sustItuible. El requenmlento de cm- dad es tan extenso y perentono como ambIguo y calnbiante. El VIeJO objeto de la demanda de cmdad defiOldo por el movI- mIento moderno sobre la base de neceSIdades y de prestaclO- nes de respuesta, lnuestra, VIstO a la distanCla, su naturaleza 47 : !: LA CIUDAD POSTMODERNA Ingenuamente esquemát1Ca. La gente pIde hoya la CIudad, Jun- to a prestaclOnes V funclOnes como en el pasado, también algo más, aunque éste permanezca todavía mdefinIdo. Es dificil defi- nIr en qué conslste la nueva y esperada expenenCIa urbana. El deseo de cmdad es fuerte, pero el objeto del deseo es oscu- ro, evanescente V, sobre todo, en continua redefiolCión. Es nece- sano por lo tanto, lOterrogarse en qué conslste este oscuro obJe- to del deseo llamado cmdad o expenenCla urbana. Intentando disecClonar V desmembrar el deseo surge una espeCle de cm- dad hecha de sueños constrlllda tomando un poco de aqufv otro poco de allá, hecha por los medias V por la hIStona,.por la famasÍa V el cálculo. Tiene un poco del Nueva York cmema- tográfico, un poco del París belle épaque, un poco de cmdad rena- centIsra Italiana, un poco de Howard y de cmdad Jardín, un poco de JaneJacobs V del GreenwIch Village, un poco de Walrer BenJamm V de los pasaJes pansmos, V un poco de la Zemrh de BabbIt de Sinclau Lewls, un poco de merrópolis tentacular V un poco de cmdad media europea. La diversIdad de las fuen- tes V de las mspuaclOnes no se anula en el conjunto finaL En la vanedad de la cmdad nueva, además, las diversIdades deben enfatIzar la propIa IdentIdad. La cmdad se descubre cada vez más IconIzada. La cmdad nueva en tanto objeto de deseo y de consumo debe hacer VIsible, exaltándolas, las propIaS cualida- des V las referenCIas SImbólicas V práctIcas, Éstas deben ser mmediaramente reconocibles por todos. Las operaCIones de ecleCtlC1SmO SImbólico realizadas sobre el Ring de Viena a finales del SIglo pasado son bIen conoCldas: la unIversidad era clásica, el ayuntamiento gÓtICO, el teatro barroco, para comunIcar Inmediatamente, mediante la CHa, la Intención del edificlO y su destino. Esta acción de lCoolzación es retomada V ampliada por la cmdad contemporánea. La onen- ración del pos [modero o de recuperar el sentIdo y el SIgnifica- do [anta de la cultura popular como de la alta V legítIma ha 48 ',¿ El NUEVO RENACIMIENTO URBANO Y EL MITO DE LA CIUDAD exasperado la lógica del leono o de la forma arquitectónICa capaz de comunICar mmediatamente a una pluralidad de públicos el destino y la intención de lo consrrulclo. Los lConas parecen C011- vertirse en Indispensables para vivu la ciudad: la biblioteca es proyectada como Icono de la biblioteca, el ayuntamIento es el Kono del ayuntalniento, el teatro el icono del teatro, el rasca- CIelOS de las grandes corporaclOnes es el Icono de las gran- des corporaCIones. En este sentIdo, en el intento de convef- tuse en fácil y accesible a todos -frtendly user para usar una expresión del léXICO de los PC- la cmdad se conVIerte en un gran desktop. La CIudad electrónIca e icónIca de Internet reenvía a la CIU- dad real. Ésta. a su vez, en su nueva lconIcldad tiende a ase- meJarse a la pantalla de la cmdad vutuaL Incluso los SImples cmdadanos Intentan expresar sus proplOS deseos explicItando una teoría propIa de la cmdad Ideal, una suerte de "Theory of a Good City Form" a lo KevlD Lynch. Un productor discográfico de San Diego (CaliforDla) ha escrIto a una media docena de periódicos locales para describIr el lugar Ideal adonde desearia trasladarse: "esta cmdad Ideal debería tener VIeJas casas elegantes y palaCIOS; debería tener una mam street flanqueada por árboles, con tIenclas V acrivldades econó- mICas que los reSidentes sabrían mantener con VIda; debería haber un parque para los conCIertos estIvales donde los anCIa- nos podrían encontrarse para pasar el tIempo IntercambIando los chlslnes locales; cuatro estaciones (S10 exceso de ninguna); V -posiblemente- todo esto debería estar a una hora o dos de rransporte de las diverslOnes de una gran cmdad" 2 Los urbanIstas, Incluso los más fan10sos, no se expresan de manera diferente. "Aquí en Ron1a hay veces -en efecto cada día- que prefenría tomar el coche e 1f a hacer compras en un supermercado antes que 11' a hacerlas en los pequeños comer- ClOS. Lo Ideal sería tener un buen suburbIO amencano cercano 49 LA CIUDAD POSTMODERNA a una densa cmdad Italiana. En este caso se tendría lo mejor de ambos mundos", escribe, por ejemplo, Colin Rowe'. El sue- ño de muchos amen canos -urbanIstas lncluldos- es VIVir en una cIudad con suburbIOs y serVICIOS norteamerICanos y con el núcleo de la cIudad constltludo por el centro hIstónco de una cmdadItaliana. La pesadilla probablemente sería, como en un vIeJo chISte, una periferIa Italiana y un centro de Ciudad no[- tealnencana. El modelo de referenCia no es ya el racIOnal o carteSIano, ni el orgánIco natural, S100 que es más que nunca el sueño, o IneJor, / un mundo de 1ll1ágenes hecho de sueños, deseos, ill1t9S, recuerdos. Este mundo, por el hecho de ser ImagInado, es más atractivo, atrapante y real que cualquIer otro modelo. Es un sueño compuesro, hecho de novedad pero rambién de elemenros reClclados del pasado. El vocabulano con el cual este sueño está constrUldo es el de la nosralgla y del pasado, pero también aquél de los media y la ficción. N o son sueños sOClalmenre lOdiferenres V neutrales: aun en la extrema variedad que los distingue
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