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PALABRAS DEL AUTOR 
 
 
Bastante tiempo ha transcurrido desde que se publicara la segunda edición de este libro, 
muchas cosas han sucedido en el país durante ese tiempo y más de alguna de ellas ha afectado 
en una u otro forma el desenvolvimiento de la actividad profesional en el área eléctrica en 
general y en el área de proyectos y ejecución de instalaciones de consumo en particular. Sería 
de desear que aquellos sucesos hubiese ido en beneficio de la actividad, pero a juicio del autor 
el balance general arroja un saldo un tanto intranquilizante y en algunos ítemes, desolador. 
Una sustancial modificación de la legislación que regula el accionar del área eléctrica se 
produjo entre los años 1981 y 1983 y entre las medidas adoptadas se encuentra aquella que 
nos otorga a los profesionales un aparente grado de "mayoría de edad" dado que ya no 
dependemos de la tutela, que parecía tan poco grata, de la ex Superintendencia de Servicios 
Eléctricos. Somos ahora responsables solo ante nosotros mismos por lo que hacemos, salvo 
que azar determine, en un juego de computación, que nuestro trabajo sea revisado por la 
nueva Superintendencia de Energía y Combustible. 
La implantación de esta modalidad se originó en una extraña confusión de conceptos, en el 
momento en que alguien planteó que en un país desarrollado como EE.UU., el cual 
deberíamos tomar como modelo, no existía un organismo equivalente a la ex 
Superintendencia y de allí, sin más, se extrapoló la conclusión de que el control directo, uno a 
uno, sobre proyectos e instalaciones era innecesario. No es del caso profundizar acá en la 
falacia del análisis conceptual indicado, porque si bien es cierto la primera parte de la 
afirmación es verdadera, en razón a la organización político administrativo de EE.UU. 
sustancialmente diferente a la nuestra, la conclusión que de este hecho se extrae no puede ser 
más torpe, porque la función de control que finalmente fue reducida a su más mínima 
expresión, en el país del norte es ejercida con un acentuado rigor por más de un organismo sea 
ellos de carácter privado, municipal o estadual. En el caso de las instalaciones interiores p.e. 
este control lo ejercen, en la casi totalidad de los Estados, Municipalidades, Bomberos y 
Compañías Aseguradoras, superponiendo en lo más de los casos su accionar, sin que nadie se 
moleste por ello. 
Otra importantísima función, que si bien es cierto en el papel es posible seguir desarrollando, 
al no existir un ente jurídico específico que se encargue de ellos prácticamente ha dejado de 
cumplirse, es la de Normalización, en el área eléctrica desde luego. Al quitársela a la 
Superintendencia esta facultad que tenía en la antigua ley, al derogar el DS 1270 de 1971 que 
la regulaba y al no definirse un encargado específico de este trabajo, puesto que la nueva ley 
menciona en forma genérica que es el Ministerio de Economía el poseedor de esta facultad, en 
el hecho la Normalización en este campo ha desaparecido. Es más, al hacerse todos estos 
movimientos jurídicos, sólo se dio nueva vida legal a la ex norma NSEG 4 En. 7, bautizándola 
como la Nch 4 Elec 84 y considerando que la nueva ley derogó toda la legislación relacionada 
con la antigua ley de Servicio Eléctricos, debería entenderse que normas como la NSEG 20 
En 78. la NSEG 5 En 71, la NSEG 6 En 71, NSEG 8 En 75, entre otras que regulan materias 
tan importantes como la construcción de subestaciones interiores, instalaciones i,@e 
corrientes fuertes, cruces y paralelismo, tensiones normales, han perdido su vigencia legal y si 
se siguen respetando es sólo porque son necesarias y los profesionales han tenido el suficiente 
sentido común como para no abandonar su aplicación. 
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Sin embargo, reiterando lo que en otras oportunidades se ha manifestado, una norma es 
un ente dinámico que debe estar adecuando su articulado en forma permanente, de modo de 
no ser sobrepasada por los avances tecnológicos y el sólo respeto de los principios 
establecidos, por bien intencionado que éste sea, no garantiza soluciones futuras que sean 
técnicamente aceptables y el vacío que este "descuido" de las autoridades respectivas debe ser 
corregido a la mayor brevedad, en aras de mantener un desarrollo armónico de esta actividad 
profesional. 
No estaba dentro de los planes del autor el lanzar una tercera edicion; "Introduccion" 
parecía una etapa superada y si de escribir se trataba parecía más conveniente buscar nuevos 
tópicos. A pesar de esto, por una parte debido a la constante solicitud de los interesados que 
en todo este tiempo no han dejado de inquirir por el texto y por otro lado el ver desaparecer 
del campo profesional los importantes hitos referenciales citados más arriba, los que estima 
insustituibles, lo han llevado a preparar esta tercera edición a la cual se ha agregado nuevo 
material informativo, como es el caso de la Instalación de Grupos Electrogenos y Análisis 
Tarifários , por ejemplo y se ha profundizado en el análisis de temas específicos como 
protecciones, iluminación, mallas de tierra. 
Le ha parecido también conveniente al autor hacer una breve reseña histórica del 
desarrollo del área eléctrica en el país, en la cual se podrá apreciar que no es ésta la primera 
vez que se ha presentado en nuestro medio una situación como la descrita y, algo que puede 
despertar un tanto el optimismo, errores como los 
BREVE RESEÑA HISTORICA 
La noche del 18 de Septiembre 1882, los santiaguinos pudieron observar asombrados un 
anticipo de lo que el nuevo siglo, que se avecinaba entre promisorio y amenazante, les 
ofrecería: la fachada del edificio de la Compañía Edison estaba iluminada por 200 de las 
maravillosas lámparas que apenas tres años antes había perfeccionado el inventor 
norteamericano. 
Meses más tarde, el 20 de Febrero de 1883, se instalaban los dos primeros faroles de 
alumbrado público eléctrico que conoció el país, en los costados de la Plaza de Armas, 
llamada por este entonces Plaza de la Independencia. El diario El Ferrocarril comentaba el 
hecho en los siguientes términos: 
"La Empresa (la Compañia Edison) ha obtenido el permiso de la Ilustre Municipalidad 
para colocar en la Plaza de Independencia dos faroles de cinco luces, equivalente cada una a 
treinta y dos velas de composición'. 
Agregaba más adelante: 
"Uno de los faroles está ubicado frente al Portal McCIure, en medio de los faroles a gas 
y el otro frente al Portal Fernández Concha. Hoy día se inició la colocación de los alambres 
de cobre envueltos en tubos de plomo y dentro de ocho a diez días la luz de Edison alumbrará 
nuestra Plaza principal. En el caso que a la Municipalidad le agrade la luz se colocarán 
otros dos faroles, al lado de la Catedral uno, frente al Correo el otro; entonces se firmará un 
contrato en que se estipulará que el pago de dicho alumbrado será de cuenta de la 
Municipalidad". 
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El mismo diario, días más tarde en su edición del 1' de Marzo, comentaba que esa noche 
se alumbrarían según el sistema de Edison algunas de las tiendas del Portal Fernández 
Concha, destacando en uno de sus párrafos que: 
"Son muchos los dueños de negocios que se interesan en instalar el nuevo alumbrado, 
pero ello no es posible por no contarse con trabajadores competentes para tender los 
alambrados y además el motor que produce la energía apenas da abasto para dos mil luces". 
Se trataba de un generador de 10 kW, movido por un motor de vapor alimentado por una 
caldera calentada con leña, puede apreciarse de esto que las ampolletas empleadas alcanzaban 
la increíble potencia de 5 kW cada una. 
De este modo el problema eléctrico había quedado planteado en toda su extensión en 
nuestro país, sus aspectos más relevantes fueron, como acotaba el comentarista, la 
insuficiencia del sistema para satisfacer la demanda yla carencia de especialistas que 
pudieran resolver los problemas originados en las instalaciones. 
De paso una disgresión, estando a más de cien años de los hechos comentados y ya en las 
puertas del siglo XXI, pareciera no haberse presentado aún un acontecimiento-manteniendo 
las adecuadas proporciones - que afecte tanto la vida del hombre común de nuestro país como 
aquel humilde encendido de unas cuantas lámparas incandescentes; pudiera ser que el uso 
computador personal, el cual cada día es más poderoso, llegue a ser el equivalente de aquel 
suceso; sin embargo, no parece aún tan claro que aquel pueda participar en forma tan 
cotidiana como lo ha hecho la energía eléctrica en la vida cada uno de nosotros. 
La subsecuente problemática originada en aquellos días de fines del siglo pasado fue 
creciendo en tal forma y velocidad que no pudo ser en modo alguno prevista por aquellos que 
la iniciaron. Los impactos económicos, sociales y técnicos que se provocaron fueron de tal 
modo incisivos que requirieron de una adecuación del modo de pensar nacional y, si bien es 
cierto según puede apreciarse en un estudio histórico del proceso - la respuesta política 
administrativa no fue todo ágil y oportuna que hubiera sido deseable, debe anotarse como 
punto a favor que fue nuestro país el primero en Latinoamérica que contó con un cuerpo legal 
para regular estas materias. 
Volviendo al desarrollo de aquel incipiente sistema eléctrico, este fue creciendo en forma 
desordenada como una serie de instalaciones independientes alimentadas por sus propias 
fuentes de energía en la medida en que los comerciantes o las grandes fortunas de la época se 
interesaron en contar con este adelanto; es así que puede anotarse como dato anecdótico que 
la primera residencia particular que contó con energía y un ascensor eléctrico entre su primer 
y segundo piso fue el ya entonces famosos Palacio Cousiño. 
Entretanto la tecnología de uso de la energía eléctrica progresaba aceleradamente, 
viéndose que ella era una excelente solución al problema del transporte urbano, el cual 
empezaba a insinuarse como serio, los tranvías eléctricos empezaron a desplazar con grandes 
ventajas a los llamados tranvías de sangre, los cuales eran arrastrados por caballos. 
 
La presión pública que demandaba contar con estos adelantos obligó a la Municipalidad 
de Santiago a llamar, el año 1896, a propuesta pública para la instalación de un sistema de 
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alumbrado público y particular y la implementación de un sistema de transportes urbanos 
servido por energía eléctrica. 
El 13 de Enero de 1897 el acuerdo Municipal sobre la propuesta favoreció a la firma 
londinense Parrish Bros., quienes, el 5 de Septiembre del mismo año firmaron contrato con la 
Municipalidad en el cual se les entregaba la concesión de explotación de la mencionadas 
instalaciones y se les otorgaban las autorizaciones respectivas para el tendido de vías férreas y 
líneas eléctricas. Durante el transcurso del mismo año la mencionada empresa inició la 
construcción de la Central Mapocho, ubicada en la esquina de las actuales calles Mapocho y 
Almirante Barroso; esta central fue puesta en servicio el 1' de Junio de 1890 con tres unidades 
generadores Franco-Tossi de 676 kW cada una, con una tensión de 460/550 Volts, en 
corriente continua. 
Esta central térmica sufrió sucesivas ampliaciones entre esa fecha y 1924, a fin de 
satisfacer la demanda siempre creciente y prestó sus servicios hasta fines de la década del 50, 
siendo desmantelada en 1963. 
Pese a lo dicho, por diversas razones, la firma Parrish 'no llegó a usufructuar de sus 
inversiones y transfirió su contrato, por escritura pública del 5 de Enero de 1899, a la Chilean 
Electric Tranway and Lighting Limited S.A., también con domicilio en Londres y formada 
por inversionistas ingleses y alemanes. 
En forma paralela otras ciudades y localidades del país habían mostrado interés en 
participar de las bondades de este avance técnico y es así que en 1899 se forma la Compañía 
Eléctrica de San Felipe y casi simultáneamente con la inauguración de la Central Mapocho se 
inaugura en Valparaíso la Central Aldunate con dos unidades de Corriente Continua; de esta 
manera se ve al país entrando ' en las postrimerías del siglo pasado, de lleno en la era de la 
electrificación. 
Con los inicios del nuevo siglo, aunque el entusiasmo y el empuje desarrollado siguen 
siendo crecientes, empiezan a manifestarse con claridad los problemas que trae consigo la 
explotación de un sistema eléctrico: una serie de accidentes en los cuales, si bien es cierto sólo 
habían muerto caballos, atemorizaban a la ciudadanía por lo fulminante que puede ser el 
efecto de la electricidad sobre un ser vivo. Por otra parte, las autoridades edilicias y 
gubernamentales empezaron a ser asediadas constantemente por quienes reclamaban por 
invasión o destrozos de propiedad privada, provocados por el personal de las Empresas 
Eléctricas que tendían sus cables de distribución apoyándose sobre fachadas, chimeneas o 
techos de las mansiones. 
El 13 de Enero de 1897 el acuerdo Municipal sobre la propuesta favoreció a la firma 
londinense Parrish Bros., quienes, el 5 de Septiembre del mismo año firmaron contrato con la 
Municipalidad en el cual se les entregaba la concesión de explotación de la mencionadas 
instalaciones y se les otorgaban las autorizaciones respectivas para el tendido de vías férreas y 
líneas eléctricas. Durante el transcurso del mismo año la mencionada empresa inició la 
construcción de la Central Mapocho, ubicada en la esquina de las actuales calles Mapocho y 
Almirante Barroso; esta central fue puesta en servicio el 1' de Junio de 1890 con tres unidades 
generadores Franco-Tossi de 676 kW cada una, con una tensión de 460/550 Volts, en 
corriente continua. Frente a estas dificultades hubo quienes tuvieron la osadía de proponer el 
uso de postes de apoyo para el tendido de esos cables, idea que fue rechazada airadamente por 
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una gran mayoría de la ciudadanía, al considerarla atentatoria contra el desarrollo urbano 
armónico. 
 
No paraban ahí los problemas; la prensa informaba sobre una serie de pleitos que las 
empresas de distribución interponían en contra de los municipios los cuales, tradicionalmente 
pobres, no cancelaban oportunamente los consumos de alumbrado público. Además estos 
mismos municipios tampoco tenían un criterio común en cuanto a la forma de otorgar 
concesiones y las autorizaciones de tendidos de líneas para la explotación de un servicio 
eléctrico, de modo que a menudo se producían litigios por el establecimiento de servidumbres 
en los que se veían involucrados los municipios, las empresas y particulares; eran aquellos los 
dolores del parto de un gigante que estaba naciendo. 
Las dificultades alcanzaron un grado tal que amenazaban con detener el desarrollo del 
proceso, además de provocar un malestar permanente en os habitantes de las ciudades 
afectadas; esto mueve al Presidente de la República, don Germán Riesco, a presentar, el año 
1901, en un mensaje dirigido al Congreso, un proyecto de ley que regularía toda la actividad 
relacionada con la energía eléctrica. 
Casi cuatro años es debatido este proyecto entre el Senado y la Cámara de Diputados y 
pese a lo largo del plazo el debate adquiere por momentos una superficialidad abismante; se 
sustentan opiniones livianas, se citan como opiniones autorizadas a personas o entidades con 
marcados intereses en determinados aspectos del problema o, finalmente, se desestima su 
discusión por considerarlo un tema de importancia muy secundaria. En todas estas idas y 
venidas de la Cámara del Senado el proyecto crece, se encoge, cambia totalmente de 
orientación o vuelve a su idea matriz, es que en su concepción hay un toque de osadía poco 
común, inmerso como estaba el país en régimen parlamentario a ultranza, el proyecto original 
centralizaba exclusivamenteen la persona del Presidente de la República el manejo de la 
totalidad del problema eléctrico y eso era mucho más de lo que muchos parlamentarios y 
parlamentaristas eran capaces de soportar. 
Se llega a fines de Diciembre de 1903, la prensa informa al público que Santiago volverá 
a ser una ciudad oscura. 
Agotadas las conversaciones y no habiendo prosperado los intentos legales de arreglo, la 
Municipalidad comunica la imposibilidad de cancelar su deuda de trescientos mil pesos de 18 
peniques, contraída con la Chilean Electric y ésta, desde sus oficinas en Londres, envía un 
cable notificando que a contar de las cero horas del primero de Enero siguiente no encendería 
el alumbrado público hasta que no le se cancelara la totalidad de la deuda en cuestión. Esta 
situación provoca airadas reacciones en todos los sectores ciudadanos, se escuchan diversas 
voces emitiendo todo tipo de opiniones. En los últimos días del año, en sesión extraordinaria, 
el Congreso autoriza a entregarle al Municipio la cantidad necesaria, tomándola de fondos 
generales de la nación y permitiéndole salir así de su incómoda situación. 
Entre las discusiones sobre este tema se recuerda la urgencia de despachar el proyecto de 
Ley sobre Servicios Eléctricos, pero como esta es materia de la legislatura ordinaria se deberá 
esperar la apertura del ciclo legislativo para tratarlo, lo que sucederá bien avanzado el año que 
se inicia. 
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En sus últimas etapas, no habiendo acuerdo en la redacción definitiva del proyecto entre 
ambas Cámaras, este se envía a 
comisiones y le corresponde al entonces Senador y más tarde Presidente, Don Pedro 
Montt, entregar al Congreso el texto que finalmente fue aprobado como ley, bajo el numero 
1665, el 4 de Agosto de 1904; este texto, que difería muy poco del mensaje original, en una 
transcripción fiel y con la ortografía de la época decía. 
LEI Num 1665. - Por cuanto el Congreso Nacional ha dado su aprobación al siguiente: 
 
Proyecto de LEI: 
 
Artículo Iro. - La concesión de permisos para la instalación de empresas eléctricas 
destinadas al servicio público, i la autorización para ocupar bienes nacionales o fiscales con 
líneas eléctricas de cualquier especie corresponderá al Presidente de la República. 
 
A la misma autoridad corresponderá la vijílancía de las empresas i líneas eléctricas en 
lo que respecta a las condiciones de seguridad que deban ofrecer su instalación í 
funcionamiento. 
 
Articulo 2do.~ Los permisos para instalaciones eléctricas podrán otorgarse por un plazo 
de veinte años 1 para instalaciones eléctricas aéreas no podrán exceder de diez años. 
 
Articulo 3ro.- En las ciudades de Santiago y Valparaiso i en las demás ciudades en que 
hubiere tranvías eléctricos, líneas eléctricas de teléfonos, de alumbrado i demás que tengan 
por objeto la distribución de fuerza o energía eléctrica, se canalizarán subterráneamente 
dentro del recinto que fije el Presidente de la República. La canalización de las líneas aéreas 
existentes se efectuará dentro del término de cuatro años. Se exceptúan de esta disposiciónlas 
líneas destinadas exclusivamente al servicio de tranvías. 
 
Artículo 4to.- Dentro del plazo de seis meses contados desde la fecha de promulgación 
de esta le¡, las empresas de tranvías eléctricas colocarán en todos los carros que empleen 
para el tráfico, trompas o rejas salvavidas, conforme a las indicaciones que al respecto se 
prescriban en los reglamentos a que se refiere el Articulo siguiente. 
 
Artículo 5to El Presidente de la República dictará reglamentos en que se determinen las 
condiciones a que deban sujetarse la instalación i funcionamiento de los Servicios Eléctricos 
a que la presente le¡ se refiere. Ipor cuanto, oído el Consejo de Estado, he tenido a bien 
aprobarlo i sancionarlo, por tanto promúlguese i llevase a efecto como lei de la República. 
 
Santiago 4 de Agosto de 1904 - JERMAN RIESCO - M.E. Ballesteros. 
 
A través del texto de esta ley y del texto de su Reglamento, dictado el 14 de Diciembre 
del mismo año, se transparenta la preocupación primordial del legislador por un aspecto del 
problema que en el transcurso del tiempo ha ido mostrando su fundamental importancia, la 
seguridad de las personas. 
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El citado Reglamento fue la consecuencia lógica de la necesidad de definir en detalle las 
atribuciones que se le entregaban al Presidente de la República, así como la de crear un 
organismo asesor del mandatario que le informara y orientara en los diversos aspectos que 
afectaran sus decisiones. A lo largo de sus seis primeros títulos regulaba materias técnicas 
que decían relación con estaciones generadores, tendido de líneas, aspectos de seguridad en 
los sistemas de tranvías, líneas telegráficas, telefónicas e instalaciones interiores; en su título 
séptimo se daba vida al primer organismo contralor técnico que conoció el país, la Inspección 
Técnica de Empresas e Instalaciones Eléctricas, antepasado de la actual Superintendencia de 
Energía y Combustibles - SEC. 
La vida de este organismo, de innegable influencia en el desarrollo del sector eléctrico, ha 
sido controvertida y accidentada; desde su nacimiento hasta el recién pasado 85º cumpleaños 
ha sufrido doce importantes cambios en su orientación, a los que habría que sumar un 
sinnúmero de modificaciones menores en su accionar. 
Movida por los avatares de la política contingente, la presión de los intereses, la simple 
adecuación a una distinta etapa de desarrollo o la adaptación a los adelantos de la técnica y la 
tecnología, su vida institucional ha conocido de alzas y bajas. A pesar de ello su presencia en 
más de una oportunidad ha aportado un innegable factor de equilibrio y orden en el 
crecimiento de la actividad eléctrica, no abandonando jamás aquella idea matriz de 
preocuparse por la seguridad. A no dudarlo la Superintendencia, con todas sus deficiencias 
propias y las que en más de una oportunidad se le han querido achacar, ha cumplido un rol de 
primera importancia en la evolución del crecimiento eléctrico nacional. 
Uno de los puntos más notables de la vida de este servicio se produce el año 1931 en que 
se dicta la que se conoce como primera ley de Servicio Eléctricos, mediante el DFL Nro 244, 
pese a que para llegar a ella la ley original, la 1.665, ha sufrido dos modificaciones en 1924, 
ha sido derogada en 1925 y reemplazada por el DL 252, dictado por una junta militar de la 
época, el cual a su vez es modificado en 1927 mediante el DFL 700, significando cada una de 
estas modificaciones la reestructuración del organismo, cambio de nombre, variaciones 
jerárquicas o cambio de dependencia, puesto que desde el Ministerio de Interior que la cobijó 
en su nacimiento, se paseo por diversas reparticiones del Ministerio de Obras Públicas, siendo 
en su momento más bajo dependiente de la Oficina de Ferrocarriles Particulares, hoy 
desaparecida, para volver en 1931 al Ministerio del Interior en donde se mantiene, primero 
con el nombre de Dirección de Servicios Eléctricos y de Gas, hasta 1969 y luego con el de 
Superintendencia de Servicios Eléctricos de Gas y de Telecomunicaciones hasta 1982, no sin 
antes perder la tuición sobre el área de Telecomunicaciones la cual es ascendida a la categoría 
de Subsecretaría del Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones, el año 1977, mediante 
el DL 1762 de ese año. El año 1982 pasa la Superintendencia a un extraño estado de 
hibernación jurídica, puesto que el DFL 1 de ese año traspasa todas sus atribuciones al 
Ministerio de Economía sin que este texto legal se mencione su existencia; en el hecho el 
organismo mantiene su existencia física, existen sus funcionarios, existen sus edificios pero 
no existen atribuciones ni destino para ellos. Esta extraña situación jurídica se mantiene hasta 
1985 en que la ley 18.410 viene a terminar con esta indefinición; los porfiados hechos se 
imponen, pese a los muchosargumentos que se han dado en contrario, resucita esta vez como 
la Superintendencia de Energía y Combustibles, flamante dependencia del ministerio de 
Economía Fomento y Reconstrucción. Pese a esto ha perdido en el camino parte importante 
de sus atribuciones, no tiene ya ingerencia alguna en la fijación de tarifas y ha perdido la 
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facultad de dictar normas, por ejemplo, significando esto último que el impulso a la 
normalización en el área eléctrica que partió en 1969 y tuvo su máximo desarrollo entre los 
años 1971 y 1979 esté a la fecha virtualmente paralizado. 
Mientras desde el punto de vista político administrativo se trataba de perfeccionar el 
control del proceso de electrificación, concordante con lo azaroso de esa búsqueda, éste 
avanzaba dificultosa y desordenadamente, impulsado por iniciativas privadas no siempre 
coherentes en sus objetivos, lo que originaba la aparición, desaparición, absorción o traspaso 
de diversas empresas eléctricas. 
Es así como la ya mencionada Chilean Electric se le suman la Compañía General de 
Electricidad Industrial, CGEI, en 1905 y la Compañía Nacional de Fuerza eléctrica, 
CONAFE, en 1919 En 1921, con los aportes de la Chilean Electric y la CONAFE se funda la 
Compañía Chilena de Electricidad y entre los años 1929 y 1931 entra en el ambiente la 
American Foreing Power Co., quién toma el control de una serie de Empresas de distribución 
en las provincias de Santiago, Valparaíso y Aconcagua y las agrupa bajo el nombre de la ya 
existente Compañía Chilena de Electricidad, para finalmente, con la razón social de South 
American Foreign Power Co., logra obtener del gobierno de la época la firma de un contrato - 
ley que otorgaba a esta Empresa una concesión por 90 años. Este contrato fue el resultado del 
conocido como convenio Ross~Calder y que significaba para la South American un régimen 
de excepción por cuanto quedaba fuera del campo de aplicación de la ley de Servicios 
Eléctricos. 
Todos estos ajuste, aún significando avances de importancia tenían al país aún lejos de 
alcanzar la plena satisfacción de sus necesidades energéticas; es así que a fines de 1930 se 
tenía una potencia instalada en todo el territorio nacional de 302 MW, de los cuales el 53% 
correspondía a servicios privados, básicamente constituido por la gran minería del cobre y del 
salitre, cuya explotación estaba por esos entonces en manos de empresas extranjeras. El 
Servicio público estaba preponderantemente en manos de la Compañía Chilena de 
Electricidad. 
A fines de 1940 el panorama en lugar de mejorar se podía considerar peor porque , a 
pesar de haber aumentado la potencia instalada a 487 MW, más del 60% correspondía a 
servicio privado, lo cual se traducía en continuos racionamientos en el servicio público. Sin 
embargo, la situación empezó a cambiar sustancialmente con la creación de CORFO, en 1939. 
La formulación del plan nacional de Electrificación, desarrollado sobre la base de un estudio 
presentado al gobierno por el Instituto de Ingenieros de Chile y la creación en 1942 del 
Departamento de Energía y Combustibles de CORFO, el cual dio origen en 1944 a ENDESA 
operaron este cambio. Es así que a fines de 1950 la potencia instalada había alcanzado a 774 
MW de los cuales 390 pertenecían ahora al servicio público, vale decir se había logrado 
superar la barrera del 50% para este sector. Otro antecedente importante de destacar es que 
hasta la formulación del Plan de Electrificación la potencia generada era básicamente térmica 
y a fines de 1950 era fundamentalmente hidráulica, tendencia que se ha mantenido hasta la 
fecha. 
No obstante lo anotado, hasta los años considerados las tasas de crecimiento eran aún 
insuficientes para satisfacer las necesidades del país, por cuanto asentar una infraestructura 
eléctrica requiere de muy fuertes inversiones y los desequilibraos económicos producidos por 
la crisis mundial de 1930, seguidas por las fuertes presiones inflacionarias provocadas por la 
segunda guerra mundial no permitieron efectuarías. Por otra parte si bien el Estado había 
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asumido un papel protagónico en esta actividad, no podía quedar huérfano del apoyo 
financiero privado y éste se encontraba desalentado por la baja rentabilidad que la ley vigente 
a la fecha fijaba al capital, la cual resultaba insuficiente para compensar la pérdida de valor 
del dinero provocada por la inflación. 
En las circunstancias anotadas las tasas crecimiento, que en los decenios anteriores se 
habían empinado hasta el 6% y eran aún insuficientes, estaban alcanzando en le decenio de 
los 50 apenas al 3,9%. Fueron estas condiciones las que llevaron en esa oportunidad a la 
modificación de la ley de Servicios Eléctricos, en 1959 y a la modificación del convenio 
Ross-Calder el mismo año. A través de estas modificaciones se buscó incentivar la inversión 
privada en el sector para permitir el autofinanciamiento de las Empresas y de sus planes de 
expansión; además la firma del nuevo convenio entre el Estado y la South American puso 
término al trato discriminatorio del capital foráneo en perjuicio de los inversionistas 
nacionales y dio origen a CHILECTRA, la cual quedaba sometida a la aplicación de ley de 
Servicios Eléctricos. 
Todas estas medidas se tradujeron en un sustancial aumento de la potencia instalada y de 
las tasas de crecimiento, las que alcanzaron en la década 1960 - 1970 a 6, 5% en promedio 
general y un 7,2% en el sector servicio público. La potencia instalada alcanzó en tanto los 
2.143 MW. El crecimiento sostenido desde entonces ha llevado al país a contar, a fines de 
1988 con una potencia instalada de 4.050 MW con una producción de energía 16.880 GWh 
(millones de kWh), las tasas de crecimiento acumulativo de la última década ha sido del orden 
de 3,5% y la proporción de la potencia instalada destinada al servicio público alcanza a cifras 
del orden del 75%. 
No se considera en estas cifras, por no disponer de estadística confiables al respecto, el 
aporte del servicio privado en la generación durante horas de punta. En efecto, como 
resultado de la aplicación de las políticas tarifarias de acuerdo a la nueva ley de Servicios 
Eléctricos, a una parte importante de los consumidores industriales le ha resultado 
económicamente conveniente generar su propia energía en el período de 1 de Mayo al 30 de 
Septiembre de cada año entre la 18 y 23 horas de cada día, período durante el cual la energía 
vendida por las empresas de servicio público es de un precio considerablemente superior a la 
del resto del año. Según apreciaciones generales se estima que la potencia instalada en esta 
forma puede alcanzar a cifras del orden de 100 MW, repartidos en algunos centenares de 
instalaciones de potencia unitaria variable. No es claro la conveniencia para el país el 
resultado de la aplicación de este criterio pues, si bien es cierto es lógica la idea del cobro 
diferenciado en horas de punta, por una serie de razones largas de analizar pero muy 
justificadas, no parece tan lógica la solución a la que se ha llegado en la que casi se ha 
obligado a los industriales a instalar grupos electr6genos, que son equipos de importación 
100%, que consumen petróleo, una proporción muy importante del cual se sabe que proviene 
de importación, que además consumen repuestos también 100% importados, todo lo cual 
significa un importante consumo de divisas a lo que además debe sumarse el hecho que al 
estar esta gran potencia fraccionada en una multiplicidad de pequeñas instalaciones operadas 
con una gran diversidad de modalidades y criterios la eficiencia media alcanzada debe ser 
necesariamente muy baja. Y contra todo esto no es posible argüir que es problema privado, 
esta carga financiera finalmente, de una u otra forma la absorbe el país. Tal vez 
sería conveniente, aceptando que el criterio general de la estructura tarifaria es sano, revisar 
los valores de cobrados por laenergía de modo de evitar la distorsión que se está señalando. 
 
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En el contexto descrito, con la construcción de algunas centrales térmicas sobre la base 
de turbinas a gas para prevenir los problemas originados en condiciones de sequía como las 
que periódicamente se presentan en nuestro país, con la entrada en servicio de las centrales en 
construcción tales como Canutillar, Alfalfal, Pehuenche y con el desarrollo de los proyectos 
actualmente definidos ENDESA, como lo son la Central Pangue de 400 MW hidráulica, y 
Huasco con 200 MW térmica a carbón, el futuro energético del país puede esperarse con 
tranquilidad. 
Vale la pena también dar un rápido vistazo al segundo rubro que en los primeros párrafos 
de esta reseña se destacó como parte importante del problema eléctrico, la existencia de 
especialista que diseñan, construyan y operan los sistemas eléctricos. 
En este aspecto debe hacerse una neta diferenciación en las áreas que podrían 
denominarse como macro-sistemas y microsistemas, pretendiendo englobar en los primeros a 
los sistemas de generación, transmisión y distribución de grandes potencias y en los segundos 
a las instalaciones de consumo de energía, las llamadas por la legislación vigente 
"instalaciones interiores". 
El desarrollo de la ingeniería de Macro-sistemas ha sido en el país de una línea evolutiva 
ascendente, las casas de estudios superiores han ganado en este campo, como en otros, un 
prestigio reconocido a nivel continental y los profesionales del áreas, colocados sobre esta 
base y enfrentados a una geografía extremadamente difícil han ganado una experiencia que 
los ubica en una primera línea. 
Es distinto el aspecto que ofrece el área de los microsistemas, históricamente el área de 
ejecución de instalaciones fue socialmente mal mirada en el país, como lo fue en sus inicios la 
Ingeniería, que no era vista como una profesión socialmente apreciable, se puede estimar que 
esto hizo que los profesionales, que fueron creándose con su desempeño un lugar notable en 
la sociedad, se resistieran a entrar en este campo de una importancia aparente tan secundaria y 
por ende menospreciado. En los inicios de la actividad a quienes le cupo enfrentar la 
responsabilidad de construir y operar aquella primeras instalaciones fue a maestros con escasa 
o ninguna formación técnica y que se fueron forjando en la dura escuela del "echando a perder 
se aprende", guiados, no siempre en la mejor forma, por los gringos que venían con los 
equipos que se importaban. 
Una escuela en la época se empezó a preocupar del vacío de enseñanza que se apreciaba 
en esta área, la vieja y desaparecida Escuela de Artes y oficios que a fines del siglo pasado, 
según consta en los Diarios Oficiales del momento, producía maestros especializados a razón 
de unos tres o cuatro al año. En 1915 esta misma escuela percibió la necesidad de avanzar un 
grado más en la enseñanza técnica y prohijó a la Escuela de Técnicos Industriales con un 
nivel académico comparable al de cualquier escuela de Ingeniería en el mundo. En sus 
Talleres y Laboratorios se formaron por ejemplo los primeros Despachadores de Carga 
cuando, en un golpe de audacia, sus profesores y alumnos de los últimos cursos, por allá por 
fines de la década del 30, a escondidas, pues era muy posible que nadie se hubiera atrevido a 
autorizarlos si avisaban de su intento, pusieron en paralelo por primera vez la central propia 
de la Escuela formada por tres alternadores de 100 kW y la red de Compañía Chilena de 
Electricidad. 
 
20 
 
El año 1976, sin pena ni gloria, la vieja Escuela fue asesinada por un burócrata cualquiera 
al cual, con toda seguridad, ni siquiera le tembló la mano al firmar al Decreto de extinción, 
poniendo fin a una institución tradicional más que centenaria. Hasta donde llega la 
información del autor, este es el único país del mundo que ha sido capaz de cometer un 
crimen de lesa educación semejante; el hacer desaparecer como si fuese un material 
desechable una Escuela cuyos egresados se han paseado por el mundo y son aun reconocidos 
a nivel latinoamericano, es algo que difícilmente puede caber aún en la mente más afiebrada; 
si sólo con un poco de imaginación y empeño esa escuela pudo haber llegado a ser el Instituto 
Tecnológico Nacional (¿Será aún tiempo de recuperarla?). 
Volviendo al quehacer profesional, la entonces Dirección General de Servicios 
Eléctricos, en una de sus tantas etapas, se vio forzada a crear una categoría especial de 
profesional, el Instalador Electricista Autorizado y por la potestad de la ley era ella quien 
calificaba su capacidad profesional entregándole un permiso obtenido a través de un examen. 
La incorporación de profesionales con formación académica a este registro fue tardía y hasta 
donde se ha podido seguir la pista, el primer ingeniero inscrito en estos registros fue James 
Carr, un norteamericano, fundador además de una de las primeras, si no la primera, fábrica de 
transformadores del país, todo esto en la década de los cuarenta. 
La dictaci6n del DFL 2 en 1959, el cual diera un fortísimo impulso a la construcción de 
viviendas, vino a despertar el interés de algunos profesionales universitarios por adquirir la 
calidad de Instaladores, pero, lamentablemente es decirlo, el interés mostrado obedeció más 
bien a razones comerciales que a una inquietud puramente profesional. 
La incorporación de nuevos profesionales a este registro siguió siendo lenta hasta el año 
1975, fecha en que se empezó a producir un interés desbordante por la actividad, motivado 
esta vez por la crisis económica de esos años, la que obligó a los profesionales a buscar en 
esta actividad una fuente alternativa para entonar sus restringidos presupuestos personales. 
Este fenómeno se acentuó durante la crisis de 1981 y siguientes, de modo que el actual 
registro es preponderantemente integrado por profesionales, sumado a esto el hecho de que la 
actual legislación faculta a los profesionales del área para ejercer esta profesión sólo estando 
en posesión del título universitario. 
Pese a que esta situación debiera haber producido resultados beneficiosos, no puede 
apreciarse con claridad que haya sido as¡ dado que, en una forma simplista de analizar el 
problema de formación profesional, se ha pensado hasta la fecha que basta la formación 
académica general para obtener como resultado un buen instalador, negándose a reconocer el 
hecho de que la tecnología involucrada que este accionar ha alcanzando ya una complejidad 
tal que la profesión de instalador implica necesariamente una formación altamente 
especializada, que por el momento no la entregan las Universidades o Institutos Profesionales. 
Lo dicho, sin embargo, no debe entenderse como una descalificación a los instaladores, 
habiendo trabajado por años en estrecho contacto, el autor siente por ellos un gran respecto y 
aprecia la capacidad y responsabilidad mostrada en la generalidad de los casos. El 
pensamiento es que en las actuales condiciones se debe desperdiciar una parte importante del 
potencial profesional por la falta de orientación en cuanto a las posibilidades de 
perfeccionamiento, la falta de una adecuada información especializada, carencia que explica 
en gran parte el éxito de este texto de alcances tan modestos. 
21 
 
Si se ha de tomar como modelo a países desarrollados tal vez sea una de las mejores 
posibilidades de imitar. Se ha de buscar, como en aquellos países la fórmula para 
perfeccionar a los profesionales del área tecnológica, como lo son en el caso planteado los 
instaladores, las Universidades deberían despojarse un tanto de su actual aire de aparente 
superioridad y aceptar una verdad tan simple como que el trabajar en el proyecto y ejecución 
de instalaciones de consumo es también hacer Ingeniería. La finalidad de un instituto superior 
no debe ser exclusivamente la de formar investigadores, magisters o doctores~ si bien a nadie 
se le ocurriría oponerse a ello - debe existir también un espacio vital en puedan desarrollar y 
perfeccionar sus aptitudes quienes han seguido el camino de la aplicación tecnológica de sus 
conocimientos. 
Una Línea de acción posible sería tal vez la de organizar, al amparo de las Universidades, 
Seminarios, Convenciones, Foros, Panales de Trabajo que le permitan a los profesionales 
estar al día en cuanto a los adelantos en tecnología de materiales y de métodos. Este quehacer 
se estima que además se traduciría necesariamente en un proceso de normalización masivo y 
macizo, proceso que deberá responder a la realidad tecnológica nacional tan nuestra, que hace 
en mucho casos imposible la simple traducción de normas internacionales, como lo 
han propuesto en más de alguna oportunidad algunos académicos tan profundamente 
desvinculados del quehacer profesional diario. 
 
A modo de concluir esta reseña seria importante empezar a pensar, con bastante retraso 
tal vez, pero de una vez por todas, como va a afectar a nuestro subdesarrollado país el cambio 
de sistema de Unidades en EE.UU. Este cambio, programado en 1970 para producirse en 
1980, fue en aquel año postergado con grandes explicaciones a la comunidad tecnológica 
internacional hasta 1985 oportunidades que sin mayores explicaciones se lo postergó por 
plazo indefinido. Según la última información disponible 1990 es la fecha definitiva para el 
cambio. 
 
La pregunta es hasta donde este cambio va a afectarnos. Por de pronto una parte 
importante de la maquinaria industrial instalada en los últimos años es de segunda mano y de 
procedencia norteamericana. La razón de esto es que maquinaria de niveles y calidad de 
producción no conocidas en el país, está en su país de origen totalmente depreciada y está 
fabricada según el sistema de unidades inglés, en tanto la maquinaria que la está 
reemplazando está ya construida en el Sistema Internacional de Unidades, nuestro viejo y 
conocido Sistema Métrico totalmente remozado corregido y aumentado. Se está adquiriendo 
entonces chatarra de lujo, para la cual en un futuro no existirán repuestos, nuestro país que 
adoptó el sistema métrico como oficial para la República por ley al año 1849, se verá obligado 
a seguir defendiendo la aplicación del sistema inglés porque una parte muy importante de un 
parque industrial está formado por maquinarias construida según ese sistema. 
 
Es interesante preguntar que se está haciendo al respecto, pregunta que por lo demás se 
ha formulado en repetidas oportunidades en el pasado. Se ha argumentado en aquellas 
oportunidades pretéritas que por ser un país subdesarrollado estamos condenados a aceptar 
esta situación con una posición fatalista y, por lo demás, en este problema no estamos solos, 
por el contrario nuestros compañeros de sufrimiento son numerosos. Vale la pena recordar en 
esta ocasión la opinión popular generalizada sobre los males de muchos. 
22 
 
EL EMPALME 
 
1.0. ASPECTOS GENERALES 
 
El Empalme está constituido por un conjunto de materiales y equipos eléctricos cuya finalidad 
es servir de interconexión entre la red de servicio público y una instalación interior; 
proporciona además un punto de medición de la energía eléctrica que dicha instalación 
consume, registrándose también en algunos casos contemplados en la estructura tarifaria 
fijada por ley, la potencia que se demanda de la red. Ver Apéndice I "Análisis de tarifas". 
 
Básicamente un Empalme está formado por los siguientes componentes: 
 
- Acometida, son los conductores y sus accesorios de canalización que van entre la red de 
distribución y el punto de soporte de la caja de empalme, el cual puede ser un poste adosado a 
un muro de la edificación de la propiedad considerada. Atendiendo a las condiciones 
impuestas por la red pública o por el terreno mismo, esta acometida puede ser aérea o 
subterránea. 
 
- Bajada, son los conductores y sus accesorios de canalización que van entre el punto de 
anclaje de la acometida y la caja de empalme; sirven para unir a aquella con los equipos de 
protección y medida.Se entiende aplicado este concepto solo a los empalmes con acometida 
aérea, por cuanto en tales casos hay un cambio de tipo de conductores y canalización entre la 
acometida y la bajada; no sucede lo mismo en los empalmes de acometida subterránea en los 
cuales la canalización entre la red pública y la caja de empalme es única y continua. 
 
- Caja de Empalme, es una caja o gabinete metálico que contiene él o los equipos de medida, 
la protección del empalme y eventualmente una regleta especial de conexiones que permite, 
entre otras cosas, intercalar medidores patrón con el fin de contrastar el equipo de medida y 
eventualmente calibrarlo. 
1.1. CIJKSIFICACION DE LOS EMPALMES 
 
Los Empalmes se agruparán según los siguientes criterios de clasificación como sigue: 
Según fases empleadas 
 Monofásicos simples 
 Monofásicos pareados 
 Monofásicos colectivos 
 Trifásicos 
Según su forma constructiva 
 Aéreos 
 Subterráneos 
Según la tensión de conexión 
 En alta tensión 
 En baja tensión 
23 
 
Según forma de medición 
Con medición directa 
1. Con medición a través de transformadores de medida (de corriente y/o voltaje) 
2. Con medición sólo de energía activa (kWh) 
3. Con medición de energía activa (kWh) y energía reactiva (kAR) 
4. Según la tarifa aplicada (Ver Apéndice I) 
5. Sólo con medición de energía activa 
6. Con medición de energía y demanda contratada. 
7. Con medición de energía y medición única de demanda. 
8. Con medición de energía y medición diferenciada para la demanda en horas de punta y 
la demanda fuera de horas de punta. 
En los dos últimos casos se mide también la energía reactiva como parte de aplicación de la 
tarifa respectiva y en el antepenúltimo caso, esta medición se hace de acuerdo a la capacidad 
del Empalme, ver Tabla N' 1.3. 
1.2. CAPACIDAD Y DESIGNACION DE LOS E14PALMES 
 
Entre los años 1970 y 1987 estuvo trabajando una Comisión de la Asociación de Empresas de 
Servicio Público con la participación de la entonces Superintendencia de Servicios Eléctricos 
y Gas, actual de Energía y Combustibles, SEC. El objetivo de esta Comisión era elaborar una 
normalización a nivel nacional, completa en cuanto a la ejecución, capacidades materiales, 
etc, de empalmes; este trabajo condujo a la dictación de las normas NSEG 12 En. 79 y NSEG 
14 En. 76. 
Lamentablemente, por la defección de una de las Empresas integrantes, cuyos representantes 
no supieron ver los alcances y ventajas para el país y contar con un cuerpo normativo sólido y 
coherente como era el planteado, el trabajo de esta Comisión se paralizó y gran parte de sus 
frutos se han perdido. 
En tales condiciones se citará la nomenclatura y capacidades de los Empalmes de 
CHILECTRA que es la más completa a nivel nacional y en cierta medida está enmarcada 
dentro de la orientación definida por aquella Comisión. 
En la tabla N' 1.1 se dan las capacidades y designaciones de los Empalmes entregados por 
CHILECTRA, en Baja Tensión; en la nomenclatura indicada los distintos índices tienen los 
siguientes significados: 
A - Empalme aéreo 
S - Empalme Subterráneo 
R - Empalme con medición de energía activa y reactiva. La ausencia de este índice señala 
que sólo se mide energía activa. 
 
Cifra n@rica - Es sólo una cifra de identificación cuyo monto corresponde al valor de la 
capacidad máxima del empalme expresada en KVA, redondeada a un múltiplo de tres o a la 
decena más próxima. 
 
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Ejemplo: La designación AR-100, corresponde a un empalme aéreo, con medición de 
energía activa y reactiva con una capacidad del orden de 100 kVA (el valor real de la 
capacidad máxima es de 94, 5 kVA). 
 
En la Fig. 1.1 y siguientes se muestran las disposiciones de montaje de los diversos empalmes 
en Baja Tensión.25 
 
 
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En cuanto a los Empalmes en alta tensión no existe una clasificación explícita de las distintas 
alternativas constructivas de ellos. Básicamente un empalme en alta tensión podrá tener 
medición en baja tensión, instalando el equipo de medida aguas abajo del transformador de 
potencia o medición en alta tensión utilizando transformadores de medición. 
En cuanto a fijar una capacidad límite para construir un empalme en alta o baja tensión no 
existe un criterio rígido sino que se siguen las líneas generales que se indican: 
 Por razones obvias la existencia de un empalme en AT será obligado cuando en una 
zona sólo existe red de distribución de AT y la implementación de un empalme en BT 
sea económicamente inconveniente. 
 En el caso de existir redes de BT se prefiere limitar la potencia entregada en baja 
tensión a valores no superiores a 100 kVA en zonas de redes aéreas. 
 En zonas de distribución subterránea la capacidad para los empalmes de BT puede ser 
mayor, sobre todo en la zona del centro de Santiago conocida como Network en donde 
en condiciones excepcionales se dan potencias superiores a los 340 kVA tabulados 
como capacidad normal. 
 
 1.3. DISPOSICIONES NORMATIVAS SOBRE EMPALMES 
 
 1.3.1 Empalma en B.T. 
Respecto a la ubicación de las cajas de empalme, las cuales contienenel equipo de medida y 
sus protecciones, la norma N Ch Elec 4/84 establece que en el caso de BT éstas podrán 
montarse sobre una fachada de la edificación, si dicha fachada queda ubicada dentro de un 
semicírculo de 15 m de radio cuyo centro se encuentre en la puerta de acceso de la propiedad; 
en caso contrario deberán montarse sobre un muro o poste ubicados próximos a la línea de 
cierre de la propiedad, dentro del límite señalado. En la fig. 1.0 se ilustra gráficamente el 
alcance de esta disposición. 
1.3.2. Empalmes múltiples 
Para los edificios de altura se establecen en la norma tres modalidades de ejecución de 
empalmes, a saber: concentrados, verticales y mixtos. Este mismo criterio puede aplicarse a 
colectivos horizontales extensos en que produzcan condiciones similares de un edificio de 
altura. 
 
 
 
 
 
 
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En los empalmes concentrados, todas las cajas de empalme de las distintas dependencias y 
servicios del edificio estarán ubicadas en un recinto único destinado a este fin. La norma 
acepta este tipo de ejecución sólo para edificios de hasta 5 pisos con cuatro departamentos u 
oficinas independientes por piso, si a éstos sumamos la existencia de un empalme monofásico 
para alumbrado general y uno trifásico para fuerza (ascensores y bombas de agua, si existen) 
ello nos daría un máximo de 22 empalmes concentrados en este punto único. 
 
Esta disposición, que corresponde a la situación planteada por una forma constructiva típica, 
puede ser obviada cuando por razones de diseño arquitectónico se produce una gran 
concentración de oficinas o locales comerciales por piso; en tal caso la Norma acepta que el 
número de empalmes que puedan concentrarse sobrepasen a la cantidad fijada anteriormente 
sin fijar un límite. Esta condición se presenta por ejemplo en galerías comerciales, en las que 
existe una gran cantidad de locales de superficie generalmente pequeña. 
 
La Empresa Eléctrica alimenta estos empalmes a través de un 
 
 
 
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arranque de la red que llega a una caja de fusibles y de allí pasa a una caja de distribución 
desde donde se deriva a cada empalme; en las Figs. 1.2 a 1.3 se muestra una disposición típica 
de empalme concentrado. 
 
Por otra parte la Norma CHILECTRA EN-1101 establece respecto de los empalmes para 
edificios colectivos de altura que, en este tipo de edificios, cuando exista red o arranque de 
distribución en ambos extremos de ellos, se aceptará que los empalmes queden concentrados 
en estos puntos, pudiendo existir un único nicho de empalmes en cada extremo, con una 
disposición similar a la mostrada en la Fi.g. 1.2.1. 
 
Cuando se exceden las limitaciones impuestas a la concentración de empalmes, éstos se 
pueden ejecutar en su modalidad vertical, en cuyo caso se colocarán las cajas de empalme 
piso por piso, o bien, en la modalidad mixta en la cual se pueden concentrar empalmes de 
grupos de pisos sin que se sobrepasen las condiciones impuestas en cada punto de 
concentración. En la fig. 1.2.2 y 1.3 se muestran gráficamente ejemplos de estas modalidades 
de ejecución. 
 
La norma termina exigiendo la presentación de un detalle de montaje de los empalmes dentro 
del proyecto general de la instalación; la forma de desarrollar este detalle se muestra en la fig. 
1.2.3 y con el fin de facilitar el análisis de caso particular se incluye la fig 1.4 con las 
condiciones que impone CHILECTRA para la ejecución de este tipo de empalme, así como 
también en la fig. 1.2.5 se muestran las dimensiones de las cajas de derivación y de fusibles. 
 
 
1.3.3 Empalmes en AT 
 
Los empalmes en AT pueden presentar las siguientes alternativas: empalmes a la intemperie, 
los que adoptan generalmente la forma constructiva de un empalme aéreo como el mostrado 
en las figs 1.12 y 1.12.2 o bien, un caso mucho menos frecuente, un módulo de medición en 
subestaciones modulares, y los empalmes dentro de construcciones los que tienen, de acuerdo 
a las exigencias de CHILECTRA, la forma de montaje que se muestran en las figs. 1.12, 1.13 
y 1.14. 
 
Estas figuras citadas son bastante elocuentes en cuanto a la disposición de montaje de estos 
empalmes, razón por la cual no se harán mayores comentarios sobre el tema. 
 
 
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1.4. ALGUNAS CONSIDERACIONES BASICAS DE SEGURIDAD 
 
 
Al respecto a ciertas consideraciones mínimas de seguridad hará que el funcionamiento de los 
empalmes está libre de todo problema y sea eficiente. 
 
En primer lugar, en el caso de los empalmes múltiples y en empalmes en AT, el recinto o 
nicho en que estos estén ubicados deberá tener esa única y exclusiva finalidad; por lo tanto, no 
se deberá usar estos lugares como bodega de materiales o desperdicios, ni como sitio de 
estadía de personal, costumbres que lamentablemente en nuestro medio son muy usuales. 
 
Estos nichos no deben tampoco compartir su espacio con empalmes de agua potable o gas y 
en caso de estar en recintos cerrados los empalmes de otros servicios deben estar en recintos 
separados. Es permisible, sin embargo, que en un nicho o recinto eléctrico existan empalmes 
telefónicos, siempre que el sistema eléctrico no produzca interferencias en las comunicaciones 
y siempre que ambos servicios dispongan de los adecuados espacios de operación, de modo 
que los trabajos que sean necesario efectuar en un sistema no comprometan la seguridad e 
integridad del otro. 
 
1.5 COMENTARIO FINAL 
 
Pese a que por tratarse de una reimpresi6n y no de una nueva edición, no se han incluido 
nuevas materias respecto del texto publicado en 1990, los fuertes cambios de criterio 
producidos en cuanto a la normalización sobre concentración de empalmes han obligado a 
intercalar este comentario, a propósito de las actuales condiciones establecidas por las 
Empresas Eléctricas, en particular por CHILECTRA, sobre esta materia 
 
Es así que, a despecho de cualquier opinión en contrario fundamentada o no, CHILECTRA, 
sobrepasando a juicio del autor el marco legal vigente, ha desechado en la práctica la 
aplicación del concepto de empalmes distribuídos, inclinándose por la forma constructiva de 
empalmes concentrados para los edificios de altura y similares. 
 
En esto ha contado con el acuerdo tácito de las empresas constructoras, para quienes parece 
lesivo a sus intereses el proveer de espacio para la construcción de empalmes piso a piso o por 
zonas de un edificio, pareciéndoles mas funcional a sus necesidades el entregar un único 
espacio de concentración, de lasdimensiones lo mas reducidas y en la ubicación menos 
notoria posibles. 
Todo esto trae como consecuencia la aparición de un microsistema de distribución entre los 
empalmes y las instalaciones individuales, el que sería parte de la instalación interior de 
acuerdo a la legislación vigente, pero que por ocupar espacios comunes del edifico se 
transforma de hecho en tierra de nadie; a esto se suma la aceptación más o menos formal por 
parte de SEC del uso de escalerillas portaconductores para la canalización de los 
alimentadores integrantes de este microsistema. 
 
En esta última situación, aceptada de hecho por la sola potestad funcionaria, puesto que no 
puede considerarse que sea una norma establecida atendiendo a que no se cumplió con las 
correspondientes tapas de estudio, la más importante de las cuales es la consulta pública, el 
autor ve los siguientes inconvenientes: 
 
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Por razones de defender a ultranza sus intereses económicos propios, las empresas 
constructoras asignan a los espacios de canalización de estos alimentadores dimension,- 
insuficientes en la proporción mayoritaria de las construcciones; esto trae consigo ue, en 
general, las normas sobre canalización de conductores en escalerillas no se respeten, 
instalándose un mayor número de conductores que los aceptados por la norma. Esto, que 
podría subsanarse aplicando factores de corrección a la capacidad de transporte de los 
conductores, no puede solucionarse dado que estos actores de corrección deberían aumentar 
las secciones de conductor necesitándose por ello un mayor espacio de instalación; como 
puede preciarse se está entonces ante un círculo vicioso creado por una disposición adoptada 
sin mayor análisis. 
 
No existe un criterio de inspección y mantención de estos alimentadores pues en la mayoría 
de los casos los usuarios ni ¡quiera tendrán conocimiento de su existencia, ni menos que son 
de u responsabilidad; por otra parte no pueden considerarse como responsabilidad de la 
administración del edificio puesto que son na propiedad privada y no un servicio común pese 
a ocupar areas omunes. 
 
En las precarias condiciones descritas la integridad de los alimentadores no puede 
garantizarse responsablemente y este espacio pareado de canalización común es una fuente 
potencial de fallas. 
 
Al no existir separación física entre alimentadores de distintos propietarios, una falla en uno 
de ellos puede llegar a comprometer la totalidad de los otros usuarios o, con suerte, a los 
inmediatamente contiguos a los conductores fallados, quedando estos usuarios totalmente 
indefensos frente a esta contingencia dado que 
no existen responsables al no contravenirse ninguna norma construyendo las instalaciones de 
esta manera. 
 
- Por lo mismo cada usuario está expuesto a que algún vecino, por ignorancia o bien en forma 
dolosa, "cuelgue" de su alimentador consumos que no le pertenecen y que podría estar 
pagando sin tener la más mínima idea que ello esté sucediendo. 
 
Situaciones como la expuesta, que con un criterio simplista se podrían calificar de 
exageraciones y pensar que nunca sucederá nada de lo descrito, son consecuencia 
exclusivamente de la adopción de medidas autoritarias inconsultas, influídas por la presión de 
intereses subsidiarios; una vez más y hasta la majadería se repetirá: un proceso de 
normalización en el area eléctrica es una necesidad nacional ineludible.
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2 . C A L C U L 0 D E L I N E A S 
 
2.1. CONCEPTOS BASICOS 
El dimensionamiento de una línea que lleve energía eléctrica requiere de conciliar cuatro 
aspectos fundamentales, a saber: a) que la línea asegure que las pérdidas de energía en ella 
son las mínimas compatibles con el buen funcionamiento de la instalación; b) que los 
conductores, en condiciones normales de operación sean capaces de transportar la corriente 
que solicita el consumo sin exceder sus temperaturas normales de servicio; c) que en 
condiciones de falla soporten las solicitaciones que el sistema les impone y d) que las 
condiciones de instalación de los conductores aseguren la integridad mecánica de ellos y de 
sus aislaciones. 
 
El primero de los aspectos que soluciona calculando la caída de voltaje que se produce en los 
conductores de una línea al circular por ellos la corriente de carga; el segundo, verificando en 
las tablas de capacidades de transporte que no se excedan los valores allí fijados para la 
sección correspondiente al caso estudiado, el tercero, verificando que el conductor soporte las 
máximas corrientes transitorias que pueden circular en caso de cortocircuito, y el cuarto 
verificando que las cantidades de conductores en el ducto que los lleva es la adecuada o 
efectuando el cálculo del comportamiento mecánico cuando se trata de líneas aéreas. 
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En el caso de los conductores desnudos la capacidad de transporte estará limitada por la 
máxima temperatura que elconductor es capaz de soportar sin variar sensiblemente sus 
propiedades mecánicas. Esto explica la marcada diferencia de capacidad de transporte que se 
puede apreciar entre un conductor desnudo y un conductor aislado, a igualdad de secciones. 
 
En la situación anotada, cualquier elemento o condición ajena al conductor, que afecte a 
su normal capacidad de radiación de calor, hará disminuir proporcionalmente su capacidad de 
transporte de corriente. Entre estas condiciones y elementos se encuentran la presencia de 
otros conductores colocados junto al conductor analizado, la temperatura ambiente y otros 
similares. Por esta razón, la capacidad de transporte de los conductores se fija bajo ciertas 
condiciones establecidas como normales, por ejemplo, se considera como temperatura 
ambiental normal 30 C, se considera que hasta tres conductores juntos en un ducto, no afectan 
recíprocamente sus capacidades de transporte y se considera que para conductores tendidos al 
aire libre una separación entre conductores igual por lo menos al diámetro de cada conductor, 
es suficiente para que no haya influencia entre ellos. 
 
Oficialmente las normas nacionales, específicamente la Norma NCh Elec 4.84, sólo han 
homologado el comportamiento de los conductores son aislaciones de PVC para temperaturas 
de servicio de 55 C y 60 C y 75 C, pero no se puede negar el hecho de que aislantes para 
temperaturas de servicio de 90 C se están utilizando en el país desde hace ya algunos años y 
no es lógico desperdiciar su mayor capacidad porque no se ha cumplido con un trámite 
formal; como se dirá en repetidas oportunidades a lo 
largo de este texto, esta es una de las tantas ocasiones en que 
la tecnología utilizada en nuestro medio ha superado a las normas 
nacionales. Por esta razón, a pesar de no ser oficialmente 
aceptadas se incluyen además de las tablas de capacidades de 
transporte para conductores con aislaciones de 90 C, como son el PVC tipo THH (W o N 
dependiendo de la cubierta), el Etil-VinilAcetato (EVA), el Etil propileno (EP), y el 
Polietileno reticulado (XLPE) ; estas capacidades corresponden a las dadas por los 
fabricantes. 
 
De igual manera, sin estar incluidas en las normas oficiales se entrega como un dato 
muchas veces necesario, la capacidad de transporte de los conductores desnudos. Todos los 
valores mencionados se muestran en las tablas 2.2 y 2.3. 
 
2.3.2. Factores de Correcci6n de la Capacidad de Transporte. 
 
De acuerdo a lo expuesto, la capacidad de transporte de 
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los conductores, se ve limitada por la cantidad de conductores que se coloque en la misma 
tubería o ducto, y por la temperatura ambiente; las tablas 2.2y 2.3 están dadas para 
temperaturas ambientes de 30 C, que es la temperatura dable de esperar en ambientes 
normales. Si se encuentran mayores valores el conductor verá limitada su capacidad de 
transporte puesto que la cantidad de calor que pueda irradiar en este caso será menor; a la 
inversa, si la temperatura ambiente es menor de 30 C, la capacidad de transporte aumentará. 
Esta última situación se da en la zona austral de nuestro país. 
 
 
Para corregir la capacidad de transporte de corriente, por 
 
las condiciones anotadas, se dan los siguientes factores de corrección 
 
por los cuales deben afectarse los valores de las tablas 2.2 y 
 
2.3 para obtener la capacidad real de transporte de los conductores en 
 
situaciones distintas a las allí señaladas. 
 
 
Las tablas 2.4 y 2.5 son las establecidas por SEC para aplicarse a los conductores de 
PVC, la Comisión Electrotécnica Internacional CEI recomienda los valores mostrados en la 
tabla 2.6 como factores de corrección por temperatura para conductores de PVC de 
temperatura de servicio de 70 C. 
 
 
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Junto a estos factores se deberán aplicar los factores de corrección por cantidad de 
conductores, si procede; en cuanto a factores de corrección por temperatura ambiente, en este 
caso, se puede prescindir de ellos, salvo situaciones extremas, por cuanto a la profundidad a 
que están enterrados los ductos prácticamente la temperatura ambiente no es afectada por los 
cambios en la superficie. 
 
2.3.3. Comportamiento de los Conductores al Cortocircuito 
 
 
Un aspecto muy importante en el dimensionamiento de una 
línea es su comportamiento frente a las corrientes de 
cortocircuito que pueden circular por ella. 
 
Una vez calculadas las corrientes de cortocircuito (ver Sección 3 "Cálculo de 
Cortocircuítos y determinados los tiempos que estas corrientes estarán circulando (ver 
Sección 4, párrafo 4.4 "Selectividad y Coordinacion") se deberá verificar que el conductor 
seleccionado de acuerdo a los cálculos indicados en los párrafos precedentes, es capaz de 
soportar dichas corrientes de cortocircuitos durante este tiempo. 
 
En la figura 2.12 se indican las corrientes máximas de corto circuítos que puede soportar 
un conductor, en función del tiempo de duración de la falla. 
 
Estas curvas se han construido sobre la base que la máxima temperatura transitoria que 
puede alcanzar un cable con aislación de PVC es de 160 C. para tiempo de falla no superiores 
a 5 segundos 
 
En caso de que un conductor dado no soporte la corriente de cortocircuito en un punto del 
sistema quedan dos alternativas, una aumentar la sección del conductor hasta conseguir la 
capacidad adecuada y la otra cambiar las protecciones por otras que limiten el cortocircuito o 
limiten el tiempo de falla. 
 
 
2.3.4. Sistemas de canalización 
 
 
La norma Nch Elec 4.84 establece trece sistemas de canalización para líneas eléctricas, 
entendiéndose por canalización, de acuerdo a la definición dada por esta norma, al conjunto 
de conductores eléctricos y accesorios que aseguran su fijación y protección mecánica. 
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Analizar in extenso cada uno de estos sistemas escapa al alcance que se quiere dar a este 
texto, sin embargo por tratarse de uno de los métodos más utilizados se comentarán algunos 
aspectos del método de conductores en tuberías; en todos los demás casos el lector deberá 
remitirse a la norma. 
Aparte de los distintos tipos de tuberías que es posible utilizar como sistema de 
canalización, con las limitaciones y posibilidades que brinda en cada caso la norma, un 
aspecto importante es la determinación de la cantidad máxima de conductores que es posible 
instalarse en una tubería de un diámetro dado. 
 
La norma establece las cantidades máximas de conductores tipo NYA, NSYA, THW, 
TW, T y TTU en diversos tipos de tuberías y condiciones de instalación; estas cantidades se 
muestran en las tablas 2.7 a 2.11. Respetando el mismo criterio adoptado por la norma para 
fijar estas cantidades y por comparación de los diámetros exteriores de los distintos tipos de 
conductores se ha extendido el campo de aplicación de estas tablas a los conductores EVA, 
EPR, THHW, THHN, THWN, XU, XTU. 
 
Por otra parte, un caso interesante de analizar es el del alambrado de una tubería con 
conductores de distinta sección; dado que las tablas mostradas dan cantidades para 
conductores de igual sección. Cuando esta situación se enfrenta en un proyecto de una 
instalación nueva el criterio usual es tratar a todos los conductores como siendo de la sección 
mayor, sin embargo, cuando se trata de reutilizar una tubería existente es frecuente 
encontrarse con situaciones límite según las cuales el criterio indicado-parecería mostrar que 
la tubería existente no satisface una situación ideal, bien cuando se quiere aprovechar lo 
dispuesto en 8.0.1.2. la norma Nch Elec 4.84 y se pretende utilizar la misma tubería para 
canalizar el circuito de potencia y el de control de un motor, la diferencia de secciones 
presente hace inoperante el criterio de igualdad. Para tales casos la misma norma citada 
establece los siguiente criterios mediante los cuales se puede determinar en cada situación la 
cantidad máxima de conductores posibles de instalar en una tubería dada: 
 
 
1.- El conductor o haz de conductores dentro de la tubería no debe ocupar más del 50% de 
la sección transversal de la tubería si se trata de un conductor, no más del 31% si se trata de 
dos conductores y no más de 35% si se trata de tres o más conductores.
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estimadas de la instalación, las dimensiones y calidad de los conductores que se emplearán en 
el tendido de una línea. Sin embargo, durante la ejecución de la línea misma aparecerán 
diversos problemas de terreno que comprometerán, en una u otra forma, la calidad de ella. 
 
La solución de la mayoría de estos problemas es ya tradicional y su discusión escaparía 
un tanto al alcance de este texto, pero, en razón a que de un tiempo a esta parte en el mercado 
nacional se están ofreciendo diversos artículos bastante novedosos en nuestro medio, ha 
parecido interesante analizar algunos de ellos, que son aplicables en el tendido de líneas tanto 
aéreas, como en ductos o subterráneas. 
 
Estos productos tienden a solucionar el problema crítico que se ha presentado en los 
puntos de unión de conductores, sean éstos uniones intermedidas, uniones terminales o 
derivaciones, por cuanto en dichos puntos la calidad de la línea se ve comprometida, ya sea 
desde un punto de vista mecánico o desde el punto de vista de conducción o aislaci¿)n 
eléctrica, pudiendo resultar una calidad inaceptable, si dichas uniones o derivaciones no se 
efectúan en forma adecuada. 
 
 
2.3.5.1 Uniones en Líneas. 
 
La necesidad de conectar una línea a los equipos, prolongarla más allá de un límite dado 
o derivar un arranque desde una línea troncal hacia consumos secundarios, fija toda una 
técnica de ejecución de uniones. 
 
Desde un punto de vista general, las uniones pueden clasificarse en dos grandes grupos: 
las uniones soldadas y las uniones por presión. 
 
Las uniones soldadas a su vez pueden agruparse en uniones soldadas por fusión de los 
conductores que intervienen y, las uniones soldadas por adición de un elemento de bajo punto 
de fusión, siendo el representante de este último grupo de soldadura plomo-estaño. 
 
Por su parte, las uniones de presión pueden agruparse en uniones efectuadas a una presión 
mecánica mediana y las uniones efectuadas a una presión mecánica alta. Se hará un análisis 
crítico de las características de cada uno de estos métodos de unión, partiendo de una rápida 
revisión de los fenómenos que se producen en un contacto eléctrico, puesto que en varios de 
los sistemas de unión, la conducción de energía eléctrica se hará por el contactoentre los 
conductores que se unen entre sí o a través de piezas de contacto intermedias.
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2.3.5.2. Teoría de Contactos 
 
Cuando dos conductores cualquiera se ponen en contacto, a menudo se supone 
erróneamente, que el área de conducción eléctrica corresponde el área geométrico del 
contacto; esta suposición está bastante lejos de la realidad. 
 
Si se observa bajo un microscopio una superficie metálica en apariencia perfectamente 
lisa, se podrá apreciar que dicha superficie está formada por pequeñísimas depresiones y 
protuberancias, de distintas dimensiones. Si se recuerda que la energía eléctrica se transmite 
por el desplazamiento de electrones, estas pequeñas dimensiones adquieren en proporción a 
éstos, magnitudes gigantescas. 
 
Siguiendo con el análisis desde un punto de vista estrictamente ideal y suponiendo los 
metales en contacto como perfectamente rígidos e indeformables, los puntos posibles de unión 
entre dos piezas en contacto, serían solamente tres, que corresponderían a las protuberancias 
microcópicas más sobresalientes, sin importar la extensión del área geométrico de las piezas. 
 
Como en realidad los metales son elásticos y deformables, la cantidad de puntos de unión es 
obviamente superior a tres y aumentará en la medida que se ejerza una mayor presión sobre 
las piezas en contacto. En todo caso, la superficie de contacto, obtenida como la suma de 
estos contactos puntuales, sigue siendo manifiestamente inferior a la superficie geométrico. 
En la Fig. 2.14 se puede ver gráficamente el alcance de este análisis. La presencia de estos 
contactos puntuales origina altas densidades de corriente en dichos puntos y calentamientos 
considerables, si la cantidad de ellos es insuficiente, vale decir, si la unión no está hecha 
adecuadamente. Las diversas técnicas de unión tienden tanto a aumentar los puntos de 
contactos entre los conductores, como a disminuir o eliminar totalmente los interticios entre 
ellos. 
Estos objetivos se lograrán aumentando la presión ejercida sobre la unión, como se dijo 
anteriormente, o bien, rellenando conductores participantes que se o que se agrega. 
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2.3.5.3 Características de las Uniones de Soldaduras Plomo-Estaño. 
 
La soldadura plomo estaño tiene un bajo punto de fusión, alrededor de 300 C, muy por 
debajo del punto de fusión del cobre, con el cual se emplea preferentemente, que es del orden 
de 1100 C. Sin embargo, estando el cobre limpio, libre de su película superficial de óxido y en 
presencia de fundentes adecuados, a la temperatura de fusión de la soldadura, ambos 
materiales reacciona adhiriéndose la soldadura a la superficie del cobre (proceso de estañado) 
. Este comportamiento de ambos materiales, se aprovecha para rellenar los interticios entre 
conductores de cobre en contacto, con soldadura. 
 
Como las características mecánicas de la soldadura plomo estaño son malas, la unión 
debe ser mecánicamente resistente antes de agregar la soldadura. Esta característica origina 
una diversidad de modalidades de ejecución de este tipo de uniones que va desde la elemental 
"cola de chancho" hasta la más sofisticado de las uniones o derivaciones entre cables de 
muchas hebras. 
 
Esta técnica de unión se ha usado por muchos años, tiene una serie de inconvenientes, 
pese a que desde un punto de vista eléctrico, sus resultados son aceptables. Algunos de sus 
inconvenientes más notorios son los siguientes: 
 
- Por la variedad de modalidades de ejecución, generalmente se necesita personal 
especializado para ejecutarlas. 
 
- Su ejecución es lenta y laboriosa. 
 
- Por la confusión bastante frecuente entre los conceptos de calor y temperatura, es común que 
se dañe la aislación de Ios conductores en la vecindad de la unión, por no usar la fuente de 
calor adecuada al tamaño de la unión. Esto es particularmente cierto, en uniones de 
conductores de baja sección o cuando existen diferencias apreciables entre las secciones de 
los conductores que se unirán. 
 
- La unión tiene una baja capacidad de sobrecarga y en instalaciones de altas potencias, se da 
con cierta frecuencia el caso de que la soldadura, fluye, perdiéndose las características 
eléctricas de la unión, frente a calentamientos transitorios. 
 
Todos los inconvenientes anotados se traducen finalmente en un elevado costo de ejecución y 
mantención de la unión.
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2.3.5.4. Características de la Uni6n por Fusi6n de los Conductores. 
 
 
Esta técnica de unión era muy poco usada hasta hace un corto tiempo atrás, por requerir, 
en general, de un equipo de manejo complicado y de gran cuidado en su ejecucion. 
 
Estos inconvenientes se han subsanado con el proceso de soldadura exotérmica, o por 
autofusión que se analizará en el párrafo 4.3.10. Se puede adelantar sin embargo, que en dicho 
proceso, el choque térmico que origina la fusión de los conductores, los debilita 
mecánicamente, razón por la cual este método de unión se puede emplear con ventaja sólo en 
líneas que no queden sometidas a tensiones mecánicas considerables. 
 
 
2.3.5.5. Características de las Uniones por Compresión Mecánica. 
 
 
Corno se dijo anteriormente, existen dos tipos de uniones por compresión. En las 
primeras, las uniones de compresión media, se trabaja en la zona de deformaciones elásticas 
de los materiales que participan en la unión. El área necesaria para obtener la adecuada 
resistencia al deslizamiento de la unión, se obtienen por la extensión del área geométrico, 
resultando piezas de unión y conductores en contacto, proporcionalmente extensos y 
voluminosos. 
 
Los representantes típicos de este método, son las prensas apernadas, en sus diversas 
modalidades. Sus principales inconvenientes son el gran volumen y ejecución complicada de 
las prensas a fin de evitar que se suelten con el uso; todo esto se traduce en un costo elevado. 
Su montaje es lento y debe efectuarse en forma cuidadosa. 
 
Tradicionalmente se usa este método en la ejecución de líneas aéreas. 
 
La técnica de ejecución de uniones por alta compresión es relativamente nueva, y en los 
últimos años ha alcanzado gran difusión en nuestro medio, por esta razón se analizará con un 
poco más de detalle. 
 
En este tipo de unión se trabaja en la zona de deformaciones plásticas de los materiales 
empleados, pero naturalmente por debajo del límite de fluencia de ellos. 
 
Dado que la presión necesaria para la correcta ejecución y funcionamiento de cada unión 
requiere de valores bastante precisos, las uniones deben ser hechas con herramientaso 
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valor fijo, su incidencia dejará de ser significativa en la medida en que aumente la cantidad de 
uniones que sea necesario efectuar. 
 
 
2.3.4.6. Aislaci6n de las Uniones 
 
Cuando se unen dos conductores aislados, como el punto de unión ha perdido 
necesariamente su aislaci6n, el problema inmediato es tratar de recuperar esa aislaci6n, con 
una calidad equivalente a la que tenían los conductores antes de efectuar la unión. 
 
Tradicionalmente en nuestro país, se han empleado huinchas aislantes de diversas 
calidades para aislación de uniones en B.T., siendo los resultados obtenidos de calidad 
bastante desuniforme y en promedio dudoso. 
 
Para A.T., si bien es cierto, los resultados son más seguros, los métodos empleados son 
en general, engorrosos y los puntos aislados resultan de un volumen considerablemente mayor 
que el de¡ cable original. 
 
Dentro de los nuevos productos ofrecidos en el mercado nacional, aparecieron hace algún 
tiempo, como una buena solución, las resinas epóxicas, lamentablemente la oferta de este 
producto no ha sido suficiente y por otra parte, presentan la desventaja de tener una ejecución 
bastante lenta. 
 
UItimamente se está ofreciendo un nuevo material plástico de excelentes características 
mecánicas y una alta rigidez dieléctrica, que permite su aplicación sin aditamentos

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