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MEDITACIÓN GRUPO DE MEDITACIÓN PARA LA NUEVA ERA PRIMER CURSO Copyright C 1982 by Metitation Group for the Nm Age Traducción española autorizada Copyright C 1982 por Gráfiaas EL Cid. GRUPO DE MEDITACION PARA LA NUEVA ERA INTRODUCCIÓN A LA MEDITACIÓN EL GRUPO DE MEDITACION PARA LA NUEVA ERA Se ha formado para que el pensamiento de los hombres y mujeres de todo el mundo se concentre simultáneamente sobre las Leyes y Principios de la Nueva Era. Dichas Leyes y Principios, además de los períodos correspondientes para su meditación, son los siguientes: La Ley de Rectas Relaciones Humanas......Enero y Febrero El Principio de Buena Voluntad....................Marzo y Abril La Ley del Esfuerzo Grupal.......................... Mayo y Junio El Principio de Unanimidad...........................Julio y Agosto La Ley del Acercamiento Espiritual..............Septiembre y Octubre El Principio de la Divinidad Esencial..........Noviembre y Diciembre A quien lo solicite se le enviará el Delineamiento de la Meditación y un Curso relativo de la Meditación y sobre cada una de las Leyes y Principios. GRUPO DE MEDITACION PARA LA NUEVA ERA * * * Introducción a la meditación *** La MEDITACION es una de las más antiguas disciplinas espirituales, pero en los últimos anos un nuevo y extenso interés a surgido en ella, casi repentinamente. Quizá esto se deba a las incertidumbres y extremas tensiones de los tiempos modernos, con la consiguiente necesidad de buscar fuentes más profundas de significado; o bien, que el presente desarrollo e inquietud de la mente humana, o requiera nuevos métodos y extensiones de acercamiento a la vida espiritual, o puede ser que la práctica de la meditación haya demostrado su valor para aquellos que la practican. Cualquiera que sea su razón, se ha convertido en un hábito casi universal en Occidente. Grupos de todas clases han sido creados con objeto de estudiarla y practicarla y se la ha sometido al análisis que la mente moderna inevitablemente aplica a todo, habiéndose reconocido plenamente su valor terapéutico. ¿QUE ES LA MEDITACION? Pero, para aquellos que desean profundizarla, existe un sinnúmero complejo de tipos de meditación, y dicha palabra tiene muy distintos significados en las varias tradiciones espirituales orientales y occidentales antiguas y modernas. Abarca métodos de autodescubrimiento y penetración, interna o suprapersonal, de campos de conciencia no necesariamente conectados con creencias espirituales de ninguna índole, pero que se basan en el reconocimiento de la existencia de más altos niveles de percepción; o sean, campos " cuadrimensionales del ser o de la experiencia". En Oriente la meditación siempre ha sido considerada y utilizada como un portal hacia los reinos subjetivos, y en Occidente también se ha practicado extensamente como un método para aquietar la actividad externa y para entrar en el silencio, la reflexión y la contemplación. Pero, está aún lejos de ser éste su completo fin. Es un proceso creador además de un poder incalculable. Mediante su uso podemos convertir y transformar por la meditación creadora, nuestro medio ambiente en una forma muy extensa, y no sólo ésto, sino que podemos ayudar a construir el mundo futuro, la Nueva Era. LA MEDITACION COMO UNA FORMA DE SERVICIO. En este sentido la meditación es una forma genuina y de gran alcance de servicio para la Humanidad Una, el Mundo Uno y la Vida Una que nos incluye a todos; es con este fin que el Grupo de Meditación para la Nueva Era fue fundado hace unos anos y es con dicho propósito que funciona por todo el mundo. En muchos países y en varios idiomas sus miembros piensan y reflexionan, invocan y rezan, visualizan y afirman acerca de las Leyes y Principios espirituales sobre los cuales la Nueva Era debe fundarse. Se resume como sigue: - La Ley de Rectas Relaciones Humanas. - El Principio de Buena Voluntad. - La Ley del Esfuerzo Grupal. - El Principio de Unanimidad. - La Ley del Acercamiento Espiritual. - El Principio de la Divinidad Esencial Estos son conceptos prácticos además de ser espirituales, que ya van formando parte de la nueva conciencia que amanece, pero que aún no están integrados en nuestro modo de vivir. Mucho queda por hacerse en nosotros mismos y en la estructura de la sociedad, de sus valores, sus metas y sus métodos, antes de que se puedan afirmar dichas Leyes y Principios como un código establecido que dirija verdaderamente nuestras actitudes y nuestras acciones. Es aquí que la meditación puede cumplir una de sus funciones fundamentales creando las formas y corrientes mentales que se requieren, vinculándonos e invocando las cualidades necesarias. LEYES Y PRINCIPIOS ESPIRITUALES. Todos reconocemos la necesidad del diálogo, de la cooperación y de la voluntad hacia el bien – Rectas Relaciones y Buena Voluntad son palabras corrientes. Pero meditar sobre ellas revela que aún queda en su fondo mucho que comprender y mucho que trabajar antes de que surja su verdadera dinámica. Sucede lo mismo con el Esfuerzo Grupal – la necesidad en el mundo moderno – con sus extensas poblaciones y demandas, de trabajar en conjunto en lugar de la rivalidad – para el bien de todo en vez de la supremacía individual – los recuerdos deben mancomunarse, ya sean personales o planetarios, para que todos puedan compartir la munificencia mundial. Estos son objetivos muy conocidos y prácticos, pero para lograrlos deben integrarse en el pensamiento y en el sentir de la Humanidad. El Principio de la Unanimidad está emergiendo con nueva insistencia a medida que la conciencia global amanece en el horizonte. Como resultado de los procesos de la civilización estamos aprendiendo que la supervivencia misma de nuestro planeta depende de que asumamos nuestra responsabilidad de ser la Humanidad Una, asociándonos plenamente con todos los reinos de la naturaleza que se manifiestan bajo un sinnúmero de formas de la Vida Una. Esta nueva preocupación está despertando el hombre a la Divinidad Esencial en todas las formas y a fragmentos de la Divina Vida que impregna todos los aspectos de la manifestación y garantiza el propósito y la continuidad. A pesar de las oposiciones y dificultades en estos tiempos materialistas y violentos, amanece la Ley del Acercamiento Espiritual que nos asegura que finalmente lograremos el puente entre la materia y el espiritu, desde el cual veremos que ambos son Uno. Todo esto requiere la construcción interna y subjetiva que se obtiene por la meditación, y tal meditación es la respuesta a la pregunta que a todos nos persigue: ¿Qué podemos hacer para ayudar en la presente situación mundial? A menudo nos sentimos deprimidos e indefensos ante fuerzas mucho más fuertes que nosotros, pero esto no debe ser. La meditación creadora es un poder inmenso para el bien; y mediante la misma, las energías del corazón, de la mente y de la voluntad, se combinan y se dirigen con intento espiritual, y cuando esto se realiza unánimemente con otros en el mundo como ocurre en este trabajo grupal – tiene gran potencia para transformar las corrientes del pensamiento que condicionan la Humanidad. LA RESPONSABILIDAD DEL PENSAMIENTO. El pensamiento subyace en todo lo que hacemos. En el mundo de la mente hacen los comienzos prácticos de todo aquello que acontece en la tierra. Desde los estadistas que conducen los asuntos mundiales, los economistas internacionales, los científicos, los educadores y todos aquellos que ocupan cargos influyentes en la vida corriente, incluso en cada uno de nosotros, todo se entreteje por el pensamiento. De esta forma a cada hora nace el mundo del mañana y por esta razón necesitamos mayor comprensióny control de los procesos del pensamiento de lo que corrientemente poseemos. Frecuentemente el pensamiento actúa de forma inconsciente y nos empuja, llevándonos hacia toda clase de tensiones, angustias y preocupaciones innecesarias. La mente tiende también a ser crítica, dogmática y demasiado segura de sí misma, divisoria e incluso destructiva. Por otra parte, es un impulsor vital. Puede enlazar, promover, desarrollar y crear, y mediante ella podremos captar nuevos mundos de conocimiento y significado, vislumbrando lo futuro – o sean las revelaciones que están por descender dentro del pensamiento de la humanidad. La práctica de la meditación entrena la mente a servirnos más eficientemente; pero proporciona mucho más que esto. Cada vez que elevamos nuestros pensamientos y nuestra aspiración a niveles más altos y más abstractos, alcanzamos en cierta medida, esferas más allá de lo personal e individual. La meditación afina nuestra sensibilidad y aumenta nuestras reacciones. Esto a su vez, nos hace más conscientes de si mismos, de nuestros semejantes, del mundo que nos circunda y de las inmensidades que debemos penetrar. En otras palabras, nos conecta horizontal y verticalmente y construye un camino hacia los dos mundos, a medida que comprendemos sus procesos y comenzamos a vislumbrar las leyes que subyacen a las palabras tan conocidas: "mucho más se consigue por la plegaria (es decir el esfuerzo en los planos internos) de lo que el mundo cree". ESQUEMA DE TRABAJO. El trabajo del Grupo de Meditación para la Nueva Era es básicamente la meditación, su meta también es la expansión del conocimiento de las Leyes y Principios del Reino Espiritual mediante el estudio y la cooperación práctica. El trabajo eficaz es siempre la combinación de una acción externa e interna. Asi como el éxito externo procede siempre del interior (aunque sea inconscientemente) su esfuerzo interno no debe limitarse a la contemplación abstracta y a la plegaria. Debe manifestarse en expresiones de forma práctica para que sus propósitos sean cumplidos. El valor de la meditación grupal es otra aportación. El individuo, frecuentemente aislado en su trabajo interno, se siente ineficaz; pero cuando son muchos los que meditan sobre un mismo tema, el poder de cada uno se multiplica por un factor extra: el de su propósito en común y el del esfuerzo grupal. Se produce un intercambio de energías y la fuerza se une por la aportación del esfuerzo grupal de cada individuo. Un esfuerzo que es benéfico para cada miembro del grupo, aunque nunca se encuentren sus miembros entre si. No es necesario que este tipo de meditación interfiera con otras formas de servicio o trabajo grupal. Es una forma de servicio o trabajo grupal. Es una forma adicional de trabajar que puede incorporarse o utilizarse en cualquier empresa espiritual, y estos cursos de meditación se practican hoy en dia en esta forma por muchas personas en muy distintos campos. Para darle fuerza a la meditación simultánea sobre las Leyes y Principios a la que este trabajo se dedica, el grupo mundial, se enfoca durante dos meses sobre la Ley o Principio correspondiente, como sigue: - La Ley de Rectas Relaciones Humanas................. Enero y Febrero - El Principio de Buena Voluntad............................... Marzo y Abril - La ley del Esfuerzo Grupal....................................... Mayo y Junio EL PRIMER CURSO consta de seis cuadernos relacionados con los varios aspectos de la meditación: La Ley de Rectas Relaciones Humanas. El Principio de Buena Voluntad. La Ley del Esfuerzo Grupal. El Principio de Unanimidad. La Ley del Acercamiento Espiritual. El Principio de la Divinidad Esencial. Cada cuaderno comprende un examen de la Ley o Principio sobre el que se trabaja y un delineamiento de la meditación creadora correspondiente. El curso cubre un año y para que los principiantes de la meditación tengan tiempo de absorber y practicar cada aspecto de lo que se trata, los cuadernos se envían a los miembros cada dos meses. Pero si aquellos que tienen alguna experiencia en meditar prefieren recibir el curso completo, se les puede hacer el envio en una sola vez. EL SEGUNDO CURSO es un estudio más profundizado de los aspectos de la meditación y entrenamiento de la autoconciencia y esto se prosigue en los seis cuadernos del segundo curso. Cada uno incluye una acción mayor sobre las características y tendencias de la Nueva Era, más material acerca de cada Ley y Principio y delineamientos de meditación relacionados con los mismos. EL TERCERO CURSO titulado "Reconocimiento de la Realidad" estudia los varios problemas, los espejismos y las ilusiones que nos abruman. Delinea técnicas de ayuda para afrontar obstáculos tales como el miedo, la depresión, el aislamiento, la prepotencia, la superactividad, la codicia, la estrechez de opinión en el conflicto, y la rigida adherencia a la regla y a la forma. Estos y muchos otros "espejismos" son examinados bajo la luz de las Leyes y Principios en cada uno de los seis cuadernos y meditaciones además de las técnicas, que están delineadas. Si desea entrar en el Grupo de Meditación para la Nueva Era, tendremos el gusto de recibir su cooperación y seguramente encontrará mucha ayuda personal. Ser miembro no implica ninguna obligación especial y se lleva a cabo enteramente en su propia casa, pero se espera de aquellos que deciden participar a este curso, que mediten por lo menos una o dos veces por semana sobre las Leyes o Principios que correspondan, dándole cualquier expresión práctica que se presente. Estos preceptos forman un conjunto común y un propósito mutuo para personas de muy diferentes modos de pensar y el "grupo" es sencillamente una asociación libre de aquellos que se interesan por el bien de la Humanidad Una y el Mundo Uno y que están dispuestos a trabajar mediante el pensamiento, la meditación y la plegaria para la Era venidera. En los planos internos de la meditación ya estamos todos al nivel de "ciudadanos planetarios". Aquí no existen barreras de espacio ni de tiempo que interrumpan las relaciones y el concepto de la fraternidad de la TIERRA se convierte en una realidad consciente y nos eleva más allá de las limitaciones de las creencias y tradiciones. La meditación es una de las formas en que podemos actual y espiritualmente crear y entrar en una nueva y mejor era y esperamos que Vd. querrá unirse a nosotros para impulsar este esfuerzo. Si conocen personas interesadas, pueden obtener los cuadernos en otros idiomas en: Sundial House, Nevill Court Tumbridge Wells Kent. England. TN4 8NJ Grupo de Meditación para la Nueva Era C/. Pintor Cabrera, 106 ALCOY (Alicante). España. I PARTE: MEDITACION Análisis del Proceso de Meditación. Preparación. Concentración. Concentración y Correcta Relación El Proceso de Meditación. La frase "conquista del espacio interno", empleada recientemente en América, describe exactamente lo que intentamos realizar por medio de la meditación - exploración de los mundos internos y el empleo de nuestra mente para conquistar nuevas dimensiones. Lo primero que debemos comprender es que existen mundos internos y que vivimos continuamente en ellos por medio de los aspectos emocional y mental de nuestra naturaleza. La vida sicológica tiene una existencia tangible en estos mundos de energías y cualidades y no debería pensarse que es totalmente subjetiva, abstracta y amorfa, tal como ha sido considerada general y erróneamente. Los mundos internos donde ésta parte de nuestro ser tiene su vida, son los mundos de causa y significado, siendo, en verdad, más reales que el denominado mundo visible, porque son más efectivos. En sus dominios se origina todo lo que luego se precipita en el mundo visible externo, y lo que sucede a nuestro alrededor es la expresión externa de la actividad o interacciónde energías, en dichos reinos internos. Como la física moderna lo ha demostrado el mundo material es de naturaleza muy distinta de lo que nuestros sentidos perciben, y la comprensión de los mundos internos, que se hallan detrás del aspecto tangible y externo, nos da una imagen de todo el diseño de la vida, lo cual nos proporciona una nueva comprensión del mismo. Una buena idea de los distintos tipos de actividad y las etapas definidas que nos proponemos dominar en la meditación – la exploración de los mundos internos – podemos obtenerla si la comparamos con un proyectil enviado al espacio que sigue su curso y vuelve a la tierra. Un ciclo análogo tiene lugar en el proceso de meditación. Esa proyección constituye la primera etapa. La energía propulsora del proyectil contrarresta la atracción de la gravedad y lo impele hacia arriba. De la misma manera podemos proyectar nuestro centro de conciencia hacia arriba, a los mundos internos. Atravesando la esfera de la sensación y de la imaginación penetramos en el mundo del pensamiento y también más allá, en los niveles espirituales. Nuestra energía propulsora es la aspiración, adecuadamente llamada "ardiente aspiración", y la dirigimos – como en efecto debemos dirigir todo el proceso de meditación – mediante la potencia incomprendida de la voluntad. La segunda etapa del proyectil constituye su entrada en el campo de gravedad de otro centro de atracción. Esto corresponde a la etapa en que se entra en contacto, durante la meditación, con algún centro superior de energía o vida, algún reino del pensamiento, o alguna región especifica en los mundos internos. La siguiente etapa consiste en mantener un delicado equilibrio entre la atracción descendente de la tierra y la atracción ascendente del otro centro. Si esto se logra correctamente, la energía permitirá circular alrededor del nuevo centro, manteniéndose en órbita. Lo mismo sucede con la conciencia individual al penetrar en los niveles superiores internos. Ha de llegar a la región a que fue dirigida, pero debe mantener su libertad y no convertirse en su prisionera. Ha de permanecer en esa zona sólo el tiempo necesario para lograr su propósito, es decir, experimentar y registrar aquello que pueda extraer del centro con el cual ha entrado en contacto o de la región del pensamiento alcanzada. Entonces debemos finalizar la meditación en forma armoniosa y premeditada. La recepción de la información enviada por los instrumentos del proyectil corresponde con nuestra percepción y correcta interpretación de las ideas que hallamos en los reinos superiores, y todo ello debe ser, finalmente, utilizado e integrado a nuestro conocimiento y experiencia, como se hace con la información obtenida por el proyectil. Algo más existe en esta analogía: se trata de dirigir la trayectoria de los proyectiles, haciéndolo desde su punto de partida, la Tierra. Lo mismo pasa con la meditación; no debe perderse nunca el control consciente. Es muy posible caer en un estado de trance o de inconsciencia, pero la proyección, hasta llegar a este punto, es errónea y peligrosa. La meditación debe ser siempre un proceso consciente, debemos permanecer plenamente conscientes durante todo el tiempo y, desde este punto de conciencia – aquí, donde estamos – dirigir todo el proceso, vigilando, controlando y regulando su extensión y duración. Preparación. Gran parte del éxito de la meditación depende de la cuidadosa y correcta preparación. Para comenzar, debe elegirse un lugar lo más tranquilo posible – por lo menos hasta acostumbrarnos a meditar donde podamos estar seguros de que no nos molestarán. Debemos sentarnos en una posición cómoda. La postura oriental que consiste en sentarse con las piernas cruzadas tiene la ventaja de mantener erecta la columna vertebral, pero es una posición dificil, para quienes no están acostumbrados a ella, por tanto, no es necesaria. Una preparación preliminar para la meditación es leer o estudiar algo relacionado al tema sobre el que vamos a meditar y, si disponemos de tiempo, debemos hacerlo, porque facilita grandemente la sintonización de la mente. Luego deberíamos tratar de eliminar toda tensión fisica, emocional y mental, porque es un gasto inútil de energía tanto nerviosa como muscular. El relajamiento es un arte que debe ejercitarse y no es tan fácil como parece el tratar de realizarlo, tendiendo a caer en el extremo opuesto – a un estado de pasividad que termina en somnolencia. El objetivo es eliminar toda tensión superflua, mientras se mantiene esa tensión nerviosa y muscular necesaria para permanecer alerta y poner atención en lo que se está haciendo. No podemos describir aquí las diferentes técnicas de relajamiento, pero hay muchos libros sobre el tema y a dos o tres de ellos se los menciona al final de este cuaderno. La manera más eficaz de llevar a cabo la relajación es por medio de una respiración lenta y rítmica. Los ejercicios de respiración deben ser hechos con precaución, pues pueden ser perjudiciales si son demasiado enérgicos. Un ejercicio adecuado consiste en diez respiraciones profundas, realizadas rítmica y lentamente, con pequeñas pausas al final de cada inspiración y expiración. No debe haber ninguna sensación de esfuerzo al respirar o durante las pausas, siendo el objetivo perseguido, mantener un ritmo constante, más bien que la duración. Los músculos respiratorios deben relajarse conjuntamente con la expiración; este "aflojamiento" de la tensión puede extenderse luego a los otros músculos del cuerpo, logrando así un relajamiento general. El relajamiento fisico constituye el primero y principal paso que conduce al relajamiento psicológico más importante, el cual incluye el relajamiento emocional y mental que debe lograrse en dos etapas, que corresponden a los dos niveles de los mundos internos en los cuales trabajaremos – al emocional y el mental. Cada uno ha de ser tratado por separado y en forma especial. Si, después de relajarnos físicamente empezamos a observarnos sicológicamente, por lo general hallamos que varias sensaciones aparecen y desaparecen. Estas emociones deben aplacarse. No es bueno reprimirlas por la fuerza, pero el hecho de observarlas con calma desde, lo que podría decirse, "arriba" sin identificarse con ellas, hace que pierdan gradualmente su aferramiento e intensidad, para que cesen de influenciarnos y se aquieten si no completamente por lo menos hasta un grado en que no constituyan un serio obstáculo, siendo esto suficiente. Esta es la primera parte del relajamiento psicológico; la segunda es el relajamiento mental. Por naturaleza, la mente es inquieta y está en continua actividad, acrecentada por el ritmo acelerado de la vida moderna y también por el estímulo emocional. Si hemos logrado excluir momentáneamente la actividad de la vida ordinaria y aquietar las emociones, no será tan difícil ocuparnos de la natural inquietud de la mente misma. Ahora bien, esto no puede ser realizado totalmente en la etapa preparatoria; constituirá la tarea principal de la concentración, primera parte de la verdadera meditación. En la etapa preparatoria debemos procurar, en cierta medida, no identificarnos con la actividad de la mente ni permitir que nos lleve de un lado a otro, diferenciando esta actividad de la de la conciencia del yo, a quien podríamos denominar el Observador. Esto proporciona lo que podria considerarse la plataforma, desde la cual emprenderemos la verdadera meditación. El objetivo que persigue no consiste en suprimir por la violencia o el esfuerzo, que inmediatamente produce tensión, anulando por lo tanto su propósito. El método a emplearse es algo más que el arrepentimiento y consiste en no nutrir excesivamente las ideas o imágenes aisladas que aún permanecen en la mente, asi no interferirán seriamente la actividad interna de la meditación. Esta preparaciónpodría describirse como la tentativa de hacer lugar dentro y alrededor del centro de la conciencia para que tengan cabida los ejercicios de concentración posteriores, sin limpiar totalmente la zona en esta etapa. Concentración. Al abordar el tema de la concentración, el primer punto que debe comprenderse es la diferencia entre concentración espontánea o automática y la concentración deliberada y controlada. Ambas son diferentes, tanto en su naturaleza como en el medio en que actúan. Lo que se denomina concentración espontánea es la actuación de la mente bajo el impulso de un fuerte interés, deseo o sentimiento, que la mantiene activa en cierta linea. Un ejemplo típico es el hombre de negocios cuando hace planes para que tenga éxito en su empresa. Otro ejemplo es la concentración del estudiante en los temas sobre los cuales ha de rendir examen. Quienes pueden concentrarse de esta manera creen que su poder de concentración es bueno. Indica cierto grado de concentración, pero la capacidad de mantener la mente en una tarea o en un tema, cuando se está impelido por el interés, necesidad o temor intensos, no significa que pueda hacerlo cuando carece de ese incentivo. El hecho es que, cuando tratamos de concentrarnos sobre algún tema abstracto o algo que no implique interés o beneficio personales, es mucho más difícil, y frecuentemente descubrimos que, después de todo, no ejercemos verdadero control sobre nuestras mentes. Este descubrimiento es humillante, pero saludable. Demuestra hasta qué punto somos víctimas de nuestros impulsos y, en ese sentido, negativos, aunque exteriormente seamos positivos y activos. Evidencia que nuestras emociones, impulsos y pensamientos actúan, casi dramáticamente, a través nuestro, siendo las poderosas fuerzas de nuestras vidas. En otras palabras, nos impulsan, y nosotros no constituimos el factor que elige, dirige y controla. Esta es la razón por la cual los intereses intelectuales o espirítuales no tienen el poder impulsor de los intereses personales comunes del hombre medio; tambien se debe a que existe una diferencia inherente en la naturaleza de dichos intereses. Los temas abstractos son más "sutiles" y más intangibles para que la mente los capte y enfoque y, no estando acostumbrada a actuar en forma tan sutil y dificil, rehuye enfrentarlos y sé desvia. Es un nuevo tipo de actividad y, hablando en general, cualquier nuevo tema o zona de conocimiento presenta dificultades al principio. A la mente no le agrada comenzar a trabajar en nuevos campos, porque en los campos que le son familiares ha realizado mucho trabajo, tiene alli su arraigo y conexiones que le facilitan el trabajo. Un tema nuevo exige más concentración y esfuerzo. Esto explica la negativa de las personas para aceptar nuevas ideas y cambiar sus metas o intereses; odian y temen lo nuevo y, por lo tanto, se oponen. Un ejemplo divertido, que hoy parece casi increible, es la declaración de un prominente astrónomo francés, en 1884, de que ya no había nada más que descubrir en el campo de la astronomía. Comprender que no somos los amos de nuestra mente podrá chocarnos, lo cual está bien, pues nos obligará a hacer esfuerzos para lograr dominarla y nos ayudará a proveer el incentivo emocional que nos faltaba. Otro resultado importante de estos descubrimientos sobre nosotros mismos, es el conocimiento de la diferencia que existe entre nosotros, nuestras mentes y nuestras emociones. El esfuerzo ineficaz por mantener activa la mente ha demostrado que existe un conflicto, y conflicto significa que hay dos bandos en desacuerdo, por lo tanto, ser consciente del conflicto es valioso para traer a la luz la diferencia que exíste entre el "Yo" con su propia voluntad y la mente, que frecuentemente es indomable, indolente y haragana y, en cierta manera, tiene vida propia. Estos reconocimientos preliminares, pero vitales, proporcionan una base para la tarea de aprender a concentrar la mente a voluntad. Hace comprendernos a nosotros mismos y nos proporciona el incentivo necesario para hacernos dueños de este precioso intrumento, la mente, que cuando se la domina es un excelente servidor, pero cuando sigue su propio camino, nos da mucho trabajo. La técnica a emplear para adquirir el control de la mente y la capacidad para concentrarse a voluntad es opuesta a la que se emplea frecuentemente en la educación moderna, que consiste en despertar el interés del alumno. Esto hace que se adquiera con más facilidad el conocimiento, pero no conduce al verdadero control y al dominio de la mente. Para llevar a cabo una concentración deliberada sobre temas difíciles y abstractos, la técnica consiste en empezar con la concentracion sobre temas simples, de ningún interés para nosotros. De esta manera, aprenderemos a mantener la mente firme sin ayuda del interés o el deseo personales. Hay muchos tipos de ejercicios de concentración que pueden ser practicados. Un ejercicio simple es la percepción visual, y por lo tanto, un buen ejercicio para empezar. Consiste en el entrenamiento de la atención, no de los procesos mentales, y desarrolla una capacidad elemental para enfocar la atención, el primer paso hacia los procesos más dificiles y complicados de la meditación sobre temas abstractos. Un ejercicio simple en la percepción visual consiste en observar un conjunto de objetos con rapidez y exactitud. Por ejemplo, observen el contenido de una habitación durante medio minuto, luego detállenlo lo más exactamente posible. El mismo ejercicio puede hacerse al observar una vidriera o al examinar un cuadro, lo cual permite vigilar la eficacia de nuestro desarrollo, porque si se utiliza una imagen apropiada, podemos mantener un control estadístico. Estos ejercicios también demuestran que la capacidad de observar varía ampliamente de acuerdo a los diferentes tipos sicológicos. Un gran número de personas, hállan que tales ejercicios son relativamente fáciles, porque su interés está puesto en el mundo externo y por lo general observan todo lo que está a su alrededor, siendo, por lo tanto, superfluo para ellos, pero son extremadamente útiles para aquellos cuya tendencia es vivir en los niveles internos más abstractos de la vida, cuyo interés está centrado principalmente en los mundos de la emoción, de la imaginación o del pensamiento puro, entrenándolos para que observen y se concentren en lo que no les interesa y ayudándolos a desarrollar esa parte aún no desarrollada de su naturaleza. El objetivo es llegar a ser capaces de concentrarse a voluntad-nos interese o no- sobre cualquier nivel de vida, objeto o tema. Los ejercicios para observar los objetos externos constituyen una preparación para concentrarse en los objetos intérnos cuadro o imágenes internos. Un ejercicio que proporciona una transición entre ambos, consiste en observar un cuadro durante veinte o treinta segundos, luego cerrar los ojos y tratar de conservar la imagen del cuadro en el "ojo de la mente" u "ojo interno". Todos poseemos el poder de imaginar y somos capaces de visualizar objetos, rostros, etc., que nos son familiares. En algunas personas está más desarrollado que en otras, pero para nuestro propósito no es importante lo vivido sino el poder de mantener la imagen firme ante el ojo de la mente y ser capaz de concentrar la atención sobre ella. El mirar un cuadro durante cierto tiempo ayuda considerablemente a obtener una imagen clara y, por lo tanto, a mantenerla. Otro ejercicio de este tipo consiste en evocar una imagen y mantenerla firme durante un breve tiempo sin haberla mirado antes. Se puede empezar con un objeto familiar, tal como un edificio que se ve todos los dias, un panorama conocido, un miembro de la familia. La imagen debe ser construida con precisión, concentrándose en los detalles y, luego, mantenerla firme durante cierto tiempo. Aquí empieza la verdadera lucha – una escaramuza interesante pero, a veces, exasperante– entre nuestra voluntad para mantener la imagen firme y la naturaleza fluida de la imaginación que está acostumbrada a pasar de una cosa a otra en una sucesión rápida y a menudo, desordenada. Hará toda clase de trampas; distorsionará la quote imagen, la agrandará, añadirá un elemento ajeno a la misma, la dividirá en dos o más partes, la reemplazará por otra cosa, en fin, hará cualquier cosa menos permitir que la imagen permanezca ante el ojo de la mente. Este hecho es humillante, pero también revelador. Nuevamente tenemos una evidencia irrefutable de que no somos dueños de nuestro mecanismo y hay un conflicto entre él y nosotros. Aquí comienza realmente el proceso de autodominio, es decir, controlar, dirigir y utilizar, a voluntad, todo nuestro mecanismo. La clave para adquirir el poder de concentración es, como toda habilidad, paciencia prolongada y práctica repetida. Aquí podemos mencionar que el proceso de evocar una imagen mental o cuádro interno, tiene un valor que va más allá del desarrollo del poder de la concentración. Las imágenes tienen un poder propio que es inconsciente o conscientemente empleado. Este tema será tratado más adelante, en el cuaderno sobre el empleo de la visualización, como una de las partes más importantes de la técnica de la meditación. Ahora empleamos la visualización sólo como una etapa de la concentración. Además de estos ejercicios técnicos específicos tenemos muchas oportunidades para entrenar nuestra concentración durante la vida cotidiana. Significa que hemos de dedicar toda nuestra atención o lo que hacemos, sin dejar que la mente divague. Las cosas habituales se efectúan con frecuencia más o menos inconscientemente y los pensamientos divagan sobre cosas raras. Esto crea un estado de disociación pasiva que puede adquirir proporciones perjudiciales y, en todos los casos, constituye un desgaste de energía. Más adelante consideraremos la ejecución de dos cosas al mismo tiempo, lo que significa ser conscientes y activos simultáneamente en dos niveles distintos, pero es una cosa totalmente diferente a lo antedicho. En este caso, somos conscientemente conocedores y activos en ambos niveles, mientras que en el anterior hay una continuidad más o menos automática de una actividad física mientras que la imaginación corre desordenadamente sin control y no está de acuerdo a nuestra voluntad. Considerando la concentración desde este ángulo profundo, podría decirse que la mayoría de la gente apenas vive en el presente. La mayor parte de su interés, atención y vida sicológica se dirige al pasado o al futuro, recordando o lamentando siempre cosas pasadas, o afligiéndose por cosas futuras. Esta condición es malsana y debe ser corregida. En resumen, concentración significa la capacidad de vivir en el presente y específicamente en esa sección o zona centralizada de nuestro presente donde se halla nuestra tarea inmediata. Existe una forma de concentración más elevada e importante que lo qué hemos considerado aquí. Es la del Observador o Espectador interno que, perfectamente concentrado observa cómo afluye el panorama de la vida sicológica llamada por William James, "corriente mental" y, en forma desapegada, la percibe, la valora y si es necesario interviene para cambiarla. No es tan fácil mantener continuamente tal actitud interna. Estando, como podría decirse, "en la ribera" del río de la mente, donde tendemos a ser atraídos por su corriente. La atención es fácilmente captada por alguna oleada de emoción, una idea interesante, un impulso, debiendo llevarla continuamente al centro de concentración, al yo, a la percepción, esa parte nuestra persistente e inmutable, a través de todas las variaciones de la corriente sicológica. La existencia del Observador que percibe en todos los niveles, ha sido claramente afirmada por Hermann Keyserling en su "Diario del Viaje de un Filósofo": "Todo reconocimiento es percepción; la reflexión, la inducción, la deducción, son solamente médios para obtener la percepción. Por algo es que, en el caso de relaciones invisibles, la gente diga veo cómo son las cosas; en efecto, se percibe también una conexión abstracta. Es injustificado afirmar que hay, en principio, una diferencia entre la observación de un objeto externo, la visualización en la imaginación de un pintor, la concepción de un pensamiento y la visión mental de una idea. Es siempre el mismo problema: la percepción. Sólo los objetos y los órganos difieren, pero una idea, así como un fenómeno, es algo también tan externo como el árbol frente a nosotros; lo percibamos o no". Dedicarse durante dos meses a este trabajo preparatorio de concentración, provee una base necesaria para una eficaz meditación futura. Deberían evitarse dos extremos: uno, realizar estos ejercicios en forma más o menos indolente, como una especie de rutina; esto seria demasiado superficial para que tenga valor. El otro, evitar trabajar con ellos obstinada y forzadamente; no deberia existir ningún esfuerzo ligado a este trabajo, ni tratar de practicar estos ejercicios cuando se está cansado, pues entonces hay poca probabilidad de éxito, y cualquier progreso será a costa de demasiado esfuerzo. Otro punto es que no deberíamos desalentarnos por el fracaso, especialmente, el de mantener la concentración durante cierto tiempo. Al principio, es suficiente poder realizar una verdadera concentración durante diez segundos y luego veinte; un minuto o dos es excesivamente largo. De manera que es mejor practicar cortos ejercicios, repetidos con cierto éxito, que tratar de mantener forzadamente la atención fija durante mayor tiempo. Finalmente hay dos actitudes útiles que, como el Observador, cada uno debería tratar de mantener a través de todos los experimentos y ejercicios. La primera es la paciencia con nosotros mismos o, más exactamente, con nuestro mecanismo como la actitud que deberiamos adoptar frente a un niño desobediente cuya colaboracion esperamos obtener. La otra es tener confianza en que la persistencia traerá el éxito, y las siguientes palabras de Keyserling extraídas de "Diario del Viaje de un Filósofo" reforzará nuestra confianza y acrecentará el valor de lo que estamos tratando de realizar: "Sin duda, el poder de concentración es el verdadero poder impulsor de todo nuestro mecanismo siquico. Nada acrecienta tanto nuestra capacidad para actuar como actuando; cada éxito, no importa en qué campo, puede ser atribuido a la explotación inteligente de este poder. Ningún obstáculo puede resistir permanentemente el poder excepcional de la máxima concentración. Tarde o temprano, la atención obliga, a cada problema, a revelar todos sus aspectos que son susceptibles de ser reconocidos por quienes poseen una naturaleza especifica". Concentración y Rectas Relaciones. La concentración requerida para una meditación eficaz será lógicamente necesaria en el trabajo a realizar sobre cada Ley o Principio, pero tenemos una oportunidad particular para practicarla continuamente en relación con la Ley de Rectas Relaciones Humanas, pues se halla entretejida en todas partes de la vida cotidiana. Fundamenta toda colaboración e interacción constructiva y es necesaria en todas nuestras actitudes; por lo tanto, la práctica del control de la mente durante el dia, como se ha sugerido, puede muy bien vincularse con el cultivo de las rectas relaciones. Esto, no sólo puede ser practicado con todos los que entran en contacto directo con nosotros, sino con quienes establecen contacto epistolar o telefónico y hasta con el pensamiento. Tampoco debemos olvidar la necesidad de establecer rectas relaciones dentro de nosotros mismos entre las emociones y la mente y entre éstas y el Observador o Perceptor. Este tipo de ejercicios tiene más valor que lo que podría parecer a simple vista, y puede ser empleado para diferentes propósitos, como se indicará en posteriores cuadernos. No sólo condiciona nuestra actitudgeneral durante el día, sino que constituye un método para pensar, mediante el cual nuestros pensamientos afluiran con mayor facilidad durante el día. Podria decirse que ayudan a establecer la vibración requerida, asi como la sintonización de un instrumento para trasmitir cierta longitud de onda, y si se realiza cuidadosamente, su efecto es muy valíoso. Ejercicio. Durante la manaña, antes de comenzar las actividades y establecer contactos diarios, concentrarse, "prever" o visualizar todas las probables asociaciones con otras personas. Imaginar que son llevadas en forma correcta y verlas también como relaciones correctas y si algunos de estos contactos prueban ser difíciles, debido a la antipatítia por las personas o las diferencias de opinión, traten de resolver la antipatía o critica aplicando la Ley de Rectas Relaciones Humanas. Se ha de imaginar que esta Ley actúa a través de todos los contactos y acontecimientos del día, estableciendo un canon de rectas relaciones en todos los aspectos de la vida. II PARTE: LA LEY DE RECTAS RELACIONES HUMANAS Un Breve Análisis Tenemos a 3.000 millones de seres humanos como vecinos que no comparten la misma calle, pero que están puestos en íntimo contacto con nosotros y entre sí, debido a los métodos modernos de vida, lo que hace que realmente sean "vecinos". Ello significa que las Rectas Relaciones Humanas deben ser de principal importancia en la Nueva Era en que estamos entrando; existiendo también otro factor, este acrecentado contacto ha tenido lugar en muy breve tiempo, comparándolo con los prolongados períodos de cambios graduales por los cuales la vida se ha desarrollado en el pasado. Repentinamente, las distancias que separan a un pueblo de otro han sido disminuidas; lo que acontece en otras partes del mundo lo vemos y oimos desde nuestros propios hogares; hemos adquirido costumbres que nos hacen depender económicamente de los pueblos de casi todos los paises y tales cosas obligan a adaptarnos. Conscientemente o no nos vemos forzádos a cambiar nuestras actitudes, a pensar en nuevas dimensiones, a expandir nuestra conciencia tan rápidamente como la ciencia está haciendo avanzar a nuestra civilización, siendo ésta una exigencia algo excesiva para la naturaleza humana. Sin embargo, debemos reconocer que tales circunstancias externas nos obligan por fin a aceptar esas relaciones que son nuestra verdadera herencia como seres humanos. Dicha relación constituye la base de nuestra existencia, y no sólo un ideal para vivir armoniosamente ni una necesidad para sobrevivir, sino una realidad de la naturaleza. Estamos indosolublemente unidos, creciendo juntos en el gran drama de la vida que se está desarrollando sobre nuestra tierra. Estámos en continuo contacto recíproco, no sólo socialmente y en el plano fisico, sino también por las corrientes interpenetrantes de nuestros pensamientos y nuestras emociones. Somos parte de un todo, igual que las células de nuestro cuerpo cada una es una unidad, sin embargo también forman parte de una forma mayor. Somos miembros de nuestra familia, ciudadanos de nuestro país, pertenecemos a nuestra nación y regidos por la misma ley somos unidades dentro de la raza humana. La consideración de estos hechos nos permite ver el amplio campo en el cual la Ley de Rectas Relaciones Humanas tiene su lugar y función. No es una ley para regir únicamente nuestro correcto contacto con los demás, sino una regla básica de todo el organismo de la vida, y su campo lo constituye la zona en que vivimos, es decir, la expresión práctica externa y el sentimiento, la actitud y el pensamiento internos. Debe reflexionarse sobre varias cualidades al realizar un estudio sobre las Rectas Relaciones Humanas. El sentido de responsabilidad, comprensión, compasión, amor e inofensividad son eslabones en la cadena de rectas relaciones, que deben ser forjados en nuestros corazones. Este es nuestro problema básico, el establecimiento de esa correcta actitud dentro de nosotros mismos que liberará la afluencia de rectas relaciones, derribará barreras y permitirá que se expanda y llegue a la vida de los demás. Diariamente practicamos la ciencia de Rectas Relaciones, aunque a menudo, ciega e inconscientemente. Mediante los actos cotidianos necesarios de colaboración, la organización de nuestras vidas y el manejo de nuestros contactos, estámos prácticamente experimentando y haciendo experiencias con los diferentes aspectos, grados y tipos de relaciones. Por añadidura, estamos construyendo esto continuamente en los planos internos, mediante nuestro pensar y sentir. Hemos tenido muchos exponentes de Rectas Relaciones Humanas a través de las épocas. Muchos grandes pensadores las han enseñado de una u otra manera, y todos los que han trabajado por la libertad humana, la libre y correcta asociación reciproca de los hombres, han ayudado a encauzar las corrientes cruzadas y las relaciones confusas que con frecuencia han sido el resultado de los distintos niveles de nuestra civilización y cultura. Uno de estos trabajadores en la causa de la Ley de Rectas Relaciones Humanas fue Abraham Lincoln y, actualmente, el Presidente Eisenhower y Lady Baden-Powell son dos grandes exponentes de su poder sanador, unificador y progresista. Es una idea maravillosa pensar que somos una sola familia humana, aunque su comprensión haya sido detenida por el necesario crecimiento del individualismo y de la autoafirmación; ahora nos hallamos en un punto en que puede comenzar a lograrse el delicado equilibrio entre la individualidad y el todo. La Ley de Rectas Relaciones Humanas se ocupa de la inteligente participación en ese todo; la aceptación irreflexiva o el antiguo "Instinto de rebaño" no tienen participación en las actitudes de la Nueva Era. Como individuos desarrollados trataremos de encajar, en el futuro, a los pequeños entes personales, en el rompecabezas de la vida de la humanidad una, y se pide a aquellos que están tratando de ayudar a establecer la Nueva Era que colaboren inteligentemente con esta Ley de Rectas Relaciones Humanas. La clasificación dada a continuación contiene sugerencias para reflexionar sobre esta Ley, durante dos meses: Tipos de Relaciones. 1. Entre los distintos aspectos de sí mismo, por ejemplo, mente, emociones, acciones, "Yo". 2. Entre uno mismo y el propio ambiente, por ejemplo, miembros de la familia, asociados en los negocios o en el trabajo, aquellos que entran en contacto, en la rutina diaria, amigos particulares. 3. Entre los grupos a los cuales se pertenece, por ejemplo, social, religioso, político, profesional. 4. Entre naciones. 5. Estas constituyen relaciones "horizontales"; hay también relaciones "verticales", por ejemplo, aquellos que están "más arriba" de nosotros, y los reinos inferiores de la naturaleza. Algunos impedimentos para Rectas Relaciones. 1. Egoísmo 2. Temor 3. Odio 4. Ambición 5. Orgullo 6. Separatividad Algunas Cualidades Necesarias para Rectas Relaciones. 1. Sentido de Responsabilidad 2. Comprensión 3 Compasión 4 Amor 5 Inofensividad 6 Espíritu de participación Técnicas para Establecer Rectas Relaciones Humanas 1. VISUALIZACION. Como ejercicio diario visualice sus relaciones, como hilos vivientes dorados, o canales a través de los cuales pueden afluir libremente la luz y el amor. 2. PENSAMIENTO CLAVE. (Repetir cada manaña al despertar). "Benditos todos aquellos con quienes entraré hoy en contacto". 3. PLEGARIA DE UNIFICACION. "Los hijos de los hombres son uno y yo soy uno con ellos Trato de amar y no odiar Trato de servir y no exigir servicio Trato de curar y no herir Que el dolor traiga la debida recompensa de luz y amor Que el alma controlela forma externa La vida y todos los acontecimientos Y traiga a la luz el Amor Que subyace en todo cuanto ocurre en esta época. Que venga la visión y la percepción interna Que el porvenir quede revelado Que la unión interna sea demostrada Que cesen las divisiones externas Que prevalezca el amor Que todos los hombres amen. DELINEAMIENTO DE LA MEDITACIÓN 1. Alíneamiento. Por medio de la: 1. Relajación física, emocional y mental. 2. Aspiración. 3. Concentración mental. 4. Vinculación e identificación con este Grupo de Meditación. II. Dedicación. "Me dedico en un esfuerzo unánime con mis hermanos de Grupo y con todos los hombres y mujeres de buena voluntad a construir la nueva Ciudad de la Humanidad. Haré todo lo que pueda para crear una Nueva Era basada en la comprensión, la colaboración y la participación, en la cual cada uno y todos podrán desarrollar y expresar sus poderes creadores y sus posibilidades espirituales más elevadas". III. Meditación sobre la Ley de Rectas Relaciones Humanas. 1. Visualizar el símbolo de Rectas Relaciones Humanas: Dos manos que se estrechan. 2. Considerar reflexivamente el significado, el valor y la implicación de esta Ley. 3. Planear en qué forma demostrarla individualmente y cómo contribuir a desarrollarla en el mundo. 4. Irradiarla telepáticamente: (a) Repitiendo el nombre de la Ley en consideración. (b) Enviando la forma mental de Rectas Relaciones Humanas por medio de rayos de luz hacia todas direcciones. IV. Afirmación. "Que seamos ayudados para realizar nuestra parte". CUADERNO 2 I Parte: Meditación Reflexiva. Il Parte: El Principio de Buena Voluntad. I PARTE: MEDITACION Introducción. Meditación Reflexiva. Meditación Reflexiva sobre si mismo. Sugerencias Técnicas. I n t ro d u cc i ó n. Hoy día, muchos se interesan por la práctica de la meditación. Las personas que piensan, arguyen sobre ella; muchos libros y articulos la explican, y se están formando innumerables grupos para practicarla. El interés demostrado es una buena señal, pues significa que un núcleo de personas comienza a reconocer que la vida hiperactiva externa debe ser equilibrada, aunque más no sea por una infima vida interna, poniendo atención, reflexionando y concentrándose sobre las realidades invisibles. La palabra meditación a menudo es empleada muy superficialmente; es vago su significado e incluye con frecuencia procedimientos y actitudes internas muy diferentes, tales como concentración, meditación reflexiva, meditación creadora, algunas formas de plegaria, visualización de simbolos y consideración de sus significados, silencio, contemplación, inspiración desde niveles elevados, etc. Por lo tanto, lo primero que se ha de hacer es clarificar el tema, definiendo los términos empleados. Ateniéndonos a la práctica general, podemos llamar meditación al proceso de atención y actividad mentales sostenido y controlado. Bajo este encabezamiento general, palabras cualificadotas definirán las diferentes clases, etapas y técnicas específicas. Hemos considerado ya la primera etapa de la meditación la concentración. Analizaremos brevemente los tipos principales de meditación, antes de considerarlos por separado. Primero, tenemos la meditación reflexiva, proceso estrictamente mental. Consiste en pensar correlativa y coordinadamente respecto a un tema, materia, palabra o pensamiento definidos tales como los llamados "pensamientos simiente"; este término es apropiado porque el pensamiento original o inicial, es la " simiente" de todo el desarrollo subsiguiente del tema. Luego tenemos lo que podria denominarse meditación receptiva, porque su propósito consiste en que la mente reciba iluminación sobre algún tema, verdad o comprensión espirituales. Es importante comprender que receptivo no significa pasivo o negativo sino intenso estado de alerta, sin ninguna autonomía. Puede ser comparada con la actitud de escuchar o ver algo que está muy lejos o, en términos radiales, la mente está actuando como estación receptora que trata de sintonizarse con la estación trasmisora. Esta estación trasmisora constituye primordialmente el Yo, el Alma; el proceso se denomina inspiración o en algunos casos intuición y el resultado es la iluminación de la mente. Pero los efectos de tal meditación no están limitados sólo a eso, pues las verdades nuevas y superiores percibidas, tienen el poder de trasformar toda la personalidad en forma creadora, cambiando al hombre integralmente. Un tercer tipo lo constituye la meditación creadora, que tiene por objetivo construir una "forma mental" dinámica y efectiva, bien definida, cargada con la energia del sentimiento y animada o impulsada por la voluntad, para que cumpla una función o misión definida; esta función puede desarrollarse ya sea en los mundos internos, por medio de la radiación y de la acción telepática, o en el mundo externo, proporcionando un canon o incentivo. Existe otro aspecto en la meditación que ha sido denominado elevación o ascensión. Aquí el esfuerzo consiste en elevar premeditadamente el centro de conciencia a niveles del mundo interno cada vez más elevados. Es como subir una escalera interna hacia el Yo o Alma; a veces se logra hacer contacto con ella por un breve instante. Cuando el punto más elevado ha sido alcanzado, puede tener lugar una interacción activa entre la mente y el Yo; esto ha sido llamado por Martín Buber y por otros "el diálogo interno". Por lo tanto, es evidente que el acercamiento a la meditación requiere internarnos primeramente en este campo, más o menos nuevo, sabiendo cuáles son los distintos tipos de meditación; luego, veremos la riqueza de esa acción interna y los grandes dones que puede proporcionar. Meditación Reflexiva. El primer tipo de esta meditación se define sencillamente con la palabra "pensar". Es una definición correcta dentro de ciertos límites, pues por lo general no profundizamos mucho lo que significa pensar. Creemos que, por ser inteligentes sabemos pensar, cuando simplemente pensar en algo que nos interesa, es más bien una actividad mental rudimentaria. Se ha dicho comúnmente que "la mente piensa dentro de nosotros", en vez de que nosotros pensamos. Por lo general esto significa que la actividad mental es un proceso donde aquélla actúa por si misma incitada por estimulos o impulsos de distintos tipos, afluye en forma desordenada; una corriente de pensamientos expulsada por una segunda corriente, ésta por una tercera y asi sucesivamente. Para describir este estado de cosas, con mayor exactitud, diremos que la mente es normalmente independiente del Yo o voluntad, siendo interferida todo el tiempo, por las emociones e imaginaciones, anhelos y estímulos externos. Dicha actividad mental casi no merece denominarse pensar, pues sólo cuando un fuerte impulso o interés mantiene la mente activa, actúa en forma ordenada y productiva. La meditación espontánea -la que podriamos llamar inconsciente o incomprendída frecuentemente es practicada por personas que no la denominan asi. El científico que trabaja sobre un problema, el filósofo que reflexiona sobre un concepto y los hombres de negocios que planean inteligentemente la organización de sus empresas, son ejemplo de ello; demuestran un empleo coherente y organizado de la mente de la función de pensar. Debemos reconocer, a pesar nuestro, que dichas personas, por lo general, piensan – en realidad meditan – con más eficacia que muchos de los que recorren el Camino espiritual, los cuales son susceptibles de hacerse negativos y pasivos y descuidar o bloquear la actividadcoherente y correlativa de la mente debido a la excesiva emoción y sensación. Como consideración preliminar a la verdadera meditación, debemos comprender que la mente es de hecho una herramienta, una herramienta interna, con la cual no debemos indentificarnos a fin de facilitar su empleo. Practicando la concentración hemos aprendido a dar el primer paso la manera de controlar la mente y mantenerla centralizada en la dirección elegída. Ahora viene el próximo paso, o sea mantenerla activa, haciendo que siga o, mejor dicho, que camine por donde queremos que vaya, hacia la meta elegida. Pensar así significa reflexionar o cavilar sobre un tema bien definido, desarrollando todas sus implicaciones, ramificaciones y significados implícitos en el mismo. Una infima práctica y capacidad sobre lo expuesto nos demuestra cuán superficial e inadecuada es la mayor parte de lo que llamamos pensar. Somos muy propensos a llegar a conclusiones, a considerar sólo una parte o aspecto del tema en cuestión, y la mente, en vez de trabajar directamente, se desvía en respuesta a las reacciones emotivas. Por lo tanto, el primer requisito para desarrollar el arte de pensar es poner mucha atención en el verdadero proceso de pensar, por ejemplo, corregirla inmediatamente en cuanto se desvía de su curso, resultado de una reacción emotiva o actitud mental preconcebida o – como frecuentemente sucede – en respuesta al proceso de asociación mecánica que conduce a la mente a través de una serie de temas afines muy alejados del tema inicial. El segundo requisito es la persistencia pensar a fondo. Aquí sucede algo curioso. Al principio, después de algunos minutos de pensar en forma reflexiva, estamos convencidos de que el tema ha sido agotado, que no queda nada más sobre qué pensar. Pero sí persistimos a través de este período en blanco y seguimos reflexionando, empezamos a descubrir otros aspectos ignorados y hasta podemos descubrir que lo que al principio parecía carecer de contenido, resultó superabundante lo que los franceses llaman "embarras de richesse". Entonces aparece una nueva dificultad: como explorar todos los aspectos percibidos y las complejidades del tema y cómo manejar la avalancha de nuevas corrientes de pensamiento. Esto no sucede siempre; algunas veces parece que nos hemos metido en un callejón sin salida o en una huella, de la cual no podemos salir y, en tales casos, los estímulos externos pueden ser útiles y legítimos. Por ejemplo, se puede consultar un diccionario o una enciclopedia sobre el tema en consideración, o leer lo que otros han descubierto sobre el mismo. Otra manera de escapar de este atolladero es hacer una lista de preguntas que cubran todos los aspectos posibles del tema, preguntas que surgirán según lo que hemos descubierto. Utilizaremos como ejemplo la frase de la plegaria o mántram, expuesta en el Cuaderno 1, que dice: "Trato de amar y no odiar". A primera vista su significado parece tan sencillo y evidente que hallamos poco estimulo para pensar, hasta parecería banal. Por lo general, pensamos "si soy un individuo decente y bien intencionado, lógicamente trato de amar y no odiar. Para qué ahondar más la frase". Hallaremos que el tema tiene más significado que lo que pareció al principio si empezamos a interrogarnos: ¿Qué significa realmente "amar" ? ¿Qué es amor? ¿Cuántos tipos de amor hay? ¿Cómo amo yo? ¿Cómo trataré de amar de ahora en adelante? ¿A quién amo y a quién soy capaz de amar actualmente? ¿He podido amar siempre como tenia la intención de hacerlo?. Si no ha sido así, ¿por qué? ¿Cuales han sido los obstáculos y cómo puedo eliminarlos? ¿Qué tipo de amor ha demostrado la humanidad en las diferentes culturas y civilizaciones? (Pues ha habido diferentes tipos de amor para los cuales se han empleado distintas palabras, como por ejemplo las griegas: eros y agape). ¿Hasta dónde la cualidad de mi amor depende de las personas que amo y hasta dónde, de mi propia naturaleza interna? Ahora llegamos a la palabra "odiar" y podemos preguntarnos: ¿Bajo qué disfraz puede ocultarse? ¿Soy capaz de no odiar? ¿Cuál es el significado del enunciado paradójico, "Un enemigo es tan sutil como un Buda"? ¿Qué siento hacia aquellos que practican el mal? ¿Es una actitud correcta? y si no lo es ¿cómo puedo corregirla? ¿Qué actitud debería adoptarse hacia el mal en general? ¿Cuáles son mis actitudes y reacciones emotivas hacia aquellos con quienes antagonizo? Evidentemente, todas estas preguntas no pueden ser consideradas en forma adecuada en una sola meditación, por más tiempo que tratemos de mantener la mente en esa tarea; proporcionan un amplio material para reflexionar durante toda una serie de meditaciones, siendo suficiente considerar una pregunta por vez. Una tercera consideración sería el propósito de la meditación. Antes de emprender esta forma de accion interna, deberíamos pensar con claridad sobre nuestros objetivos, pues determinarán tanto el tema a elegir como los procedimientos a emplear. Un propósito general de meditación reflexiva es puramente mental o intelectual, vale decir, obtener ideas claras sobre un tema o problema dado. Un objetivo más importante es adquirir autoconocimiento y a ello se brindará una consideración especial. Hay innumerables temas adecuados para la meditación reflexiva y sólo pueden mencionarse aqui sus diferentes categorías. Las cualidades sicológicas y espirituales se ofrecen en series casi infinitas, tales como valor, fé, serenidad, alegria, voluntad, etc. Cada símbolo representa un tipo diferente, pero esto será tratado y ahondado en conexión con la visualización y en un cuaderno posterior. Se puede meditar sobre una frase que encierra un pensamiento esto se llama emplear un "pensamiento simiente". Lógicamente, los pensamientos simiente son también innumerables, pero pueden ser clasificados a "grosso modo" en dos grupos: primero, los que parecen sencillos y evidentes, como el ejemplo que acabamos de dar, pero que encierran un mundo de significado; segundo, los que son formulados en forma paradójica y, por lo tanto, constituyen un desafio. Estos se presentan a menudo en forma aparentemente contradictoria, cuya reconciliación reside en una síntesis superior o más comprensiva de los dos terminos opuestos, por ejemplo: "Actúen con interés y desinteresadamente". "Sufran con alegria". (Lo cual no significa gozar del sufrimiento). "Apúrense despacio". (Un antiguo dicho en latin, "festina lente". "Vivan en lo eterno y en el momento". "Vean a la acción en la inacción y a la inacción en la acción" Muchos dichos de Jesús, relatados en los Evangelios, pertenecen a esta categoria, siendo temas muy valiosos para la meditación reflexiva. Meditación reflexiva sobre si mismo. El empleo de la propia personalidad o yo, como tema para la meditación, necesita, mas que cualquier otro tema, mantener la actitud del "Observador" o " Espectador", tal como se lo menciona en el articulo sobre Concentración. (Cuad. 1). Requiere una clara discriminación entre la "autoconciencia" pura y el "contenido sicológico" de nuestra personalidad, y significa la observación de diferentes factores sicológicos en nosotros, sensaciones, emociones, imágenes, ideas y de nuestras diferentes actividades, funciones e impulsos. Algún conocimiento de sicología es de gran ayuda en esto, particularmente comprender los hallazgos de la "sicología profunda" y de la "sicología dinámica" más incluyente. La autopercepción superior y la capacidad de observar la propia personalidad desde arriba, desde una "distancia interna" o como podria decirse: "a un brazo de distancia" no debe ser confundido con lo que se llama comúnmente "autoconciencia" o "autocentralización". Autoconciencia es completamentelo opuesto; significa la identificación y preocupación penosa por nuestra personalidad y sus limitaciones y una excesiva preocupación por las opiniones y los juicios que emiten, sobre nosotros, los demás. La meditación reflexiva sobre la propia personalidad no debería ser considerada como una observación simplemente pasiva ni hacer un inventario o resumen mecánico de datos; incluye en análisis de los hechos observados, la comprensión de su significado y la consiguiente evaluación de los mismos y esto exige reflexión, consideración e interpretación. Por lo tanto, la verdadera meditación reflexiva constituye una preparación y un incentivo para otros tipos de meditación y acción internas. Comprender las deficiencias de la personalidad, sus problemas y conflictos, nos impulsa a poner orden, traer armonía y plenitud en nosotros mismos y estimula a la voluntad a realizarlo y puede realizarse, porque el Yo no sólo és el Observador sino también el Hacedor, el Ser que tiene el poder de decidir, dirigir y regir. Meditación sobre el Principio de Buena Voluntad. El Principio de Buena Voluntad es el tema de meditación durante este periodo bimensual. Si se considera superficialmente al comienzo, quizás parezca un tema sencillo, que no necesita reflexión sostenida. Pero esta aparente simplicidad – como en el caso de la frase "trato de amar y no odiar" – es engañosa. El articulo sobre Buena Voluntad y particularmente la clasificación final de la II Parte de este cuaderno, indicará sus innumerables aspectos, sus diversas aplicaciones y cuán amplios pueden ser sus aspectos subjetivos y objetivos y los cambios que pueden producir en nosotros y en toda la humanidad. En verdad es la llave mágica que abre la puerta a la Nueva Era. Sugerencias Técnicas sobre la Meditación Reflexiva. Nunca uno debe concentrarse sobre los aspectos negativos, sino poner la atención en los positivos. Luego se ha de anotar inmediatamente todos los pensamientos o conclusiones de valor; los conceptos que en ese momento parecen claros y vividos tienen la peculiaridad de desaparecer muy rápidamente de la conciencia y se pierden – por lo menos momentáneamente – si no se anotan en seguida. Formular pensamientos verbalmente nos obliga a pensar con claridad y precisión y también acusa cualquier confusión o vaguedad de nuestras mentes. El proceso de escribir es en sí un estímulo para meditar, y puede conducirnos a otras ideas valiosas "que fluyen de la pluma" por así decirlo. En este caso, escribir es una técnica de la meditación; ayuda definitivamente a mantener la mente enfocada, activa y orientada en la linea que se desee. El tiempo dedicado a la meditación varia, pero al comienzo no debería exceder de diez o quince minutos, pues ya es bastante. El período durante el cual debe emplearse un asunto como tema, también varía, pero debería utilizarse como minimo una semana y, después de cierta práctica, comprobamos que un mes no es demasiado tiempo. En verdad, algunos temas parecen virtualmente inagotables. Un buen método es meditar ciclicamente sobre ciertos temas; se elige una serie de temas y se emplea uno cada semana, después de terminar la serie se comienza de nuevo. Las recompensas de la meditación reflexiva son muchas. En primer lugar crecienta la eficacia del empleo de la herramienta mental y nos proporciona una creciente sensación de dominio sobre la mente. Esto se alcanza en forma gradual y no esperamos llegar a la perfección, pero aunque sea un infimo grado de control mental es satisfactorio y muy valioso, pues la mente es un mal amo pero un servidor muy útil. Se obtendrán otros resultados si emprendemos y seguimos seriamente esta forma de actividad interna que deberia considerarse como paso preliminar necesario para los otros tipos de meditación que serán tratados en posteriores cuadernos. Esto inicia nuestro entrenamiento en este campo y sienta las bases para toda realización futura. II PARTE: EL PRINCIPIO DE BUENA VOLUNTAD ¿Qué es la Buena Voluntad? Un signo alentador en nuestro confuso mundo actual, pleno de difíciles corrientes que se cruzan y también de posibilidades alarmantes, es que la buena voluntad se discute, reconoce y apoya comúnmente, pero lo familiar no es fácil apreciarlo como una visión. Así sucede con la buena voluntad y todo lo que se ha dicho sobre la frase "trato de amar y no odiar" en la primera parte, es aplicable también al tema de la buena voluntad. Con frecuencia la buena voluntad se considera como cosa sencilla y evidente, algo que cualquier persona bien intencionada lo da por sentado y aplica sin darse cuenta aunque en sí es débil. Se cree que es más o menos sinónimo de buena disposición y de una amable actitud, teniendo a veces matices de condescendencia y un sabor de paciente tolerancia hacia los defectos de los demás, tácitamente considerados como inferiores o menos evolucionados que nosotros, o de lo contrario, como algo que suaviza y allana los contactos humanos, un sustituto moderno – expresado por medio de los buenos modales – de la cortesia que parece estar fuera de moda. Puesto que ninguna de estas ideas populares es adecuada, resulta importante llamar la atención sobre los profundos significados, las amplias implicaciones y el carácter positivo y dinámico de la buena voluntad. ¿Qué es entonces buena voluntad? Es un principio, y un principio ha sido llamado una "idea de Dios", algo que orienta y dirige nuestras vidas, que ofrece lo que podria decirse una vara para medir o una escala de valores para nuestras actitudes y acciones. Un principio es una realidad espiritual, una verdad a la cual responde el Yo superior, el Alma en cada uno de nosotros, y que está siempre a tono con el mayor bien para el mayor número. Las grandes leyes están basadas sobre principios y, en este caso, un estudio del Principio de Buena Voluntad nos introduce más profundamente en los fundamentos de la Ley de Rectas Relaciones Humanas. Ahora analicemos la palabra en si, pues su verdadera estructura sugiere los diferentes aspectos que están relacionados e incluidos en ella. Primero, VOLUNTAD; segundo, VOLUNTAD AL BIEN; tercero, BUENA VOLUNTAD, como diferente de las anteriores. Un análisis de cada aspecto puede ayudarnos a revelar dimensiones inesperadas del concepto involucrado. VOLUNTAD es una potente energía quizás la más potente que exite en el Universo. Constituye el Primer aspecto de la Deidad, el aspecto que más directamente expresa o indica Su naturaleza esencial. Se ha dicho que la humanidad debe comprender a la Deidad de tres maneras, siendo la primera: Dios es Mente, Inteligencia. La Mente Cósmica, que la ciencia moderna ha empezado a aceptar y también a comprobar; la segunda, que Dios es Amor, el gran mensaje – todavia muy lejos de ser practicado – de las religiones superiores; la tercera, que Dios es Voluntad; puede decirse que esta comprensión es sólo embrionaria en la humanidad actual. La siguiente comprensión sintética será: Dios es Voluntad amorosa e inteligente, sintética, porque incluye a los tres aspectos conocidos o supuestos por la humanidad hasta ahora. Puede haber otros, pero por ahora es suficiente esforzarnos por comprender estos tres. Lamentablemente la humanidad aún no posee la síntesis o armonía de estos tres aspectos. Hay mucho despliegue de inteligencia y gran actividad mental en las cuales no existe amor y frecuentemente se la emplea para propósitos egoístas. También hay mucho amor en sentido emocional, pero poca o ninguna inteligencia que lo ilumine y guie. Lo más peligroso es que existe en la humanidad mucha voluntad que no es amorosa, voluntad empleada egoistamente a fin de llevar a cabo los objetivos de la personalidad. Los generalizados abusos del poder humano van desde los individuos autoritarios que ejercen su fuerza de voluntad sobresu circulo inmediato de allegados, hasta los poderosos conductores que mantienen en abyecta sumisión a su maligna voluntad a todo un pueblo como sucedió recientemente en Alemania y Japón. Generalizando, puede decirse que el estado actual de la humanidad se debe principalmente al hecho de que quienes poseen voluntad carecen a menudo de voluntad al bien y quienes profesan amor tienen poca a ninguna voluntad, pues son débiles, temerosos o haraganes. Por lo tanto, la comprensión o evocación de la voluntad debe ser seguida o acompañada por la comprensión del propósito y en qué linea la voluntad debe ser empleada y, lógicamente, ésta debe ir hacia_ el bien. En otras palabras, la voluntad, para ser constructiva y no destructiva, debería ser voluntad al bien. Esto requiere poseer un elevado grado de evolución y una verdadera percepción espiritual; la voluntad al bien puede y debe manifestarse por medio de la personalidad del hombre y, cuando esto sucede, se denomina buena voluntad. Funciones y Efectos de la Buena Voluntad. Fundamentalmente, la buena voluntad promueve la armonía y la unidad, que en la humanidad se expresan como rectas relaciones humanas. Hablando simbólicamente, la buena voluntad derriba barreras y construye puentes, pues estimula la recta acción entre individuos y pueblos. Es una llave para nuevos y a menudo inesperados modos de pensar, desarrollándose alli una acción recíproca interesante entre la buena voluntad y la comprensión; por un lado la buena voluntad eliminando reacciones separatistas y creando líneas de comunicación, fomenta la comprensión; por otro, la verdadera comprensión crea o acrecienta la buena voluntad. Debido a que la buena voluntad disipa el temor y evoca confianza, es un medio para hacer posible la verdadera colaboración; debido a que actúa como levadura, puede cambiar la atmósfera sicológica en las relaciones personales y en cualquier actividad grupal. Al eliminar los conflictos y las obstrucciones dentro de nosotros, y entre nosotros y los demás, al aumentar de esta manera la armonía y la unidad, la buena voluntad es eficaz para curar los males individuales y sociales. Desarrollo de la Buena Voluntad. Hay dos métodos para desarrollar la buena voluntad. El primero, elimina lo que obstaculiza su libre expresión; podría denominarse el método negativo, aunque exija mucha acción positiva para realizarlo. Estos obstáculos son, principalmente, egocentrismo, autoafirmación, resentimiento, hostilidad, prejuicio, crítica y discrepancia. Su eliminación exige una actitud de autoobservación, sincero análisis y valoración impersonal; poseer cierta medida de buena voluntad también es esencial para superarlos y permitir que la buena voluntad se convierta en una poderosa fuerza en nuestras vidas. El segundo método consiste en cultivar directamente las cualidades positivas que, en su mayor parte, son lo contrario de los obstáculos. Las cualidades más necesarias son: simpatía, paciencia, generosidad, humildad, sentido de fraternidad (hasta llegar a un sentido cósmico de universalidad), espiritu de servicio y gratitud. Esta última, quizás parezca ser la menos necesaria para desarrollar la buena voluntad y merece ser comentada aparte. Algunas personas hallan muy dificil sentir gratitud y aún más difícil expresarla. Otras están más dispuestas a dar que a recibir; esta actitud, cuando se analiza, es menos digna de lo que parece, pues en el dar – especialmente cuando se tiene abundancia – hay una agradable sensación de superioridad. Por otra parte, cuando se recibe, frecuentemente se hiere el orgullo y ciertamente desinfla la vanidad; esto explica quizás la muy conocida y frecuente falta de gratitud y buena voluntad hacia el benefactor. Puede también haber una ambivalencia entre una gratitud expresada a viva voz y un resentimiento más o menos encubierto, pero una gratitud genuina, sentida y expresada, es una manera positiva de crear y acrecentar la buena voluntad. Técnicas para el Desarrollo de la Buena Voluntad. Como ya lo he mencionado, estas técnicas eliminan principalmente los obstáculos que nos impiden llevar una vida superior y cultivar activamente los sentimientos y cualidades superiores. Son muy numerosas y abarcan mucho para poder describirlas plenamente; algunas han sido tratadas en otros escritos de estos cuadernos, pero podemos mencionar brevemente tres que son de especial aplicación; imaginación, visualización y comprensión de la necesidad. Sentir las necesidades perentorias de otros, ya sean individuos o grupos, preocuparse por los demás y compadecer a nuestros semejantes constituye un desafío y atrae la buena voluntad, estimulando el esfuerzo para satisfacer la necesidad, lo cual da lugar a un acercamiento constructivo. A menudo la falta de buena voluntad deriva de la ignorancia porque no se hace contacto con el sufrimiento y la miseria humanos, tanto física como sicológicamente; la gente no se da cuenta de cuánto sufrimiento existe y cuán numerosos son sus aspectos. Una condición amorosa y amable conduce a la inercia, a tomar las cosas con tranquilidad y, frecuentemente, es necesario que se haga contacto directo con las crudas verdades respecto al sufrimiento humano en las prisiones, hospitales, asilos de insanos, barrios bajos o entre la población de los países pobres y subdesarrollados a fin de sacudir a este tipo de personas para que entren en actividad. Los jóvenes particularmente están abiertos a estos impactos y son fácilmente inducidos a reconocer la necesidad que existe de buena voluntad y servicio, al ponerse en contacto con el sufrimiento y el mal. Las técnicas para la práctica externa de la buena voluntad – particularmente en las discusiones, consultas y conferencias – son en su mayor parte las preconizadas por numerosos profesionales, en el campo de las Relaciones Humanas para establecer relaciones interpersonales e intergrupales satisfactorias y constructivas. Han sido formuladas en muchos libros, algunos de los cuales fueron recomendados en el Cuaderno 1. Aqui sólo podemos dar un resumen de los puntos clave: a) Examinar el problema en consideración, desde todo punto de vista. Incluir el problema en un marco más amplio de referencia, un "todo" mayor. Ver su ubicación y conexión con la situación total, reconociendo interdependencias estrechas e inevitables. Considerarlo desde "arríba", desde un nivel superior. Establecer la meta común a alcanzar, formularla claramente, mantenerla siempre presente y referirse a la misma de vez en cuando durante su consideración. b) Encontrar y establecer los puntos acordes, en la unanimidad ya existente o fácilmente alcanzable. Luego, examinar conjunta y objetivamente (esforzándose por eliminar los factores emotivos), los puntos de conflicto o desacuerdo. c) Prepararse para hacer sacrificios parciales (compromiso correcto) a fin de obtener el mayor beneficio para todos; alcanzar un acuerdo pacífico y emprender una acción concertada y constructiva. Renunciar a algunos de los beneficios inmediatos a fin de adquirir mayores recompensas futuras por medio del acuerdo y la colaboración. El propio interés iluminado puede ser el factor motivador subyacente en el empleo de todas estas técnicas. Sin embargo, en un nivel superior, la buena voluntad es motivada por el reconocimiento y la confianza de las Leyes de Armonia, Justicia y Afinidad. Por medio de su acción, el bien atrae al bien, la generosidad evoca a la generosidad. Los Campos de Acción de la Buena Voluntad. Estos campos podrían ser visualizados como una serie de círculos concéntricos. En el centro está el individuo, cualquiera de nosotros y, por sorprendente que esto pueda parecer, es precisamente alli donde la buena voluntad debe empezar. Aunque pareciera que generalmente tenemos demasiada buena voluntad hacia nosotros mismos,
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