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Meditación para perder peso - Rebekah Borucki - axef38 Q

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Meditación para perder peso 
Rebekah Borucki 
 
 
Preparación/acerca de esta meditación 
 
Si estás leyendo esta meditación, es probable que estés intentando 
adelgazar o bien mantener una pérdida de peso anterior. Es posible que 
perder peso sea uno de los esfuerzos físicos más estresantes y 
abrumadores a los que tengas que enfrentarte jamás, así que espero que 
esta meditación cree un espacio en el que puedas sentir relajación y 
comodidad. 
Si a veces te sientes derrotado después de hacer ejercicio, o si te inunda la 
impotencia tras cada nuevo intento de hacer dieta, que sepas que no 
estás solo. Te han prometido una y otra vez el cuerpo de tus sueños, pero, 
al final, sigues atrapado en un cuerpo que se niega a encoger. Luchas 
constantemente contra tu peso, la comida es tu enemiga y tu alma se ha 
convertido en una trágica baja colateral. 
Esta meditación puede curar todo lo que ha resultado herido durante la 
batalla. En solo 4 minutos puedes conseguir que encojan tanto tu cintura 
como tus preocupaciones. 
 
¿Cuándo? Puedes practicar esta meditación siempre que lo desees. De 
hecho, resulta mucho más útil si la practicas en formato reducido varias 
veces al día. 
 
¿Dónde? Elige un lugar tranquilo para esta meditación. Se te instará a 
formularte varias preguntas, y es importante que las distracciones 
externas no interfieran en tu capacidad de oír las respuestas. Pueden 
llegarte en forma de voz interior, de emoción o de imagen. ¡Ten paciencia! 
A veces, cuando medito, veo palabras escritas en una hoja. Lo llamo mi 
«manual de instrucciones interno». 
En otras ocasiones veo a una profesora en un aula. Mi buena amiga e 
hipnoterapeuta personal, Grace Smith, me enseñó una versión de esta 
meditación durante una sesión de hipnosis. Le hago preguntas a la 
«profesora» y ella me responde con honestidad y objetividad. En realidad, 
esa maestra es mi voz interior, libre de distracciones y juicios, pero 
imaginarla como otra persona me permite verme a mí misma planteando 
la pregunta y responder con más facilidad. Tanto las visualizaciones como 
el «verse haciendo cosas» pueden ser herramientas potentes en tu propia 
práctica de meditación. 
 
¿Postura? Adopta la postura fácil. Como vas a apelar a tu intuición para 
responder a las preguntas que surjan mientras meditas, te irá bien colocar 
las manos sobre los muslos o las rodillas, dispuestas en el Gyan Mudra. 
Sigue las instrucciones que te indican cuándo abrir y cerrar los ojos 
durante la meditación. 
 
Gyan Mudra. Junta las yemas de los dedos índice y pulgar. Los tres dedos restantes han de 
quedar estirados, pero sin llegar a estar rígidos. Este mudra es apropiado para conectar con el 
propio centro, calmarse, mejorar la concentración y estimular la sabiduría y el conocimiento. 
 
 
 
 
Tienes 4 minutos para adelgazar 
 
1. Siéntate con la espalda erguida y los ojos abiertos, fija suavemente la 
mirada en un punto fijo o en un objeto que esté frente a ti, y empieza a 
centrar la atención en la respiración. Permite que la respiración fluya con 
libertad. No intentes modificarla. Si estás inquieto, la respiración puede 
acelerarse y ser audible, así que intenta no generar ruidos innecesarios 
con la respiración. Permite que se ralentice por sí sola. En este ejercicio es 
importante que el entorno sea tan silencioso como sea posible. 
 
2. Una vez serenada la respiración, cierra los ojos, si es posible, para 
eliminar todas las distracciones visuales de tu espacio de meditación. 
Ábrelos después de cada ciclo de respiraciones o apartado, para leer la 
siguiente indicación. 
 
 
Visualiza el aula... 
 
3. Empieza a imaginar objetos habituales en un aula. Irán apareciendo a 
tu alrededor pupitres, sillas y una pizarra. El aula es acogedora y alegre, 
decorada con colores y dotada de grandes ventanales con vistas a un 
paisaje maravilloso. 
 
 4. Imagina a una maestra frente a ti. Tiene un rostro amable y te sientes 
muy cómodo en su presencia. A partir de ahora le dirigirás a ella todas las 
preguntas y ella las responderá con rapidez. Todas las respuestas serán 
ciertas y estarán completamente alineadas con tu misión de convertirte 
en una persona más sana, feliz y fuerte. 
 
5. Con los ojos centrados en el objeto elegido, o cerrados con suavidad, 
dirige a la profesora las siguientes preguntas, ya sea para tus adentros o 
en voz alta, y espera a recibir la respuesta. Una vez que hayas recibido 
todas las respuestas, lee el paso siguiente. «¿Cómo puedo comer hoy para 
honrar mi cuerpo, mi misión y mi corazón?» «¿Cómo puedo moverme hoy 
para honrar mi cuerpo, mi misión y mi corazón?» «¿Cómo puedo hablar 
hoy para honrar mi cuerpo, mi misión y mi corazón?» 
 
6. Obtendrás respuestas de inmediato. Tu maestra (tu voz interior) te dirá 
exactamente qué debes hacer para honrar a tu persona hoy. Las 
instrucciones serán fáciles de seguir y no encontrarás ningún obstáculo 
que te impida hacer todo lo posible para tratar bien a tu cuerpo y a tu 
alma. 
 
7. Una vez que hayas obtenido las respuestas y las hayas aceptado en tu 
corazón como la verdad absoluta, sella la meditación con diez 
respiraciones completas más. Con cada inspiración sentirás más alegría y 
determinación. Con cada exhalación soltarás cualquier preocupación que 
te quede respecto a la adopción de opciones saludables. Durante el resto 
del día puedes reactivar esta meditación respirando profundamente tres 
veces y preguntándote: «¿Cómo honra esto a mi cuerpo, a mi misión y a 
mi corazón?». 
Pregúntatelo antes de cada comida o tentempié, antes de iniciar una 
conversación que pueda ser estresante o antes de elegir entre el ascensor 
y la escalera. Varias veces durante el día, detente unos instantes y 
céntrate. Si eres completamente honesto contigo mismo en estos 
momentos de contemplación silenciosa y detenida, es posible que las 
respuestas te sorprendan, al tiempo que son las que esperabas. 
Tal y como he dicho antes, una galleta puede honrarte tanto como una 
clase de yoga. Recibe cada respuesta a tus preguntas sin juzgar; sé 
consciente de que la respuesta es verdadera y va dirigida a ayudarte, y 
disfruta de los momentos que seguirán.

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