Estaño y sus aleaciones - Eugenio González Bernal

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Eugenio González Bernal
Tecnología de materiales
FI - UNAM
Estaño y sus aleaciones.
Es un metal plateado, maleable, que no se oxida fácilmente y es resistente a la corrosión. Muy común en aleaciones, ampliamente, para recubrir otros metales protegiéndolos de la corrosión. Su símbolo es Sn y su número atómico 50.
Tiene dos variantes alotrópicas: el estaño gris, polvo no metálico, semiconductor, de estructura cúbica y estable a temperaturas inferiores a 13,2 °C, que es muy frágil y tiene un peso específico más bajo que el blanco. El estaño blanco, el normal, metálico, conductor eléctrico, de estructura tetragonal y estable a temperaturas por encima de 13,2 °C.
Se usa como protector del cobre, del hierro y de diversos metales usados en la fabricación de latas de conserva; en compuestos para fungicidas, tintes, dentífricos y pigmentos; también como recubrimiento de aceros, etc.
Las aleaciones con base de estaño, conocidas como metales blancos, generalmente contienen cobre, antimonio y plomo; con diferentes propiedades mecánicas, dependiendo de su composición.
Las más comunes son:
•Bronce. Es una aleación de cobre y estaño (entre 3-20%).
•Soldaduras blandas. Son aleaciones de plomo y estaño con proporciones de estaño entre el 25 y el 90 %.
•Otras de bajo punto de fusión. Las más importantes son:
– Darcet, que funde a 97 °C, de aplicaciones médicas.
– Cerrolow, que funde a 47 °C; para aplicaciones dentales.
El bronce es muy usado por su elevado calor específico, empleándose en aplicaciones de transferencia del calor; u otros como el SAE 62, por ser muy resistente al desgaste.
El principal productor de estaño es China; y se obtiene del mineral casiterita SnO2; se muele y se enriquece químicamente por flotación, después se tuesta y se calienta con coque en un horno de reverbero con lo cual se obtiene el metal.
Es un material muy empleado tanto por la industria metalúrgica como en la electrónica; cuyo mercado va en aumento a diferencia de la perdida por sustitución, de plásticos y aluminio, en el sector alimentario.
No es toxico en su forma metálica, a diferencia de su presencia en compuestos orgánicos, toxico para muchos microorganismos.