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Meditación para la autorreflexión - Rebekah Borucki - axef38 Q

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Meditación para la autorreflexión 
Rebekah Borucki 
 
Preparación/acerca de esta meditación 
 
Para encontrar paz en un entorno caótico, practico la aceptación. Acepto 
lo que es, dejo ir la preocupación acerca de lo que no puedo controlar y 
centro la atención exclusivamente en aquello que sí puedo cambiar: mis 
pensamientos, mis palabras y mi conducta. Para resolver conflictos con los 
demás, practico la conciencia. Me reto a responder preguntas que revelan 
cómo me muestro en la relación: «¿Cuál es mi papel en este conflicto?». 
«¿Comunico con amor o con crítica?». En la meditación para la felicidad te 
he guiado para que recites: «Soy luz. Soy energía vibrante. Soy un imán 
para eso mismo». Ser «un imán para eso mismo» es fantástico si eres luz y 
energía vibrante. 
Sin embargo, ¿qué sucede si estamos enfadados, somos inseguros o no 
somos felices en general? Pues sigue aplicándose la misma norma: somos 
un imán para eso mismo. En esta meditación para la autorreflexión 
enviarás amor y luz a todos los lugares que más lo necesiten. Sin embargo, 
antes tendrás que identificar cuáles son esos lugares. Te guiaré para que 
te plantees una pregunta que me inspiró mi amiga Meggan Watterson, 
una célebre escritora, además de maestra espiritual: «¿A qué lugares no 
ha llegado todavía mi amor?». Plantearte preguntas durante la meditación 
puede ser tan beneficioso como recitar mantras positivos. Cuando se 
formulan las preguntas adecuadas, las respuestas se revelan sin mucho 
esfuerzo. Y cuando conocemos las respuestas, podemos emprender el 
proceso de curación y crecimiento. Así, los mantras para «estar presentes 
para el amor» te recordarán el poder que tienes a la hora de atraer todo 
lo que deseas. Úsalos como recordatorios habituales para mantener la 
negatividad a raya y conectar con tu verdadera naturaleza de amor y de 
intención divina. 
 
¿Cuándo? Sujetar un espejo en el que ver reflejado tu verdadero yo no es 
una tarea de poca envergadura. Esta meditación puede generar 
revelaciones que tendrás que procesar. Sea cual sea el momento en que 
decidas practicarla, asegúrate de contar con un poco de tiempo para 
recuperarte antes de reanudar tus actividades cotidianas. Quizá descubras 
que te va mejor esperar hasta el final de la jornada para practicar 
meditaciones que pueden ser intensas. 
 
¿Dónde? Por el mismo motivo por el que quizá necesites algo más de 
tiempo para esta meditación, asegúrate de sentirte seguro y cómodo en el 
espacio que elijas. Esta meditación funciona mejor en un espacio 
reconfortante, conocido y privado. 
 
¿Postura? Tanto la postura fácil como la postura del ángulo atado 
reclinado son perfectas para favorecer una vulnerabilidad segura y la 
apertura a información nueva. Elige la que te resulte más cómoda. Tanto 
en la una como en la otra, apoya las manos suavemente, con las palmas 
hacia arriba. Si es posible, cierra los ojos una vez que hayas formulado la 
pregunta y mientras repites los mantras. 
 
 
Tienes 4 minutos para tomar conciencia de lo presente que estás para el 
amor 
 
 «¿A qué lugares no ha llegado todavía mi amor?» Estás a punto de abrir 
tu corazón para recibir la respuesta a esta pregunta mientras meditas. El 
Universo y tu propia sabiduría interior te enseñarán exactamente cómo 
convertirte en alguien que atrae con facilidad relaciones saludables y 
satisfactorias. Adopta la postura que hayas elegido y prepárate para 
meditar. 
 
1. Empieza la meditación adoptando una intención amorosa. Repite las 
frases siguientes, para tus adentros o en voz alta: «Lo he hecho lo mejor 
que he sabido con las herramientas de que disponía. A veces, hacerlo lo 
mejor que sabía me ha ido bien y otras no ha sido suficiente. No juzgo a 
mi yo anterior. Ahora estoy presente con nada más que intenciones 
puras. Quiero ser la mejor persona que pueda llegar a ser y agradezco 
toda la guía que se me ofrezca desde la compasión». 
 
2. Respira con naturalidad, centrándote en las inhalaciones y exhalaciones 
relajadas. No es necesario que modifiques la respiración. 
 
3. Lleva la atención al chakra del tercer ojo (el entrecejo). La sabiduría 
llega a tu cuerpo por ese chakra. Imagina que brilla con una suave luz azul 
índigo que se expande y se contrae con cada inhalación y exhalación. 
 
4. Cierra los ojos (o desenfoca la mirada) y concéntrate en esa bella luz 
azul durante diez ciclos de respiración completos. Después abre los ojos y 
lee la indicación siguiente. Ahora ha llegado el momento de preguntarte: 
«¿A qué lugares no ha llegado todavía mi amor?». Atiende a la respuesta. 
Déjame que te lo explique rápidamente con un poco más de detalle. El 
«lugar» puede ser cualquier área que hayas criticado o juzgado con 
dureza, en lugar de abordarla con amor. Puede ser un momento en el que 
no mostraras compasión o comprensión. ¿Ha habido algún momento en el 
que hayas decidido atacar en vez de escuchar? Y no me refiero 
únicamente a otras personas. ¿En qué momento no te has dado amor en 
tu interior? 
 
5. Vuelve a cerrar los ojos para reflexionar sobre la pregunta. Concéntrate 
en el chakra del tercer ojo y en su brillante luz azul y formula la pregunta 
en voz alta o para tus adentros: «¿A qué lugares no ha llegado todavía mi 
amor?». Espera unos momentos mientras recibes la respuesta. Por ahora 
basta con descubrir un lugar. 
 
6. Una vez que hayas obtenido la respuesta, traslada la atención al chakra 
del corazón, que brilla con una luz verde mientras se expande y se contrae 
con cada inhalación y exhalación. Al igual que en la meditación para la 
felicidad, enviarás amor directamente desde el chakra del corazón al lugar 
que te haya revelado la respuesta. Con los ojos cerrados, observa cómo la 
luz verde del chakra del corazón se dirige hacia ese lugar y lo baña con su 
amor resplandeciente. 
 
 
La curación ha empezado... 
 
El Universo te ha guiado hacia la parte de ti mismo que no ha estado 
demasiado presente para recibir amor, y el proceso de curación ha 
empezado ya. Sabes dónde ha faltado amor y sabes cómo enviarlo justo 
allí. 
 
7. Sella la meditación repitiendo el mantra de autoconfianza. Cierra los 
ojos por última vez y recita el mantra en cada exhalación durante cinco 
ciclos de respiración completos. Al terminar, abre los ojos y concédete 
tiempo para reflexionar sobre la experiencia antes de seguir con tu día. El 
mantra es este: «Atraigo lo que creo acerca de mí. Atraigo lo que soy».

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