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Meditación para la autorreflexión Rebekah Borucki Preparación/acerca de esta meditación Para encontrar paz en un entorno caótico, practico la aceptación. Acepto lo que es, dejo ir la preocupación acerca de lo que no puedo controlar y centro la atención exclusivamente en aquello que sí puedo cambiar: mis pensamientos, mis palabras y mi conducta. Para resolver conflictos con los demás, practico la conciencia. Me reto a responder preguntas que revelan cómo me muestro en la relación: «¿Cuál es mi papel en este conflicto?». «¿Comunico con amor o con crítica?». En la meditación para la felicidad te he guiado para que recites: «Soy luz. Soy energía vibrante. Soy un imán para eso mismo». Ser «un imán para eso mismo» es fantástico si eres luz y energía vibrante. Sin embargo, ¿qué sucede si estamos enfadados, somos inseguros o no somos felices en general? Pues sigue aplicándose la misma norma: somos un imán para eso mismo. En esta meditación para la autorreflexión enviarás amor y luz a todos los lugares que más lo necesiten. Sin embargo, antes tendrás que identificar cuáles son esos lugares. Te guiaré para que te plantees una pregunta que me inspiró mi amiga Meggan Watterson, una célebre escritora, además de maestra espiritual: «¿A qué lugares no ha llegado todavía mi amor?». Plantearte preguntas durante la meditación puede ser tan beneficioso como recitar mantras positivos. Cuando se formulan las preguntas adecuadas, las respuestas se revelan sin mucho esfuerzo. Y cuando conocemos las respuestas, podemos emprender el proceso de curación y crecimiento. Así, los mantras para «estar presentes para el amor» te recordarán el poder que tienes a la hora de atraer todo lo que deseas. Úsalos como recordatorios habituales para mantener la negatividad a raya y conectar con tu verdadera naturaleza de amor y de intención divina. ¿Cuándo? Sujetar un espejo en el que ver reflejado tu verdadero yo no es una tarea de poca envergadura. Esta meditación puede generar revelaciones que tendrás que procesar. Sea cual sea el momento en que decidas practicarla, asegúrate de contar con un poco de tiempo para recuperarte antes de reanudar tus actividades cotidianas. Quizá descubras que te va mejor esperar hasta el final de la jornada para practicar meditaciones que pueden ser intensas. ¿Dónde? Por el mismo motivo por el que quizá necesites algo más de tiempo para esta meditación, asegúrate de sentirte seguro y cómodo en el espacio que elijas. Esta meditación funciona mejor en un espacio reconfortante, conocido y privado. ¿Postura? Tanto la postura fácil como la postura del ángulo atado reclinado son perfectas para favorecer una vulnerabilidad segura y la apertura a información nueva. Elige la que te resulte más cómoda. Tanto en la una como en la otra, apoya las manos suavemente, con las palmas hacia arriba. Si es posible, cierra los ojos una vez que hayas formulado la pregunta y mientras repites los mantras. Tienes 4 minutos para tomar conciencia de lo presente que estás para el amor «¿A qué lugares no ha llegado todavía mi amor?» Estás a punto de abrir tu corazón para recibir la respuesta a esta pregunta mientras meditas. El Universo y tu propia sabiduría interior te enseñarán exactamente cómo convertirte en alguien que atrae con facilidad relaciones saludables y satisfactorias. Adopta la postura que hayas elegido y prepárate para meditar. 1. Empieza la meditación adoptando una intención amorosa. Repite las frases siguientes, para tus adentros o en voz alta: «Lo he hecho lo mejor que he sabido con las herramientas de que disponía. A veces, hacerlo lo mejor que sabía me ha ido bien y otras no ha sido suficiente. No juzgo a mi yo anterior. Ahora estoy presente con nada más que intenciones puras. Quiero ser la mejor persona que pueda llegar a ser y agradezco toda la guía que se me ofrezca desde la compasión». 2. Respira con naturalidad, centrándote en las inhalaciones y exhalaciones relajadas. No es necesario que modifiques la respiración. 3. Lleva la atención al chakra del tercer ojo (el entrecejo). La sabiduría llega a tu cuerpo por ese chakra. Imagina que brilla con una suave luz azul índigo que se expande y se contrae con cada inhalación y exhalación. 4. Cierra los ojos (o desenfoca la mirada) y concéntrate en esa bella luz azul durante diez ciclos de respiración completos. Después abre los ojos y lee la indicación siguiente. Ahora ha llegado el momento de preguntarte: «¿A qué lugares no ha llegado todavía mi amor?». Atiende a la respuesta. Déjame que te lo explique rápidamente con un poco más de detalle. El «lugar» puede ser cualquier área que hayas criticado o juzgado con dureza, en lugar de abordarla con amor. Puede ser un momento en el que no mostraras compasión o comprensión. ¿Ha habido algún momento en el que hayas decidido atacar en vez de escuchar? Y no me refiero únicamente a otras personas. ¿En qué momento no te has dado amor en tu interior? 5. Vuelve a cerrar los ojos para reflexionar sobre la pregunta. Concéntrate en el chakra del tercer ojo y en su brillante luz azul y formula la pregunta en voz alta o para tus adentros: «¿A qué lugares no ha llegado todavía mi amor?». Espera unos momentos mientras recibes la respuesta. Por ahora basta con descubrir un lugar. 6. Una vez que hayas obtenido la respuesta, traslada la atención al chakra del corazón, que brilla con una luz verde mientras se expande y se contrae con cada inhalación y exhalación. Al igual que en la meditación para la felicidad, enviarás amor directamente desde el chakra del corazón al lugar que te haya revelado la respuesta. Con los ojos cerrados, observa cómo la luz verde del chakra del corazón se dirige hacia ese lugar y lo baña con su amor resplandeciente. La curación ha empezado... El Universo te ha guiado hacia la parte de ti mismo que no ha estado demasiado presente para recibir amor, y el proceso de curación ha empezado ya. Sabes dónde ha faltado amor y sabes cómo enviarlo justo allí. 7. Sella la meditación repitiendo el mantra de autoconfianza. Cierra los ojos por última vez y recita el mantra en cada exhalación durante cinco ciclos de respiración completos. Al terminar, abre los ojos y concédete tiempo para reflexionar sobre la experiencia antes de seguir con tu día. El mantra es este: «Atraigo lo que creo acerca de mí. Atraigo lo que soy».
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