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Meditación para la felicidad Rebekah borucki Preparación/acerca de esta meditación Mahatma Gandhi dijo: «Si pudiéramos cambiarnos a nosotros mismos, las tendencias del mundo también cambiarían. Cuando un hombre cambia su propia naturaleza, también lo hace la actitud del mundo hacia él. Este es el divino misterio supremo. Es algo maravilloso y el origen de nuestra felicidad». Cambiar lo que nos rodea es tan fácil como cambiar nuestra actitud. Inspirar a otros a que hagan lo mismo es tan fácil como encender nuestra luz y permitir que los ilumine también a ellos. Cuando tocas el corazón de una persona, cambias el mundo para siempre. Esta meditación se inspira en la meditación metta (amor y bondad) que me enseñó el célebre guía Davidji. Encenderás en ti la luz que ya se halla en tu interior y te ayudará a iluminar el mundo con ella. Cuando la evoques a lo largo del día, te acordarás de encender la luz para que otros puedan verla. Imagina que eres una farola en una noche oscura. Eres más que una luz encendida; también lo iluminas todo a su alrededor. Cuando alguien entra en tu halo, la oscuridad que lo rodea desaparece también. ¿Cuándo? La mañana es un momento perfecto para empezar a repartir luz. Podrás enviar luz, amor y felicidad a otros ya desde tu cojín de meditación. También puedes probar esta meditación siempre que percibas que las personas que hay a tu alrededor necesitan experimentar un poco de felicidad. ¿Dónde? Aunque está claro que siempre está bien meditar en un lugar tranquilo, he usado esta meditación en lugares de todo tipo: en el camerino de mi programa de televisión, en taxis y en la sala de espera del médico. Úsala antes de una entrevista importante para ablandar a tu interlocutor o para ayudar a calmar los nervios del resto de los pasajeros en la pista de despegue antes de que el avión alce el vuelo. ¡Eres una luz poderosa que lleva su magia allí donde estés! ¿Postura? La energía fluye con mucha más facilidad en una posición erguida. Adopta la postura fácil, apoyando las manos sobre las rodillas o los muslos con las palmas hacia arriba. También puedes colocar las manos sobre el centro del corazón durante toda la meditación o durante una parte de la misma. Como te guiaré en una visualización de tu chakra corazón, sería conveniente que cerraras los ojos durante algunas partes de la meditación. Tienes 4 minutos para repartir felicidad Empieza la meditación adoptando la postura fácil, con la espalda erguida y las manos suavemente apoyadas sobre las rodillas o los muslos, con las palmas hacia arriba, o colocadas sobre el centro del corazón. Ya estás listo para inundar con tu luz todo a tu alrededor. 1. Centra la atención en la respiración tal y como sea en este momento. Sigue las inhalaciones y exhalaciones naturales. El aire entra por la nariz, recorre tu cuerpo, llega hasta la base del abdomen y vuelve a salir por la boca. Si tienes las manos sobre el pecho, nota cómo este asciende y desciende con la respiración. Cierra los ojos durante diez ciclos de respiración completos. Después abre los ojos y lee el mantra. Pon el chakra corazón a trabajar ... 2. Visualiza cómo tu chakra corazón brilla con una resplandeciente luz verde. Imagina que el brillo aumenta cada vez que repites el mantra. Cierra los ojos, y en las exhalaciones de cinco ciclos de respiración, repite para tus adentros o en voz alta: «No busco la luz. Yo soy la luz». Abre los ojos cuando hayas terminado. Reflexiona acerca de estas palabras durante unos instantes. No hace falta que busques la luz. La felicidad no vive fuera de ti. Tú «eres» la luz. La felicidad eres tú en tu estado natural. 3. Vuelve a centrar la atención en tu chakra corazón... que sigue resplandeciendo con una luz verde, expandiéndose y contrayéndose con cada inhalación y exhalación. El centro de tu corazón irradia amor y felicidad en estado puro. Ha llegado el momento de dejarlos salir al mundo. Envía este amor y esta felicidad al exterior desde el centro de tu corazón. Cada vez que exhalas, el amor y la felicidad llegan cada vez más lejos. Primero hasta el espacio inmediato que rodea tu cuerpo físico, luego a toda la estancia donde estás y luego al espacio que hay fuera de la estancia. Con la última exhalación estarás enviando amor y felicidad en estado puro al mundo entero. 4. Cierra los ojos durante siete ciclos de respiración completos. Con cada exhalación libera más amor y felicidad al espacio. El chakra corazón se expande con cada inspiración, y las exhalaciones llevan la luz de tu chakra corazón al resto del mundo. Sella la práctica... 5. Así como la práctica de la meditación es un faro que te guía hasta tu verdad, tú eres un faro que atrae a otros hacia la luz. Repite el mantra de sellado para tus adentros o en voz alta con cada exhalación, hasta que te sientas preparado para seguir con tu día. «Soy luz. Soy energía vibrante. Soy un imán para eso mismo».
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