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novela final - Urii Rodz

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LO QUE QUIERAS DE MI
LO QUE QUIERAS DE MI
 
AUTHOR NAME
URIEL RODRIGUEZ RAMIREZ
2
v
Copyright © 2022 Uriel Rodríguez Ramírez
Todos los derechos reservados.
NOMBRE DEL AUTOR
LO QUE QUIERAS DE MI
viii
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palabras del autor:
Mi segundo libro tenía que ser de pequeños relatos, esta idea surgió cuando escuché una frase en un libro que leí, la cual decía “Nosotros no somos nuestro pasado, somos lo que hacemos con él”. Por lo mismo también somos lo que hacemos con las historias, con las anécdotas y experiencias que nos van pasando a lo largo de nuestra vida. Para mí, la vida está llena de pequeñas anécdotas que juntas pueden hacer una gran historia. Eso es lo que tenía en mente cuando pensé en este libro, así que inventé las historias que leerás a continuación y las mezcle con algunas anécdotas de mi infancia y adolescencia. Así que de corazón, espero que disfrutes este libro tanto como yo lo hice narrándolo y escribiéndolo.
Gracias querido lector, por darte el tiempo de leerlo.
CONTENIDO:
Pág.
	1. El poema robado
	01
	2. El chismografo
	27
	3. Dias de clases
	55
	4. Lo que quieras de mi
	73
	5. La leyenda
	129
	6. Los mensajes de mi ex
	149
	7. El mejor papá del mundo
	169
	
	
Gracias por toda la motivación
Porque aún que no estas, 
Siempre te encuentro en mí
Infinitamente gracias.
i
1. EL POEMA ROBADO
Desde que entré a la escuela secundaria descubrí mi gran pasión, antes la buscaba en los deportes y lo único que ganaba eran moretones y golpes en diferentes partes del cuerpo, también la busqué en el dibujo y a pesar de hacer paisajes buenos mis dibujos no sobresalían mucho que digamos, aunque mi pasión no estaba en ese arte, sino que estaba en la literatura. Ahora que recuerdo en la primaria me gustaba mucho la materia de español, no sé si por la maestra que la impartía, que estaba muy guapa y joven o por las actividades que nos dejaban hacer en ese entonces o quizá por una combinación de las dos, ojala así fueran todas las clases, actividades creativas y maestras atractivas, la combinación perfecta.
Ahora ya en la secundaria la materia que más me gusta es literatura, lamentablemente en literatura l, nos tocó una maestra que desde lejos se ve que nunca lee, de verdad, no es una locura lo que digo, pero es que esa maestra es malísima, lo cual me ha llevado a pensar ¿Por qué las personas se dedican a cosas en las cuales no son buenas? O tal vez no le gusta para nada su trabajo. Para mí, esas personas no deberían dedicarse a eso si no son buenas, da lo mismo si les apasiona o no. Nunca iría con un dentista que a pesar de amar mucho su trabajo no sea bueno en lo que hace, es incluso algo peligroso.
Pero la buena noticia es que actualmente en literatura 2, nos da clases una profesora que enseña muy bien, incluso varios compañeros que creería que nunca en su vida agarrarían un libro ni para ver la portada, resulta que están leyendo aunque eso sí, con mucho esfuerzo. Si pienso bien cuál es el origen de mi pasión por la literatura, tengo que confesar que en la sala de mi casa hay varias estanterías llenas de libros de todos los géneros, desde poemas, novelas, ensayos, revistas de historia, entre muchas otras. Según por lo que le he preguntado a mi padre, mi abuelo fue un gran escritor y digo fue porque el ya no está en este mundo, de él son la mayoría de los libros que están en mi casa, en específico su más grande logro fue trabajar en el periódico más importante de México de ese entonces, pero ese trabajo lo llevó a la muerte, mi abuelo entró poco a poco en el mundo del periodismo, al principio escribía cuentos y narraciones no tan trascendentes, después cuando se fue a cubrir varias notas de importancia en la ciudad de México, se metió en muchos problemas y por aquel entonces según mi padre, las cosas eran muy diferentes. 
Después de amenazas y varias advertencias hacia mi abuelo, un lunes 17 de octubre lo mandaron a matar, y bueno, de un balazo en el hombro dejó este mundo. A pesar de conocerlo solo por una pequeña pintura que se tiene de el cuando era joven, se cómo es, pero cuando leo cada uno de sus escritos siento que estoy con él y almenos de esa forma lo conozco más que bien, eso es parte de lo que deja la literatura, el inmortalizarte y que por generaciones te perciban de acuerdo a esa obra. A veces he escuchado a escritores que quisieran borrar de formas definitiva varias de sus primeras obras, tiene sentido ese pensamiento, porque si yo escribiera o me tomaran una foto de muy niño que ya no me representa actualmente, también quisiera eliminarla.
Por eso creo que yo tengo en la sangre la escritura, si bien mi padre trató en su momento de juventud escribir ciertas cosas, como pequeños artículos relacionados al lugar donde vivimos, no destacó tanto como mi abuelo, aun así, él se considera más un lector que un escritor. Y en las noches antes de irse a dormir, siempre lo veo leyendo algo nuevo que compró después de salir de su trabajo.
Hoy tenemos clases de literatura, la maestra llega un poco tarde, pero lo bueno es que hoy nos toca dos horas seguidas con ella, hace calor en el salón, huele como a chetos con comida picante, y si, es un lunes aburrido por la tarde.
—muy buenos días compañeros. 
Menciona la maestra agarrando más fuerte sus libros que lleva en la mano y volteando a ver a todos en el salón.
Pero como casi siempre, mis compañeros están platicando, otros levantándose y haciendo otras cosas menos poniéndole atención a las indicaciones de la maestra. 
—compañeros, por favor siéntense en su lugar porque vamos a empezar la clase. 
La maestra eleva gradualmente su tono de voz para que le hagan caso, hasta que lentamente los compañeros se sientan.
Después, las indicaciones son claras, tenemos que hacer una autobiografía y no quiere que utilicemos palabras comunes dentro del texto, como la típica “yo nací en el año” o “mi nombre es… y…”, así que me pongo a escribir. Está bien lo confieso, para ser alguien que tiene la literatura en sus venas no es mi mejor trabajo que digamos, borre más de lo que escribí, pero bueno. Esta es mi autobiografía:
La tarde del 2004 yo nací en un hospital público (para que no vayan a pensar que soy de esas personas pudientes) que se ubicabá en ese entonces en el centro de Coyoacán, y si se preguntan que es hoy en día, pues un edificio de un banco, cada vez que paso por ese banco me da un poco de nostalgia que ahora sea eso. Bueno, mi madre es Rosa Ángela y es una gran pintora, por lo mismo mi casa está llena de cuadros de ella, y cuando digo llena, lo digo de forma literal, no existe un espacio en blanco para colgar una sola cosa más, todas las paredes están llenas de pinturas de todos los estilos que ustedes se imaginan, ella conoció a mi padre que se llama Oscar Gutiérrez en un centro comercial de ese entonces, según mi madre fue un amor a primera vista. 
Si, como las historias de las películas antiguas de amor. Yo me llamo Julio y soy hijo único, según mis padres había dos opciones para mi nombre, Alejandro y Julio, y por el escritor de novelas de ciencia ficción: Julio Verne, me llamo así. 
Como no tengo hermanos gran parte de mi estancia en la ciudad la pase solo, sin embargo cuando tenía unos 7 u 8 años de edad nos mudamos a otro vecindario que quedaba a unos 20 minutos del centro y ahí mismo conocí a Gorgue, uno de mis mejores amigos de la vida, con el pasé muchas aventuras y momentos llenos de diversión, travesuras, complicidad y regañadas por escaparnos a gastar el dinero que mi mamá me daba para las tortillas. En mi defensa diré que no fue mucho dinero y que además fueron bien invertidos en las maquinitas de la esquina y en muchos dulces. Al poco tiempo después, su familia de Gorgue se mudó a otro lado y eso nos dificultaba poder vernos, hasta que poco a poco nos dejamos de ver por completo. Después en mi vida no pasó nada interesante que valga la pena contar aquí, en cuarto de primaria me enfermé muy gravemente, todo comenzó con un malestar muy general, una calentura y pronto se volvió algomucho más fuerte y grave, afortunadamente salí bien de todo pero por culpa de eso repetí el año en la escuela, al principio me dolió, lo he de confesar. Sin embargo después como que hasta me gustó porque descubrí muchos amigos y grandes amigas. 
Terminé la primaria con un promedio muy bueno, y como premio mi padre me regaló un violín completamente nuevo para que lo tocara en mis tiempos libres, no entendí muy bien porque ese instrumento, nunca le pedí eso a mis padres, pero el solo me mencionaba que después cuando creciera le iba a agradecer ese regalo ya que tendría popularidad con las chicas, y talvez tuviera razón pero por desgracia no aprendí casi nada del violín ni de la música, la verdad traté de aprender, pero cada vez que ensayaba en mi cuarto mi madre me mandaba a callar porque no distinguía según ella, si ese sonido eran fantasmas o el gato muriendo. Me hubiera enojado por esos comentarios pero creo que tenía razón.
Ya en la actualidad estoy en la secundaria, más específicamente en segundo, en el turno vespertino, la música que más me gusta es el pop romántico, mi color favorito siempre ha sido el verde y en mis playeras no hay ninguna que no tenga ese color por mínimo que sea.
Bueno, esa es mi autobiografía, puedo notar que me falta vivir más cosas pero qué más da, si solo voy en secundaria, no saben el trabajo que me costó pensar que poner. Pero por fortuna veo las tareas de los demás y sinceramente creo que la mejor es la mía, por lo que sospecho que sacaré un diez seguro.
Al otro día encontré mi primer gran reto, la maestra llega inmediatamente y pone en el pizarrón una serie de imágenes a color que aparentemente no tienen relación una con la otra, pega una hoja donde está un niño sentado en una banqueta, un perro feliz, una rosa roja y una niña caminando en la calle. Lo primero que la maestra nos deja es un trabajo donde tenemos que hacer una historia enlazando cada una de las imágenes que pegó en el pizarrón, preguntamos cuantas hojas tenemos que entregar, y en esta ocasión es de espacio libre, como solo teníamos una sola hora lo terminé en mi casa, la verdad me costó trabajo ese cuento. Me fui directamente a la sala de mi casa para buscar un libro de cuentos y poder inspirarme en mi historia. Y bueno, como pude armé el cuento con la estructura que la maestra nos dios ese mismo día.
Después llego el poema, tenemos que escribir un poema que obviamente sea cien por ciento original, la entrega es dentro de tres días pero quiero que este poema si quede bien porque presiento que a mí se me facilita este tipo de trabajos, ahora que recuerdo los grandes poetas que he leído tienen una fuente de inspiración, es decir…. para alguien va dirigido su más grande poema, el amor y el desamor es lo que más se repite en los versos de estos grandes poetas.
Confieso que desde hace un tiempo me he sentido atraído por una chica de mi escuela, no es de mi salón, pero si es del mismo grado que yo. Que no esté en mi salón es algo que agradezco porque no me imagino concentrándome en todo lo que dice la maestra si la tengo en el mismo espacio que yo, además siempre tendría una necesidad de que me admire y de yo poder impresionarla y eso no me parece muy bueno que digamos, lo sé no por experiencia si no que lo he visto en mis amigos porque les pasa, en fin.
Esta chica se llama Sandra, el escuchar tan solo su nombre es como si algo pasará en mi cuerpo, el corazón me dice desde adentro que es un nombre muy bello, el nombre más hermoso que he escuchado en mi corta vida, a pesar de solo haber tenido en un par de ocasiones la oportunidad de poder platicar con ella. Recuerdo muy bien cuál fue la primera vez que le hablé, al principio no podía dejar de recordar ese encuentro de nosotros, a veces imaginaba cosas que no pasaban, como que nos besábamos en esa primera vez o que yo la protegía de los brabucones de la escuela, pero la realidad es que no fue tan espectacular ese encuentro como mi imaginación lo relataba, me parece que ya pasó casi un año de eso, estábamos en clase de química y el profesor ya se había retrasado por 20 minutos, así que cada quien estaba haciendo lo que fuera en el salón, como se rumoraba en los otros salones donde este profesor también daba química que no iba a llegar, mis amigos y yo nos salimos un rato al patio, como vimos las pelotas en el patio, quisimos jugar un rato con ellas, cabe decir que en el deporte no es algo en lo que yo destaque mucho, jugamos basquetbol porque al futbol no se podía por el espacio tan pequeño de mi escuela, a lado en una de esas bancas nuevas estaba Sandra, justamente mirando como lanzábamos la pelota de un lado a otro, ojalá no la hubiese visto porque al notar su presencia me costó trabajo concentrarme en el juego y fui más torpe de lo normal, jugué tan pero tan mal que mis amigos decidieron sacarme del equipo, no los culpo, si hubiera sido otra persona la verdad también haría lo mismo pero es que yo no podía dejar de verla, era como si en mi mirada hubiera un imán y ella en su cuerpo tuviera la otra parte, estaba tan hermosa con su pelo recogido, su uniforme de deportes y su short muy pegado a sus piernas.
Agarrando valor fui y me senté a lado de ella, quería hablarle pero mi voz no salía, era como si el ratón hubiera robado mi lengua, abriá la garganta pero no emitía ningún sonido, ella volteo a verme y yo me puse de color tomate, bueno el tomate no es un color pero ustedes me entienden, ahí descubrí algo nuevo, número uno; pensaba que solo me ponía así el hecho de pasar enfrente de todo el salón y exponer un tema al cual nunca había estudiado, y dos; el efecto que ella provoca en mi sin decirme una sola palabra.
—Hola—Me dijo moviendo sus grandes ojos y mirándome fijamente.
—Hola— Conteste algo nervioso.
—Es interesante como juegan, ¿no tienen profesor o tienen hora libre?—Me pregunto mirando hacia la cancha.
—Sí, lo que pasa es que el profesor de química no llegó y pues estamos aquí jugando un rato, por la hora en la que es—Voltee a ver mi reloj y eran las 4:30 —ya no creo que venga, dije.
—mmm... ¿y tú?—Pregunté—todo tu salón está afuera y tú eres la única que está adentro, ¿te sacaron del salón o algo así?
Llevándose la mano al pelo dijo:
—Sí, lo que pasa es que al profesor le caigo mal, así que me sacó de su clase por sus ganas, por eso estoy aquí.
—Ya entiendo, ¿qué maestro es? —Dije tratando de ver a su salón.
—Es Federico, el profesor de matemáticas.
Sandra se notaba algo enfadada.
En efecto, ese profesor tampoco me caía nada bien, tiene fama de ser muy estricto con los demás y muchas veces piensa que él siempre tiene la razón aun cuando se equivoca, es simplemente ridículo.
Y si no me creen déjenme contarles algo rápido de él, en una clase estábamos viendo los planetas de nuestro sistema solar, como es un tema que a mí me interesa me puse a investigar días antes de verlo en la clase. Por lo que llegue a investigar las últimas actualizaciones de la ciencia decían que se había aumentado un planeta en nuestro sistema, bueno pues esa fue la información que en mi se quedó, sin embargo al otro día en la clase, el profesor solo nombro 7, lo cual me saco de onda y le mencioné que en internet había otra información. A lo que me contesto que el internet no era nada confiable porque muchas personas podían editar cosas y cambiarlas por completo. Pero lo que en realidad pasaba, era que el profesor estaba desactualizado en ese tema, pues ya se habían nombrado más planetas en el sistema y la información que nos daba era de su época. Así que fui a la biblioteca de la escuela para verificar el número de planetas y resulta que todos los libros de la escuela son de los años 90´s. y la actualización llego hasta el año 2015, en fin a veces pienso que la escuela no sirve de mucho que digamos.
Volviendo a lo de Sandra; En esa ocasión fue la vez que más hablamos, después cuando nos veíamos en el receso, afuera de la escuela o así. Nos saludábamos pero ya no compartíamos tantas cosas, eran saludos más cordiales y rápidos.
Con todo esto a la mente, fue un sábado cuando creeeste poema, al principio solo escribía por escribir para que solito salieras las palabras y la verdad esto funcionó porque salió de forma más fluida, después de unas cuantas correcciones y estructurarlo mejor este es el resultado:
“Cuando te vi por primera vez
Todo parecía como un sueño...
Cuando te vi por primera vez
Tenía una necesidad de unir mis labios 
Con los tuyos,
No podía dejar de ver como jugabas
Con tu pelo de un negro como el mismo
Universo,
Tan profundo,
Tan infinito.
Cuando te vi por primera vez
Quería decirte cuan enamorado estaba,
Pero en mí, no salía sonido alguno.
Y en mi cuerpo
Expresaba…
Que eras lo más bonito que mis ojos
Habían visto en toda la vida,
Y ese recuerdo quedará para siempre
Grabado en mi mente,
Incluso cuando muera no se borrara.
Cuando te vi
Supe que de ti me había enamorado
De una manera tan profundamente
Que no puedo estar equivocado”
Leí en voz alta lo que acababa de escribir ya completo y me gustó el resultado final, me sentía diferente, como si algo se hubiera vaciado dentro de mí, por primera vez fui capaz de expresar todo lo que sentía hacia una persona, y estos versos lo demostraban, lo reescribí con la mejor letra posible en mi libreta de literatura y lo guarde para que el lunes se lo entregara a la profesora.
Llegado el lunes recuerdo que el día anterior no pude dormir casi nada, mis ojos incluso ya me pesaban y me dolían implorando que se cerraran, pero fue en vano porque no conciliaba el sueño me imaginaba que ese poema yo se lo recitaba a Sandra, imaginaba también que después de eso éramos novios e incluso que me casaría con ella, cada vez que lo pensaba me sonrojaba más y más, también pensaba que el poema lo tendríamos que leer en frente de toda la clase y no es que mi poema me avergonzaba pero lo que pasa es que es de amor, ninguno de mis amigos hombres, llevaría un poema así ¿y si se burlaban de mí? Pero son meras suposiciones a lo mejor la profesora ni siquiera se le ocurría eso, pero… recitarlo a Sandra, no suena tan mala idea ¿podre conquistarla solo con unos versos simples? no lo sé. En fin, no dejo de pensar en todo eso.
Al otro día lunes, me desperté 15 o 20 minutos antes de que mi despertador del hombre araña sonara, ese despertador me lo había regalado mi abuela en el día de navidad y a pesar de nisiquera ver la serie no puse cara de que no me gusto, eso mis padres me lo aplaudieron mucho. Me levante de la cama, desayune un cereal, me aliste y arregle para irme enseguida a la escuela. No sé qué me pasaba exactamente pero estaba algo inquieto.
Ya en el receso vi a Sandra y ella también me vio y me levanto la mano en forma de saludo, yo le correspondí y pensé de nuevo en los versos que yo había escrito para ella, cuantas personas han influido en el arte y quizá nunca lo saben, es decir, imaginen los poetas o los artistas en general que sus obras nunca se las revelaron a su fuente de inspiración.
Ya en la ultima hora nos tocó literatura y la muestra se levantó en cada fila para revisar la tarea que era el poema, se tardó un poco porque al parecer si lo estaba leyendo uno por uno, y yo era casi el penúltimo de la última fila pegado hacia la ventana grandota que da a la calle principal, cuando tocó mi turno de entregarle el poema no me devolvió la libreta, no era el único. Había como tres personas que también sus libretas se las llevó al escritorio.
—Bueno —Dijo la profesora —Ya revisé sus trabajos y en general todos están bien, a excepción de algunos cuantos plagios me parece que se esforzaron y es que eso es lo verdadero valioso, ustedes no son expertos, pero lo intentaron y la verdad salieron algunos muy buenos, en específico lo que tengo aquí en mi mano.
La maestra levantó el brazo donde cargaba con las libretas entre ellas la mía.
—Así que por favor el dueño de estas libretas va a pasar al frente a recitar sus obras literarias—dijo sonriendo.
Bueno, pensé, llego el momento que había temido y me están obligando a recitarlo. Me levanté, fui hacia enfrente, agarré mi libreta, la acomode y empecé a leerlo no sin antes aclárame la voz un poco.
Me temblaba la voz en ciertos momentos, mis piernas ligeramente se tonaban inquietas y mi libreta se iba de arriba hacia abajo de una manera acompasada, en cuanto leí los versos no me trabé, porque afortunadamente ayer estuve leyendo muchas veces el poema, no me lo aprendí de memoria pero con las veces que lo repetí, casi lo lograba. Y es que a mí me cuesta mucho trabajo estar enfrente de gente porque me pongo como ya les mencioné, de color tomate.
Pero aquí otra epifanía apareció, cuando terminé de leer el ultimo verso la expresión de los demás y en específico de las mujeres cambió por completo, en su rostro se veía que cada una imaginaba a la persona que le gustaba, lo sé porque sus ojos miraba arriba, sonreían y sus cuerpos se contraían más de lo normal, quizá no era el mejor poema pero talvez la forma en que lo recite ayudó a incrementar el sentimiento de amor. Como lo pensé, era el único hombre que había escrito algo relacionado con el amor, todos los hombres escribieron acerca de la muerte, la fantasía y uno que otro poema erótico que se salían de tono. Al mero estilo de charles bukowski. 
Hasta aquí la historia va todo bien. Pero en cada narración tiene que haber un momento malo o tal vez un antagonista, y ese es Carlos, el chico que siempre usa playeras de color negro con algún grupo de rock, él se me acercó porque le había gustado el poema y quiso verlo un momento en su butaca. A lo cual yo muy amablemente accedí, bueno la verdad no, la verdad es que me daba miedo por lo alto y robusto que es que no pude contradecirlo.
Los días pasaban y todo parecía normal en la escuela, clases aburridas, tareas, los maestros faltando a clases de vez en cuando y en fin, todo normal.
Recuerdo que fue un viernes cuando a la hora de salida se armó una bolita de personas casi en la entrada de la escuela, al principio no quería acercarme porque quizá se trataba de otra pela más con algún otro chavo de la escuela rival, pero al escuchar que alguien mencionaba a Sandra me acerque para ver de qué se trataba, cuando los demás se apartaron un poco pude ver a Carlos y a Sandra en el centro de la bolita, ahí sentí que mi corazón se me quería salir del pecho, tanto que incluso inconscientemente lo tomé con la mano derecha que tenía desocupada, y lo que veía frente a mí era que Carlos se le estaba declarando a Sandra. Si, ella es bonita y no me sorprende que varias personas quieran con ella, pero lo que me enojó es que Carlos le estaba recitando mi poema haciéndose pasar por el autor, ahora comprendo que se siente te plagien algo que con tanto esfuerzo tu hiciste, Sandra la escuchaba atentamente y como Carlos iba leyéndolo, a Sandra se le notaba una cara de boba. El muy sínico ni siquiera se lo aprendió, claro no me sorprende pues Carlos es el más burro del salón y me atrevería a decir que hasta de la escuela. Sus mejillas de Sandra se pusieron de color rojo e incluso, desde donde estaba pude oír como suspiraba mientras juntaba sus manos y se las llevaba al pecho.
—Escribí este poema una tarde de tantas que pienso en ti— Escuché decir a Carlos. 
Obviamente todo era falso, el poema era mío, no de él. Yo fui quien los escribió, no él.
Lo que más me dolió es que Sandra se entregó a los brazos de Carlos, se dieron un beso que todo lo acompañaron con aplausos, risas y uno que otro canto mal entonado, sin mencionar todas las fotos y videos que sacaron los chismosos. Nunca me han tirado un balde de agua fría pero estoy seguro que así es como se siente. Y ahí termino todo.
¿Qué porque nunca le reclame a Carlos por haberme robado mi poema o le dije a Sandra que en realidad yo lo escribí? la verdad lo segundo si lo hice, pero ella estaba tan enamorada de él, que al final ya poco podía hacer. Atraves de una carta le dije que yo era el autor y para mi sorpresa en vez de dejar a Carlos e irse con la autor, ósea yo. Solo mencionaba que ahora eso ya no importaba, que ella amaba demasiado a Carlos y que yo se le hacía muy débil, puesella necesitaba un hombre fuerte e intimidante. En fin, no entiendo a las mujeres, no tengo muchas amigas pero las pocas que tengo me han mencionado que quieren a un hombre dulce y caballeroso a su lado que le escriba cosas bonitas, pero supongo que Sandra no es así, es una lástima, porque enserio la quería. Y respecto a Carlos jamás en toda mi estancia de la secundaria le dirigí la palabra, aun cuando por azares del destino nos tocaba juntos en un trabajo, me salía o pedía que me cambiaran de equipo, los maestros pensaban que como él era un irresponsable yo terminaría de hacer todo y eso no era justo, así que accedía inmediatamente. 
Lo bueno es que después Sandra se cambió de escuela porque se mudó a otro lado y dejaron de andar, al principio la extrañe, no se… nunca había sentido tanto amor por alguien. Ese día cuando mis ojos vieron a Carlos y a ella besándose me eche a correr lo más rápido que pude. No miraba atrás, solo corría y corría sin ninguna dirección, cuando note que ya había recorrido algo de camino me detuve bruscamente. Encontré un rio y bajé hasta el, me senté en una pequeña piedra y solo contemplé el rio tranquilamente, no supe la hora ni tampoco en donde estaba exactamente pero la verdad no me interesaba averiguarlo. De repente en mis mejillas resbalaban lágrimas, bajaban hasta mis labios y estaban saladas. Pues no podía dejar de llorar.
“Lo primero que dices al verme es un tierno hola,
Apenas visible, apenas susceptible,
Te miro y te contesto;
Precisamente te he estado pensando,
Y me imagino el miedo de volverme a perder en tu mirada.
Curvas se dibujan en tu rostro,
Mejor aprovechemos cada segundo que nos queda y aun así, sabré que nunca será suficiente,
Nunca lo es.
Sin duda alguna tu corazón habla más que tu boca, 
Que cada que me acerco a ti, se acelera,
Los átomos infinitos del aire nos acompañan,
Y tu respiración se acelera como un cohete sin rumbo.
¿Alguna vez has visto la anotomía de un abrazo? 
Porque mis brazos largos como alas te arrullan, 
Y aprovecho cada segundo para besarte,
Espero que en cada beso te des cuenta de lo mucho
Que he tenido que contener mis deseos de ti.
Quizá hace un año cuando te vi
Por primera vez, 
No te encontré como en mis sueños,
Si no que te reencontré,
Porque siempre tú habías estado en mí,
En mi subconsciente….
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6
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2. EL CHISMOGRAFO
Afuera hace un calor infernal y como buena escuela pública no hay aire acondicionado en el salón, y para colmo las ventanas no se pueden abrir, así que esto es el infierno. Y para acabarla, los profesores están de hueva, tan solo con unas palabras te ponen a dormir.
—oye wey. ¿Ya llenaste el chismografo? —Me dice raul que está sentado frente a mí.
—aún no ¿sabes ya quien lo llenó?
El chismografo es esa libreta que nunca, nunca se sabe quién es el que la inició pero que se va pasando por los salones de la escuela, a veces son más selectivos y solo los populares pueden llenarlo, otros solo se quedan en un solo salón aunque casi no tendría mucho chiste, porque es más de conocer a otras personas que no tienes contacto con ellas por que no están en tu salón, ni en tu grado.
Esa libreta contiene preguntas, algunas más generales y otras más específicas como tu color favorito, la música que más escuchas, tus sueños, entre otras.
—lo voy a pedir, me parece que laura lo tiene pero creo aún no lo termina de contestar, aun así le diré que me lo de y después te lo paso para que lo contestes.
Mientras raul me decía eso el profesor anunciaba su llegada y todos en el salón se colocaban en su lugar.
Ya en el receso vemos que en la tienda hay mucha gente y solo nos dan 20 minutos para; poder formarnos, comprar, comer y enseguida volver a estudiar. Lo cual nunca nos da tiempo suficiente, recuerdo una vez que como nos dejaron salir tarde al receso, me fui a formar y compré una torta, a los 5 minutos sonó el timbre y no me dio tiempo de acabármela por lo cual la guarde en mi mochila y al final cuando acabó lo ultima clase, mis libretas estaba todas embarradas de aguacate y salchicha de la torta que había guardado. 
Sin perder más tiempo me formo con raul, a lado de nosotros esta carla, ella por mucho es la chava más guapa de toda la escuela, no me sorprendería que trabajara de grande en alguna revista de espectáculos o de edecán, lamentablemente no le hablo tanto, solo unas cuantas palabras o gestos cuando la veo. Siempre que ella está cerca es como si yo tuviera un radar en la cabeza, y se pone de color rojo cada vez que carla está a menos de 50 metros, no sé qué me pasa pero me cuesta mucho trabajo dejarla de mirar, ahorita lleva unos tenis perfectamente blancos como siempre, unos pants entubados de la escuela y por alguna razón ella siempre se sale con la suya, porque conozco a su orientadora y es muy estricta en que sus alumnas no tengan maquillaje ni menos los pants entubados, pero ahí está carla haciendo caso omiso a las reglas, algo que la caracteriza es su pelo largo y de color café claro, al igual que sus grandes ojos.
— ¿de nuevo mirando a carla pervertido? — Raul interrumpe mis pensamientos, algo que de cierta forma agradezco porque yo cuando pienso en carla tengo cara de idiota y también de acosador.
—Deberías hablarle, la vida es muy corta hermano solo te la pasas observándola ¿no crees que tendrías más posibilidades si almenos le hablas de cualquier cosa?
—Para ti es fácil decirlo, tu eres más seguro en ese aspecto que yo —Digo bajando un poco la voz para que nadie a nuestro alrededor nos oiga.
Raúl que es mi mejor amigo no es un chico con mucho pegue a comparación con otros compañeros de otros salones, como mario que según mis amigas él es el chavo más guapo de la escuela, y se la viven siguiendo sus pasos y babeando por él, pero mario nunca les hace caso, entre nosotros incluso sospechamos que es gay. 
Tenemos esa teoría pues creemos también que se metió a jugar al equipo de basquetbol de la escuela para disimular su homosexualidad. Pero raul es interesante por el hecho de que toca la guitarra en una banda de pop y por lo mismo llama la atención a varias chicas de diferentes salones.
—Todo es cuestión de seguridad mi querido amigo— Menciona raul.
Ya cuando salimos con nuestras tortas nos sentamos cerca en las bancas cerca del salón de química, a los minutos se nos acercó Magda y su amiga que no sé cómo se llama pero que siempre utiliza playeras de caricaturas japonesas.
Se para frente a nosotros y mueve chistosamente sus labios.
—oigan ustedes dos, mi amiga ya terminó de llenar el chismografo, así que ya está disponible, ¿alguno de ustedes lo quiere llenar?
Raul y yo nos miramos sutilmente en forma de complicidad.
—claro—Magda me da la libreta y cuando miro la portada dice en grande “el chismografo” con altas de ortografía por cierto.
—bien, tienen dos días para llenarla y devolverla ¿okay?— Se quedó pensando— En su salón hay un chavo que se llama diego, así que de favor asegúrense que él lo tenga después de ustedes.
—Claro—mencionamos raul y yo.
Enseguida que Magda y su amiga rara se fueron abrimos inmediatamente la libreta.
—Ya tenemos el chismografo—digo mientras hojeo la libreta como es mi costumbre del final hacia el inicio.
—Sí, lo bueno es que ya varias personas lo han llenado.
Eso es algo bueno, porque lo mejor es ver que respuestas tienen las demás personas, y más si esta las respuestas de la persona que te gusta.
Cuando llego a la primera página lo primero que hago es ver que nombres están escritos y encuentro el nombre de mi amada, carla de segundo “b”, lo que quiere decir que voy saber todo de ella desde cosas más simples hasta sus gustos, en mi rostro se dibuja una sonrisa.
Digo más para mí. — ¿Quién lo va a llenar primero?
Volteo a ver a raul.
—Está bien—dice— llévatelo a tu casa y llénalo, después me tocara a mí wey.
Sonó el timbre que anunciaba el final del receso y nos fuimos a nuestro salón, guarde la libreta a mi mochila y esperé hasta que la última hora de clases terminara.
Ruego para que los profesores no nosdejen tanta tarea porque la verdad lo primero que quiero hacer llegando a mi casa es llenar las preguntas de la libreta, pero parece que el profesor lee mi mente y apropósito como por afán de molestarme deja más y más tarea para un simple estudiante como yo.
De camino a mi casa esta vez no paso por las maquinitas que están en la esquina y me voy directo, llego más temprano y subo a mi cuarto, cierro la llave y le comunico a mi madre que no me moleste porque tengo mucha tarea por hacer, si, la tarea se llama contestar el chismografo.
La libreta es bonita, en la contraportada tiene un collage de artistas del momento, grafitis y cosas del estilo.
Contesto las preguntas mientras de igual forma veo que ha contestado carla en cada una de ellas, a mí me toca el número 25 y el número a lado del nombre de carla está el diez.
Las primeras preguntas son de la edad, cuál es tu música favorita, a qué edad diste tu primer beso, si tienes algún noviazgo imposible, etc.
Como voy avanzando voy viendo las respuestas, algunas cosas ya las conocía de ella otras me han sorprendido un poco, pero cada información, cada dato me puede ser de utilidad, ahora sé que por ejemplo; su color favorito es el morado, le encantan los gatitos, su serie favorita de tv es Friends y casi todas las de amor, le gusta cantar, su género favorito es el pop, a lo largo de su vida ha tenido 6 novios y actualmente no está en ninguna relación sentimental, no ha tenido ningún tipo de experiencia sexual, y lo que más le gusta de los hombres es que sean caballeros, respetuosos.. Mientras estaba leyendo eso me visualizaba si yo cumplía con cada uno de los requisitos y en la mayoría me puse palomita.
Así es, todos estos datos puedes sacar de una persona que llenó la libreta, no se quien, donde, ni cuando se inventó el chismografio pero ya se ha vuelto mi ídolo. 
Después llego a las dos últimas preguntas, “menciona al chico que te gusta de la escuela” y “cuál es la dirección en la que vives”.
Así que agarro una libreta, corto un pedazo de este y anoto la dirección que marca, calle galeana número 2 con esquina de matamoros, y en la pregunta de la persona que le gusta no está el nombre completo pero estas dos iniciales, “M. S” me quedo pensando quien podría ser, me acuesto en mi cama, prendo el estéreo que suena a la mitad de una rola de odisseo y sigo pensando en las iniciales. 
Cuando llego a darme cuenta mi respiración se hace rápida, mis hombros se ponen débiles y pienso que los iniciales son las mías, “Marco Santillán” M.R. pero, ¿será posible eso? ¿será posible que yo le guste a la chava más guapa de toda la escuela?, así que trato de recordar los momentos en los que nos hemos hablado o tenido algún tipo de contacto, recuerdo uno cuando me la encontré cerca de mi casa, estaba sentada con su hermana pequeña y pase yo, obvio me vio y empezó a sonreír, le salude y también me lo devolvió, cuando pasó eso, ella jugaba con su pelo haciendo rollos con sus dedos, normalmente no le pondría atención a ese tipo de comportamientos si no fuera porque una vez magada nos mencionó que a las chavas cuando ven a la persona que le gusta tienden a ponerse nerviosas y el rasgo número uno es que juegan constantemente con su pelo. 
Tal como lo hacia ella en ese momento que me vio. Además yo sentí esa conexión de amor, talvez ella igual lo sintió en su corazón, así que esos son indicios de algo. Tengo que averiguar qué es lo que ella siente por mí, para eso debo de ser muy discreto.
Quito mis cobijas y me acuesto bien en la cama, apago las luces pero no dejo de pensar en ella, ni si quiera me importa que no hice la tarea y que la maestra va estar molestando de que no la entregué, pero con la información que he sacado merece totalmente la pena, todo estará bien siempre y cuando no llamen a mi madre porque conociéndola se pondría como loca. Miro mi reloj de pulsera y ya es algo tarde pero aun siento una especie de euforia en mi cuerpo, mi estómago empieza crujir. Me siento nervioso y todo en mi es un caos.
Mi mente me dice:
Deberías de seguir a carla a su casa.
— ¿para qué? si ahora tengo su dirección.
Talvez deberías pasar el sábado por ese lugar
—mmmm... Eso no sería una mala idea, solo para ver cómo es su casa, me da un poco de curiosidad.
¿Crees que las iniciales son las tuyas?
—sin lugar a duda, son mis iniciales, además nadie en la escuela se llama igual o tiene las mismas iniciales.
Quizá ella sabía que tú eras el siguiente en contestar el chismografo y colocó eso para que tú lo vieras.
—puede ser, creo que el destino hará que seamos una linda pareja.
 
Y así, conversando con mi mente voy perdiendo la noción del tiempo hasta que el sueño me vence por completo.
Ya es viernes, así que ya en el salón le entrego a raul la libreta para que él también la llene.
— ¿has encontrado algunas cosas interesantes? —Me pregunta.
Dudo si decirle o no acerca de las iniciales que encontré, de la dirección y de todo.
—si, una que otra cosa interesante pero nada del otro mundo la verdad, es decir es un chismografo normal y las preguntas no están nada mal.
—ya veo, Esta bien.
A lo lejos veía como las más chismosas del salón, ósea clara y brenda hablaban de algo con tanto entusiasmo y volteando constantemente hacia la ventana donde en el bebedero estaba mario.
—Oye— Me dirijo a raul— Ahora esas chismosas ¿que se traen o qué?
—ha eso, Pues resulta que mario termino apenas ayer con su novia, yo creo que por eso esas están tan entradas en el chisme, ya sabes que casi no se les da. Y como él es de los más atractivos de la escuela pues ya te imaginaras como estarán todas las niñas del salón.
— ¿de verdad? — Digo— Ya veo, no lo sabía.
Su novia de mario, bueno ahora ya su ex, también es muy atractiva, se llama Wendy. Y raul en su tiempo quiso con ella pero lamentablemente lo bateo de la forma más cruel y publica que se puede imaginar. Raul le entregó varias cartas que puso en su mochila de Wendy y también compró varias cartas donde le declaraba todo su amor, fue en un receso cuando el agarró su guitara y empezó a cantar una canción que había escrito especialmente para ella, pero las cosas no resultaron del todo bien, porque ella como que se enojó y simplemente empezó a gritar a raul que la dejara en paz y que nunca seria novia de él, y prácticamente toda la escuela lo vimos. Yo como su mejor amigo de raul puedo decir que a partir de ese momento nuca fue el mismo, como que algo cambio en él, no sé exactamente que fue pero si cambió.
—Se dice que sus padres prohibieron a mario andar con Wendy porque supuestamente era una distracción para él.
—Ya veo.
—Si, en fin las cosas de la vida.
En el fondo pienso que raul aun siente cosas por Wendy, a pesar de que lo exhibió en toda la escuela, es increíble pensar a veces como el amor por alguien te hace aguantar muchas cosas, lo bueno que eso no me ha pasado aun.
Ya en clases de matemáticas que es la materia más aburrida para mi gusto, mis pensamientos no están en el momento si no en carla, como mi butaca está pegada a la pared que da hacia el patio de la escuela, a veces la veo pasar o salir de su salón que afortunadamente esta frente al mío, trato de hacer una fotografía de ella en mi mente para contemplarla lo más que pueda, a veces pienso que ella me mira, que sus ojos se conectan con los míos, y cada vez que pasa eso ella solo sonríe, ella y sus blancos dientes dignos de un comercial, todo eso sucede en menos de 3 segundo pero en estos momentos espero que el tiempo se vuelva una eternidad para poder sentir las emociones del momento, eso ha pasado en los últimos días muy seguido y como casi siempre raul, me centra de nuevo en el presente y en las clases aburridas de matemáticas.
—vaya, no sé si es mi imaginación pero ella estaba volteando para acá, sonrió y aparte te miro mucho tiempo,después de todo quizá ella no es tan inalcanzable como tú piensas.
Me quedo pensando en lo que dijo raul y más en la palabra inalcanzable, ¿Por qué una persona se vuelve inalcanzable? O mejor dicho ¿Por qué nosotros la hacemos así? “Después de todo, no es tan inalcanzable como crees”.
—Tienes razón —digo— Me alegro de que no solo haya sido una ilusión lo que vi. Qué bueno que estas aquí porque ni yo mismo lo podría creer.
—sí, ya lo veo. Sabes, creo que esa es una señal.
— ¿de qué hablas?
— ¿no es obvio? De que tienes que hablarle o algo, ella ya te respondió de alguna forma, además hace poco leí en un libro de chicas que si hace eso te están dando entrada para que tú des el primer paso, y por lo tanto las posibilidades aumentan drásticamente.
“es una señal” pensé.
Justo en ese momento pensé que quizá hoy podría ir por donde ella vive, no para hablarle aún, sino para ver cómo está la zona de ese lado de la ciudad. Después de todo hoy salimos temprano, pero lo voy a pensar antes de que acaben las clases. 
Después de eso fue una total pesadilla porque estaba tan centrado en el chismografo y en carla que se me olvido que no hice la tarea, así que la maestra me regaño fuertemente por eso, afortunadamente con esa maestra no tengo casi ninguna falta o algo así, por lo mismo no hubo la necesidad de llamar a mis padres.
La última vez que mis padres estuvieron aquí junto a la maestra quejándose de lo que hice fue hace como 3 meses, como no había venido el maestro, raul, jorgue y otros amigos más nos pusimos a jugar futbol, en mi escuela eso no está prohibido pero nosotros lo jugamos dentro del salón, yo como casi siempre me puse de portero en una esquina, jorgue coloco la pelota arriba de unos cuadernos dispuesto a anotar, yo estiraba mis brazos y sostenía su mirada retadora, cuando jorgue tiró yo volé literalmente a la izquierda y con mi mano contraria hice que la pelota no rebotara en la pared, pero por desgracia la maestra iba entrando agarrando unas hojas que había sacado en la papelería de la escuela, la razón por la cual se había tardado tanto, el balón todavía golpeo a una compañera en la nuca, y reboto directamente donde estaba la entrada llevándose a la maestra y tirando todas las hojas que ella llevaba consigo. 
Después de eso por poco casi nos suspenden y a decir verdad nunca había visto a mi padre tan enojado como aquella ves, como castigo nos tuvimos que quedar por un mes completo a recoger la basura de todos los salones y pedir disculpas a la maestra y a las compañeras que indirectamente golpeamos con el balón.
Ya a la hora de la salida, estuve un rato con raul y otros amigos, regularmente me quedo ahí un rato viendo a las niñas de otros salones pasar y a estar atento si carla pasa con alguien, pero esta vez estaba pensando si ir a la dirección de la casa de carla o quizá mañana que es sábado y tengo más tiempo para planearlo.
Llegó el sábado y como siempre en la tv a las 11:30 a.m. pasa mi programa favorito, pero como mi amor por carla es más grande pienso sacrificar mi programa para ir por donde ella vive, quizá se piense que estoy exagerando pero solo pasa una vez por semana el programa, así que solo tengo los sábados para poder verlo de nuevo. 
Me cambio el uniforme de la escuela que aún tengo del día anterior y me pongo una camisa color negra, unos tenis blancos y salgo de mi casa. En el trayecto voy pensando que excusa dar para cuando me la encuentre, quizá que tengo que cumplir una misión muy peligrosa y por eso estoy ahí, o que simplemente iba pasando por ese lado y casualmente me la encontré, bueno, da igual.
La verdad no estoy muy seguro de cómo llegar, como nunca había estado aquí me cuesta un poco de trabajo tomar referencias, eso sin mencionar que no todas las calles tienen el nombre visible, pero después de unas cuantas cuadras creo llegar al destino, reviso mi atuendo para ver si no estoy manchado o alguna cosa así.
La dirección marca que es en esa casa de dos pisos, la fachada es de color amarillo pálido, parece un poco antigua, la decoración externa es como esas películas de antes.
 Me siento en una banca que está casi de frente a esa casa a lado de una tienda, echo un vistazo a como es el lugar, a como es la cuadra y parece una cuadra vieja, de echo huele a papel antiguo y algunos gatos de color negro se asomas a la calle desde lo alto de las bardas.
Sinceramente pensé que su casa era diferente pero bueno, decido esperarme unos minutos para ver si la veo salir o algo parecido, pero esos minutos se convierten en media hora, después en una hora y así sucesivamente. Como ya no puedo esperar más y no me la encontré de casualidad, creo que ha llegado la opción “b”, que es ir y tocar su puerta. Esto requiere de una preparación psicológica y física porque no es nada fácil, me levanto de la banca y me pongo hacer unas cuantas sentadillas y a estirar los brazos y piernas tal y como nos enseñaron a mí y a mi prima hace unos años en clases de karate. 
Cruzo la calle y me dirijo hacia haya, me paro enfrente de la puerta color negra y toco un par de veces, sin embargo después de eso el silencio se apodera y no hay ninguna sola respuesta, busco en mi pantalón y tomo una moneda y vuelvo a tocar un poco más fuerte esta vez.
Una voz lejana de un señor me anunciaba que ya estaba por abrir, cuando se abrió la puerta frente a mi estaba un señor de unos 70 años sosteniendo un bastón en la mano izquierda, llevaba una boina color café y su barba y pelo de color totalmente blanco. 
Titubeando y aclarándome la garganta le pregunto:
—buenas tardes señor, disculpe ¿se encuentra carla?
Las palabras que dije pareciera que viajaran lentamente a su oído y después a su cerebro para después comprender lo que le decía, porque se tardó un montón de tiempo en contestarme y solo se quedó pensando.
Hasta que por fin dijo:
— ¿carla? Mmmm… no hijo, aquí no vive ninguna carla.
Me saque un poco de onda
— ¿de verdad? Porque esta es la dirección que me dieron. Mentí
—mmm... Murmuró
—amenos que me haya confundido, ¿aquí es la calle galeana numero 2?
—sí, estas bien, aquí es, pero ella no vive aquí. 
Siguió.
—Lamento decirlo pero aquí no vive ninguna carla.
—ya veo.
—aquí solo vivimos mi esposa y yo, junto con todos mis animalitos, de echo hemos estado en esta casa durante más de 60 años.
—Ya veo— digo— Bueno, seguiré buscando perdone la molestia señor.
—claro no te preocupes hijo, buena suerte al encontrarla.
Y enseguida cierra la puerta dejando un alza de polvo apenas visible.
Está bien, ¿Qué es lo que paso aquí? analizo las posibilidades, no anote mal la dirección por lo que puedo decir que carla invento esta dirección y realmente no quiso contarlo en el chismografo, vaya y yo pensé que todos ponían lo que es verdad, pero ahora que lo pienso bien, hasta yo mismo no he puesto en muchas ocasiones la verdad, he mentido por ejemplo en cuantas novias he tenido solo para impresionar a algunas personas.
Basándonos en esta lógica, ¿en qué otras cosas también abra mentido ella? ¿Sera que incluso todo lo que mencionó en la libreta es falso? No, no puede ser, quizá solo su dirección decidió ocultarlo.
Lo digo para no pensar que talvez las iniciales del niño que le gusta sean una invención de ella.
Ya de regreso a mi casa paso a comprarme un helado con el dinero que había ahorrado, me compro el más grande y caro que hay. 
Mientras camino voy comiéndomelo y cuando voy a cruzar una calle me tropiezo con un niño pequeño, al chocar con él, el helado se me cae justo en el pantalón en la parte de enfrente y salpicando un poco también la camisa de la parte de abajo.
Pues tal vez sea mi mala suerte o no, porque a unas tres cuadras veo a carla acercándose hacia donde estoy.
Rápido tiro el helado a la basura, con la mano trato inútilmente de quitar la macha que el helado dejó, y dudo si escaparme y correr porque no quiero que me vea con una mancha gigante de chocolate, o la otra opción es quedarme y enfrentarlo. Así que me dirijo por la segunda, ella aun no me ha visto, pero yo la miro con mucha atención porque esta vezno lleva el uniforme de la escuela. Lleva unos pantalones azul claro muy ajustados, tenis de color negro grande y una playera delgada de esas que están de moda entre las mujeres y que mi madre denomina como “blusas que no dejan nada a la imaginación”.
Su mirada ya se encuentra con la mía, me ha visto y sigue caminando a donde estoy, no me da el tiempo suficiente para escapar pero de todos modos ya había tomado la segunda opción de quedarme. Camina hacia a mí.
De repente se para a saludarme.
— ¿marco?, hola, es raro verte por acá, de echo es la primera vez que te veo.
Dice y veo como sus ojos bajan a dónde está mi macha, pero con mi mano trato de taparlo lo más que se pueda.
Un poco nervioso digo:
—hola carla, he… si la verdad no es mi camino habitual, pero solo vine a checar algunas cosas que mi familia me encargó.
—ya entiendo, oye ¿quieres ir a sentarte en aquella banca? —Dice señalando la banca a lado de la heladería.
—aquí hace algo de calor— continua— bueno si es que no te quito el tiempo y estas ocupado verdad.
¿Quitarme el tiempo carla? ¿Es enserio? No sabes que para mí es un verdadero placer platicar aunque sea unos minutos contigo, créeme que este día lo voy a recordar por un montón de tiempo
—Por mí no hay problema— Sonrió.
Nos sentamos en la banca y empezamos a platicar de todo un poco, desde la escuela, los profesores, tareas domésticas, amigos, hasta incluso ciertos problemas personales que los dos tenemos. Al principio no lo voy a negar, estuve un poco nervioso pero la presencia de ella me trae paz y solo escucharla para mí es como una música que te va poco a poco arrullando con cada palabra que dice.
Es raro tener esta visión de carla porque como siempre la miraba tan bien, sonriente y con la vista al frente, sin mencionar que es muy popular, no sabía que también tiene sus complejidades, sus problemas que en cierto modo le conflictuan, al pensar eso la baje un poco del pedestal en que la tenía y eso está bien porque es como raul, como jorgue y como yo, cada uno con sus propios de monios internos. Ella no es tan diferente a los demás a pesar de que yo así la percibía.
Ahora que hablo con ella, no me cabe la menor duda de que yo le gusto a carla. Recordé lo que raul me dijo acerca de poner atención a cómo reacciona una mujer cuando está hablando con alguien que le atrae, por ejemplo juega con su pelo, y carla lo está haciendo. También me sostiene mucho la mirada más de lo normal, y busca el acercamiento físico.
“son señales” me recuerda mi mente.
Tengo que aprovechar este momento para sacarle la mayor información posible.
— ¿y tú que haces por acá, vives de este lado?
—mmmm... algo así—Dice—vivo como a unos cinco minutos de aquí, cerca del town center.
Entonces si vive por aquí pero no en esa dirección como mencionó en la libreta, si no a la izquierda rumbo al tow center, bueno supongo que como muchos chavos la buscan, ella mintió en su dirección para que no la buscaran. Así como yo lo hice.
Así le fui preguntando varias cosas, el tiempo con ella se pasa muy rápido, ojala así se fuera el tiempo cuando estamos en clases de matemáticas con ese profesor odioso.
Hoy es lunes, el día está muy tranquilo y tengo una sensación de contarle todo lo que paso el fin de semana a raul y como mis ganas son muchas le cuento todo con lujo de detalles.
También le cuento de las iniciales que carla escribió en el chismografo acerca de la persona que le gusta.
—Bueno— Me dice raul — Ya sabía que carla sentía cosas por ti, la verdad lo había visto gracias al libro que leí de cómo saber si una chava quiere contigo. 
Se queda pensativo un momento.
—pero—amigo mío, piensa bien como le vas a llegar. ¿Cómo le vas a pedir que sea tu novia? ¿Lo has pensado?
La verdad no, hasta ahora las novias que he tenido que realmente solo son dos, he andado con ellas porque ellas tomaron la iniciativa y me pidieron que fuera su novio, ahora que lo pienso no sé cómo pedir a alguien ese tipo de propuesta.
Al día siguiente le pregunte a mi padre como le había hecho para conquistar a mi madre.
— ¿conquistar, ya estás en esa etapa? Que rápido creces hijo. Pero está bien te contare, pon atención. Hace tiempo cuando yo estudiaba en la escuela y era joven como tú, vi que a lado de mi nuevo casillero estaba una joven muy hermosa, yo no lo conocía y ella tampoco a mí, así que me fije con que personas se juntaba y para mi fortuna compartíamos uno que otro amigo de verdad...
—papá, esa historia ya me las has contado no sé cuántas veces. Mejor dime como le pediste que fuera tu novia a mi mamá.
—bueno está bien, pues le escribí un hermoso poema que salió de mis sentimientos por ella, sabes que tus abuelos me odian pero en ese tiempo aún más. Jajá... fui a llevarle serenata hasta su casa y ahí en su cumpleaños, le dije lo que sentía por ella. Junto con unos amigos realizamos un baile para ella. Y al ver todo lo que me esforcé me dijo que sí.
—está bien, ahora comprendo.
A las horas siguientes fui a buscar a mi mamá para preguntarle como la había conquistado mi padre.
—bueno hijo, tu padre me llevó serenata hasta mi casa, y eso suena fácil pero nosotros viviamos muy separados así que para él me imagino que fue toda una odisea.
— ¿te gusto la serenata y el baile? —pregunté.
—con que sabes del baile, bueno pues no voy a engañarte, fue un baile muy ridículo, pero el hecho de hacerlo enfrente de todos y de mis padres, para mi tuvo mucho valor, comprendí por eso y por muchas otras cosas más que ese hombre haría mucho por mí. Y no me equivoque.
—Comprendo muy bien madre— dije y me retiré a mi habitación.
Fue un lunes cualquiera a la última hora:
Cuando terminó las clases, el cielo de la nada se nubló y amenazaba con llover. Como no quería mojarme camine más rápido para llegar a mi casa, pero me faltaron 5 cuadras cuando empezó a llover. 
A unos doscientos metros estaba carla también refugiándose de la lluvia, pensaba en acercarme con ella para que los dos contemplaramos la lluvia muy románticamente, pero a lado estaba mario. 
Y ambos estaban abrazados, obviamente no lo pude creer de echo abrí y cerré los ojos varias veces como si lo que estuviera viendo fuera una ilusión y atraves de ese acto todo se esfumaría, pero no, la escena era real, mario y ella se estaban abrazando, “mario” empieza con la letra “m” la misma que carla escribió en la pregunta de quién es el chavo que le gustaba, mario. Y no yo, marcos. Ahora que lo pienso todo tiene sentido, no era “marco santillan” si no “mario silva”, ahora que lo pienso todo empieza a encajar perfectamente, al final de cuentas no era yo la persona que le gustaba y mi mente tenía razón en dudar, pero nunca lo vi.
Me quedo en silencio viendo la lluvia caer cada vez más fuerte, a lo lejos una pareja se está riendo y voltean al cielo tomados de la mano.
Al final de todo, todas esas revistas que están especializadas en la pareja y en la mujer no sirven de mucho porque las señales si estaban pero carla no quería conmigo, si no con mario, el chico más popular de toda la escuela.
Saco de mis bolsillos mi reproductor MP3 y pongo una canción de los creedence, suena have ever you see de rain. 
Y evito voltear a ver a carla y mario que seguramente siguen abrazados.
Mi mente repite una y otra vez que yo no soy la persona a la que ama, a menos no en este tiempo, no en esta vida. ¿O talvez si?
26
3. diaS de clases
Domingo:
Hoy tengo que ir a comprar todos los útiles que me pide la escuela para mañana, que rápido pasa el tiempo. Apenas unas semanas atrás iba en la primaria, mis familiares me trataban, como decir, un poco más infantil pero de repente algo pasa en todos ellos que ya te dicen que eres toda una jovencita, esto no es algo que me moleste, sin embargo me ha llenado de tareas domésticas más complejas. Según mis tios tengo que hacerme responsable por la edad en la que tengo, y tengo que apoyar en todo a mi madre. Y esto incluye cuidar a mi hermano de 6 años, que no es una tarea nada fácil, porque es muy inquietoy siempre anda saltando de una lado a otro.
Volviendo a lo de las responsabilidades, es raro como cambia todo, por ejemplo, a mi desde siempre me han llevado al dentista en una clínica que me gusta mucho, y a diferencia de otras niñas que no les gusta yo hasta lo espero con ansias y he de confesar que me gusta ir por el dentista que me atiende, es alguien joven y muy atractivo, es delgado, alto y en el lado izquierdo tiene un tatuaje de un logotipo que desconozco, pero cuando tuve cita con él, mi padre que es el que regularmente me lleva me dijo que me alistara, así que subí al coche y nos fuimos, pero cuando debería de haber dado la vuelta a la izquierda en el segundo carril, él se siguió derecho. Eso se me hizo raro, bueno pues resulta que mi padre cree que ya estoy muy grande como para ir a esa clínica infantil dental, y me dijo que de ahora en adelante me llevaría con su dentista, el señor Humberto Gutiérrez, a mi casi me da un paro cardiaco al escuchar eso incluso llegue a pensar en escapar del auto, mi padre quizá debió de haber visto mis intenciones porque cerro las puertas del coche sin dejarme ninguna otra opción que ir con su dentista.
Cuando llegamos a la clínica, esta era toda de color gris y estaba llega de imágenes de lo que le pasa a tus dientes si no les pones la suficiente atención y cuidado. Las imágenes eran espantosas, nada comparado con la clínica dental infantil que por el contrario estaba llena de colores he imágenes de caricaturas de anime.
Empiezo a pensar que los adultos son un poco a burridos, quizá por eso están tan estresados todo el día, porque les hace falta un poco de alegría y color a su vida.
El dentista era una persona grande y gorda, tenía una bata que le quedaba enorme que sin lugar a duda sospecho que bien podría cubrir un coche entero. No me inspiraba nada de confianza pero al final todo salió bien.
En fin, ya hasta estoy pensando que el crecer no es como lo pintan en muchas revistas juveniles. Y vaya que he leído un montón de esas.
Me dirijo a la papelería más próxima que está en el centro, saco el papel donde tengo anotada todos los materiales que voy a necesitar, y la lista es larga: una goma, lápices, colores, 6 libretas, forros, sacapuntas, compas, y la lista sigue. No lo había pensado pero asistir a la escuela a veces resulta caro, simplemente con lo que mis padres gastaron en mi uniforme me hubiera comprado un montón de maquillaje que a estas alturas bien me hacen falta, y no cualquier maquillaje si no esos de marca que solo he visto en los centros comerciales.
Mañana es el primer día de clases y la papelería es todo un caos, porque como bien sabemos a la gente le gusta comprar todo a última hora, y aunque yo también estoy aquí comprando todo esto en mi defensa puedo decir que ayer y los últimos días estuve muy ocupada cuidando a mi hermano y viendo a mi amiga, que no me dio tiempo de pasar a comprar los útiles.
Cuando después de aproximadamente 30 minutos de estar esperando, entro a la papelería y para mi fortuna esta Carlos. 
Y vaya que esa camisa de cuadros color rojo le va muy bien, porque los brazos se le marcan más, como diría mi madre; el poder de vestirse bien.
—Hola Carlos— lo saludo y pongo la mejor sonrisa que tengo.
—Hola Anna, ¿en qué te puedo ayudar?
—Quiero que me des todos estos útiles— estiro mi brazo hasta el mostrador principal para darle el papel.
Por unas fracciones de segundo nuestras manos se conectan. Pero es una verdadera lástima que Carlos sea más grande que yo, y es que ver a los hombres de mi edad todavía jugando en las maquinitas de las farmacias con sus playeras de algún tipo de caricatura o de futbol me desmotiva mucho, y lo que más me molesta es como se llevan entre ellos parece que se odian porque se tratan tan bruscamente que parece que no tienen ningún tipo de delicadez ni empatía.
Carlos se queda viendo la lista y se va a buscar los útiles.
Después de algunos minutos viene con una bolsa de plastico con todo adentro.
Quisiera platicar con él un rato más o estar cerca de él el máximo tiempo posible pero al ver cómo la gente incluso hasta se forma afuera de la papelería entiendo que será en otra ocasión.
Así que solo me despido de él y le doy las gracias.
Ya con mi bolsa de útiles pasé un rato por el centro pero hay mucha gente, no solo en las papelerías también en las zapaterías, las peluquerías, la ropa, etc. Con esto solo comprueba lo que mencioné anteriormente, la gente deja todo al mero momento.
Quiero comprarme un helado grande de chocolate, veo el cambio del dinero que mis padres me dieron y creo que si me alcanza, aún que recuerdo que hace apenas algunos días en una revista juvenil mencionaban un artículo acerca de cómo el chocolate es el postre que más engorda. Y la verdad en estos últimos meses no he hecho nada de ejercicio, he de confesar que he subido un poco de peso, mi madre me dijo que no le tomara tanta importancia a eso, ya que es solo un número pero la verdad si es algo que me acompleja. Esto me lo dijo cuándo una vez estaba en mi cuarto y como no tenía mucho que hacer me puse a escombrar mi ropa, me sorprendí la cantidad de ropa que tengo y muchas de esas ya ni siquiera las uso, también varias blusas ya no me quedan así que me puse a medir mi cintura y mi estómago y en ese momento entró mi madre y me preguntó qué es lo que estaba haciendo, así que le conté de mi peso.
Mi madre es maestra de primaria, le enseña a un monto de niños a leer y escribir. Así que siento que tiene el toque de llevarse bien con los niños pequeños, ella es la única capaz de dormir y tranquilizar a mi sobrinito many. Ni su madre (ósea mi tía) ha podido hacer que se duerma o que no haga berrinches a la hora de la comida.
Así que regresó a mi casa y espero a que se acabe el día, preparo todo para mañana y pongo mi alarma antes de dormir. Así es, mañana es el primer día de clases.
Lunes:
Llegó el día, me levanto relativamente temprano, me baño rápidamente porque me muero de ganas de ver cómo me queda el uniforme completo, si bien es cierto que ya me lo había medido antes solo ha sido por partes, pero no completo así que me voy al espejo de la sala que es de cuerpo completo y me veo en él, ya con el uniforme puesto.
La verdad me veo bien, pensaba que el azul con rojo no iba conmigo pero ya de cuerpo completo se me ve bien. Giro a la derecha, a la izquierda, hago diferentes poses para visualizarme en diferentes ángulos y me gusta lo que veo en el espejo. Mi estómago me dice que necesito comer, me dirijo a la cocina caliento el desayuno que mi madre me dejó y leo la nota que aparece en ella donde me desea la mejor de las suertes.
Como en la cocina no hay nadie más que yo, prendo la bocina y pongo mi música.
A un volumen considerable suena lady gaga, una vez terminado con todo, agarro mi mochila me fijo por última vez que todo esté en orden y me voy a esperar el camión de la escuela. Afortunadamente mi escuela cuenta con su propio transporte, no es de paga, es publica, pero como esta muy demandada por la zona en la que se ubica yo pienso que tienen presupuesto.
Tan solo hay que ver los bailes que ellos hacen, digo, no es esa la causa por la cual estoy en esa escuela pero confieso que si tiene algo que ver, mis primas que son 5 años más grandes que yo también fueron a esa escuela y aún recuerdo todo lo que platicaban de ella. Entre ello, lo bien que se la pasaban con los bailes en el auditorio, no fue de lo único que me contaron sino también de los maestros que eran muy relajados, incluso me contaron que en una tardeada que tuvieron los maestros también formaron parte de ello y el mismo directo que es una persona joven, los empezaba a mojar con agua para hacer una fiesta a lo grande de playeras mojadas, y créanme que eso no lo hace cualquier secundaria. Porque los directores son más aburridos y se enmascaran todos en esa corbata y ese traje que les queda extremadamente grandes.
Cuando bajo del autobús, encuentro la entrada principal de la escuela que es enorme y de lado izquierdo esta un oso gigante que es el logotipo y lamascota oficial de ella.
Cuando entro lo primero que encuentro son dos filas en lados opuestos del primer patio, en un lado están los hombres y en el otro extremo se forman las mujeres.
No sé muy qué hacer además de formarme, no sé en qué salón voy a estar, no conozco a nadie, trato de buscar alguna cara conocida dentro de la fila de mujeres y hombres pero no ubico a nadie.
Casi enseguida un maestro de unos 60 años nos da indicaciones de que los de nuevo ingreso lo sigamos a él. Lo seguimos a un segundo patio donde nos va nombrando a cada uno y van separándonos por grupos, hasta que cada grupo se conforma con unos 30 alumnos y nos lleva a lo que será ya nuestro grupo. Mientras estábamos en el patio volteaba hacia arriba y notaba lo que sería mis compañeros de grados más altos. Esto me recuerda que en la primaria a la que iba se decía mucho que si te tocaba un grupo de la letra “a” era porque eres de los inteligentes, si era “b”, era de los burros y así cada letra tenía su significado y aunque eso puede tener sentido, la verdad no lo tiene, porque en un salón nunca faltaban los que eran desastrosos y muy poco inteligentes, entonces no tendría sentido si esos alumnos estuvieran en la “a”, si no en el “b”, de esa forma te dabas cuenta de que toda esa teoría que se decía entre los campañeros no era nada cierto.
A mí me tocó el salón del segundo piso cerca de la dirección, que es el primero “a”, pienso por un momento aunque no sea cierto que pertenezco al salón de los inteligentes. Si, ya sé que me suelo contradecir.
Entramos al salón y nos vamos sentando donde haya lugar, todo está en silencio, nadie se conoce, solo algunas personas pero la mayoría no, de hecho casi nadie se mueve de su lugar es como si estuviéramos en una clase de velorio donde se tiene prohibido hablar o cosas del estilo.
Entra una profesora joven de pelo corto y nos da la bienvenida a todos, por lo que nos comenta los próximos días no haremos casi nada por lo mismo que aún están organizando a los alumnos que faltan de salón.
—Ahora están muy quietecitos compañeros— Nos menciona la profesora.
—me gustaría guardar bien este momento y este silencio como está, porque en unos meses no los voy a poder calmar ni callar ni un solo momento.
Y se ríe de una forma amigable.
Lo típico es que cada uno de nosotros pase al frente y se presente, y eso es lo que vamos hacer ahorita.
Tenemos que decir nuestro nombre, como queremos que nos digan, de que escuela venimos, que nos gusta, que nos disgusta y todas esas cosas.
Y así mis futuros compañeros van pasando uno por uno hasta que llega mi turno. Me levanto y camino al frente.
 Y digo:
—Hola—aclaro un poco mi voz que la tengo algo seca antes de continuar.
—Mi nombre es Anna, vengo de la primaria narciso mendoza en el turno de la mañana, me gusta mucho lady gaga, hacer deporte, visitar lugares donde la naturaleza sea el foco principal. Mis pasatiempos son cocinar y algunas veces dibujar.
Y ya para acabar el día de clases nos pasamos imaginándonos todos los relatos que la profesora nos dice de la escuela y nos narra también todos los logros que esta ha conseguido, que vaya que han sido varios.
Salgo de la escuela y el sol poco a poco se va metiendo, es raro, es como si te metieras en una máquina del tiempo, entraras de día y sales casi de noche supongo que es cuestión de acostumbrarse.
Para ser el primer día de clases está bien, me dirijo a mi casa después de bajarme del bus, y por alguna razón tengo una sensación de nostalgia, lo sé porque mi garganta se hace como un tipo de nudo, no sé muy bien porque me pasa esto pero quizá sea algo normal.
Miércoles:
Este día no ha pasado mucho, tampoco ha sido muy relevante que digamos si no fuera por un detalle, y es que posiblemente conocí a lo que podría ser mi primera amiga de la escuela, se llama Andrea y se sienta casi a lado de mí. Desde el primero momento que hable con ella me cayó muy bien, es muy relajada y ya en el receso compartimos almuerzos, no sé, es como esas personas que de inmediato te caen muy bien y que tienes varias cosas en común.
Una de las ventajas que tiene ser amiga de Andrea es que ella tiene un hermano mayor en esta escuela, así que me puso al tanto de todo lo que pasa, desde los maestros a los que hay que cuidarse, hasta que pasa si te metes con tal persona en específico, me puso al tanto de quienes son los chavos más populares de la escuela y quienes son las más desadaptados de aquí, que no hace falta preguntarlo tanto porque desde que entras se puede ver enseguida.
A los populares todos se les quedan viendo, van siempre en un grupo como de 7 personas y se sientan en la mejor banca de la escuela, que es la que da hacia la ventana de afuera.
Por el contrario los “raros” como mi amiga los llama, siempre usan playeras color negro en su mayoría con caricaturas japonesas en su estampado y andan jugando con sus cartas entre ellos, nadie los pela ni siquiera los profesores.
—Aquí con las que tenemos que estar con cuidado son las chavas de tercero, ya sabes. Porque son las mayores creen que puede mover a toda aquella que no pertenece a su grado.
—entiendo, sí.
—así que solo basta con alejarnos de ellas y todo saldrá bien.
A unos 10 metros se encontrada caminando un profesor que tenía un zapato enorme, se veía que estaba muy pesado, tanto que caminaba como un pingüino moviéndose de izquierda a derecha. Se veía gracioso, los de primer año como yo, lo quedábamos viendo con una sonrisa, no sé, se veía curioso.
Sutilmente lo señale con la mirada y le pregunté a mi amiga que sabía de ese profesor, que sin lugar a dudas llamaba la atención, bueno solo para los de primero porque los demás ya se habían acostumbrado a verlo de esa forma.
—ha ese— Dijo.
—Es Javier, y es el profesor más odiado de aquí, nadie lo respeta, se dicen muchas cosas respecto a él, como que es un viejo raboverde, que odia su trabajo y que vive como con 9 mascotas. Solo son rumores, pero en una de esas todas son ciertas.
—En fin, ya lo conoceremos después.
Al poco rato nos llaman a todos para hacer honores a la bandera y a la ceremonia de bienvenida para nosotros los de primero.
Todos estábamos reunidos en el patio grande, estaba casi lleno, todos los maestros estaban a un lado del subdirector, este es un tipo verdaderamente obseso, tiene una barba muy larga y parece un político de segunda.
Se acerca el micrófono a la boca y escuchamos su respiración.
Y en la bocina se escucha:
—muy buenos días a todos ustedes y en especial a los alumnos que se integraron a nuestro plantel, es un honor para nosotros que hayas escogido estudiar en esta escuela. 
Y bla bla bla bla, todas las cosas aburridas que se mencionan en la bienvenida. Unas palabras más del subdirector y algunas maestras que mencionaban cosas de la escuela, una vez que acabaron pasaron a mencionar que maestros darán clases a que grupos de todos los grados.
Y según la reacción de los demás, era el momento más esperado.
De los nombres más aplaudidos era el profesor de matemáticas, que afortunadamente también se haría cargo de nuestro grupo en esa materia. La verdad nosotros no nos emocionamos mucho puesto que no lo conocemos, solo reaccionábamos igual a los demás, y así el subdirector fue nombrando a todos y cada uno de los profesores, muchos salones gritaban todos eufóricos porque les daría tal o cual maestra, todo era así, hasta que llegó el turno del profesor Javier, cuando lo mencionaron varios compañeros empezaron a abuchearlo, principalmente los de tercero. Se escuchaban risas y ningún aplauso, tanto fue todo eso que los maestros al rededor y el mismo subdirector tuvieron que intervenir para que eso cesara. 
Quise que ese maestro no me tocara en mi salón pero desafortunadamente el será mi maestro por todo un año. Así que lo conoceré, bueno quizá solo sean rumores de todo lo que se dice de él y no sea tan malo como parece.
Después de todo ese show nos fuimos a nuestros respectivos salones y llegó una maestra muy joven que tenía cierto parecido a Frida Kahlo, y empezamos a trabajar con dinámicasque la maestra llamaba de compañerismo, para supuestamente unir al grupo.
En fin, las clases se acabaron y llego la hora de salida, como me encargaron varias cosas de la papelería para llevar mañana, quise ir a ver a Carlos de la papelería pero lamentablemente estaba otra persona y ya no compre lo que necesitaba, prefiero comprarlo mañana temprano y que este él.
Y así en un abrir y cerrar de ojos terminó una semana de escuela, aun no me acostumbro del todo, son más horas de estar ahí, mas tareas, incluso los sábados y los domingos no paro de hacer maquetas, resúmenes y contestar preguntas, todo esto me está volviendo algo loca, y pensar que solo ha pasado una semana, en fin. No queda más que echarle ganas como dice mi madre.
La verdad todavía no se para que me vaya a servir todo esto de las maquetas para mi vida, es decir, no creo que las ocupe tanto o que mínimo sea de alguna utilidad, sería mejor si nos enseñaran materias relacionadas a cómo generar dinero, habilidades sociales o de baile. Todo eso me parece mucho más eficiente.
 Regreso a mi casa y contemplo las calles algo solitarias es jueves y mañana es el último día de clases, de lejos veo a Carlos con alguien que no conozco creo que es una mujer pero no estoy muy segura. A veces quiera ser un poco más grande de edad, quizá unos 18 o 20 años estaría bien, pero luego recuerdo cuan absurdos son los adultos y cuan preocupados están de absolutamente de todo, pero ellos mismos lo provocan, siempre ven noticias para ver qué es lo que pasa en el mundo pero descuidan totalmente su mundo interior, ya sé que me contradigo constantemente pero en el fondo quisiera ser siempre niña.
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4. LO QUE QUIERAS DE MI
Nat:
La mañana está casi perfecta, hace un poco de frio pero no lo suficiente como para no salir, más bien diría que está fresco. Pero algo que definitivamente no está perfecto es mi cabello, hoy son de esos días donde me odia y por nada del mundo se quiere acomodar, por más que le pongo productos que compré semanas anteriores en internet es un total fracaso.
Un poco frustrada me lo acomodo con cola de caballo y así lo dejo, lo confieso, estoy algo nerviosa pero es algo normal cuando tienes que ir a una escuela donde no conoces a prácticamente nadie, ni siquiera conozco la ciudad y por si fuera poco entro a la mitad del ciclo escolar, esto quiere decir muchas cosas: que todos ya tienen sus grupitos de amigos y me costará trabajo encajar con ellos.
— ¡Nataly!— oigo gritar a mi madre desde el piso de abajo. Así que me apuro un poco más en cambiarme, no tardo nada pues ayer por la tarde deje todo perfectamente acomodado, es una de mis virtudes el muy ser organizada, aunque a muchas personas les cause problemas porque piensan que es una obsesión.
Hago mi rutina habitual, he estado guardando una crema para la cara que la quiero usar en este día, voy al baño, después regreso y tiendo mi cama asegurándome que este perfecta, agarro mi mochila salgo de mi habitación y me dirijo hacia la cocina donde está mi madre.
—Hola hija— me dice mientras está sentada tomándose un jugo, me sonríe y al mirarme fijamente se para y me da un caluroso abrazo.
Al estar cerca de ella trato de aguantar sus litros que lleva de perfume, tiene un vestido que pareciera nuevo si no sabría que lo tiene desde hace años pero ella es muy cuidadosa con su ropa y como siempre, esta perfecta y sin ningún desorden.
Nos sentamos y empezamos a desayunar, aún es temprano y mi hermano no se ha despertado, no lo culpo el entra una hora y media después así que la casa está muy tranquila y abunda el silencio.
—nataly, hija, espero que te vaya bien en esta nueva etapa. Sé que comenzar de nuevo no es fácil, pero le he pedido mucho a dios por ti y deberías hacer lo mismo nat, sin la fortaleza de dios no podemos hacer nada.
—Estaré bien madre, todo estará bien— digo al mismo tiempo que me siento.
No sé porque pero esto me resulta algo incómodo, volteo a ver el reloj que está arriba del estante y aunque estoy a tiempo me paro y digo que ya es hora de irme, tomo rápidamente lo que me queda de jugo y salgo agarrando mi mochila, camino unas cuantas cuadras y el sol se empieza asomar poco a poco.
Camino a la esquina de mi cuadra y veo que el autobús viene y después de hacer la parada me subo, la escuela tiene su propio autobús, está relativamente cerca como a unos 25 minutos de mi casa y lo mejor es que no se paga ni un solo centavo para tomar el bus. 
Me siento y me pongo mis audífonos, en mi mente suena enjambre una y otra vez hasta que con una canción del bus anuncia su llegada a la escuela, el campus es grande hay muchas personas, coches muy bonitos que se ven lujosos, lo que más me gusta es que hay jardines y muchas áreas verdes, no sé adónde ir, no sé dónde está mi salón lo único que sé es que es de tercero, como a tres metros veo un grupito de jóvenes que se ríen de todo y me acerco porque se ven amigables, les pregunto dónde queda el salón de los de tercero pero solo se ríen y me ignoran, me imagino que eso lo ve una orientadora y se acerca a mí, después sé que es una orientadora porque tiene un gafete en su blazer.
Muy amablemente con una gran sonrisa me saluda y me indica que ella me llevará al salón que me corresponde, mientras caminamos vamos platicando de varias cosas respecto a la escuela y también ella me pregunta cosas de mi. 
Así que juntas subimos las escaleras y nos dirigimos hasta el último salón.
Chris:
Conozco ese sonido, suena un poco distorsionado y no alcanzo a distinguir que es lo que me quiere decir, pero sí sé que me lo dice a mí, claro, por su timbre de voz es una mujer, suena agudo pero no inquietante. Me suena familiar pero no recuerdo de quien es, la voz se acerca cada vez más y se escucha más fuerte pero nada clara, a dos metros de mi veo un ángel muy pequeño casi al tamaño de una abeja, me cuesta trabajo verlo porque se mueve muy rápido, sus alas son como las de un colibrí pero mucho más pequeño y cuando se mueve deja pequeñas estrellas consigo y poco a poco desaparecen, ahora que lo intento no puedo moverme, el ángel parece saberlo y sonríe, abre su boca y sale un ruido infernal.
Abro los ojos y me doy cuenta que es solo una pesadilla estoy algo sudado y mi despertador está sonando y vibrando al mismo tiempo, en su pequeña pantalla marcan las 6; 30am. Ayer no pude conciliar el sueño y aun me siento cansado, así que cierro los ojos un poco más de tiempo y me dejo ir lentamente.
Despierto de nuevo y ya han pasado una hora, carajo, llegare tarde a la escuela, hago aun lado mis cobijas y me paro de prisa, ya llevo pantalones negros que no me quite y una playera negra, por lo atrasado no me da tiempo de quitármelo, abro mi ropero y saco un suéter y un blazer color negro y me lo pongo, me hubiera gustado haberme dado un buena ducha matutina pero al diablo da igual, mi cabello esta largo y me tapa los ojos así que me lo hago hacia atrás y salgo del departamento, hace frio y necesito un buen café, me subo al coche y en el estéreo pongo a the cure, just like heaven me acompañan en mi trayecto, voy atrasado así que le acelero lo más que pueda pero a mitad de camino bajo un poco la velocidad porque sé que no podre llegar a tiempo por más rápido que vaya, cuando voy por la calle principal a unos trecientos metros de la entrada de la escuela veo una lona gigante con un oso, el logotipo del campus, es enorme y me parece algo exagerado, estaciono mi coche y me voy a la cooperativa por mi café negro para aguantar la jornada, camino y veo que hay mucha gente , pero si ya llegué tarde es mejor que llegue con café que sin él, enseguida me voy a mi salón que esta hasta el tercer piso y es el último de todos , como lo esperaba ya está cerrado, todos han entrado y la maestra ya está dando clases, me paro en frente de la puerta y toco tres veces, la maestra me queda viendo con cara de muy pocos amigos.
Todavía no ha abierto la boca pero ya me parece oír sus regaños y sermones, ella se acerca lentamente con

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