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Ilustración de una serpiente con patas. Imagen de expresioneschinas.blogspot.com 
 
Las patas de la serpiente 
Efraín S. Galicia 
 
La serpiente del maíz 
Cuando tenía seis años tuve la oportunidad de ver en vivo y a todo color 
una serpiente mudando de piel en su hábitat natural. Mi madre solía llevarme 
a dar unas ligeras y cansadas caminatas por el bosque de pino y encino 
de las faldas del Ajusco. Entre las montañas que dan forma a esta región 
del sur de la Ciudad de México hay pequeñas parcelas donde los habitantes 
suelen cultivar maíz, haba y calabaza, por mencionar algunos cultivos. 
Recuerdo que una de esas tardes calurosas de verano, mientras caminaba 
a su lado, ella se detuvo a mitad del camino con gran temor y asombro. 
Me tomó de la mano y enseguida me advirtió de la presencia de una 
serpiente en el camino. Ahí, entre las rocas volcánicas de basalto reptaba 
con gran sincronía la temible serpiente del maíz, conocida popularmente 
como cincuate. 
Al vernos deslizó su escamoso cuerpo sobre el pasto hasta ocultarse 
entre las piedras. Se restregaba en ellas mientras mudaba de piel. En los 
reptiles el cambio de la capa córnea más externa de la epidermis se produce 
por acciones hormonales y en algunos casos llega a ocurrir una vez por 
mes. Las serpientes se deshacen de su piel vieja desgarrando su capa 
escamosa desde la cabeza. Este fenómeno llamado ecdisis o muda, ocurre 
de la misma forma en todos los artrópodos con exoesqueleto de quitina y 
es producido por la hormona ecdisona. Presenciar dicha hazaña reptiliana 
me hizo recordar la forma en la que me quitaba los largos calcetines que 
mi madre me obligaba a usar cuando era niño. 
Al ver el curioso serpenteo del cincuate sobre el pasto y las rocas, 
me hizo pensar en la ubicación de sus patas. En ese entonces, era muy 
pequeño y no comprendía muchas cosas de la naturaleza ni de los seres 
vivos, y menos de los humanos. Sabía que las serpientes eran malas porque 
mordían con sus afilados colmillos y que incluso podían matar. Pero también 
pensaba que estos reptiles tenían cuatro extremidades. Este absurdo 
pensamiento llegó a mi mente porque mi hermana mayor me contó que en 
algún momento de la historia bíblica las serpientes tuvieron patas. Desde 
entonces prometí ser más observador en caso de volver a ver un ofidio. 
Este escurridizo reptil de apenas un metro de largo es una especie 
endémica de México y se encuentra bajo protección de la NOM-059-
SEMARNAT-2010, donde se establece la salvaguarda de flora y fauna nativa 
de nuestro país. Esta serpiente no es venenosa y carece de colmillos, 
característica que la convierte fácilmente en mascota; sin embargo, al igual 
que otras serpientes, esta especie ha pagado con su vida las ideas y 
supersticiones que la persiguen; no hay peor veneno que la ignorancia. 
 
Figura 1. Fotografía de un cincuate (Pituophis deppei). Fotografía de 
bosquedetlapan.blogspot.com 
 
Las serpientes con patas 
Durante mis primeros años de educación la idea religiosa sobre el mundo 
de las serpientes permanecía en algún rincón de mi memoria. No fue sino 
hasta el tercer grado de primaria cuando tuve la suerte de conocer víboras 
que tienen patas vestigiales como boas y pitones. Fue en ese tiempo que 
tuve las primeras nociones de la teoría de la evolución de Darwin y pude 
aclarar varias preguntas que tenía sobre los reptiles escamosos ápodos –sin 
patas–. Ahora sé que las únicas serpientes vivientes con vestigios de patas 
son las boas y los pitones y no sus lejanos parientes los cincuates, como 
los del Ajusco. 
 
En El origen de las especies a través de la selección natural, Darwin escribió: 
 
“...la Boa constrictor tiene rudimentos de patas posteriores y 
de la pelvis (es decir patas delanteras y traseras) y se dice 
que estos huesos han sido conservados para completar el 
plan de la naturaleza”. 
 
A mediados del siglo XIX la historia evolutiva de las serpientes era todo un 
misterio, en primer lugar porque había serpientes con rudimentos de patas 
posteriores. Sin embargo, no existían fósiles que hablaran sobre el pasado 
de estos animales. Este suceso hizo que los naturalistas de la época se 
preguntaran de manera inmediata cuál era su función y en qué momento 
de la historia estos reptiles desarrollaron extremidades y cuándo las 
perdieron. 
Las dudas en tiempos darwinianos fueron respondidas de la siguiente 
manera: por ejemplo, el mismísimo Charles Darwin postulaba que las patas 
de serpientes como boas y pitones eran inútiles, pero que en algún momento 
de su historia evolutiva se habían producido por procesos azarosos como 
la variación y la selección natural. Estas características se conservaron y 
pasaron de una generación a otra gracias a estos dos mecanismos. Sin 
embargo, los seguidores de la teoría evolutiva de Lamarck señalaban que 
algunas estructuras o vestigios rudimentarios como las patas, cumplían la 
función de excretar sustancias tóxicas propias del metabolismo. Te 
recomendamos leer “Rastreo de genes, del presente al pasado” y “¿Jaque 
mate a la neosíntesis?”, artículos publicados en este sitio. 
Aunque Darwin dejaba en claro cómo surgieron estas extremidades, 
persistía la incógnita de en qué momento de la historia geológica surgieron 
estos reptiles. Esta pregunta fue un tanto difícil de responder durante aquella 
época, pues el registro fósil de este grupo durante el siglo XIX resultaba 
escaso. El fósil de serpiente con patas más antiguo fue hallado en 2006 en 
la provincia de Río Negro, en la Patagonia argentina. Data del Cretácico 
superior de hace 100 millones de años, y fue bautizada como Najash 
rionegrina. Este peculiar animal medía casi 20 centímetros de largo y su 
hallazgo rellenó un hueco importante en la historia evolutiva de las 
serpientes. El descubrimiento de este fósil llegó para responder a la segunda 
http://www.cienciorama.unam.mx/#!titulo/262/?rastreo-de-genes--del-presente-al-pasado
pregunta antes mencionada. En la figura 2 es posible apreciar que el fósil 
de Najash, la llamada madre de todas las serpientes, tiene dos patitas 
traseras. Algunos herpetólogos sugieren que sus extremidades pudieron ser 
de ayuda para sujetar a sus presas (figura 2). 
 
Figura 2. A) Fósil de Najash, la serpiente con patas. B) Ilustración de una serpiente 
primitiva con patas. Recreación de Juluis T. Estonyi 
 
El origen de las serpientes 
El registro fósil ha dado respuesta sobre el origen de muchos seres vivos 
en el pasado geológico. En el caso de las serpientes, sabemos que 
aparecieron en el Cretácico superior, un periodo de tiempo muy conocido 
porque en él los grandes dinosaurios estaban al borde la extinción. 
Actualmente hay dos corrientes que nos hablan más sobre el origen 
de las serpientes y el largo proceso evolutivo que han recorrido. La primera 
corriente de los marinistas, sostiene que se originaron en los mares 
cretácicos, muy probablemente en el antiguo Mar del Tethys, cuya 
reminiscencia es el Mar Mediterráneo. Los hallazgos de ofidios fósiles en 
rocas conformadas de sedimentos marinos defienden esta postura. 
Por otro lado, hay científicos que no están de acuerdo con esta 
versión. El grupo de los terrestristas sostiene que las serpientes surgieron en 
tierra firme a partir de un grupo de lagartos de hábitos subterráneos. Los 
estudios cladísticos o de parentesco entre varios organismos o grupos 
taxonómicos, realizados por M. Lee a finales del siglo pasado, apuntan a 
que los mosasaurios son los parientes extintos más próximos a las serpientes, 
pese a que su edad hace parecer el dato totalmente anacrónico, pues los 
restos fósiles más antiguos de estos reptiles marinos datan de finales del 
Cretácico superior, hace 70 millones de años aproximadamente, mientras que 
el de Najash, la serpiente con patas, tiene 100 millones de años. Es decir, 
hay 30 millones de años de diferencia y de discrepancia. Una prueba encontra de los terrestristas. Para consultar la escala del tiempo geológico da 
click aquí. 
Pese a esta discrepancia en el registro fósil, los estudios de Lee son 
los más acertados. He de mencionar que sus estudios definen las relación 
evolutiva entre serpientes, varanos (como el dragón de Komodo –un reptil 
venenoso que sólo habita en Indonesia–) y mosasaurios a partir de 
características similares como los huesos que conforman el cráneo. En la 
actualidad los varanos tiene hábitos subacuáticos y poseen una lengua bífida, 
carácter que comparten con algunas serpientes (figura 3). 
 
 
http://www.geologiauach.cl/show_media.php?id=33
http://www.geologiauach.cl/show_media.php?id=33
 
Figura 3. Proceso evolutivo de las serpientes según los terrestristas (flechas rojas) y 
marinistas (flechas azules). El reptil terrestre del grupo de los varanos dio origen a los 
mosasaurios y éste a su vez dio origen a las serpientes modernas (apodas) o bien pudo 
dar origen directamente a un pequeño lagarto con pequeñas extremidades. Ilustración de 
Jorge A. González. 
 
El gen con patas 
Los fósiles nos han dado las pistas necesarias para hablar sobre el origen 
y la evolución de muchas formas caprichosas de vida que habitan nuestro 
planeta: desde una diminuta bacteria hasta del mamífero más grande. Con 
las herramientas de la biología molecular utilizadas por la genómica, muchas 
de las preguntas escondidas en las gavetas de la paleontología han sido 
esclarecidas. Por ejemplo, en el caso de las serpientes, ahora sabemos que 
como otros vertebrados incluidos los humanos, poseen el gen Sonic 
hedgehog (Shh), al que he llamado el gen con patas y que participa en 
distintos procesos del desarrollo, incluyendo la formación de extremidades 
a partir de un fragmento regulador llamado ZRS (Zone of Polarizing Activity 
Regulatory Sequence). Esta secuencia de material genético muestra 
mutaciones que alteran el crecimiento de las extremidades en el grupo de 
las serpientes que no son boas ni pitones. 
 
Una historia sin fin 
Existe mucha controversia sobre el origen de las serpientes, sin embargo, 
con los avances científicos y el desarrollo de nuevas técnicas en biología 
molecular para encontrar genes y descifrar su función, se han descubierto 
muchos aspectos de la evolución de las especies. La historia evolutiva de 
las serpientes es sólo una parte, pues ya imaginarán cuántas historias se 
pueden reconstruir con su apoyo. Uno de los principales trabajos de la 
paleontología radica en desenterrar cualquier evidencia de vida antigua y 
buscar las herramientas necesarias para interpretar el duro proceso de 
fosilización y el de la evolución. Sin los fósiles y sin el trabajo 
interdisciplinario hablar de la historia de cualquier ser vivo que existe o 
existió en la Tierra sería algo imposible, sería como tratar de escribir una 
historia sin fin. 
 
Referencias 
• Caldwell, W.M., et. al., “The oldest known snakes from the Middle Jurassic-Lower 
Cretaceous provide insights on snake evolution“, Nature communications, 2014. DOI: 
10.1038/ncommons6996 
• Cuny, G. et. al., “Le plus anciens serpents (Reptilia Squamata) connus. Miseua point 
surl´agegeologique des serpents de la partiemoyonne du Crétacé“, C.R. Acad. Sci. 
Paris II 311, 1267-1272; 1990. 
• Darwin, Ch., Sobre el origen de las especies a través de la selección natural, 
Longseller, México, 2008. 
• Sebastian, A. Lepidosaurios en movimiento: de los lagartos a las serpientes, 
Investigación y ciencia, 2017. 
• Sebastian, A. y Zaher, H., “A cretaceous terrestrial snake with robusthin dlimbs and 
a sacrum”, Nature, 440, 1037-1040; 2006. 
• Oliver, R. y Kearney, M. The origin of snake: limits of science debate, Biologist, 48(3), 
110-114; 2001. 
• Makádi, L. S., Caldwell, M. W., Ősi, A., “The First Freshwater Mosasauroid (Upper 
Cretaceous, Hungary) and a New Clade of Basal Mosasauroids”, en Butler, Richard 
J., PLoS ONE 7 (12). 2012. 
• Lee, M., “The phylogeny of varanoid lizards and the affinities of snakes”, Philos 
Trans R Soc Lond B Biol Sci. 352 (1349): 53-91; 1997. 
• Lee MSY (29 de enero de 1997), «The phylogeny of varanoid lizards and the affinities 
of snakes», Philos Trans R SocLond B Biol Sci., 352 (1349): 53-91. 
• Laura Geggel, “Snakes used to have legs and arms until these mutations happened”, 
en http://www.livescience.com/56573-mutation-caused-snakes-to-lose-legs.html, 21 de 
octubre de 2016. 
• Para conocer más sobre las Normas Oficiales Mexicanas (NOM) que protegen la 
flora y fauna nativa de México puedes consultar el siguiente enlace: 
http://www.profepa.gob.mx/innovaportal/file/435/1/NOM_059_SEMARNAT_2010.pdf 
http://www.livescience.com/56573-mutation-caused-snakes-to-lose-legs.html
http://www.profepa.gob.mx/innovaportal/file/435/1/NOM_059_SEMARNAT_2010.pdf

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