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Itinerario de Benjamín de Tudela (l) 
En un remoto librito que escribí en mi lengua vernácula, a 
quien confié el relato de mis niñeces (La minyonia d'wn infant 
orat) , expliqué la conmoción que me ocasionó· el primer acceso 
a la Biblia, leída en un vulgar Ofic.io parvo: «En la salida de 
Israel de Egipto y de· la: Casa de J acob de la tiranía de una na-
ción bárbara, Judea fué santificada, e Israel quedó erigido en 
pueblo d_e Dios 
:.El mar lo vió y huyó; el Jordán se volvió atrás. Los mon-
tes ·saltaron . de júbilo como cameros y los collados como corde-
rillos. ¿Qué tenías, oh mar, que huiste; y vosotros, collados, 
por qué retozásteis como recentales? ... » 
¿ Qué instintiva e inmortal querencia ha sido ésta que con 
tan brusca y arrollador::i. acometidad lanzó a Israel, ya consti-
tuído en estado, contra el multimih;nario Egip~o que le vejó ~ua­
trocientos treinta años? ¿Por qué acercarse otra vez al pavoro-
so Sinaí, a los ríos ele' Babilonia, de cuyos sau~es los hebreos 
suspendieron los instrumentos músicos al ~oliente recuerdo ~e 
Sión, no descolgados sino para · acompañar el canto de liberación 
de Moisés y las no olvidadas danzas nacionales al son de los pan-
de~os tañidos por las mujeres acaudill~das por Ma~ía, hermana 
de Aarón, hasta acampar en Elim,_ aL órgano sonoroso de las 
doce fuentes y a la· clara sombra de las setenta palmeras? 
El Israel de ayer es ·el Israel de hoy, tenacísimo, berroqueño, 
(1) · Lipsi.ae, opud loann. Miclwel. Ludovic. Teulm.er. r;64. 
392 BOLETÍN DE LA REAL ACADEM:U, ESPAÑOLA 
inconmovible en su fe, en su indeficiente esperanza en las ¡pro-
mesas, con él mismo velo y ceguera delante de sus ojos 'en cual-
CJuier siglo, en cualquier clima, en toda nación que esté debaj o 
del sol. así ·sea Jerosolima, así sea Roma, así sea Tudela, de Na-
varra. de donde salió, acullá en el siglo onceno, un verdadero 
israelita como aquellos de quienes dice Jesús que rodean tierras 
y mares por ganar un solo prosélito. Uamábase Benjamín. Po-
seemos su Itinerario, que hoy damos traducido de la versión que 
el famoso hebraísta Arias Montano interpretó del original he-
breo. rebosante de amenidad e interés. Yo pienso que jamás 
salió de España viaje más entretenido. 
LoREl\'ZO RIBER. 
Benito Arias Montano al Ilmo. Sr. D. Juan Ovando,- del 
Real Consejo de Su Magestad, 
En pasados años, estante yo en Trento por asuntos del Con-
cilio, recibí como regalo de un amigo mío de Venecia un pe-
queño libro escrito en lengua hebraica traído de Constantino-
pla. cuyo título era: Mazzaghoth Beniamin, que en lengua lati-
na suena: Itinerario de B~jam.ín. Mostréle a Martín Pérez 
Ayala, en aquella sazón Obispo de Segovia, varón tan docto 
como pío y consumado en el conocimiento del idioma hebreo. 
Infinitas veces y con encarecida insistencia, Ayala me rogó que · 
para común utilidad de las personas eruditas hiciese yo que la 
peregrina obrecilla hablase latín. Qtros amigos no menos doc-
tos a quienes expliqué yo el argumento encarecieron aún más 
la proposición y ahinco del Obispo. de Segovia. Contra mi pro-
pia voluntad, no pude, por aquellos dias, allanarme al deseo de 
aquello~ amigos, ni siqqiera al mío, engolfado como andaba en 
una voraginosa baraúnda de cuidados. Mas en tan luengas án-
danzas para mis estudios literarios, hurtando a mis obligacio-
nes agobiantes algunas horas de la noche, amén de otros opúscu-
los, fruto de ~s otras. vigilias, me acordé de la sabrosa obliga-
ción cont~ída . ~e enseñar· el latín a este librejo; que esperaba 
ITINERARIO DE BENJAMÍN DE TUDELA 393 
yo sería bien recibido de quienes lo leyeren, por la copiosa y 
entretenida noticia de las regiones del orbe que entendí les pro-
porcionaría. Teniéndolo en las manos para latinizado, tomé la 
resolución de dedicarlo a tu excelencia ilustrísima, lisonjeán-
dome con la esperanza de que no ·sería ingrata a un varón apa-
sionadísimo de las Buenas Letras, así por tu suma erudición 
t omo ,POr tu sagacidad y manderecha, unidas a tu alta sangre ; 
amén de haberte colocado nuestro prudentísimo rey al frente 
de las soberanas funciones que te están encomendadas, confián-
dote entre otros menesteres la suma de la gobernación y regi-
miento de todos los asuntos que tocan y atañen a nuestro rey, 
en cualesquiera reinos y señoríos de 'aquende y aun de los de 
allende el Océano. Como para el ejercicio prudente y sabio de 
esa misión excepcional, importa sobremanera el oportuno cono-
cimiento de la Geografía, que, de ~ntes, con intenso estudio te 
procuraste, soy cierto que tampoco esta faz del orbe de las tie-
rras, contemporánea de ese autor, que él vió por sus ojos y con 
pluma fiel describió, no te pesará de conocerla; en especial por-
que es breve su lectura y no acrecentará el cúmulo de negocio.; 
trascendentales que debe cuidar la industria y aviso de tu exce-
lencia. Quizá la pesadumbre que . de esta lectura tomes podr~. 
depararte algún alivio y recreación, si no me engañan ni mi 
parecer ni mi ánimo, de tantos años atrás tan estrechamente 
vinculados contigo, que juzgo debe serte asaz conocido y que 
quiero quede aquí muy asentado, así para edificación de esa 
nuestra edad presente, ~ino también de las edades venideras, si 
·tan larga vida puede prometerse la ruin cosecha de mis afanes. 
Ten salud y encomienda a tu entrañado Arias al Divino 
Salvador. 
Amberes, a los trece días de octubre de I574· 
PREFACIÓN AL ITINERARIO DE BENJAMÍN DE TUDELA. 
Y o pienso que por una singular merced de Dios otorgó el 
cielo a la nación hispana haber rodeado el universo .orbe y re-
corrido las más remotas y abstrusas sendas de la tierra y de\ 
394 BOLETÍN DE LA REAL -ACADEMIA ESPAÑOLA 
mar con más osadíá y buen suceso que cualesquiera otros mor-
tales; y que· no arredrados por UÚJgún linaje de peligrUs_ ni di-
ficultades de tiempos o situaciones~ desistieran . jainás del mlpe-
ño que tomaran, como no fuere por-su so~ voluntad o-por-
que se les acabó el curso de sus días; y que considerándoseles 
como los pobladores de las postreras -orillas del mundo, con todo, 
piensen ellos ocupar el propio centro del globo terráqUeo,. y qne. 
a fuer de ciudadanos del Universo, viajen y penett:en en cual-
quier lugar, se avecinden donde les pluguiera, y frecuenten el ~­
to y correspondencia de los demás hombres. Afuera de que. _en 
este propio siglo nuestro la espaciosa Europa,~ su Casi totali-
dad, rebosa de soldados o de mercaderes o de ~jes ~ 
de príncipes y cortejo$ principescos y de sabios ~diosos es-
pañoles; y son muchos los que tienen negocios en Asia y mucbí:- -
simos _más en Africa. _Aun de los tiempos ~os de gn~s. 
cartagineses y romanos. existe constancia de que en ninguna ex-
pedición de aquellas de quienes la memoriosa Historia guarda 
el recuerdo fiel, faltó jamas el mílite hispano, porque esta na-
ción, para SOPortar trabajos~ para arrostrar azares, para consu:-
mar hazañas, es en toda ocasión valiente y apta ; es de constitu:-
ción y temple equilibrados y sumamente aconcpcionada para 
adoptar y mejorar la manera de ser_ de cualésqni~ pueblOs, si 
la experiencia se la muestra mejor fundada en la ·razón; y si 
ella fuere dura en extremo, posee a5az reciedumbre para so-
portarla y tolerarla. Más digo: la ·gente de España, como la 
que más, guíase por el afán -de ver_ y de conocer cosas; cualida-
des éstas que hacen a sus hombres dispuestos e incansables tro-
tamundos. Añádese a esto que siendo varios Y. con resultado 
vario quienes visitan y recorren ·ajenas comarcas, los hispanos, 
por lo común en mayor grado que ios demás mortales; peregri-
nando se ilustran y afinan, al punto que entre ellos, quienes no 
sacaron el pie de los lugares donde supierOn qué es la luz,_ sea 
cual fuere su piedad o su bondad nativas, no esnin exentos de 
aldearua ni demuestran la deseable idoneidad para llevar ade-
l~te sus negoCios. Ayúdanse en efecto muchos de éstos con la 
lectura y el trato de- quienes vieron mucho u oyeron mucho o -le-
yeron mucho. Es difíol de explicar la diferencia que va entre 
aquellos que no. tienenmás experiencia que la. de .su vida-priva-
ITINERARIO -DE BENJAMÍN·. DE. TUÍIEI,A 395 
da, y aquellos otros, trashumantes de .suyo, que con andar y co-
rrer tierras acabaron por hacerse doctos . e instruídos. 
y o pienso que por todas estas causas . aconteció que como 
gran demostración y largo premio de la Divina Providen~a _y 
por maravillosa merced otorgada a esos tiempos nuestros, vivos 
todavía en el fresco recuerdo de los hombres, que a los reyes 
de España fueron concedidas por . obra de hombres nuestrps 
aquellas prov.incias que llaman Américas, el Perú y Nueva És-
paña, remotísimas y · por largos siglos anteriores- sumidas en. e; 
más ciego desconocimiento, para que los griegos y los latinos 
revelasen su misteriosa existencia, y sus autóctonos pobladores 
fuesen incorporados en la comunidad de nuestra civilización y 
de nuestra convivencia, y aun en aquello <le que debe hacerse 
más caudal, a saber : en la religión cristiana. Para alcanzar ~e 
ideal, jamás pudo emprenderse trabajo tan árduo que pudiera 
ser proporcionado al fruto que de aquella feliz conjunción puede 
acarrearse. Que una gran parte de esta gloria corresponde a los 
lusitanos, que también son españoles, considerados como escru-
pulosos practicantes de nuestra misma religión cristiana y celosí-
simos del bien público, averiguada verdad es para todos los ac-
tuales ciudadanos del orbe, como que por una larguísima na-
vegación emprendida por d 'Mar Atlántico, el Etiópico y el 
Océano Indico, empeñados en guerras, rematadas cori éxito fe-
liz y llevadas a término. contra los enemigos de la fe cristiana, 
es cosa manifiesta que, en parte por su 'arrolladora pugnacidad 
y en parte por el intercambio comercial y trueque de beñeficios 
inutuos, sojuzgaron todo el litoral del Oriente hasta las parti-
das de la China, con todas las islas que este ámbito contiene, 
y lo asociaron consigo · y con todos los cristianQs que pueblan 
las regiones más occidentales. Qué frutos suelen aportar a _lo_s 
mortales esas tierras, descubiertas .nuevamente, aparte de lo que 
la realidad y la experiencia demuestran, harto aclarado quedó 
por nosotros en nuestro tratado de la Geografía sagrada. Y ~ 
inequívoca demostración de este antiguo afán de los hombres 
de España de visitar y conocer tiérras y mundo, el muy. docto 
libro del bético Pomponio Mela, titulado De. la situación . de! 
orbe; al cual, a mi parecer, no debe anteponérsele nip.gún otro 
autor,· por copioso y elocuente que sea en este arte, ni_ por ·la 
3_96 BOLETÍN DE LA REAL- ACADEMIA ~AÑOLA 
elegancia de las descripciones, ni por Su lunúnosa brevedad, nt 
por la oportuna evocación de los sucesos, 
Y lo que más que ningún otro -argumento prueba esta pro-
pensión, diligencia -y buena vW.tura de los españoles, que de los 
mismos judíos (linaje <¡ue después de reprobado por Dios al-
terna con los demás mortales a fuer de cautivo, y que de suyo 
acostumbra ser, para tales empresas, tímido, inepto y ~rezoso) 
hubo _ya algunos nacidos y educados en España que en este 
punto se mostraron más osados y más tenaces y fogosos, y a 
esta empresa se abocaron valientemente, no sin resultado feliz. 
Entre ellos, aparte de Mosé, hijo de N¡la.!Ilán, de Gerona, varón 
docto, uno hubo que descolló por encima de los demás, ·a saber: 
aquel Abraham, hijo de Esdrás, toledano, filósofo y médico, eru-
ditísimo e ilustre comentarista de los libros sagrados en su len-
gua original, quien. da razón de muchos otros libros que fuero!! 
publieados en otras provincias de esta tierra y en sus islas adhe-
r(!ntes. Pero muy por encima de todos los que en este género 
dejaron alguna cosa escrita descuella el muy excelente y docu-
mentado autor, amén de testigo de vista, Benjamín de Tudela, 
nativo de aquella parte & la Cantabria que llaman Navarra en 
la actualidad. Constituye de ello una gallarda y clara demostra-
ción el libro por él compuesto ; y simultáneamente convenct!_ no 
haber existido jamás geógrafo griego ni latino que con tan sos-
tenido y tan acucioso ideal emprendiera y terminara jornada de 
tanto alcance. A este hombre le cupo la gloria de recorrer casi 
todo el orbe de las tierra~ (con la obligada excepción de las 
provincias recién halladas del Océano occidental) ; de viajar 
y recorrer por lo menos todo ese hemisferi9 nuestro, y luego 
de recorrido describirlo_ y ofrecer de ello muy puntu_al rela-
ción. Es de saber que este bravo hifo de Tudela, con celo y ansia 
de visitar a todos· los israelitas esparcidos por casi todas las re-
giones del orbe, habiendo partido de España, cuatrocientos uno 
años atrás, visitó la Galia, Italia, Grecia, Macedonia, las. isla,; 
del Mar Egeo, Frigia, Pamfilia, Armenia, toda el Asia Menor. 
entrambas Sirias, la Palestina y la Damascena, la -región Cal-
daica, Arabia, Persia, la India y hasta la China; ·a seguida, las 
islas del Océano Indico; a aquella Antioquía, que está más allá 
de Egiptó, el -propio Egipto, las soledades de ¿\rabia, - Sicilia, 
ITINERARIO DE BENJAMÍN DE TUDELA 397 
Germanía, Boemia y Prusia ; midiólas con sus pasos, y describió 
su peregrinación con tal brevedad s claridad que a ninguno de 
los antiguos debe ceder la palma 'en el arte de narrar, ni niti.guno 
de ellos, en justicia, le supera en el trabajo,_ por la añadidura 'de 
-- - J 
todos aquellos accidentes que pareciérónle debíanse anotar en la 
observación de los lugares y los hombres;· notando con aguda 
crítica ·las diferencias que separan ·la fábula de la historia, y la 
certera interpretación de las variantes, según la demandaba la 
lógica de cada uno de los lugares, lo cual, si en cualesquiera cla-
se de libros tiene su importancia, la tiene singular y excepcional 
en la explicación de las Sagradas Escrituras. Y si hubiéramos 
tenido la suerte de poseer la totalidad de la obra según su au-
tor la escribió, gozaríamos de un mucho más amplio conocimien-
to que el que nos proporciona este ceñido epítome que nos íns·· 
pira un muy ·agudo deseo de lo que no se nos puso ·a nuestro 
alcance. Pero, co~ todo, este linaje · de pérdidas, con la incomo-
didad consiguiente, se da en los autores ~e historias y en otros 
cuyas obras, con grave perjuicio de la posterioridad, fueron redu-
cidas a epítome por determinados abrevi~dores. Así Justino, así 
Floro, mientras se afanaban a recoger ·en pocas páginas, el uno, to-
dos los libros de Trogo Pompeyo, y el otro, gran parte de Tito 
Livio, casi las escamotearon totalmente de las manos de los hom-
bres. Ello es causa de que la diligencia de esos dos historiado-
res . sintéticos preste a los lectores, ávidos de conocer la reali-
dad, más deservicio que utilidad. 
Oigo decir que la obra de nuestro Benjamín la conserva en 
Egipto ente~a la diáspora de Alejandría. Nuestro má's vivo de-
seo es que o la liberalidad de algún príncipe o el desvelo de 
algún estudioso, un dia u otro nos proporcione copia de ese 
ejemplar señero, y no sólo cunda provecho en quienes lo leyeron. 
Si venturosamente se cumpliere :este voto mío; yo no dudaría 
en cargar mis hombros con la . tarea de la interpretación, si es-
tuviera en nuestra posibilidad; y si no, no faltarán buenos in-
genios de los que nacieron para aliviar el trabajo de los morta-
les que lo harán mejor y con más capacidad que yo. Por lo que 
a . mí toca, mientras por benefi!:Íó del . cielo dispusiere de ·vida. 
es irtevoca:ble propósito mío que, favore~iendo Di~s mis deseos, 
cualquiera ·<?portunidad de· .tÚ!mpo tu~ere yo la forh~na . de ' c~n-
398 BOLETÍN DE LA REAL ACADEMI~- ESPAÑOL.'< 
seguir, consagrarla toda en e1 · pulimiento y aseo - de las Bue-
nas Letras 'para el aprovechamiento de 'los hombres piadosos y 
estudiosos, y con ahínco aún mayor en los estudios sagrados se-
gún la 'p<>bre medida de mi ingenio. 
PEREGRINACIÓN DEL JUDÍO BENJAMÍN, HIJO DE }ÜNÁS. 
Epítome historial de Benjamín, hijo de Jonás, tudelense, de 
la provincia de Navarra o de Cantabria, que habiendo empren-
dido con ·harto entusiasmo sus andanzas, y luego de peregrinar 
por muchas y muy lueñes regiones, describió todaslas cosas que 
él vió de sus ojos u oyó de boca de varones de probada veraci-
dad y las refirió en España. Y no solamente conmemoró cosas • 
de ese estilo, -sino que dió a conocer parte d-e las grandes y prin-
cipales personalidades israelitas que moraban en cada uno -de 
las lugares por él visitados. Y todo esto, al cabo de sus caminos, 
él mismo, de regreso en su región de Castilla, lo contó a su pue-
blo; afio novecientos treinta- y tres. De la creación del mun-
do, 4933· 
Benjamín, cronista de este viaje, fué varón de prudencia e 
ingenio, perito en la Ley y conocedor de las usanzas, amantísi-
mo .de la ·verdad en sumo -grado, hasta el punto que todo cuanto 
dijo, severamente examinado y explorado puntualmente, mereció 
entero crédito. El principio de su relación dice así : 
' ·-Esta es la relación de -Benjamín, hijo de Jonás, de buena 
memoria: 
En el comienzo, partido de la ciudad de Tarragona, sin otra 
guía que la del curso del Ebro, víneme a Tortosa, ciudad anti-
gua, fundada por los hijos de Enac .. y por los griegos edifieada. 
En ninguna otra de ias regiones de. España se admira elegancia 
pareja en ·su ·construcción. La ciuciad está a la misma lengua 
del mar. 
De Tortosa, -en dos jornadas, hice mi entrada en Barcelona, 
donde hay _una sinagoga harto devota, frecuentada de gentes 
sabias y cuerdas y -aun ilustrada y engrandecida de maguates, 
entre los cuales descuellan los rabí es Seseth _ y Sealthiel y Selo-
món, hijo 'de Ahraham, hijo de Hhazzidai, de buena memoria. 
ITINERARIO DE BENJAMÍN DE TUDELA 399 
Es ciudad pequeña, pero pulcra, en la misma orilla del agua, fa-
mosa· por la afluencia de ·mercaderes· que a ella acuden de toda 
la región, . ínclito emporio de griegos, pisanos, genoveses, sici-
lianos, . egipcios, alejandrinos · y de toda la tierra de Israel y de 
todos sus confines. 
Partido de aquí, en. jornada de día y _medio llegué a Gerona, 
donde hay una chica sinagoga de judíos. De allí, en jornada de 
tres soles, llegué <t"Narbona, que es la ciudad cabecera de la Ley. 
De N arbona sale la Ley para· todos los países; los sabios que 
allí hay son grandes y dignos de admiración ; en primera fila 
Kalonymus, hijo del grande y admirado Teodoro, de buena me-
moria, de ·la sangre de David en línea directa, que tiene pre-
dios . y fundos que no tienen por qué temer ataque ni ásalto 
de ningún poder humano. Es, asimismo, uno de los principales 
Abraham, jefe del Sanhedrin, y Machir y Jehuda y otros seme-
jantes· a éstos, discípq.los de los ·sabios; tienen allá residencia unos 
trescientos judíos.· 
De aquí a unas cmi.tro leguas de 5listancia llegué a la ciudad 
de Bidrasch, donde funciona una Uriiversidad regida por discí-
pulos de los doctores, cuyos dirigentes son :- Selomoh, Hhalpetha 
y Josef, hijo de Natanael, de buena memoria. 
De aquí, en jornada de dos · días, llegué a Monte Trémulo. 
Pesulaho en la antigüedad, y que ahora por sus habitadores es 
llamado Mompelier, ciudad bien situada para la negociación y 
mercaderías, . distante del mar' dos leguas, frecuentada_ de varias 
. naciones por razón del comercio, a saber : idumeos e israelitás 
desde Algarba, por longobardos y del reino de la gran Roma 
y de toda la tierra de Egipto y de Israel y de toda· la región 
de Galicia, España y Anglía; allí suenan todas.las lenguas y se 
ven construcciones de genoveses y, pisanos. Aquí mismo hay gis-
cípulos de los doctores más celebrados· en nuestro tiempo: en 
primer lugar, Reuben; hijo de Teodoro y Nathan, hijo de Za-
carías ; el prin"cipal de todos es Semuel ; y notables Selamias y 
Mardoqueo, · que ya murió. Al~nos ,de ellos son riquísimos y 
generosos con los pobres, y socorren a todos los que se· les 
acercan. 
De aquí a la· distancia de cu~tro parasangas .está Lunel, in-
signe Universidad de los israelitas ·que . consagran día ·y noche 
al estudio de la Ley. Aquí enseijaba el grari maestro Messulam 
por aquel ti~ con los cinco aventajados ·y ricos hijos de Jo-
sef, Isaac, Jacob y .Aárón y ,él fariseo -Asser, quíen, lejos del 
ruido mundañal, día y nOche Palidece . enciiDa de los boros, en 
ayuno total y en perpetua abstinencia de carne. ESte mismo está 
primorosamente versado en las sentencias y tradiciones de los 
antiguos; y el gicm Moses Niso, y el anciimo Samuel, y el· sacer-
dote Salomón, y el maestro Judas, médico hijo de Tebón His-
pano. Cualesquiera llegan aquí de países remotos para aprender 
la Ley, nDDen de ellos instrucción y alimento, gracias a la Uni-
versidad que les sw:ninistra víveres y vestido 'todo el tiempo que 
siguen los cursos escolares. Hay también varones sabios y Cum-
plidores de los preceptos -dispuestos a socorrer a todos ·sus her-
~anos, así ·lejanos como próximos. 
De aquí separada· pór cua~ leguas está Pothiaquiei:s, que es _ 
una plaza fuerte donde hay obra de cuarenta judíos y un gran 
consistorio en casa de Abraham, hijo d~ David, varón de buena 
fama y servicial y docto ~o d que más, así en ciencia discipli-
nar romo en ciencias ~. a quien acuden muchos de los 
más alejados lugares por aprender la Ley; los reo"be en su casa 
con suma cortesanía y los enseña; y a quienes no tienen posi.,. 
biiidades de hacer gastos,. él, liberalmente, les provee de todo 
de su propio dinero, porque es muy rico. Además hay aiií otros 
dóctos varones, verbigracia, Josef, hijo de Menahhem, . y Ben-
~th, ·y Benj~ y Abraham e Isaac. hijo de Moisés, df! 
laudable memoria. 
De aquí a cuatro leguas está Nogheres, villa llamada Burgo 
de San Gil, donde hay una U~ersidad de cas¡ un centenar de 
judíos doctos; los que descuellan sqn: Isaac, hijo de Jacob, y 
Abraham, hijo de Jodas, y Eliézer e Isaac y Mosés, y Jacob, 
hijos del gran .maestro Leri, de óp~ memoria. Dista. tres" ~­
llas del mar este poblado y está cabe d Ródano, ~ agua ~udal 
que baña ~oda aquella ·región que se llama Provenza. Allí es 
excepcionalmente noble y· digno de toda consideración y acata-
miento Abba, hijo de ISaac. de laudable memoria, puesto por d 
príncipe. su señor. 
De aquí_. andadas cuatro leguas; .víneme a la ciudad de Ar-
Iés. donde hay obra de doscientos israelitas, entre los cuales tie-
ITINERARIO DE BENJAMÍN DE TUDELA 401 
aen la primada Mosés, Tobías e Isaías y Selanoth y Natán el 
magnífico, y el maestro Abba Meri, famosa personalidad. 
De aquí, en tres jornadas, fuí conducido a Marsella, ciudad 
que ilustran sabios ~os, insigne por los dos colegios fre-
cuentados por cerca de trescientos judíos ; uno de estos colegios 
es adyacente a la orilla del mar, encima del cual se yergue' a 
guiSér de torre, y el otro está en sitio prominente. Existe tam-
bién en Marsella un gran consistorio habitado por discípulos 
de los maestros_ en la Ley, Simón, hijo de Antolio, y de su her-
mano Jacob y Lebauro, los cuales considéranse como los prime-
ros en el colegio de yuso; y en el de suso, el rico Jacob Pirsia-
no y Abraham y Mair y su yerno Isaac, y otro Mair. Es esta 
ciudad, muy celebrada por su comercio, ribereña del mar. 
De aquí me embarco en un navío. En cuatro días de na-
vegación se arriba a Génova, ciudad marítima. Allí encontré a 
·dos hermanos judíos, Samuel, hijo de Calaam, y su hermano, na-
tural de Séfora, ciudad del Africa; buena gente. Es una ciudad 
amurallada no sujeta a ningún rey; sino. gobernada por una ma-
gistratura constituida por la voluntad y sufragio de los ciudada-
nos. Hay en cada una de sus casas construí das sendas torres ; 
y si alguna vez surge entre ellos una discordia, desde aquellas 
torres se pelea. Son los genoveses poderosos en el i:nar y em-
plean trirremes que llaman galeras, y embarcados en ellas inva-
den y despojan determinadas costas enemigas y traen a casa¡ el 
botín que capturaron; están en guerra coti los pisanos. Pisa dis-
ta de Génova dos soles·; es una gran ciudad, en cuyo recinto se 
Q.Ientan cerca de diez mil torres, aptas y bien abastadas para 
guerrear; cuando e~la alguna disidencia la necesidad de pe-
lea se impone; todos ellos son bravos y no obedecen a rey ni a 
príncipe alguno, sino a la magistratura por el'loscreada. Aquí 
conocí una veíntena de judíos; los principales, Mosés, Hhaiim y 
J osef. La ciudad no está fortalecida de murallas y dista cuatro 
millas del mar, al cual se baja en bateles por el río que discurre 
por enmedio de aquella región y se adentra en el éasco urbano. 
A cuatro leguas de distancia está Luca, gran ciudad, donde 
hallé cuarenta judíos, . poco más. o menos ; principales, los maes-
tros David, Samuel y J acob, doctos varones. 
De aquí, con una jornada de seis días se está en Roma, ciu-
26 
402 BOLETÍN DE l-A REAL ACADEMIA ESPAÑOLA 
dad en tiempos máxima y cabeza del imperio de las nacwnes. 
Allí había unos doscientos judíos, varones considerados que a 
nadie pechan, algunos de los cuales· están al servicio del Papa 
Alejandro (1), Pontífice Sumo de toda la religión cristiana. 
Había allí algunos varones doctísimos; en primer término, David 
y Jehiel, sirviente del Papa, mancebo elegante y sesudo, q1.1e no 
abandona su techo como jefe de toda la -casa y de toda la.haoien-
da familiar. Es sobrino de Nathan, autor del libro y los ~omen­
trios de Aarueh. Están allí también J oab, hijo del magno Selo-
món, y Menehem, cabeza del Sanedrín, y Jehttiel, que habita en el 
Transtíber. y Benjamín, hijo de Sabthi, de buena memoria. La 
ciudad de Roma está partida en dos por el curso del Tíber. 
En la parte que más se empina se eleva el mayor templo del 
mundo, que se den9mina el Capitolio Romano, donde Julio Cé-
sar ttivo su palacio. Allende de esto, vénse grandiosas construc-
ci~nes y pasmosos edificios muy por encima de los que pue-
den verse en toda la redondez de las tierras. El espacio que 
la propia ciudad ocupa, si se toma. en conjunto la parte habi-
tada con la destruída e inhabitada, a·barca veinticuatro mi-
llas. Hay en ella ochenta palados, desde el reino de Tarqui-
no hasta el reino de Pipino, padre -del famoso Carlos que ex-
pugnó Éspaña señoreada por los ismaelitas.' Está en las afue-
ras · de Roma el palacio de Tito, que no fué reconocido por tres-
cientos senadores porque en el sitio de J erusalem gastó tres años, 
uno más de lo que se le señaló. Allí mismo está la parte qtié que-
da del palacio de V espasíano, de éstructura la más imponente ·y 
más firme. Está además el palacio del Rey Malgalbino, que en 
6U recinto contiene trescientos .sesenta palacetes p~r el 'número 
de días del año; y por lo que dé" las ruinas se puede deducir . 
se extiende a tres mil pasos. Acullá, en la antigüedad, en el re -
cinto de aquel mismo palacio se trabó uria pelea en la que ca-
yeron más de cien mil hombres, cuyos huesos aún hoy . en día 
se contemplan en montón. El emperador esculpió en mármol el 
simulacro de esta gran pelea en todas las paredes de la edifica-
ción con el choque de ·}as facciones e1,1emigas, formadas de un 
sinnúmero de. hombres; caballos y armas y la representación del 
(J) Alojan¡iro 111 (Rolando »andinelli de Skna: 1 J So-I_i8J). 
~TINERARIO DE BENJAMÍN DE TUDELA 
aparato beltco para dejar a la posteridad un maravilloso rnonu-
mento de las antiguas guerras. ·En el m!smo lugar se descubrió 
una serie de edificaciones más bajas que el suelo, dond!! se ha-
llaron el . emperador y su esposa Augusta, compuestos _en sus 
tronos, y unos cien hombres más, .ministros del imperio, todos 
caracterizados como médiCos h~ta el día de hoy. 
~n el templo halláronse dos columnas de bronce, obra del 
rey Salomón ; y en ambas esta inscripción en letras hebraicas : 
Salomon, hijo de David. Dijéro~ algunos judíos avecindados 
en Roma que todos los años, el día noveno del mes Ah, aquellas 
columnas rezuman sudor como de agua. Hay también allí una 
cripta en donde se dice que Tito escondió el tesoro del santua-
rio transportado de Jerusalén. Existe también una segunda crip-
ta, orilla del Tíber, donde fueron sepultados· diez justos; conde-
nados a muerte por participar en una conjura para la destruc-
ción del reino. Y o mismo vi en determinado lugar una estatua 
de San~ón, en piedra, con un globo en la mano, y otra de Absa-
lón, hijo de David, y ·otra de aquel grande Constantino que a la 
ciudad de Constantina, fundada por él, puso nombre de Constan-
tinopla._ Su esta.tull: ecuestre se yergue allí mismo, en bronce do-
rado. Hay además en Roma otras construcciones y obras y otros 
monumentos que hombre ninguno puede reducir a cifra. 
Partido ·de Roma, tras una jo~ada de dos días llegué a Ca-
pua, hermosa y grande ciudad, fundada antiguamente, según es 
fama, por el rey Capo ; con todo, sus aguas no son aprovechables 
y especialmente insalubres para los niños. Hallé en Capua cosa 
de trescientos judíos, y entre éstos algunos muy doctos y muy 
famosos; éranlo principal~ente los hermanos Compaso y Sa-
muel, y el gran Zaquén y David, personaje célebre ·que otros 
llaman nuestro príncipe. 
De aquí a Pouzeoli, en otms tiempos apellidada Sorrento ; 
gran ciudad que fundó Sinsan Hadar-Ghezer, huído por miedo 
del rey David y en barca arribado ·a este lugar. El mar, sa-
lido de madre, partió en dos este pueblo y lo abrumó y lo 
tragó. Todavía hoy se ven anegados en el fondo de las aguas 
torres y plazas que fueron en otros dtaS decoro y corazón de la 
ciudad. En este mismo lugar mana una fuente de Qetún, llama-
do vulgarmente petróleo., o sea acen:e de piedra o minei·al, que 
404 BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA ESPAÑOLA 
sobrenada y, ~ecogido, tiene uso en medicina. Hay también alh 
'"termas naturales de aguas de gran virtud curativa que por su re-
conocida salubridad es solicitada por los afectados de determina-
das dolencias, especialmente longobardos, quienes en la sazón esti-
val acuden aquí en busca de remedio. A quienes mar{:han de aquí, 
luego de recorridas quince millas, el camino se les acaba al pie 
de unos mortes. Esta vía es obra de Rómulo, primer rey de los 
romanos por miedo de David, rey de Isarael y de Joab, supremo 
caudillo del ejército de David. El mismo Rómulo construyó otra 
obra en las montañas y en su falda, que ahora se llama Neá-
polis, ilustre ciudad y muy fortificada, adyacente al mar, que los 
griegos fundaron. Aquí residen unos quinientos judíos, entre los . 
cuales gozan de especial celebridad Ezequías y Salún, y el 
sa,cerdote Elías e Isac, del monte Hor. 
De aquí, en jornada de un solo día, fuí ·nevado a Salerno, 
ciudad famosa por sus escuelas de medicina, en la cual había 
unás seiscientos judíos. Descollaban por su erudición,. Judas, 
hijo de Isaac, y Melkisedek, todo un hombre, de la ciudad de 
Siporite, y Salomón el sacerdote, y el griego Elías y Abraham · 
de Narbona y Timón. La ciudad, del lado de' tierra firme, está 
defendida de robustos muros ; del lado del mar está ¡)egada a la 
ribera, y en la cima del monte tiene una torre solidísima. 
De Salerno, a la distancia de medio día de camino, se tro-
pieza con Malfi, que cuenta con unos veinte judíos, y de todos 
ellos. el principal es Hhananeei; médico ; también señálanse Elí-
seo y el magnífico Abuel. Los-morad_ores de aquella comarca to-
dos se ocupan de negocios y mercaderías, ajenos a toda suerte 
de agricultura ; viven de lo que compran, porque anidan en mon-
tañas altísimas, en las quiebras de las .. rocas que pican más alto ; 
con todo, tienen abundancia de otros frutos, viñas, olivares, po-_ .. ' : 
mares y huertas, y son para cualesquiera hombres inexpugnables, 
por lo fragoso y empinado de su asiento. 
De aquí, a la distancia de un día de camino hállase Rene-
vento, populosa ciudad, marítima en parte y en parte monta~ 
ñosa. Existe allí comunidad de unos doscientos judíos; los más 
distinguidos son Colonimo y Zerah y Abraham, de quien parla 
la-fama preg-oner¡¡.. 
De allí, a dos soles de camino, se alcanza la comarca de Makhi 
ITINERARIO DE BENJAMÍN DE TUDELA 405 
de la Apulia ; llámase así, de pul, que significa haba. Había allí 
dos centenares de judíos; de primera fila Ahhimagh_ats, y N atán 
y Saddoq. 
De aquí, con no más que un deleitoso paseo, llegué a ~culo, 
donde hllllé cosa de cuarenta judíos; sus · primates eran Contilo, 
Tselma, su yerno, y Josef: 
De aquí, en dosjornadas, arribase a Tarnaam, situada a.la 
orilla del mar ; es punto de reunión donde acostumbran dete-
nerse los que por motivos de religión peregrinan a Jerusalén, 
pues que tiene un puerto comodísimo para aquella navegación. 
Había allí un núcleo de judería de unos doscientos individuos ; 
entre ellos, los de mayor prestigio eran Elías,.Nathan, 'SU predi-
cador, y Jacob .. La población es grande y aliñada. 
De allí, a la distancia de un sol, hállase Mignoles de Var, 
gran ciudad, que fué asolada por Guillermo, rey de Sicilia, y 
quedó vacía no sólo de israelitas, sino de moradores indígenas 
y devastada 'totalmente. 
De aquí, en media jornada, me trasladé a Tarento, pnnctpiO 
del señorío de Calabria, habitada de griegos ; ciudad populosa, 
cuya judería cuenta unos trescientos adscritos, y entre ellos nin-
gún rabino ; sus cabezas son Maali, N ataan e Israel. 
Desde Tarento, no más que a una jornada; hállase Barnedis, 
situada en la propia orilla del mar, donde hay una docena de 
judíos, todos ellos tintoreros de lana. 
No mas de dos soles dista de aquí Omedo, en la propia len-
.gua del agua, país de griegos. Su comunidad cue~ta con unos 
qJiinientos judíos, cuyos jefes ·son Manahem, Caleb, Mair, Maali. 
De aquí, a bordo de ~n navío, en dos días· aporté en Ocropon, 
donde· no había sino un judío sólo, llamado Josef. Este es el 
postrer linde del reino de Sicilia. 
De allí, en dos días de navegación. se llega a la villa: de T .. e-
bran, donde comienza el reino de Emanuel, griego, · y donde 
hallé un centenar de judíos, cuyos primates son Selabías y Hér-
culi s . . 
De ahí, en dos ~nos · se está en Aquilón, con un puñado 
de judíos que no pasan de diez; el principal es Sabthi. 
De aquí, en media jornada, se arriba a . Natolicón, situado 
a la misma vera del mar. 
406 BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA ESPAÑOLA 
De ahí, en una sola jornada, arribé a Patras, ciudad de An-
típatras, rey de los griegos, uno de ios ci.tat~o reyes en los que 
se dividió el reino ~ la muerte de Alejandro; allí son cos~ de 
ver itp.ponentes construccionés . átitiguas con un censo de unos 
cincuenta judíos; sus jefes, · Isáat; Jacob y Samuel. 
De aquí, por vía marítima, en ruta de no más que la mitad 
de un día, me situé en Lepanto, donde, · tocante al mat, está 
el barrio judío, con un centenar de prosélitos, entre los que so-
bresalen Gazarias, Salerm y Abraham. 
De aquí, en medio día de navegación, se aborda a ·ceres, don-
de moran cosa de doscientos judío!>, que ev el monte Paras tie-
nen sus feudos propios que cultivan ellos ; los principales de 
este pequeño grupo son Selomoh, Hahiim y . J edaya. 
A Corinto llegué de aquí en tres días de navegación, · donde 
topé con una sinagoga de trescientos creyentes, cuyos portavo-
ces son León, J acob y Ezequías. 
En tres jorgadas de navegación se desembarca en Tebas, la 
famosa ciudad donde dos millares de judíos son los mejores artí-
fices en púrpura y grana que haya en cualesquiera comarcas de 
la Grecia ; entre ellos hay rabinos doctísimos muy peritos en exé· 
gesis y en toda suerte de disciplinas, los más grandes de nues-
tra época~ entre los cuales el mayor es el rabino Aarón Cuteo, 
su hermano Mosés, y Haiah y Elías Tirtino y Jectan, que en 
toda Grecia no tienen con quien se les compare afuera de Cons-
talitinopla. 
De aquí, en jornada única se llega a Argiropo, ciudad gran-
de, marítima, frecuentada por gran niímero de mercaderes · de 
todas las procedencias. De judíos habrá allí una centuria es-
casa : los principales son Elías, Péseterio, Emanuel y Caleb. 
Dista de aquí una jornada sola Jabusterisa, ciudad marítima, 
con un centenar de judíos ; Josef, Samuel y Natamá son los más 
descollados. , De aquí Robinea distá una ~ola jornada; hay · alre-
dedor de cien judíos, presididos por Josef, Eliezén e Isaac. 
De allí, en una jornada de un día, me situé en Simón Potamos, 
donde moran cosa de cincuenta judíos, so la jefatura de Salomón 
y J acob. Esta es el comienzo de Balaquia; cuyos habitantes vi-
ven en las montañas y se llaman bálétcos, que en celeridad com-
piten con los ciervos, descienden de las montañas y hacen presa, 
ITINERARIO DE BENJAMÍN DE TUDELA 
cargados con despojos de los griegos; hasta ahora no fueron 
expugnados por nadie a causa de la inaccesibilidad de los para-
jes fragosos y breñosos que son su cobijo; y sólo por ellos tal 
aspereza es practicable y trillada. Esos bálacos montarac.es no 
son cristianos ni judíos, aunque abun"dan l~s nombres judaicos 
y blasonen jactanciosamente de haber sido alguna vez judíos 
y a lo~ judíos los llamen hermanos, a pesar de que, cuando con 
ellos topan~ los desvalijan, pero no los matan como suelen hacer 
con los griegos ; ·en fin, yo no rastreé en ellos huella alguna de 
religión formal. · 
De allí, en dos días; me trasladé a Gardeguin, ciudad asola-
da y devastada, ruinoso albergue de escasos habitantes griegos 
y judíos. 
El viaje de aquí a Armilón dura dos días; es ciudad ma-
rítima y populosa que el mar arrulla; común emporio de véne-
tos, pisanos, genoveses y aun de otras naciones, acomodada en 
sitio ancho y espacioso. En Armilón encontré alrededor de cua-
trocientos judíos) cuyo caudillo es Siloh, Josef, que es su gober-
nador, y Salomón, jefe de todos. 
De esta ciudad a Bissina el camino es recto y andadero. En 
Bissina viven a;proximadamente cien judíos, sobre los cuales tie-
nen autoridad el gran. Sabthai, Selomoh y J acob. 
De aquí) en singladura de dos días, aporté a Seleca, funda-
da por Seleco, que fué uno de aquellos cuatro reyes que susci-
tó la muerte de Alejandro. La propia ciudad es muy grande y 
son cerca de quinientos .los judíos que en ella habitan. El pri-
• 
mero de todos ellos es Semuel, nombrado por el rey de la ciu-
dad, prepósito de los de su raza con sus hijos, discípulos de los 
rabinos y con su yerno Sabthai y Elías y Michael; estos ju · 
díos aprenden oficios manuales. con los que se ganan el sus.-
tento. 
En dos días se va de allí a Mitricin; de su veintena de ju-
díos son los mayorales Isaías, Machir y Elíab. 
Dos jornadas se consumen de aquí a Darman, donde los 
judíos son a la raya de ciento cuarenta y los mandan Michael y 
Josef. 
De esta ciudad dista un solo camino Canisthol,. donde los 
judíos serán unos veinte. 
408 BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA. ESPAÑOLA 
De allí, e_n tres días, se va a Habirón, ciudad que en el mar se 
baña; y en cineo jornadas, a través de pasos montañosos, lle· 
gué a Constantina, .ciudad de las más grandes, capital del reino 
de J a van a los . que llaman griegos, y de la monarquía del E~­
perador Ernanuel; ~uyo imperio acatan doce reyes, para cada 
uno de los . cuales hay sendos palacios en Constantinopla ; y to-
rres y coptarcas y toda la tierra les está sujeta. El primero y 
principal tiene por nombre Aphrippos, el Grande ;. el segundo, 
Miga Demastocos ; el tercero, Romigos ; el cuarto, Makdocos ; el 
quinto, Alchasom Magli ; los restantes _tienen nombres que sue-
nan tan dulces como éstos. 
El ámbito de la ciudad de Constantinopla abraza diecioc}fo 
millas ; la mitad de ella está sobre el mar y la otra mitad en tie-
.rra firme. Se apoya en dos brazos de mar · o en dos grandiosos 
esteros de ríos, a UD<? de los cuales confluyen las aguas· de Ru-
sia y al otro llegan las inisrnas aguas -de España. Es frecuenta-
da de muchos negociantes de las provincias y regiones de Babi-
lonia, de Senaar, de Media, de Persia y de todos los reinos de 
Egipto y Canaán, y de los reinos de Ru~ia, Hungría y Psianki y 
Buria y Longobardia y España. La rnisina ciudad es cosmopo-
lita y promiscua, a la cual, por las vías del roa¡ o Jos caminos 
terrestres, acuden Ios mercader~s de todos 'los 'Pueblos ; no tiene 
par en la tierra, exceptuada Bagdir, la más populosa ciudad de 
los ismaelitas. Aquí está el celebérrimo templo de Santa Sofía. 
A<}UÍ reside el Patriarca de fos griegos ; con todo, no andan bien 
avenidos con la doctrina del Papa ~e Roma. Hay aquí otr?s tem-
plos, tantos en número cuantos son los días del año. Posee el 
templo máximo untesoro superior a toda estimación, procedente 
de donativos y de riquezas que de año en año le llegan de las 
varias regiones, ~slas, castillos, ~pamentos y lugares, por ma-
nera que ni~gún templo del mundo es comparable con las rique-
zas fabulosas de éste. En medio del templo hay columnas de 
oro y de plata, candelabros de los más grandes, linternas y lám-
paras y otros ornamentos de oro y de plata muy por enci~a de 
toda enumeración. 
Próximo a los -muros del templo se construyó el 'llam~do Hi-
pódromo, donde' todos los años, el día natalicio de Jesús. Na-
zareno, s~ ofrecen espectáculos maravillosos. Allí mismo se mues-
ITINERARIO DE BENJAMÍN DE TUDELA 
tra to~ ia . variedad· de formas de la raza humana de cuales-
quiera partes del mundo y de todos los linajes de vestidos, con 
asistencia del rey y de la reina; salen- también, para solaz y 
deleite del pueblo, leones, osos, leopardos, onagros; porque enta-
blan ;combates entre sí; -y también aves ·peregrinas. Y o pienso 
que en ninguna región del orbe sea dable presenciar juegos tan 
magníficos. El rey Emanuel, además del palacio que tenía he-
redadÓ de sus mayores, se construyó otro para 'SU plac~ y re-
creo a orilla del mar y púsole nombre de Bilbernas. Revistió 
sus columnas y muros con labores de oro y plata. Asimismo, 
en ese palacio esculpió todas las guerras que riñó él y riñeron 
sus mayores. AUí se aderezó el solio con oro y pedréría; pen-
diente de cadenas de oro, encima de él puso una corona de oro, 
cuyo diámetro es igual al solio, rociada de perlas y de marga-
ritas, cuyo valor no hay hombre que sea capaz de justipreciar ; 
y tan vivo es su esplendor, que en la oscuridad de la noche, sin 
que ninguna lámpara se le acerque, relumbra y deslumbra. Hay 
en este mismo · lugar otras riquezas -innumerables, no creederas 
si se particularizaran. Todos los años se traen a este palacio tri-
butos que hinchen las torres de oro y de ropas de púrpura y 
de grana, con profusión tal que en ningún país pueden hallar-
se maravillas que se le iguaien en edificios ni en opulencia. Se 
afirma que la renta que se reune por derechos portrui.rios y por 
tributación de mercaderes se acerca a los veinte mil áureos dia-
riamente. Los griegos de ··esta región son fabulosamente ricos 
en oro y joyas y visten suntuosísimos atuendos y brocados y 
brosladuras, y todos montan caballos iguales a los de los hijos 
de los reyes. La región es muy extensa, abundosa en todo lina-
je de frutales y existe gran acopio de carnes y de vino; abas-
tartzas tales no es posible hallarlas en ninguna otra parte del 
mundo. Allende de esto, son instruidos y duchos en discipliñas 
griegas y se entregan· complacie_ntes a la buena ·jera. Comen y 
beben cada cual debajo de su vid y debajo de su higuera, y de 
todas las lenguas del mundo, que ellos califican de bárbaras, 
traen tropas asalariadas para luchar · con las huestes del sultán, 
que llama turcos el vulgo, porque ellos son imbeles, y por su 
vida ociosa y atollada en las ·delicias se tornaron inútiles para 
la a.Spereta castrense. En el recinto de la ciudad no habita judío 
.p O BOLETÍN DE LA REAL ACADEMlJ\ ESPAÑOLA 
alguno; los excluye de ella un btazo ·de· agua; quedan ence-
rrados entre este brazo y el brazo del tnar de Sofía y no se les 
permite la entrada en la ciudad sino én navío, y ello por mÓti- . 
vos comerciaies y de negocios. Los judíos deben de alcanz~r 1a 
cifra de dos mil, quienes se reunen con :los discípu1os de los ta-
bíes, entre los cuales obtienen el primado el gran Abtálión y 
Abdías y Aarón Cuspo y Josef S~rgino, y Eliakim, su gober~ 
nador. Algunos de ellos se ocupan en confeccionar vestidos dé 
seda, pero la mayoría son comerciantes, riquísimos por Cierto~ 
A ningún otro judío está permitido entrar allí montado a caba-
llo sino a Salomón Egipcio, médico del rey, cargo éste que es 
un alivio para los judíos y les cpnsuela de su"' cautividad, ql.le 
sienten pesada. Soberanamente odiosos son para los griegos to-
?os los judíos en general, sin ninguna distinción entre l9s bue-
nos y los malos, por ~usa de los curtidores que mientras ado-
ban sus pieles . echan el agua sucia en las plazas, ante sus mis-
mas puertas ; y por esto a to~os jgualmente les atraíllan con un 
pesado yugo y les azotan públicamente y les obligan a una for-
zosa servidumbre.- Pero los judíos que, cqmo dije ya, son ricos 
y buenas personas y misericordiosos y fieles guardadores de los 
Mandamie~tos, con entereza igual soportan el -cautiverio. El lu-
gar en que . están confinados se llama Pera. 
De aquí, tras una travesía de cuarenta y ocho horas, llegué 
a· Doroston, donde reside una comunidad de cerca de cuatro-
ciel}tos israelitas, cuyos primates son Mosés, Alías y Jacob. De 
aquí, en dos jornadas, a Galípoli, -donde residen cerca de dos-
cientos judíos; los principales son Elías Caphidx y Sabthai Zu-
tra e Isaac Migas. Migas, en aquella lengua que para los grie-
gos es la materna, significa Torre. 
De Galípoli, a -la distancia de dos soles está Calas, cuya al-
jama. cónsta de unos cincuenta mienihros ; los principales son los 
maestros Judas, J acob y Semayas. 
En dos días de navegación se me transportó a Mitilene, 
una de las islas de aquel mar ; . allí visité diez universidades de 
israelitas. 
De allí, consumidas Jas etapas, llegué a Hkhan, donde ha-
brá unos cuatrocientos jud[os; \:U}'os jefes son Elías, Thiman y 
ITIY.;-E.RARIO DE BENJAMÍN DE 'rUDEL:\ 41 I 
Sabtahi; allí se crían las plantas de las que se recoge la al-
mástiga. 
A dos jqrnadas de aquí hállase Ismos, donde habi~an cerca 
de tres centenares de judíos;. son presididos por Samarias, Gho-
badias y J oel, y allí acuden numerosas comunidades de israe-
litas. 
De -allí, embarcado, al cabo de tres aías a¡)orté a Rodas, don-
de hallé cuatrocientos judíos; sus conductores son Aba, Rana-= 
neel y Elías, maestros. 
A cuatro soles de distancia se asienta Dofros, donde se ce-
lebra asamblea de los judíos con sus maestros. Hay además allí 
algunos judíos heterodoxos, de Chipre, epicúreos, que los israe-
litas detestan en todas partes. Estos herejes del judaísmo pro-
fanan la víspera del sábado y observan la víspera del pri-
mer día. 
De ahí, a dos jornadas de camino, está -Corkos, que es el 
principio de la tierra de Edón, que también se llama Armenia. 
Aquí comienza el principado de J urí, señor de los montes del 
rey de Armenia, cuyo señorío se extiende hasta Hhadochian, 
que es la metrópoli, y hasta la región de los hijos de Thogarma, 
a los que llaman turcos. 
De ahí, a dos jornadas de distancia, está Malmístras, que 
en la antigüedad se llamó Tarsis, cabe el mar. Hasta aquí llega 
el reino qe los hijos de Javan, por otro nombre griegos. 
A la distancia de dos soles está la gran Antioquía, situada 
en el valle Jabop, siguiendo el curso del río Pir, que baja del 
n1onte Emath, de la región del Líbano. Fundó el rey Antíoco 
esta ciudad, cuyas murallas amenaza un monte altísimo y tam-
bién todo su ruedo. En el vértice de este monte ·mana un¡¡. fuerl-
te que un hombre tiene a su <4rgo; este fontanero, por unos 
troncos huecos y unos conductos subterráneos, distribuye el agua 
de que se proveen las casas urbanas de los magnates. Por 
el otro lado del monte da la vuelta a toda la ciudad el cauce de 
un río. Es plaza fuerte y muy defendidá. y pertenece al señorío 
de los disidentes de nuestra fe. Hay también allí unos pocos is-
raelitas que trabajan el vidrio; l~s conspícuos son ~Iardoqueo, 
Hhaim e Ismael. De aquí; en dos días de camino, llegué a Liga, 
412 BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA ESPAÑOLA 
en épocas anteriores llamada Laodicea, donde hay unos doscien-
tos judíos; los más notables son Hhaia. y J osef . 
. , De aquí, a los dos días me encontré en Gebal, que es la· 
misma Baghalgad," al pie del monte Líbano, Y· está muy próxima 
a la nación que llaman Hhassissin, que no siguen la doctrina de 
los ismaelitas, sino de otro que creen ser profeta, cuyos dicta-
dos obedecen todos, así para .la muerte como para la vida. A ése 
llámanle Hheich-al-Hhassissiny es senador deJos mismos, por 
cuya orden entran y salen todos los montañeses. Tiene ~u _re-
sidencia en una ciudad nombrada Karmos, donde c.omienza la 
región que antiguamente se llamó Sehon; profesan entre .sí una 
religión según la doctrina. de su senador. Dondequiera siembran 
el terror porque a su propios reyes les dan muerte, aserrándo-
los. Su dominio se extiende a ocho jornadas. Sostienen guerra 
con los cristianos, . que el vulgo llama fivancos, y con el rey de 
Trípoli, que es la misma Trabeles de la región de Saam. Acae-
ció no ha muchos días que toda la región de Trípoli fué sacu-
dida por un terremoto y sucumbieron muchos gentiles y muchos 
judíos, envueltos en la ruina de las casas y de 1os ·muros y al 
mismo tiempo perecieron en toda la tierra: de Israel más de vein-
te mil hombres. 
De aquí dista una jornada Gebal, que es distinta de aquella 
otra Gebal que fué el término de los hijos de Amón; allí hay 
unos ciento veinte judíos; pertenece aJ señorío qe los ginotinos, 
cuyo príndpe se llama Giliano Enl:íirenu. Allí fué hallado el 
solar donde estuvo el templo de los hijos de Amón y en él el 
ídolo que adoraban sentado en umi silla que llaman solio ; el . si-
mulacro es de piedra, revestido de oro ; y a uno y otro lado dos 
simulacros de mujer, sentadas tambi,én, y delante de. él un ara 
donde en tiempo de los amonitas s-e hacían los sacrificios y los 
sahumerios. De los judíos aquí av~cindados los principales son 
Mair, Jaacob-, Semha. Es ciudad de cabe el mar de ·Jos israe-
litas. 
De: allí, en dos días, llegué a Berito, que es la antigua Bee-
roth; donde hay una cincuentena de · Judíos, cuyos abanderados 
son Salomón, Ghob9-día y J osef. 
De aquí, al fin del recorrido de un día, estuve. en Siiada, la 
antigua Sidón, ·populosa ciudad con veinte judíos. Distante de 
ITINERARIO DE BENJAMÍN DE TUDELA 
aqm unas diez millas hay una naCión que tiene guerra continua 
con los sidonios ; esta nación, en su lengua se llama Dogziin, 
otros los llaman · paganos ; no son de ninguna religión ni secta; 
son montesinos y cavernícolas, no sujetos a ningún rey ni prin-
cipe ; viven al día en altísimás montañas y en empinadísímas 
escarpaduras: Andado el espacio de tres jornadas llegan al mon- · 
te Hermón; tienen · fama de incestuosos; los padres contraen 
matrimonio con sus hijas. En una fiesta anual que celebran so~ 
lemnemente, así varones como·· hembras acuden todos a un ban-
quete común y allí se hace un intercambio de esposas. Dicen 
que cuando es llegado el momento en que el alma de un hom~ 
bre bueno sale del cuerpo, luego al punto su alma emigra en 
el cuerpo de · un niño reciéri nacido ; pero en saliendo del cuer-
po de un hombre malo, entra a animar el cuerpo de un perro 
o de otra bestia. Sienten como vive~. Entre ellos no hay ju-
díos, sino que de vez en cuando llegan alfayátes ·o tintoreros por 
ejercer su profesión o negociar su mercadería y luego se vuel-
ven, y estos judíos sori récibidos con ·cortesía y amabilidad. Esta 
nación es velocísima y la más apta . para triscar por montes y 
collados, inexpugnable para ctialesquier!l . otros mortales. 
De Sidón dista una sola jornada Tiro la Nueva, acicalada 
ciudad, dotada de un puerto comodísimo que penetra en su in-
terior y admite navíos entre dos torres construídas a uno y otro 
lado ; durante la noche queda cerrado a cualquier navío entran-
te o saliente, y nadie puede retirar niÍigún efecto sustraído a 
htJrto. Y o no creo que sea posible· hallar en el mundo todo es-
tación portuaria que se \le parezta. La ciudad, como dije, es her-
_mo~a, y en ella viven unos cuatrocientos judíos, entre los cua-
les los hay doctores qué descuellan por su saber: disciplinar y 
talmúdico, como Efraim Egipcio, que es ei juez, y Mais ~e 
Carcasona y Abraham, rector de la: .. Universidad: Algunos de 
los judíos que allí actúan tienen bajeles en el mar por interés 
de lucro. Hay allí artesanos vidrieros que labran el vidrio que 
llaman tirio, bellísimo, que en cualesquiera mercado consigue 
la mayor estima; también se encuentra el m_ejor . azúcar, de 
grandísima aceptación: Desde eric~ de las murallas de Tiro la 
Nueva se otea la muralla de la antigua Tiro, derrocada por el 
asiduo embate . del mar y ' por él tragada, a un tiro de distan-
4-J4 BOLETÍN DE J.A REAL ACADEMJA ESPA~OLA 
óa de la nueva ciudad homónima; y si hay quien se embarcare 
en esquife· o lancha, contempla sumergidas torres, faros, plazas 
y palacios. Tiro la Nueva es celebrada por su mercado público, 
adonde confluyen negociantes de todas partes. 
De aquí, en un solo día, víneme· a Akadin, que fué la anti-
gua Acadi Ghaco. La tribu de Asser es el postrer ~ confín de la 
región israelítica, cabe el mar abierto, insigne por su puerto, don- . 
de son acogidos todos los cristianos romeros de Jerusalén que 
ct él llegan ; a través de la ciudad pasa allende un río, que de-
nominan Cadumin. Habrá allí unos doscientos judíos, cuyos je-
fes son Sadok, Jafet y Jonás. 
A tr~s leguas de aquí está Niphas, que es la misma G~d. 
adyacente al mar, sobre la .cual, por uno de sus lados, puja el 
Monte Carmelo, en ladera de cuyo monte hay numerosísimas 
sepulcros de judíos: En el monte mismo visitase la cueva del 
profeta Elías; junto a ella los cristianos construyeron un ora-
~orio bajo la advocación de _S~ Elías. En el pico más alto de la 
montaña quedan vestigios del altar derribado y quemado en los 
días de Achab, de quíen en la historia de Elías se hace seña · 
lada mención. El asiento de esta ara es circular, de unos cua-
tro codos de diámetro, al pie del monte mismo, por la banda 
del descenso del río Chison. 
De aquí, a distancia de cuatro leguas, está Cafar Nahum, 
que conserva el nombre antiguo; está en paraje muy elevado y 
supera al Carmelo en perspectiva. 
De aquí, a seis leguaS- anda<!as, llegué a Cesárea, a la que 
sus moradores llaman Siseria; su nombre arcaico es el de Gad 
de los palestinenses. Habrá allí diez judíos y doscientos cuteos; 
a saber, judíos de Samaria, ll~dos, por lo común, samarita-
nos. Es una muy buena y muy linda ciudad, que en el mar se 
mira, fundada y .ampliada por el Emperador César y de su nom-
bre llamada. Cesárea. 
Partiendo de aquí, en media jornada, llegué a Cacan, antes 
Ct!ila o Reghila, donde no hay judíos. De aquí, a media jorn.ada 
llégmne a Sargoreg, que llamaron Luz los antiguos,_ donde ha- · 
hitaba un judío único, dueño de una tintorería de lanas.. 
De allí, ti:as · joináda de todo un . día, me acerqué a Sebaste, 
qpe es 13. propia sa.n:W-ia, donde aún quedan visibles reliquias 
ITINERARIO DE BENJAMÍN DE TUDELA 41 S 
del palacio de Achab, rey de Israel. Fué en tiempos ciudad muy 
fortificada, situada en un cerro, con amenidad de fuentes y de 
aguas manantes y estantías, de vergeles, huertos, viñedos y oli-
vares, y no queda en ella ras~ro de judío. 
A dos leguas de allí tópase con N e hilas, que en edad preté-
rita llamóse Sichem, en el monte Ephraim, donde no hay judíos; 
yace la ciudad en la hondura de un valle, en la hoz que forman 
los montes Gerizim y Ehel o Hebal, y en ella motan unos cien 
cuteos, que exclusivamente observan la ley mosaica (éstos, como 
ya dije, llámanse samaritanos), pero tienen sacerdotes de la pos-
teridad del sacerdote Aarón que descansa en paz ; no contraen 
uniones matrimoniales con otras personas, sino con hembras o 
varones de su propia familia, de guisa que conservan el linaje 
puro, sin ninguna mezcla, y por esto, vulgarmente, en la misma 
localidad se les denomina con el mote de aharonitas ; y no obs-
tante son ministros y sacerdotes de la ley de aquellos samari-
tanos. Ofrecen . sus sacrificios y queman sus holocaustos en el 
monte Garizim, y citan aquello que está escrito en la Ley : 
Y darás la bendición sobre el monte Garizim; y sostienen que 
aquélla es la· verdadera ca~ del Santuario. Introducen los holo-
caustos el día de la phase y otros días festivos, y los colocan 
sobre el ara construída en el monte Gar!zim, de guijarros sa-
cados del Jordán, distinción de que gozan los que son dela 
tribu de · Efraim. Entre ellos está el sepulcro de J osef el Justo, 
hijo de Jacob, nuestro padre, el que reposa en la paz,. según se 
.dijo. Los huesos de Josef, traídos de Egipto por los hijos de 
I~rael, sepultados están en Sichem. Est~s tribus carecen de la 
letra He del nombre de Abraham Hhet, del nombre Lishhat ; 
Ghaín, del nombre de· Jnghacob, cuya carencia -substituyen con 
Aleph, esto es, con una letra de aspiración delgada. Ello consti-
tuye una prueba irrefragable de que no son de la. posteridad y 
simiente de Israel, reconociendo la Ley de Moisés, exceptuadas 
esas tres letra¡¡ que desconocen. Con todo, se guardan de conta-
minarse con tocar q¡dáveres y huesos de muertos violentamente 
sacados de sus sepulcros. Tienen asimismo por costumbre des-
pojarse del vestido cotidiano C!Jando deben ir a la Sinagoga y 
. bañarse por .limpiar d cuerpo y _vestir otrás ropas ·compradas 
para :este caso. Hay tambjén aquí un rito por cada día. Es el 
416 BOLETfN DE LA REAl.. ACADEMI·A ES.PAÑOLA 
Garizim ~ monte organado de aves cantoras; de aguas que 
corren con sonido y de huertas frondosas y fructuosas. Frontero 
está el Ghebal, de grat1 aridez, lleno de rocas y de piedras ; y 
ante el Ghebél y el Garizim, como dijimos, asiéntase la ciudad 
de Siquem. 
De allí, distante cuatro leguas, se . yergue la montaña de 
Gilboagh; que los cristianos llaman Monte _ Gilboe, terreno de 
esterilidad y aridez suma. De ahí se va, andadas cuatro leguas, 
al valle de Aialón, que los cristianos que en aquella región mo-
ran llaman V al de Luna, des<;le donde, caminado el espacio de 
una legua, llegué al Monte Maria ya Garaan, que llamóse ciu-
dad de David, ciudad grande en pasados tiempos, denomin_ada 
Gibghon o Gabaon, donde no hay judíos. 
De aquí, tres 1~ adelante hice mi entrada en Gerpsolima, 
ciudad pequ~ güamecida de triple mu~~. donde hay muchas 
razas de hombres, jacobitas, armenios, griegos, gorgeros o geor-
gianos y francos, y donde suenan todas las lenguas de los hom-
bres parlantes. Existe allí un establecimiento a propósito para 
tefiir lanas y vestidos que-los judíos anualmente alquilan al rey, 
con la condición fle que sólo ellos han_ de monopolizar la tal ar-
tesanía. Los judíos habitan allí en un ángulo de la ciudad, bajo 
la torre de David. En esta torre quedan aún lienzos del muro 
del antiguo· edificio que nuestros mayores construyeron, que se 
alza a una altitud de diez codos de este mismo cimiento'; la par-
te que permanece cubierta es obra de los ismaelitas. N o existe 
en toda la ciudad construcción ninguna que iguale en sólida 
firmeza a la Torre de David. Contiene dos dependencias, llama-
das hospitales, cuyos· moradores cristianos se llaman hospitala-
rios; son caballerós ~ de cuyas dos casas salen unos cuatrocientos 
guerreros adiestré\dos. para la pelea. En estas dos casas son ad-
mitidos todo~ los enfermos que a , ellos acuden, y se les cura; 
están abundantemente provistos de todas las cosas necesarias 
a la vida, tanto para los vivos que adolecen y convalecen; como 
para los muertos· y consiguientes enterramientos y . exequias. La 
segunda de estas casas llámase Hospital de Salomón, .por estar 
en el propio lugar donde fué construido el antiguo . palario de 
Salomón. De ellas salen :cotidía.rlamente cuatrociento's luchado-
res.· Todos éstos forman uiia comunidad, ligados 'J>Or juramento 
ITINERARIO DE BENJAMÍN DE TUDELA 
y voto, amén_ de muchos otros gue acuden allá de las tierras 
de Francia y de Italia; del voto espontáneamente emitido que-
dan libres y quitos · después de un año o dos de residencia. Exis-
te allí además un grandioso templo que llaman el Santo Sepulcro, 
que fué el Sepulcro de Jesús Nazáreno; y allá van peregrinos 
para visitarlo. Tiene· Jerosolima cuatro puertas : la una se llama. 
el Sueíio de Abraham; otra la Puerta de David; Puerta de Sió1! 
la tercera, y la cuarta, Puerta de Josafat. Esta está ante la Santa 
Casa, situada antiguamente donde se levanta ahora el llamado 
Templo del Señor, en el mismo solar del Santuario antiguo. 
El Templo, como ·actualmente se le llama, consiste en una bó-
veda o cripta hermosísima, construida por Ghemar-Ben-Alche-
rab, ahora celebrada y frecuentada por los cristianos, que en 
aquel lugar no · tienen ninguna imagen o simulat;ro, sino que 
lo frecuentan solamente para orar. Hacia esta parte existe una 
pared construida con los . materiales de las paredes que estaban 
en el Santuario, · que ahora se llama Puerta d~ la Misericordia, 
y a esta puerta se acercan los judíos para orar ante aquel muro, 
en el atrio. Allí mismo, en. Gerosólima, digo, en la casa que fué 
de Salomón, son visitadas las caballerizas construidas por el pro-
pio Salomón; edificio de una impresionante solidez, de gigan-
tescos bloques, como en el orbe todo no se ve ningún otro ejem-
plar. Hasta hoy se ha conservado la piscina en la que nuestros 
mayores sacrificaban las víctimas. Allí cada uno de los judíos 
escribe en la pared su nombre. Saliendo por la puerta de Josa-
fat se va al llamado Desie.rto de los pueblos, donde está el M onu-
11Íento de la mano d.e Absalón y el Sepulcro del Rey Uzías y la 
caudalosa fuente ~e Siloahh, cuyas aguas van a dar en el to-
rrente Kedron. Junto a .la fuente está el gran edificio del tiem-
po de nuestros mayores; pero en ia fuente hay una exigua can-
tidad de agua. La mayor parte de.los habitantes-de Gerosóliiná 
beben agua llovediza r~cogida en cisternas domésticas. Una· ve-
reda continua y sin tropiezos conduce del valle de Josafat al 
Monte de los Olivos, porque entre la ciudad y el monte no hay 
más accidente topográfico que este valle. Desde este monte se 
otea el mar de Sodoma. Desde aquí al bloque de sal en que se 
convirtió la mujer de Lot hay dos leguas. Todavía está en pie 
aqúel ~ontón, que lamido alguna vez por los rebaños tr~shuman-
27 
4 18. BOLETÍN DE J..A REAL ACADEMIA ESPAÑbLA 
tes disminuyó ; pero, muy luego, crece hasta la elevación normal. 
Se columbra también desde el Monte de los Olivos la dilatada pla-
nicie por donde . tuerce su curso el río Sitim hasta el monte 
N ebo. Del lado de esta nueva J erosolima se empina el monte 
de Sión, donde no se ve construcción ninguna entera, sino el 
único templo de los eristia"nos. Delante de Hierusalem se ven 
como tres grupos sepulcrales donde los viejos israelitas eran se-
pultados. La forma de los sepulcros todavía se conserva en bue11 
estado, pero de cada día se achica más, porque los cristianos 
arrancan las piedras para la edificación de sus casas. El ámbito 
de J erosolima, en todo su derredor está cercado de altos montes. 
En el monte de Sión están los sepulcros de la familia de David 
y .de aquellos reyes que después de David reinaron; péro este 
lugar es desconóCido del vulgo. Aconteció quince años atrás que 
un muro del templo, que dije estaba en el monte de· Sión, se 
derrumbó; y habiendo el sacerdote del templo, por mandato del 
Patriarca, determinado su restamación, contrató unos veinte 
obreros porque arrancasen de los · antiguos fundamentos de los 
muros de Sión las piedras para restaurar el templo. Entre los 
operarios había dos hombres, amigos y confabulados, uno de 
los cuales, cierto día por la mañana se llevó al otro consigo, 
invitado a yantar en su. casa. Después del yantar tomado en co-
mún, volviendo estos dos hombres a la obra, preguntados por 
el inspector el motivo de su gran retraso respondieron que ellos 
compensarían el tiempo perdido continuando el trabajo mientras 
todos los demás dejaran la faena. Y haciéndolo conforme habían 
prometido, levantada una gran piedra, . dieron con la puerta de 
ingreso en la cavidad sepulcral y dijéronse el uno al otro: "En-
tremos . a ver si aquí se esconde algún tesoro." Entrados, fue-
ron avanzando hasta llegar a la proximidad de un palacio, apo-
~ado en colunuías ~rmóreas, n;vestido de oro y plata, delante 
del cual había una mesa y en ella un cetro y corona de oro. 
Este era el sepulcro de David, rey de Israel ; y a su izquierda el 
sepulcro de Salomón, igualmente adornado,y otros muchos se-
pulcros de otros reyes de Judá de la fanftlia de David que allí 
mismo habían sido sepultados. Vieron allí también tres arcas ce-
rradas ; lo que contenían es aún ahora desconocido de l~s hom-
bres. Decididos los dos .obreros a adentrar-se t:.n el palacio, he-
ITINERARIO DE BENJAMÍN DE TUDELA 
ridos del espíritu del torbellino, cayeron a tierra sin sentido a la 
puerta del antro. En aquel mismo lugar quedaron tendidos has-
ta boca de noche. Reanimados a su vez por otro .espíritu con-
trario, oyeron una voz que S()naba a voz humana : "Levantáos ; 
salid de este lugar." Ellos, empujados y pre&!s de intensísimo 
pavor, salieron temblando y _refirieron todo aquel caso al Pa-
triarca .• ~1 Patriarca~ llamado a sí a un tal Abraham, apodado 
e.l Pío, fariseo de Constantinopla, estante en J erosolima, cuidó 
de que los ·dos hombres le dieran relación de - lo que les había 
pasado. Rogados que manifestasen . su ·opinión declararon _que 
aquel lugar era el de las sepulturas de la Ca:sa de David, des· 
tinadas a los reyes de J udá. Al siguiente día, al uno y al otro 
d~ aquellos dos . hombres se-les halló echados en la cama, grave-
mente enfermos uno y otro del gran miedo, y manifestaron que 
por nada· del mundo volverían a entrar allí, afirmando que a nin-
gún hombre le era lícito penetrar en · aquel temeroso recinto 
porque Dios lo tenía vedado. Por esta razón, y por orden dei Pa-
triarca, aquel lugar se cerró y quedó virgen de miradas humanas 
hasta el día de hoy. Todo este suceso me lo contó puntualmente 
a mí el propio Ab_rahám Pío que os dije. 
De aquí, Betlehem de Judá dista dos parasangas (la para-
sanga es .el espacio -de treinta estadios), y a la distancia aproxi--
mada de media _milla está el sepulcro de Raquel, en el cruce 
de dos caminos. ' Consiste en un túm.ulo de doce piedras en 
atención al .número de lo~ hijos de Jacob, y encima del túmulo 
hay una tortuga que se .sostiene en cuatro columnas. En las ¡:¡ie-
-dias de este túmulo, grabados al punzón, léense_ muchos y varios 
nombres de judíos que acertaron. a pasar por allá. En Bethlehem 
hay establecidos doce tintoreros de lanas; el campo betlemítico 
tiene fuentes y pozos y aguas manantes y estantes. 
De aquí, andadas seis leguas, llegué a Hebrón, asentada en 
una llanura. La antigtia metrópoli de Hebrón estuvo en un co-
llado, pero ahora es un puro desierto. En el valle hay un cam-
po y dos vallecicos .gemelos ; éste es el sitio de la ciudad, y en · 
ella hay un gran templo dedicado a San Abraharn. Había sido 
aquel lugar sinagoga de los judíos al tiempo que la región estuvo 
ocupada por los amalecitas. Mas Úis gentes que posteriormente la 
obtuvieron construyeron en. ei templo seis sepulcros con los 
42()' BO'LETfN DE LA REAL ACADEMIA. ESPAÑOLA 
nombres de .Ahraham, Sara, Isaac y Rebeca, 'Jacob y Lia. Los 
indígenas cuentan ah_ora a los peregrinos· que son monumentos 
de los patriarcas, y .allí dejan dineros. A todo judío que se acer-
ca y. alarga una propina al portero, abierta la puerta de hierro, 
se le enseña la -espelunca, que tqdavía se ve como -en los días 
antiguos. Desciende d hombre má:; abajo con una lámpara en-
cendida en la. primera cavidad donde no se halla nada, ni tam-
poco en la segunda, hasta que se baja a la tercera,. donde están 
los seis monumentos, que son de Abraham,. Isaac y Jacob, Sara, 
Rebeca y Lía, el uno frente al· otró, y en cada uno hay .caracteres 
incisos co.n distinción de los nombres de cada cual, de esta ma-
nera: 
SEPULCRO DE ABRAHAM, PADRE NUESTRO, SOBRE EL CUAL SEA 
LA PAZ. 
Y de este .mismo ~enor todos los demás monumentos sepulcra-
lés. Arde, a la continua, día y noche, en la espelunca una lám-
para, a la ·cual los sirvientes ·suministran aceite y pábulo. En la 
miSma espelunca hay tinajas llenas de huesos de israelitas lmti-
guos, transportadas allá por familias de I~qel, y hasta el día de 
hoy a,llí quedan. En el mismo campo existen todavía y se visitan 
monumentos de la antigua casa de nuestro ¡)adre Abraham ; y de-
lante de ella mana una fuente, y a nadie se 1e pennite ·edificar 
allí viviend,as, por reverencia a Abraham. 
De aquí, dista dos leguas Beth-Gebarin, que acullá en la an-
tigüedad se lla.riló Maressa, ·donde_no más había tres judíos. 
De aquí, andadas cinco parasangas, víneme a Toróndolos Gal-
raleris, que en tiempos·llamábase Sunan, donde vives trescientos 
judío-s. Y de . aquí, a tres leguas, e§t.i San Samuel ·de Silo, villa 
antiguamente llaiJlada Siloh,- que dista de Jerusalén ·dos para;, 
sangas, donqe hay un gran templo, y en ,su interior el ~pulcro 
dé.l profeta Samuel, que los ·cristianos trasladaron ·de Ramatha, 
que es la propia Rama, después que echaron de aquí a los is-
ma~li.tas y les to~aron la ciudad, donde anteriormente se gtiar-
da~ ei ·cuerpo de Samuel sepultado en la sinagoga de l~s ju-
díos. Actualmente,· como dije, hay en Silo un gr-ande y }:lenno-
so templq, al que ellos. impusieron el nombre de San Samuel de 
Silo Y· dura hasta el día .de hoy. 
ITiNERARIO DE BENJAMÍN DE TUDE~ 421 
Partido de aquí, y recorridas tres parasangas hacia el monte 
Moria, vine a Pesipuá, que es la patria de Gibgha Saul, dicha 
por otro nombre Gibgha Benjamín, donde no hay judíos. 
A tres leguas de distancia está Beth-Nobi, llamada también 
Nob, ciudad sacerdotal, donde hoy dos judíos, tintoreros. En 
medio dd camino que allá conduce hay dos riscos que ilustran. 
la mempria de Jonathás; el uno se llama Botsen y_ el otro Sina~ 
Partido de aquí, medidas y andadas tres parasangas, llego a Ra-
mas (Harama en la antigüedad). Sus muros y edificaciones des-
de .tos tiempos antiguos llegaron hasta los nuestros ; y confír-
manlo las inscripciones epigráficas que todavía se conservan. 
muéstranse los vestigios, las ruinas y el -sitio de la que fué ciu-
dad grandísima, donde sólo hay ~hora tres judíos. Es aún vi-
sitado el campo de los israelitas, sembrado de sepulcros, largo de 
dos millas. A cinco leguas de aquí está Gapha, en la antigüedad 
Japho y para otros Joppe, donde hay un solo judío, artífice en 
el tinte de lanas. 
De aquí hasta Ebalín anduve tres parasangas. Esta ciudad 
es aquella que se llamó Jebua en tiempos antiguos, dondl" aún 
se ve el emplazamiento de la escuela -antigua. Aquí no hay nin-
gún judío. Y éste era el hita final de la tribu de Efrahim. 
Ido de aquí, andadas tres leguas puse pies en Palmún, llama-
do Asdod en otro tiempo, o Asoto; antiguamente celebérrima 
ciudad de Palestina y ahora pura ruina y asolamiento. N o hay 
aquí ningún judío. Está alejada dos parasangas de Ascalona. 
E!>ta es Ascalona la nueva, fundada por el sacerdote Esdras 
orilla del mar, que inicialmente se llamó Benibera. La presente 
Ascalona de los palestinenses ya de tiempo inmemorial devasta-
da, dista de su vieja homónima cuatro parasangas. La nueva 
Ascalona es grande, urbaniZa.da y pulcra, frecuentada de muchoey 
mercaderes que · allá confluyen de- todas partes por asuntos -de 
- negocios por su situación en 1~ ~lindes de Egipto; all~ hay obra 
de doscientos judíos doctos, y quien~s los presiden son Tsamahh 
y Aharón y Salomón. Hay también -a~lí alrededor de cincuenta 
de los llamados literales, esto es, versados en -el sentido llano y 
simple de los libros sagrados ; y también unos trescientos cuteos, 
o sea seguidores y practicantes de _la doctrina de los .samarita-
nos. · En el centro de la ciuruid hay un pozo que los indígenas 
42·2 BOLETÍN DE LA REAL ACAOEMIA ESPAÑOLA 
en lengua ismaelita llaman Bir Abraham Alchelil, o sea Pozo 
del máximo Abraham, abierto por Abraliam ·en sus días de Pa-
lestina. 
De aquí pasé allende Segura, cuyo nombre arcaico fué Lud, 
de donde en jornada de seis días y medio ·alcancé Zarezín, que -
también se dice Jezreghel, donde hay una casa grande y en ella 
un solo judío, que ejerce el oficio de teñir lanas. · 
A cuatro leguas de aquí ·está Sipuria, llamada antiguamente 
Tsipori, donde están los sepulcros .de aquel gran maestro Haka-
dos y de Hhaiiah, que subió de Babilonia, y de Jonás, hijo del . 
profeta Amithai,que fueron enterrados eti el monte ; además de 
éstos hay otros muchos sepulcros antiguos. 
A tres parasangas de aquí está Tiberia, a la vera del Jordán .. 
junto al lago llamado Kinereth o Genesaret, donde el Jordán 
desagua y se expande hacia el mar salado en tierras de planicie. 
Este lugar denominóse · también Asdoth-hapisga; y salido de 
állí desemboca en el mar de Sodoma, que también se dice Mar 
salado. Hay en Tiberia unos cincuenta judíos; de éstos, los. pri-
meros son Abraham, el vidente, y Muchthar e Isaac. · En este 
lugar hay aguas calientes que emergen del suelo y se, llaman 
Termas de Tiberia. Hay también la sinagoga de Caleb, hijo de 
J ephun, no lejos de las termas. Existen asimismo sepulcros sin 
cuento, celebérrimos, y el que . más el de Juan, hijo de Zach~i 
y de Jonathas, hijo de Leví. Todos ésos están en la Galilea 
inferior. 
Desde aquí, en dos caminos, llegué a Timín, que llamada de 
antes Thamnata:, insigne por el sepulcro de Samuel.el Justo, que 
todavía hoy se visita, demás de otros sepulcros de israelitas. · 
De allí; a la dist¡:mcia de un día entero, está Ghasth, que en 
tiempos se denon1inó Gus Hhaleb, 'donde hallé obra de veinte 
judíos. 
Andadas seis parasangas desde aquí, me . entré en Mavan, 
antes Mavon, do11de están los sepulcros de Hilel y Sanaí en una 
cueva con otros . veinte sepulcros de los discípulos de ambos, y 
otros monumentos sepulcrales, verbigracia, el de Benjamín, hiio 
de Jephat, y Jehuda, pijo de Bathira. 
A seis leg11as está Ghalma, notable por la agrupación de Sf'-
pulcros israelitas; su .judería es de cincuenta miembros. 
ITINERARIO DE BENJAMÍN DE TUDELA 
A media jornada de aquí hállase Kadis, llamada también Ka-
des de Nepthalí, en la ribera del Jordán, con los sepulcros de 
los antiguos Eliezer, hijo de Garhoc, y el otro Eliezer, hijo de 
Azarías, y _de Humi, apodado el Redondo, y de Kasbac y de 
Josef, galileos. Allí existe todavía el monumento de Barak, hijo 
de Abinogham. 
Ido. de este lugar, y andado un día entero, vme a Baliino, 
que antaño se denominó Dan; tocante al poblado está la cavidad 
de donde sale el Jordán, que luego de recorreF tres millas reco-
ge las aguas del Arnon, que baja de los confines de Moab. De-
lante de la cueva muéstranse los restos del ara o de la estatua 
que un tal Miquéas dedicó, y desde aquel tiempo y sazón pué-
blanla los hijos de Dan. No lejos de aquí es visitado el emplaza · 
miento del altar erigido por Jeroboam, hijo de Nabat, en don-
de se colocó el famoso becerro de oro. Hasta aquí llega el ter-
mino de Israel por el lado del mar posterior. 
De ahí consumí dos jornadas hasta la ciudad de Damasco, 
principio del reino de Noraldini, rey de los hiJos de Thogarma, 
que el vulgo llama turcos. La ciudad es de la mayor grandeza 
y hermosura, dentro de un cerco dt. murallas. Toda la región 
es amenísima de huertos, que son otros tantos edenes, y por 
cada uno de sus lados se extiende a quince millas. Jamás en nin-
gún otro país fructífero se puede ver una ciudad como ésta. Dos 
ríos que bajan del Hermón la hacen bienhadada; son el Amna y 
el Pharphar. La ciudad se asienta a la falda del Hermón. El 
Amna entra en la misma ciudad, cuyas aguas, distribuidas por 
cañerías, proveen las casas de los magnates y .llegan a los mer-
cados y a . lás plazas. El Pharphar, que pasa all<!nde, lamiendo 
los muros, riega los vergeles y hace de ellos paraísos. Hay en 
la ciudad una sinagoga de ismaelitas, que ellos llaman Gumagh 
Dumasque, esto es, Mezquita de Damasco. En ñingún país se 
admira edificio iguaL Sus moradores dicen que fué palacio del 
rey Ben Hadad. V ese allí un muro de cristal, obra de magos, 
señalado por agujeros en número igual a los días del sol, con 
tan atinado concierto que cada uno .de los días, filtrándose po!' 
cada uno de los agujeros, recorre doce grados, correspondientes 
a las horas del día, por manera que señaia el día del año y el día 
del día: Hay, dentro de· ese mismo palacio, una sala y unas ha · 
424 BOLETÍN -DE LA· REAL ACADEMIA ESPAÑOLA 
ñeras labr~das en oro y plata ; la pila es de materia igual~ a es-
tilo de tinaja grande, con capacidad ·suficiente para que tres 
hombres a la vez -Se bañen. Vi en el palacio colgada la costilla, 
que debería de medir de longitud nueve palmos de España, y 
dos palmos , de anchura. Dícese que fué de uno de los más 
antiguos• reyes de Enac, Abchamas de nombre, según está indi-· 
cado en la lápida sepulcral, _donde está escrito igualmente que 
reinó sobre todo el mundo. :Moran en Damasco -cerca de tres 
mil israelitas, entre los cuales hay los discípulos de los rabíes, 
y son ricos. Allí mismo reside el que es cabeza· del Sanedrín de 
la tierra de Israel, cuyo nombre es Esdras y su hermano Sar 
Salom, prefecto del Tribunal, y Josef, que ocupa el quinto lu-
gar en el Sanedrín, y Matssiah, jefe del orden de prelectores, y 
Mair, prez y orgullo de los rabíes, y Sadik~ el médico. Allí mis-
mo hay de los literales unos cincuenta, y cuteos cuatrocientos, 
entre todos los cuales reina absoluta paz y concordia ; no obs-
tante, estas facciones antagónicas no conciertan alianzas matri-
moniales. 
Abandonando Damasco, en una sola jornada me situé en 
Galgad, anteriormente Gilead, ancha y espaciosa región, rezu-
mante de ríos y de fuentes, llena de huertos y de pomaredas. La 
colonia israelita cuenta con unos sesenta -miembros. 
A medio camino de aquí e5tá Salcatha, ·llamada antes la ciu-
dad de Salsea. 
De donde dista media jornada Baghal-Beik (Baghala fué 
su antiguo nombre), situada en un valle al pie del Líbano, fun- · 
dada por Salomón para deporte y placer de la hija de Faraón, 
y aún se conserva parte de la estructura del palacio, cuyos blo-
ques de piedra miden en longitud ~einte, en anchura doce pal-
mos de ·España,. y no tienen hendidura alguna. Refiere el vulgo 
que aquel epificio no fué hecho de mano de hombre, sino que es 
obra del demonio Asmodeo. A la entrada misma de la ciudad 
brota un caudaloso manantial que la parte en do&. 
Hay asimismo Thadmur, situada en despoblado, .construída 
también por orden de Saloinón, de edificación análoga y con 
igual grandeza de pit;dras," cercada de muro, sola, como dij"e, re-
mota de. todo lugar habitado, distante de Baghala cuatro soles. 
En esta ciudad de Tadmur hay cuatro mil judíos, fuertes, ague-
I'l'INE~RIO DE BENJAMÍN DE TUDELA 
rridos y pugnaces, que están en guerra con los hijos de Edom y 
con los hijos de Gharab, comúnmente llamados árabes, que obe-
decen al rey Noraldino y a la vez ayudan a sus. vecinos ismae-
litas. Sus caudillos son Isaac, el Griego de sobren<;>mbre: y N~­
tam y l! ziel. 
De aqu( en media jornada, me llegué a Ktriathín, la anti-
gua ;Kiriathaim, donde no hay judíos tintoreros de lanas. 
Ido de aquí, en una jornada entera entré en Hamath, fiel 
a su . nombre antiguo, a la falda del Líbano, orilla del río J abo k. 
Aconteció en aquella fecha que sacudida la ciudad con grandes 
temblores de tierra perecieron en un solo dia más allá de quince 
mil hombres ; ni sobrevivieron más allá de sesenta varones ; el 
principal de todos Ghola, el sacerdote, y el anciano padre de 
Galeb y Muchtar. 
De aquí dista media jornada Siha, Hatsor en la antigüedad, 
de la cual está apartada Lamdin no más de tres leguas. 
De allí, en dos jornadas, se va a Hhaleb ; ciudad y comarca 
con el nombre antig~o de Aram Tsoba; es residencia del rey 
Noraldino, que tiene allí su palacio .defendido de recias mura-
llas; en toda la ciudad no hay ni· pozo ni fuente ni río; beben 
agup. de lluvia recogida en las cisternas, que en lengua ismae-
lítica llaman algubos. Hay aquí unos mil quini~ntos israelitas, 
cuyas cabezas son Mosés Constantínopolitano, Israel. y Seth. 
De aquí, consumidas dos jornadas, llego a Baalits, Pethora 
en la antigüedad, junto al río Eúfrates, donde hasta hoy en día 
permanece la torre de Balaam, hijo de Beghor (¡raÍdo del haz 
de la tierra sea el nombre de los impíos!) . Esta torre edificóse 
para señalar las horas del día ; la nómina de judíos en esta ciu-
dad es exigua.

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