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junio, 1958 D U L A N T O : M E L I T O M A EUGLOSSOIDES E N LA POLINIZACIÓN D E L A L G O D Ó N 1 1 El "Despunte" o "Topping" del Algodonero como Medida Cultural-Entomolcgica el Valle del Chira 1 en l'ng° A g r ? V Í C T O R P I E D R A M A G L I O L A 1 S U M A R I O C o n dos e n s a y o s l levados a cabo en el V a l l e de Chira , se demuestra l a s venta jas del despunte en el aspecto sanitario y agronómico del a lgodonero, consta- tándose que la ca ída de ó rganos fruteros fué menor en los campos despuntados . En 1953, año muy l luvioso, el de.spunte a los 90 d ías tuvo superior idad significati- va sobre el despunte a los 120 d ías y sobre l a s plantas sin despuntar. El año 1954, muy seco , resultó mejor el despunte a los 120 d ias . I N T R O D U C C I Ó N . — E s y a conocido por l a experiencia adquir ida a t ravés de va r ios años y en diferentes Va l l e s , que con el empleo, muchas veces e x a g e r a d o e inapropia- do, de los modernos insecticidas orgánicos , se ha desperta- do una posi t iva reacción e inquietud por estudiar mejor el control de los insectos mediante el empleo de otras me- didas , sean el las directas como la p ropagac ión del con- trol biológico, o indirectas mediante ¡a aplicación de práct icas culturales que tienden a este fin. Acorde con es ta realidad he creído conveniente señalar en es ta C o n - vención los resul tados obtenidos en el V a l l e del Chi ra con la operación del "despunte" ó " topping" del a l g o - donero. 1 T r a b a j o presentado a la Reunión E n t o m o l ó g i c a de l e a (13-14 Set iembre 1957) . 2 J e f e del Servicio Entomológ ico , Asoc . Agr i e . Va l l e de Chira . 1 2 R E V I S T A P E R U A N A D E E N T O M O L O G Í A AGRÍCOLA Vol 1. No, 1 Antes de entrar a tratar el tema mismo materia de este t rabajo haré una breve reseña de las condicio- nes agronómicas y entomológicas dentro de l a s que se desenvuelve el cultivo del a lgodonero en este va l l e . A) Características agronómicas: D e s d e el año 1 9 3 4 l as épocas de s iembra y tumbada del a lgodonero se encuentran reg lamentadas oficialmente, seña lándose p a r a la primera el per iodo comprendido entre el I o de E n e r o y el 28 de Febrero y p a r a la última el 31 de Octubre , es decir, existe un per íodo de campo limpio de p lantas de a lgodón de 60 d ías . En l a ac tual idad só lo se cultiva las va r iedades de hebra l a rga y corto per io- do vege ta t ivo : P ima y Karnack , con predominancia de la primera, aunque en los últimos años hay una marca- da tendencia a aumentar e l á r e a de la segunda . La " p a - ñ a " ó " reco jo" se comienza a los 1 5 0 d ías ap rox imada - mente y se termina cerca de los 2 1 0 d ías . C o m o se ve la s iembra se realiza a principios del ve rano y la c o s e - cha en pleno invierno; conviene señalar también que los años pueden presentarse o muy húmedos o muy s e - cos , en lo. que a precipitación pluvial se refiere, puesto que el r ío s iempre cubre con exceso l a s necesidades de a g u a del va l le , en el primer c a s o l a s l luvias coinciden con el período de fructificación del a lgodón y las plan- t a s tienen una marcada tendencia a irse en "v ic io" . B) Características entomológicas: El primer insec- to que hace su aparición en el val le con el carácter de p l a g a es el " g u s a n o de ho ja" (Alabama y Anomis, con neta predominancia del p r imero) ; as í en la margen de - recha de la parte media l a s infestaciones comienzan cuando l as plantas tienen sólo 15 a 20 d ías de edad y en el resto del v a l ' e a partir de los 45 á 60 d ías , d e s a p a - reciendo hacia fines de Abri l , m á s tarde se presenta sólo en forma de " f o c o s " . El Aphis adquiere la intensi- dad de p l a g a por lo general a principios de M a r z o o antes, según los años ; l lega a su cl imax a fines del mismo mes o pr incipios de Abri l ; reaparece só lo ,en forma de " f o c o s " en ei mes de Junio. El Bucculatrix aparece en la primera edad de las p lantas sólo en los terrenos muy pobres ó sal i t rosos, general izándose como p l a g a só lo en la margen derecha de la parte media del vaHe a part ir de M a r z o , l legando al máximo de su gradac ión a fines del mismo mes, se mantiene has ta el fin de la campaña . D e s d e hace dos años y como consecuencia del uso de o rgán icos p a r a el control del Bucculatrix ha desarrol lado como p l a g a el Heliothis que se mantiene con carácter de tal has ta fines de Junio ó pr imera quin- cena de Ju io. El "p icudo" apa rece en todo e l val le , p e - ro sin mayor importancia, en el mes de Febrero , l legan- do a tenerla só lo a partir de la s egunda quincena de Abri l o primera de M a y o con intensidad c a d a v e z cre- ciente has ta la terminación de la campaña . El "ar re - b i a t a d o " en su forma migrator ia aparece , según los años , entre los meses de Junio a A g o s t o manteniéndose has ta el final de la cosecha; h a y que hacer la sa lvedad que en a lgunos años este insecto se encuentra haciendo da - ños desde la siembra, pero ello sólo en par te del va l le : toda la zona al ta y la margen izquierda de la media, genera ' izándose a todo el val le sólo a partir de Junio. T o d a s es tas p l a g a s y en especial "P icudo" , "arrebia ta- d o " , " g u s a n o de ho ja" y Aphis adquieren part icular e inusi tada violencia y adelantan su apar ic ión en los años l luviosos. D E F I N I C I Ó N . — El "despunte" ó " topp ing" del a l g o - donero consiste en la supresión del brote terminal del tallo y tiene por objeto detener el desarrol lo en altura en beneficio de l a s ramas ya formadas . De la misma definición se deduce que es ta opera - ción só lo deberá pract icarse en terrenos muy ricos o en años demas iado l luviosos en los que l a s plantas tien- den a desarrol lar exageradamente su par te vege ta t iva en desmedro de la fructífera. E N S A Y O S E F E C T U A D O S . — E l Depar tamento de A g r o - nomía de la Es t ac ión Exper imenta l de la Asoc iac ión de Agricul tores del val le de Chira , rea ' izó en los años 1 9 5 3 y 1 9 5 4 , sobre el mismo terreno, dos ensayos comparat i - v o s de esta práct ica cultural de los que se obtuvo re- sul tados signif icat ivos. /.— El año 1953, que fué exces ivamente l luvioso, se comparó un despunte hecho a los 90 d ías de edad de las plantas , con otro real izado a los 1 2 0 d ías y un testigo sin despuntar , p a r a lo que se real izó un ensayo con disposición • experimental simple . en block randomi- zado , con seis repeticiones de c a d a tratamiento y los resul tados obtenidos fueron interpretados estadís t ica- mente haciendo el cálculo de la var iance por el método del cuadrado de l a s var iantes . H a r e m o s una pequeña síntesis de las observac iones rea l izadas y de los resulta- dos obtenidos. En primer lugar examinaremos el siguiente cuadro sobre l a s observaciones efectuadas antes de ejecutar la operación del despunte: Junio, 1958 P I E D R A : E L D E S P U N T E D E L A L G O D O N E R O E N E L V A L L E D E L C H I R A 1 3 Se obse rva fácilmente que al real izarse e l "despunte" a los 90 d í as , l a s p lantas recién es taban iniciando su pro- ceso de fructificación, mientras que a los 120 d ías ya se encontraban en p e n o período del mismo. Posteriormente se obse rvó que en l a s pa rce las donde se realizó el despunte a los 90 d ías la caída de órganos ¡ruteros era mucho menor que en los dos otros trata- mientos; igualmente, en el primer c a s o las plantas acor- taban su e tapa de fructificación en relación con l as o t ras dos y a su vez entraban en el período de madu- ración antes que l a s p lan tas despuntadas a los 120 dias y que l a s sin despuntar; as í en el primer caso , se observó el comienzo de la dehiscencia a partir de los 125 días, mientras que en l a s o t rasparce las sólo a p a - recieron bel lotas abier tas a partir de los 140 d ías . El comportamiento de las plagas puede deducirse del siguiente cuadro de observaciones rea l izadas dentro del c a m p o experimental: Fecha de observac ión G u s a n o de hoja Aphis ( g r a d o ) Arreb ia tado (adul tos) Bucculatix l a r v a s Botones c. p icudo 24 de M a r z o 120 % 3 40 % — — 14 de Abril 300 3 30 0.5 14 % 21 de Abr í ! 30 3 45 1.0 25 28 de Abri l 40 3 —- 3.0 28 13 de M a y o 54 2 — 1.5 42 25 de M a y o 46 2 — 0.5 52 5 de Junio 30 2 — 0.5 68 De todas es tas p l a g a s , l a s que han influido s o - bre la cosecha en forma real, han s ido el picudo y el arrebia tado; nótese que cuando se efectuó el despunte a los 120 d í a s (30 de Abr i l ) ya hab ía un fuerte porcentaje de botones p icados por el picudo (28%). Solamente se hicieron apl icaciones de Arsenia to de Ca lc io p a r a controlar el gusano de hoja y 2 apl icaciones de Aldr ín al 2.5% (25 de Abri l y 2 de M a y o ) p a r a el control del "p icudo" , sin ningún resultado e s t a s últimas. L o s resul tados de la cosecha fueron los siguientes: Tra tamien to Rendimiento (qq. a . r. x . H a . ) Despunte a los 90 d ías . 22.13 Despunte a los 120 d ías . 19.02 Sin despuntar 17.75 De la interpretación estadística de dichos resultados se s a c ó l a s dos conclusiones siguientes: 1) Se ha consta tado que el despunte a los 90 d í a s tiene superioridad significativa sobre el despunte efectua- do a los 120 d ías y sobre l a s p lantas sin despuntar con una probabi l idad de has ta 99 sobre 100, ya que las dife- rencias fueron mayores que la de los dos límites de s i g - nificación. 2) No se pudo constatar que el despunte a los 120 días tenga superioridad signif icat iva sobre l a s p lantas sin despuntar . //.— En el año 1954, que fué excepcionalmente seco (sin l l uv ia s ) , se repitió el ensayo en el mismo campo y los resul tados obtenidos fueron similares a los del año an- terior, con la diferencia que en este año, casi seguramen- te por ser tan seco, el despunte a los 120 d í a s dio me- jores resu tados y ello se debió a la diferente conforma- ción de las p lan tas por clima diferente; ésto lo podemos deducir del anál is is del cuadro siguiente: C o n los resul tados obtenidos en los e n s a y o s ante- riormente ci tados, es ta práct ica comenzó a recomendar- se p a r a toda la zona al ta del val le y p a r a ciertos c a m - p o s de l a s o t ras zonas del mismo; c a d a año sen m á s los agricul tores que la ejecutan, as í en el último a ñ o se est ima que un 30% del á rea a lgodonera total del val le la s igue y quienes la han puesto en práct ica se encuentran ampliamente sat isfechos con los resul tados 1 4 R E V I S T A P E R U A N A D E E N T O M O L O G Í A AGRÍCOLA Vol. 1, No. 1 obtenidos. En ningún caso dentro de la misma hacien- da los campos sin despuntar han superado a los que lo han s ido y en los mismos campos en dos años conse- cutivos, a pesar de haber s ido este último muy difícil por l luvioso y p l agoso , se han obtenido cosechas que han fluctuado entre los 120 y 165 qq. de a. r. fgd., en extensiones superiores a las 50 f anegadas y cuando la cosecha promedio del va l le puede estimarse entre 76 y 80 qq. a . r. fgd. C O M O I N F L U Y E E L D E S P U N T E E N E L P R O B L E M A E N - TOMOLÓGICO D E L V A L L E . — V a m o s a concretarnos a seña- lar l a s ventajas de orden entomológico que la ejecución de esta práct ica nos reporta, dejando de lado la sde or- den agronómico y económico de la misma. A) C o n relación al heliotis y al gusano de hoja.— La ejecución del despunte coincide con l a s mayores g r a - daciones del gusano de hoja y con la aparición en forma de p l a g a del Heliothis, o sea segunda quincena de M a r z o y primera de Abri l . A los pocos d ías de efec- tuado el despunte l a s p ' an tas comienzan a tomar un a s - pecto de ve jez prematura, con hojas menos suculentas y has ta de aspec to cor iáceo; de otro lado sabemos noso- tros que este tipo de planta es poco atract ivo pa ra am- b a s p l a g a s . A d e m á s , en esta última campaña se ha implantado la modal idad de recoger los brotes ext i rpa- dos en sacos , p a r a inmediatamente quemarlos o enterrar- los , eliminando as í un buen porcentaje de pos turas dé ambos insectos, por ser ellos los sitios preferidos donde l a s realizan. B) Con relación al picudo.— En primer lugar el tipo de p lan tas que se producen sabemos que son igua l - mente poco a t rac t ivas p a r a este insecto como p a r a los dos antes seña lados . A d e m á s , ya hemos vis to que la g radac ión del Anthonomus se manifiesta só lo a partir de fines de Abri l a principios de M a y o y si p a r a en- tonces ya ha s ido ejecutado e l despunte, l a s p lantas han comenzado a acelerar su proceso de fructificación y c o - mo además la maduración se adelanta , lógicamente se desprende que el picudo es eludido en gran par te . C) Con relación al arrebiatado.— Antes hemos seña lado que la época de aparición del arrebiatado de migración, el m á s pel igroso y difícil de contro'ar, v a r í a entre los meses de Junio a A g o s t o ; si con el despunte conseguimos acortar el período de fructificación y ace - leramos la maduración, se deduce fácilmente que el g rueso de la cosecha no es tará expues to a los a taques de es ta p ' a g a . D) Con relación a las aplicaciones de insecticidas. T o d o s conocemos la tendencia de la casi general idad de los agricultores a querer lograr has ta la última bello- ta, p a r a lo cual deben muchas veces realizar ap ' i cac io - nes de insecticidas que son casi s iempre inútiles. C o n la operación del despunte los brotes terminales y rebrotes son suprimidos y los campos en un momento dado no presentan cas i ningún ó rgano floral que pueda tentar a realizar l a s mencionadas apl icaciones, conseguimos así una posi t iva economía en los cos tos del cultivo y de otro lado evi tamos dañinas consecuencias en la recons- titución de la fauna benéfica. E) Cor? relación al período de campo limpio.— Finalmente, si como hemos v is to el despunte permite una maduración m á s temprana y uniforme, los c a m p o s terminarán de cosecharse m á s temprano y así el per íodo de campo limpio será m á s l a r g o y por consiguiente más m a r c a d a s sus venta jas . C O N C L U S I O N E S . — P a r a e l val le del Chira , cuando me- nos has ta la fecha, hemos l legado a la conclusión que la práct ica cultural del despunte ( " topping") nos re- por ta posi t ivos beneficios de orden agronómico, econó- mico y entomológico y es por c lo que la recomendamos p a r a los campos donde ella es factible de ejecutarse. Igualmente creemos que ella puede ser es tudiada p a r a su apl icación en otros val les o cuando menos p a r a ciertas zonas o campos dentro de el los.
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