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1
OBSERVATORIO DE COYUNTURA SOCIOECONÓMICA1 
CENTRO DE INVESTIGACIONES PARA EL DESARROLLO 
FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS 
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA 
UNICEF- COLOMBIA 
 
 “EL DESPLAZAMIENTO FORZADO INTERNO EN COLOMBIA” 
 
“La gente quiere vivir sin temor a los demás. 
Ningún otro aspecto de la seguridad humana 
es tan vital como la seguridad de no verse 
expuesto a la violencia física” 
(Informe de Desarrollo Humano 2000, pg 35). 
Durante la década de los noventa, las guerras y los conflictos internos forzaron a más de 50 
millones de personas en el mundo a huir de sus hogares, lo que representa 1 de cada 120 
personas. A finales de la década, 5 de esos 50 millones eran desplazados internos. 
Colombia contribuyó con buena parte de esos 5 millones. 
A pesar de la importancia y la frecuencia del desplazamiento, no ha sido tema central para 
las ciencias sociales y económicas. Los estudios sobre migraciones se centran en las 
originadas por expectativas económicas, pero las producidas por los conflictos armados, 
especialmente los internos, no han recibido igual atención. En las décadas recientes, se 
comienza a considerar el desplazamiento forzado como una modalidad de migración entre 
cuyas causas se señalan la violencia, la persecución y la represión. 
Porqué se presentan estos desplazamientos? Qué significan desde el punto de vista de la 
ruptura de un tejido social? ¿Qué consecuencias económicas tienen?, ¿A quienes afectan? 
¿Qué hace el gobierno por los desplazados?, son algunas de las reflexiones que queremos 
hacer en este número del Boletín del Observatorio de Coyuntura Socioeconómica. Para ello 
hemos recurrido a fuentes secundarias, a la información estadística de las principales 
agencias estatales o no estatales que se ocupan del problema del desplazamiento en el país, 
a trabajos de grado, informes de investigación y estudios de caso realizados en los últimos 
años. Un agradecimiento especial al CODHES, que nos facilitó su información y realizó 
para este trabajo algunos cuadros con cruces de información específicos. 
1. EL PROBLEMA DEL DESPLAZAMIENTO EN COLOMBIA 
Muchas explicaciones se han ofrecido en el país al problema del desplazamiento forzado de 
población en Colombia: su relación con el conflicto armado, con las condiciones de vida, 
pobreza y abandono; con el aceleramiento de las transformaciones económicas y la 
presencia de recursos estratégicos. No es la primera vez que el país debe enfrentarse al 
problema del desplazamiento interno. En diferentes momentos de su historia ha sufrido las 
consecuencias políticas, sociales y demográficas de los conflictos armados. Es parte de las 
razones que, conjuntamente con los cambios económicos, la búsqueda de mejores 
condiciones de vida, educación e ingresos, nos ayudan a explicar la radical transformación 
 
1 Coordinador: Ricardo Bonilla. Investigadora Invitada: Clara Ramírez Gómez. Asistentes de investigación: Natalia 
Ariza y Jairo Baquero. 
 2
de la estructura y el asentamiento de la población durante la segunda mitad del siglo 
pasado: hace medio siglo 70% de la población vivía en el campo, hoy solo 30% continúa 
allí. 
 
Ya en el estudio pionero “La violencia en Colombia”, monseñor Guzmán, Fals Borda y 
Umaña Luna2 plantean como consecuencias de la “violencia” la mortalidad, las 
migraciones internas y el cambio en las actitudes del campesinado, así como el inmenso 
costo económico causado por la destrucción de cultivos, la pérdida de los ganados, el 
incendio de centenares de casas, el lucro cesante por la desocupación forzada de fincas y 
personas. Aún con la precariedad estadística de la época, los investigadores pudieron 
establecer un crecimiento descomunal de las ciudades colombianas, migraciones masivas a 
Venezuela y a Panamá: “Las ciudades que principalmente sirvieron de magnetos fueron en 
su orden: Bogotá, Cali, Ibagué, Medellín, Pereira, Armenia, Cartago, Palmira, Chaparral, 
Neiva, Líbano y Girardot. … En estas ciudades los exilados llegan especialmente a casas de 
amigos o parientes. Pero muy pronto la economía familiar se resiente y se inicia el éxodo 
hacia las barriadas de chozas espantables donde se albergan el resentimiento, la miseria, la 
promiscuidad, y el hambre, que son tremendos generantes de violencia. Muchas personas se 
desadaptan y enloquecen; la mendicidad infantil cobra auge trágico; la prostitución 
prolifera; y la estadística de robos y hurtos, asciende vertiginosamente” (p296). 
 
No estamos, pues, ante un fenómeno nuevo en nuestra historia. Pero el recrudecimiento del 
conflicto armado, a lo largo de la última década del siglo, ha involucrado de manera 
creciente a la población civil y ha alcanzado proporciones gigantescas, que implican 
diversos tipos de problemas: desde el punto de vista de los derechos fundamentales lo que 
está en juego es el propio derecho a la vida y a la seguridad personal; la gente que se ve 
obligada a desplazarse de sus hogares enfrenta el desmembramiento familiar, la pérdida de 
la tierra, de los lazos sociales, de su trabajo y de su entorno; impone también retos a las 
regiones a donde llegan los desplazados que muchas veces se ven desbordadas en su 
capacidad de atención, incorporación y respuesta. La situación actual del desplazamiento, 
que muchos han caracterizado como de crisis3 implica un agravamiento del problema, pero, 
al mismo tiempo, plantea posibilidades de solución. 
 
Este fenómeno coincide con una situación alarmante de desequilibrio macroeconómico en 
el que las causales de la violencia se agudizan con los desajustes sociales causados por el 
incremento de la pobreza y diferentes formas de exclusión como el desempleo, la 
informalidad y la marginalidad. La recesión de 1999 y la lenta recuperación posterior no 
han permitido generar nuevas oportunidades de desarrollo económico, por el contrario, hay 
un proceso de destrucción de capitales y esfuerzos productivos con cierre de empresas, 
desmotivación y perdida de empleos, mientras en el campo los cultivos tradicionales se 
abandonan para ser reemplazados por otros, ilícitos pero que dan mejores ingresos en el 
corto plazo. A la incertidumbre política se le sumó la incertidumbre económica, el resultado 
es la agudización del conflicto y la arremetida contra los grupos más vulnerables de la 
 
2 Guzmán Campos, Germán, Fals Borda, Orlando, Umaña Luna, Eduardo. La Violencia en Colombia, Estudio de un 
proceso social, Círculo de Lectores, Bogotá, 1988, Cap XI 
3 Ver Osorio, Edilma, “Territorios, identidades y acción colectiva: Pistas en la comprehensión del desplazamiento”. 
CODHES, 1999. 
 3
población en un fuego cruzado que deja victimas de todos los orígenes sociales: los que 
tienen algún poder económico terminan desplazados fuera del país, los demás de 
peregrinación por Colombia. El Gobierno, a su vez, no tiene mucha capacidad de reacción 
y las angustias del desajuste fiscal se expresan en el escaso apoyo que se presta y en la 
incapacidad de defender los derechos de los desplazados para volver a sus lugares de 
origen. 
 
Desde una perspectiva de los derechos humanos, el desplazamiento forzado implica una 
grave violación y expresa la dificultad del Estado para resolver los conflictos sociales y 
regionales que los originan. Según el propio Plan de Desarrollo, el desplazamiento forzado 
“se ha constituido en una estrategia de guerra que afecta fundamentalmente a la población 
rural, la cual es víctima de la disputa por el control territorial de los diversos actores 
armados y de la crisis agraria”. 
 
 
RECUADRO 1: DEFINICIÓN DE DESPLAZADO 
El derecho internacional se ha centrado en la protección internacional de los refugiados y ha establecido convenios 
y tratados internacionales que aseguran la protección internacional de las personas perseguidas. En la normativa 
nacional, el desplazamiento forzado recoge las discusiones y acuerdos internacionales. La ley387 de 1997 
incorpora al ordenamiento legal una definición que reconoce la existencia de derechos especiales para los 
desplazados, aunque su propia condición es la evidencia del desconocimiento de los mismos. 
Según la ley 387 de 1997, desplazado es: “Toda persona que se ha visto obligada a migrar dentro del territorio 
nacional abandonando su localidad de residencia o sus actividades económicas habituales porque su vida, su 
integridad física, su seguridad o libertad personal han sido vulneradas o se encuentran directamente amenazados 
con ocasión de cualquiera de las siguientes situaciones de conflicto armado interno, disturbios o tensiones 
interiores, violencia generalizada, violaciones masivas de los derechos humanos, infracciones al derecho 
internacional humanitario u otras situaciones emanadas de las anteriores que puedan alterar o alteren 
drásticamente el orden público” 
 
Por su parte, en una mirada económica al desplazamiento, la mayor parte de los estudios 
realizados han avanzado más en la descripción del fenómeno que en la explicación 
comprensiva de las causas. Un análisis más profundo del problema fue realizado por Pérez 
(2001)4, quien en su estudio busca establecer relaciones entre desplazamiento, conflicto 
armado y desarrollo, con el fin de identificar qué variables contribuyen a explicar el 
desplazamiento forzado. La conclusión más importante del trabajo es, como ya lo habían 
establecido otros estudios sobre la violencia en el país [Bejarano (1997), Sarmiento (2000), 
citados en Pérez (2001)], que las zonas de desplazamiento, antes que ser las más pobres, 
son aquellas en las que existen recursos estratégicos derivados de actividades económicas 
vinculadas al petróleo y a la minería, o en donde se siembran cultivos ilícitos. Entre los 
municipios mineros, 65% son expulsores de población y entre los petroleros, 56%. Los 
conflictos por la tierra explican 7% de las variaciones en la cantidad de desplazados, 
resultado que había sido presentado por otros autores [Fajardo, (1999), citado por Pérez 
(2001)]. Dentro de estos últimos conflictos, la compra masiva por parte de narcotraficantes 
 
4 Pérez, Luis Eduardo. “Desplazamiento forzado en Colombia, 1995-1999: una aproximación empírica a las 
relaciones entre desplazamiento, conflicto armado y desarrollo”. Tesis de grado de maestría. Facultad de 
Ciencias Económicas. Universidad Nacional de Colombia. Bogotá, 2001. 
 4
es un factor que dinamiza el desplazamiento. La presencia del conflicto armado y la 
violencia en el país es la segunda causa que explica los desplazamientos, mientras la 
pobreza, los vacíos del estado y el modelo de desarrollo, explican en menor medida el 
fenómeno. 
2. LA MEDICIÓN DEL DESPLAZAMIENTO EN COLOMBIA 
No es fácil saber cual es el número de desplazados en Colombia. Los datos de las 
diferentes fuentes no coinciden: mientras CODHES5 estimaba una cifra de un 
millón ochocientos mil desplazados entre 1996 y 2002, el gobierno habla de cifras 
mucho menores. Tal como lo plantea CODHES, aunque existen varios sistemas de 
información cuantitativa6 que ofrecen información sobre la magnitud del 
desplazamiento, estos sistemas están ligados a distintos objetivos, misiones 
institucionales, mandatos, instrumentos de recolección de la información, cobertura, 
calidad, fiabilidad y disponibilidad de la información primaria, por tanto es difícil 
comparar tal información. 
 
Cuadro 1. Las cifras del desplazamiento 
(Número de personas desplazadas según Codhes y la RSS) 
Año 
Red de 
Solidaridad 
Social Codhes 
1996 2.398 181.000
1997 8.631 257.000
1998 28.989 308.000
1999 20.586 288.000
2000 190.618 317.375
2001 239.490 341.925
2002* 76.022 90.179
Total 566.734 1.783.479
 Fuente: CODHES, informes varios años 
 y RSS, Unidad Técnica Conjunta. 
 * Las cifras del 2002, para la RSS están a Junio 12 de 2002 
 y para Codhes corresponden al primer trimestre de 2002. 
 
 
Aunque todos los sistemas de información tienen limitaciones (por ejemplo, volver a 
contabilizar como desplazadas a las personas que alguna vez lo fueron, aunque hayan 
retornado a sus lugares de origen) y dificultades metodológicas relacionadas con la alta 
movilidad de la población en situación de desplazamiento7, en este boletín se ha trabajado 
 
5 CODHES: Organización no gubernamental que ha realizado durante años una labor pionera en el estudio, análisis, 
medición y propuestas para la atención a los desplazados 
6 Según CODHES existen cuatro instituciones, incluida ella, que procesan y registran información sobre el 
desplazamiento que son: Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), el sistema de estimación y el registro de la Red de 
Solidaridad Social (RSS), y el Sistema de Información sobre población Desplazada de la Conferencia Episcopal de 
Colombia denominado RUT. 
7Según CODHES esta movilidad “se expresa en la dispersión e inestabilidad de los patrones de residencia de la 
población desplazada y en las estrategias de autoprotección puestas en marcha por ésta. Dichas estrategias incluyen “el 
anonimato”, “el silencio” y la pérdida de historia personal y colectiva que por razones de seguridad es preferible 
guardar, callar frente a la estigmatización a la que con frecuencia es sometida la población desplazada, como otra forma 
más de victimización”. CODEES – Página web (www.codhes.org.co). 
 5
principalmente con datos del CODHES, quién ha desarrollado sistemas de estimación 
cuantitativa a través de procesos de monitoreo y contrastación de fuentes, caracterización 
sociodemográfica y sistemas cuanti-cualitativos. Esta información es sistemática y 
desagregada y su metodología de captura y generación de información es explícita. A 
diciembre de 2000, CODHES obtuvo información de 356 municipios receptores de 27 
departamentos del país. En Comparación la Red de Solidaridad Social contaba con 35 
nodos de recolección de información y atención, el Comité Internacional de la Cruz Roja 
con 20 y el RUT con 65. 
 
En los últimos años se ha realizado un esfuerzo importante por parte de la Red de 
Solidaridad Social para generar información con la metodología de fuentes contrastadas, 
que permite tener en cuenta diferentes fuentes de información para la estimación de los 
desplazados. Así mismo existe el Registro Único de desplazados que lleva la Red, pero este 
no puede tomarse como un buen estimador del número de desplazados ya que contabiliza 
sólo a aquellos que han recurrido a las entidades estatales en busca de ayuda y protección y 
les ha sido reconocida la condición de “desplazamiento”, caso en el cual no se encuentran 
todos los desplazados. 
 
En opinión de CODHES, “el subregistro es seguramente el denominador común de los 
cuatros sistemas”. Esto debido precisamente a la forma como se presenta el desplazamiento 
(generalmente después de un hecho violento) y la influencia que esto provoca en las 
personas que al momento de buscar ayuda se sienten cohibidas y temerosas, o simplemente 
no declaran pues su situación económica o sus relaciones con las personas de los lugares de 
llegada les permiten no buscar su registro como desplazados. 
 
Esta características de los sistemas de información resultan preocupantes, sobre todo si se 
tiene en cuenta que los planes y estrategias de la política pública se fundamentan 
generalmente en la cuantificación del fenómeno. El subregistro a sobreregistro de población 
desplazada, puede llevar a que se configuren políticas de atención insuficientes o muy 
exageradas. 
 
3. LA EVOLUCIÓN DEL DESPLAZAMIENTO 
a. La geografía del desplazamiento 
No es fácil establecer una geografía del desplazamiento. Uno de sus denominadores es que 
responde en gran medida a la dinámica del conflicto armado. Al mismo tiempo, autores 
como Fajardo (1999) plantean que al tomar en consideración algunas características de los 
desplazamientostales como la temporalidad, tamaño de las poblaciones afectadas y lugares 
de origen, se puede advertir que la naturaleza del fenómeno está ligado a ordenamientos 
estructurales de la apropiación de la tierra y de otros recursos estratégicos y a relaciones 
políticas, que trascienden los conflictos de carácter coyuntural. El autor señala que los 
actuales desplazamientos internos tienden a ocurrir –con intensidades y velocidades 
 6
mayores– dentro del marco de migraciones internas ocurridas durante décadas, las cuales 
han sido impulsadas por las estructuras económicas regionales8. 
Al observar las cifras del desplazamiento se observa que las expulsiones de población no 
son simultáneas en diferentes regiones y por esto se puede encontrar que un municipio o un 
departamento que ha sido responsable de una buena proporción de desplazados en un año 
determinado, no lo es en el siguiente, y otro toma su lugar. La dinámica del conflicto incide 
también en el itinerario de la población y en los lugares de destino. Las grandes ciudades 
garantizan una solución adecuada, para quienes buscan ante todo no ser reconocidos. Sin 
embargo, se pueden presentar algunos hechos geográficos sobresalientes, que dibujan la 
dinámica geográfica del desplazamiento. 
 
1. El desplazamiento afecta una proporción cada vez mayor del territorio nacional: entre 
1995 y 2000, el número de municipios afectados se ha incrementado. En 1996 se 
registraron 88 municipios expulsores y 49 receptores de desplazados. En 1999, los 
municipios de expulsión fueron 445 y los de llegada 135. En 20009, eran 672 los 
municipios expulsores y 379 los receptores. 
 
 
2.La concentración tanto regional como municipal es alta: en 2000, 37 municipios 
expulsaron 75% de la población y 31 municipios recibieron 75%. Seis regiones: Urabá, 
Magdalena medio, centro del Chocó, Sierra Nevada de Santa Marta y el bajo Cauca 
antioqueño expulsaron 26% de la población en el mismo año. 
 
 
3. En diez departamentos se originó el 73% de los desplazamientos: de acuerdo con los 
datos de Codhes, entre 1996 y 2000 se desplazaron 1.262.000 personas. El departamento 
con mayor participación en el desplazamiento de población es Antioquia; le siguen Bolívar, 
Magdalena y Meta. Solamente desde San Andrés y Amazonas no se produjo ninguna 
expulsión. (ver cuadro 2). 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
8 Según el autor, las migraciones internas en el país ocurren preferencialmente dentro de espacios geográficos 
("circuitos"), identificados por la procedencia mayoritaria de sus inmigrantes. Por otro lado, la mayoría de 
circuitos están compuestos por estructuras similares (una ciudad principal que es el polo de atracción, seguida 
por ciudades en crecimiento; estructura agroindustrial, latifundio ganadero y regiones de minifundio y 
colonización). Fajardo, Darío. “Bases para una política de asentamientos humanos, prevención de los 
desplazamientos forzados y acceso a la tierra para los desplazados”. Red de Solidaridad Social. Bogotá, 1999. Mimeo. 
9 Según dato de la RSS, Registro Nacional de Población Desplazada 
 7
 
Cuadro 2 
 Personas desplazadas en diez principales departamentos de origen y de destino. 1996-2000 
Destino Origen Departamento 
Personas Participación Personas Participación 
Antioquia 196.766 15,6 254.571 20,2 
Bolívar 74.844 5,9 141.863 11,2 
Magdalena 85.951 6,8 82.543 6,5 
Meta 72.572 5,8 76.485 6,1 
Cesar 66.135 5,2 
Valle del Cauca 79.388 6,3 62.601 5,0 
Caquetá 62.349 4,9 
Sucre 102.485 8,1 61.970 4,9 
Tolima 60.582 4,8 
Santander 95.164 7,5 51.495 4,1 
Bogotá 103.494 8,2 
Córdoba 55.029 4,4 
Atlántico 53.136 4,2 
10 principales expulsores 918.828 72,8 920.595 72,9 
10 principales receptores 
Demás departamentos 243.298 27.2 341.532 27,1 
Total 1.262.127 100,0 1.262.127 100,0 
 Fuente: Cálculos OCSE con base en CODEES 
 
4. Diez departamentos recibieron el 73% de la población desplazada. Más de 50% de los 
desplazados se dirigieron a seis departamentos del país: Antioquia, Bogotá, Sucre, 
Santander, Magdalena y Valle del Cauca. De estos seis departamentos, cinco estaban 
entre el grupo de los diez mayores expulsores, lo cual permite observar la dinámica 
interna de los desplazamientos: la gente se mueve, por lo menos inicialmente, al 
interior de su propio departamento, buscando las cabeceras municipales o las ciudades 
capitales. El caso de Bogotá es diferente. La ciudad no desplaza población, pero recibe 
el 8% de los desplazados. Un caso similar es el del departamento de Atlántico, con 
muy baja participación en el desplazamiento pero bastante elevada en la recepción de 
población. Algunos departamentos son entonces receptores netos de población, 
mientras otros son expulsores netos. Entre los primeros se encuentran Bogotá, 
Atlántico, Santander, Sucre y Córdoba, departamentos donde el saldo entre la 
población que reciben y la población que desplazan es positivo. Por el contrario, 
departamentos como Bolívar, Antioquia, Chocó, y Cesar, desplazan más población de 
la que reciben y se convierten en expulsores netos de desplazados. 
 
 
5. Las migraciones forzadas no se producen todas de la misma forma. Muchos migran en 
forma individual o familiar, por lo que pueden pasar desapercibidos. Pero, en el año 
2001, 20% de los desplazamientos fueron producto de expulsiones masivas que 
partieron de 64 municipios del país. Los departamentos más afectados fueron 
Antioquia, Bolívar, Cauca, Valle del Cauca y Chocó. 
 
 8
6. En la actualidad buena parte del desplazamiento se realiza al interior de los 
departamentos y no hacia las grandes ciudades como fue la tendencia inicial. Los 
desplazados ya saben que en los centros urbanos la ayuda humanitaria es limitada y las 
comunidades se resisten a alejarse de su lugar de origen. 
 
 
7. Una nueva modalidad de desplazamiento se presenta desde las zonas urbanas, que 
habían sido más bien receptoras de población. Es el caso, por ejemplo de 
Barrancabermeja, ciudad desde donde salieron forzadamente cerca de 180 familias en 
2000. 
 
 
8. Las zonas de frontera también han sido convertidas en lugares de disputa territorial. Se 
presentan flujos de población hacia los países fronterizos, quienes responden con la 
militarización de fronteras o la repatriación de los desplazados. Según datos de 
CODHES, en 2000, cerca de 14 mil personas se refugiaron en países vecinos: en 
Ecuador, cerca de 10,000, en Venezuela 3.000 y en Panamá 1.500 personas. Cuando 
los gobiernos vecinos no les reconocen estatus de refugiados, y ordenan su 
deportación, los desplazados quedan en una condición aún más vulnerable.10 
 
b. Un perfil de los desplazados 
 
Los desplazados no son una comunidad homogénea. Provienen de diversos lugares, fueron 
víctimas de diversos actores y, aunque la mayoría son campesinos pobres, también hay, 
entre los desplazados, empresarios, comerciantes, personas pertenecientes a diferentes 
grupos étnicos y a diferentes credos, sin que esto quiera decir que se trata de un conflicto 
étnico o religioso. Esta heterogeneidad dificulta no solamente la caracterización de los 
desplazados sino también la formulación de reivindicaciones y el diseño de políticas11. 
A través de los datos de CODHES queremos trazar un perfil de las personas que han 
sufrido desplazamiento interno: queremos saber de dónde vienen, cuáles son sus rasgos, 
qué perdieron con el desplazamiento, qué esperan, cuáles son sus necesidades más sentidas 
y cuáles son, a sus ojos, los motivos de su desplazamiento. 
 
1. Datos demográficos básicos y situación en salud y educación 
 
Más de la mitad de las personas que sufren desplazamiento son menores de 18 años 
(52.8%), seguido por población adulta (43% entre 18 y 64 años) y un 2.7% de mayores de 
 
10 CODHES-SISDES (2001). “Monitoreo de población desplazada hacia las fronteras año 2000”. Bogotá, febrero. 
11 Ver: Desplazamiento Forzado en Antioquia.Aproximaciones teóricas y metodológicas al desplazaminto de población 
en Colombia. Volumen 0. Secretariado Nacional de Pastoral Social Bogotá: Editorial Kimpres, 2001. 
 9
64 años12. Los jefes de estos hogares son en buena proporción mujeres, jóvenes (menores 
de 30) y mayores (60 ó mas) y con muy bajos niveles educativos: 17% no completó ni un 
año de escolaridad y 36% no alcanzó a completar la primaria. Un 38% de los desplazados 
corresponde a personas de comunidades negras e indígenas. 
 
Estos datos demográficos, plantean problemas especiales a la hora de la puesta en marcha 
de las políticas públicas: la necesidad de atender en forma prioritaria a los menores de 18, 
tanto en salud y nutrición como en educación y propiciar respuestas adecuadas para los 
adultos, principalmente de aquellos que son jefes de hogar. 
 
Cuadro 3 
Características de los hogares que han sido desplazados 
Jefes de Hogar, 1999 
Sexo Educación 
Hombres 78% Ninguna 17.2% 
Mujeres 22% Primaria incompleta 36.6% 
Edad Primaria completa 21.3% 
15 a 19 1.2% Secundaria incompleta 14.4% 
20 a 30 26.5% Secundaria completa 4.6% 
31 a 40 34.4% Superior 1.6% 
41a 50 22.1% Técnica 0.7% 
51 a 60 10.7% No formal 0.1% 
60 y + 5.1% No informa 3.4% 
FUENTE: CODHES, SISDES 
 
 
Las necesidades educativas sentidas por las personas víctimas de desplazamiento coinciden 
bastante con el perfil: alfabetización, educación formal para niños y jóvenes y capacitación 
técnica para que los adultos tengan mejores perspectivas de enfrentarse a un nuevo mercado 
laboral. 
 
Cuadro 4 
Nivel educativo de otros miembros del hogar y necesidades de educación 
2000 
Nivel educativo Necesidades 
Primaria 56.9%Alfabetización 12.0%
Secundaria 23.3%Educación formal 50.0%
Universitario 0.5%Capacitación Técnica 29.0%
Ninguna 17.5%Sin información 9.0%
Sin información 1.8% 
FUENTE: CODHES, SISDES 
 
La población que ha sido desplazada carece de acceso adecuado a los servicios de salud. En 
2000, 58% de la población no estaba afiliada al sistema de seguridad social en salud, y 
solamente 19% se encontraba afiliada al régimen subsidiado. Se aprecia un esfuerzo 
 
12 Según datos de la Pastoral Social, RUT, Boletín trimestral No. 8 de diciembre de 2000 
 10
importante por cuanto un porcentaje igual estaba siendo atendida por medio de convenios 
especiales del Ministerio de Salud. Las demandas no son muy grandes; la mayoría 
simplemente requiere servicio médico y solo 8% menciona la necesidad de recibir atención 
psicológica. 
 
Cuadro 5 
Condiciones y necesidades de salud de la población e desplazamiento, 
2000 
Acceso al SGSSS Necesidades sentidas 
Vinculación Sistema 58.0 Servicio médico 84.0
Convenios Ministerio 19.0 Atención psicológica 8.0
Régimen subsidiado 19.0 No responde 8.0
Régimen especial 1.0
Régimen contributivo 3.0 
FUENTE: CODHES, SISDES 
 
2. Lo que han perdido 
Las personas que han sufrido desplazamiento forzado han dejado, al partir, sus tierras, sus 
haberes, sus ocupaciones, sus relaciones y muchas veces sus muertos. La mayoría de los 
desplazados proviene de zonas rurales del país y allí tenían como principal actividad la 
agricultura. Esto plantea dos problemas desde el punto de vista económico: la producción 
que se pierde y la dificultad de los desplazados para conseguir, en las ciudades, una 
ocupación acorde con sus saberes y destrezas. 
Casi la mitad de los desplazados poseía tierra, pero la mayoría de ellos era pequeño 
propietario: el 55% tenía parcelas de menos de 10 ha, es decir, eran propietarios de 
unidades familiares de explotación, mientras sólo 6% tenía parcelas de más de 50 ha. El 
desplazamiento ha golpeado entonces, a los campesinos y trabajadores agrícolas más 
pobres, quienes en su mayoría, se han visto obligados a abandonar sus tierras. Muy pocos 
alcanzaron a venderla o a arrendarla antes de salir. 
Las políticas públicas deben enfrentar este como uno de los principales problemas: 
restaurar el derecho de los desplazados a sus posesiones. Pero no solamente pierden su 
tierra. Con ella pierden sus viviendas: antes de desplazarse casi 70% de las familias tenían 
vivienda propia. Después de desplazarse solamente 11%. Pierden también su ocupación: 
antes del desplazamiento, menos de 5% de las personas no tenía ocupación. Este porcentaje 
se multiplica por más de 6 y 32% de las personas, una vez desplazadas, no encuentran en 
qué ocuparse. Los asalariados agrícolas y los productores agropecuarios no pueden seguir 
desarrollando su labor en el nuevo ambiente en que se mueven, y les toca cambiar su 
trabajo en la tierra por el de comerciante, vendedor ambulante o empleado doméstico. 
 
 
 
 11
Cuadro 6 
Qué perdieron las personas víctimas de desplazamiento 
La tierra La Vivienda 
 1996 2000 (Tenencia en 1997) 
Vendió 4% 4% Antes Después 
Arrendó 2% 1% Propia 67.6% 11.2% 
Abandonó 88% 85% Arrendada 23.5% 50.2% 
Otro 5% 10% Otra 8.9% 38.7% 
FUENTE: CODHES, SISDES 
Cuadro 7 
Ocupación principal antes y después del desplazamiento 
 Ocupación % Antes % Después Ocupación % Antes % Después 
Ninguna 4.6 32.0 Funcionario público 1.1 1.3 
Asalariado agrícola 25.7 10.0 Empleado 2.0 10.7 
Productor agropecuario 47.0 3.9 Vendedor ambulante 0.2 16.5 
Educador 2.0 1.7 Hogar 14.1 7.2 
Comerciante 2.2 9.3 Empleado doméstico 0.7 6.7 
Fuente: Cálculos OCSE con base en Codhes, encuesta de hogares, 1996, 1997, 2000 
 
Las necesidades expresadas por los desplazados coinciden con las pérdidas: conseguir 
vivienda propia y obtener una forma de generar ingresos. 
Principales necesidades de los desplazados. 2000 
Fuente: Con base en Codhes 
 3. Efectos psico-sociales del desplazamiento 
Desde el punto de vista de quienes sufren el desplazamiento hay que hacer varias 
consideraciones: en primer lugar, el desplazamiento es una respuesta a un hecho violento, 
está muchas veces precedido de asesinatos, masacres, amenazas. El desplazamiento se vive 
Mejorar
12%
Titular
4%Adquirir
84%
Vivienda
Tierra 
agricul
27%
Trabajo 
asalariado
39%
Microemp
resa
34%
Ingresos
 12
en medio del miedo, de la falta de protección y de la miseria. Además de las pérdidas 
materiales, se ha vivido el asesinato de familiares. 
En segundo lugar, para quienes tienen que salir, el desplazamiento significa una pérdida de 
su entorno, casi siempre rural, de su tierra, de sus costumbres: “los desplazados solos o en 
familia ingresan silenciosamente a la ciudad, pasan así de zonas rurales a hacinamientos 
urbanos, de relaciones de vecinos conocidos por años, a relaciones con habitantes extraños 
y anónimos. Provenientes de comunidades generalmente caracterizadas por relaciones 
tradicionales, se enfrentan a los determinantes de una ciudad moderna en donde el mapa de 
lo sacralizado se ha modificado” 13. 
La identidad social y personal de los desplazados se pone en juego, ya que ésta se construye 
en un proceso complejo de articulación entre el pasado, el presente y el futuro. En el caso 
de los desplazados se presenta una “ruptura dolorosa con su pasado, una difícil apropiación 
del presente, el cual no ha sido ni pedido ni deseado, y una gran incertidumbre y desaliento 
hacia el futuro, que destruyen los proyectos y utopías que pudieron haber existido”14. 
Como en los años cincuenta, la pregunta sobre el destino tiene que ver con la existencia 
previa de redes sociales: se busca al familiar, al amigo, al vecino que ya emigró. Relatos de 
desplazados, recogidos por distintos estudios de caso ponen de presente esta situación:15 
“Del Chocó salimos para Montería en donde yo tenía un hermano” o “En Copei, ya 
perseguidos, llamé a una muchacha que había estado trabajando por allá y ella nos dijo, 
vénganse para acá que yo los ayudo a conseguir trabajito”. O “Decidimos seguir para 
Bogotá, porque la situación en Villavicencio era imposible. Llegamos a la madrugada 
después de muchos sustos, y ya en el terminal no sabíamos en dónde estábamos ni adonde 
ir. Él teníael teléfono de un compadre y entonces lo llamó”. 
Además de no conocer a nadie en el sitio de llegada, los desplazados se pueden enfrentar a 
otros problemas: las pocas posibilidades de seguridad que ofrezca el nuevo sitio, en 
especial para los líderes de comunidades que suelen ser perseguidos. Las precarias 
condiciones del entorno socioeconómico y político de las comunidades o asentamientos 
receptores. La estigmatización y criminalización de la cual son objeto en los nuevos lugares 
–lo cual afecta su autoestima– y la falta de preparación de muchas instituciones para 
atender a la población desplazada. Este problema se hace evidente en la educación, pues 
falta más preparación en los docentes y directores de planteles para recibir y apoyar de una 
manera más adecuada a los menores desplazados. 
Adicionalmente, se pueden provocar tensiones al interior de las familias por el cambio de 
roles aparentemente presionado por las nuevas circunstancias que tienen que vivir. Por 
ejemplo, muchas mujeres que antes del desplazamiento se ocupaban del hogar, pasan a 
realizar actividades como las ventas ambulantes o el servicio doméstico. Los hombres, en 
su mayoría, pasan de desarrollar actividades agrícolas a actividades propias de la economía 
 
 13 Bello, Martha Nubia. Impactos sociales y culturales del desplazamiento. Narrativas alternativas: rutas para 
reconstruir la identidad. Pág. 150. 
14 Ibid. Pág.156. 
15 OSORIO, Edilma, OP. CIT. , trae estos fragmentos de testimonios recogidos en distintos lugares y tiempos, en 
experiencias de investigación y acompañamiento a poblaciones en desplazamiento. 
 13
informal. Como consecuencia, el rol de autoridad es afectado y las mujeres se alejan de los 
hijos. 
c. Por qué se desplazaron 
La gente se ve obligada a desplazarse porque se siente amenazada, porque tiene miedo, o 
porque ya ha sido víctima de asesinatos, masacres o enfrentamientos entre distintas fuerzas. 
Se ha establecido una correlación alta entre masacres y desplazamientos16. Los presuntos 
responsables son cada vez identificados con mayor claridad: en primer lugar los grupos 
paramilitares y en segundo lugar los grupos guerrilleros. Los narcotraficantes y la policía 
pierden importancia en su vinculación como causantes de los desplazamientos, y casi 20% 
no puede ubicar claramente al agresor. 
Cuadro 8 
PRESUNTOS RESPONSABLES DEL DESPLAZAMIENTO (%) 
ACTOR 1996 1999 2000 ACTOR 1996 1999 2000 
Paramilitares 33.0 49.0 42.0 Policía 2.0 1.0 
Otros* 15.0 2.0 4.0 Milicias Urbanas 6.0 
Desconocidos 16.0 14.0 Fuerzas militares 14.0 4.0 5.0 
Narcotraficantes 1.0 Guerrilla 29.0 28.0 35.0 
Fuente: CODHES, SISDES 
*Se refiere a respuestas que incluyen: miedo, desconocidos, violencia, justicia regional, situación de pobreza en la zona 
de violencia y terratenientes 
Cuadro 9 
HECHOS QUE MOTIVAN EL DESPLAZAMIENTO 
Hecho Entre 94/95 1999 2000 Hecho Entre 94/95 1999 2000 
Amenazas 49.0 34.0 42.0 Asesinatos 15.0 14.0 11.0 
Otras Causas 20.0 2.0 1.0 Atentados 8.0 3.0 1.0 
Ataque aéreo 1.0 2.0 2.0 Miedo 18.0 20.0 
Desapariciones 3.0 6.0 1.0 Masacre 9.0 10.0 
Torturas 4.0 2.0 1.0 Enfrentamientos 10.0 8.0 
 Fuente: CODHES, SISDES 
d. ¿Qué esperan los desplazados? 
 
La mayoría de los desplazados manifiesta no querer retornar a sus lugares de origen, 
aunque los datos del año 2000 parecen insinuar un cambio en las preferencias de retorno, 
causado tal vez por las dificultades reales de la reubicación en otros territorios. Pocas 
experiencias de retorno han sido exitosas, ante todo porque no se ha garantizado la 
seguridad de la población y muchas veces han terminado en nuevos desplazamientos o en 
nuevos actos violentos contra la población. 
 
16 Ver por ejemplo el informe de la Defensoría del Pueblo, 2001 
 14
Gráfica 2 
 
Esto impone, desde el punto de vista de política, la necesidad de articular la atención de 
emergencia de corto plazo, con planes y programas de mediano y largo plazo que le 
permitan a la población encontrar un nuevo espacio social y productivo en la sociedad. 
4. LAS POLÍTICAS PÚBLICAS PARA LA ATENCIÓN DEL 
DESPLAZAMIENTO FORZADO 
El problema del desplazamiento forzado ha sido considerado como problema de política 
pública desde el Plan de Desarrollo 1994-1998, “el Salto Social”. Desde entonces, se han 
presentado varios documentos Conpes17, se ha aprobado la Ley 378 de 199718, con decretos 
que la reglamentan19 parcialmente, resoluciones, acuerdos y circulares de las instituciones 
encargadas de brindar atención a la población desplazada y se aprobó el “Plan Estratégico 
para la Atención a la Población Desplazada” por parte de la Red de Solidaridad Social, 
entidad encargada desde 1999 de coordinar las políticas de atención. También la Corte 
Constitucional y el Consejo de Estado20 han proferido sentencias en las que ordenan y 
trazan lineamientos para el desarrollo de la política pública, buscando el reconocimiento de 
las dimensiones y características del problema y señalando que esta población debe tener 
prelación en la atención, dadas las precarias condiciones en que subsisten y su condición de 
 
17 Elaborados por el Departamento Nacional de Planeación y aporbados por el Consejo Nacional de Política Social. El 
primer documento fue el documento 2804 de septiembre de 1995, en el cual se establece el Programa Nacional de 
Atención Integral al Desplazamiento. El segundo, el 2924 de mayo de 1997, que dio las pautas para la creación del 
Sistema Nacional de Atención. El tercero es el 3057 de noviembre de 1999, en el cual se decidió que el manejo del 
sistema fuera asumido por la Red de Solidaridad Social 
18 Ley 387/97 “por la cual se adoptan medidas para la prevención del desplazamiento forzado; la atención, protección, 
consolidación y estabilización socioeconómica de los desplazados internos por la violencia en la República de Colombia”. 
19 El Decreto No 2569/00 reglamente parcialmente la Ley 387/97, en cumplimiento de las sentencias de la Corte 
Constitucional, siguiendo las recomendaciones organismos internacionales y las sugerencias de organizaciones no 
gubernamentales. 
20 Sentencias de la Corte Constitucional T-227/97, SU-1150/00, T-1635/00 y T-327/01, fallan sobre temas tan 
importantes, como los derechos de los desplazados, la utilización del Registro de Desplazados como herramienta técnica, 
la necesidad de acoger los principios rectores de Naciones Unidas y de reglamentar la ley 387/97. La sentencia 
ACU1762/01, del Consejo de Estado destaca el derecho de toda persona desplazada a soluciones definitivas. 
Expectativas de los desplazados
17.0
28.0 26.4
16.0
17.0
16.0 19.1
24.0
63.0
52.0 53.2
60.0
0%
20%
40%
60%
80%
100%
1995 1996 1999 2000
Fuente: Cohdes. SISDES
Reubicación Retorno Permanecer o Insertarse
 15
víctimas de una violación compleja y continua de los derechos humanos. No se ha logrado, 
sin embargo, consolidar una estructura integral, coordinada y eficaz para la atención de 
emergencia y de consolidación. 
 
Aunque la Ley 387 de 1997 es un avance en materia de formulación de políticas públicas, 
se ha cambiado en varias ocasiones la institución encargada de manejar el sistema y no se 
ha logrado coherencia entre las distintas instituciones encargadas de manejar el tema. 
 
En términos de formulación de políticas se han dado avances importantes desde 1995. Estos 
han sido mayores en materia de atención de “urgencia” y de “emergencia” que en el 
establecimiento de políticas que trasciendan los afanes del corto plazo. Aunque no se trata 
de presentar en este Boletín una evaluación de la política pública, queremos señalar los 
principales problemas que han sido identificados por organizaciones gubernamentales y no 
gubernamentales que han estudiado las condiciones de atención a la población desplazada. 
Atención a la población desplazadaAunque las causas “objetivas” son difíciles de atacar, el desplazamiento no se ha convertido 
en tema prioritario para el Estado: no estuvo incluido como tema en la agenda de 
negociación, ni tiene lugar adecuado en el presupuesto. La propia discusión sobre la 
magnitud del desplazamiento tiene relación con esta falta de prioridad. Pese a la magnitud 
del fenómeno la política pública se ha enfocado en el corto plazo, sin abordar la incidencia 
en el ejercicio de los DDHH. Hacer consideraciones de largo plazo implicaría reflexionar 
sobre como han sido afectadas las relaciones sociales, económicas y políticas. Aunque hay 
un marco normativo, los principios generales que deben guiar la atención, integralidad, 
responsabilidad, dignidad y compensación, no se han desarrollado plenamente. Los de 
integralidad y responsabilidad por cuanto ha sido difícil articular sectores e instituciones 
disgregadas por su competencia, mando o jurisdicción. Los de dignidad y compensación 
por cuanto no se ha logrado superar la atención de urgencia, para plantear programas de 
desarrollo vinculados con el ejercicio de la ciudadanía. 
 
a. Prevención y protección: es tal vez uno de los principales problemas. Aunque desde 
finales de 2000 existe un Sistema de Alertas Tempranas para masacres y desplazamiento 
forzado, que permitiría a las autoridades locales activar respuesta rápida de protección 
frente a acciones inminentes, que según la Defensoría del Pueblo permitieron en algunos 
casos advertir el riesgo y vulnerabilidad de las comunidades y sus necesidades de ayuda 
humanitaria, la acción desplegada ha sido insuficiente para alcanzar adecuada cooperación 
interinstitucional y la adopción de medidas necesarias para que los riesgos pudieran ser 
evitados. En cuanto a la protección, ha faltado capacidad por parte del Estado en la defensa 
de la vida de las víctimas del delito de desplazamiento forzado así como la de sus líderes. 
Se han presentado asesinatos, secuestros, ataques a las comunidades de paz, bloqueos 
económicos a las comunidades que retornan, prácticas de control de población, amenazas, 
señalamientos y hostigamientos. 
 
b. La asistencia humanitaria: las normas vigentes determinan tres fases de atención: de 
urgencia en las primeras 72 horas de producido el desplazamiento; de emergencia, por 
espacio de tres meses, prorrogable excepcionalmente otros tres, correspondiendo a la 
 16
atención humanitaria mientras se define asentamiento temporal; de transición, tiempo 
previo al retorno o a la reubicación. La asistencia humanitaria incluye el pago de 
alojamiento transitorio, bono de alimentación y apoyo como cobijas, colchones y sábanas. 
En opinión de las ONG, se ha mejorado la cobertura y la capacidad de respuesta en este 
tipo de atención, pero subsisten problemas relacionados con demoras en la remisión y 
retrasos en la firma de convenios con las entidades administradoras. El Gobierno Nacional 
y la Cruz Roja tienen un convenio para que esta última se encargue de la atención de 
emergencia. Así, por ejemplo, según estadísticas del comité internacional de la Cruz Roja, 
CICR, entre enero y diciembre de 2000, fueron atendidas con asistencia humanitaria 124 
mil personas (26 mil familias), entre enero y diciembre de 2001, 114 mil personas (25 mil 
familias) y entre enero y junio de 2002, 102 mil personas (23 mil familias) de las cuales, en 
todos los años, cerca de la mitad eran menores. En el cuadro se aprecian las ayudas 
entregadas durante estos años, discriminadas entre asistencia y protección. 
 
En cuanto a la atención en salud se han ensayado varios esquemas. El principal avance es 
el Acuerdo 185/2000 del Ministerio de Salud que establece que el Fosyga responde por los 
servicios de salud prestados a la población en condiciones de desplazamiento. Esto permite 
pasar de convenios temporales entre municipios y hospitales a prestación permanente en 
todas las IPS, a través del sistema directo de facturación, tanto para las personas que han 
sido incluidas en el Registro como para las que están en el régimen subsidiado. 
Cuadro 10 
Personas desplazadas atendidas como casos individuales 
y masivos en las subdelegaciones del CICR en Colombia, 
según tipo de ayuda (entre enero/2000 y abril/2002) 
Asistencia No. Protección No. 
Mercados 969.576 Pasajes 3.188 
Kit Aseo 179.311 Viáticos 1.817 
Kit cocina 24.734 Alojamiento 470 
Kit vajilla 132.104 Documentos 118 
Menaje 380.578 Gastos fúnebres 534 
Ropa 2.135 Otros* 34 
 Fuente: CICR 
 * Incluye Rehabilitación de viviendas 
 
La atención plena en educación ha sido más difícil, a pesar de que este derecho proporciona 
también oportunidades de reparar la violación de los derechos humanos. El acceso está 
limitado por las condiciones del lugar de recepción, y disposiciones territoriales, ya que en 
la reglamentación de la ley se dispone que la prestación del servicio está sujeta a 
disponibilidad presupuestal. Las Secretarías de Educación y el Sena han hecho esfuerzos 
por mitigar la presión, pero no todos los menores desplazados tienen acceso. En el año 
2000, 64% de las personas desplazadas en edad escolar se encontraban asistiendo a algún 
establecimiento educativo. 
 
c. El Sistema de Registro y reconocimiento de la situación de desplazado: ha sido uno 
de los aspectos más polémicos en las políticas de atención. Un sistema de registro debe 
permitir una estimación actualizada de la magnitud del desplazamiento y monitorear y 
evaluar la ejecución y resultados de la política, programas y proyectos de prevención y 
 17
atención. Desde su creación, se ha convertido en el único medio para que los desplazados 
puedan acceder a los beneficios reglamentados. Quienes no quedan incluidos por rechazo a 
la inscripción, falta de información, demora en la inscripción, temor a la declaración, tienen 
posibilidades mínimas de ser atendidas y apoyadas. 
 
Se han identificado21 algunas dificultades para que el registro asegure respuesta inmediata a 
las necesidades: los desplazados no tienen suficiente información para hacer rápidamente 
los trámites correspondientes; muchos desplazados, especialmente los de origen campesino, 
no tienen la documentación exigida; el sistema tiene una capacidad limitada de recepción 
de las declaraciones diarias, por lo cual se generan colas y retrasos; el analfabetismo y 
factores culturales, el temor, nerviosismo e inseguridad de las personas; la desigualdad en 
la información, en la sensibilidad y en el profesionalismo de los funcionarios que reciben la 
declaración; la desigual aplicación del instrumento según el organismo y el funcionario 
receptor; la dificultad para verificar la veracidad de la declaración (ausencia de testigos, 
pruebas...). De allí que la sentencia de tutela T 327/01, de la Corte Constitucional haga 
énfasis en la definición de desplazado y en la necesidad de diseñar y utilizar en forma 
favorable para la víctimas, y no como un obstáculo o forma de exclusión, el mecanismo de 
registro, según los principios rectores del desplazamiento forzado. 
 
d. Retorno, reasentamiento y reintegración: esta política está establecida en decreto 
reglamentario 2569/00 con dos componentes: vivienda e incorporación a la dinámica 
económica y productiva. Es el elemento de mediano plazo dentro de la política de 
atención. Para el primer componente, la Red de Solidaridad crea un programa de subsidios 
de vivienda con aportes nacionales, municipales y familiares (10%). En mayo de 2001 el 
Ministerio de Desarrollo determina mediante el decreto 951 los mecanismos y 
procedimientos necesarios para otorgar los subsidios. En ellos intervienen muchas 
entidades, por lo cual sería necesario un alto nivel de coordinación. Las necesidades 
acumuladas en materia de vivienda son grandes y en las ciudades receptoras se viven 
situaciones de gran complejidad, por lo cual serían necesarios mecanismos más ágiles. En 
cuanto a los programas de reasentamiento agrario, hay grandes dificultades económicas 
para la entrega detierras, problemas de seguridad y protección y falta de estrategias que 
aseguren la permanencia y el éxito de los proyectos. 
 
Cuadro 11 
Inversión en atención a la Población Desplazada por la Violencia 
Resumen por componente de atención 
enero 2000 - junio 2001 
Valor Total 
Componente Hogares atendidos Mill $ % 
Atención humanitaria de emergencia 31209 29469 28.4% 
Restablecimiento 14557 33189 32.0% 
Prevención 12245 36377 35.0% 
Fortalecimiento institucional 4839 4.7% 
Total 103874 100.0% 
Fuente: Red de Solidaridad Social, Informe de Gestión, enero 2000- junio 2001 
 
21 Mesa de trabajo de Bogotá sobre Desplazamiento Interno febrero de 2001 
 
 18
 
El componente de estabilización económica, por su parte, supone un proceso integral en el 
que se generan y mantienen condiciones de vida que lleven a restituir a la población 
desplazada algunos de los derechos fundamentales perdidos, como vivienda, alimentación, 
salud, productividad, estabilidad, protección a la vida, a la cultura, la familia y a los 
Derechos Humanos. En desarrollo de este componente, se han promovido proyectos 
productivos financiados con aportes de la Red de Solidaridad Social. Se trata, en general, 
de pequeños proyectos si se mira el número de hogares beneficiarios. Solo tres de ellos, los 
Planes de apoyo al retorno de las poblaciones desplazadas en Cocorná, Antioquia, y en 
Riosucio, Chocó y el proyecto de apoyo a procesos de capacitación laboral en Puerto 
Libertador, Córdoba favorecen a más de 500 familias. 
 
Cuadro 12 
Proyectos productivos para el restablecimiento 
Enero 200 – junio 2001 
Tamaño del proyecto/ hogares beneficiarios Proyectos Hogares 
menos de 19 10 204 
de 20 a 49 34 1,059 
de 50 a 99 23 1,568 
de 100 a 499 34 6,185 
500 o más 3 2,414 
Sin información 4 0 
Total 98 11,354 
Valor total (Millones $) 1628 
 
Fuente: Red de Solidaridad Social, Informe de Gestión, enero 2000- junio 2001 
 
Este componente, estratégico y de largo plazo, implica combinar la atención humanitaria, el 
respeto a los derechos humanos y una política de desarrollo. Hasta ahora ha sido un 
componente poco desarrollado pero deberá tener más fuerza en los próximos años. Para ello 
es necesario establecer estrategias de consulta, elaboración de diagnósticos y diseño 
participativo de las propuestas, en cuanto a sistemas económicos, capacidades y 
expectativas de la población desplazada. Por la misma razón, se deben hacer análisis muy 
cuidadosos sobre la viabilidad de los procesos de retorno para no generar fracasos, que en 
muchos casos causan nuevas víctimas y desconfianza. 
 
e. Aspectos para tener en cuenta: 
 
La situación de los desplazados en el país plantea grandes desafíos en materia de política y 
protección social. Estas personas están expuestas a diversos riesgos que los hacen más 
vulnerables frente a la pobreza extrema y la exclusión social. En la medida en que los 
mecanismos informales para enfrentar su situación (familiares, vecinos, entre otros) se 
limitan con el desplazamiento y debido a que carecen de los recursos para buscar 
protección en el mercado (seguros, créditos bancarios, entre otros), deben entrar en 
funcionamiento las políticas del gobierno, orientadas a mitigar los efectos negativos de este 
fenómeno, con programas de asistencia inmediata y de restablecimiento a largo plazo. En 
ese sentido, a continuación se mencionan algunos elementos para tener en cuenta en la 
formulación de políticas que beneficien a los desplazados: 
 19
• Mejoramiento de la información sobre el fenómeno del desplazamiento, en 
cuanto a cobertura y calidad y mejorar el sistema de registro, con el fin de 
agilizar la ayuda a la población desplazada. 
• Elaborar políticas dirigidas a los menores de 18 años que representan más 
del 50% de los desplazados. Por ejemplo, esfuerzos en educación para 
garantizar que los niños y jóvenes no vean perjudicada la acumulación de 
capital humano. Para los niños más pequeños se debe garantizar acceso a 
nutrición, salud y educación. 
• Capacitar a los docentes de los colegios para que adquieran herramientas 
que les permitan tratar de manera adecuada a los menores en esta situación. 
Además, fomentar campañas educativas orientadas a la no estigmatización 
de los desplazados, que en algunos casos son vistos como personas violentas 
o problemáticas. 
• Brindar educación técnica a los adultos que en la mayoría de los casos, 
provienen de zonas rurales y no cuentan con las destrezas para conseguir 
empleo en las ciudades. 
• En salud, afiliar los hogares desplazados al régimen subsidiado. 
• Restaurar el derecho de los desplazados sobre sus posesiones, como la tierra 
y garantizar el acceso a la vivienda en su lugar de origen o en zonas de 
reasentamiento. 
• Garantizar seguridad a los desplazados en las situaciones en que se pueda 
lograr su reasentamiento o reubicación. 
• En cuanto a la generación de ingresos, deben crearse empleos para los 
desplazados, quizás mediante programas especiales, o la articulación a los 
programas de empleo de emergencia del gobierno. 
• Incluir dentro del presupuesto nacional un rubro más significativo para los 
programas de ayuda a los desplazados. 
• Generar políticas que contribuyan a reconstruir la identidad individual y 
social de la población desplazada. 
 
Para lograr estos objetivos, se debe fortalecer la red institucional de apoyo a la 
población desplazada, definiendo claramente el papel de cada entidad que la conforma 
y los métodos de evaluación de la gestión de cada una de ellas. 
 
Bibliografía 
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para reconstruir la identidad. Bogotá. 
• CODHES-SISDES (2001). “Monitoreo de población desplazada hacia las fronteras año 2000”. Bogotá, 
febrero, 2001. 
• CODHES-SISDES (2001). Boletines No. 1 al No.41. Bogotá, 1996-2002. 
• CODHES-SISDES. Página Web (www.codhes.org.co) 
• Guzmán Campos, German, Fals Borda, Oralndo, Umaña Luna, Eduardo La Violencia en Colombia, 
Estudio de un proceso social, Círculo de Lectores, Bogotá, 1988, Cap XI. 
• Defensoría del Pueblo. Informe de 2001. 
• Departamento Nacional de Planeación. Documento Conpes 2804 de septiembre de 1995. 
• Departamento Nacional de Planeación. Documento Conpes 2924 de mayo de 1997. 
• Departamento Nacional de Planeación. Documento Conpes 3057 de noviembre de 1999. 
 20
• Fajardo, Darío. “Bases para una política de asentamientos humanos, prevención de los desplazamientos 
forzados y acceso a la tierra para los desplazados”. Red de Solidaridad Social. Bogotá, 1999. Mimeo 
• Mesa de trabajo de Bogotá sobre Desplazamiento Interno febrero de 2001. 
• Naciones Unidas. Informe de Desarrollo Humano 2000. 
• Osorio, Edilma, “Territorios, identidades y acción colectiva: Pistas en la comprehensión del 
desplazamiento”. CODHES, 1999. 
• Pastoral Social, RUT, Boletín trimestral No. 8. diciembre de 2000, Bogotá. 
• Pérez, Luis Eduardo. “Desplazamiento forzado en Colombia, 1995-1999: una aproximación empírica a 
las relaciones entre desplazamiento, conflicto armado y desarrollo”. Tesis de grado de maestría en 
economía en la Universidad Nacional. 2001. 
• Presidencia de la República. “Cambio para construir la Paz”. Plan de Desarrollo 1998-2002. DNP. 
Bogotá; 1998. 
• Red de Solidaridad Social. Página Web (www.red.gov.co). 
• Repúiblica de Colombia. Ley 387 de 1997. 
• Secretariado Nacional de Pastoral Social. Desplazamiento Forzado en Antioquia. Aproximaciones 
teóricas y metodológicas al desplazamiento de población en Colombia. Volumen 0, Editorial Kimpres. 
Bogotá, 2001. 
• Sentencias de la Corte Constitucional T-227/97, SU-1150/00, T-1635/00 y T-327/01. 
• Sentencia ACU1762/01, del Consejo de Estado.

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