Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
Educación Cultura y Subjetividad Introducción El problema del sujeto ocupa un lugar significativo en la literatura pedagógica, ya sea considerado en la perspectiva general de la educación, del aprendizaje, del conocimiento, de la moralidad o de la eticicidad. Se encuentra presente en el pensamiento filosófico como una constante que se presenta bajo diferentes formas de conceptualización. A partir de las condiciones complejas de las situaciones históricas en las que el ser humano acepta el desafío de pensar la realidad y de pensarse a sí mismo, emergen diversas constelaciones conceptuales en las cuales el sujeto y la subjetividad ocupan posiciones que definen la densidad del territorio filosófico. También, podríamos afirmar que desde la antigüedad1 hasta nuestros días encontramos esa inquietud que se dirime entre la naturaleza y la espiritualidad, el sujeto y el objeto, la sociedad y el individuo, lo humano y lo subjetivo, el sujeto de conocimiento y el sujeto moral, el sujeto pasivo frente al mundo y el sujeto creador, el sujeto objeto y el sí mismo, el sujeto y el otro. Podríamos decir que gran parte del despliegue del pensamiento filosófico a partir de la modernidad ha girado sobre los diferentes modos de entender el sujeto y las diversas formas de subjetividad en una red de significaciones que dicen del acontecimiento, la contingencia, la lucidez, el inacabamiento del pensamiento frente al deseo de verdad y de las propias condiciones de ese pensar en las diferentes coordenadas de las situacionalidades históricas. Por su parte las ciencias del hombre, desde el momento mismo de su emergencia en el siglo XIX debieron posicionarse frente a la “ cuestión del sujeto “ para satisfacer la exigencia epistemológica positivista y garantizar el conocimiento objetivo en sus campos específicos, ofrecieron una amplia gama de problemas a la reflexión filosófica Así, la cultura como objeto de la sociología o la antropología y la educación como objeto de la pedagogía y más tarde, de las ciencias de la educación, fueron construídos con procedimientos metodológicos provenientes del campo de las ciencias naturales y sometidos a los criterios de legitimación establecidos para aquellas prácticas científicas. El fantasma de la subjetividad debía ser exorcizado, y para ello la instalación del territorio epistemológico, en la segunda década del siglo XX, como espacio diferenciado de la filosofía, establecería explícitamente los criterios de demarcación como así también los requisitos lógicos y empíricos para el conocimiento científico. La ciencia objeto de la nueva filosofía fue entendida como resultado, como teoría justificada, y reclamó como instrumento de análisis y de formalización el formidable aparato proporcionado por las lógicas no aristotélicas creadas a fines del siglo anterior. La distinción entre contexto de descubrimiento y contexto de justificación resolvió el problema del sujeto en los términos de una exclusión de vasto alcance con lo que se garantizaría la objetividad, la neutralidad y la validez universal del conocimiento científico. 1 Cf. HADOT, Pierre, ¿Qué es la Filosofía Antigua? Fondo de Cultura Económica, México, 1998; MONDOLFO, Rodolfo, La Comprensión del Sujeto Humano en la Cultura Antigua,Cap.II “ La incomprensión de la subjetividad atribuida a la antigüedad clásica”, Ediciones Imán, Buenos Aires, 1955 La proyección de esta concepción sobre el campo de las ciencias humanas produjo una de las mayores paradojas del conocimiento que intentaba dar cuenta del fenómeno humano( sea desde el punto de vista biológico, social, psicológico, histórico, político, educativo, económico…) excluyendo aspectos constitutivos del mismo, tal vez el más notable, relativo a la libertad y la multiplicidad de problemáticas vinculadas a ella, incompatibles con el modelo determinista fundante de la ciencia moderna. La disolución del sujeto A mediados del siglo veinte, y sobre todo en los años sesenta, el movimiento estructuralista2 francés ( más allá de las diferencias existentes entre los diversos pensadores y de la resistencia de algunos a reconocerse como estructuralistas), aún reclamando para la ciencias humanas perspectivas epistemológicas y metodológicas que contemplaran las especificidades propias del campo, liquidó la cuestión del sujeto, proclamando como objeto de conocimiento la estructura, siguiendo la perspectiva teórica que Ferdinand de Saussure desarrollara acerca de la lingüística.3 Aparece, así, en las ciencias humanas una centralidad respecto del lenguaje, que desde la filosofía y la lingüística había irrumpido a fines del siglo XIX y comienzos del XX, como una problemática y una exigencia de conocimiento que conduciría a la modificación del estatuto del campo epistemológico de aquellas ciencias. Esta voluntad de “ hacer ciencia” encuentra una expresión en la afirmación de Albert Ducrocq : “Nace una nueva ciencia cuyo sentido consiste en estudiar la manera en que diferentes sistemas reaccionan unos sobre otros, al mismo tiempo que el hombre deja de tomarse como punto de referencia. A la clásica física de las cosas sucede así una física de las relaciones que considera las estructuras y sus efectos. El problema de la evolución del universo encuentra así sus bases.¿No se deberá el orden del cosmos a estructuras producto de otras estructuras?”4. Ese posicionamiento se articuló con una crítica radical a los empirismos de todo tipo impuestos en los ámbitos del pensamiento en nombre de los “ hechos”, lo “ vivido” , lo “ concreto” que se fundan en una concepción simplista de la verdad y de la conciencia . La racionalidad estructuralista reconstruirá bajo la apariencia, bajo lo que se presenta a la conciencia en su forma empírica , la legalidad de la estructura en tanto articulación de normas inconcientes. La práctica del conocimiento estructuralista opera a través del análisis del objeto, dirá Roland Barthes, en tanto “La estructura es un símbolo del objeto, un simulacro orientado, interesado, porque el objeto imitado descubre algo que era invisible, o si se prefiere, ininteligible en el objeto natural“. Descomposición y recomposición son operaciones decisivas porque entre ellas se ha producido algo nuevo que es nada menos que lo inteligible generalizado5. La estructura es un sistema de signos, que no está constituido por la mera suma de las partes; la significación del todo es inmanente al orden y posicionamiento de cada uno de sus elementos constitutivos. Se trata de comprender la complejidad del objeto siguiendo la red de relaciones internas que determina su coherencia. 2 Cf. Diccionario Herder de Filosofía CD Rom “Estructuralismo” 3 DE SAUSSURE, F. , Curso de Lingüística General, Editorial Losada, Buenos Aires, 1967 4 DUCROCQ, Albert, Cybernetique et Universe, citado en DAIX, Pierre, Claves del Estructuralismo, Ediciones Caldén, Buenos Aires, 1969, Pág. 17 5 BARTHES, Roland, citado por CARUSO, Paolo en Conversaciones con Lévi-Strauss, Foucault y Lacan, Anagrama, Barcelona, 1970, pág. 14 La búsqueda de precisiones en relación al concepto de estructura dio origen a polémicas, seminarios, coloquios y trabajos especializados6, lo que no impidió que cada autor lo utilizara en diversos ámbitos (lingüística, antropología, psicología, psicoanálisis, sociología, historia, crítica literaria…) según una concepción propia y específica a su campo de investigaciones. El análisis estructural es sincrónico, desecha la diacronía en cuanto “ duración” o “tiempo vivido” que remiten a una pretensión espiritualista o metafísica; busca el modelo abstracto para dar cuenta de lo concreto. Esta distinción llevó a afirmar que el estructuralismo desconocía la dimensión de la temporalidad, la historicidad dialéctica de los hechos y producciones humanas, en fin, que negaba la historia. La polémicasobre este punto fue inevitable y resulta imposible seguir sus múltiples derivaciones en este trabajo; diremos que alcanzó uno de sus puntos más relevantes en la confrontación entre Sartre y Lévi-Strauss. El filósofo ya había confrontado fuertemente con la posición estructuralista con motivo del privilegio otorgado a la razón analítica y el olvido de la razón dialéctica en las investigaciones de la antropología estructuralista; había acusado a Lévi-Strauss de pretender estudiar las sociedades humanas como sociedades de hormigas y de disolver el sujeto de la praxis en un juego de relaciones formalizadas, desconociendolo en sus dimensiones históricas y políticas. El antropólogo retoma estas cuestiones en El pensamiento salvaje7; en el capítulo IX “ Historia y Dialéctica” se va a ocupar especialmente de responder a Sartre: “Para nosotros, la razón dialéctica es siempre constituyente: es la pasarela sin cesar prolongada y mejorada que la razón analítica lanza por encima de un abismo del que no percibe la otra orilla, aunque sabe que existe, y deba constantemente alejarse”8 Este es el precio que se debe pagar si se quiere construir una nueva antropología; “ Por tanto aceptamos el calificativo de estetas (usado por Sartre) , por cuanto creemos que el fin último de las ciencias humanas no es constituir al hombre sino disolverlo”. Respecto de la historia, Lévi-Strauss se posiciona críticamente realizando una serie de diferenciaciones que le permitirán dar cuenta de las sociedades “primitivas” como sociedades sin historia. En Race e Histoire9 había distinguido entre historia estacionaria e 6 Cf. BASTIDE, Rogers (ed), Sens et usages du terme structure dans les Sciences Humaines et Scociales, S- Gravenhage, Mouton & Co, 1962; PIAGET , Jean y otros, Las nociones de estructura y génesis, Proteo, Buenos Aires, 1969 ; VERÓN, Eliseo, « El análisis estructural en Ciencias Sociales », en Conducta, Estructura y Comunicación, Ed. Jorge Alvarez, Buenos Aires, 1968 7 LÉVI-STRAUSS, Claude, El pensamiento salvaje, Fondo de Cultura Económica, México, 1964: “ Cuando se lee la Crítica, es difícil no sentir que el autor vacila entre dos concepciones de la razón dialéctica. Unas ocasiones opone razón analítica y razón dialéctica como si opusiera al error y la verdad, y aún al diablo y al buen Dios; otras veces las dos razones parecen ser complementarias: caminos diferentes que conducen a las mismas verdades. Aparte de que la primera concepción desacredita al saber científico, inclusive, en sugerir la imposibilidad de una ciencia biológica, esconde también una curiosa paradoja; pues la obra titulada Critica de la Razón Dialéctica es resultado del ejercicio que el autor hace de su propia razón analítica: define, distingue, clasifica y opone. Este tratado filosófico es de la misma naturaleza que las obras que discute y con las cuales concierta el diálogo, aunque sea para condenarlas. ¿ Cómo podría aplicarse la razón analítica a la razón dialéctica y pretender fundarla, si se definiesen por caracteres mutuamente exclusivos? 8 Ibidem, pág.356 9 LEVI-STRAUSS, Claude, Race e Histoire, Éditions Gonthier, Francia, 1961 historia acumulativa, afirmando que la aplicación de una u otra dependen de la significación que tiene el desarrollo de la sociedad para el etnólogo que la investiga, de acuerdo a los parámetros de la cultura de la que él mismo proviene. Por otra parte, acerca del hecho histórico señala que “….no es más dado que los otros; es el historiador, o el agente del devenir histórico el que lo constituye por abstracción,…lo que es verdad del hecho histórico, no lo es menos de su selección. Desde este punto de vista, también, el historiador y el agente histórico eligen, cortan y recortan, pues una historia verdaderamente total los confrontaría con el caos”10. Asimismo, ataca la concepción continuista de la historia, en favor de la discontinuidad y propone recusar la equivalencia entre la noción de historia y la de humanidad “…que se nos pretende imponer, con el fin inconfesado de hacer, de la historicidad, el último refugio de un humanismo trascendental”. . Aquí aparece uno de los temas fuertemente criticado por los estructuralistas , los “humanismos” de diverso signo, responsable de justificaciones ideológicas de todo tipo. Foucault en una entrevista realizada por Paolo Carusso se expresa al respecto: “ Responderé que la utilización del humanismo es una provocación. De hecho…usted ya sabe lo que fue este humanismo, el que en 1948 justificó a la vez el estalinismo y la hegemonía de la democracia cristiana, el mismo humanismo que encontramos en Camus o en el existencialismo de Sartre, etc., etc. Bien mirado, este humanismo ha sido el prostituidor de todo el pensamiento, de toda la moral, de toda la política de los últimos veinte años; para mí, lo que resulta provocador es que se quiera proponer como objeto de virtud”. Paolo Carusso insite:….” Lo que yo quisiera que me explicara es la razón por la cual hoy no se puede ser humanista de ningún género. Foucault responde:” También puedo contestar a esto: creo que las ciencias humanas no nos conducen en modo alguno al descubrimiento de algo que sería “lo humano”- la verdad del hombre, su naturaleza, su nacimiento, su destino- en realidad las ciencias humanas se ocupan de otra cosa distinta del hombre, como sistemas, estructuras, formas combinaciones.”11 Desde el punto de vista político, igualmente es condenable el humanismo porque ha permitido las operaciones políticas más diversas y peligrosas y el humanismo tecnocrático ( Nadie es más humanista que los tecnócratas) se cree con derecho para definir lo que es “la felicidad de los hombres” y para intentar alcanzarla. El mismo rechazo encontraremos en Althusser, Barthes, Derrida, Deleuze y otros tantos. De lo que se trataba era de olvidar al sujeto. Ello generó una movilización crítica y polémica que enfrentó a filósofos y científicos en un debate cuyo punto crítico se centraba en la cuestión de la libertad, de la temporalidad, entretejida con las discusiones que por la época libraron marxistas, católicos, exitencialistas, fenomenólogos acerca del conocimiento, la historia, la razón, la política. La recuperación del sujeto El movimiento estructuralista, más allá de las polémicas que desató entre filósofos y científicos, todavía no ha sido lo suficientemente reconocido en relación a la magnitud y calidad de sus producciones epistemológicas, metodológicas y teóricas en el campo de las ciencias humanas. Habría que reconocer, entre los numerosos aportes, un lúcido 10 LÉVI-STRAUSS, Claude, Ob. Cit, pág. 372 11 CARUSSO, P., Ob. Cit, pág. 85,86, 87 posicionamiento respecto del investigador y los condicionamientos de su propia cultura a la hora de constituir los objetos de estudio y los conceptos con los que operará en la producción de conocimientos.12 La denuncia de los etnocentrismos y particularmente del eurocentrismo de los antropólogos proyectados sobre el conocimiento será objeto de un análisis crítico en varios libros de Lévi-Strauss y en forma sistemática en su Antropología Estructural13. Por otro lado, el estructuralismo contribuyó a instalar problemáticas inéditas acompañadas de una notable movilización teórica en el campo de las ciencias sociales, tanto en el orden epistemológico como en el teórico específico ( en ese sentido, habría que hablar de un antes y un después del estructuralismo), y algunas de ellas fueron retomadas por muchos de los pensadores de las últimas décadas del siglo XX, para abrir nuevas perspectivas, sea entre los llamados “posestructuralistas”, sea entre los cultivadores del “ pensamiento débil” o posmodernos, sea entre los científicos que analizarán los paradigmas de su propia tradición de formación. La cuestión del sujeto, las diferentes formas en que se despliega su su condición,( sujeto del lenguaje, sujeto del inconciente, sujeto de deseo, sujeto de la ideología, sujeto estético, sujeto de la educación, sujeto de la cultura, de la comunicación…) puso su acento en las dimensiones diversificadas de su racionalidad y de sus compromisos con la temporalidad y el devenir histórico. Quizá esto constituya el hecho más destacable, pues se convertirá en el pivote fundamental para pensar las crisis de fin de siglo e intentar encontrar una salida de cara al nuevo milenio. La constación de la dimensión de los riesgos por los que atraviesa la humanidad ha promovido la necesidad de una recuperación del sujeto como protagonista del conocimiento y de la acción. Diagnosticar el presente, constituirá el primer acto epistemológico que conllevará a una revisión lúcida de los paradigmas fundantes de la ciencia clásica, a una crítica de las consecuencias de su desarrollo, de sus usos tecnológicos, de las intervenciones humanas en el mundo natural y social . La perturbación de las condiciones de la vida en el planeta y las formas de las representaciones que instalaron al hombre occidental depredador como un modelo civilizatorio, la desvastación del mundo social , cultural y educativo, pusieron bien a las claras la necesidad de pensar de otro modo, de encontrar nuevas formas que nos permitieran dejar de ser lo que somos, de replantear la posición del sujeto en el cosmos y en la sociedad estableciendo nuevos diálogos con la naturaleza, el conocimiento y los otros.14 El sujeto y el conocimiento: la metamorfosis de la ciencia 12 Cf. VERÓN, Eliseo, “Frente a esta tradición antropológica ( la evolucionista) que durante mucho tiempo expresó en la forma más cruda e inmediata la concepción del mundo de la cultura industrial en desarrollo, Lévi-Strauss elabora a lo largo de sus obras una imagen del llamado “hombre primitivo” que es al mismo tiempo una crítica radical de los componentes ideológicos de la antropología clásica”, pág. 25 13 LÉVI-STRAUSS, Claude, Antropología Estructural, Eudeba, Buenos Aires, 1968 14 Es imposible citar los numerosos pensadores que, a pesar de la disparidad de sus planteos, se enrolarían en estos movimientos cuya exigencia fundamental es la promoción de una conciencia lúcida respecto de la “falta de conciencia” o de la estupidez que han acompañado las más grandes hazañas del conocimiento moderno, quisiéramos destacar como referentes que han hecho escuela a Foucault, Deleuze, Vattimo, Morin, Prigogine entre muchos otros. Ilya Prigogine, realizará un diagnóstico de la situación en el campo de las ciencias naturales una amplia y profunda crítica al modelo de la física clásica que se funda en una concepción determinista de la naturaleza El determinismo es compatible con la invención del tiempo matemático, operación simbólica que anularía la representación de la temporalidad como “ flecha del tiempo”, como transcurrir, como devenir y permitiría controlar lo azaroso del futuro. Este nuevo concepto, cancela la imagen del transcurrir tridimensional del tiempo, la distinción entre presente, pasado y futuro, estableciendo una simetría y equivalencia entre estos dos últimos, expresable en términos matemáticos; de ese modo el tiempo puede pensarse como tiempo reversible. Los experimentos planificados corroborarán lo que establecen las hipótesis formuladas en lenguaje matemático en la dimensión siempre presente del tiempo, ya sea de un presente pasado o de un presente futuro, ya se trate de la retrodicción o de la predicción de los hechos. Ejemplos privilegiados son los sistemas simples, del péndulo, del fuelle, del movimiento de los astros alrededor del sol. La concepción matemática del tiempo reversible, junto al determinismo que le es compatible, produjeron consecuencias significativas y estructurantes en el modo de concebir la realidad, y que impactarían en los más diversos órdenes de la ciencia, la ética, la tecnología, la educación y la subjetividad: -la ruptura entre el mundo humano y el mundo de la naturaleza; entre el sujeto habitante del territorio incondicionado de la libertad, sumido en la soledad de su señorío y el reino de la naturaleza regido por el determinismo y la causalidad universal. Jacques Monod, Premio Nobel de biología, afirma a propósito de este hecho: “ la antigua alianza se ha roto; el hombre sabe por fin, que está solo en la inmensidad indiferente del universo, del que ha emergido por azar”15 - ruptura entre el alma humana, hecha a imagen y semejanza de Dios creador y el cuerpo sometido a las leyes mecánicas del orden natural; paradójicamente el hombre como sujeto es expulsado del conocimiento que él mismo produce en nombre de la objetividad y universalidad de la ciencia. - simplificación y reducción de la realidad natural a la condición de un autómata, inerte, condenada a repetir siempre lo mismo, sin posibilidad de cambio o de novedad. Al decir de Prigogine “ ... la exigencia de matematización, constituyó en lo siglos XVII y XVIII, el ‘lecho de Procusto’ en el que la naturaleza fue simplificada hasta hacer incomprensible la propia posibilidad de innovación...”16 - la revolución científica y el éxito tecnológico introducidos por la ciencia moderna instaló dos culturas diferentes e irreconciliables: la cultura científica y la cultura humanística, creando un abismo entre las certidumbres y el progreso que proporciona una y las incertidumbres inevitables de la otra. “ ...hoy asistimos a un redescubrimiento del tiempo físico y pensamos que tal redescubrimiento no resulta de la simple lógica interna de las teorias científicas, sino de cuestiones que se hubo de decidir si seguirían planteándose o si podrían ser olvidadas por una física que intenta comprender la naturaleza,”17 15 MONOD, J. , Azar y Necesidad, Tusquets, Barcelona, 1990, p. 140 16 PRIGOGINE, Ilya, ¿Tan solo una ilusión?, Tusquets, Barcelona, 2da. Edición p. 82 17 PRIGOGINE, I. y STENGERS, I. , La Nueva Alianza, op. cit., p. 39 Estas palabras de Ilya Prigogine, introducen el problema de un profundo cambio conceptual vinculado a la física actual y extensivo a los diversos campos de conocimiento; cambio en el que ocupa un lugar privilegiado. Sus investigaciones sobre la termodinámica de los sistemas inestables, de los procesos alejados del equilibrio, introduce el concepto de estructuras disipativas vinculado a los de azar, desorden-caos, incertidumbre, auto organización, complejidad En el centro de ese cambio conceptual encontramos la idea del tiempo irreversible. La noción de irreversibilidad es fundamental en la historia del pensamiento, pues va ligada a la vivencia de la finitud humana, a la conciencia de la muerte y el recomienzo de la vida. Por ese motivo ha sido una fuente permanente de representaciones míticas, religiosas, artísticas y filosóficas. Podríamos decir que a la base de la cultura humanística se encuentra esta representación de la irreversibilidad temporal en la metáfora de la “ flecha del tiempo ”. Esto es lo que espera Prigogine de la metamorfosis que está transitando la ciencia en la actualidad, que imagina como el intento de forjar un nuevo diálogo con la naturaleza, entre los hombres y entre las culturas. Esto supone el surgimiento de una racionalidad capaz de pensar en el orden de la heterogeneidad y la diversidad, la multidimensionalidad, la pluralidad , más allá de los dogmatismos. Es decir, la nueva alianza en la que se compromete el futuro de la humanidad en la encrucijada del presente, en el punto de bifurcación que se manifiesta como la gran crisis de las últimas décadas el siglo XX y los desafíos de siglo XXI. . Deja el doble legado de una ciencia renovada, y el de la responsabilidad ética frente a la naturaleza y a los seres humanos, la provocativa idea del redescubrimiento del tiempo que implica asimismo el redescubrimientode la utopía, puesto que el porvenir permanece siempre abierto al acontecimiento, a la invención de lo nuevo. Foucault, el sujeto y el poder Desde el primer momento en que da a conocer sus libros, tal vez sea Michel Foucault el pensador que más ha provocado un cierto estado de movilización en los ambientes intelectuales, cualquiera sean las etapas consideradas en el desarrollo de su pensamiento: basta pensar en la aparición de Las Palabras y las Cosas, Vigilar y Castigar y la Historia de la Sexualidad II y III. Por otra parte, ha sido notable su impacto en muy diversos campos de conocimientos teórico-prácticos ( la epistemología, el campo educativo, la historia, la geografía, la teoría institucional, los estudios culturales…) Foucault en una entrevista realizada por… reconoce tres linajes en los que él mismo se inscribe en la perspectiva de una formulación radicalmente original de la cuestión del sujeto; “de un sujeto despojado de los poderes y atributos tradicionales que le permiti rán dar sentido al mundo, fundar la experiencia y el conocimiento, producir la significación. En el lugar de la soberanía absoluta de la subjetividad cartesiana o fenomenológica, los escritores del límite, los historiadores de las ciencias y los "estructuralistas" instalaron los discursos “negativos" sobre el sujeto”.. . Es conocida la relevancia de sus propuestas arqueológicas y genealógicas, así como los nuevos desarrollos acerca del sujeto y de la subjetividad en el último período de su vida, momento en que su voluntad de saber, lo orienta hacia otro propósito: estudiar cómo, por sí mismo, el ser humano se transforma en sujeto”. El pensamiento de Foucault ha sido objeto de numerosos estudios y valoraciones a propósito de su impacto y de los diversos agenciamientos teóricos que permitieron diseñar “ cajas de herramientas” para trabajar los problemas específicos que se presentaban en diferentes dominios de conocimientos. Aquí es donde cabe señalar el “efecto Foucault” en las investigaciones educativas18 como campo de irrupción de un acontecimiento que hizo girar la cuestión de la educación desde los aspectos epistemológicos, históricos, curriculares, hasta las prácticas efectivas en los microespacios de enseñanza en sus particulares condiciones de posibilidad. Fue posible hacer visibles nuevas formas de la relación del sujeto con el poder y el saber, esto es el dispositivo, y al mismo tiempo, nuevas formas de producción de conocimientos y subjetividades que permiten vislumbrar los modos de afección del sujeto por una peculiar forma de poder y de saber : el conocimiento y el cuidado de sí a través del cual se deviene un sujeto moral. Esto da origen a preguntas fundamentales :” ¿cómo el sujeto humano llega a ofrecerse a sí- mismo como objeto de saber posible, a través de qué formas de racionalidad, a través de qué condiciones históricas y, finalmente, a qué precio? Mi pregunta es la siguiente: a qué precio puede el sujeto decir la verdad acerca de sí mismo? A QUÍ VA LO DE LA HERMENÉUTICA La experiencia de la educación y específicamente de la escolarización como estructura constructiva de los procesos de subjetivación y enclave de la temporalidad en sus tres dimensiones, despliega el aparato de las prácticas de la vida cotidiana como el ámbito existencial en el que los individuos concretos, en su particularidad, se van constituyendo en el juego de las sujeciones, desde los discursos a las prácticas no discursivas, y en los riesgos de las luchas a que los lanza el deseo de libertad. Nos hallamos frente a una radicalización de la pregunta acerca de la educación cuando la planteamos en el orden de los proceso de subjetivación, de la producción de sujetos y subjetividades19, es decir en lo inevitable de nuestra finitud e historicidad. De ahí la exigencia de una interpelación acerca de lo que somos, lo que hemos sido y de lo que podemos ser. Esta fue la tarea que se propuso Foucault: diagnosticar el presente (“ ¿qué somos hoy”?), pero apuntando a otra cosa (“¿cómo cambiar la vida, la existencia?”). La pregunta acerca de cómo hemos llegado a ser lo que somos, nos pone tras la pista de nuestra constitución como sujetos en la compleja trama de los dispositivos, esto es de los juegos de poder-saber “ a través de los 18 Para las primeras investigaciones con instrumentos foucaulteanos en el campo de la educación, Cf. ZULOAGA GARCÉS, O.L. Pedagogía e Historia, . Foro Nacional por Colombia, Bogotá 1987; GUYOT, V. y MARINCEVIC, J. , Poder Saber la Educación, Lugar Editorial, Buenos Aires, 1992; BALL, S. J.(Comp.) Foucault y la Educación, Morata, 1993; POPKEWITZ, T., Sociología Política de las Reformas Educativas. El poder/saber en la enseñanza, la formación del profesorado y la investigación.Ediciones Morata, Madrid, 1994; TADEU DA SILVA, T. (Comp.) O sujeito da Educacao, Vozes, Petropolis. 1994; LARROSA J., Foucault y la Educación, La Piqueta, Madrid, España, 1993, entre otros 19 Cf, GUYOT, V. “ Territorio de Enseñanza. La Escuela”, en TELLEZ, M. Repensando la educación en nuestros tiempos .Novedades Educativas, Buenos Aires 2000. cuales el ser se constituye históricamente en experiencia, es decir como poderse y deberse ser pensado” 20 Así, abordando libremente al concepto de experiencia de Foucault entendida como, “ la correlación, dentro de una cultura, entre campos del saber, tipos de normatividad y formas de subjetividad“21, podemos indagar la experiencia de la escolaridad para comprender uno de los modos en que ha operado el dispositivo educativo en la constitución del sujeto moderno; pero también, en nuestra actualidad, permite mirar con otra lente los problemas de la escuela en los tiempos de la globalización. Pensar nuestra escolaridad como una experiencia históricamente singular, plantea la cuestión de los “instrumentos susceptibles de analizar, según su carácter propio y según sus correlaciones los tres ejes que la constituyen: la formación de los saberes que a ella se refieren, los sistemas de poder que regulan su práctica y las formas según las cuales los individuos pueden y deben reconocerse como sujetos” de esa escolaridad. En relación a la formación de los saberes de la escuela se ponen en juego unos modos de la subjetividad que se definen en los términos de la relación entre el sujeto y la verdad. Los saberes dispersos en el espacio de la episteme encuentran una forma de organización al interiror de la escuela, ordenados en función del sistema escolar según una secuencia que retoma las funciones sociales de la disciplinas Los sistemas de poder que regulan su práctica Poder Saber la Educación Las formas que los individuos pueden y deben reconocerse como sujetos Hermenéutica del Sujeto un trabajo publicado como post-scriptum en el libro de H. Dreyfus y P. Rabinow, Michel Foucault, más allá del estructuralismo y la hermenéutica, editado en 1982, Foucault retoma la cuestión acerca de “ El Sujeto y el Saber” en el filo de una interpretación de lo que se había propuesto en sus trabajos durante los últimos veinte años: “ Mi objetivo ha sido…crear una historia de los diferentes modos, a través de los cuales, en nuestra cultura, los seres humanos se han convertido en sujetos. Mi trabajo ha tratado tres modos de objetivación que transforman a los seres humanos en sujetos. La primera son los modos de investigación que tratan de darse a sí mismos el estatus de ciencia: por ejemplo, la objetivación del sujeto hablante en la grammaire générale,la filología y la lingüística…; o la objetivación del sujeto productivo en el análisis de la riqueza y de la economía. O…la objetivación del hecho transparente del estar vivo en la historia natural o la biología. En la segunda parte de mi trabajo he estudiado la objetivación del sujeto, en lo que llamaré “ prácticas divisorias”. El sujeto o bien sedivide a sí mismo o es dividido por los otros. Este proceso lo objetiva. Los ejemplos son el loco y el cuerdo, el enfermo y el sano, el criminal y los buenos muchachos. 20 FOUCAULT, Michel, Historia de la sexualidad 2. El uso de los placeres, Siglo XXI, México, 1986. p. 14 21 FOUCAULT, M. Ibidem,p.8 Finalmente, he tratado de estudiar…la forma en que el ser humano se convierte a sí mismo…en sujeto. Por ejemplo, he escogido el dominio de la sexualidad- de que manera los hombres han aprendido a reconocerse a sí mismos como sujetos de sexualidad- Así que no es el poder, sino el sujeto, el tema general de mi investigación.”22 Estas tres líneas de problematizaciones, dirá Foucault, estarán firmemente anudadas a una trama muy compleja de poder. De ahí que se formulará la cuestión acerca de “ las necesidades conceptuales” en relación a una vacancia en este campo de posibles teorizaciones acerca del poder. Lo que lo condujo a tomar dos decisiones: conocer las condiciones históricas que hacen posible esa conceptualización y la constatación del tipo de realidad con la que se está tratando. Por esta razón, su preocupación se centró en un primer momento en unas singulares experiencias de poder ligadas a formas específicas de racionalidad que ponían en juego diversas formas de resistencias. De lo que se trataba era de analizar las relaciones de poder a través de un antagonismo de estrategias en varias formas de oposición: el poder del hombre sobre la mujer, de los padres sobre los hijos, del psiquiatra sobre el enfermo mental, de la medicina sobre la población, de la administración sobre las formas de vida de las personas. ¿Cuáles son las formas qué adquieren estas luchas? Ellas son transversales, en cuanto no limitadas a un solo país ni confinadas a una particular forma de gobierno política o económica; su objeto son los efectos del poder ( por ejemplo el poder descontrolado del médico sobre el cuerpo de las personas, su salud, su vida, su muerte); son inmediatas, no se libran contra el enemigo principal sino sobre el inmediato; cuestionan el estatuto del individuo y afirman el derecho a ser diferentes, son en realidad luchas contra el gobierno de la individualización; se oponen a los efectos del poder ligados al conocimiento y a la calificación, a los privilegios del saber pero también se oponen al secreto, a la deformación impuestos a la gente bajo determinados regímenes de saber; esas luchas giran en torno a la cuestión “¿quiénes somos?, como un rechazo a todas las abstracciones que desconocen el valor de los individuos pero también a la imposición del resultado de investigaciones científicas o administrativas que determinan a priori lo que cada uno es. Esas luchas se oponen a una forma de poder que “se aplica a la inmediata vida cotidiana que categoriza al individuo, le asigna su propia individualidad, lo ata en su propia identidad, le impone una ley de verdad sobre sí que está obligado a reconocer y que otros deben reconocer en él. Se trata de una forma de poder que hace sujetos individuales.”23 En este sentido, . la experiencia de la educación y específicamente de la escolarización como estructura de los procesos de subjetivación y enclave de la temporalidad en sus tres dimensiones…, despliega el aparato de las prácticas de la vida cotidiana como el ámbito existencial en el que los sujetos concretos, en su particularidad, se van constituyendo en el juego de las sujeciones, desde los discursos a las prácticas no discursivas, y en los riesgos a que los lanza el deseo de libertad. Estas afirmaciones dan que pensar pues representan una profundización de la pregunta por el sujeto y la subjetividad24, en lo inevitable de 22 DREYFUS, H. L. y RABINOW, P. Michel Foucault: más allá del estructuralismo y la hermenéutica, Nueva Visión, Buenos Aires, 2001, pp. 241/242 23 DREYFUS, H. L. y RABINOW, P., Ob. Cit. , p. 245 24 GUYOT, V. “ Territorio de Enseñanza. La Escuela”, en TELLEZ, M. Repensando la educación en nuestros tiempos .Novedades Educativas, Buenos Aires 2000. nuestra finitud e historicidad, y nos conducen a la interpelación de lo que somos, lo que hemos sido y de lo que podemos ser. Esta fue la tarea que se propuso Foucault: diagnosticar el presente (“ ¿qué somos hoy”?), pero apuntando a otra cosa (“¿cómo cambiar la vida, la existencia?”) Pero poder cambiar, abre al sujeto a unas confrontaciones, a unos espacios de lucha. Tres ejemplos de estas luchas toman cuerpo a lo largo de la historia: contra la dominación étnica, social y religiosa; contra las formas de explotación que separa al individuo de lo que produce y contra lo que liga al individuo a sí mismo y lo somete a otros, es decir contra formas de sujeción y de sumisión de la subjetividad. Las tres formas de lucha mantienen relaciones complejas entre sí y dan lugar a la producción de acontecimientos y subjetividades. Las reformas educativas, a lo largo de la historia, desde el surgimiento del sistema educativo moderno, implicaron de una u otra manera formas de confrontaciones y luchas que tomaron formas estratégicas peculiares en cada situación histórica y en cada país o comunidad. Las leyes educativas así como las reglamentaciones, las prescripciones técnicas y curriculares ponen en discurso el resultado de una confrontación25 y el triunfo de una estrategia. Poder pastoral y poder político La pregunta acerca del poder, de su funcionamiento y de su ejercicio remiten a tres dominios de “ capacidades “ o “ tecnologías” : el que se refiere a las cosas y otorga la facultad para usarlas, modificarlas, destruirlas; el que se refiere a los signos, al uso que podemos hacer de ellos, las comunicaciones, a la reciprocidad de significados; el que se refiere a las relaciones entre individuos o grupos, es decir al poder que ejercen unas personas sobre otras y, finalmente, el poder de los individuos para actuar, por cuenta propia o con ayuda de otros, sobre su cuerpo, su alma, su pensamiento o cualquier tipo de conducta para transformarse a sí mismos.26 Todas ellas funcionan en un sistema de interrelaciones que se establecen a partir de modelos específicos, de sistemas regulados y concertados: “Puede tomarse, por ejemplo una institución educacional: la disposición de sus espacios, la meticulosa regulación que gobierna su vida interna, las diferentes actividades que se realizan en ella, las diversas personas que viven o se encuentran allí, cada una con sus propias funciones, su carácter bien definido- todas estas cosas constituyen un bloque de capacidad-comunicación-poder. Esta actividad, que asegura el aprendizaje y la adquisición de actitudes o tipos de conducta, se desarrolla por un conjunto total de comunicaciones reguladas (lecciones, preguntas y respuestas, exhortaciones, signos codificados de obediencia, marcada diferenciación del “valor” de cada persona y del nivel de conocimiento) y por medio de una serie total de procedimientos de poder ( encierro, vigilancia, recompensa y castigo, la jerarquía piramidal).27 25 Cf. CUADERNOS SERIE LATINOAMERICANA DE EDUCACIÓN, Las reformas educativas en América Latina: Historia y Perspectivas, Año I, N° 1, Universidad Nacional de San Luis- Argentina – Universidad Pedagógica Nacional-Colombia, 1997 26 Cf. FOUCAULT, Michel, Tecnologías del yo, Paidós Ibérica, Barcelona, 1991 27 DREYFUS H.L. y RABINOW,P. Ob. Cit.,p. 251 La puesta en práctica del conjunto de capacidades o técnicas, puede, dice Foucault, llamarse en un sentido amplio discplina. Lo que se ha visto en la historia occidental a partir del siglo XVIII es un creciente y mejor vigilado proceso de ajuste, cada vez más racional y económico, entre actividades productivas, recursos de comunicación y juegos de relaciones de poder que redunda en la proliferación de disciplinas. Elejercicio del poder puede ser entendido como un modo de acción sobre las acciones de los otros; si nos referimos a un modo de acción en los términos del gobierno28 de unos hombres por otros, debemos incluir la libertad como un elemento fundamental. Puesto que según Foucault, el poder se ejerce sólo sobre sujetos libres “ que se enfrentan con un campo de posibilidades con el cual pueden desenvolverse varias formas de conducta, varias reacciones y diversos comportamientos”; por eso la esclavitud no implica una forma de poder, sino de aplastante dominación, con el correspondiente “borramiento “ del sujeto. La cuestión de las instituciones y el poder pone en juego el poder y el gobierno en el análisis de los puntos de anclaje de la institución que siempre nos conectan con el afuera de la misma, pues las relaciones de poder aparecen fuertemente arraigadas en la trama social misma; de modo que no podemos pensar una sociedad sin relaciones de poder. Lo cual no significa que las relaciones de poder establecidas sean las necesarias y que no exista el punto en que puedan ser deterioradas. Esto implica poner en juego unas estrategias. “ La palabra estrategia se emplea actualmente de tres maneras. En primer lugar, para designar los medios empleados para alcanzar cierto fin; es una cuestión de racionalidad que funciona para llegar a un objetivo. En segundo lugar, para designar la manera en que actúa una de las partes en un cierto juego en vistas a lo que piensan que podría ser la acción de los otros y lo que él considera que los otros piensan de la suya; es la manera en que uno busca la ventaja sobre los otros. En tercer lugar para designar los procedimientos empleados en una situación de confrontación para privar al oponente de sus medios de combate y reducirlo a abandonar la lucha; por consiguiente, se trata de los medios para obtener la victoria. Estos tres significados implican todos ellos situaciones de confrontación- guerra o juego- en que el objetivo es actuar sobre el adversario de cierta manera, al punto de hacer imposible la lucha para él. Así, la estrategia se define por la elección se soluciones victoriosas”29 La relación entre poder y estrategia de confrontación se refiere a la totalidad de los medios puestos en funcionamiento para instrumentar el poder o para mantenerlo. Pero también sabemos que no hay relaciones de poder sin medios para escapar o sin luchas posibles a ser libradas. El poder pone en juego relaciones de confrontación entre antagonistas que luchan por lograr el objetivo final de la victoria sobre el adversario. Cuando eso se produce la estrategia de lucha encuentra un modo de resolución en mecanismos estables que instalan una nueva estrategia de poder Referir a Foucault en relación al lenguaje Mallarmé Nietzche en Oscar ,martiarena) 28 Cf. FOUCAULT, Michel, en Dreyfus y Rabinow, Ob, cit. :“ Gobernar es estructurar un campo posible de acción de los otros” 29 Ibidem, p.258 Cuestiones interesantes -Quién es el sujeto? -Breve historia del Sujeto -Muerte y resurrección d-El sujeto y la epistemología -El sujeto y la cultura- El sujeto y la educación El sujeto y el arte El sujeto y lenguaje El sujeto y la ciencia Quién da cuenta del sujeto? La Hermenéutica del sujeto El sujeto y la identidad, el sujeto y el otro El sujeto y el poder El sujeto y la verdad
Compartir