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Caminando el Territorio: Capacidades locales para la construcción de paz Paola Andrea Baracaldo Lozada Universidad Nacional de Colombia Facultad de Ciencias Humanas, Departamento de Trabajo Social Bogotá, Colombia 2019 Caminando el Territorio: Capacidades locales para la construcción de paz Paola Andrea Baracaldo Lozada Trabajo final presentado como requisito parcial para optar al título de: Especialista en Acción sin daño y Construcción de Paz. Directora: Magister en Ciencia Política y Trabajadora Social Leonor Perilla Lozano Línea de Investigación: Acción Sin Daño y Construcción de paz Universidad Nacional de Colombia Facultad de Ciencias Humanas, Departamento de Trabajo Social Bogotá, Colombia 2019 “Nosotros no somos tecnología de este siglo, nosotros somos naturaleza. Lo que decimos siempre, el territorio empieza por nosotros mismos. Cuando vamos a las rutas del agua, les decimos que somos en gran parte agua, que también somos agua. Creo que el sistema nos ha metido que somos diferentes, que no somos naturaleza, y con lo que tratamos de hacer, es decirles somos esto, somos agua, somos montaña, somos río, somos todo esto.” (Integrante de Caminando el Territorio, octubre 14, 2019) Resumen Este es un análisis de caso sobre la Corporación Ambiental Caminando el Territorio, en el municipio de Suacha, el cual tiene como objetivo hacer memoria de la organización, así como identificar sus capacidades locales y su aporte a la construcción de paz. En un municipio como Suacha, donde se presentan violencias visibles explicadas bajo razones culturales y estructurales, esta organización con sus capacidades políticas, técnicas, de análisis, creación, y conexión, consigue hacer seguimiento a la gestión pública ambiental, defender el territorio, construir pedagogía para la transformación cultural, asociar personas para su participación política, así como construir redes y puentes entre distintos actores. Este poder - hacer, junto con su apuesta ético política basada en la filosofía ambientalista, aporta a transformar cultural y estructuralmente la realidad del municipio, por medio de la promoción de valores de cooperación y solidaridad, contrarios a los que emergen de la perspectiva del desarrollo entendido netamente como crecimiento económico y adquisición de bienes, generando daño a nivel ambiental, social, así como negando la autonomía, la libertad y la dignidad de las comunidades. Por estas razones se recomienda siempre hacer parte del análisis de contexto las capacidades locales de los territorio, apoyarlas respetando los mínimos éticos, garantizar la protección de las y los líderes, así como continuar ampliando el estudio del aporte que hacen las organizaciones ambientalistas a la construcción de paz. Palabras clave: (violencias, capacidades locales, construcción de paz, ambientalismo) Contenido Pág. Resumen Introducción 1 1. Contexto y comprensión de las violencias en Suacha 5 2. Caminando el Territorio y sus capacidades para la paz 14 2.1 Capacidad de analizar y crear 15 2.2 Capacidades técnicas y políticas 19 2.3 Capacidad de conexión 22 2.4 Oportunidades de mejora 28 3. Caminando el territorio y su aporte a la construcción de paz 31 4. Conclusiones y recomendaciones 37 Bibliografía 39 https://docs.google.com/document/d/1idfdNxsF_CQkCUmfffYLhIprC3T2i3Md/edit#heading=h.17dp8vu https://docs.google.com/document/d/1idfdNxsF_CQkCUmfffYLhIprC3T2i3Md/edit#heading=h.26in1rg https://docs.google.com/document/d/1idfdNxsF_CQkCUmfffYLhIprC3T2i3Md/edit#heading=h.26in1rg https://docs.google.com/document/d/1idfdNxsF_CQkCUmfffYLhIprC3T2i3Md/edit#heading=h.26in1rg https://docs.google.com/document/d/1idfdNxsF_CQkCUmfffYLhIprC3T2i3Md/edit#heading=h.44sinio https://docs.google.com/document/d/1idfdNxsF_CQkCUmfffYLhIprC3T2i3Md/edit#heading=h.44sinio https://docs.google.com/document/d/1idfdNxsF_CQkCUmfffYLhIprC3T2i3Md/edit#heading=h.44sinio https://docs.google.com/document/d/1idfdNxsF_CQkCUmfffYLhIprC3T2i3Md/edit#heading=h.2jxsxqh https://docs.google.com/document/d/1idfdNxsF_CQkCUmfffYLhIprC3T2i3Md/edit#heading=h.2jxsxqh https://docs.google.com/document/d/1idfdNxsF_CQkCUmfffYLhIprC3T2i3Md/edit#heading=h.2jxsxqh https://docs.google.com/document/d/1idfdNxsF_CQkCUmfffYLhIprC3T2i3Md/edit#heading=h.3as4poj https://docs.google.com/document/d/1idfdNxsF_CQkCUmfffYLhIprC3T2i3Md/edit#heading=h.3as4poj https://docs.google.com/document/d/1idfdNxsF_CQkCUmfffYLhIprC3T2i3Md/edit#heading=h.3as4poj https://docs.google.com/document/d/1idfdNxsF_CQkCUmfffYLhIprC3T2i3Md/edit#heading=h.49x2ik5 https://docs.google.com/document/d/1idfdNxsF_CQkCUmfffYLhIprC3T2i3Md/edit#heading=h.49x2ik5 https://docs.google.com/document/d/1idfdNxsF_CQkCUmfffYLhIprC3T2i3Md/edit#heading=h.49x2ik5 https://docs.google.com/document/d/1idfdNxsF_CQkCUmfffYLhIprC3T2i3Md/edit#heading=h.41mghml Introducción Colombia ha sido reconocida en muchos lugares por sus violencias más visibles, entre ellas el conflicto armado interno, el narcotráfico y los altos índices de hechos victimizantes. Lo que no se evidencia claramente a nivel internacional e incluso en algunas regiones del territorio nacional distantes a estas realidades, son las raíces o causas profundas de la misma. El desconocer las razones de base, hace que las acciones dirigidas hacia la eliminación o terminación de la violencia del conflicto armado, sean insuficientes y se activen nuevos ciclos de violencia. Por eso es indispensable analizar y transformar la realidad de Colombia desde aquellas variables que desencadenaron y aún mantienen activo el conflicto armado interno. Dentro de las violencias estructurales que han sostenido en el tiempo el conflicto armado, se encuentran: la inequidad en el acceso a la tierra; la ambigüedad del Estado colombiano que no garantiza los derechos humanos, pero que logra mantener rasgos de democracia formal; las relaciones asimétricas de poder; las incidencia militarista de los Estados Unidos sobre Colombia; el sistema judicial que perpetúa impunidad; la relación existente entre la actividad extractivista y grupos armados al margen de la ley; solo por mencionar algunas (Giraldo, 2015). Ahora bien, el acuerdo de paz en Colombia con el grupo Guerrillero Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia - FARC, firmado en 2016 y celebrado a nivel internacional, se encuentra en periodo de implementación. Este fue un acuerdo que surge de un proceso de negociación, que aunque busca transformar estructuras inequitativas 2 referente la distribución de la tierra, la participación política, la sustitución de cultivos de uso ilícito, y llevar a la reconciliación; su principal objetivo es parar la violencia armada con este grupo armado,y de allí que esta fuera la acción priorizada (Oficina del alto comisionado para la paz, 2016). Sin deslegitimar el acuerdo final, es igual de importante tener en cuenta que en muchos países, el logro de los acuerdos de paz no significa la transformación del conflicto, debido a que las causas estructurales y culturales permanecen latentes. Para crear una paz positiva, es decir que va más allá del cese de hostilidades, hay que enfrentar las causas profundas de los conflictos violentos. Esto en parte se logra por medio de identificar, potenciar y abrir caminos para las capacidades locales de paz (Galtung 1976 citado en Vásquez, 2010). Las capacidades locales para la construcción de paz son las que permiten desarrollar procesos políticos, organizativos y reivindicativos. Son atributos propios de las personas, organizacionesy sociedades que posibilitan el accionar y así conseguir objetivos políticos, económicos, de desarrollo y de convivencia (Katz, 2011). Su importancia está en que conectan a las personas, les permite manejar las diferencias, tensiones y acabar con la violencia. Por ello son la base, de donde se puede y se debe empezar a construir paz (Anderson, 2009). Partiendo de esto, dentro del territorio nacional, llama la atención un municipio vecino a la capital, Suacha1. Este municipio es reconocido al igual que Colombia, por la violencia más visible: las bandas criminales, la delincuencia común y la inseguridad. Se invisibilizan las causas estructurales de las mismas como: el conflicto armado urbano, la baja oferta institucional y la administración pública que niega derechos antes que 1 El nombre oficial del municipio es Soacha, pero muchas organizaciones de base, sobretodo juveniles, hacen reivindicación a la ancestralidad del municipio por medio del nombre Suacha que viene del lenguaje Muisca XUA que significa sol y CHA Varón. Por esta razón en este texto se usará el nombre de Suacha.“Soacha es sinónimo de olvido, de desprecio y de estigmatización. Por el contrario Suacha es sinónimo de ancestralidad, costumbre, arraigo y de recuperación de una memoria perdida (...) nos afirmamos en la antigua composición etimológica de Suacha porque ésta verdaderamente valida una identidad, aquella ligada realmente con nuestros antepasados prehispánicos y sus desendientes, porque el Suacha es equivalente a Muisca, tierra, tradición, al dios varón como a nuestro medio ambiente que todavía podría ser rescatado” 3 garantizarlos. Así como las razones culturales como el desarraigo territorial y la fragmentación del tejido social. Aún más en el olvido se dejan las capacidades locales de las personas y las organizaciones de base del municipio, que en su mayoría son jóvenes y que están constantemente haciendo acciones para la transformación hacia condiciones de vida más dignas en su territorio. En este complejo contexto, es donde se encuentra la Corporación Ambiental Caminando el Territorio. Esta organización comenzó como un proceso popular y juvenil en el año 2013. Desde entonces han buscado “Contribuir a la sustentabilidad y justicia ambiental por medio de generar transformación y revolución cultural, promocionando el pensamiento crítico. De igual forma procuran aumentar en los habitantes el reconocimiento y la apropiación social del territorio municipal, con el propósito de contribuir a la transformación positiva de sus complejas realidades” (Integrante de Caminando el Territorio, noviembre 19, 2019). El propósito de este trabajo es realizar un análisis de caso de la Corporación Ambiental Caminando el Territorio para evidenciar cómo su labor aporta a la construcción de paz en el municipio de Suacha. En este sentido se busca contribuir a: 1) Visibilizar y hacer memoria de esta organización, 2) Detallar cómo las acciones de la organización demuestran capacidades locales para la construcción de paz y 3) Analizar la postura ético- política que propone la corporación, así como su aporte a la construcción de paz. El análisis de caso permite tomar esta realidad para llegar a la formulación de afirmaciones y hacer madurar o afinar la teoría de capacidades locales para la construcción de paz (Alvarez y San Fabian, 2012). La metodología utilizada para conseguir los objetivos propuestos, fue la siguiente: 1) Revisión documental y redes sociales de la corporación. 2) Alistamiento para la elaboración de instrumentos de recolección de fuentes primarias (Entrevistas). 3) Implementación de instrumentos. 4) Transcripción o tabulación de resultados. 4 5) Análisis a la luz de la teoría. 6) Devolución de resultados y corrección de documento a partir de comentarios de la organización. 7) Elaboración de conclusiones para ilustrar, defender o desafiar presupuestos teóricos. Este documento está organizado en cuatro apartados: 1) Contexto y comprensión de las violencias en Suacha 2) Caminando el Territorio y sus capacidades para la paz 3) Caminando el Territorio y su aporte a la construcción de paz 4) Conclusiones y recomendaciones 5 1. Contexto y comprensión de las violencias en Suacha “La violencia es el uso o amenaza de uso de la fuerza abierta u oculta, con la finalidad de obtener de uno o varios individuos algo que no consideren libremente” (Fisas, 1998, p24); desde este punto de vista, la violencia puede ser comprendida como una forma de hacer, pero también de negar la potencialidad, es decir, de no dejar ser, ni hacer. En otras palabras, es un acto u omisión que disminuye a un otro, porque no se le permite que sea aquello que podría llegar a ser (Galtung, 1969 citado en Fisas). Por lo tanto la violencia rompe un vínculo humano o no humano, generando daño y sufrimiento. Galtung (1998) explica la violencia a partir de un modelo piramidal, para hablar de cómo esta no se encuentra codificada en la naturaleza humana. Por el contrario, aquella violencia más visible, identificada generalmente como la única, tiene siempre unas raíces que la causan, sostienen y retroalimentan. Es así como una de las puntas del triángulo es la violencia directa, la más notable. La otra punta es la violencia cultural, entendida como aquellas actitudes que tiene un grupo sobre el otro, las cuales legitiman la violencia directa. La tercera punta es la violencia estructural, todas esas desigualdades e injusticias cimentadas en la estructura, de tal forma que son casi inmutables. Dentro del análisis de contexto del municipio de Suacha, se puede observar la violencia directa en los homicidios comunes, los hurtos, las amenazas, la mal llamada “limpieza social” y el sentir de los habitantes de constante inseguridad. Al ser esta la violencia más visible, el municipio es reconocido únicamente por ello a nivel nacional. Según el último registro del observatorio de seguridad, en el 2017, 153 personas fueron asesinadas en Suacha, siendo este uno de los municipios de cundinamarca que más homicidios presenta. De igual forma, entre el 2005 y el 2017 los hurtos a las personas en la calle, son los que se dan con mayor frecuencia, en promedio 76,5%. Por estas razones y 6 sumado a la venta de sustancias psicoactivas, las y los habitantes del municipio se sienten inseguros en sus barrios (Cámara de comercio de Bogotá, 2018). Por otro lado, desde hace muchos años, hasta la fecha, existe amenaza de “la limpieza social”. En el informe nacional del Centro Nacional de Memoria Histórica, se afirma que esta es una violencia mal nombrada, puesto que aunque es silenciada o justificada por la sociedad civil, bajo la creencia de que ello traerá progreso y seguridad al sector, es el exterminio, matanza y aniquilación de ciertos grupos a los cuales se les ve como indeseables (Toro, abril 21, 2016). Es una dinámica que se da en lugares con poca o nula presencia de la fuerza pública. Personas que por sus características, no entran dentro del estándar de la mayoría de los habitantes, no son aceptados y a partir de alianzas se crean listas de estas personas, que son amenazadas o asesinadas (Cuastumal, 2017). Este tipo de violencia directa la comparte el municipio con varias localidades de Bogotá, especialmente Ciudad Bolívar con quien tiene límite geográfico. Es así como en mayo de 2019 han circulado en las calles panfletos que amenazan y anuncian “limpieza social” justificado en el aumento de la inseguridad. Quienes se ven más amenazados son consumidores de sustancias psicoactivas, trabajadoras sexuales, migrantes venezolanos, población LGBT y líderes sociales. Los mismos habitantes han señalado que en estas limpiezas sociales mueren muchas personas, sobretodo jóvenes que no son tenidos en cuenta en los registros oficiales (Contagio Radio, mayo 27,2019). Dentro de las violencias estructurales en el municipio de Suacha se pueden identificar: el conflicto armado urbano, que involucra la presencia de una estructura entre grupos armados, narcotráfico, bandas criminales y uso de la población para mimetizarse; la respuesta institucional frente a la violencia común que niega derechos; la oferta institucional escasa relacionada con el desactualizado conteo poblacional; la centralización en la zona urbana, en consecuencia el abandono de la zona periférica y rural; el extractivismo por actividad minera; así como la acción con daño de la cooperación internacional. 7 Respecto a la amenaza de “limpieza social”, aunque actualmente se desconocen los autores de los panfletos, la Defensoría del Pueblo a mediados del 2018 alertó sobre el tema. Anunció que en el municipio contiúan existiendo la presencia de “grupos armados posdesmovilización de las AUC quienes imponene toque de queda, con la presunción de la oferta de servicios de seguridad, generando miedo en la población, amenazando de muerte y objetivo militar a las personas que se encuentre por fuera” (Defensoría del Pueblo, 2018, p8). Esto indica que una de las razones estructurales de la violencia visible de Suacha, es el conflicto armado urbano, negado o silenciado en el municipio. La hipótesis que construyen la administración pública y privada en torno a la permanencia de la tendencia de homicidios, es “el posible establecimiento de organizaciones delincuenciales dedicada a cometer los hechos” (Cámara de comercio de Bogotá, 2018, p 16.), pero esto es apenas lo visible. La raíz de ello, es la estructura construida entre los grupos armados, carteles de narcotráfico, bandas organizadas, estructuras delincuenciales y el crimen organizado, que además delinquen de manera cercana a las comunidades vinculando a los mismos pobladores de los barrios, mimetizándose entre la comunidad (Defensoría del Pueblo, 2018). En Suacha hay presencia de integrantes de grupos armados ilegales que resultan de los procesos de desmovilización de las denominadas ‘Autodefensas Gaitanistas de Colombia’ (AGC), ‘Águilas Negras Bloque Capital’, y los ‘Rastrojos Comandos Urbanos’. También ejercen control territorial el Ejército de Liberación Nacional (ELN), milicias declaradas como disidencias de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC - EP) (Cablenoticias, 2 de mayo de 2018). Así mismo, “investigadores y defensores de Derechos Humanos revelaron que hay fuertes indicios de la existencia de una alianza entre el Clan del Golfo y carteles de la droga mexicanos que operan en las inmediaciones del municipio de Soacha y en varias localidades del sur de la capital del país.” (Ocampo, septiembre 6, 2019) Además, en el municipio hace presencia El Mesa extensión del espectro de la banda criminal Los Paisas, que se caracterizan por dedicarse al narcotráfico, sicariato, extorsiones 8 y ocasionar desplazamientos forzados intraurbanos. De igual forma, ejercen reclutamiento de NNAJ mediante el dinero fácil, por medio de correos humanos, microtráfico de drogas y su consumo. “Este traslape de violencias aunque muta, asocia nuevos actores y transforma dinámicas territoriales mediante el relevo constante de actores armados ilegales” (Defensoría del Pueblo, 2018, p20). La instalación histórica de estructuras armadas en el municipio, se debe en primer lugar a su condición geográfica rural y urbana, que configuran un corredor estratégico para el ingreso y circulación de armas y estupefacientes, al conectar el centro, con el sur y oriente del país. En segundo lugar, la alta concentración demográfica, con pocas garantías de satisfacción de necesidades, le convierte en un lugar ideal para la clandestinidad y apoyo logístico cuando los grupos armados lo requieren”. (Defensoría del Pueblo, 2018, p14). Pese a todos los indicios, la existencia de esta estructura es negada por las autoridades municipales y nacionales, al afirmar que no hay presencia de grupos armados en Suacha (RCN, mayo 22, 2018). Se sigue afirmando que el problema es de microtráfico y de delincuencia común, una visión que ignora una de las raíces estructurales de la violencia en el municipio. Desconocer el conflicto armado urbano que existe en Suacha, implica justamente la tramitación de la violencia fuera de los estándares internacionales, que se traducen en vulneraciones de derechos fundamentales e infracciones al Derecho Internacional Humanitario. Referente a violaciones de derechos humanos, no se puede olvidar que Suacha fue uno de los territorios, en los que jóvenes fueron ejecutados y presentados por el Ejército como muertos en combate. Estas fueron ejecuciones extrajudiciales, realizadas por la fuerza pública de Colombia, la mayoría en el año 2008, bajo la política de gobierno del momento, la seguridad democrática. En la actualidad, este es uno de los casos estudiados para judicializar, por la jurisdicción especial para la paz, pero es uno de los eventos que 9 más ha marcado tanto a los familiares de las víctimas, como a las y los habitantes de Suacha en su totalidad (Romero, julio 19, 2019). Ahora bien, la respuesta estatal e institucional hace parte de otra de las razones estructurales de la violencia directa que se vive en Suacha. Frente a la inseguridad, por hurto y tráfico de drogas, se está perpetuando la medida de toque de queda para menores. Aunque esto tenga efecto a corto plazo, expertos en seguridad consideran que el abusar de la medida podría tener un efecto adverso a largo plazo. Después de un tiempo se pueden sobrepasar las medidas, y puede llegar a ser fuente de corrupción para la fuerza pública, provocando todo lo contrario a seguridad. Aún más preocupante es que se estigmatiza a los menores como promotores de violencia. Esta medida no está respondiendo al problema de fondo, y prioriza el negar derechos, antes que garantizarlos (Gonzalez, julio 15, 2019) Otro aspecto alarmante en Suacha es la oferta institucional escasa, con relación al crecimiento poblacional, generando altas tasas de necesidades básicas insatisfechas en la población. Hay que tener en cuenta que Suacha es un municipio que históricamente se ha caracterizado por ser receptor de un alto número de personas y por lo tanto tener un crecimiento poblacional constante. Por tener condiciones de informalidad en el el arriendo a vivienda, expansión de vivienda de interés social y trabajo informal, el municipio es de los primeros receptores de población en movilidad, muchas de ellas víctimas del conflicto armado colombiano y con la coyuntura internacional, ahora de migrantes venezolanos (El Tiempo, enero 28, 2019). Por otra parte, hay que considerar el censo poblacional del municipio que ha estado desactualizado desde el 2005, en el que se registraron 544.997 habitantes. En el año 2018, el DANE estuvo realizando un nuevo censo nacional, en el que según el cual se afirma que son 634.660 los habitantes en el municipio. Lo anterior es alarmante, puesto que conteos extraoficiales han arrojado datos de más de un millón de habitantes (El tiempo, enero 28, 2019). Tener un censo que no es cercano a la realidad, implica responder a las necesidades de la población, con menos recursos y servicios, dejando vacíos de oferta institucional. 10 En lo que respecta a salud, el municipio de Soacha tiene dos hospitales, uno privado y otro público que se encarga de atender ciudadanos de Soacha, Sibaté y Granada. La infraestructura es insuficiente para la población actual. En cuanto a educación las y los niños se quedan sin cupo, en febrero de 2018 habían 6000 menores de edad a la espera de un cupo (Agudelo, junio 1, 2018). Referente al trabajo, en el 2018, de 71,8% de personas encuestadas, la tasa de ocupación fue 62,5% y la tasa de desempleo se ubicó en 13,0% (Periodismo Público, abril 18, 2019).Sobre vivienda, servicios públicos y seguridad, es importante mencionar que Suacha cuenta con 347 barrios, de los cuales aproximadamente 180 son asentamientos ilegales y sin titulación de tierras (Alcaldía Municipal de Soacha, 2018). Donde no hay presencia estatal, por lo tanto no se cubren todos los servicios públicos, las viviendas son de invasión y sin condiciones dignas. Por estos motivos se crea un deterioro social, que es cultivo adecuado para instalación de grupos armados y dinámicas de violencia ya mencionadas, principalmente en la zona montañosa de Suacha, en el límite entre el área urbana y la rural (CINEP, 2019). La distribución geográfica y demográfica del municipio también da indicios de razones estructurales de la violencia. Suacha cuenta con 18.999 hectáreas, de las cuales apenas el 22% es zona urbana y el 78% zona rural. Aún así el 99% de los habitantes viven en la zona urbana y el 1% en la zona rural. Esto ha provocado que la ruralidad del municipio se haya visto violentada por el abandono sistemático por parte de la administración municipal. Además es allí, en lo rural, donde se ha ubicado la minería legal e ilegal, que genera afectaciones ambientales, sociales y de salud a la comunidad (Uribe, enero 26, 2016). Dentro de la Sabana de Bogotá, Suacha se posiciona como los lugares más llamativos en cuanto a yacimientos para materiales de construcción. En el municipio hay 67 registros mineros legales que representan un 20% de la extensión territorial. De estos sólo 8 tienen la licencia ambiental, exigida como requisito para la explotación minera según la LEY 685 de 2001 y el decreto 2041 de 2015. El panorama es aún más desalentador 11 cuando se tiene en cuenta que la anterior cifra no contempla las explotaciones ilegales. También es alarmante que el 89,5% de la minerìa “legal” del municipio se concentra en el Corregimiento 1 donde hay un alto potencial hìdrico, por la presencia de un ecosistema estratégico: El Páramo (Uribe, enero 26, 2016). El extractivismo como un modelo económico y político del capitalismo, se caracteriza por la explotación desenfrenada de la naturaleza. “Este modelo ha asignado roles a los países a nivel internacional, unos como importadores de materias primas y otros como exportadores de las mismas. Esta relación es funcional únicamente al crecimiento económico de los primeros, pues no tienen ninguna conciencia sobre la sustentabilidad de los proyectos, ni el deterioro ambiental y social generado en los países productores. Se puede decir entonces que el extractivismo es un modelo insostenible, violento y voraz” (Fondo de acción Urgente América Latina y el Caribe, 2016, p9). Por último, pero no menos importante, son las acciones de la cooperación internacional y ONGs, evaluadas bajo la acción sin daño. En la comuna 4 Cazuca, algunas organizaciones que actúan seguramente con buena voluntad y por el bienestar de las personas, realizan acciones que van en contra de los mínimos éticos de autonomía, libertad y dignidad. Esta comunidad ha sido muchas veces instrumentalizada como objeto de imagen para la obtención del lucro y protagonismo de las organizaciones; cuando el mínimo ético de dignidad, indica que la vida del ser humano debe ser un fin en sí mismo y no un medio (Vásquez, octubre 4, 2017). La libertad y la autonomía de la comunidad se ven quebrantadas porque hay cooperación internacional y ONGs que traen al territorio programas y proyectos preestablecidos e inflexibles, que además privilegian a unos pocos, cuando todos tienen necesidades. Esto no le permite definir a la misma comunidad el tipo y el proyecto de vida que quieren vivir. Son programas que también generan asistencialismo y dependencia, por no contar con una lectura clara de contexto, que identifique las capacidades locales para potencializarlas. No reconocen que la comunidad es capaz de orientar su propia vida y que tienen unos saberes propios para proporcionar soluciones. Suplantando así las iniciativas 12 y recursos ya existentes, debilitando la estructura interna de la comunidad y la capacidad de crear medios de vida auto sostenibles (Vásquez, octubre 4, 2017). Todas estas condiciones de violencias estructurales, retroalimentan unas violencias culturales, que se expresan en las actitudes implícitas que tienen las personas hacia los demás. Es entonces cómo se identifica que en Suacha predominan los valores individualistas, de competencia y de aceptación de la desigualdad social. Esto se debe al concepto de desarrollo que se tiene a nivel nacional, pero también porque los habitantes vienen desplazados, en muchos casos forzosamente, de distintos lugares, pasando por un proceso de ruptura o duelo con sus redes sociales, dificultando reconstruir de nuevo un tejido social y asociativo en su “nuevo” territorio de residencia, en Suacha. Esta última realidad, también repercute en el desconocimiento del territorio y por lo tanto en el afecto que se tiene hacia el mismo. El gran porcentaje de habitantes no oriundos del municipio, junto con las bajas ofertas laborales que obligan a las personas a desplazarse a la capital, hace que Suacha sea considerado como un un lugar dormitorio y transitorio en sus vidas. No se valora la riqueza cultural, ecológica, antropológica y social, afectando negativamente la apropiación al mismo (Integrante de Caminando el Territorio, octubre 14, 2019). Por último, debido a la legitimidad que tiene la “limpieza social” en el municipio, se entiende que culturalmente se valida la violencia para responder a los conflictos y existe un rechazo a la diferencia. Por estar en un mismo territorio personas con diferentes culturas e intereses, junto con las condiciones estructurales ya mencionadas, existen constantemente conflictos (Integrante de Caminando el Territorio, octubre 14, 2019). En ello no está el problema, si no cómo se gestiona el conflicto y lo que se observa es que este escala hasta el punto de contemplar la violencia directa dentro de las posibilidades para resolverlo. Esto junto con el rechazo a la diferencia, pone en condiciones vulnerables a toda la población que esté considera fuera de la normatividad social. Dentro del mismo contexto del municipio, hay un gran número de asociaciones, colectivos u organizaciones que frente a estas violencias y problemáticas, generando 13 estrategias de transformación del conflicto ya que lo abordan desde sus causas. A partir de sus intereses, bien sea el arte, medios de comunicación, la agricultura o la defensa territorial; con sus capacidades organizativas, de conexión y creatividad hacen resistencia a estas violencias estructurales. Es por esta razón que se analizaran las capacidades de una de estas organizaciones del municipio, la “Corporación Ambiental Caminando el Territorio”. 14 2. Caminando el Territorio y sus capacidades para la paz Mary Anderson (2009) comprende las capacidades para la paz como un concepto íntimamente relacionado con el de conectores, como esos aspectos de la vida en sociedad que conectan a las personas, les permite manejar las diferencias, tensiones y acabar con la violencia. En ese sentido, son capacidades que existen previamente o surgen tras la experiencia de la guerra. Su importancia está en que previenen la violencia abierta, aunque no son suficientes para evitarla; y son la base, los ladrillos, a partir de los cuales se puede y debe construir la paz, para lograr condiciones estables, pacíficas y justas. Mauricio Katz (2011) hace mayor énfasis en la necesidad de fijarse en las capacidades locales para avanzar en la construcción de paz, puesto que son estas las que muchas veces logran desarrollar procesos políticos, organizativos y reivindicativos. Las capacidades las entiende como atributos, habilidades, aptitudes, talentos y/o cualidades delas personas, organizaciones y sociedades que les permiten “poder hacer” y conseguir objetivos políticos, económicos, de desarrollo y de convivencia. El desarrollo de estas capacidades es el proceso por medio del cual se refuerzan, crean, adaptan y mantienen dichos atributos en el tiempo. Lederach (2016) plantea que la posibilidad de superar la violencia se forja en la habilidad de generar, movilizar y construir la imaginación moral. La cual se compone de cuatro capacidades: La de imaginar y crear en una red de relaciones que incluya a los enemigos; alimentar una curiosidad paradójica que abarque la complejidad sin depender de polaridad dualista; una firme creencia en el acto creativo y en la búsqueda del mismo; y la aceptación del riesgo inherente a avanzar hacia lo desconocido, hacia la paz. 15 Partiendo de estas definiciones, se puede afirmar que la Corporación Ambiental Caminando el Territorio tiene capacidades locales para la construcción de paz, puesto que frente a unas necesidades o problemáticas identificadas en el territorio de Suacha, las y los integrantes han creado diferentes iniciativas pedagógicas a partir del caminar y conocer el territorio. Su crecimiento organizacional de Colectivo a Corporación, las relaciones que han construido con diferentes actores, la ampliación de su participación, así como el empoderamiento de las comunidades que acompañan, da cuenta del desarrollo de sus capacidades, para conseguir su objetivo: transformar la cultura. Los autores mencionados han creado varias categorías de capacidades, para hablar de todo aquello que es potencialidad propia de las personas y los colectivos, que los lleva transformar el conflicto violento y abrir camino a la construcción de paz. Con el objetivo de señalar las capacidades de Caminando el territorio, se recogen estas categorías, en tres grandes bloques de capacidades: 1) capacidad de analizar y crear 2) capacidades técnicas y políticas y 3) capacidad de conexión. 2.1 Capacidad de analizar y crear La capacidad de análisis se entiende como “recolectar, procesar, analizar, sintetizar e interpretar información con el objetivo de comprender el contexto local y sus necesidades” (Katz, 2011, p18). Esta capacidad se identifica en Caminando el territorio, ya que procuran realizar investigaciones y análisis crítico de contexto, antes de entrar a crear y llevar a cabo sus acciones y proyectos. Es entonces como para iniciar su colectivo, recolectaron y procesaron información sobre: la estigmatización de la población, el desconocimiento del territorio y la asociación comunitaria del municipio. De las primeras problemáticas que analizó caminando el territorio fue la fuerte estigmatización y la mediatizada imagen negativa de Suacha. Al ser un territorio identificado como inseguro, violento y de precariedad, eso recae en los cuerpos de sus habitantes, quienes son señalados de la misma forma; por ejemplo, por esta razón, uno 16 de los integrantes del equipo tuvo una experiencia de discriminación al buscar trabajo. Al ser estigmatizado el territorio, se ve afectado el desarrollo de sus habitantes, sus oportunidades y por lo tanto su libertad, entendida como capacidad de decidir la vida que quieren vivir. Eso me cuestionó mucho. ¿Por qué la gente que vive en un territorio, no puede decir que vive en ese territorio? ¿Por qué te rechazan por ser de un territorio?, ya bastante es que te rechazan por el color de piel, por tu decisión sexual, y ahora por vivir en determinado lugar (Integrante de Caminando el Territorio, octubre 14, 2019). Una segunda problemática identificada fue el desconocimiento generalizado del territorio. Al hacer un ejercicio de recolección de datos, preguntándole a algunos habitantes sobre lo que conocen de Suacha, se dieron cuenta que la mayoría no tiene presente la totalidad, complejidad y riqueza del municipio. Esto se debe a la característica de Suacha como receptor de población proveniente de otros lugares, pero también por la centralización en la zona urbana, tanto a nivel cultural como estructural. Caminando el Territorio además a interpretado esta información a la luz de la importancia del conocimiento, para generar un afecto hacia el territorio. De allí surge el lema que promulgan en sus acciones “no se ama lo que no se conoce”. Una tercera necesidad evidenciada que recoge las dos anteriores, es la capacidad de asociación comunitaria en el municipio. “En Suacha hay muy poca participación, es muy poca la conciencia participativa, nula a veces (...) lo que hemos visto es que no hay unidad, no hay consciencia de que organizados pueden sacar proyectos, proponer y llevar a cabo cosas” (Integrante de Caminando el Territorio, octubre 14, 2019). Las y los habitantes de Suacha provienen de diferentes culturas, con rupturas o pérdidas de redes sociales. Incluso puede confluir en un mismo espacio la víctima y el responsable, lo cual genera fuertes tensiones a nivel comunitario y dificulta la organización entre las personas. 17 Analizar estas situaciones fue lo que motivó e impulsó a un grupo de jóvenes a crear un colectivo para transformar las realidades identificadas. Los análisis, además de hacerlos conscientes y cercanos a la realidad de su territorio, se convirtieron en los insumos para la creación de sus propuestas. Fue entonces como comenzaron a generar permanentemente iniciativas e ideas nuevas, frente a las dinámicas de violencia mencionadas. Esto es lo que Lederach (2016) llama imaginación moral, puesto que a partir de una lectura crítica de la realidad se crea un poder no violento, con alternativas para retornar a la humanidad. Su acto creativo inició tras participar en una caminata por todo el río Tunjuelo, una iniciativa de otra organización llamada Territorio Sur. Fue entonces cuando las y los creadores de Camiando el Territorio imaginaron hacer lo mismo en Suacha, lo cual consideraron un acto de rebeldía, por el contexto ya mencionadas. Caminar el territorio de Suacha les permitió conocer “ realidades difíciles, pero también potencialidades históricas, arqueológicas, ecológicas”, así como “increíbles historias y corazones loables del municipio”. (Integrante de Caminando el Territorio, octubre 14, 2019). A partir de este hecho, para las y los integrantes de la organización, caminar significa “resistir, reconocer, defender y recordar”. (Integrante de Caminando el Territorio, Octubre 24, 2019). Como esta experiencia transformó sus propias visiones del territorio y por lo tanto sus vidas, comenzaron a realizar recorridos pedagógico-ambientales. En ellos transitan por sitios importantes e ilustrativos de la historia geológica, biológica, Muisca, colonial y contemporánea de Suacha; así como la relación cultura - naturaleza de las culturas prehispánicas. Su acto creativo está en convertir algo tan cotidiano y común como el caminar, para hacer pedagogía, generar conocimiento y apropiación del territorio. Caminar se convierte en una acción política en la medida que favorece el reconocimiento de las realidades territoriales, desde el análisis y la reflexión crítica. Promueve la apropiación social de las mismas. Fortalece valores de identidad y sentido de pertenencia, y estimula acciones y actitudes colectivas de 18 transformación positiva de dichas realidades. Entendemos lo político: como acción colectiva transformadora. (Integrante de Caminando el Territorio, octubre 14, 2019) Luego de un tiempo de estar organizados y conformados, comenzaron a analizar otras dinámicas del territorio. Caminar por el municipio les ha permitido conocer realidades complejas en zonas rurales y urbanas del municipio, donde se evidencian inequidades sociales y problemáticas ambientales. A partir del conocimiento técnico que tienen sus creadores (son administradores ambientales), Caminando el Territorio hace un seguimientoconstante a la gestión pública ambiental local y todos aquellos incumplimientos a la normatividad. Como lo son la expansión urbana, la contaminación hídrica y ambiental, el manejo de los residuos, actividad minera, entre otros. Para sensibilizar a la comunidad frente estas realidades sociales y ambientales, han llevado a cabo festivales, donde cuestionan la visión de desarrollo tradicional y la sociedad individualista y consumista que se desprende de ella. “En el Suaecofest hablamos de cómo la ropa que tenemos más que fibra tiene un montón de plástico y nosotros no nos damos cuenta de eso. Son cosas que duran poco y a nosotros nos parece natural. (...) hubo varios talleres interesantes, cómo hacer productos de aseo caseros, crema, shampoo, hacer toallas higiénicas. (...) buscamos impactar a la gente, para que esos hábitos mentales, de aceptar ese tipo de cosas, tengan algún tipo y nivel de crítica. La economía solidaria frente al cambio, son cosas en las que estamos involucrados” (Integrante de Caminando el Territorio,octubre 14, 2019) Entre otros actos creativos y pedagógicos para la transformación cultural, crearon un juego de mesa, que inicia con un rompecabezas del municipio y continúa con la ubicación de las diferentes características geográficas, ecológicas y culturales del mismo. Lo expuesto demuestra la firme creencia de Caminando el Territorio en el acto creativo y en la búsqueda del mismo. El objetivo de caminando el territorio, más allá de 19 crear metodologías y pedagógicas, es transformar la cultura; siendo muy conscientes de que este objetivo es de largo aliento, la organización asume el riesgo de avanzar hacia lo desconocido. De igual forma, se observa en Caminando el Territorio lo que Lederach llama pesimismo, puesto que comentan que a veces ven inalcanzable la transformación de problemáticas ambientales debido a que están enmarcadas en un sistema de desarrollo como crecimiento económico. Este pesimismo sirve en ciertas cantidades, puesto que es útil como mecanismo de control de la realidad para garantizar que el cambio no sea superficial (Lederach, 2016). 2.2 Capacidades técnicas y políticas Para Katz (2011) las capacidades locales para la construcción de paz, se pueden dividir en dos grupos. Están las capacidades políticas, entendidas como competencias que se mantienen en el tiempo para la acción colectiva, y las técnicas vinculadas a las aptitudes instrumentales para la gestión; las cuales llevan a una persona u organización a conseguir sus objetivos. Dentro de las capacidades políticas se encuentran las de: Análisis (mencionada previamente), participación, empoderamiento social y económico, información y comunicación, diseño de políticas y formulación de estrategias, y organización. Dentro de las técnicas se encuentran las capacidades de: Administración, planeación, organizacional, gestión de recursos, evaluación seguimiento, reflexión y aprendizajes, y rendición de cuentas. Caminando el Territorio es un proceso organizativo que se ha mantenido aproximadamente por 7 años, lo cual es de destacar, por la alta rotación de personas dentro del equipo, debido a las responsabilidades personales y porque, como mencionan, las personas son cambiantes en sí mismas, lo que hace que un proceso organizativo esté bajo el riesgo permanente de quebrarse. Por el contrario, Caminando inició como colectivo en el 2013 y se conformó en el 2016 como una corporación sin ánimo de lucro, 20 estos aspectos demuestran su capacidad organizacional, “de evolucionar y adaptar la estructura de la organización de acuerdo a su naturaleza, tamaño, recursos gestionados y personal vinculado” (Katz, 2011, p20). La capacidad de planeación, entendida como la “destreza para ordenar y priorizar, desde la racionalidad, sus tiempos y sus acciones en función de sus intereses” (Katz, 2011, p20); que tiene la organización, la ha conseguido por medio de un proceso de aprendizaje con una ONG. Las y los integrantes ahora realizan un plan operativo anual, así como planes mensuales y semanales. En estas reuniones semanales de igual forma evalúan y recogen los aprendizajes de sus actividades realizadas, en un ambiente de autocrítica, para el mejoramiento permanente de la gestión. Por otro lado, para la formulación y gestión de proyectos se necesitan de varias capacidades, tanto políticas como técnicas. Estas son: planeación, administración, gestión de recursos y formulación de estrategias. La formulación de proyectos económicos, culturales y políticos implica establecer unos objetivos, construir agendas y plataformas; ordenar y priorizar las acciones; gestionar y negociar, propuestas que garanticen el funcionamiento y sostenibilidad de la estructura organizativa; adquirir y aprovechar los recursos materiales, humanos, financieros y técnicos, de forma eficiente y transparente (Katz, 2011, p20). El desarrollo de proyectos lo han conseguido en gran parte por los roles que han asumido autónomamente. Algunas personas formulan, otras gestionan, pero todos los y las integrantes aportan y aprenden de todo el proceso. Aunque mencionan que desde el comienzo hubo gran rotación en los colaboradores, a principios de 2019 han logrado conformar y mantener un grupo de trabajo. Su principio de conservar relaciones horizontales, ha permitido que la participación de cada integrante sea desde sus intereses, pasiones y vocación. Así, han fortalecido su capacidad política de organización para “trabajar colectivamente y movilizar recursos para solucionar problemas de interés común” (Katz, 2011, p19). 21 Algo que ha sido muy satisfactorio para la organización es que con su crecimiento, con la formulación de proyectos, les ha permitido gestionar unos bienes y recursos financieros, que al tiempo les ha abierto la posibilidad de apoyar económicamente a sus colaboradores con mayores necesidades. Esto es muestra de la capacidad de empoderamiento social y económico para “aumentar la libertad, la autonomía y el poder del colectivo sobre los recursos, acciones y decisiones que afectan su vida”(Katz, 2011, p19). Todo ello les ha llevado a tener mayor eficiencia en su participación y la toma de decisiones en los procesos políticos territoriales, defendiendo sus intereses y valores, para la transformación de las problemáticas del municipio (Katz, 2011). Aunque no estén activos en la política formal e institucional, se asumen como sujetos políticos, cuando hacen seguimiento permanente a la gestión municipal, en la defensa del territorio y su riqueza ecológica, antropológica, social y cultural. Su participación ha sido especialmente por medio de su capacidad comunicativa, “para acceder y producir información, analizarla y saberla comunicar”(Katz, 2011). Caminando el Territorio, busca empoderamiento social y económico a nivel interno, “Vamos cada día más maduros, más seguros, creciendo más, queriedole aportar a Suacha conocimiento y transformación” (Integrante de Caminando el Territorio, octubre 24, 2019); así como a nivel externo. Este proceso empoderamiento para y con las personas, es uno de los dos pilares de la apuesta política de Caminando el Territorio. Ellas y ellos trabajan para que las comunidades de Suacha puedan ser (autonomía, identidad), hacer (proponer y construir) y decidir por sí mismas (actuar). (…)La participación comunitaria, eso es lo que tratamos de hacer con nuestros proyectos. Todo lo que tu ves que hacemos tiene dos enfoques claros, el territorial (...) y el participativo. Buscamos que la gente tenga la capacidad de hablar, que conozca esos instrumentos de participación comunitaria. (...) El objetivo es el de generar comunidad. Con las escuelas de urbanismo participativo se logra que la gente se conozca, se integre y que entienda que pueden proponer y sacar 22 adelante diversos proyectos, quese reconozcan como actores activos frente a lo que pasa en el barrio (...) El tema es empoderar a las comunidades frente a sus realidades, no solo ambientales, sino sociales y económicas. (Integrante de Caminando el Territorio ,octubre 14, 2019) Algunos ejemplos de estos procesos organizativos que ha propiciado Caminando el Territorio, son: el proceso de investigación comunitaria en el Humedal el Vínculo, dirigido especialmente a menores de 28 años. De dónde surgió el colectivo Juvenil CAJUSUA, que continúa en su conformación y desarrollo. Otro proceso fue el que llevaron con campesinos de la Vereda San Jorge, en la defensa del territorio. Un proceso que evidencia empoderamiento, puesto que antes buscaban que su interlocutor fuera Caminando el Territorio, pero ahora son ellas y ellos quienes argumentan sus posiciones, tienen más capacidad de acción. Con las y los campesinos crearon es un asociación campesina y ambiental. Así mismo, en este momento se encuentran desarrollando la cuarta escuela llamadas Airéate, de urbanismo participativo, para mejorar la calidad del aire de 5 espacios públicos de Suacha. 2.3 Capacidad de conexión Lederach (2016) habla de la capacidad de imaginar y crear en una red de relaciones, como parte de la imaginación moral, puesto que al reunirse diferentes fuerzas hay mayor posibilidad de generar procesos de cambio. Este autor construye un modelo triangular sobre los actores involucrados en el conflicto violento y sus diferentes roles en la construcción de paz. La pirámide la divide en 3 niveles de liderazgo, alto, medio y de base. Los del medio son aquellos que logran comunicarse y potenciar conexiones entre la base y la élite, es decir, tienen una “capacidad vertical” para conectar personas; pero también tienen “capacidad horizontal” con la que consiguen acercar diferentes líderes dentro del mismo nivel (Zapata, 2009). 23 Para identificar los tipos de relaciones que es capaz de construir Caminando el Territorio, también se ha tomado la teoría Multi-trak Dimplomacy, la cual postula una aproximación a la construcción de paz a través de 9 canales, expandiendo la teoría 3 niveles de actores de Lederach. Los canales o conexiones que propone son : “gobierno, ONGs, empresas, ciudadanos, investigación, activismo, religión, financiadores y medios de comunicación” (McDonald, 2012, p 67). La capacidad tanto vertical como horizontal de Caminando el Territorio, se observa claramente en el proceso de defensa del territorio que llevaron a cabo junto con varias organizaciones ambientales y los campesinos de la vereda San Jorge. Este proceso inició cuando Caminando el Territorio escuchó una denuncia de un campesino, sobre la llegada de una multinacional de minería y extracción de material de construcción, a la vereda San Jorge. Esta situación era particularmente preocupante porque la vereda tiene una figura de protección local en el Plan de Ordenamiento Territorial que sigue vigente. Lo cual no se tomó en cuenta ya que en el 2014 la vereda sale de la figura de protección a nivel regional, por un relinderaje que lo saca de la zona productora de la cuenca alta del río Bogotá (Integrante de Caminando el Territorio, octubre 29, 2019). Hay que tener en cuenta que para el 2014, la política económica que se priorizó a nivel nacional fue el extractivismo. Por ello, varias organizaciones en todo el país se empezaron a reunir para hacer mayor resistencia a estas actividades, con las cuales las comunidades no estaban conformes. En este momento, Caminando el Territorio era parte de una red de organizaciones ambientales del centro del país, así como de la red juvenil de Suacha, de colectivos de base (Integrante de Caminando el Territorio, octubre 29, 2019). Haciendo visible su capacidad horizontal, para establecer relaciones con actores del mismo nivel medio. Después de establecer relaciones con los campesinos de la vereda, se realizó una reunión donde participaron también las organizaciones con las que Caminando el Territorio ya tenía una conexión, allí conocieron las acciones legales (derechos de petición a la CAR) que los campesinos habían realizado, pero que no habían obtenido respuesta. Es entonces 24 cuando entre todos estipulan una agenda en defensa de la vereda San Jorge, que contempló 3 acciones: una acción jurídica popular, uso de los medios de comunicación y movilización (Integrantede Caminando el Territorio, octubre 29, 2019). En principio realizaron la acción jurídica, pasando derechos de petición a entidades estatales, pero al ver que no era respetada la libertad y autonomía de los campesinos, puesto que percibieron pasividad y falta de voluntad de las entidades, la movilización comenzó a tomar relevancia para ellas y ellos. Optando por el canal del activismo en defensa de los intereses y voz de los campesinos frente a unas políticas gubernamentales extractivistas (McDonald, 2012). Fue entonces cuando se hizo la primera acción de hecho. Un parche de 30 jóvenes nos fuimos junto con los campesinos a la vereda un domingo, porque entre semana la afectación a la vida cotidiana era más impactante. Cerramos dos puntos de la vereda, para incomunicar la vía vehicular. Eso causó cierto revuelo en la opinión pública. Exigíamos la presencia del director de la CAR y del alcalde, pero no subieron ninguno de los dos, sino que mandaron al subdirector de la CAR. Decidimos que si levantábamos eso, la condición era que la empresa multinacional Trenaco, cesará actividades hasta que se tomara una decisión conjunta con la gente (Integrante de Caminando el Territorio, octubre 29, 2019). De allí se creó un proceso de negociación, con la participación de los campesinos, Caminando el Territorio, la empresa multinacional, la alcaldía y la CAR; abriendo el canal del gobierno y la diplomacia, creando un puente entre la élite y la base. En este evento la CAR se compromete a hacer un estudio técnico, para identificar el impacto ambiental de la cantera. Mientras se realizaba este proceso se suspendió la minera. Aún así, después de un mes, la entidad ratifica que no hay ningún problema ambiental con la mina, entonces retoman actividades, lo cual hace escalar el conflicto (Integrante de Caminando el Territorio, octubre 29, 2019). 25 Entonces ya se comienza a complicar la convivencia entre los campesinos y empleados de la minera, y aún entre los mismos campesinos porque había unos que si querían la minería y otros que no. Incluso sale otro título minero cerca al anterior (Integrante de Caminando el Territorio, octubre 29, 2019). Posterior a ello, Caminando el territorio desarrolló un análisis de la gestión pública. Una investigación sobre la actividad minera en el municipio: la cantidad, las irregularidades a nivel legal y los impactos sobre el ambiente, en el aire y en el agua. Continúan entonces movilizándose, incluso en lo urbano, donde conocen a un congresista, quien les abre un espacio en el congreso para denunciar públicamente los resultados de la investigación de la situación minera en Suacha (Integrante de Caminando el Territorio, octubre 29, 2019). Fue esta investigación la que les permitió dar un salto a la esfera pública, de nuevo en una relación con el gobierno, por medio de una denuncia y una audiencia pública. La CAR y la alcaldía estuvieron allí. A partir de esto, se establece hacer un recorrido por toda la zona de la actividad minera en el municipio, con la CAR, la alcaldía, la procuraduría, la defensoría del pueblo, el congresista y la comunidad. Continuando con una audiencia pública en la vereda San Jorge, con las mismas instituciones (Integrante de Caminando el Territorio, octubre 29, 2019). Las anteriores acciones no tuvieron un resultado material, sino que fue la acción y revisión jurídica la que permitió encontrar que el certificado de licencia de la minería,el plan de manejo arqueológico que es un requisito que deben tener estas empresas para hacer minería, era un documento falso. Desde entonces la mina está suspendida (Integrante de Caminando el Territorio, octubre 29, 2019). Hoy la mina está cerrada no por el impacto ambiental, no porque se encuentre en zona protegida y zona de vocación agropecuaria según el POT, no porque esté encima de los 3000 m sobre el nivel del mar, donde está prohibida la actividad minera según la ley colombiana. Sino porque el titular minero, falsificó un papel, 26 pero no hay avances, no hay sanciones, ni un proceso penal, judicial, porque esto es un delito (Integrante de Caminando el Territorio, octubre 29, 2019). Esta acción de defensa del territorio, demuestra como el abrir caminos en las relaciones, con los diferentes actores sociales, institucionales y comunitarios, así como el activismo, la investigación y los medios de comunicación, crean una mayor fuerza, y abren la posibilidad de un cambio estructural, frente a unas políticas gubernamentales estructuralmente excluyentes que generan violencias de todo orden. Otro hecho que ilustra conexiones a nivel horizontal y vertical, es la actual acción frente a actualización del nuevo plan de ordenamiento territorial. El POT es un instrumento estatal que guía del desarrollo del municipio, al definir qué uso se le va a dar el territorio. Para la aprobación y autorización del POT hay un consejo territorial de planeación, constituido por ciudadanos. Uno de los integrantes de Caminando el Territorio es representante del sector ambiental, quien junto con otros líderes de organizaciones actualmente se están reuniendo varias para analizar el borrador del POT, dar un concepto y realizar una propuesta o documento alternativo (Integrante de Caminando el Territorio, noviembre 19, 2019). Ahora bien, otro canal o conexión que se usó Caminando el Territorio para el proceso de defensa de la Vereda San Jorge, pero no exclusivamente, son los medios de comunicación. Caminando el Territorio tienen una página oficial en Facebook, donde muestran información de impactos ambientales, quienes son y lo que han hecho. Tienen un blog donde están algunos de los procesos de investigación que han realizado. Se puede encontrar en youtube su audiencia pública en el congreso, sobre la situación minera en Suacha. Así mismo participan activamente en la radio comunitaria de Suacha Radio Rumbo, mostrando sus posturas e intereses, frente a temas coyunturales y de actualidad. Un proceso que ha sido tanto investigativo como de información, es la asesoría técnica ambiental de la facultad de arquitectura de la Universidad La Gran Colombia sobre 27 la estructura y dinámica ecológica del municipio de Soacha. El producto de esta investigación ha sido una cartilla pedagógica: “Descubramos Nuestro Territorio Dimensión Ecológica y Transformación Urbana del Municipio de Suacha”. Las investigaciones que ha hecho caminando el territorio, y que han sido claves para el desarrollo de los procesos de la Corporación, retomando algunas ya mencionadas, son: Conocimientos que tienen los habitantes de Suacha sobre el territorio, la estructura ecológica de Suacha, el daño de la minería en Suacha, sobre los Humedales y calidad del aire del municipio. Estas investigaciones les han permitido posicionar la importancia del cuidado ambiental, por la riqueza ecológica del municipio y los existentes riesgos frente a los factores contaminantes. De igual forma, realizan investigaciones con diferentes universidades como La Gran Colombia, la Universidad Piloto de Colombia y la Universidad Católica para su financiamiento (Integrante de Caminando el Territorio, noviembre 19, 2019). Su mayor fuente de financiación es una ONG la Fundación Grupo Social con quienes comenzaron a construir una relación hace dos años, por medio del porgrama FOS (fortalecimiento a organizaciones sociales). Programa en el que recibieron formación para su fortalecimiento organizativo, afinando su misión, visión y valores. Este proceso también les permitió la financiación de su proyecto: Proyecto descubriendo el humedal el vínculo, proceso de investigación ambiental comunitario (Integrante de Caminando el Territorio, noviembre 19, 2019). Entre otras formas de financiarse han buscado hacerlo a través de la gobernación de cundinamarca, ministerio del interior, alcaldía, y una organización de turismo crítico y consciente de Nueva York en los que se muestran luchas sociales y populares de Suacha. Así mismo, el relacionamiento con empresas, está dentro de las posibilidades del accionar de caminando al ser profesionales ambientales. Han sido pocas sus acciones hacia este canal, pero se observa como una forma de apalancar financieramente sus procesos sociales, pues para ellas y ellos la prioridad es el trabajo comunitario (Integrante de Caminando el Territorio, noviembre 19, 2019). 28 A partir de lo expuesto se puede afirmar que Caminando el Territorio tiene varias capacidades que se han planteado como expresión de sus potencialidades para la construcción de paz. Además de ello, puede llegar a ser considerada una capacidad en sí misma, desde la comprensión de Anderson (2009) puesto que en medio de un contexto violento, esta es una institución que conecta a la población, tanto a jóvenes como niños, adultos mayores, campesinos, universidades, ONGs, entre otros. Lo cual es una red de relaciones que genera una base fuerte para la construcción de paz. 2.4 Oportunidades de mejora Luego de analizar las diferentes capacidades de Caminando el Territorio (análisis compartidos con la organización, aprobados y ajustados a partir de sus comentarios), se considera que hay algunas que deben ser fortalecidas. Como lo son: La curiosidad paradójica, el financiamiento, la gestión de recursos, la evaluación, el aprendizaje y la incidencia sobre políticas públicas. La curiosidad paradójica, es postulada por Lederach (2016) como la capacidad de reunir verdades aparentemente contradictorias, ir más allá de las posibilidades dualistas y ver la complejidad como una aliada. Caminando el Territorio, en su capacidad de construir puentes, conexiones y relaciones entre múltiples actores, demuestra al tiempo una capacidad de reunir distintas verdades o posiciones. También se observa una postura de valorar la diferencia, otros puntos de vista, y evitar posiciones dualistas. Incluso aunque es una organización ambientalista comprende que el ser humano necesita extraer materia prima para su supervivencia, pero jamás abusar de ello. Aún así se considera que un aspecto a fortalecer de la organización es la capacidad de curiosidad paradójica, puesto que aquella perspectiva más en oposición a Caminando el Territorio, todo el sistema que contamina, hace daño y divide a las personas, es una relación que no parece ser fácil de construir para los integrantes. Lederach (2016) menciona que hace parte de esta capacidad el poder incluso entablar 29 una relación con el “enemigo”. Se entiende de igual forma que el hecho de que la organización no haya creado hasta el momento puentes de este tipo, se debe a la clara y estricta postura ética que tiene la organización. Aún así esto podría estarle cerrando algunos caminos para la construcción de paz. Un segundo aspecto como oportunidad de mejora para Caminando el Territorio, es su incidencia sobre políticas públicas. Katz (2011) expone dentro de las capacidades de acción colectiva el diseño y formulación de políticas de desarrollo, sectoriales e intersectoriales, para la toma de decisiones de los programas. Caminando el territorio realiza un seguimiento a la gestión pública ambiental y a partir de análisi, investigaciones, la información comunicación, así como sus acciones en red con otras organizaciones, busca crear insumos para la toma dedecisiones políticas. Sin embargo la organización ha tenido algunas malas experiencias en el relacionamiento con la política institucional y gubernamental, por lo que lo considera parte del sistema opresor, más en un país con instituciones débiles como Colombia. Ellas y ellos mismos reconocen que para transformar estructuralmente la base de la violencia, también es necesario involucrarse en las dinámicas políticas del territorio e incidir en ellas. Por otro lado, aunque la organización posee un plan operativo anual y realiza evaluaciones semanales de sus acciones, no se percibe un sistema de evaluación y seguimiento más riguroso que les permita el mejoramiento permanente de la gestión y la organización. De igual forma, la capacidad de reflexión y aprendizaje se puede ver nutrido por la creación de un modelo más formal de seguimiento, como ejercicios de sistematización e incorporación de los aprendizajes propios y ajenos. Hace parte de esto la cualificación de los integrantes, fortaleciendo sus capacidades de análisis, creatividad e investigación. En cuanto al financiamiento, aunque tienen varios caminos y relaciones para conseguirlo, como el empresarial, el investigativo, el turismo y los recorridos pedagógicos, no es un ingreso permanente que permita el pago de recursos humanos y materiales. De igual forma, la gestión de recursos es algo que ellas y ellos mismos reconocen que es un 30 aspecto que hay que continuar aprendiendo. En medio de ello no se busca ir en contra de su postura, puesto que tampoco quieren que el espíritu popular y de rebeldía de caminando el territorio se pierda, pero mayor recursos económicos indudablemente, los empodera y les abre más posibilidades para su participación y conseguir sus objetivos. 3. Caminando el Territorio y su aporte a la construcción de paz Así como Galtung (1998) postula un modelo triangular para analizar las violencias, también crea otro para dirigir acciones hacia la construcción de paz. De esta forma ubica, frente a la violencia directa el proceso de reconstruir la relación o el vínculo roto. Respecto 31 a la violencia estructural plantea que se debe dar un proceso de resolución sobre la contradicción, donde tienen cabida las mesas de negociación y creación de acuerdos. Referente a la violencia cultural, invita a la reconciliación, una transformación más amplia y de más largo aliento, al depender de aquellas actitudes de las personas que legitiman la violencia. Aunque Caminando el Territorio, no tiene como objetivo explícito detener la violencia directa del municipio, se puede afirmar que las acciones de la Corporación Ambiental, aportan a la transformación de la violencia estructural y cultural del municipio por el objetivo que tienen como organización de transformar la cultura y hacer resistencia a un sistema que atenta contra el medio ambiente. Sus capacidades les permiten alcanzar su propósito de generar pensamiento crítico y capacidad asociativa en las comunidades, para que puedan vivir la vida que ellos mismos determinan vivir. De igual forma su postura ética ambiental, que parte de la justicia y sustentabilidad ambiental, invitan a construir relaciones orientadas por el compartir, la cooperación, la diversidad, sensibilidad y solidaridad; contrarias a aquellos que promueve el desarrollo como crecimiento económico. Las capacidades de análisis, investigación e información, de Caminando el Territorio, los han llevado a saber hacer y poder hacer un seguimiento a la Gestión pública ambiental, para salvaguardar los derechos del territorio y de la ciudadanía. Sus capacidades de acto creativo los acerca a poder transformar la cultura desde sus prácticas pedagógicas. Sus capacidades políticas los llevan a organizar, empoderar y participar tanto a su propia organización, como a otros grupos y personas de la comunidad. Su capacidad de conexión y empatía, les conduce a tejer redes y construir puentes con posturas distintas lo que es base para la construcción de paz. Para mencionar cómo Caminando el Territorio construye paz desde la punta del triángulo de la transformación cultural, hay que resaltar también, que la corporación tiene una centralidad en las relaciones, pues busca quebrar los ciclos de violencia, es decir, pasar de relaciones guiadas por el miedo, a las guiadas por el amor; entendiendo la responsabilidad y carácter recíproco de las relaciones (Lederach, 2016). Lo cual se observa 32 desde las relaciones que construyen al interior de la organización, donde buscan ser un complemento, y se preocupan por sus necesidades personales; hasta en los objetivos y la apuesta ético política de la organización. Contribuyen a la construyen paz a partir de su filosofía ambientalista, la cual es crítica con la cultura y la estructura hegemónica. La ética que guía las acciones de Caminando el Territorio, parte de una integralidad del mundo, donde el ser humano no se diferencia de la naturaleza, el ser humano es naturaleza. Por lo tanto su postura es que así como los seres humanos tienen derechos, también los debe tener el ecosistema. Ven necesario dejar el antropocentrismo, para tener una “relación mucho más horizontal, con la otredad, con la montaña, el territorio, esos individuos no humanos” (Integrante de Caminando el Territorio, octubre 14, 2019). Esto implica reconstruir relaciones y cambiar actitudes, es decir reconciliarse no solo con los seres humanos, sino también con el todo. En este sentido, procuran reivindicar las comprensiones de pueblos indígenas, originarios que, como aseguran, conservan una relación más armónica con la naturaleza. Para las y los integrantes de Caminando el Territorio, esta es una visión de justicia ambiental: “si no hay justicia no hay vida misma, no hay respeto por la diferencia. La justicia ambiental es reivindicar los derechos de la vida en todas sus expresiones.” (Integrante de Caminando el Territorio, octubre 24, 2019). Desde esta ética, sus acciones bien sean investigativas, pedagógicas o políticas, buscan promover valores como: ● Compartir: Es crear ese sentido comunitario de no quedarse con nada, las cosas no son para guardarse y exhibirlas, sino para seguirlas rotando. La información no es para quedárnosla, es para compartirla y todas las cosas se hicieron para compartirlas. Cosa que no comparte el capitalismo. (Integrante de Caminando el Territorio, octubre 14, 2019). ● Valoración de la diferencia o diversidad: Yo siempre procuro fotografiar insectos, porque me parecen los animales olvidados de la naturaleza. (...) Antes había que matarlos. Yo veo que hoy en día la cosa va cambiando, hay una valoración positiva de algunos animales (...) Entonces yo creo que la 33 valoración de esa diferencia es algo que como humanos tenemos que aprender. (Integrante de Caminando el Territorio, octubre 14, 2019). ● Solidaridad: Darwin decía que en la naturaleza sobrevive el más fuerte, hay competencia, pero Pior Kropotkin, lo que hace es contradecir totalmente a Darwin. Dice que en la naturaleza lo que prevalece es la solidaridad. Si la naturaleza tiene precisamente esa buena dinámica es por la solidaridad que hay y no por la competencia. Entonces para nosotros un valor clave en esto es la solidaridad, porque nosotros acá lo que hacemos es tratar de ayudar, de colaborar. (Integrante de Caminando el Territorio, octubre 14, 2019). ● Sensibilidad: uno se da cuenta que estos procesos ambientales, están muy relacionados con la mujer, las que más participan son las mujeres, porque este tema de lo ambiental tiene un lado de sensibilidad, y uno podría decir que las mujeres son mucho más sensibles que los hombres. Uno lo nota, yo lo compruebo es aquí. Entonces yo creo que también esta cultura actual nos ha llevado a ser muy insensibles, y tu para trabajar por el medio ambiente tienes que serextremadamente sensible, por el animal, por el río, por la montaña. Tienes que aprender a que eso te duela. Entonces creo que eso también nos falta mucho con nuestras relaciones humanas. (Integrante de Caminando el Territorio, octubre 14, 2019). ● Conexión: El cuidado del ambiente vuelve y nos reconecta. Este sistema nos aparta, nos quiere sacar cada vez, excluir más de la naturaleza. Yo creo que con lo que hacemos es decir somos todos un todo, que pertenecemos a. (...) Cuidar al medio ambiente es cuidarse a uno mismo, unión, hermandad, amor (Integrante de Caminando el Territorio, octubre 14, 2019). Desde estos valores las y los integrantes de Caminando el Territorio buscan impactar y transformar la cultura pues se oponen a las violencias culturales en el municipio, como la validación de la violencia y el individualismo; pero también afectan indirectamente la estructura, por el concepto de desarrollo que los guía. Caminando el Territorio parte de 34 la sustentabilidad ambiental, que va más allá del mero crecimiento económico, buscando “armonizar la dimensión cultural, social, económica, con lo ecológico y lo ambiental”. (Integrante de Caminando el Territorio, octubre 24, 2019). Esta organización concibe la sustentabilidad ambiental como un contradiscurso al desarrollo sostenible, pues consideran que este último es una estrategia más del capitalismo para perpetuarse. “El desarrollo sostenible no es tan sostenible y termina condenándonos a los países pobres a seguir hundidos en la pobreza.” (Integrante de Caminando el Territorio, octubre 14, 2019). Aunque el desarrollo sostenible hace énfasis en los recursos limitados y en el daño ambiental, la importancia de ello sigue estando en el crecimiento económico. Esta organización ambientalista considera que la razón más profunda de la crisis del planeta es el capitalismo y la sociedad de consumo. El sistema capitalista, soportado en el desarrollo como crecimiento económico, privilegia la economía por encima de la ética. Ve el desarrollo como obtención de bienes, los que se convierten en un fin en sí mismos, y el mercado se presenta como regulador de la vida humana. La sociedad capitalista exige una producción de bienes de consumo masivos, porque los bienes se conciben como necesidades y no como debería ser, un medio para satisfacer una necesidad (Elizalde, 2016). Nos han venido la idea de que hay cosas que son aceptables, uno nunca revisa esa aceptabilidad. El consumismo es una cosa bestial dentro de este modelo capitalista que tenemos y nos generan unas necesidades que nunca revisamos si son reales. (Integrante de Caminando el Territorio, octubre 14, 2019). A partir de esa producción acelerada y desmedida, se ha creado una obsolescencia virtual, innecesaria, lo que implica grandes cantidades de desechos (Elizalde, 2016). Así mimos, para continuar creando nuevos bienes que los sustituyan, se necesita extracción de materia prima. En consecuencia se ha provocado un gran impacto ambiental, del cual ya 35 se están viendo las consecuencias, en los países exportadores de materias primas, como Colombia, y en ella específicamente el municipio de Suacha. La mayor razón del daño ambiental es la cultura consumista sostenida por un sistema económico. Creemos que la felicidad está en comprar y la materia prima de ello son los recursos naturales, pero pocas personas saben eso o nunca se lo han preguntado (Integrante de Caminando el Territorio, octubre 14, 2019). La sociedad de consumo, que es parte del gran éxito del capitalismo, se entiende como la cultura que se ha creado a partir de este sistema económico. Es una sociedad excluyente pues se sustenta en el juego suma cero: si alguien gana, otro lo pierde. Es así como se destruyen los valores de la cooperación, solidaridad y fraternidad. En cambio se caracteriza por tener visiones de vida individualista, compulsiva, competitiva, codiciosa, que acepta la desigualdad social y construye la certeza de que la posibilidad de escoger entre distintas ofertas es parte esencial de la libertad humana (Elizalde, 2016). Este sistema económico y cultural de consumo, pasa muchas veces, por encima de la autonomía, la libertad y la dignidad de las personas y la naturaliza. No solo estamos exterminando especies nativas, ecológicas, ecosistemas, también estamos destruyendo culturas indígenas, territorios, historias, ancestros. (...) no es posible en un sistema capitalista poder cuidar o proteger el sistema ambiental que es la base del desarrollo humano. (Integrante de Caminando el, octubre 24, 2019). Por lo anterior, no se puede dudar que esta perspectiva de desarrollo soportada exclusivamente en el crecimiento económico produce degradación ambiental y social. Por ello, proponer una comprensión y acción alternativa de desarrollo, desde la justicia y sustentabilidad ambiental, como lo hace Caminando el Territorio, además de aportar a la transformación cultural del individualismo, en un país con políticas excluyentes y extractivistas, es aportar igualmente a detener la violencia estructural. 36 4. Conclusiones y recomendaciones Este texto puede ser un referente para identificar las capacidades de paz en los territorios, desde diferentes comprensiones como capacidades locales de Katz, conectores de Anderson y la imaginación moral de Lederach. Aunque no se debe tomar como una receta inflexible, si no estudiarse situado en cada contexto. Un buen análisis de contexto realizado por un/una profesional en Acción sin Daño y Construcción de Paz, debe ir más allá de la identificación de las problemáticas, necesidades, conflictos y violencias; puesto que esto es identificar apenas lo que divide a las personas. Es necesario de igual forma resistirse a nuestra condición humana de ver solo los aspectos negativos, y en cambio entrenarse para ver con claridad todo aquello que une a las personas y que les permite actuar a las comunidades en contextos violencia. Es decir que este profesional debe de igual forma saber identificar las capacidades locales , puesto que son estas de donde se debe partir para construir paz, las que transforman las raíces más profundas del conflicto violento. Aun así, al momento de identificar y apoyar estas iniciativas y capacidades de las comunidades, se debe hacer desde los mínimos éticos de la acción sin daño; respetando 37 la autonomía, libertad y dignidad de las personas y comunidades, pues el actuar sin tener en cuenta esto, puede antes frenar o hacer retroceder el desarrollo de los procesos sociales y de liderazgos individuales y colectivos. Los procesos y reivindicaciones ambientalistas se deben continuar estudiando a la luz de la construcción de paz, puesto que promueven valores de cooperación, igualdad, sensibilidad, solidaridad, transformando actitudes que son base de la violencia cultural. De igual forma, estos procesos, por medio de procesos de defensa del territorio, intentan transformar la estructura y visiones de desarrollo que generan daño. Ampliando entonces el concepto de paz negociada, hacia una paz construida desde la transformación de la base cultural y estructural. Se espera que este texto sirva para insistir en la urgencia de políticas públicas de protección estatal a líderes y lideresas sociales, ambientales. Parte de la historia del conflicto armado colombiano es la amenaza, asesinatos y torturas a líderes, con una clara intención de romper el tejido social y la capacidad organizativa de las comunidades. Ellas y ellos son personas que como se ha demostrado a lo largo del texto, tienen la capacidad y el poder para hacer frente a los diferentes tipos de violencias en los territorios, de allí su enorme valor y dignidad. Bibliografía Agudelo, J. (junio 1, 2018) Salud y educación, los principales problemas de Soacha. Canal 1. Recuperado
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