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1312 COLOMBIA II ARQUITECTURA MODERNA LATINOAMERICANA LATIN AMERICAN MODERN ARCHITECTURE En el caso de muchas ciudades colombianas, el trazado fundacional se mantuvo como principio ordenador de la forma urbana hasta entrado el siglo XX. En el modelo teórico de placa y torre resultaría posible reconocer un acuerdo disciplinar en torno a la idea de que la ciudad moderna podría surgir como una metamorfosis proyectada de la ciudad tradicional y no en contra de ella. Las circunstancias en que la modernidad logró asentarse en Colombia es el tema del segundo artículo preparado especialmente para la revista por un grupo de arquitectos investigadores colombianos liderados por los académicos Hugo Mondragón y Rodrigo Cortés. In the case of many Colombian cities, the foundational grid layout remained the organizing principle of the urban form until the 20th century. In the theoretical model of tower and slab it would be possible to recognize an agreement on the idea that the modern city could emerge as an extended metamorphosis of the traditional city and not against it. The circumstances in which the modern movement managed to settle in Colombia is the subject of the second article prepared especially for the magazine by a group of Colombian research architects led by professors Hugo Mondragón and Rodrigo Cortés. Por By Hugo Mondragón, Rodrigo Cortés, Memet Charum, Ricardo Daza, Nathalie Montoya, Serena Orlandi, Mauricio Pinilla, Francisco Ramírez, Andrés Téllez, Philip Weiss. (*) En su mayoría las ciudades colombianas surgieron del proceso de colonización iniciado después de la “cabalgata demente”, la cual emplazó -hasta mediados del siglo XVI- cientos de ciudades fundadas por el territorio recién “descubierto”. El modelo de retícula amanzanada sirvió para trazarlas y repartir el suelo entre los primeros pobladores, dando prioridad a los participantes directos de la conquista y la fundación. En Bogotá, este modelo siguió sirviendo de referencia hasta comienzos del siglo XX, pero probablemente hasta más adelante en otras ciudades¹. El reparto inicial de suelo privado e institucional fue generoso; los tamaños de los predios en cuartos, sextos, octavos o doceavos de manzana permitieron casonas con patios de gran magnitud y, con frecuencia, solares con frente a las calles, manteniendo así un área verde sustantiva en el centro y los bordes de cada manzana. Toda institución religiosa que quiso asentarse en la ciudad recién fundada recibió para sus instalaciones una o dos manzanas completas². Esa configuración inicial empezó a transformarse al poco tiempo gracias a los usos complementarios, las herencias y los nuevos pobladores. Para finales del siglo XIX y hasta la tercera década del XX el resultado se tradujo en un número relativamente pequeño de manzanas subdivididas de manera intensa en predios de diferente tamaño y forma. A su vez, las edificaciones fueron subdivididas para albergar nuevos usos, y también ampliadas y modificadas sin ninguna regla y se construyeron otras nuevas, ocupando los frentes y aislando los centros de las manzanas, que fueron cada vez más reducidos y con menos vegetación³. Most Colombian cities were born in the process of colonization initiated after the “demented cavalcade”, which founded hundreds of cities on the newly “discovered” territory, until the mid-sixteenth century. The square grid model was used to trace them and distribute the land among the first settlers, giving priority to the direct participants of the conquest and the foundational spree. In Bogotá, this model continued to serve as a reference until the beginning of the 20th century, but probably until later in other cities¹. The initial distribution of private and institutional land was generous; the sizes of the plots in quarters, sixths, eighths or twelfths of a block allowed for the construction of large houses with big patios and, often, plots with street frontage, thus maintaining a substantive green area in the center and the edges of each block. Every religious institution that wanted to settle in the newly founded city received one or two entire blocks for their facilities². This initial configuration began to change shortly thanks to supplementary uses, inheritances and new settlers. By the end of the nineteenth century and until the third decade of the twentieth century, the result was a relatively small number of blocks that were intensely subdivided into plots of different sizes and shapes. In turn, the buildings were subdivided to house new uses, expanded and modified with no regulation, new ones were built occupying the fronts and isolating the centers of the blocks, which were increasingly reduced and with decreased vegetation³. LA ARQUITECTURA MODERNA Y SU ENCUENTRO CON LA FORMA URBANA. 1946-1967 MODERN ARCHITECTURE AND ITS ENCOUNTER WITH THE URBAN FORM. 1946-1967 ¹ Véase Terán, Fernando de (ed. 1989) La Ciudad Hispanoamericana, el Sueño de un Orden, Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas. MOPU, Madrid. ² Véase AAVV (1990). Estudios sobre urbanismo iberoamericano. Sevilla: Junta de Andalucía. ³ Por ejemplo, en Bogotá (el caso más contundente) pasó de tener aproximadamente 20.000 habitantes a principios del siglo XIX a 100.000 empezando el siglo XX. Para albergar esa población quintuplicada solamente duplicó el área ocupada. Este proceso de fragmentación de la propiedad inmueble está documentado en los planos restituidos de los listados catastrales de 1878 y 1890 adelantada desde 1990 en diferentes etapas por Cortés R., A. Aguilera, G. Arteaga, F. Arias y J.L. Rodríguez. ¹ See Terán, Fernando de (ed.1989) La Ciudad Hispanoamericana, el Sueño de un Orden, Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas. MOPU, Madrid catalog of the Exhibition prepared to commemorate the 500th anniversary of the discovery of America ² See AAVV (1990). Estudios sobre urbanismo iberoamericano. Sevilla: Junta de Andalucía. ³ For example, in Bogotá (the most powerful case) it went from having approximately 20,000 inhabitants at the beginning of the 19th century to 100,000 beginning in the 20th century. To accommodate this five-fold population, it only doubled the occupied area. This process of fragmentation of real estate property is documented in the plans restored from the cadastral listings of 1878 and 1890, advanced since 1990 in different stages by Cortés R., A. Aguilera, G. Arteaga, F. Arias and J.L. Rodríguez Bogotá y sus alrededores en 1954 (Fuente: Instituto Geográfico Agustín Codazzi). Bogotá and its surroundings in 1954 (Instituto Geográfico Agustín Codazzi). PLAZA DE BOLIVAR CAPITOLIO CRA 10 CRA 3 CRA 13CRA 19 1514 Con la mejora de los transportes y los servicios públicos, desde finales del siglo XIX se inició de manera azarosa la ocupación de suelos en la corona periférica. Allí comenzó a emerger otra forma de crecimiento urbano: el barrio. El urbanizador dio forma al nuevo mercado del suelo; ofreció nuevas localizaciones, parceló de acuerdo a la demanda y normalizó la oferta con lotes de tamaño y forma estándar dirigida a un cliente genérico marcado por su nivel de ingreso o su capacidad de endeudamiento. El Estado contribuyó a este proceso subsidiando la demanda individual y financiando la construcción de la vivienda unifamiliar, pero promovió la diferenciación entre barrios obreros y residenciales con base en la dimensión del lote estándar, actuando en ambos casos con base en el modelo de ciudad dispersa4. El Estado promovió la adopción de instrumentos de planificación que tuvieron auge durante los años 50 mediante su definición con el apoyo de oficinas externas (Le Corbusier, Wienner y Sert con la TPA), su redacción en detalle por las administraciones locales y su adopción limitada por la oposición de agentes con influencia política. Hay que recordar que Colombia ha vivido un clima de tensión por la disputa en torno a la propiedad de la tierra, que alcanzó uno de sus puntos más altos con en elasesinato del líder popular Jorge Eliécer Gaitán el 9 de abril de 1948, hecho que provocó el levantamiento popular conocido como “El Bogotazo”. Los arquitectos modernos se vieron abocados a actuar con base en los principios de la zonificación; diseñando y construyendo áreas especializadas para los servicios en zonas periféricas, como el Centro Internacional en Bogotá o los Centros Administrativos Nacionales, Distritales o Municipales, de Barranquilla, Cali y Medellín. En otros casos, interviniendo en los escenarios creados por la ampliación de vías, como el caso de las avenidas Catorce, Décima, Tercera y Diecinueve en el centro de Bogotá, la Avenida Oriental en Medellín, la carrera Quince en Cali, etc. También actuaron en operaciones de reforma de la ciudad compacta, reemplazando edificaciones preexistentes para albergar las nuevas instituciones públicas con base en la iniciativa propia de cada entidad local o regional o en la iniciativa centralizada en la Sección de Edificios Nacionales del Ministerio de Obras Públicas. Aquí también intervinieron proyectando viviendas en altura, edificios corporativos y en los centros de mayor población y especialización, edificios para la nueva actividad terciaria. ANTICIPACIÓN “Bogotá puede ser una ciudad moderna” se publicó en 1946 en el número 3 de la revista Proa. Los autores fueron Luz Amorocho, Enrique García, José J. Angulo y Carlos Martínez. Se trataba de un artículo acompañado del Proyecto de Reurbanización de la Plaza Central de Mercado y sus Zonas Aledañas, que operó como un laboratorio para explorar las consecuencias del encuentro entre los nuevos tipos edificatorios introducidos por la arquitectura moderna -plataformas, bloques, torres- y la forma urbana de la ciudad histórica -cuadrícula, manzana, división predial, paramento continuo, casa-patio. El carácter anticipatorio es evidente. El proyecto incluía una planta urbana -dibujada a mano alzada-, que muestra el área de la intervención ubicada a solo dos cuadras de la Plaza de Bolívar, centro espiritual de la nación. El sector tenía una ubicación privilegiada pero presentaba problemas de higiene y era descrito como sórdido. El encargo, autoimpuesto por los autores, era alojar seis veces la población residente en ese sector del centro histórico de Bogotá, en edificios de cuatro, seis y ocho pisos de altura dispuestos sobre una superficie de 16 manzanas, considerando además, locales comerciales, parques y “calles más amplias”. En el proyecto publicado se observa un intento por preservar la trama existente -salvo por el englobe de algunas manzanas-, ensanchando ciertas calles. Al oriente de la carrera Décima se conservó totalmente el trazado existente. Las manzanas se ocuparon con una plataforma continua sobre la que se apoyaban tres edificios de planta rectangular que definían tres de los cuatro bordes de la manzana, quedando el borde oriental libre, lo cual favorecería la vista desde los nuevos edificios hacia los cerros y la ciudad histórica. El centro de la manzana no estaba construido y se proponía como un patio interior verde. El trazado sí se modificó al poniente. Se juntaron tres manzanas -incluyendo aquella donde se ubicaba el Mercado- y se obtuvo una súper-manzana rectangular que, al nivel de la calle, se ocupaba con una plataforma sobre la cual se apoyaban rítmicamente siete bloques habitacionales de planta rectangular perpendiculares a su costado más largo. Una segunda súper-manzana se consiguió entre las calles Octava y Once y las carreras Once y Trece. En su interior se propuso un parque urbano con lago, vegetación y pequeños edificios, mientras que en el costado límite con la carrera Trece se dispuso una plataforma continua sobre la que se apoyaron ocho torres pareadas de planta cuadrada. Una tercera súper-manzana se ubicaba entre las calles Séptima y Octava y las carreras Décima y Trece. Fue ocupada con una plataforma perimetral sobre la que se apoyaron tres tipos de edificios: torres pareadas de planta cuadrada, edificios de planta rectangular dispuestos en estricto sentido este-oeste y edificios de planta rectangular dispuestos en paralelo a la calle Séptima. En la isométrica del proyecto se consuma la metamorfosis. Sobre el tejido colonial del centro histórico bogotano asoman ahora edificios en altura con forma de paralelepípedos. En la combinación de plataformas, bloques y torres sobre el damero heredado parecía residir la clave de la ciudad moderna que se anticipaba. With the improvement of transportation and public services, the occupation of the land on the margins began in a hazardous manner starting from the end of the nineteenth century. Another form of urban growth began to emerge: the new neighborhoods. Developers shaped the new real estate market; they offered new locations, divided according to demand and normalized the offer with plots of standard form and size directed towards a generic client defined by its level of income or capacity for debt. The state contributed to this process by subsidizing individual demand and financing the construction of the single-family home while promoting the differentiation between working and residential neighborhoods, based on the size of the standard plot, acting in both cases based on a model of dispersed city.4 The state promoted the adoption of planning instruments that boomed during the 50s. First came their definition, with the support of external offices (Le Corbusier, Wienner and Sert with the TPA). Then, their detailed wording by local administrations. However, their adoption was limited due to the opposition of agents with political influence. It must be noted that Colombia experienced a climate of tension due to the dispute over the ownership of the land, which reached one of its highest points with the murder of popular leader Jorge Eliécer Gaitán on April 9, 1948, a fact that provoked the popular uprising known as “El Bogotazo”. Modern architects were forced to act based on the principles of zoning; designing and building specialized areas for services in peripheral zones, such as the International Center in Bogotá or the National, District or Municipal Administrative Centers of Barranquilla, Cali and Medellín. In other cases, intervening in the scenarios created by the expansion of roads, such as Catorce, Décima, Tercera and Diecinueve avenues in the center of Bogotá, Oriental Avenue in Medellín, Quince street in Cali, etc. They also participated in remodeling operations in the compact city, replacing pre-existing buildings to house the new public institutions based on the initiative of each local or regional entity or in the centralized initiatives of the National Buildings Department of the Ministry of Public Works. They also intervened designing high-rise housing, corporate buildings and buildings for new tertiary activities in centers of greater population and specialization. ANTICIPATION “Bogota can be a modern city” was published in 1946 in issue number 3 of Proa magazine. Its authors were Luz Amorocho, Enrique García, José J. Angulo and Carlos Martínez. The article was followed by the publication of the Redevelopment Project of the Central Market Square and its surrounding areas, which operated as a laboratory to explore the consequences of the encounter between the new building types introduced by modern architecture - platforms, blocks, towers - and the urban form of the historic city: grid, block, property division, continuous wall, house-patio. Its anticipatory character is evident. The project included an urban plan - drawn by hand - showing the area of the intervention located just two blocks from Plaza de Bolívar, spiritual center of the nation. The area had a privileged location but presented problems of hygiene and was described as sordid. The commission, self-imposed by the authors, was to house six times the resident population in that area of the historic center of Bogotá, in buildings of four, six and eightstories, arranged on an area of 16 blocks, considering as well commercial shops, parks and “wider streets”. The published project reveals the intention to preserve the existing grid - except for the fusion of some blocks - while enlarging certain streets. To the east of Carrera Décima the existing layout was fully preserved. The blocks were occupied by a continuous platform with three rectangular buildings on top, which defined three of the four edges of the block, and left the eastern edge open to favor the view from the new buildings towards the hills and the historical city center. The center of the block was left unbuilt and proposed as a green interior courtyard. The layout was modified to the west. Three blocks were combined - including the one where the Market was located - and a rectangular super-block was created, which, at street level, was occupied with a platform on which seven residential blocks of rectangular layout were rhythmically placed perpendicular to the longer side of the block. A second super-block was defined between Octava and Once streets and Carrera Once and Carrera Trece. An urban park with a lake, vegetation and small buildings was proposed, while on the border with Carrera Trece a continuous platform was placed with eight paired towers of square plan. A third super-block was located between Séptima and Octava Streets and Carrera Décima and Carrera Trece. It was occupied by a perimeter platform on which three types of buildings were placed: paired square towers, rectangular buildings arranged in a strict east-west direction and rectangular buildings arranged parallel to Séptima street. In the isometric of the project the metamorphosis is consummated. Over the colonial fabric of the historical center of Bogota, high-rise buildings now appeared as parallelepipeds. In the combination of platforms, blocks and towers over the inherited checkerboard, the key to the anticipated modern city seemed to reside. 4 Véase Áreas residenciales en Bogotá, Urbanismos No. 2, julio 2007, Maestría en Urbanismo, Universidad Nacional de Colombia. 4 See Áreas residenciales en Bogotá, Urbanismos No. 2, July 2007, master’s degree in Urban Planning, Universidad Nacional de Colombia. ARQUITECTURA MODERNA LATINOAMERICANA LATIN AMERICAN MODERN ARCHITECTURE “Bogotá puede ser una ciudad moderna” se publicó en 1946 en el número 3 de la revista Proa. Los autores fueron Luz Amorocho, Enrique García, José J. Angulo y Carlos Martínez. “Bogota can be a modern city” was published in 1946 in issue number 3 of Proa magazine. Its authors were Luz Amorocho, Enrique García, José J. Angulo and Carlos Martínez. 1716 ARQUITECTURA MODERNA LATINOAMERICANA LATIN AMERICAN MODERN ARCHITECTURE UN MERCADO ARQUETÍPICO En el pequeño municipio de Girardot, a orillas de un meandro del río Magdalena -columna vertebral de Colombia-, en una posición elevada frente a un paisaje de llanuras cultivadas, acotadas por las cordilleras y enriquecido con la proximidad de dos puentes de acero, Leopold Rother proyectó un mercado en 1946. La obra es un hito de la arquitectura moderna en Colombia. Formado en escuelas de origen politécnico como Karlsruhe y Berlín, Rother se aproximaba al proyecto con la convicción de que el tipo, como principio ordenador de la forma, constituía una base sólida, a la vez moldeable y transformable, para albergar con sensibilidad y propiedad la vida, aceptando la influencia del clima y del paisaje de su entorno, adquiriendo carácter, solidez y capacidad efectiva de protección a través de su maduración constructiva. Habituado como politécnico a coleccionar, ordenar, clasificar y luego combinar elementos a partir de estructuras precisas de orden, Rother compuso un edificio estrechamente ligado al contexto cultural y entorno geográfico locales. Dos ejes contrapuestos ligan el mercado a las cuatro calles circundantes, generando una planta central acentuada por tres amplias perforaciones del entrepiso que vinculan la actividad de sus dos niveles. Prolongando hacia el interior el nivel de la plaza que enfrenta, la planta baja se transforma en una plataforma contrapuesta a la severa pendiente de las laderas del río, convirtiendo el edificio en una atalaya sobre el paisaje. No hay paredes. Una grilla de columnas en V sostiene la cubierta del cuerpo principal, formada por sucesivas bóvedas rebajadas cuyo extradós se llenaba de agua para defender el interior de la radiación tropical. El ritmo de los soportes armoniza con el orden tipológico: A-B-A frente a la plaza, A-B-C-B-A en los flancos. Estudioso de la obra de Mendelsohn, conocedor de su escalera de los Almacenes Schocken en Stuttgart, Rother dispuso en las esquinas cuatro grandes escaleras caracol. Sobresalen del volumen vertiendo el dinamismo vital del mercado hacia las calles vecinas y el paisaje lejano. Dos antecedentes explican la propiedad sin igual del edificio: el mercado de arcos catenarios de hormigón que conoció en su infancia en Breslau y el tipo del granero campesino prusiano consignado en los tratados que llevó consigo al emigrar a Colombia. La sombra, la ventilación transversal, la transparencia que celebra el paisaje, el orden y la sencilla imponencia de la forma, los consigue Rother combinando elementos e ideas de distinta proveniencia, que incluyeron la atenta observación de los logros en la formulación de una arquitectura arraigada en el sitio, conseguidos en Brasil entre 1936 y 1942. Según Antonio Armesto, los hórreos y graneros, en tanto que defienden la cíclica renovación de la vida, son espacios sagrados. Esa visión no exenta de poesía explica, ejemplificada en este edificio, el sentido profundo y la sensibilidad, inteligencia y generosidad de la obra y los actos de un hombre despojado y perseguido en Alemania, que salvó a los suyos al encontrar en Colombia una nueva patria. AN ARCHETYPAL MARKET In the small municipality of Girardot, on the banks of a meander of the Magdalena River - the spinal column of Colombia - on an elevated position facing a landscape of cultivated plains, bounded by the mountain ranges and enriched by the proximity of two steel bridges, Leopold Rother designed a market in 1946. The work is a landmark of modern architecture in Colombia. Formed in the polytechnic schools of Karlsruhe and Berlin, Rother approached the project with the conviction that the type, as the organizing principle of the form, constituted a solid base, while flexible and adjustable to house life properly and with sensitivity, accepting the influence of the climate and the surrounding landscape, and acquiring character, solidity and effective protection through its constructive maturation. Accustomed as a polytechnic to collect, sort, classify and then combine elements from precise structures of order, Rother composed a building closely linked to the local cultural context and geographical environment. Two contrasting axes link the market to the four surrounding streets, generating a central layout accentuated by three wide perforations of the mezzanine that connect the activity of its two levels. Extending the level of the plaza in front to the interior, the ground floor becomes a platform in opposition to the steep incline of the river’s slopes, turning the building into a lookout point over the landscape. There are no walls. A grid of V-shaped columns supports the roof of the main volume, formed by a series of lowered vaults whose extrados filled with water to protect the interior from the tropical radiation. The rhythm of the supports harmonizes with the typological order: A-B-A in front of the square, A-B-C-B-A in the flanks. A scholar of the work of Mendelsohn, and familiar with his design for the staircase of the Schocken Department Store in Stuttgart, Rother arranged four large spiral staircases at the corners. They stand outside the volume, extending the vital dynamism of the market towards the neighboring streets and the distant landscape. Two precedentsexplain the unparalleled condition of the building: the market with catenary concrete arches he knew in his childhood in Breslau and the Prussian peasant barn type, consigned in the treaties he brought with him when he emigrated to Colombia. The shade, the cross ventilation, the transparency that celebrates the landscape, the order and the simple imposing form, are achieved by Rother combining elements and ideas of different origin, which included the careful observation of the achievements in the formulation of an ingrained local architecture, obtained in Brazil between 1936 and 1942. According to Antonio Armesto, granaries and barns, as defenders of the cyclical renewal of life, are sacred spaces. This vision, not exempt from poetic resonance and exemplified in this building, explains the profound meaning and sensitivity, intelligence and generosity of the work and the acts of a man, impoverished and persecuted in Germany, who saved his family by finding a new homeland in Colombia Fo to gr af ía s: M au ric io P in ill a. El Mercado de Girardot (1946), obra de Leopold Rother, es un hito de la arquitectura moderna colombiana. Market of Girardot (1946), designed by Leopold Rother, is a landmark of modern Colombian architecture. Planimetría Edificio Plaza Mercado Girardot. Market of Girardot plan. Ar ch iv o Ge ne ra l d e la N ac ió n – Co lo m bi a. S ec ci ón : M ap as y P la no s, M ap ot ec a IN VI AS , P la no . 5 28 . S ig na tu ra : - 1, 03 , 1 8, 25 , A su nt o: P la nt a de la G al er ía . P la nc ha , 8 5 Ar ch iv o Ge ne ra l d e la N ac ió n – Co lo m bi a. S ec ci ón : M ap as y P la no s, M ap ot ec a IN VI AS , P la no . 5 14 . S ig na tu ra : - 1, 03 , 1 8, 25 , A su nt o: F ac ha da O rie nt al . P la nc ha , 1 3 1918 CASA EN HILERA PARA UN ARQUITECTO Guillermo Bermúdez -arquitecto bogotano formado en sus primeros años en la Pontificia Universidad Católica de Chile y titulado de la Universidad Nacional de Colombia- proyectó y construyó su propia casa entre los años 1952 y 1960 en la urbanización El Retiro, al nororiente de Bogotá, un sector en proceso de urbanización. La Casa Bermúdez fue desarrollada en varias etapas mientras era habitada por el arquitecto y su familia, transformándose gradualmente a medida que el entorno se consolidaba, alterando las condiciones iniciales del emplazamiento. El barrio El Retiro estaba compuesto por manzanas alargadas de 80 m de ancho y una longitud variable, ocupadas por casas en hilera construidas individualmente. La primera versión de la casa, terminada en 1952, se proyectó empleando un procedimiento generalizado en la época para resolver formalmente las casas adosadas y que consistía en delimitar los espacios mediante crujías longitudinales, favoreciendo la ejecución y la economía de la obra, pero restringiendo la posibilidad de configuraciones espaciales complejas. El volumen de la Casa Bermúdez, creado siguiendo este principio, era un prisma de 10 m de ancho y 8,6 m de profundidad, compuesto por dos crujías y rematado por dos bóvedas transversales en concreto. Por el costado norte, adosada a la casa vecina, se encontraba la primera crujía que alojaba las habitaciones y los servicios distribuidos en dos plantas, mientras que en el costado sur, en la segunda crujía, había un espacio único de doble altura que agrupaba las áreas sociales y organizaba el acceso, las circulaciones y la escalera, eliminando completamente recintos y corredores. Este espacio se componía de ARQUITECTURA MODERNA LATINOAMERICANA LATIN AMERICAN MODERN ARCHITECTURE HOUSE IN A ROW FOR ARCHITECT Guillermo Bermúdez - a Bogota architect trained in his early years at the Pontificia Universidad Católica de Chile and a graduate of the Universidad Nacional de Colombia - designed and built his own house between 1952 and 1960 in the El Retiro urbanization, in the north-east of Bogotá, an area in process of urbanization. The Bermúdez house was developed in several stages while inhabited by the architect and his family, gradually transforming as the environment consolidated, altering the initial conditions of the site. The El Retiro neighborhood was made up of elongated 80 m wide blocks of variable length, occupied by individually built row houses. The first version of the house, completed in 1952, was designed using a procedure to formally solve the semi-detached houses, widespread at the time, which consisted of defining the spaces by means of longitudinal bays, favoring the execution and economy of the work, but restricting the possibility of complex spatial configurations. The volume of the Bermúdez house created following this principle, was a prism 10 m wide and 8.6 m deep, composed of two bays and topped by two transverse vaults in concrete. On the north side, attached to the neighboring house, the first bay housed the bedrooms and services, distributed on two floors, while on the south side, in the second bay, a single double height space grouped the social areas and organized the access, circulations and the staircase, completely eliminating enclosures and corridors. This space consisted of Re vi st a Pr oa 6 7. two longitudinal strips separated by a furniture unit, in which the dining room and living room were placed; and two transversal strips defined by the vaults, where the entrance and library were under the first vault and the social areas under the second. Bermúdez had created an extraordinary space in a structure that conformed to the principles of repetition and economy of linear organizations, reconciling a principle from the urban structure with its formal searches. The project, located on the eastern edge of the neighborhood, was located in a singular block that was part of two urbanizations with different layouts, exposing the house to conditions that could not be more dissimilar: towards the west, on Carrera Trece, an area under construction with an uncertain and unpromising future; in the back, towards the east, the distant view towards the hills and the nearby vegetation of the La Cabrera neighborhood. In a section made for Proa magazine, published in 1953, the architect’s intention to open the house towards the eastern hills and towards the vegetation of La Cabrera can be recognized. The central space that initially looked towards the mountains, will turn towards the garden with the extensions of 1956 - when the architect acquires a strip of 5 meters that enlarges the lot to 15 meters and builds a studio and a room that extends towards the garden - and 1960, when he made an expansion of the service area. By then the Bermúdez house was a courtyard house, in a row, composed of three bays. dos franjas longitudinales separadas por un mueble, en las que se encontraban el comedor y el salón; y dos franjas transversales establecidas por las bóvedas, en donde estaba el ingreso y la biblioteca bajo la primera bóveda, y las áreas sociales bajo la segunda. Bermúdez había creado un espacio extraordinario en una estructura que se ajustaba a los principios de repetición y de economía de las organizaciones lineales, conciliando un principio procedente de la estructura urbana con sus búsquedas formales. El proyecto, emplazado en el límite oriental del barrio, se ubicaba en una manzana singular que hacía parte de dos urbanizaciones con trazados diferentes, exponiendo la casa a condiciones que no podían ser más disímiles: hacia el occidente, sobre la carrera Trece, una calle en proceso de construcción con un futuro incierto y poco prometedor; en la parte posterior, hacia el oriente, la vista lejana hacia los cerros orientales y la vegetación próxima del barrio La Cabrera. En un corte realizado para la revista Proa de 1953, puede observarse la intención del arquitecto de abrir la casa hacia los cerros orientales y hacia la vegetación de La Cabrera. El espaciocentral que miraba inicialmente hacia las montañas, se volcará hacia el jardín con las ampliaciones de 1956 -cuando el arquitecto adquiere una franja de 5 metros que amplía el lote a 15 metros y construye un estudio y una habitación que se proyecta hacia el jardín- y 1960, cuando realiza una ampliación de la zona de servicios. Para entonces la Casa Bermúdez era una casa patio, en hilera, compuesta por tres crujías. Casa Guillermo Bermúdez, Bogotá, 1952 y 1960. 1. Estacionamiento 2. Entrada 3. Estar 4. Comedor 5. Dormitorio servicio 6. Baño servicio 7. Cocina 1. Parking 2. Entrance 3. Living 4. Dinning room 5. Service bedroom 6. Service bathroom 7. Kitchen Planta nivel 1 1st level plan Planta nivel 2 2nd level plan 8. Patio servicio 9. Terraza 10. Jardín interior 11. Vacío del estar 12. Dormitorio principal 13. Dormitorio hijos 14. Baño 8. Service yard 9. Terrace 10. Interior garden 11. Empty area 12. Main bedroom 13. Kids bedroom 14. Bathroom Fo to P au l B ee r. 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 Plano de remodelación, 1960. Remodeling plan 13 14 2120 ARQUITECTURA MODERNA LATINOAMERICANA LATIN AMERICAN MODERN ARCHITECTURE MONOBLOQUE EN ESQUINA El Edificio Rueda forma parte de un tipo de encargo muy común en los años 50 y 60 en Bogotá: el edificio de renta. Este tipo de edificios generalmente llevaba el nombre de su propietario, quien habitualmente reservaba una vivienda para su propio uso. Así ocurrió con el encargo que el señor Gustavo Rueda y la señora Beatriz Salazar de Rueda hicieron al arquitecto Guillermo Bermúdez. El proyecto se llevó a cabo entre 1955 y 1957 en compañía de Jorge Arango y Fernando Murtra. Está ubicado en el barrio La Porciúncula, un sector donde paulatinamente y desde su fundación en 1914 se instaló una parte de la expansión residencial del norte de la ciudad. El predio de 1.168 m² conforma la esquina nororiental de su manzana. Tenía frente sobre la calle 73 y la carrera Séptima, una vía del piedemonte de la ciudad que tradicionalmente fue el eje de comunicación entre el centro histórico y los municipios vecinos del norte de La Sabana. El proyecto, de 2.971 m², se desarrolla en cinco plantas y un semisótano. Las cuatro plantas superiores están destinadas a diez unidades de vivienda; la planta del nivel de la calle a cuatro locales comerciales y el semisótano a estacionamientos y bodegas. Su forma resulta ser una yuxtaposición tipológica compuesta por un cuerpo de dos unidades de vivienda de una sola planta, dispuestas alrededor de un núcleo de escaleras y ascensor y, conectado con este, dos galerías, una en el segundo nivel -que distribuye a un hilera de tres apartamentos dúplex- y la otra en el quinto nivel, que corona el edificio con un apartamento dúplex de mayor área destinado a la familia Rueda. Esta estructura formal muestra su riqueza a través de la sección del edificio, donde se descubre la disposición y las intrincadas relaciones de la distribución de los espacios de los apartamentos dúplex y de los locales comerciales. Con esta solución formal en sus pisos superiores, el edificio ofrece una solución ajustada a su situación de esquina, con una morfología urbana paramentada, disponiendo las unidades de mayor área y con doble fachada orientadas en el sentido del movimiento del sol y hacia las vistas de los cerros orientales de la ciudad, mientras que localiza las más pequeñas hacia la fachada menos favorable, la norte. En el primer piso los locales dan frente a la avenida principal, son servidos por una generosa superficie de estacionamiento y singularizados por la pérgola de la entrada principal. Aprovechando su condición de vía secundaria y la caída del terreno, el ingreso vehicular se ubicó sobre la calle 73. El edificio despliega una fina gramática por cuenta del despiece del revestimiento principal de piedra bogotana -o piedra muñeca-, enmarcada y protegida por las líneas de concreto fundido que resuelven el golpe de la lluvia sobre sus superficies. La composición general conforma un volumen compacto, con una base de pórticos acristalados, un cuerpo prismático pétreo proyectado hacia el frente y un remate horizontal retrocedido a cargo de una losa en voladizo. CORNER MONOBLOCK The Rueda Building is a type of commission very common in the 50s and 60s in Bogotá: the rental apartment building. This type of building generally bore the name of its owner, who usually reserved a house for his own use. This was the case with the commission that Mr. Gustavo Rueda and Mrs. Beatriz Salazar de Rueda gave to architect Guillermo Bermúdez. The project was carried out between 1955 and 1957 with Jorge Arango and Fernando Murtra. It is located in the La Porciúncula neighborhood, a sector where part of the residential expansion of the north of the city gradually grew since its foundation in 1914. The 1,168 m² site forms the northeast corner of the block. It had a front on 73 street and Carrera Septima, a road on the foothills of the city that was traditionally the axis of communication between the historic center and the neighboring municipalities of the north of La Sabana. The project, with 2,971 m², involves five floors and a semi-basement. The upper four floors are destined for ten housing units; the plan on street level has four commercial premises and the semi-basement parking lots and warehouses. Its shape is the result of a typological juxtaposition composed of a body of two housing units of a single level arranged around a stairs and elevator core, and two galleries, one in the second level - which distributes to a row of three duplex apartments - and the other on the fifth level, which tops the building with a larger duplex apartment for the Rueda family. The formal structure shows its richness in the section of the building, where the disposition and the intricate relationships of the distribution of the spaces of the duplex apartments and the commercial premises are revealed. With this formal disposition on its upper floors, the building presents a solution that conforms to its corner situation, with an oriented urban morphology. The units of greater area and with double façade are arranged following the direction of the movement of the sun and towards the views of the eastern hills of the city, while the smaller ones are located on the less favorable north façade. On the first floor, the shops facing the main avenue are served by a generous parking area and singled out by the pergola of the main entrance. Taking advantage of its condition as a secondary road and the slope of the plot, the vehicle entrance was located on 73 Street. The building displays an elegant grammar expressed in the modulation of the main stone finish, of Bogota - or “muñeca” - stone, framed and protected by the lines of poured concrete that shield the stone surfaces from the rain. The general composition forms a compact volume, with a base of glazed porticos, a stony prismatic body projected towards the front and a back-set horizontal topping with a cantilevered slab. Planta nivel 2 2nd level plan Edificio Rueda, Guillermo Bermúdez, Bogotá, 1955-57. Planta nivel 3 3rd level plan Planta nivel 4 4th level plan Planta nivel 5 5th level plan Corte Section Planta nivel 1 1st level plan 2322 Planta piso tipo Type plan “EL TIEMPO” DE BRUNO VIOLI La antigua sede del diario El Tiempo construye la esquina de la manzana que, en el costado sur, enfrenta un importante cruce urbano de Bogotá, entre la carrera Séptima y la avenida Jiménez de Quesada. En 1959 se encargó su diseño al arquitecto italiano Bruno Violi, y fue inaugurado el 30 de enero de 1961 con motivo del quincuagésimo aniversario de la fundación del periódico, propiedad del expresidente Eduardo Santos. El edificio albergó los talleres y las oficinas de El Tiempo hasta 1978, y más tarde se convertiría en la sede del canal Citytv. La dimensión urbana, la construcción de la esquina entre los ejes viales y la relacióncon el espacio urbano, constituyeron para Violi las premisas del proyecto, que enfrentó con un zócalo de doble altura perfilado por un gran voladizo para proteger la zona peatonal y permitió crear continuidad entre los dos frentes de la manzana; esto su suma a un cuerpo central cuya fenestración alterna paneles de piedra bogotana con ventanales de arriba abajo; una terraza corona el edificio y permite apreciar el centro de la ciudad. Las elegantes fachadas, más bajas que las de los edificios hacia el sur por la carrera Séptima, además de definir la imagen de una importante encrucijada manifiestan los eventos que afectaron la construcción del edificio, y a su vez narran las trasformaciones que en épocas sucesivas vieron como el tejido colonial daba paso a altos edificios modernos. La configuración del edificio es el resultado de demoliciones de diferentes predios, lidiando con pre-existencias y lotes vacíos. Su actual forma en L -que penetra hasta el interior de la manzana- se deriva del área ocupada por la antigua sede del diario que, hacia el sur, colinda con el Edificio Santa Fe y hacia el occidente, con un edificio de corte republicano. Bruno Violi no pudo utilizar el predio que daba frente hacia el occidente, y que mediaba entre la actual sede del diario y el edificio Lucania, (construido por él mismo), lo que le hubiese permitido dar con su obra unidad a todo el frente de la manzana hacia la Séptima. Resolvió hábilmente la situación disponiendo los servicios hacia el costado sur, retrasando el bloque de oficinas y creando un patio para iluminar los espacios interiores. El Tiempo finalmente construido terminaría siendo de siete plantas versus las 12 planeadas: un estado transitorio que ni siquiera pudo completarse años más tarde, cuando Violi tuvo la oportunidad de intervenir nuevamente la sede del diario. Con sus armoniosas proporciones y su refinada modenatura, el edificio de El Tiempo atestigua el valor de la obra y el legado de su autor. Aunque no se concretara la forma idealmente planeada, es un ejemplo -por oposición- de la voluntad precisamente cumplida: la de construir una relación crucial con la ciudad y con el espacio urbano. Una condición que, a pesar de todo, expresa un vínculo profundo entre forma arquitectónica y forma urbana. “EL TIEMPO” BY BRUNO VIOLI The old headquarters of El Tiempo newspaper conforms the corner of the block that, on the south side, faces an important urban junction in Bogotá, between Carrera Séptima and Jimenez de Quesada avenue. In 1959 its design was entrusted to Italian architect Bruno Violi, and it was inaugurated on January 30, 1961 on the occasion of the fiftieth anniversary of the founding of the newspaper, owned by former President Eduardo Santos. The building housed the workshops and offices of El Tiempo until 1978, and later became the headquarters of the Citytv channel. The urban dimension, the construction of the corner between the avenues and the relationship with the urban space, constituted for Violi the premises of the project. He proposed a double height base topped by a large overhang to protect the pedestrian area and allowing continuity between the two fronts of the block; in addition, the central body with fenestration alternating Bogota stone panels with windows from top to bottom. Finally, a terrace tops the building and allows to appreciate the center of the city. The elegant façades, lower than those of the buildings on the south side of Séptima, in addition to defining the image of an important crossroads, display the events that affected the construction of the building, and in turn narrate the transformations that step by step saw the colonial fabric give way to high modern buildings. The configuration of the building is the result of demolitions of different properties, dealing with pre-existences and empty lots. Its current ‘L’-shape - which penetrates to the interior of the block - is derived from the area occupied by the old newspaper headquarters that adjoins the Santa Fe Building to the south, and a republican style building to the west. Bruno Violi could not use the property to the west that mediated between the current headquarters of the newspaper and the Lucania building (built by himself), which would have allowed his work to complete the entire front of the block towards Carrera Séptima. He skillfully solved the situation by arranging the services to the south side, setting the office block back and creating a patio to give natural light to the interior spaces. The El Tiempo building finally finished would end up having seven stories instead of the 12 planned: a transitional state that could not be completed years later, when Violi had the opportunity to intervene the headquarters of the newspaper once more. With its harmonious proportions and refined moldings, the building of El Tiempo testifies to the value of the work and the legacy of its author. Even if the ideally planned form was not accomplished, it is an example - by opposition - of the precisely fulfilled intention: building a crucial relationship with the city and the urban space. A condition that, despite everything, expresses a profound link between architectural form and urban form. 1. Casa colonial 2. Sede "El Espectador" 3. Cia. Colombiana de Tobaco 4. Edificio El Tiempo (1935) 5. Edificio Santa Fe (1932) 6. Sin datos 1. Edificio Lucania (1957-58) 2. Lote vacío 3. Lote vacío 4. Edificio El Tiempo (1935) 5. Edificio Santa Fe (1932) 6. Lote vacío 1. Edificio Lucania (1957-58) 2. Lote vacío 3. Lote vacío 4. Lote vacío 5. Edificio Santa Fe (1932) 6. Sin datos 1. Edificio Lucania (1957-58) 2. Lote vacío 3. Edificio El Tiempo (1935) 4. Sin información 5. Edificio Santa Fe (1932) 6. Sin datos 1. Edificio Lucania (1957-58) 2. Edificio de autor desconocido 3. Edificio El Tiempo (1935) 4. Sin información 5. Edificio Santa Fe (1932) 6. Proyecto ampliación Edif. El Tiempo 1. Edificio Lucania (1957-58) 2. Edificio de autor desconocido 3. Edificio El Tiempo (1935) 4. Sin información 5. Edificio Santa Fe (1932) 6. Sin datos Esquina entre la Avenida Jiménez y la Carrera Séptima hacia 1970. (Fuente: D. Mendoza, P. Mendoza, “Bogotá, metrópoli moderna, imagen de una ciudad en marcha”, Servicios Técnicos editoriales Bogotá, 1970). Planta nivel 2 2nd level planPlanta nivel 1 1st level plan v Vista aérea de la misma esquina. (Fuente: Suramericana, “Moderna Bogotá arquitectónica 1960”, Colombia Gamma, 1960). s Hipótesis sobre la evolución de la manzana. (Fuente: Elaboración de los autores). Plantas Edificio El Tiempo. (Fuente: H. Rother, “Bruno Violi. Su obra entre 1936 y 1971 y su relación con la arquitectura colombiana”, Centro Editorial Universidad Nacional Facultad de Artes, Bogotá, 1986). 1938-40 1958 1959 1961 1967 Hoy 2524 PLATAFORMA, TORRE Y CAMPANIL El Banco Cafetero, proyectado en 1959 por Borrero, Zamorano & Giovannelli, fue construido entre 1960 y 1962, cuando se transformaba radicalmente la imagen del centro de Cali. En los 50, la normativa local introdujo para esta área el empleo de la plataforma, buscando que los edificios modernos que reemplazaban a las casonas coloniales presentaran unas mínimas condiciones de empate volumétrico con las edificaciones existentes o futuras. El tipo de torre y plataforma adoptado sería objeto de interpretaciones como esta, en la cual el edificio debió implantarse en un predio de esquina irregular producto del trazado geométrico fundacional, al que se sumaba la diferencia de niveles en la topografía. El costado más largo sirve como base para la malla ortogonal de la estructura a partir de la cual se ordena el edificio, permitiendo generar una plazoleta alargada sobre la que se levanta, a manera de campanil, el punto de ascensores y escaleras que funge además de remate visual y fondo contra el que se define la torre de oficinas. El edificio se apoya en un plano-base en el nivel de la cota más baja, retrocediendo la planta inferiorrespecto de la línea de paramento donde se disponen locales comerciales, quedando por tanto más bajo que las veredas en buena parte del perímetro. Así, parece emerger de un vacío en el terreno, generando una tensión entre la horizontalidad de la plataforma y los planos inclinados de las calles. Una rampa que parte de la esquina conecta con el primer piso, donde se ubica la sucursal bancaria, la cual se extiende en su planta alta ocupando la plataforma de cumplimiento ARQUITECTURA MODERNA LATINOAMERICANA LATIN AMERICAN MODERN ARCHITECTURE PLATFORM, TOWER AND CAMPANILE The Banco Cafetero, designed in 1959 by Borrero, Zamorano & Giovannelli, was built between 1960 and 1962 when the image of downtown Cali was being radically transformed. In the 50s, local regulations introduced the use of the platform for this area, in order to achieve a minimal volumetric uniformity between the modern buildings that replaced the colonial mansions and the existing and future buildings. The slab and tower type adopted would be the object of interpretations like this one, in which the building had to be placed on an irregular corner plot product of the foundational geometrical layout, in addition to the topographical level difference. The longer side serves as a base for the orthogonal grid of the structure which organizes the building, allowing for the creation of a long plaza on which the elevator and stair core rises as a campanile, and as a visual ending and background against which the office tower is defined. The building is supported on a base plane at the lowest level, with the ground floor of commercial premises set back from the building line, lower than the sidewalks on most of the perimeter. Thus, it seems to emerge from a void in the ground, generating a tension between the horizontal condition of the slab and the inclined planes of the streets. A ramp starting at the corner connects with the first floor, where the bank branch is located occupying the two levels of the mandatory platform. This solution absorbs the irregularities both in plan and elevation, giving the appearance of a “pure” or regular form. The expansions between the volume of the platform and the topography - and between the platform and the tower, revealed by the cantilevers - show the expressive search for purity and regularity, allowing the antithetical contrast of horizontality and continuity (platform), verticality and individuality (tower), and volume and space. Each plane is materially differentiated and a careful strategy of articulations and dilations on a smaller scale is observed as a compositional method for the façades. Due to the orientation of the plot, the building is exposed to strong solar radiation, therefore inside the platform a roof trellis filters the sunlight and defines an interior perimeter garden. The dilations of the concrete panels of the façade add strips of light to the overhead play of light and shadows. In the rest of the building the cantilevers provide the necessary protection: in the tower, the access to the offices is configured by galleries arranged as large balconies open to the landscape of the hills, emphasizing their horizontality with large planters that seem to float. Added to the amplitude of the circulation, they provide the protection required against the afternoon sun. The Banco Cafetero, paradigmatic building of the modern architecture of Cali, shows how the forms of international architecture can serve local conditions, acquiring a singular character. Fo to gr af ía s: O tto M ol l G on zá le z. normativo. Esta solución permite absorber las irregularidades tanto en planta como alzado, dando la apariencia de una forma “pura” o regular. Las dilataciones entre el volumen de la plataforma y la topografía -y entre la plataforma y la torre, acusados gracias a los voladizos- muestran la búsqueda expresiva de pureza y regularidad, permiten la contraposición antitética de horizontalidad y continuidad (plataforma) y verticalidad e individualidad (torre), volumen y espacio. Cada plano está materialmente diferenciado y se observa un cuidadoso juego de articulaciones y dilataciones a menor escala como estrategia compositiva de fachadas. Debido a la orientación del predio, el edificio está expuesto a una fuerte radiación solar, por lo que al interior de la plataforma una celosía en la cubierta tamiza el ingreso del sol y define un jardín perimetral interior. Al juego de luces y sombras cenital, se suman franjas de luz por las dilataciones de los paneles de concreto de su fachada. En el resto del edificio los voladizos proveen la protección necesaria: en la torre, el acceso a las oficinas se realiza por galerías dispuestas como grandes balcones abiertos al paisaje de los cerros, enfatizando su horizontalidad con amplias jardineras que parecen flotar; sumadas a la amplitud de la circulación, proveen la protección requerida frente al sol de la tarde. Edificio paradigmático de la arquitectura moderna caleña, el Banco Cafetero muestra cómo las formas de la arquitectura internacional pueden estar al servicio de las condiciones locales adquiriendo un carácter singular. Edificio del Banco Cafetero, Borrero, Zamorano & Giovannelli, Cali, 1959, 1960 62. Planta piso tipo Type floor plan Planta nivel 2 2nd level plan Planta nivel 1 1st level plan Planta último piso Last floor plan 2726 BLOQUE SUSPENDIDO Y SEPARADO DE LA PLATAFORMA El edificio de 12 pisos y dos sótanos para las oficinas principales de la Flota Mercante Grancolombiana -FMG- y locales comerciales en los primeros pisos fue diseñado y construido por la firma Cuéllar, Serrano, Gómez -CSG-, integrada por el arquitecto Camilo Cuéllar, el ingeniero-arquitecto Gabriel Serrano y el ingeniero José Gómez Pinzón, una de las firmas de mayor impacto en la profesión en la segunda mitad del siglo XX. Después de ganar el concurso privado convocado por la empresa de transporte marítimo financiada por la poderosa Federación de Cafeteros, se diseñó en 1961 y construyó entre 1962 y 1964 por CSG con participación de Hans Drews Arango. El ingeniero calculista y asesor estructural fue Jorge Pinzón. La FMG es una versión comprimida de los bloques elevados del suelo para permitir la continuidad del espacio público urbano, que fueron popularizados por Le Corbusier en numerosas propuestas urbanas. En este caso, baste recordar las Unités y los redents propuestos para el Plan Piloto para Bogotá en 1951, sostenidos sobre pilotis para permitir la circulación por debajo de los bloques. A su modesta escala, la FMG amplía el espacio para el uso colectivo realizando una ingeniosa operación tipológica: partiendo de una torre con plataforma, se separan sus dos componentes, se mantiene la torre fija sobre el paramento y se la apoya sobre un pórtico paralelo al paramento en la franja central de la torre, y se empuja la plataforma hacia el fondo del lote. Esta operación produce un gran porche cubierto con voladizos de 8 metros en cada costado del pórtico y una franja descubierta que entrega a los locales de la plataforma comercial. ARQUITECTURA MODERNA LATINOAMERICANA LATIN AMERICAN MODERN ARCHITECTURE SUSPENDED BLOCK, SEPARATED FROM THE PLATFORM The building for the main offices of the Flota Mercante Grancolombiana, FMG, with 12 stories, two basements and commercial premises in the first floors, was designed and built by the firm Cuéllar, Serrano, Gómez -CSG -, integrated by architect Camilo Cuéllar, engineer-architect Gabriel Serrano and engineer José Gómez Pinzón, one of the firms with the greatest impact on the profession in the second half of the 20th century. After winning the private tender convened by the maritime transport company and financed by the powerful Federation of Coffee Growers, it was designed in 1961 and built between 1962 and 1964 by CSG with the participation of Hans Drews Arango. The structural engineer and consultant was Jorge Pinzón. The FMG is a compressedversion of the elevated blocks that allow the continuity of the urban public space, popularized by Le Corbusier in numerous urban proposals. In this case, it suffices to remember the Unités and the redents proposed for the Pilot Plan for Bogotá in 1951, supported on pilotis to allow circulation under the blocks. At its modest scale, the FMG expands the space for collective use by making an ingenious typological operation: starting from a tower with a slab, its two components are split: the tower is kept on the building line and it is supported on a portico, parallel to its central strip, and the platform is pushed towards the back of the lot. This operation produces a large covered porch with 8-meter overhangs on each side of the portico and an uncovered strip given over to the premises of the commercial platform. Jo rg e Pi nz ón e n Pr oa 1 69 . Para la estructura de la torre se diseñó un sistema que minimizara la cantidad y masa de los apoyos verticales (ver esquema), definiendo una franja central de servicios y circulaciones y manteniendo libre de apoyos interiores la planta tipo de oficinas. En rigor no se trata de una torre; es más bien un bloque, pues va de medianero a medianero, a la espera de que los vecinos replicaran la operación propuesta, adosándose a los muros divisorios y alargando todo lo posible el bloque que flota sobre el espacio público también continuo. La ciudad obligó a los constructores a darle un acabado “decente” a los dos medianeros, y por eso están revestidos en piedra bogotana o muñeca. El mensaje era claro: era posible proponer una estrategia de conjunto que ordenara, como patrimonio colectivo, el espacio público que apenas se iniciaba del Centro Internacional. Lograr que el usuario de las áreas comerciales y de servicios se sintiera libre para desplazarse y seguro por la distancia respecto al tráfico motorizado mejoraría la rentabilidad de las operaciones inmobiliarias necesarias para lograrlo. No importa que la lección de la FMG tuviera un efecto muy limitado incluso en manos de los diseñadores de la propia firma. Las posibilidades de actuar coordinadamente chocaron con los intereses de los agentes de cada operación inmobiliaria. El Centro Internacional, expandido a las grandes manzanas que la rodean hoy en día, sigue siendo uno de los sectores en que el urbanismo moderno contribuyó de manera concreta a mejorar la calidad espacial del área central de Bogotá. For the structure of the tower, a system was designed to minimize the quantity and mass of the vertical supports (see diagram), defining a central strip of services and circulations and keeping the typical office plan free of internal supports. In fact, it is not a tower, it is rather a block, since it goes from median wall to median wall, waiting for the neighbors to replicate the proposed operation, attaching itself to the division walls and extending as much as possible the block that floats on the public space, also continuous. The city forced the builders to give a “decent” finish to the two median walls, and that is why they are covered in Bogota stone or piedra muñeca. The message was clear: it was possible to propose an overall strategy that would organize, as a collective heritage, the public space of the International Center that was starting to materialize. Making the user of the commercial and service areas feel free to move while being secure by the distance from motorized traffic, would improve the profitability of the real estate operations necessary to achieve it. It doesn’t matter that the lesson of the FMG had a very limited effect even in the hands of the designers of the firm itself. The possibilities of acting in a coordinated manner clashed with the interests of the agents of each real estate operation. The International Center, expanded to the large blocks that surround it today, continues to be one of the sectors in which modern urbanism contributed in a concrete way to improve the spatial quality of the central area of Bogotá. Edificio Flota Mercante Grancolombiana -FMG- y locales comerciales en los primeros pisos deCuéllar, Serrano, Gómez, Bogotá,1962. FMG, Esquema estructura. FMG,structural sketch. Fo to gr af ía s: G er m án T él le z. 2928 ARQUITECTURA MODERNA LATINOAMERICANA LATIN AMERICAN MODERN ARCHITECTURE Fo to gr af ía s: P au l B ee r. PLATAFORMA Y TORRE MACIZA CON BALCONES La aparición de nuevas formas y escalas arquitectónicas en el panorama urbano colombiano tenía, hacia fines de los años 50, casi una década de asimilación y maduración. Las más reputadas firmas de arquitectos, ingenieros y constructores habían sido fundadas por profesionales formados total o parcialmente en el exterior y estaban, en ese momento, en una etapa particularmente fructífera de su producción. Obregón y Valenzuela Ltda. (O y V) era una de ellas. Su prestigio estaba cimentado en el rigor formal y la atención a los detalles constructivos, en gran medida derivados del oficio aprendido en los Estados Unidos y en viajes realizados a Europa durante los años 40 y 50. El edificio de renta diseñado para la Compañía Colombiana de Seguros S.A. en el barrio de Chapinero en Bogotá, hace parte de una serie de encargos realizados por la firma en una época de dinamismo económico y rápidas transformaciones urbanas. Se ubica sobre la carrera Trece, un importante eje comercial del norte de Bogotá en torno al cual surgieron barrios residenciales de casas aisladas, que después dieron paso a áreas mixtas caracterizadas por la presencia de comercios, cines y edificios de renta, cuando la propiedad horizontal aún no estaba implementada. El encargo consistió en un edificio con usos mixtos situado en una esquina. Una plataforma comercial de dos pisos, una torre de siete pisos y penthouse para oficinas y un subterráneo para estacionamientos, con una superficie de 5.331 m². Este formato era uno de los más usuales, debido en parte a normas que exigían continuidad de fachada a nivel de los primeros pisos y desarrollo en altura que no debía exceder los 35 metros, aislado por todos sus costados. PLATFORM AND MASSIVE TOWER WITH BALCONIES The emergence of new forms and architectural scales in the Colombian urban landscape had, by the end of the 50s, almost a decade of assimilation and maturation. The most reputable firms of architects, engineers and builders had been founded by professionals trained totally or partially abroad and were, at that time, at a particularly fruitful stage of their production. Obregón y Valenzuela Ltda. (O y V) was one of them. Their prestige was based on formal rigor and attention to constructive details, largely derived from the trade learned in the United States and trips made to Europe during the 40s and 50s. The rental building designed for Compañía Colombiana de Seguros S.A. in the neighborhood of Chapinero in Bogotá, is part of a series of commissions engaged by the firm in an era of economic dynamism and rapid urban transformations. It is located on Carrera Trece, an important commercial hub in the north of Bogota around which residential neighborhoods of isolated houses were built, and which later gave way to mixed areas characterized by the presence of shops, cinemas and rental buildings, when horizontal property had not yet been implemented. The assignment consisted of a mixed-use building located on a corner. A two-story commercial platform, a seven-story tower and office penthouse and a parking garage, with an area of 5,331 m2. This format was one of the most common, due in part to rules that required continuity of façade at the level of the first floors and height that should not exceed 35 meters, detached on all sides. Una ciudad imaginada de esa manera debía tomar la forma de un continuo de plataformas sobre las cuales emergían edificios exentos destinados a usos comerciales, empresariales, institucionales y residenciales. Esa ciudad se consolidó apenas en unos pocosepisodios en este sector de Bogotá, algunos de ellos realizados por Obregón y Valenzuela. En el edificio de Colseguros se marca con particular énfasis el carácter de la torre-placa, separando formalmente los dos volúmenes mediante fuertes líneas horizontales y verticales en hormigón visto y contrastes materiales: grandes planos vidriados y enchapados en piedra para la plataforma; ladrillo y prominentes balcones para las fachadas laterales de la torre. Al ser necesaria la protección solar para los costados mayores -este y oeste-, los arquitectos optaron por un entramado de ventanas y antepechos profundos que se contraponía al plano de vidrio delgado característico del edificio de oficinas de inspiración norteamericana. La obra está rematada por un fuerte retroceso del último piso -el penthouse- sobre el cual emerge un grueso plano estriado que oculta el piso técnico. Actualmente el edificio está ocupado por el Ministerio de Justicia, y aunque han sido ampliadas algunas áreas libres del tercer nivel y del penthouse, su estado de conservación es bueno. Es un indicio del cuidado en los detalles y la vigencia del formato de la torre y la placa para albergar instituciones que requieren locales públicos y oficinas claramente separados. A city imagined this way should take the form of a continuum of platforms on which exempt buildings emerged, destined for commercial, business, institutional and residential uses. That city was consolidated only in a few episodes in this sector of Bogotá, some of them carried out by Obregón y Valenzuela. In the Colseguros building, the character of the tower-slab is marked with particular emphasis, formally separating the two volumes by means of strong horizontal and vertical lines in exposed concrete and material contrasts: large glazed planes and stone paneling for the platform; brick and prominent balconies for the side façades of the tower. As solar protection was necessary for the longer sides - east and west - the architects opted for a latticework of windows and deep parapets that contrasted with the thin glass plane characteristic of the American-inspired office building. The work is finished off by a strong setback of the last floor - the penthouse - on which a thick fluted plane emerges hiding the technical floor. Currently the building is occupied by the Ministry of Justice, and although some open areas of the third and penthouse level have been incorporated, its conservation status is good. It is an indication of the care in the details and the validity of the format of the tower and slab to house institutions that require public places and clearly separated offices. Edificio diseñado para la Compañía Colombiana de Seguros S.A., de Obregón y Valenzuela Arqs., Bogotá, 1958-62. Planta primer nivel y planta piso tipo de oficinas. First level plan and typical floor plan of offices.Edificio Colseguros visto desde la carrera 13. Fo nd o Do cu m en ta l O br eg ón y V al en zu el a. M us eo d e Ar qu ite ct ur a Le op ol d Ro th er . U ni ve rs id ad N ac io na l d e Co lo m bi a. 3130 BALCONES RITMADOS La Ceiba, de 1967, obedece a la construcción de edificaciones emblemáticas en el centro, lugar privilegiado de la arquitectura moderna en Medellín. Alberto Díaz y Jaime Jaramillo acometieron este encargo con construcción de AIA, que de inmediato se convirtió en el edificio preferido por las firmas de jóvenes arquitectos. Jaramillo recién había regresado de la Bauhaus con su socia Miriam Uribe, y fue invitado por Díaz para este proyecto. Con su obra y tarea docente, jugaron un rol significativo en la consolidación de la arquitectura moderna en la ciudad. En el zócalo del edificio disponen un programa público y un pasaje que conecta la Avenida La Playa con la Carrera Sucre, aprovechando el emplazamiento en una esquina donde confluyen dos ejes ordenadores del centro. En ella sitúan una terraza abierta con un mirador que disfruta de una amplia visual. En planta este zócalo ocupa la totalidad del solar, con los espacios servidos ubicados hacia la calle, ordenados en torno al pasaje y a un jardín interior. A partir del tercer nivel y hasta el piso 13, el programa se resuelve en una doble crujía de oficinas. Esta organización de plantas típicas se distribuye en torno a dos patios cuadrados conectados en el punto central por un tallo de circulaciones verticales y servicios. Un tercer patio alargado es hábilmente dispuesto para dilatar el edificio de su medianera, con lo cual se logra una cara lateral exenta. La Ceiba se inscribe en estricta correspondencia a un predio ortogonal, obedeciendo a la voluntad de conservar el alineamiento por calle. Para ello, el volumen se fragmenta en tres franjas: el zócalo de dos pisos, donde la línea de fachada se repliega para generar un sutil retranqueo que permite un cobijo al viandante; el cuerpo medio del bloque que se adelanta hasta alcanzar el paramento y en el que se despliegan las tres pieles diferenciadas que caracterizan al edificio, la norte con bandejas de parasoles horizontales, la oriental resuelta con un fino radiador de concreto y, la cara sur, en la que una sucesión de balcones se van ritmando en una secuencia discontinua, lo que consigue una imagen de dinamismo y refinamiento geométrico, atendiendo con solvencia las razones de confort climático; por último, la franja de coronamiento, donde la línea de fachada se retrae, operación que consigue una aparente desmaterialización y hace percibir, casi suspendida, la sólida marquesina que define el remate y otorga la presencia urbana al edificio. Como respuesta a la estructura preexistente de la parcela se genera una planta híbrida con crujías aún estructuradas en torno a un esquema de patios. La apuesta urbana de los arquitectos se resuelve en la planta noble, donde vinculan las dos calles con el pasaje y crean el zócalo acristalado de dos niveles, dotándolo de monumentalidad. La envolvente es el cénit de sus búsquedas, con tres fachadas diferenciadas que superan razones compositivas y atienden a una condición climática. Con este recurso otorgan un interés plástico al edificio, mediante el dominio técnico de los elementos de concreto que van diseminándose en las fachadas para lograr una sofisticada composición en movimiento. ARQUITECTURA MODERNA LATINOAMERICANA LATIN AMERICAN MODERN ARCHITECTURE RHYTHMIC BALCONIES La Ceiba, from 1967, follows the construction of emblematic buildings in the city center, a privileged place of modern architecture in Medellín. Alberto Díaz and Jaime Jaramillo undertook this assignment with the construction of AIA, which immediately became the preferred building for young architectural firms. Jaramillo had just returned from the Bauhaus, with his partner Miriam Uribe, and was invited by Diaz for this project. With their work and teaching practice, they played a significant role in the consolidation of modern architecture in the city. On the base of the building they placed the public program and an alley that connects Avenida La Playa with Carrera Sucre, taking advantage of the location on a corner where two organizing city axes converge. On this corner they place an open terrace to enjoy the wide views. In plan this base occupies the entire plot, with the served spaces located towards the street, organized around the alley and towards an inner garden. From the third level up to the 13th floor, the office program is solved in double bays. This organization of typical floor plans is distributed around two square patios connected at the center by a core of vertical circulations and services. A third elongated patio is cleverly arranged to separate the building from its median wall, achieving an offset lateral façade. The Ceiba is set in strict correspondence to the orthogonal plot, following the decision to preserve the alignment of the street. To do this, the volume is fragmented into three strips: the two-story base,where the facade line is pulled back to create a subtle setback that allows protection for the passer-by; the middle body of the block that reaches the wall and where the three differentiated skins that characterize the building unfold, the north with slabs of horizontal sunshades, the east one with a thin concrete mesh, and the south face with a succession of balconies create a rhythm of discontinuous sequence, achieving an image of dynamism and geometric refinement, competently attending the requirements of climatic comfort; finally, the crowning strip, where the façade line is set back, an operation that achieves an apparent de-materialization and makes one perceive the solid marquee as almost floating, which defines the top and grants urban presence to the building. In response to the pre-existing structure of the plot, the proposed hybrid plan has bays that are still structured based on a patio scheme. The urban proposal of the architects is solved in the piano nobile, where they connect the two streets with the alley and create the two-level glazed plinth, endowing it with monumentality. The envelope is their greatest achievement, with three distinct façades that overcome compositional reasons and respond to climate conditions. With this resource they endow the building with an aesthetic interest, by means of the technical mastery of the concrete elements that are distributed in the facades, to achieve a sophisticated composition in movement. 1 1 1 1 1 1 1111 2 2 2 3 4 5 5 5 5 5 5 5 5 555 5 5 5 555555555 5 5 5 5 5 5 4 PLANTA PRIMER PISO PLANTA PRIMER PISO PLANTA PRIMER PISO 1. LOCAL 2. DEPÓSITO 3. JARDÍN 4. HALL 5. OFICINA 1 1 1 1 1 1 1111 2 2 2 3 4 5 5 5 5 5 5 5 5 555 5 5 5 555555555 5 5 5 5 5 5 4 PLANTA PRIMER PISO PLANTA PRIMER PISO PLANTA PRIMER PISO 1. LOCAL 2. DEPÓSITO 3. JARDÍN 4. HALL 5. OFICINA 1 1 1 1 1 1 1111 2 2 2 3 4 5 5 5 5 5 5 5 5 555 5 5 5 555555555 5 5 5 5 5 5 4 PLANTA PRIMER PISO PLANTA PRIMER PISO PLANTA PRIMER PISO 1. LOCAL 2. DEPÓSITO 3. JARDÍN 4. HALL 5. OFICINA Planta piso tipo Typical floor planPlanta nivel 1 1st level plan Elevación fachada Facade elevation Vé le z, Cr ist in a; Ló pe z, Di eg o; G av iri a, M au ric io ; M on to ya , N at ha lie , A rq ui te ct ur a m od er na en M ed el lín , 19 47 -1 97 0, M ed el lín , E d. U ni ve rs id ad N ac io na l d e Co lo m bi a, 2 01 0. Fo to gr af ía : G ab rie l C ar va ja l. 3332 BIBLIOGRAFÍA AAVV (1946-2006) Colección Revista Proa. Bogotá. AAVV (1990). Estudios sobre urbanismo iberoamericano. Sevilla: Junta de Andalucía. Armesto, A. (2009) Hórreos della penisola iberica. Breve saggio sull´ethymon del monumentale in architettura. En Vincenzo Pavan, editor. Litico etico estetico. Motta Architettura. Milán. Bright, P. (2006). 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