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AtrapaletrasAtrapaletras ISSN: 2011-4907 (IMPRESO) ISSN: 2745-0082 (EN LÍNEA) Instituto Pedagógico Arturo Ramírez Montúfar - IPARM Dirección de Bienestar Universitario Sede Bogotá AÑO 11 AÑO 11 N. N.ºº 11 11 20202020 Rectora Dolly Montoya Castaño Director de Bienestar Universitario Oscar Arturo Oliveros Garay Director IPARM Víctor Manuel Neira Coordinación editorial Dayán Cuesta Pinzón Editorial Universidad Nacional de Colombia Diseño y diagramación Andrea Kratzer Corrección de estilo Camila Henao Guerrero Correo electrónico atrapaletras@gmail.com atrapaletrasiparm@gmail.com Revista Atrapaletras ISSN: 2011–4907 (impreso) ISSN: 2745-0082 (en línea) Publicación anual de 1000 ejemplares Impresión Panamericana Formas e Impresos S.A. Bogotá, D. C., Colombia Los diferentes tipos de textos presentes en la revista no han sido modificados en su contenido, por ser un proceso escritural producto de las experiencias comunicativas de la comunidad estudiantil del iparm. Las ideas y opiniones de cada escrito son responsabilidad de sus autores. Instituto Pedagógico Arturo Ramírez Montúfar - iparm Dirección de Bienestar Universitario Sede Bogotá S E S Q U I C E N T E N A R I O U N I V E R S I D A D N A C I O N A L D E C O L O M B I A AÑO 11 N.º 11 2020 AtrapaletrasAtrapaletras Directoras revista Atrapaletras María José González Bustos Mariana Solano Pineda Nilce Vargas Cárdenas Asistentes de Dirección Cristóbal Díaz Piñeros Sara Valentina Triviño Pulido Edición Nilce Vargas Cárdenas Consejo Editorial Estudiantes de Décimo A Estudiantes de Décimo B Charles Arcel Maussa López Yolima Páez Sanabria Laura Sofía Parra Ávila Nilce Vargas Cárdenas Fotografías Cortesía de estudiantes, familias, profesoras y profesores iparm Diseño e ilustración de carátula Andrés Felipe Serna Rivera Diseño e ilustración de carátula interior Ana Paula Bautista Rincón Adriana Camila Bautista Rincón Diseño e ilustración de portadillas Ángel Valeria Palacio Suárez Ilustración de logo-símbolo Ángel Valeria Palacio Suárez Ilustraciones Estudiantes de Décimo A Estudiantes de Décimo B Estudiantes del Taller de Artes de Sexto y Séptimo CONTENIDO EDITORIAL .................................................................................................... 3 CONFINAMIENTO Habitar a diario: poetizar Nos habla: Enrique Rodríguez Pérez ........................................................... 6 Jardín ................................................................................................................. 9 Transición A ....................................................................................................12 Transición B ....................................................................................................14 Transición C ....................................................................................................16 REINVENCIÓN La eterna vigilia Nos habla: Manuela Arias García ................................................................20 Primero A ........................................................................................................21 Primero B ........................................................................................................22 Primero C ........................................................................................................24 Segundo B .......................................................................................................26 Tercero A .........................................................................................................29 Tercero B .........................................................................................................30 Cuarto A ..........................................................................................................31 Cuarto B ..........................................................................................................34 Quinto A ..........................................................................................................36 Quinto B ..........................................................................................................38 NUEVA NORMALIDAD Mi camino hacia una crianza consciente Nos habla: Lady Diana Patiño Cadena .......................................................44 Sexto A ............................................................................................................46 Sexto B ............................................................................................................48 Séptimo A .......................................................................................................52 Séptimo B .......................................................................................................54 Octavo A .........................................................................................................58 Octavo B .........................................................................................................64 Noveno A ........................................................................................................68 Noveno B .......................................................................................................71 Décimo A ........................................................................................................73 Décimo B ........................................................................................................78 Undécimo A ....................................................................................................82 Undécimo B ....................................................................................................83 Bienvenidos y bienvenidas una vez más a este es-pacio donde convergen las ideas más creativas del iparm, donde el pincel y el lápiz se unen para plasmar la identidad de una comunidad, y donde un mundo más allá de nuestra imaginación es posible. Nuestras aulas nos permiten desarrollar vínculos e ingenio, que ahora se ven forzados a adaptarse a una pantalla; sin embargo, logramos construir nuevamente esta revista para demostrar el gran fruto de nuestro esfuerzo. Este año ha sido un reto que hemos sabido enfrentar, aunque para todos ha sido duro adaptarse. Ha habido desmotivación, añoranza profunda, sueño de un pronto reencuentro y un cambio de estrategias para culminar muchos propósitos. Pero, más allá de estas cosas, nos hemos permitido reflexionar y entender nimiedades que no teníamos presentes cuando éramos llevados por nuestra cotidianidad. Ciertamente, hemos aprendido y culminado uno de aquellos grandes propósitos, como lo es esta increíble revista que nos une como institución. La historia de la humanidad y nuestra formación como sociedad nos han enseñado la importancia cultural, social e incluso política de la escritura. Los textos que leemos y los que creamos son propiedades que forman nuestra personalidad con el pasar del tiempo, hasta que llegamos a ser parte de una civilización en desarrollo. Los grandes escritores que todo el mundo conoce por cultura general se formaron desde esto, desde revistas y periódicos escolares, desde páginas de cuadernos desgastados hasta llegar a su primera publicación reconocida. Es por esto y mucho más que sabemos la importancia de ser leído y leer a otros, de permitir que se conozca nuestra visión íntima del mundo y de que a partir de ella se cree una nueva manera de ver las cosas, teniendo presentes diferentes puntos de vista. Por cada texto que lee una persona, esta puede conocer un nuevo mundo, expandir un poco más su conocimiento y abrir su mente ante nuevas ideas. Fomentamos la libre escritura en espacios como estos porque nos formó a través de la historia y nos seguirá formando en el futuro. No necesariamente las historias, poemas y cuentos deben ser textuales. En el iparm nos enseñan a escribir a través de las artes visuales.Desde que nacemos nuestra creatividad y habilidad de escribir florece y crece con cada año de experiencias, eso debe plasmarse de alguna forma y no hay mejor lugar para expresarse que en el papel. Esta es la razón de que una imagen contenga mil palabras y mil palabras produzcan una imagen. ¿Alguna vez han sentido que hay algo que no pueden expresar desde su razonamiento lógico? Es algo que proviene de los sentimientos y el cuerpo necesita manifestar. Acudimos a esta opción de la escritura (en cualquiera de sus formas) porque nos permite liberarnos. Seamos de corta o avanzada edad, en unas cuantas páginas blancas el tiempo puede dejar de existir cuando nos sumergimos en ellas, no hay límites, no hay prejuicios; no hay nadie más que tú, tu herramienta de escritura y tu vasta imaginación. Cuando sintamos que nos ahogamos, las artes escritas y visuales siempre estarán presentes para ser nuestro espacio de libertad. Los procesos y resultados académicos logrados a lo largo de esta pandemia demuestran la formación de los docentes que ha permitido sobrellevar este cambio tan grande de la presencialidad a la virtualidad; aquella búsqueda de herramientas para generar conocimiento es digna de resaltar. La revista nos permite ver cómo continuamos superándonos y cómo los estudiantes siguen produciendo conocimiento. Este espacio es una salida de lo cotidiano para todos. Lector, que has llegado hasta aquí para descubrir lo que se ha logrado en medio de un camino de incertidumbres y el esfuerzo colectivo por avanzar ante las adversidades. Te invitamos a indagar en los pensamientos, los sentimientos y las voces silenciosas que provienen de los corazones de los estudiantes, representados a través de las letras y el dibujo. Gracias a las artes escritas y visuales, encontramos un hogar permanente y esperamos que, a continuación, lo encuentres también en el interior de estas páginas. María José González Bustos | Mariana Solano Pineda Directoras de la revista Atrapaletras, edición n.º 11 EDITORIAL Ideas al muro es un ejercicio periodístico liderado por los estudiantes del IPARM, que hace parte del proyecto de medios de comunicación coordinado por la asignatura de español. Lea nuestras ediciones mensuales en la página del colegio http://www.unal.edu.co/iparm/ ¿Te sientes preso? ¡Exprésate! ¡EXPRESO ESCOLAR! Expreso escolar es un espacio radial semanal hecho por estudiantes del iparm, que permite expresar diferentes posiciones y percepciones frente a diversas temáticas propias del entorno juvenil, al hacer uso de un ejercicio comunicativo propio y significativo como parte de la comunidad universitaria. Escúchanos todos los sábados a las 8:30 a.m. por la UN Radio 98.5 FM Bogotá y 100.4 FM Medellín. En Facebook: Expreso Escolar IPARM https://www.facebook.com/profile.php?id=100009218325216&fref=ts expresoescolar@unal.edu.co N os h ab la .. . 6 Enrique Rodríguez Pérez Monguí (Boyacá), Colombia, 1964. Profesor del Departamento de Literatura de la Universidad Nacional de Colombia. Doctor en Estudios Ibéricos y Latinoamericanos de la Universidad François- Rabelais, Francia. Filósofo y magíster en Filosofía de la Universidad Nacional de Colombia. Licenciado en Español y Literatura de la Universidad Pedagógica Nacional. Obtuvo el premio de poesía de la revista El Aguilucho del Gimnasio Moderno de Bogotá en 1986, el premio de poesía en el “Concurso de Literatura, 20 años del Fondo de Empleados Docentes de la Universidad Nacional, fodun” en marzo de 2010 y una mención en el Premio Nacional de Poesía Porfirio Barba Jacob 2007, en Medellín, con el poemario Entre los tejidos de las horas. Ha escrito varios libros de poesía: Historia del agua (1987), Inconsistencia de la mirada (2003), Porque la levedad se fue muriendo (2008), En el trance de una ida (2010), Entre materia y premura (2013) y En el requiem de los ciruelos (2014). Fue editor y compilador del libro Conjuro Capital. Poetas Bogotanos (2009) y de La palabra que se entreteje en el tiempo (2009), además de un libro de ensayo Ensoñaciones, escrituras Tejidos. Debates: Bachelard-Derrida (2003). También, fue coeditor de la revista Palimpsesto n. º 7. Letras, Pensamiento y Sociedad (2010). Actualmente es director del Instituto de Investigación en Educación y coordinador de la Maestría en Educación de la Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad Nacional de Colombia. Habitar a diario: poetizar “Lleno de méritos, sin embargo poéticamente, habita el hombre en esta tierra” Federico Hölderlin En el diario transcurrir del día y de la noche, en lo sencillo del amanecer, al apreciar un gesto del otro, al contemplar una araña que teje su casa, al ir caminando por un sendero en medio de árboles li- geros o frondosos, al detallar la mirada de quien se despide o llega, ahí está la poesía. Al abrir el salón de clase, al saludar a los compañeros, ahí está el poema: nos persigue. La poesía es un modo de estar en medio de las cosas. En el transcurrir del tiempo y en toda ubicación en el espacio, ahí existe el poema. Resuena en no- sotros porque nosotros mismos somos poema. El poema no está en los libros de poesía, es nuestro propio hábitat, es la forma más sutil de habitar, de percibir y de disfrutar lo que nos rodea. Los sentidos, los sentimientos y la vida poética Habitar de forma poética es connatural al ser humano. Su forma más nítida de vivir se constituye desde los sentidos y los sentimientos, porque ellos nos comunican inmediatamente con el entorno. La vista, el oído, el tacto y el gusto son las formas de apertura hacia el paisaje, hacia otro y hacia uno mismo. Los sentidos constituyen nuestras más au- ténticas experiencias de lo que nos rodea. Estas percepciones sensoriales nos ayudan a construir las imágenes, que son formas invisibles e inmateriales de lo que observamos. Los sentimientos, de igual forma, son el ho- rizonte de nuestro actuar. En angustia entramos inesperadamente, nos enamoramos sin explicación, caemos en la tristeza, inevitablemente en algún ins- tante de nuestro vivir. Desde ahí vemos el mundo como una manera sentimental de estar. Cuando se fusionan los sentidos, las percepciones y los senti- mientos en las imágenes, nace el poema, por tanto, nuestra condición natural es estar en el mundo de manera poética, inmediatamente, ahí inmersos en el mundo. De forma que la poesía nos constituye como seres humanos. 7 N os h ab la .. . Una poética de lo cósmico “El cielo es la marcha del sol, el curso de la luna, el fulgor de los astros, las estaciones del año, la luz y el crepúsculo del día, la oscuridad y la claridad de la noche, la bondad y la inclemencia del tiempo, el paso de las nubes y la profundidad azul del éter. Cuando decimos cielo, estamos pensando ya en los otros Tres desde la simplicidad de los Cuatro” Martin Heidegger, Conferencias y artículos. Si ahondamos más en estas consideraciones, vemos en el fondo el horizonte último en el que nos hallamos: entre el cielo y la tierra. Esta fusión la vemos a diario desde que nos despertamos o incluso cuando dormimos. El cielo nos cubre, la tierra nos protege, el cielo parece invisible, puede ser la mo- rada de los invisibles, de aquellos que siempre han estado desde antes de que existiéramos: los dioses, las divinidades, lo sagrado. La tierra está llena de seres humanos, de objetos, de ciudades, de mares. Este encuentro, según el poeta alemán del siglo xix, Hölderlin, es lo que permite “habitar poéticamente” esta tierra. Cuando vemos el cielo quizá pensamos en lo divino y cuando deambulamos por la tierra, con- sideramos nuestra condición humana finita, mortal. La fusión de estos dos horizontes abre el espacio del habitar. De esta manera, estamos, mediante los sentidos y en la cotidianidad, en la dimensión de lo poético. No tenemos que buscarlo solamente en los libros de poesía, antes queeso moramos entre cielo y tierra, por eso, la poesía es lo que deja que nosotros vivamos, suframos, sintamos, recordemos e imaginemos. Cuando la luz celeste se funde con lo terrestre, se forma la imagen poética. Así que somos como una imagen poética, un reflejo que vive en la tierra cubierto por el cielo. Esta es nuestra condición fundamental. El desafío poético que nos compete De modo que, en nuestro diario vivir, mediante los sentidos, las imágenes y los sentimientos, nos hallamos en el mundo. Eso significa que nuestra condición de existir es poética. Si así es nuestro día a día, estar en el colegio es un modo de habitar. No conocemos la poesía solo en la clase de español, sino que nos es connatural a todo nuestro hacer. En este sentido, la poesía es más que la clase de li- teratura, es más que aprenderse unos versos o leer unas obras literarias. Estamos bajo el cielo y caminamos por la tierra. Así estamos en el colegio, en clases, en experi- mentos, en escenarios, en descansos, entre diálogos con nuestros amigos y compañeros. Por eso, nos compete vivir bajo ese cuidado primordial, bajo la delicadeza de ese encuentro. Por ello, este entorno en el que nos mo- vemos merece ser protegido, porque estar en medio de esa relación indica que se nos ha dado la mejor de las posibilidades: la de recibir el brillo de lo celeste y poder andar caminos en la tierra. La poesía entonces no es una asignatura, es la con- dición humana por excelencia, por esta razón creamos, amamos, admiramos, respetamos, soñamos, nos angus- tiamos o serenamos. De modo que la vida es ese milagro de estar con los otros, de aprender, de comprender y de comprenderse. De ahí que se habite poéticamente siempre que existimos. Estar en la ciudad, ir al colegio, entrar a clases, jugar, volver y regresar a casa son actos asombrosamente poéticos. Esta es una invitación a asumir sensiblemente esa actitud, ese descubrimiento. Desde que nacemos hasta que morimos somos expresión de la poesía. Desafor- tunadamente, hoy vivimos un desequilibrio. Esta pan- demia ha sido una de las manifestaciones de esa crisis destructiva del planeta, ha sido una forma de lo que no es poético porque impide una relación mutua entre cielo y tierra: el cielo está contaminado, la tierra se está ago- tando por obra del ser humano. Así que estamos ante un reto en este tiempo desafor- tunado y crítico: hacer lo posible por formarnos para cuidar la tierra y el cielo para evitar el desastre, para reconocer en el otro esa imagen de lo invisible y respetar su existencia. Evitar que un humano asesine a otro y que los humanos que hoy se dicen civilizados dejen de asesinar la tierra, de contaminar el cielo y todo lo que ellos simbolizan. Esta es una invitación para ustedes, niñas, niños y jóvenes del iparm para vivir poéticamente en esta tierra. Un llamado para aportar a diario actos de protección, actos de respeto y actos de transparencia. Este planeta está empobrecido, ha sido explotado y herido de muerte; requiere que los humanos transformen sus acciones en favor de la naturaleza, de sí mismos y de los otros para poder superar esta pandemia planetaria. N os h ab la .. . 8 Para reiterar este llamado comparto uno de mis recientes poemas: La tríada del tiempo: el espejo A mi padre la barba se le hizo de un gris acristalado mientras en una quebradita de agua se afeitaba el día domingo para la misa de piedra y bruma, hace más de 50 años. Miré mi rostro y percibí, hace poco, un gris abrumador en mi barba. Miré a mi hijo que se bañaba los dientes con la mirada expectante de la mañana antes de ir al colegio a sus 4 años de existencia acristalada. A la vez, yo recorría el rostro de mi padre y su mirada repetía la vuelta caminando entre tanto frío de ciruelos, al lado del molino que giraba como un reloj y dejaba la harina entre mantequilla y panela en los días ingenuos de sol en el cuarto de adobe. Mi hijo me miraba y repetía mis movimientos con la mano con la dedicación de sus cuentos nocturnos mientras le preparaba la masa para la rutina de la salida de la casa por el asfalto y el mendigo diario. En un delgado ensueño nos vimos los tres por el parecido del rostro. Toqué su ropa de pana y sentí mi ropa como si tuviera 2 años. Percibí su textura como rieles de tren de madera o zanjas de regadío o surcos de tierra que mi padre hacía con sus bueyes de viento. Ya perdí la diferencia, mi hijo soy yo que cuida de mi padre a punto de morir, mi padre soy yo que cuida de mi hijo mientras dibuja su primera letra. Mi padre me tiene la mano para que dibuje mi primera letra, mi hijo sigue la mano de mi padre que hace la E de su nombre. Mi padre ha vuelto en el rostro de mi hijo y ha hecho posible que vuelva a girar la vida hacia los nacimientos. Mi hijo tiene mi rostro entre niebla de páramo. Siento la tibieza de los dos rostros, oculto uno en el otro, pero ¿soy yo el duplicado?, ¿o padre o hijo? Entre la somnolencia de la noche que va disminuyendo, mi madre presiona mi pecho y con la delicadeza del tiempo me señala el ciclo del espejo. Aprendiendo las vocales: primeros trazos escritosprimeros trazos escritos Gabriella Bermúdez Gómez | Jardín Arturo Hernández Cortés | Jardín Iniciación a la escritura: construyo con recortes mi nombre y el de mis padresconstruyo con recortes mi nombre y el de mis padres Nyia Diaz Castañeda | Jardín Jacobo Jeréz Calderón | Jardín Sara Solano Mesa | Jardín 9 Co nf in am ie nt o Ja rd ín Iniciación a la lectura y la escritura: asociación fonética a partir del nombreasociación fonética a partir del nombre Josvel Felipe Collazos Ulloa | Jardín Samay Parra Prieto | Jardín Manuel David Hou Navarro | Jardín Lilah Susana Molano Mosquera | Jardín Laura Isabella Delgado Barahona | Jardín Anahí Eliana Espinosa Bojacá | Jardín 10 Co nf in am ie nt o Ja rd ín Iniciación a la lectura y la escritura: asociación fonética a partir del aprendizaje de los días de la semanaasociación fonética a partir del aprendizaje de los días de la semana Martín Alejandro Vergara Santos | Jardín Thomas David Mantilla Forero | Jardín Hyksqa Rodriguez Barreto | Jardín Miguel Angel Serrano Contreras | Jardín 11 Co nf in am ie nt o Ja rd ín Historieta del Girasol “La plantas se aman y se cuidan”. Miguel Fernando Martínez Ramírez | Transición A Un jazmín en mi jardín “Cuidar la naturaleza”. Hael Samuel Becerra Nitola | Transición A “Cuidemos las flores”. Gabriel Castiblanco Benavides | Transición A “Yo amo la naturaleza y ella es hermosa. Yo cuido la naturaleza y mi familia también”. Juliana Lucia Colmenares Iglesias | Transición A “Cuidemos las plantas y las flores, todos necesitamos de ellas”. Elena Lucía Pastrán Contreras | Transición A “Si se cortan las flores, las abejas no llevan el polen para producir más flores”. Esteban Rodríguez Castiblanco | Transición A “Se debe amar la naturaleza”. Helene Itshahanna Sandino Ríos | Transición A “Hay que cuidar el medio ambiente y no arrancar las flores”. Gabriela Jiménez Morales | Transición A 12 Co nf in am ie nt o Tr an si ci ón A Historieta del Girasol “Las plantas necesitan… agua, abono y cuidado”. Federico Giraldo Díaz | Transición A “Cuidemos la naturaleza”. Mariana Mónzon Cabrera | Transición A “Que no arranquen las flores porque se marchitan”. Ana Isabella Martínez González | Transición A “La prehistoria tenía plantas y animales”. Federico Montoya Mejía | Transición A “Un jazmín en mi jardín”. Emily Sophia Mican Díaz | Transición A Mariana Corzo Muñoz | Transición A 13 Co nf in am ie nt o Tr an si ci ón A Las profesiones: proyecto que eligieron los estudiantes para este año proyecto que eligieron los estudiantes para este año Fotos grupales en la clase de proyecto En la foto los estudiantes realizaron un sombrero de bombero luego de la exposición de un estudiante. La foto muestra el diseño de instrumentos musicales luego de la exposición de una estudiante sobre el rock.Sarita la veterinaria “Había una niña que curaba a los animales. Un día llegó un oso malito, ella lo cuidó hasta que se recuperó. Fin”. Sara Isabella Díaz Niño | Transición B Pandemia “Había una vez una doctora llamada Luciana que ayudaba a personas con coronavirus, tenía una hija a la que no podía cuidar para no contagiarla; al terminar la pandemia se encontraron nuevamente y vivieron felices por siempre”. Sophia Victoria Peralta Ruiz | Transición B Bumblebee “Un día escaneó su vieja forma y se convirtió en camaro viejo”. Dylan Gerónimo Prada Duarte | Transición B14 Co nf in am ie nt o Tr an si ci ón B Un policía y tres ladrones “Había un policía llamado Martín, un día vio tres ladrones que robaron una billetera, los siguió en su patrulla y los atrapó. Esa noche vio una estrella fugaz y pidió que ellos se volvieran buenos para que la ciudad viviera feliz siempre”. Martín Guerrero Muñoz | Transición B Pepperoni “Había una vez un chef que hizo una pizza de pepperoni y le agregó un condimento que era picante sin darse cuenta, cuando lo probó no le gustó porque picaba mucho”. Ángel Gabriel Sánchez Cárdenas | Transición B El arquitecto “Había un niño que vivía en una casa que su papá había construido y un día ayudó a su papá a colocar ladrillos. Aprendió a trabajar y creció, estudió y fue muy famoso. Yo quiero ser como él cuando sea grande, arquitecto”. Cristian David Fuentes Motivar | Transición B El Mamut “La familia prehistórica era destructora de mamuts. Ellos fueron su alimento y su vestido”. Jhon Jairo Parado Mondragón | Transición B 15 Co nf in am ie nt o Tr an si ci ón B ARAÑA: LA VIUDA NEGRALA VIUDA NEGRA 16 Co nf in am ie nt o Victoria Zirel Bernal Martínez | Transición C “Me gusto cuando la araña teje su telaraña”. Isis Gabriela González Fúquene | Transición C El escorpión arácnido Linda Valeria Navarro Hou | Transición C “Arácnido venenoso” Taashii Marcelo Sanabria León | Transición C Arácnidos “Son animales invertebrados, o sea que tienen un esqueleto interno. Pertenecen al grupo de los artrópodos y a su vez a los arácnidos. Tienen ocho patas, su cuerpo posee una cabeza y un cuerpo. Las garrapatas son como vampiros que chupan sangre”. Ahsley Villa Escobar | Transición C Isabella Viteri Cardozo | Transición C Escorpión marino gigante fósil Niko Alejandro Chaparro Beltrán | Transición C Tr an si ci ón C 17 Co nf in am ie nt o “Tejen la telaraña muy rápido”. Camila Saidiza Sánchez | Transición C Juan Sebastián Guillén Gómez | Transición C Artrópodos “Miriápodos +10 patas; Insectos 6 patas; Arácnidos 8 patas; Crustáceos 10 patas” Luisa María Medina Mora | Transición C “Las arañas tienen 8 patas. Las más grandes comen ranas y algunas se comen a los machos”. Luisa María Medina Mora | Transición C “Arácnidos” Miguel Ángel Alegría Triana | Transición C Chrystalle Cáceres Gómez | Transición C Tr an si ci ón C 18 Co nf in am ie nt o Tr an si ci ón C “Es un arácnido muy peligroso, me gusta porque es muy venenosa”. Pedro Alejandro Argüello | Transición C “Escogí la araña porque es inteligentes y hábiles”. Anamaría Castro Poblador | Transición C “Del escorpión me gusta su aguijón”. Arlen Sofía Roya Velandia | Transición C “Las tarántulas comen insectos, construyen telarañas, también tienen depredadores”. Alisson Ruiz Jiménez | Transición C “Araña… Gusano” Emily Sofía Stephat Rodríguez | Transición C "Una araña picó a un hombre" Cristóbal Hernández Hernández | Transición C La eterna vigilia cualquier parte y que la única emoción necesaria para escribir es el deseo de hacerlo. La segunda, contraria a la anterior, se instala en la mente de los más inseguros y les hace creer que, pese a contar con todas las ideas e inspiración, producto de sentimientos y experiencias latentes que quieren ser develadas, no deben atreverse a explorar el uni- verso de las letras, porque para ello se necesita gran conocimiento de las estructuras y reglas de redac- ción. Como se puede observar, nuevamente se trata de sucias artimañas para impedir que los dolientes crean en su capacidad. En momentos como aquel, la eterna vigilia hace honor a su nombre, ocasionando que los enfermos se mantengan siempre en la víspera de lo que pudo ser, insomnes en una realidad que no los deja apropiarse de sus sueños, de sus ideas, de su potencial. Como se mencionó anteriormente, se trata de una afección remediable. La cura consiste en erradicar todas aque- llas ideas que fomentan el miedo y la inseguridad por desempeñar la actividad que nos permitió trazar la historia. Empezar siempre es difícil. La elección de una pa-labra que sea merecedora de la apertura a nuevos mundos, la precursora de mares de sentimientos y de líneas que traen consigo un pedacito del alma de su creador, resulta una responsabilidad casi mortal. Quizás por ese temor a elegir la incorrecta, o tal vez porque existe la posibilidad de juntar las letras de aquella detonante, la que desencadenaría una ma- raña de ideas y secretos, que entre la espesura de la timidez y la confusión no quisieran ser revelados; es por el miedo a empezar que infinidad de grafemas se quedan solitarios e incomprendidos. Se conoce como la enfermedad de la eterna vigilia, ataca al 100 % de la población en diferentes etapas de su vida, y, aunque tiene cura, es muy extendida, pues se reproduce a través de los rumores concebidos a su alrededor. Así, las mejores incubadoras de la eterna vigilia son dos ideas opuestas pero muy poderosas. La primera plantea que la escritura está inherentemente relacionada con la experimentación de sentimientos profundos e intensos en nombre del portador. Lo que se desconoce es que la inspiración puede venir de N os h ab la .. . 20 Desde que tuve el conocimiento, siempre he sentido fascinación por la literatura. Me dejo admirar por los textos que leo y encuentro belleza en esa danza que compone un escrito: la manera en que las letras se unen para formar melódicas palabras, que a su vez se coordinan para hacer parte de una idea, marcada siempre por el ritmo de la puntuación. Como la música, la pintura y todas las formas de arte, la escritura es el medio para dar libre expresión a todo aquello que llevamos dentro. Considero que la mejor receta para escribir es permitir que las nuevas experiencias sean parte de nuestra vida. Así, la aceptación de nuestra humanidad y la humildad para reconocer que cualquier momento es una oportunidad de aprendizaje son herramientas que nos pueden permitir encontrar un motivo para justificar nuestra existencia. Manuela Arias García Los tres componentes de mi corto nombre no son lo suficientemente descriptivos sobre la persona a la que identifican. Por eso, voy a apoyarme de estas líneas para señalar que soy Manuela, egresada del iparm en 2018 y aspirante a bióloga desde entonces. La serpiente cantante Érase una vez una serpiente que deseaba cantar y cuando creció encontró un lugar donde podía mostrar su melodiosa voz que se llamaba canta conmigo y después se encontró al director de la orquesta. —Hola, soy Luisa. —Hola, soy Pedro y esta es mi orquesta. —¡Wow wow wow! Que gran orquesta, ¿podría parti- cipar? —preguntó Luisa. —No no no no. —¿Qué fue eso? —preguntó Luisa. —No se debe dejar a las serpientes cantar aquí. —Pues es mi amiga. –le dijo Pedro al dueño del lugar —. Por favor. Verónica Rubio López | Primero A El tigre y el ratón Había una vez un tigre y un ratón que eran amigos pero ¡BOOM! Tenían un problema…el tigre de- rrumbo el castillo del ratón, el ratón se puso bravo y le reclamó, ahora son buenos amigos. Aaron Samuel Galvis Miranda | Primero A El Leñador y el águila Había una vez un leñador recostado en un árbol; cuando él dijo: —¡Qué linda madera tiene este árbol!¡Voy a talarlo! El Leñador empezó a talar. El Águila llegó y dijo: —¿Por qué cortas nuestro árbol? —Porque quiero esta madera bonita. El Águilaasustada porque su hogar caería y no habría sombra advirtió al leñador que se arrepenti- ría. Mientras recogía la madera El Sol se ponía más caliente, pero ya no había sombra. Arrepentido, El Leñador se dio cuenta de su error. Juan Emilio Darwin Mojica Valderrama | Primero A Valiente nunca se rinde Valiente, el león que siempre tenía miedo. Un día llegó un ratón llamado Triste, siempre estaba feliz y un día lo invitó a dar un paseo, pero le daba miedo; su amigo lo ayudó a vencer el miedo. Ahora Valiente nunca se rinde. Samuel José Quintero Valenzuela | Primero A 21 Re in ve nc ió n Pr im er o A 22 Re in ve nc ió n Pr im er o B El lugar increíble Había una vez unos personajes que estaban en una nave, sus nombres eran Landa y Lobi, luego lle- garon a marte y vieron el hombre de arena, intentaron destruirlo pero no pudieron, pero uno si se escondió para lograrlo, después vinieron muchos malos les dispararon algunos, Landa y Lobi corrieron a su nave volaron lejos y vivieron felices por siempre y colorín colorado este cuento se acabado. Dylan Zabala López | Primero B Rescatando a la princesa Había una vez una princesa y un príncipe que es-taban enamorados y vivían en una casa. La prin- cesa estaba recogiendo flores, cuando llegó una bruja y la secuestró. El príncipe se quedó llorando. La niña sabía dónde estaba la princesa. Llevó al príncipe a la montaña y el príncipe venció a la bruja y los tres vi- vieron felices. Mía Valentina Peralta Saiz | Primero B El edificio raro Había una vez un edificio donde sucedían cosas raras, ahí vivían el pato Farki, Mamut y Antoño; Farki y Mamut eran villanos, capturaban a los hu- manos que vivían en el edificio, Antoño notó que cada vez había menos personas, y se fue a investigar, escuchó ruidos que venían del apartamento de Farki y Mamut, entró y vio que los tenían atrapados, luchó contra esos malvados animales y los liberó volviendo a la normalidad. Valeria Silva España | Primero B Terror en el parque de dinosaurios Había una familia que estaba visitando el parque de dinosaurios, de repente unos dinosaurios hambrientos se les aparecieron por el camino y los atraparon para comérselos. Hasta que llegó una di- nosauria herbívora y los ayudó a escapar. Gabriela Lucia Martínez Díaz | Primero B Los papás y el hijo casi perdido Había una vez en un bosque una familia de ardi-llas que vivía en un árbol muy grande y lindo, una noche al papá ardilla el dio mucha hambre y le dijo a la mamá ardilla que mientras el hijo dormía, fueran a buscar algo de comer, salieron, y al escuchar la puerta el hijo se levantó y se fue al cuarto de juegos, sus papás volvieron con la comida y fueron a buscar al hijo y ¡Oh! sorpresa no estaba en su cama, empezaron a buscarlo por todo lado asustados, hasta que el papá se acordó de su cuarto preferido y allí lo encontraron. Al fin todos comieron felices. Matías Sebastián Chávez Ávila | Primero B 23 Re in ve nc ió n Pr im er o B Los ratones Érase una vez unos ratoncitos que vivían en un árbol del bosque que tenía un hueco y ahí hicieron su casita y eran muy felices hasta que un día escucharon un ruido extraño y se asomaron para saber que era, cuando se asomaron se dieron cuenta que un señor estaba cortando su casita y se pusieron a llorar porque no tenían a donde ir, entonces una ardillita les dijo que la siguieran a su casa que quedaba en otro árbol para vivir con ella y fueron felices por siempre. Ángela Buitrago Acero | Primero B La niña y su papá Había una vez una niña que caminaba por el bosque con su padre y al pasar por una cueva la niña le pidió a su papá dejarla entrar para ver que había adentro, pero cuando la niña entró se puso a llorar porque vio a un monstruo de colores, el monstruo la saludo pero la niña solo le dijo que se fuera a los que monstruo le hizo caso y desapareció para siempre. María Juliana Toro Hernández | Primero B El pajarito y su mamá Había una vez un pajarito llamado Cupido, peque-ñito, recién nacido que no tenía casi plumas. Su mamá Rosalba le llevaba gusanitos para alimentarlo pero el pajarito no quería comer gusanitos porque le daba mucho pesar. Entonces se estaba enfermando y estaba muy flaco. Su mamá decidió llevarle frutas que encontraba en los árboles y así el pajarito se puso bonito y con muchas plumas. Juanita Suárez Gallego | Primero B La mala suerte de la abeja Había una vez, un niño estaba sentado bajo un árbol del parque jugando con su celular. Cuando el niño se dio la vuelta, vio que se le acercó una abeja gigante. El niño asustado salió corriendo, pero la abeja le perseguía y el niño se tropezó con una roca y se cayó. Pero cuando la abeja iba a picar al niño, un sapo que estaba cerca sacó su lengua y se comió a la abeja de un solo bocado. El niño estaba a salvo, feliz y contento. Said Castell Sánchez | Primero B Las aventuras de mango Era sábado en la noche, estaban los hermanos Mona, Viernes, Moca y Mango jugando a la pelota en la montaña en Moniquirá. Mango era el menor de los cuatro y tenía sueño entonces se acostó a des- cansar y a ver las estrellas cuando sintió le dio dolor en la pata y se despertó llorando, sus hermanos fueron a ver qué le pasaba y empezaron a discutir al sentirse culpables. Después de un rato una araña café le dijo a Viernes que mordió a Mango. Luego llegaron los papás y ya era hora de dormir y todos trajeron sus camas menos Mango y los her- manos trataron de poner a Mango en su cama porque Mango no se podía poner de pie, después la araña le dijo a Viernes que había una flor que podía curar a Mango. Moca fue a buscarla, la encontró y la llevó a la casa. Luego la araña la cortó con sus dientes y con su telaraña lo curó, y vivieron felices para siempre. Antonia Aldana Hincapié | Primero B Pr im er o B 24 Re in ve nc ió n Pr im er o C Las cabritas del monte En un monte muy lejano vivían las cabritas en una choza, todas las tardes salían al río a jugar con las margaritas, un día cuando las cabritas jugaban se acercó el oso y las asustó mucho, ellas le echaron agua del río para que se fuera, así el oso salió corriendo a lo alto de la montaña sin dejar rastro alguno. El oso siguió su camino encontrando a la súper luna quien alumbró con un rayo de luz todo su cuerpo, el oso asustado al ver su sombra siguió caminando y se re- fugió en el monte. Al día siguiente las cabritas nuevamente salieron muy felices a jugar al río, pero encontraron unas huellas gigantes y siguieron el camino que estaba marcado por las huellas, las cabritas se fueron desa- pareciendo una a una y se convirtieron en colibrí, tor- tuga, cuy y león, cada animal buscó un lugar donde vivir porque sabían que cada mes en luna llena po- drían volver a encontrarse. Luna Jenay Chindoy Jamioy | Primero C El mago Harry Potter es un niño, Harry Potter tiene una ba-rita, él ayuda sus amigos. Él es muy feliz, él hace hechizos y tiene dos amigos. Un mago, el mago es un niño, él está en una casa de paja en la mitad de un bosque. El mago es Harry Potter, él fue donde estaban los laberintos y se en- contró con una lagartija que lo iba a atacar. La lagartija es mitad hombre y mitad lagartija, el mago con un hechizo así se defendió. Se armó una fiesta en el bosque, donde hicieron malvaviscos, estaban haciendo una fogata y piñata, se divirtieron todos, Harry Potter y la lagartija se hi- cieron amigos. Samuel Esteban Ballen Poveda | Primero C 25 Re in ve nc ió n Gato Mágico Bolsillo Mi gato mágico tiene muchos colores y le gusta mucho la torta de mora vive en el bosque le gusta bailar y tiene un bolsillo mágico y con él ayuda a sus amigos, Mari y Robin son los vampiros amigos del gato Mágico Bolsillo. Les gusta mucho chuparles la sangre a los animales y asustan a la gente. Un día, se encontraron los vampiros y el gato, ese día discutieron porque los vampiros se enteraron que el gato le regaló una pulsera a su amiga gata y a ellos, eso los puso bravos,muy bravos. Entonces, el gato Mágico Bolsillo con su amiga gata, que se llama Linda Bolsillo le regalaron a los vampiros pulseras de la amistad que eran mágicas que los convertía en vampiros buenos. Después, hi- cieron una fiesta y comieron pastel y tomaron jugo de mora bailaron, jugaron y fueron felices para siempre. Fin. Isabella Acevedo Ortegón | Primero C El oso feliz y el oso que no es feliz Había una vez un oso feliz que vivía en un bosque con animales y también había un oso que no es feliz. El oso feliz se fue a investigar y se perdió en el bosque, muchas abejas le mostraron el camino y los animales vieron al oso, y el oso que no es feliz en- contró una casa con animales y se volvió feliz. Linda Isabella Escobar | Primero C Las aventuras de Fesai y Vegesh Un día Fesai salió a caminar y estaba todo tran-quilo, tenía el poder de hacerse chiquito, sacar la maldad y tirar bolas de energía buena, vivía en el planeta tierra. Entonces llegó Vegesh un personaje villano en una nave redonda y se bajó, iba a buscar a Fesai así que lo atacó, Fesai se convirtió en chiquito y luego creció le lanzó una bola de energía buena, pero Vegesh envió a otro planeta a Fesai. En ese planeta Fesai encontró unos marcianos y ellos le dieron una nave para volver a la tierra. Entonces se fue al planeta tierra buscó a Vegesh y le entregó una bola de energía buena para que no fuera más malo. Se volvieron amigos y entrenaron juntos para vencer la maldad. Simón Matías Morillo Rodríguez | Primero C Juan el aventurero Juan va al bosque en busca de un tesoro perdido. Un día en medio de su aventura se perdió y eligió un camino peligroso, sin saberlo cayó en una trampa de animales salvajes, gritó y gritó ¡Auxilio! ¡Auxilio! Muy fuerte, después de un largo rato un guardabos- ques lo escuchó y lo rescató, lo llevó a su casa, allí Juan el aventuro se recuperó y fue feliz para siempre. Juan José Acosta Herrera | Primero C Pr im er o C Hola profe, buenas tardes. Profe te quiero contar que yo todos los días me he portado muy bien, y estoy con mi mamita, mi hermanita y mi papá. He ayudado en mi casa y he hecho tareas, he co- loreado, he dibujado, he dormido, he jugado, también he hecho ejercicio y un spa. Quiero volver al colegio, extraño mis compa- ñeros, extraño tus regaños, extraño las profes, ex- traño el parque, pero confío en Dios que esto va a pasar. Sara Valentina Herrera Dussán | Segundo B Cartas en tiempos de pandemia. Ejercicio de escritura y catarsis: familias-niños Qué triste es el mundo sin la sonrisa de los niños, las calles y los colegios, están vacíos… pero sé que pronto nos volveremos a ver… Mientras llega ese momento intercambiemos cartas. Un abrazo enorme. María Fernanda Castro Granados | Segundo B Hola profe Paola, hola a todos, espero que estén muy bien en sus casas, les cuento que estoy ha- ciendo un curso virtual con un artista llamado Puño. Los extraño mucho. María Fernanda Castro Granados | Segundo B 26 Re in ve nc ió n Se gu nd o B Escritura creativa a partir del libro Palabras que me gustan de la autora Clarisa Ruiz Emma Naranjo Gómez Hani Gutiérrez Laura Díaz Moreno Martín Olivos Camelo Esteban Rico Elisa Obando Jaimes Juan Manuel Gutiérrez Rincón | Segundo B 27 Re in ve nc ió n Se gu nd o B Taller de poesía infantil “Palabras del corazón” Mi Gata Mi gata Cloe es muy dormilona y dulzona, es suave y abrazable, gordita pero bonita, anda maullando y saltando. Es amarilla como una granadilla. Emma Naranjo Gómez | Segundo B El koala que yo aprecio Mi koala es un peluche que me acompaña toda la noche, su saco rojo como el verano. Su pelaje gris, como la luna; sus patas grandes, sus manos tiernas, blancas y suaves son sus orejas, me da un amor que es infinito y cada día me brinda más en la noche más oscura, es una luz por eso lo quiero cada vez más. Laura Díaz Moreno | Segundo B Afiche publicitario para nuestro café poético Juán Manuel Gutiérrez | Segundo B Emma Naranjo | Segundo B 28 Re in ve nc ió n Se gu nd o B Viajando por el mundo Érase una vez un humano llamado Pablo, es un explorador que viaja por el mundo, es valiente, aventurero, y curioso, todo empezó cuando fue a la Antártida y se encontró con Hielito, un pingüino azul que es más pequeño de lo normal y es muy amigable y divertido. Pablo y Hielito fueron al noroeste del Pa- cífico y se encontraron con Colorín, un frailecillo cor- niculado, es valiente, nada muy rápido y sabe mucho sobre peces, cuando fueron a Canadá era primavera, aprovecharon para ir al zoológico para conocer más especies de animales, después escucharon un ruido, Colorín voló y vio leñadores cortando árboles y Pablo dijo ¡no lo hagan! Pero los leñadores dijeron; no es- tamos cortando árboles, practicamos para una obra de teatro. Todo quedó claro y se rieron después de lo ocurrido. Juan David Rodríguez Zamora | Tercero A Rescatando la piedra lunar Era una mañana soleada en el bosque de Budapest y, Trichot; un joven lobo de ocho años aficionado a la arquería, ágil y amable, su hermana Poket de cinco años; amable como su hermano. Iban rumbo al río para encontrarse con Jack, un príncipe lobo de ca- torce años. Jack es alto y fuerte, y les habló sobre una piedra lunar que tiene contacto con las montañas y eso hace que no se derrumbe, y los lobos la protegen en lo alto. Esa piedra mantiene a Budapest en pie pues tiene contacto con la luna y eso hace que montañas no se derrumben, si la conexión se pierde durante dos noches; Budapest y la piedra se desintegrarían. Jack mandó llamar a sus hermanos pues son lobos valientes y muy guerreros, que deben enfrentar al malvado doctor Waybe. Un científico que hace investigaciones y experimentos con mecanismos magnéticos para lograr tener grandes cantidades de energía. Su objetivo: dominar el planeta, y la noche anterior envió a su dragón negro a robar la piedra lunar. Para ese momento solo quedaban treinta seis horas para rescatarla y volver al altar. Después de mucho caminar, Trichot y Poket se encontraron con su hermano Jack; les dijo la vieja águila vio al dragón negro llevarse la piedra en los colmillos, la piedra los dirigió hacía el templo sagrado de la jungla, lugar donde el doctor Waylrie tenía su laboratorio. Trichot que era un gran conocedor del lugar, elaboró un mapa para llegar al templo, por su parte Poket hizo una brújula y Jack hizo armas, cons- truyeron un refugio. Al día siguiente los hermanos se fueron al templo, cuando al pisar la entrada escu- charon una trampa que se activa, habían tres cuartos: uno tenía un robot, el segundo tenía el dragón y el tercero tenía al doctor Wabre. Poket dijo: yo voy por esta hojalata. Trichot se fue y se encontró un mons- truo magnético y Trichot pensó que si le daba al centro con una de sus flechas lo vencería, así lo hizo. Jack por su parte se enfrentó al dragón y gracias a sus armas logró vencerlo. Tomaron la piedra y corriendo la llevaron al altar, Budapest se ha salvado. Alejandro Casas Rodríguez | Tercero A El día chévere Era una tarde muy fría y una niña llamada Sarita, ella estaba aburrida entonces decidió llamar a su amiga Laura y quedaron en verse en el centro comer- cial para ir al cine, Laura era puntual pero Sara no. Laura no sabía que su gatica Lili la seguía, cuando entraron al cine la gatica pasó debajo de todas sillas para encontrar a su dueña. La gatica se quedó viendo la película muy emocionada y en una escena apare- cieron muchos animales entonces ella de felicidad maulló así que Sara y Laura salieron corriendo porque todos las estaban mirando, no pudieron ver el final de la película. Después fueron al parque y aunque estaba haciendo mucho frío decidieron caminar, de repente había una pista de hielo fueron a patinar, allá les dieron botas a: Sara, Laura y la gatica Lili. Sara no sabía patinar pero Laura porque era una gran amiga le enseñó a patinar mientras la noche caía, cada vez hacía más fríoentonces se fueron a sus casa a tomar chocolate con masmelos. Juana Lucia Melo Santamaría | Tercero A 29 Re in ve nc ió n Te rc er o A Un día en la cuarentena Me despierto cada mañana y veo a mi hermana estudiando, y tomo el desayuno, luego voy a mi clase virtual con la profesora y mis compañeros del colegio, después de terminar la clase hago las ta- reas con mi mamá y luego puedo jugar con mi gato, y juego con agua en el patio es muy divertido, des- pués almuerzo y siempre hay postre, y luego veo tele un rato, en la cuarentena yo me siento relajada y no estoy triste, mi familia está bien y me apoya mucho. En las noches mi mamá nos lee un cuento y hacemos la oración dando gracias por el día. Anna Isabella Flórez Casas | Tercero B Conhoja y el virus mortal En Conhoja un día un virus mortal llegó, todos los habitantes se asustaron y el virus se esparció. Las clínicas llenas y el total de infectados era 500, recu- perados 300, muertos 10, activos 200. Una familia con 6 integrantes mi papá Minato, mi mamá Kushina, mi abuelita Tsunade, mi hermana Saori, mi prima Sa- cura y yo Naruto. Nos cuidábamos mucho, jugábamos en casa, veíamos películas y nos procurábamos por lo que pasaba. Afuera y a pesar de todas las consecuencias pasá- bamos momentos divertidos, mi familia y yo estamos bien y espero que todo vuelva a la normalidad y adiós. Damián Esteban Ángel Gutiérrez | Tercero B Cuarentena En esta cuarentena hemos hecho mucho, como jugar parqués, ajedrez, dominó y cocinar. Gracias a Dios hemos estado bien y nos hemos cuidado. Pudimos viajar a mi finca, nos fuimos en el carro y nos fuimos con tapabocas, y mientras llegábamos yo jugué con el celular. Nos quedamos 13 días y nos devolvimos a Bogotá, volvimos con una gatita que ahora es nuestra mascota, su nombre es Lulú. Aprendí mucho allá, como por ejemplo: escalar montañas, coger frutas de los árboles, hacer un columpio en el árbol con una rueda de carro y una cuerda, aprendí muchas cosas, visité a mi prima y jugué con una vecina y me divertí. Emily Daniela Barbosa Vargas | Tercero B El virus y Gabriela Había una vez una niña llamada Gabriela Gaona que siempre iba al cole y de repente un virus llegó y todos se encerraron en sus casas. Dicen que el virus se originó en China el virus se llama covid-19 hace que a las personas les de fiebre, tos seca, cansancio, molestia, dolor y dificultad para respirar. Muchas personas han muerto por este virus por eso a Gabriela Gaona y a su familia les tocó quedarse en casa que es a lo que llaman cuarentena. Un día Gabriela se enteró que sus vecinos se en- fermaron de covid-19 entonces Gabriela se asustó porque su amiguito vecino se enfermó de covid-19 después de estar enfermos se tuvieron que quedar en la casa por muchísimos días después los vecinos se recuperaron y las cosas se pusieron mucho mejor ahora Gabriela está feliz porque ha aprendido a hacer muchas cosas y ha pasado tiempo con su familia, Ga- briela quiere que todo termine para volver al colegio y estar con sus amigos. Gabriela Gaona Muñoz | Tercero B30 Re in ve nc ió n Te rc er o B Cuento En un mundo diferente en el que solo existían los felinos, que era como cualquier ciudad, con los trancones, los problemas económicos y en un apar- tamento vivía un gatito que cuando grande quería ser un doctor. Ahora ponía mucho cuidado en las clases de biología. Hasta que un día la profesora de biología le dijo que quería hablar con él a solas y le dijo que sabía algo sobre cómo podía entrar al mundo humano y que ella era su tía abuela. El gatito se sorprendió ante estas palabras y se desmayó. Cuando despertó estaba en casa de un amigo y el amigo le dijo que sus padres habían muerto, el gatito se echó a llorar, su sueño de ser doctor murió. Ya habían pasado 18 años desde la muerte de sus padres, ahora vivía en la casa de un amigo y se volvió el gato Batman y derrotó a muchos. Juan José Zabaleta Bustos | Cuarto A La Momia Hace mucho tiempo en Egipto vivía una hermosa niña llamada Amalia, y era la única heredera del trono. Su madre murió y su padre, o sea el rey, se casó con una mujer llamada Cleopatra, y tuvieron una hija llamada Nefertaty. Cuando Amalia recibió la noticia, se puso tan brava que hizo un trato con el mal, y el mal le dio una daga con una piedra roja que le per- mitía matar, dar vida eterna y revivir, entonces mató al padre, la esposa y a Nefertaty. Le iba a dar vida eterna a un hombre, pero le dispararon y la convir- tieron en una momia por toda la eternidad. Saray Sophia Orduña Porras | Cuarto A El colegio de las ratas En el barrio Soratama, de la parada 12, había un colegio que se llamaba Ratani, o el colegio de las ratas. En el curso 4z había tres ratas: Yoli, Yuli y Yeli. Yoli era una rata inteligente, linda y chévere, Yuli era una rata traviesa y muy buena en Educación Física, y Yeli era una rata muy creída y perezosa. Un día se fueron a jugar a la mesa de la casa y había dos gatos llamados Tina y Mono, Yoli, usó su inteligencia para escapar de ellos, Yuli usó su agilidad para huir de ellos, pero Yeli no pudo sobrevivir porque era perezosa y la costumbre de que le hagan todo, no le funcionó. Isabella Bernal Collazos | Cuarto A El Coronavirus Un día en la selva un animal se puso muy enfermo y de pronto murió. Los científicos investigaron hasta que se dieron cuenta que era un virus que aún no tenía cura. Entonces los científicos intentaron hacer una cura para el virus, pero no lograron hacer una fórmula para el virus. Y el virus sigue contagiando animales y también personas hasta que las personas tuvieron que lanzar una bomba nuclear para que el virus no contagiara a las personas. David Alejandro Garzón Sarmiento | Cuarto A La Tortuga Había una vez una tortuga que era maestra de taekwondo y un diciembre le llegó una jirafa, un hipopótamo y un rinoceronte que no saben tae- kwondo, pero sabían el orden de las clases y la tor- tuga no tenía paciencia y todas las clases los regañaba y les decía que por qué no aprendían hasta que se les saltó la paciencia que renunciaron y nadie quería tra- bajar con ella. Y un día la jirafa, el hipopótamo y el rinoceronte volvieron a clase y le dijeron a la tortuga por qué los regañaba tanto, que no importaba porque era su amiga y que los regañara todo lo que quisiera y que no les importaba, y la tortuga dijo que no los iba a regañar porque los quería y les dijo que su cum- pleaños era mañana, pero nadie quería ir. Y cuando salió le estaban preparando una fiesta sorpresa por el día de su cumpleaños. Compraron globos, serpen- tinas y pastel, y cuando la tortuga despertó se llevó una sorpresa cuando vio su fiesta. Laura Alejandra Cortés Forero | Cuarto A 31 Re in ve nc ió n Cu ar to A David Alejandro Garzón Sarmiento | Cuarto A Momo de Michael Ende Honey Johanna Barrera Pinto | Cuarto A María Victoria López Alfonso | Cuarto A Miguel Alejandro Canchón González | Cuarto A Mariana Guaje Camelo | Cuarto A 32 Re in ve nc ió n Cu ar to A El ajedrecista más famoso del mundo Había una vez un niño que no sabía jugar ajedrez. Estaba tomando clases de ajedrez, y nada que le salía. Sus amigos y su familia ya habían ganado torneos de ajedrez, él era Lucas, un niño flaco, alto y amable. Pero un día ocurrió algo terrible: murió su abuelo que tenía 98 años por cáncer de pulmón. Lucas estaba triste, pero entre cosas del abuelo en- contró un papel que decía: el mejor ajedrecista del mundo, con un número: 3134646485. Este señor vivía en Bogotá, pero Lucas estaba en Manizales, y su cumpleaños era el día siguiente, Lucas cumplía en Halloween y no se podía perder nada, pero sus papás le dieron un carro con licencia para conducir. En- tonces fue rápido a Bogotá, fue a la dirección y tomó clases así fue como se convirtió en el ajedrecista más famoso del mundo. Benjamín Arnedo Salazar | Cuarto A Mis días en cuarentena Había una vez un niño que le gustaba jugar en el celulare ir a visitar a su padre, también le gus- taba jugar con su perrita; su perrita que era de color blanco y café, también tenía una gran pelota y le gus- taba saltar con ella, también hacia tareas, veía tele, videos, dibujar, también le gustaba grabar videos con sus dos tíos y el niño no le gustaba nada de comida hasta que un día comenzó a probar huevo, queso y muchas cosas. Juan Sebastián Poloche Guevara | Cuarto A Copla Este es el amor, amor el amor de mi vida que en Roma me espera para ser una feliz familia. La vida es como la luz, la muerte es la oscuridad, pero mi corazón está lleno de bondad. Cuando volvamos al colegio vamos a jugar, pero en la casa vamos a trabajar. Ana María Castañeda Aristizábal | Cuarto A Trabalenguas Pica pica pica Pedrito, pica pica pica la luna, pica pica pica la flor, en este día de sol. Ana María Castañeda Aristizábal | Cuarto A Jeringonza Lasara cusuru-asara-rensere-tesere-nasara ha-sara sisiri-dosoro musuru-ysyry asara-busuru-r- risiri -dasara porsoro-quesere usuru-nosoro nosoro asara-prensere-desere musuru-chosoro porsoro insiri-tersere-netsere essere massara disiri-verse- re-tisiri-dosoro asara-prensere-dersere ensere elsere cosoro-lesere-giosiorio (La cuarentena ha sido muy aburrida porque uno no aprende mucho por internet, es más divertido aprender en el colegio). Laura Alejandra Cortés Forero | Cuarto A Poema Mariposa del Viento Mariposa del viento que fabulosa estásmariposa del viento tan cálida y natural tu brillo reluciente mariposa del viento quiero verte, verte, verte. Honey Johanna Barrera Pinto | Cuarto A 33 Re in ve nc ió n Cu ar to A El zorro que era diferente Había una vez un zorro que nació diferente a los demás, había nacido con las orejitas blancas, pero a él no le importaba. Cuando el zorrito fue al colegio todos los demás lo miraban, ya que los zorritos tienen las orejitas naranjas. La profesora lo recibió, el zorrito se portaba muy bien, pero los demás no lo querían. Él tenía un amigo que lo quería como era. Cuando el zorrito se volvió grande era el jefe de una empresa, pero los otros zorros que no lo querían cuando eran chiquitos, excepto su buen amigo Alejandro, tuvieron que disculparse, ya que era su jefe, pero su amigo, no. Santiago Caicedo Bogoya | Cuarto B El zorro bromeador Había una vez un zorro llamado Flipy, a él le en-cantaba hacer bromas a los demás: los hacía caer, les escondía cosas y los molestaba. Un día, a los que les hacía bromas se reunieron y planearon una broma para él. A él no le gustó para nada y aprendió, y no volvió a hacer bromas a los demás. María Alejandra Silva España | Cuarto B El apocalipsis zorro Había una vez un país en el que solo vivían zo-rros. Un día un científico trataba de inventar un suero que curara todas las enfermedades. Llegó el día de la prueba, pero todo salió mal, el zorro ya no era un zorro común y corriente, era un zorro zombie. El virus se esparció a todos los zorros, excepto a tres zorritos llamados Diego, Santiago y Alejandro. Ellos eran los únicos que sabían detener el virus, era con agua. Llevaban años haciendo una máquina que esparciera agua por todo el mundo, lo lograron y encendieron la máquina. Lo habían logrado, todo el mundo había vuelto a la normalidad. Ilmar Alejandro Prieto Irreño | Cuarto B El Rinoceronte Había una vez un rinoceronte que vivía en África. Todos los días él tenía que aguantar calor y sed en un desierto. Tuvo que caminar mucho todos los días sin descansar ni dormir. Entonces el rinoceronte hizo un viaje caminando hartísimo, llegó a los Estados Unidos, consiguió una casa y al lado de la casa había tiendas. Pero tenía poca plata para comprar algo, solo le alcan- zaba para el agua. El rinoceronte compró una botella de agua, muy feliz se la tomó. Entonces el rinoceronte quiso tener un trabajo y lo tuvo. El rinoceronte feliz con su trabajo consiguió muchísima plata y se compró un iPhone 11 y un Xbox 360, etcétera. Fin. Cristian Camilo Arias Silva | Cuarto B Reencuentro con la felicidad El sol había despertado, todo estaba preparado, tapabocas gel y saco íbamos a la Virgilio Barco, jugando, corriendo, saltando, nos divertimos hasta el cansancio, perseguimos a Maximiliano, el cuadrúpedo enano, ¡nadie pudo apresarlo! jadeando, ladrando y brincando él también quedo infartado. Regresando al nido temprano, el sol tomo su descanso, una ducha caliente, sonrisa de lado a lado, todos terminamos relajados, la luna se fue despertando, dormimos en sueño pesado, como sino hubiéramos descansado, en más de mil millones de años. María Alejandra Silva España | Cuarto B 34 Re in ve nc ió n Cu ar to B Coplas Este es el amor amor que llevo en mi interior y por esa razón quiero brindártelo yo. Yo no soy de por aquí yo vengo de la playa y allá desayunamos fruta con papaya. La vida es como la luz la muerte es muy oscura cuando las dos se mezclan forman una locura. Cuando volvamos al colegio volveremos a jugar ya que pasó el covid vamos a disfrutar. Allegra Rodríguez Vera | Cuarto B Yo no soy de por aquívengo de un lugar lejano nadie me entiende por ahí pero tengo un recuerdo cercano. La vida es como la luz no hay nada negativo de la oscuridad sale un bus ahí todo es positivo. Cuando volvamos al colegio aprenderemos otra vez encontraremos nuestros privilegios y nos abrazaremos también. Ana Monserrat Suárez Aguirre | Cuarto B Trabalenguas Cuando compartimos con amigos másmelos estamos melos gomelos como los chocmelos y gocemos con los compañeros. Alan Samuel Parales Ortiz | Cuarto B Vamos corriendo rápido como un rayo rompiendo el record de risa, riéndonos a carcajadas porque la rana se cayó de la rama al río Rin. Allegra Rodríguez Vera | Cuarto B Mireya y los otros miraban estrellasa ver cuál de ellas se estrella. Si ninguna estrella se estrella, seguirán mirando estrellas. Laura Camila Patiño Gutiérrez | Cuarto B Camila esta de cumpleaños, cumple cinco años, los amigos: Camilo, Carla, Carlos, Carolina, Ca- silda, Casimiro y Catalina comen churros, como los churros están calientes prefieren ir a correr. Camilo, Carla, Carlos, Carolina, Casilda, Casimiro y Catalina con Camila se caen al charco. Nayra Manuela Bogoya Martínez | Cuarto B Noñi le hace a Ñino una seña para que Nañe y Ñena miren la nube de piña, Ñanu y Nuña piña en la nube ven, pero Nuñe y Ñenu teleraña ven. Noñi, Ñino, Nañe, Ñena, Ñanu, Nuña, Nuñe y Ñenu en el parque felices el cielo ven. Sara Valentina Sissa Rincón | Cuarto B 35 Re in ve nc ió n Cu ar to B SIE Cuenta la leyenda que en el Río Amazonas había un hermoso paisaje y una maravillosa tranquilidad. Lo más maravilloso allí era el agua, pero los ha- bitantes del Amazonas no comprendían eso y todos desperdiciaban el agua, por ejemplo: los niños y niñas jugaban con ella y los adultos la contaminaban echando basura en las tuberías y estas llegaban a los ríos y mares. Realmente eran muy pocos los que la cuidaban, pero un día, desde el río Amazonas apareció una mujer de gran estatura que todo su cuerpo estaba hecho de agua; era SIE la diosa del agua y fue al pueblo y les preguntó a todos —¿Por qué ustedes no cuidan el agua? —y ellos le respondieron: —Porque nosotros pensamos que no la nece- sitamos y además tenemos mucha y nunca se va a acabar— a lo que ella contestó: —¡Ah en serio!, entonces voy a hacer esto: los dejaré cuarenta y ocho horas sin agua— y ellos le dijeron: —Eso es imposible —y ella les dijo: —No lo es para mí, porque yo soy SIE, la diosa del agua. Y ellos después de escuchar eso se empezaron a reír y dijeron; —Haz lo que nos acabas de decir y si cumples con eso, dejaremos de burlarnos de ti por lo que tú crees que eres. Entonces, ella a la media noche, en menos de cinco minutos mientras todos dormían hizo que ya no hubiera más agua en el Amazonas. A la mañana siguiente, fue un habitante a preguntarle a SIE que si al fin había cumplido con lo que ella había dicho y ella le respondió que el mismo fuera a revisary él eso hizo, quedó asombrado porque se dio cuenta de que sí había sucedido; entonces él fue a decirle a todos los habitantes, pero también se rieron de él, justo como se habían reído de SIE. Él les dijo si no le creían fueran a revisar a sus casas, en efecto, cuando ellos fueron a ver se dieron cuenta que nadie tenía agua, en principio no les pareció importante, pero al pasar de las horas y ver que necesitaban el agua, para comer, bañarse, alimentar a los animales, cuidar de sus cul- tivos y plantas, simplemente para vivir. Todos se dis- culparon con SIE y ella los perdonó; pero les dijo: —No olviden que ahora van a quedar sin agua cuarenta y ocho horas, perdón, pero es lo que les dije y yo no incumplo mis promesas. Durante la sequía le estuvieron pidiendo agua a SIE y ella siempre les decía: —Perdón, pero es para que se den cuenta lo va- liosa y necesaria que es el agua. Después de pasado ese tiempo, una vez regresó el agua, cada persona se tomó más de un vaso de agua y SIE les dijo: —Vamos a hablar sobre lo que acaban de pasar en estas cuarenta y ocho horas, les voy a explicar porque el agua es tan importante —entonces la mayoría de las personas dieron su opinión sobre lo que les pasó y después SIE les dijo: —El agua es el elemento más importante para la vida. Es de una importancia vital para el ser humano, así como para el resto de los animales y seres vivos que nos acompañan en el planeta tierra, ellos com- prendieron lo sucedido. Después de eso nunca más volvieron a desperdi- ciar el agua. María José Ramírez Rondón | Quinto A El tigre y el cazador En el río Magdalena hay un dios en forma de tigre que es el protector de todos los ríos, sus aguas son cristalinas, a sus alrededores hay muchos árboles verdes, cafés, amarillos, naranjas y rojos con flores rosadas, el sitio es tranquilo y se siente un silencio que produce mucha paz. Un día el dios tigre comía un rico pescado que recolectó del río, de pronto escuchó que un fugitivo se había escapado de la prisión por tráfico ilegal de animales y por cazar sin permiso, el tigre se preparó para proteger su territorio de ese ser malvado; pero el cazador vio un túnel y se escondió ahí, metiendo también unos químicos, el dios tigre lo buscó hasta que vio unas huellas de zapatos y las siguió, ahí se encontró con el cazador, quien estaba echando unos químicos en el río que lo ponía de color verde como la basura, olía a podrido y estaba matando a los peces. El tigre se lanzó hacia el cazador 36 Re in ve nc ió n Q ui nt o A para detenerlo, los dos cayeron al piso y el tigre le dijo al cazador: —¡No hagas eso! porque estás matando los ani- males que viven dentro del agua y a los que viven en la tierra los vas a dejar morir de sed. ¿Quieres eso? ¿Quieres dejar morir también a los humanos? ¿Quieres hacer que todos mueran? ¿Eso quieres?, el cazador respondió: —Sí, eso es lo que yo quiero, que todos desapa- rezcan, eso es lo que quiero, porque todos me han ol- vidado, me han ignorado, todos estos años, además, ¿cómo me vas a derrotar? si ni tienes poderes jajaja- jajajaja, eres solo un pobre tigre que cree que es un guardián, el dios tigre le respondió: —Eso es lo que tú crees, pero mira yo sí tengo po- deres, te lo demuestro con mi súper velocidad ¡PUM!, ¡PAM!, ¡ESCLASH!, ¡BOOM! No más, por favor, si quieres me voy y me entrego a la policía, pero no más por favor. El dios tigre le respondió: —Bueno, pero yo te voy a acompañar hasta la es- tación de policía y así me aseguraré que no vuelvas a hacerle daño a nuestra naturaleza. Mariana Arce Cárdenas | Quinto A Los guardianes de Chingaza En el departamento de Cundinamarca se encuentra el parque Chingaza, en él se encuentran unas la- gunas, a esas lagunas las cuidaba un oso de anteojos llamado granados, un venado llamado Panela, un puma llamado Ric, un tucán llamado Pol, un zorro gris llamado Col y un cóndor llamado Ford. A las lagunas iban muchos turistas, un día unos turistas fueron y votaron basura a las lagunas, Ford los vio y se fue a avisar a Granados, Panela, Ric, Pol y a Col. Cuando Ford les avisó, se fueron todos a bus- carlos, cuando los encontraron se asustaron y se dieron la vuelta, los guardianes del parque fueron rápidos y rodearon a los turistas. Granados les dijo a los turistas que no los iban a dejar ir hasta que reco- gieran toda la basura que habían tirado a las lagunas. Cuando los turistas estaban recogiendo la basura de las lagunas, se les olvido unos plásticos, cuando se estaban yendo se convirtieron cada uno en un animal diferente. A los guardianes del parque no les gustaba tener basura en las lagunas ni menos en su parque, los turistas se volvieron guardianes del parque y así en estos momentos hay muchos guardianes del parque. Ana Isabella Florido Manjarrés | Quinto A Los cuatro elementos En un pueblo llamado Chanchito había una gran flora y fauna, un río en el que se bañaban y lavaban ropa, pero un señor llamado Felipe malgastaba el agua del río y cazaba los animales, en esta población también vivía un señor llamado Enrique que cuidaba la naturaleza y defendía a los animales. Un día Felipe le disparó a un venado, Enrique al ver esto se enfureció y le gritó, Felipe se llevó el ve- nado, lo disecó y lo colgó en una pared de su casa. Los Dioses al ver toda esta maldad se enfurecieron y llevaron a Felipe a un templo con cinco tronos, el del medio estaba vacío y en los otros había cuatro dioses, el primer dios dijo: —Te otorgamos 4 poderes, yo te daré el poder del agua —el segundo dijo: —Yo te daré el poder fuego —el tercero dijo: —Yo te daré el poder del aire —y el cuarto dijo: —Yo te concederé el poder de la tierra —Felipe respondió: —Gracias, pero ay, olvídenlo —y volvió a su pueblo. Entonces los dioses decidieron otorgarle los po- deres a Enrique. Felipe continuó malgastando el agua y Enrique señaló el agua y creó una ola que le cayó a Felipe y quedó empapado, empezó una pelea, Felipe le dis- paró a Enrique y este lo esquivó, la pelea continuó por un largo rato y como resultado Felipe quedó muy mal herido, al notarlo Enrique usó el agua para sanarlo, Felipe al notar el verdadero poder de los elementos y que son dadores de vida, prometió cambiar y dedicar su vida a cuidarlos y preservarlos, los dioses al notar el gran corazón de Enrique le dieron el puesto del trono vacío como guardián de los elementos. Juliana Andrea Castilla Ramírez | Quinto A 37 Re in ve nc ió n Q ui nt o A El Caballero Valiente Hace muchos años existió un caballero llamado Héctor, el más valiente y fuerte de todo el pueblo; este pueblo estaba ubicado en medio de un bosque de la región pacífica colombiana y se llamaba Cyn- daquil, tenía casas coloniales, las calles eran empe- dradas, y había una iglesia en la plaza central donde los habitantes se reunían cada domingo. Héctor, nuestro héroe poseía una espada de fuego que era su poder, él era alto, tenía ojos azules y era un poco flaco pero fuerte, a él le gusta proteger a su pueblo. Un día salió del pueblo a visitar a su madre que vivía a miles de kilómetros de allí, días más tarde se entera de que en Cyndaquil se estaban desapare- ciendo muchas personas, y llegaba poca agua a las casas. Héctor decide volver al pueblo a averiguar qué estaba pasando. Le preguntó al alcalde que se lla- maba Juan García, él dijo que se desaparecían las per- sonas que vivían solas, los vecinos relatan que Arturo llevaba ratos en no salir de su casa y nunca lo vol- vieron a ver, así que decidieron dar aviso al alcalde, el alcalde dijo: —Yo revisé la casa y no lo encontré, me pareció muy curioso que en la sala había mucha agua; él fue el primero en desaparecer, pasado los días desapa- recieron más personas; se podía ver que en las casas de las victimas había siempre agua. Además, cada día llegaba menos agua a las casas. Héctor esa noche se va para a donde Pedro, un amigo de la infancia quien vive solo, porque el pen- saríaque en ese sector llegaría el monstruo, ellos estaban hablando de lo que sucedía, cuando estaban juntos escucharon un ruido extraño, ellos se aso- maron a la ventana y vieron a un monstruo de hielo que se estaba llevando una amiga, y salen corriendo, pero no logran alcanzarlo. El monstruo se llamaba Abomasnow y le gustaba llevarse a las personas para congelarlas, con lo cual desperdiciaba mucho el agua, hasta tal punto que el pueblo se estaba quedando sin agua. El mons- truo vivía en una cueva a las afueras de Cyndaquil, era gordo estaba hecho de hielo con ojos oscuros y medía dos metros de estatura. El solo sale de noche porque si sale de día Abomasnow se derrite, el de- testa el color y fuego y el solo come helados. Una noche lluviosa, Héctor se encuentra en la plaza central con Abomasnow y le dice al monstro: —¡TÚ NO ME DAS MIEDO! Y el monstro le responde: —¡EN SERIO HOMBRECITO, TÚ NO ME DETENDRÁS! Al instante Héctor saca su espada de fuego y Abomasnow quedó sorprendido, el monstruo le co- mienza a lanzar cuchillas de hielo y Héctor atacó, el monstruo lo empujó y le rompió la espada a Héctor, comenzó a correr y a lanzarle cosas y Abomsnow se fue debilitando, y Pedro le dio una espada de fuego y mató a Abomasnow, y el alcalde y las personas Cyn- daquil le agradecen a Héctor. Y a partir de entonces no volvieron a desaparecer más personas y el agua llegaba en cantidad normal. Alejandro Salas Ortega | Quinto B La leyenda del Copetón Fantástico Cuentan que hace alrededor de 300 años existía un lugar lleno de agua tan cristalina como un dia- mante, con diversas plantas y flores de abundantes colores que parecían recordar un arcoíris y deliciosos aromas que producían un estado de intensa paz. Los torcaces, copetones, monjitas, tinguas, parameros y mirlas al igual que curíes, lagartijas y ranas vivían en un completo paraíso, contaban con suficiente es- pacio y alimento para vivir, tanto así, que solo sabían cantar y saltar de alegría. 38 Re in ve nc ió n Q ui nt o B El Humedal Juan Amarrillo ubicado en la ciudad de Bogotá, en la localidad de Suba y parte de Enga- tivá, acogía a todos estos animales y plantas, pero cuando el hombre empezó a vivir cerca de este lugar empezaron a ocurrir cosas horribles, muchas per- sonas contaminaban el lugar dejando sus desechos en horas no adecuadas y empleándolo como sitio para abandonar lo que ya no usaban, talaban los ár- boles y arrancaban las plantas para tener más espacio para ellos sin darse cuenta que con ello afectaban su propia vida, habían olores desagradables todo el tiempo, el aire empezó a contaminarse por la falta de árboles, los animales sufrían enfermedades y no te- nían suficiente alimento ni lugar para vivir. Sin embargo, algunos habitantes de la zona no contentos con la situación intentaban persuadir a sus vecinos irresponsables diciéndoles que lo que hacían afectaba la comunidad y también a los animales y plantas que vivían allí, pero aquellos irresponsables jamás hacían caso y continuaban contaminando y ta- lando árboles. Mientras tanto los animales estaban tristes y enfermos, había muerto un famoso Pato del Humedal, un Copetón le decía a su amigo Paramero que se estaban quedando sin comida y muchos es- taban enfermos, por ejemplo, su vecina Monjita tenía a su hijo enfermo, el señor Torcaz tenía dificultad para respirar, además muchos nidos se habían caído porque los árboles se habían deteriorado, saucos, alisos, arbolocos, pinos, cipreses, y araucarias se es- taban secando y cayendo por el agua contaminada. Días después, mientras un reconocido leñador y carpintero del sector, llamado Óscar, estaba en sus labores diarias cortando un gran árbol, un Copetón volaba al mismo tiempo buscando comida, en el mismo instante que caía el árbol al ser cortado, el Co- petón se atravesó y recibió un gran golpe, cayendo agonizante, justo antes de morir tuvo un deseo ex- traño que lo impulsó a comer la última hoja de un Sauco que pasó ante sus ojos. De pronto tras una es- truendosa explosión resurgió el Copetón, pero esta vez convertido en un ave fantástica hecha completa- mente de agua con alas brillantes y cristalinas. Óscar el leñador, herido por la explosión y asombrado por tan extraordinaria criatura se desplomó, entonces el ave extrajo toda el agua contaminada del Humedal mientras nueva agua pura emergía en el lugar, re- sentido por los actos del leñador le disparó toda el agua sucia que había extraído en un solo chorro. Los animales celebraban lo ocurrido con gran alboroto, pero en ese momento se sumó al enfrentamiento un vecino llamado Rodrigo que arrojaba sus residuos en el Humedal a altas horas de la noche, atacó por la espalda al ave pero el arma que había usado para herir al animal fantástico resultó ser muy débil para las plumas de hielo con las que se defendió, así que el golpe fue devuelto lastimando su rostro, por el golpe recapacitó y viendo la destrucción del Humedal se sintió conmovido, corrió a contarles a sus vecinos y conocidos el extraño suceso. Óscar despertó después de haber recibido semejante chorro de agua, (el que a su vez desapareció misteriosamente) y explicó al- terado que jamás volvería a perjudicar el Humedal, más bien emprendería acciones que contribuyeran a la limpieza y conservación del mismo siempre bus- cando el apoyo de la comunidad. Desde entonces esta ave se conoce como “el Co- petón fantástico” y se ve merodeando en los cuerpos de agua de Bogotá y Cundinamarca en compañía de un misterioso hombre que dice ser un antiguo le- ñador, juntos protegen los entornos acuáticos y cas- tigan a quienes inconscientemente contaminan los recursos hídricos. Diego Alejandro González Tiuso | Quinto B 39 Re in ve nc ió n Q ui nt o B La transformación de Oregón En Estados Unidos, Oregón es un pueblo que queda escondido entre el hermoso valle de Tilupán, un lugar de ensueño donde sus habitantes gozaban de armonía y mucha salubridad. Sus fuentes hídricas, el cielo azul y el verde de sus montañas hacían con- trastar la mirada de quien lo visitara, anhelando nunca salir de aquel bello lugar. Pasó el tiempo y a Oregón llegaron un grupo de personas que provenían del sur de México para ra- dicarse durante un tiempo, debido a la poca venta de su mercancía. Los Picanes, como solían llamarse, fabricaban artesanías con diferente tipos de mate- riales y su llegada a Oregón causó gran sensación; el comercio de la región se fortaleció, generando prosperidad. Sin embargo, aquellos inmigrantes no tenían conciencia ambiental, pues en las noches mientras todos los habitantes dormían, ellos aprovechaban que nadie los veía y tiraban la basura sobrante de los materiales con que fabricaban las artesanías. Con el paso de los años el lugar hídrico estaba estancado por la basura, hasta el agua se ponía turbia, ni la lluvia podía desestancar el río o moverlo. El ambiente se tornó de olor a basura y esto hizo que se marchitaran las plantas. Un año después, el río seguía igual, el pueblo había construido una represa natural para intentar descontaminar un poco el río. Los pueblerinos no se aguantaban el olor a basura y el ruido de los animales quienes iban a comer de los desechos. Una noche, una manada de mapaches empezaron a comer la basura mientras que otros animales olfatearon el basural y se unieron a darse un gran banquete de desechos tóxicos que pasadas unas horas estos animales resul- taron muertos. Al día siguiente un señor de la tercera edad es- taba caminando hacia el río para coger frutos de los árboles y al ver los animales muertos y la inmensa contaminación en que se encontraba el río quedó muy sorprendido; se sentó en una roca a llorar como un niño. Decía: —¡¿Por qué somos tan inhumanos?! ¡Qué nos cuesta cuidar nuestro hogar, los animales, nuestra madre naturaleza! Y en un ataque de valentía seco las lágrimas de su rostro y corrió como un niño. Se acercó a la plaza de mercado y dijo con voz fuerte y
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