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R-ATRAPALETRAS-11

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AtrapaletrasAtrapaletras
ISSN: 2011-4907 (IMPRESO)
ISSN: 2745-0082 (EN LÍNEA) 
 
 
Instituto Pedagógico Arturo Ramírez Montúfar - IPARM
Dirección de Bienestar Universitario
Sede Bogotá
 AÑO 11 AÑO 11 N. N.ºº 11 11 20202020
Rectora
Dolly Montoya Castaño
Director de Bienestar Universitario 
Oscar Arturo Oliveros Garay
Director IPARM 
Víctor Manuel Neira 
Coordinación editorial
Dayán Cuesta Pinzón
Editorial Universidad Nacional de Colombia
Diseño y diagramación
Andrea Kratzer
Corrección de estilo
Camila Henao Guerrero
Correo electrónico
atrapaletras@gmail.com
atrapaletrasiparm@gmail.com
Revista Atrapaletras 
ISSN: 2011–4907 (impreso)
ISSN: 2745-0082 (en línea)
Publicación anual de 1000 ejemplares 
Impresión 
Panamericana Formas e Impresos S.A.
Bogotá, D. C., Colombia 
Los diferentes tipos de textos presentes en la revista 
no han sido modificados en su contenido, por ser 
un proceso escritural producto de las experiencias 
comunicativas de la comunidad estudiantil del 
iparm. Las ideas y opiniones de cada escrito son 
responsabilidad de sus autores.
Instituto Pedagógico Arturo Ramírez Montúfar - iparm
Dirección de Bienestar Universitario 
Sede Bogotá
S E S Q U I C E N T E N A R I O
U N I V E R S I D A D N A C I O N A L D E C O L O M B I A
 AÑO 11 N.º 11 2020
AtrapaletrasAtrapaletras
Directoras revista Atrapaletras 
María José González Bustos
Mariana Solano Pineda
Nilce Vargas Cárdenas 
Asistentes de Dirección
Cristóbal Díaz Piñeros
Sara Valentina Triviño Pulido
Edición
Nilce Vargas Cárdenas
Consejo Editorial
Estudiantes de Décimo A
Estudiantes de Décimo B
Charles Arcel Maussa López
Yolima Páez Sanabria
Laura Sofía Parra Ávila
Nilce Vargas Cárdenas
Fotografías
Cortesía de estudiantes, familias, 
profesoras y profesores iparm
Diseño e ilustración de carátula 
Andrés Felipe Serna Rivera
Diseño e ilustración de carátula interior
Ana Paula Bautista Rincón
Adriana Camila Bautista Rincón
Diseño e ilustración de portadillas
Ángel Valeria Palacio Suárez
Ilustración de logo-símbolo
Ángel Valeria Palacio Suárez
Ilustraciones
Estudiantes de Décimo A
Estudiantes de Décimo B
Estudiantes del Taller de Artes de Sexto y Séptimo
CONTENIDO
EDITORIAL .................................................................................................... 3
CONFINAMIENTO 
Habitar a diario: poetizar 
Nos habla: Enrique Rodríguez Pérez ........................................................... 6
Jardín ................................................................................................................. 9
Transición A ....................................................................................................12
Transición B ....................................................................................................14
Transición C ....................................................................................................16
REINVENCIÓN
La eterna vigilia 
Nos habla: Manuela Arias García ................................................................20
Primero A ........................................................................................................21
Primero B ........................................................................................................22
Primero C ........................................................................................................24
Segundo B .......................................................................................................26
Tercero A .........................................................................................................29
Tercero B .........................................................................................................30
Cuarto A ..........................................................................................................31
Cuarto B ..........................................................................................................34
Quinto A ..........................................................................................................36
Quinto B ..........................................................................................................38
NUEVA NORMALIDAD
Mi camino hacia una crianza consciente
Nos habla: Lady Diana Patiño Cadena .......................................................44
Sexto A ............................................................................................................46
Sexto B ............................................................................................................48
Séptimo A .......................................................................................................52
Séptimo B .......................................................................................................54
Octavo A .........................................................................................................58
Octavo B .........................................................................................................64
Noveno A ........................................................................................................68
Noveno B .......................................................................................................71
Décimo A ........................................................................................................73
Décimo B ........................................................................................................78
Undécimo A ....................................................................................................82
Undécimo B ....................................................................................................83
Bienvenidos y bienvenidas una vez más a este es-pacio donde convergen las ideas más creativas del 
iparm, donde el pincel y el lápiz se unen para plasmar 
la identidad de una comunidad, y donde un mundo 
más allá de nuestra imaginación es posible.
Nuestras aulas nos permiten desarrollar vínculos 
e ingenio, que ahora se ven forzados a adaptarse 
a una pantalla; sin embargo, logramos construir 
nuevamente esta revista para demostrar el gran fruto 
de nuestro esfuerzo. 
Este año ha sido un reto que hemos sabido enfrentar, 
aunque para todos ha sido duro adaptarse. Ha 
habido desmotivación, añoranza profunda, sueño de 
un pronto reencuentro y un cambio de estrategias 
para culminar muchos propósitos. Pero, más allá 
de estas cosas, nos hemos permitido reflexionar y 
entender nimiedades que no teníamos presentes 
cuando éramos llevados por nuestra cotidianidad. 
Ciertamente, hemos aprendido y culminado uno 
de aquellos grandes propósitos, como lo es esta 
increíble revista que nos une como institución.
La historia de la humanidad y nuestra formación como 
sociedad nos han enseñado la importancia cultural, 
social e incluso política de la escritura. Los textos 
que leemos y los que creamos son propiedades que 
forman nuestra personalidad con el pasar del tiempo, 
hasta que llegamos a ser parte de una civilización en 
desarrollo. Los grandes escritores que todo el mundo 
conoce por cultura general se formaron desde esto, 
desde revistas y periódicos escolares, desde páginas 
de cuadernos desgastados hasta llegar a su primera 
publicación reconocida.
Es por esto y mucho más que sabemos la importancia 
de ser leído y leer a otros, de permitir que se conozca 
nuestra visión íntima del mundo y de que a partir 
de ella se cree una nueva manera de ver las cosas, 
teniendo presentes diferentes puntos de vista. 
Por cada texto que lee una persona, esta puede 
conocer un nuevo mundo, expandir un poco más su 
conocimiento y abrir su mente ante nuevas ideas. 
Fomentamos la libre escritura en espacios como 
estos porque nos formó a través de la historia y nos 
seguirá formando en el futuro.
No necesariamente las historias, poemas y cuentos 
deben ser textuales. En el iparm nos enseñan a 
escribir a través de las artes visuales.Desde que 
nacemos nuestra creatividad y habilidad de escribir 
florece y crece con cada año de experiencias, eso 
debe plasmarse de alguna forma y no hay mejor lugar 
para expresarse que en el papel. Esta es la razón de 
que una imagen contenga mil palabras y mil palabras 
produzcan una imagen. 
¿Alguna vez han sentido que hay algo que no pueden 
expresar desde su razonamiento lógico? Es algo que 
proviene de los sentimientos y el cuerpo necesita 
manifestar. Acudimos a esta opción de la escritura 
(en cualquiera de sus formas) porque nos permite 
liberarnos. Seamos de corta o avanzada edad, en 
unas cuantas páginas blancas el tiempo puede dejar 
de existir cuando nos sumergimos en ellas, no hay 
límites, no hay prejuicios; no hay nadie más que tú, 
tu herramienta de escritura y tu vasta imaginación. 
Cuando sintamos que nos ahogamos, las artes 
escritas y visuales siempre estarán presentes para ser 
nuestro espacio de libertad.
Los procesos y resultados académicos logrados a lo 
largo de esta pandemia demuestran la formación de 
los docentes que ha permitido sobrellevar este cambio 
tan grande de la presencialidad a la virtualidad; aquella 
búsqueda de herramientas para generar conocimiento 
es digna de resaltar. La revista nos permite ver cómo 
continuamos superándonos y cómo los estudiantes 
siguen produciendo conocimiento.
Este espacio es una salida de lo cotidiano para todos. 
Lector, que has llegado hasta aquí para descubrir 
lo que se ha logrado en medio de un camino de 
incertidumbres y el esfuerzo colectivo por avanzar 
ante las adversidades. Te invitamos a indagar en los 
pensamientos, los sentimientos y las voces silenciosas 
que provienen de los corazones de los estudiantes, 
representados a través de las letras y el dibujo. 
Gracias a las artes escritas y visuales, encontramos un 
hogar permanente y esperamos que, a continuación, 
lo encuentres también en el interior de estas páginas.
María José González Bustos | Mariana Solano Pineda 
 Directoras de la revista Atrapaletras, edición n.º 11
EDITORIAL 
Ideas al muro es un ejercicio periodístico 
liderado por los estudiantes del IPARM, que hace 
parte del proyecto de medios de comunicación 
coordinado por la asignatura de español. 
Lea nuestras ediciones mensuales en la página 
del colegio http://www.unal.edu.co/iparm/
¿Te sientes preso? 
¡Exprésate!
¡EXPRESO 
ESCOLAR!
Expreso escolar 
es un espacio radial semanal 
hecho por estudiantes del iparm, 
que permite expresar diferentes 
posiciones y percepciones 
frente a diversas temáticas 
propias del entorno juvenil, 
al hacer uso de un ejercicio 
comunicativo propio y 
significativo como parte de la 
comunidad universitaria. 
Escúchanos todos los sábados a las 8:30 a.m. por la UN Radio 
98.5 FM Bogotá y 100.4 FM Medellín. 
En Facebook: Expreso Escolar IPARM 
https://www.facebook.com/profile.php?id=100009218325216&fref=ts
expresoescolar@unal.edu.co
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Enrique 
Rodríguez Pérez
Monguí (Boyacá), 
Colombia, 1964. 
Profesor del 
Departamento de 
Literatura de la 
Universidad Nacional 
de Colombia. 
Doctor en Estudios Ibéricos y Latinoamericanos de la Universidad François-
Rabelais, Francia. Filósofo y magíster en Filosofía de la Universidad Nacional 
de Colombia. Licenciado en Español y Literatura de la Universidad Pedagógica 
Nacional. Obtuvo el premio de poesía de la revista El Aguilucho del Gimnasio 
Moderno de Bogotá en 1986, el premio de poesía en el “Concurso de 
Literatura, 20 años del Fondo de Empleados Docentes de la Universidad 
Nacional, fodun” en marzo de 2010 y una mención en el Premio Nacional de 
Poesía Porfirio Barba Jacob 2007, en Medellín, con el poemario Entre los tejidos 
de las horas. 
Ha escrito varios libros de poesía: Historia del agua (1987), Inconsistencia de la 
mirada (2003), Porque la levedad se fue muriendo (2008), En el trance de una ida 
(2010), Entre materia y premura (2013) y En el requiem de los ciruelos (2014). 
Fue editor y compilador del libro Conjuro Capital. Poetas Bogotanos (2009) y de 
La palabra que se entreteje en el tiempo (2009), además de un libro de ensayo 
Ensoñaciones, escrituras Tejidos. Debates: Bachelard-Derrida (2003). También, fue 
coeditor de la revista Palimpsesto n. º 7. Letras, Pensamiento y Sociedad (2010).
Actualmente es director del Instituto de Investigación en Educación y 
coordinador de la Maestría en Educación de la Facultad de Ciencias Humanas 
de la Universidad Nacional de Colombia.
Habitar a diario: poetizar
“Lleno de méritos, sin embargo poéticamente, habita el hombre en esta tierra”
Federico Hölderlin
En el diario transcurrir del día y de la noche, en lo sencillo del amanecer, al apreciar un gesto del 
otro, al contemplar una araña que teje su casa, al ir 
caminando por un sendero en medio de árboles li-
geros o frondosos, al detallar la mirada de quien se 
despide o llega, ahí está la poesía. Al abrir el salón de 
clase, al saludar a los compañeros, ahí está el poema: 
nos persigue. La poesía es un modo de estar en medio 
de las cosas.
En el transcurrir del tiempo y en toda ubicación 
en el espacio, ahí existe el poema. Resuena en no-
sotros porque nosotros mismos somos poema. El 
poema no está en los libros de poesía, es nuestro 
propio hábitat, es la forma más sutil de habitar, de 
percibir y de disfrutar lo que nos rodea.
Los sentidos, los sentimientos y la vida poética
Habitar de forma poética es connatural al ser 
humano. Su forma más nítida de vivir se constituye 
desde los sentidos y los sentimientos, porque ellos 
nos comunican inmediatamente con el entorno. 
La vista, el oído, el tacto y el gusto son las formas 
de apertura hacia el paisaje, hacia otro y hacia uno 
mismo. Los sentidos constituyen nuestras más au-
ténticas experiencias de lo que nos rodea. Estas 
percepciones sensoriales nos ayudan a construir las 
imágenes, que son formas invisibles e inmateriales de 
lo que observamos. 
Los sentimientos, de igual forma, son el ho-
rizonte de nuestro actuar. En angustia entramos 
inesperadamente, nos enamoramos sin explicación, 
caemos en la tristeza, inevitablemente en algún ins-
tante de nuestro vivir. Desde ahí vemos el mundo 
como una manera sentimental de estar. Cuando se 
fusionan los sentidos, las percepciones y los senti-
mientos en las imágenes, nace el poema, por tanto, 
nuestra condición natural es estar en el mundo de 
manera poética, inmediatamente, ahí inmersos en 
el mundo. De forma que la poesía nos constituye 
como seres humanos.
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Una poética de lo cósmico
“El cielo es la marcha del sol, el curso de la luna, el fulgor 
de los astros, las estaciones del año, la luz y el crepúsculo 
del día, la oscuridad y la claridad de la noche, la bondad 
y la inclemencia del tiempo, el paso de las nubes y la 
profundidad azul del éter. 
Cuando decimos cielo, estamos pensando ya en los otros 
Tres desde la simplicidad de los Cuatro”
Martin Heidegger, Conferencias y artículos.
Si ahondamos más en estas consideraciones, 
vemos en el fondo el horizonte último en el que 
nos hallamos: entre el cielo y la tierra. Esta fusión la 
vemos a diario desde que nos despertamos o incluso 
cuando dormimos. El cielo nos cubre, la tierra nos 
protege, el cielo parece invisible, puede ser la mo-
rada de los invisibles, de aquellos que siempre han 
estado desde antes de que existiéramos: los dioses, 
las divinidades, lo sagrado. La tierra está llena de 
seres humanos, de objetos, de ciudades, de mares. 
Este encuentro, según el poeta alemán del siglo xix, 
Hölderlin, es lo que permite “habitar poéticamente” 
esta tierra. Cuando vemos el cielo quizá pensamos en 
lo divino y cuando deambulamos por la tierra, con-
sideramos nuestra condición humana finita, mortal. 
La fusión de estos dos horizontes abre el espacio 
del habitar. De esta manera, estamos, mediante los 
sentidos y en la cotidianidad, en la dimensión de lo 
poético. No tenemos que buscarlo solamente en 
los libros de poesía, antes queeso moramos entre 
cielo y tierra, por eso, la poesía es lo que deja que 
nosotros vivamos, suframos, sintamos, recordemos e 
imaginemos. Cuando la luz celeste se funde con lo 
terrestre, se forma la imagen poética. Así que somos 
como una imagen poética, un reflejo que vive en la 
tierra cubierto por el cielo. Esta es nuestra condición 
fundamental.
El desafío poético que nos compete
De modo que, en nuestro diario vivir, mediante los 
sentidos, las imágenes y los sentimientos, nos hallamos 
en el mundo. Eso significa que nuestra condición de 
existir es poética. Si así es nuestro día a día, estar en el 
colegio es un modo de habitar. No conocemos la poesía 
solo en la clase de español, sino que nos es connatural a 
todo nuestro hacer. 
En este sentido, la poesía es más que la clase de li-
teratura, es más que aprenderse unos versos o leer unas 
obras literarias. Estamos bajo el cielo y caminamos por 
la tierra. Así estamos en el colegio, en clases, en experi-
mentos, en escenarios, en descansos, entre diálogos con 
nuestros amigos y compañeros. Por eso, nos compete 
vivir bajo ese cuidado primordial, bajo la delicadeza de 
ese encuentro. Por ello, este entorno en el que nos mo-
vemos merece ser protegido, porque estar en medio de 
esa relación indica que se nos ha dado la mejor de las 
posibilidades: la de recibir el brillo de lo celeste y poder 
andar caminos en la tierra.
La poesía entonces no es una asignatura, es la con-
dición humana por excelencia, por esta razón creamos, 
amamos, admiramos, respetamos, soñamos, nos angus-
tiamos o serenamos. De modo que la vida es ese milagro 
de estar con los otros, de aprender, de comprender y 
de comprenderse. De ahí que se habite poéticamente 
siempre que existimos. Estar en la ciudad, ir al colegio, 
entrar a clases, jugar, volver y regresar a casa son actos 
asombrosamente poéticos. 
Esta es una invitación a asumir sensiblemente esa 
actitud, ese descubrimiento. Desde que nacemos hasta 
que morimos somos expresión de la poesía. Desafor-
tunadamente, hoy vivimos un desequilibrio. Esta pan-
demia ha sido una de las manifestaciones de esa crisis 
destructiva del planeta, ha sido una forma de lo que no 
es poético porque impide una relación mutua entre cielo 
y tierra: el cielo está contaminado, la tierra se está ago-
tando por obra del ser humano.
Así que estamos ante un reto en este tiempo desafor-
tunado y crítico: hacer lo posible por formarnos para cuidar 
la tierra y el cielo para evitar el desastre, para reconocer en 
el otro esa imagen de lo invisible y respetar su existencia. 
Evitar que un humano asesine a otro y que los humanos 
que hoy se dicen civilizados dejen de asesinar la tierra, de 
contaminar el cielo y todo lo que ellos simbolizan.
Esta es una invitación para ustedes, niñas, niños y 
jóvenes del iparm para vivir poéticamente en esta tierra. 
Un llamado para aportar a diario actos de protección, 
actos de respeto y actos de transparencia. Este planeta 
está empobrecido, ha sido explotado y herido de muerte; 
requiere que los humanos transformen sus acciones en 
favor de la naturaleza, de sí mismos y de los otros para 
poder superar esta pandemia planetaria.
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Para reiterar este llamado comparto uno de mis 
recientes poemas:
La tríada del tiempo: el espejo
A mi padre la barba se le hizo de un gris acristalado
mientras en una quebradita de agua se afeitaba
el día domingo para la misa de piedra y bruma, hace más de 50 años.
Miré mi rostro y percibí, hace poco, un gris abrumador
en mi barba.
Miré a mi hijo que se bañaba los dientes 
con la mirada expectante de la mañana antes de ir al colegio
a sus 4 años de existencia acristalada.
A la vez, yo recorría el rostro de mi padre y su mirada repetía la vuelta
caminando
entre tanto frío de ciruelos, al lado del molino que giraba
como un reloj y dejaba la harina entre mantequilla y panela
en los días ingenuos de sol en el cuarto de adobe.
Mi hijo me miraba y repetía mis movimientos con la mano
con la dedicación de sus cuentos nocturnos
mientras le preparaba la masa para la rutina de la salida de la casa
por el asfalto y el mendigo diario.
En un delgado ensueño
nos vimos los tres
por el parecido del rostro.
Toqué su ropa de pana y sentí mi ropa como si tuviera 2 años.
Percibí su textura como rieles de tren de madera 
o zanjas de regadío o surcos de tierra que mi padre hacía con sus bueyes de viento.
Ya perdí la diferencia, mi hijo soy yo que cuida de mi padre a punto de morir,
mi padre soy yo que cuida de mi hijo mientras dibuja su primera letra.
Mi padre me tiene la mano para que dibuje mi primera letra,
mi hijo sigue la mano de mi padre que hace la E de su nombre.
Mi padre ha vuelto en el rostro de mi hijo
y ha hecho posible que vuelva a girar la vida hacia los nacimientos.
Mi hijo tiene mi rostro entre niebla de páramo.
Siento la tibieza de los dos rostros, oculto uno en el otro,
pero ¿soy yo el duplicado?, ¿o padre o hijo?
Entre la somnolencia de la noche que va disminuyendo, mi madre presiona mi pecho
y con la delicadeza del tiempo me señala el ciclo del espejo.
Aprendiendo las vocales: 
primeros trazos escritosprimeros trazos escritos
Gabriella Bermúdez Gómez | Jardín
Arturo Hernández Cortés | Jardín
Iniciación a la escritura: 
construyo con recortes mi nombre y el de mis padresconstruyo con recortes mi nombre y el de mis padres 
Nyia Diaz Castañeda | Jardín Jacobo Jeréz Calderón | Jardín
Sara Solano Mesa | Jardín
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Iniciación a la lectura y la escritura:
asociación fonética a partir del nombreasociación fonética a partir del nombre
Josvel Felipe Collazos Ulloa | Jardín
 Samay Parra Prieto | Jardín
Manuel David Hou Navarro | Jardín
Lilah Susana Molano Mosquera | Jardín
 Laura Isabella Delgado Barahona | Jardín
Anahí Eliana Espinosa Bojacá | Jardín
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Iniciación a la lectura y la escritura:
asociación fonética a partir del aprendizaje de los días de la semanaasociación fonética a partir del aprendizaje de los días de la semana
 Martín Alejandro Vergara Santos | Jardín
Thomas David Mantilla Forero | Jardín
Hyksqa Rodriguez Barreto | Jardín
Miguel Angel Serrano Contreras | Jardín
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Historieta del Girasol
“La plantas se aman y se cuidan”.
Miguel Fernando Martínez Ramírez | Transición A
Un jazmín en mi jardín
“Cuidar la naturaleza”. 
Hael Samuel Becerra Nitola | Transición A
“Cuidemos las flores”.
Gabriel Castiblanco Benavides | Transición A
“Yo amo la naturaleza y ella es hermosa. 
Yo cuido la naturaleza y mi familia también”.
Juliana Lucia Colmenares Iglesias | Transición A
“Cuidemos las plantas y las flores, 
todos necesitamos de ellas”.
Elena Lucía Pastrán Contreras | Transición A
“Si se cortan las flores, las abejas no llevan 
el polen para producir más flores”.
Esteban Rodríguez Castiblanco | Transición A
“Se debe amar la naturaleza”.
Helene Itshahanna Sandino Ríos | Transición A
“Hay que cuidar el medio ambiente 
y no arrancar las flores”.
Gabriela Jiménez Morales | Transición A
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Historieta del Girasol
“Las plantas necesitan… agua, abono y cuidado”.
Federico Giraldo Díaz | Transición A
“Cuidemos la naturaleza”.
Mariana Mónzon Cabrera | Transición A
“Que no arranquen las flores 
porque se marchitan”.
Ana Isabella Martínez González | Transición A
“La prehistoria tenía 
plantas y animales”.
Federico Montoya Mejía | Transición A “Un jazmín en mi jardín”.
Emily Sophia Mican Díaz | Transición A
Mariana Corzo Muñoz | Transición A
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Las profesiones: 
proyecto que eligieron los estudiantes para este año proyecto que eligieron los estudiantes para este año 
Fotos grupales 
en la clase de proyecto
En la foto los estudiantes realizaron un sombrero de 
bombero luego de la exposición de un estudiante.
La foto muestra el diseño de instrumentos musicales 
luego de la exposición de una estudiante sobre el rock.Sarita la veterinaria
“Había una niña que curaba a los animales. 
Un día llegó un oso malito, 
ella lo cuidó hasta que se recuperó. Fin”.
Sara Isabella Díaz Niño | Transición B
Pandemia
“Había una vez una doctora llamada Luciana que 
ayudaba a personas con coronavirus, tenía una 
hija a la que no podía cuidar para no contagiarla; 
al terminar la pandemia se encontraron 
nuevamente y vivieron felices por siempre”.
Sophia Victoria Peralta Ruiz | Transición B
Bumblebee
“Un día escaneó su vieja forma 
y se convirtió en camaro viejo”.
Dylan Gerónimo Prada Duarte | Transición B14
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Un policía y tres ladrones
“Había un policía llamado Martín, un día vio tres 
ladrones que robaron una billetera, los siguió 
en su patrulla y los atrapó. Esa noche vio una 
estrella fugaz y pidió que ellos se volvieran 
buenos para que la ciudad viviera feliz siempre”.
Martín Guerrero Muñoz | Transición B
Pepperoni
“Había una vez un chef que hizo una pizza 
de pepperoni y le agregó un condimento 
que era picante sin darse cuenta, cuando lo 
probó no le gustó porque picaba mucho”.
Ángel Gabriel Sánchez Cárdenas | Transición B
El arquitecto
“Había un niño que vivía en una casa que su 
papá había construido y un día ayudó a su 
papá a colocar ladrillos. Aprendió a trabajar 
y creció, estudió y fue muy famoso. Yo quiero 
ser como él cuando sea grande, arquitecto”.
Cristian David Fuentes Motivar | Transición B
 El Mamut
“La familia prehistórica era destructora de 
mamuts. Ellos fueron su alimento y su vestido”.
Jhon Jairo Parado Mondragón | Transición B
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ARAÑA: LA VIUDA NEGRALA VIUDA NEGRA
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Victoria Zirel Bernal Martínez | Transición C
“Me gusto cuando la araña 
teje su telaraña”.
Isis Gabriela González Fúquene | Transición C
El escorpión arácnido 
Linda Valeria Navarro Hou | Transición C
“Arácnido venenoso” 
Taashii Marcelo Sanabria León | Transición C
Arácnidos 
“Son animales invertebrados, o sea que tienen 
un esqueleto interno. Pertenecen al grupo de los 
artrópodos y a su vez a los arácnidos. Tienen ocho 
patas, su cuerpo posee una cabeza y un cuerpo. Las 
garrapatas son como vampiros que chupan sangre”. 
Ahsley Villa Escobar | Transición C
Isabella Viteri Cardozo | Transición C
Escorpión marino gigante fósil 
Niko Alejandro Chaparro Beltrán | Transición C
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“Tejen la telaraña muy rápido”.
Camila Saidiza Sánchez | Transición C
Juan Sebastián Guillén Gómez | Transición C
Artrópodos
“Miriápodos +10 patas; Insectos 6 patas; 
Arácnidos 8 patas; Crustáceos 10 patas”
Luisa María Medina Mora | Transición C
“Las arañas tienen 8 patas. Las más grandes comen ranas 
y algunas se comen a los machos”.
Luisa María Medina Mora | Transición C
“Arácnidos”
Miguel Ángel Alegría Triana | Transición C
Chrystalle Cáceres Gómez | Transición C
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“Es un arácnido muy peligroso, 
me gusta porque es muy venenosa”.
Pedro Alejandro Argüello | Transición C
“Escogí la araña porque es 
inteligentes y hábiles”.
Anamaría Castro Poblador | Transición C
“Del escorpión 
me gusta su aguijón”.
Arlen Sofía Roya Velandia | Transición C
“Las tarántulas comen insectos, 
construyen telarañas, también 
tienen depredadores”.
Alisson Ruiz Jiménez | Transición C
“Araña… Gusano”
Emily Sofía Stephat Rodríguez | Transición C
"Una araña picó a un hombre"
Cristóbal Hernández Hernández | Transición C
La eterna vigilia
cualquier parte y que la única emoción necesaria para 
escribir es el deseo de hacerlo.
La segunda, contraria a la anterior, se instala en la 
mente de los más inseguros y les hace creer que, pese 
a contar con todas las ideas e inspiración, producto 
de sentimientos y experiencias latentes que quieren 
ser develadas, no deben atreverse a explorar el uni-
verso de las letras, porque para ello se necesita gran 
conocimiento de las estructuras y reglas de redac-
ción. Como se puede observar, nuevamente se trata 
de sucias artimañas para impedir que los dolientes 
crean en su capacidad.
En momentos como aquel, la eterna vigilia hace 
honor a su nombre, ocasionando que los enfermos se 
mantengan siempre en la víspera de lo que pudo ser, 
insomnes en una realidad que no los deja apropiarse 
de sus sueños, de sus ideas, de su potencial. Como 
se mencionó anteriormente, se trata de una afección 
remediable. La cura consiste en erradicar todas aque-
llas ideas que fomentan el miedo y la inseguridad por 
desempeñar la actividad que nos permitió trazar la 
historia. 
Empezar siempre es difícil. La elección de una pa-labra que sea merecedora de la apertura a nuevos 
mundos, la precursora de mares de sentimientos y 
de líneas que traen consigo un pedacito del alma de 
su creador, resulta una responsabilidad casi mortal. 
Quizás por ese temor a elegir la incorrecta, o tal vez 
porque existe la posibilidad de juntar las letras de 
aquella detonante, la que desencadenaría una ma-
raña de ideas y secretos, que entre la espesura de la 
timidez y la confusión no quisieran ser revelados; es 
por el miedo a empezar que infinidad de grafemas se 
quedan solitarios e incomprendidos.
Se conoce como la enfermedad de la eterna vigilia, 
ataca al 100 % de la población en diferentes etapas de 
su vida, y, aunque tiene cura, es muy extendida, pues 
se reproduce a través de los rumores concebidos a su 
alrededor. Así, las mejores incubadoras de la eterna 
vigilia son dos ideas opuestas pero muy poderosas. La 
primera plantea que la escritura está inherentemente 
relacionada con la experimentación de sentimientos 
profundos e intensos en nombre del portador. Lo que 
se desconoce es que la inspiración puede venir de 
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Desde que tuve el conocimiento, siempre he sentido fascinación por la 
literatura. Me dejo admirar por los textos que leo y encuentro belleza 
en esa danza que compone un escrito: la manera en que las letras 
se unen para formar melódicas palabras, que a su vez se coordinan 
para hacer parte de una idea, marcada siempre por el ritmo de la 
puntuación.
Como la música, la pintura y todas las formas de arte, la escritura es 
el medio para dar libre expresión a todo aquello que llevamos dentro. 
Considero que la mejor receta para escribir es permitir que las nuevas 
experiencias sean parte de nuestra vida. 
Así, la aceptación de nuestra humanidad y la humildad para reconocer 
que cualquier momento es una oportunidad de aprendizaje son 
herramientas que nos pueden permitir encontrar un motivo para 
justificar nuestra existencia. 
Manuela Arias García
Los tres componentes de 
mi corto nombre no son lo 
suficientemente descriptivos 
sobre la persona a la 
que identifican. Por eso, 
voy a apoyarme de estas 
líneas para señalar que 
soy Manuela, egresada del 
iparm en 2018 y aspirante a 
bióloga desde entonces. 
La serpiente cantante
Érase una vez una serpiente que deseaba cantar y cuando creció encontró un lugar donde podía 
mostrar su melodiosa voz que se llamaba canta 
conmigo y después se encontró al director de la 
orquesta.
—Hola, soy Luisa.
—Hola, soy Pedro y esta es mi orquesta.
—¡Wow wow wow! Que gran orquesta, ¿podría parti-
cipar? —preguntó Luisa.
—No no no no.
—¿Qué fue eso? —preguntó Luisa.
—No se debe dejar a las serpientes cantar aquí.
—Pues es mi amiga. –le dijo Pedro al dueño del lugar 
—. Por favor.
Verónica Rubio López | Primero A
El tigre y el ratón
Había una vez un tigre y un ratón que eran amigos pero ¡BOOM! Tenían un problema…el tigre de-
rrumbo el castillo del ratón, el ratón se puso bravo y 
le reclamó, ahora son buenos amigos. 
Aaron Samuel Galvis Miranda | Primero A
El Leñador y el águila
Había una vez un leñador recostado en un árbol; cuando él dijo:
—¡Qué linda madera tiene este árbol!¡Voy a talarlo! 
El Leñador empezó a talar. El Águila llegó y dijo: 
—¿Por qué cortas nuestro árbol?
—Porque quiero esta madera bonita.
El Águilaasustada porque su hogar caería y no 
habría sombra advirtió al leñador que se arrepenti-
ría. Mientras recogía la madera El Sol se ponía más 
caliente, pero ya no había sombra. Arrepentido, 
El Leñador se dio cuenta de su error. 
Juan Emilio Darwin Mojica Valderrama | Primero A
Valiente nunca se rinde
Valiente, el león que siempre tenía miedo. Un día llegó un ratón llamado Triste, siempre estaba 
feliz y un día lo invitó a dar un paseo, pero le daba 
miedo; su amigo lo ayudó a vencer el miedo. Ahora 
Valiente nunca se rinde. 
Samuel José Quintero Valenzuela | Primero A
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El lugar increíble
Había una vez unos personajes que estaban en una nave, sus nombres eran Landa y Lobi, luego lle-
garon a marte y vieron el hombre de arena, intentaron 
destruirlo pero no pudieron, pero uno si se escondió 
para lograrlo, después vinieron muchos malos les 
dispararon algunos, Landa y Lobi corrieron a su nave 
volaron lejos y vivieron felices por siempre y colorín 
colorado este cuento se acabado. 
Dylan Zabala López | Primero B
Rescatando a la princesa
Había una vez una princesa y un príncipe que es-taban enamorados y vivían en una casa. La prin-
cesa estaba recogiendo flores, cuando llegó una bruja 
y la secuestró. El príncipe se quedó llorando. La niña 
sabía dónde estaba la princesa. Llevó al príncipe a la 
montaña y el príncipe venció a la bruja y los tres vi-
vieron felices.
Mía Valentina Peralta Saiz | Primero B
 El edificio raro
Había una vez un edificio donde sucedían cosas raras, ahí vivían el pato Farki, Mamut y Antoño; 
Farki y Mamut eran villanos, capturaban a los hu-
manos que vivían en el edificio, Antoño notó que 
cada vez había menos personas, y se fue a investigar, 
escuchó ruidos que venían del apartamento de Farki 
y Mamut, entró y vio que los tenían atrapados, luchó 
contra esos malvados animales y los liberó volviendo 
a la normalidad. 
Valeria Silva España | Primero B
Terror en el parque de dinosaurios
Había una familia que estaba visitando el parque de dinosaurios, de repente unos dinosaurios 
hambrientos se les aparecieron por el camino y los 
atraparon para comérselos. Hasta que llegó una di-
nosauria herbívora y los ayudó a escapar. 
Gabriela Lucia Martínez Díaz | Primero B
Los papás y el hijo casi perdido
Había una vez en un bosque una familia de ardi-llas que vivía en un árbol muy grande y lindo, una 
noche al papá ardilla el dio mucha hambre y le dijo a 
la mamá ardilla que mientras el hijo dormía, fueran a 
buscar algo de comer, salieron, y al escuchar la puerta 
el hijo se levantó y se fue al cuarto de juegos, sus 
papás volvieron con la comida y fueron a buscar al 
hijo y ¡Oh! sorpresa no estaba en su cama, empezaron 
a buscarlo por todo lado asustados, hasta que el papá 
se acordó de su cuarto preferido y allí lo encontraron. 
Al fin todos comieron felices.
Matías Sebastián Chávez Ávila | Primero B
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Los ratones
Érase una vez unos ratoncitos que vivían en un árbol del bosque que tenía un hueco y ahí hicieron su 
casita y eran muy felices hasta que un día escucharon 
un ruido extraño y se asomaron para saber que era, 
cuando se asomaron se dieron cuenta que un señor 
estaba cortando su casita y se pusieron a llorar porque 
no tenían a donde ir, entonces una ardillita les dijo 
que la siguieran a su casa que quedaba en otro árbol 
para vivir con ella y fueron felices por siempre.
Ángela Buitrago Acero | Primero B
La niña y su papá
Había una vez una niña que caminaba por el bosque con su padre y al pasar por una cueva la niña le 
pidió a su papá dejarla entrar para ver que había 
adentro, pero cuando la niña entró se puso a llorar 
porque vio a un monstruo de colores, el monstruo la 
saludo pero la niña solo le dijo que se fuera a los que 
monstruo le hizo caso y desapareció para siempre.
María Juliana Toro Hernández | Primero B
El pajarito y su mamá
Había una vez un pajarito llamado Cupido, peque-ñito, recién nacido que no tenía casi plumas. Su 
mamá Rosalba le llevaba gusanitos para alimentarlo 
pero el pajarito no quería comer gusanitos porque le 
daba mucho pesar. Entonces se estaba enfermando 
y estaba muy flaco. Su mamá decidió llevarle frutas 
que encontraba en los árboles y así el pajarito se puso 
bonito y con muchas plumas.
Juanita Suárez Gallego | Primero B 
 La mala suerte de la abeja
Había una vez, un niño estaba sentado bajo un árbol del parque jugando con su celular. Cuando 
el niño se dio la vuelta, vio que se le acercó una abeja 
gigante. El niño asustado salió corriendo, pero la 
abeja le perseguía y el niño se tropezó con una roca 
y se cayó. Pero cuando la abeja iba a picar al niño, un 
sapo que estaba cerca sacó su lengua y se comió a la 
abeja de un solo bocado. El niño estaba a salvo, feliz 
y contento.
Said Castell Sánchez | Primero B
Las aventuras de mango
Era sábado en la noche, estaban los hermanos Mona, Viernes, Moca y Mango jugando a la pelota 
en la montaña en Moniquirá. Mango era el menor de 
los cuatro y tenía sueño entonces se acostó a des-
cansar y a ver las estrellas cuando sintió le dio dolor 
en la pata y se despertó llorando, sus hermanos 
fueron a ver qué le pasaba y empezaron a discutir al 
sentirse culpables. Después de un rato una araña café 
le dijo a Viernes que mordió a Mango.
Luego llegaron los papás y ya era hora de dormir 
y todos trajeron sus camas menos Mango y los her-
manos trataron de poner a Mango en su cama porque 
Mango no se podía poner de pie, después la araña le 
dijo a Viernes que había una flor que podía curar a 
Mango. Moca fue a buscarla, la encontró y la llevó a 
la casa. Luego la araña la cortó con sus dientes y con 
su telaraña lo curó, y vivieron felices para siempre.
Antonia Aldana Hincapié | Primero B
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Las cabritas del monte
En un monte muy lejano vivían las cabritas en una choza, todas las tardes salían al río a jugar con 
las margaritas, un día cuando las cabritas jugaban se 
acercó el oso y las asustó mucho, ellas le echaron agua 
del río para que se fuera, así el oso salió corriendo a 
lo alto de la montaña sin dejar rastro alguno. El oso 
siguió su camino encontrando a la súper luna quien 
alumbró con un rayo de luz todo su cuerpo, el oso 
asustado al ver su sombra siguió caminando y se re-
fugió en el monte.
Al día siguiente las cabritas nuevamente salieron 
muy felices a jugar al río, pero encontraron unas 
huellas gigantes y siguieron el camino que estaba 
marcado por las huellas, las cabritas se fueron desa-
pareciendo una a una y se convirtieron en colibrí, tor-
tuga, cuy y león, cada animal buscó un lugar donde 
vivir porque sabían que cada mes en luna llena po-
drían volver a encontrarse.
Luna Jenay Chindoy Jamioy | Primero C
El mago
Harry Potter es un niño, Harry Potter tiene una ba-rita, él ayuda sus amigos. Él es muy feliz, él hace 
hechizos y tiene dos amigos.
Un mago, el mago es un niño, él está en una casa 
de paja en la mitad de un bosque. El mago es Harry 
Potter, él fue donde estaban los laberintos y se en-
contró con una lagartija que lo iba a atacar.
La lagartija es mitad hombre y mitad lagartija, el 
mago con un hechizo así se defendió.
Se armó una fiesta en el bosque, donde hicieron 
malvaviscos, estaban haciendo una fogata y piñata, 
se divirtieron todos, Harry Potter y la lagartija se hi-
cieron amigos.
Samuel Esteban Ballen Poveda | Primero C
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Gato Mágico Bolsillo
Mi gato mágico tiene muchos colores y le gusta mucho la torta de mora vive en el bosque le 
gusta bailar y tiene un bolsillo mágico y con él ayuda 
a sus amigos, Mari y Robin son los vampiros amigos 
del gato Mágico Bolsillo. Les gusta mucho chuparles 
la sangre a los animales y asustan a la gente.
Un día, se encontraron los vampiros y el gato, ese 
día discutieron porque los vampiros se enteraron que 
el gato le regaló una pulsera a su amiga gata y a ellos, 
eso los puso bravos,muy bravos.
Entonces, el gato Mágico Bolsillo con su amiga 
gata, que se llama Linda Bolsillo le regalaron a los 
vampiros pulseras de la amistad que eran mágicas 
que los convertía en vampiros buenos. Después, hi-
cieron una fiesta y comieron pastel y tomaron jugo de 
mora bailaron, jugaron y fueron felices para siempre. 
Fin.
Isabella Acevedo Ortegón | Primero C
El oso feliz y el oso que no es feliz
Había una vez un oso feliz que vivía en un bosque con animales y también había un oso que no es 
feliz. El oso feliz se fue a investigar y se perdió en el 
bosque, muchas abejas le mostraron el camino y los 
animales vieron al oso, y el oso que no es feliz en-
contró una casa con animales y se volvió feliz.
Linda Isabella Escobar | Primero C
Las aventuras de Fesai y Vegesh 
Un día Fesai salió a caminar y estaba todo tran-quilo, tenía el poder de hacerse chiquito, sacar 
la maldad y tirar bolas de energía buena, vivía en el 
planeta tierra. Entonces llegó Vegesh un personaje 
villano en una nave redonda y se bajó, iba a buscar a 
Fesai así que lo atacó, Fesai se convirtió en chiquito y 
luego creció le lanzó una bola de energía buena, pero 
Vegesh envió a otro planeta a Fesai. En ese planeta 
Fesai encontró unos marcianos y ellos le dieron una 
nave para volver a la tierra. Entonces se fue al planeta 
tierra buscó a Vegesh y le entregó una bola de energía 
buena para que no fuera más malo. Se volvieron 
amigos y entrenaron juntos para vencer la maldad. 
Simón Matías Morillo Rodríguez | Primero C
Juan el aventurero
Juan va al bosque en busca de un tesoro perdido. Un día en medio de su aventura se perdió y eligió 
un camino peligroso, sin saberlo cayó en una trampa 
de animales salvajes, gritó y gritó ¡Auxilio! ¡Auxilio! 
Muy fuerte, después de un largo rato un guardabos-
ques lo escuchó y lo rescató, lo llevó a su casa, allí 
Juan el aventuro se recuperó y fue feliz para siempre.
Juan José Acosta Herrera | Primero C
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Hola profe, buenas tardes. Profe te quiero contar que yo todos los días 
me he portado muy bien, y estoy con mi mamita, mi 
hermanita y mi papá. 
He ayudado en mi casa y he hecho tareas, he co-
loreado, he dibujado, he dormido, he jugado, también 
he hecho ejercicio y un spa. 
Quiero volver al colegio, extraño mis compa-
ñeros, extraño tus regaños, extraño las profes, ex-
traño el parque, pero confío en Dios que esto va a 
pasar. 
Sara Valentina Herrera Dussán | Segundo B
Cartas en tiempos de pandemia. 
Ejercicio de escritura y catarsis: familias-niños
Qué triste es el mundo sin la sonrisa de los niños, las calles y los colegios, están vacíos… pero sé 
que pronto nos volveremos a ver… Mientras llega ese 
momento intercambiemos cartas.
Un abrazo enorme. 
María Fernanda Castro Granados | Segundo B
Hola profe Paola, hola a todos, espero que estén muy bien en sus casas, les cuento que estoy ha-
ciendo un curso virtual con un artista llamado Puño. 
Los extraño mucho. 
María Fernanda Castro Granados | Segundo B
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Escritura creativa 
a partir del libro Palabras que me gustan de la autora Clarisa Ruiz
Emma Naranjo Gómez
Hani Gutiérrez
Laura Díaz Moreno
Martín Olivos Camelo
Esteban Rico
Elisa Obando Jaimes
Juan Manuel Gutiérrez Rincón
| Segundo B
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Taller de poesía infantil 
“Palabras del corazón”
Mi Gata 
Mi gata Cloe es muy dormilona y dulzona, es suave y abrazable, 
gordita pero bonita, 
anda maullando y saltando. 
Es amarilla como una granadilla. 
Emma Naranjo Gómez | Segundo B
El koala que yo aprecio 
Mi koala es un peluche que me acompaña toda la noche, 
su saco rojo como el verano. 
Su pelaje gris, como la luna;
sus patas grandes, sus manos tiernas, 
blancas y suaves son sus orejas, 
me da un amor que es infinito 
y cada día me brinda más en la noche más oscura, 
es una luz por eso lo quiero cada vez más. 
Laura Díaz Moreno | Segundo B
 Afiche publicitario 
para nuestro café poético
Juán Manuel Gutiérrez | Segundo B
Emma Naranjo | Segundo B
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Viajando por el mundo
Érase una vez un humano llamado Pablo, es un explorador que viaja por el mundo, es valiente, 
aventurero, y curioso, todo empezó cuando fue a la 
Antártida y se encontró con Hielito, un pingüino azul 
que es más pequeño de lo normal y es muy amigable 
y divertido. Pablo y Hielito fueron al noroeste del Pa-
cífico y se encontraron con Colorín, un frailecillo cor-
niculado, es valiente, nada muy rápido y sabe mucho 
sobre peces, cuando fueron a Canadá era primavera, 
aprovecharon para ir al zoológico para conocer más 
especies de animales, después escucharon un ruido, 
Colorín voló y vio leñadores cortando árboles y Pablo 
dijo ¡no lo hagan! Pero los leñadores dijeron; no es-
tamos cortando árboles, practicamos para una obra 
de teatro. Todo quedó claro y se rieron después de 
lo ocurrido. 
Juan David Rodríguez Zamora | Tercero A
Rescatando la piedra lunar 
Era una mañana soleada en el bosque de Budapest y, Trichot; un joven lobo de ocho años aficionado a 
la arquería, ágil y amable, su hermana Poket de cinco 
años; amable como su hermano. Iban rumbo al río 
para encontrarse con Jack, un príncipe lobo de ca-
torce años. Jack es alto y fuerte, y les habló sobre una 
piedra lunar que tiene contacto con las montañas y 
eso hace que no se derrumbe, y los lobos la protegen 
en lo alto. Esa piedra mantiene a Budapest en pie pues 
tiene contacto con la luna y eso hace que montañas 
no se derrumben, si la conexión se pierde durante 
dos noches; Budapest y la piedra se desintegrarían.
Jack mandó llamar a sus hermanos pues son 
lobos valientes y muy guerreros, que deben enfrentar 
al malvado doctor Waybe. Un científico que hace 
investigaciones y experimentos con mecanismos 
magnéticos para lograr tener grandes cantidades de 
energía. Su objetivo: dominar el planeta, y la noche 
anterior envió a su dragón negro a robar la piedra 
lunar. Para ese momento solo quedaban treinta seis 
horas para rescatarla y volver al altar. 
Después de mucho caminar, Trichot y Poket se 
encontraron con su hermano Jack; les dijo la vieja 
águila vio al dragón negro llevarse la piedra en los 
colmillos, la piedra los dirigió hacía el templo sagrado 
de la jungla, lugar donde el doctor Waylrie tenía su 
laboratorio. Trichot que era un gran conocedor del 
lugar, elaboró un mapa para llegar al templo, por su 
parte Poket hizo una brújula y Jack hizo armas, cons-
truyeron un refugio. Al día siguiente los hermanos 
se fueron al templo, cuando al pisar la entrada escu-
charon una trampa que se activa, habían tres cuartos: 
uno tenía un robot, el segundo tenía el dragón y el 
tercero tenía al doctor Wabre. Poket dijo: yo voy por 
esta hojalata. Trichot se fue y se encontró un mons-
truo magnético y Trichot pensó que si le daba al 
centro con una de sus flechas lo vencería, así lo hizo. 
Jack por su parte se enfrentó al dragón y gracias a sus 
armas logró vencerlo. Tomaron la piedra y corriendo 
la llevaron al altar, Budapest se ha salvado.
Alejandro Casas Rodríguez | Tercero A
El día chévere
Era una tarde muy fría y una niña llamada Sarita, ella estaba aburrida entonces decidió llamar a su 
amiga Laura y quedaron en verse en el centro comer-
cial para ir al cine, Laura era puntual pero Sara no. 
Laura no sabía que su gatica Lili la seguía, cuando 
entraron al cine la gatica pasó debajo de todas sillas 
para encontrar a su dueña. La gatica se quedó viendo 
la película muy emocionada y en una escena apare-
cieron muchos animales entonces ella de felicidad 
maulló así que Sara y Laura salieron corriendo porque 
todos las estaban mirando, no pudieron ver el final 
de la película. Después fueron al parque y aunque 
estaba haciendo mucho frío decidieron caminar, de 
repente había una pista de hielo fueron a patinar, allá 
les dieron botas a: Sara, Laura y la gatica Lili. Sara no 
sabía patinar pero Laura porque era una gran amiga 
le enseñó a patinar mientras la noche caía, cada vez 
hacía más fríoentonces se fueron a sus casa a tomar 
chocolate con masmelos.
Juana Lucia Melo Santamaría | Tercero A
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Un día en la cuarentena 
Me despierto cada mañana y veo a mi hermana estudiando, y tomo el desayuno, luego voy a 
mi clase virtual con la profesora y mis compañeros 
del colegio, después de terminar la clase hago las ta-
reas con mi mamá y luego puedo jugar con mi gato, 
y juego con agua en el patio es muy divertido, des-
pués almuerzo y siempre hay postre, y luego veo tele 
un rato, en la cuarentena yo me siento relajada y no 
estoy triste, mi familia está bien y me apoya mucho. 
En las noches mi mamá nos lee un cuento y hacemos 
la oración dando gracias por el día.
Anna Isabella Flórez Casas | Tercero B
Conhoja y el virus mortal
En Conhoja un día un virus mortal llegó, todos los habitantes se asustaron y el virus se esparció. Las 
clínicas llenas y el total de infectados era 500, recu-
perados 300, muertos 10, activos 200. Una familia 
con 6 integrantes mi papá Minato, mi mamá Kushina, 
mi abuelita Tsunade, mi hermana Saori, mi prima Sa-
cura y yo Naruto. 
Nos cuidábamos mucho, jugábamos en casa, 
veíamos películas y nos procurábamos por lo que 
pasaba.
Afuera y a pesar de todas las consecuencias pasá-
bamos momentos divertidos, mi familia y yo estamos 
bien y espero que todo vuelva a la normalidad y adiós. 
Damián Esteban Ángel Gutiérrez | Tercero B
Cuarentena
En esta cuarentena hemos hecho mucho, como jugar parqués, ajedrez, dominó y cocinar. Gracias a Dios 
hemos estado bien y nos hemos cuidado. Pudimos 
viajar a mi finca, nos fuimos en el carro y nos fuimos 
con tapabocas, y mientras llegábamos yo jugué con 
el celular. Nos quedamos 13 días y nos devolvimos a 
Bogotá, volvimos con una gatita que ahora es nuestra 
mascota, su nombre es Lulú. Aprendí mucho allá, 
como por ejemplo: escalar montañas, coger frutas de 
los árboles, hacer un columpio en el árbol con una 
rueda de carro y una cuerda, aprendí muchas cosas, 
visité a mi prima y jugué con una vecina y me divertí.
Emily Daniela Barbosa Vargas | Tercero B
El virus y Gabriela
Había una vez una niña llamada Gabriela Gaona que siempre iba al cole y de repente un virus 
llegó y todos se encerraron en sus casas. 
Dicen que el virus se originó en China el virus se 
llama covid-19 hace que a las personas les de fiebre, 
tos seca, cansancio, molestia, dolor y dificultad para 
respirar.
Muchas personas han muerto por este virus por 
eso a Gabriela Gaona y a su familia les tocó quedarse 
en casa que es a lo que llaman cuarentena.
Un día Gabriela se enteró que sus vecinos se en-
fermaron de covid-19 entonces Gabriela se asustó 
porque su amiguito vecino se enfermó de covid-19 
después de estar enfermos se tuvieron que quedar 
en la casa por muchísimos días después los vecinos 
se recuperaron y las cosas se pusieron mucho mejor 
ahora Gabriela está feliz porque ha aprendido a hacer 
muchas cosas y ha pasado tiempo con su familia, Ga-
briela quiere que todo termine para volver al colegio 
y estar con sus amigos.
Gabriela Gaona Muñoz | Tercero B30
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Cuento
En un mundo diferente en el que solo existían los felinos, que era como cualquier ciudad, con los 
trancones, los problemas económicos y en un apar-
tamento vivía un gatito que cuando grande quería ser 
un doctor. Ahora ponía mucho cuidado en las clases 
de biología. Hasta que un día la profesora de biología 
le dijo que quería hablar con él a solas y le dijo que 
sabía algo sobre cómo podía entrar al mundo humano 
y que ella era su tía abuela. El gatito se sorprendió 
ante estas palabras y se desmayó. Cuando despertó 
estaba en casa de un amigo y el amigo le dijo que sus 
padres habían muerto, el gatito se echó a llorar, su 
sueño de ser doctor murió. Ya habían pasado 18 años 
desde la muerte de sus padres, ahora vivía en la casa 
de un amigo y se volvió el gato Batman y derrotó a 
muchos.
Juan José Zabaleta Bustos | Cuarto A
La Momia
Hace mucho tiempo en Egipto vivía una hermosa niña llamada Amalia, y era la única heredera del 
trono. Su madre murió y su padre, o sea el rey, se casó 
con una mujer llamada Cleopatra, y tuvieron una hija 
llamada Nefertaty. Cuando Amalia recibió la noticia, 
se puso tan brava que hizo un trato con el mal, y el 
mal le dio una daga con una piedra roja que le per-
mitía matar, dar vida eterna y revivir, entonces mató 
al padre, la esposa y a Nefertaty. Le iba a dar vida 
eterna a un hombre, pero le dispararon y la convir-
tieron en una momia por toda la eternidad.
Saray Sophia Orduña Porras | Cuarto A
El colegio de las ratas
En el barrio Soratama, de la parada 12, había un colegio que se llamaba Ratani, o el colegio de 
las ratas. En el curso 4z había tres ratas: Yoli, Yuli 
y Yeli. Yoli era una rata inteligente, linda y chévere, 
Yuli era una rata traviesa y muy buena en Educación 
Física, y Yeli era una rata muy creída y perezosa. Un 
día se fueron a jugar a la mesa de la casa y había dos 
gatos llamados Tina y Mono, Yoli, usó su inteligencia 
para escapar de ellos, Yuli usó su agilidad para huir 
de ellos, pero Yeli no pudo sobrevivir porque era 
perezosa y la costumbre de que le hagan todo, no le 
funcionó.
Isabella Bernal Collazos | Cuarto A
El Coronavirus
Un día en la selva un animal se puso muy enfermo y de pronto murió. Los científicos investigaron 
hasta que se dieron cuenta que era un virus que aún 
no tenía cura. Entonces los científicos intentaron 
hacer una cura para el virus, pero no lograron hacer 
una fórmula para el virus. Y el virus sigue contagiando 
animales y también personas hasta que las personas 
tuvieron que lanzar una bomba nuclear para que el 
virus no contagiara a las personas. 
David Alejandro Garzón Sarmiento | Cuarto A
La Tortuga
Había una vez una tortuga que era maestra de taekwondo y un diciembre le llegó una jirafa, 
un hipopótamo y un rinoceronte que no saben tae-
kwondo, pero sabían el orden de las clases y la tor-
tuga no tenía paciencia y todas las clases los regañaba 
y les decía que por qué no aprendían hasta que se les 
saltó la paciencia que renunciaron y nadie quería tra-
bajar con ella. Y un día la jirafa, el hipopótamo y el 
rinoceronte volvieron a clase y le dijeron a la tortuga 
por qué los regañaba tanto, que no importaba porque 
era su amiga y que los regañara todo lo que quisiera 
y que no les importaba, y la tortuga dijo que no los 
iba a regañar porque los quería y les dijo que su cum-
pleaños era mañana, pero nadie quería ir. Y cuando 
salió le estaban preparando una fiesta sorpresa por 
el día de su cumpleaños. Compraron globos, serpen-
tinas y pastel, y cuando la tortuga despertó se llevó 
una sorpresa cuando vio su fiesta. 
Laura Alejandra Cortés Forero | Cuarto A
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David Alejandro Garzón Sarmiento | Cuarto A
Momo de Michael Ende
Honey Johanna Barrera Pinto | Cuarto A
María Victoria López Alfonso | Cuarto A
Miguel Alejandro Canchón González | Cuarto A
Mariana Guaje Camelo | Cuarto A
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El ajedrecista 
más famoso del mundo
Había una vez un niño que no sabía jugar ajedrez. Estaba tomando clases de ajedrez, y nada que 
le salía. Sus amigos y su familia ya habían ganado 
torneos de ajedrez, él era Lucas, un niño flaco, alto 
y amable. Pero un día ocurrió algo terrible: murió 
su abuelo que tenía 98 años por cáncer de pulmón. 
Lucas estaba triste, pero entre cosas del abuelo en-
contró un papel que decía: el mejor ajedrecista del 
mundo, con un número: 3134646485. Este señor 
vivía en Bogotá, pero Lucas estaba en Manizales, y 
su cumpleaños era el día siguiente, Lucas cumplía en 
Halloween y no se podía perder nada, pero sus papás 
le dieron un carro con licencia para conducir. En-
tonces fue rápido a Bogotá, fue a la dirección y tomó 
clases así fue como se convirtió en el ajedrecista más 
famoso del mundo. 
Benjamín Arnedo Salazar | Cuarto A
Mis días en cuarentena
Había una vez un niño que le gustaba jugar en el celulare ir a visitar a su padre, también le gus-
taba jugar con su perrita; su perrita que era de color 
blanco y café, también tenía una gran pelota y le gus-
taba saltar con ella, también hacia tareas, veía tele, 
videos, dibujar, también le gustaba grabar videos con 
sus dos tíos y el niño no le gustaba nada de comida 
hasta que un día comenzó a probar huevo, queso y 
muchas cosas.
Juan Sebastián Poloche Guevara | Cuarto A
Copla
Este es el amor, amor el amor de mi vida 
que en Roma me espera
para ser una feliz familia.
La vida es como la luz,
la muerte es la oscuridad, 
pero mi corazón 
está lleno de bondad.
Cuando volvamos al colegio
vamos a jugar, 
pero en la casa 
vamos a trabajar.
Ana María Castañeda Aristizábal | Cuarto A
Trabalenguas
Pica pica pica Pedrito, pica pica pica la luna, pica pica pica la flor, en este día de sol.
Ana María Castañeda Aristizábal | Cuarto A
Jeringonza
Lasara cusuru-asara-rensere-tesere-nasara ha-sara sisiri-dosoro musuru-ysyry asara-busuru-r-
risiri -dasara porsoro-quesere usuru-nosoro nosoro 
asara-prensere-desere musuru-chosoro porsoro 
insiri-tersere-netsere essere massara disiri-verse-
re-tisiri-dosoro asara-prensere-dersere ensere elsere 
cosoro-lesere-giosiorio
(La cuarentena ha sido muy aburrida porque uno 
no aprende mucho por internet, es más divertido 
aprender en el colegio).
Laura Alejandra Cortés Forero | Cuarto A
Poema 
Mariposa del Viento
Mariposa del viento que fabulosa estásmariposa del viento tan cálida y natural
tu brillo reluciente
mariposa del viento quiero verte, verte, verte.
Honey Johanna Barrera Pinto | Cuarto A
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El zorro que era diferente
Había una vez un zorro que nació diferente a los demás, había nacido con las orejitas blancas, 
pero a él no le importaba. Cuando el zorrito fue 
al colegio todos los demás lo miraban, ya que los 
zorritos tienen las orejitas naranjas. La profesora 
lo recibió, el zorrito se portaba muy bien, pero los 
demás no lo querían. Él tenía un amigo que lo quería 
como era. Cuando el zorrito se volvió grande era el 
jefe de una empresa, pero los otros zorros que no 
lo querían cuando eran chiquitos, excepto su buen 
amigo Alejandro, tuvieron que disculparse, ya que 
era su jefe, pero su amigo, no.
Santiago Caicedo Bogoya | Cuarto B
El zorro bromeador
Había una vez un zorro llamado Flipy, a él le en-cantaba hacer bromas a los demás: los hacía 
caer, les escondía cosas y los molestaba. Un día, a 
los que les hacía bromas se reunieron y planearon 
una broma para él. A él no le gustó para nada y 
aprendió, y no volvió a hacer bromas a los demás.
María Alejandra Silva España | Cuarto B
El apocalipsis zorro
Había una vez un país en el que solo vivían zo-rros. Un día un científico trataba de inventar un 
suero que curara todas las enfermedades. Llegó el 
día de la prueba, pero todo salió mal, el zorro ya no 
era un zorro común y corriente, era un zorro zombie. 
El virus se esparció a todos los zorros, excepto a 
tres zorritos llamados Diego, Santiago y Alejandro. 
Ellos eran los únicos que sabían detener el virus, era 
con agua. Llevaban años haciendo una máquina que 
esparciera agua por todo el mundo, lo lograron y 
encendieron la máquina. Lo habían logrado, todo el 
mundo había vuelto a la normalidad.
Ilmar Alejandro Prieto Irreño | Cuarto B
El Rinoceronte
Había una vez un rinoceronte que vivía en África. Todos los días él tenía que aguantar calor y sed en 
un desierto. Tuvo que caminar mucho todos los días sin 
descansar ni dormir. Entonces el rinoceronte hizo un 
viaje caminando hartísimo, llegó a los Estados Unidos, 
consiguió una casa y al lado de la casa había tiendas. 
Pero tenía poca plata para comprar algo, solo le alcan-
zaba para el agua. El rinoceronte compró una botella 
de agua, muy feliz se la tomó. Entonces el rinoceronte 
quiso tener un trabajo y lo tuvo. El rinoceronte feliz 
con su trabajo consiguió muchísima plata y se compró 
un iPhone 11 y un Xbox 360, etcétera. Fin.
Cristian Camilo Arias Silva | Cuarto B
Reencuentro con la felicidad
El sol había despertado,
todo estaba preparado,
tapabocas gel y saco
íbamos a la Virgilio Barco,
jugando, corriendo, saltando,
nos divertimos hasta el cansancio,
perseguimos a Maximiliano,
el cuadrúpedo enano,
¡nadie pudo apresarlo!
jadeando, ladrando y brincando
él también quedo infartado.
Regresando al nido temprano,
el sol tomo su descanso,
una ducha caliente, sonrisa de lado a lado,
todos terminamos relajados,
la luna se fue despertando,
dormimos en sueño pesado,
como sino hubiéramos descansado,
en más de mil millones de años.
María Alejandra Silva España | Cuarto B
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Coplas
Este es el amor amor que llevo en mi interior 
y por esa razón
quiero brindártelo yo.
Yo no soy de por aquí
yo vengo de la playa
y allá desayunamos
fruta con papaya.
La vida es como la luz
la muerte es muy oscura
cuando las dos se mezclan
forman una locura.
Cuando volvamos al colegio
volveremos a jugar
ya que pasó el covid
vamos a disfrutar.
Allegra Rodríguez Vera | Cuarto B
Yo no soy de por aquívengo de un lugar lejano
nadie me entiende por ahí
pero tengo un recuerdo cercano.
La vida es como la luz
no hay nada negativo
de la oscuridad sale un bus
ahí todo es positivo.
Cuando volvamos al colegio
aprenderemos otra vez
encontraremos nuestros privilegios
y nos abrazaremos también.
Ana Monserrat Suárez Aguirre | Cuarto B
Trabalenguas
Cuando compartimos con amigos másmelos estamos melos
gomelos como los chocmelos
y gocemos con los compañeros.
Alan Samuel Parales Ortiz | Cuarto B
Vamos corriendo rápido como un rayo rompiendo
el record de risa,
riéndonos a carcajadas
porque la rana se cayó
de la rama al río Rin.
Allegra Rodríguez Vera | Cuarto B 
Mireya y los otros miraban estrellasa ver cuál de ellas se estrella.
Si ninguna estrella se estrella,
seguirán mirando estrellas.
Laura Camila Patiño Gutiérrez | Cuarto B
Camila esta de cumpleaños, cumple cinco años, los amigos: Camilo, Carla, Carlos, Carolina, Ca-
silda, Casimiro y Catalina comen churros, como los 
churros están calientes prefieren ir a correr.
Camilo, Carla, Carlos, Carolina, Casilda, Casimiro 
y Catalina con Camila se caen al charco.
Nayra Manuela Bogoya Martínez | Cuarto B
Noñi le hace a Ñino una seña para que Nañe y Ñena miren la nube de piña,
Ñanu y Nuña piña en la nube ven, pero Nuñe y 
Ñenu teleraña ven.
Noñi, Ñino, Nañe, Ñena, Ñanu, Nuña, Nuñe y 
Ñenu en el parque felices el cielo ven.
Sara Valentina Sissa Rincón | Cuarto B
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SIE 
Cuenta la leyenda que en el Río Amazonas había un hermoso paisaje y una maravillosa tranquilidad.
Lo más maravilloso allí era el agua, pero los ha-
bitantes del Amazonas no comprendían eso y todos 
desperdiciaban el agua, por ejemplo: los niños y 
niñas jugaban con ella y los adultos la contaminaban 
echando basura en las tuberías y estas llegaban a los 
ríos y mares.
Realmente eran muy pocos los que la cuidaban, 
pero un día, desde el río Amazonas apareció una mujer 
de gran estatura que todo su cuerpo estaba hecho de 
agua; era SIE la diosa del agua y fue al pueblo y les 
preguntó a todos 
—¿Por qué ustedes no cuidan el agua? —y ellos le 
respondieron: 
—Porque nosotros pensamos que no la nece-
sitamos y además tenemos mucha y nunca se va a 
acabar— a lo que ella contestó:
—¡Ah en serio!, entonces voy a hacer esto: los 
dejaré cuarenta y ocho horas sin agua— y ellos le 
dijeron: 
—Eso es imposible —y ella les dijo: 
—No lo es para mí, porque yo soy SIE, la diosa 
del agua.
Y ellos después de escuchar eso se empezaron a 
reír y dijeron;
—Haz lo que nos acabas de decir y si cumples con 
eso, dejaremos de burlarnos de ti por lo que tú crees 
que eres.
Entonces, ella a la media noche, en menos de 
cinco minutos mientras todos dormían hizo que ya 
no hubiera más agua en el Amazonas. A la mañana 
siguiente, fue un habitante a preguntarle a SIE que 
si al fin había cumplido con lo que ella había dicho y 
ella le respondió que el mismo fuera a revisary él eso 
hizo, quedó asombrado porque se dio cuenta de que 
sí había sucedido; entonces él fue a decirle a todos 
los habitantes, pero también se rieron de él, justo 
como se habían reído de SIE. Él les dijo si no le creían 
fueran a revisar a sus casas, en efecto, cuando ellos 
fueron a ver se dieron cuenta que nadie tenía agua, en 
principio no les pareció importante, pero al pasar de 
las horas y ver que necesitaban el agua, para comer, 
bañarse, alimentar a los animales, cuidar de sus cul-
tivos y plantas, simplemente para vivir. Todos se dis-
culparon con SIE y ella los perdonó; pero les dijo:
—No olviden que ahora van a quedar sin agua 
cuarenta y ocho horas, perdón, pero es lo que les dije 
y yo no incumplo mis promesas.
Durante la sequía le estuvieron pidiendo agua a 
SIE y ella siempre les decía:
—Perdón, pero es para que se den cuenta lo va-
liosa y necesaria que es el agua.
Después de pasado ese tiempo, una vez regresó 
el agua, cada persona se tomó más de un vaso de 
agua y SIE les dijo:
—Vamos a hablar sobre lo que acaban de pasar en 
estas cuarenta y ocho horas, les voy a explicar porque 
el agua es tan importante —entonces la mayoría de 
las personas dieron su opinión sobre lo que les pasó 
y después SIE les dijo:
—El agua es el elemento más importante para la 
vida. Es de una importancia vital para el ser humano, 
así como para el resto de los animales y seres vivos 
que nos acompañan en el planeta tierra, ellos com-
prendieron lo sucedido. 
Después de eso nunca más volvieron a desperdi-
ciar el agua.
María José Ramírez Rondón | Quinto A
El tigre y el cazador 
En el río Magdalena hay un dios en forma de tigre que es el protector de todos los ríos, sus aguas 
son cristalinas, a sus alrededores hay muchos árboles 
verdes, cafés, amarillos, naranjas y rojos con flores 
rosadas, el sitio es tranquilo y se siente un silencio 
que produce mucha paz. Un día el dios tigre comía un 
rico pescado que recolectó del río, de pronto escuchó 
que un fugitivo se había escapado de la prisión por 
tráfico ilegal de animales y por cazar sin permiso, el 
tigre se preparó para proteger su territorio de ese ser 
malvado; pero el cazador vio un túnel y se escondió 
ahí, metiendo también unos químicos, el dios tigre 
lo buscó hasta que vio unas huellas de zapatos y las 
siguió, ahí se encontró con el cazador, quien estaba 
echando unos químicos en el río que lo ponía de 
color verde como la basura, olía a podrido y estaba 
matando a los peces. El tigre se lanzó hacia el cazador 
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para detenerlo, los dos cayeron al piso y el tigre le 
dijo al cazador: 
—¡No hagas eso! porque estás matando los ani-
males que viven dentro del agua y a los que viven 
en la tierra los vas a dejar morir de sed. ¿Quieres 
eso? ¿Quieres dejar morir también a los humanos? 
¿Quieres hacer que todos mueran? ¿Eso quieres?, el 
cazador respondió:
—Sí, eso es lo que yo quiero, que todos desapa-
rezcan, eso es lo que quiero, porque todos me han ol-
vidado, me han ignorado, todos estos años, además, 
¿cómo me vas a derrotar? si ni tienes poderes jajaja-
jajajaja, eres solo un pobre tigre que cree que es un 
guardián, el dios tigre le respondió: 
—Eso es lo que tú crees, pero mira yo sí tengo po-
deres, te lo demuestro con mi súper velocidad ¡PUM!, 
¡PAM!, ¡ESCLASH!, ¡BOOM! No más, por favor, si 
quieres me voy y me entrego a la policía, pero no más 
por favor. El dios tigre le respondió: 
—Bueno, pero yo te voy a acompañar hasta la es-
tación de policía y así me aseguraré que no vuelvas a 
hacerle daño a nuestra naturaleza.
Mariana Arce Cárdenas | Quinto A
Los guardianes de Chingaza
En el departamento de Cundinamarca se encuentra el parque Chingaza, en él se encuentran unas la-
gunas, a esas lagunas las cuidaba un oso de anteojos 
llamado granados, un venado llamado Panela, un 
puma llamado Ric, un tucán llamado Pol, un zorro 
gris llamado Col y un cóndor llamado Ford.
A las lagunas iban muchos turistas, un día unos 
turistas fueron y votaron basura a las lagunas, Ford 
los vio y se fue a avisar a Granados, Panela, Ric, Pol 
y a Col.
Cuando Ford les avisó, se fueron todos a bus-
carlos, cuando los encontraron se asustaron y se 
dieron la vuelta, los guardianes del parque fueron 
rápidos y rodearon a los turistas. Granados les dijo a 
los turistas que no los iban a dejar ir hasta que reco-
gieran toda la basura que habían tirado a las lagunas.
Cuando los turistas estaban recogiendo la basura 
de las lagunas, se les olvido unos plásticos, cuando se 
estaban yendo se convirtieron cada uno en un animal 
diferente.
A los guardianes del parque no les gustaba tener 
basura en las lagunas ni menos en su parque, los 
turistas se volvieron guardianes del parque y así en 
estos momentos hay muchos guardianes del parque.
Ana Isabella Florido Manjarrés | Quinto A
Los cuatro elementos
En un pueblo llamado Chanchito había una gran flora y fauna, un río en el que se bañaban y lavaban 
ropa, pero un señor llamado Felipe malgastaba el 
agua del río y cazaba los animales, en esta población 
también vivía un señor llamado Enrique que cuidaba 
la naturaleza y defendía a los animales.
Un día Felipe le disparó a un venado, Enrique al 
ver esto se enfureció y le gritó, Felipe se llevó el ve-
nado, lo disecó y lo colgó en una pared de su casa. 
Los Dioses al ver toda esta maldad se enfurecieron y 
llevaron a Felipe a un templo con cinco tronos, el del 
medio estaba vacío y en los otros había cuatro dioses, 
el primer dios dijo: 
—Te otorgamos 4 poderes, yo te daré el poder del 
agua —el segundo dijo: 
—Yo te daré el poder fuego —el tercero dijo: 
—Yo te daré el poder del aire —y el cuarto dijo: 
—Yo te concederé el poder de la tierra —Felipe 
respondió: 
—Gracias, pero ay, olvídenlo —y volvió a su 
pueblo.
Entonces los dioses decidieron otorgarle los po-
deres a Enrique.
Felipe continuó malgastando el agua y Enrique 
señaló el agua y creó una ola que le cayó a Felipe y 
quedó empapado, empezó una pelea, Felipe le dis-
paró a Enrique y este lo esquivó, la pelea continuó por 
un largo rato y como resultado Felipe quedó muy mal 
herido, al notarlo Enrique usó el agua para sanarlo, 
Felipe al notar el verdadero poder de los elementos y 
que son dadores de vida, prometió cambiar y dedicar 
su vida a cuidarlos y preservarlos, los dioses al notar 
el gran corazón de Enrique le dieron el puesto del 
trono vacío como guardián de los elementos.
Juliana Andrea Castilla Ramírez | Quinto A
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El Caballero Valiente
Hace muchos años existió un caballero llamado Héctor, el más valiente y fuerte de todo el pueblo; 
este pueblo estaba ubicado en medio de un bosque 
de la región pacífica colombiana y se llamaba Cyn-
daquil, tenía casas coloniales, las calles eran empe-
dradas, y había una iglesia en la plaza central donde 
los habitantes se reunían cada domingo. 
Héctor, nuestro héroe poseía una espada de 
fuego que era su poder, él era alto, tenía ojos azules 
y era un poco flaco pero fuerte, a él le gusta proteger 
a su pueblo. 
Un día salió del pueblo a visitar a su madre que 
vivía a miles de kilómetros de allí, días más tarde se 
entera de que en Cyndaquil se estaban desapare-
ciendo muchas personas, y llegaba poca agua a las 
casas.
Héctor decide volver al pueblo a averiguar qué 
estaba pasando. Le preguntó al alcalde que se lla-
maba Juan García, él dijo que se desaparecían las per-
sonas que vivían solas, los vecinos relatan que Arturo 
llevaba ratos en no salir de su casa y nunca lo vol-
vieron a ver, así que decidieron dar aviso al alcalde, 
el alcalde dijo: 
—Yo revisé la casa y no lo encontré, me pareció 
muy curioso que en la sala había mucha agua; él fue 
el primero en desaparecer, pasado los días desapa-
recieron más personas; se podía ver que en las casas 
de las victimas había siempre agua. Además, cada día 
llegaba menos agua a las casas.
Héctor esa noche se va para a donde Pedro, un 
amigo de la infancia quien vive solo, porque el pen-
saríaque en ese sector llegaría el monstruo, ellos 
estaban hablando de lo que sucedía, cuando estaban 
juntos escucharon un ruido extraño, ellos se aso-
maron a la ventana y vieron a un monstruo de hielo 
que se estaba llevando una amiga, y salen corriendo, 
pero no logran alcanzarlo.
El monstruo se llamaba Abomasnow y le gustaba 
llevarse a las personas para congelarlas, con lo cual 
desperdiciaba mucho el agua, hasta tal punto que 
el pueblo se estaba quedando sin agua. El mons-
truo vivía en una cueva a las afueras de Cyndaquil, 
era gordo estaba hecho de hielo con ojos oscuros y 
medía dos metros de estatura. El solo sale de noche 
porque si sale de día Abomasnow se derrite, el de-
testa el color y fuego y el solo come helados. 
Una noche lluviosa, Héctor se encuentra en la 
plaza central con Abomasnow y le dice al monstro:
—¡TÚ NO ME DAS MIEDO! Y el monstro le 
responde:
—¡EN SERIO HOMBRECITO, TÚ NO ME 
DETENDRÁS! 
Al instante Héctor saca su espada de fuego y 
Abomasnow quedó sorprendido, el monstruo le co-
mienza a lanzar cuchillas de hielo y Héctor atacó, el 
monstruo lo empujó y le rompió la espada a Héctor, 
comenzó a correr y a lanzarle cosas y Abomsnow se 
fue debilitando, y Pedro le dio una espada de fuego y 
mató a Abomasnow, y el alcalde y las personas Cyn-
daquil le agradecen a Héctor. Y a partir de entonces 
no volvieron a desaparecer más personas y el agua 
llegaba en cantidad normal.
Alejandro Salas Ortega | Quinto B
La leyenda del Copetón Fantástico
Cuentan que hace alrededor de 300 años existía un lugar lleno de agua tan cristalina como un dia-
mante, con diversas plantas y flores de abundantes 
colores que parecían recordar un arcoíris y deliciosos 
aromas que producían un estado de intensa paz. Los 
torcaces, copetones, monjitas, tinguas, parameros 
y mirlas al igual que curíes, lagartijas y ranas vivían 
en un completo paraíso, contaban con suficiente es-
pacio y alimento para vivir, tanto así, que solo sabían 
cantar y saltar de alegría.
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El Humedal Juan Amarrillo ubicado en la ciudad 
de Bogotá, en la localidad de Suba y parte de Enga-
tivá, acogía a todos estos animales y plantas, pero 
cuando el hombre empezó a vivir cerca de este lugar 
empezaron a ocurrir cosas horribles, muchas per-
sonas contaminaban el lugar dejando sus desechos 
en horas no adecuadas y empleándolo como sitio 
para abandonar lo que ya no usaban, talaban los ár-
boles y arrancaban las plantas para tener más espacio 
para ellos sin darse cuenta que con ello afectaban 
su propia vida, habían olores desagradables todo el 
tiempo, el aire empezó a contaminarse por la falta de 
árboles, los animales sufrían enfermedades y no te-
nían suficiente alimento ni lugar para vivir.
Sin embargo, algunos habitantes de la zona no 
contentos con la situación intentaban persuadir a sus 
vecinos irresponsables diciéndoles que lo que hacían 
afectaba la comunidad y también a los animales y 
plantas que vivían allí, pero aquellos irresponsables 
jamás hacían caso y continuaban contaminando y ta-
lando árboles. Mientras tanto los animales estaban 
tristes y enfermos, había muerto un famoso Pato del 
Humedal, un Copetón le decía a su amigo Paramero 
que se estaban quedando sin comida y muchos es-
taban enfermos, por ejemplo, su vecina Monjita tenía 
a su hijo enfermo, el señor Torcaz tenía dificultad 
para respirar, además muchos nidos se habían caído 
porque los árboles se habían deteriorado, saucos, 
alisos, arbolocos, pinos, cipreses, y araucarias se es-
taban secando y cayendo por el agua contaminada.
Días después, mientras un reconocido leñador y 
carpintero del sector, llamado Óscar, estaba en sus 
labores diarias cortando un gran árbol, un Copetón 
volaba al mismo tiempo buscando comida, en el 
mismo instante que caía el árbol al ser cortado, el Co-
petón se atravesó y recibió un gran golpe, cayendo 
agonizante, justo antes de morir tuvo un deseo ex-
traño que lo impulsó a comer la última hoja de un 
Sauco que pasó ante sus ojos. De pronto tras una es-
truendosa explosión resurgió el Copetón, pero esta 
vez convertido en un ave fantástica hecha completa-
mente de agua con alas brillantes y cristalinas. Óscar 
el leñador, herido por la explosión y asombrado por 
tan extraordinaria criatura se desplomó, entonces el 
ave extrajo toda el agua contaminada del Humedal 
mientras nueva agua pura emergía en el lugar, re-
sentido por los actos del leñador le disparó toda el 
agua sucia que había extraído en un solo chorro. Los 
animales celebraban lo ocurrido con gran alboroto, 
pero en ese momento se sumó al enfrentamiento un 
vecino llamado Rodrigo que arrojaba sus residuos 
en el Humedal a altas horas de la noche, atacó por 
la espalda al ave pero el arma que había usado para 
herir al animal fantástico resultó ser muy débil para 
las plumas de hielo con las que se defendió, así que el 
golpe fue devuelto lastimando su rostro, por el golpe 
recapacitó y viendo la destrucción del Humedal se 
sintió conmovido, corrió a contarles a sus vecinos y 
conocidos el extraño suceso. Óscar despertó después 
de haber recibido semejante chorro de agua, (el que 
a su vez desapareció misteriosamente) y explicó al-
terado que jamás volvería a perjudicar el Humedal, 
más bien emprendería acciones que contribuyeran a 
la limpieza y conservación del mismo siempre bus-
cando el apoyo de la comunidad.
Desde entonces esta ave se conoce como “el Co-
petón fantástico” y se ve merodeando en los cuerpos 
de agua de Bogotá y Cundinamarca en compañía de 
un misterioso hombre que dice ser un antiguo le-
ñador, juntos protegen los entornos acuáticos y cas-
tigan a quienes inconscientemente contaminan los 
recursos hídricos.
Diego Alejandro González Tiuso | Quinto B
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La transformación de Oregón
En Estados Unidos, Oregón es un pueblo que queda escondido entre el hermoso valle de Tilupán, un 
lugar de ensueño donde sus habitantes gozaban de 
armonía y mucha salubridad. Sus fuentes hídricas, 
el cielo azul y el verde de sus montañas hacían con-
trastar la mirada de quien lo visitara, anhelando 
nunca salir de aquel bello lugar.
Pasó el tiempo y a Oregón llegaron un grupo de 
personas que provenían del sur de México para ra-
dicarse durante un tiempo, debido a la poca venta 
de su mercancía. Los Picanes, como solían llamarse, 
fabricaban artesanías con diferente tipos de mate-
riales y su llegada a Oregón causó gran sensación; 
el comercio de la región se fortaleció, generando 
prosperidad.
Sin embargo, aquellos inmigrantes no tenían 
conciencia ambiental, pues en las noches mientras 
todos los habitantes dormían, ellos aprovechaban 
que nadie los veía y tiraban la basura sobrante de los 
materiales con que fabricaban las artesanías. Con el 
paso de los años el lugar hídrico estaba estancado 
por la basura, hasta el agua se ponía turbia, ni la lluvia 
podía desestancar el río o moverlo. El ambiente se 
tornó de olor a basura y esto hizo que se marchitaran 
las plantas. 
Un año después, el río seguía igual, el pueblo 
había construido una represa natural para intentar 
descontaminar un poco el río. Los pueblerinos no se 
aguantaban el olor a basura y el ruido de los animales 
quienes iban a comer de los desechos. Una noche, una 
manada de mapaches empezaron a comer la basura 
mientras que otros animales olfatearon el basural 
y se unieron a darse un gran banquete de desechos 
tóxicos que pasadas unas horas estos animales resul-
taron muertos.
Al día siguiente un señor de la tercera edad es-
taba caminando hacia el río para coger frutos de los 
árboles y al ver los animales muertos y la inmensa 
contaminación en que se encontraba el río quedó 
muy sorprendido; se sentó en una roca a llorar como 
un niño. Decía:
—¡¿Por qué somos tan inhumanos?! ¡Qué nos 
cuesta cuidar nuestro hogar, los animales, nuestra 
madre naturaleza! Y en un ataque de valentía seco 
las lágrimas de su rostro y corrió como un niño. Se 
acercó a la plaza de mercado y dijo con voz fuerte y

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