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P á g i n a | 1 Ç REPÚBLICA DE COLOMBIA UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA Y TECNOLÓGICA DE COLOMBIA FACULTAD DE CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN MAESTRÍA EN EDUCACIÓN PRODUCCIONES AUDIOVISUALES Y SU IMPORTANCIA EN LA CUALIFICACIÓN DE LOS PROCESOS DE COMUNICACIÓN EN EL AULA TESISTA: YUSSELFY TORRES ÁVILA DIRECTOR: DR. DONALD FREDDY CALDERÓN SEPTIEMBRE, 2021 P á g i n a | 2 Ç REPÚBLICA DE COLOMBIA UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA Y TECNOLÓGICA DE COLOMBIA FACULTAD DE CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN MAESTRÍA EN EDUCACIÓN PRODUCCIONES AUDIOVISUALES Y SU IMPORTANCIA EN LA CUALIFICACIÓN DE LOS PROCESOS DE COMUNICACIÓN EN EL AULA Proyecto de Investigación presentado como requisito para Optar al Grado de Magíster en Educación TESISTA: YUSSELFY TORRES ÁVILA DIRECTOR: DR. DONALD FREDDY CALDERÓN P á g i n a | 3 Nota de aceptación ________________________________ ________________________________ ________________________________ ________________________________ ________________________________ ________________________________ Firma del Presidente del Jurado ________________________________ Firma del Jurado1 ________________________________ Firma del Jurado2 P á g i n a | 4 A Yesid, Juliana y Juan por ser mi motor de vida. A mi mamita Gloria, a mis hermanas Paola y Sandy, por ser fuerza y aliento siempre. A Blanca Flor Ávila por ser ahora nuestro ángel en el cielo. P á g i n a | 5 Agradecimientos A Dios, por levantarme en cada momento de tribulación y cansancio físico. A la Gobernación de Boyacá, en cabeza del ex gobernador Carlos Amaya, por apoyar el programa de Beca Maestra, el cual permitió que muchos docentes nos formáramos con el fin de mejorar nuestra práctica docente. A la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia, por alentar los procesos de formación e investigación, especialmente al programa de Maestría en Educación. A mi tutor, el Doctor Donald Freddy Calderón Noguera, por sus pertinentes apreciaciones, correcciones y observaciones que enriquecieron este proyecto de investigación, por ser un maestro convencido de la transformación de las prácticas pedagógicas en pro de buscar la pertinencia. A todos los docentes de la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia en los diferentes seminarios, especialmente a la Doctora Nidia Torres Merchán y al doctor Tamayo por forjar en mí una mirada crítica en toda labor académica. A la institución Técnica Nacionalizada de Samacá y de manera especial al rector Mario Veloza Calderón, por permitir que se realizaran todas las actividades y menesteres que se requirieron para la culminación exitosa de esta iniciativa. A los estudiantes y padres de familia del grado noveno, en particular al curso 805, por ser partícipes de este trabajo, y permitir construirlo juntos. A mi esposo e hijos por ser luz en momentos de oscuridad y por comprender y aceptar mi dedicación casi exclusiva a este proceso académico. A Ximena Arias, por confiar en mis capacidades para lograr esta meta y colaborarme sin excusas ni condiciones. A mis compañeros de maestría, a mi amiga Sandra Patricia y a mi primo Yeison Ortíz, quienes, pese a su tristeza profunda, me exhortaban a no decaer en este esfuerzo. P á g i n a | 6 TABLA DE CONTENIDO CAPÍTULO 1. INTRODUCCIÓN ............................................................................................. 8 1.1 Planteamiento y descripción del problema.................................................................. 9 1.2 Objetivos .................................................................................................................. 15 1.3 Justificación .............................................................................................................. 15 CAPÍTULO 2. ESTADO DEL ARTE. CONTEXTUALIZACIÓN DE LA INVESTIGACIÓN ................. 18 2.1. Antecedentes investigativos .................................................................................... 20 CAPÍTULO 3. MARCO TEÓRICO ......................................................................................... 27 3.1. Procesos de lectura y escritura y su relación con la oralidad y la escucha .................. 27 3.2. Comunicación y Educación ....................................................................................... 29 CAPÍTULO 4. METODOLOGÍA ............................................................................................ 39 4.1. Enfoque investigativo .............................................................................................. 39 4.2. Descripción del contexto de estudio ......................................................................... 40 4.3. Momentos de la investigación ................................................................................. 41 CAPÍTULO 5. HALLAZGOS ................................................................................................. 43 5.1. Primer momento: Prefiguración de la realidad ......................................................... 43 5.2. Segundo momento: Configuración de la realidad ..................................................... 55 5.3. Tercer momento: reconfiguración de la realidad. Interpretación gráfica de los hallazgos ....................................................................................................................... 60 CONCLUSIONES Y REFLEXIONES EN TORNO A LA INVESTIGACIÓN ..................................... 61 P á g i n a | 7 REFERENCIAS ................................................................................................................... 65 ANEXOS ........................................................................................................................... 69 P á g i n a | 8 Capítulo 1. Introducción El presente documento describe el proceso investigativo sobre la cualificación de procesos de comunicación y la producción audiovisual auténtica en el aula, en el cual participaron estudiantes del grado 805 de la Institución Educativa Técnica Nacionalizada de Samacá. Conviene observar que este estudio se enmarcó desde un enfoque cualitativo con base en el diseño de complementariedad etnográfica, con el objeto de ser llevado a cabo en tres momentos: prefiguración, configuración y reconfiguración de la realidad. Ahora, a luz de estas consideraciones, los instrumentos que fueron utilizados para recolectar la información fueron: la entrevista semiestructurada, el diario de campo y un taller de producción audiovisual. Este estudio surgió como consecuencia de la práctica pedagógica del quehacer docente en donde surge la inquietud sobre cómo se desarrolla el aprendizaje de los procesos de oralidad, lectura y escritura, así como de la escucha y del modo como las diferentes estrategias pedagógicas permiten que se evalúe el proceso de comunicación, en el cual se engranan estos elementos y no sólo los resultados finales y formales, como sucede normalmente. En concordancia con lo anterior, concebir dichos procesos como habilidades ya prestablecidas y tener en cuenta sólo elementos de orden formal, como lo son buena letra y ortografía, para el caso de la escritura; la entonación en la lectura; un adecuado volumen y claridad en la oralidad; y permanecer en silencio para la escucha, no da cuenta de los procesos de aprendizaje ni permite una evaluación precisa de éstos. Si bien es cierto que las operaciones nombradas anteriormente deben ser generadas por voluntad propia, en esta investigación se hizo necesario resaltar el impacto favorable que existe al propiciar un espacio de confianza con un propósito definido que, en este caso, la producciónaudiovisual, gracias a la cual fue posible habilitar espacios que ayudaron a fortalecer de manera natural dichos procesos. P á g i n a | 9 Es indispensable tener en cuenta que no existen textos descontextualizados. Todos los textos que leemos o producimos se presentan en situación, “de veras”, como dicen los niños. Sabemos, por supuesto, que existen palabras aisladas, pero claramente contextualizadas que funcionan como textos y que los niños entienden como tales (Jolibert y Equipe d’ECOUEN, 1991). Así las cosas, para este trabajo fue imperante apropiarse de los elementos de comunicación tales como la escritura, la lectura, la oralidad y la escucha, y examinar la fragmentación de dichos elementos como un factor importante de fracaso escolar. Esta situación fue detectada en la Institución Técnica Nacionalizada, específicamente en el grado 805, al evidenciar comportamientos temerosos por parte de los estudiantes a la hora de presentar sus escritos, leer en voz alta, defender sus posturas personales y, además, una seria dificultad para escuchar a los otros. De acuerdo con Vygotski (2007), es importante comprender la relación que el desarrollo comunicativo y las habilidades del pensamiento establecen en los procesos de significación y conceptualización, procesos que se dan tanto en niños como en adolescentes en contextos educativos. Igualmente, señala Vygotski que el desarrollo de las personas y la complejización del pensamiento se evidencia a través del lenguaje. Por lo tanto, la escuela se constituye en espacio donde se posibilitan y ejercitan dichos procesos de comunicación, mediados por el lenguaje para el desarrollo del pensamiento. Palabras clave: cualificación, comunicación, club escolar, producción audiovisual, contexto. 1.1 Planteamiento y descripción del problema En el contexto escolar específico podemos observar tanto en las mallas curriculares de la institución, como en los Derechos Básicos de Aprendizaje DBA, dispuestos por el Ministerio de Educación Nacional (MEN), que estos procesos de escritura, lectura, oralidad y de escucha, están organizados de forma aislada, lo cual ocasiona que se impartan y se comprendan de manera fragmentada. Es propicio revisar desde las teorías curriculares esta situación heredada de los procesos P á g i n a | 1 0 de industrialización en la educación, en la que se solicitan resultados, productos terminados y listos para ser usados en la interacción social, es preciso entonces estudiar las dinámicas de cada uno de estos eslabones que hacen parte de la comunicación. En términos curriculares (Torres, 2006) no se pueden obviar los procesos de la industrialización del saber y las dinámicas taylorianas1 en las que hay un proceso de producción semejante; la persona que se encuentra delante de una máquina tiene que moverse al dictado de esta, el ser humano pierde progresivamente su autonomía e independencia para someterse a los imperativos de la máquina y su motivación es el sueldo. Toda vez que se pierde la mirada reflexiva y crítica, puede compararse con este proceso la escuela, se puede decir que el maestro se encuentra delante de la malla curricular, el estudiante frente al maestro y que es una simbiosis en donde también tienen que moverse al antojo de su contrario y el estímulo en el caso de los educandos es la nota, de acuerdo a este orden de ideas se debe hablar de la fragmentación de las actividades en la producción de las fábricas, que suscitan a la incomprensión de los procesos, lo cual sucede también con la escolarización ya que todos los conocimientos están fragmentados para evitar que se relacionen los saberes desde una integralidad epistémica. Desde los planteamientos teóricos hay autores que suscitan esta fragmentación en el proceso de la comunicación, si nos basamos en las búsquedas temáticas, la escritura (Jurado, 1995), la lectura (Ferreiro , 1999) y la oralidad en el aula (Lomas, 1993; Rodríguez, 1995), no son vistas como un proceso de comunicación sino como habilidades humanas, en el caso de la escritura esta es vista como una codificación de significados a través de una serie de reglas lingüísticas o en su caso más recurrente una producción de sentido con un componente alto en técnica o estética. Justamente, en la escuela esta última concepción es la prioridad, lo que comprueba una vez más que la escritura en el aula no 1 El taylorismo referencia la división de las distintas fases del proceso de producción. Fue un método de organización industrial, cuyo fin era aumentar la productividad y evitar el control que el obrero podía tener en los tiempos de producción. Torres (2006) lo cita para especificar como se adoptaron términos industriales en la educación. P á g i n a | 1 1 es tomada como un proceso y, en consecuencia, los maestros observan más los elementos de forma (las márgenes, la letra bonita, la correcta ortografía) que el mismo proceso y su relación con los demás actos de comunicación, es decir aún prevalecen los modelos estructuralistas para la enseñanza de la lengua. En los procesos de oralidad se puede mencionar que en la escuela hay un temor definido por parte de la mayoría de los estudiantes quienes consideran que las expresiones de sus ideas tienen poca validez, y que el maestro es la persona idónea para aprobar y desaprobar el intento por hacerlo. Raramente los usos y formas de la comunicación oral se constituyeron en objeto de una enseñanza sistematizada, que tuviera en cuenta las diferencias entre lengua hablada y lengua escrita, como dos modos distintos de comunicación a partir de un mismo sistema lingüístico (Rodríguez, 1995). Por otra parte, la lectura es un proceso que va más allá del acto de decodificar y entonar un texto. Hay que dilucidar que texto puede ser todo aquello que puedo interpretar. Así que la lectura hay que examinarla en el sentido más amplio que esta conlleva, aun cuando hay momentos de la lectura que están sujetos a procesos del pensamiento y que este en su conjunto está adherido a una serie de situaciones de tipo cognitivo a tener en cuenta cuando se lee. Leer significa comprender, interpretar, analizar y criticar textos (Cassany, 2006). Si bien leer debe conllevar al placer, es necesario comprender e interpretar, es por eso por lo que hay que ejercitar este proceso tal cuál como cuando asistimos a un gimnasio, porque cada vez que adquiero nuevo vocabulario se fortalece, pero además se discierne de forma personal lo que el autor causa en el lector. Ahora, la lectura vista como acto de placer (Zuleta, 1982) no tiene una única interpretación, uno lee, pero al desarrollar tan hermoso acto, hay interlocuciones mentales que van discutiendo con el texto que me permiten crear concepciones en acuerdo o desacuerdo del autor. Es por eso que leer es un acto personal, que tiene que ver con la subjetividad y que la escuela muchas veces en su hermetismo y rigurosidad no permite explorar. En su mayoría existe una única concepción P á g i n a | 1 2 del autor y es la que interpreta el docente y no hay opción de discutir o interpelar las interpretaciones personales con lo que se encuentra en el texto. De igual manera se debe analizar el currículo y todos los insumos que el ministerio de educación nos ha ofrecido, para medir su pertinencia y comprobar cómo se están desarrollando dichos contenidos en el aula, además de observar si el proceso de comunicación se puede posibilitar a través de estas directrices. El aprendizaje de la lectura presupone el aprendizaje de la escritura, aunque los ritmos para el dominio de una y otra no son equivalentes. La escritura, como acto productor de conocimiento, se caracteriza por la morosidad. Esta morosidad es natural, pues se trata de proyectar el pensamiento en una representación exterior: la escritura, que resulta siendo una representación de la representación (el pensamiento esrepresentación). La morosidad en el acto de escribir deviene de la dificultad para darle cuerpo discursivo a las ideas, sobre todo porque no hay una equivalencia entre las ideas que procesa el pensamiento y la construcción lingüístico-discursiva: las palabras fungen de mediadoras entre las ideas y su exteriorización (Jurado, 2009, p. 132). Hay allí una relación directa entre las representaciones que configuran el pensamiento en el mismo acto de leer y escribir, y es allí donde entra la dialogicidad entre lo que leo con todos mis preceptos contextuales y culturales. Si observamos bien, hay una conexión entre todos estos procesos, la escritura, la lectura y la oralidad. Si leo, puedo discutir y argumentar, pero también tendré algo que escribir. Es por eso que la escuela debe facilitar el desarrollo de estos procesos en el aula. Para ello se propone en este proyecto la creación audiovisual, la cual permitirá que se engranen estos procesos de comunicación de forma natural y como necesidad de un proyecto común. En tanto se valoren estas primeras interacciones con los procesos de escritura, los estudiantes desarrollarán un gusto a futuro por la creación textual. No obstante, hay que tener claro que, simultáneamente, se van desarrollando otros elementos claves en la interacción escolar como la lectura, que no se puede desligar del proceso de escritura y mucho menos de la oralidad. Y cabe aclarar que es importante no forzar ninguno de estos procesos. P á g i n a | 1 3 Se hace necesario entonces relacionar directamente la comunicación y la educación: el punto crucial de este híbrido (Valderrama, 2004) es el propósito pedagógico, por ejemplo, la comunicación educativa formal poseería un propósito que se estructura como un procedimiento educativo, y la comunicación educativa informal que, sin poseer una intencionalidad pedagógica, espontáneamente da como resultados efectos educativos. En el mismo orden las producciones audiovisuales que se llevan al aula no representan algo más allá de una gama de herramientas didácticas, que a su vez son producidas por terceros y que se utilizan para facilitar la comprensión de los diferentes contenidos. Situación que debe repensarse: La escuela debe interactuar, no tanto con los medios, debe interactuar a través de ellos con los «nuevos campos de experiencia» en que hoy se procesan los cambios, es decir, las hibridaciones entre ciencia y arte, entre cultura escrita y audiovisual, y la reorganización de los saberes en los flujos y redes por los que hoy se moviliza la información, el trabajo, la creatividad (Martín-Barbero, 1999, p.15). Es allí donde las producciones audiovisuales creadas por los mismos estudiantes, denominadas producciones “auténticas”2 (Jolibert, 1998) juegan un papel importante en este engranaje, ya que responden a una necesidad específica de comunicación. Kaplún (1985) define los públicos activos como aquellos que pueden tener una lectura crítica frente a la producción audiovisual al reconocer la estructura de sus contenidos. En ese sentido, las producciones audiovisuales auténticas permiten que el aula sea el espacio pragmático propicio para que los estudiantes pongan en práctica todas las habilidades del lenguaje. En el proceso creativo se integran de una forma dinámica y colaborativa la oralidad, la escucha, la escritura y la lectura. En un filminuto o cortometraje la interacción social genera consensos y se hacen acuerdos de orden técnico y formalidades de la producción que producen ideas que se desarrollan a través de un guión audiovisual y son perfeccionadas hasta tener el guión totalmente terminado. 2 Palabra utilizada por la autora para definir los trabajos escritos en la pedagogía por proyectos. P á g i n a | 1 4 Por otra parte, la escuela es también el lugar privilegiado, en donde los docentes asumen no sólo las practicas pedagógicas orientadas al desarrollo las capacidades comunicativas, sino también la reflexión sobre la manera de cualificar los procesos de comunicación, por ejemplo, si se cualifican las habilidades comunicativas por separado o, por el contrario, si estas se integran en el desarrollo del proceso comunicativo y en la generación del conocimiento. De esta manera es necesario cuestionar como docentes, comprometidos con la formación y la investigación educativa, el sentido de la cualificación en los en los procesos comunicativos de las producciones audiovisuales, ya que cualificar no es una actividad neutra, sino que habla de las prácticas pedagógicas y de cómo se piensa el currículo. De hecho, “la evaluación es una condición inherente al pensamiento y a la comunicación, al considerarla como un proceso valorativo (nadie asume una posición neutral respecto a lo que escucha o lee, pues de algún modo comprende desde valoraciones); por eso, la evaluación propicia interacciones” (p.135). Justamente, una cualidad de la cualificación es el interés por propiciar el diálogo con una comunidad y lograr analizar lo que ella es y lo que cada sujeto está proponiendo en relación con otros pares de la misma comunidad, de ahí que preguntar por la manera en que los docentes evalúan es inquirir por las propuestas pedagógicas y curriculares de una comunidad educativa, es develar la manera como están enseñando los educadores y cómo aprenden sus educandos. Así, la pregunta por la cualificación es una pregunta que plantea diálogos, interrelaciones e interferencias, no es una pregunta neutra, sino, por el contrario, es una pregunta que permite comprender las posturas epistémicas, así como reconocer las teorías a partir de las cuales se plantean las prácticas pedagógicas, en nuestro caso, de las habilidades y los procesos comunicativos. Por lo tanto, la pregunta problematizadora en esta investigación inquiere por la manera cómo se evalúan las producciones audiovisuales, al preguntar por “el cómo” no se pregunta por la manera apropiada, sino por el proceso mismo de la cualificación, en este proyecto se quiere dar cuenta de: ¿Cómo se cualifican los procesos de comunicación a partir de las producciones auténticas en el aula? P á g i n a | 1 5 1.2 Objetivos Objetivo general Develar las principales teorías de las habilidades comunicativas desde una postura sociolingüística que apunten a reconocer la comunicación como un proceso integral en los estudiantes del grado 805 de la Institución educativa Técnica Nacionalizada de Samacá. Objetivos específicos ✓ Analizar la importancia de aplicar estrategias audiovisuales para integrar las competencias o procesos comunicativos en los estudiantes del grado 805 de la Institución educativa Técnica Nacionalizada de Samacá. ✓ Identificar las nociones que poseen los estudiantes del grado 805 a cerca de los procesos de interacción reconociendo las formas como comunican sus ideas desde la perspectiva del aprendizaje audiovisual. ✓ Implementar estrategias didácticas centradas en la producción audiovisual que permita cualificar los procesos de comunicación de forma integral. 1.3 Justificación Con la presente investigación se pretende estudiar la importancia de las producciones audiovisuales auténticas y la cualificación de los procesos de comunicación en el aula, todo con miras a ser aplicado en beneficio de un derecho fundamental como es la educación, con lo que se aspira a que el campo académico en su necesidad de conducirse por los caminos de la excelencia y la evolución transcienda hacia una nueva forma de enseñar de una manera transformadora. Es inminente innovar en la enseñanza y tal evolución va acompañada de la idea del perfeccionamiento de la docencia, capaz P á g i n a | 1 6 no sólo de realizar un trabajo productivo sino de corregir fallas y producir cambios en sus producciones intelectuales, de modo que evolucione su acción en la educación y por lógica en la sociedad del conocimiento.Todo esto logrado mediante los recursos audiovisuales aplicados en el aula de clase. Una de las preocupaciones actuales de la educación en tiempos de pandemia, es el índice de apatía que se está agudizando entre los jóvenes estudiantes, por lo cual se ha planteado la necesidad de efectuar estrategias para que los estudiantes se sientan motivados al incorporarse en las actividades de sus aulas. Los recursos audiovisuales tienen un carácter cognitivo, lúdico, expresivo y permite muchas acciones positivas saliendo un poco de los medios tradicionales, haciendo más didáctica, agradable y menos pesadas cada una de las áreas curriculares, facilitando una mayor y más rápida compresión e interpretación de las ideas. La eficiencia de los recursos audiovisuales en la enseñanza se basa en la precepción a través de los sentidos. A tal efecto, el estudio adquiere importancia porque los resultados podrían ser un aporte valioso tanto para los estudiantes en su actitud debido a los cambios que diariamente se presentan en la sociedad colombiana, que exige transformaciones de patrones socioculturales y pedagógicos que refuercen los aspectos débiles del proceso educativo. En otras palabras, actualizarse con la finalidad de posibilitar aprendizajes significativos de construcción, donde adquieran una gestión de calidad inmersa dentro del aula de clase, convertida en espacio para la producción intelectual, adoptando posiciones ideológicas renovadoras que realmente se fusionen con la sociedad del conocimiento y de la información y la tecnología. Al mismo tiempo que reflejen las actitudes afectivas, cognitivas y conductuales, principios rectores para que los estudiantes se realicen como personas críticas, reflexivas, imaginativas e innovadoras. Desde el punto de vista social, esta investigación se justifica porque plantea una revisión reflexiva, autocritica y con sentido de cambio de las instituciones educativas, para promover la transformación de los estudiantes, los padres y representantes, sus valores, actividades, posición ante la vida, sus hábitos y rutinas educativas, que permitan estar en permanente apertura a las transformaciones de métodos, concepciones estratégicas y programas. Es indispensable el P á g i n a | 1 7 compromiso con las nuevas generaciones que se encuentran en constante indagación para alcanzar las formas de una mayor calidad de aprendizaje, atentas a los encuentros realizados por los científicos en el campo del saber, en búsqueda constante de estrategias innovadoras para el aprendizaje significativo y de construcción. Desde el punto de vista teórico, una de las ideas clave que justifican esta investigación es el de investigar el conocimiento que tienen los docentes de la Institución educativa en el uso de los medios audiovisuales y el aspecto positivo que aportan estos recursos en el aprendizaje de los estudiantes en referencia a las competencias comunicativas: Lo cual no solo favorece el proceso de aprendizaje de construcción, sino que también, le crea una actitud de aprovechamiento frente a sus experiencias vitales, como el desarrollo de su creatividad y su sensibilidad estética.. Del mismo modo, se justifica desde el punto de vista práctico, porque conlleva a fomentar un amplio rango de vías para la comunicación y aplicar los conocimientos docentes-alumnos para garantizar un adecuado desarrollo en el proceso educativo, dado que el estudiante merece los medios estratégicos necesarios para el aprendizaje que protagoniza. También, en el aspecto metodológico, se ve justificada la investigación mediante el proceso de indagación o exploración que determina nuevas líneas investigativas en referencia a la importancia de los medios audiovisuales en la formación educativa y este material será referencia para otros procesos de investigación que tengan relación con la temática presentada. Finalmente, la presente investigación se inserta en la línea de investigación de la Maestría de Educación establecida por la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia que se orienta a la identificación, descripción, interpretación de procesos comunicativos en su dimensión individual y colectiva en los procesos de enseñanza y aprendizaje, cuyo propósito es generar un entramado teórico sobre la transformación de la cultura organizacional educativa que permita que los estudiantes puedan integrar todas las competencias comunicativas en su proceso de aprendizaje de construcción a través de experiencias significativas, lideradas por los medios y estrategias audiovisuales. P á g i n a | 1 8 Capítulo 2. Estado del arte. Contextualización de la investigación Ante la evidente urgencia de cambiar las prácticas tradicionalistas de enseñanza de las competencias comunicativas como las llama Luis Ángel Baena (1989), se hace necesario trazar como objetivo el desarrollo de estrategias que conjuguen todos y cada uno de los componentes que los estudiantes transitan en su proceso de comunicación desde la interacción escolar. La evolución de la educación en esta sociedad tan cambiante en la que vivimos y para la que debemos preparar, no ha seguido el ritmo del cambio social. Podríamos, por tanto, decir que nuestros sistemas educativos siguen capacitando a los estudiantes para desarrollarse como personas y ciudadanos en una sociedad que ya no existe (Gutiérrez, 2003; Tyner, 1998). Por tanto, esta propuesta se fundamenta en cinco aspectos importantes los cuales son: lectura, escritura, escucha, oralidad y producciones audiovisuales. Estas se deben concebir como procesos y, a su vez, darse a partir de una necesidad real e inmediata: la de comunicar una o varias ideas que con antelación fueron consultadas (leídas), y que luego serán representadas de manera escrita y oral para llegar a la producción audiovisual. Es significativo que, gracias a la experiencia docente, no sólo en esta institución sino en otras, se puede evidenciar una problemática generalizada en cuánto a la enseñanza de los procesos que eslabonan la cadena de comunicación. Tanto la escritura, la lectura, la oralidad y la escucha no deberían enseñarse de forma seccionada, ya que coexisten entre sí. No es posible concebir la escritura sin la lectura ni la oralidad sin la escucha y mucho menos hablar de comunicación sin tener en cuenta que son elementos que fluctúan. Para garantizar esta integración se ha propuesto la creación de un club audiovisual con los estudiantes del grado octavo de la Institución Técnica Nacionalizada de Samacá. P á g i n a | 1 9 Es pues un error que desde los procesos iniciales se considere que la enseñanza de estas habilidades comunicativas, como se les ha denominado a lo largo de la historia, se pongan en práctica de forma separada y que no se caiga en cuenta que se deben dar en medio de la interacción social que se posibilite desde la escuela. Es de notar que, inclusive desde los documentos que han sido dispuestos desde el MEN, estos también se presentan de forma aislada, lo cual hace que al regirse por estas directrices, bien sea los DBA o matrices del lenguaje, se esté perpetuando la concepción fragmentada de estos procesos. Es importante insistir en que tanto la escritura, la lectura, la oralidad y las producciones audiovisuales deben generarse en un espacio de confianza, y que es sumamente importante dar a conocer la producción audiovisual (filminuto, cortometraje, representaciones teatrales en videoclips, producciones radiales etc.) ante un público (interlocutor) que juzgará la producción final. De acuerdo a los planteamientos de Huergo (2004) y Huergo y Fernández (1999) en la relación con la comunicación y la educación, se destaca que esta correspondencia se centra únicamente en el medio, ya sea la prensa, la radio, la televisión o el internet y en esa reciprocidad de la escuela y procesos de comunicaciónse ha caído en reduccionismos que no permiten visibilizar el real objeto de estudio. No obstante, si de evaluación se trata, podemos mencionar que es allí donde radica el problema, puesto que no se aprecia o, más bien, poco se permite la fluctuación dialógica y la construcción de conocimiento en situaciones reales de comunicación. Por ejemplo, en lo que concierne a lectura y escritura, los resultados se reducen a un producto de entrega. Es decir que es indispensable posibilitar un ambiente escolar en donde se facilite un andamiaje de comunicación, que permita a su vez, crear estructuras más complejas de pensamiento, teniendo como norte la producción audiovisual, así como lo que sucede en el proceso de creación y comprensión de estos medios: Esta producción ha de ser creada por el estudiante, teniendo en cuenta la función pragmática de estas habilidades. Esto difiere que la parte formal del texto (ortografía, bonita letra entre otros) tenga protagonismo en las entregas finales y que se priorice inicialmente la necesidad inmediata de comunicar. P á g i n a | 2 0 2.1. Antecedentes investigativos De las fuentes documentales revisadas se encontraron estudios relacionados con los procesos de comunicación como la oralidad, la escritura, la lectura y la escucha, los cuales son presentados como habilidades y elementos aislados y esto se evidencia también en la pesquisa teórica. Por ejemplo, existen varios estudios en cuanto a procesos de lectura y escritura realizados por autores argentinos como Carlino (2006), franceses como Jolibert y Jacob (1998) y Freinet (1987), españoles como Tolchinsky (1993, 2008), Tolchinsky y Simó (2009), Cassany (1989, 1990) y Cassany et al. (1994) y el italiano Umberto Eco (1992), quienes coinciden en que deben existir otras concepciones diferentes tanto de lectura como de la escritura de modo tal que no sean pensadas únicamente desde el enfoque reduccionista tradicional. Dentro de este enfoque encontramos autoras como Ferreiro y Teberosky (1999) quienes plantean que la escritura se debe reconocer desde lo simple hasta algo mucho más complejo. Estas autoras, precisamente, analizan los procesos lecto escritores desde la escolarización inicial, en donde se revisan diferentes estadios como el garabateo, el silábico, el fonético, hasta legar al alfabético, proceso por el cual, según las autoras, deben transitar los niños para aprender a leer y escribir. Teorías que luego recogen Jolibert y Jacob (1998) para promover la pedagogía por proyectos gracias a los cuales se pueden avistar los procesos de lectura y escritura desde el interés de los estudiantes. En términos de currículo, autores como Torres (2006) revisan críticamente el proceso al que se ha visto sometido el discurso pedagógico en cuanto a los discursos hegemónicos y las transformaciones a las que ha acudido al asimilar términos referidos a competencias y resultados. Pensamiento que amplía la comprensión acerca de las transformaciones que se deben hacer desde las teorías curriculares para romper con ese paradigma de contradicción en el que se encuentra la escuela actualmente. Además, explica cómo este seccionamiento del conocimiento del que se ha venido hablando en los aprendizajes obedece a estas herencias totalizadoras que se traen de otros países, que en este caso son dominantes. P á g i n a | 2 1 Jurado (1995, Jurado y Bustamante, 1996), por su parte, hace un análisis exhaustivo acerca de las formas de evaluación de la producción escrita y la conexión de esta con la lectura, para lo cual acude al término de incertidumbre para hacer una fuerte crítica al enfoque tradicional en dónde se priorizan elementos de orden formal, en el caso de la escritura, y procesos de repetición, en el caso de la lectura. Situación que es retomada por autores como Cassany et al. (1994), desde un enfoque comunicativo de la enseñanza de la lengua, quienes instan a no prescindir de los contextos reales como parte esencial del proceso comunicativo, idea que se refuerza con los aportes de Jolibert y Jacob (1998) al articular la concepción de la pedagogía por proyectos, sobre la cual también se insiste en estos intereses reales que movilizan los procesos de lectura y escritura. En el contexto colombiano, Jurado (1995) es partidario de esta posición. De otro lado, Carlino (2006) en sus estudios sobre los procesos de lectura y escritura académica en ámbitos universitarios hace un acercamiento a la metodología de su investigación, la cual engrana dos prácticas: la de enseñanza y la que corresponde al andamiaje epistémico en la escritura académica, que en su caso es de tipo argumentativo, y se relaciona con la transposición didáctica. Para ello utiliza la investigación didáctica naturalista, en la cual se utilizan dos fuentes de datos: entrevistas hechas a estudiantes y la producción escrita de los mismos. Para analizar los datos se recurre a encontrar rasgos de similitud entre ellos. En el desarrollo del texto organiza cada una de las ideas de forma tal que se entienda el proceso investigativo en la introducción y las fuentes teóricas que le sustentan, en antecedentes y referentes conceptuales. Para ello recurre a tablas como evidencia del análisis de datos al explicar la metodología y, por último, muestra sus resultados, discusión y conclusiones. De acuerdo a esta investigación, Carlino (2006) concluye que se fomentó el proceso de autoría por parte de los estudiantes en pro de investigar uno u otro contenido que permita participar en una comunidad disciplinar, así como entramar una búsqueda constante por pertenecer a una comunidad científica y académica de una forma que ella llama “novata”, pero legítima. No obstante, la autora destaca cómo ese proceso de andamiaje epistémico se trata de una alfabetización académica, P á g i n a | 2 2 teniendo en cuenta que, de acuerdo al contexto y a las mismas prácticas discursivas, se engrana ese proceso de comunicación y no ocurre lo que es más usual: concebir la lectura, la escritura y oralidad (investigación, ponencia argumentación o defensa) como habilidades seccionadas y viciadas. En esta línea se podría decir, además, que el interés particular de esta investigación aboga por la difusión del enfoque sociocultural, en el cual estos procesos de comunicación sean vistos como prácticas culturales, en los que interviene la visión cultural y de mundo que le permitirá a los seres humanos una reflexión de su realidad. Así mismo, Carrera y Mazarella (2001) nos proporcionan una revisión de las teorías de Vigotsky en cuanto al uso de signos como mediadores de la comprensión de los diferentes procesos sociales y las implicaciones educativas en la escuela. En la exploración de los aportes teóricos en el campo de la comunicación del autor colombiano Carlos Valderrama (2000, 2007) se observa una juiciosa indagación acerca de la relación dialógica entre educación y comunicación. El autor acota que la comunicación debe ofrecer la posibilidad de desarrollar un pensamiento crítico y una vinculación más incluyente de los estudiantes en términos académicos, en referencia a cómo comprenden lo que emiten y recepcionan del mundo: La comunicación generalmente se piensa como la transmisión de información, especialmente en lo que se refiere al flujo de informaciones de carácter institucional, o en algunos casos, como el lugar que ocupan los medios masivos de comunicación en la cultura escolar (Valderrama, 2007, p. 45). Jesús Martín Barbero (1996, 1999, 2000, 2002), autor cuyas ideas son claves en los fundamentos teóricos de Valderrama, brinda una apertura acerca del papel del docente y cómo la escuela, en su búsqueda de identidad, debe considerar en su crisis cómo el modelo de comunicación que él llama “tradicional”, debe transformarse y divisar la importancia de las nuevas tecnologías para abrir camino en términos de cultura y democracia.Es decir, que el docente en esa relación de construcción dialógica se permite que las voces de los estudiantes cuenten, en el dialogo se construye cultura y a su vez criticidad, en donde prevalezca la democracia al escuchar al otro, al reconocer sus percepciones, su contexto y poder controvertir desde el argumento. P á g i n a | 2 3 Estas construcciones dialógicas fortalecen procesos críticos desde donde se pueden abordar textos de orden oral, escrito y, por supuesto, audiovisual, escenario que no se posibilita desde la mera alfabetización. Desde los aportes de Carlos Lomas (1999) se puede comprender cómo el enfoque comunicativo para la enseñanza de la lengua expone precisamente la forma en que la visión estructuralista de la lengua ha sesgado de una manera u otra que se forjen los procesos de comunicación en el aula como un conjunto de elementos que configuran lo que el autor llama “competencia comunicativa”: lingüística, discursiva, sociocultural y estratégica, posicionando la escuela como un espacio de cooperación en donde se hace uso de códigos verbales y no verbales que permiten la comunicación entre los educandos. Las investigaciones acerca del uso de los medios de comunicación como herramienta pedagógica para dinamizar procesos, no solamente desde la enseñanza de la lengua española sino de una segunda lengua, muestran que la alfabetización para una cultura mediática a través de la mediación del lenguaje audiovisual, corre el riesgo de ser reducida a ser instrumento que posibilita o dinamiza las asignaturas tanto de lengua castellana como del inglés. En este orden de ideas, se puede aclarar que para esta investigación los medios audiovisuales no han de ser tomados como herramientas pedagógicas o como medios para cumplir con objetivos desde una asignatura en específico, sino que el propósito es precisamente que los estudiantes los produzcan ellos mismos desde un interés que parta desde sus contextos reales y en dónde exploren sus talentos comunicativos propios. Los medios de comunicación, más allá de observarse como herramientas meramente pedagógicas, deben analizarse desde su estructura y sentido de forma tal que el estudiante, aparte de reconocerlos, tenga una clara significación de lo que consume y una mirada más crítica frente a los medios de comunicación. La escuela debe interactuar, no tanto con los medios, debe interactuar a través de ellos con los «nuevos campos de experiencia» en que hoy se procesan los cambios, es decir, las hibridaciones entre ciencia y arte, entre cultura escrita y audiovisual, y la reorganización de los saberes en los flujos y redes por los que hoy se moviliza la información, el trabajo, la creatividad (Martín-Barbero, 1999, p. 20). P á g i n a | 2 4 Por su parte Baena (1989) nos invita a comprender cómo los procesos de comunicación están anclados a la comunicación interescolar y cómo esta dialógica nos abre el panorama para que se den cambios curriculares donde se analice esta simbiosis. Al buscar por separado procesos de comunicación y aparte producción de medios audiovisuales en el aula se encuentran diferentes artículos. Sin embargo, cabe resaltar que la literatura deja entrever que hay diferentes trabajos de investigación en donde se utilizan los medios audiovisuales como herramienta, escasos trabajos de análisis del consumo audiovisual y, con una menor proporción, investigaciones centradas en el uso de la realización audiovisual en las aulas, específicamente en secundaria. En cuanto al análisis televisivo encontramos los trabajos de Bustamante (2004) quien nos da luces acerca del uso de los mass media en el aula y cómo la permeación y fluctuación de la información presentada por imágenes en el aula fortalecen la motivación, pero no garantizan conocimiento, además de examinar la relación de emisor y receptor frente a la velocidad de esta información y la forma en que se presenta en las escuelas. Se puede relacionar estas posturas de Bustamante con los aportes hechos por Colelldemont (2008) quién en su artículo inicialmente sugiere que se tenga en cuenta que la pedagogía que ella llama “estética contemporánea” se debe potenciar. Para ello menciona que a los estudiantes se les debe brindar espacios de silencio para que ellos puedan analizar sus pensamientos y robustecer los juicios que emiten, teniendo en cuenta que los chicos hoy día están bombardeados de tanta información audiovisual, estímulos que reciben a diario y que hace que desvíen su atención con lo realmente necesario. Según la autora esta saturación, se da desde la mañana hasta la noche, donde se apaga la luz y ellos pueden tener un espacio de silencio y soledad para procesar toda la información, al ser veloz esta información que llega a ellos los aparta de un sinnúmero de posibilidades. Colelldemont (2008) le asigna a los medios audiovisuales y a toda esa información una imposición de la voluntad condicionada y la creación de nuevas necesidades para ellos. Luego de encontrarse inmerso en algo P á g i n a | 2 5 que ella llama la “ciudad ruidosa”, los niños buscan abstraerse de la realidad y crear su propio espacio en donde crean sus propias historias. En consecuencia, hay una constante lucha entre ese mundo que ellos crean y la forma reiterativa de los medios por atrapar a esta población. Es allí donde recobra vida el papel pedagógico porque al saber de esa curiosidad de los niños debe situársele para que se interese por su medio. Para ello, la autora enumera tres aspectos: el saber ser, el saber estar y saber con atención. Este último es el que conlleva a que se realicen diferentes actividades de motivación, ya que hay muchas quejas sobre cómo los estudiantes están distraídos y es por eso que se debe tener en cuenta que tanto el tiempo como la pausa son importantes. Es transcendental para la pedagogía pensar en forjar aprendizajes que no conlleven esa velocidad desmesurada a la que nos obliga esta época. Es necesario restituir a los niños y jóvenes el tiempo de estar, de relacionarse con el entorno, conocimiento y semejantes, y la pedagogía estética permite pensar en el tiempo y en el espacio. En palabras de la autora: La coherencia la hallamos en el tiempo por cuanto, para poder vivir una experiencia estética, imprescindiblemente, se necesita una pausa, un alejamiento temporal de las demandas inmediatas, ser capaz de detenerse a fin de percibir y, seguidamente, pensar, valorar y emitir juicios sobre las impresiones y aprendizajes recibidos” el entorno tecnologizado ha olvidado el entorno de los niños, y ha olvidado que los adultos apremian un pensar sosegado (Colelldemont, 2008, p. 47). La pedagogía estética debe entonces comprender ese llamado, por lo cual la autora hace un análisis de lo que a esta pedagogía le concierne desde la educación sentimental y la educación estética en la cultura audiovisual (Collelldemont, 2008). Hay precisamente dos componentes de la pedagogía estética que son los que más influyen en el desarrollo de la niñez y que se encuentran en los imaginarios de los niños los cuales son los que se gestan desde la parte audiovisual y desde lo literario, en donde aparece entonces el papel de la sensibilidad. Colelldemont (2008) concluye que esta sensibilidad es necesaria e importante puesto que con ésta se despierta el interés por comprender el mundo de manera pausada, se posibilita la acción de mirar detenidamente y, por supuesto, de P á g i n a | 2 6 concentrar las emociones y las vivencias que sean dadas de forma literaria y audiovisual. Desde allí se debe despertar esa sensibilidad, educación estética para nuestra época, recordando a Rousseau con el Emilio y a Kant con la Crítica del juicio. Se podría analizar entonces que debe existir un aterrizaje en el aula acerca de estas teorías para vincular la producción audiovisual como pretexto y así lograr una articulaciónde los procesos de comunicación. Además de ser evaluada desde esa perspectiva, con resultados concretos, más allá del cine, de la radio, o producciones escritas creadas en el aula, los estudiantes deben entender el proceso, asumirlo, no verlo cómo un resultado sin borradores, que puedan reformarse y enriquecerse en un tiempo determinado, de practicar de forma espontánea el leer, el escribir, el hablar y el desarrollar ideas para productos audiovisuales genuinos, que incluyen la creación propia. P á g i n a | 2 7 Capítulo 3. Marco teórico 3.1. Procesos de lectura y escritura y su relación con la oralidad y la escucha Los estudios realizados en torno a la escritura como proceso se deben analizar desde la escolarización inicial, teniendo en cuenta niveles específicos de desarrollo de la escritura, a saber: el garabateo, el nivel vocálico, consonántico, silábico, alfabético, como lo muestran Emilia Ferreiro y Ana Teberosky (1999) en su análisis de los sistemas de escritura en el desarrollo del niño. Sin embargo, no se ha realizado una investigación exhaustiva acerca de la forma en que se acompañan estos estadios y cuál es su incidencia en el proceso más avanzado de la redacción de las ideas. Todo este acompañamiento escolar debe realizarse con un cuidado extremo, puesto que, como estas autoras lo afirman, podemos crear aprendices renuentes a la escritura debido a la forma en que se apruebe o se desapruebe sus primeras grafías. No obstante, hay muchos estudios con referencia a lectura y escritura desde el ámbito universitario, pero hace falta mucha más investigación estos procesos en la secundaria: En efecto, los profesores de lengua castellana fomentan la autoría de los estudiantes mediante el ejercicio auténtico de una práctica de escritura académica. Así, incluyen en sus prácticas de enseñanza una escritura argumentativa que posibilita a los alumnos posicionarse activamente como miembros novatos pero legítimos de la comunidad de estudiosos del discurso. (Molina, 2017, p. 150) Fabio Jurado (2009) agrega que: […] no podemos hablar de lectura y de escritura de manera llana, como si entendiéramos con facilidad lo que es saber leer y saber escribir. Hemos de reconocer que son aprendizajes complejos, que permanecen durante toda la vida, y que no hay una única manera de saber leer y escribir, como lo pretenden los programas de alfabetización que se trazan en nuestros países. (p. 131) En su artículo Hablar en la escuela ¿para qué?, ¿cómo?, Rodríguez (1995) hace mención de las capacidades lingüísticas que se desarrollan en un proceso de comunicación y cómo hay un juego de saberes de orden lingüístico, textual y pragmático que interfieren en los procesos tanto orales como P á g i n a | 2 8 escritos. Es allí donde la autora nos deja entrever la relación, pero también las características que diferencian un proceso del otro y, además, resalta que el lenguaje y las formas de expresión son necesarias en diferentes situaciones de comunicación. Según la autora, es importante siempre recurrir a los conocimientos previos de los estudiantes para ir direccionando una reflexión sobre sus actos de habla y el uso de ellos en diferentes contextos tanto formales como informales. La autora concluye contestando a las preguntas que figuran en su título y en su respuesta explica por qué y para qué se habla en la escuela, señalando algo muy relevante: se habla para superar la desigualdad comunicativa, para aprender espontáneamente desde prácticas que deben ser organizadas. Finalmente, presenta su visión sobre cómo se debe enseñar en la escuela, y para ello propone una planificación en donde el aula es el espacio propicio para posibilitar diferentes escenarios comunicativos, en donde se relacionen en la práctica de la oralidad unos propósitos comunicativos e instrumentos que permitan ir modificando las estructuras, normas y estilos del habla. Los educandos en su realidad escolar, que es meramente comunicativa, van construyendo sus expresiones a partir de lo que comprenden. Ellos saben, entienden y hacen cosas con palabras. Se parte de la idea de que aprender una lengua no consiste sólo en adquirir el código o conjunto de formas lingüísticas, sino mucho más: implica adquirir toda una serie de habilidades que orientan sobre cómo usar ese código en las diferentes ocasiones de comunicación que se producen en el entorno de quienes hablan (Lomas, 1999). En consecuencia, con lo anteriormente mencionado se puede afirmar que es por medio de estos intercambios comunicativos que los estudiantes procesan la información (lectura y escucha), la reconstruyen de acuerdo a sus realidades y a partir de ello se posicionan ante una actitud crítica que se puede defender bien sea desde la escritura o la oralidad. Hoy, más que los mismos docentes, los y las estudiantes tienen en la mayoría de los casos más habilidad y sensibilidad para decodificar e interpretar la información que circula por los medios masivos de comunicación y las nuevas tecnologías de la información, pero quizá les faltan competencias para asumirla críticamente y trabajarla comprensivamente (Valderrama, 2007, p. 92). P á g i n a | 2 9 Es papel de la escuela, entonces, entender el aula como un sitio oportuno en donde suceden todos los actos comunicativos genuinos, puesto que hay una fluctuación de elementos kinésicos, orales y escriturales que están en juego y deben ser fortalecidos tanto desde la comprensión como desde la expresión de ideas, en donde se pongan en juego elementos formales como la semántica y la pragmática. 3.2. Comunicación y Educación Carlos Valderrama en su texto Ciudadanía y comunicación (2007) nos pone de frente con la concepción que se tiene acerca de la comunicación reducida a transmitir información y el papel que juegan los medios de comunicación. Además, declara el papel que tiene la democracia en la escuela en donde se posibilitan espacios de participación a partir del gobierno y el consejo estudiantil. Al analizar esta relación anteriormente mencionada hace alusión al aporte de la comunicación en la formación de los sujetos políticos, situación que debiera posicionarse en la escuela a partir de la disertación y el diálogo. Estos dos elementos son interpretados por el autor de forma crítica al expresar cómo hay unos juegos de poder heredados de la cultura hegemónica y la posibilidad de realizar análisis del discurso y para eso retoma las teorías de Van Dijk. Aclara también cómo se interioriza el lenguaje desde el uso de las reglas en las interacciones sociales en dónde se expresan opiniones y de esta manera se van construyendo nuevas construcciones, que legitiman la visión de mundo y los mundos simbólicos de los actores de la escuela. Es claro que para que se evidencie el proceso de comunicación en el aula se debe viabilizar una interrelación tanto de recursos escritos y orales, así como el ejercicio de escucha. Estos se deben dar dentro de un contexto real, por lo cual el intercambio de ideas y trazarse un objetivo común es primordial a la hora de fortalecer los procesos comunicativos (oralidad, escritura, lectura, escucha). Para tratar un tema de interés, además de lo que concierne a la lectura, a la expresión escrita u oral, estas deben concebirse como intercambios e interacciones sociales y culturales que se dan no solo P á g i n a | 3 0 para la escuela, sino para la vida y que se entretejen a partir de un producto común, que en este caso son las producciones audiovisuales. “En este sentido, la densidad comunicativa no sólo hace referencia a los múltiples lenguajes, a la confluencia y mediación instrumental de distintos medios de comunicación, sino a la convergencia y diálogo de diferentes sentidos y visiones de mundo” (Valderrama, 2007, p. 46). El término densidad comunicativa tieneque ver con que cotidianamente hay una gran cantidad de información que circula de forma veloz, situación en la que cobra sentido que se propicien espacios de comunicación dada la importancia de los saberes de los mismos estudiantes y su circulación en el ámbito escolar. De acuerdo con Valderrama (2007), el lenguaje audiovisual y los medios masivos de comunicación no tienen el protagonismo que se merecen como una dinámica comunicativa formal, sino que se reducen a experiencias e iniciativas de docentes. Por tanto, es importante que se proyecten decididamente tanto en las prácticas como en los diferentes constructos curriculares. En términos generales, salvo algunas experiencias que generalmente son iniciativa de algún o alguna docente, el lenguaje audiovisual, y por extensión los medios masivos, no han adquirido suficiente protagonismo en las que llamamos dinámicas comunicativas formales en el ámbito escolar y específicamente en el aula de clase. No adquieren presencia decidida en las prácticas pedagógicas ni en las estructuras curriculares (Valderrama, 2007, p. 79). Estas dinámicas formales están relacionadas con vestigios de la educación tradicional y, según el autor, existen tres tipos de esta misma estructura. El primer aspecto encontrado en el trabajo etnográfico de Valderrama (2007) está relacionado con dinámicas a nivel pragmático, que hace referencia a los saberes específicos de las diferentes asignaturas y a la dinámica de relación en donde el maestro hace preguntas, pero además determina si son o no correctas las respuestas de los estudiantes y su correspondencia vista desde factores positivos o negativos. El segundo factor tiene que ver con las dinámicas comunicativas formales se refleja en frases sin terminar que lanza el docente para que sus estudiantes con voz unísona las completen. Y el tercer P á g i n a | 3 1 factor está ligado con dos tipos de instrucción docente, una a la que llama de carácter escolarizante y otra relacionada con los saberes. En la primera, se condicionan situaciones de orden y disciplina que tienen que ver con el cuerpo, actitud y mente, mientras la segunda es una serie de pasos para que se realice algún ejercicio. Estas se pueden dar de forma cordial o de forma no cordial, aduciendo al papel de autoridad del docente a partir de los gritos. Es importante resaltar que las instrucciones o solicitudes las da el docente y el estudiante no tiene participación o poder para ejercer el papel contrario. Estas posturas retratan esa realidad de la escuela y es allí precisamente en dónde se busca establecer la posibilidad de una dinámica de comunicación en donde el estudiante tenga la posibilidad de interactuar sin temor, expresar sus puntos de vista, defender sus convicciones, gestadas desde sus saberes culturales y necesidades reales del contexto. Por tanto, la conformación de un club escolar audiovisual, con fines comunicativos no sólo favorece al aprendizaje colectivo, sino que contribuye en la cualificación y evidencia de los procesos, además del andamiaje sobre el cual están constituidos la escritura, lectura, oralidad y la escucha. Por ende, convertir el aula en el escenario comunicativo implica asumir que: […] únicamente con el uso o con estar expuesto al lenguaje de otros no basta (sino que) hace falta una actuación intencional y adaptada por parte de quien domina el lenguaje en ayuda de quien tiene que adquirirlo. Estas ayudas constituyen estrategias de intervención. (Sánchez, 1995, citado por Rodríguez, 2005, p. 10) De tal manera, que el saber se va organizando de forma diferente y cada uno de estos procesos de comunicación posee elementos que se supone ya están adquiridos, entonces el docente debe buscar la manera de hacer que afloren sus talentos comunicativos, para buscar de esta manera el goce de tener un rol en la producción audiovisual. Al tener un diálogo constante con sus compañeros acerca de las ideas propuestas para la creación de un producto audiovisual, la creación de medios de comunicación o contenido audiovisual realizados por los mismos estudiantes se convierte en el objetivo que los invita a realizar su mayor esfuerzo. De este modo, los estudiantes van distinguiendo entre sus fortalezas en los diferentes procesos de comunicación y los de los demás. “Ponen énfasis en P á g i n a | 3 2 la importancia que tiene el hablar y escuchar a los otros para la comunicación; la exploración, clarificación y organización del pensamiento; el desarrollo cognitivo y de la personalidad; la integración social” (Rodríguez, 2005, p. 11). El papel de la comunicación en el proceso de enseñanza-aprendizaje es uno de los principales factores que intervienen en el mundo educativo, tanto dentro como fuera del aula. La educación es, sobre todo, un proceso de comunicación y socialización de manera lingüística que involucra oralidad, escucha, lectura y escritura, entre otros elementos de los individuos. Por lo tanto, debemos tener muy presente la importancia de que se produzca de una manera adecuada en el aula de clase, para profundizar el aprendizaje de los participantes. Esto implica que en las prácticas pedagógicas propias del quehacer docente surgen inquietudes sobre cómo se desarrolla el aprendizaje de todas las competencias comunicativas y del modo como las diferentes estrategias instructivas permiten evaluar el proceso de la comunicación, donde se conjugan estos elementos, dando resultados finales y formales, como sucede normalmente. En concordancia con lo anterior, concebir dichos procesos como habilidades ya prestablecidas, teniendo en cuenta sólo elementos de orden formal –la caligrafía y la ortografía para el caso de la escritura, la entonación en cuanto a la lectura, el volumen y la claridad en la oralidad y el silencio en la escucha– no da cuenta de los procesos de aprendizaje ni permite una evaluación precisa de éstos. Al respecto, en la enseñanza de la educación sociolingüística se ha observado con preocupación la forma de presentar de manera dispersa los elementos que conforman las competencias comunicativas. Esto implica que, al momento de facilitar la generación del conocimiento, el participante lo adquiera de una forma menos integrada. Por tal razón, es importante proporcionar la enseñanza mediante la incorporación de todos los medios que generen un impacto muy productivo en el momento de enriquecer el conocimiento. Desde el punto de vista de Berlo (1984), proyecta la integralidad comunicativa como “la acción conjunta y bien planeada mediante una serie de esfuerzos, tácticas, acciones, estrategias y productos de comunicación” (p. 45) que facilitan P á g i n a | 3 3 el entendimiento del participante en su formación para ser adquirido de manera más precisa y concisa en el momento de lograr el aprendizaje. Interpretando al autor, su postura implica la correlación que debe existir entre todos los elementos de las competencias comunicativas (oralidad, escucha, escritura y lectura) que facilitan su enseñanza de una manera holística y conecten el aprendizaje con unas estrategias que puedan dar participación de manera funcional a los estudiantes y, así, permitir trascender en el conocimiento adquirido, dejando a un lado las prácticas tradicionales donde se evalúan estos procesos de manera seccionada y no como un proceso de comunicación que los integra. De esto deriva lo relevante de la cualificación de los procesos de la comunicación, lo que se evidencia cuando una persona se encuentra capacitada, está en el proceso de preparación para una determinada tarea y dispone de los conocimientos necesarios para desarrollar la labor . Desde este punto de vista, hablar de la enseñanza de las competencias comunicativas implica contar con docentes preparados que entiendan el valor de integrar elementos que faciliten la enseñanza y el aprendizaje de sus estudiantes. También esrelevante indicar que las instituciones educativas deben evaluar los métodos actuales y verificar si el aprendizaje transciende en la creación del conocimiento. Porque sin la participación de las organizaciones educativas que apoyen al docente en la innovación de los métodos necesarios no se obtendrán las metas y los objetivos de la enseñanza del siglo XXI y los estudiantes no desarrollarán los conocimientos de manera significativa. Pero es conveniente hacerse una idea clara sobre lo que la formación constituye, considerándose hasta ahora la base para la disposición de los modelos educativos mediante la promoción de conocimientos. De esta manera, el deber ser de las instituciones educativas y los docentes como principales protagonistas está centrado en innovar en cualquier campo del saber, con el propósito de orientar a sus estudiantes hacia un aprendizaje significativo con procesos que permitan la habilidad de integrar los componentes de las asignaturas que tienen relación entre sí, facilitando su instrucción de manera holística y así dar mejores resultados en el aprendizaje de los estudiantes. P á g i n a | 3 4 Desde esta perspectiva, el aumento de manera creciente de la producción de conocimientos científicos, tecnológicos y humanísticos en el ámbito educativo, conjuntamente con el desarrollo de la computación e informática, como también la ciencia de la comunicación, obliga a un cambio en la forma o estrategia de conducir la aplicación de contenidos y métodos de aprendizaje en el sentido amplio del quehacer educativo. En últimas, debe estar presente en el proceso de enseñanza para obtener individuos con capacidad de comprensión de contenidos. En tal sentido, la formación educativa constituye un soporte importante para el resto de la sociedad. En efecto, la educación en términos generales debe ser un proceso de producción, es el centro por excelencia para la construcción y generación del pensamiento científico necesario. Debe brindar a todos los educandos conocimientos de carácter global y al mismo tiempo una preparación que les permita comprender el medio en que viven, para insertarse consciente y activamente en él, contribuyendo a la solución de problemas. Requiere, por lo tanto, consolidar las exigencias de la postmodernidad donde se encuentran, las demandas de integración tomando como norte el logro de la calidad educativa, planeación estratégica, la dirección por objetivos y la dirección estratégica integrada, la cual exige la inclusión del paradigma evaluativo y comunicativo en sus proyectos educativos. En este orden de ideas, al profundizar en la importancia de la formación académica, se advierte que las producciones audiovisuales auténticas facilitan el proceso de enseñanza, contribuyendo a la formación significativa y de construcción del participante en el aula. El vertiginoso desarrollo de la innovación tecnológica ha irrumpido en todos los ámbitos y niveles sociales, de modo que, en los tiempos actuales, las nuevas tecnologías se han convertido en uno de los productos fundamentales del consumo de la modernidad y la educación. También se habla del impacto en la sociedad de las nuevas tecnologías, qué resistencias pueden provocar y los reajustes que necesariamente se deben hacer para un estilo de educación. Es válido entender las tecnologías del conocimiento que afectan la forma en que se siente y se piensa, pues estas han creado un ambiente comunicacional nuevo que influye en la forma de percibir el P á g i n a | 3 5 mundo. Uno de los tópicos en el debate actual sobre la ciencia y la tecnología consiste en determinar cuánto han servido para configurar a las sociedades modernas y trasformar las tradiciones. Los progresos científicos como los tecnológicos han modificado radicalmente la relación del hombre con la naturaleza y la interacción entre los seres vivos. Hoy en día la ciencia y la tecnología calan hasta los niveles más altos en la sociedad y son los medios alternativos de la formación académica en la actualidad. Entre la ciencia y la tecnología existe un claro estado de simbiosis. En otras palabras, conviven en beneficio mutuo, aunque el efecto de ambas actuando de manera conjunta es infinitamente superior a la suma de los efectos de cada una actuando por separado. De ahí que, en su integración a la educación, enseñar el conocimiento científico apoyado en la tecnología es sin duda un recurso didáctico ineludible en esta nueva era. La investigación que se presenta refiere la importancia de los medios audiovisuales en el individuo y su utilización desde diversas alternativas para un aprendizaje y educación coherentes con los desafíos de los tiempos actuales: Incorporar los medios audiovisuales en la escuela significa integrar, revalorizar y resignificar la cultura cotidiana de los alumnos. Los medios audiovisuales son reconocidos como aquellos medios de comunicación social que tienen que ver directamente con la imagen, como la fotografía, el audio, la escritura, la lectura, la oralidad y la escucha, entre otros. Se refieren a medios didácticos que con imágenes, grabaciones, contenidos orales y escritos que sirven para comunicar mensajes específicos. Entre los más populares se encuentran la diapositiva, la transparencia, la proyección digital, los diaporamas, el video, los nuevos sistemas multimediales de la informática, guiones, entrevistas y contenidos escritos interpretativos. Todos estos pueden ser educativos en la medida en que influyan sobre lo que los individuos aprenden y sobre la manera en que aprenden, es decir, sobre sus saberes y sobre su relación con el saber, sobre el proceso donde se mezclan razón, emoción, información y representación. (Vargas, 2019, p. 49) Desde este punto de vista, se requiere de una educación más activa, donde los docentes reconstruyan los conocimientos de los estudiantes basados en contenidos más significativos para su aprendizaje de manera autodidáctica, con la finalidad de insertar las asignaturas críticas en una sola red de procesos novedosos, más aún desde las tecnologías de la comunicación para su desarrollo P á g i n a | 3 6 humano y profesional. Por lo que se esperaría que los educandos proyecten su interés y así promoverlos como personas analíticas con niveles más avanzados mediante los procesos audiovisuales y de multimedia que le funcionen para conformar actitudes favorables dentro del entorno educativo y que le sirvan prospectivamente a su aprendizaje de construcción. De la misma forma, la educación con avances tecnológicos permite un mayor aprendizaje en este mundo globalizado. Hoy en día la sociedad está viviendo una transición bien marcada, de una sociedad industrial a una sociedad de la información. Es el anuncio de una nueva era, que ha de confrontar un gran cambio en las costumbres de las instituciones educativas como consecuencia de las posibilidades que ofrece el acceso de las nuevas tecnologías y fuentes de información, en la cual se enfatiza la innovación, la educación de calidad y la creatividad, caracterizada por el desarrollo, científico y tecnológico, lo cual debe ser aprovechado por las sociedades y comunidades educativas en el país. Además, los actuales estudiantes necesitan desarrollar capacidades para el aprendizaje permanente desde su propia construcción, lo que conlleva a que el énfasis del proceso educativo esté en desarrollar para aprender haciendo. Asimismo, los procesos que envuelven los escenarios fuertemente impactados por la ciencia, la tecnología y los medios audiovisuales se ven en la necesidad de replantear la enseñanza en el aula incorporando en ella recursos tomados de distintas disciplinas de las ciencias. Al mismo tiempo, dando más atención a la formación académica, desde todas las edades para que todos tengan las mismas posibilidades de acceder a una formación cultural y educativa innovadora. En talsentido, Cabrero (2013) considera cuatro medios básicos que distinguen las nuevas tecnologías: “La informática, medios audiovisuales, las multimedios y la comunicación” (p. 17). Además, el autor señala que “todos los medios desarrollados en torno al surgimiento de las ciencias informáticas permiten la comunicación y la interacción en los fines educativos, de manera sincrónica o asincrónica, de forma individual o grupal” (p. 17). En el mismo orden analítico, las tecnologías de la información, los medios audiovisuales y la comunicación han generado acciones competitivas, lo que constituye el eje central del cambio, la P á g i n a | 3 7 evolución de la información, la globalización del conocimiento y, por consiguiente, un accionar en la formación de los individuos. Por otra parte, Brooks y Bell (2005, citados por Castells, 2002), expresan que la tecnología es: “El uso de un conocimiento científico para especificar modos de hacer las cosas de una manera reproducible”. En por ello, que los medios audiovisuales más que herramientas generadoras de productos finales son procesos científicos cuyo principal objetivo es el desarrollo del conocimiento de manera integral, que es posible que incida en el modo de vida de las personas, no solo en el ámbito técnico especializado, sino principalmente en la creación de nuevas formas de comunicación y aprendizaje global y, por ende, desde el punto de vista epistemológico se requiere de un proceso lógico que coadyuve con la generación del conocimiento, por lo que el aprendizaje innovador es una estrategia docente. Al respecto, Dreapeau (2019) expresa que “el aprendizaje de la tecnología designa cualquier enfoque, actitud o método que facilite el aprendizaje y permita adquirir conocimiento de manera más rápida y fácil” (pág. 65). Se puede decir, entonces, que la enseñanza mediante la tecnología, medios audiovisuales, información y comunicación da la oportunidad de reflexionar que el aprendizaje es óptimo si se propone tomar en cuenta al ser humano como un ser totalmente integral. Cabe considerar que, a medida que se reconoce el valor de los medios audiovisuales, se hace evidente la necesidad de servirse de varios de estos recursos para alcanzar las metas educativas. Hoy vemos cómo los equipos audiovisuales han extendido su campo de acción y su función dentro de los planes y programas educativos; es por ello que el uso y las técnicas de los recursos instruccionales como parte de las transformaciones educativas deben producirse en los centros de formación académica. Debe resaltarse la impostergable necesidad de incorporar estrategias que integren las competencias y métodos de comunicación donde puedan reconocer los `procesos desde una visión sociolingüística, conectados desde la innovación en el aula. Destacamos, además, el valor motivacional que los medios audiovisuales aportan al proceso de enseñanza-aprendizaje de los estudiantes, que los promueve hacia un aprendizaje significativo. P á g i n a | 3 8 Igualmente, los recursos audiovisuales permiten brindar ideas, propuestas, sugerencias y enriquecen el quehacer docente, además de que favorecen experiencias de aprendizaje con mucha creatividad. P á g i n a | 3 9 Capítulo 4. Metodología 4.1. Enfoque investigativo El enfoque metodológico que permite el desarrollo de esta investigación titulada: la cualificación de los procesos de comunicación mediante las producciones audiovisuales auténticas en el aula corresponde al diseño de complementariedad etnográfica. Si bien es cierto que la etnografía educativa se apoya en la descripción e interpretación de la experiencia o fenómeno que se está estudiando, es decir, que se busca configurar esa realidad vivida para darle sentido. Según Napoleón Murcia Peña y Luis Guillermo Jaramillo Echeverri (2001) es importante que la realidad se estudie de diferentes maneras y no que se caiga en observar solo una parte, como sucede al escogerse un solo método para investigar. Generalmente se adapta un solo modelo o diseño de investigación, aunque en el caso de la investigación cualitativa existen varias formas de comprender los fenómenos que se presentan en la realidad tales como la etnografía, la teoría fundamentada y la fenomenología. Hacia los años treinta se presentaba la hermenéutica con Dilthey, Gadamer y Weber, también la teoría critica con los aportes de Habermas, con la que se plantea un enfoque histórico hermenéutico para la explicación del mundo en relación con el lenguaje, la historia (Hammersley y Atkinson, 1994). Es por ello que este modelo de investigación busca mediar entre las diferentes teorías de orden cualitativo y de esta manera tener una percepción mucho más amplia de la realidad sociocultural. Esta investigación se ampara en el paradigma hermenéutico interpretativo en donde tienen importancia el significado de las acciones humanas y la práctica social como elementos que nos brindan información de la realidad o fenómeno que se va a estudiar. Partiendo del hecho que la investigación cualitativa tiene como principal interés estudiar los fenómenos desde sus cualidades particulares y no cantidades, se busca con este diseño de la complementariedad cualitativa que se tenga una visión holística de la realidad a estudiar, es decir, poder observarla y analizarla desde su totalidad y no de forma seccionada. De acuerdo con Martínez P á g i n a | 4 0 (1993) "Cada parte al formar una nueva realidad, toma en si misma algo de la sustancia de otras, cede algo de sí misma y en definitiva queda modificada" (p. 8). A continuación, se explicarán los aportes de cada una de las formas de investigar, así como las aportaciones al estudio de los fenómenos. En el método hermenéutico, de acuerdo a una pesquisa en la que se encuentra una sospecha que no esté permeada por prejuicios previos del investigador de ningún orden, la observación puede ir delimitando el piso teórico que la rodea y que posteriormente de ella se pueda realizar una reflexión de orden epistémico y pedagógico en el caso de esta investigación. En cuanto a la reflexión fenomenológica se puede afirmar, desde los aportes de Husserl, que prima que el investigador conciba la realidad y los sujetos de investigación como entidades dialogantes en dónde interactúan sus experiencias, los referentes teóricos y la misma descripción tanto de la experiencia como del fenómeno que se estudia (Gómez, 1986). 4.2. Descripción del contexto de estudio Para profundizar en la importancia de la investigación del paradigma cualitativo, se realizó una entrevista no estructurada a diez (10) docentes de planta de la Institución Educativa Técnica Nacionalizada de Samacá. Se les preguntó acerca de la importancia de las competencias educativas y los métodos tradicionales que son aplicados en la actualidad en la institución antes referida, frente a lo que ellos coincidieron en que, según los métodos aplicados en la formación de los procesos comunicacionales, no generan un aprendizaje de construcción y significativo ya que esos procesos se evalúan de manera seccionada y no integrados. También manifestaron que las producciones orales y escritas se ven divididas, centrándose en los contenidos, además de no reflexionar acerca de las habilidades comunicativas como procesos, no hay una preocupación por cualificarse y de integración de las mismas. P á g i n a | 4 1 Al mismo tiempo, se realizó observación directa mediante libro diario a los estudiantes del grado 805 de la Institución Educativa Técnica Nacionalizada de Samacá. Al aplicar el aprendizaje educativo tradicional en referencia a las competencias educativas, se evidenció en los estudiantes la falta de interés y motivación en la aplicación de sus concomimientos en la producción de contenidos orales, escritos, escucha y lectura, entre otros. Su trabajo estaba estructurado
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