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repositorio.uptc@uptc.edu.corepositorio.uptc@uptc.edu.co ISSN (EN LÍNEA) “Antropología, interrogantes y contingencia1” “Vernos a nosotros mismos como los otros nos ven puede ser revelador” (Geertz, 1994, p. 27) Resumen: La antropología ha sido una disciplina estudiada desde los inicios de las reflexiones sobre la existencia del humano (Choza, 2016), con el paso del tiempo una disciplina encargada de la pluralidad existente de las formas de significancia humana se academizó a finales del siglo XIX (Tylor, 1976), desde este punto la formación de la antropología cómo una ciencia se ha compuesto de una serie de interrogantes y posibilidades de explicación (contingencia) por medio del concepto de cultura que continúan hoy, siendo debatibles y tema de este análisis de investigación. Esta misma intención de analizar las distintas perspectivas que la antropología a tomado han derivado en textos de lectura referencial, lo realizado por Kaplan y Manners (1979) muestra ejemplo de la intención de buscar un panorama que englobe los intereses generales de la disciplina 1 Escrito por Brian Ernesto Vera González, Antropólogo, Universidad Autónoma del Estado de México (brian.ver@hotmail.com) ISSN (EN LÍNEA) sin quitar los matices que las corrientes particulares añaden, mismo ejercicio que se busca aquí, pero, con una mayor orientación a la generación de interrogantes al tema. Abstract Anthropology has been a discipline studied since the beginning of reflections on the existence of the human (Choza, 2016), with the passage of time a discipline in charge of the existing plurality of forms of human significance became academic at the end of the 19th century ( Tylor, 1976), from this point the formation of anthropology as a science has been made up of a series of questions and possibilities of explanation (contingency) through the concept of culture that continue today, being debatable and the subject of this research analysis . This same intention to analyze the different perspectives that anthropology has taken has derived in referential reading texts, what Kaplan and Manners (1979) have done shows an example of the intention to look for a panorama that encompasses the general interests of the discipline without removing the nuances that the particular currents add, same exercise that is sought here, but, with a greater orientation to the generation of questions on the subject. Introducción El objetivo de esta investigación es generar interrogantes e intentar reflexionar sobre la posibilidades de estudio de la antropología, tal y cómo Kaplan y Manners (1979) y Geertz (1994; 2006) plantearon una introducción crítica sobre el devenir de la disciplina en la segunda mitad del siglo XX, parece y será siempre oportuno una revisión de lo qué se pretende sea nuestra disciplina, en el terreno de la ciencia Kuhn (2006) y Popper (1981) han sido dos referentes a la revisión crítica de lo que se pretende conforme a la ciencia. ISSN (EN LÍNEA) Es oportuno mencionar que el planteamiento de Kuhn (2006) parece el más apegado al propósito de esta investigación2, al iniciar su texto “La estructura de las revoluciones científicas” (2006), conceptualizó su obra cómo parte de la historia de la ciencia filosóficamente reflexiva, hoy en el caso de la antropología es cada vez más necesario formular una historia de la ciencia antropológica reflexiva y crítica. Al mismo tiempo esta investigación representa un esfuerzo por intentar conjuntar las diferentes etapas y visiones que la antropología que le conforman, tanto de forma general, pero, al mismo tiempo, buscando no quitar los matices particulares de las visiones teóricas antropológicas; tomando que para Palerm (1993) la antropología no comienza con la etapa moderna de la ciencia3, sino que: “La tradición cultural etnológica ha tenido y tiene muchas formas y modalidades, si bien dentro de un mismo patrón general. Una de ellas, dominante desde principios de este siglo gracias a la influencia de la escuela británica, es la de procurar establecerse como ‘ciencia’, siguiendo el modelo normativo ofrecido por las ciencias del mundo físico” (Palerm, 1993). Al ser inmenso el bagaje documental existente, para un punto de partida se toma el siglo XIX con la sistematización académica de la antropología, el esquema metodológico de esta investigación es un experimento desarrollado por el Dr. Juan Jesús Velasco Orozco y el autor aquí 2 Aunque al mismo tiempo se añaden los pensamientos de otros científicos propios de la antropología social. 3 La publicación de Tylor de “Cultura primitiva” (1976). ISSN (EN LÍNEA) responsable 4 ; mediante el análisis de la ontología, epistemología, metodología y ética en antropología. Los textos antropológicos que recuperan el legado teórico de la disciplina han dado como resultados textos referentes como: Restrepo (2016), Reynoso (1998) (1986), Palerm (1993), Lowie (1946), Harris (1979), Kaplan y Manners (1979) y Bohannan y Glazer (1993); representan algunos de los debates científicos de su época, así cómo los alcances y limitaciones que tanto por autor o escuela de pensamiento se han logrado. Aún con esto, no deja de ser un tema que deba discutirse, analizarse, criticarse y reflexionar tanto por investigadores, profesores y particularmente entre los alumnos qué solemos ver a la teoría como una parte de nuestra formación tediosa y aburrida, pero qué, en su amplitud es un cimiento de la forma en que entendemos y dirigimos nuestros estudios antropológicos; es entonces qué esta investigación es un intento por contribuir al estudio de la teoría en antropología . Desarrollo La comprensión de la antropología ha tenido tantas aristas como autores se puedan citar, parte de ellos mencionados aquí o bien al igual de importante el acercamiento a las obras directas de los autores de referencia; que han marcado rumbos de investigación en la antropología, como: Malinowski (1986), Radcliffe-Brown (1931), Pritchard (1997), Lévi-Strauss (2006), Benedict (1939), Geertz (2006), Boas (1964) o Mead (2000); por nombrar algunos; la lectura sobre sus 4 Como parte de una metodología de investigación ideada durante I,II y III Taller de investigación antropológica en la Facultad de Antropología de la UAEMex, 2018-2019. ISSN (EN LÍNEA) textos se ha orientado a buscar conceptos claves, la locación de sus trabajos etnográficos o bien el encuadre algún tipo de teoría científica. Pero, ¿qué interrogantes constantes ha tenido la antropología a lo largo de su historia?, “¿qué es lo que tienen en común los antropólogos de corrientes diferentes, además de pertenecer al mismo departamento de una universidad? (tanto aquellos que tienen un enfoque humanista o desde el punto de vista de la historia natural, generalizador o científico)” (Kaplan y Manners, 1979). Ontología En primer lugar, para encaminar algunas de las incógnitas que conformar a la antropología, se encuentra la ontología que centra su punto de mirada a través de la pregunta ¿qué es?, colocando un punto de discusión apegado a la filosofía5, para uso práctico de la presente investigación la aplicación se hará orientada al campo de la antropología. Los principios de la ontología son tan inquietantes, cómo a su vez acertados; ya que invitan a la reflexión y duda acerca de lo qué suponemos creemos existe llevando a la descomposición de los principios que dan valor a la vida hasta su mínima expresión; lo cual hace parecer a la ontología como engorrosa e interminable, llegando a preguntarse la existencia de cada uno de los conceptos que solemos utilizar en la vida. 5 Propiamente estás preguntas pueden ser parte del desarrollo del campo temático de la antropología filosófica. ISSN (EN LÍNEA) Entonces, la ontología en la antropología debe preguntarse qué esla antropología, en sí misma; y sí está existe de qué manera es que existe; lo que puede llevar a reflexionar y cuestionar si la antropología por su valor ontológico deba ser considerada como una ciencia6. La antropología también ha sometido a discusión el valor sobre ¿qué es el humano? por su etimología la antropología se encarga del estudio humano, lo cual envuelve de nueva cuenta en una serie de debates qué durante la historia de la ciencia han tratado de posicionarse en diferentes puntos. Los debates sobre la ontología del humano cómo parte del estudio antropológico existen bajo su propia contradicción, es decir si este es singular (individuo) y al mismo tiempo colectivo (social); algunos científicos se han posicionado de un lado u otro de la balanza, negado la existencia de uno sobre el otro. Por lo cual el debate científico ha sido perdurable hasta hoy que continúa siendo un problema científico de amplio estudio por las diversas disciplinas científicas (la sociología y psicología también emprenden este debate por dar algún ejemplo). Transversalmente a la ontología del humano cómo singular y colectivo, se ha desenvuelto el debate sobre si la existencia humana se debe partir de un análisis material (el mundo físico) o de forma (abstracta) ideológica, de lo cual en diferentes ocasiones y por inclinaciones de estudio se ha parcializado viéndolo como netamente biología o cultura. Un concepto más en la antropología es la cultura, un concepto de uso cotidiano por los antropólogos y con una abstracción científica infinita, qué durante más de veinticinco siglos de 6 Al mismo tiempo resaltan discusiones tales cómo si la antropología debiese ser cuantitativa o cualitativa, objetiva o subjetiva, inductiva o deductiva, abstracta o empírica, estudiar a partir de unidades o procesualmente; son algunos otros ejemplos que la discusión atrae consigo. ISSN (EN LÍNEA) reflexión sobre lo humano como propone Palerm (1993) ha sido tanto el argumento cómo justificación de diversos discursos. Otros debates científicos en la época moderna han llevado a suponer que la cultura es un estado superior al de la naturaleza, cómo es el caso de Herscovits (1952). Debe subrayarse que la ontología no sólo depende de respuestas monosilábicas entre un sí o no, sino de una construcción argumentativa. Remitiéndonos a la pregunta ¿qué es la cultura?, la cual para el estudio de la antropología se ha considerado como: “una clase de fenómeno conceptualizado por los antropólogos para poder tratar con preguntas que procuran contestar” (Kaplan y Manners; 1979), y cómo se pretende esta asociación también debe ser cuestionada. Así cómo existen usos sociales para la cultura al aludir a conocimientos que no todos poseen, la alusión a humanos conocedores de las bellas artes, a un sistema de valores de socialización que debemos tener o la orientación de nuestra ideología a algún tipo de tendencia. En el estudio ontológico se pregunta si es qué la cultura existe, ¿cómo puede ser ésta apropiada para su estudio?, lo que ha dado lugar a la profundidad de cualidades que en la cultura se albergan. Epistemología La tesis que la cultura tiene diversas manifestaciones, bajo un mismo principio a su ontología (o su sustancia), pero ontológicamente diferente (en su proceso de desenvolvimiento), sigue siendo una de las insignias de discusión antropológica. Al mismo tiempo esto permite un enlace con la epistemología, donde algunas de las preguntas que se buscan discutir involucran: ISSN (EN LÍNEA) ¿cómo se construye el conocimiento de manera científica en antropología? y ¿qué formas conforman esa construcción? Teniendo en cuenta que la cultura ontológicamente, con lo referido por Kaplan y Manners (1979), ha sido el pretexto de apoyo para el desarrollo de las investigaciones antropológicas; convirtiéndose así en la base para el desarrollo de visiones epistemológicas construidas por los investigadores. Las visiones epistemológicas múltiples en la antropología tienen cómo resultado el legado de estudio y discusión de la disciplina. Considérese a la cultura cómo un proceso cognitivo que permite la construcción simbólica del mundo enfocada en puntos de estudio que involucran lo adaptativo (desde corrientes evolucionistas y ecológicas), instrumentales organicistas (en el caso del funcionalismo británico), arquetípicas factuales (como el estructuralismo francés), expansivas e histórico mesuradas (para los posicionamientos difusionistas y del particularismo histórico), problemáticas entre individuo-sociedad (de la cultura y personalidad), interpretativas al punto de mirada (desde lo simbólico) o netamente particulares (del relativismo histórico); por nombrar algunas posturas teóricas que la cultura representa7. Este abanico epistemológico de la antropología ha permitido el estudio de lo humano por medio de la cultura, volviendo a éste su concepto general de desarrollo, pero con las acentuaciones a cada una de las corrientes teóricas que la componen científicamente. Durante su consolidación académica en la segunda mitad del siglo XIX y hasta finales del siglo XX para Harris (2007), Arellano (2014) y Velasco (2007) la cultura era el centro de las discusiones de investigación; pero 7 También estos distintos enfoques han generado una fusión en conjunto con las áreas temáticas de la propia antropología como: economía, política, psicología, jurídica, ecología, religión, lingüística, violencia, género, educación, pedagogía, entre muchas otras. ISSN (EN LÍNEA) a partir del giro postmoderno parece ser que la antropología ha recibido un “nocaut” que ha sacudido las ideas que se tenían acerca de los valores compositivos de la disciplina. De esta manera habrá que entender a la epistemología cómo un sistema de referencia sobre puntos de vista que tratan de entender las múltiples realidades que los humanos construimos sobre los sucesos que vivimos, resaltando el valor formativo de transformación de la ciencia acerca de su propio pensamiento. Siendo conveniente trazar de manera delineada a la ciencia bajo dos alternativas de transformación epistemológica: la primera mediante el ejercicio de investigación teórica, buscando una óptica de renovación y análisis crítico propositivo de las propias teorías (hermenéutica), o bien, como segunda alternativa poner en duda los parámetros teóricos que significan el mundo mediante el ejercicio etnográfico, donde sean los actores los proveedores de conceptos científicos8. Metodología Continuando en tercer lugar encontramos a la metodología que conceptualiza el proceso por el cual se pretende realizar la construcción de conocimientos, involucrando un método; de los cuales la ciencia ha generado al igual que la epistemología diferentes formas de construirlo, involucrando objetivos que se pretenden alcance la investigación, pasando desde: la descripción sensorial, enumeración estadística, la interpretación simbólica, entre otros. 8 Léase el trabajo de García (2015) acerca de la formulación de investigaciones científicas. ISSN (EN LÍNEA) Propiamente, la antropología se ha caracterizado por el desarrollo de investigaciones de campo, bajo el concepto de etnografía propiamente el concepto etimológico que se ha tomado sobre la etnografía es: la descripción de un lugar, lo cual para el desarrollo de la disciplina y sus diferentes enfoques epistemológicos a través de la historia han generado inclinaciones a describir de distintas formas la vida humana a partir de su desenvolvimiento social y cultural. En este sentido la antropología ha pasado desde la recolección de datos bajo conocimiento de valores de vida para la conquista (el caso de lo realizado por Sahagún (1982) y sus informantes), los estudios europeos a pueblos “premodernos” en África , los primeros evolucionistas (Bachofen, McLennan, Lubbock, Mainey Morgan) poniendo énfasis al estudio de la descripción del parentesco y en Norteamérica Boas (1964) pretendió escribir la historia de los pueblos ágrafos; por dar algunos ejemplos. La etnografía también ha enfocado un desarrollo “a lo que otras disciplinas suelen descuidar” (Velasco, 2018) poniendo énfasis en lo que va más allá de lo que las estructuras formales suelen acreditar: acercándose a la vida humana de forma directa para “lograr que lo familiar parezca extraño” (Jackson, 2010), que en relación con lo planteado con Berger (2017) la etnografía hace posible un acercamiento a las formas posibles en que los humanos pueden desarrollar su mundo. Las etnografías, representan estudios de un carácter cómo denomina Sánchez (2005) particulares y apegados a las diferencias, conceptualizando a la antropología como una teoría de la diferencia y una práctica del otro mediante la comprensión desde dentro (participación); parece entonces qué, la etnografía encuentra dos grandes valores: la observación y la palabra. ISSN (EN LÍNEA) La observación involucra una mirada desde el investigador hacía afuera, muchas ocasiones cómo menciona Sánchez (2005), la observación ha sido descuidada y maltratada en el sentido que se ha confundido con la descripción en sentido literal, como si se tratará de un inventario de elementos culturales, por lo contrario, la observación involucra una tarea semiótica bajo el objetivo de identificar el significado de las prácticas de la conducta bajo una lógica cultural. Continuando con la palabra (que encierra a su vez a la escucha ) dónde el desempeño del discurso es la base para la integración de los datos de la cultura a través de la voz de los actores que viven y significan su mundo, siendo un intercambio intercultural entre aquél que pregunta y el que contesta. Es así, que el oficio de antropólogo se aprende a partir de la práctica, pero tampoco la práctica sola es suficiente para la disciplina. El campo de desarrollo metodológico de la etnografía ha llevado a qué se generen distintos textos sobre cómo realizarla, sin ninguna duda un campo de cultivo propio de la antropología, aunque el interés por esta metodología “parece ser más atractiva a otros profesionales, más que para los propios antropólogos” (Velasco, 2019) . Ética Como cuarto y último punto se encuentra la ética, esta disciplina tiene el objetivo estudiar las maneras de pensar y actuar influidas por los parámetros de lo relativo a los valores de lo humano, siendo así una materia dónde son incluso los investigadores aquellos que son puestos a explicitar y tomar una posición acerca de los valores de uso sobre sus investigaciones. Una de las ambiciones de la ciencia es volverse una herramienta técnica-instrumental, la cual a partir de los conocimientos que produzca sean ocupados para la resolución de problemas ISSN (EN LÍNEA) sociales; implicando una toma de decisiones para afectar (en sentido positivo o negativo) las formas de vivir, en el caso de los humanos. La ciencia ha contribuido al acercamiento de las realidades diversas de la vida, mediante los reportes, informes sobre las investigaciones emprendidas y que han sido soporte para el ejercicio de la política, para lo cual se ha exigido a lo largo de la historia códigos de carácter ético en los cuales las diferentes disciplinas establezcan los valores permisibles para cada una de ellas. Históricamente la antropología, así cómo la ciencia, se han sumado a los movimientos del mundo qué, en el último siglo se han empapado de intereses político-económicos; dejando a la ética en una entrecruzada sobre cómo posicionarse y hacer valer sus valores ante una creciente denominada en 1949 por el presidente norteamericano Truman cómo: desarrollo, lo que posicionó a la ciencia y antropología con el compromiso ético de apoyar a los distintos proyectos de desarrollo en pro de la mejora de condiciones de vida de comunidades, estados y naciones. Es así, que se emprende el campo denominado: antropología para el desarrollo, cómo aquella que a partir de los conocimientos construidos del ejercicio de la antropología proporcionen la información para la implementación de programas y proyectos compatibles al grupo social que se dirigía, para la década de 1990 la ética sobre la antropología para el desarrollo se pondría en juicio mediante críticas sobre la dirección que el propio desarrollo había tomado volviéndolo una vertiente del mercantilismo político, siendo así que la nueva propuesta se encontraría bajo la antropología del desarrollo, tal cómo describe Gardner y Lewis (2003) esta nueva propuesta ponía a la ética de la antropología sobre el rumbo que tenía el desarrollo. ISSN (EN LÍNEA) El nuevo enfoque comprendía un trabajo más apegado a las discusiones políticas sobre qué rumbo debería tomar el desarrollo, otras vertientes éticas en cuanto el papel de la antropología para su uso se atrajo de México mediante el concepto de etnodesarrollo, propuesto por Bonfil Batalla9, donde el papel ético de la antropología debería constar en potencializar los valores de los grupos humanos para que ellos mismos tomaran su propio rumbo en cuanto el desarrollo. El uso pragmático de la antropología ha contribuido a la visibilidad de la disciplina en los espacios institucionales internacionales como la ONU10, así cómo la creación de departamentos que se apegan a los principios de una vertiente humanista. Las convenciones internacionales han sido otro escenario donde la ética de la antropología se ha explicitado cómo parte de un valor que ante la denominada crisis de la humanidad fuera la antropología una de las encargadas de la recuperación de la imagen humana. El desarrollo ético de la antropología ha puesto en juego el valor ontológico de su estudio: lo humano. Siendo así que los posicionamientos de la disciplina recorren al humanismo y donde la discusión principal de la antropología va del estudio de la diversidad (la diferencia entre los humanos), en cuanto al uso de la antropología como herramienta instrumental se espera se asuma una postura que involucre “primero a la gente” (Cernea, 1995). Conclusión Aún con esto, no significa que los postulados de la antropología no sean dado por amoldados a la perfección y enaltecimiento de la disciplina, sino que por lo contrario, a partir de 9 Referenciado del texto de Viola en ”Antropología del desarrollo. Teoría y estudios etnográficos en América latina” (2000). 10 Tómese por ejemplo a Stavenhagen (2002) quién fuera defensor de los derechos indígenas. ISSN (EN LÍNEA) las últimas décadas del siglo XX, cómo referencia Velasco (2007) con la apertura y auge de los movimientos posmoderno y post-estructural, se rompieron las fronteras tajantes que el cientifismo había construido (Jacorzynski, 2011); que delimitaban los campos de estudio cómo exclusivos de cada una de las ramas científicas; la filosofía para los filósofos, la psicología para los psicólogos, la sociología para los sociólogos, la antropología para los antropólogos y de esa manera cada uno en una isla sin contacto con otros especialistas, cómo lo plantea la analogía de Litvak (en Palafox, 1989). El transcurso paradójico de la ciencia (Kuhn, 2006), ha reconectado los distintos sistemas epistemológicos de explicación, Foucault se convirtió en un referente en distintas disciplinas con una procedencia de la filosofía, así también Bourdieu expandió el campo de la sociología para la lectura en otras materias científicas, Fromm amalgamó los postulados del psicoanálisis de izquierda y el marxismo; así como Clifford Geertz (1994; 2006) y Claude Lévi-Strauss intentaron llevar las discusiones de la antropología más allá de los límites de la propia disciplina para ser conocida por otros especialistas. De esta manera la antropología de nuevo se ve inmiscuida en nuevos retoscómo plantea Geertz al buscar pluralizar la mirada de la antropología así cómo amplificar los “métodos antropológicos e ideas antropológicos” (Geertz, 1994: p. 13) pero, al mismo tiempo, contempla el diálogo con otras disciplinas cómo la filosofía (por la relación del razonamiento), los postulados críticos, la historia, la teoría social y la interacción moral; propiamente para la antropología esta apertura no significa el abandono de su metodología característica, la etnografía, sino qué se involucra continuar “la comprensión de la comprensión, se suele designar actualmente con el ISSN (EN LÍNEA) nombre de hermenéutica” (Geertz, 1994: p. 13). Siendo temas perdurables y actuales para continuar su discusión. Bibliografía Arellano, A. (2014). “Epistemología antropológica como conocimiento del hombre: el papel de la antropología de la tecnociencia” en: Revista Acta Sociológica. 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