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ACV

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El accidente cerebro vascular (A.C.V.) ocurre cuando los vasos sanguíneos que transportan sangre con oxígeno y 
nutrientes al cerebro se rompen (A.C.V. hemorrágico) o se bloquean (A.C.V. isquémico) por una embolia sanguí-
nea o una trombosis.
A consecuencia de esta interrupción en la circulación de la sangre, parte del cerebro no recibe el flujo necesario, 
se priva de oxígeno y las células cerebrales afectadas no pueden funcionar y mueren.
La muerte de tales células ocurre en minutos, por lo que la parte del cuerpo controlada por ellas sufre serias 
alteraciones.
Es de extrema importancia el correcto y rápido reconocimiento de los signos de un A.C.V. isquémico, ya que de ser 
detectado dentro de las 3 horas de haber ocurrido, sus secuelas -en la mayoría de los casos- pueden ser reverti-
das totalmente.
Esta afección constituye un problema de salud pública a nivel mundial, por diversas razones; entre ellas se 
encuentran su elevada incidencia y las secuelas discapacitantes de la misma. Las cifras estiman que 5,5 millones 
de personas mueren por año en el mundo, como resultado de las lesiones producidas por el A.C.V. En nuestro 
país, más de 22 mil personas mueren anualmente debido a accidentes cerebro vasculares. Asimismo, se calculan 
70 mil nuevos casos de A.C.V. por año.
La “escala prehospitalaria de accidente cerebro vascular de Cincinnati” o “Escala de Cincinatti” es un método 
sencillo que cualquier persona puede llevar a cabo para detectar un posible accidente cerebro vascular.
Esta herramienta indica que, ante un posible caso de A.C.V.:
1.- Pida a la persona que sonría.
2.- Pida que levante los brazos.
3.- Pida que diga una frase coherente .Ej.: " Hoy es un día soleado".
Debilidad facial, debilidad en brazos y dificultad en el habla, son características de la mayoría de los A.C.V. Si la 
persona tiene problemas en cualquiera de estas tres pruebas, deberá ser trasladado de urgencia a un centro 
asistencial.
Asimismo, controlar que la lengua se encuentre en la línea media de la boca, puede ayudar a su detección, ya que 
si no lo está quiere decir que su cerebro no está funcionando correctamente.
Estar atento a estos detalles resulta altamente fiable, sólo con que uno de los 3 parámetros de la escala resulte 
positivo significa que hay un 72% de posibilidades de que la persona padezca un A.C.V. Si se dan los tres paráme-
tros positivos, la probabilidad aumenta a un 82%.
Por otra parte, existen algunos factores que pueden ayudar a reducir las probabilidades de sufrir un A.C.V:
-Reducir el consumo de tabaco y alcohol.
-Hacer vida sana: ejercicio físico y alimentación saludable (dieta balanceada en frutas, verduras, carnes, lácteos, 
etc.).
-Evitar el sobrepeso.
-Evitar deportes de contacto o sobreesfuerzos.
-Seguir las recomendaciones del médico de cabecera.
Es indispensable controlar los factores de riesgo asociados; que son fundamentalmente, la hipertensión arterial, el 
colesterol y la diabetes. El A.C.V. es un cuadro cuyos factores de riesgo son, en su mayoría, prevenibles o 
modificables.
Dr. Federico Micheli
EDUCACIÓN PARA LA SALUD
Hospital de Clínicas José de San Martín
Accidente cerebro vascular

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