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E l término virus proviene del latí n virus ‹veneno›, ‹ponzoña›. S e int erpreta como infección viral a la aparición de h ojas amarillas durante el verano, m encionada en un poema japonés del siglo I antes d e Cristo. Otro hecho histórico en el estudio de los virus fitopatógenos es la aparición de cambios muy apreciados en el col or de las flores de tulipán. Esta característica tra nsmisib le a través de los bulbos, fue observada en el siglo XVII. Estos cambios en la coloración fueron atribuidos a virus , siglos después. La investigación sobre los virus se inició en el siglo XIX. En 1885, se describieron los síntomas del mosaico del tabaco y se logró transmitir la enfermedad a p lantas sanas por inoculación con extractos de hoja s con síntomas. Posteriormente, en 18 98, el micro- biólogo holandés Martinus Willem B eijerinck realizó estudios muy co mp letos para la época. Consideró que esa infecció n no era causada por microbios sino por un “fluido vivo contagioso” localizado dentro d e los tejidos. D escribió los distintos síntomas y ob- servó la susceptibilidad de órganos e n activo crecimiento, la tolerancia d el agente causal al desecamiento y su inactivación a temp eratura de ebullición. Sus estu dios constitu- y en el hito fundacional de la Virolo gía. Las partículas virales están co nstituidas por genomas muy p equeños (una o dos he bras de ADN o ARN) normalm ente cubiertas por una capa de proteínas o lipoprot eínas. Sus dimensiones se expresan en nanómetros (1 nm= 10-9m) por lo que sólo son vi sib les individualmente con microsco pio electrónico. Pueden tener formas variadas (Figu ra 9.1) e incluso su material genético distribuido en varias partículas. Poseen algunas d e las características de los sistemas vivos como la de tener genoma y la habilidad de ada ptarse a ambientes cambiantes. Difi eren de ellos en que son capaces de organizar su rep li cación sólo dentro de las células de su s hosp edantes. La rep licación dep ende de la maqu inaria de síntesis de proteínas del ho sp edante. Los viroides son entidades más p equeña s que los virus, también denominad as subvirales. Constan solo de ARN circular. Un organismo vivo posee estructura c elular y, debido a su metabolismo, crece, se reproduce y adapta al ambiente. Si bien los v irus y viroides se reproducen y tienen capacidad de adaptación, no son celulares ni m etabolizan. Es por ello que no están incluidos en l a clasificación de los seres vivos. S in embargo, se clasifican para ordenar su estudio y su taxonomía está en conformidad con la de otras taxonomías. La sistemática es mu y dinámica, en esp ecial luego de los avances de los últimos años en técnicas moleculare s. A modo ilustrativo, se presentan clasificaciones que p ermiten comprender el agrupa miento de las esp ecies por sus semej anzas. Recib en una denominación que sintetiza dat os sobre la p lanta en la cual se lo en contró, el t Apuntes de Patología Vegetal Fundamentos y prácticas para la salud de las plantas Marta C. Rivera Eduardo R. Wright Cátedra de Fitopatología, Facultad de Agronomía. UBA. 2 Rivera, Marta C. Apuntes de patología vegetal: fundamentos y prácticas para la salud de las plantas / Marta C. Rivera; Eduardo Roberto Wright. - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Editorial Facultad de Agronomía, 2020. Libro digital, PDF Archivo Digital: descarga y online ISBN 978-987-3738-30-2 1. Agricultura. I. Wright, Eduardo Roberto. II. Título. CDD 632.9 FACULTAD DE AGRONOMÍA Universidad de Buenos Aires EDITORIAL FACULTAD DE AGRONOMÍA Primera Edición: Octubre 2020 Queda hecho el depósito que marca la ley 11.743 Reservados todos los derechos. Prohibida la reproducción o uso tanto en español o en cualquier otro idioma, en todo o en parte por ningún medio mecánico o electrónico, para uso público o privado, sin la previa autorización por escrito de la editorial y los autores. EDITORIAL FACULTAD DE AGRONOMÍA UNIVERSIDAD DE BUENOS AIRES Avda. San Martín 4453 – (1417) Bs As, Argentina e-mail: efa@agro.uba.ar 3 Índice Prefacio ......................................................................................................................................5 1. Algunas personalidades destacadas en el ámbito de la Fitopatología en Buenos Aires ....................................................................6 2. Enfermedades .....................................................................................................................9 3. Síntomas y signos .............................................................................................................13 4. Enfermedades no parasitarias .........................................................................................19 5. Enfermedades parasitarias. Generalidades ...................................................................22 6. Enfermedades parasitarias. Hongos ...............................................................................24 7. Enfermedades parasitarias. Bacterias ............................................................................38 8. Enfermedades parasitarias. Virus ...................................................................................45 9. Enfermedades parasitarias. Plantas ................................................................................50 10. Enfermedades parasitarias. Ciclos y epidemias .............................................................54 11. ¿Cómo se diagnostica una enfermedad? ........................................................................63 12. Manejo de la sanidad en producción vegetal ................................................................72 13. Patologías específicas. Sintomatología, aspectos epidemiológicos y manejo ..........82 4 A Leonor Calot y Clotilde Jauch, ejemplos de dedicación y compromiso docente 5 Prefacio Las enfermedades de las plantas son dinámicas. Evolucionan a lo largo del tiempo y del espacio; aparecen en un área, reaparecen. Los patógenos pueden adaptarse a diversas situaciones. Los técnicos y productores debe- mos implementar prácticas inteligentes para prevenir la ocurrencia de enfermedades en los cultivos o mitigar sus efectos, con el mínimo impacto ambiental. Si bien la bibliografía sobre temas referentes a la Fitopatología es amplia, pocos autores han generado pu- blicaciones no excesivamente extensas que respondan a los objetivos que se persiguen en la docencia, especial- mente en idioma español. Como antecedente en nuestra cátedra, se encuentra el libro Patología Vegetal escrito por la Ingeniera Agrónoma Clotilde Jauch en 1976. Esta publicación se ajusta a los contenidos de Fitopatología correspondientes a la asignatura Sanidad Vegetal en Producción Orgánica. No descartamos que sea de utilidad para otras asignaturas de otras carreras. Hemos incluido temas tales como sintomatología, causas, desarrollo, diagnóstico y herramientas disponibles para la prevención o disminución de los daños. Se seleccionaron ejemplos de enfermedades conocidas, donde se apli- can todos los conceptos previamente elaborados. El texto se ha organizado por capítulos que van aportando los conocimientos necesarios para planificar prácticas de manejo sanitario, que es el fin último de la Patología Vegetal. Incluye fotografías y esquemas que facilitan la comprensión del texto. Durante la escritura del manuscrito surgieron innumerables cuestionamientos sobre cómo presentar los distintos contenidos, en especial teniendo en cuenta diferencias de opiniones y enfoques entre autores consul- tados. También, numerosas dudas sobre nuestro conocimiento de ciertos temas. En este camino, todos los días se aprende. Es el espíritu de este manual, que puede tener imperfecciones, errores no advertidos. Serán ustedes, lectores, los que sepan encontrarlos y cuestionarlos. El conocimiento se construye en base a preguntas.Eduardo Galeano, en su texto El maestro, relata “…Y me dijo que ella quería mucho al maestro, lo quería muuuuuuuucho, porque el le había enseñado a perder el miedo a equivocarse…”. Por ello, nuestra dedicatoria a Leonor Calot y Clotilde Jauch, queridas maestras. Y a nuestros alumnos, por supuesto. Marta C. Rivera y Eduardo R. Wright 6 1 Algunas personalidades destacadas en el ámbito de la Fitopatología en Buenos Aires Reseña En recuerdo de quienes nos precedieron en el estudio de esta ciencia, hemos incluido breves biografías de profesionales que desarrollaron su actividad en nuestra área de influencia. Autores que hemos consultado, co- legas respetados. Carlo Luigi Spegazzini (1858-1926), discípulo del célebre micólogo Pedro Andrea Saccardo, fue profesor en las Facultades de Agronomía y de Química y Farmacia de la Universidad Nacional de La Plata. Publicó innume- rables identificaciones de hongos, muchos de los cuales constituyeron nuevos géneros. Legó su finca, sus libros, instrumentos científicos y colecciones al Museo de La Plata para formar un Instituto de Botánica. El 26 de abril de 1930 se cumplió su voluntad al inaugurarse el Instituto que lleva su nombre. El Ing. Agr. Juan Bautista Marchionatto (1896-1955) fue uno de los fitopatólogos pioneros, guiado inicial- mente por Carlos Spegazzini y el botánico Lucien Hauman. Fue Profesor Titular de Fitopatología en las Facul- tades de Agronomía de la Universidad de La Plata y de Agronomía y Veterinaria de la Universidad de Buenos Aires y Director General de Sanidad Vegetal y Acridiología del Ministerio de Agricultura y Ganadería. Identi- ficó un elevado número de hongos parásitos de plantas y clarificó ciclos biológicos. El Ing. Agr. Juan Carlos Lindquist (1899-1990) fue Jefe Asesor de Investigaciones en el Instituto de Botánica Carlos Spegazzini y Jefe de la División Instituto Spegazzini del Museo de la Plata. Fue profesor de Fitopatología en la Facultad de Agronomía de la Universidad Nacional de La Plata, cátedra de la fue Titular luego del aleja- miento del Ing. Marchionatto. Sus principales trabajos se refieren a royas y mildius. Publicó el libro Royas de la República Argentina y zonas vecinas, muy consultado. La Dra. Elisa Hirschhorn (1905-1995) obtuvo su doctorado en Ciencias Naturales en la Universidad Nacio- nal de La Plata, especialidad Botánica. Fue investigadora en la división de Patología Vegetal y Botánica de la Universidad de Minnesota. Fue asistente en el Instituto Spegazzini y profesora en la Universidad de La Plata. Se dedicó al estudio de los hongos productores de carbones, sobre los cuales publicó numerosos trabajos. Su libro Las Ustilaginales de la Flora Argentina, publicado en 1986, sigue siendo un material de lectura. El Ing. Agr. Manuel Fernández Valiela (1910-2015) fue docente auxiliar de Fitopatología en la Facultad de Agronomía y Veterinaria de la Universidad de Buenos Aires, Jefe de Laboratorio de Patología Vegetal Delta Campana y Director de la Estación Experimental INTA Delta. Publicó tratados de Introducción a la Fitopato- logía, muy utilizados. Académico de Número de la Academia Nacional de Agronomía y Veterinaria, fue proba- blemente el más longevo de los fitopatólogos. El Dr. Jorge Wright (1922-2005) fue Profesor y Profesor Consulto en la Facultad de Ciencias Exactas y Na- turales de la Universidad de Buenos Aires, Investigador Superior del CONICET y Académico de Número de la Academia Nacional de Ciencias Exactas y Naturales. Gran científico, publicó numerosos estudios, formó una cantidad importante de micólogos, creó una gran biblioteca especializada y la Colección de Cultivos de Hongos (BAFC cult.). 7 1– Algunas personalidades destacadas en elámbito de la Fitopatología en Buenos Aires La Ing. Agr. Clotilde Jauch, (1910-1993) egresó como Ingeniera Agrónoma de la Facultad de Agronomía y Veterinaria de la Universidad de Buenos Aires, con diploma de honor en 1937. Fue jefa del laboratorio regional de José C. Paz del Ministerio de Agricultura. Discípula del Ing. Marchionatto, fue una investigadora incansable, con una encomiable actuación docente. Se desempeñó como profesora Titular de Fitopatología desde 1957 hasta 1980, cuando fue nombrada Profesora Consulta. Su libro Patología Vegetal fue distribuido en numerosos países de Latinoamérica. Ing. Agr. Abel A. Sarasola (1912-1981) fue profesor de Fitopatología de la Facultad de Agronomía de las Uni- versidades Nacionales de La Plata y de Luján, Jefe de División de Laboratorios de la Dirección de Agricultura e Industrias de la Provincia de Buenos Aires e investigador del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria. Con intensa actividad docente y de investigación, participó en la organización el primer curso de post-grado en Fitopatología. Realizó buena parte de su obra en colaboración con la Ing. Agr. María Amalia Rocca. La Ing. Agr. Esther Atlas de Gotuzzo se dedicó al estudio de bacterias fitopatógenas. Fue docente de la Cá- tedra de Fitopatología de la Facultad de Agronomía, Universidad de Buenos Aires, donde alcanzó el grado de Profesora Titular hasta su retiro en el año 1990. Presidió la Asociación Latinoamericana de Fitopatología entre 1979 y 1982. Fue nombrada Miembro Honorario de la Asociación Latinoamericana de Fitopatología en 2005. El Ing. Agr. Héctor Alippi (1928-2015) fue jefe del Laboratorio de Fitopatología y sub-jefe del Departamento de Investigación y Experimentación Fitosanitaria, Dirección de Sanidad Vegetal, Ministerio de Asuntos Agra- rios de Buenos Aires. Se desempeñó como profesor Titular de Fitopatología en la Facultad de Agronomía de la Universidad de La Plata y debido a su trayectoria académica fue distinguido como Profesor Consulto. Coordinó el curso de posgrado con opción al título de Magister Scientiae en Protección Vegetal. LOS ORÍGENES DE ESTA CIENCIA La Patología Vegetal nació de la necesidad. Las plagas que disminuían la disponibilidad de alimentos en el campo y almacenamiento amenazaron a la humanidad por milenios y alcanzaron un climax con la hambruna que sufrió la población irlandesa debida a una enfermedad del cultivo de papa a mediados de 1800. La solicitud desesperada de ayuda convocó a los científicos más eminentes de la época a buscar respuestas, que fueron provistas por Anton de Bary, quien es considerado el padre de la Fitopatología. también Pasteur y Koch, más avanzado el siglo XIX, aportaron las evidencias más convincentes de la naturaleza microbiana de las enfermedades de las plantas. Sequeira (2000) Referencias Alippi, H. E. (1990). Obituario Juan Carlos Lindquist. Boletín de la Sociedad Argentina de Botánica, 23(3-4), 263. Anónimo. (2015). Alippi, H. E. Su fallecimiento. (14 de enero de 2015). El Día. Recuperado de https://www.eldia.com/nota/2015-1-14- hector-eduardo-alippi Arambarri, A. M. (2016). Los profesores que conformaron la historia de la Cátedra de Botánica de la Facultad de Agronomía de la Uni- versidad Nacional de La Plata (1883-1994). Revista de la Facultad de Agronomía, La Plata, 115(2), 273-292. Asociación Latinoamericana de Fitopatología. (2007). Miembros Honorarios en la ALF. Recuperado de http://www.geocities.ws/fitopa- tologiaalf/miembros.html Asociación Latinoamericana de Fitopatología. (2000). Programa para la ceremonia de refundación de la ALF. Recuperado de http:// agrilife.org/amarillo/files/2010/11/ALF-Refundacion2000.pdf Jauch, C. (1955). Juan Bautista Marchionatto 19/8/1896-1/1/1955. Revista Argentina de Agronomía, 22(1), 48-55. John Simmon Guggenheim Memorial Foundation. (2013). Fellowships to assist research and artistic creation. Elisa Hirschhorn. Recupe- rado de http://www.gf.org/fellows/all?index=e Lenardón, S. (2016). Fernández Valiela Manuel V. Ing. Agr. Anales de la Academia Nacional de Agronomía y Veterinaria. Recuperado de http://anav.org.ar/fernandez-valiela-manuel-v-ing-agr/ Lindquist, J. C. (1981). Prof. Ing. Agrón. Abel A. Sarasola (1912-1981). Boletín de la Sociedad Argentina de Botánica, 20(1-2),128-132. http://www.gf.org/fellows/all?index=e 8 1– Algunas personalidades destacadas en elámbito de la Fitopatología en Buenos Aires Lopez, S. E. y Cabral, D. (2005). Dr. Jorge Eduardo Wright. Boletín de la Sociedad Argentina de Botánica, 40(1-2), 133-134. Manzo, S. y Flavio, G. (2009). Autonomía universitaria e intervención política en la trayectoria de liderazgos y grupos académicos en Ciencias Naturales de la Universidad Nacional de La Plata 1930-1955. Anuario del Instituto de Historia Argentina 9, 97-147. Recu- perado de http://www.memoria.fahce.unlp.edu.ar/art_revistas/pr.3923/pr.3923.pdf Museo de La Plata. Facultad de Ciencias Naturales y Museo. (2013). Carlos Spegazzini. Recuperado de http://www.fcnym.unlp.edu.ar/ museo/institutos/spegazzini/ibsmicologo.html Naranjo, C. A. (1995). Elisa Hirschhorn de Mazoti (1905-1995). Boletín de la Sociedad Argentina de Botánica, 31(1-2), 159. Sarasola, A. A. y Rocca de Sarasola M. A. (1977). Personalidad y obra del Profesor Ingo Agro Juan Carlos Lindquist. Boletín de la Sociedad Argentina de Botánica, 18(1-2), 1-7. SeDiCI (Servicio de Difusión de la Creación Intelectual). (2011). El género Ustilago en la Argentina. Recuperado de http://sedici.unlp. edu.ar/handle/10915/5311 Sequeira, L. (2000). Legacy for the millennium: a century of progress in Plant Pathology. Annual Review of Phytopathology, 38, 1-17. Universidad Nacional de La Plata. (2005). Distinción para el Ingeniero Agrónomo Héctor Alippi. Recuperado de https://unlp.edu.ar/arti- culo/2005/8/5/distincion_para_el_ingeniero_agronomo_hector_alippi http://www.memoria.fahce.unlp.edu.ar/art_revistas/pr.3923/pr.3923.pdf http://www.fcnym.unlp.edu.ar/museo/institutos/spegazzini/ibsmicologo.html http://www.fcnym.unlp.edu.ar/museo/institutos/spegazzini/ibsmicologo.html http://sedici.unlp.edu.ar/handle/10915/5311 http://sedici.unlp.edu.ar/handle/10915/5311 9 2 Enfermedades ¿Qué es una enfermedad? Los vegetales, como todos los seres vivos, pueden enfermarse. Se considera que las patologías de las plantas comenzaron a detectarse en tiempos remotos y que la observación se incrementó con el desarrollo de la agri- cultura. Se define enfermedad como una alteración más o menos grave de la salud. Por lo tanto, es una con- dición anormal de alteración del metabolismo de una planta. Una enfermedad siempre se manifiesta a través de síntomas: cambios en la apariencia o en el rendimiento. En muchos casos, también se observan signos que evidencian la presencia del parásito que está causando enfermedad. Enfermedad proceso que altera el metabolismo de las plantas ocasionando síntomas La ciencia que estudia las enfermedades de los vegetales se denomina Patología Vegetal o Fitopatología (del griego phyton: planta; pathos: enfermedad; logos: estudio). Se ocupa de la identificación de las causas de las en- fermedades y de la aplicación de medidas para su manejo. Las enfermedades pueden afectar al crecimiento o desarrollo vegetal desde la siembra, trasplante o planta- ción hasta luego de la cosecha, y pueden ocasionar pérdidas importantes en el rendimiento y en la calidad en cualquiera de las etapas. Algunos microorganismos pueden producir toxinas peligrosas para la salud de hom- bres y animales. Ciertas enfermedades causan alteraciones sutiles. En esos casos es difícil establecer la condición de planta enferma. En otras situaciones, se puede observar la destrucción de órganos, aparición de malformaciones, cam- bios en el color, disminución de la turgencia, mermas en la cantidad o la calidad de la producción; en niveles importantes. Cuando se piensa en las plagas de las plantas, comúnmente se asocia este concepto con plagas animales (insectos, ácaros, nematodes). Sin embargo, en sentido amplio, cualquier especie, raza, o biotipo vegetal o ani- mal o agente patógeno dañino para las plantas o productos vegetales es considerado plaga. En consecuencia, los agentes microscópicos, las plagas animales y las malezas conforman las adversidades o plagas que pueden afectar a los vegetales. Plaga especie/raza/biotipo vegetal/animal/ microbiano dañino para las plantas o productos vegetales Se estima que las plagas en conjunto interfieren con la producción o destruyen al menos 31 a 42 % de la producción mundial de los cultivos. En promedio, se considera que el 14 % de esas pérdidas son atribuibles a enfermedades durante el cultivo, a lo que debe agregarse 6 a 12 % de pérdidas en la pos-cosecha. ¿Cuáles son las causas de enfermedad? (Figura 2.1) 10 2– Enfermedades Figura 2.1. Causas de enfermedad. Parásito (del griego irapa: al lado; sites: alimento) es todo organismo que vive a expensas de otro. Se deno- mina hospedante (derivado de hospedar, del latín hospitari: dar alojamiento) a un vegetal que tiene un parásito alojado en su cuerpo. Los parásitos que causan daños en las plantas, reciben la denominación de patógenos (del griego pathos: enfermedad; genesis: inicio). Patógeno que origina y desarrolla una enfermedad UN POCO DE HISTORIA Si bien las enfermedades de las plantas han ocasionado pérdidas desde tiempos remotos, la Fitopatología es una ciencia de desarrollo reciente en comparación con las ciencias médicas. Comenzó con la aceptación del concepto de patogenicidad entre 1750 y 1850. Continuó con la era del descubrimiento de los agentes causales: primero los hongos, luego las bacterias, los virus y finalmente los micoplasmas. Durante este período predominaron los fitopatólogos que enfatizaban el rol de los patógenos, sobre los que daban más importancia a los factores predisponentes para las enfermedades. En los primeros años del siglo XX, el descubrimiento del carácter mendeliano de la herencia de la resistencia en las royas de los cereales estimuló el desarrollo de programas de mejoramiento que permitieron mitigar las pérdidas ocasionadas por esas enfermedades. Otros hechos relevantes han estado relacionados con el control químico de las enfermedades. El azufre, clásico remedio de la medicina humana, fue el primer producto utilizado para luchar contra hongos patógenos de plantas. Ainsworth (1981) Síntoma Síntoma es una manifestación reveladora de una enfermedad, es por ello que cualquier anomalía que se observa en las plantas puede ser considerada como tal. Para detectarlo es necesario conocer la apariencia/fisio- logía normal de esa especie o variedad. Por ejemplo, la podredumbre de un zapallo de la base de una planta de lechuga son síntomas de enfermedad (Figura 2.2). Síntoma modificación en el aspecto o función de un órgano Signo En aquellos casos de enfermedades de las plantas ocasionadas por parásitos, éstos pueden manifestarse a través de la aparición de signos. Por ejemplo: el desarrollo de moho (fúngico) sobre un zapallo en pudrición (Figura 2.2a) o la aparición de exudados (bacterianos) en un corte de tallo de lechuga con podredumbre (Figura 2.2b). Debido a su pequeño tamaño y a su localización dentro de los tejidos vegetales, los virus y los Mollicutes son parásitos que no se evidencian a través de signos. Lógicamente, tampoco se observan signos en enfermedades causadas por agentes no parasitarios. 11 2– Enfermedades Signo evidencia del parásito que causa una enfermedad Clasificación de las enfermedades Las primeras aproximaciones al estudio de las enfermedades de las plantas se orientaron a agruparlas por caracte- rísticas comunes. Así, alrededor de 300 años antes de Cristo, el filósofo griego Teofrasto diferenció las enfermedades de los daños causados por heladas o vientos. En el largo proceso histórico de esta ciencia, las propuestas de clasificación más aceptadas fueron aquellas que en el siglo XVIII y comienzos del XIX diferenciaron las enfermedades de acuerdo al síntoma y la parte del vegetal afectada. Luego se avanzó al clasificar según los efectos de las enfermedades sobre la fisiología del hospedante: crecimiento, reproducción, nutrición, relaciones de agua, respiración. En la Naturaleza, se da un continuo de situacionesque habitualmente son difíciles de ubicar en una cla- sificación. Sin embargo, en ciencia se tiende a sistematizar los datos para facilitar el estudio. Ello lleva a la delimitación de categorías en las que algunos ejemplos ajustan perfectamente y otros pueden quedar en una situación dudosa. Los criterios de clasificación de las enfermedades de las plantas varían de acuerdo al objetivo del estudio y pueden ser en función del hospedante, órgano afectado, naturaleza del agente causal, ocurrencia, metabolismo modificado y síntoma que la caracteriza; Cuadro 2.1, Figura 2.3) y tantos otros criterios como sean útiles. Para completar la información, ver capítulos 3. Síntomas y signos, 4. Enfermedades no parasitarias, 5. Enfermedades parasitarias. Generalidades y 10. Enfermedades parasitarias. Ciclos y epidemias. Figura 2.2. a. podredumbre húmeda de un zapallo: síntoma y signo, b. podredumbre húmeda de lechuga: síntoma y signo. a b Cuadro 2.1. Clasificación de enfermedades según diversos criterios. Hospedante Órgano Naturaleza del agente causal Ocurrencia Proceso fisiológico Síntoma hortalizas subterráneo biótica= parasitaria endémica acumulación de sustancias de reserva necrosis plantas de jardín aéreo abiótica= no parasitaria epidémica uso de sustancias de reserva crecimiento modificado arbolado urbano raíz esporádica absorción de agua y minerales color modificado cereales, etc. hoja, etc. pandémica crecimiento pérdida de turgencia conducción de agua fotosíntesis transporte de foto-asimilados 12 2– Enfermedades Esta última clasificación es la que se toma en cuenta para definir los síntomas de enfermedades que se pre- sentan en el capítulo 3. Síntomas y signos. Figura 2.3. De izquierda a derecha: hoja sana, necrosis, crecimiento modificado, color modificado pérdida de turgencia. Referencias Agrios, G. N. (2005). Plant pathology. New York, USA: Academic Press. Ainsworth, G. C. (1981). Introduction to the history of plant pathology. Cambridge, United Kingdom: Cambridge University Press. Chaube, H. S., y Pundhir, V. S. (2009). Crop diseases and their management. New Dehli, India: PHI Learning. Commonwealth Mycological Institute. (1968). Manual para patólogos vegetales. Santiago, Chile: Lamport Gilbert Printers. Cornell University. (2013). On-line glossary of technical terms in plant pathology. Recuperado de http://www.plantpath.cornell.edu/ glossary/ FAO. (2013). Corporative Document Repository. Glosario de términos fitosanitarios. Recuperado de http://www.fao.org/docrep/W3587E/ w3587e03.htm Jauch, C. (1985). Patología Vegetal. Buenos Aires, Argentina: El Ateneo. Mc New, L. G. (1960). The nature, origin and evolution of parasitism. En Horsfall, J. G. y Dimond, A. E. (Eds.), Plant Pathology. An Advanced Treatise. Vol 2. (pp 19-69). New York, USA: Academic Press. Pinstrup-Andersen, P. (2001). The future world food situation and the role of plant diseases. APS. DOI: 10.1094/PHI-I-2001-0425-01. Schumann, G. L., y DÀrcy, C. J. (2006). Essential plant pathology. Minnesota, USA: APS Press. Washington Sate University. (2013). Basic terminology and definitions in plant pathology. Recuperado de https://s3.wp.wsu.edu/uploads/ sites/2054/2014/04/TermsandDefinitions_001.pdf http://www.fao.org/docrep/W3587E/w3587e03.htm http://www.fao.org/docrep/W3587E/w3587e03.htm https://s3.wp.wsu.edu/uploads/sites/2054/2014/04/TermsandDefinitions_001.pdf https://s3.wp.wsu.edu/uploads/sites/2054/2014/04/TermsandDefinitions_001.pdf 13 3 Síntomas y signos Sintomas Necrosis Muchas enfermedades se caracterizan por la necrosis (Figura 3.1), que es el deterioro estructural o funcio- nal de los tejidos por la muerte de sus células. En estos casos, los síntomas pueden ser: • Podredumbre: pérdida de con- sistencia. Los órganos suculen- tos como bulbos, frutos o al- gunas semillas, bases de tallos o talluelos, raíces o radículas, liberan líquidos celulares en forma más o menos rápida (po- dredumbre húmeda). En otros casos, tanto sobre órganos sucu- lentos como madera, desarrolla en forma lenta una podredumbre seca, es decir que no se detecta liberación de líquidos. • Cancro: depresión (hendidura más o menos alargada) que se forma sobre ramas o tallos, como consecuencia de la degeneración de cor- teza y floema • Antracnosis: lesión sobre órganos aéreos, deprimida, de color pajizo con borde rojo o purpúreo, usualmente causada por hongos de los géneros Colletotrichum o Gloesporium, que se manifiestan a través de la formación de cuerpos reproductivos negros, muy pequeños en el centro de la lesión. En hojas afectadas, esa zona central puede des- prenderse. Figura 3.1. Necrosis: a. podredumbre húmeda en cebolla, b. podredumbre seca de la made- ra de paraíso, c. cancro en rama de arándano, d. antracnosis en lazo de amor, e. tizón en ciprés, f. manchas foliares en hiedra, g. escaldaduras en hojas de arándano a c d e f g b • Mancha: necrosis de color variable (roji- zo, castaño, negro) sobre cualquier órga- no vegetal (hoja, pétalo, tallo, raíz, fruto, semilla). La zona central puede despren- derse. Algunos autores utilizan el térmi- no escaldadura cuando se refieren a man- chas castañas, extensas, que se inician en los márgenes de las hojas y no avanzan como el tizón afectando nervaduras prin- cipales. 14 3– Síntomas y signos • Tizón: secado rápido de hojas, pétalos, ramas o tallos. Las lesiones pueden iniciarse en forma de manchas en hojas o pétalos que se extienden rápidamente hasta confluir. También puede desarrollar a lo largo de una rama/tallo desde el ápice o desde la base. En un tiempo más o menos breve el síntoma cubre láminas, nerva- duras, ramas y tallos pudiendo abarcar toda una planta. • Ausencia de órganos vegetales: Se forman estructuras de patógenos en el lugar de tejidos de las plantas. Como ejemplo, ver carbón en el capítulo 6. Enfermedades parasitarias. Hongos. En las enfermedades parasitarias, las necrosis se deben a la actividad de enzimas o toxinas segregadas por patógenos en su interacción con las plantas. Algunas necrosis también pueden tener una naturaleza no parasitaria. Por ejemplo factores ambientales como el granizo o malas prácticas de cultivo (tutorados incorrectos) pueden causar cancros, sustancias químicas inapropiadas (deriva de agroquímicos, principios activos o dosis incorrectos), excesos de calor o frío, pueden ocasionar manchas, escaldaduras o tizones.En algunas enfermedades (conocidas como carbón o como cornezuelo), aparecen estructuras de hongos reemplazando granos. Figura 3.2. Crecimiento y desarrollo modificados. a. enanismo en maíz, b. agalla de corona en arándano, c. torsión en hojas de gerbera, d. proliferación de brotes en malvón, e. edema foliar en gomero, f. sarna en papa, g. fasciación de pedúnculos y flores de violeta de los Alpes d c b a Crecimiento modificado Otras enfermedades se caracterizan por causar una alteración en el crecimiento y desarrollo de las plantas (Figura 3.2), que origina formas que se alejan de la normalidad. Ejemplos: • Enanismo: dimensión de la planta y sus órganos menor a la normal • Agalla: formación tumoral, globulosa, en ramas, tallos, raíces, excep- cionalmente en pétalos • Torsión y ampollado: pérdida de la forma plana de hojas por torcedu- ra o aparición de abultamientos • Proliferación de órganos. manojos de ramas, también llamado escoba de brujas, brotes supernumerarios o generación de raíces adventicias • Edema (sinónimo intumescencia): formación de pequeñas zonas hú- medas en las hojas, que se vuelven corchosas debido al aumento de tamaño de células epidérmicas por acumulación de agua • Sarna: numerosas zonas elevadas, rugosas, con márgenes irregulares, en la superficie de órganos tales como frutos, tubérculos • Fasciación: pérdida de la forma cilíndrica de tallos o raíces por trans- formación a órganos aplanados • Filodia: pétalos, estambres, carpelos o brácteas toman consistencia, grosor y coloración verde de las hojasordinarias, aunque difieran de ellas por la forma y el tamaño. e f g 15 3– Síntomas y signos • Menor producción: las enfermedades pueden ocasionar pérdidas en el rendimiento, tanto en cantidad como en calidad. Esto sucede muy especialmente cuando ocurre hambre en las plantas. El crecimiento se modifica debido a una menor división celular (enanismo) o a un aumento en el tamaño o número de células con respecto a un tejido sano (agalla, torsión, ampollado). También puede ocurrir que el meristema apical, que normalmente se concentra alrededor de un punto para generar tejidos cilíndricos, se disponga longitudinalmente, perpendicular a la dirección de crecimiento (fasciación) u ocurra una formación anormal de brotes (escoba de brujas) o raíces (adventicias) o filodia. Estas situa- ciones están asociadas a la variación de niveles hormonales por acción de patógenos que pueden alterar su síntesis o secretarlos. En otros casos, puede deberse al efecto de sustancias químicas inapropiadas (deriva o dosis incorrectas de plaguicidas de tipo hormonal) o excesos de suministro hídrico (edemas). También puede ocurrir aborto de óvulos y pérdida de viabilidad del polen. Algunos patógenos provocan aumento de la respiración y disminución de la fotosíntesis; y se transforman en destino de los hidratos de carbono producidos por las plantas, afectando así los rendimientos (cantidad y calidad de granos, tamaño de flores, peso de tubérculos). Es un hambreado de las plantas. Los síntomas son, por ejemplo, granos chuzos, con menor contenido de proteínas, aceites, almidón. Color modificado En algunas enfermedades se observan cambios en el color de los órganos de las plantas (Figura 3.3), como por ejemplo: • Clorosis: (del griego chlōrós: verde amarillento) color amarillento que toman las partes verdes • Mosaico: las hojas enfermas muestran porciones alternativamente claras y oscuras, de contornos indefi- nidos. El color de las partes claras varía del verde al amarillo. También puede aparecer en pétalos y frutos, donde se evidencian zonas con pérdida de color. • Pigmentación: aparición de tonalidades rojizas, azuladas, etc. • Virescencia: cualquier órgano vegetal que no es habitualmente verde, se torna de ese color. Figura 3.3. Color modificado. a. clorosis en hojas de malvón, b. mosaico en rosal, c. pigmentación roja en hojas de duraznero, d. virescencia en pétalos de orquídea a b c d 16 3– Síntomas y signos Estos síntomas pueden estar asociados a la pérdida o alteración de cloroplastos (clorosis, mosaico) o a la formación de pigmentos (enrojecimiento de hojas, teñidura de maderas). En muchos casos, son originados por patógenos, pero también existen causas no parasitarias. Pérdida de turgencia Ciertas enfermedades se caracterizan por la dificultad en el movimiento de agua y nutrientes (Figura 3.4). Ejemplos: • Marchitamiento vascular y marchitez: pérdida de turgencia en los órganos aéreos por falta de agua en sus tejidos En el caso de los marchitamientos vasculares, los patógenos desarrollan dentro de los vasos del xilema causando taponamiento y disfunción (trombosis) debido al desarrollo microbiano, productos de su metabolismo y respuestas de defensa de la planta. En el caso de la marchitez, la deficiencia de agua en los tejidos aéreos puede deberse a la dificultad de absorción (podredumbre de raíces) y de movimiento de agua (podredumbre y agallas en cuello y raíces) como causas parasitarias. Como causas no parasitarias, se puede enumerar: déficit de agua en el suelo/sustrato (riego o lluvia insuficientes), alta conductividad eléctrica (salinidad) del suelo/sustrato/agua y excesos de agua que provocan muerte de raíces por ausencia de oxígeno. Figura 3.4. Transporte de agua disminuido. a. marchitamiento vascular en pimiento, b. marchitez por déficit hídrico en aralia. Signos Los signos aparecen asociados con los síntomas de enfermedad, en general después de ellos (con excepcio- nes, como en las enfermedades conocidas como oídios y fumaginas). Se pueden observar a simple vista o con ayuda de una lupa de mano y corresponden a hongos, bacterias, plantas o algas, por ejemplo: • Signos de enfermedades de origen fúngico • Estructuras vegetativas • Micelio • Rizomorfa • Esclerocio • Estructuras reproductivas • Mildiu • Esporodoquio • Acérvulo • Picnidio • Apotecio a b 17 3– Síntomas y signos • Peritecio • Chasmotecio • Cleistotecio • Basidiocarpo • Picnio • Ecidio • Soro • Estructuras vegetativas + reproductivas • Moho • Signo de enfermedades de origen bacteriano • Exudado= zooglea • Signo de enfermedades de origen vegetal • Planta Las descripciones e ilustraciones de los signos se presentan en los capítulos 6. Enfermedades parasitarias. Hongos, 7. Enfermedades parasitarias. Bacterias y 9. Enfermedades parasitarias. Plantas. Referencias Agrios, G. N. (2005). Plant pathology. New York, USA: Academic Press. Ainsworth, G. C. (1981). Introduction to the history of plant pathology. Cambridge, United Kingdom: Cambridge University Press. Chaube, H. S. y Pundhir, V. S. (2009). Crop diseases and their management. New Dehli, India: PHI Learning. Commonwealth Mycological Institute. (1968). Manual para patólogos vegetales. Santiago, Chile: Lamport Gilbert Printers. Cornell University. (2013). On-line glossary of technical terms in plant pathology. Recuperado de http://www.plantpath.cornell.edu/ glossary/ FAO. (2013). Corporative Document Repository. Glosario de términos fitosanitarios. Recuperado de http://www.fao.org/docrep/W3587E/ w3587e03.htm Font Quer, P. (2009). Diccionario de Botánica. Barcelona, España: Ediciones Península. Jauch, C. (1985). Patología Vegetal. Buenos Aires, Argentina: El Ateneo. Petrini, O. y Ouellette, G. B. (Eds.) (1994). Host wall alterations by parasitic fungi. Minnesota, USA: APS Press. Rivera, M. C. y Wright, E. 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A continua- ción encontrarás una lista de términos de Fitopatología traducidos a inglés, que pueden ayudarte en tu búsqueda. Actividades sugeridas para los capítulos 2. Enfermedades 3. Síntomasy signos H HIFA: HYPHA (PL: HYPHAE) HONGO: FUNGUS (PL: FUNGÍ) M MALEZA: WEED MANCHA: SPOT MARCHITEZ: WILT MICELIO: MYCELIUM (PL: MYCELIA) MILDIU: DOWNY MILDEW MOHO: MOLD MOLLICUTE: MOLLICUTE MOSAICO: MOSAIC O OÍDIO: POWDERY MILDEW ÓRGANO VEGETAL: PLANT ORGAN P PATÓGENO: PATHOGEN PLAGA: PEST PODREDUMBRE: ROT PÚSTULA: PUSTULE R ROYA: RUST S SARNA: SCAB SIGNO: SIGN SÍNTOMA: SYMPTOM T TEJIDO: TISSUE 19 4 Enfermedades no parasitarias El ambiente tiene un componente biótico (micro y macro organismos, plagas y benéficos) y un componente abiótico (parámetros climáticos, entre otros). Éste, además de condicionar la manifestación de enfermedades parasitarias, puede constituir por sí mismo la causa de patologías. Entre las características de este tipo de enfer- medades, se debe mencionar que carecen de signo y no son transmisibles. Conocer los requerimientos ambientales del cultivo y la poscosecha de los vegetales es fundamental para evitar problemas de naturaleza no parasitaria. Las enfermedades no parasitarias son también denominadas fisiológicas o fisiogénicas. Este tipo de patosistema puede ser esquematizado de un modo muy simple, ya que presenta sólo dos componentes (Figura 4.1): Figura 4.1. Componentes de una enfermedad no parasitaria. Las plantas pueden reaccionar a la acción de varios factores produciendo gomas, resinas o tejidos de cicatri- zación. Los factores que ocasionan las enfermedades no parasitarias pueden ser de distinto origen: • Mecánico • Golpe: herida contusa frecuente en órganos carnosos como bulbos, cormos, rizomas manipulados sin cuidado. • Amputación, laceración: eliminación o desgarro de órganos por ejemplo debido al uso descuidado de máquinas para corte de bordes de césped. • Estrangulación: común en plantas tutoradas a las que no se retira la fijación a tiempo. • Físico • Alta temperatura: puede generar manchas marginales en hojas y flores, pérdida de turgencia de distintos órganos aéreos, quemadura de frutos. • Baja temperatura: puede causar enrojecimiento foliar y colapso celular. • Déficit de agua: ocasiona disminución del crecimiento de las plantas, abarquillamiento, amarillez y pér- dida de hojas, caída de frutos, marchitez. • Exceso de agua: puede causar muerte de raíces por falta de oxígeno y consiguiente marchitez. Luego de un período de sequía durante el desarrollo de frutos, puede ocasionar rajaduras. Algunas especies no tolerantes (eucaliptus, malvones, hiedras) presentan zonas de acumulación de agua en las hojas que se transforman en protuberancias corchosas. • Déficit de luz: puede determinar la elongación excesiva de los tallos y amarillez. • Granizo: produce ruptura de ramas, defoliación y cancros. • Nutricional • Déficit de nitrógeno: causa menor crecimiento y amarillez, especialmente en las hojas inferiores. Puede observarse una defoliación prematura. • Exceso de nitrógeno: estimula el crecimiento. El follaje es más tierno y más susceptible a temperaturas bajas. planta ambiente 20 4– Enfermedades no parasitarias • Déficit de potasio: ocasiona menor crecimiento. Las nervaduras pueden tomar color azulado o purpúreo, las hojas se necrosan y los entrenudos se acortan. • Exceso de potasio: puede causar antagonismo con elementos menores como hierro, cobre y zinc. • Déficit de hierro: causa clorosis entre las nervaduras en hojas jóvenes. • Exceso de calcio: puede disminuir la disponibilidad de fósforo, potasio, boro, hierro. • Químico • Escapes de gas: pueden ocasionar muerte de ejemplares, por ejemplo por ruptura de caños en la vía pú- blica. • Aplicación incorrecta de agroquímicos: cualquier producto aplicado sobre una especie susceptible, en un estado fenológico inadecuado, en dosis excesivas o combinaciones incompatibles puede resultar fitotóxico. • Contaminantes atmosféricos: en zonas industriales y de alto tránsito vehicular, la emisión de sustancias contaminantes causa clorosis, necrosis, disminución o alteración del crecimiento. • Salinidad: la alta concentración de sales en los sustratos o en el agua de riego puede ocasionar desde reducción del crecimiento hasta la muerte de las plantas. Se entiende por fitotoxicidad a toda alteración fisiológica del vegetal como respuesta a la aplicación inade- cuada de un fertilizante o plaguicida, o la contaminación del aire, agua o suelo. Algunos autores establecen una diferencia entre enfermedad y daño fisiogénico. La enfermedad es un pro- ceso de fisiología anormal que implica un tiempo de desarrollo hasta la aparición de los síntomas (factores como deficiencias nutrimentales, falta de luz o frío invernal). Por el contrario, se considera daño cuando los efectos son rápidos, debidos a factores de aparición súbita que no someten a las plantas a procesos prolongados (factores como plaguicidas mal aplicados, fuego, viento o granizo). La Figura 4.2 muestra algunos síntomas ocasionados por factores no parasitarios. Figura 4.2. Daños por factores mecánicos. a. cancros basales en ombú por tránsito peatonal. Factores físicos. b. rajaduras en tomate por alternancias de disponibilidad hídrica, c. daños por helada en hojas de agapanto, d. daños por granizo en tallos de arándano. Factores nutricionales. e. podredumbre apical en tomates por déficit de calcio. Factores químicos. f. tizón en begonia por deriva de herbicidas a b c d e f 21 4– Enfermedades no parasitarias Referencias Datnoff, L. E., Elmer, W. H. y Huber, D. M. (2012). Mineral nutrition and plant disease. Minnesota, USA: APS Press. Jauch, C. (1985). Patología Vegetal. Buenos Aires, Argentina: El Ateneo. Kennelly, M., O’Mara, J., Rivard, C., Miller, G. L. y Smith, D. (2012). Introduction to abiotic disorders in plants. The Plant Health Ins- tructor. DOI: 10.1094/PHI-I-2012-10-29-0 Lauría, H. H. (1982). Efectos de la contaminación atmosférica en los cultivos. Gaceta Agronómica, 2(8), 539-550. Lauría, H. H. (1983). Efectos sobre la vegetación de gases y de partículas contaminantes en la atmósfera. Gaceta Agronómica, 3(13), 309-322. Sarasola, A. y de Sarasola, M. A. R. (1975). Fitopatología. Curso moderno. Fisiogénicas - Prácticas en Fitopatología. Tomo IV. Buenos Aires, Argentina: Hemisferio Sur. Sarasola, A. y de Sarasola, M. A. R. (1975). Enfermedades y daños fisiogénicos En: Fernández Valiela, M.V. (Ed.), Introducción a la Fito- patología. Volumen II: Bacterias, fisiogénicas, fungicidas, nematodos (pp. 371-573). Buenos Aires, Argentina: Colección Científica del INTA. • Observa las plantas de tu entorno, tratando de detectar enfermedades de na- turaleza no parasitaria. • ¿Opinas que es fácil determinar su causa puntual? • ¿Observaste casos de enfermedades no parasitarias que pueden haber gene- rado puertas de entrada para patógenos? Investiga sobre el tema. • Las frutas pueden sufrir alteraciones debido a condiciones no deseadas du- rante su almacenaje. Averigua cuáles son las más frecuentes en manzanas y peras. Actividades sugeridas 22 5 Enfermedades parasitarias. Generalidades Las enfermedades parasitarias son ocasionadas por hongos, bacterias, virus o plantas que pueden vivir a expensas de las plantas y, como consecuencia, ocasionarles alteraciones en la morfología o metabolismo. Entre sus características se debe mencionar que presentan signo (con excepciones, según el agente causal) y que son transmisibles. Un parásito se transforma en patógeno cuando genera una enfermedad en la planta a expensas de la cual vive. Existen excepciones en las cuales un microorganismo no parásito de las plantas genera enferme- dad, como los hongos de la fumagina. Los patógenos pueden presentar diferencias de requerimiento nutricional con relación al hospedante (ver capítulo 10. Enfermedades parasitarias: ciclos y epidemias) y el medio de cultivo sintético sobre el que se estu- dian (ver capítulo 11. Cómo se diagnostica una enfermedad). La planta infectada se denomina hospedante, ya que aloja al parásito en sus tejidos. La manifestación decualquier enfermedad parasitaria depende de la relación entre varios factores que constituyen el denominado triángulo de la enfermedad, sistema enfermo o patosistema (Figura 5.1). La aparición y grado de ataque de este tipo de enfermedad están condicionados por la susceptibilidad del hospedante, la virulencia del patógeno y la conductividad del ambiente. Otra forma de presentar el triángulo de la enfermedad es mediante una serie de conjuntos, que permiten visualizar la interacción entre los factores (Figura 5.2). Figura 5.1. Componentes del triángulo de una enfermedad parasitaria Figura 5.2. Interacción de los tres facto- res determinantes de una enfermedad parasitaria. E= enfermedad. patógeno ambientehospedante 23 5– Enfermedades parasitarias. Generalidades Dado que las enfermedades son procesos dinámicos, el patosistema es afectado por el paso del tiempo. El hombre (el productor, el asesor técnico, el personal) es un componente importante, al intervenir en el sistema de manera decisiva. El conocimiento de las fuerzas que rigen las interacciones entre los componentes del pa- tosistema es fundamental para encarar un manejo más eficiente de las enfermedades, y en definitiva evitar o disminuir las pérdidas que ocasionan. Las enfermedades de las plantas se conocen por nombres comunes que pueden estar relacionados con sus síntomas o signos, el lugar en el que se descubrieron, etc. Estos nombres vulgares pueden variar geográficamen- te, de la misma manera que ocurre con los nombres vulgares de los hospedantes. Por el contrario, los nombres científicos del hospedante y del patógeno son universales. A modo de ejemplo, se cita: Hospedante: tomate, tomato (Solanum lycopersicum L.) Patógeno: Erysiphe polygoni DC. Enfermedad: oídio del tomate, blanco del tomate, cenicilla del tomate, tomato powdery mildew Clasificación de los seres vivos En el siglo XVIII, Carl Linnaeus estableció una clasificación equilibrada, en la cual todas las especies estaban ubicadas en cinco niveles incluyentes reino, clase, orden, género y especie. A lo largo del tiempo, las propuestas fluctuaron de un sistema de dos reinos (Animal-Planta) a un sistema de múltiples reinos. Las categorías principales son: dominio o imperio (= superreino), reino, filo (= división), clase, orden, familia, género, especie. Esta última es la categoría por debajo de género y por encima de subespe- cie, que representa la unidad básica en la clasificación biológica. Sistema de tres dominios: Como taxón por encima de reino, se propusieron los dominios Archaea, Bacte- ria y Eucarya. El dominio Archaea con el reino Arqueobacteria, el dominio Bacteria con el reino Monera y el dominio Eucarya con los reinos Protoctista, Fungi, Plantae y Animalia. Sistema de dos imperios: Posteriormente se propuso, por encima de reino, la creación de un taxón alter- nativo a dominio que se denominó imperio quedando definidos los imperios Procaryota y Eucaryota. En el sistema de 7 reinos, el imperio Procaryota incluye los reinos Archaea y Bacteria (= Eubacteria) y el imperio Eucaryota comprende los reinos Protozoa, Chromista, Fungi, Plantae y Animalia. Referencias Cavalier-Smith, T. (1981). Eukaryote kingdoms: seven or nine? Biosystems, 14, 461-481. Cavalier-Smith, T. (1998). A revised six-kingdom system of life. Biological Review, 73, 203-266. Nieto Nafria, J. M. (1999). Sobre sistemática, taxonomía y otros términos relacionados. Boletin SEA, 26, 41-44. Nieto Nafria, J. M., Becares, E., Gil, J. A., Llamas, F., Saenz de Miera, L. E. y Terron, A. (2015). Comentando A higher level classification of all living organisms. Ambiociencias, 13, 102-123. Margulis, L. (1974). Five-kingdom classification and the origin and evolution of cells. Evolutionary Biology 45-78. DOI: https://doi. org/10.1007/978-1-4615-6944-2_2 Raisman, J. y Gonzalez, A. M. (2013). Hipertextos del área de la Biología. Reinos de la vida. Universidad Nacional del Nordeste. Facultad de Ciencias Agrarias. Recuperado de http://www.biologia.edu.ar Roskov, Y., Ower, G., Orrell ,T., Nicolson, D., Bailly, N., Kirk P.M., … y Penev, L. (2020). Species 2000 & ITIS Catalogue of Life, 2020-04- 16 Beta. Recuperado de www.catalogueoflife.org. Ruggiero, M. A, Gordon, D. P., Orrell, T. M., Bailly, N., Bourgoin, T., Brusca, R.C. y Kirk, P. M. (2015). A higher level classification of all living organisms. PLoS ONE, 10(6), e0130114. DOI: 10.1371/journal.pone.0130114 Whittaker, E. H. (1969). New concepts of the kingdoms of organisms. Science, 163, 150-160. Yaeger, R. G. (1996). Protozoa: structure, classification, growth, and development. En: Baron, S. (Ed.). Medical Microbiology. (chapter 77). 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En relación con su producción, se con- sidera que comenzó en Francia alrededor de 1650, si bien algunas especies han sido cultivadas desde el siglo I en China. El género Cyttaria está distribuido en el sur de la Argentina y Chile, en Australia y Nueva Zelanda. Produce tumores gregarios sobre las ramas y troncos de especies de Nothofagus (ñire, coihue, roble pellín, lenga). Sus cuerpos fructíferos se conocen como llao llao o pan de indio. Los pueblos originarios tradicionalmente los consumen frescos o para elaborar una bebida alcohólica por fermentación. En 1834, Charles Darwin descubrió este hongo en Tierra del Fuego. El vocablo huitlacoche deriva de la voz nahuatl (azteca) cuitlacochin, que significa degeneración de la mazor- ca. Se lo utiliza para nombrar a la enfermedad conocida en español como carbón o bolsa del maíz, ocasionada por Ustilago maydis. Este hongo infecta las espigas, panojas y hojas del maíz y genera estructuras grandes, llenas de esporas de color oscuro. Sus numerosos compuestos otorgan al huitlacoche características organolépticas especiales. Es usado como alimento por las culturas mexicanas precolombinas y actualmente está valorado en la cocina internacional. Presenta un sabor único y se lo considera un alimento funcional por sus características nutritivas y potencialmente nutracéuticas. Los hongos llamaron la atención de los naturalistas mucho antes de la invención del microscopio o aún de las lentes más simples. Su estudio sistemático se inició con la invención del microscopio en el siglo XVII. El botánico italiano Pietro Antonio Micheli, autor de la obra Nova Plantarum Genera publicada en 1729, es con- siderado el fundador de la Micología. ALGO MÁS DE HISTORIA Cuando se estudia la influencia de los hombres en el desarrollo de la Fitopatología, el nombre Anton de Bary (1831-1888) aparece vinculado con los descubrimientos más importantes sobre los hongos parásitos de las plantas en el siglo XIX. Para poder apreciar la trascendencia de su labor es necesario remontarse a los conocimientos que se tenían en la época. • nació en plena era evolucionista, cuando Darwin cuestionaba la inmutabilidad de las especies y Pasteur derrumbaba la teoria de la generación espontánea. • predominaba el concepto autogenista en la patología vegetal –los hongos eran el efecto, no la causa de la enfermedad- del profesorFranz Unger de la Universidad de Viena. • los hermanos Tulasne describieron los estados reproductivos de varios grupos de hongos, caracterizando su polimorfismo. A los 22 años, publica una investigación donde verifica la existencia de micelio de hongos productores de roya en las hojas y estudia su desarrollo hasta la formación de estructuras reproductivas. Su conclusión más importante es que el hongo de la roya es un organismo independiente que no resulta de los tejidos enfermos de la planta, sino que es su causa. Sus trabajos culminan con estudios sobre Phytophthora infestans, patógeno que aparece en Europa causando una epitifia en 1845, que produce la hambruna llamada “Irish famine” al diezmar los cultivos de papa en el Reino Unido. Marchionatto (1941) 25 6– Enfermedades parasitarias. Hongos Características generales El término hongo proviene del latín fungus y éste del griego sphongos “esponja”. Es un grupo heterogéneo, cuyos integrantes carecen de clorofila y se nutren por absorción. Para separarlos de las plantas, Robert Harding Whittaker propuso en 1969 la creación del quinto reino que denominó Fungi. Ese sistema de 5 reinos estaba com- puesto por: Monera (bacterias y algas verde azuladas), Protista (protozoos y crisófitas), Plantae (algas verdes, par- das y rojas; briófitas y traqueófitas), Fungi (hongos y mohos mucilaginosos) y Animalia (animales multicelulares). HONGO Si bien actualmente pertenecen a tres reinos distintos, existe consenso sobre la utilización del término HONGO para hacer referencia coloquial a cualquiera de ellos. En efecto, poseen patrones de comportamiento similares y así son tratados en este capítulo, aunque se detallen diferencias puntuales. Todos son estudiados por los micólogos. Para evitar confusiones, cuando se los menciona con este sentido, se escribe la palabra HONGO en mayúsculas. A diferencia de otros grupos de patógenos, los HONGOS presentan una gran diversidad de estructuras para cum- plir sus funciones vitales. Las hifas son filamentos que constituyen el talo de la mayoría de las especies. En conjunto, las hifas forman micelio. En el Cuadro 6.1 se muestra un resumen de la función de las hifas y las estructuras vegetativas en las que pueden transformarse. Las funciones de dichas estructuras en los ciclos vitales están explicadas en el capítulo 10. Enfermedades parasitarias. Ciclos y epidemias. A continuación se presentan definiciones y esquemas. Cuadro 6.1. Estructuras vegetativas y sus funciones en los ciclos de vida. Estructura vegetativa Función hifa colonización, absorción apresorio penetración haustorio absorción esclerocio resistencia clamidospora resistencia rizomorfa colonización, resistencia Apresorio (del latín apprimere “presionar”): ór- gano aplanado que genera presión sobre la superfi- cie vegetal, desde el cual emerge un fino estilete que penetra en las células epidérmicas del hospedante (Figura 6.1) Haustorio (del latín haustor “bebedor”): órgano de absorción que se forma en una célula del hospe- dante (Figura 6.1), asociado con la nutrición de patógenos biótrofos (ver capítulo 10. Enfermedades parasitarias. Ciclos y epidemias) Figura 6.1. Estructuras que les permiten a los hongos la penetración mecánica y la absorción. A= célula vegetal, B= espora, C= tubo germinativo, D= apresorio, E= estilete, F= haustorio 26 6– Enfermedades parasitarias. Hongos Rizomorfa (del griego rhiza “raíz”+ mor- phe “forma”): hebra gruesa constituida por hifas que han perdido su individualidad orga- nizándose como una unidad con función de resistencia Esclerocio (del griego skleron “duro”): cuerpo oscuro, duro, resistente a condicio- nes desfavorables, que puede permanecer en dormición por períodos largos de tiempo y germinar cuando las condiciones favorables se restablecen. Se forma por agrupamiento y compactación de hifas (Figura 6.2) Figura 6.2. A= hifa, B= esclerocio. Clamidospora (del griego chlamys “man- to”+ sporá” semilla”): estructura redondeada, de paredes gruesas, de resistencia, en la cual puede transformarse una célula de una espora o de una hifa (Figura 6.3) Figura 6.3. Clamidosporas (B) formadas en una hifa (A). La reproducción genera esporas. Sus características, junto con la presencia o no de septos en las hifas, po- seen valor sistemático. Espora (del griego sporá “semilla”): unidad diminuta, que se asemeja a una semilla por su función propaga- tiva y difiere de ella en que no contiene embrión Reproducción sexual: se generan individuos recombinantes, a través de plasmogamia (unión de citoplas- mas), cariogamia (unión de núcleos) y meiosis (reducción del número de cromosomas a la mitad). Las esporas generadas tienen función de resistencia. Para que ocurra la plasmogamia, se pueden presentar distintas situa- ciones (Figura 6.4): • dos gametas se unen (Chytridiomycota) • dos órganos con funciones sexuales (gametangios) se contactan (Oomycota, Ascomycota) • dos gametangios se fusionan (Zygomycota) • un espermacio (estructura semejante a una espora, no móvil, masculina) vacía su contenido en una estructura receptiva (Basidiomycota) • dos estructuras vegetativas cumplen fun- ciones reproductivas y se funden (Basi- diomycota) Figura 6.4. Mecanismos de reproducción sexual A= hospedante, B= unión de gametas, C= contacto de gametangios, D= fusión de gametangios, E= espermatización, F,G= somatogamia. 27 6– Enfermedades parasitarias. Hongos Reproducción asexual: las esporas generadas tienen como función reiniciar ciclos de infección en la tempo- rada de cultivo, con individuos iguales a la célula madre. Para ello, puede suceder lo siguiente (Figuras 6.5 y 6.6): • el citoplasma multinucleado se divide (Chytridiomycota, Oomycota, Zygomycota) • el núcleo se divide por mitosis (Deuteromycetes, Ascomycota, Basidiomycota) Figura 6.5. Mecanismo de reproducción asexual por división de citoplasma. A= hospedante, B= hifa no tabicada, C= esporangióforo, D= esporangio, E= esporas. Figura 6.6. Mecanismo de reproducción asexual por division mitótica, A= hospedante, B= hifa tabicada, C= conidióforo, D= célula esporógena, E= esporas. A continuación se presentan las características de cada grupo taxonómico de los HONGOS. En cuanto a la clasificación, de forma similar a otros organismos, reciben una denominación binaria. La sistemática es muy dinámica, en especial luego de los avances en técnicas moleculares. A modo ilustrativo, se presentan clasifica- ciones que permiten comprender el agrupamiento de especies. Protozoa Características Los protozoos o protozoarios son organismos unicelulares que no presentan pared celular y se alimentan por fagocitosis. Incluyen a los paramecios y amebas. Se reproducen asexualmente en forma binaria y también de forma sexual. Presentan un estado de cisto (vesiculoso, de reposo) protegido por una membrana engrosada. No forman micelio; los plasmodios son una masa ameboidal de protoplasma con numerosos núcleos. Clasificación Los protozoos pertenecen al imperio Eucaryota, reino Protozoa. El Cuadro 6.2 presenta un resumen de la clasificación e incluye géneros frecuentemente asociados con enfermedades de las plantas. Cuadro 6.2. Taxonomía de protozoos y ejemplos de géneros con comportamiento fitopatógeno. División Clase Orden Género Plasmodiophoromycota Plasmodiophoromycetes Plasmododiophorales Plasmodiophora Polymyxa Spongospora Los Protozoa son parásitos obligados (ver capítulo 10. Enfermedades Parasitarias. Ciclos y Epidemias). Se citan algunos ejemplos de síntomas y daños: Crecimiento modificado Plasmodiophora brassicae: agallas 28 6– Enfermedades parasitarias. Hongos Spongospora subterranea: sarna Polymyxa graminis: transmisión de virus Oomycota Características Hasta alrededor de 1990 estuvieron incluidos dentro del reino Fungi. Su talo es filamentoso. Las hifas son no septadas y las paredes celulares están compuestas por glucanos y celulosa. Clasificación Los Ooomycota pertenecen al imperio Eucaryota,reino Chromista (= Stramenopila) que incluye organis- mos con células cuyos flagelos presentan pequeños pelos adosados, como las algas diatomeas. En el Cuadro 6.3 se presenta un resumen de la clasificación de Oomycota, e incluye géneros frecuentemen- te asociados con enfermedades de las plantas. Cuadro 6.3. Taxonomía de Oomycota y ejemplos de géneros con comportamiento fitopatógeno. División Clase Orden Familia Género Oomycota Peronosporomycetes Peronosporales Peronosporaceae Plasmopara Peronospora Bremia Pseudoperonospora Peronosclerospora Sclerospora Albuginaceae Albugo Pythiales Pythiaceae Pythium Globisporangium Phytophthora Los Oomycota pueden ocasionar dos tipos de síntomas. A continuación, ejemplos: Peronosporaceae Crecimiento modificado (hambre): mildius Albuginaceae Crecimiento modificado (hambre): royas blancas Pythiaceae Necrosis: podredumbres húmedas, tizones, cancros Estructuras reproductivas Oospora (del griego oon “huevo” + sporá “semilla”): espora de pared gruesa, de origen sexual, que desarrolla a partir de la fertiliza- ción o partenogénesis de una oosfera (gameta femenina redonda, desnuda) (Figura 6.7) Figura 6.7. Formación de una oospora. A= hospe- dante, B= hifa no tabicada, C= oosfera, D= oosfera fecundada, E= oospora. 29 6– Enfermedades parasitarias. Hongos Zoospora= Zoosporangiospora (del griego zoon “animal” + sporá “semilla”): espora móvil, originada por reproducción asexual dentro de un zoosporangio (Figura 6.8) Figura 6.8. Formación de una zoospora . A= hospedante, B= hifa no tabicada, C= zoosporangióforo, D= zoosporangio, E= zoospora. Hongos Características Son los hongos verdaderos. En general son pluricelulares, con paredes de quitina y glucanos. Las esporas germinan para dar lugar al cuerpo vegetativo o talo, que generalmente es filamentoso. Las hifas pueden o no tener septos. Clasificación Los hongos pertenecen al imperio Eucaryota, reino Fungi. Con respecto a taxones menores, el término forma especial (f.sp.) indica especificidad por un hospedante (patogenicidad distintiva). Por ejemplo Fusarium oxysporum ocasiona marchitez en numerosas especies vegetales. Si bien las características generales no difieren entre cepas de esta especie, algunas de ellas pueden afectar sólo determinados hospedantes, ocasionando un marchitamiento vascular. Éstas se agrupan en lo que se conoce como forma specialis (forma especial). Así, F. oxysporum f. sp. lycopersici afecta particularmente Solanum lycopersicum (tomate). El Cuadro 6.4 presenta hongos de importancia en Fitopatología ubicados taxonómicamente. Los hongos son capaces de ocasionar una gran variedad de síntomas. A continuación, ejemplos: Chitridiomycota Necrosis: podredumbres. Otros daños: transmisión de virus (Olpidium= Olpidiopsis) Zygomycota Necrosis: podredumbre húmeda en poscosecha (Rhizopus, Mucor) Ascomycota Necrosis: podredumbres (Sclerotinia, Gaeumannomyces), cancro (Diaporthe), antracnosis (Glomerella), manchas (Phoma, Septoria), tizón (Septoria), ausencia de órganos (Claviceps) Crecimiento modificado: agalla (Cyttaria), torsión y ampollado (Taphrina), sarna (Venturia), menor producción (oídios Blumeria, Erysiphe, Uncinula) Color modificado: clorosis (Capnodium), pigmentación (Taphrina, Glomerella) Pérdida de turgencia: marchitamiento vascular (Giberella) y marchitez (Gaeumannomyces) 30 6– Enfermedades parasitarias. Hongos Basidiomycota Necrosis: podredumbre seca de la madera (Ganoderma Polyporus, Fomes), ausencia de órganos vegetales (carbón Sphaceloteca, Tilletia, Ustilago) Crecimiento modificado: menor producción (royas Melampsora, Phakopsora, Phragmidium, Puccinia, Uromyces) Cuadro 6.4. Taxonomía de hongos y ejemplos de géneros con comportamiento fitopatógeno. División Clase Orden Familia Género Chytridiomycota Chytridiomycetes Olpidiales Olpidiaceae Olpidium Zygomycota Zygomycetes Mucorales Rhizopus Mucor Ascomycota Taphrinomycetes Taphrinales Taphrinaceae Taphrina Helotiomycetes Helotiales Sclerotiniaceae Sclerotinia Leotiomycetes Cyttariales Cyttariaceae Cyttaria Erysiphales Erysiphaceae Blumeria Erysiphe Uncinula Sordariomycetes Diaporthales Diaporthaceae Diaporthe Hypocreales Nectriaceae Nectria Gibberella Clavicipitaceae Claviceps Glomerellales Glomerallaceae Glomerella Magnaportales Magnaporthaceae Gaeumannomyces Dothideomycetes Capnodiales Capnodiacee Capnodium Metacapnodiaceae Venturia Pleosporales Pleosporaceae Pyrenophora Basidiomycota Pucciniomycetes Puccinales Phakopsoraceae Phakopsora Phragmidiaceae Phragmidium Pucciniaceae Puccinia Uromyces Melampsoraceae Melampsora Microbotryomycetes Microbotriales Microbotriaceae Sphacelotheca Exobasidiomycetes Tilletiales Tilletiaceae Tilletia Ustilaginomycetes Ustilaginales Ustilaginaceae Ustilago Agaricomycetes Agaricales Physalacriaceae Armillaria Cantharellales Ceratobasiidiaceae Thanatephorus Ceratobasidium Polyporales Polyporaceae Polyporus Ganoderma Fomes Estructuras reproductivas El Cuadro 6.5 resume los tipos de esporas y cuerpos fructíferos que caracterizan a cada división. A conti- nuación, se definen y esquematizan las estructuras (Figuras 6.9 a 6.16). 31 6– Enfermedades parasitarias. Hongos Cuadro 6.5. Tipos de esporas y fructificaciones de los hongos. Chitridiomycota Zygomycota Ascomycota Basidiomycota zoosporas zigosporas ascosporas basidiosporas ascosporas en apotecio picniosporas en picnio ascosporas en peritecio ecidiosporas en ecidio ascosporas en cleistotecio o chasmotecio urediniosporas en urediniosoro ascosporas en pseudotecio teliosporas en teliosoro Zigospora (del griego zygos “yunque”+ sporá” semilla”): espora de reposo, de origen sexual que resulta de la fusión de dos gametangios (Figura 6.9) Esporangiospora (del griego spore + angeion” recipiente o vaso” + sporá “semilla”): espora no móvil, origi- nada asexualmente por división del citoplasma de un esporangio (Figura 6.10) Ascospora del griego askos “bolso” + sporá” semilla”): espora ubicada den- tro de un asco, originada por reproduc- ción sexual. Las ascosporas pueden pre- sentarse libres o en cuerpos fructíferos. (Figuras 6.11 y 6.12a,b,c,d) Figura 6.9. Formación de una zi- gospora. A= hospedante, B= hifa no tabicada, C= gametangio, D= fusión de gametangios, E= zigos- pora. Figura 6.10. Formación de una esporangiospora. A= hos- pedante, B= hifa no tabicada, C= eporangióforo, D= esporangio, E= esporangiospora. Figura 6.11. Formación de ascos y ascosporas. A= hospedante, B= hifa tabicada, C= gametan- gio, D= asco luego de meiosis, E= asco luego de mitosis, con ascosporas. 32 6– Enfermedades parasitarias. Hongos F¡igura 6.12. a. Ascos libres. b. Ascos en un apotecio c. Ascos en un peritecio. d. Ascos en un chasmotecio. A= hospedante, B= asco, C= ascospora. Basidio (del griego basidion “base” + sporá” semilla”): espora ubicada sobre un basidio (estructura con forma de maza), originada por reproducción sexual. Las basidiosporas pueden presentarse libres o en cuerpos fructíferos (Figuras 6.13 y 6.14) Como se ha mencionado, los hongos se ubican en una división según sus esporas sexuales. El estado sexual se denomina perfecto o teleomorfo, mientras que el estado asexual es el imperfecto o anamorfo. La reproducción asexual es la más frecuente. Para ubicar transitoriamente a la gran cantidad de hongos asexuales aún no conectados con un teleomorfo, se creó la clase artificial Deuteromycetes. Estos hongos asexua- les (= imperfectos, anamórficos, conidiales) son especies-forma, ya que no se trata de verdaderas especies se- a b c d Figura 6.13. Formación de basidios y basidiosporas. A= hos- pedante, B= hifa tabicada, C= basidio con 4 núcleos luego de meiosis, D=núcleos dentro de iniciales de basidiosporas, E= basidiosporas. Figura 6.14. Basidiocarpo. Disposición de basidios (A) en la- minillas (izquierda) y poros (derecha), B= pie, C= laminillas, D= detalle de laminillas con basidios, E= poros, F= detalle de ba- sidios formando unporo, G= basidiosporas, H= hospedante. 33 6– Enfermedades parasitarias. Hongos gún el código de nomenclatura botánica. Cuando aparecen las formas sexuales, habitualmente estos hongos se asignan a Ascomycota (excepcionalmente Basidiomycota). El Cuadro 6.6 presenta algunos géneros de Deute- romycetes asociados con Ascomycota. Cuadro 6.6. Ubicación taxonómica de Deuteromycetes. División Clase Orden Familia Género Ascomycota Deuteromycetes Ascomycota Leotiomycetes Erysiphales Erysiphaceae Microsphaera Oidium Eurotiomycetes Eurotiales Aspergillaceae Eurotium Aspergillus Penicillium Helotiomycetes Helotiales Sclerotiniaceae Botryotinia Botrytis Dothideomycetes Capnodiales Micosphaerellaceae Mycosphaerella Cercospora Septoria Pleosporales Pleosporaceae Pyrenophora Drechslera Sordariomycetes Hipocreales Nectriaceae Giberella Fusarium Glomerellales Glomerellaceae Glomerella Colletotrichum Diaporthales Diaporthaceae Diaporthe Phomopsis Conidio (del griego konis “polvo” e “idion” diminutivo): espora asexual, no móvil, for- mada por mitosis en el extremo o a los cos- tados de una célula esporógena. Los conidios puede ser libres o estar en cuerpos fructíferos. (Figuras 6.15 y 6.16a,b,c,d) Figura 6.15. Formación de conidios. A= hospedante, B= hifa tabicada, C= conidióforo, D= célula conidióge- na, E= conidios. Figura 6.16. Conidios. a. libres, b. en esporodoquios, c. en picnidio, d. en acérvulo. A= hospedante, B= conidióforo, C= coni- dios. a b c d 34 6– Enfermedades parasitarias. Hongos Para facilitar la comprensión y el estudio de este grupo tan extenso y diverso de fitopatógenos, el Cuadro 6.7 resume características importantes. Cuadro 6.7. Aspectos particulares de los distintos HONGOS. Talo Células móviles Reproducción hifas septos sí no sexual asexual Protozoa x oospora zoospora Oomycota x x oospora zoospora Chytridyomycota (x) x zoospora zoospora Zygomycota x x zigospora esporangiospora Ascomycota x x x ascospora conidio Basidiomycota x x x basidiospora conidio Importancia económica Los HONGOS son considerados los principales responsables de las enfermedades de las plantas. Pueden ocasionar síntomas variados dentro de los grandes grupos (necrosis, crecimiento y desarrollo modificados, color modificado, transporte de agua disminuido). Algunos, como el género Olpidium, pueden ser además transmisores de virus. En el Cuadro 6.8 se presentan los síntomas más frecuentes que ocasionan. Las fases y características de las enfermedades fúngicas están ampliadas en el capítulo 10. Enfermedades parasitarias. Ciclos y epidemias. Cuadro 6.8. Síntomas asociados a infecciones de HONGOS. Síntoma Protozoa Chitridiomycota Oomycota Hongo Necrosis Podredumbre x x x Cancro x x Antracnosis x Mancha x x Tizón x x Ausencia de órganos vegetales x Crecimiento y desarrollo modificados Enanismo x Agalla x x Torsión y ampollado x Proliferación de órganos x Sarna x x Fasciación Filodia Menor producción x x x x Color modificado Clorosis x x x x Mosaico Pigmentación x Virescencia Transporte de agua disminuido Marchitamiento vascular x Marchitez x x x x * las x indican los síntomas más frecuentes 35 6– Enfermedades parasitarias. Hongos Los signos de las enfermedades de origen fúngico fueron listados en el capítulo 3. Sintomas y signos. A con- tinuación se presentan algunas figuras ilustrativas (Figuras 6.17, 6.18 y 6.19) Figura 6.17. Signos, estructuas vegetativas. a. micelio en papa podida, b. cordones sobre raíz necrosada de cosmos, c, micelio y esclerocios sobre chauchas con podredumbre húmeda. a cb Figura 6.18. Signos, estructuras reproductivas. a. mildiu del alelí, b. micelio y esporodoquios sobre raíces podridas de calibra- choa, c,d. acérvulos en hoja de agapanto con antracnosis, e. picnidios en rama de arce atizonada, f. chasmoteciios sobre tallo de trigo con oídio, g. basidiocarpo en base de árbol con podredumbre de la madera, h. apotecios emergidos de esclerocios, i. roya blanca en hoja de brasicácea, j. pústulas en hojas de clavel con roya, k. soros en espiga de gramínea con carbón. a b c fed g h i j k 36 6– Enfermedades parasitarias. Hongos Entre las enfermedades fúngicas con alto impacto económico a nivel mundial se encuentran: tizón tardío de la papa (Phytophtora infestans, Oomycota), mal de los almácigos (HONGOS), caries de los árboles (Basidiomycota) y royas de los cereales (Puccinia spp., Basidiomycota). Hongos benéficos En este capítulo se han descripto las características generales de los HONGOS y los aspectos particulares de aquellos que son patógenos vegetales. Las plantas terrestres evolucionaron a través de 425 millones de años y los hongos han estado asociados con este desarrollo evolutivo por milenios. Existen muchas asociaciones benéficas entre hongos y plantas en los sistemas agrícolas. Este tema está tratado en el capítulo 12. Manejo de la sanidad en producción vegetal. Referencias Alexopoulos, C. J. y Mims, C W. (1979). Introductory mycology. New York, USA: John Willey & Sons. Blackwell, M., Vilgalys, R., James, T. Y. y Taylor, J. W. (2012). Fungi. 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Mycologia, 98, 860-871. Figura 6.19. Signos, es- tructuras vegetativas y re- productivas. a. micelio y conidios en hojas de calibra- choa con oídio, b. micelio y conidios sobre pomelo con moho azul, c. micelio y esporangios sobre zapallo con podredumbre húmeda, d. moho en hojas de salvia con fumagina. a b c d 37 6– Enfermedades parasitarias. Hongos Kendrick, B. (2011). Fungi and the history of Mycology. Chichester, UK: John Wiley & Sons. DOI: 10.1002/9780470015902.a0002320. pub2 Lay, C. Y., Hamel, C. y St. Arnaud, M. (2018). Taxonomy and pathogenicity of Olpidium brassicae and its allied species. Fungal Biology, DOI: 10.1016/j.funbio.2018.04.012. Lizárraga-Guerra, R., Guth, H. y López, G. M. (1997). Identification of the most potent odorants in huitlacoche (Ustilago maydis) and austern pilzen (Pleurotus sp.) by aroma extradilution analysis and static head-space samples. Journal of Agricultural and Food Che- mistry, 45, 1329-1332. Marchionatto, J.B. (1940). 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