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chemia-v07-n033

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En este número: 
5 L . ' . .' 
Mendive, - Sobre la síntesis de la d-treosa. 
- 
- Una hora de conversación con el proj. 
Moles. 
Orozco Díaz. - Los rayos X en Metalografía. - 
II . - El estado sólido cristalino. 
Durruty. - Aplicaciones de la Termodinámica a 
la Fisico-química. - II . Ciclo de Carnot. 
Chanussot. - Iniciación bibliográfica en Química 
Orgánica, 
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Bartolomé Mitre 1371 La~al le 710 
JOSE S. DEVOTO ARNOLDO RUSPINI 
Victoria 3700 La Madrid 1545 
LUIS A. GONZALEZ ROGELIO A. TRELLES 
Cabello 3757 Charcas 2349 
REINALDO VANOSSI J. RAUL HOSTEIN 
Esmeralda 827 Pueyrredon 2431 
FELIPE A. JUSTO RAUL WERNICKE 
Viamonte 920 
~ R O F . E ~ ~ R I Q U E MOLES 
Revista del Centro Estudiantes del Doctorado en Ouimica 
Director: ALk'REDO ZUGARO 
Prof. ENRIQUE MOLES 
-- 
, un poco de buena ciencia. Espfritu inquieto de lw'timo investigador, el 
nguido huesped que ha recorrido buena parte del mundo, no trepida en 
ruzar el océano, si con ello logra inspirar inquietudes en la juventud estudia 
a y despertar nobles ansias de superación, 
La juventud experimenta por razón misma de su esencia, atracción irresis 
tible hacia las ideas renovadoras y no tiene miedo a las fórmulas nuevas. Esta 
fé y seguridad instintivas, adquieren sentido racional por boca de los verdade- 
ros maestros, y uno de ellos es el Dr. Moles. La certeza que comunica a sus 
alumnos de & t e a o laboratorio es sugestionadora; escucharlo o verlo traba- 
jar con aquella calma y seguridad tan definitivas, constituye la mas fructífera 
de las lecciones. Podrla decirse que instruye a sus alumnos por obra de su se- 
guridad experimental. 
Hombre de vasta ilustracibn, el Prof. MoIes habla de ciencia en cinco idio- 
mas. Hace suya la frase de que no puede hacerse qulmica, si se desconoce el ale- 
' mán; y aunque nosotrm sólo podamos explicarnos en lengua castellana, nunca 
como ahora estamos tan satisfechos de hablarla, pues que en ella le escucha- 
mos y por ella le tendremos siempre cerca. 
El Dr. Moles es un investigador cientifico y además un hombre espiritufú. 
" Aquella im6gen un poco infantil del sabio adusto y malhumoradu, se disipa 
síibitamente cuando se conver8a con él. Las disciplinas ciéntíficas no han ab- 
saludable jovialidad; patrimodo predoso de escaso cultivo en los maestros y 
que en el Dr. Moles constituye fuente de atracccidn para esa simpatía que siem- - 
pre lo rodea, 
Su llegada constituye un momento de excepci6n en nuestro medio. Ojalá no 
perdamos esta renovación de entusiasmo que nos deja, cuando después de su 
partida volvamos a nuestra realidad anterior. 
Z'P-ha iniciado sus actividades con é i t o halagador. Cumpliendo una mt io l t . .. . . . 
P. i' de hondo sentido socrial, como Za de elevar el nivel de educación común, . . 
M'C- - "' -:el Colegio Libre de Estudios Superiores inaugura sus primeros cursos con 
mds de 700 alumnos. E s decir que de primera intmoión se ha r ew id9 t 
este número, al simple llamado que la improvisación permitb. , . 
Creemos que organioarlo con más detalle es una simple cuestión de 
tiempo. L o que debe asegurarse es el canozlrso de nuestro medio entelec- 1 
tual, que no puede excusarse ante esta obra de t a n necesario desenvol- 
vimiento. Con el m ~ n i m o esfuefeo de una hora semanall, nuestros profe; 
sConales pziedem contribuir a eariquecer la cultbia de esa masa, que por 
exigencias de vida se ve impedida de completar su educación. 
E l Znito del Colegio Libre de Estudios Superiores depende en'wcTbo 
del interés que le dispensen nueitros universitarios. Y cabe aqu6 destacar, 
por raaón de estricta justicia, el gesto honroso de los que ofreberon su 
contribución generosa para dar vida a la fe1.i~ iwiciativa. 
EL PREIIíIO MITRE 
L a « Ins t i tucwn 31itre a, meritoria organizaoión de est.imzclo hacia ?a 
labor de investigación, ha concedido a nuestro compañero Enrique Her- 
mitte, el ler . premio en los trabajos de quimica presentados en el co- 
rriente a6o. L a memoria premiada se txtula: 
Estudio comparativo de la función iodocloruro sobre divetsos 
radicaies cíciicos y aplicad6n a la medida de Las "fspaddaOes 
afinitivas ". 
y desarrolla de un modo completo un tema que fvera ofrecido como ré- 
plica a un trabajo ~ b l i c a d o el a60 anterior. 
Pelicitamos calurosanoente al compañero, agraciado por t an honroso 
mención, que sin duda ha de traducirse en u n aliento más para s u coadi- 
ción de estudioso. 
SOBRE LA SINTESIS DE LA D-TREOSA(l?. . - 
A Wohl, a Ruff y colaboradores, debemos el aislamiento de 
las dos eritrosas, bajo forma de un jarabe imposible de cri;- 
talizar. 
E l primero realizó la degradación de la 1-arabinosa (Ber. 
32, 3367, 1899) de acuerdo a su método bien conocido. Ru£f, 
por oxidación de los arabonatox de calcio correspondientes, 
obtuvo la 1-eritrosa, la d-eritrosa y también su variedad ra- 
cémica (Ber. 32, 3674, 1899; id. 34, 1365, 1901). 
CHO CHO CHO CHO 
1 I I 
HCQH ROCH HOCH 
I 
HCOR 
I I 1 - 
HCOH HOCH HCOH 
1 
HOCH 
I 
CRzOH 
I 
CHzOH 
I 
CHzOH 
I 
CHzOH 
d-eritrosa 1-eritrosa d-treosa Z-treosa 
La degradación de la d-xilosa fué realizada en forma si- 
milar por Ruff, el cual logró, sin embargo, obtener tan so!~ 
unos decígramos de benzilfenil hidrazona de la d-treosia, pac- 
tiendo de 30 gramos de xilato de calcio (Ber. 34, 1370, 1901 3 . 
Maquenne (Comp R e d . 130, 1403, 1900) que aplicó a esta 
degradación el método de Wohl, no aisló tampoco la d-treosa, . 
pues una vez obtenida la .empleó impura para la síntesis de : - 9 
la d-eritrita, compuesto que deseaba y consiguió preparar. 
(1) Parte de un trabajo en colaboraei6n con el doctor Venancio Deulofeu, que 
fué presentado z i la Institución Mitre. 
CHO CBzOH 
1 I 
I HOCH 
1 1 - I 
HCOH IJCOH 
I 1 
Puede, pues, afirmarse que hasta el presente no se ha aiñ- 
lado la d-treosa una forma similar a las eritrosas y que en 
realidad sólo se ha obtenido la evidencia de su síntesis por la 
preparación de algunos de sus derivados. 
Los pocos irabajos existentes que persiguen ese fin, seña- 
lan como una de las dificultades principales la obtención de 
la materia prima en cantidad. E l tener a nuestra disposicióii 
una abundante cantidad de esta substanciá, la d-xilosa, que £u+ 
ra remitida gentilmente a esta cátedra por el Bureau of Stan- 
dars de los Estados Unidos nos ha permitido realizar el prc- 
sente trabajo. 
E l pequeño rendimiento obtenido por Ruff en su prepu- 
ración, así como también las dific~dtades que presentan 103 
métodos de Zemplencuando se los aplica a las pentogas 
metil-pentosas, hiz,o que por d momento los elimináframoa 
como de posible aplicación. Nos dirigimos así al método de 
Wohl que permite aislar dicho aziicar por la aplicación de 
una serie de reacciones y operaciones algo largas, pero qiie 
finalmente conducen al resultado deseado. La d-xilosa, trans- 
formada en su oxima (11) se trata con anhidrido acético jr 
acetato de sedio fuqdido para transformarla en el nitrilo 
tetraacetilado' del ácido xilónico (111) el cual, por la acciOn 
del óxido de plata en solución amoniacal nos conduce al de- 
rivado diacetamidado de la d-treosa (IV), del cual por hi- 
drólisisi puede aislarse la d-treosa (V) como se ha realizado. 
Este azúcar con fenilhidracina da una fenilosagona oarae- 
terística (VI). 
El tratamiento en esas condiciones del nitrilo tetraacetilado 
del %ido xilónico, creemos nos ha conducido en parte a un3 
desacetilación, como hemos podido comprobar por el aislamien- 
to de los productos de la reacción de un producto de conden- 
sación con la fenilhidracina, pues no se pudo aisilar por ningún 
derivado triacetilado, siendo por otra parte todas las substaii- 
- , cias obtenidas solubles en agua a la inversa de lo que ocurre 
- . con el derivado acetilado de la eritrosa. 
q - E l Óxido de plata se prepar6 por l a acción del hidrato de 
I - - . sodio sobre saluciones de nitrato de plata ,y por lo tanto cms- 
tituía una variedad más activa que la preparada con hidrato 
de bario. En este ent ti do se han de continuar las experieri- 
ciw para comprobar si efectivamente los resultados obtenidos 
provienen de la diferencia de los óxidos empleados. 
Es evidente por otra parte que la d-treosa parece aer mja 
sensibles a los reactivos que las eritroxas. Wohl obtuvo fá- 
cilmente por la evaporación de soluciones de eritrosa y di: 
darbonato !de amo+o, prduai4o en el, tnmscurso de una 
serie 'de operaciones, un compuesto que resultó ser la 1-eri- 
trosa, amoníaco semejante hasta cierto punto a las condensa- 
ciones que se han aislado de las distintas monosas con una molb- 
cula de amoníaco y estudiadas sobre todo por ljobry de Bruylu 
~1 sus colaboradores (Rec. Truv. Ch$m. 12, 286, 1893) , 
CHO 
HCOH NR, 1 BCOH 
I O I 
HCOH 
- E n el caso de la d-treosa hemos establecido que en dichad 
condiciones el azúcar se descompone, resultando un produc- 
to intensamente coloreado, del cual es imposible aislar uila 
sustancia cristalina. Este producto impuro tiene amoníaco en 
forma lábil, pero no se ha podido llegar a una purificació.1 
tal que permita establecer el carácter de esa condensación 
Paralelamente a este estudio de los .productos de degrada- 
ción de Ia xilosa, hemos aprovechado para tratar de establo 
CeP la posibilidad de preparar los nitrilos acetilados partien- 
do de las oximas, por l a acción del anhiihido acético y de la 
piridina. A Bebrend (Anru. 353, 116, 1907) debemos las pri. 
meras observaciones en ese sentido. Este autor pudo obten- 
al mismo tiempo que otros productos derivados de la oxin~n, 
el nitrilo pentaacetilado del ácido glucónico, por la acción de 
la mezcla piridina-anhidrido acético sobre la mima de la glu- 
cosa. E n )el caso de la xilosa, se obtiene, aún partiendo de 
la xilosa impura, tipo industrial, qae ya hemos mencionado 
y empleando este tratamiento sobre la oxima, el nitrilo xiló- 
nico tetraacetilado en una forma casi pura (P. F. 81"). Este 
nitrilo recristalizado varrias veces llega a un punto de fusión 
de 83'-83",2. Como )este purito de fusirin es algo más alto que 
el encontrado p9r Maquenne (Loc. Cit.) que era de 81°5, he- 
mos hecho un pequeño control Cle los puntos de fusión de los 
diversos nitrilos y encontrado que debe asignársele un punto 
de fusión de 83"-83'2, sin corregir. 
Debe señalarse, además, que la formación del nitrilo por el 
empleo de la piridina es ~ r n caso más de la sustitucián de1 
acetato de sodio fundido por este enérgico reactivo, que ayuda 
tan eficazmente la acetilación y también podría compararse a 
la sustitucióri que Últimamente se ha realizado del acetato de 
sodio fundido por la piridina, .en la reacción de Perkin. 
E n la preparación de 10s derivados de la xilosa se empleó el 
tipo comercial ya indicado, que prepara el Bureau of Stan- 
dars de los Estados Unidos, partiendo de la cáscara de la se- 
milla de algodón. Se trata de una xilosa de primera cristali- 
zación, algo impura, y por lo tanto han debido modificarse en 
parte las preparaciones que se ha efectuado, apartándose de les 
indicaciones dadas por Maquenne (Loc. Cit.). 
Preparacccz'ófi de la ozim dei la dcrsa. - En una peq~~eiía 
cantidad de agua se disuelven en caliente20 gramós de clorhi- 
drato de hidroxilamina, qAe luego se tratan con una solución 
de 6 gramos de sodio en 90 cm3 de alcohol absoluto, debiendo 
volcarse la solución de etilato de sodio en la de hidrosilamiria 
de tal manera que, si bien el líquido se mantiene caliente, no 
debe hervir. 
Inmediatamente comienza a precipitar el Cloruro de sodio 
en ese medio hidroalcohólico. 'Se enfría bien la mezcla para 
llevar esta precipitación al límite y se lo filtra, lavando el re- 
siduo que queda con alcohol absoluto hasta que el volumen to- 
tal de la solución llegue a 180 cm3. Esta solución alcohólica 
1 h 
de hidroxilamina se calienta a 60" y se va añadiendo a ella 
9 poco a poco 36 gramos de xilosa bien pulverizada, en pequeñas 
porciones. Este calentamiento a 60" se continúa durante una 
< 
.- hora en el transcurso de la cual se disuelve todo el azúcar. 
Tratándose de una xilosa comercial una parte es aún insolu- 
ble en alcohol. Se filtra, pues, y el filtrado se evapora al vacío 
hasta sequedad. E n algunas oportunidades conviene para ob- 
tener la oxima bien seca, tratar el resíduo con un poco de al- 
cohol absoluto, destilar nuevamente y repetir esta operaci01i 
una vez más. Si 'se quiere obtener una oxima bien seca, como 
es necesaria para la preparación del nitrilo, se la deja en de- 
secador a vacío sobre sulfúrico durante varios días. La oxt- 
ma, que tiene el aspecto de un jarabe espeso, coloreado, no se 
puedo liacer cristalizar por más tiempo que se mantuviera en 
desecador. 
Preparación del witrilo tetraacebilado del ácido xi,lólzico. -- 
1Q Modificaciones al método de Maquenne. 
a ) La oxima resultante del tratamiqpto anterior partieii- 
do de 36 gramos de xilosa se trató en un balón de 2 litros con 
36 gramos de acetato de sodio recientemente fundido y 180 
gramos de anhidrido acético. La mezcla se calienta lentamen- 
te en un pico Bunsen hasta que comience la reacción que asu- 
me caracteres violentos, con producción de mucha espuma. 
Terminada ésta, se vuelca el contenido del balón en 500 cm3 
de agua fría y se deja en reposo. E l jarabe obscuro que va a1 
fondo cristaliza después de un cierto tiempo, habitualmente 
8 horas. Se filtra entonces y se lava bien con agua, dejándolo 
después secar al aire. E l nitrilo que se obtiene en estas cir- 
eunstancias es sumam'ente impuro y se encuentra mezclado ade- 
más a ciertas substancias coloreadas en rojo, solubles en éter, 
y contiene productos de destrucción parcial de la ma- 
teria prima, de color negro, destrucción que se produce dn- 
, rante la reacción. Para separarlo de estas substancias se pro- 
cede a la extracción del nitrilo con'éter, ea un aparato Soxh- 
let. E l éter extrae en una forma rápida todo el nitrilo, además 
de las substancias rojas. Por evaporación del éter se obtiene a 
veces nitrilo cristalizado, pero en otras condiciones si la pro- 
ducción de las substancias que impurifican ha sido muy gran- 
de se obtiene un jarabe costoso de cristalizar. E n este últi- 
mo caso conviene añadir al j a r a b alcohol de 96", lo p e pro- 
voca casi de inmediato la cristalización del nitrilo. En ambcs 
casos dos cristalizaciones de alcohol a 96" son suficientes para 
obtener un nitrilo puro de punto de fusión 83". De 36 gramcs 
de xilosa se obtuvieron 24 gramos de nitrilo o sea un rendi- 
miento de29 % del teórico. 
b ) Un nitrilo mucho más puro, se obtiene tratando por 
ejemplo, la oxima resultante de 20 gramos de d o s a y previa- 
mente privada de agua en desecador, con 20 de acetato 
de sodio fundido recientemente y 100 gramos de anhidrido acé- 
tico, calentando todo lentamente hasta llegar a 90°, temps- 
ratura a la cual se mantiene toda la mezcla durante una hora. 
Al llegar a los 90" suele producirse un comienio de la vigorosa 
reacción que tiene lugar cuando se emplea el otro método, dc- 
. , - lo que exige enfriar el contenido, sumergiendo el balón en agiia 
. -. - ... fria para evitar que esta violenta reacción cobre caracteres m:%- B;,w': ::- , , 
. yores. E n algunos casos el termómetro llega a subir hasta 110". l_ l . . ' % - 
.Zl'.> 
- , Después de una hora de calentamiento, el jarabe que resulta, 
; ' 
coloreadc en marrén, se vuelca en 400 cm3 de agua fría y ue 
trata en la mixma forma que se ha indicado para el procc~di- 
miento anterior. 
E l nitrilo bruto obtenido en estas condiciones es mucho m6s 
blanco que-ef del, primer caso por la menor intensidad 3;if 
las reacciones secundarias. E l rendimiento es también algo 
mayor. Recrivtalizado en alcohol funde a 83". E l rendimiento, . 
partiendo de 20 gramos de xilwa, fué de 15.5 gramos de nitri- 
lo, es decir un 36 % del rendimiento teórico. 
2* Prepavación del nitrilo con piridinrx. - La oxima prove- 
niente de 10 gramos de xilosa se trató con 20 cm3 de piridina 
anhidra y se ayudó en ella la ,disolución de la oxima por un 
- La vida no es tan breve, que en ella falte ttempo para la eovtesta 
EMERSON .' 
ligero calentamiento. Una vez frío se añadieron 50 gramos de 
anhidrido ae6tico. La solución resultante es homogénea y em- 
pieza a calentarse poco a poco, sin pasar, sin embargo, de 
60"-70'. Se deja luego en reposo durante 24 horas y pasado 
ese tiempo se la vuelca en 150 cm3 de agua. Inmediatamente se 
deposita en el fondo del vaso un jarabe espeso que cristaliza 
después de un tiempo. E l nitrilo obtenido en esta forma es muy 
puro y funde ya bruto a 81". Recristalizado dos veces en dco- 
hol, después de haber sido extraído con éter, dió un punto de fu- 
sión de 83'-83'2 sin corregir, 
Se obtuvo ' 8 gramos de nitrilo, o sea un nendimiento del 
38 %. 
PREPARACION DE LA D-TREOSA DIACETAMIDA. 
a) .METODO DE MAQUENNE.-Se realizb un ensayo gor el mé- 
todo de Maquenne, dado que era mucho más simple que elmétodo 
del óxido de plata amoniacal. 5 gramos de nitrilo tetraacetila- 
do del ácido xilónico se trataron en una cápsula con 60 cm3 
de amoníaco al 22 % calentsndo todo a baño maría hasta que 
el olor a amoníaco desaparezca y quede un jarabe como resí- 
duo. E l nitrilo que se disuelve rápidamente en el amoníaco, da 
así nn liquido viscoso, que conservado en dexecador no crista- 
lizó, por lo menos en una fortma rápida. Sembrado este jarabe 
coa unos cristales de d-treosa diacetamida preparada por el 
método que se va a detallar a continuación, cristalizó en el 
transcurso de un día en forma parcial. Para separar los cria- 
tales del líquido que los empapaba se trató el conjunto con 
3-4 volúmenes de alcohol absoluto y se filtró, lwando el resí- 
duo con alcohol absoluto. La diacetamida' bruta pesaba 1,l 
gramoj, pero era aún muy impura y fué menester recristali- 
zarla dos veces en alcohol para obtener un producto de punto 
de fusión 166" tal cual indicado por Maquenne. A pesar de 
ésto el producto se presentaba ligeramente coloreado y m peso - 
era de 0,5 gramos. Por estas razones el método se abandonó, 
substituyéndolo por el que se describe a continuación. 
b ) DEGR~DAGI~N DEL N I T ~ O POR EL ÓXIDO DE PLATA AMO- 
NrAoAL. - E n 100 cm3 de alcohol de 96' se disolvieron 31,s 
gramos de nitrilo tetraacetilado del ácido xilónico. Parale- 
- 329 - 
lamente se prepara una solución de óxido de plata, 20 gra- 
mos de nitrato en 150 cm3 de amoníaco de 20 %. (El 
óxido de plata se preparó por la acción del hidrato de so- 
dio sobre la solución de nitrato). Antes que el nitrilo comience 
a cristalizar nuevamente en la solución alc6hólica se le añade. 
agitando muy rápidamente, la solución de óxido de plata am+ 
niacal. Se produw al poco tiempo un buen desprendimienío 
de calor, al mismo tiempo que una rápida precipitación de cia- 
nuro de plata córneo. Se deja reposar durante un día y medio, 
se filtra el cianuro precipitado y en el filtrado se hace pasar 
una fu+rte corriente de aiqe hasta eliminar todo el amoníaco 
presente. Luego se lo evapora a vacío h a ~ t a reducirlo a un 
jarabe, se disuelve nuevamepte en 150-200-cmS de alcohol a1 
50 %, se filtran nuevamente unas sales de plata insolubles 
que se han formado y en el filtrado se hace pasar una corriezz- 
te de ácido sulfhídrico para eliminar toda l a plata presente. 
Se filtra nuevamenke esta suspensión, se elimina el sulfhídrico 
con una corriente de aire y se evapora todo a vacío, sin pasar 
de unos 40". Queda una masa viscosa que se daja 24 horas 
en desecador para eliminar los Últimos restos de agua y alco- 
hol y lufego se trata todo con 20 cm3 de alcohol absoluto y 10 
cm3 de éter también absoluto. La primera cristalización es 
larga y difícil de obtener, pero después, por siembra, se obtis- 
ne una cristalización total en 48 horas. Se filtra el compuesto 
diacetamidado precipitado, se filtra con alcohol absoluto y se 
seca. Se remistaliza una vez en alcohol a 96" con el añadido 
de un poco de carbón animal y se le obtiene así como cristalva 
blancos, muy solubles en agua, poco en alcohol frío, algo en 
alcohol caliente, insolubles en éter. Punto de fusión 166". Se 
obtuvieron 5,7 gramos de d-treosa diacetamida 6 sea un ren- 
dimiento del 25 % del teórico. 
Preparación de la d-treostl. - E n 240 cm3 de ácido sulfúrico 
0,3N se disolvieron 4 gramos de d-treosa diacetamida y se ca- 
lentó la solución a ebullición lenta durante una hora. Una vez 
fría nuevamente se la evaporó a vacío a una temperatura me- 
aoF de 40' hasta reducirla a un volumen de 20 cm3 elimináli- 
dose en esta forma una buena cantidad - alrededor de la mi- 
tad - del ácido acético presente. Para eliminar el resto se ex 
traen esos 20 cm3 de solución con 20 cmS de éter, repitiendo 
esta extracción con éter nuevo, diez veces. ua svluclon se di- 
luye nuevamente y se trata con hidratzr de bario hasta reacción 
débilmente alcalina, luego se acidifica con muy poco ácido acé- 
tico y se filtra pnevio añadido de un poco .de carbón animal. 
La impureza principal de este filtrado la constituye el sulBatw 
, -de amonio presente, y además, vestigios de acetato de amonio y 
'. >, . . acetamida. E~aporado el filtrado el resíduo se trata con alcoh~l 
. l e : - ' a 96" que disuelve el azúcar y precipita el sulfato de amonio. 
Esta sal se separa por filtración, se evapora nuevamente 
el filtrado y se repite la operación de precipitación varias 
veces hasta eliminicación total del sulfato de amonio pre- 
sente. En esas condiciones se obtiene un jarabe espeso que no 
cristaliza, aún teniéndolo en desecador, ,con pentóxido de fós- 
£oro. Reduce el Pehling y el Benedict en frío y da la8 reac- 
ciones características de los azúcares : a-naftol y timo1 sulfúrioo. 
Tiene un sabor relativamente dulce, es muy soluble en agua, 
algo en alcohol. Una solución acuosa de este jarabe tratada con 
fenilhidracina acética, en las condiciones habituales, di6 1111 
precipitado que se recristalizó da bemol dos veces, teniendo 
entonces un punto de fusión de 164"-165" (calentamiento rá- 
pido)'. Cristales amarillos. La eritrosazona que debe ser idén- 
tica a este cuerpo tiene un punto de fusión de 165", con lo que 
se evidencia una vez más, que el jarabe obtenidqera la d-treosa. 
Acción del óxido de plata sobre el .nitriLo del &cid0 x~ilóni- 
co. - E n 200 cm3 de alcohol metilico se disolvieron en frio 
5 gramos del nitrilo tetraaceilado del ácido xilónico. 'Esta so- 
lución se trató con el óxido de plata proveniente de 10 gramos 
de nitrato (precipitado con álaalis) y con tres gotasde amo- 
níaco. Se agitó todo en una m'lquina especial y después de 
doce horas se comprobó, por medio de la reacción ferrosu-£& 
rrica, que todo el nitrilo había desaparecido, pues esta reac- 
ción era negativa, Se filtró y en el filtrado se precipitó la 
plata disuelta por el añadido exacto de la cantidad necesaria 
de ácido clorhídrico. Se filtró nuevamente y se evaporó todo 
a vacío, no pasando de los 40". E n estas condiciones no se ob- 
tuvo ningún producto cristalino, sino un jarabe que se disol- 
vía fácilmente en agua y redycía el Febling en frío. 
Para comprobar, pues, si se había producido d-treosa libre 
habiéndose producido también una desacetilación del nitrilo, 
tratamos una solución acuosa de este jarabe con fenilhidraci- 
na acética y calentamos a baño maría durante una hora y m e - 
dia, cuando se observó que se había producido la precipitación 
de un aceite. De este aceite que cristalizó parcialmente con el 
tiempo se aisló una substancia conteniendo nitrógeno que ser5 
estudiada posteriormente. 
Acción deZ carbolzuáo cle ammio sobw La dtreosa. - 4 gra- 
mos de d-treosa diacetamida se hidroharon con sulfúrico di- 
uído en la forma que se ha indicado al considerar la prepara- 
ión de la d-treosa. En esa forma, también descripta, se pro- 
cedió a la concentración de la solución y eliminación del ácido 
acético producido. Diluído el resíduo que resulta, el sulfúricc 
presente se precipitó ,en forma total por el añadido de un 
ligero exceso de hidrato de bario. Este exceso de éste se neii- 
tralizó, haciendo pasar carbónico por la solución, hasta 
que no virara el papel de cúrcuma. En esas condicio- 
pes se obtiene un filtrado que contiene el azúcar y carbonato 
de arnonio, La evaporación lenta a muy baja temperatura 
(35") de este filtrado no dió cristales de ninguna clase, al 
contrario de 10 que ocurre con las solucionex de 1- ó d-eritrosa. 
La solución, aún a 35" se fué poniendo de color marrón: E l 
resíduo conservado en desecador se coloreaba cada día más, 
y contenía amonlaco en una cierta proporción. Repetida esta 
experiencia dos veces más, no se pudo obtener precipitado 
cristalino alguno, ni aún por estacionamiento. 
RESÚMEN 
1 9 Por tratamiento del nitrilo tetraacetilalo del ácido xi- 
lónico se ha aislado por yez primera una cierta cantidad de 
d-treosa, pura, libre de cenizas. 
29'Se han introducido modificaciones en la preparación 
de dicho nitrilo y de la d-treosa diacetamida. E l punto de fii- 
sión del nitrilo se ha encontrado más alto que el indicado en la 
literatura. 
39 - E1 ccimportamiento de la d-treosa frente al carbonato 
de amonio indica que se trata de un azúcar más lábil que leq 
eritrosas. 
Paaoltad de Cienaia~ $xactas, Pisiaaa y Naturales Laboratorio ae Qoimioa BidUgiea. 
Bwsos AIRES 
E'. 
8,- - . 
L.* . r - ...- 
h (. y . 
>- . e-; , k ',- ' I 
; 'G UNA HORA DE CONVERSACION $2, ;,, -,, 
El saludo de C H E ~ ~ . - E s p a l o y nuestra produc!3 :{?: 
ción cient2fica.- Labor espaiiola del momento.- La t * 
Anaütica w m la m e w r cantidad de quimica posible. '. :$<y 
- Las Com.isio.nes Internaciomles. - Timmermalzs, '.' ' :S& 
el benedictino 
4 sin auuda. - 
de la gwlmica. - 8% labor 
- El resto de la Comisión IJ " ., - ....* 
czcpac2omes decorativa-gastronómicas.- Ch. Marie y . . :.* 
SUS « Tablas de Constantes». - El Dr. Damiano- 
vick, su corresponsal bibliográfico argentino. - 2.::; . ..-7 " - , * . - . 
Sustraer por un rato al Prof. Moles del agobiante ajeheo a 
que vive, no es tarea ficil. Los trabajos experimentales qm 
dirige en nuestra Facultad le absorben integralmente la ma- . cf :;,+ 
ñana. Por la tarde siempre le quedan dos o tres laboratorios, -?&A ' 3 t d 
Institutos científicos, Facultades u Hospitales que visitar. A 
- 7 - - 
las 48 horas, su habituail conferencia diaria en el Aula'X; dt ? 
- $. 
noche, comida por la Institución Y o fiesta de la Colectivi- .,+ 
dad Z. Todo ésto, multiplicado por los días que median desd? 5<& 
el 24 de Julio al 3 de septiembre, fecha de su partida. ;-: , . 3' 
E l cronista piensa, rsis embargo, que debe _a los lectores ;?e - _. r . 
esta entrevista y usando de toda su indiscreción, l a solicita. -,.=:c.*$ : 3 B *? - 2 : ~ -<. *- La habitual gentileza del Dr. Moles lo reconforta y observ: . -%!; 
cómo el profesor español somete a severa compulsa su Librek ;'. . - 
de notas. Por fin descubre un resquicio de una, hora en el ~lar, --- 
cronológico del día siguiente y logra que'sea dedicado en ob- 3 : ', 
sequio a los lectores de CHEMIA. 
. -= 
3 q . t - 'G'.=I,;- 
Un breve diálogo telefónico nos anuncia y poco después te- 
.3:$$ : 
- f 
nemos la satisfacción de estrechar la mano del Dr. Moles. : L . ~ 
Le damos la bienvenida en nombra de CHEMIA y le ofre- -tij 
4 ; 
cemos su Último número. A nuestra pregunta, responde, que 4 r ;-;h. ; 
..)' 2 5. 
también los estudiantes españoles entretienen algo de su tiem- - .. -- - . 7 .i 
po en labores periodísticas similares, siempre en un tono lige- . <; . --* 
ro de broma, sin perder por eso eficacia. - 
COX EL PROFESOR MOLES 
L a Comisión Internacional de los Elementos. - Clhau- 
vinismo. -Moles y la Comisión. - E l Hafnio, walla 
insalvable. - L a ciencia espaiiofia y el apoyo oficial. - 
Posición del investigador e n la industria moderrta. - 
La actividad febril norteamericana y alemana. - Ingla- 
terra y su sistema de selección post-universitario.- 
Nuestro medio cientifico. - L a juventud y los Forami- 
niferos. - Aplauso a los Foramidferos . - E l camino 
del Infierno y szc pavimento. - Qowidernciones finales. 
España - y nuestra 
producción científica. 
Hablamos de la ciencia argentina y requeri-os datos sobre 
su difusión en España; nos dice: 
-Estamos perfectamente al corriente de la producción cien- 
tífica argentina y uruguaya, en forma absoluta; lógicamente 
m8s de la argentina, por su mayor intensidad de trabajo y 
superlor número de especialistas. De los vuestros son habituaj- 
mente comentados en sus trabajos, Novelli, Guglialmelli y otros. 
Por otra parte, nuestros Anales se ven favorecidos con fre- 
cuencia por sus memorias; además recibimos piuitualmenti: 
los Anales de la Asociación Química Argentina, de la So- 
ciedad Científica, las publicaciones de La Plata, etc. 
Labor española 
del momento. 
La ciencia española ofrece actualmente investigación quí- 
mica en todas sus ramas. Cada vez es más difícil una diferen- 
ciación entre Física y Química; cabe citar así en el extremi? 
físico, a Palacios con sus trabajos en Rayos X, a Cabrera 
y sus investigaciones de Magneto-química, Catalan el invento: 
de los rnultipletes espectrales, todos ellos que han traspuest:, 
hace mucho los límites fronterizos. Un terreno intermedio nos 
asignamos los fisicoquíhicos; yo y mis cdlaboradores nos ocu- 
pamos especialmente de gases. E n el extremo químico corred- 
ponde citar numerosos especialistas orgánicos, c m Xadina- 
veitía, C. Torres, que trabaja en m & ~ i c o s , Garcia Banus, Paü- 
cual, etc. Aím en el reducido campo analítico se desarrolla ac- 
tividad, aulzqge la a m l i t k sea b memor oa*%@&d de gzcvmaika 
podble; hace poco Clavera, destacado-amliata, ha logrado un 
interesantísimo trabajo, deduciendo la exacta sal de uranio 
que fue empleada en el Hospital de Granada para el trata- 
miento del tricofitia. 
Las Comisiones Interna- 
cionales - Timmermans. 
Interrogado sobre las actividades de las comisiones interna- 
cionales de Constantes, Patrones y Pesos Atómicos, que lo 
cuentan en su seno, respondió : 
-La Comisión de Patrones reduce su actividad a la de un 
solo hombre - Tiemmermans - quien con devoción bene- 
dictina ded i~a sus energías, en el Instituto de Patrones, anexo 
a la universidad de Solbosch, en Brugelas, a preparar una lar- 
ga serie de propuctos purísimos para patrones físicos; así so 
prepara un exano de p. de eb. exacto, para control de termó- 
metros, un ácido benzoico como equivalente en agua para las 
bombas calorimétricas, etc. Estehombre meritísimo se desen- 
vuelve sin embargo, en una lamentable carencia de medios. E n 
España solemos hacer de vez en cuando u n esfuerzo para ayu- 
darlo, b;& la Unión Internacional, que teóricamente lo SOS- 
tiene, se desentiende alegando sobre los escasos u; moyeni eco- 
nomiques » cada vez que se insiste ante ella. E n realidad, 
los pocos francos de que disponen se invierten en solemnes 
banquetes, a los que concurren sus miembros con los pechos 
cubiertos de latas, de bandas y de <legión d'Honneur ». . . 
Tiemmermans recibe con gran deferencia al que desee traba- 
jar a su lado, dando toda clase de franquicias a los estudiantes. 
como exención de matrículas, derechos de inscripción, etc. 
Su Instituto se encuentra un, poco alejado de la Universidad 
y goza por eso de cierta autonomía;, puede así apartarse un po- 
co de'los reglamentos, en bien de los jóvenes entusiastas que 
quieran acompañarlo. Creo con certeza que si los alunbos ar- 
gentinos se llegan hasta él, obtendrán ,para sus propósitos de 
estudio toda clase de facilidades. 
- 335 - 
2 . Recuerdo que un alumno mío - Fernando Burriel - de- 
cidido por cuestiones económicas a trabajar sólo seis meseq, 
, estuvo 13 a su lado, debido a los empeñosos oficios de Tiemmer- 
- mans. Yo recomiendo encarecidamente a los jóvenes argentinrs 
que no vacilen en ir a trabajar con él, pues admite colaboradc- 
res y sabe conservarlos a su lado. 
-En la Comisión de Constantes se halla Ch. Marie, oti3 
hombre que desarrolla una labor digna de elogio, con sti? 
« Tablas de Constantes Numéricas B, muy completas, aunqiie 
comtruídas con poco espíritn orítico. Este investigador sl: - 
halIa ligado por una asociación de intercambio bibliográfico, 
con muchos otros hombres de ciencia de Alemania, Inglaterra, 
EE. VU., etc. ; en España, soy yo quien lo tiene al corriefite 
de las investigaciones y trabajos nuestros. - - Su corresponsal en - ---. 
la Argentina es el Dr. Damianovich, :' -' I . - ~ - . . I --' " , T . 
Por ÚItimo, la Comisión Internacional de los Elementw~ 
es la de menos eficacia, fenómeno explicable en todo organismo 
que se dedica a la política; hace ya 5 años que no publica 
nada Como la Unión Internacional se hallaba constituída por 
aliados, recién en el año pasado ingresaron los alemanes. Lag 
búlgaros =no están representados; los rusos tampoco; los 
suecos negaban su inclusión debido a la ausencia alemana. Tarn- 
bién la Comisión de P. Atómicos se constituía con aliados y mi:- 
chos de sus miembros se elegían obedeciendo a esta sola cir- 
cunstancia. A la muerte de Guye la «Unión » me designó para 
llenar la vacante; pero la Comisión creyóse suficiente aut5- 
nema como para resistirme. Se me suponían tendencias gele- 
mantjfilas, a causa de la defensa que hice de Honigschmidt, dis- 
cípulo de Richards, c~iando fué pospuesto a Briscoe para in- 
tegrar la Comisión a la muerte de aquel; conviene recordar 
que a Honigschmidt se le deben 20 determinaciones de pems 
atómicos, entre ellos 6 fundamentales. 
« Fué necesario que la Unión Internacional amenazara con 
disolver $ Comisión, para que se me admitiera en sti seno, 
alegando que era demasiado joven para el puesto. 
La fatal ley evoluttva que prevee la superaeidn del profesor por el alum- 
no, ha sacio aceptada eon rara unantmtdad por muohos maestros mo- 
dernos; qutzá porque avude a perdonar muohas deñrieneias. 
De "El Sacerdocio del Magisterio " por J. AUSWEIDMANN 
- 336 - 
Folman parte de ella Soddy (G. Bretaña), Urbain, Debier- 
ne, Leduc, (Francia), Maxter (EE. m.), Aston y Briscoe 
(Gran Bretaña) yo y Brauner, este Último por Checoeslova- 
quia, que en sus 80 años actuales hace gala da un carácter ver- 
daderamente atrabiliaria. 
u Desde el año 1925, la Coluisión no hace ninguna publica- 
ción, porque Urbain discrepa con el nombre del elemento Haf- 
nio, qui debe figurar en la nueva tabla y que pretende llamai_'ic, * 
Celtio, adjudicándose su descubrimiento. En realidad el hallaz- 
go se debe a Hevesy y Coster y e s lamentable que Urbain ?e 
disminuya en sus reales valores con esta debilidad. 
La ciencia española 
y el apoyo oficial. 
Interrogado respecto al apoyo que la ciencia española re- 
cibe d o su gobierno, declaró : 
-En España no podemos quejarnos en este sentido. La ac- 
ción oficial es en Lin todo favorable y nuestros investigadores 
son, además, ampliamente populares, pues hasta ea la calle 
la 'masa loo reconoce honzbres de oienciu. Aun en los tiempos 
más difíciles de la dictadura la labor científica sigui'ó sn curc;o 
normal, sin decaimiento; puede decirse que todas esas alter- 
nativas políticas han pasado a nuestro lado sin sentirlas. 
El investigador 
y la industria. 
Rezp~cto a. 12 posición del hombre de ciencia actual ante l a 
i~duztr ia : 
-Ea industria moderna - nos dice - proeura cada vez * 
más llevar junta a sí al investigador. Puede decirse que en 
18 actnalidad, el ingeniero químico es el ejecutante de las 
sugestiones de aquél, su verdadero gnía. Y es lógico, purs 
éste con su visi6n .exacta de los problemas generales; se en- 
II 
ciientra capacitado para abordar cualquier ~rienfación in- 
dustrial. En este sentido, los centros industriales alemanes y 
norteamericanos marchan a la cabeza, asimilándose los honl- 
bres más dastacados, fomentando paralelamente la investiga- 
cián con subvenciones o montando estupendos laboratorios En 
estas fábricas existen secciones especiales, dirigidas por hom- 
8 r 
bres destinados exclusivamente a investigar con toda libertad 
I 
I _ g ampliamente remunerados. A lo más, se les pide reserva de 
las patentes para los procesos y mejoramientos que introduz- 
can, pero trabajan con toda independencia. Muchos de ellos 
. , uo dan con su labor frutos inmediatos para la institución y 
hasta pueden pasar años enteros, sin que sus trabajos sean 
1 
convertibles en procesos de éxito económico; pero ésto no le< - . 
*j . preocupa, pues en su visión más amplia y lejana suponen que lo3 
beneficios inmediatos no son 310s más fructíferos. En este sen- 
tido - observa - la General Electric tiene montado e n Clc- 
1 . veland maravillosos laboratorios, aparte de los que en Sche- 
e - nectady dirige I;angmnir, generosamente provi.stos y destina- 
dos a la investigación pura. E n una publicación reciente, !a 
Escuela de « Chemieal Engineering r, de Minnesota, declara 
' que «para ser industrial es menester primero ser .investiga- 
dor >. 
a L- industria alemana encontraba hasta hace poco tiempc 
mayor eficiencia en los técnicos suizos que en los propic~s 
para los problemas fisicoquímicos; en el momento actual sc 
estudia intensamente en ese sentido, vista la importancia fuli 
damental de esta materia en los problemas industriales. L:i 
Farben-Industrie, la Badische A. und Soda Fabrik, emplean 
de preferencia en sus usinas a fisicoquímicos. Uno de ellv 
Franckenburger, estudia en estos momentos la adsorción iim 
los colorantes bromados y además los potenciales de disocis- 
- 
ción del nitrógeno para obtenerlo en forma activa. Conjun- 
tamente con Illitasch, otro investigador i~iei-itorio, trabaja en 
catálisis y en los fenómenos que provoca la nitruración del 
litio. 
e «Muchos de mis alumnos, que trabajaban, en los límites rea- 
tringidos de nuestra especialidad- - gases - han sido reque- 
ridos insistentemente por los industriales y se han desenvuelto 
con todo éxito en las cuestiones que se les plantearon. Pued? 
citar así a Izaguirre, Sureda, Miravalles, Rodríguez Pire, Gar- 
cía de Paredes, panameño por cierto, como colaboradores que 
l a industria me h a arrebatado. 
Inglaterra y su sistema de 
selecci6n post-universisaria. 
-La tendeneia de plantear los problemas de aplicación al 
investigador puro - continúa el Dr Moles - se hace general 
también en G. Bretaña. Sustentando este criterio el ex-pro- 
sidente de la Chemical Society, Thorpe, aconsejaba en un dis- 
curso reciente extremar las pruebas post-universitarias de ca- 
pacidad, para definir las aptitudesinvestigadoras del alumno. 
Allí se establecen tres categorías: ETirst-class, second class, y 
/ 
third class honours. E l primero es el hombre de superior capa- 
cidad, el segundo de condiciones más restringidas; aunque 
eficiente colaborador; el tercero, a mi opinión, tanto puede 
servir para químico, como para guiar tranvías o cosechar hor- 
talizas. 
e Thorpe al aconsejar un mayor rigor selectivo, opinaba qtle 
sólo deben ser habilitados los primeros, escaso número de valn- 
rea reales. Desaparecerá, entonces, el problema de la desocii- 
pación del químico, pues todos estarán ocupados. 
Nuestro me- 
dio científica$ 
Preguntar sobre sí mismos, es una decidida indiscreción da 
nuestro pueblo y en la mayoría de los casos de escaso fruto. 
Sin embargo, el Dr. Moles es un hombre esencialmente fran- 
eo y de juicio concreto; contando con ello le solicitamos una 
impresión de nuestro niedio : 
-Una impresión optimisma - afirma - me trajo a Pa 
Argentina y se ha visto ampliamente confirmada. Palpo, sí, 
tina inquietud honda de estudio y superación. Aún en aquellm 
que observáis envueltos en una capa calcárea como los Fora- 
miniferos, florece el entnsiasmo y los buenas deseos hacia esta 
juventud. laboriosa que prepara vuestro porvenir intelectuaí; 
nobles deseos que son acreedores al aplauso, siempre que snr 
autores no obstaculicen en su marcha a las nuevas generacionw. 
Aunque el camino del infierno está empedrada de buenas iu- 
tenciones. . . 
M& alumnos del curso que dirijo en vuestra Facultatl, 
trabajan y me siguen - dicho sea sin halagos - con verdad-- 
ro interés y dedicación y diariamente debo ser yo quien obligu? 
tinuar esos trabajos, bastaría para suponerme recompensado 
de las fatigas de este viaje. 
E n estos momentos anunciaron a nuestro interrogado que 
otra persona pedía por él. Debíamos irnos y lo lamentamos de 
corazón, pues el Dr. Moles es un t causeur que apasiona, 
pero le habíamos entretenido ya una hora. Agradecimos sus 
Dr. Julio Orozco Díaq . :. -,, --,. . - r .. Y.- -- - 
. 4. U 1 .r-~:* -L , \ - p w Xj 
r - . . n I m >;*, 
LOS RAYOS RONTGEN EN METALOGRAFIA 
La materia en estado sólido se presenta en dos formas dis- 
tintas que llamamos amorfa y crist'alina. La primera se ase- 
meja a un líquido de gran viscosidad, careciendo por lo tanto 
de un punto de fusión determinado; ejemplos característicos 
de este estado son los vidrios y .resinas. Con más frecuencia se 
encuentra en la naturaleza el estado cristalino de la materia, 
que se caracteriza por la existencia de formas poliédricas, con 
caras planas y aristas rectas. La materia en estado cristalino 
pmee además una serie de propiedades típicas, entre las cua- 
les debe mencionarse en primer término la existencia de una - 
temperatura de fusión bien definida (a presión constante), 
cuya constancia demuestra la coexistencia de dos fases 
distintas. Aunque la forma exterior sea la propiedad m88 
aparente del estado cristalino, es indudable que debe ser con- 
secuencia de su estructura y que deben haber por lo tanto 
otras propiedades que p e r s t a n identificarlo; un pedazo de 
cuarzo por ejemplo, tiene propiedades elásticas', eléctricas y 
dpticas distintas de las de la sílice vitrosa y basta un examen 
a l microscopio polardante para notar la diferencia que existe 
entre estas dos formas. del anhidrido silicico. 
Las propiedades geométricas de los cristales, establecidas 
principalmente por Haüy, a principios del siglo diecinnevc., 
están condensadas en las dos leyes fundamentales de la crista- 
lografía. La primera, debida a Steno (1664), que pdemok 
llamar l s y de la cofistamia de los hn&los interfa&Zes, nor 
dice que los ángulos formados por intersección de caras co- 
. -: -5 m 
! 1 
de ia misma substancia, 
son siempre iguales.. La segunda ley fundamental de la tris- 
' talografía trata de la orientación de las diferentes caras de 
nn mismo cristal. E n todo cristal se pneden elegir tres aristas 
que sirvan de sistema de coordenadas con respecto al cual sea 
posible fijar exactamente la posición de todas sus caras. Si 
las aristas tomadas como ejes son x x' ; 9 y' ; z x' (Fig. 11, 
es indudable que una cara cualquiera o los cortará a distancias 
f i n i t ? ~ contadas d e d e el origen, o a distancias finitas si iíi 
cara considerada es paralela a uno o a dos de los ejes del 
Fig. 1 
cristal. Los segmentos que una cara determina sobre los ej: 
se denominan paránzetros y es evidente que si conocemos 1; 
ángulm que forman los ejes del sistema y los parámetros rle 
una cara, la pbsición de ésta quedará perfectamente deter- 
minada. Si el plano AEC representa una cara del cristal (Fi- 
gura l), sus parámetros serán de acuerdo con lo dicho OA, 
OB y OC. 
Si se desplaza una cara paralelamente a sí misma, se maii- 
tendrán constantes los ángulos diedros que forma con las 
otras caras del cristal; en este dwplazamiento varía el valor de 
los parámetros, pero se mantiene constante su relación, es 
decir que la verdadera característica de la posición de una 
? c , ,- - .. ' "* : - -, -w:;-: -! . . . y,,; p.;. . 2 -.- . .- 4- ' ' - . cara cristalina es la r e W m p m m é t & a OA: OB : OC, que ' ,- 
? m evidentemente será igual a OA': OB': OC' (Fig. 1) . Si ele; m! 
gimos a una cara que corte a los tres ejes como camz 
paz, e indicamos su relación paramétrica por a : b : o, r mos siempre establecer para una cara cualquiera tal como,. ._ 
b- ~ la H E L la expresión: 
4 . . , 
J f i . 
b c ' . - 
. . 
Los números h, k, 1 que caracterizan cada cara del cristal, . - - , 
una vez fijados los ejes y la cara principal, se denominan . 
Indices de Mz'ller. - ..a1 
Hasta ahora hemos establecido relaciones puramente for- - , . 
males entre las características de las caras; veamos lo que . ' 4 
dice la observación sobre las mismas. La experiencia, conden- 
sada en la llamada Ley de m c i d i d a d de los ilzdices, nos dice 
' 
.g/ . * que los indiaes h, k y 1 que acabamos de definir estám elztrz ' - - 
si conzo nzia~e,ros enteros selncilíos. Se suele llamar símbolo de - '-'S 3; ,':,a 
una cara a los índices de la misma entre paréntesis, (h 7c 1 ) ; . .:, - 
ea indudable que si se conocen las comtarztes crilstalográfkus , 78 r -. (ángulos a, P y y que forman los ejes entre sí y la relación 
O ;$$ 
paramétrica fundamental a : b : e ) , se puede obtener la rela- .- , -.-- 
ción paramétrica de una cara cualquiera cuando se conoce11 
su9 índices, por medio de la relación: 
. 1. 
w 
Para la cara principal tendremos -: E: L= 1:1:1 y su 
a b c 
símbolo será (111) ; si las caras cortan a los ejes en las parter; 
. r negativas de los mismos, sus índices serán negativos. Si una - - 
cara es paralela a uno o dos de los ejes, sus parámetros serán 
co y de acuerdo con la expresión [ l ] los índices correspon- - 
dientes serán iguales a cero. Como ejemplo se da a continua- 
de este cristal son tres iguales y perpenticulares entre sil : . 
- Aquel profesor, .ImpZaeabZe eomo el Destino, repetda exactamente, a la - - 
J. AUSWElDMANN 
cara ABC, (111) ; cara DGFB, (010) ; cara GEAF, (100) ; 
cara CDGE, (001) ; cara CEFB, c011). 
Cuando un cristal tiene la serie completa de caras de una 
clase, por ejemplo las ( l l l ) , ( l l i ) , (111) . . . (iii), (el sig- 
no menos se suele colocar sobre el índice) del octaedro regu- 
Wg. 2 
lar, al conjunto de caras se denomina f&a cristalina y se 
simboliza con (111) y en general con {h k 1). E n los crista- 
les generalmente coexisten caras pertenecientes a diferentes 
formas resultando así la gran variedad de aspectos exteriores 
que presentan a la observación. Todas las formas pertene- 
cientes a un mismo cristal, tienen los mismos element'os de 
simetría (planas y ejes de simetría). 
La teoría geométrica de la simetría cristalina ha sido des- 
arrollada principalmente por Schonflies, que ha demostrado 
la existencia de 32 clases de simetría compatibles con la ley 
de racionalidad de los índices. Estas 32 clases se han agrupa- 
doen 7 sistemas cristalínos que se caracterizan por la longitud 
e inclinación de los ejes y que resrnmimos a continuación: 
- 3&4 - 
Todos desiguales . . . R6mbico 
Desiguales . . . . . . . Tri~linico 
1 Iguales, ángulos iguales. . Trigonal 
(dirtiuto de 90") e 
t C~iatro: Uno perpendicular a tres nbliciios iguales . . . . Exagonal 
La ley de racionalidad de los índices con todas sus consc- 
cuencias debz considerar* como el enunciado de un resultado I 
impuesto por la experiencia, independiente de toda hipótesis 
o teoría sobre la estructura de los cristales. Su significado se 
, 
m aclara si suponemos a los cristales construidos en la forma 
que describimos a continuación : 
Dividamos al espacio en paralelepípedos iguales, mediante 
tres series de planos paralelos a los determinados por tres 
rectas concurrentes en un punto; planos de distinta serie y 
deberán cortarse, mientras que Los de una misma serie, par-i- 
': 
E ' lelos entre sí, e,starán separados por distancias iguales' Las 
i . distancias que separan a los planos de las diferentes serir-S pueden ser iguales o distintas y los ángulos que forman planos 
I ' de distinta serie pueden tener cualquier valor. Tres de estos 
! - . planos se cortarán en un punto y el sistema de puntos del 
espacio así determinado constitaye una red de tres dimensio- 
nes. Podemos suponer que los átomos o maléculas de un crh- 
tal están distribuídos en el espacio formando una red tridi- 
mensional; esta hipóte,sis que fué adelantada por Bravais en 
1850, explica satisfadtoriamente la simetría cristalina, que 
correspondería a la simetría de la red si los átomos, molécu- 
las o elementos materiales que constituyen el cristal no modi- 
ficaran con su forma la simetría del conjunto. . 
Por otra parte, las redes de Bravais permiten comprender 
la, limitación impuesta a la posición de las caras cristalinas, 
contenida en la ley de racionalidad de los índices. Si solo 
consideramos como caras pas$%ks de un crsistal las determi- 
nadas por Planos que pasen por puntos de la red, es induda- 
ble que éstas no podrán estar situadas al azar. Si las distan- 
cias que separan a las planos que forman la red son p, q y r , 
.o - 
los parámetros de una cara cualquiera tal como la, ABI: 
(Fig. 3) , serán múltiples enteros de estas distancias, es decir 
que tendremos : 
en la cual NI, Na y N3 son números enteros. De la anterior 
NaNs : N3N1 : NINg 
?ri la eual deben ser también enteros los productos de NI, N2 
y NS. Eliminando los factores comunes de los productos del 
segundo miembro para obtener la relacion más sencilla posi- 
bl,e, resulta : 
que ea l a relación paramétrica usada por los cristalógrafos, 8i 
la relación paramétrica fundamental a : b : c, ha sido conve- 
nientemente elegida, deberemos tener - 
>,?A 2;i-:-T q--:: p : " : Ti- :.+?--&ií 
;.$!$?S?.&& :-;>: ' u L.. .C l i T 
quedando desconocido para nosotros el factor numérico por 
el que hay que multiplicar a p, q, r para obtener a, b, c . 
- En.toda red tridimensional se pueden trazar infiniOo núme- 
ro de planos 9-etkularres (planos determinados por punt- de 
la red) y se puede demostrar que los puntos de estos planos 
están distribuídos en forma de redes planas. Entre planos 
reticulares paralelos existe una distancia d, que está rela- 
cionada con la densidad n del plano reticdar, indicándose Eon 
esta denominación al número de puntos de la red plana, conte- 
nido en la unidad de superficie. Esta relación se obtiene si s.. 
considera que el paralelepípedo elemental de la red de lados p, 
q y r , contiene en término medio un punto de la red, pues cada 
uno de sus 8 vértices pertenece a 8 paralelepípedos distintos, va- 
le decir que en el volumen ( p q r ) habrá en término medio Lin 
punto de la red. Existiendo una distribución uniforme de los 
puntos en el espacio, este volumen deberá ser igual al del prb- 
1 
ma de base - y altura d,,'que contiene tambié; en término 
9% 
medio un punto de la red es la superficie de plano reticn- (7 
1 
lar que contiene un punto), es decir que tendremos: d X 
= p X q X r y como sabemos que para una red el volumen 
p X q X r es constante, resulta que la distancia que separa 
a los planes reticulares de una red tridimensional es propor- 
cional a la densidad de los mismos. De lo dicho puede sacarse 
una consecuencia importante que -es la siguiente: las caras- 
na tu ra les y -10s p lanos d e cGveje d e un cristal tiemen h o&en- 
taci,án de p h o e f i e tku la res d e g r a n de&, que resulta de 
solo considerar cfue la cohesión cristalina será menor cuantr, . 
mayor sea la distanCia que separa a los planos reticulares. 
Vamos a hacer ahora algunas consideraciones geométriqas 
que permiten encontrar relaciones entre las características de 
la red (p , q, r y d ( h ~ ) ) . Consideraremos como ejemplo el caso 
más sencillo, el de la red cúbica para la cual p = q = r = a, 
vale decir que el cubo elemental de la misma tiene por lado a. 
Una cara cualquiera del cristal, de índices h 7c 6, corresponderá 
a un plano r e t i c d r cuya ecuación será: 
'f' p:" FJ&: 
sdf 3 Fr . ; . :. . -. - 
@&+,; . ., 
,? y':. , 
wF,&f:>!y: :- 
-' . .. .i 
en la cual Ci, C:! y C3, que son los parámetros tendrán 10s 
valores : 
d a a r-:,18 7 . = ; ' Ca =- CL = h ; c , = 1 - 
luego el pl-o reticular tendrá por ocuación 
.y la serie de planos paralelos al dado estará representada 
por la ecuacih 
en la cual s puede tomar valores enteros positivos y negativos. 
E l plano de la serie que pasa por el origen de coordena- 
das tiene por ecuación 
La distancia que separa a uno de estos planos del inmedia- 
to, puede calcularse fácilmente si se tiene en cuenta la relación 
en la cud 91, cpz y cp3 son los ángulos que forma la normal 
a los planos reticulares considerados, con los ejes de coorde- 
nadas. Como entre estos ángulos existe la relación: 
la expresión anterior puede tomar la siguiente forma: 
expresión que permite calcular la constante de la red ea 
función de la distancia que separa a planos reticulares de 
índices conocidos. Expresiones análogas pueden establecerse 
para cristales pertenecientes a cualquier sistema. 
E l estudio de la simetría cristalina permite establecer el 
ipo de red de un cristal; determinada ésta se puede calcular 
en los casos sencillos las constantes de la red haiendo ciertas 
hipótesis que veremo luego si se cumplen o no. Trqtemos de 
determinar la constante de la red del cloruro de sodio que 
1 cristaliza en el ~istema cúbico; supongamos que los átomos 
de C1 y de N, esten uniformemente distribuidas en los vérti- 
ces de la red cúbica de manera tal, ,que cada átomo de al 
este" completamente rodeado por átomm de N, y viceversa 
que cada átomo de N, tenga por vecinos átomos de C1. Cada 
cubo estará formado par 8 átomos, pero como cada átonio 
pertenece a 8 cubos, en tkrmiao medio corresponderá un átn- 
mo a cada cubo; si indicamos con a la arista del cubo, en el 
1 
volúmen a3 habrá nn átomo y en un centímetro cfibico - . a3 
átomos. Como cada molécula de CIN, está formada por dos 
moléculas/. átomos, en un centímetro cúbico habrá - 
2 aS 
Es bien sabido que la molécula gramo de cualquier substail- 
cia contiene el mismo número de moléculas; este número co- 
nocido por constante de Avogadro o de Loschmidt tiene por 
valor más probable 6,062 X loz3. Indicando con N al niúnero 
de Avogadro, con M al peso molecular de la substancia consi- 
derada y con Q la densidad de la misma, eq el volumen mole- 
M 
ci~i.it=- hsbrá N moléculas, es decir que tenemos: 
y UULL t j ~ a relación podemos calcular el lado del cubo elemen- 
tal mediante magnitudes determinadas por la experiencia : 
Para el cloruro de sodio tenemos: M = 58,O; Q = 2,l'i; 
N = 6,062 X loz3, que reemplazados en la anterior dan: 
cr, = 2.81 X cm. 
\ 
El cálculo que hemos efectuado explica claramente por que 
los cristales actúan como si fueran medios eontinuoe pasa 1E 
l ~ l z ordinaria a pesar de su estructura retioular; bastatenei 
presente que las longitudes de onda de la luz ordinaria so1 
del orden de 6 X lo-& cm y que segwi la ecumión [ l l ] 
de b parte 1, para que se produzcan fenómenos de difracción 
es necesario que la constante de la red sea mayor que la loa- 
gitud de onda. E n consecuencia las redes cristalinas produci- 
rían fenómenos de difracción con radiaciones cuyas longitu- 
des de onda fueran diezmil veces menores que las de la luz 
ordinaria. 
De todo lo dicho resulta que del solo exámen de las formas 
poliédricas cristalinas o de los clivajes de un cristal, no puede 
establecerse la estructura exacta de su red; escapan por com- 
pleto las dimensiones reales del paralelepípedo elemental, si 
- 
como también la distribución verdadera de los elementos es- 
tructnrales del cristal, es decir la posición de los átomos o 
grupos de átomos en la red del mismo. 
Estudiando la descarga eléctrica en tubos de alto vacío (en 
Bos llamados tubos de Plücker o Geissler), observó Rontgeil, 
en 1895, la producción de fluorescencia en ciertas sustancias 
que estaban fuera del camino rectilíneo de los rayos catódkoa. 
Estos rayos catódicos son de naturdeza corpuscular y por st. 
comportamiento en un campo eléctrico o magnético se llegi 
a la conclusión de que están constituídos por una corricntc 
de electrones, es decir de cargas eléctricas elementales. La 
producción de la fluorescencia mencionada, fué explicada por 
Rontgen suponiendo que el chocar los rayos catódicos con la! 
paredes de vidrio del tubo de Plücker, originaban un nuer< 
tipo de radiació~ y que ésta producía la fluorescencia obser 
vada. Los rayos así descubiertos se designan indistintamente 
rayos X o ra~yos Romtgem. 
El tubo de rayos catódicos fué modificado, agregándosele el 
antiqatodo, pieza de metal de elevado punto de fusión, qtit 
produce los rayos Rontgen al ser bombardeada por los elec 
trones. Perfeccionamientos posteriores han conducido a los 
tubos de Coolidge o de Liilienfeld usados actualmente. Er 
estos tubos se producen los electrones por incandescencia de 
un filamento metálico, dispositivo que permite regular la in- 
- Lo que se eonc*be b.len, se enuncila ela~amente 
BOILEAU 
temidad de la corriente catódica y por consiguiente la de la 
radiación Rontgen. La velocidad de los electrones depende de 
la diferencia de potencial aplicada a los polos del tubo, siendo 
posible mediante este dispositivo graduar a voluntad la dureza 
de los rayos, es decir su poder $s.ggpg&&n mi.$:matyi39 . 
. . + . . - .i según veremos más adelante. && :i *p. i-, . ,-: 
L:, . , -< ,, 4 - .. 
La ausencia de desviaciones el6ct;ricas y mtgnéticas en lbs 
myos descubiertos por Rontgen, parecería indicar qrie eran ra- 
diacionk electromagnéticas, análagas a las aceptadas por !a 
teoría electromagnética de la luz. Este punto de vista ha sido 
confirmado por todas las investigaciones experimentales y te3- 
ricas realizadas posteriormente; así Barkla demostró en 1905 
que estos rayos eran capaces de polarización, quedando cii 
esta forma confirmada su naturaleza ondulatoha transversal. 
Según una teoría formidada por Stokes y Wiechert poco 
después del descubrimiento de los rayos Rontgen, &tos se pro- , 
ducirían cada vez que se retarda o acelera el movimiento Je 
un electrón. Suponiaa estos investigadores que como un elec- 
trón en reposo posee un campo electrostático, mientras que en 
movimiento está rodeado por un campo electromagnético al 
« £renarse » un electrón debía propagarse en el éter una pertur- 
bación electromagnética, que se denominó pulsación ». Ac- 
tualmente estas ideas'sobre el mecanismo de la producción de 
los rayos Rontgen han tenido que modificarse, en primer 
lngar porque los rayos no se propagan por pulsaciones sino 
por trenes de ondas que se mueven con la velocidad de la 
. luz y por ser opinión generalmente aceptada en la actualidad 
que las teorías clásicas (elmtromagnética) no pueden explicar 
satisfactoriamente las relaciones entre radiación corpuscular ' 
y electromagnética. Como nuestro' objeto es solamente dar al 
lector los elementos necesarios para la comprensión de lo 
que sigue, admitiremos sin inconvenientes las ideas de Stokes 
y Wiechert. 
Comprobada la naturaleza ondulatoria de los rayos REnt- 
gen se trató de determinar su longitud de onda; de acuerdo 
con las ideas que se tenían sobre el mecanismo de lwrodnc- 
~ i ó n de &tos rayos, se mppusio que La « retair&;ión > del 
electrón, produciéndose dentro de la esfera de acción atómica, 
debería originar longitudes de onda 'del mismo orden de mag- 
- .nitud .que ésta, es decir de cm. Este resultado está de 
- 1 - .. - 
- 351 y 
- 1 - a. -.+).h.'-- - " 
b A , = , , . , y ;;A+ $$= vi - -.. - 
a~uerdo con el obtenido mediante la iey de Einstein, que rige - . , - -c - i' ." 
las ioelaciones entre radiacián corpuscular y electromagnética ; 
' 
si el potencial aplicado a un tubo de Coolidge es de 100000 
volts, la mínima longitud de onda obtenida, según la expresa- 
hc 
da ley, r s u l t a de substituir en la expresión h = - e V 
las constantes por los valores que damos a continuación: velo- . '+ 
cidad de la luz c = 2,999 X 10-lo cm/seg; carga eléctrica ele- 
mental, e = 4,774 X 10-lo U. E. E.; constante de Plank, 
h = 6,545 X erg/seg. En el cálculo hay que tomar a V eu - .m 
unidades electrostáticas, para lo cual se divide la diferencia de 
potencial en volts por 300. E n el caso que estamos considerand.3 
se obtiene 0,12 X cm, es decir un valor diez mil veces menor 
que el correspondiente a la luz visible. La pequeñez de la 1on.g:- 
tud de onda de los rayos R6ntgen explica el fracaso de las expr- 
rieneias tendientes a producir fenómenos de difracción con 
ellos, la expresión [ l l ] de la 1, nos demuestra la necesidad 
re redes con millones de rayas por milímetro, imposibles de 
realizar prácticamente. Deben citarse sin embargo, las expe- 
riencias de Haga y Wind que consiguieron producir fen6me- 
nos de difracción utilizando una hendidura triangular (desde 
27 p hasta O). estas experiencias que no resultaron muy con- 
cluyentes, fueron repetidas años más tarde por Walter y 
Pohl y permitieron a Sommerfeld, en 1912, calcular para la 
radiación Rontgsn predominante una longitud de onda dc 
0,4 X cm. 
Estando en este estado la cuestión, von Laue, profesor. de 
Fisica de la Universidad de Munich, tuvo la genial idea de 
utilizar a los cristales como redes de difracción para los rayos 
Rontgen. Según hemos visto (p. X ) , un cristal constituye una 
red natural, cuyas constanges son del orden de magnitud 
necesarios (de acuerdo con la expresión [ l l ] de la 1, para pro- 
ducir la difracción de radiaciones que pasean longitudes de 
onda del tamaÍío asignado a las de los rayos Rontgen. La 
experiencia fué realizada con resultado satisfactorio por Fric- 
drieh y Knipping confirmando la «naturaleza ondulatoria r 
de los rayos Rontgen y transformando en realidad la hipóte- 
sis de Bravais de la estructura reticular de los cristales. 
Acidos, álcalis y sales minerales de la 
Gran Industria Química 
'nTT7. A C*TnN DE PRODUCTOS 
CIE-RRE: J U N I O 
. . . . . . . . . . . . . . Acido Bórico 10 K 0.70- Sdfato de amonio Ton. 200.- 
. . . -0.80 K Petraolcruro de carbono 100 K 0.95 K * 
Acido Murihtico . . . . 20-220 20 % 0.35 w 
Nitrico . . . . . 40420 25 3 0.70 Q 
Sulfúrico . . . . 65-660 30 r 0.30 = 
, 100or , INSECTIC~A~, FUNQICIDAS, ESC. * 
, S 53-550 1000 w 0.09- K 037 . 11 Amire en p o l ~ o . . . . C - 
r r cafionea . . . . . 10 K 0.24- * r para leche 30 R 0.60 a -0.25 K 
2 D acu- . . . . . 
muladores 1.215 30 m 0.30 
Cianuro de potasio 500 a 3.60 K 
Sulfato de cobre (extranjero) . 100 . 40.- 2 
a a D 65-660 30 r 0.40 r 
x (nacional) . . 100 , 0.43 K . 
Agua Oxigenada . . . 
Alcohol etilico desnatura- 
a hierro . . 98-990 100 0.16 . - 
. . . . . Sulfuro de carbono 10 8.60 
lizado .95O 18 = 8.80 
B puro 960 20 = 40.60 
P metílico (metileno) 
Acetona . . . . . . . GASEB 
Alumbre ordinario . . . K 0.22 
. . . . . .. . . de cromo. . . " Acetileno g 2-2.2OK 
. . . . . . . Amoniaco Sal . . . . * l.- Aire líquido. L 6.- . . . . . . . . Amoníaco . . . . . . 16- 10 L 0.25 L 10 L 3.- L 
. . . . . 20 Oxígeno industrial m3 0.75 
Benzol bruto . . . . . . . . L 0.25 P medicinal . . . . . m3 7.- . . . . Bicarbonato de sodio K 0.30 
Bicromato de potasio . . . . 0.98 - 
Borax (tetra borato abdico) . . * 0.43 
Brea. . . . . . . . . . . . 200 L 45.- MIWEB 
. . . . Carbonato de amonio 5 K 0.90 K 
. . . . . > potasio 600 * 1.75 lingote . . . . . 100 K 250.- i r . sodio (soda Sol- Aluminio alambre 1 mrn . . r, 300.- ' vay) 100 * 17.- chapa 0,b mm . . , 295.- . . . . . . . . . . 
. . . . . . . . . . . . . . . Carbón weke Ton. 42.- Antimonio 
Cloruro de cal 100 D 22.80 Bronce ordinario . . . . . . 200.- . . . . . . . 
. s o d i o . . . . . . Cobre en chapa . . . . . . r 220.- 
. . . . . . . . . HiposuEto de sodio. . . . . 50 K 0.25 K Estaño. 
Nafta bruta . . . . . . . . L 9.25 . Mercurio. . . . . . . . . K 
. . . . . . . . . . . . . . . . Naftlllina bruta Ton. 120.- Oro. 
Neftalina pura . . . . . . . 100 K 40.- Plata . . . . . . . . 
. . . . . Nitrato de Sodio. . . . . . 100 S 0.26 K Platino. . . 
D B potasio . . . . . K 0.63 Plomo . . . . . . . . 
. . . . . . . Soda ohustica 20 K 0.35 K Lingote. . . . . 100 K O$s18.- 
. . . . . . Sulfato de sodio Bolsa 0.11 a Zinc { Chapa . . . . . . . . 20.05 
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Lis cifras entre paréntesis indican el envase mínimo 
cítrico . . . . . (100 g) 100 g n a calcio . . . (100 g) 100 g 1.10 
o ó i c o . (250 g L 2::: 1 m e 0 . (100 g) 1.65 . . . . fluorhídrico. (100 g) 100 g 5.50 plomo 
. . nítrico 35". ( 1 k) K 4.60 (litargirio) (100 g) m 1.30 
a 3 40' r > zinc 
- sulf&rico 66" . . ( 1 k) K 3.30 Percloruro de hierro. . (100 g) 100 g 1.10 
. . . . . . a t&nico ( 50 g) lOOg 4.60 Permanganato de pota- 
. . . . a tart4rico (100 g) 100 g 1.40 . . . . . . . . me (100 g) r 1 
. . . . . ;Acetato de amonio (250 g) K 11.- Fosfato de sodio (100 g) B 
. . . . . a r plomo. (100 g) g 1.- calcio (100 g) D 
. . . . . . ; w z sodio (100 g) g 0.75 B potasio (100 g) B 
. . . . . . i =, Anhidrido srsenioao ( 25 g) 100 g 1.30 Suifato de sodio (250 g) K 'i 
;.icarbomto de sodio . (250 g) K 5.50 ferroso 
. ~J3icromato de potasio . (100 g) lOOg 1.10 Biaulfato de potasio. . (100 g) 100 g 1.- 
. . . . . . . . . .$Bibxido de bario (100 g) D 1.10 Perhidrol. (300 g) 300 g 5.30 
Brommo de sodio 
Bromuro de potasio. . ( 50 g) lOOg 1.65 
Carbonato de bario . . (250 g) K 11 .- 
OTROS PRODUCTOS PmOE 
a calcio. . 1250 E? 14.30 
sodio. . 
Cianuro de mercurio . 
i. D potasio . . 
:, sodio. . . 
Cromato de potasio. . 
Cloruro de bario . . . - cúprico 
cuproso 
eataña (proto) . 
de magnesio . 
r manganeso 
plata . . . . . plmtino . . 
w D o r o . . . . 
r B sodio. . . 
Ferrocianuro de potasio 
Femicianuro 2 w 
FIuormo de calcio . . . potasio. . 
Hidrosuiñto de sodio . . . . Hiposulfito 
Yodo bisublimado. . . 
Yoduro mercúrico pat. 
de potasio . . . . sodio . . . 
Nitrato de plata . . . 
. w w potasio . . 
Nitrato de sodio . . . 
= 7 70 
lOOg 4.30 
3.85 
1.10 
2.75 
1.10 
lOOg 2.20 
D 1.- 
1og 3.10 
g 10.45 
w 2.75 
l0Og 1.- 
1.55 
1 30 
r 1.- 
0.75 
w 1.30 
K 15.40 
lOOg 8.25 
3.30 
7.60 
w 6.60 
= 15.40 
a 1.65 
K 7.70 
Acido Benebico . . . . . . 
Alcohol metilico . . . . . . . 
Clorhidrato de cocaína ( 10 g) 
' 
D quinina b&síco . 
P mor6na ( 10 g) 
. . . . . . . . . Cloroformo. 
Bencina . . . . . . . . . . . 
. . . . . . . Cafeína (100 g) 
. . . . . . . Eter de petróleo 
. . . . r sulfúrico ( L ) 
. . . . . . Glicerina,. ( L ) 
Suifato de' atropina . . ( g 1 
., . q u i n i n a . . . . . . 
. . . . . . . . . . . Uretana 
Vmelina oficina1 (hta 5 El 
Vsnillina . . . . . . . . . 
COLOBANTES PARA PBEPAE&CIONES 
~CROSCÓPICAS 
Acido ósmico. . . . . ( a g) g .-... 
Azuidemetileuo. , . ( 1 0 9 ) 10g 1.45 
Eosina al agua . . . ( 10 g) 10 g 1 "' 
Carmín &&do. . . . . ( 1 g) g 1 
Giemsa . . . . . . . ( 25 g) lOOg 4.40 
Hematoxilina al agua . ( 5 g) 10 g 7.15 
Dr. C. A. Durruty 
APLICACIONES DE LA TERMO1)INAMICA 
A LA FISICOQUIMICA 
E n la primera parte de estos apuntes (Chemia, &o VI, Kn' 
30), habíamos afirmado que, para calcular el trabajo má- 
ximo que es posible realizar al transportar una cierta cantidad 
Q del calor desde una fuente caliente a otra fría, era nece- 
sario que la evoluciól: considerada cumpliera las dos condi- 
ciones siguientes : 
a ) No debe producirse, durante su desarrollo, el fenóme- 
iio de la simplie conductividad que transporta calor sin ren- 
dimiento de trabajo. 
b ) Debe ser reversible.. 
Este segundo requisito es muy impor.tante, pues no siendo 
posible volver a las condiciones iniciales, no podríamos esta- 
blecer qué porción de calor ha sido utilizada para efectuar 
un trabajo externo, desde el momento que persisten trans- 
formaciones internas, las chales forzosamente se habrán pro- 
ducido con absorción o desprendimiento de una cierta can- 
tidad de calor. 
E l denominado ciclo de Carnot cumplie ambas condiciones 
y su estudio conrtitney la clásica determinación del rendimien- 
to máximo. 
Consiste en efectuar con una cierta cantidad de gas, las opc- 
raciones que a continuación se detallan: 
1"na expansión isotérmica, vale decir, a una temperq- 
tura constante. 
29 Una expansión adkbcitica, o sea sin intercambio de ca- 
lor entre el sistema considerado y el ambiente externo. 
39 Una compresión isotérmica, y 
49 Una compresión adiabática, volviendo a las condioio- 
nes iniciales. 
E n una palabra, el ciclo consiste en dos dilataciones, una 
isotérmica y otra adiabática, seguidas de dos compresiones, 
una isotérmica y otra adiabática, efectuadas en cierta forma 
para volver a las condicones primitivas. 
Pues bien, a priori, una evolución así concretada parecería 
efectuarse sin producción o absorción de trabajo del sistema 
con respecto al m ~ d i o externo y sin embargo, como a conti- 
nuación veremos, el sistema, al cumplir el ciclo, ha efectuada 
sobre el medio ambiente un cierto trabajo que será el máximo, 
en virtud de las consideraciones hechas. 
Representemos en un sistema de coordenadas ortogonales, 
las presiones sobre el eje de las ordenadas y los volúmenea so- 
bre el eje de las abscisas. 
El punto A corresponderá a un cierto volumen vl de gas,. , *: 
a. la presión p, y temperatura absoluta TI. , : :.-i 
Hagamos que esa masa de gas, se dilate isotérmicamente has- 
ta alcanzar un volumen vz a la presión p2 (punto B). La teni- 
peratura ' permanecerá constante en Ti. 
La dilatación debe efectuarse con suma lentitud para poder .. 
admitir que en todo el intervalo de tiempo que dma la es- 
pansión, la temperatura se mantiene constante. 
Es evidente que del exterior pasa una cierta eantidad de 
calor, la cual es íntegramente destinada al trabajo de dilatil-- 1-',5 
ción. . - ., 
La curva AB que se obtiene, es un trozo de la isoterma cu- 
rrespondiente a la temperatura TI, y como se recordará, ,u 
expresión analítica p. v = R. T = constante, corresponde a una 
hipérbola. 
Apliquemos ahora a esta transformación la expreswu 
U = A- Q, que en cierto modo es un enunciido del primer 
principio. 
U representa la disminución de la energía interna y desig 
nando con Ul y U2 la energía interna la masa de gas, para los 
puntos A y B respectivamente, tendremos, 
A, expresa el trabajo efectuado por el gas sobre el medio 
ambiente. Este trabajo será igual a p (vp - vl). Pero, como 
p no es constante, hemos de aplicar el cálculo integral, en 1.1 
forma que 16 hemos hecho ep otra ocasión. 
Para una pequefiísima variación de volírmen : 
y como p.v = ~ . f 
(EmpleamosTi por ser ésta la temperatura a la cual se 
efectúa la dilatación). 
. . 
1, - - AqueE profesm que ZZegaoa a .su clase con IZbros gue nunca & M a , es- 
p m b u asguramente emauniear " ~ O T Znfluewc'Lrc ", los colzo.r.llhZeado8 que 
no alcauauba a d e f i n t ~ J. AUSWEIDMANN 
Luego : 
2, 
= R . TI Log --.. z,- 
<,-Y 
valor que geométricamente representa el áxea AñB'A' compreu- 
'dida entre la curra AB y el eje de las abscisas, dado que dicha 
curva es la representación de la función 
Ya hemos calculado pues U y A; si510 nos falta determinar 
Q. Indicando con QI el calor absorbido por el sistema, para el 
caso presente tendremos, 
No está de más advertir que hemos tomado UI - U z (ener- 
gía inicial menos energía final) porque U con signo positirlj 
0% representa disminución de energía interna; 227; Log -- 
Vl 
con signo positivo porque.es el trabajo realizado por el gas 
&obre el exterior y Q1 con signo positivo, porque es el calor 
absorbido (el signo menos, como se recordará, pertenece a IL 
=presión primitiva U = A - Q ) . 
3 . 4 . 
.,.; A continuación, efectuemos una expamión adiabática (er 
la cual no ocurrirá por- lo tanto ningún intercambio entre 
el sistema y la fuenta externa). , 
El gas al expandirse, aumenta su volumen de u:! a u3, rii 
presión disminuye de p2 a p3 y su temperatura de TI a T2 y la 
curva de dilatación estará dada por el troao de adiabática BC. 
Como en el caso anterior, aplicando U = A- Q obtendre- 
~ O B , l 
U = U, - U, = disrniiiución de la energía interna. 
A =/%:p . dv = trabajo retiiizado por el sistema ,obre el me- 
dio ambiente y que no calcultlinos analíticarneute porque, co- 
mo veremos, no nos hará falta. Sri valor se halla geométrica- 
iiiente representado por el área BB'C'C. 
En cuanto a Q, en este caso es nulo, por cuanto no ha ha- 
bido pasaje de calor en ningún sentido. 
Luego, 
U z - tJ3 = área BCC'B' 1111 
Ahora bien, rodeado el gas por una fuente fría de tempe- 
ratura T2, comprimámoslo isot6rmicamenite (Ts permaneeer.6 
constante). E l volúmen pasará de v3 a v4, la prasión aumentar R 
de fi a pq y la curva de oompreeión será CD (eligiendo el 
punto D de modo tal, que pertenezca a la vez a la curva adia- 
bática que pasa por el punto A ) . 
Volvamos a aplicar la espre~ión U = A- Q. 
Y finalmente, 
214 U . - U4 = R . T2. Log. -- + Q. 
v.3 
[IIII 
QZ representa ahora la cantidad de calor desprendido y el 
signo positivo proviene de que siendo calor desprendido 
Q = - Qz y por lo tanto - (- Q2) = + Q2. 
El trabajo, en cambio, es absorbido por el sistema gaseosg 
y en consecuencia negativo, pero no afectamos con signo m e 
V 
nos por cuanto lo es ya la expresión R.T2.Log 4- como pue- 
v3 
de verificarse por ser mayor v3 que u4 (Fijando bien los li- 
mites en estas integraciones no hay por qué preocuparse de 
los signos). 
Dicho trabajo absorbido se halla también represenaado por 
el área CC'D'D (con signo menos). 
Por último, efectuamos la compresión adiabática que nos ha 
de llevar al punto de A, según la curva DA. E n esta 
transformación el gas se comprime, pero no hay pasaje de 
calor a la fuente exterior y el gas aumenta por tal raz6n iu 
temperatura de T Z a T I . 
Como en la transformación adiabática anterior Q = 0 : 
entonces, 
U4 - UI = - área DD'A'A [Ivi 
Afectamos al área con signo negativo por cuanto el trabn- 
jo lo es, en virtud de que el medio externo 10 realiza sobre 
el sistema considerado. 
Del estudio completo de la evolución podemos establecev: 
19 ue al final, la energía interna- recupera el valor pri- 
mitivo. 
2Q Que el trabajo total efectuado será igual al área 
ABCD. E n efecto, 
T = ABB'A' + BB'C'C - CC'D'D - 
- DD'A'A = ABCD 
39 Que ese trabajo corresponderá a la diferencia entre 
el calor absorbido y el devuelto por el gas a la fuente exts- 
rior. 
E l valor de esa diferencia la obtendremos de [1] y [III]. 
Ahora bien, para una misma masa de gas, el valor de w 
energía interna es el mismo mientras no varíe su temperil- 
tura. 
Luego, 
O también, 
Q1 - Q2 = área ABB'A' - área CC'D'D 
El segundo miembro, evidentemente, debe representar el 
trabajo correspondiente a la cantidad de calor expresada par 
la diferencia de Q1 y Q2 y como dicho trabajo está geomB- 
tricamente representado por el área ABCD llegamos a la 
conclusión de que las áreas BB'C'C y DD'A'A son iguales. 
Esta es más evidente, si efectuamos la suma de las exprcl- 
sio-nes [,U] y [IV] . 
..:. .. 
l$.-,;' L f:iw> 
tBA. ,+> $ U1 - U3 = área BCC'B' 
Ti4 - Ul = - área DD'A'A 
O = área BC'C'C - área DD'A'A 
., ,, &rea BB'C'C = área DD'A'A 
u 
Volvamos a la expresihn [VI que, como vemos, nos exprs- 
sa para el ciclo de Carnot, cuál es la porción de calor que ~EP 
transforma en trabajo. 
Los volúmenes vi, u-, VS, v4, no son cnalesquiera, sino -que 
están ligados por ciertas relaciones que estableceremos re- 
cordando la ley de las dilataciones y compresiones aaiabk- 
ticas de los gases. . 
En esta clase de transformaciones, como h e m s dicho, el 
producto pv no es constante, sino que para una determinn- 
da masa de gas se cumple. 
la cual expresa que el producto de las temperaturas abso- 
lutas por la potencia k-1 del volumen, es constante para las 
transformaciones adiabáticas (k representa la relación entre 
los calores específicos a presión y volumen constant'es). 
E n nuestro caso tendremos, para la primera transform,i- 
cióp adiabática 
Ti.vZk-l = T2.~3k-1 . - 
- : % 
t .' . . 
y para la segunda, 
TI .el*' = T8.v4*' 
Del cociente de ambas, 
Lueg~ en la [TI cambiando el signo del último téymi- 
no, 
8% v3 Q1 - Q2=l2.TI.Log --- R . T,. Log S -- 
211 v4 
'"2 y según [VI] podemos saoar R Log - cotno factor coiuúii. 
'"1 
Para relacionar la proporción de calor transformable en 
trabajo con la cantidad total de calor absorbida durante In 
evolución tendremos que dividir QI - 9 2 por QI.. 
Y en tal caso, 
vz B . Log - (T , - T,) 
Q r - Q z vi . 
QI - u, R.Log - 
v1 
TI 
Que conduce finalmente a 
. 
expresión que da el rendimiento máximo de trabajo de Id 
evolución cumplida y a la cual suele dársele la siguientt: 
forma : 
2 Ti - T2 - - -- 
Q - T I . , 
y también esta otra, 
A dT --- 
Q - T 
Dr. Pablo Chabussot 
INICIACION BIBLIOGRAFICA PARA QUIMICA 
ORGANICA 
La correcta utilizacibn de la bibliografía química se halla bastante 
descuidada en nuestros estudiantes. Sea por desconocimiento de las 
fuentes más autorizadas, o por ignorancia respecto a su manejo, el 
alumno no saca del material escrito el partido que debiera. 
El presente trabajo salva ampliamente estas deficienclae y auu- 
que está dirigido especialmente a la rama orgánica, sus indicaciones 
son de aplicación general. Recomendamos encarecidamente su lectq- 
ra en la' seguridad de que sus epseííanzas permitirán extraer el má- 
ximo fruto de nuestras bibliotecas> (N. de R.) 
E n Química Orgánica, corno en todas las ramas de la c1t-l~- 
cia, el estudio experimental y la investigación, que se llevan 
a cabo en el laboratorio, requieren ser precedidos de una acle- 
cuada labor en la biblioteca. 
E n el caso del estudio experimental, (trabajos prácticos), 
el trabajo de biblioteca comprenderá, fundamentalmente, la 
parte teórica del problema tt resolver. E s de todo punto de vis- 
ta inútil realizar un trabajo práctico sin conocer el funda- 
mento teórico del mismo, a menos que se considere la prác- 
tica de laboratorio como una simple ensañanza sobre el ma- 
nejo del material, el arte de perforar corchos y la estética en 
el montaje de aparatos. 
Nitrar el benceno aún mismo con u n rendimiento exceleri- 
te, - lo que, en parte, es simple cuestión de seguir al pie de 
la letra las indicaciones de u n buen texto de trabajos prác- 
ticos -, no reporta sino una muy mínima enseñanza si a l efec- 
tuar esa práctica no se sabe que de ese mismo modo y en ba- 
se a las mismas causas, se nitran muchos otros hidrocarburos 
y compuestos aromáticos y no se nitran carburos grasos.

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