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1 AGENDAS OTRAS Soberanía nacional: de la Batalla de Obligado a nuestros días Una propuesta a partir del 20 de noviembre Desde la Subdirección de Desarrollo Curricular, desde el equipo de “Agendas otras” propiciamos el desarrollo de materiales que problematicen, interpelen, amplíen y profundicen la visión y revisión de formas de pensar y pensarnos respecto a las conmemoraciones teniendo en cuenta las perspectivas: latinoamericana, intercultural, ambiental, de género, que consideramos fundamentales para reactualizar lo que esas fechas significan. Esta línea del trabajo fue iniciada a partir del análisis y propuestas para el 12 de octubre -“Conmemorias, copresencia y construcción de lo común”- y para el 8 de noviembre -“Presencias afro en la construcción de la formación docente”-. Entendemos que quizás estas fechas se encuentran enmarcadas en un contexto donde los institutos de formación docente se encuentran sobrecargados con las tareas que conllevan el cierre del año, sobre todo, marcadas por el trasfondo pandemia y virtualidad. Sin embargo, compartimos un nuevo documento con la idea de que trascienda el tratamiento puntual dentro del calendario escolar, así como las anteriores propuestas, y que motive la introducción de estos temas en las planificaciones anuales, ya que proponen una revisión de lo instituido e impacta directamente en la construcción del rol docente de las y los estudiantes. La propuesta de este documento acerca un tema indispensable en la formación docente: la soberanía nacional y las dimensiones que esta reclama en nuestro aquí y ahora. Se abordarán algunas de las soberanías, aunque en los próximos materiales se continuará profundizando. Los pueblos de América, inscriptos en memorias de luchas, seguimos levantando nuestras voces que reclaman el derecho de autodeterminación y de soberanía para persistir en la construcción de los modos propios de estar, pensar y sentir. Una y otra vez, la vigencia de sus autoafirmaciones históricas y culturales con sus acciones de resistencias recuerdan en este tiempo, como en otros, las embestidas de dominación /colonización con sus múltiples rostros. La soberanía se construye en acciones colectivas con decisiones a favor de lo común, que intentan enfrentar intereses ajenos, y no solo extranjeros, en cuerpos, territorios, cosmovisiones, educación, alimentación, economías y tecnologías de los pueblos y comunidades. Pensar a América Latina, como sujeto y lugar de enunciación, resulta una https://drive.google.com/file/d/1258Lhft5l5zqSJzzX5KjGljB9KYOrGh_/view?usp=sharing https://drive.google.com/file/d/1iwdxwqdDeAkIzIwPHnh8RZX7aoRxwVKJ/view?usp=sharing 2 apuesta pedagógica y política territorial que excede el suelo y las fronteras, siendo cuerpo comunidad. La construcción de un pensamiento identitario latinoamericano ofrece una oportunidad de recoger y ofrecer herencias en términos emancipatorios. El escritor y político cubano José Martí planteaba en Nuestra América (1891) su preocupación por la formación de las y los jóvenes en las universidades en América porque notaba que no enseñaban los elementos peculiares de los pueblos americanos. Así, advertía que los jóvenes salen al mundo “a adivinar […] con antiparras yanquis o francesas, y aspiran a dirigir un pueblo que no conocen”. En línea con esta idea, todavía hoy creemos que no es posible negarnos la posibilidad de un pensamiento soberano periférico sin que ello quite la vocación de interactuar con el mundo (Feinmann, 2018). Por todos estos motivos, aspiramos que, en nuestros institutos de formación docente, vislumbremos la profecía de José Martí, aquella que expresa que los pueblos “se ponen en pie […] y se saludan. ‘¿Cómo somos?’ se preguntan; y unos a otros se van diciendo cómo son. […] Las levitas son todavía de Francia, pero el pensamiento empieza a ser de América. Los jóvenes de América […] hunden las manos en la masa, y la levantan con la levadura de su sudor. Entienden que se imita demasiado, y que la salvación está en crear”. (Martí:1891) Les ofrecemos, de esta manera, el siguiente recorrido temático: iniciaremos con la explicación acerca de por qué se rememora la soberanía nacional en esta fecha y abordaremos la necesidad de repensar su sentido actual. Trataremos las múltiples y entramadas dimensiones que adquiere la noción de soberanía, reconociendo las pujas y tensiones en las que se inscribe. Para ello, se compartirán diversas voces y experiencias territoriales y el esfuerzo por actualizar el compromiso por nuestra soberanía. Finalmente, ofreceremos algunos recursos y propuestas pedagógicas de manera que estos temas puedan ser trabajados en las aulas y así motivar a que sean incluidas en las planificaciones docentes. Recorrido propuesto • Soberanía nacional: de la Batalla de Obligado a nuestros días • a. Soberanía lingüística, cultural y latinoamericana • b. Cultura digital, soberanía tecnológica y pedagógica • c. Alimentación y soberanía alimentaria • d. Soberanía del cuerpo • Propuestas para el aula • Recursos 3 Soberanía nacional: de la Batalla de Obligado a nuestros días El 20 de noviembre se conmemora en la Argentina el día de la Soberanía Nacional, en referencia a la Batalla de la Vuelta de Obligado, ocurrida en 1845 en el Río Paraná a unos 20 kilómetros al norte de San Pedro, provincia de Buenos Aires. Este suceso se debió a la resistencia de la Confederación Argentina frente a la invasión armada de Gran Bretaña y Francia que, con dos flotas de guerra combinadas, ingresaron al territorio nacional con el propósito de intervenir en los conflictos políticos internos y forzar la apertura económica a las manufacturas anglo-francesas. Las fuerzas argentinas, al mando del Gral. Lucio Mansilla, frenaron el avance del enemigo usando una barrera de barcazas y cadenas, en un recodo donde el río se angosta 600 metros. Aunque los invasores lograron derrotar la defensa argentina, la Vuelta de Obligado simbolizó la resistencia americana a la intervención imperialista europea en los asuntos económicos y políticos violando los derechos de autodeterminación nacional con el objeto de garantizar el colonialismo decimonónico. La resistencia de las fuerzas argentinas se replicó en los combates de Tonelero y San Lorenzo. Esto llamó la atención de la prensa internacional que se hizo eco de la prolongada resistencia mediante la cual un país sudamericano hizo frente a la voracidad de estas dos potencias mundiales en defensa de su integridad territorial y el derecho de autodeterminación política y económica. Desde el exilio, José de San Martín siguió el proceso con mucha atención y sostuvo un intercambio epistolar con Juan Manuel de Rosas. A continuación, citamos algunos fragmentos que resultan significativos sobre el alcance de este diálogo. “[…] me hubiera sido muy lisonjero poder nuevamente ofrecerle mis servicios (como lo hice a usted en el primer bloqueo por la Francia); servicios que aunque conozco serían inútiles, sin embargo, demostrarían que en la injustísima agresión y abuso de la fuerza de la Inglaterra y Francia contra nuestro país, este tenía aún un viejo defensor de su honor e independencia; ya que el estado de mi salud me priva de esta satisfacción, por lo menos me complazco en manifestar a usted estos sentimientos, así como mi confianza no dudosa del triunfo de la justicia que nos asiste. Acepte usted, mi apreciable general, los votos que hago porque termine usted la presente contienda con honor y felicidad, con cuyos sentimientos se repite de usted su afectísimo servidor y compatriota […]” José de San Martín a Juan M. de Rosas, Nápoles 11 de enero de 1846. Francia y Gran Bretaña se vieron obligados a solicitar la paz, en cuyo tratado reconocieron los derechos soberanos de Argentina sobre su territorio, comercio y 4política interna. Por estas razones, este suceso histórico se convirtió -después de las guerras por la Independencia- en el ícono más heroico de la historia nacional en defensa de la soberanía política, económica y territorial. Es importante mencionar que en esta batalla participaron muchas mujeres. En las últimas décadas, se ha dado a conocer su rol en este acontecimiento histórico. En el documento “Defender la Soberanía de la Patria” (2020, MEN)1 se describe que entre las patriotas, se destacó un grupo de mujeres de San Nicolás y San Pedro que abastecieron con proyectiles a los combatientes y que auxiliaron a los heridos: Josefa Ruíz Moreno, Rudecinda Porcel, María Ruíz Moreno, Carolina Suárez, Francisca Nabarro y Faustina Pereira que respondían a Petrona Simonino, según el parte de guerra, heroicas mujeres que el relato histórico no supo reconocer con justicia, oportunamente. Queda mucho por investigar respecto de la politización de las mujeres pertenecientes a las clases populares del período, pero hay indicios claros de que una fracción importante de ellas, lo hizo. En Historia de mujeres en la sociedad argentina, Dora Barrancos enumera a las mujeres que se sumaron con convicción propia a las luchas políticas y militares en ese contexto histórico tan complejo. Así como menciona a Bartolina Sisa, María Remedios del Valle, Juana Azurduy y las veteranas de Malvinas, entre otras, hoy podemos sumar a esta saga de mujeres luchadoras a Patrona Simonino. Todas ellas contribuyeron a liberar y defender la Patria. A lo largo de nuestra historia puede observarse que la construcción de soberanía es un proceso recurrente. En nuestra región, han existido resistencias colectivas en el marco de relaciones de poder desiguales y, simultáneamente, participación activa y complicidades favorecedoras de la dominación. El sistema capitalista tensionó y tensiona permanentemente la soberanía económica de los Estados nacionales, aunque la presión ejercida es desigual y se da según la inserción de cada país en el mercado internacional. Así, la composición y resultado de la balanza comercial, la exposición a los flujos financieros, la inversión extranjera directa y las políticas desplegadas por los organismos internacionales son terrenos en los que se disputa cotidianamente la soberanía de países periféricos como el nuestro. A ello cabe agregar dos transformaciones estructurales de los últimos 40 años: el crecimiento de las cadenas globales de valor, que implica la deslocalización de la producción a escala planetaria, y la financiarización del capitalismo, que han reducido aún más los márgenes de acción de los Estados nacionales. De este modo, actores como las empresas multinacionales, los acreedores privados y los acreedores institucionales presionan para alinear las decisiones económicas nacionales de acuerdo a sus propios intereses. En ese sentido, la negociación sobre la 1 Colección el Género de la Patria. Ministerio de Educación Nacional. (2020) https://drive.google.com/drive/folders/1G6dhqFFYacbcOKXWhb8xXzJBPAtXAWDc 5 deuda externa es una expresión palpable de la discusión sobre la soberanía económica en pleno siglo XXI. En otras palabras, desde las últimas décadas del siglo XX, la soberanía nacional es cuestionada por algunos poderes hegemónicos que relativizan las fronteras en un mundo “pretendidamente” globalizado, que termina por debilitar las decisiones de los Estados soberanos, en su capacidad de organización y regulación y en sus iniciativas de integración regional. Curiosamente los poderes fácticos, que más insisten en esta dirección, se cierran a estas consideraciones cuando se trata de sus propios intereses estratégicos. Podemos pensar que el pasado no ha pasado, que la memoria de las luchas populares de los pueblos sigue vigente en la encarnadura de pleno siglo XXI y que ello nos propone preguntarnos ¿qué significa ser soberanos hoy en nuestra América?, ¿en qué consiste un proyecto de soberanía “nuestramericana” en una era de creciente globalización?, ¿cómo reafirmar la necesidad de más independencia, autonomía y autodeterminación nacional, y a la vez, hacer frente a las nuevas formas de dominaciones con identidad situada en este tiempo y espacio?, ¿a qué refiere la soberanía pedagógica del Sur-Sur, frente a la colonialidad del saber euro- norteamericana-neoliberal? La soberanía es una construcción intencional, permanente e inacabada. En nuestro tiempo y espacio, la clásica definición vinculada a lo territorial, económico y/o político no alcanza para dar cuenta de las características de un proyecto soberano nacional y regional. Está vinculada al derecho de los pueblos y comunidades a la autodeterminación en sus múltiples dimensiones que incluyen, entre otras posibles, cultural, pedagógico, alimentario, tecnológico, ambiental, corporal y lingüístico para la construcción de identidades y memorias. Como comunidad de instituciones educativas de nivel superior, y en el marco del ejercicio del derecho a revisar memorias colectivamente, este cuestionamiento nos interpela y propicia repensar con mayor profundidad identitaria el concepto y las experiencias de soberanía. A partir de ello, es posible abrir diversidad de perspectivas y conceptualizaciones de modo tal que sus comprensiones merecen ser problematizadas y puestas en tensión en el marco del neoliberalismo que pone en crisis los conceptos político-jurídicos modernos, pero que continúa la colonización desde otros modos hegemónicos de construir subjetividades no soberanas. Por lo tanto, es necesario propiciar diálogos en espacios participativos, democráticos, plurales, situados, donde se proponga la reflexión-revisión sobre la construcción política e histórica sobre las diferentes dimensiones de la soberanía, su necesaria vigencia, su actualización a los desafíos geopolíticos y geoculturales, tanto en el campo de lo teórico como en el de la praxis, frente a un mundo que insiste en decirnos cómo vivir, 6 pensarnos y concebirnos. Esta situación pone nuevamente ante el desafío de su resignificación, sin dejar de mirar la memoria de los movimientos que resistieron todos los colonialismos, para no perder el rumbo de nuestras identidades, nuestras epistemologías, nuestras memorias y nuestras luchas soberanas, ante las nuevas concepciones y sentidos que desafían nuestro ser y estar en el mundo. Podemos preguntarnos, entonces: ¿qué papel tenemos como educadores en la tarea de sentipensar la soberanía nuestramericana?, ¿en qué espacios y momentos podemos sostener esta noción?, ¿cuáles de los saberes que ponemos en debate en nuestras prácticas se relacionan con esta cuestión?, ¿de qué manera nuestras instituciones contribuyen a ejercitar la memoria soberana y construir soberanía acorde a nuestro tiempo histórico?, ¿qué lugar ocupan en la formación las distintas luchas que se libran hoy desde nuestra región vinculadas a la soberanía económica, cultural, de pensamiento, pedagógica, de nuestros cuerpos, alimentaria, entre otras, desde las propias comunidades, colectivos y organizaciones sociales?, ¿qué favorece y qué impide el ejercicio y la construcción de nuestras soberanías? En muchos Institutos Superiores de Formación Docente de la Provincia de Buenos Aires, y en espacios relacionados con ellos, existen distintas reflexiones y experiencias en torno a estas soberanías, en las que se apoya y de las que se alimenta una renovada comprensión de la soberanía nacional. A continuación, ofrecemos unos primeros acercamientos a algunas de ellas, junto con voces, para seguir la conversación. En esta oportunidad, y a modo de iniciar un camino, nos concentraremos en la soberanía lingüística, cultural y latinoamericana, la soberanía alimentaria, la soberanía territorial y su relación con el cuerpo y la soberanía tecnológica. 7 a. Soberaníalingüística, cultural y latinoamericana2 “El primer paso de una conquista suele ser la ocupación de un territorio; su último paso, el definitivo, se da cuando la lengua de un pueblo ha sido también ocupada”. Bartomeu Melià3 La soberanía lingüística es el derecho de los pueblos y comunidades a pensar con autonomía la dimensión cultural, política y educativa de sus lenguas en relación a la construcción de sus identidades y memorias. A partir de la siguiente cita es posible evidenciar cuál es el rol de los Estados frente a la diversidad lingüística. “Los actuales Estados nacionales en América se edificaron sobre el silenciamiento de las diferencias lingüísticas y culturales, y sobre la suposición de principios universales, aparentemente válidos para todos. De esta manera, los sistemas educativos argentino y latinoamericanos, en general, al servicio de las políticas de estado, por mucho tiempo se desarrollaron con indiferencia para con la diversidad propia de la sociedad, reproduciendo de alguna manera un modelo ideológico en el cual prácticamente no había (y lamentablemente es frecuente que no haya) lugar para lo diferente a lo hegemónico. La escuela en Argentina ha reconocido históricamente un modelo europeísta, cuya aspiración era -en concordancia con las demandas del Estado- la de ciudadanos homogéneos, que respondieran todos a una misma identidad cultural. Así, ha repetido relaciones asimétricas de poder que se dan en la sociedad; y negado variedades dialectales, lenguas, concepciones, creencias, costumbres, valores, etc. que no sean los hegemónicos" (Lucas, 2008, 44). Bajo el intento de deconstruir el paradigma homogenizante en el que nació la escuela argentina, la formación docente necesita profundizar el desafío de educar desde una perspectiva pedagógica intercultural, considerando a todas y todos en sus modos de habitar, sentir y nombrar al mundo. Ello requiere, entre otras cosas, reconocer las lenguas y las variedades lingüísticas (también en sus tonos y modismos dialectales) que se encuentran en las aulas de todos los niveles del sistema educativo, así como las memorias de las comunidades en sus relatos, sus conocimientos y modos de vivir. 2 Participaron de esta construcción: Marcela Lucas: Profesora de Castellano, Literatura y Latín; Especialista en Ciencias del Lenguaje; Diplomada en Pensamiento Crítico (IPECAL). Cátedra Abierta Intercultural y Ana Marangoni: Licenciada y Profesora en Letras (UBA). Actualmente se dedica a la docencia en nivel medio y superior y al periodismo. 3 Jesuita, lingüista y antropólogo español, defensor de los pueblos y comunidades indígenas. 4 Modalidad de Educación Intercultural. Ministerio de Educación de La Nación. Informe N°1. Documento de sistematización del estado de situación y tratamiento de las lenguas en el Sistema Educativo Nacional. Lucas, Marcela Fabiana (2018). 8 La formación docente puede propiciar otras condiciones para la igualdad al promover el reconocimiento y la reflexión sobre las diversas representaciones identitarias colectivas e individuales y el trabajo sobre la recuperación de la memoria que duerme en el lenguaje y los conocimientos culturales que fueron silenciados. A partir de lo expuesto, la profesora Ana Marangoni, del ISFDyT N°88, nos invita a pensar la educación en términos de soberanía lingüística. “Para hablar de soberanía lingüística, es necesario que nos remontemos a las memorias de los pueblos en un territorio concreto. Y a la vez, pensar a la humanidad a partir del lenguaje. Una lengua no es meramente un medio de comunicación o una tecnología. Es un modo de pensar y de entender la vida, es una cosmovisión, es la memoria, despierta o dormida, de cada pueblo. Por ejemplo, en guaraní, Ñe'ë significa ‘palabra’, pero también significa ‘alma’. Es decir, la palabra es mucho más que una expresión lingüística, es también un nexo con la esencia y la espiritualidad de una persona. Por eso, la conquista de América llegó solo para imponer una cultura, una religión, y la lengua española, sino que dio inicio al borramiento de miles de lenguas que encarnaban formas muy distintas de pensar, de sentir, de amar, de relacionarse con otres y con lo que nos rodea. En el territorio argentino, actualmente se hablan aproximadamente quince lenguas originarias. Pero si se revisa con mayor detalle, son al menos más de treinta lenguas que, aunque no sean habladas, permanecen subyacentes en palabras, en nombres de objetos, lugares o personas, en la herencia de una tradición o una leyenda, o en una idiosincrasia de vida. La escuela puede ser la posibilidad de recuperar esa memoria que duerme en el lenguaje, como así también puede ser, voluntaria o involuntariamente, un dispositivo para invisibilizar esa riqueza cultural y negar las identidades locales y colectivas. Un niño o una niña aprenden que esa lengua que se habla en su casa no debe ser dicha, porque no es la que se enseña en el ámbito escolar. Y a la vez, cuando la lengua materna es otra, aparecen sus huellas en las primeras lecturas o pronunciaciones del español en las escuelas. Esa lengua conocida, que se trasluce a través de la nueva, es catalogada como error, equivocación, como inadaptación en el aprendizaje escolar. Pensar en una educación emancipatoria está inevitablemente ligado a la soberanía lingüística. Se trata de pensar en el bilingüismo, pero también en la tarea de recuperación y visibilización de aquellos legados culturales que se atesoran en las antiguas lenguas de cada territorio. Y también, de comprender la diversidad de raíces culturales a partir de las corrientes permanentes de migración”. 9 Núcleos temáticos para reflexionar En este marco, ofrecemos núcleos temáticos para reflexionar a partir de esta fecha en relación a la soberanía en clave lingüística, cultural y latinoamericana: • Argentina y el reconocimiento de las lenguas de los pueblos preexistentes en provincias plurilingües5. Heterogeneidad étnica y cultural de las poblaciones de nuestro país y nuestra región. • Comunidades de la provincia de Buenos Aires y plurilinguismo6. Aulas con diversidad lingüística y cultural. Lenguas indígenas y lenguas migratorias. Bilingüismo, convivencia con otras lenguas y dialectos geográficos del español, variedades lingüísticas. Discriminación y/o rechazo ante los cronolectos (forma de hablar y pertenecer de las y los jóvenes). Pertenencias socioculturales. • Diversidades lingüísticas y desigualdades. Contexto homogeneizante, negación de las diversidades y procesos de colonización. Lenguas propias y exclusión social. • Hegemonías comunicacionales. Lenguaje neutro y borramiento/silenciamiento de marcas identitarias (tonos, lenguas y modismos dialectales). Impacto de la tecnología en la lengua (anglo y neutrolingüismos). Lenguaje e imposición cultural. La lengua como dispositivo de penetración, colonización y propagación cultural. • Experiencias de recuperación/ revitalización de las lenguas por parte de las comunidades. Procesos de autopercepción y autoestima. • Educación intercultural bilingüe en la ley nacional y provincial. Diseños curriculares, diversidad lingüística e inclusión de lenguas extranjeras7. • Derechos lingüísticos como Derechos Humanos. Derecho a la identidad. Democratización de la palabra. Políticas lingüísticas y el lugar del Estado. • Racismo lingüístico y étnico territorial como antagonismo radical a los pueblos, comunidades y culturas originarias. • Lenguaje no sexista e igualitario. Pronunciamientos y definiciones desde las academias de letras e instituciones externas en relación a modificaciones en la 5Corrientes en el año 2004 con la ley 5598 estableció el guaraní como idioma oficial alternativo y en el 2010 Chaco sancionó la Ley 6604 que declara oficiales además del castellano-español, a las lenguas de los pueblospreexistentes Qom, Moqoít y Wichí. 6Entre las lenguas que se hallan en Buenos Aires, por ser autóctonas o producto de las migraciones, encontramos: aymará, chiriguano, mapudungún o mapuzungún, guaraní, mocoví, quechua, y qom. 7 El 2 de febrero de 1995, la DGCyE promulgó la Resolución 97/95 por la cual se extendía la enseñanza de inglés a todos las y los estudiantes del sistema formal. 10 lengua oficial (Real Academia Española). Impacto de su legitimación/deslegitimación en los discursos sociales. • Lengua de señas argentinas y bilingüismo. Pertenencia lingüística y cultura: la lengua de señas de la comunidad sorda y la lengua oral de la mayoría oyente de la comunidad a la que pertenece. Derechos lingüísticos y civiles de la comunidad sorda. • Integración Regional: reconocimiento de lenguas y culturas regionales. Integración cultural y lingüística. En la región hay dos lenguas mayoritarias el portugués y el español y lenguas indígenas que trascienden las fronteras de los estados nacionales como el quechua, mapuche y guaraní. Experiencias en los institutos Distintos institutos vienen realizando experiencias interculturales vinculadas a la soberanía en diálogo con las comunidades en que se inscriben. Compartimos brevemente, a modo de ejemplo, tres de las propuestas. El ISFD N°22 de Olavarria8 construye diferentes espacios de trabajo intercultural, entre los que se encuentra el Proyecto Pu Anay mediante el cual se realiza una investigación participativa centrada en el análisis de la educación intercultural y pluricultural en escuelas de educación estética, Primaria y Secundaria de la provincia de Buenos Aires. A través de la documentación de prácticas áulicas, institucionales y comunitarias analizan el entramado de discursos sobre interculturalidad en torno a ellas y la tensión respeto y resguardo de la diversidad /prácticas de promoción de la igualdad. Al mismo tiempo, llevan adelante talleres como “Lo femenino en las culturas originarias”, “Pedagogía intercultural, memoria y comunicación audiovisual” y conferencias con especialistas sobre temáticas indígenas que profundizan el trabajo de diálogo intercultural entre las instituciones educativas, las comunidades, centros académicos. Participan en este proyecto el Núcleo de Investigaciones Científicas (NAC) de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires y la Comunidad Mapuche Urbana Pillán Manké. El ISFD N°47 de Educación Física9, Olavarría, desde 2013 lleva adelante los juegos interculturales que se basan en experiencias de diálogo entre culturas que encuentran un espacio para reflejarse y romper con la colonización de este lenguaje lúdico. Entre estas iniciativas, se encuentra el rescate de juegos interculturales inclusivos juegos de pueblos 8 Agradecemos a la Prof. Mónica Cohendoz el envío de la información. 9 Agradecemos al Prof. Carlos Ávalo el envío de la información. 11 ancestrales, populares y de mesa; seminarios de diversidad cultural y prácticas inclusiva y jornadas de juegos alternativos. Para llevar adelante estas experiencias, además de articular entre las cátedras de los profesorados, trabajan con escuelas asociadas de nivel Primario y Secundario en contextos urbanos y rurales, con otros institutos de formación docente, con Inspección de Educación Física y con la comunidad mapuche de Olavarría “Grupo voces Originarias”. Forman parte del Proyecto distrital Pu Anay y trabajan junto a la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires. A su vez, son colaboradores de la Red de participación investigativa aplicada a la renovación curricular (REDIPARC). Compartimos, también, la experiencia del Taller de Guaraní del ISFDyT N°105 de Ciudad Evita a partir de la voz de una de sus integrantes. "Me llamo Juana González Ferreira, soy Docente de Educación Especial con Orientación en Ciegos y Disminuidos Visuales, actualmente estudiante del Profesorado de Educación Especial con Orientación en Intelectual del ISFD y T N°105 de la Matanza, y también, estudiante de la Licenciatura en Psicopedagogía de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora; nacida en Paraguay, Caaguazú - San Joaquín. Parte de mi escolaridad primaria la realice en escuela rural donde, junto a mis 7 hermanos, caminábamos varios kilómetros para llegar a la escuela. Con la idea de transitar la educación secundaria técnica, tuve que abandonar mi lugar natal, y a fin del año 2005, decidí viajar a Buenos Aires para seguir estudiando la carrera de Ingeniería Electrónica en la UBA, ya que además tenía varios familiares trabajando y viviendo allí. Al llegar, me encontré con varias dificultades que me llevaron a luchar contra la corriente; el mayor desafío, fue contrarrestar la idea que desestima a los inmigrantes de los países limítrofes, y eso hace que ellos mismo repitan ‘acá venimos a trabajar, los/as paraguas somos albañiles y mucamas, no nos sirve estudiar, el acento paraguayo hay que borrar y en guaraní no se habla, es mal visto porque es muy vulgar’. Pasaron los años y al no poder sostener trabajar y estudiar a la vez, con un curso de por medio me dediqué a la mecánica de autos. Después de 10 años, ya siendo madre de dos niñas, y con ellas en el nivel Inicial formé parte de la cooperadora de familia del Jardín de Infantes, involucrándome en diversas actividades, como la realización de los juegos, observando la verdadera diversidad cultural encontrada en el espacio educativo. A partir de esa experiencia, retomé mi formación, y así llegué al ISFDyT N°105, donde la calidad humana de varios profesores/as fortalecieron en mí el amor y la pasión hacia la lengua guaraní, y junto a ellos sentí que realmente era muy valiosa esta cultura, y una gran herramienta de resistencia frente a la dominación globalizadora. Transitando el campo de las prácticas junto a mis compañera/os, en las Escuelas Especiales nos encontramos con una gran población de niñas/os hablantes del idioma guaraní, quienes se expresan en castellano con grandes dificultades, De ahí surgió la idea de 12 brindar a las/os estudiantes de formación docente de las diferentes orientaciones y modalidades del instituto el Taller de Guaraní, con el objetivo de reconocer y valorar la lengua originaria que resulta la más escuchada en la provincia de Buenos Aires, además de ser lengua oficial de Chaco y Corrientes y hablada en más de 15 provincias argentinas. El taller se brindó en el espacio del Centro de Estudiantes donde las/os estudiantes de los diferentes turnos contaban con tiempo libre. En el espacio del taller circularon problemáticas, experiencias y vivencias de variada índole. En la Argentina, por las importantes corrientes inmigratorias, debemos poder proyectar nuevas estrategias curriculares que planteen una nueva forma de inclusión, logrando equidad e igualdad en los derechos adquiridos. Es un hecho educacional incluir en los discursos escolares el respeto por la diversidad, pero en cuanto a las praxis queda mucho por mejorar; como el ejemplo que comparto, sobre la experiencia de una compañera estudiante-residente del Profesorado de Educación Inicial, quien llegó al taller en busca de algunas orientaciones en configuraciones de apoyo, describiendo observar dentro de la sala de 5 a una niña que particularmente le llamó la atención desde el primer día de la práctica, ya que tardaba en acercarse a las actividades propuestas por la docente del aula, a quien le preguntó por la niña, respondiendo “ella no habla”. La residente observó en la hora de la salida a la niña, quien corriendo junto a su madre comenzó a hablarle fluidamente en guaraní. A partir de esa observación, teniendo en cuenta la importancia del juego y la ESI en el nivel Inicial, junto a la compañera diseñamos estrategiaspara iniciar el vínculo, la participación y la escucha, a través de frases y palabras cortas en guaraní, llevando la residente la propuesta a sus prácticas, de manera felizmente comprometida. Estoy convencida que, con dicho aporte, y su mirada inclusiva, se marcó el futuro de esta niña y la vida de una familia. Por lo tanto, en las diferentes instituciones educativas de la Provincia de Buenos Aires se encuentran muchos estudiantes hablantes del guaraní; la mayoría pasa desapercibidos al lograr el acento del lugar, donde transitan al echarse a andar con cierto temor y mucha práctica, y en el mejor de los casos son considerados ‘niñas/os silenciosas/os, tímidas/os’ y hasta algunos son señalados como si tuvieran “problemas de aprendizajes’” Descolonizar nuestras prácticas pedagógicas en términos soberanos implica el reconocimiento de las propias identidades y la reflexión y problematización sobre lo impuesto y heredado. Las experiencias de estos institutos son sólo una muestra de las múltiples iniciativas que desde la formación docente se pueden implementar, y que son parte de la cotidianeidad de muchos institutos 13 b. Cultura digital, soberanía tecnológica y pedagógica Otras de las dimensiones actuales de la cuestión de la soberanía es su relación con la cultura digital, es decir, la paulatina digitalización de un conjunto cada vez más amplio de prácticas y relaciones, que nos ha atravesado profundamente de forma especial en este tiempo. Esto implicó, principalmente, una transformación en los modos de ser y hacer subjetivos que tiene lugar en el marco de esas prácticas, cambios en las formas de relacionarnos con los otros según maneras preestablecidas de experimentar el mundo y de sus principios dominantes10. Este último año estuvo atravesado por sucesos inéditos en nuestro tiempo en los que se hizo inevitable el uso de medios digitales para garantizar la continuidad pedagógica de las y los estudiantes de todos los niveles del sistema educativo. El contexto de ASPO dejó al manifiesto que las brechas digitales, tanto de acceso como de uso, y las diferencias estructurales de nuestro país y nuestra provincia son acuciantes. Si bien la cultura digital ya estaba instalada en las prácticas escolares, la emergencia de recurrir a distintos tipos de plataformas, soportes y medios nos interpela a reflexionar sobre qué encontramos detrás de los medios que utilizamos y qué relaciones de poder se esconden. La categoría soberanía tecnológica nos remite al rol que asumen los Estados y naciones en la planificación, desarrollo de proyectos y uso intensivo de la tecnología, ya sea de producción nacional o de producción extranjera. De aquí se desprende el manejo estratégico de los recursos para garantizar la democratización, el acceso a la conectividad y la apropiación de las Tecnologías de la información y la comunicación. La falta de poder de los Estados nacionales frente a los monopolios indica que el camino hacia la soberanía tecnológica se encuentra en la creación de procesos que excedan lo nacional y se ubiquen en lineamientos regionales dado que, en muchos casos los sectores que concentran el mundo digital no son transparentes ni permiten su regulación. A través de la masificación de las plataformas educativas ofrecidas por grandes empresas multinacionales entran en juego el capitalismo de datos y el capitalismo de vigilancia. El estado entrega a grandes empresas las bases de datos de las y los estudiantes entregando también el control de la información. Inés Dussel nos invita a pensar estas reflexiones en relación con la soberanía pedagógica. La pedagogía siempre implicó uso de tecnología como libros, pizarrones, entre otras, sin embargo, el nuevo entorno sociotécnico que se está armando en las escuelas desde la pandemia nos muestra un paso significativo al uso de plataformas. Ante este nuevo escenario se hace imprescindible interrogarnos sobre ¿qué implica usar ciertas plataformas?, ¿qué ventajas y desventajas tienen cada una de ellas?, ¿qué permiten? y, especialmente, ¿qué tipo de vínculos pedagógicos estructuran? 10 Van Dijck, J. (2016). La cultura de la conectividad. Siglo XXI, Buenos Aires. 14 En este sentido consideramos que la soberanía tecnológica y pedagógica deben vincularse para tensionar los procesos de mercantilización de la educación en el que unas pocas grandes empresas transnacionales imponen sus productos en forma hegemónica y mercantilizan las imágenes, las formas de relacionarse, los vínculos pedagógicos y construyen referencias culturales basados principalmente en algoritmos de popularidad. En contra de estas desventajas es que la escuela cumple un rol fundamental para seguir transmitiendo y creando culturas que se basen en el respeto a las identidades. Si algo dejó en claro la pandemia y la experiencia de hacer escuela por otros medios, es que el actual entorno sociotécnico ofrece herramientas que, aun siendo extrañas en las escuelas, tienen el potencial de construir puentes frente a las barreras de inclusión eventuales o permanentes. Se trata de un recurso que permite garantizar derechos pero que, al mismo tiempo, evidencia otras vulneraciones que tienen que ver con la desigualdad de acceso y de uso, desigualdades que deben ser abordadas por el Estado como parte de una política integral que, sin dudas, trae al sistema formador demandas específicas. Una de ellas, tal vez la más importante, tiene que ver con proponer a los nuevos medios y a la cultura digital como un objeto de conocimiento en las escuelas, como una parte del mundo que merece ser transmitida a los nuevos para que puedan habitar (y transformar) la cultura común. Además del problema de la mercantilización y datificación de la educación, es necesario poner la mirada sobre las violencias que se producen en este marco. En primer lugar, el acceso o no a dispositivos tecnológicos han definido el acercamiento a la educación para muchos y muchas estudiantes vulnerando sus derechos, por ello es que resulta imprescindible volver sobre la importancia de la soberanía tecnológica. Por otro lado, una mirada crítica y reflexiva de las culturas digitales implica problematizar sobre temas como cyberbulling (hostigamiento virtual), grooming (acoso o abuso sexual virtual), phubbing (acto de ignorar a una persona o al entorno para concentrarse en la tecnología móvil). Núcleos temáticos para reflexionar A partir de esta fecha, ofrecemos algunos núcleos temáticos que sirven para reflexionar en relación a las culturas digitales y la soberanía tecnológica. • Acceso y accesibilidad a los medios digitales. Brechas digitales. Desigualdad y exclusión. 15 • Políticas públicas en relación a la soberanía tecnológica. Arsat (Empresa Argentina de Soluciones Satelitales Sociedad Anónima). Programa “Conectar Igualdad”. • Soberanía tecnológica y soberanía pedagógica. Entornos socio-técnicos. vínculo pedagógico mediado por las tecnologías. Mercantilización de la educación. • Acercamiento a diversidad de prácticas culturales. Rankings de popularización. Datificación y big data. ¿Qué sucede con los datos que brindamos a las plataformas?, ¿qué tipos de acercamiento a la cultura son ofrecidos? Modelos hegemónicos basados en la popularidad y su vinculación con la interculturalidad. • Nuevas formas de relaciones sociales. Tipos de violencias. Cyberbulling, grooming y phubbing. c. Alimentación y soberanía alimentaria En los seres humanos, la alimentación constituye una necesidad integral en términos fisiológicos, psíquicos, sociales y culturales. El alimento constituye una forma de relacionarse y de compartir que se ha dado a lo largo de la historia de la humanidad. En la época de la conquista, los europeos, se encontraron con pueblos muy bien alimentados, y entendieron que una forma de doblegarlos era através de la dominación o destrucción de sus sistemas alimentarios. Por ejemplo, el maíz, el gran cereal sagrado para muchos pueblos andinos, se lo clasificó como “comida para los animales”. Se despreciaron excelentes alimentos, reemplazándolos por los que provenían de Europa. Algo parecido pasó con los pequeños animales domésticos. Fue una gran ofensiva conquistadora que no ha cesado. En la actualidad, la alimentación es un Derecho Humano presente en la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 y en nuestra Constitución Nacional de 1994 lo encontramos en el artículo 75 inciso 22. Además, es un “hecho social total”, según el sociólogo Marcel Mauss (1924), ya que implica múltiples dimensiones, como bio- psico- socio-político-histórico y cultural que comprende diversos aspectos como la nutrición, la economía, la religión, los géneros, el ambiente y la cultura. Y lo podemos analizar desde el nivel individual, local, nacional o global. En otras palabras, comer hoy en día es más que alimentarse, es un hecho político. El derecho a la alimentación contiene dos conceptos que es necesario definir, y diferenciar: por un lado, la seguridad alimentaria y por el otro, el de soberanía alimentaria. 16 Según FAO, la seguridad alimentaria existe cuando todas las personas tienen, en todo momento, acceso físico, social y económico a alimentos suficientes, inocuos y nutritivos que satisfacen sus necesidades energéticas diarias y preferencias alimentarias para llevar una vida activa y sana. La definición plantea cuatro dimensiones: a) La disponibilidad física de los alimentos. La seguridad alimentaria aborda la parte correspondiente a la “oferta” dentro del tema de seguridad alimentaria y es función del nivel de producción de alimentos, los niveles de las existencias y el comercio neto. b) El acceso económico y físico a los alimentos. Una oferta adecuada de alimentos a nivel nacional o internacional en sí no garantiza la seguridad alimentaria a nivel de los hogares. La preocupación acerca de una insuficiencia en el acceso a los alimentos ha conducido al diseño de políticas con mayor enfoque en materia de ingresos y gastos, para alcanzar los objetivos de seguridad alimentaria c) La utilización de los alimentos. Es la forma en la que el cuerpo aprovecha los diversos nutrientes presentes en los alimentos. El ingerir energía y nutrientes suficientes es el resultado de buenas prácticas de salud y alimentación, la correcta preparación de los alimentos, la diversidad de la dieta y la buena distribución de los alimentos dentro de los hogares. Si combinamos esos factores con el buen uso biológico de los alimentos consumidos, obtendremos la condición nutricional de los individuos. d) La estabilidad en el tiempo de las tres dimensiones anteriores. Incluso en el caso de que su ingesta de alimentos sea adecuada en la actualidad, se considera que no gozan de completa seguridad alimentaria si no tienen asegurado el debido acceso a los alimentos de manera periódica, porque la falta de tal acceso representa un riesgo para la condición nutricional. Las condiciones climáticas adversas (la sequía, las inundaciones), la inestabilidad política (el descontento social), o los factores económicos (el desempleo, los aumentos de los precios de los alimentos) pueden incidir en la condición de seguridad alimentaria de las personas. En nuestro país, el Estado se ocupa de la seguridad alimentaria, lo hace a través de diferentes canales como los movimientos sociales o las organizaciones confesionales. Durante este año, ha reforzado la entrega de alimentos a la población a través de las escuelas. Como se mencionó arriba, comer es más que alimentarse, es un acto político. El siglo XX fue testigo de la mal llamada “revolución verde”, al principio considerada como una herramienta para erradicar el hambre en el mundo proponiendo una agricultura 17 supuestamente más eficiente, que con más tecnología iba a aumentar la producción (los rindes) y esto posibilitaría alimentar a más gente en todo el mundo. Pero a poco tiempo de ponerse en marcha quedó demostrado que esa mal llamada revolución significó la destrucción de la producción local, de los pequeños productores y los campesinos y que dejó en manos de las grandes empresas transnacionales la alimentación de la humanidad11. A partir de la mal llamada “revolución verde” se inició un desprecio por los saberes y capacidades de los campesinos que hace tiempo venían nutriendo al mundo. Y esa destrucción se enquistó en la formación de los técnicos e ingenieros agrícolas que introdujeron además el uso de agroquímicos y agrotóxicos en la producción de los cultivos alimentarios. Esto persiste aún hoy en día en nuestro país. Se ha llegado a poner en jaque a las capacidades soberanas de los pueblos para producir alimentos. De este modo, campesinos, pequeños productores y pescadores se comenzaron a organizar en pos de su sobrevivencia física y cultural. En nuestro país, la extensión de la frontera agrícola vació pueblos enteros, hubo migraciones internas que superpoblaron las ciudades o las zonas marginales urbanas. La pobreza creció y los expulsados del campo se refugiaron donde pudieron. Se talaron (y se continúan talando) miles y miles de hectáreas de bosques nativos y se contaminó y fumigó hasta el borde de los pueblos y escuelas. Surge, entonces, un concepto político libertario, el de soberanía alimentaria que fue propuesto por la Vía Campesina en la primera Cumbre de la Alimentación en 1996 que sostiene que: “la soberanía alimentaria es el derecho de los pueblos a producir, intercambiar y consumir alimentos de acuerdo a las prácticas que vienen definidas por valores, conocimientos, creencias y rituales pertenecientes a su cultura, accediendo a alimentos sanos y nutritivos sin ningún tipo de obstáculo o presión política, económica o militar”. La soberanía alimentaria es un principio, una visión y un legado de los pueblos indígenas, campesinas/os, pescadoras/es, jóvenes y trabajadoras/es rurales. Los sistemas tradicionales de producción de alimentos son un bien cultural y derecho de los pueblos. “Es la vía para erradicar el hambre y la mala nutrición y garantizar la seguridad alimentaria duradera y sustentable para todos los pueblos. Entendemos que es el derecho de los pueblos a definir sus propias políticas y estrategias sustentables de producción, distribución y consumo de alimentos que garanticen el derecho a la alimentación para toda la población, con base en la pequeña producción, respetando sus propias culturas y la diversidad de los modos campesinos, pesqueros e indígenas de producción agropecuaria de comercialización y de gestión de espacios rurales”. 11Revista Biodiversidad- octubre 2006 18 La soberanía alimentaria favorece la soberanía económica, política y cultural de los pueblos a la vez que habilita otra consideración de los territorios y el vínculo de las comunidades con la tierra. La región tiene que alcanzar la soberanía alimentaria definiendo qué, dónde, cuánto, quiénes y cómo producir para acceder a alimentos sanos y diversos. Qué: agrodiversidad de acuerdo a las culturas, rescatando semillas nativas o criollas como bienes comunes para todas y todos; dónde: reordenamiento territorial (planificación de acciones), ecológico (manejo sustentable de los bienes naturales) y acceso a la tierra (agua y servicios básicos de infraestructura); quiénes contribuyen a la soberanía alimentaria: los productores familiares, pequeños productores, campesinos organizados, las poblaciones indígenas. Su propia organización sustenta la estabilidad de la vida campesina e indígena. Deben participar los pueblos destinatarios del consumo y, además, promover políticas públicas diferenciadas para los sectores implicados fortaleciendo el desarrollo territorial, enlo productivo, en lo social, económico y cultural. Y, finalmente, cómo producir: en sistemas agroecológicos diversificados con bajos insumos externos, con formación y asistencia permanente para la producción, transporte y comercialización. Se insiste en el reconocimiento de las formas ancestrales y no ancestrales del uso de la tierra. Asimismo, se requiere desarrollar la defensa del agua, considerada alimento esencial y conservar los acuíferos existentes en la región y evitar su contaminación, entre otras cuestiones. Históricamente, la dependencia de nuestra producción agropecuaria estuvo y está ligada a las necesidades del mercado externo, actualmente ligada a commodities que abastece de insumos a animales europeos y asiáticos, así como de agrocombustibles. O sea, estamos atados a esas economías y las crisis económicas mundiales influyen en la posibilidad de acceder a alimentación de nuestras poblaciones vulneradas. El ex Secretario de Gobierno de EE.UU., Henry Kissinger en los 70 ya planteaba que los alimentos podían manejarse como elementos de dominio. Los deterioros en términos de intercambio hacen que se compren baratos los productos primarios y caros los necesarios para la subsistencia. La imposición del modelo de supermercado, las formas de comercializar alimentos y la producción de los mismos industrializados se lleva a cabo por pocas empresas que controlan el mercadeo, evaden impuestos, forman precios. Reuniones internacionales, expertos de la FAO (seguridad alimentaria y nutrición y los movimientos sociales explican la situación a partir de: inestabilidad de los precios de los alimentos, régimen de tenencia de tierras, cambio climático y sus efectos, producción de biocombustibles, situación de la producción de alimentos en pequeña escala y el desperdicio de alimentos, residuos y sobrantes. 19 Pero, además, se piensa en los efectos de “comida chatarra”, industrializada y ultraprocesada sobre la salud, el papel de las empresas transnacionales que determinan qué producir, cómo comercializar, cómo distribuir y qué comer. En este contexto, según Gorbán, las empresas transnacionales: • Ofrecen innovación tecnológica. • Alta necesidad de recursos financieros, disponen de capitales golondrinas que especulan, generan deuda externa con intereses que asfixian a los pueblos. • Las deudas toman como garantías los recursos naturales de los países, se apropian de agua, bosques, recursos estratégicos, minerales: modalidad extractivista. • Control de los medios de comunicación para intervenir a favor de sus intereses. En nuestro país, la situación de producción y de alimentos, caracterizada por la extranjerización y el acaparamiento de tierras fértiles, la extensión de la frontera agropecuaria, la sobreexplotación de los suelos con el uso de fertilizantes o fitosanitarios derivados del petróleo, este es el paquete tecnológico que acompaña a la siembra directa. Ese modo de producir conlleva la desertificación, la deforestación, el monocultivo, la llamada “agricultura sin agricultores” que produce migraciones, hacinamiento urbano y una economía basada en el agronegocio a favor del mercado agroexportador. No se limita este modo de producir transgénico y con agrotóxicos a la soja, también al tabaco, arándanos, maíz, arroz y se prueba experimentalmente en trigo, mandioca, azúcar y otros alimentos. La producción de transgénicos se da en un 97% en América: EEUU, Brasil, Argentina y Paraguay. En Europa, la legislación prohíbe su uso, en España solo existen 100.000 hectáreas de maíz para forraje. Las empresas concentradas se apropian de puertos, ferrocarriles, ríos, carreteras. Además, retienen las cosechas para especular de acuerdo con los precios internacionales, obstaculizando la recaudación impositiva prevista. Las empresas alimentarias ejercen su poder fijando precios, participando en la puja distributiva. Actualmente, el índice más elevado de la inflación es el de los alimentos, con la consecuente mayor afección al sector que solo gasta en estos. 20 d. Soberanía del cuerpo Tradicionalmente se ha tratado la soberanía como una categoría de análisis político, geográfico e histórico. Por ejemplo, se considera soberanía territorial a la condición o atributo que tiene un estado, según las normas del derecho internacional, de ejercer el poder político sobre su patrimonio territorial. Hay otras disciplinas que también abordan, analizan, estudian el concepto soberanía desde otras perspectivas, tal como hemos podido apreciar anteriormente, con la soberanía lingüística o la soberanía alimentaria, quisiéramos ahora compartir con ustedes la denominada soberanía del cuerpo. La filósofa, escritora y feminista española Victoria Sendón de León en su artículo “El cuerpo como territorio de soberanía” 12 expresa “cuando se habla de soberanía del cuerpo, no significa que seamos seres independientes de los demás, cuerpos aislados y autónomos, no. Somos cuerpos que sirven a la vida en el sentido más abstracto y cósmico, pero somos también sujetos libres capaces de decidir sobre el modo de vida y sobre el propio cuerpo. Libres y responsables de vivir una vida digna y feliz”. A continuación, presentamos algunas ideas desde el análisis espacial sobre cuerpo como lugar, territorio y soberanía. • El cuerpo como lugar “Un cuerpo, aunque no todos los estudiosos de la geografía lo crean, es un lugar” dice la geógrafa Linda McDowell (2000:59). El cuerpo es la primera escala de análisis geográfico y nivel más elemental de penetración del poder. Durante las últimas décadas, el llamado giro espacial13 de las ciencias sociales ha dado lugar a las denominadas geografías críticas que instalan el cuerpo como sujeto o categoría de análisis. Según Edward Soja (2014), el punto de partida de las reconceptualizaciones del espacio asume: “[…] las geografías o espacialidades pueden ser tanto justas como injustas, y se producen a través de procesos que son al mismo tiempo sociales y espaciales, objetivos y subjetivos, concretamente reales y creativamente imaginados. Las geografías, en otras palabras, son resultados, no simplemente el fondo en el que se proyecta o refleja nuestra vida social. Para Lefebvre y Foucault, el espacio no solo importaba, sino que era una potente fuerza formadora en la sociedad y en la política 12 “El cuerpo como territorio de soberanía” 13El término es introducido por el geógrafo Edward Soja en su libro Thirdspace (1996). Actualmente se habla de un redescubrimiento del espacio como una categoría de las ciencias sociales y culturales. Tiene estrecha relación con los análisis de centro-periferia y las temáticas político-económicas. Este giro se ofrece para trabajar conjuntamente con las teorías poscoloniales: ambas buscan una reestructuración espacial de la sociedad, ponen al espacio como una categoría fundamental del poder, y los espacios se politizan. http://xenero.webs.uvigo.es/profesorado/purificacion_mayobre/cuerpo.pdf 21 en cualquier escala y contexto, desde las intimidades del cuerpo y las pequeñas tácticas del hábitat hasta la realización de las geopolíticas globales y las repetitivas crisis del capitalismo” (Edward Soja, 2014:150). En ese espacio socialmente construido se inserta la acepción foucaultiana del cuerpo como lugar donde el poder ejerce regulación, control y vigilancia; elementos fundamentales de la biopolítica. Así, “parece perfectamente vigente y pertinente la consideración geográfica del cuerpo como lugar colonizado, traspasado, modelado por el poder pero que, a su vez, a través de un proceso transescalar de autoconciencia, resignificación y reapropiación, contiene el embrión para ofrecerle resistencia” 14 . (Josepa Bru, 2006). De acuerdo a Neil Smith (1992:67), el cuerpo es el “primer lugar físico de la identidad personal”. Se ha convertidoen una pieza imprescindible de análisis para poder interpretar la complejidad que nos envuelve. Resulta pertinente analizarlo, estudiarlo, resignificarlo en estos tiempos de flujos migratorios masivos, de pandemia de feminicidios, de tráficos clandestinos, de trata de cuerpos por motivos de trabajo y de explotación sexual, de asesinatos selectivos, de asesinatos y desapariciones forzadas masivas, de invasiones de turistas que provocan expulsiones de las poblaciones autóctonas, de extractivismos, etc15. • El cuerpo como territorio La antropóloga Rita Segato articula un concepto fundamental en el análisis de esta primera escala geográfica: el cuerpo como territorio. Es así que en su libro La guerra contra las mujeres establece un “modelo interpretativo de la violación” que permite “lanzar nueva luz sobre el enigma de los feminicidios y permite organizar las piezas del rompecabezas haciendo emerger un diseño reconocible”16. Por otra parte, Segato (2016) distingue “Las nuevas formas de la guerra y el cuerpo de las mujeres” que no tienen límites espaciales claros. “La nueva conflictividad informal y las guerras no convencionales configuran una escena que se expande en el mundo y, en especial, en América Latina, con muchas caras. El crimen organizado; las guerras represivas paraestatales de los regímenes dictatoriales, con sus fuerzas paramilitares o sus fuerzas de seguridad oficiales actuando paramilitarmente; la represión policial, con su acción siempre, ineludiblemente, en un registro estatal y en un registro paraestatal; el accionar 14 Bru, J. (2006): “El cuerpo como mercancía”. En: Nogué J. y Romero J (editores). Las otras geografías. Tirant lo Blanch, Valencia. 15 Geoactivismo en defensa de Derechos y Territorios. 16 Segato, R. (2016). La guerra contra las mujeres. Traficantes de Sueños, Madrid. https://geographiando.net/glosario/e/ https://geoactivismo.org/las-geografias-del-cuerpo/ 22 represivo y truculento de las fuerzas de seguridad privadas que custodian las grandes obras; las compañías contratadas en la tercerización de la guerra; las así llamadas «guerras internas» de los países o los «conflictos armados» son parte de ese universo bélico con bajos niveles de formalización. No comportan ni uniformes ni insignias o estandartes, ni territorios estatalmente delimitados, ni rituales y ceremoniales que marcan la «declaración de guerra» o armisticios y capitulaciones de derrota, y aun cuando hay ceses del fuego y treguas sobreentendidas, estas últimas son siempre confusas, provisorias e inestables, y nunca acatadas por todos los subgrupos de miembros de las corporaciones armadas enfrentadas. Estos conflictos, en la práctica, no tienen un comienzo y un final, y no ocurren dentro de límites temporales y espaciales claros.” • Soberanía y territorio En este panorama de mutaciones y complejidades, se deben reformular algunos de los conceptos que ayudan a hacer el mundo más inteligible y gestionable como, por ejemplo, soberanía y territorio. En este sentido, Segato explica que la soberanía no se da ya en una jurisdicción o en un territorio, sino que aplica sobre los cuerpos. “los Estados compiten con agencias no estatales, ambos ejerciendo su control sobre la población por medio de la técnica pastoral, es decir, como rebaño. […] El anclaje anterior de las poblaciones gobernadas dentro de un territorio fijo y nacionalmente delimitado va siendo transformado […] hacia un rebaño humano móvil que corta a través de las fronteras nacionales. Por el efecto del paradigma del biopoder, la red de los cuerpos pasa a ser el territorio, y la territorialidad pasa a ser una territorialidad de rebaño en expansión. El territorio, en otras palabras, está dado por los cuerpos. Como nunca antes, por esta soltura de las redes con relación a la jurisdicción territorial estatal-nacional, con sus rituales, códigos e insignias, la jurisdicción es el propio cuerpo, sobre el cuerpo y en el cuerpo, que debe ahora ser el bastidor en que se exhiben las marcas de la pertenencia. Este último estadio introduce, por lo tanto, una mutación en la territorialidad misma, si entendemos territorialidad como una concepción particular, históricamente definida, del territorio. Los sujetos y sus «territorios» son coproducidos por cada época y por el discurso de cada forma de gobierno.” (Rita Segato, 2016:66-67) El concepto del cuerpo como territorio es de gran utilidad para hacer más inteligibles hechos como el sostenido asesinato de defensoras de derechos, activistas ambientales o líderes sociales en varios países de América Latina; la amplitud y persistencia del paramilitarismo; los femicidios en todos los países de la región, las violencias que sufren los migrantes que atraviesan Centroamérica y México o la desaparición forzada de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, o los crímenes de Ciudad Juárez, para mencionar solo algunos casos. 23 Estas violencias que adquieren carácter epidérmico en toda la región latinoamericana llevan a incorporar las nociones de biopoder y necropolítica (Mbembe, 2011:21) en cualquier análisis de las geografías corporales. Asimismo, hay formas de resistencia que tienen que ver con la lucha de los cuerpos por visibilizarse frente a la ausencia, olvido y silencio del poder17. Sendón de León plantea que “uno de los empeños más pertinaces del patriarcado ha sido el de dominar y controlar los cuerpos de las mujeres”. Los métodos han ido cambiando, de los más violentos a otros más sutiles, no obstante, la brutalidad continúa. Menciona, por ejemplo, como “la moda y el recato han constreñido el cuerpo de la mujer: corsés, fajas, refajos, enaguas, tocas, velos, burkas, etc.” a métodos más sutiles como “la talla de acuerdo con las modelos, modelos que aparecen cada vez más como anoréxicas, enfermas, ojerosas”. A esto podemos agregar el control ejercido a través de la estética, donde a las mujeres se les exige un modelo estético patriarcal. Como dice la autora: “antes nos quemaban por brujas, ahora nos controlan con la estética”. También hay otros métodos más brutales de sometimiento como medicalizar las funciones fisiológicas de la mujer: la menstruación, la menopausia y hasta la gestación y el parto como si se tratara de enfermedades. Otros aspectos son la compleja situación del deseo o no de ser madre. En el que las mujeres son sometidas a las estresantes etapas de la fecundación asistida o, por el contrario, ante la necesidad de interrupción de un embarazo (voluntario o no) atraviesan dificultades sanitarias, sociales y judiciales. Otras situaciones de sometimiento que la autora señala son la prostitución como un programa más de los viajes turísticos o entre la población emigrante a países del primer mundo, la venta de niñas, los vídeos porno-sádicos, el esclavismo sexual o el abuso sistemático por parte de padres y parientes de los seres más indefensos. En palabras de la investigadora Giulia Marchese: “El cuerpo de cada mujer es lo que le permite tener experiencia del mundo, una experiencia que está estructuralmente marcada por una violencia selectiva, parametrizada según sexo/género, raza, color de piel, edad, nacionalidad y condición de clase. Analizar, entender y desarticular la violencia que experimentan las mujeres cotidiana e históricamente es la tarea principal de un esfuerzo que se posiciona políticamente, el esfuerzo de la teoría y práctica feminista”. (2019,10)18 En definitiva, la utilización y el control de los cuerpos constituye una estrategia más del poder que se ejerce sobre los otros. En este sentido, el filósofo Michel Foucault 17 Mbembe, A. (2011). Necropolítica. Melusina, Barcelona 18 Marchese, G. (2019). “Del cuerpo en el territorio al cuerpo-territorio: Elementos para una genealogía feminista latinoamericana de la crítica a la violencia”. Entre Diversidades, julio-diciembre2019, vol. 6 núm. 2 (13). https://www.redalyc.org/jatsRepo/4559/455962140001/html/index.html https://www.redalyc.org/jatsRepo/4559/455962140001/html/index.html 24 alerta precisamente sobre las nuevas formas de poder a las que él llama biopoder. Esto quiere decir que el poder está pasando sutilmente a ejercer un control minucioso sobre el cuerpo mismo de todos los individuos. Y esto es más cierto aún respecto al cuerpo de la mujer y cuerpos feminizados que respecto al del hombre. Sin embargo, este derecho y esta responsabilidad se están convirtiendo en un hecho revolucionario, pues es tal la presión para estar dentro del modelo estándar, que en caso de no poder seguir ese patrón se siente la exclusión del reconocimiento de una sociedad globalizada hasta en sus perversos gustos e imperativos. La soberanía del cuerpo carece de sentido en un mundo patriarcal que sigue venerando las guerras como hechos que le honran, y en las que mercenarios pagados se han convertido en máquinas de matar sin ningún respeto por la vida y por los cuerpos de tantos y tantos seres humanos inocentes. Pero si contabilizamos las muertes por violencia de género y las vidas maltrechas y desgraciadas por esa violencia, superamos con mucho a las víctimas provocadas por las guerras. Se trata de un auténtico feminicidio universal del que las muertas de Ciudad Juárez de México no constituyen más que la punta del iceberg. • Cuerpo-territorio Por último, se considera oportuno traer a consideración el concepto cuerpo- territorio que trabaja el Colectivo Miradas Críticas del Territorio desde el Feminismo19, que integra la Red Latinoamericana de Mujeres defensoras de Derechos Sociales y Ambientales. Ellas vienen trabajando el concepto cuerpo-territorio en el marco de los conflictos por actividades extractivas mineras en el que trabajan sus integrantes y explorando sobre la violencia ambiental contra las mujeres. Son personas que creen en la transformación y el poder que tiene el pensar la vida en común. Se ubican en el feminismo latinoamericano y caribeño como lugar de lucha, invención, creación, transformación y pensamiento. Tejen el vínculo entre los cuerpos diversos y los territorios. En su libro expresan: “pensamos el cuerpo como nuestro primer territorio y al territorio lo reconocemos en nuestros cuerpos: cuando se violentan los lugares que habitamos se afectan nuestros cuerpos, cuando se afectan nuestros cuerpos se violentan los lugares que habitamos”. También quieren rescatar la sabiduría ancestral de las mujeres que pensaban que “los sentidos son los que nos conectan con los territorios”. Consideran que lo que ocurre en los territorios queda impreso en el cuerpo: la tristeza por la explotación y la angustia por la contaminación, pero también la alegría de estar 19Mapeando el cuerpo territorio (2017) https://miradascriticasdelterritoriodesdeelfeminismo.files.wordpress.com/2017/11/mapeando-el-cuerpo-territorio.pdf 25 construyendo otros mundos, pese a tanta violencia, con el deseo de transformar sus vidas. Cada vez más los movimientos de mujeres están contra el extractivismo20 y el uso de agrotóxicos. Esto hizo poner la mirada feminista en los territorios, para entender cómo las mujeres resisten y luchan por la soberanía de sus cuerpos y de sus territorios. Actualmente el feminismo urbano lo identifica con los negocios inmobiliarios. De este modo, se visibiliza la lucha de las mujeres quienes también ponen el cuerpo: urbanas, rurales, campesinas, aborígenes, otras. Haciendo ejercicio de su soberanía, es decir, de sus derechos. Por eso, el colectivo Miradas Críticas del Territorio desde el Feminismo, convocan a personas de la academia crítica a pensar juntas el debate territorial sobre los cuerpos y los territorios desde una mirada feminista indígena, popular y comunitaria para encontrar los múltiples vínculos entre violencia patriarcal y la geopolítica de desposesión. Experiencias en los institutos Distintos ISFDyT están realizando experiencias vinculadas a la soberanía del cuerpo, tanto al interior de unidades disciplinares específicas de la carrera como en espacios de definición institucional (EDI). Compartimos brevemente, dos ejemplos de estos trabajos. • “Mapear la violencia de género en las ciudades que habitamos para transformar la realidad” Este trabajo fue desarrollado por Marina Boeri, profesora de geografía, en el ISFDyT N°35, de Esteban Echevarría y nació en el espacio de Geografía Urbana con la idea de llevar a cabo una experiencia que conecte lo teórico-conceptual con lo vivido por las y los estudiantes en el lugar que habitan. El objetivo consistió en promover soluciones que reviertan la violencia de género en las ciudades que habitamos y que los y las estudiantes sean conscientes de la categoría cuerpo-soberanía y territorio. Este proyecto surgió a partir de un diálogo con las y los estudiantes en torno a la violencia de género que se refleja en las imágenes que se observan al transitar las 20Extractivismo es el proceso de extracción intensiva de “recursos” (minerales, petróleo, agricultura, ganadería, silvicultura, etc.) de un territorio para responder a una demanda global en el actual modelo de desarrollo capitalista. Actualmente también se plantea el extractivismo urbano que comprende las problemáticas ambientales, sociales y habitacionales que persisten en las grandes ciudades latinoamericanas; permite indagar respecto de fenómenos como la especulación inmobiliaria, la entrega desproporcionada de tierra pública para emprendimientos privados, la «gentrificación», los desalojos violentos, la crisis habitacional, el aumento de las inundaciones y el agravamiento de sus efectos sobre la población. 26 ciudades. Luego, se fue construyendo una lluvia de ideas con los saberes previos y esto estimuló la necesidad de profundizar en aspectos teóricos. Por tal motivo, se armaron mesa redonda acerca de dos artículos académicos: “¿Cómo las mujeres vivimos la ciudad?” (Colombara, M.) 21 y “La ciudad pensada, la ciudad vivida, la ciudad imaginada” (Villagrán, P.)22. De esta manera, se logró profundizar en las categorías conceptuales. A partir de esto fue necesario pensar lo trabajado en torno al espacio y el territorio de las y los estudiantes. Así surgió la idea de mapear en forma colectiva la violencia de género que los estudiantes reconocían en espacios lindantes al recorrido diario que efectuaban para ir a la institución educativa. Con las herramientas que ejerce violencia de género, destacándose territorios de miedo, acoso callejero, cosificación, entre otros. Para ello, usaron Google Earth para marcar su recorrido hasta la escuela y volcaron en afiches las experiencias vividas, conectando también con el concepto de imaginación geográfica. Luego, compartieron sus producciones explicando las áreas que habían señalizado en sus mapas, por qué y cómo podría revertirse las problemáticas enunciadas. Luego se pensó en trabajar estas temáticas incluyendo al resto de la comunidad. Por tal motivo, se realizaron unas 40 encuestas con vecinas/os del barrio para obtener información que permitiera enriquecer el desarrollo de las y los estudiantes. Como resultado de esta investigación, se identificaron lugares de nuestra ciudad donde se replica la violencia de género, se abordó el concepto soberanía del cuerpo en el que las y los estudiantes expresaron situaciones vividas de acoso callejero, angustia de no sentirse libres al transitar por las calles y temor de moverse solas/os por la ciudad. Luego se realizó una entrevista con la autora de uno de los artículos se analizaron publicidades, imágenes y videos que tratan el tema23, lo que derivó en una campaña institucional con imágenes y frases movilizadoras para despertar conciencia. Para finalizar, se elaboró un video grupal que sirvade difusión. • “Disidencias corporales versus cuerpos hegemónicos “ Este trabajo fue impulsado por Karina Laguna, profesora de Historia, del ISFD N°41 de Almirante Brown, y nació en el contexto de la materia Comunicación y Culturas del Consumo (en 5to año e Secundaria de la orientación en Comunicación). 21 Colombrara, M. “¿Cómo las mujeres vivimos la ciudad?”, UNLZ. 22 Villagrán P. (2011). “La ciudad pensada, la ciudad vivida, la ciudad imaginada”. En: Revista La ventana, vol.4 N°4, Guadalajara jul./dic. 23https://www.youtube.com/watch?v=fecJS-hZME0 http://observatoriogeograficoamericalatina.org.mx/egal4/Teoriaymetodo/Investigacion/04.pdf http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1405-94362011000200003 27 En el marco de la ESI y este año a partir de la ASPO, la virtualidad y el uso de imágenes son temas del área de sociales que requieren de tratamiento. En una de sus clases que problematiza la moda y el consumo, las estudiantes de 5to Año de Secundaria hicieron comentarios que apuntaron a reflexionar acerca de los modelos y estereotipos de belleza que consumimos. Así abordaron publicidades televisivas donde no hay cuerpos disidentes. Por otra parte, trabajaron con las imágenes de Cecile Dormeau24, una ilustradora francesa que propone desde una forma irónica y con humor mostrar esos cuerpos que son disidencias corporales, ya que muestran situaciones reales donde las mujeres son las protagonistas con su cuerpo, en actitudes y acciones cotidianas, carentes de todo tipo de filtro, y. contrariamente a los cuerpos hegemónicos. También analizaron publicidades gráficas que propicien la venta desde un “estereotipo-mujer perfecta”, como perfumes, cremas para el cabello y ropa interior, entre otras. Luego de analizar las imágenes de Dormeau, se les pidió que pensaran y que crearan la opción de esa misma publicidad que haría la ilustradora francesa. Este fue un ejercicio muy interesante, llamado “hackeo de revistas” que significa transformar publicidades en mensajes publicitarios reales25. A partir de este trabajo, se les consultó a las y los estudiantes qué tema vinculado a ese querían seguir trabajando. Dos de los que eligieron fueron la gordofobia y la violencia mediática hacia las mujeres, ya que también se relacionan con los temas de la burla o el poner en ridículo a los cuerpos disidentes (pero no desde lo binario). Por ese motivo, se les pidió que escribieran dos frases que habitualmente escuchan sobre las personas gordas para luego tener que describir las imágenes de Dormeau a una persona como si no las pudiese ver, sin caer en un lenguaje discriminatorio. Para finalizar se solicitó a los estudiantes que escriban sus conclusiones. Lo interesante es que la clase comenzó siendo sobre la historia de la moda, comentó la profesora, pero “abrió más interrogantes que respuestas y sirvió para democratizar la palabra ya que son muchos quienes sienten que sus cuerpos no son lo que tendrían que ser para sentirse aceptades o incluides en su grupo de pertenencia”. Estas actividades no se cierran en la actividad áulica, sino que pretenden interprelar tanto a estudiantes como a docentes sobre cuan naturalizada tenemos la imagen de los cuerpos hegemónicos que nos lleva a dificultarnos identificar cuerpos disidentes. Este tema es un emergente que se instaló en la escuela, y también ayuda a trabajar con las y los futuros docentes para una mejor formación basada en la igualdad y el respeto. 24cecile-dormeau.tumblr.com 25 “Mujeres que no fueron tapa” Facebook.com/mujeresquenofuerontapa. Es un taller realizado por Lala Pasquinelli. https://l.instagram.com/?u=http%3A%2F%2Fcecile-dormeau.tumblr.com%2F&e=ATPOHlcK_7__-uxApxyfGvl__KrhT5vLGf6BEbNjrNJvnvUxFvEqwJPEZKrgkAHJOMOcHBDZTbuVH4xgbyhmTg&s=1 28 Propuestas para el aula Soberanía lingüística, cultural, latinoamericana • Indagar en conocimientos lingüísticos de estudiantes y adolescentes y realizar diagnósticos sociolingüísticos en las instituciones educativas en torno a la convivencia de lenguas y culturas, en el intento de visibilizar las presencias y construir planos de reconocimiento igualitario. • Identificar y problematizar las representaciones y discursos sociales sobre las distintas lenguas y dialectos a partir del análisis de artículos periodísticos o selecciones de materiales escolares. • Trabajar con escenas escolares donde la escuela reconoce la diversidad lingüística desde las pertenencias comunitarias en los modos de conocer y habitar el mundo. • Trabajar con escenas escolares donde la escuela silencia la diversidad lingüística. Culturas digitales y soberanía tecnológica • Profundizar en la bibliografía de corrientes críticas sobre cultura digital. Analizar los problemas de conectividad, uso y acceso desde la perspectiva de la soberanía tecnológica y su vinculación con la soberanía pedagógica. • Construir las memorias de las instituciones del año 2020 a partir de los nuevos modos de comunicarse y de ofrecer el conocimiento mediados por tecnología en situaciones asincrónicas como maderas de facilitar el acceso. ¿De qué modo se construye lo colectivo y lo común? ¿Qué llegó para quedarse? ¿Qué reflexiones es necesario realizar en torno a ello? • Comparar diferentes plataformas utilizadas durante la cursada desde las posibilidades que habilitan para la construcción colectiva en favor de una soberanía tecnológica. • Discutir acerca de la selección del uso de recursos didácticos y materiales educativos que ofrecen las grandes corporaciones. Reconocer que temáticas determinan, por fuera de las discusiones y definiciones curriculares, imponiendo contenidos, perspectivas y orientaciones didácticas en torno a su abordaje. • Realizar un diagnóstico sobre las culturas digitales a partir del reconocimiento de los propios usos y formas de ser y estar de la comunidad educativa que conformamos. 29 • Trabajar con relatos que muestren las trayectorias escolares de este año mediadas por la tecnología. Analizar desde allí el acceso, o no, soberano al conocimiento en relación a las desigualdades en las condiciones de vida. Recuperar experiencias colectivas a favor de democratizar el conocimiento. Alimentación y soberanía alimentaria • Relevar si en el instituto hay docentes que trabajen desde la concepción de soberanía alimentaria en la enseñanza de las materias a su cargo. Su complejidad ofrece la posibilidad del abordaje interdisciplinario y de tensionar las formas habituales de presentar los contenidos hacia la búsqueda de modos más integrales. Problematizar los discursos disciplinares puede ser una manera de incluir otros discursos. • Análisis del sistema alimentario global y su incidencia en la cotidianidad de la economía local. • Leer y analizar materiales sobre soberanía alimentaria, articulando con sujetos y organizaciones que investigan, sostienen y disputan por una alimentación saludable y soberana. • Comprender el mercado alimentario de Argentina en la actualidad y sus efectos en la economía. • Identificar experiencias locales relacionadas con otras formas de producir y consumir alimentos, tales como: nodos de consumo responsable, quintas comunitarias, cultivo orgánico o sin agrotóxicos, ferias de productores, entre otras. • Investigar las políticas en defensa del agua, la implementación de las que preservan su calidad. El acceso al agua para todos. Analizar la situación local. • Análisis de la legislación relacionada con la producción de alimentos y su etiquetado. Legislación de la producción de alimentos orgánicos. • Reconocimiento de movimientos o agrupaciones locales contra el uso de agrotóxicos. • Descripción de la situación territorial. Incidencia del rol de la militancia de las mujeres en estos hechos. • Comprender las relaciones existentes entre géneros, capitalismo
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