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Hilario-Zalba-libro

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Revista de la FAU DOCUMENTOS 47 al fondo
Director Responsable:
Editor:
Secretario de Redacción:
Diseño y Producción:
AUTORIDADES
DECANO
VICEDECANA
SECRETARIA ACADEMICA
Prosecretaría Académica
 
SECRETARIA DE EXTENSION
SECRETARIA DE INVESTIGACIÓN
 Y POSGRADO
Prosecretaría de Posgrado
Prosecretaría de Investigación
CONSEJO DIRECTIVO FAU
Claustro de Profesores
Claustro de Graduados
Claustro de Jefes de Trabajos Practicos
Claustro de Auxiliares Docentes
Claustro de Estudiantes
Claustro de Trabajadores No Docentes:
Consejo Superior UNLP
Claustro de Profesores:
Claustro de Graduados
Claustro de Estudiantes
Arq. Fernando Gandolfi
Arq. Pablo Remes Lenicov
Arq. Raúl W. Arteca
Arq. Magdalena Posadas
Arq. Fernando GANDOLFI
Arq. Gustavo PAEZ
Arq. Maria Laura FONTAN
Arq. María Isabel DIPIRRO
Arq. Cecilia GIUSSO 
Esp. Arq. Fabiana CARBONARI
Arq. Sergio GUTARRA SEBASTIAN
Arq. Analía GOMEZ
Arq. GANDOLFI, Fernando Francisco; 
Arq. PAGANI, Gustavo Emilio; 
Arq. FEDERICO, Carlos Vicente
Arq DELUCCHI, Diego Guillermo
Arq. GARCIA, Mónica Ethel
Arq. POSIK, Guillermo
Arq. LANCIONI, Alejandro Rafael
Arq CAMARDA, Daniel
Arq. MORONI, Leandro
Arq. Cricelli, Susana, Mariel
Sr. UVA, Lucas
Sr. DIAMANTE CAPITANO, Andrés
Srta. OLMEDO, Florencia
SR. COTINI, Andrés.
Srta. RAMIREZ. María Jimena
Sr. LEGUIZAMÓN, Edoardo, Pablo
Arq NIZAN, Guillermo Salvador
Arq MEDINA, Ramón Dario
Sr. GALOSI VILLAGRA, Jerónimo
Facultad de Arquitectura y Urbanismo
Universidad Nacional de La Plata
DOCUMENTOS 47 al fondo es una publicación pro-
piedad de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo 
de la Universidad Nacional de La Plata, calle 47 
Nº162, CP 1900. República Argentina.
Telefono +54 221 423 6587/88/89/90. 
Fax: +54 221 423 6587.
E-mail: 47alfondo@gmail.com 
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HILARIO ZALBA
47AF
DOCUMENTOS 47AF 6
47AF
Hilda Noemi Cosogliad
Curadora de esta publicación es arquitecta egresada de la 
UNLP.
Fue docente de la Fau por 30 años, alumma del arquitecto 
Zalba y docente de su nieto Camilo Galetti.
Así nació este archivo. que primero se transformó em expo-
sición (1995) viajo durante mucho años por distintas institu-
ciones hasta 2012, y en 2003 escribí el libro”Hilario Zalbam su 
obra” que se reeditó corregido en 2011, donde se explica los 
alcances del mismo, (ver prologo). El mismo tuvo amplia dis-
fusión en el país y en el extranjero y logró sus objetivos/
Me convertí en curadora de su archivo y amiga de su familia, 
y a persar de tranto años siempre se descubren cosas nuevas 
como dice la contratapa del libro “el mismo est;a construido 
de fragmentos de su vida, que intenta dar cuenta de un profe-
sional coherente, investigador audaz y maestro generoso.
Agradezco ahora formar parte de esta colección con muchos 
que fueron alumnos y amigos y que merecen como Zalba que 
se escriba sobre su obra.
Hilario Zalba
Curadora: Hilda Noemí CosogliadCuradora: Hilda Noemí Cosogliad
2
IndiceIndice
IntroducciónIntroducción
Primero añosPrimero años
Sus estudios de arquitectura en la UBA
Grupo Austral y amigos
Trayectoria profesional Hilario Zalba. Años 1938 - 1945Trayectoria profesional Hilario Zalba. Años 1938 - 1945
Casa Schieckendantz, La Plata
Casa Daneri, Mar del Plata
Casa Arroyo, Olavarria
Casa Renom, La Plata
Casa para Camineros
Urbanizacion Punta Lara
A mi Tucuman querido. Años 1945 a 1955A mi Tucuman querido. Años 1945 a 1955
Ciudad Universitaria de Tucumán, Cerro San Javier
Madenor y Proyecto Feria de las Americas en Mendoza
Alumnos y amigos en Tucuman
Regreso a La Plata años 1955 - 1964Regreso a La Plata años 1955 - 1964
Docencia
Instituto de la vivienda de la Provincia de Buenos Aires
Block Prototipo
Por las sendas del Tafi. Años de 1965 - 1985Por las sendas del Tafi. Años de 1965 - 1985
Casa Zalba
Casa Paz
Casa Naugués
Casa García Hamilton
Vuelta a La Plata, años 1985 - 1995Vuelta a La Plata, años 1985 - 1995
Final...Final...
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Hilario Zalba en Tucumán (1946)
4
IntroducciónIntroducción
Al tratarse de una colección de profesores relevantes que pasa-
ron por esta facultad, primará en este libro la imagen del arqui-
tecto Zalba como maestro, haciendo hincapié en todo aquello 
que contribuyó a su formación y posterior trasmisión, no solo 
de sus conocimientos sino de su ética frente a los avatares de la 
profesión, como así también su personalidad y su trato cordial y 
generoso.
 
A Hilario Zalba, o Chilo como le llamaban en su familia, le tocó 
vivir, como estudiante de la FADU - UBA, una época de grandes 
cambios tanto en lo arquitectónico como en lo político y social.
La modernidad en arquitectura se había asomado en nuestro 
país. En1929 Le Corbusier daba sus diez conferencias en Amigos 
del Arte, y este hecho, con la posterior publicación de su libro 
Precisiones, influyó en muchos colegas, pese a que aún el eclec-
ticismo imperaba mayoritariamente
Zalba formó parte del grupo Austral, que con su manifiesto sienta 
las bases del movimiento Moderno en nuestro país, y este no es 
un hecho menor, sino que constituye el cimiento sobre el que se 
irá construyendo su perfil. Las publicaciones del grupo, tanto la 
revista Austral como más tarde la revista Tecné, hicieron eco en 
muchos ámbitos. Los integrantes de este grupo, aplicaron en sus 
obras estos principios, en los que primaban sus ideales a veces 
utópicos, pero las utopías son el alimento de las ideas.
En 1939 estallaba en Europa la segunda guerra mundial; la Bau-
haus1 fué cerrada y sus maestros debieron huir a otros países. 
Finalizada la contienda se vivían los estragos de la guerra, y prác-
ticamente se debía reconstruir con urgencia; en muchos países 
se optó por la prefabricación con distintos resultados.
5
A nuestro país vinieron a la Universidad de Tucumán los italianos 
del grupo Metron (Tedeschi, Calcaprina, Rogers, como así también 
pasó algún tiempo Bruno Zevi), también de otras disciplinas y na-
cionalidades, constituyendo una universidad de excelencia. Zalba 
fué uno de sus primeros profesores y participó del mega proyecto 
de ciudad universitaria. 
Este hecho no fue menor, ni tampoco la aparición en nuestro país, 
en 1947, de la revista “L´a architecture d´aujour d´hui” en castellano, 
con obras de Wladimiro Acosta, Amancio Williams, el sillón BKF y 
comentarios sobre varios concursos regionales; también obras de 
brasileños como Niemeyer y europeos como Le Corbusier, con su 
unidad de habitación de Marsella entre otras.2
Un rasgo de la personalidad de Zalba es que guardaba todo, con 
respeto y un poco de desorden, desde sus planos (muchos de ellos 
fotografiados, ya que entonces no existían las fotocopias) hasta do-
cumentos de instituciones a las que pertenecía, cartas de amigos y 
familiares, publicaciones donde salían obras de su autoría u otras 
de su interés, recortes de diario con noticias concernientes a sus ac-
tividades, etc. La tarea de ordenar y clasificar este archivo nos llevó a 
su nieto, Camilo Galletti, y a quien escribe, un año largo.
Luego, al cumplirse cien años de la creación de la Universidad Na-
cional de La Plata, se nos ocurrió armar una exposición y presen-
tarla en la Casa Curutchet como homenaje a la concomitancia de 
ideas de ambos arquitectos (Le Corbusier y Zalba).
Ya Camilo en España, se volcó el contenido de la exposición en un 
libro, “Hilario Zalba, su obra”, incluyendo el producto de investiga-
ciones posteriores y trabajos de campo; era el año 2003 y se puede 
decir que el libro cumplió sus objetivos: la difusión de la obra y vida 
1947- L’Architecture d’Aujourd’hui en 
castellano
Carta de Sacriste a Zalba desde Londres
6
Exposición de Zalba en la Casa Curutchet. 1997
7
de un arquitecto que permaneció fiel a sus principios y eso se co-rrobora en su pensamiento y obras; de no ser así, muchas genera-
ciones jóvenes no se hubieran enterado de su existencia.
Hay que agradecer al arq. Gustavo Azpiazu su participación des-
interesada y apoyo en ésta tarea, lo mismo que a todos los partici-
pantes que nos acompañaron en las mesas redondas y posteriores 
charlas en distintos lugares del país, a las publicaciones en revistas, 
tesis, etc., como así también a la familia Zalba que tan generosa-
mente colaboró aportando datos interesantísimos y confiandome 
el archivo3, al Instituto de la Vivienda de la Pcia. de Buenos Aires y a 
todos los que hicieran posible su publicación.4
Creo que con ese libro se logro conocer y perpetuar la imagen de 
Zalba y espero que éste nuevo libro, refuerze su visión en el queha-
cer cumpliendo siempre con sus objetivos.
Por último, quiero hacer una distinción semántica entre biografía y 
autobiografía, ya que obviamente los profesores con vida pueden 
escribir su autobiografía no así los que ya no están. La biografía la 
escribe otra persona, siendo su tiempo gramatical la tercera perso-
na. La autobiografía es la biografía escrita por el mismo personaje 
de quien habla el relato, siendo su tiempo gramatical la primera per-
sona, y generalmente no necesita ayuda exterior.
La biografía autorizada es la que ha sido sometida a la censura, en 
este caso de los familiares y amigos más cercanos del personaje, 
como así también la que ha sido escrita recurriendo a documen-
tos originales, como epistolario, publicaciones, obras, anecdotario y 
otro tipo de referencias .
Salvada ésta somera explicación se cuenta la biografía autorizada 
del arquitecto Hilario Zalba. 
Revista Summa n0 68 septiembre 2004
Libro “Hilario Zalba su obra” Editorial 
Edulp 19-10 edición 2003
NotasNotas
1.- Bauhaus, instituto fundado en Weimar (Alemania) en 1919 
por el arq. Walter Gropius, proponía novedosas formas de en-
señanza, las que en 1925 se interrumpieron por presiones po-
líticas; se traslada entonces a Dessau, y luego,1932, se instala 
en Berlín, donde finalmente Hitler lo clausura.
Conto con excelentes maestros, entre ellos Mies van der 
Rohe, Kandinsky, Marcel Breuer entre otros. 
Este fenómeno no puede considerarse aislado, no es sino 
una de las realizaciones de un período histórico continuo más 
largo, que da origen al Movimiento Moderno e internacional.
2.- La unidad de Marsella apareció en el primer número de 
la revista; en el mismo apareció también el proyecto para 
oficinas de Amancio Williams y la iglesia en Pampula del bra-
sileño Oscar Niemeyer.
3.- Sin la generosidad de la familia Zalba y la colaboración 
de Camilo Galletti este trabajo no podría haberse realizado 
de esta manera, ya que el manejo personal del archivo es la 
recreación mas fidedigna de su historia de vida.
4.- Es innumerable la colaboración que tuvimos para hacer 
tanto la exposición como el libro y su posterior difusión, insti-
tuciones como el Colegio de Arquitectos de la Pcia. de Bue-
nos Aires, Distritos I, VI y X , FAU-UNLP, FADU-UBA, Universi-
dad Nacional de Tucumán, Municipalidad de Salto, alumnos 
y colegas de la FAU, Revista Summa, Revista D6,EDULP etc.
8
Hilario Zalba nace en Balcarce el 10 de mayo 
de1912 , hijo de don Hilario Zalba y doña Cata-
lina Verde, llegados a fines del siglo XIX del país 
vasco. 
Su padre se dedicaba al comercio de ramos ge-
nerales, socio de la firma Zalba, Retes y Cía. El 
matrimonio tuvo 8 hijos de los cuales Hilario era 
el tercero. 
Hilario hace su escuela primaria en Balcarce, 
y en el año 1922 su padre lo envía a España 
con su tío Martín, donde realiza un bachillera-
to técnico en el Instituto General y Técnico de 
San Isidro, en Madrid, y una especialización en 
Primeros añosPrimeros años
Con su familia en Balcarce. 1920Con su familia en Balcarce. 1920
Hilario Zalba 1922 España, con su padre y tío Martín.
9
comercio en el colegio de San Bernardo, en San 
Sebastián; la idea del padre era instruirlo para 
que continúe con el comercio de su propiedad, 
en Balcarce; pero el joven queria seguir estu-
diando.
 
Hilario permanece en Europa hasta el año 1928, 
y regresa al país inscribiéndose en la carrera 
de ingeniería, en la Universidad Nacional de La 
Plata. Su padre había fallecido en 1926, y la fa-
milia se traslada a La Plata en 1930.
En la Facultad de Ingeniería de la UNLP cur-
sa 3 años. De su promoción de ingeniería fué 
compañero del escritor Ernesto Sábato, del ing. 
Arriba, Diploma escuela de comercio San Sebastián.
Abajo, Con sus compañeros de ingeniería. 1952. 
(el de Gorra es Sábato)
10
Trabajo a plumín realizado por Hilario en la Fadu - Uba. Profesor Karman. 1994
11
Sergio Karakachoff, del ing. Mario Cantaluppi y 
de otros destacados profesionales, con los que 
se siguió reuniendo por muchos años.
Cabe acotar que esos 3 años de ingeniería le 
dieron una base técnica a Zalba, la que mas tar-
de pudo aplicar en muchos de sus trabajos; por 
otro lado, esto le sirve para darse cuenta que lo 
que él deseaba hacer era arquitectura
Ya recibido de arquitecto contrae enlace con 
Sara Renom, con la que tuvo dos hijas, Patricia y 
Susana. Siempre fue muy apegado a su familia 
y a pesar que sus múltiples ocupaciones le qui-
taban tiempo para estar juntos, en sus frecuen-
tes viajes llevaba a Sara,Susana y Patricia. Ese 
afecto por su familia lo trasmiten sus amigos en 
sus cartas.
Sus estudios de arquitectura en la UBASus estudios de arquitectura en la UBA
De su época de estudiante de arquitectura en 
la Universidad Nacional de Buenos Aires nace-
ría el germen que llevaría a Zalba a ser uno de 
los representantes del Movimiento Moderno 
de la década del 40 en el país, ya que pese a 
una formación de tipo académica, con exce-
lentes profesores como Villeminot, Villalonga, 
Karman etc., estaban ya en escena W. Acosta, 
Prebisch, Virasoro, Vilar, Vautier Beretervide, y 
demás pioneros de la arquitectura moderna 
argentina.
Para ubicarse históricamente, entre los años 
1930 a 1939 se vivia en nuestro país ”la década 
infame”, hay golpe de estado, Uriburu derroca 
a Irigoyen. Ocurre el asesinato en el Senado, 
destinado a Lisandrode La Torre; muere Gardel 
convirtiendose en un mito y Discépolo escribe 
Cambalache, composición que aún tiene vigen-
cia en el siglo XXI; Victoria Ocampo publica la 
revista Sur, contando con la colaboración de 
Borges, Xul Solar, y otros.
Una época donde se distinguen una clase oli-
gárquica y un grupo social bajo y médio, inte-
grado por migrantes e hijos de inmigrantes que 
quieren tener una oportunidad de progresar. 
Esa oportunidad la ofrecía principalmente la 
educacion laica y gratuita, que permitia a gente 
de clase media alcanzar una profesión.
Bibliografía de Zalba estudiante UBA década 1930
12
Panel exposicion Zalba, dedicado a AUSTRAL
13
Los estudiantes de la carrera de arquitectura de 
esa época constituian una mezcla de ambas 
clases sociales, pero quien realmente valía, 
oportunidades no le faltaban y eso es lo que lo 
tocó vivir a Zalba.
La enseñanza era Beaux Arts y la bibliografía 
por la que Zalba había estudiado pasaba por 
el Vignola, Viollet Leduc y otros manuales de 
la época, pero también por libros sobre prefa-
bricación y tecnología, urbanismo, historia y 
revistas como Modern Beauformen, Architec-
tural Review, L’ árchitecture d’áujour d’hui y por 
supuesto, los libros de Le Corbusier publicados 
hasta entonces.
Por otro lado, en nuestro país, en 1924, Prebisch 
y Vautier publican en la Revista de Arquitectura, 
órgano de la Sociedad Central de Arquitectos, 
el proyecto de ciudad azucarera, y en la misma 
revista, entre 1933 y 1938, se publican varios 
ejemplos de arquitectura racionalista, apare-
cen obras de Acosta, Kalnay, Casado Sastre y 
Armesto, etc.; ocurre lo mismo en Nuestra Ar-
quitectura, que nace en 1929, y se publican pro-
yectos de la incipiente modernidad argentina, 
Copia de las conferencias de LC por SCA Logotipo del grupo Austral
con editoriales de avanzada para la época, es-critas por Hylton Scott. Mas tarde aparecerán en 
L´architecture d ´aujour d ´hui, versión castella-
na, interesantes obras tanto americanas (sur y 
norte) como europeas. 
Zalba, que es un gran lector, va formando una 
valiosa biblioteca que sigue actualizando hasta 
el final de su vida, sin vacilar en compartir sus 
libros y revistas con los alumnos que así lo re-
querían. 
Grupo Austral y amigosGrupo Austral y amigos
Entre sus amigos y compañeros de la época de 
estudiante de arquitectura se encuentran Ferrary 
Hardoy, Kurchan, Valerio Peluffo, Ungar y Vivan-
co; luego llegaría Antonio Bonet, a quién recibiría 
en el puerto de Buenos Aires y con quien com-
partiría largas veladas en su casa de La Plata 
como así también algunas obras y proyectos.
Se cree oportuno reproducir algunas palabras 
de los arq. Le Pera, Vivanco y otras personas 
que lo conocieron, y que algunos de ellos inte-
14
Manifiesto Austral
15
grarían el grupo Austral y otros compartirían la 
experiencia tucumana. 1
Dice Le Pera: “La llegada de Lê Corbusier a Bs.As 
y sus 10 conferencias que luego se publicarían 
en su libro”Precisiones” , influyeron en Vilar, Pre-
bisch y Acosta,que tenían la idea de constituir el 
grupo CIAM,en nuestro país.
Lo cierto es que desde el 1929 a 1938, en Paris, 
se reflota la idea del CIAM y es en ese momento 
que Ferrary Hardoy y Kurchan entran a trabajar 
en el estudio de Le Corbusier, y durante 10 me-
ses elaboran un plan director para la ciudad de 
Bs.As.
En el interín, el arq. Antonio Bonet entabla amis-
tad con Ferrary Hardoy y Kurchan, y en ese mo-
mento, en 1939, se crea el grupo, filial del CIR-
PAC de Barcelona, llamado Grupo Austral. 
Al grupo se unieron más tarde Zalba, Abel Lopez 
Chas, Vera Barros, Simon Ungar, Sanchez de 
Bustamante y quien les habla, Le Pera.
No recuerdo quién fue el autor del nombre del 
grupo, pero para darle un nombre geográfico, 
planetario, se nos ocurrió denominarlo Austral, 
y el logotipo que señala este grupo es la Cruz 
del Sur...” 2
Dice Vivanco: “Bonet y Le Pera decían que los 
argentinos eran muy individualistas, para mi era 
una virtud y una tara, así que le llamé “virtara”...
cada uno tenía su virtara...cuando estábamos 
en Tucumán nos bautizamos todos como po-
liedros, cada uno tenía otra forma, a Zalba le di-
mos una forma tipo oval que adentro tiene mu-
niciones, entonces siempre se cae pero vuelve 
y queda parado. Que es la virtud de Zalba, no 
tiene aristas, es suave, es un hombre profundo, 
bueno e inteligente...Yo no sé como ha hecho 
Zalba para sobrevivir con su ingenuidad...yo 
creo que es lo que lo ha salvado a Zalba....” 3
Refiriéndose al Grupo Austral el arq. Bullrich ex-
presa: “Su relación con el maestro (Le Corbu-
sier) definió en gran medida su postura, pero lo 
que caracterizó al grupo desde sus primeros 
instantes fue su decidida reacción contra todo 
modernismo anterior” 4
La arquitectura moderna por los años 40 se 
había transformado, en muchos casos, tanto 
en nuestro país como en otros, en uma moda, 
vacía de contenido, y Austral se manifiesta, afir-
mando los contenidos de la misma.
Surrealismo en la revista Austral Hilario Zalba. Estudio Orientacion vivienda camineras. 
(del album dedicado a las mismas)
16
Estatutos no 2 Austral 1939
Este grupo se reúne en el estudio de Ferrary 
Hardoy (compañero de estudios de Zalba al 
igual que Kurchan), en la calle Tres Sargentos, 
siendo ésta la sede de Austral, en donde se ges-
taría su corta pero intensa actividad.
En el número 6 de Nuestra Arquitectura, de 
junio de 1939, sale publicada la primer separata, 
con su manifiesto “Voluntad y Acción”, firmado 
por Antonio Bonet, Jorge Ferrary Hardoy y Juan 
Kurchan, a los que se sumaron los demás in-
tegrantes del grupo (Zalba, Vera Barros, Ungar, 
Lopez Chas, Sanchez de Bustamante, Le Pera). 
El manifiesto contiene slogans propios de gente 
joven, provocando cierto malestar por sus refe-
rencias al surrealismo y a las teorías psicoana-
líticas. 
Lo cierto es que el grupo Austral tuvo la intención 
de vincularse al movimiento plástico en general, 
como lo había hecho Le Corbusier con el puris-
mo de Ozenfant en París, representando en ar-
quitectura lo que el cubismo en pintura. 
Así es que en el número 1 de Austral aparecen 
frases de Picasso y fotos de obras surrealistas; 
también se publican trabajos referidos a 
Urbanismo, Plan Regional, Vivienda y en la últi-
ma página aparece un extracto de los estatutos 
del grupo que dice: 
“El Grupo Austral de Buenos Aires reúne a ar-
tistas, científicos e industriales de todas las ra-
mas de la construcción.
Se propone mantener estrecha colaboración 
con grupos similares... estudiar los problemas 
de la arquitectura y el urbanismo contemporá-
neos...organizar concursos , exposiciones, con-
gresos, editar una publicación...
Se mantendrá libre de toda tendencia política 
o religiosa.
Sus miembros serán honorarios, activos, pro-
tectores, adherentes, colaboradores... para 
llegar a la fusión ideal de Arquitectura y Cons-
trucción, única manera de lograr la expresión 
arquitectónica de la época...” 
El número 2 de Austral aparece en el número 9 
de Nuestra Arquitectura, de setiembre de 1939; 
está dedicado a la reforma agraria en Fran-
cia y a un concurso auspiciado por el Banco 
Nación para casas rurales en todo el país; en 
17
este concurso el Grupo propone la subdivision 
del territorio nacional en diversas regiones 
Al respecto se refiere Le Pera: “Recuerdo que la 
arquitecta Itala Fulvia Villa, que fué una conspi-
cua discípula del iniciador del urbanismo en la 
Argentina, el Ing. Della Paolera, fue quien hizo 
esa división regional, con los datos del clima y 
de todos los acondicionamientos de los mate-
riales de construcción”. 5
Cabe agregar que en ese número de Nuestra 
Arquitectura aparece la vivienda Helios de Wla-
dimiro Acosta.
Del año 1938 es el proyecto de Zalba de la vi-
vienda para peones camineros de la Dirección 
de Vialidad de la Provincia de Buenos Aires, y 
no es casual que tiene que ver con el tema de la 
vivienda rural, el asoleamiento, clima, y materia-
les de construcción y tambien con “ la prefabri-
cación para la vivienda rural “, artículo publica-
do en el mismo número de Austral. 6
En el número 12 de Nuestra Arquitectura, de di-
ciembre de 1939, aparece el tercer y último nú-
mero de Austral, dedicado a mostrar el edificio 
de oficinas de Paraguay y Suipacha, de Antonio 
Bonet, Vera Barros y Abel López; también apa-
rece el sillón B.K.F., aún famoso y reproducido, 
diseñado por Bonet, Ferrary Hardoy y Kurchan.
Austral como Grupo, con la colaboración de Le 
Corbusier, se presenta al concurso del Plan Re-
gulador de la ciudad de Mendoza, convocado 
por su intendente Dr. Juan Cruz Vega.
En enero de 1941 el jurado dio el premio, por 
unanimidad, al equipo integrado por Beretervi-
de, Blanco, Cravotto y Scasso (estos dos últimos 
de nacionalidad uruguaya); el segundo lugar a 
los ings. Della Paolera y Farengo, y en tercer lu-
gar a “Los diez”, Le Corbusier, Pierre Jeanneret y 
los australes Zalba, Bonet, Ferrary Hardoy, Kur-
chan, Le Pera, Ungar, Peluffo y Vivanco.
El concurso fue muy polémico, y lo más intere-
sante que hizo Austral fue el estudio del ferroca-
rril Mitre, para que no entrara en la ciudad y la 
dividiera en dos, obteniendo la mejor solución a 
este problema. Este concurso unió al grupo, to-
dos trabajaron para todos y representaron una 
conciencia moral e intelectual muy importante.
Tal era la ingenuidad de los jóvenes de Austral 
que entregaron los originales sin quedar testi-
monios de su tarea. 7
En 1942 aparece el primer número de la revis-
ta TECNE, y en un artículo, firmado por Le Cor-
busier, cuyo título era “El lirismo de los Tiempo 
Nuevos y el Urbanismo”, expresa: “Es a la juven-
tud a quien hay que dirigirse; es a ella a quien 
hay que instruir en sus propias posibilidades: la 
naturaleza, las herramientas modernas, el cora-
zón humano. Es de esta certeza de orden poé-
tico que hay que hablarles.La poesía algún día 
volverá a estar en la vida”.
Le Corbusier trataba de sintetizar un mensaje 
de optimismo en esos tiempos violentos, desti-
nado a los jóvenes; este mensaje contenía varia 
consignas importantes, como que la recons-
trucción urbana debía realizarse considerando 
la naturaleza, junto a lo racional y lo técnico, sin 
olvidar el sentimiento que toda obra humana 
debe contener para trascender.
Este mensaje, válido para la Europa en guerra, es 
aplicable a la Argentina actual, previa reconside-
ración local. Unir razón, técnica y sentimiento.
La revista TECNE, que en agosto del 43 edita su 
segundo número, será fundamental en la difusión 
de las ideas y criterios, tanto teóricos como prác-
ticos, para una joven arquitectura moderna en la 
Argentina. Los patrocinadores y colaboradores 
18
NO2 dedicado al vidrio. 1943 Concurso San Juan, diario local 1944 
representaban la vanguardia mundial y local, 
basta recordar algunos nombres: Le Corbusier 
(Francia), Alfred Roth (Suiza), Richad Neutra 
(EEUU), Wladimiro Acosta (Argentina) y el grupo 
Austral, cuyos miembros principales eran, Anto-
nio Bonet, Jorge Ferrari Hardoy, Juan Kurchan 
e Hilario Zalba. También participaban en la pu-
blicación otro reconocidos arquitectos argen-
tinos, como Eduardo Sacriste, Alberto Prebish, 
Horacio Caminos, Eduardo Catalano, y Antonio 
y Carlos Vilar. 
Estas coordenadas de arte y técnica son los ejes 
que regirán la discusión teórica y proyectual, 
tanto en la arquitectura como en el urbanismo, 
en tiempos de la 2da. Guerra Mundial, donde la 
demanda requería re-fundar las bases válidas 
para la disciplina urbana y arquitectónica. En 
ese tiempo, en nuestro país, por otras razones, 
también había que replantear la disciplina, que 
estaba convirtiéndose en una moda “snob” de 
los grupos de mayor poder económico, descui-
dando su rol social.8
El primer número de la revista TECNE esta dedi-
cado a la madera, el siguiente al vidrio, uniendo 
asi las características del material con sus cua-
lidades técnicas, pero sin dejar de lado la esté-
tica y la poesia.
No es casual que Zalba se entusiasmara con 
el estudio de la madera y sus posibilidades de 
industrialización en el país, ya que volvió sobre 
el tema en distintas épocas. 9
Hasta 1943 funciona Austral como primera 
etapa del grupo; Zalba y Bonet hacen algu-
nos proyectos asociados en La Plata y Mar del 
Plata (Instituto de Aeronáutica, casa Schiec-
kendantz, casa Daneri) que detallaremos más 
adelante. 
Peluffo, Jorge Vivanco y Antonio Bonet, realizan 
el proyecto de un conjunto de viviendas unifa-
miliares en Martínez, publicado en el tercer nú-
mero de Tecné. 
En 1943, Bonet, Zalba, Caminos, Sacriste y Riba, 
realizan un proyecto para Casa Amarilla en Bue-
nos Aires, que viene a ser una reinterpretación 
del plan para Buenos Aires de Le Corbusier, y 
que plantea una especie de inclusión de la ville 
Nuestra Arquitectura nO12. Bonnet y Ass. 
Edificio Paraguay y Suipacha
19
radieuse en esos terrenos (puede decirse que 
de los primitivos integrantes de Austral quedan 
aqui sólo Zalba y Bonet.)
Como se puede apreciar, arte y técnica estaban 
indisolublemente unidos en el pensamiento de 
Austral, y la ciudad como hecho ineludible de 
la producción arquitectónica, es decir que con-
cuerdan el decir con el hacer.
En la primera parte del tercer número de Tecné, 
del año 1944, aparece la planta de pasteuriza-
ción de La Martona, de Sanchez de Bustaman-
te, el edificio para el mercado San Cristóbal, en 
las calles Independencia y Entre Ríos (Bs. As.), 
de SEPRA, algunas pinturas murales de Berni y 
Castagnino, y una nota de Catalano, Coire y Ca-
minos sobre el ingenio azucarero en Tucumán, 
trabajo presentado al salón nacional de arqui-
tectura de 1942. 
 En enero de 1944 se produce el terremoto de 
San Juan, y conformando distintos equipos, los 
integrantes de Austral y otros arquitectos se diri-
gen hacia allí. Primero lo hacen Sacriste, Zalba 
y Caminos, luego los otros.
La historia es bastante frustrante, ya que tenien-
do la oportunidad de hacer una nueva ciudad, 
como dicen los sanjuaninos, se hizo una ciudad 
nueva pero no moderna. 10 11 
Según Le Pera, para los integrantes de Austral 
que participaron fue una gran oportunidad, 
que se perdió por inmadurez de concepto. ”O 
se hace así o no se hace” era su pensamiento 
como fieles discípulos de Le Corbusier, ”je m’ 
en fiche”
A la manera de conclusión dice Le Pera: 
”Lo que el grupo Austral tiene de valioso, aun-
que se le puedan reprochar algunos defectos, 
es la idea de agrupación , es estimulante...Es la 
idea de Le Corbusier..., él siempre se reunió con 
grupos...Hoy puedo ser más blando con noso-
tros mismos, con todos mis amigos, el grupo 
generacionalmente hablando tiene profunda 
razón de ser en su carácter pionerístico, con 
cierta inmadurez espiritual, no artística ni inte-
lectual; luego prevaleció un acento individualis-
ta y yoísta porque si no este grupo tendría que 
haber seguido ...
Yo diría hoy a los jóvenes que tienen 25 años, 
que alguna vez hay que tener 25 para decir lo 
que se piensa, escribir lo que se piensa y hacer 
lo que les parezca...Esto es un poco lo que que-
ria como legado..” 12
NotasNotas
1.- En junio de 1980 ,el arq. Carlos Coire, entonces Presidente 
de la SCA pide a LePera, Vivanco y Zalba que escriban sobre 
Austral. Estas transcripciones son extraídas de manuscritos 
gentileza del arq. Coire.
2.- El logo de Austral contiene la Cruz del Sur y es la portada 
de la publicación de 1985 patrocinada por La ABAU (Asocia-
ción de Becarios de la FADU).
3.- Reportaje a Vivanco encontrado en el archivo de Zalba y 
publicado posteriormente.
4.- Bullrich F. ”Arquitectura Argentina Contemporánea,1950-
1963”, Nueva Visión, Buenos Aires.
5.- Como expresa Le Pera, Itala F. Villa, única mujer del grupo, 
discípula del arq. Della Paolera era una experta en el tema.
6.- Incorporar el estudio de las regiones climáticas es un tema 
que acompañará a Zalba toda su vida, y sin entrar en detalles, 
muchos errores han cometido arquitectos que proyectando para 
Neuquén, hicieron tipologias propias de Santiago del Estero.
7.- “La participación de Austral y Le Corbusier en el concurso 
de Mendoza”, Ramón Gutierrez, Revista Dana, Nº 6 y 7, 1995.
8.- Parte del prólogo del libro “Hilario Zalba, su obra”, Gustavo 
Azpiazu (extracto de Tecne Nº 1), Edulp, 2003.
9.- Madenor, establecida em Tucumán por Hilario Zalba em 
1954, fué La primer empresa de secado artificial de madera 
en Argentina.
10.- Diario La Acción, San Juan, Dora Roitman, “San Juan, la 
ciudad y el oasis”, 1993.
11.- Revista Sarmiento, San Juan,1945.
12.- Extraido de los escritos de Le Pera y Vivanco solicitados 
por el arq.Carlos Coire,entonces presidente de la SCA, en ju-
nio de 1980.
20
Las épocas históricas, y las circunstancias so-
ciales, políticas y económicas en las que le toca 
actuar a Zalba en la esfera pública son diversas, 
a veces en democracia y en otras ocasiones 
bajo regímenes de facto, pero tratándose de un 
funcionario de carrera se puede decir que hay 
continuidad en sus realizaciones; por otro lado, 
no son pocas las veces que renuncia a sus car-
gos en pos de otros horizontes.
En el año1938 el país vive la, así denominada 
por José Luis Romero, ”República Conservado-
ra” (1930-1943), época de fraudes electorales, 
opiniones polarizadas y totalitarismos que sur-
gen en Europa; el país es gobernado por Ortiz, 
político de extracción radical, y la Provincia de 
Buenos Aires lo es por Fresco, de extracción 
conservadora.
Durante el gobierno de Fresco se ejecutan im-
portantes obras públicas, por ejemplo, diversas 
sedes municipales proyectadas por el Arq. Salo-
mone, las ramblas del Hotel Provincial y las de 
Playa Grande, en Mar del Plata; en materia vial 
se desarrolla una importante red de caminos y 
puentes.
En el año 1940 asume Castillo la presidencia. En 
1943 termina la “República Conservadora” con 
Ramírez como presidente; este último es reem-
plazado por Farell, con JuanPerón a cargo de la 
Secretaría de Trabajo.
Trayectoria profesional de Hilario Zalba, Trayectoria profesional de Hilario Zalba, 
Años 1938-1945Años 1938-1945
“Pero a pesar de los grandes sacrificios de las 
clases obreras y de la gran desocupación, ha-
bía cierto optimismo, surgían pequeñas indus-
trias que en 1940 ya habían cobrado vigor y que 
daban lugar a importantes cambios sociales 
que repercutían en la arquitectura y el urbanis-
mo, las ciudades aumentaban su población y el 
campo se despoblaba, surgía una clase obrera 
a la que había que respetar sus derechos... Mu-
chos productos que no se podían importar de 
Europa entonces, bien o mal se empezaban a 
fabricar en nuestro país, la industria de la cons-
trucción no estaba ajena a este fenómeno’’. 1
Casa Amarilla
21
En este contexto, Zalba actúa en la Provincia 
de Buenos Aires, en la Dirección de Vialidad, en 
la Dirección de Escuelas y en el Ministerio de 
Obras Públicas, desde 1938 hasta 1945. Para-
lelamente integra el Grupo Austral, como ya se 
mencionara, y trata de trasladar sus principios a 
la actividad pública y privada, con éxito en mu-
chos casos.
Su primer trabajo en la administración pública 
lo desarrolla en la Dirección de Vialidad de la 
Provincia de Buenos Aires, donde permanece 
desde 1938 hasta 1940; allí realiza un intere-
sante proyecto de vivienda para peones cami-
neros, aplicando sus conocimientos de aso-
leamiento prefabricación y dando a quien lo 
habite ciertas condiciones de confort, siempre 
ligadas a mejorar el nivel de vida de los mas 
necesitados.
La llamada ”Vivienda Social” no está fuera de 
este contexto, existiendo arquitectos quienes 
como Beretervide, Vautier, Christophersen, Wla-
dimiro Acosta y por supuesto los Austral, que la 
ponen como prioridad en esa época. 
En el país, los antecedentes en vivienda social 
se remontan a la epidemia de fiebre amarilla, 
año 1871, propulsados por los médicos higie-
nistas (Rawson, Wilde, Coni, etc.); las primeras 
viviendas obreras se realizan durante la inten-
dencia de Torcuato de Alvear, en 1886, luego se 
crea la Comisión Nacional de Casas Baratas, 
que actúa durante 30 años. 2
Es necesario destacar la vivienda social y el 
urbanismo dentro de la actividad pública de 
Zalba, tratándose de un estudioso profundo del 
tema, quien además, por las funciones que des-
empeñó posteriormente, pudo poner en prác-
tica interesantes teorías, tanto urbanas como 
tipológicas, de habitabilidad, productivas y ad-
ministrativas.
Pedro Sondereguer, en el párrafo referido al 
“Papel del arquitecto y la función del Estado 
“, expresa: ”Las características de los nuevos 
problemas encarados por la arquitectura, su 
escala, hacen necesaria la conformación de 
equipos profesionales más complejos que el 
antiguo estudio profesional. Al mismo tiempo 
la creciente participación del Estado en la re-
gulación de la economía lleva a que sean las 
oficinas estatales las encargadas de desarro-
llar las soluciones arquitectónicas en materia 
de vivienda, salud, y educación, en mucho ma-
yor medida que antes. Esto significó un cambio 
en el rol social del arquitecto. Los profesionales 
integraron equipos técnicos de las direcciones 
de arquitectura de las reparticiones oficiales, 
y en esos equipos participaron muchos inte-
grantes de las vanguardias” 
En la Provincia de Buenos Aires, siendo Zalba 
Jefe de Urbanización y Viviendas del Ministerio 
22
23
de Obras Públicas (1943-1945), desarrolla un ba-
rrio obrero en Ing. White (zona portuaria de Bahía 
Blanca) y un proyecto de urbanización en Punta 
Lara y otro en la playa La Perla, Mar del Plata.
En 1943 integra, designado por el entonces 
presidente de la Sociedad Central de Arquitec-
tos, Dr Lisarrague, una Comisión de Estudios 
de Vivienda Popular. También en 1943 se pu-
blica el cuaderno No 1 de O.V.R.A (Estudio de 
los problemas contemporáneos para la orga-
nización de la vivienda integral en la República 
Argentina), donde Zalba figura como colabo-
rador junto a Sacriste y Caminos, siendo se-
cretarios de la misma Ernesto Santamarina y 
Antonio Bonet; allí se plantea el problema de la 
vivienda en Argentina y se expone el proyecto 
de Casa Amarilla.
De su actividad en la administración pública el 
mismo Zalba dice ”... que fué un primer intento 
de coordinar las obras de la Província” 
Estas primeras experiencias en la actividad pú-
blica las traslada Zalba posteriormente a las 
aulas, enriqueciendo la teoría con su propia 
práctica. Es docente de la materia Arquitectura 
en la Facultad de Ciencias Fisicomatemáticas 
de La Plata, entre los años 1942 y 1946. 
En lo que hace a su actividad privada en este 
período cabe mencionar las casas Arroyo 
y Renom ambas construidas, o las que hizo 
con Bonet, casa Daneri, construida luego de 
un anteproyecto rechazado, la casa Schiken-
dantz, no construida y el Instituto de Aeronáu-
tica, no construido, pero publicado en Nuestra 
Arquitectura. Todas ellas fueron obras emble-
máticas para la época, no así para sus colegas, 
que en su gran mayoría seguían con el eclecti-
cismo, ignorando la nueva arquitectura.
Algunos críticos valoraron y publicaron la casa 
Daneri y el Instituto de Aeronáutica, pero tanto 
su obra pública de esa época como la privada, 
fueron ignoradas. En esos proyectos se ve la 
mezcla de modernidad catalana y, como siem-
pre, el pragmatismo e independencia de crite-
rio de Zalba.
Con Bonet los unía una profunda amistad y 
aunque luego siguieron rumbos distintos, la 
misma siguió hasta el fin de sus días; Zalba, en 
el homenaje a Bonet realizado en Buenos Aires 
el 15 de Noviembre de1989, pronunció senti-
das palabras, destacando la carta de recomen-
dación que Le Corbusier le hizo a Antonio al 
emigrar a nuestro país, diciendo que “Antonio 
le hizo honor en toda su vida” 3
Bonet permaneció varios años en Argentina 
realizando importantes obras en Uruguay, Mar 
del Plata y Buenos Aires. Luego regresó a Es-
paña donde fué muy exitoso como proyectista 
y reconocido profesional.
Después de esta reseña general, se cree im-
portante mostrar material de archivo de estas 
obras, cuidadosamente guardado por Zalba. 
De las mismas se vislumbra el lenguaje de los 
arquitectos que pese a las difereten trayecto-
rias siguieron siendo grandes amigos.
NotasNotas
1.-José Luis Romero, “Breve Historia de los Argentinos”, 1997
2.- Felix Luna, “Breve Historia de los Argentinos”, Planeta, 
1993
3.- Julio Midagh, Reportaje a Hilario Zalba, Summa Nº 204, 
1984
24
Casa Shickendantz 
La Plata, 1942
Proyecto: Hilario Zalba y Antonio Bonet
Entre los trabajos que realizaron juntos Zalba y Bonet se encuen-
tra este proyecto, que no alcanzó a materializarse. Se trata de 
una vivienda urbana, entre medianeras, de corte racionalista.
La planta baja es casi completamente libre, tiene los pilotis se-
parados de la envolvente, creando un gran living al frente, ce-
rrado por un courtain wall y remarcado por el volumen cilíndrico 
de la planta baja. Los servicios se ubican en la orientación más 
desfavorable.
La losa del primer piso es tensada y sin vigas, evidentemente 
este tipo de obra no se realizaba entonces en La Plata. El legajo 
de obra es bastante completo, pero los propietarios decidieron 
no hacerla, (lo nuevo aún causaba miedo).
25
26
Casa Daneri 
Mar del Plata, 1940
Proyecto y dirección: Hilario Zaba y Antonio Bonnet
Dentro de la arquitectura pintoresquista que se efectuaba en 
Mar del Plata en esa época, la casa Daneri se destaca por su 
sencillez, expresada tanto en la resolución de la planta, que res-
ponde a una estricta modulación, como en el uso de los mate-
riales, piedra del lugar usada como paredes portantes y dejada 
a la vista, al igual que la instalación eléctrica, madera para las 
columnas exteriores, estructura de techo y carpinterías, y tejas 
para la cubierta. El elemento determinante en cuanto a lo formal 
es su gran cubierta, en la cual se introduce una lucarna para 
iluminar el interior
Se aprecia como los autores respondena ciertos postulados 
del movimiento moderno, adaptándolos al entorno y al medio 
ambiente.
Hubo un anteproyecto previo, más audaz, con bóveda como 
cubierta y rechazado por sus propietarios, del que sólo quedo 
el garage en la parte posterior de la casa, como se muestra en 
las fotografías. 
Hay que destacar el estado de conservación de la casa, regis-
trado en las fotos tomadas más de medio siglo después; ello 
nos habla del buen uso de los materiales y el cuidado en los 
detalles constructivos; la adopción de lo que ahora llamaríamos 
‘’tecnología apropiada’’.
Según R. Gutierrez y F. Ortiz “ Estamos frente a un caso del más 
sensato pragmatismo. Muy lejos de la plástica del racionalis-
mo, aquí hay texturas fuertes. En esta obra de 1940, Bonet y 
Zalba se muestran flexibles en lo formal, y bien adecuados al 
clima del entorno, lo que sugiere una actitud más empírica que 
racionalista“.1
NOTA:
1.-“La arquitectura en la Argentina 1930-1970”, Hogar y 
Arquitectura N°103, Noviembre- Diciembre 1972
27
28
29
30
Instituto de Aeronáutica,
Facultad de Ciencias Físico Matemáticas 
La Plata, 1944
Proyecto: Hilario Zalba y Antonio Bonet
Este proyecto, que no llegó a construirse, responde a lo que mu-
chos autores coinciden en llamar “símbolos de la Modernidad”: 
planta baja libre, pilotis, ventanas horizontales, brise-soleil, orga-
nización funcional del espacio, expresión de los nuevos materia-
les y concepción de los espacios mínimos 
El edificio consta de dos cuerpos perpendiculares entre sí, uni-
dos por un puente a la altura del segundo piso. El cuerpo más 
pequeño contiene en su planta baja a la parte administrativa y a 
la biblioteca, y aulas en planta alta; en el segundo cuerpo se en-
cuentran los laboratorios y talleres. Las plantas están resueltas 
de modo que resulten flexibles para posteriores agregados
Está presente la modulación en todo el proyecto acentuada por el 
ritmo que le confieren las columnas y bóvedas autoportantes de 
hormigón armado, divididas en siete tramos en el cuerpo mayor y 
bóvedas comunes en el cuerpo menor.
Existe gran relación entre talleres y laboratorios; los servicios y 
circulaciones se ubican con claridad, resolviéndose el frente ma-
yor de orientación noroeste y vidriado en su mayor parte, con el 
uso de brise soleil para su protección.
Según lo expresado por el Arq. Gustavo Azpiazu en la mesa re-
donda de la casa Curutchet, mayo de 1997, ”...cuando la vemos, 
esos dos volúmenes áulicos articulados, unidos o separados 
por el puente, empezamos a pensar en otras cosas, la casa Ber-
lingieri en Punta del Este, la casa de Justo Solsona, de los años 
50-60, hay algunas obras del grupo SEPRA, los laboratorio Ab-
bott o la Municipalidad de Córdoba, que son algunas vueltas de 
articulación de dos volúmenes unidos o separados mediante 
puentes ...”.
31
El testimonio de este proyecto queda en las formidables fotos 
de la maqueta, que Zalba guardó hasta el final de su vida y en 
algunas publicaciones.
32
33
34
Al igual que la casa Daneri, este proyecto lo construye Zalba con 
paredes exteriores de piedra del lugar, de 35 cm. de espesor, e 
interiores de ladrillo.
Por tratarse de un lote urbano y en esquina, las decisiones de 
proyecto pasan por una acertada combinación de racionalismo 
no ortodoxo, regido por la lógica que impone el sitio, los materia-
les, y la mano de obra del lugar. El resultado, más que interesan-
te, con dos fachadas que nos hablan un poco de las vanguardias 
europeas, pero sin seguir cánones estrictos.
El pragmatismo de la casa Daneri se compara aquí, y al igual 
que aquella, luego de más de medio siglo, permanece en perfec-
Casa Arroyo 
Olavarría, Pcia. de Buenos Aires, 1940
Proyecto y dirección: Hilario Zalba
35
to estado de conservación, pese a una posterior ampliación que 
modificó su fachada. 
Es de remarcar que en el extenso y cuidadoso legajo de obra rea-
lizado por Zalba abundan los planos de detalle, destacándose los 
de la chimenea de piedra y los muebles y carpinterías que prác-
ticamente en su totalidad los realizó un carpintero de Olavarría, y 
que se conservan perfectamente.
El oficio de arquitecto requería entonces (y ahora también) de gran 
precisión, ya que cualquier innovación tecnológicacon mano de 
obra poco especializada, y pocos materiales, necesitaba del cono-
cimiento multifacético, perfeccionismo y exactitud del profesional.
36
Esta es una de las primeras obras privadas que realiza Zalba 
en la ciudad de La Plata.
La escalera caracol, casi centrada, define en planta baja la se-
paración entre servicios y estar, y en planta alta, la relación en-
tre terraza, dormitorios, y hall. La pared curva del baño de planta 
alta da, con su forma, amplitud al vestíbulo de dicha planta.
Las columnas exteriores se separan del muro en planta baja, 
definiendo claramente lo que es estructura de la envolvente, 
esas mismas columnas penetran en planta alta, resolviendo 
el muro exterior con un pequeño aventanamiento corrido que 
unifica los tres locales, y abriendo la casa a la parte posterior 
con ventanas amplias que dan a la mejor orientación. Lo mis-
mo sucede en planta baja, la casa se abre hacia el interior.
Casa Renom 
La Plata, 1940
Proyecto y dirección: Hilario Zalba y Simon Ungar
37
Esta casa racionalista, en La Plata del año 40, provocó suspi-
cacias y críticas de la gente; una posterior modificación cam-
bió su fachada. En un reportaje a Zalba este considera a estas 
obras como de principiante, a pesar que tanto lãs innovacio-
nes como la creatividad de sus detalles hablan por si mismo.
38
Casas para camineros 
La Plata, Costa Sud, C.de Areco, Chivilcoy, 
Juarez, Laprida, Madariaga, Las Armas, 1940
Proyecto: Hilario Zalba
El primer proyecto realizado por Zalba en la Actividad Pública 
es el de este prototipo de vivienda. El programa consistía en la 
ubicación, en un terreno de 5 hectáreas al borde de un camino, 
de una casa para el peón caminero y su familia. Las necesida-
des eran un lugar de estar cocina-comedor, dos dormitorios, un 
baño, una galería y un galpón para los elementos del equipo 
caminero.
Los materiales utilizados fueron muros de mampostería de ladri-
llos, pisos de baldosas coloradas, techo de fibrocemento aca-
nalado, con aislación de celotex, carpintería de cedro y cocina 
económica con intermediario. La superficie de la vivienda era de 
86 m2. 
Entre las conclusiones que se derivan de la experiencia de la 
construcción de éstas viviendas están las que se refieren al sitio, 
al arbolado, a la comodidad, equipamiento, higiene y manteni-
miento, como así también la recomendación de standardización 
y provisión de un sencillo mobiliario para mejorar el standard de 
vida del peón caminero. En este caso, la vivienda puede consti-
tuir perfectamente un prototipo con elementos prefabricados en 
taller y otros realizados in “situ”. 
Las “casas rurales” de Austral fueron casi contemporáneas (un 
poco posteriores) a éstas, y Zalba tuvo la oportunidad de llevar a 
la práctica este proyecto en su momento, utilizando una tecnolo-
gía apropiada y un diseño flexible y austero, con paneles interio-
res y exteriores (estos recuerdan a la Ville aux Mathes de Le Cor-
busier), sin olvidar por cierto lo que fuera su gran preocupación, 
el clima, con una lucarna al norte, y como siempre, respondiendo 
a una estricta modulación.
39
40
Urbanización de Punta Lara 
Ensenada, Pcia. de Buenos Aires, 1943
Proyecto: Hilario Zalba
Este trabajo de urbanización es una respuesta a la falta de zo-
nas balnearias organizadas, y teniendo en cuenta el carácter 
popular de las playas de Punta Lara, obliga a destinar casi la 
totalidad de esta zona costera y de las obras que se realicen en 
ellas al uso público.
Dentro del plan de obras de ese momento se la prioriza como 
”urgente”, aunque muchos años pasarían para que se realizara 
otro proyecto.
El anteproyecto contempla obras de infraestructura, y compren-
de tres conjuntos balnearios emplazados dentro deuna zona 
verde.
Los edificios en sí están formados por dos cuerpos elevados 
sobre pilotis. En planta baja sólo hay algunos locales de nego-
cios, servicios sanitarios y de primeros auxilios, por lo que pue-
de hablarse de una planta baja casi libre que permite visuales al 
río desde el camino. El resto de la superficie cubierta en planta 
alta constituye un amplio lugar de estar, protegido del sol y con 
vista al río.
41
El cuerpo más cercano al río está constituido por un recreo-
restaurante con capacidad para más de mil personas. 
Años más tarde se retomaría esta idea en los Balnearios de 
Punta Mogotes.
42
A mi Tucumán querido... A mi Tucumán querido... 
Años 1945 - 1955Años 1945 - 1955
Por cuestiones políticas, en 1945 intervienen la 
UNLP y dejan cesantes en sus funciones a la 
mayoría de sus profesores, pero gracias a la vi-
sión y empuje del Dr. Horacio Descole, rector de 
la Unlversidad Nacional de Tucumán, gran par-
te de los mismos son contratados en esta uni-
versidad, junto con otros eminentes profesores 
argentinos y extranjeros, con el fín de organizar 
una universidad de excelencia, que uniera la 
teoría con la práctica y la investigación.
Segun testimonios de Zalba: “Vivanco, Sacris-
te y Caminos me convocan junto con Onne-
to y Le Pera para redondear así el Instituto de 
Arquitectura. Entre los seis empezamos las 
clases, era una maravilla.
Yo tenía a mi cargo 1er. año, con 30 alumnos. En 
total habría unos 150 chicos.Se trabajaba todo 
el día, los horarios, que eran tremendos en teo-
ria, resultaban peores en la práctica; en realidad 
estabamos allí de la mañana a la noche.
Sacriste dictaba historia, teoría y arquitectura; 
yo me ocupaba además de la organización de 
la biblioteca. Menos barrer hacíamos de todo, 
pero no creo que fuera un acto de soberbia el 
dictar tantas materias, tales eran las ganas de 
trabajar, el entusiasmo de los alumnos...no fué 
un afán de crítica a los anteriores, pensábamos 
que teníamos que hacer una serie de cosas y 
las hicimos” .1
Programa Instituto de Arq. y Urb. de Tucumán.Nombramiento de Zalba intendente CUT
43
En enero de 1951 el Consejo Universitario de la 
UNT designa a Zalba como primer Intendente 
de la Ciudad Universitaria. Entre los años 1945 
y 1954 Zalba realiza en Tucumán, además de 
docencia y tareas en la obra de la Ciudad Uni-
versitaria, trabajos contratados por la Provincia 
de Jujuy con la UNT (planes urbanísticos para 
Purmamarca y Maimará).
En las figuras se reproduce un folleto editado 
por la UNT conteniendo entre otras informa-
ciones y gráficos el programa de estudios de 
la carrera de arquitectura. En la revista Nuestra 
Arquitectura Nº 9 se publica el proyecto de Ciu-
dad Universitaria, en cuya portada figuran todos 
los profesionales que actuaron en la misma, 
también hay cartas de sus amigos Calcaprina y 
Antonio Bonet, interesandose por su trabajo.
Su espiritu inquieto lo llevó a instalar un seca-
dero artificial de madera, el primero del país; 
en esta tarea fué asesorado por Sacriste, quien 
estando en Londres le envia datos importantes 
(este secadero, llamado“Madenor”,incluía un 
sistema de viviendas prefabricadas). 
Otra obra interesante que realizo fué el Pabellón 
Tucumán, de la Feria de las Américas en Men-
doza, obteniendo el premio al mejor pabellón.
Se tratará de resumir estos proyectos, cuya en-
vergadura merece de por si un texto aparte.
44
La participación de Zalba en este megaproyecto parte de 
toda una innovación pedagógica, propuesta por el entonces 
rector de la Universidad de Tucumán, Dr.Horacio R.Descole. El 
gobierno aportó con su apoyo político y económico y se dictó 
la ley 13031 que establecía la creación de la Ciudad Univer-
sitaria.
En este emprendimiento, ubicado en un predio de 18.000 
hectáreas en el Cerro San Javier, Zalba participa en su pla-
nificación general y en algunas intervenciones que llegaron 
a construirse, como las viviendas de profesores, cuya idea 
era que no se destaquen en el paisaje, sino que formen par-
te de él.
A partir de 1952 las obras se fueron paralizando poco a poco 
por cuestiones económicas y luego políticas.
Según Zalba:”La experiencia fue maravillosa, pero como mu-
chas otras en nuestro país, no tuvo continuidad. Se trabajó 
muy bien hasta 1955 cuando se suspenden las actividades 
de la facultad y hay que bajar. Allí no quedó nadie. Hubo tal 
dispersión de la gente que, hasta un año o dos fue imposible 
reiniciar los cursos. 
Es entonces que me voy a La Plata” .1
Del proyecto original se construyeron 33 viviendas individua-
les y parte de la vivienda colectiva masculina, quedando solo 
la estructura, diseñada por Catalano, como testigo de lo que 
no pudo ser.
En una carta de E. Catalano, es interesante el concepto que 
tiene sobre Zalba y esos tiempos.
Ciudad Universitaria de Tucumán 
Cerro San Javier – Pcia. de Tucumán, 1952
Equipo de Arquitectura y Cons-
trucciones: Arqs. Hilario Zalba, Ho-
racio Caminos, Eduardo Catalano, 
José A. Le Pera, Eduardo Sacriste, 
Enrico Tedeschi, Jorge Vivanco 
(después se incorporan Carlos 
Robledo y Diego Díaz Puertas)
45
Se puede ver una clase al aire libre, junto al quonset donde se 
efectuó el examen de reválida del título de Bonet, que según 
Zalba fue sólo un tramite burocrático, dado los antecedentes 
del mismo.
Un pergamino de sus alumnos tucumanos recuerda a Zalba, 
quién regresó a la Plata acompañado por otros docentes para 
organizar la que sería nuestra actual facultad.
 
Mucho se ha hablado de este proyecto de tanta envergadura; 
Gutiérrez, Ortiz, Petrina, Ezcurra y otros historiadores lo toman 
como emblemático de la modernidad de esa época.
 
NotasNotas
1.- Reportaje a Hilario Zalba, Summa 
Nº 204, J. Midagh, Bs. As., 1984
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Plano de la ciudad al Cerro. Pagina siguiente plano original de las Viviendas.
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Zalba, además de esos años conmpartidos con Sacriste, Vivanco, 
Calcaprina, Rogers, Tedeschi y demás participantes de la llamada Es-
cuela de Tucumán, despliega una gran actividad, integrando dis-
tintas instituciones y, también, dedicandose a la investigación de la 
madera.
En 1950, el arquitecto Hilario Zalba y asociados instalan, en la ciu-
dad de Tucumán, una planta piloto de secado artificial de madera: 
MADENOR. Se trataba del primer secadero artificial en el país. Zalba 
realiza una serie de trabajos de investigación sobre el tema, y decide 
constituir la empresa CIMAD, que utilizaría esa madera para la cons-
trucción.
Cabe acotar, a titulo referencial, que el arq. Zalba mando a analizar 
muestras de madera originaria de Tucumán a Inglaterra, donde se 
encontraba su amigo, el arq. Sacriste dando clases en el London Poli-
technic, y éste las llevo analizar al Forest Research Laboratory, donde 
las consideraron de óptima calidad.
En dicho ámbito crean un sistema modular, desarmable, de paneles 
standard intercambiables, cuyo montaje se efectúa rápida y exac-
tamente por medio de bulones y ensambles sencillos. El sistema 
modular imparte a estas construcciones gran flexibilidad, pues con 
sólo cuatro tipos de paneles (paredes, puertas, ventanas y techo), se 
obtienen posibilidades de combinación casi ilimitadas; además, la 
intercambiabilidad de éstos permite, después de armada la unidad, 
subordinar el número y ubicación de puertas y ventanas a las nece-
sidades del usuario.
En 1954, aplicando este sistema, Zalba proyecta, realiza la dirección 
en fábrica, y luego la dirección del montaje in situ, del Pabellón Tucu-
mán para la Feria de las Américas, en la ciudad de Mendoza.
Feria de las Américas, 
Mendoza, 1954
Proyecto y dirección: Hilario Zalba
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En los primeros meses del año 1954 se lleva a cabo en Mendoza este 
importante evento en el que participaron países de toda América, y 
en la que estaban representadas todas las provincias argentinas con 
sus respectivos pabellones, como así también diferentes sectores de 
la industria local. La arquitectura de los pabellones fue sencilla y se 
ajusto a ciertas normas a fin de preservarla unidad del conjunto.
Fue un excelente ejemplo de arquitectura de exposiciones para la 
época, y no es casual que el pabellón Tucumán, proyectado y cons-
truído por Zalba, asesorado por el ing. Galíndez, ganara el premio al 
mejor pabellón.
El pabellón tenía una superficie cubierta de 1100 m2 y una luz entre 
apoyos de 18m; la estructura estaba formada por columnas com-
puestas, vigas compuestas y cabriadas, que conformaban un tejido 
espacial. 
El techado se hizo por medio de paneles prefabricados que conte-
nían la estructura, la cubierta, la aislación y el cielorraso simultánea-
mente, cosa que Zalba realizaba en sus prototipos de viviendas de 
Madenor.
El montaje lo realizó con sólo 20 operarios, en 20 días. Una vez termi-
nada la Feria, el pabellón es desarmado, retornándolo a Tucumán.
Se trata de una obra más que interesante, que despertó la admira-
ción de muchas personas, entre las que se encontraba Fernando 
Diez, editor de la revista Summa +, quien se encargó de publicarla.
Zalba pone una vez más en evidencia su espíritu innovador y su crea-
tividad; tal vez no se le dio la trascendencia que se hubiera merecido, 
sobre todo en su difusión.
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Alumnos y amigos en TucumánAlumnos y amigos en Tucumán
De las distintas exposiciones y mesas redondas 
de homenaje a Zalba y también de cartas halla-
das en su archivo, se pueden reseñar distintos 
aspectos de su accionar em Tucumán.
Según el arq. Schugurensky, alumno de Tucu-Según el arq. Schugurensky, alumno de Tucu-
mán y hoy docente de FADU – UBA:mán y hoy docente de FADU – UBA:
“La Escuela de Tucumán se dio el lujo de contra-
tar a Vivanco, Sacriste, Le Pera, Zalba, Onetto, y a 
los italianos Rogers, Calcaprina yTedeschi.
Yo me uní en 1945, y mi primeros profesores fue-
ron Sacriste y Caminos, después hice un curso 
con Rogers, y el proyecto final lo hice con Zalba, 
que era un tema de vivienda para profesores en 
el cerro San Javier y un conjunto escolar. 
Habían llevado a Spilimbergo en plástica, a Gie-
seking en música, teníamos una escuela de cine 
y habían llevado a Grasz.
El arq. César Pelli siempre recuerda el nivel de 
esta escuela” 1
Según César Lopez Osornio, director del MACLA Según César Lopez Osornio, director del MACLA 
y amigo personal de Zalba:y amigo personal de Zalba: 
“Yo a Zalba lo conocí tangencialmente en 1964 
en Tucumán; Sacriste me dijo, tienes que cono-
cerlo. 
Llego a Colombia y allí se hablaba de la Escue-
la de Tucumán. En Venezuela se hablaba de la 
Escuela de Tucumán, y llego a España y me en-
cuentro con Bonet quien me habla de Zalba; Bo-
net había tenido un problema con una carpintería 
por falta del cálculo del viento, se le rompieron los 
vidrios, y dijo “esto a Zalba no le hubiera pasado”.
Zalba era muy medido, tenía esa capacidad de 
discernimiento que a veces es muy difícil en ar-
quitectura, ya que en el mundo del arte la inteli-
gencia no va acompañada con el discernimien-
to.(La base de esto pueden ser sus estudios en 
la escuela técnica en España y sus estudios de 
ingeniería).
Esto era para él y para mí el verdadero hecho ar-
tístico.” 2
Según la arq. María Isabel Cusa, docente investi-Según la arq. María Isabel Cusa, docente investi-
gadora de la FAU-UNT:gadora de la FAU-UNT:
“Llegan en 1946 a Tucumán. El 8 de agosto de1946 
se crea el Instituto de Arquitectura, con Vivanco 
como director y Zalba como director interino.
El estudio consistía en investigar, proyectar y 
construir, es decir se daba un vuelco a lo que 
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era la enseñanza de la arquitectura, porque se 
incluía la práctica.
Vivanco fue a Europa a conectarse con Giedion 
y Gropius entre otros, estuvo en el congreso de 
Bridgewater y recibió el reconocimiento de los 
CIAM.” 3
Contó el Dr. Izas, su médico y amigo:Contó el Dr. Izas, su médico y amigo:
“Lo mejor que tenía Chilo era una tremenda capa-
cidad de asombro, como los chicos estaba metido 
en el mundo, quería al mundo, en Tafí había en-
contrado su paraíso y lo recorría con entusiasmo. 
Lo recordamos mucho como amigo” 4
Escribió el arq. Diego Díaz Puertas, alumno, ami-Escribió el arq. Diego Díaz Puertas, alumno, ami-
go y profesor de la UNT :go y profesor de la UNT :
“...Las autoridades universitarias brindaron apoyo 
total a esa pleyade de inquietos arquitectos que 
se integraronal Instituto.
Se llegó a desarrollar una brillante labor, con tra-
bajos reconocidos en el país y en el exterior.
El arq. Zalba, como otros colegas suyos, acudió 
a la convocatoria que se formulara en procura de 
integrar equipos para el cumplimiento de tareas 
académicas, de investigación y de extensión uni-
versitária.
Zalba asumió reponsabilidades en la docencia, 
la que compartió con los estudios de Ciudad Uni-
versitaria...
Participó en casos como el solicitado por la Pcia. 
de Jujuy, consistente en propuestas para el desa-
rrollo urbano de Purmamarca y Maimará, asen-
tamientos precolombinos en la quebrada de Hu-
mahuaca.(hoy Patrimonio de la Humanidad).
Siendo aún estudiante, integré con dos compañe-
ros una comisión dirigida por los arqs. Le Pera y 
Zalba para el trabajo pedido por la Pcia. de Jujuy.
Fué un privilegio formar parte de ese equipo... era 
una actitud inalterable en Zalba, su dinámico ac-
cionar... la comunicación se desarrollaba fluida-
mente, era muy ameno y lúcido interlocutor...
Egresé con Zalba, que fué el director de mi pro-
yecto final...5
Notas: 
1.- Desgrabación mesa redonda SCA,15deJulio 1997
2.-Desgrabación mesa redonda FADU-UBA,21 de Julio de 
2000
3.- Desgrabación Homenaje a H. Zalba, Centro Cultural Virla-
Universidad Nacional de Tucumán, 21 de marzo de 1999
4.- Ibidem
5.- Artículo escrito por Diego Díaz Puertas para la revista de 
Arquitectura Internacional, Tucumán, 16/8/96
Exposición FADU UBA 2001Exposición Zalba U.T. Marzo 1999
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En el año 1955 Zalba regresa a La Plata para 
asumir la jefatura del Departamento de Arqui-
tectura (hoy Facultad de Arquitectura y Urba-
nismo), dependiente de la Facultad de Cien-
cias Físicomatemáticas, continuando luego 
como docente en dicha institución hasta el 
año 1964.
Hay que tener en cuenta que Zalba llega a 
ocupar este cargo después de una vasta 
experiencia en la docencia en ésta y otras 
materias, luego de haber practicado la pro-
fesión en distintos lugares del país, de haber 
desempeñado cargos técnicos y administra-
tivos, tanto representativos como ejecutivos 
relacionados con la profesión o con la do-
cencia, de haber desarrollado una actividad 
industrial directamente ligada a la búsqueda 
de una mejor realización arquitectónica, de 
haber colaborado con numerosos colegas de 
gran prestigio y con técnicos de las especiali-
dades más diversas en el planteo y solución 
de problemas arquitectónicos y urbanísticos, 
y de haber podido valorar a través de la pro-
pia experiencia y de experiencias ajenas la 
gama variadísima de las actividades que, a 
lo largo de su vida profesional, le toco desa-
rrollar.
En 1956 fué profesor de Arquitectura 5 y Teo-
ría 2 y luego titular de la materia Teoría de la 
Arquitectura . 
El regreso a La PlataEl regreso a La Plata
Años 1955 - 1964Años 1955 - 1964
El plantel docente que acompaña a Zalba en 
su regreso a La Plata lo integran, además de 
los tucumanos Díaz Puertas, Vivanco, Mitro-
vich, Borgatho, los arquitectos Moro, Crivelli, 
Grego, Casares, Buschiazzo, Gonzalez Capde-
vila, Ungar, Almeida Curth, Billourou, Kleinert, 
Pando, entre otros; tambien lo acompañan 
desde Tucumán los alumnos Jorge Sobral, 
Otto Casanova y otros.
La Escuela de La Plata, según sus propias 
palabras: ”...Estaba horrorosamente organi-
zada, en ella se daba lo que yo llamo arqui-
tectura payada, es decir que a uno los alum-
nos se la contaban...Recuerdo que Borghato 
les decía a los chicos que la arquitectura no 
es sólo una mera creación del espíritu, que 
también está formada por magnitudes, pe-
sos, costos, exigencias de tipo social, en ar-
quitectura no se puede evadir del hecho ma-
terial. Luego puede hacerse buena o malaarquitectura” 1
En un escrito dirigido al alumnado, acerca de 
la enseñanza de la arquitectura, Zalba señala:
“A una problemática general, la enseñanza 
de la arquitectura y el urbanismo, debemos 
particularizarle, al menos, dos interrogantes 
básicos:
1) ¿Qué fines se persigue con ello?
2) ¿Cómo impartirla?
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Una premisa previa: La tarea del urbanista 
y del arquitecto es intervenir preponderan-
temente en la formación de un medio fïsico 
apto para la vida del hombre, que permita el 
máximo de eficiencia en la actividad de éste y 
configure a la vez un hecho cultural.
Si la aceptamos, podemos avanzar en las pre-
cisiones:
Arquitectura: Hecho material: implica la mani-
festación concreta de un espacio organizado 
y expresivo, y esa concreción se logra con una 
especial disposición de la materia que es, en 
términos generales, lo que llamamos cons-
trucción.
La complejidad del quehacer arquitectónico 
necesita:
• Conocimiento del medio social y geográfico 
en que se desarrolla ese quehacer.
• Conocimiento del medio cultural que permi-
ta trascender ese quehacer.
• Conocimiento de los medios visuales con 
los que el arquitecto configura su lexico ex-
presivo.
• Conocimiento de los medios técnicos, con 
los cuales el arquitecto pueda materializar su 
concepción.
Exige una formación que proporcione al ar-
quitecto:
• Un planteo claro de la problemática arqui-
tectónica.
No pueden darse todas las respuestas, inclu-
so sería nocivo el hacerlo de ser ello factible, 
pero saber formularse los interrogantes es 
siempre y en cualquier disciplina mas difícil 
que responder a ellos.
Trabajo de un Alumno
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• Un metodo útil de trabajo que será, segu-
ramente, incompleto e imperfecto, pero que 
debe ser la base sobre la cual el alumno pue-
de ir elaborando el suyo propio.
El planteo de la problemática arquitectónica 
y la nocion de método de labor deben condu-
cir naturalmente al espiritu del alumno la idea 
que su quehacer actual y futuro debe ser serio 
y profundo, de rigurosa investigacón y elabo-
ración, y no de inspiración intuitiva y despro-
vista de raíces culturales.
La Universidad no debe tratar de descubrir o fa-
bricar genios, sino de formar, no informar, traba-
jadores intelectuales, serios y honestos.” 2
Estas palabras las escribía Zalba hace más 
de 60 años, cuando se hacía cargo de nues-
tra facultad, y pese a los enormes cambios 
operados en este lapso, éstas siguen siendo 
de gran actualidad; a pesar de las marchas 
y contramarchas, medios informáticos, y de 
todos los ismos, pasando por los postulados 
teóricos de estos últimos años, no se ha logra-
do concientizar a gran parte de colegas y del 
alumnado, en la esencia de este quehacer.
Teníamos que estudiar la Carta de Atenas, lo 
mismo que saber que la arquitectura es un 
hecho social, y que tiene que ver con la ciu-
dad. Los estudios de asoleamiento, nos hicie-
ron comprender que hay muchas cosas con-
cretas que hacen al diseño arquitectónico.
Sus notas reflejan la vocación docente de Zal-
ba; no era improvisado, promovía la discusión, 
y él mismo se cuestionaba a cada paso, y esto 
lo refleja en su obra. En su quehacer no cabía 
el facilismo complaciente, porque pensaba en 
la gente permanentemente. Su carácter, con 
un gran impulso hacedor, pero también con 
una gran tozudes, hizo que tuviera amigos y 
enemigos.
Muy bien lo expresa el Arq. Azpiazu en el pró-
logo del libro ”Hilario Zalba, su obra”: “Zalba 
no sólo realizó la trasmisión administrativa 
sino que la cargo de contenidos...”
Esos contenidos los trajo, junto con sus cole-
gas, de la rica experiencia tucumana.
Tranvía biblioteca - Hilario Zalba 1960 (intendencia Dr. Szelagowski)
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Gratas huellas dejadas por Zalba fueron la 
transformación de un tranvía en biblioteca 
ambulante para la ciudad; el intendente de 
entonces, Dr Selagowsky, aprobó el proyecto 
y Zalba lo puso en funcionamiento.
Lo mismo cuando trajo los quonsets donde 
hacíamos los ”encierros”, tipo Escuela de Tu-
cumán, un ámbito muy propicio para la discu-
sión y el cambio de opiniones. 
Según la opinión de Alvaro Arrese, ex alumno, 
hoy doctor en arquitectura:
“Me parece que era muy bueno empezar la 
facu con el catecismo de la Carta de Atenas, 
me parece que era un catecismo bastante 
sano y a los que lo aprendimos nos cambió 
todo nuestro enfoque de la arquitectura y 
algo más.
En 1er año saber que la arquitectura es una 
cosa social, que tiene que ver con la ciudad 
y con la gente, es importantísimo y creo que 
se lo debemos al Movimiento Moderno, y nos 
hizo mucho bien.
Cuando aparecieron estos monoblocks nos 
produjeron un choque muy sano, porque cum-
plían con los requisitos del Movimiento Moder-
no, las dos escaleras, la altura, ladrillo a la vista.
Tenían unos colores que no estaban en la jer-
ga Bauhaus, sino que el ladrillo era marrón, 
abajo había paños de fibrocemento amarillos 
y verdes, es decir, intentaba jugar de otro lado 
con los materiales.
Chilo decía que “hablamos de estándar, pero 
la gente que va a vivir aquí no se puede com-
prar otra mesa de comedor, y tiene la mesa de 
comedor de la abuela” Esta variante nacional 
del Movimiento Moderno no fué un invento 
exclusivo de Zalba, sino que tuvo que ver con 
todo ese grupo humano, Vivanco, Bonet, Soto, 
Acosta...., con el clima, cosa esta última que 
Zalba hacía estudiar exhaustivamente, ... me 
parece que fué una base muy sana.” 3
Muchos y muy importantes fueron los temas 
tratados en Teoría I y II; tal vez en esos años 
no nos dábamos real cuenta de ello, el tener 
al Presidente del Instituto de la Vivienda de la 
Dibujo de un quonset prefabricos en USA y utilizado como aula Programa de Teoría I y II
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Provincia como profesor, que estaba hacien-
do importantes obras y nos transmitía su ex-
periencia concreta, fué un lujo que debemos 
reconocer.
En un escrito expresa Zalba acerca de la 
orientación de las cátedras de Teoría de la 
Arquitectura:
“Como expresión vigente de la orientación que 
entiendo debe darse a la cátedra, me remito 
en especial al actual programa de los cursos 
de Teoría I y II, que han sido preparados por el 
suscripto en el año 1958, como consecuencia 
de la experiencia adquirida luego de varios 
años de ejercicio de la profesión…
...La arquitectura es síntesis y como tal com-
prende muchos otros elementos culturales, 
algunos corresponden a la estructura social, y 
otros representan los valores estéticos.
Es muy importante la función social del arqui-
tecto y determinar su responsabilidad pre-
sente y futura.
La correcta ordenación y adaptación del es-
pacio a las necesidades de la sociedad exige 
conocimiento y coordinación de actividades 
humanas diversas.
La construcción, verdadera integración de 
funciones, es el oficio, la técnica, por medio 
de la cual el arquitecto expresa su concepción 
del espacio, pero esa creación de espacios no 
es gratuita y no debe ser hecha únicamente 
como expresión estética, sino que envuelve 
una función social cuya responsabilidad no 
puede esquivarse.
Así, su responsabilidad es doble: una que 
debe provocar resonancias en lo político, so-
cial y económico, y otra como producto repre-
sentativo de una cultura.
Por todo esto, y a fin de darle a la teoría un 
sentido de integración y unidad, se ha plan-
teado el programa partiendo de un enfoque 
urbanístico, con lo cual se trata de ubicar, pre-
cisar y recalcar el objetivo de la labor arqui-
tectónica, indisolublemente ligado al medio 
social y al cuadro urbano.
Este planteo de orden general se complemen-
ta con el tratamiento de detalle de los proble-
mas inherentes a la composición de los edifi-
cios, en base a los elementos y factores que 
los constituyen 
Esto me ha llevado a elaborar el programa, 
Guias de trabajos prácticos de Teoría I y II Trabajos de alumnos 
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ubicando el quehacer arquitectónico dentro 
de un contexto.
El primer curso está dedicado al estudio de 
la vivienda como primer función urbana y ob-
jetivo fundamental de la arquitectura actual,como actividad social y colectiva .
El segundo curso se dedica a las distintas fun-
ciones urbanas y a los ámbitos que las con-
tienen.
Cada año se desarrollarán como trabajos 
prácticos distintos temas que servirán al si-
guiente curso, tratando de realizar un método 
de trabajo y no un conocimiento enciclopédi-
co.
Existirán guías de trabajos prácticos y algu-
nos ejemplos realizados de acuerdo a las 
mismas” 
Resulta importante para su conocimiento, que 
tanto en Teoría I como en Teoría II, Zalba haya 
conservado las guías de trabajos prácticos y 
trabajos de alumnos de los años 1957 a 1964 
(año en el que presentó su renuncia).
Así, se encontró en su archivo un esquema de 
clase ordenado de la siguiente manera:
 Guía del contenido
1. Bibliografia 
2. Documentación para consultar
3. Guía para Trabajo Práctico
4. Acento sobre el enfoque social
5. No se enseña “COMPOSICION”- se analiza 
y se trata de despertar el uso de la razón, cri-
terios
6. Acento sobre problemas del medio que 
afectan al hombre de la calle
7. Buscar el reflejo en los diarios.
De este modo nos enseñó a analizar los pro-
blemas para luego formar un criterio propio, 
el cual después se volcaría en los temas de 
composición, es decir un método para enca-
rar un proyecto al cual se le sumaría la creati-
vidad y oficio de cada uno.
La formación de la que habla Zalba tenía que 
alcanzar un nivel de grado que permitiera al 
alumno acceder al posgrado, no sólo para 
obtener un certificado más, sino para profun-
dizar un conocimiento general no disociado, 
sabiendo cual sería su elección y teniendo en 
cuenta que el título lo habilitaría para múlti-
Trabajos de alumnos 
64
ples tareas para las que tendría que estar pre-
parado.
Hay algo muy importante expresado por Gus-
tavo Azpiazu en la mesa redonda de la Casa 
Curutchet:
“Me gustaría rescatar primero la acción de Zal-
ba como profesional íntegro, en el sentido que 
manejaba una teoría, y esa teoría se verificaba 
en la práctica; de alguna manera estaban pre-
sentes en él lo que enseñaba y también el modo 
en que tomaba lo más profundo, lo de mejor 
contenido del Movimiento Moderno, evitando 
muchas de las banalidades o de las interpreta-
ciones que tuvo casi de moda, y en ese aspecto 
el sentido ético, social e individual de la arqui-
tectura como una prestación social; básica-
mente a nosotros nos marcó una categoría, una 
forma de ver ciertos valores de la arquitectura 
moderna en su visión más profunda” .
Escribe su nieto Camilo Galleti:
”A pesar de no haber tenido la oportunidad 
de aprovechar sus consejos más que en 
los primeros años de la facultad, éstos fue-
ron una suerte de marca a fuego, ya que 
invariablemente primaba en cualquier aprecia-
ción suya el sentido común y una gran practi-
cidad, algo que en la disciplina de la arquitec-
tura desgraciadamente se ha perdido en estos 
últimos años.
Durante mis primeros años universitarios, la 
influencia de referentes modernos había ge-
nerado quizá una actitud que se regía por pa-
rámetros muy vinculados a los aspectos for-
males, en un sentido muy abstracto. Era difícil 
cualquier adaptación de estos parámetros a 
una realidad diferente, como podía haber sido 
ensayar un ejercicio para otra región geográfi-
ca, donde los condicionantes climáticos fueran 
radicalmente distintos. Hilario, o Chilo, que era 
como los nietos lo llamábamos, había tenido la 
posibilidad de enfrentar situaciones semejan-
tes en Tucumán, lugar que presentaba condi-
ciones que merecían especial consideración, 
donde importar experiencias ajenas al entorno 
hubiera sido un rotundo fracaso.Ya jubilado, 
Chilo se había instalado en Tafí del Valle, a una 
hora y media de la capital, y en el valle constru-
yó varias casa adaptadas al medio físico.
En ese momento yo me encontraba realizando 
Designación de Zalba Presidente IVBA Album sistema ATEPAM
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un proyecto para la zona de La Plata, y des-
pués de proponer una cubierta plana, con el 
mejor lenguaje Bauhaus, consulte a mi abuelo. 
El me respondió que pensara en las condicio-
nes climáticas de la zona, húmeda y lluviosa, 
en la que convenia una cubierta con pendiente 
a una o dos aguas.
Aunque su propuesta me produjo automática-
mente un rechazo absoluto, me quedé pensan-
do que según su visión del problema, no estaba 
errado, y que una cubierta plana no iba a ser 
precisamente una genialidad. Así que decidí re-
visar sus libros favoritos sobre control solar (que 
casualmente había sustraído subrepticiamente 
de su biblioteca), donde me encontré con una 
escuela en California con un fabuloso techo a 
dos aguas, al que se le incorporaba un siste-
ma de parasoles apropiado para la orientación 
respectiva. Así que decidí adoptar la solución 
y rápidamente llamé a mi abuelo para decirle 
que había encontrado una alternativa, aunque 
nunca pude decirle de donde había nacido la 
inspiración, ya que eso hubiera implicado de-
volverle el libro, que por supuesto todavía con-
servo conmigo.
Creo que estas conversaciones telefónicas a 
horas insospechadas, para preguntarle sobre 
un libro o para pedirle algún consejo, fueron las 
cosas que recuerdo con más cariño, y supongo 
que Chilo también disfrutaba de estas confiden-
cias que podían tener lugar a horarios inopor-
tunos.
Hilario era sin lugar a dudas una persona apa-
sionada por la arquitectura hasta la obsesión, 
y eso significaba una garantía de compromiso 
con cualquier cosa que hacía. Para mí ha sido 
y sigue siendo un referente constante, no sólo 
como arquitecto sino también como persona” 4
Los que tuvimos la suerte de tenerlo como pro-
fesor no olvidaremos ciertos gestos poco co-
munes a los profesores, como facilitarnos sus 
libros o llevarnos a ciertos lugares para tomar 
conciencia de los problemas e imaginarnos 
como se podían resolver en lo que concernía a 
la arquitectura (ej.: visitas a villas miseria).
No es casual que su preocupación por la fun-
ción social del arquitecto lo llevara a profundizar 
en este tema: ”Vivienda de interés social”.
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Afortunadamente tuvo la oportunidad de concre-
tar algunas ideas al respecto, dado ue en el año 
1956 es designado miembro de la Comisión de 
Urbanismo de la Comisión Nacional de la Vivien-
da, y en 1958 asume la Presidencia del Instituto 
de la Vivienda de la Provincia de Buenos Aires, 
donde permanece hasta 1964, realizando en di-
cho organismo importantes tareas de proyecto, 
planificación e investigación y participando en 
múltiples congresos de vivienda y planeamiento.
Instituto de la Vivienda de la Provincia de Instituto de la Vivienda de la Provincia de 
Buenos AiresBuenos Aires
Allí pudo desarrollar una importante tarea tanto 
técnica como social, ejemplo de ello es el sis-
tema de autoconstrucción ATEPAM (Asistencia 
Técnica, Esfuerzo Propio y Ayuda Mutua).
Como dice Zalba: ”… este sistema de aut0 
construcción no iba a solucionar el problema 
de la vivienda en el país, pero sí permitir acce-
der a una vivienda digna a mucha gente…” 1
Se ejecutaron dos tipologías de vivienda con 
este sistema, teniendo Zalba la responsabilidad 
de organizar tanto al equipo de proyecto como 
al de obra. Esta experiencia con lleva un trabajo 
docente, con un equipo multidisciplinario, que 
pone de relieve la capacidad de Zalba de trans-
mitir los conocimientos a gente ajena a la dis-
ciplina. 
El primer prototipo es de dos viviendas de una 
planta, apareadas, de 62 m2 cada una .
El otro prototipo que desarrolla Zalba para eje-
cutar con el sistema ATEPAM es de dos plan-
tas y en tira, está perfectamente modulado, y 
como él lo expresara, “al tratarse de mano de 
obra no especializada, en obra no resulta ne-
cesario utilizar la cinta métrica”.
Prototipos autoconstrucción en Planta baja y 2 pisos (1958 - 1964)
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Finalmente, bajo su dirección y el equipo de 
proyecto del Ministerio de Obras Públicas se 
desarrolla el Block Prototipo, al respecto:
“Se analiza aquí una de las experiencias 
llevada a cabo, en el año 1958, en la Pro-
vincia de Buenos Aires, tendiente

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