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Di r ecci ó n:Di r ecci ó n: Biblioteca Central Dr. Luis F. Leloir, Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, Universidad de Buenos Aires. Intendente Güiraldes 2160 - C1428EGA - Tel. (++54 +11) 4789-9293 Co nta cto :Co nta cto : bibliotecadigital.exactas.uba.ar Tesis Doctoral Especificación de astrocitos en elEspecificación de astrocitos en el tubo neural en desarrollotubo neural en desarrollo Sartoretti, María Micaela 2016 Este documento forma parte de las colecciones digitales de la Biblioteca Central Dr. Luis Federico Leloir, disponible en bibliotecadigital.exactas.uba.ar. Su utilización debe ser acompañada por la cita bibliográfica con reconocimiento de la fuente. This document is part of the digital collection of the Central Library Dr. Luis Federico Leloir, available in bibliotecadigital.exactas.uba.ar. It should be used accompanied by the corresponding citation acknowledging the source. Cita tipo APA: Sartoretti, María Micaela. (2016). Especificación de astrocitos en el tubo neural en desarrollo. Facultad de Ciencias Exactas y Naturales. Universidad de Buenos Aires. https://hdl.handle.net/20.500.12110/tesis_n6008_Sartoretti Cita tipo Chicago: Sartoretti, María Micaela. "Especificación de astrocitos en el tubo neural en desarrollo". Facultad de Ciencias Exactas y Naturales. Universidad de Buenos Aires. 2016. https://hdl.handle.net/20.500.12110/tesis_n6008_Sartoretti https://bibliotecadigital.exactas.uba.ar https://bibliotecadigital.exactas.uba.ar https://hdl.handle.net/20.500.12110/tesis_n6008_Sartoretti https://hdl.handle.net/20.500.12110/tesis_n6008_Sartoretti mailto:bibliotecadigital.exactas.uba.ar Universidad de Buenos Aires Facultad de Ciencias Exactas y Naturales Especificación de astrocitos en el tubo neural en desarrollo Tesis presentada para optar al título de Doctor de la Universidad de Buenos Aires en el área Ciencias Biológicas Lic. María Micaela Sartoretti Director de tesis: Guillermo Lanuza Consejero de estudios: Pablo Wappner Fundación Instituto Leloir Buenos Aires, 16 de junio de 2016. RESUMEN ESPECIFICACIÓN DE ASTROCITOS EN EL TUBO NEURAL EN DESARROLLO Un problema fundamental en la biología del desarrollo es entender los mecanismos que contribuyen a generar la extensa diversidad celular en el sistema nervioso. En los últimos años, se ha profundizado en el conocimiento de cómo grupos de neuronas se generan a partir de progenitores organizados espacialmente en el tubo neural embrionario. Sin embargo, pocos trabajos han indagado acerca del origen de la diversidad astrocítica. El objetivo de esta tesis es definir la identidad de las células originadas tardíamente de un dominio restringido de progenitores ventriculares, y establecer si los mecanismos que sirvieron en la especificación neuronal contribuyen al desarrollo glial. Mediante experimentos de marcación genética se encontró que los progenitores p0 de la médula espinal del ratón producen un subgrupo de astrocitos, además de las interneuronas premotoras V0. Los astrocitos ventrales derivados del dominio p0, denominados Av0, se localizan exclusivamente en la región intermedia de la médula espinal postnatal. Su diferenciación se inicia en el estadio embrionario E14.5, incrementándose en número mientras migran lateralmente hacia la sustancia blanca. La población Av0 postnatal está constituida por células con características morfológicas distintivas: astrocitos fibrosos (mayoritariamente en la materia blanca), protoplasmáticos (ubicados en la sustancia gris) y una proporción menor que conserva una morfología radial contactando la pía. La especificación de los astrocitos Av0 es regulada por el factor de transcripción Dbx1, que se expresa en progenitores p0. En ratones Dbx1 mutantes se encontró un aumento de Av0 a expensas de las interneuronas V0. La manipulación de la vía de señalización por Notch, en conjunto con la alteración de sus ligandos en la médula espinal de embriones Dbx1-‐/-‐, sugieren que Dbx1 controla el balance neurogénesis-‐gliogénesis modulando la interacción celular dependiente de Notch en progenitores p0. En resumen, este trabajo demuestra que dominios restringidos de progenitores en eje dorso-‐ventral producen subgrupos de células astrocíticas que se asientan en macrodominios definidos del sistema nervioso maduro. Palabras clave: Astrocitos, Médula espinal, Gliogénesis, Dbx1, Notch. ABSTRACT TITLE: SPECIFICATION OF ASTROCYTES IN THE DEVELOPING NEURAL TUBE A fundamental problem in developmental biology is to understand mechanisms involved in the generation of cell diversity in the central nervous system. Recently, neuronal specification has been fairly unraveled. Different neuronal types are produced from spatially organized progenitors in the embryonic neural tube. However, much less is known about the origin of astrocytic diversity. The goal of this thesis is to determine the identity of late-‐born cells produced from a restricted domain of ventricular progenitors, and to establish whether the mechanisms that served in neuronal glial contribute to specification development. By genetic tracing experiments we found that mouse spinal cord p0 progenitors produce a subset of astrocytes, in addition to the premotor interneurons V0. Ventral p0 domain-‐derived astrocytes, named as vA0, locate in the intermediate region of postnatal spinal cord. Astrocyte differentiation begins at the embryonic stage E14.5, increasing their numbers as they migrate laterally to the white matter. Postnatal vA0 population comprised cells with distinct morphological features: fibrous astrocytes (mostly in white matter), protoplasmic (located in the gray matter) and a smaller proportion, which retains a radial morphology contacting the pia. The specification of vA0 cells is regulated by the transcription factor Dbx1, expressed in p0 progenitors. Dbx1 mutant mice showincreased vA0 cells at the expense of V0 interneurons. Manipulation of the Notch signalling pathway, together with the alteration in their ligands in Dbx1-‐/-‐ embryonic spinal cord, suggest that Dbx1 controls the neurogenesis-‐gliogenesis balance by modulating Notch-‐dependent cell interactions. In summary, this work shows that restricted progenitors in dorsal-‐ventral axis produce astrocytic subgroups that organize in macrodomains in the mature nervous system. Keywords: Astrocytes, spinal cord, gliogenesis, Dbx1, Notch. A José Al abuelo Sánchez AGRADECIMIENTOS A Guille Lanuza A los miembros del laboratorio: Abel, Dani, Lucho, Yani, Cris. A Abel y Dani A Ale Schinder y el 307 Al lab 304 A los miembros de mi CST A los becarios que pasaron por el Leloir A la gente del bioterio A Maxi Neme del microscopio A la gente de administración, el droguero, mantenimiento, limpieza, serenos, etc. Al Estado Nacional A la UBA A las científicas A mis profesores A mis amigos del Leloir A Dani A las chicas de handball A las chicas de la facu: Lau, Nati, Jime, Ana, Lau, Lula y Diani y Juan A mis amigos del secundario A Lobi, Gabi, Tati y Mel A mi familia Agradecimientos A mis abuelos A mis hermanos A mi papá A mi mamá A José ÍNDICE ÍNDICE VII ABREVIATURAS 1 INTRODUCCIÓN 3 DIVERSIDAD CELULAR 4 LOS ASTROCITOS 5 Función de los astrocitos en el sistema nervioso central 5 DESARROLLO DEL SISTEMA NERVIOSO CENTRAL DE VERTEBRADOS 8 Inducción neural y neurulación 9 Formación del patterning neural 10 Establecimiento de los dominios progenitores 12 POBLACIONES NEURONALES ESPINALES 15 Progenitores p0: Dbx1 y las interneuronas V0 17 GLIOGÉNESIS EN LA MÉDULA ESPINAL 20 Células de la glía radial 20 Switch neurogénesis-‐gliogénesis 21 Rol de la vía de Notch en el mantenimiento de progenitores indiferenciados 22 Sox9 y NFIA en el inicio de la gliogénesis 23 Oligodendrogénesis 24 Astrogliogénesis 25 OBJETIVOS E HIPÓTESIS 28 MATERIALES Y MÉTODOS 29 ANIMALES 30 GENOTIPADO DE ANIMALES 32 Extracción de ADN genómico 32 Reacción de PCR 32 TRATAMIENTOS FARMACOLÓGICOS 33 Marcación con BrdU 33 Inducción de la actividad recombinasa 33 Inhibición de la Vía de Notch mediante Ly511575 35 Índice PREPARACIÓN DE TEJIDO ESPINAL 35 Disección, criopreservación y seccionamiento de tejido espinal 35 INMUNOFLUORESCENCIA 36 Protocolo general 36 Recuperación antigénica de BrdU por tratamiento ácido 38 HIBRIDACIÓN IN SITU 39 Preparación de las sondas. Transcripción in vitro 39 Protocolo general 40 INMUNODETECCIÓN A CONTINUACIÓN DE HIBRIDACIÓN IN SITU 41 DETECCIÓN DE LA ACTIVIDAD DE β-‐GALACTOSIDASA 41 MICROSCOPÍA 41 ANÁLISIS ESTADÍSTICO 41 RESULTADOS 43 I. CARACTERIZACIÓN DE LA PROGENIE TARDÍA DEL DOMINIO P0 44 EL DOMINIO DE PROGENITORES P0 GENERA NEURONAS Y CÉLULAS GLIALES 44 PROGENITORES TARDÍOS CONSERVAN EL ARREGLO DORSO-‐VENTRAL TEMPRANO 46 LOS ASTROCITOS POSTNATALES REFLEJAN LA ORGANIZACIÓN DE SUS PROGENITORES 48 EL DOMINIO P0 TARDÍO PRODUCE CÉLULAS ASTROCÍTICAS 51 La población derivada de progenitores Dbx1 tardíos se desplaza lateralmente en la médula espinal 51 La progenie tardía del dominio p0 expresa marcadores astrogliales 53 La población celular tardía se amplifica fuera de la zona ventricular 55 La población astrocítica del linaje Dbx1 deriva de glía radial 58 Durante el desarrollo, la población derivada del dominio p0 presenta heterogeneidad morfológica 60 LAS CÉLULAS ASTROCÍTICAS DERIVADAS DEL DOMINIO P0 PUEBLAN LA REGIÓN INTERMEDIA DE LA MÉDULA ESPINAL 64 LA POBLACIÓN AV0 CONTIENE ASTROCITOS PROTOPLASMÁTICOS Y FIBROSOS. 71 II. DBX1 Y LA VÍA DE NOTCH EN LA ESPECIFICACIÓN DE LOS ASTROCITOS AV0 75 DBX1 CONTROLA LA ASTROGLIOGÉNESIS EN EL DOMINIO P0 75 La población Av0 se incrementa en ausencia de Dbx1 75 Dbx1 determina el pool progenitor astrogliogénico p0 78 Índice LA VÍA DE NOTCH PARTICIPA EN EL DESARROLLO DE LA POBLACIÓN AV0 81 LA POBLACIÓN AV0 DEPENDE DE LA ACTIVIDAD DE NOTCH TEMPRANA 84 DBX1 DEFINE EL TIPO DE LIGANDO DE NOTCH EN EL DOMINIO P0 89 DISCUSIÓN 94 1. DESARROLLO DE CÉLULAS ASTROCITICAS DERIVADAS DEL DOMINIO P0 95 Heterogeneidad morfológica a partir de un dominio de progenitores 95 Expansión y transformación morfológica de la población Av0 97 División celular y origen de la heterogeneidad 98 Migración de los precursores astrocíticos Av0 99 Modelo de relaciones de linaje de los astrocitos Av0 100 2. ASTROGLIOGÉNESIS EN EL DOMINIO P0 101 Potencial neurogénico y gliogénico de los Progenitores Dbx1+ 101 Conservación de los progenitores p0 tardíos y el rol de Dbx1 y Notch 103 Dbx1 y los ligandos de Notch en el dominio p0 104 3. RELEVANCIA DE LA ORGANIZACIÓN POSICIONAL DE PROGENITORES GLIALES 107 ¿Los astrocitos de cada región cumplen funciones específicas? 109 CONCLUSIONES 112 BIBLIOGRAFÍA 113 ABREVIATURAS Av(0-‐3) Astrocitos ventrales derivados del dominio p(0-‐3) bHLH basic Helix Loop Helix, dominio proteico básico hélice-‐bucle-‐hélice BLBP Brain Lipid Binding Protein, Proteína del cerebro de unión a lípidos BMP Bone Morphogenetic Proteins, proteínas morfogenéticas óseas BrdU Bromo-‐2’deoxiUridina cc Canal central D-‐V dorso-‐ventral Dbx1 Developing brain homeobox 1 DE Desvío estándar Dll1 Delta-‐like1-‐2 E(0-‐18.5) Estadio embrionario (0-‐18.5) = días post coitum En1 Engrailed 1 Evx1 Even-‐skipped homeobox 1 EE Error estándarFgf Fibrobast frowth factor GFAP Glial Fibrillary Acidic Protein GFP Green Fluorescent Protein, Proteína verde fluorescente GLAST Astrocyte Specific Glutamate Transporter, transportador de glutamato específico de astrocitos HD Homeodominio IN V(0-‐3) Interneuronas ventrales (0-‐3) IN dI(1-‐6) Interneuronas dorsales (1-‐6) Jag1 Jagged1 Lfng Lunatic Fringe MN Motoneuronas Abreviaturas n.s. No significativo Neo Marcador de selección de resistecia a neomicina NFIA Nuclear Factor I A, Factor nuclear I A NICD Notch intracellular domain, Dominio intracelular de Notch O.N. Over night, durante toda la noche OPC Oligodendrocyte precursor cells, Células precursoras de oligodendrocitos P(X) Estadio postnatal (día). p(X) Dominio de progenitores de (población neural/glial) PBS PBS conteniendo 0.1% de Tween-‐20. PBS-‐Tw Phosphate Buffer Saline, buffer fosfato salino PFA Paraformaldehído pp Placa del piso Psen1 Presenilina 1 pt Placa del techo SB Sustancia Blanca SG Sustancia Gris Shh Sonic Hedgehog SNC Sistema Nervioso Central Sox2/9 SRY-‐box2/9 T.A. Temperatura ambiente vs versus Wt Wild type, genotipo salvaje ZV zona ventricular β-‐gal β-‐galactosidasa INTRODUCCIÓN Introducción 4 Un problema fundamental de la neurobiología del desarrollo es entender el origen de la diversidad celular en el sistema nervioso central (SNC). En vertebrados, el SNC está formado por neuronas, astrocitos, oligodendrocitos y células ependimarias. Los astrocitos constituyen el tipo celular más abundante en mamíferos, representando entre el ~20 y el 40% de las células totales (Herculano-‐Houzel, 2014). A pesar de eso, los estudios del siglo pasado estuvieron fundamentalmente abocados a comprender la diferenciación neuronal y su funcionamiento, dada su relevancia en los circuitos neurales. Desde el descubrimiento de los astrocitos, hace más de un siglo, se pensó que su papel en el SNC era estrictamente de soporte y estructura para el funcionamiento correcto de las neuronas. Rudolf Virchow, en el año 1846, describió a este tipo celular como “Nervenkitt” que se traduce del alemán: “el pegamento de los nervios” (Virchow, 1846). En efecto, la palabra glía, referida en esa época exclusivamente al conjunto de astrocitos, deriva del griego γλοία (gloía) que significa pegamento (Somjen, 1988). Michael von Lenhossék acuñó hacia fines del siglo XIX el término “astrocito” refiriéndose a células con forma de estrella (von Lenhossék, 1893), aunque sin otorgarles demasiada relevancia dentro de su investigación. Sin embargo más tarde, Santiago Ramón y Cajal presagió que los astrocitos, además de llenar y unir el tejido en una matriz, cumplen otras funciones, y advirtió que se debería profundizar en el estudio de este grupo celular para entender más profundamente su relevancia en el SNC (Ramón y Cajal, 1909). DIVERSIDAD CELULAR Además de las neuronas y los astrocitos, el SNC está formado por los oligodendrocitos, la microglía y las células ependimarias. Los astrocitos y los oligodendrocitos conforman la macroglía, mientras que la microglía está constituida por células del sistema inmune que colonizan el SNC durante el desarrollo embrionario. Estas células cumplen funciones claves en los contextos de inflamación y enfermedad y participan en el remodelado y pruning de las sinapsis (Clarke et al., 2013; Zuchero et al., 2015). Introducción 5 Los oligodendrocitos, al igual que los astrocitos, contribuyen a mantener las funciones neurales. Los oligodendrocitos en el SNC y su equivalente en el SN periférico (SNP), las células de Schwann, son las células encargadas de aumentar la velocidad de la conducción eléctrica. Son responsables de producir la vaina de mielina que envuelve a los axones y los aíslan eléctricamente del medio extracelular, permitiendo la conducción saltatoria de los impulsos nerviosos, y el incremento de la velocidad de propagación. En conjunto con los astrocitos, le proveen soporte metabólico a las neuronas (Freeman et al., 2013; Zuchero et al., 2015). Por último, las células ependimarias, mayormente constituidas por ependimocitos y tanicitos, tapizan las cavidades de los ventrículos cerebrales y el canal central espinal por donde circula el fluido cerebroespinal. (Bruni, 1998; Guerout et al., 2014). Los ependimocitos son células cuboidales y multiciliadas que constituyen la interfase entre el parénquima del SNC y el sistema ventricular. Producen el movimiento del fluido en el sistema ventricular, filtran moléculas que podrían ser dañinas al SNC y optimizan la dispersión de mensajeros neurales. Los tanicitos presentan un proceso basal que contacta con vasos sanguíneos y se ha propuesto que participan en la regulación humoral (Del Bigio, 2010; Spassky et al., 2005). LOS ASTROCITOS Estudios de los últimos veinte años han revelado que los astrocitos, además de proveer soporte estructural, regular el balance iónico y mantener la barrera hemato-‐ encefálica (Rowitch, 2004), son cruciales en el origen, la maduración y modulación de las sinapsis (Clarke et al., 2013). Por lo tanto, entender en profundidad su fisiología es clave para la comprensión de los procesos subyacentes a la formación y el funcionamiento de los circuitos neurales. FUNCIÓN DE LOS ASTROCITOS EN EL SISTEMA NERVIOSO CENTRAL Ladeterminación de las relaciones espaciales entre astrocitos y neuronas constituyó la base del concepto de “islas de sinapsis funcionales”, según el cual un grupo de sinapsis dentro de las fronteras de un astrocito individual son moduladas Introducción 6 simultáneamente por ese único astrocito (Halassa et al., 2007). Se estima que en el ratón, un astrocito puede contactar hasta ~100.000 sinapsis individuales, y que en el cerebro humano puede recubrir hasta 20 veces más (Oberheim et al., 2009). Si bien existe glía especializada en lugares definidos del SNC, como la glía de Müller en retina y la glía de Bergmann en el cerebelo, se ha considerado clásicamente a los astrocitos como una población homogénea en cuanto a su fisiología y función. Desde el punto de vista de sus características morfológicas y su localización anatómica, se ha clasificado a los astrocitos del SNC en dos tipos fundamentales. Por un lado, los astrocitos protoplasmáticos que presentan extensiones celulares altamente ramificadas, y que se encuentran en la sustancia gris (SG). Este tipo de astrocitos establece contactos con los somas de las neuronas, envuelven a las sinapsis modulando su actividad, y a la vez presentan claros procesos que recubren vasos sanguíneos, controlando el flujo local. Por otro lado, los astrocitos ubicados en la sustancia blanca (SB) han sido descriptos como astrocitos fibrosos. Estas células presentan una estructura fibrilar con un proceso o extensión celular principal y ramificaciones secundarias, contactan a los nodos de Ranvier de los axones mielinizados del SNC y además a vasos sanguíneos. También se encargan de formar el parénquima cerebral y espinal, delineando el límite externo del SNC (Barres, 2008; Garcia-‐Marin et al., 2007; Tabata, 2015). Las diferencias morfológicas y funcionales no se han visto estrictamente reflejadas en disparidades relevantes a nivel del desarrollo. Los astrocitos cumplen funciones regulatorias esenciales durante el desarrollo y funcionamiento del SNC. Por ejemplo, debido a interacción simultánea con la vasculatura y con las sinapsis, un astrocito facilita el traspaso de nutrientes desde la sangre a las neuronas (Pellerin et al., 2007). De esta forma, garantizan la supervivencia neuronal y se ha reportado que su ausencia causa muerte de las neuronas. Estudios in vitro han demostrado que los cultivos neuronales requieren astrocitos para su mantenimiento (Pfrieger et al., 1997). Asimismo, los astrocitos participan en el aumento del flujo sanguíneo en regiones con alta actividad neuronal en respuesta a la liberación de neurotransmisores (Fig. 1A, Attwell et al., 2010). Por último, una parte importante del control de los niveles de potasio extracelular, así como de la Introducción 7 recaptación y reciclado de neurotransmisores del espacio sináptico es llevado a cabo por transportadores y enzimas astrocíticas (Fig. 1A, Allen, 2014; Zuchero et al., 2015). Durante el desarrollo neuronal, los astrocitos cumplen funciones importantes en la formación, intensidad y recambio de las sinapsis a través de la secreción de proteínas específicas. Junto con las células del sistema inmune presentes en el cerebro, la microglía, participan en el remodelado de las sinapsis y pruning, eliminando sinapsis débiles por medio de fagocitosis (Fig. 1B, Khakh et al., 2015). Por otro lado, experimentos in vivo e in vitro evidenciaron que los astrocitos responden fuertemente a la actividad neuronal a través de ondas de calcio, lo que permitiría el control de la actividad sináptica al mismo tiempo que coordinaría actividades a gran distancia a lo largo del SNC (Fig. 1C, Haydon et al., 2015). Por lo tanto, en los últimos años se ha establecido que los astrocitos cumplen una amplia diversidad de funciones en el mantenimiento de los circuitos neuronales, y en algunos casos ejecutan actividades altamente especializadas (Gourine et al., 2010) Algunos aspectos aún no resueltos consisten en entender cuál es la verdadera diversidad de los astrocitos y cómo se especifican los distintos subtipos durante el desarrollo del SNC. Entender el origen de la diversidad de subtipos de astrocitos Figura 1. Funciones de los astrocitos en el SNC. A) Los astrocitos contactan simultáneamente vasos sanguíneos y neuronas. Están involucrados en la transferencia de nutrientes hacia las neuronas y en el aumento del flujo sanguíneo según la actividad. Asimismo, contactan sinapsis, favorecen su formación y recambio, y la comunicación neuronal. B) Junto con los macrófagos, células especializadas que forman parte de la microglía, los astrocitos llevan a cabo el remodelado de las sinapsis. C) Los astrocitos responden a la actividad neuronal generando ondas de calcio cuya acción se ve reflejada a grandes distancias. (Adaptada de Clarke et al., 2013; Khakh et al., 2015; Zuchero et al., 2015). Introducción 8 contribuirá a una comprensión más acabada del funcionamiento de las distintas regiones del SNC. DESARROLLO DEL SISTEMA NERVIOSO CENTRAL DE VERTEBRADOS El desarrollo del embrión comienza con la formación del cigoto en la fecundación. Luego de varias divisiones celulares, se genera la mórula y más tardela blástula. Posteriormente, el embrión sufre el proceso de gastrulación, en el cual se establecen las tres capas germinales que dan origen a los distintos tejidos: a) el endodermo, la lámina más interna, que da lugar al tubo digestivo y a los pulmones, b) el mesodermo, la capa media, origina los tejidos musculares, conectivo y vascular y además la notocorda y los somitas, estructuras transitorias en el embrión y c) el ectodermo, la lámina externa, a partir de la cual se genera el sistema nervioso y la epidermis (Fig. 3A,A’, Mikawa et al., 2004; Solnica-‐Krezel et al., 2012; Tam et al., 2007). En el SNC, las neuronas, astrocitos, oligodendrocitos y células del epéndima provienen de progenitores neuroepiteliales que derivan del ectodermo, mientras que la microglía tiene un origen mesodérmico, ya que está constituida por células del linaje hematopoyético. (Fig. 2, Fu et al., 2003; Rowitch et al., 2010). Figura 2. Origen embrionario de las células que componen el sistema nervioso central. Las neuronas, oligodendrocitos, astrocitos y ependimocitos derivan de progenitores neurales de origen ectodérmico. Las células de la microglía derivan del linaje hematopoyético, de origen mesodérmico. La formación del sistema nervioso de vertebrados es el resultado de una secuencia de pasos entre los cuales se destacan tres eventos fundamentales: i) la inducción neural, donde se forma la placa neural a partir de una población uniforme de células progenitoras del ectodermo; ii) la neurulación, en donde la placa neural se pliega y forma el tubo neural; y iii) el patterning, proceso en el cual el neuroepitelio Introducción 9 adquiere características únicas según su ubicación espacial generando más tarde en el desarrollo los distintos tipos celulares del SNC (Ge et al., 2006; Jessell, 2000; Jessell et al., 2000; Rowitch, 2004; Rowitch et al., 2010). INDUCCIÓN NEURAL Y NEURULACIÓN En vertebrados, la formación del SNC comienza con la inducción neural, proceso en el cual en una región del ectodermo se reprime la formación de epidermis y adquiere propiedades neuroepiteliales a partir de la acción señalizadora de moléculas secretadas por tejidos adyacentes. Trabajos pioneros, realizados en el embrión de anfibios han demostrado que el bloqueo de la acción de las BMPs (Bone Morphogenetic Protein, proteínas morfogenéticas del hueso), a través de las moléculas Folistatina, Nogina y Cordina, es esencial para la inducción neural (Munoz-‐Sanjuan et al., 2002). En amniotas se propone que el “Nodo de Hensen” es el responsable de tal señalización (Stern, 2005). La activación de los FGFs también es importante en este proceso: por un lado contribuyen a inhibir las BMPs y por otro modulan la señalización por calcio necesaria para que el proceso ocurra (Papanayotou et al., 2013; Stern, 2005). Como resultado, se forma un neuroepitelio columnar simple, la placa neural (Fig. 3a, Jessell et al., 2000). A partir de la formación de la placa neural, tiene lugar el proceso de neurulación, en el cual el neuroepitelio comienza a angostarse apicalmente en la línea media dorsal y se establece una región bisagra. Producto de fuerzas tanto intrínsecas como extrínsecas, se genera el surco neural que se extiende y profundiza a lo largo del eje rostro-‐caudal. Los extremos de la placa se elevan y fusionan dorsalmente en la línea media y el ectodermo adyacente se estrangula. De esta forma queda establecido el tubo neural (Fig. 3 B-‐C’) que dará origen a las distintas estructuras rostro-‐caudales del SNC. La porción más anterior, el telencéfalo, genera los hemisferios cerebrales, mientras que la porción más posterior origina la médula espinal (Colas et al., 2001; Copp et al., 2003). En la región de la médula espinal prospectiva, el punto bisagra ventral del neuroepitelio, se diferencia en la placa del piso (pp), mientras que el polo dorsal, donde se fusionan los extremos de la placa neural, constituye la placa del techo (pt). De esta forma, el neuroepitelio queda ubicado a lo largo del eje dorso-‐ventral Introducción 10 (D-‐V) del tubo neural entre la pp y la pt, en contacto con la cavidad ventricular (Fig. 3D,D’). FORMACIÓN DEL PATTERNING NEURAL Inicialmente, el tubo neural, formado por células neuroepiteliales que se encuentran en activa división celular y que no evidencian rasgos de diferenciación, se encuentra adyacente a estructuras que le imponen información posicional a través de la secreción de múltiples morfógenos. La identidad posicional ha surgido en los últimos 20 años como uno de los principios de organización básicos en el control de la diversidad neuronal (Briscoe et al., 2008; Briscoe et al., 2000; Briscoe et al., 2015; Dessaud et al., 2008; Guillemot, 2007; Jessell, 2000). De acuerdo a este modelo, en el SN en formación, se establecen coordenadas espaciales que definen a los ejes neurales relevantes en la especificación celular: el antero-‐posterior (A-‐P) y el dorso-‐ventral (D-‐V). Como resultado, se produce la regionalización del tubo neural en donde la ubicación de cada progenitor en el eje A-‐P y D-‐V determina su destino. Estaregionalización está mediada por la acción de morfógenos, moléculas difusibles que actúan a cierta distancia del tejido que lo origina. De esta forma, cada región es alcanzada por una combinación y concentración determinada de morfógenos según su posición que induce respuestas celulares específicas de manera dependiente de su ubicación (Jessell, 2000; Tanabe et al., 1996). A lo largo del eje A-‐P, la regionalización es inducida por la acción de ácido retinoico (AR) y de FGFs. El AR proviene de los somitas adyacentes al tubo neural que derivan del mesodermo paraxial y actúan en la parte caudal del cerebro posterior y en segmentos anteriores de la médula espinal (Fig. 3D). Los FGFs ejercen su acción sobre la parte caudal de la médula espinal y son inicialmente secretados por el nodo en regresión y la placa neural. En respuesta a estos morfógenos se activa la expresión de factores de transcripción Hox específicos en distintas regiones rostro-‐caudales, que luego estarán involucrados tanto en la regionalización, como en definir los diferentes destinos celulares en el cerebro posterior y en la médula espinal (Dasen et al., 2009; Philippidou et al., 2013). Introducción 11 En el establecimiento de la polaridad D-‐V, los morfógenos más relevantes son las BMPs de origen dorsal y Sonic Hedgehog (Shh) producido por estructuras ventrales que establecen en conjunto dos gradientes antiparalelos (Fig. 3D). Inicialmente, las estructuras que producen estas moléculas son el ectodermo adyacente al tubo neural, que libera BMPs, y la notocorda (mesodermo axial), que secreta Shh (Fig. 3C,D). Conforme avanza el desarrollo, la placa del techo y la placa del piso actúan como fuentes secundarias de BMPs y Shh, respectivamente (Fig. 3D). Otras señales inductoras que también participan en la especificación D-‐V son los FGFs, el AR y proteínas Wnt (Dessaud et al., 2008; Le Dreau et al., 2012; Ulloa et al., 2007). Figura 3. Neurulación y origen del patterning Dorso-‐Ventral. A y A’) La Placa neural (violeta) está rodeada por el ectodermo (Ect, verde). Ventralmente, se encuentra la notocorda (NT, naranja), y a ambos lados de esta, el mesodermo paraxial (MP, amarillo) que dará lugar a los somitas (S, en C, amarillo). B y B’) Plegado de la placa neural. El ectodermo se pliega dejando a la placa neural por debajo. C y C’) Formación del tubo neural. Se cierra la placa neural constituyéndose en un tubo. D) Regionalización del tubo neural en el eje D-‐V a partir de moléculas señalizadoras de tejidos adyacentes: BMPs primero desde el ectodermo y luego desde la placa del techo (pt), Shh desde la notocorda y luego desde la placa del piso (pp), y AR desde los somitas. D’) Sección transversal del tubo neural (Adaptado de Jessell, 2000), (Las microfotografías son de K. Tosney y G. Schoenwolf en Gilbert, 2000). Introducción 12 ESTABLECIMIENTO DE LOS DOMINIOS PROGENITORES La médula espinal embrionaria, la porción más caudal del tubo neural, ha servido como un sistema ideal para entender los mecanismos subyacentes a la especificación celular en vertebrados. En coordenadas espaciales específicas se han definido 11 dominios de progenitores restringidos dorso-‐ventralmente: 6 dorsales (dP1-‐dP6) y 5 ventrales (p0-‐p3 y pMN). Estos dominios restringidos surgen de la expresión combinatoria de un grupo de factores de trascripción, que representan blancos de las moléculas inductoras BMPs y de Shh (Briscoe et al., 2008; Briscoe et al., 2000; Briscoe et al., 2015; Jessell, 2000; Le Dreau et al., 2012). La zona ventricular (ZV) es la región del tubo neural caudal que alberga al arreglo D-‐V ordenado de progenitores. A partir de los diferentes dominios se originan las distintas clases de neuronas espinales (Fig. 4A). El primer paso en el establecimiento del arreglo D-‐V de progenitores es la interpretación de los gradientes extracelulares. Como se señaló anteriormente, la especificación ventral depende fundamentalmente de la acción de Shh, secretado por la notocorda y más tarde, por la placa del piso. El modelo establecido propone que variaciones en la concentración de Shh en dos o tres órdenes de magnitud a lo largo del eje D-‐V, junto con el tiempo de exposición al morfógeno, determinan el destino que adoptarán las respectivas células progenitoras ventrales (Dessaud et al., 2010; Dessaud et al., 2007; Stamataki et al., 2005). La inducción de las clases neuronales más ventrales requiere concentraciones de Shh mayores y por tiempos más prolongados que las producidas a mayor distancia del centro inductor (Fig. 3C, Balaskas et al., 2012; Chiang et al., 1996; Dessaud et al., 2010; Dessaud et al., 2007; Jessell, 2000; Lek et al., 2010). Experimentos de hace más de 15 años determinaron que el gradiente de actividad de Shh controla la expresión combinatoria de factores de transcripción que establecen los dominios de progenitores en el eje D-‐V. Estos genes de patterning codifican para un grupo de proteínas que contienen HD (homeodominio): Pax6, Dbx1, Dbx2, Nkx6-‐1, Nkx6-‐2, Nkx2-‐2 e Irx3, y la proteína que contiene dominio bHLH (basic Helix Loop Helix): Olig2 (Fig. 4B, Briscoeet al., 2000; Ericson et al., 1997; Muhr et al., 2001; Novitch et al., 2001; Pierani et al., 2001; Vallstedt et al., 2001). La inducción o represión de estos factores de transcripción está controlada por Shh. Introducción 13 En primer lugar, las proteínas de la familia Gli (Gli1-‐3) son los efectores transcripcionales de la vía de Shh (Bai et al., 2004; Lei et al., 2004). Según la concentración de Shh en los progenitores en el eje D-‐V, las proteínas Gli se encuentran como represores transcripcionales (GliR) o proteínas activadoras (GliA). Así, el gradiente de Shh se transmite en cada célula a lo largo del eje D-‐V, como un gradiente opuesto de GliA y GliR (Fig. 4B, Briscoe et al., 2001; Briscoe et al., 2015; Cohen et al., 2013; Jessell, 2000; Oosterveen et al., 2012; Stamataki et al., 2005). Se describieron dos mecanismos para la señalización de Shh: uno local, cerca de la fuente de Shh y otro de largo alcance, en regiones ventriculares más distales. La inducción de los genes blanco de Shh más ventrales (local), depende de la actividad de GliA. En cambio, la “activación” de los genes expresados en regiones más dorsales (mecanismo de largo alcance) es el resultado de la desrepresión de las proteínas GliR (Cohen et al., 2013; Litingtung et al., 2000; Oosterveen et al., 2012). Se ha demostrado que las regiones regulatorias de los genes de patterning tienen sitios de unión a Gli con diferente afinidad y esto podría contribuir a la interpretación del gradiente de Shh. Los genes que requieren de la actividad de GliA, tienen sitios de alta afinidad, y los genes blanco más distales, que dependen de la desrepresión de GliR presentan sitios de menor afinidad (Cohen et al., 2013; Oosterveen et al., 2012; Peterson et al., 2012). Por otra parte, se ha demostrado que las regiones regulatorias de los genes de patterning tienen también sitios de unión a los factores de transcripción de la familia SoxB1 (Sox1-‐3) y esto contribuye a su activación independiente de la actividad de Gli. Las proteínas SoxB1 se expresan de manera uniforme en el neuroepitelio y proveen de contexto neural a la acción de Shh. De esta forma, el número, la afinidad y la ubicación los sitios de unión a las proteínas SoxB1 en los elementos regulatorios de los genes de patterning, determinan su actividad y su capacidad de respuesta a la cantidad de GliA/GliR según su posición en el eje D-‐V. (Cohen et al., 2013; Oosterveen et al., 2012; Oosterveen et al., 2013; Peterson et al., 2012). Por último, los genes de patterning se regulan entre sí a través de interacciones represoras cruzadas. Este proceso garantiza la adquisición de una identidad definida y simultáneamente previene la ejecución de los programas transcripcionales alternativos. Por ejemplo, Nkx2-‐2 se expresa en el dominio más ventral (p3), y limita Introducción 14 con progenitores que expresan Pax6 (pMN) (Fig. 4B). En ausencia de Pax6, el dominio Nkx2-‐2 se expande dorsalmente y a su vez, la expresión ectópica de Pax6 es suficiente para reprimir a Nkx2-‐2 (Briscoe et al., 2000; Ericson et al., 1997). De forma similar, Olig2/Irx3, Nkx6-‐1/Dbx2, y Dbx1/Nkx6-‐2 forman pares de represión cruzada que generan límites precisos entre dominios de progenitores adyacentes (Fig. 4B, Novitch et al., 2001; Sander et al., 2000; Vallstedt et al., 2001). Esto determina que los represores transcripcionales río abajo de la señal de Shh establecen una red transcripcional que asegura que las células adquieran una identidad única y que se constituyan límites precisos lo largo del eje D-‐V (Briscoe et al., 2015; Dessaud et al., 2008; Jessell et al., 2000). Figura 4. Establecimiento de progenitores ventriculares. A) En respuesta a los gradientes dorsales de BMPs y WNT y al gradiente ventral de Shh se generan regiones espacialmente restringidas en la ZV. Estas regiones constituyen los dominios de progenitores ventriculares pd1-‐ 6, p0-‐p3 y pMN los cuales determinan la identidad celular, morfología, función y conectividad de los distintos grupos de neuronas espinales. B) Los efectores celulares de Shh son las proteínas Gli que activan o reprimen genes en posiciones dorso-‐ventrales específicas. La relación de proteínas Gli activadoras (GliA) y represoras (GliR), los factores neuronales expresados uniformemente (proteínas SoxB1) y la activación de factores de transcripción blanco, culminan en el establecimiento de cada uno de los 5 dominios de progenitores neurales en el eje D-‐V, definidos por la expresión combinatoria de estos genes. Adaptado de (Briscoe et al., 2015; Cohen et al., 2013; Jessell, 2000). En resumen, el patrón de expresión génica en el tubo neural está gobernado por una combinación de niveles de GliA y GliR en el eje D-‐V, las proteínas SoxB1 expresadas uniformemente en el tejido y las represiones cruzadas entre factores de transcripción con HD y bHLH (Briscoe et al., 2015). Esta compleja red transcripcional genera en el tubo neural ventral cinco dominios de progenitores, cada uno de los Introducción 15 cuales expresa una combinación específica de genes de patterning. Los cinco dominiosde progenitores espacialmente restringidos son responsables de la formación de los distintos subgrupos de neuronas ventrales espinales involucradas en los circuitos motores espinales, las interneuronas V0-‐V3 (IN V0-‐V3) y las motoneuronas (MN) (Fig. 4). En la región dorsal, los factores de transcripción Pax3 y Pax7 se expresan tempranamente en la placa neural, inducidos por BMPs provenientes del ectodermo. Pax3/7 se restringen a los progenitores dorsales ya que su expresión es reprimida por Shh (Liem et al., 1995). Se ha propuesto que, a diferencia de la especificación ventral donde las proteínas con HD son fundamentales, en el tubo neural dorsal la instauración de dominios es resultado de un código combinatorio de proteínas con motivos bHLH (Gowan et al., 2001). Por ejemplo, Atoh1 (Atonal) y Neurogenina1, se expresan en respuesta a BMPs, en los territorios complementarios dP1 y dP2, y su interacción determina los destinos neuronales dI1 y dI2 (Gowan et al., 2001). Ascl1 se expresa en los dominios dp2-‐dp5 y, junto con Neurogenina2, son necesarios para la correcta formación de las interneuronas dI3 y dI5 (Helms et al., 2005; Kriks et al., 2005). Las Interneuronas dorsales derivadas de los dominios más ventrales (dP4-‐dP6) definidas por el factor de transcripción Lbx1, parecen ser independientes de la señalización de BMPs desde la placa del techo (Muller et al., 2002). En resumen, la acción combinatoria de proteínas con HD y bHLH es importante para el establecimiento de dominios de progenitores dorsales y los destinos neuronales respectivos (Helms et al., 2003; Le Dreau et al., 2012; Liu et al., 2005). POBLACIONES NEURONALES ESPINALES Como se señaló en la sección anterior, durante el desarrollo de la médula espinal embrionaria los progenitores neuroepiteliales adoptan una identidad posicional única definida por la expresión combinada de factores de transcripción. Luego, los progenitores arrestan su ciclo celular y sufren una migración estereotipada fuera de la ZV mientras inician un programa genético de diferenciación neuronal Introducción 16 relacionado a la función que van a cumplir en los circuitos neurales (Ge et al., 2006; Guillemot, 2007). En la región ventral, se generan inicialmente al menos cinco poblaciones molecularmente distintas de neuronas: las MN y las interneuronas V0-‐V3. Las MN migran hacia el asta ventral y se organizan en unidades discretas que inervan músculos determinados y controlan su contracción (Goulding et al., 2002; Jessell, 2000). Una parte importante de las interneuronas ventrales conforma las redes neuronales que gobiernan la actividad motora. En la última década se ha estudiado cuál es el papel de varios grupos de interneuronas y algunas de las características de la conectividad (Crone et al., 2008; Gosgnach et al., 2006; Lanuza et al., 2004; Talpalar et al., 2013; Zhang et al., 2014; Zhang et al., 2008). Se ha propuesto que cada población neuronal embrionaria está conformada por neuronas con características comunes, como el tipo de neurotransmisión y su proyección axonal. Sin embargo, la caracterización sistemática de las células pertenecientes a un mismo grupo ha revelado una heterogeneidad importante. Un ejemplo notable son las neuronas V1, un grupo de neuronas inhibitorias espinales que se caracterizan por la expresión de la proteína En1 (Gosgnach et al., 2006; Matise et al., 1997; Vallstedt et al., 2001; Zhang et al., 2014). Experimentos de seguimiento de linaje determinaron que al menos dos subtipos de neuronas espinales, las células de Renshaw y las interneuronas inhibitorias “Ia”, ambas con propiedades fisiológicas discernibles, derivan del grupo V1 (Alvarez et al., 2005; Sapir et al., 2004; Saueressig et al., 1999; Stam et al., 2012). Sin embargo, estos dos tipos neuronales constituyen menos del 20% de la población total de IN V1. Recientemente, el análisis de la expresión combinada de 19 factores de transcripción ha permitido identificar alrededor de 50 subgrupos dentro del linaje En1+ (Bikoff et al., 2016; Gabitto et al., 2016). De esta forma, se revela una sorprendente diversidad dentro de la clase neuronal temprana V1, donde se propone que cada subclase, todas ellas inhibitorias, tiene propiedades fisiológicas y conectividad distintivas en los circuitos motores. Estos estudios refuerzan el concepto de que la posición de los progenitores establece el primer paso en la especificación de las clases neuronales con características fisiológicas Introducción 17 comunes, aunque más tarde existen mecanismos para incrementar la variabilidad dentro de un mismo subtipo. PROGENITORES P0: DBX1 Y LAS INTERNEURONAS V0 El dominio de progenitores p0 se encuentra en la región intermedia del tubo neural y se caracteriza por la expresión selectiva del factor de transcripción Dbx1 (Developing brain homeobox 1). Las células progenitoras p0 también expresan Dbx2 y Pax6, aunque a diferencia de Dbx1, estos factores de transcripción son compartidos con otros dominios en el eje D-‐V (Fig. 5A). Entre los estadios embrionarios E10 y E12.5 en el ratón, los progenitores Dbx1+ producen las interneuronas espinalesV0 (Fig. 4A y 5A). Al abandonar la ZV, las neuronas V0 siguen un patrón de migración ventromedial y extienden sus axones hacia la placa del piso para cruzar la línea media de la médula espinal a través de la comisura ventral (Moran-‐Rivard et al., 2001; Pierani et al., 2001). A pesar de compartir el origen, el patrón de migración y la proyección axonal, se encontró que las neuronas V0 son heterogéneas en su fenotipo de neurotransmisión. Existen IN V0 que expresan el transportador vesicular de glutamato característico de las neuronas excitatorias, y neuronas V0 que expresan el transportador vGAT, el cual reporta identidad glicinérgica y/o GABAérgica (Lanuza et al., 2004). Se encontró que esta heterogeneidad dentro de las IN V0 se debe a diferencias en los progenitores que dan origen a cada subclase. La expresión de los factores de transcripción Pax3 y Pax7 subdividen al dominio ventricular p0 en dos mitades, una región dorsal (Pax3/7+) y una ventral (Pax3/7-‐) (Fig. 5A Pierani et al., 2001). Las células del domino p0-‐ventral producen el subgrupo de interneuronas V0V que expresan el marcador postmitótico Evx1 (Even-‐skipped homeobox 1) y son glutamatérgicas, mientras que los progenitores neuroepiteliales que se asientan en el dominio p0 dorsal generan las interneuronas V0 inhibitorias (V0D, Fig. 5B, Goulding, 2009; Lanuza et al., 2004; Zagoraiou et al., 2009). Además de las neuronas V0V y V0D, se ha demostrado que el dominio p0 también es la fuente de un grupo menos representado de interneuronas colinérgicas y Introducción 18 glutamatérgicas espinales (V0C y V0G, respectivamente) que se localizan en la proximidad del canal central y se identifican por la expresión del factor de transcripción Pitx2 (Fig. 5B, Zagoraiou et al., 2009). En resumen, el dominio restringido de progenitores p0 del tubo neural embrionario produce al menos 4 tipos de interneuronas V0: V0D, V0V, V0C y V0G. Figura 5. Dominio de progenitores p0 y subtipos de neuronas V0. A) El dominio p0 se caracteriza por la expresión del factor de transcripción Dbx1. Dbx2 y Pax6 se expresan en todo el territorio pero no son exclusivos de este dominio. Pax3/7 se expresan en la porción dorsal del dominio p0 y lo dividen en dos mitades. B) A partir de los progenitores p0 Pax3/7+ (óvalos celestes) surgen las IN inhibitorias V0D (círculos celestes), mientras que los progenitores Pax3/7 -‐ (óvalos verdes) se diferencian en las IN excitatorias V0V (círculos verdes). Ambos grupos se ubican en la lámina VIII de la médula espinal. Las V0C/G colinérgicas y glutamatérgicas respectivamente (círculos naranja), se localizan próximas al canal central. Adaptado de (Lanuza et al., 2004; Zagoraiou et al., 2009). El factor de transcripción Dbx1 no solo impone identidad posicional a progenitores ventriculares sino que también cumple funciones esenciales en el control de la especificación neuronal. Experimentos de expresión forzada en el tubo neural embrionario han demostrado que es capaz de dirigir la identidad V0 (Pierani et al., 2001). Los abordajes complementarios de pérdida de función mostraron que en ausencia de Dbx1, los progenitores p0 producen algunas neuronas con las características típicas de las poblaciones neuronales vecinas. En los ratones mutantes para Dbx1, parte de las neuronas derivadas del dominio p0 expresan En1, (marcador molecular característico de interneuronas V1), mientras que otras expresan Lbx1, normalmente expresado en neuronas dorsales (Lanuza et al., 2004; Pierani et al., 2001). La interpretación de estos cambios ha sido que la expresión de En1 representa la re-‐especificación de las neuronas V0V en neuronas V1, mientras que la expresión de Lbx1 refleja la conversión de las neuronas V0D en interneuronas dI6. Introducción 19 De forma similar al control de la diferenciación de las neuronas V0V y V0D (Lanuza et al., 2004; Pierani et al., 2001), se encontró que la médula espinal Dbx1-‐/-‐ carece de expresión de Pitx2, lo que indica que la diferenciación de neuronas V0G y V0C también es dependiente de Dbx1 (Zagoraiou et al., 2009). En resumen, la expresión de Dbx1 define a las células progenitoras del dominio p0 y dirige la especificación de todos los subtipos V0. Las neuronas V0 son el primer grupo de interneuronas embrionarias para las cuales se demostró una función en los circuitos espinales premotores (Lanuza et al., 2004). Estos estudios sugirieron que algunas de las poblaciones embrionarias definidas molecularmente, se diferencian en neuronas maduras que cumplen funciones particulares en el circuito motor. Las interneuronas V0V/D se asientan en la lámina VIII de la médula espinal, una región que contiene otras neuronas comisurales. Los axones de las neuronas comisurales cruzan hacia la mitad ventral contralateral de la médula espinal vinculando la actividad motora y el movimiento coordinado de las extremidades en ambos lados del cuerpo (Goulding, 2009). La eliminación selectiva de las neuronas V0, permitió dilucidar su función. En ausencia de las IN V0, se evidencian períodos de actividad sincronizada entre los miembros derecho e izquierdoinferiores durante caminata ficticia, en lugar de movimientos alternados que posibilitan la marcha. Este estudio reveló que las IN V0 son componentes clave en el circuito motor espinal que permite la locomoción ya que intervienen en el control de la actividad alternada de las MN que inervan a los músculos de los miembros inferiores derecho e izquierdo (Lanuza et al., 2004). Estudios posteriores determinaron, mediante abordajes de ablación de las neuronas V0V ó V0D, que estos dos subgrupos neuronales son requeridos selectivamente cuando los roedores se desplazan a distintas frecuencias de locomoción, caminando o trotando. Mientras que las neuronas V0V excitatorias aseguran la alternancia de los miembros durante el trote, el subgrupo de las V0D inhibitorias mantienen la coordinación durante la caminata (Bellardita et al., 2015; Talpalar et al., 2013). Se demuestra así que cada población embrionaria, definida inicialmente según su origen en el desarrollo, su perfil molecular y su fenotipo de neurotransmisión, cumple funciones específicas en el circuito motor espinal. Introducción 20 GLIOGÉNESIS EN LA MÉDULA ESPINAL Aunque menos estudiada, se han descripto parcialmente los mecanismos responsables de la generación de células gliales en la médula espinal. Tanto astrocitos como oligodendrocitos se generan después de la fase neurogénica, a partir de progenitores remanentes en el tubo neural. CÉLULAS DE LA GLÍA RADIAL En el tubo neural temprano, los progenitores neuroepiteliales tienen una morfología ápico-‐basal polarizada, y contactan simultáneamente con la superficie ventricular y con la superficie pial por el extremo basal (Schmechel et al., 1979). En algunas regiones del SNC las células progenitoras adquieren transitoriamente características gliales y una morfología particular. El proceso basal que contacta con la sustancia pial es más extendido, mientras que su núcleo y soma celular permanecen próximos a la ZV (Pinto et al., 2007). La expresión de marcadores fenotípicos de glía como BLBP (Brain lipid binding protein, proteína del cerebro de unión a lípidos), Vimentina y GLAST (astrocyte specific glutamate transporter, transportador de glutamato específico de astrocitos), motivó su denominación como células de la glía radial (Pinto et al., 2007). En el telencéfalo, las células de la glía radial constituyen progenitores neuronales que producen la mayoría de las neuronas de proyección que pueblan las láminas del cerebro siguiendo una secuencia de “adentro-‐hacia-‐afuera”. Durante el desarrollo cortical, los procesos de las células de la glía radial son el sustrato sobre el cual migran radialmente las neuronas hasta alcanzar su posición final. Finalmente, las células de la glía radial producen astrocitos (Anthony et al., 2004; Malatesta et al., 2000; Noctor et al., 2001). Por el contrario, en la médula espinal, la neurogénesis precede al surgimiento de la glía radial. A diferencia de la migración radial característica del telencéfalo, la migración neuronal está conducida fundamentalmente por claves quimiotácticas. Por ejemplo, las células de la línea media sintetizan moléculas atractantes como Netrin-‐1, que atraen a los axones de las interneuronas comisurales, determinando la posición final del soma neuronal (Laumonnerie et al., 2015; Serafini et al., 1996). En Introducción 21 consecuencia, las neuronas espinales no usan fibras radiales para su desplazamiento. Las células de la glía radial espinal aparecen una vez que las neuronas ya se produjeron, y son la fuente de astrocitos, oligodendrocitos y células del epéndima (Barry et al., 2005; Mori et al., 2006; Shibata et al., 1997). Como en el telencéfalo, presentan un proceso extendido hacia la sustancia pial, con su núcleo alojado en la ZV, y también expresan GLAST y BLBP. SWITCH NEUROGÉNESIS-‐GLIOGÉNESIS Durante el desarrollo del SNC de vertebrados se sigue un orden secuencial en la producción de los distintos tipos celulares (Altman et al., 1984; Guerout et al., 2014; Guillemot, 2007; Miller et al., 2007; Rowitch, 2004). La fase neurogénica temprana, que en la médula espinal de ratón coincide con los estadios embrionarios E9-‐E12, es seguida por la fase gliogénica (~E13-‐E18), en donde se generan las células tardías que comprenden tanto a los astrocitos y oligodendrocitos como a las células del epéndima (Fig. 6, Altman et al., 1984; Guillemot, 2007; Rowitch, 2004; Zhang et al., 2014). Los progenitores ventriculares, una vez que originaron las neuronas, adquieren nuevas competencias y comienzan a producir los tipos celulares tardíos. Este cambio en la competencia es llamado “switch neurogénesis-‐gliogénesis” y requiere de la acción conjunta de señales extrínsecas y de la activación de un programa genético en los progenitores ventriculares (Guillemot, 2007; Rowitch, 2004). Figura 6. Secuencia temporal del origen de las células en la médula espinal embrionaria. Luego del establecimiento de los dominios progenitores en la ZV, entre los estadios E9-‐E12, transcurre la fase neurogénica. A E12/E13 los progenitores neurales cambian su competencia y generan los astrocitos, los oligodendrocitos y los ependimocitos durante la fase
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