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1 Mecánica clásica y relatividad especial: espacio, tiempo y masa. Cristian López (FFyL-UBA) I.- Introducción Para preservar cierta unidad y linealidad en el devenir científico, se han pensado las relaciones entre distintas teorías científicas de manera reductiva. En general, se sostiene que una teoría S1 se reduce a una teoría S2 cuando S1 se puede derivar de S2. En el contexto de la física, un modelo de relación entre teorías usual está constituido por lo que se ha denominado “paso al límite”. Un ejemplo paradigmático de este caso, y que ha tenido amplia difusión, lo constituye el pasaje de la mecánica clásica newtoniana (MN) a la relatividad especial (RE): MN es una aproximación de RE cuando (v/c) 2 →0. En otras palabras, RE es una teoría “más fina”, que ofrece una descripción más precisa de la realidad con un dominio de aplicación mayor, mientras que MN sólo es válida como aproximación a RE bajo ciertas condiciones y restricciones de dominio (Rohrlich, 1990, p. 1399; Nickles, 1973, p. 185; Lombardi y Ransanz, 2011, p. 110). El objetivo general del presente trabajo consiste en argumentar contra la plausibilidad de este tipo de relación inter-teórica: no se considera que MN pueda reducirse de manera completa y legítima a RE. Por un lado, se señalará que el modelo de paso al límite como estrategia reductiva sólo considera la estructura matemática de MN y RE, y es, por lo tanto, insuficiente para reducir la totalidad de una teoría a otra, ya que en éstas hay elementos fundamentales irreductibles: en particular, analizaré el caso de los compromisos que ambas teorías asumen a la hora de definir qué entienden por espacio y qué entienden por tiempo. Por otro lado, se objetarán algunos argumentos ofrecidos por Andrés Rivadulla Rodríguez (2003) –contra algunas tesis relativistas e inconmensurabilistas– en favor de la permanencia referencial del término “masa” en el pasaje de MN a RE. El artículo se articulará de la siguiente manera: en la Sección I, se ofrece una breve explicación de la idea de reducción y del modelo de paso al límite, mostrando cómo opera en el caso particular de la relación entre MN y RE. En la Sección II, se oponen dos visiones de teoría científica: una visión estrecha, que sólo atiende a la estructura matemática de la teoría, y una visión amplia que considera, además de la estructura matemática, ciertos compromisos metodológicos, epistémicos y, 2 fundamentalmente, ontológicos como partes constitutivas de la estructura conceptual. Por último, en la Sección III, se desarrolla el núcleo argumentativo del trabajo: (i) por un lado, se mostrará que el modelo de paso al límite falla al intentar una reducción completa y efectiva de MN a RE: hay cierto contenido y compromiso ontológico en lo que respecta al espacio y al tiempo que no parece reductible. Por otro lado, (ii) se objetará el argumento de Rivadulla (2003), donde considera que la referencia del término “masa” permanece invariante en el paso de MN a RE. II.- Reducción y paso al límite Una reducción entre teorías se lleva a cabo cuando una teoría S1 implica lógicamente a una teoría S2. Pero, ¿qué significa que una teoría determinada implique lógicamente a otra? Ernst Nagel, en The Structure of Science, responde de la siguiente manera: “reducción (…) es la explicación de una teoría o un conjunto de leyes experimentales establecidas en un área de investigación, a través de una teoría general, aunque no siempre de un dominio diferente” (Nagel, 1961, p. 338). Lo que Nagel sugiere es que, mediante la reducción, parece posible explicar las leyes, los conceptos y las propiedades de una teoría de cierto dominio a partir de las leyes, los conceptos y las propiedades de una teoría de dominio distinto o incluso del mismo dominio. Para ello, la versión nageliana introduce “leyes puentes” que permiten la vinculación y deducción lógica de una teoría a otra. La idea subyacente al modelo reductivo nageliano consiste en preservar cierta unidad y continuidad en la práctica científica: si la reducción es posible, se genera una cadena deductiva entre teorías donde una contiene a la otra (asimétricamente). Supongamos una teoría S1, una teoría S2 y una teoría S3. S1 se reduce a S2 (nuevamente, en el sentido en que S2 implica a S1) y S2 se reduce a su vez a S3: obtenemos, de esta manera, una cadena deductiva donde en S3 está contenida no sólo el contenido de S2 sino también el de S1. En palabras simples: cada teoría ha sido superada por otra pero su contenido no ha sido remplazado ni se ha perdido. En general, suele considerarse que la teoría reducida es menos fundamental o “más gruesa” que la teoría reductora, considerada más fundamental y “más fina”. Este modelo, entonces, se opone a la idea del remplazo de teorías donde S1 es remplazada por S2, y luego S2 es remplazada por S3: S1 y S2 resultaron ser teorías equivocadas y han sido desechadas (Rohrlich, 1988, p. 303). 3 Sin embargo, como sostiene Thomas Nickles, no todas las reducciones se basan en este modelo nageliano deductivo. En su artículo de 1973, “Two concepts of intertheoretic reduction”, Nickles sostiene que filósofos y físicos llevan a cabo la reducción por vías diferentes: los primeros se basan –en general– en la reducción nageliana donde, v.g., las leyes de la teoría reducida se explican mediante las leyes de la teoría reductora; pero los físicos hablan de reducción inter-teórica considerando que S2 reduce a S1 si S1 puede ser aproximadamente recuperada como límite o caso especial de S2 (Nickles, 1973, p. 182). En otras palabras, S1 se puede recuperar si el dominio de S2 es restringido al dominio de validez de S1 (Rohrlich, 1988, p. 303). Frecuentemente, la relación inter-teórica entre la mecánica newtoniana (MN) y la relatividad especial (RE) se ha entendido bajo este modelo: MN es un caso particular o se aproxima a RE en un cierto límite establecido. Bajo el esquema de Nickles (llamado esquema R), la reducción de MN a RE como paso al límite puede verse de la siguiente manera, (1) limε→0 RE = MN donde ε es un parámetro característico adimensional que, en este caso, es ε = (v/c) 2 . Lo que el esquema R establece es que en el límite donde (v/c) 2 →0, MN es una aproximación a RE y pueden considerarse teorías equivalentes. Pero, al ser una aproximación, MN tiene un validez limitada y “más allá de cierta precisión observacional se vuelve empíricamente inadecuada” (Rohrlich, 1988, p. 299). Olimpia Lombardi y Ana Rosa Pérez Ransanz (2012) explican esta operación de la siguiente manera: “(…) el parámetro característico ε, definido como cociente entre variables de igual dimensión –velocidades–, desaparece en la mecánica clásica: en el mundo de la mecánica clásica, la velocidad de la luz c no existe como constante universal que fija el límite máximo de velocidad para los cuerpos. Pero en la operación de paso al límite no solo ocurre esta „desaparición‟: al pasar de la relatividad especial a la mecánica clásica también desaparecen ciertas entidades, como el espacio-tiempo, y ciertas relaciones, como la simultaneidad relativa al sistema de referencia, entidades y relaciones que resultan totalmente ajenas a la ontología de la mecánica clásica” (Lombardi y Ransanz, 2012, p. 111). Fritz Rohrlich, por su parte, entiende este tipo de reducción física mediante el paso al límite como una reducción de la estructura matemática de MN a 4 partir de RE, prestando poca –o ninguna– atención a los conceptos o compromisos ontológicos de las teorías (Rohrlich, 1988, p. 303). Este modelo es frecuentemente usado no sólo para vincular MN con RE, sino para dar cuenta de otras relaciones inter-teóricas (v.g., entre la mecánica cuántica y la mecánica clásica). Sin embargo, existen en este modelo algunas zonas conceptualmente grises que necesitan ser indagadas: ¿qué es estrictamente lo que se reduce en elpaso de una teoría a la otra con este método? Si, en algún sentido relevante, MN “surge” en el límite donde (v/c) 2 →0, ¿cómo explicar la emergencia de ciertos conceptos, entidades y aspectos epistémicos que MN asume? ¿Cómo explicar la “desaparición” de otros? ¿Son estos conceptos y compromisos “derivables” de RE en algún sentido? En efecto, creemos que hay problemas en este método de reducir MN a RE mediante el paso al límite y creemos, también, que hay un supuesto que está operando de manera oculta. II.- Teoría científica: estructura formal y contenido conceptual El debate acerca de qué es una teoría científica ha sido un eje ineludible en el desarrollo de la filosofía de la ciencia general durante buena parte del siglo XX. Hasta los años „50 prevaleció un enfoque de raigambre positivista que consideraba las teorías científicas como teorías axiomáticas formuladas sobre una base lógico-matemática, cuyos términos no lógicos pueden dividirse en vocabularios de tipo observacional y teórico, donde estos últimos son cognitivamente significativos al satisfacer el criterio verificacionista del significado, i.e, al definirse en términos del vocabulario observacional mediante reglas de correspondencia (Suppe, 1979, p. 35-36). Este enfoque ha recibido el nombre de Concepción Estándar o Heredada de las Teorías Científicas y, en esencia, entiende a una teoría como un conjunto de enunciados, donde su axiomatización desempeña un papel fundamental. La Concepción Heredada sufrió diversas y numerosas críticas, lo que condujo a que se revisara y reformulara reiteradas veces hasta finalmente abandonarse hacia los años „60 y „70 en favor de enfoques que entendían la teoría científica de una manera radicalmente distinta. A partir de aquí, qué es una teoría científica se volvió un problema más difuso y complejo de responder: desafortunadamente, hay muchas discusiones sobre reducción y relaciones inter-teóricas que no dejan en claro qué se va a entender por teoría científica. 5 Consideraremos, aquí, que cualquier enfoque que entienda a una teoría científica como un conjunto de enunciados, o como el conjunto de leyes y ecuaciones que permiten derivar ciertos resultados observacionales, es una visión estrecha. Entenderemos que, en una teoría científica, la estructura matemática (v.g. las ecuaciones fundamentales) es solo una parte de ella, que siempre viene acompañada de una estructura conceptual que implica una serie de compromisos de diverso orden (Cushing, 1994, p. 9): cualquier enfoque que considere y tome en cuenta la estructura conceptual de una teoría conformará una visión amplia de teoría. Compartimos el diagnóstico que hace Rohrlich: la estructura matemática ha sido sobrestimada (Rohrlich, 1988) y se ha dejado de lado la estructura conceptual. Una exitosa y legítima reducción de una teoría a otra (mediante cualquier estrategia) debe poder dar cuenta de la reducción de todos los elementos de la teoría y no meramente de algunos de ellos. Por lo tanto, en la estructura conceptual de una teoría científica se implica una serie de compromisos y afirmaciones de diversa índole: por un lado, se señalan qué fenómenos del mundo son epistémicamente relevantes a la hora de sistematizar o describir un comportamiento determinado (ante lo cual, no es sorprendente que emerjan nuevos fenómenos o cualidades cuando extendemos o cambiamos el dominio de lo epistémicamente relevante); por otro lado, una teoría científica también expresa qué cosas existen en el mundo, lo que involucra compromisos ontológicos diversos. Podemos agregar un contenido terminológico o lingüístico propio, un conjunto de afirmaciones axiológicas, etc. Por motivos pragmáticos y de extensión –que servirán, luego, para analizar el caso particular de la presunta reducción de MN a RE–, se entenderá que una teoría científica T es: (i) una estructura matemática M (donde se expresan las ecuaciones o leyes fundamentales de la teoría), (ii) un dominio de validez D (los límites observacionales dentro de los cuales T es empíricamente adecuada), y (iii) cierto contenido ontológico O (qué entidades existen a la luz de la teoría y cómo las caracteriza). Es decir, T=M, D, O. III.- Espacio, tiempo y masa A la luz de la caracterización de teoría con la que concluye el apartado anterior, ¿cómo pensar la idea de que la mecánica newtoniana es un caso limite de la relatividad especial? Se estableció que en el límite donde el parámetro ε tiende a 0, MN se obtiene a partir de RE. Pero, ¿en qué sentido? Finalizando la Sección I, se señaló que esta 6 presunta reducción parecía problemática. Aclararemos esto: si una teoría científica incluye entre sus elementos constitutivos, por ejemplo, ciertas afirmaciones o compromisos ontológicos, ¿cómo “surgen” estas nuevas entidades en un límite matemático específico y cómo “desaparecen” otras? O, en palabras más generales, ¿puede el modelo de paso al límite dar cuenta de cómo emergen ciertos elementos de la estructura conceptual en ciertas condiciones? No parece evidente. La reducción y el modelo de paso al límite conforman aquellos casos en los cuales la estructura matemática ha sido sobrestimada, descuidando la estructura conceptual. Para el caso de MN y RE, la estructura conceptual diverge de manera tal que MN puede considerarse caso límite de RE sólo en un sentido muy acotado: aproximación de resultados. Veamos tal divergencia en el contenido conceptual y ontológico de ambas teorías en lo que respecta al espacio y al tiempo. Los fundamentos de MN se encuentran en su enfoque absoluto del espacio y el tiempo, concebidos con una existencia separada e independiente de otras entidades: son una suerte de receptáculos homogéneos e infinitos en los cuales se ubican y se mueven los cuerpos. Tiempo y espacio son entidades que permanecen absolutamente inmóviles e inmateriales: son entidades verdaderas y matemáticas (Newton, 1993, p. 32-33). Esta forma de entender el espacio y el tiempo conforma una base ontológica fundamental ya que no sólo se entiende que en el universo existen estas entidades sino que, además, determinan sus posibles modos de articulación con otras entidades –como las partículas–, y determinan la estructura matemática y nomológica de la teoría. Es en el espacio y en el tiempo donde los eventos ocurren. Por principio, ambos existen separados y se representan matemáticamente de manera separada: la estructura geométrica del espacio se corresponde con el espacio euclídeo tridimensional (E 3 ) el cual es homogéneo, isótropo, infinito y de curvatura nula, mientras que la estructura del tiempo clásico suele representarse como una recta real unidimensional (E 1 ). De esta manera, cualquier evento localizable en el universo newtoniano estará dado por tres coordenadas espaciales Se= x, y, z y una coordenada temporal St= t, es decir, en ℝ 3 ℝ. Es cierto que se suele hablar del espacio-tiempo newtoniano como si fuera una unidad, pero es solo una construcción matemática a partir del producto cartesiano de E 3 y E 1 que no tiene fundamento ontológico. Lo que realmente existe es un espacio y un tiempo, separados y absolutos. 7 Uno de los puntos neurálgicos y más destacados del paso de MN a RE lo constituye el hecho de que, en RE, un cuerpo no se mueve a través del espacio y del tiempo, sino, a través de un continuum espacio-temporal. Espacio y tiempo ya no conforman realidades independientes y separadas, sino dimensiones de una totalidad que los engloba: el espacio-tiempo. ¿Cuál es la diferencia? Es, evidentemente, ontológica: MN y RE se comprometen con entidades diferentes. Mientras que en MN existen espacio y tiempo con sus particulares propiedades, en RE lo que existe es otra entidad: el espacio-tiempo. Naturalmente, la representación geométrica del espacio- tiempo relativista es incompatible con la representación geométricadel espacio y el tiempo de MN: ya no podemos recurrir a un espacio euclídeo tridimensional y a la coordenada temporal unidimensional; la representación más apropiada estará dada por lo que se ha denominado el espacio-tiempo de Minkowski. Formalmente, podemos considerarlo como ℳ= 𝕄⁴, g, donde 𝕄⁴ es una variedad cuadridimensional y g es la función métrica de Minkowski que es invariante bajo el Grupo de Poincaré. En un artículo de 2003, Andrés Rivadulla Rodríguez reconoce esta incompatibilidad entre MN y RE. Sin embargo, para criticar ciertas tesis inconmensurabilistas y relativistas que cuestionan la continuidad referencial de términos centrales de la ciencia, ofrece un argumento para sostener que existe compatibilidad entre MN y RE en relación al término „masa‟. Haciendo intervenir tesis de la filosofía del lenguaje, Rivadulla concluye que “nada nos autoriza a pensar que la referencia del término masa ha cambiado con el paso de la mecánica newtoniana a la teoría especial de la relatividad” (Rivadulla, 2003, p. 253). Citando a Steven Weinberg (1998), Rivadulla afirma que, a pesar de no cambiar el referente del término, RE ofrece mayor riqueza y precisión de definición. La exposición que ofrece es la siguiente: Se considera un sistema de referencia R´ que se aleja a velocidad uniforme v del sistema de referencia R, donde el cuadrado del módulo del cuadrivector momento está dado por (2) │pμ´│2 = Paso seguido, se toman las transformaciones de Lorentz para momento (p) y energía (E), (3) 8 (4) Se concluye, tras “elementales operaciones algebraicas” (Rivadulla, 2003: 252), que (5) │pμ´│2 = m2c2 = │pμ│2 Es decir, el módulo del cuadrivector momento al cuadrado es el mismo para R y R´: los módulos son invariantes. Inmediatamente, por 2 y 5, Rivadulla concluye que “la masa de una partícula es invariante, pues su valor no depende del estado dinámico de sistema de referencia” (Rivadulla, 2003, p. 252), en contra de lo que afirman Kuhn y Feyerabend. Rivadulla cree que con ello ha logrado rechazar la tesis del cambio de significado de los términos científicos al pasar de una teoría a otra. Pero, el hecho de que la masa relativista sea, supuestamente, invariante al cambiar el sistema de referencia –como lo es la masa clásica– no alcanza para suponer que ambos términos, „masa relativista‟ y „masa clásica‟ refieren a lo mismo. Rivadulla parece suponer que, en ambos casos, la masa se define como momento dividido velocidad: en el caso relativista mediante la expresión (5), y en el caso clásico como, (6) Lo que se pasa por alto es que, al definir la masa como momento dividido velocidad en ambas teorías, lo que cambia sustancialmente es el propio concepto de momento. En otras palabras, las dos definiciones de masa involucran dos nociones diferentes de momento lineal que pasan inadvertidas en la exposición del argumento. Dado una partícula en MN, su momento lineal es un vector de tres componentes: (7) Pero en RE, el momento lineal se expresa mediante un cuadrivector, (8) donde E es la energía total de la partícula y c es la velocidad de la luz en el vacío. A partir de estas definiciones de momento lineal, distintas en MN y RE, no resulta claro ni convincente la continuidad referencial del término „masa‟ a partir del argumento de Rivadulla. ¿En qué sentido existe conservación de la referencia si, como expresan Mariana Córdoba y Olimpia Lombardi (2012), el cambio teórico supuesto en el pasaje de MN a RE involucra un “cambio en el objeto matemático que se utiliza para 9 representar el supuesto referente que se conserva”? (Córdoba y Lombardi, 2012, p. 166). Conclusiones En este trabajo se ha intentado cuestionar la posibilidad de realizar una reducción completa y legítima de la mecánica newtoniana a la relatividad especial. Por una parte, se mostró cómo el modelo de paso al límite sólo atiende a la estructura matemática de una teoría científica y descuida el contenido ontológico. En el caso particular de MN y RE, se argumentó que ambas teorías se comprometen con la existencia de entidades diferentes en lo que respecta al espacio y al tiempo, siendo poco claro cómo podríamos dar cuenta de esta diferencia conceptual y ontológica bajo el modelo de paso al límite. Por otra parte, se cuestionó el argumento de Rivadulla Rodríguez que concluía, a partir de la invariancia de la masa en RE, la continuidad referencial del término en el pasaje de MN a RE: el argumento buscó indicar que, si como admite el autor, la masa se define en términos del momento lineal, tanto la definición de momento lineal como el objeto matemático que lo representa diverge considerablemente en una teoría y otra, siendo oscuro y poco preciso cómo efectivamente se conserva la referencia del término „masa‟ y en qué sentido se habla de lo mismo. Bibliografía BATTERMAN, R. Intertheory Relations in Physics. En: ZALTA, Edward N (ed.). The Stanford Encyclopedia of Philosophy, URL = <http: //plato.stanford.edu/archives/fall2012/entries/physics-interrelate/>, 2012. CÓRDOBA, M.; LOMBARDI, O. Realismo y referencia: Hacia un enfoque sincrónico desde la práctica científica. Diálogos 92: 161-179, 2012. CUSHING, J. T. Quantum mechanics. Historical contingency and the Copenhagen hegemony. Chicago: The University of Chicago Press, 1994. EARMAN, J. World enough and Space-time. Boston: The MIT Press, 1989. 10 LOMBARDI, O.; PÉREZ RANZANZ, A.R. Los múltiples mundos de la ciencia. Un realismo pluralista y su aplicación a la filosofía de la física. México: UNAM- Siglo XXI, 2012. NAGEL, E. The Structure of Science. London: Routledge and Kegan Paul, 1961. NICKLES, T. Two concepts of intertheoretic reduction. The Journal of Philosophy 70/7: 181–201, 1973. NEWTON, I. Principios matemáticos de filosofía natural. Barcelona: Ed. Altaya, 1993. (Versión original de la primera edición 1687). RIVADULLA RODRIGUEZ, A. Inconmensurabilidad y relatividad. Una revisión de la tesis de Thomas Kuhn. Revista de Filosofía 28: 237-259, 2003. ROHRLICH, F. Pluralistic ontology and theory reduction in the physical sciences. The British Journal for the Philosophy of Science 39: 295-312, 1988. SUPPE, F. La estructura de las teorías científicas. Madrid: Editora Nacional, 1979.
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