Logo Studenta

CPSS-Flo-l-Tdig-pdf---14289

¡Este material tiene más páginas!

Vista previa del material en texto

1
2
TESISTA
María Clara Florio
Legajo: 17278/2
DIRECTORA
Dra. María Eugenia Rosboch
CODIRECTORA
Lic. Virginia Cáneva
DISEÑO GRÁFICO
Damián Costantino 
ABRIL 2014
La Plata, Buenos Aires.
Programa de Investigación: Comunicación, 
Prácticas Socioculturales y Subjetividad
3
TÉSIS DE GRADO
UNIVERSIDAD NACIONAL DE LA PLATA
Facultad de Periodismo y Comunicación Social
4
5
Este trabajo de investigación corresponde a una Tesis de la 
Licenciatura en Comunicación Social de la Facultad de Periodismo 
y Comunicación Social de la Universidad Nacional de La Plata. La 
misma tiene como objetivo analizar las estrategias comunicacionales 
que construyen, proyectan y/o identifican los Clubes Sociales y 
Deportivos y los vínculos que posibilitan con la comunidad de 
referencia. 
Para el desarrollo y análisis fueron seleccionadas dos instituciones 
como casos testigos: el Club Everton (situado dentro del casco 
platense) y el Club Atlético Social y Cultural Victoria (emplazado en 
la periferia de ciudad La Plata). Por lo mencionado se indaga en como 
realizan su convocatoria, en las referencias e imaginarios que tienen 
sobre la comunicación y en la presencia mediática. 
“El Club en el escenario barrial: crear y recrear” propone una 
manera de abordaje de los Clubes: teniendo en cuenta su historia, su 
contexto simbólico-geográfico, sus estrategias comunicacionales y los 
lazos sociales. Por lo cual es un aporte al estudio de la ciudad como 
entramado complejo. 
Palabras Claves: 
Cultura; Club Social y Deportivo; estrategias comunicacionales; 
lazos sociales; barrio; centro/Periferia
6
7
Durante varios años soñé con el momento en el que redactaría estos 
agradecimientos, por lo tanto, el primero de ellos es a la vida que me 
llevó a poder estar escribiéndolos. 
Me siento dichosa por tener tantos “gracias” por decir y por tantas 
personas a las cuales mencionar y recordar. Agradezco a mis 
familiares, a cada uno de ellos, ya que supieron acompañarme y 
aconsejarme. Siempre con un inmenso cariño y, sobre todo, con una 
gran confianza en mí, lo que me significó un gran apoyo. 
A mis amigos y amigas, con los cuales nos fuimos encontrando y 
eligiendo. A El Bolsón, mi pueblo querido, escenario donde tuve el 
privilegio de crecer y donde sin dudas se forjó mi forma de ser.
A la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la UNLP, que 
me abrió las puertas a un mundo extraordinario. A los integrantes 
del LILSU, por las innumerables enseñanzas académicas y humanas. 
A mi Directora María Eugenia Rosboch, por su constante seguimiento 
y tutelaje, por su incentivo a seguir estudiando e investigando. A mi 
Co-directora Virginia Cáneva quien me acompaño y me enseñó con 
mucha autenticidad. A ambas, también, por el cariño y amistad. 
Al Club Atlético Social y Cultural Victoria y al Everton por su 
predisposición y amabilidad. 
A todos ellos, infinitas gracias. 
8
9
10
11
12
13
14
15
Propuesta general
Este trabajo de investigación configura mi tesis correspondiente a 
la Licenciatura en Comunicación Social de la Facultad de Periodismo 
y Comunicación Social de la Universidad Nacional de La Plata. La 
misma tiene como objetivo analizar las estrategias comunicacionales 
que construyen, proyectan y/o identifican los Clubes Sociales y 
Deportivos y los vínculos que posibilitan con la comunidad de 
referencia. 
Para desarrollar y analizar el problema planteado seleccioné dos 
instituciones como casos testigos: el Club Everton, situado dentro del 
casco platense en la calle 14 entre 63 y 54; y el Club Atlético Social 
y Cultural Victoria, emplazado en la periferia de ciudad La Plata, 
en diagonal 73 entre 119 y 120, en los limites con Villa Elvira. De 
este modo, indago en cómo realizan su convocatoria y qué referencias 
e imaginarios tienen sobre la comunicación con la comunidad de 
referencia, como justificaré y desarrollaré en los capítulos 3 y 4. 
Por tanto las preguntas que guían esta investigación consisten en 
indagar en torno a: ¿Cuáles son las estrategias comunicacionales que 
construyen los Clubes Sociales y Deportivos de La Plata?, ¿Qué tipo 
de vínculos posibilitan con la comunidad de referencia?; ¿Cómo se 
enmarca la relación centro-periferia en estas construcciones?
El proyecto, en rasgos generales, tiene dos instancias complementarias 
y articuladas: la primera de trabajo de campo (desarrollado 
durante marzo y noviembre del 2013) y una segunda instancia de 
sistematización y análisis (realizada desde septiembre a marzo de 
2014). Durante estos periodos estuve en contacto permanente con la 
Directora de esta Tesis, Maria Eugenia Rosboch, y la Co-directora, 
Virginia Cáneva, quienes me guiaron en este proceso. 
El camino hacia el estudio de Clubes Sociales y Deportivos
La elección de la temática surge del encuentro personal con 
los integrantes y los trabajos producidos por el Laboratorio de 
16
Investigación de Lazos Socio-Urbanos 1 (LILSU) en el año 2012, 
momento en el cual, a su vez, me integré a ese equipo de trabajo. 
De allí germina el interés por los Clubes Sociales y Deportivos, sus 
estrategias de convocatoria y los vínculos que posibilitan. Desde 
este espacio entendemos que la importancia del estudio de estas 
instituciones está anclada en la potencialidad de generar diálogos 
transgeneracionales, interculturales, así como en la capacidad de 
creación y transformación de subjetividades, la apropiación identitaria 
y el compromiso cívico-político. 
Del mismo modo las aproximaciones a este campo están vinculadas 
con el rol de ayudante alumna, y luego como ayudante graduada, 
en la Cátedra de “Culturas Populares y Deporte” correspondiente a 
la Tecnicatura Superior en Periodismo Deportivo de la Facultad de 
Periodismo y Comunicación Social, carrera de la cual me gradué en 
el año 2012. Asimismo, como integrante del LILSU formo parte del 
proyecto de investigación “Citas urbanas. Construcción y regeneración 
de lazos sociales en la ciudad”.
A modo de antecedente personal también puedo señalar un informe 
realizado en el marco de la materia “Metodología de la Investigación”, 
el mismo se denominó “La comunicación del club Everton y los 
lazos con la sociedad”. El objetivo de aquella actividad exploratoria 
consintió en “Identificar los modelos de comunicación, evaluarlos en 
función de los objetivos de la institución y a partir de eso planear 
una nueva estrategia”. Encuentro en la mencionada propuesta una 
primera aproximación personal a los Clubes Sociales y Deportivos, y 
asimismo, un acercamiento a una de las instituciones seleccionadas 
para esta investigación. En el caso de Club Atlético Social y Cultural 
Victoria, fue gracias a mi labor como ayudante de Cátedra que llegué 
a conocerlo e interiorizarme. 
1 LILSU es un laboratorio de investigación que nuclea la actividad de académicos que desarrollan 
estudios sobre la construcción y regeneración de lazos socioculturales en espacios urbanos desde una 
perspectiva interdisciplinaria anclada en el campo de la comunicación. Esta unidad de investigación 
pertenece a la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de La Universidad Nacional de 
La Plata, su directora es la Doctora María Eugenia Rosboch y cuenta con la participación de 
profesionales de diversas aéreas de estudio. 
17
Teniendo en cuenta los aspectos mencionados, es que realizo un 
abordaje de estas instituciones desde el campo de la comunicación. 
Esto significa utilizar las herramientas teórico-conceptuales y 
metodológicas adquiridas y desarrolladas a lo largo de mi recorrido 
académico. Asimismo, implica re-elaborar categorías y re-pensar a 
estos espacios en relación al contexto actual. 
Así también considero que realizar una tesis de comunicación social, 
configura un aporte a esta disciplina y campo de saber, pero del mismo 
modo implica un profundo desafío personal, donde me interesa que 
quede plasmada tanto mi perspectiva comunicacional como analítica. 
Los objetivos que guían la investigaciónEn esta investigación me propuse analizar las estrategias 
comunicacionales que construyen, proyectan y/o identifican los Clubes 
Sociales y Deportivos Everton y Atlético Victoria y los vínculos que 
posibilitan con su comunidad de referencia. Por lo tanto, indagar 
sobre los imaginarios entorno a la comunicación y sobre las prácticas 
concretas. Por lo cual, en primer lugar, pretendo reflexionar en torno 
a qué entienden por comunicación en cada institución. 
De este modo me interesa analizar los principales elementos que 
constituyen las estrategias comunicacionales que llevan a cabo, 
es decir, problematizar en torno a cómo se comunica el Club hoy. 
Para profundizar esto realice una comparación de las estrategias 
comunicacionales en relación al centro/periferia, aportando al estudio 
entorno a la Ciudad. De esta manera, con el fin de profundizar mi 
análisis, lleve a cabo un mapeo del barrio donde están enraizados los 
Clubes seleccionados.
En vinculación con las temáticas abordadas por el LILSU, me 
interesa realizar un aporte en torno al análisis de los lazos sociales-
urbanos. Es decir, a través de las estrategias comunicacionales de 
convocatoria que producen los Clubes preguntarme ¿Qué tipo de 
lazos sociales-urbanos posibilitan-vehiculizan?. De esta manera, me 
propuse analizar sobre las prácticas de apropiación que los sujetos 
18
realizan prestando fundamental atención a la creación de nuevos 
sentidos. 
En relación a los objetivos, considero necesario remarcar que 
los mismos fueron modificándose con el armado del Plan de Tesis 
para finalmente llegar a los expuestos en párrafos anteriores. Del 
mismo modo, creo que son precisamente las preguntas que uno como 
investigador se va realizando, las que guían el proceso inicial de una 
investigación. Pero asimismo, es la puesta en común con el otro, sea 
del campo académico o no, lo que complejiza esas interrogaciones.
Antecedentes: aportes y rupturas 
Entre los antecedentes de investigación se destacan los aportes 
que María Eugenia Rosboch realiza en su tesis doctoral “La rebelión 
de los abrazos. Tango, milonga y danza. Imaginarios del tango en 
sus espacios de producción simbólica: la milonga y el espectáculo” 
(2006). Este texto resulta de gran interés ya que es la primera 
referencia teórica de análisis de los Clubes Sociales como escenarios 
socioculturales de construcción compleja. Es decir, esta tesis es clave 
para entender los espacios que guían a esta investigación como 
generadores de lazos sociales-urbanos. Si bien el objeto de estudio de 
esa investigación es la milonga en la ciudad de La Plata, la autora 
relaciona directamente el período de esplendor de esta danza popular 
con el momento de mayor auge de los Clubes Sociales. 
Asimismo Rosboch caracteriza el momento de difusión y convocatoria 
de la milonga en La Plata y lo vincula con el proceso de “popularización” 
del Club Social, esta etapa transcurre desde principios de la década de 
1920 hasta fines de la de 1960. Posteriormente, a este período existe 
un repliegue de la sociedad al ámbito de lo privado, vinculado a las 
dictaduras militares de las décadas de 1960 y 1970. Como consecuencia 
de ese proceso, los Clubes dejan de organizar milongas comenzando 
su proceso de decadencia, el cual se va a dar en paralelo a la crisis de 
estas instituciones como ejes de la vida barrial y comunitaria. 
Por otra parte, el trabajo de Cáneva Virginia y Mendoza Jaufret 
19
Hernán “Clubes Sociales al rescate de lo colectivo” (2007) es 
relevante para esta investigación ya que en vinculación con el texto 
anterior, indaga sobre los Clubes Sociales haciendo un importante 
aporte en cuanto a los procesos históricos que fueron atravesando 
las instituciones. En esa tesis se proponen distintos momentos con 
características disimiles: en primer lugar “periodo de emergencia o 
surgimiento” (entre las décadas de 1880 y 1930) este coincide con 
el proceso de consolidación del Estado Nacional argentino y con la 
fundación de la ciudad de La Plata, asimismo, era contemporáneo a 
la afluencia de una gran masa de inmigrantes y a la aparición de las 
primeras colectividades; un segundo momento denominado “período 
de popularización “ (décadas de 1930 y 1960), en este el Club Social se 
consolida como institución central de la vida familiar y comunitaria; 
el tercero se caracteriza como “período de deterioro” (década de 
1960) y se lo sitúa en un contexto de políticas neoliberales y con la 
instauración de gobiernos de factos el Club Social según los autores 
comienza a perder lazos con la comunidad barrial. 
La tesis indica que en la actualidad, la situación descripta comienza 
a revertirse ya que se observan características diferentes en los lazos 
entre estas instituciones y los barrios en los que se encuentran, 
según sea la posición que adopte la comisión directiva sobre metas y 
objetivos a seguir.
Aquella distinción de periodos es importante para este proyecto 
ya que ayuda a comprender la historia de los Clubes investigados 
entendiéndola como proceso complejo. Además muestra un camino 
para comprender las relaciones entre los Clubes y los barrios, lo cual es 
un objetivo en mi investigación. Así también, la metodología llevada a 
cabo por Cáneva y Mendoza Jaufret me sirve como referencia, ya que 
tomaron tres estudios de caso para dar cuenta de un proceso histórico 
más amplio. 
Por su parte, el texto de Fabbri “El nacimiento de una pasión” (2006) 
es interesante como material ya que narra la historia de distintos 
Clubes de la argentina. 
20
“Acá se cuenta el origen, la evolución de cada uno de los poderosos 
y de los otros, aquellos que fueron grandes hace mucho tiempo y 
ahora tratan de sobrevivir. De los que apostaron al futuro, hicieron 
inversiones, cuidaron y protegieron a sus futbolistas desde que nacían 
al mundo del fútbol y los que encontraron un hogar después de navegar 
por diferentes barriadas” (Fabbri, 2006:14). 
En el libro hace referencia a como, cuando, donde y por quienes fueron 
fundados diversos Clubes, además incluye anécdotas históricas. 
Asimismo, con estos elementos que recolecta y narra, no hace 
mayor indagación sobre las formas simbólicas, es decir, el autor no 
investiga ni entre cruza los elementos encontrados para demostrar el 
entramado simbólico de las instituciones. Tampoco se hace referencia 
de los lazos sociales ni de la identidad como construcción. Fabbri, 
propone un texto periodístico sobre Clubes, la mayoría reconocidos a 
nivel nacional, el cual puede estar destinado a un lector no formado 
en comunicación, ni en organizaciones sociales. 
Otro antecedente de la temática es “La crisis de la tradición y el 
modelo asociacionista en los Clubes de fútbol argentinos. Algunas 
reflexiones” de Julio Frydenberg (2001). El autor indaga sobre las 
características formales de los Clubes y los clasifica. En primer 
lugar ubica a una minoría cuyos dirigentes defienden la tradición 
asociacionista (a partir da la cual nacieron los Clubes), esta minoría 
“progresista” vincula la tradición a una posible o real gestión 
eficiente. En segundo lugar identifica a otra corriente (en oposición 
a la anterior pero igualmente minoritaria), esta propone como 
modelo a las sociedades anónimas y al modelo empresarial. La tercer 
categoría que se propone, y postula como mayoritaria, se encuentra 
en una latente indefinición guiada por la incertidumbre que genera 
la búsqueda de su propia supervivencia y un deseo de limpiar las 
finanzas, sin perder la base de sustentación que hizo de ellos sus 
dirigentes. (Frydenberg, 2001:1)
Este texto aporta otra perspectiva a tener en cuenta en el abordaje 
de la temática que propone este proyecto, ya que las formas de 
21
organización (si bien no son el eje propuesto) dan cuenta de la 
construcción de los Clubes como espacios atravesados por luchas 
de poder, cuestión que se puede observar en las distintas posturas 
que se plantean en torno a esto. Asimismo, las características de 
organizacióndan cuenta de los procesos indentitarios de los mismos, 
por lo tanto es preciso analizar cómo se conforman como institución y 
es enriquecedor ponerlo en relación con otras. 
Otra tesis de grado de la Facultad de Periodismo y Comunicación 
Social que quiero mencionar es “La comunicación como herramienta 
de gestión en las organizaciones deportivas. Club Gimnasia y 
Esgrima La Plata” de Amori Walter Hernan, Caamaño Juan Santiago 
(2010). Este trabajo analizó la comunicación del Club Gimnasia y 
Esgrima La Plata, en el marco de una organización deportiva sin 
fines de lucro, “teniendo en cuenta tanto la comunicación interna 
como externa” (2010:2). Para esto recolectaron y analizaron actas, 
información periodística y discursos de informantes claves. Asimismo, 
identificaron las relaciones internas y formularon proyectos para 
fortalecer el departamento de comunicación institucional. 
El trabajo de Amori y Caamaño me permite aproximarme a una 
postura metodológica, como la recolección de actas, análisis de 
información periodística y la selección de informantes claves. Pero “El 
Club en el escenario barrial: crear y recrear” suma a estas actividades 
otros elementos de análisis. Por un lado, la indagación de los 
imaginarios que atraviesan a las instituciones, asimismo el análisis 
de producciones comunicacionales realizadas por los miembros de los 
Clubes (revista institucional, cartelera, afiches, perfiles de facebook, 
folletos). Por otro lado también se observa la comunicación propia 
no reconocida y también la presencia en los medios de comunicación 
ajenos. 
Por lo expuesto, esta Tesis configura un aporte original a la temática, 
ya que se propone analizar qué estrategias comunicacionales 
construyen los Clubes Sociales y Deportivos Everton y Atlético 
Victoria, desde una mirada amplia, cuestión que no se encuentra 
en los trabajos anteriormente citados. Asimismo, gran parte de 
22
la producción teórica que abarcó esta temática se reduce a una 
perspectiva histórica, reconstruyéndola a través de archivos y 
entrevistas. En esta tesis estos elementos son contemplados, pero 
como se planteo anteriormente, no constituyen el eje central de la 
investigación. 
Por otro lado, me propongo analizar los vínculos que estos espacios 
posibilitan con la comunidad de referencia. En este marco recuperó 
los aportes de María Eugenia Rosboch, quien plantea la capacidad de 
las instituciones de posibilitar/promover lazos sociales. Así también, 
tengo como objetivo estudiar en paralelo a las dos instituciones en 
vinculación a la relación centro-periferia. Esta perspectiva no se 
encontró en las líneas de análisis de los autores citados, estableciéndose 
como aporte al estudio entorno la ciudad. 
Capitulado: referencia sobre la estructura de la investigación 
El resultado del proceso de investigación está pensado en cuatro 
capítulos divididos por ejes. El primero tiene como punto nodal el 
desarrollo del marco teórico y de la perspectiva metodológica, en 
este explicitaré los marcos desde los cuales está pensada y llevada 
a cabo esta tesis. Resalto la importancia de este anclaje, ya que de 
esta manera el lector puede reconocer los principales conceptos que 
guían el trabajo y desde que perspectivas se llevó a cabo el proceso de 
investigación. 
En el segundo capítulo desarrollaré una descripción profunda 
de los dos espacios, haciendo hincapié en los procesos históricos 
institucionales, en las características propias del barrio donde están 
ubicados y en las actividades que realizan actualmente. En este 
sentido, este núcleo temático sirve de contextualización y como una 
primera aproximación a los Clubes seleccionados, retomando nociones 
conceptuales desarrolladas. Así también, considero importante 
observar que la importancia de este, es la vinculación del lector con el 
perfil más general de las instituciones. 
23
El tercer capítulo tiene como eje a la comunicación, es decir, en este 
realizaré el análisis comunicacional, teniendo en cuenta distintas 
aristas tanto de la comunicación como de lo institucional. En este 
sentido, voy a vincular y comparar las estrategias de comunicación y 
los proyectos de Club. En vinculación a esto retomo a Prieto Castillo 
quien propone interesantes criterios de análisis comunicacional. 
Asimismo, desarrollaré un cuadro donde sistematizaré los aspectos 
analizados, para poder dan cuenta de una mirada global de estas, 
también para ilustrar su articulación constante. De igual manera, 
esta estrategia sirve para poner en relación a ambas instituciones. 
En el cuarto capítulo desarrollaré un análisis comparativo donde 
distinguiré distintas dimensiones de la comunicación, apelando a 
elementos de los capítulos anteriores y retomando los interrogantes 
iniciales que orientan la investigación. Del mismo modo lo vincularé 
con los diversos modos de organización de los Clubes. Asimismo 
realizaré el análisis de la construcción de lazos sociales, y para esto, 
haré referencia al marco teórico-metodológico. Como último elemento 
de análisis, teniendo en cuenta los objetivos, hare mención a la 
relación centro-periferia. 
Finalmente, para dar cuenta del proceso complejo de la Tesis, 
vincularé las ideas principales de los cuatro capítulos en relación a 
los objetivos señalados, esto me nutrirá para realizar un esbozo de las 
conclusiones a las que llego a partir de esta investigación. Así también 
narraré circunstancias que, si bien no son nodales, atravesaron el 
proceso de indagación, lo cual también me conducirá a generar nuevos 
interrogantes, porque entiendo que la riqueza también reside en la 
capacidad de abrir nuevas puertas de investigación. 
24
25
26
27
1.1. Marco teórico
1.1.1. Clubes Sociales y Deportivos desde la perspectiva 
Comunicación /cultura 
Esta Tesis se desarrolla en el marco de la Licenciatura en 
Comunicación Social, razón por la cual entiendo como primer gran 
eje a la comunicación, en este sentido, la propongo como transversal. 
En vinculación a esto, retomo las discusiones en torno a los alcances 
y limitaciones. En primer lugar me interesa reflexionar en torno 
a los medios de comunicación, por lo tanto, me pregunto si la 
comunicación se restringe a los mensajes emitidos por estos o si es un 
proceso constitutivo de las relaciones humanas, de las interacciones 
sociales y de las expresiones culturales. Para comenzar a arrojar luz 
a este interrogante me remito a Jesús Martín Barbero, referente 
latinoamericano de los Estudios Culturales, quien afirma que “la 
comunicación es un espacio estratégico para comprender algunas de 
las transformaciones más de fondo de nuestras sociedades” (Jesús 
Martín Barbero, 1987:203)
En este sentido, puedo afirmar que limitar a la comunicación a 
lo mediático, no solo presenta una mirada estrecha, sino que aleja 
de entender la complejidad de los procesos sociales. Ampliar esta 
mirada, como lo plantea Jesús Martín Barbero, permite empezar a 
estudiar y a comprender la multiplicidad de los modos y formas de 
comunicación. 
Los Estudios Culturales, asimismo, estudian la complejidad de 
relaciones entre la construcción de hegemonía y lo emergente. Esto 
permite definir a la comunicación, ya no como el proceso lineal de 
emisión-recepción de mensajes, sino como proceso dinámico de la 
cultura y como práctica significante. Así también, esta corriente 
considera una relación dinámica entre sociedad y medios masivos 
de comunicación entendiéndolos como instituciones creadas por la 
sociedad y, del mismo modo, formadoras de lo social. 
Al posicionarme desde una perspectiva superadora, como la planteada 
por los Estudios Culturales, me incita a pensar a la comunicación 
28
más allá de las manifestaciones mediáticas y de la transmisión de 
información. Esto, a su vez, me acerca a indagar en torno al papel 
que ocupa la comunicación en la construcción de las identidades, en 
los procesos de interpelación y de reconocimiento propios de toda 
práctica social.
De este modo,retomo a Torrico Villanueva, quien entiende a la 
comunicación como “el proceso social de producción, circulación, 
intercambio desigual y uso de significaciones y sentidos, culturalmente 
situados y mediados o no por la tecnología” (Torrico Villanueva, 
2006:5). En este sentido, puedo señalar que esta concepción 
contribuye al análisis de nuestras sociedades haciendo hincapié 
en las desigualdades, en las relaciones de poder y en la noción de 
conflicto como componente clave de las relaciones sociales. Por lo cual 
me aporta una perspectiva teórica y analítica en relaciones al estudio 
de los entramados sociales en instituciones concretas. 
Por otro lado, María Cristina Mata propone pensarla en vinculación 
con la experiencia “Vivida como experiencia, la comunicación 
representa el espacio donde cada quien pone en juego su posibilidad de 
construirse con otros” (Mata, 1995:63). En este sentido, la entiende en 
términos de vinculación, como puesta en común, como intercambio. 
Los sujetos crean las estructuras sociales que regularán sus acciones 
y, del mismo modo, tienen la capacidad de transformarlas. Por lo 
cual, analizar prácticas sociales implica estudiar las acciones donde 
los sujetos incorporan y significan la vida en sociedad.
Esta mirada aporta al trabajo de comprender la apropiación que 
realizan los sujetos de espacios como los Clubes Sociales y Deportivos. 
Asimismo, me aproxima a pensar sobre los diferentes significados 
y representaciones que estos realizan. De este modo, me posibilita 
problematizar sobre cómo se vive y se piensa el Club, en este caso, 
cómo se vive y se piensa el Club Everton y el Club Atlético Social y 
Cultural Victoria.
Por su parte Prieto Castillo, invita a reflexionar en torno a la 
vinculación entre el poder y la comunicación. En este sentido, 
expone que quienes poseen mayores recursos comunicacionales, 
29
quienes disponen de las claves de los mensajes y de los medios de 
comunicación, logran mayor poder dentro de los grupos en que se 
desenvuelven (Prieto Castillo, 1990). Asimismo, entiende que la 
comunicación es fundamental para el desarrollo de una organización, 
pero más fundamental todavía es que sea compartida por todos los 
miembros. En esta tesis realizo una comparación de las estrategias 
comunicacionales de los Clubes seleccionados, por lo cual retomaré la 
articulación entre la comunicación y el poder poniendo en juego lo 
propuesto por el autor. 
Por lo desarrollado, comprendo a la comunicación desde las prácticas 
socio-culturales, por lo cual, debo hacer mención a la relación 
comunicación/cultura. Es precisamente la barra la que hace alusión 
de la imposibilidad de un tratamiento por separado de los conceptos 
y de la relación dialéctica que se propone. Hector Schmucler plantea 
pensar esta perspectiva desde una complejidad que enriquezca. 
“La comunicación no es todo, pero debe ser hablada desde todas 
partes; debe dejar de ser un objeto constituido, para ser un objetivo 
a lograr. Desde la cultura, desde ese mundo de símbolos que los 
seres humanos elaboran con sus actos materiales y espirituales, la 
comunicación tendrá sentido transferible a la vida cotidiana” (Hector 
Schmucler, 1982: 8)
La cultura, siguiendo con los lineamientos generales de los Estudios 
Culturales, no es la descripción de la suma de hábitos y costumbres 
de una sociedad, en cambio, atraviesa todas las prácticas sociales y 
es la suma de sus interacciones. Dentro de esta perspectiva también 
recupero los aportes de Thompson, quien conduce a una definición 
“Propondré lo que podría llamarse una ¨concepción estructural¨ 
de la cultura, con lo cual me refiero a una concepción de la cultura 
que enfatiza tanto el carácter simbólico de los fenómenos culturales 
como el hecho de que tales fenómenos se inserten siempre en contextos 
sociales estructurados” (1990:149). 
30
Thompson propone una perspectiva superadora de las visiones 
clásicas, teniendo en cuenta tanto las formas simbólicas, la constitución 
significativa y su contextualización social. Asimismo, esta acepción 
comprende que no se puede dejar de lado las relaciones de poder, el 
conflicto, y por lo tanto, las estructuras sociales. En consecuencia, 
asumo que él hombre es un ser simbólico que pertenece a una red 
de relaciones sociales donde se crean y recrean los imaginarios que 
sirven de guía para las prácticas cotidianas. El hombre, es entendido 
entonces, como un sujeto creativo capaz de construir su presente y su 
porvenir, sin perder de vista los límites estructuralmente posibles. 
Asimismo, Gilberto Giménez retomando a Durham, propone pensar 
que la cultura está en todas partes, verbalizada en el discurso, 
cristalizada en el mito, en el rito y en el dogma, incorporada a los 
artefactos a los gestos y a la postura corporal (Giménez, 1997: 78). 
Desde una perspectiva semejante García Canclini formula que hay 
que pensarla desde los marcos de la significación 
“Se puede afirmar que la cultura abarca el conjunto de los procesos 
sociales de significación, o, de un modo más complejo, la cultura 
abarca el conjunto de procesos sociales de producción, circulación y 
consumo de la significación en la vida social” (2004:32).
Resumiendo, entiendo a la cultura como campo donde se libran 
distintas luchas por el significado de la experiencia, de la vida, del 
mundo y no sólo desde sus implicancias simbólicas. Lo cual contribuye 
para pensar el rol del Club hoy, y como se significan sus prácticas 
dentro de un contexto determinado. Por otro lado, me interesa 
preguntarme por las construcciones sociales en torno a este concepto, 
y por lo tanto me preguntaré por los sentidos que se le atribuyen. 2 
2 Vale señalar que en el capítulo 3 desarrollaré con mayor menudencia el concepto de comunicación 
en relación a los objetivos de la investigación. 
31
1.1.2. Crisis: procesos que atraviesan el estudio de prácticas 
sociales 
Al estudiar las construcciones y prácticas culturales, reconociéndolas 
desde su complejidad, retomo el concepto de crisis. En este sentido, la 
entiendo en términos de proceso
“Como una situación tensa de duración variable que se caracteriza 
por la ocurrencia de una reconfiguración de fuerzas al interior 
de un determinado proceso – económico, social, político, cultural 
o del conocimiento- implica no únicamente riesgos sino también 
posibilidades” (Torrico Villanueva; 2011:43). 
En sentido amplio, es un proceso de cambios donde existe cierto 
grado de incertidumbre sobre los alcances y las prolongaciones. En 
relación a este concepto, reconozco al paso de la modernidad a la 
posmodernidad, como un proceso histórico de crisis y transformaciones. 
Es decir se modificaron hábitos, significaciones, las formas de mirar 
y hacer el mundo, en el marco de una serie de procesos económicos y 
tecnológicos. 
Tal como expone Ignacio Lewkowicz 
“La crisis actual resulta de la disgregación de una lógica totalizadora 
sin que se constituya en sustitución otra lógica equivalente en su efecto 
articulador. Lo específico de nuestra condición es que no pasamos 
de una configuración a otra sino de una totalidad articulada a un 
devenir no reglado” (Lewkowicz 2004:05) 
El autor propone que para poder comprender estas transformaciones 
hay que pensar en el cambio de paradigma de Estado a mercado. Es 
decir, el rol del Estado-Nación, que en la modernidad funcionaba con 
metainstitución articuladora, en la posmodernidad ha devenido en 
un rol técnico administrativo. 
El sujeto por su parte, ya no es principalmente un ciudadano, sino 
un consumidor, un cliente, un usuario. Retomando Lewkowicz, 
32
no podemos hablar de un orden que ha venido a sustituir a uno 
precedente, se trata más bien de transformaciones en las formas 
del ser y del pensar vinculadas con las redefiniciones del tiempo y el 
espacio en tanto categorías ordenadoras de la cotidianeidad.
Asimismo, Doufur (1998), en relación a la posmodernidad, menciona 
que esta está caracterizada por el agotamientoy la desaparición de 
los grandes discursos de legitimación, principalmente del discurso 
religioso y del discurso político (2001). En este sentido, hago 
referencia a la crisis de sentidos la cual se manifiesta cuando algunos 
imaginarios que sostenían nuestras sociedades han perdido gran 
parte de su potencia instituyente. 
“En un sector importante de nuestra cultura se ha producido 
un desplazamiento notable en la sensibilidad, en las prácticas y 
formaciones discursivas, que distingue a un conjunto de supuestos, 
experiencias y proposiciones posmodernos del que corresponde a una 
época anterior”. (Harvey, 2004: 56).
Del mismo modo, debo hacer mención a una segunda crisis, que en 
Argentina se expresó fuertemente en el año 2001, vinculada con el 
agotamiento del neoliberalismo. 
“La crisis económica impulsó a los vastos sectores sociales afectados 
a incorporarse en los mecanismos de subsistencia preexistentes 
-incorporación a piquetes para acceder a alimentos o subsidios, 
recolección de residuos como cartoneros (en esto incidió también la 
devaluación de enero del año 2002), integración a redes de trueque 
donde la abundante circulación de créditos sustituyó la moneda 
convencional. Al mismo tiempo, el colapso institucional posibilitó 
la exploración autónoma de nuevas formas de acción política, como 
el ejercicio de la democracia directa en las asambleas barriales, 
y legitimó el desarrollo de formas de organización y acción hasta 
entonces débilmente institucionalizadas, como las impulsadas por los 
trabajadores en las empresas recuperadas” (Palomino, 2005:22)
33
Los cambios referidos promueven una obligada revisión del 
funcionamiento institucional, de los canales de participación 
ciudadana y del vínculo entre el Estado y la sociedad civil. Es decir, 
volver a repensar y releer el entramado social con sus diversas 
dinámicas atravesadas por estas transformaciones. 
Ambos procesos de crisis, (el pasaje modernidad-posmodernidad y 
el agotamiento del neoliberalismo) los reconozco como inconclusos y, 
asimismo, como ejes que orientan a las investigaciones en ciencias 
sociales. Por lo tanto considero que este campo de estudio no debe 
perder de vista las condiciones contextuales en términos generales 
para poder comprender procesos en espacios más específicos. 
Es por esto que al analizar la construcción de lazos sociales 
encuentro que los procesos de crisis se materializan en espacios 
microsociales, como los Clubes Sociales y Deportivos, las sociedades 
de fomento, las bibliotecas populares y las sociedades de inmigrantes. 
En este sentido, puedo señalar que el Club Social, enraizado en la 
consolidación histórica del Estado Nacional, sufrió el período de 
deterioro que experimentó ese sistema “los años sesenta y setenta, en 
consecuencia, significaron el comienzo de su decadencia” (Cáneva y 
Jaufret, 2007). 
Por otro lado, en los últimos años se ha producido un aumento tanto 
en la visibilidad política como en la participación más o menos activa 
e institucionalizada de nuevas organizaciones surgidas, a partir de 
diversos intereses, en el seno de la sociedad civil. Hacia finales de la 
década de 1990, surgieron un amplio y variado conjunto de conflictos 
socio-territoriales vinculados a la defensa del ambiente y la soberanía 
de los recursos naturales (Bonzi, 2009) que lleva a la conformación 
de grupos de vecinos autoconvocados, estas organizaciones emergen 
como formas locales de resistencia. 
En este sentido, como afirma García Canclini 
“Las nuevas formas de lucha no pueden sustituir las que seguirán 
desarrollándose en las instancias centrales de la producción y el poder 
34
político. Pero estos espacios clásicos deben reformularse si reconocemos 
el cambio –o quiebre- de las relaciones tradicionales entre Estado, 
partidos y hegemonía, entre lo social y lo político” (1984: 78). 
Es por eso que es importante pensar al Club hoy como espacio de 
encuentro y de vinculación entre sujetos, pero asimismo preguntarse 
por el rol político y los espacios de comunicación que estos generan. 
Si bien existen nuevos núcleos de organización vecinal, como los que 
mencioné anteriormente, creo importante investigar en torno a qué 
lugar ocupa el Club en el entramado social. En este sentido también 
me interesa observarlo en vinculación a la relación centro-periferia. 
1.1.3. Herramientas para pensar lo simbólico 
En este apartado me referiré al trabajo de Gilberto Giménez (1997) 
quien explica que los estudios de la identidad resurgen a partir 
de la crisis de los sistemas nacionales-estatales debido a que se 
recrudecen los movimientos sociales y las reivindicaciones sectoriales. 
En este sentido, la identidad según este autor es: un principio 
de distinción (representado mediante el auto reconocimiento y 
heteroreconocimiento); una red de pertenencias sociales (se crea en 
relación con la formación de otras identidades y a su vez implica 
relaciones desiguales, luchas y contradicciones); una narrativa 
biográfica (como historia de vida o relato personal que provee de 
coherencia y orientación intencional a la vida) o memoria colectiva 
De esta manera el individuo se ve a sí mismo y es reconocido como 
parte de una serie de colectivos, como el conjunto interrelacionados 
de una serie de atributos y como portador de un pasado biográfico 
irrenunciable. Por lo cual la identidad es individual y es también 
social. Asimismo, como construcción compleja, se genera en las 
interacciones sociales cotidianas que llevan a cabo los sujetos y, a 
través de las cuales, van delimitando lo propio en oposición a lo ajeno. 
Del mismo modo, esta no es estática, sino dinámica, y se transforma 
con el tiempo. 
De este modo, me referiré sobre la identidad desde una perspectiva 
35
estrictamente relacional y situacional, atendiendo al contexto socio-
histórico. En este sentido, entiendo a las identidades en vinculación al 
proceso de transformaciones en el orden del pasaje de la modernidad 
a la posmodernidad 
“Las identidades modernas eran territoriales y casi siempre 
monolingüísticas. Se fijaron subordinando a las regiones y etnias 
dentro de un espacio más o menos arbitrariamente definido, y 
oponiéndolas -bajo la forma que le daba su organización estatal- a 
otras naciones. Las identidades posmodernas son transterritoriales y 
multilingüísticas. La cultura de la ciudad es lugar de intersección de 
múltiples tradiciones nacionales, a su vez reorganizadas por el flujo 
transnacional de bienes y mensajes” (Canclini 1999: 30).
En tal sentido el pasaje de un orden social moderno a uno posmoderno 
repercute en las diversas configuraciones de las identidades colectivas. 
Es decir, este descentramiento se puede ver en el interjuego de lo 
social e individual, y en el marco de estas transformaciones, se 
produce la multiplicación de las referencias desde las cuales los 
sujetos construyen sus identidades sociales. 
En la actualidad hablar de identidad implica hablar de migraciones, 
movilidades, de instantaneidad y desanclaje, y ya no tanto de 
raíces, territorio, memoria y tradición. Esto significa que se pueden 
generar diferentes adscripciones identitarias según sea la relación 
que se mantenga con la configuración de imaginarios nacionales y 
trasnacionales. 
En vinculación a lo desarrollado hago referencia al concepto de 
imaginario, principalmente trabajado por Cornelius Castoriadis, 
entendiéndolo como un instrumento de interpretación de las 
construcciones sociales y como herramienta analítica para la 
comprensión del universo de representaciones simbólicas que 
caracterizan a una determinada sociedad. 
“Lo imaginario del que hablo no es imagen de. Es creación incesante y 
36
esencialmente indeterminada (social-histórica y psíquica) de figuras/
formas/imágenes, a partir de las cuales puede tratarse de <alguna 
cosa>. Lo que llamamos <realidad> y <racionalidad> son obras de 
ello” (Castoriadis, 1974:29).
En este sentido, se puede identificar como significaciones delimaginario social tanto a los espíritus y a Dios, como al ciudadano, al 
Estado, al barrio y el Club. Por lo cual indagaré en las construcciones 
del imaginario que atraviesan a los Clubes Sociales y Deportivos 
seleccionados. Principalmente me preguntaré por las significaciones 
en torno a la comunicación y a la cultura, ya que es pertinente al 
campo de investigación al cual se adscribe esta Tesis. 
Para esto también retomaré lo expuesto por Ignacio Lewkowicz quien 
propone pensar que las ficciones otorgan consistencia discursiva a un 
lazo social que se constituye como precario e instituido, pero que sin 
embargo se habita como verdadero y hasta como sustancial cuando 
todavía no ha mostrado su agotamiento (Ignacio Lewkowicz 2004: 
26). En relación a esto, se entiende como ficciones a estas grandes 
entidades discursivas que organizan y dan consistencia al lazo social. 
Teniendo en cuenta esto, indago sobre los imaginarios que atraviesan 
al Club. Así también cómo se construyen los lazos sociales desde una 
perspectiva simbólica, qué discursos los fomentan y cuáles atentan 
contra ellos. Para esto tengo en cuenta las concepciones teóricas 
puestas en relación con las observaciones realizadas. Este análisis 
busca complejizar el estudio de las instituciones vinculando los 
aspectos más materiales con una mirada anclada en lo simbólico. 
1.1.4 Institución, Estado y Club
La institución, teniendo como referente a Castoridadis, es lo que 
mantiene unida a una sociedad, por lo cual investigarlas toma 
relevancia en la labor de indagar las prácticas sociales. En este 
sentido, el autor propone pensarlas como 
“Las normas, valores, lenguaje, instrumentos, procedimientos y 
37
métodos para tratar con las cosas y hacer cosas, y, desde luego, 
también como el yo individual, en el tipo y la forma tanto particular 
como general (por ejemplo, las distinciones: hombre/mujer) que se le 
da en cada sociedad.” (Castoriadis, 1986: 3)
Asimismo, Schuarstein (1998) explica que son cuerpos normativos 
jurídicos-culturales compuestos por ideas, valores y creencias, 
leyes que determinan las formas de intercambio social. Estas se 
manifiestan a través de la existencia de modelos hegemónicos, que 
son los que adquieren dominancia epistemológica e institucional en 
una formación económica y social determinada.
En la modernidad el Estado funcionaba como institución central: se 
configuraba como garante de la puesta en cadena de las instituciones, 
como mega institución y como organigrama del conjunto de 
instituciones que él mismo crea y regula. Lewcowicz explica que el 
Estado tenía un rol de coordinador, por lo cual los sujetos pasaban 
por la escuela, por la fábrica, la oficina, el hospital, el cuartel, es 
decir, por distintas situaciones pero todas estas estaban regidas 
por la misma lógica (2004:104). Esto configuraba un modelo de tipo 
funcionalista, es decir, las instituciones conformaban un conjunto 
solidario, orgánico y funcional al sistema que las envolvía: el Estado. 
Asimismo, este creaba al ciudadano, al alumno, al padre, al maestro, 
al obrero, los moldeaba y los hacía miembros de él. 
El Club Social, precisamente, nace en este entramado y dentro 
del proceso político de consolidación del Estado Nacional argentino. 
Este período se lo enmarca entre los años 1880 y 1930 (Cáneva y 
Mendoza Jaufret, 2007). Estas instituciones son comunitarias pero no 
dependen del Estado, sin embargo, su estructura guarda relación con 
el modelo de organización burocrático estatal: reglamentos, estatutos, 
organización jerárquica de autoridades, pautas de disciplina, 
protocolo, rituales institucionales, celebraciones tradicionales, 
símbolos, procedimientos de representación democráticas, etc.
El periodo histórico mencionado está caracterizado por el aluvión 
inmigratorio, Argentina era uno de los países elegidos por los 
38
inmigrantes que huían de la guerra y el hambre en sus países de 
origen. Este proceso dio como resultado una población diversa, 
fluida e inestable. En relación a esto la mayoría de los inmigrantes 
comenzaron a crear vínculos muy estrechos con los miembros de su 
colectividad, fomentando la amistad y la solidaridad entre vecinos. 
Una de las principales instituciones que asumió las funciones de 
solidaridad y cooperación fue el Club Social. Por lo cual, uno de los 
primeros fines de este tipo de institución fue crear lazos sociales y 
fomentar el encuentro. Posteriormente se ampliarían e incluirían 
fines deportivos teniendo en cuenta la idea de “mente sana en cuerpo 
sano” muy vigente en esos tiempos. Por lo tanto comenzó un proceso 
de transformaciones en los modos de pensar y vivir las relaciones 
comunitarias. 
El “período de apogeo” (Cáneva y Mendoza Jaufret, 2007) se ubica 
en las décadas de 1930 hasta 1960. En esta época el Club Social 
constituía el espacio de reunión de los vecinos, generando por un 
lado un fuerte sentido de pertenencia identitaria y por otro lado la 
consolidación de lazos solidarios entre sus miembros. Asimismo, en 
esta etapa se daba una dinámica por la cual se congregaba a personas 
de todas las edades, sin cortes intergeneracionales. Trabajar con/para 
el Club implicaba hacerlo por el barrio, lo que llevaba a una doble 
satisfacción. 
El periodo de “deterioro” (Rosboch, 2006) se desarrolló principalmente 
en la décadas de 1960 y 1970, cuando el Club Social comenzó a transitar 
su etapa de decadencia. Esto se puede relacionar, por un lado, a que 
el país se sumergió paulatinamente en el modelo neoliberal, lo que 
significó un crecimiento de prácticas individualistas. Por otra parte, 
los gobiernos dictatoriales y sus políticas represivas, contribuyeron 
al repliegue de la sociedad al ámbito privado. En este sentido, se 
vieron atentadas las actividades realizadas en los espacios públicos y 
las prácticas relacionadas a lo comunitario. 
En la actualidad, los procesos que atraviesan al Club son disimiles, 
y asimismo estos construyen diversas dinámicas. La situación 
actual de este tipo de institución es diferente en relación a políticas 
39
particulares adoptadas. Por lo tanto, se pueden observar relaciones 
distintivas en los vínculos entre los Clubes Sociales y los barrios de 
referencia, según sea la posición que adopte la comisión directiva 
en cuanto a las metas y objetivos a seguir. A groso modo, puedo 
distinguir una corriente de privatización, ligada al comercio y por 
otro lado una que defiende el asociacionismo. Asimismo distingo la 
existencia de diversos matices a partir de estas dos referencias. Creo 
importante tener en cuenta estos parámetros a la hora de realizar 
la investigación ya que complejizan la lectura que puedo hacer en 
términos de posicionamiento institucional. 
Así también, busco problematizar en torno a qué tipo de lazos 
sociales generan hoy los Clubes seleccionados. Esto se consolida 
ya que considero que la importancia de estudiarlos está dada en 
que estos espacios conceden la capacidad de propiciar diálogos 
transgeneracionales, interculturales, la creación y transformación 
de subjetividades, la apropiación identitaria y el compromiso cívico-
político. 
1.1.5 Distintos niveles del escenario donde se desarrolla el 
club
Otro concepto que me interesa profundizar es, precisamente, el 
escenario de esta investigación: la ciudad. En ese sentido me refiero 
no solo a una aglomeración de individuos, de servicios, de calles y 
edificios. 
“La ciudad es sobre todo un estado de ánimo, un conjunto de 
costumbres y tradiciones, de actitudes organizadas y de sentimientos 
inherentes a esas costumbres, que se transmiten mediante dicha 
tradición” (Ezra Park, 1999:49)
Es en estos espacios donde los sujetos se relacionan, se ponen de 
acuerdo, circulan, transitan. La ciudad, por lo tanto, la entiendo 
como: un espacio que se transforma; donde se configuran diferentes 
40
dinámicas; donde aparecen nuevos sentidos y otros quedan 
ocultos; espacio donde coexisten múltiples campos de interaccióny 
temporalidades. 
En este sentido, me propongo pensar a la ciudad en el contexto 
actual de globalización 
“Las grandes ciudades se convierten en lugares estratégicos, no 
solamente para el capital global, sino también para el trabajo de 
los emigrantes y para la constitución de comunidades e identidades 
translocales” (Sassen, 1995). 
La ciudad viene experimentando un profundo proceso de 
reestructuración en relación a la globalización, así también se ve 
atravesada por el cambio y desarrollo tecnológico, como por la 
urbanización acelerada. 
De esta forma, como desarrollaré más adelante, debo señalar que La 
Plata es una ciudad con una notoria presencia de inmigrantes desde 
su fundación hasta la actualidad. Asimismo, la urbanización en un 
principio estuvo relacionada con la presencia del puerto y por ser 
capital de la provincia, luego tuvo una gran influencia la Universidad 
Nacional, ya que hasta el presente es un punto nodal en lo que 
respecta a lo habitacional. 
Por su parte Reguillo Cruz propone indagar la relación entre 
la ciudad y la cultura, lo cual complejiza la mirada analítica y me 
significa un aporte para esta investigación. La autora plantea pensarla 
como el espacio donde se dan las principales prácticas culturales, las 
interacciones sociales cotidianas. Espacio para las interacciones, 
pero donde se gestan y ponen en juego los universos simbólicos: las 
identidades, las memorias, los saberes, las competencias (2000). 
La ciudad, entendida como una red de comunicación que interpela a 
los actores de diversas maneras. Esta mirada permite cuestionar las 
teorías que concebían a la ciudad como un mero horizonte espacial o 
como imperativo territorial y posibilita comprenderla como un espacio 
pluridimensional en el que coexisten identidades, imaginarios, 
representaciones y proyectos diferenciados (Silva Téllez, 1993).
41
Asimismo, debo señalar que dentro de la ciudad existe un devenir de 
los espacios públicos tradicionales y un proliferamiento de espacios 
construidos según la lógica del mercado. En estos escenarios el acceso 
está determinado por las posibilidades económicas y el consumo, así 
también, la lógica que reina es la del individualismo y la fragmentación. 
En contraposición los Clubes Sociales buscan promover la interacción 
y el compromiso colectivo, por lo cual estudiarlos implica comprender 
el entramado social en los que están inmersos.
Por otro lado, geográficamente la ciudad no es un todo homogéneo, 
es una constelación de áreas, cada una de las cuales posee su medio 
característico y ejerce una función específica en la globalidad de la 
ciudad. En este sentido identifico al Club Everton como parte del 
casco urbano o centro de La Plata y al Club Atlético Social y Cultural 
Victoria como espacio enraizado en la periferia. En este sentido 
retomo a Robert Ezra Park 
“La periferia es, aparentemente, una mera extensión de la comunidad 
urbana. Cada suburbio, en su avance hacia el campo, tiende a asumir 
un carácter distintivo de todos los demás. La metrópolis es, en cierto 
modo, un enorme mecanismo de selección y de filtro que, de acuerdo a 
formas aún no completamente comprendidas, selecciona infaliblemente 
entre el conjunto de la población los individuos más convenientes para 
vivir en cada sector y medio urbano particulares. Cuanto mayor sea 
la ciudad, más numerosos y específicos serán los suburbios. La ciudad 
crece por expansión, pero mantiene el carácter selectivo y segregativo 
de su población, de tal modo que cada uno encuentra al final el lugar 
en que puede vivir o donde debe hacerlo” (Ezra Park, 1999: 120)
Como se desarrollaré más adelante el Club Atlético Social y Cultural 
Victoria, se encuentra en los límites entre la ciudad de La Plata y 
Villa Elvira, sin embargo los sujetos que viven el Club lo identifican 
como “villa elvirense”, dotándolo de sentidos de pertenencia barrial lo 
cual remarca la dimensión simbólica del territorio. 
Lo expuesto conduce a señalar que existen en la ciudad unidades 
42
espaciales bien delimitadas que los sujetos habitan y significan: los 
Barrios. En este sentido, retomo a Gravano (1991) quien expone que 
más allá de toda verificación fáctica, hay que buscar la significación 
social del barrio. Por lo cual entiendo que las fronteras se marcan 
por las prácticas de los sujetos y están ligadas a diferentes esferas de 
la vida social: el trabajo, el ocio, la entrada y salida de la ciudad, la 
religión, la educación, la salud y el deporte. 
“Sobre esas fronteras intervienen los relatos y los agentes de la 
tradición, interviene el club o la sociedad de fomento, el comedor 
popular, el municipio, la parroquia, la comisaría. Pero también otros 
agentes, como por ejemplo las inversiones inmobiliarias, que pueden 
pretender comprimir y expandir las fronteras barriales en función de 
cambios urbanos e intereses económicos” (Grimson, 2009: 13) 
El barrio se configura como un escenario construido por diferentes 
actores, que crean y recrean imágenes, maneras de nombrarlo, de 
identificarlo y de intervenir en él. En su entramado se encuentran 
tanto instituciones tradicionales como los Clubes Sociales como 
formaciones más novedosas como lo son las organizaciones de Vecinos 
Autoconvocados. 
Los barrios son entidades vivas que se fundan en los vínculos del 
parentesco, en la cotidianeidad de los vecinos que trascienden las 
generaciones, en los ritos y códigos. Estos elementos conforman la 
identidad un colectivo social determinado. 
En relación a la cultura barrial Jesus Martin Barbero propone 
pensarla como configuración compleja
“Desde tres tipos de ámbitos distintos se va a configurar esa cultura 
barrial: los constituidos por factores ajenos, como la escuela; los que 
constituidos desde fuera son sin embargo dotados de significación 
propia, como el café; los que son creación en buena medida autónoma 
de los sectores populares, cerno las bibliotecas y los clubs” (Martín 
Barbero, 1987: 213). 
43
Por lo cual estudiar las prácticas de los Clubes Sociales y Deportivos 
conlleva mapear al barrio. Asimismo, el análisis barrial implica 
pensar en el modo de estar juntos de los sujetos, en los vínculos que 
crean y recrean, en los proyectos colectivos que construyen y en los 
lazos sociales que tejen. Es por esto que creo que la articulación 
barrio-Club es un eje para entender las dinámicas de la ciudad. 
Los conceptos desarrollados, configuran entonces un gran marco 
general desde donde comienzo a pensar y a analizar los espacios 
seleccionados. Del mismo modo, son los que orientan nuevas 
preguntas, porque puestos en relación son precisamente provocadores 
de interrogaciones y relecturas. Asimismo, considero que la capacidad 
de vincular las concepciones teóricas con aspectos de la vida cotidiana 
desde una mirada compleja es enriquecedora para entender los 
procesos sociales. 
1.2 Marco Metodológico
1.2.1 Desde de donde y como se realizó la investigación
A la hora de pensar en la investigación, entiendo que esta supone 
un proceso que involucra una serie de decisiones y prácticas por 
las cuales conocemos, analizamos, explicamos, interpretamos un 
determinado tema (Piovani, 2007:71). En este sentido, la primera 
gran decisión es desarrollarla desde el marco teórico-metodológico 
cualitativo. Al estudiar procesos sociales, prácticas, representaciones 
y significaciones, esta modalidad permite el abordaje del objeto 
de estudio desde una postura reflexiva e interpretativa. Desde la 
metodología cualitativa, la información es recogida mediante pautas 
flexibles, la intención es comprender la situación que efectúa el propio 
actor social y vislumbrar el significado que éste da a su conducta. 
En este sentido se estudian prácticas concretas para dar cuenta de 
procesos más generales como, por ejemplo, los procesos de crisis que 
se dan en contextos más amplios.
Para iniciar este camino de investigación donde indago sobre los 
44
procesos comunicacionales de los ClubesSociales, como primer paso 
decidí trabajar con dos instituciones ya que esto me conduciría a 
realizar una comparación, dándome como resultado un análisis 
complejo de la temática. En las consideraciones para la elección de los 
Clubes tuve en cuenta tanto la localización (centro-periferia) como el 
contexto de fundación. Es decir, la elección fue orientada para trabajar 
con instituciones ancladas en contextos territoriales diferentes y que 
ambas tengan una historia de larga data, para poder comprender los 
procesos socio-históricos de conformación y de perduración. 
En cuanto al Club Everton fue fundado el 9 de abril de 1905 bajo el 
nombre de “Club Atlético 25 de Mayo”. Su ubicación fue fluctuando, 
aunque manteniendo la zona céntrica de La Plata, hasta que en 1936 
se instalaron en calle 14 número 1528 entre 63 y 64, dirección que 
conservan hasta la actualidad. El Club Atlético Social y Cultural 
Victoria está ubicado en diagonal 73 número 35 entre 119 y 120, 
y se fundó el 20 de abril de 1939. En cuanto a Everton, la elección 
también fue condicionada por el acercamiento personal a lo largo 
de la Licenciatura. En el caso del Club Atlético Social y Cultural 
Victoria, la primera aproximación fue a través de mi labor en la 
Cátedra “Cultura Populares y Deporte”.
Para llevar acabo el trabajo de campo, hice hincapié en actividades 
con características etnográficas y en entrevistas en profundidad. 
Asimismo realicé una descripción profusa de los barrios en los cuales 
están enraizados los Clubes Sociales seleccionados para el análisis. 
Esto tarea me permitió caracterizar las zonas de influencia teniendo 
en cuenta: la infraestructura, el tránsito de peatones y vehículos, los 
tipos y rubros de comercios, las instituciones (privadas y públicas), 
los murales y pintadas. 
En relación a las observaciones desarrolladas en los Clubes realicé 
tanto no participante como participante. Paro esto contemple los 
aportes de Rosana Guber quien explica que la observación participante 
“consiste en dos actividades principales: observar sistemática y 
controladamente todo lo que acontece en tomo del investigador, y participar 
45
en una o varias actividades de la población (…) La ‘participación’ pone el 
énfasis en la experiencia vivida por el investigador apuntando su objetivo 
a ‘estar adentro’ de la sociedad estudiada” (2001:22). 
Por lo cual tuve en cuenta el contexto situacional para desarrollarlas 
desde una perspectiva participante o no. A partir de esto lleve a 
cabo una observación de las condiciones edilicias en las que se 
encontraban los Clubes. Este trabajo me permitió conocer todos los 
espacios físicos, la distribución (de administración, de formación, de 
uso común), asimismo, conocer las condiciones de mantenimiento de 
la infraestructura. Para profundizar esto, lleve a cabo observaciones 
de los espacios que utilizan los Clubes por fuera de la sede central.
Estas actividades fueron plasmadas en cuadernos, mediante notas de 
campo, en grabaciones sonoras propias y en fotografías. Esta labor fue 
pensaba en relación a la sistematización de la información y para ser 
funcional en el análisis de la misma. La relectura y reelaboración de 
estas notas, me acercaron a construir una mirada de las instituciones 
de y de sus zonas de referencia. 
Asimismo, el trabajo realizado contribuyó a la selección de 
informantes claves de ambas instituciones. Una vez identificados 
los sujetos, emprendí la realización de entrevistas. En este sentido, 
también retomé a Rosana Guber quien define que la entrevista en las 
ciencias sociales es presentada como una relación diádica canalizada 
por la discursividad. En los hechos, actitudes, opiniones o recuerdos, el 
investigador obtiene materiales y brinda sus consignas al informante 
a través de la palabra. La autora considera que 
“la categorización diferida se concreta, en primer lugar, en la 
formulación de preguntas abiertas que se van encadenando sobre el 
discurso del informante hasta configurar un sustrato básico, el marco 
interpretativo del actor. Éste tipo de diálogo demanda un papel activo 
del entrevistador, por un lado, al reconocer que sus propias pautas de 
categorización son algunas de las posibles pero no las únicas, y, por 
el otro, al identificar los intersticios del discurso del informante en 
46
donde ‘hacer pie’ para penetrar en su interior, para reconocer/ instruir 
la lógica del actor. En la entrevista antropológica, el investigador 
formula preguntas pero lo que obtiene por respuesta se transforma en 
sus nuevas preguntas. Categorías y conceptos, prioridades e intereses 
del investigador se mantienen pero se relativizan” (Guber, 2004:140)
En relación a esto las entrevistas fueron efectuadas a través de 
pautas flexibles, atendiendo a las características de cada entrevistado 
y de cada situación donde se realizó la misma. Mediante estas pude 
acceder a historias personales y de las instituciones, a información 
relacionada con las actividades, a las significaciones de los sujetos 
(puntualizando en la comunicación la cultura y el Club). Los 
entrevistados fueron dirigentes, socios, profesores, vecinos del barrio, 
bibliotecarias y periodistas (abocados al tema). 
Posteriormente, llevé adelante una búsqueda de reglamentos o 
estatutos del club así como actas de las reuniones de la comisión 
directiva. En este sentido, indague en relación a qué rasgos de los 
Clubes continúan y cuales cambiaron, también en tono a rupturas 
identitarias, generacionales y barriales.
Del mismo modo realicé un relevamiento de las estrategias 
comunicacionales reconocidas que desarrollan las instituciones 
seleccionadas para el análisis. Para esto analicé documentos y 
materiales de difusión de los Clubes (carteleras, folletos, gacetillas, 
páginas web, perfiles de facebook). Mediante este ejercicio busqué 
problematizar en torno a cómo realizan la estrategia comunicacional 
asimismo indagué relación a quién quieren comunicar y sobre 
qué. Del mismo modo observé los elementos de comunicación no 
reconocidos por parte de los miembros. Para dar cuenta de esto 
también observé los imaginarios que atraviesan al Club en torno a 
la cultura y comunicación. También lleve a cabo un relevamiento en 
medios de comunicación ajenos a las instituciones seleccionadas, para 
dar cuenta de la presencia mediática. 
Asimismo, una vez concretado el trabajo etnográfico realicé la 
sistematización de los datos obtenidos. A esta sistematización la 
47
concibo si perder de vista a la perspectiva cualitativa, y para esto 
retomo a Cosude (2004) quien la caracteriza como 
“una modalidad de investigación cualitativa que busca reconstruir 
e interpretar experiencias privilegiando los saberes y el punto de 
vista de los participantes. La sistematización de experiencias es una 
posibilidad de generar espacios de reconocimiento e interlocución entre 
diferentes actores del proceso; de complejizar la lectura de la realidad 
y potenciar capacidades conceptuales, metodológicas y organizativas 
de las personas y las organizaciones e instituciones involucradas” 
(2004:12)
En el transcurso de esta tarea fui confeccionando un cuadro 
donde sintéticamente desarrolle las principales características de 
lo observado en cada institución. Posteriormente lleve a cabo un 
trabajo comparativo de las estrategias de comunicación de los Clubes 
analizados, en este sentido, también elaboré un cuadro donde plasmé 
los factores más relevantes, creando una forma práctica y dinámica 
para dar cuenta del análisis desarrollado. 
Asimismo, la sistematización estuvo guiada por el análisis 
interpretativo lo cual en suma significó acercarme a las primeras 
conclusiones. La vinculación con el marco teórico además significo 
poder darle una mirada compleja a aspectos de la vida cotidiana. 
Retomando los objetivos propuestos y lo analizado a lo largo de la 
Tesis, pude manifestar las conclusiones aproximadas y, del mismo 
modo, generar nuevos interrogantes que abren nuevas puertas deindagación. 
El proceso de investigación, además, fue llevado a cabo con el 
asesoramiento continuo de la Directora y Co-directora, como así 
también, de los integrantes de LILSU (Laboratorio en Investigaciones 
de Lazos Socio Urbanos). En este sentido, las reuniones regulares 
con este grupo, fueron fuentes de consultas y reflexión. Así también 
las instancias promovidas desde este espacio (charlas, jornadas, 
simposios) fueron desafíos donde pude realizar trabajos en vinculación 
con esta temática, lo que enriqueció al trabajo en general. 
48
49
50
51
2.1 Aproximaciones al Club Everton
2.1.1 La institución en el entramado de La Plata
La ciudad de La Plata nació el 19 de noviembre de 1882 y fue 
pensada como una ciudad higienista según el concepto de aquella 
época. La fiebre amarilla había azotado a los pobladores de Buenos 
Aires, que para ese entonces eran mayormente inmigrantes 
instalados en asentamientos. La falta de provisión de agua potable 
y la contaminación de las napas por los desechos humanos fueron 
los factores que principalmente condujeron a la catástrofe. Por estos 
motivos Dardo Rocha ideo una ciudad para que cumpla el rol de 
capital de la provincia, y en esta labor retomó ideas europeas, para 
poder superar las condiciones de vida que reinaban en la época. “Se 
debía cambiar la manera de vivir en comunidad, de tomar ciertas 
previsiones, y estaba la oportunidad, por primera vez en la Argentina 
de crear una <ciudad pensada>” (Abrodos, 2012:17)
Lo que venía de Europa era de avanzada y esos conocimientos se 
aplicaron en la formación de La Plata. Lentamente se empezó a 
trabajar en los edificios públicos y la ciudad comenzó a emerger. Se 
tuvo como referencia un diseño cuadrado, con calles ordenadas por 
número, plazas estratégicamente situadas y diagonales que perduran 
hasta la actualidad como atributo particular de esta urbe. 
En agosto de 1905, el doctor Joaquín Víctor González fundó 
la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), esta surge como 
una institución moderna, alejada de la impronta academicista 
característica de las tradicionales casas de altos estudios
“La universidad por un lado, el asiento de la administración 
bonaerense por el otro, el puerto flamante, sus hornos de ladrillos, 
los maestros artesanos, el cinturón de quintas y granjas que ceñía 
el dibujo fundacional, fueron tejiendo un perfil no solo cultural sino 
también productivo” (Municipalidad de La Plata , 1997: 23)
52
Hasta el presente la UNLP es una de los mayores rasgos distintivos 
de la ciudad, estimulando la llegada de una gran cantidad de 
estudiantes de todo el país. Asimismo, fomentando un circuito de 
espacios de recreación (Teatros, Centros Culturales, Bares, Radios 
y Clubes). Asimismo, esta institución funciona muchas veces como 
nexo articulador entre estos espacios. 
Hoy es la quinta ciudad más poblada del país después de Buenos 
Aires, Córdoba, Rosario y Mendoza. Según el Censo Nacional de 
2010 tiene 649.613 habitantes y el Gran La Plata (compuesto por los 
partidos de La Plata, Ensenada y Berisso) tiene un total de 894.253. 
Siguiendo lo propuesto por Cáneva y Mendoza Jaufret (2007), la 
ciudad cuenta con 79 instituciones barriales, mayormente Clubes 
Sociales y Deportivos. El Club Everton es una de ellas, el mismo 
está ubicado en la calle 14 entre 63 y 64. En este sentido, creo 
importante señalar que para comprender la complejidad que inviste 
a la institución es necesario situarlo en relación al espacio urbano 
que la circunda, así como las principales dinámicas que componen 
ese panorama. 
Everton, fue fundado en 1905 en las inmediaciones del Parque 
Saavedra, uno de los más grandes del casco urbano y con mayor 
tránsito de personas. Este espacio verde, que abarca el predio desde 
la calle 12 hasta la 14 y de 66 hasta 68, se denomina de esta manera 
en memoria del presidente de la primera junta, pero no siempre 
tuvo este nombre, sino que también fue nombrado como “Francisco 
Uriburu”. El parque cuenta con diversas obras escultóricas, un lago 
artificial, un espacio cerrado, múltiples variedades de árboles, una 
calesita, juegos para niños y una pequeña virgen. Asimismo tiene una 
biblioteca“A partir de la historia de una nena con cáncer y su mamá, 
que pasaban muchas horas en el parque <por su proximidad con el 
hospital de niños> se armó un biblioteca” (Arbodros, 2012:154)
La biblioteca se conformó a través de la iniciativa de padres de 
niños que asisten al Hospital Interzonal de Agudos Especializado 
en Pediatría “Sor María Ludovica” ubicado en calle 14 entre 65 
y 66. Esta institución es de máxima complejidad y está orientada 
53
a la atención pediátrica. En este espacio se desarrolla actividad 
asistencial, de docencia y de investigación, por lo cual tiene una 
circulación constante de personal médico, de pacientes, familiares, 
estudiantes y organizaciones sociales que trabajen en él. 
Asimismo, el escenario del barrio donde se encuentra el Club Everton, 
está atravesado por la Avenida 13, donde el tránsito de vehículos 
particulares, de transporte público y de peatones es constante, ya 
que es una de las avenidas centrales de la ciudad. Además, sobre 
calle 12 entre las calles 54 y 61, se encuentra un núcleo de comercios 
de indumentaria, de decoración, mueblerías, reustaurantes, por lo 
cual, en estas cuadras, los días hábiles hay una gran densidad de 
transeúntes. 
El tipo de arquitectura que predomina en esta zona, son los edificios, 
mayormente de menos de veinte años de antigüedad. La altura de 
los mismos varia, encontrando desde una planta, hasta torres de 
doce pisos. La mayor parte de estos son habitados por estudiantes y 
empleados comerciales, que residen principalmente entre dos y ocho 
años. Del mismo modo, hay múltiples construcciones, que conllevan a 
que numerosos trabajadores circulen por el barrio. 
Igualmente hay diversos comercios, cercanos al Club, como Deliverys 
de comida, estudios de danza privados, centros de estética. En 13 
entre 58 y 59 se encuentra el Club Atenas, uno de los más grandes de 
La Plata, que además de tener actividades deportivas, en este espacio 
se desarrollan recitales, encuentros multitudinarios, presentaciones 
políticas y, de igual manera, es reconocido por su Restaurante. 
En 13 y 60 se ubica la plaza Máximo Paz, donde existe un puesto de 
comida rápida, juegos y bancos maltratados. Alrededor de esta plaza 
se encuentra la Escuela Media Número 2 y el Jardín de Infantes 
Número 943, ambas de carácter público. Asimismo se encuentran 
en la zona las siguientes instituciones educativas privadas: Colegio 
Monseñor Alberti ubicada en 19 y 63; Manuel Estrada (dependencia 
de la Universidad Católica) en Calle 58 entre 12 y 13 ; Escuela 
Popular Israelita Domingo Faustino Sarmiento situada en calle 11 
entre 58 y 59.
54
En este sentido, puedo afirmar que lo característico del espacio 
donde está enraizado el Club Everton es el flujo constante en distintos 
niveles: de transito, de peatones, de nuevos residentes y comerciantes. 
Resultando entonces, un barrio dinámico con construcción de 
lazos sociales transitorios con un fluctuante arraigo histórico y con 
menor representación de lo emotivo. Del mismo modo hay diversas 
instituciones educativas y formativas de carácter privado, lo cual 
conforma un entramado donde el acceso a ciertas prácticas está ligado 
a las condiciones económicas personales. Por lo cual entiendo que lo 
propio de esta zona, está relacionado con lo estrictamente citadino, 
siendo los movimientos y los flujos los ejes que articulan las prácticas. 
Mapa del casco urbano platense: 
 Ubicación del Club Everton 
(Calle 14 número 1528 entre 63 y 64)
 Calle 12, 
zona comercial concentrada
 
 Avenida 13, 
transitada constantemente
 Parque Saavedra 
55
2.1.2 Proceso histórico del Club Everton
 
 
El 9 de abril de 1905 un grupo de personas fundan el “Club Atlético 
25 de Mayo”, ubicado en la calle 16 número 1244 casi esquina 58. 
Estosson los pasos iniciales de lo que después sería el Club Everton. 
Los primeros en construir las bases fueron los jóvenes del barrio que 
buscaban nuclearse en una institución. Entre 1905 y 1912, cuando 
aun estaban conformándose, se dedicaron exclusivamente al fomento 
futbolístico. Siendo este deporte el eje más importante dentro de las 
actividades a lo largo de la historia del Club. 
La transformación de su nombre se debe a un partido que se disputo 
entre Alumni y Everton de Inglaterra, donde los ingleses salieron 
victoriosos mediante una “goleada”. Luego de este episodio los jóvenes 
platenses se inspiraron en esta hazaña deportiva y cambiaron su 
denominación a “Everton Platense” luego paso “Club Atlético Everton” 
y finalmente “Everton”. Los colores del escudo también fueron 
Escudo actual de Everton (colores originales: Azul y amarillo) 
56
escogidos como fruto de este acontecimiento. El apodo “El Decano” es 
relación a la figura de autoridad dentro de una Universidad, teniendo 
en cuenta la proximidad geográfica con la UNLP. 
En relación a las instalaciones también tuvieron algunas 
modificaciones:
“La primera sede estaba ubicada en calle 16 número 1244 esquina 
58, donde se mantuvo hasta el año 1926, luego se traslado a la calle 
14 número 1432 entre 61 y 62, allí estuvo hasta 1936, porque los 
dirigentes resolvieron alquilar el inmueble de 14 número 1528 entre 
63 y 64, donde instalaron al frente su Secretaria y un pequeño Bar” 
(Katz, 2005: 10)
El 18 de junio de 1950 fue inaugurado el nuevo edificio, donde 
sigue funcionando hasta la actualidad, en el mismo predio que 
se desarrollaba el Club desde 1936, pero con nuevas y mejores 
instalaciones. Para ese entonces incorporaron las actividades: pelota-
paleta, bochas, ajedrez, basquetbol, tenis de mesa, pesca. 
En 1947 fundan la biblioteca popular:
“La propuesta consistía en brindar al barrio del parque Saavedra 
un sector cultural de atracción al vecino, como por ejemplo: leer un 
libro, una revista, un diario, y también ofrecer un lugar de encuentro 
y esparcimiento para el intercambio de ideas” (Katz, 2005:11) 
La biblioteca fue llamada “Mario Leonardo Sureda” en homenaje al 
escritor, periodista deportivo y poeta de esa época, quien además, era 
muy amigo de los miembros del Club. 
“Mario era un gran amigo del Club, él, y toda su familia. Es el día 
de hoy que los nietos siguen viniendo y haciendo donaciones para la 
biblioteca” (Olga, Bibliotecaria de Everton) 
En la los primeros años de la década del 50´, periodo de auge de 
los Clubes (Cáneva y Jaufret, 2007), Everton contaba con su recién 
inaugurado edificio por lo cual fue el escenario de campeonatos de 
57
ajedrez, de festivales para las fechas patrias, de fiestas de carnaval, 
de peñas y de las “veladas danzantes” (Katz, 2005).
 “Las personas que fomentan las milongas del Club Everton 
aprendieron a danzar en los tiempos dorados del club social, bailes 
de salón donde conocieron a sus parejas y amigos entre las calles que 
delimitan el barrio.” (Rosboch 2006:137)
En 1955, dentro de Everton se escondieron fotos de varios líderes 
políticos como la de Juan Domingo Perón. Asimismo, durante el 
proceso militar, se prohibieron libros dentro de la biblioteca, y hubo 
un retraimiento de las actividades. En este sentido, se pueden 
vincular las transformaciones a nivel político-social con las formas 
de los vínculos sociales. Por lo cual, puedo afirmar que los procesos 
mencionados eclosionan en el tejido social y en las instituciones, 
posibilitando un lazo social más débil y de “puertas para adentro”. 
Por tanto, “El Decano” también fue atravesado por estas condiciones, 
lo que se manifestó en un retroceso de sus prácticas y una menor 
participación de los vecinos. 
Como contexto general el Club Social, institución enraizada en el 
marco de la consolidación del Estado Nacional, sufrió el comienzo de 
su decadencia en el mismo período que el sistema benefactor comenzó 
a deteriorarse. Los años 60´ y 70´, resultaron ser la bisagra en un 
proceso de transformaciones en diferentes niveles. Por un lado, el 
pensamiento neoliberal fue avanzando en lo referido a lo político-
económico, lo que llevó a restringir el rol de los gobiernos a una 
mediación. Los espacios públicos tradicionales sufren un retraimiento 
en relación a la proliferación de espacios fundados según la lógica del 
mercado y construidos por entidades privadas. 
Estos cambios, asimismo, son producidos dentro del contexto macro 
del pasaje de una sociedad moderna nacional a una posmoderna 
transnacional. En relación a esta, Doufur menciona que está 
caracterizada por el agotamiento y la desaparición de los grandes 
discursos de legitimación, principalmente del discurso religioso y del 
58
discurso político (2001). 
Sumado a estos apremios, Everton perdió la categoría en la liga 
amateur platense de fútbol en 1980, razón por la cual una importante 
cantidad de socios se alejaron del él. Ocho años después pudieron 
obtener pertenecer a la liga nuevamente, y así tuvieron un distinto 
resurgir como institución en un nuevo contexto de democracia. 
Asimismo las dificultades siguieron existiendo
“Los años ‘90 para Everton, como para la mayoría de los clubes fue 
difícil, había que remarla mucho. Si bien veníamos de décadas más 
jodidas, para ese entonces el club había decaído mucho y había que 
levantarlo” (Gonzalo Uranga, presidente de Everton) ’’
En vinculación a los procesos mencionados y a lo expresado por 
Gonzalo Uranga, entiendo que las instituciones barriales dan cuenta 
de las transformaciones anteriormente nombradas ya que se vieron 
atravesadas por estas. Es decir, el contexto de crisis se puede observar 
en tanto en niveles analíticos amplios como en espacios microsociales.
En el correr de los años Everton siguió fortaleciendo su aspecto 
deportivo, principalmente lo relacionado con el fútbol, asimismo, 
incorporó el restaurante y el gimnasio, sin embargo eliminó la pesca 
y el tenis de mesa, el espacio de bochas se mantuvo pero nadie se ocupó 
de esta disciplina. Esto significó un giró en la oferta de prácticas, por 
lo cual hubo triple movimiento de socios: algunos “evertonianos” se 
adaptaron a las nuevas actividades, otros optaron por retirarse del 
Club, y por último, un nuevo grupo de personas que se acercaron a la 
institución. 
En el año 2001 se conformó un nuevo grupo de comisión directiva, 
liderada por Marcelo Mazzacane y compuesta mayormente por 
hombres de 30 años de edad quienes se dispusieron a trabajar en 
Everton. La mayoría de ellos siguen participando hasta la actualidad, 
como el caso de Gonzalo Uranga actual presidente. 
“Conformamos una comisión directiva de gente medianamente joven, 
59
mechada con gente grande que hace mucho tiempo estaba en el Club y 
bueno a partir del 2002 a la fecha venimos conduciendo la institución” 
(Marcelo Mazzacane, ex presidente de Everton) 
Esta comisión mantuvo una línea de interés vinculada a lo deportivo, 
fomentando y buscando fortalecer, principalmente, lo relacionado a la 
práctica futbolística. Asimismo se enfatizó en la participación de la 
Liga amateur Platense. 
“Nosotros lo que buscamos es la mayor participación de deportistas 
en el Club (de jóvenes y niños). También hacer las actividades lo más 
participativas que se puedan, y si estas llevan a un nivel competitivo e 
importante, mejor” (Gonzalo Uranga, presidente de Everton)
Por otro lado, el 9 de abril de 2005, en el marco de los festejos del 
centenario, el Club obtuvo un predio cedido por la Legislatura 
Provincial ubicado en calle 7 y 629, donde montaron las instalaciones 
de fútbol. Esto fue un gran logro para la institución ya que era una 
práctica hasta el momento itinerante. Este espacio fue ampliado en el 
año 2012, ya que les otorgaron tierras lindantes. 
En el 2013 el equipo de fútbol de “El Decano” logro el ascenso de 
categoría, lo que le dio acceso a disputar el torneo “Argentino B” y 
la “Copa Argentina”. Cabe señalar que este

Continuar navegando