Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
1 2 TESISTA María Clara Florio Legajo: 17278/2 DIRECTORA Dra. María Eugenia Rosboch CODIRECTORA Lic. Virginia Cáneva DISEÑO GRÁFICO Damián Costantino ABRIL 2014 La Plata, Buenos Aires. Programa de Investigación: Comunicación, Prácticas Socioculturales y Subjetividad 3 TÉSIS DE GRADO UNIVERSIDAD NACIONAL DE LA PLATA Facultad de Periodismo y Comunicación Social 4 5 Este trabajo de investigación corresponde a una Tesis de la Licenciatura en Comunicación Social de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la Universidad Nacional de La Plata. La misma tiene como objetivo analizar las estrategias comunicacionales que construyen, proyectan y/o identifican los Clubes Sociales y Deportivos y los vínculos que posibilitan con la comunidad de referencia. Para el desarrollo y análisis fueron seleccionadas dos instituciones como casos testigos: el Club Everton (situado dentro del casco platense) y el Club Atlético Social y Cultural Victoria (emplazado en la periferia de ciudad La Plata). Por lo mencionado se indaga en como realizan su convocatoria, en las referencias e imaginarios que tienen sobre la comunicación y en la presencia mediática. “El Club en el escenario barrial: crear y recrear” propone una manera de abordaje de los Clubes: teniendo en cuenta su historia, su contexto simbólico-geográfico, sus estrategias comunicacionales y los lazos sociales. Por lo cual es un aporte al estudio de la ciudad como entramado complejo. Palabras Claves: Cultura; Club Social y Deportivo; estrategias comunicacionales; lazos sociales; barrio; centro/Periferia 6 7 Durante varios años soñé con el momento en el que redactaría estos agradecimientos, por lo tanto, el primero de ellos es a la vida que me llevó a poder estar escribiéndolos. Me siento dichosa por tener tantos “gracias” por decir y por tantas personas a las cuales mencionar y recordar. Agradezco a mis familiares, a cada uno de ellos, ya que supieron acompañarme y aconsejarme. Siempre con un inmenso cariño y, sobre todo, con una gran confianza en mí, lo que me significó un gran apoyo. A mis amigos y amigas, con los cuales nos fuimos encontrando y eligiendo. A El Bolsón, mi pueblo querido, escenario donde tuve el privilegio de crecer y donde sin dudas se forjó mi forma de ser. A la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la UNLP, que me abrió las puertas a un mundo extraordinario. A los integrantes del LILSU, por las innumerables enseñanzas académicas y humanas. A mi Directora María Eugenia Rosboch, por su constante seguimiento y tutelaje, por su incentivo a seguir estudiando e investigando. A mi Co-directora Virginia Cáneva quien me acompaño y me enseñó con mucha autenticidad. A ambas, también, por el cariño y amistad. Al Club Atlético Social y Cultural Victoria y al Everton por su predisposición y amabilidad. A todos ellos, infinitas gracias. 8 9 10 11 12 13 14 15 Propuesta general Este trabajo de investigación configura mi tesis correspondiente a la Licenciatura en Comunicación Social de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la Universidad Nacional de La Plata. La misma tiene como objetivo analizar las estrategias comunicacionales que construyen, proyectan y/o identifican los Clubes Sociales y Deportivos y los vínculos que posibilitan con la comunidad de referencia. Para desarrollar y analizar el problema planteado seleccioné dos instituciones como casos testigos: el Club Everton, situado dentro del casco platense en la calle 14 entre 63 y 54; y el Club Atlético Social y Cultural Victoria, emplazado en la periferia de ciudad La Plata, en diagonal 73 entre 119 y 120, en los limites con Villa Elvira. De este modo, indago en cómo realizan su convocatoria y qué referencias e imaginarios tienen sobre la comunicación con la comunidad de referencia, como justificaré y desarrollaré en los capítulos 3 y 4. Por tanto las preguntas que guían esta investigación consisten en indagar en torno a: ¿Cuáles son las estrategias comunicacionales que construyen los Clubes Sociales y Deportivos de La Plata?, ¿Qué tipo de vínculos posibilitan con la comunidad de referencia?; ¿Cómo se enmarca la relación centro-periferia en estas construcciones? El proyecto, en rasgos generales, tiene dos instancias complementarias y articuladas: la primera de trabajo de campo (desarrollado durante marzo y noviembre del 2013) y una segunda instancia de sistematización y análisis (realizada desde septiembre a marzo de 2014). Durante estos periodos estuve en contacto permanente con la Directora de esta Tesis, Maria Eugenia Rosboch, y la Co-directora, Virginia Cáneva, quienes me guiaron en este proceso. El camino hacia el estudio de Clubes Sociales y Deportivos La elección de la temática surge del encuentro personal con los integrantes y los trabajos producidos por el Laboratorio de 16 Investigación de Lazos Socio-Urbanos 1 (LILSU) en el año 2012, momento en el cual, a su vez, me integré a ese equipo de trabajo. De allí germina el interés por los Clubes Sociales y Deportivos, sus estrategias de convocatoria y los vínculos que posibilitan. Desde este espacio entendemos que la importancia del estudio de estas instituciones está anclada en la potencialidad de generar diálogos transgeneracionales, interculturales, así como en la capacidad de creación y transformación de subjetividades, la apropiación identitaria y el compromiso cívico-político. Del mismo modo las aproximaciones a este campo están vinculadas con el rol de ayudante alumna, y luego como ayudante graduada, en la Cátedra de “Culturas Populares y Deporte” correspondiente a la Tecnicatura Superior en Periodismo Deportivo de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social, carrera de la cual me gradué en el año 2012. Asimismo, como integrante del LILSU formo parte del proyecto de investigación “Citas urbanas. Construcción y regeneración de lazos sociales en la ciudad”. A modo de antecedente personal también puedo señalar un informe realizado en el marco de la materia “Metodología de la Investigación”, el mismo se denominó “La comunicación del club Everton y los lazos con la sociedad”. El objetivo de aquella actividad exploratoria consintió en “Identificar los modelos de comunicación, evaluarlos en función de los objetivos de la institución y a partir de eso planear una nueva estrategia”. Encuentro en la mencionada propuesta una primera aproximación personal a los Clubes Sociales y Deportivos, y asimismo, un acercamiento a una de las instituciones seleccionadas para esta investigación. En el caso de Club Atlético Social y Cultural Victoria, fue gracias a mi labor como ayudante de Cátedra que llegué a conocerlo e interiorizarme. 1 LILSU es un laboratorio de investigación que nuclea la actividad de académicos que desarrollan estudios sobre la construcción y regeneración de lazos socioculturales en espacios urbanos desde una perspectiva interdisciplinaria anclada en el campo de la comunicación. Esta unidad de investigación pertenece a la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de La Universidad Nacional de La Plata, su directora es la Doctora María Eugenia Rosboch y cuenta con la participación de profesionales de diversas aéreas de estudio. 17 Teniendo en cuenta los aspectos mencionados, es que realizo un abordaje de estas instituciones desde el campo de la comunicación. Esto significa utilizar las herramientas teórico-conceptuales y metodológicas adquiridas y desarrolladas a lo largo de mi recorrido académico. Asimismo, implica re-elaborar categorías y re-pensar a estos espacios en relación al contexto actual. Así también considero que realizar una tesis de comunicación social, configura un aporte a esta disciplina y campo de saber, pero del mismo modo implica un profundo desafío personal, donde me interesa que quede plasmada tanto mi perspectiva comunicacional como analítica. Los objetivos que guían la investigaciónEn esta investigación me propuse analizar las estrategias comunicacionales que construyen, proyectan y/o identifican los Clubes Sociales y Deportivos Everton y Atlético Victoria y los vínculos que posibilitan con su comunidad de referencia. Por lo tanto, indagar sobre los imaginarios entorno a la comunicación y sobre las prácticas concretas. Por lo cual, en primer lugar, pretendo reflexionar en torno a qué entienden por comunicación en cada institución. De este modo me interesa analizar los principales elementos que constituyen las estrategias comunicacionales que llevan a cabo, es decir, problematizar en torno a cómo se comunica el Club hoy. Para profundizar esto realice una comparación de las estrategias comunicacionales en relación al centro/periferia, aportando al estudio entorno a la Ciudad. De esta manera, con el fin de profundizar mi análisis, lleve a cabo un mapeo del barrio donde están enraizados los Clubes seleccionados. En vinculación con las temáticas abordadas por el LILSU, me interesa realizar un aporte en torno al análisis de los lazos sociales- urbanos. Es decir, a través de las estrategias comunicacionales de convocatoria que producen los Clubes preguntarme ¿Qué tipo de lazos sociales-urbanos posibilitan-vehiculizan?. De esta manera, me propuse analizar sobre las prácticas de apropiación que los sujetos 18 realizan prestando fundamental atención a la creación de nuevos sentidos. En relación a los objetivos, considero necesario remarcar que los mismos fueron modificándose con el armado del Plan de Tesis para finalmente llegar a los expuestos en párrafos anteriores. Del mismo modo, creo que son precisamente las preguntas que uno como investigador se va realizando, las que guían el proceso inicial de una investigación. Pero asimismo, es la puesta en común con el otro, sea del campo académico o no, lo que complejiza esas interrogaciones. Antecedentes: aportes y rupturas Entre los antecedentes de investigación se destacan los aportes que María Eugenia Rosboch realiza en su tesis doctoral “La rebelión de los abrazos. Tango, milonga y danza. Imaginarios del tango en sus espacios de producción simbólica: la milonga y el espectáculo” (2006). Este texto resulta de gran interés ya que es la primera referencia teórica de análisis de los Clubes Sociales como escenarios socioculturales de construcción compleja. Es decir, esta tesis es clave para entender los espacios que guían a esta investigación como generadores de lazos sociales-urbanos. Si bien el objeto de estudio de esa investigación es la milonga en la ciudad de La Plata, la autora relaciona directamente el período de esplendor de esta danza popular con el momento de mayor auge de los Clubes Sociales. Asimismo Rosboch caracteriza el momento de difusión y convocatoria de la milonga en La Plata y lo vincula con el proceso de “popularización” del Club Social, esta etapa transcurre desde principios de la década de 1920 hasta fines de la de 1960. Posteriormente, a este período existe un repliegue de la sociedad al ámbito de lo privado, vinculado a las dictaduras militares de las décadas de 1960 y 1970. Como consecuencia de ese proceso, los Clubes dejan de organizar milongas comenzando su proceso de decadencia, el cual se va a dar en paralelo a la crisis de estas instituciones como ejes de la vida barrial y comunitaria. Por otra parte, el trabajo de Cáneva Virginia y Mendoza Jaufret 19 Hernán “Clubes Sociales al rescate de lo colectivo” (2007) es relevante para esta investigación ya que en vinculación con el texto anterior, indaga sobre los Clubes Sociales haciendo un importante aporte en cuanto a los procesos históricos que fueron atravesando las instituciones. En esa tesis se proponen distintos momentos con características disimiles: en primer lugar “periodo de emergencia o surgimiento” (entre las décadas de 1880 y 1930) este coincide con el proceso de consolidación del Estado Nacional argentino y con la fundación de la ciudad de La Plata, asimismo, era contemporáneo a la afluencia de una gran masa de inmigrantes y a la aparición de las primeras colectividades; un segundo momento denominado “período de popularización “ (décadas de 1930 y 1960), en este el Club Social se consolida como institución central de la vida familiar y comunitaria; el tercero se caracteriza como “período de deterioro” (década de 1960) y se lo sitúa en un contexto de políticas neoliberales y con la instauración de gobiernos de factos el Club Social según los autores comienza a perder lazos con la comunidad barrial. La tesis indica que en la actualidad, la situación descripta comienza a revertirse ya que se observan características diferentes en los lazos entre estas instituciones y los barrios en los que se encuentran, según sea la posición que adopte la comisión directiva sobre metas y objetivos a seguir. Aquella distinción de periodos es importante para este proyecto ya que ayuda a comprender la historia de los Clubes investigados entendiéndola como proceso complejo. Además muestra un camino para comprender las relaciones entre los Clubes y los barrios, lo cual es un objetivo en mi investigación. Así también, la metodología llevada a cabo por Cáneva y Mendoza Jaufret me sirve como referencia, ya que tomaron tres estudios de caso para dar cuenta de un proceso histórico más amplio. Por su parte, el texto de Fabbri “El nacimiento de una pasión” (2006) es interesante como material ya que narra la historia de distintos Clubes de la argentina. 20 “Acá se cuenta el origen, la evolución de cada uno de los poderosos y de los otros, aquellos que fueron grandes hace mucho tiempo y ahora tratan de sobrevivir. De los que apostaron al futuro, hicieron inversiones, cuidaron y protegieron a sus futbolistas desde que nacían al mundo del fútbol y los que encontraron un hogar después de navegar por diferentes barriadas” (Fabbri, 2006:14). En el libro hace referencia a como, cuando, donde y por quienes fueron fundados diversos Clubes, además incluye anécdotas históricas. Asimismo, con estos elementos que recolecta y narra, no hace mayor indagación sobre las formas simbólicas, es decir, el autor no investiga ni entre cruza los elementos encontrados para demostrar el entramado simbólico de las instituciones. Tampoco se hace referencia de los lazos sociales ni de la identidad como construcción. Fabbri, propone un texto periodístico sobre Clubes, la mayoría reconocidos a nivel nacional, el cual puede estar destinado a un lector no formado en comunicación, ni en organizaciones sociales. Otro antecedente de la temática es “La crisis de la tradición y el modelo asociacionista en los Clubes de fútbol argentinos. Algunas reflexiones” de Julio Frydenberg (2001). El autor indaga sobre las características formales de los Clubes y los clasifica. En primer lugar ubica a una minoría cuyos dirigentes defienden la tradición asociacionista (a partir da la cual nacieron los Clubes), esta minoría “progresista” vincula la tradición a una posible o real gestión eficiente. En segundo lugar identifica a otra corriente (en oposición a la anterior pero igualmente minoritaria), esta propone como modelo a las sociedades anónimas y al modelo empresarial. La tercer categoría que se propone, y postula como mayoritaria, se encuentra en una latente indefinición guiada por la incertidumbre que genera la búsqueda de su propia supervivencia y un deseo de limpiar las finanzas, sin perder la base de sustentación que hizo de ellos sus dirigentes. (Frydenberg, 2001:1) Este texto aporta otra perspectiva a tener en cuenta en el abordaje de la temática que propone este proyecto, ya que las formas de 21 organización (si bien no son el eje propuesto) dan cuenta de la construcción de los Clubes como espacios atravesados por luchas de poder, cuestión que se puede observar en las distintas posturas que se plantean en torno a esto. Asimismo, las características de organizacióndan cuenta de los procesos indentitarios de los mismos, por lo tanto es preciso analizar cómo se conforman como institución y es enriquecedor ponerlo en relación con otras. Otra tesis de grado de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social que quiero mencionar es “La comunicación como herramienta de gestión en las organizaciones deportivas. Club Gimnasia y Esgrima La Plata” de Amori Walter Hernan, Caamaño Juan Santiago (2010). Este trabajo analizó la comunicación del Club Gimnasia y Esgrima La Plata, en el marco de una organización deportiva sin fines de lucro, “teniendo en cuenta tanto la comunicación interna como externa” (2010:2). Para esto recolectaron y analizaron actas, información periodística y discursos de informantes claves. Asimismo, identificaron las relaciones internas y formularon proyectos para fortalecer el departamento de comunicación institucional. El trabajo de Amori y Caamaño me permite aproximarme a una postura metodológica, como la recolección de actas, análisis de información periodística y la selección de informantes claves. Pero “El Club en el escenario barrial: crear y recrear” suma a estas actividades otros elementos de análisis. Por un lado, la indagación de los imaginarios que atraviesan a las instituciones, asimismo el análisis de producciones comunicacionales realizadas por los miembros de los Clubes (revista institucional, cartelera, afiches, perfiles de facebook, folletos). Por otro lado también se observa la comunicación propia no reconocida y también la presencia en los medios de comunicación ajenos. Por lo expuesto, esta Tesis configura un aporte original a la temática, ya que se propone analizar qué estrategias comunicacionales construyen los Clubes Sociales y Deportivos Everton y Atlético Victoria, desde una mirada amplia, cuestión que no se encuentra en los trabajos anteriormente citados. Asimismo, gran parte de 22 la producción teórica que abarcó esta temática se reduce a una perspectiva histórica, reconstruyéndola a través de archivos y entrevistas. En esta tesis estos elementos son contemplados, pero como se planteo anteriormente, no constituyen el eje central de la investigación. Por otro lado, me propongo analizar los vínculos que estos espacios posibilitan con la comunidad de referencia. En este marco recuperó los aportes de María Eugenia Rosboch, quien plantea la capacidad de las instituciones de posibilitar/promover lazos sociales. Así también, tengo como objetivo estudiar en paralelo a las dos instituciones en vinculación a la relación centro-periferia. Esta perspectiva no se encontró en las líneas de análisis de los autores citados, estableciéndose como aporte al estudio entorno la ciudad. Capitulado: referencia sobre la estructura de la investigación El resultado del proceso de investigación está pensado en cuatro capítulos divididos por ejes. El primero tiene como punto nodal el desarrollo del marco teórico y de la perspectiva metodológica, en este explicitaré los marcos desde los cuales está pensada y llevada a cabo esta tesis. Resalto la importancia de este anclaje, ya que de esta manera el lector puede reconocer los principales conceptos que guían el trabajo y desde que perspectivas se llevó a cabo el proceso de investigación. En el segundo capítulo desarrollaré una descripción profunda de los dos espacios, haciendo hincapié en los procesos históricos institucionales, en las características propias del barrio donde están ubicados y en las actividades que realizan actualmente. En este sentido, este núcleo temático sirve de contextualización y como una primera aproximación a los Clubes seleccionados, retomando nociones conceptuales desarrolladas. Así también, considero importante observar que la importancia de este, es la vinculación del lector con el perfil más general de las instituciones. 23 El tercer capítulo tiene como eje a la comunicación, es decir, en este realizaré el análisis comunicacional, teniendo en cuenta distintas aristas tanto de la comunicación como de lo institucional. En este sentido, voy a vincular y comparar las estrategias de comunicación y los proyectos de Club. En vinculación a esto retomo a Prieto Castillo quien propone interesantes criterios de análisis comunicacional. Asimismo, desarrollaré un cuadro donde sistematizaré los aspectos analizados, para poder dan cuenta de una mirada global de estas, también para ilustrar su articulación constante. De igual manera, esta estrategia sirve para poner en relación a ambas instituciones. En el cuarto capítulo desarrollaré un análisis comparativo donde distinguiré distintas dimensiones de la comunicación, apelando a elementos de los capítulos anteriores y retomando los interrogantes iniciales que orientan la investigación. Del mismo modo lo vincularé con los diversos modos de organización de los Clubes. Asimismo realizaré el análisis de la construcción de lazos sociales, y para esto, haré referencia al marco teórico-metodológico. Como último elemento de análisis, teniendo en cuenta los objetivos, hare mención a la relación centro-periferia. Finalmente, para dar cuenta del proceso complejo de la Tesis, vincularé las ideas principales de los cuatro capítulos en relación a los objetivos señalados, esto me nutrirá para realizar un esbozo de las conclusiones a las que llego a partir de esta investigación. Así también narraré circunstancias que, si bien no son nodales, atravesaron el proceso de indagación, lo cual también me conducirá a generar nuevos interrogantes, porque entiendo que la riqueza también reside en la capacidad de abrir nuevas puertas de investigación. 24 25 26 27 1.1. Marco teórico 1.1.1. Clubes Sociales y Deportivos desde la perspectiva Comunicación /cultura Esta Tesis se desarrolla en el marco de la Licenciatura en Comunicación Social, razón por la cual entiendo como primer gran eje a la comunicación, en este sentido, la propongo como transversal. En vinculación a esto, retomo las discusiones en torno a los alcances y limitaciones. En primer lugar me interesa reflexionar en torno a los medios de comunicación, por lo tanto, me pregunto si la comunicación se restringe a los mensajes emitidos por estos o si es un proceso constitutivo de las relaciones humanas, de las interacciones sociales y de las expresiones culturales. Para comenzar a arrojar luz a este interrogante me remito a Jesús Martín Barbero, referente latinoamericano de los Estudios Culturales, quien afirma que “la comunicación es un espacio estratégico para comprender algunas de las transformaciones más de fondo de nuestras sociedades” (Jesús Martín Barbero, 1987:203) En este sentido, puedo afirmar que limitar a la comunicación a lo mediático, no solo presenta una mirada estrecha, sino que aleja de entender la complejidad de los procesos sociales. Ampliar esta mirada, como lo plantea Jesús Martín Barbero, permite empezar a estudiar y a comprender la multiplicidad de los modos y formas de comunicación. Los Estudios Culturales, asimismo, estudian la complejidad de relaciones entre la construcción de hegemonía y lo emergente. Esto permite definir a la comunicación, ya no como el proceso lineal de emisión-recepción de mensajes, sino como proceso dinámico de la cultura y como práctica significante. Así también, esta corriente considera una relación dinámica entre sociedad y medios masivos de comunicación entendiéndolos como instituciones creadas por la sociedad y, del mismo modo, formadoras de lo social. Al posicionarme desde una perspectiva superadora, como la planteada por los Estudios Culturales, me incita a pensar a la comunicación 28 más allá de las manifestaciones mediáticas y de la transmisión de información. Esto, a su vez, me acerca a indagar en torno al papel que ocupa la comunicación en la construcción de las identidades, en los procesos de interpelación y de reconocimiento propios de toda práctica social. De este modo,retomo a Torrico Villanueva, quien entiende a la comunicación como “el proceso social de producción, circulación, intercambio desigual y uso de significaciones y sentidos, culturalmente situados y mediados o no por la tecnología” (Torrico Villanueva, 2006:5). En este sentido, puedo señalar que esta concepción contribuye al análisis de nuestras sociedades haciendo hincapié en las desigualdades, en las relaciones de poder y en la noción de conflicto como componente clave de las relaciones sociales. Por lo cual me aporta una perspectiva teórica y analítica en relaciones al estudio de los entramados sociales en instituciones concretas. Por otro lado, María Cristina Mata propone pensarla en vinculación con la experiencia “Vivida como experiencia, la comunicación representa el espacio donde cada quien pone en juego su posibilidad de construirse con otros” (Mata, 1995:63). En este sentido, la entiende en términos de vinculación, como puesta en común, como intercambio. Los sujetos crean las estructuras sociales que regularán sus acciones y, del mismo modo, tienen la capacidad de transformarlas. Por lo cual, analizar prácticas sociales implica estudiar las acciones donde los sujetos incorporan y significan la vida en sociedad. Esta mirada aporta al trabajo de comprender la apropiación que realizan los sujetos de espacios como los Clubes Sociales y Deportivos. Asimismo, me aproxima a pensar sobre los diferentes significados y representaciones que estos realizan. De este modo, me posibilita problematizar sobre cómo se vive y se piensa el Club, en este caso, cómo se vive y se piensa el Club Everton y el Club Atlético Social y Cultural Victoria. Por su parte Prieto Castillo, invita a reflexionar en torno a la vinculación entre el poder y la comunicación. En este sentido, expone que quienes poseen mayores recursos comunicacionales, 29 quienes disponen de las claves de los mensajes y de los medios de comunicación, logran mayor poder dentro de los grupos en que se desenvuelven (Prieto Castillo, 1990). Asimismo, entiende que la comunicación es fundamental para el desarrollo de una organización, pero más fundamental todavía es que sea compartida por todos los miembros. En esta tesis realizo una comparación de las estrategias comunicacionales de los Clubes seleccionados, por lo cual retomaré la articulación entre la comunicación y el poder poniendo en juego lo propuesto por el autor. Por lo desarrollado, comprendo a la comunicación desde las prácticas socio-culturales, por lo cual, debo hacer mención a la relación comunicación/cultura. Es precisamente la barra la que hace alusión de la imposibilidad de un tratamiento por separado de los conceptos y de la relación dialéctica que se propone. Hector Schmucler plantea pensar esta perspectiva desde una complejidad que enriquezca. “La comunicación no es todo, pero debe ser hablada desde todas partes; debe dejar de ser un objeto constituido, para ser un objetivo a lograr. Desde la cultura, desde ese mundo de símbolos que los seres humanos elaboran con sus actos materiales y espirituales, la comunicación tendrá sentido transferible a la vida cotidiana” (Hector Schmucler, 1982: 8) La cultura, siguiendo con los lineamientos generales de los Estudios Culturales, no es la descripción de la suma de hábitos y costumbres de una sociedad, en cambio, atraviesa todas las prácticas sociales y es la suma de sus interacciones. Dentro de esta perspectiva también recupero los aportes de Thompson, quien conduce a una definición “Propondré lo que podría llamarse una ¨concepción estructural¨ de la cultura, con lo cual me refiero a una concepción de la cultura que enfatiza tanto el carácter simbólico de los fenómenos culturales como el hecho de que tales fenómenos se inserten siempre en contextos sociales estructurados” (1990:149). 30 Thompson propone una perspectiva superadora de las visiones clásicas, teniendo en cuenta tanto las formas simbólicas, la constitución significativa y su contextualización social. Asimismo, esta acepción comprende que no se puede dejar de lado las relaciones de poder, el conflicto, y por lo tanto, las estructuras sociales. En consecuencia, asumo que él hombre es un ser simbólico que pertenece a una red de relaciones sociales donde se crean y recrean los imaginarios que sirven de guía para las prácticas cotidianas. El hombre, es entendido entonces, como un sujeto creativo capaz de construir su presente y su porvenir, sin perder de vista los límites estructuralmente posibles. Asimismo, Gilberto Giménez retomando a Durham, propone pensar que la cultura está en todas partes, verbalizada en el discurso, cristalizada en el mito, en el rito y en el dogma, incorporada a los artefactos a los gestos y a la postura corporal (Giménez, 1997: 78). Desde una perspectiva semejante García Canclini formula que hay que pensarla desde los marcos de la significación “Se puede afirmar que la cultura abarca el conjunto de los procesos sociales de significación, o, de un modo más complejo, la cultura abarca el conjunto de procesos sociales de producción, circulación y consumo de la significación en la vida social” (2004:32). Resumiendo, entiendo a la cultura como campo donde se libran distintas luchas por el significado de la experiencia, de la vida, del mundo y no sólo desde sus implicancias simbólicas. Lo cual contribuye para pensar el rol del Club hoy, y como se significan sus prácticas dentro de un contexto determinado. Por otro lado, me interesa preguntarme por las construcciones sociales en torno a este concepto, y por lo tanto me preguntaré por los sentidos que se le atribuyen. 2 2 Vale señalar que en el capítulo 3 desarrollaré con mayor menudencia el concepto de comunicación en relación a los objetivos de la investigación. 31 1.1.2. Crisis: procesos que atraviesan el estudio de prácticas sociales Al estudiar las construcciones y prácticas culturales, reconociéndolas desde su complejidad, retomo el concepto de crisis. En este sentido, la entiendo en términos de proceso “Como una situación tensa de duración variable que se caracteriza por la ocurrencia de una reconfiguración de fuerzas al interior de un determinado proceso – económico, social, político, cultural o del conocimiento- implica no únicamente riesgos sino también posibilidades” (Torrico Villanueva; 2011:43). En sentido amplio, es un proceso de cambios donde existe cierto grado de incertidumbre sobre los alcances y las prolongaciones. En relación a este concepto, reconozco al paso de la modernidad a la posmodernidad, como un proceso histórico de crisis y transformaciones. Es decir se modificaron hábitos, significaciones, las formas de mirar y hacer el mundo, en el marco de una serie de procesos económicos y tecnológicos. Tal como expone Ignacio Lewkowicz “La crisis actual resulta de la disgregación de una lógica totalizadora sin que se constituya en sustitución otra lógica equivalente en su efecto articulador. Lo específico de nuestra condición es que no pasamos de una configuración a otra sino de una totalidad articulada a un devenir no reglado” (Lewkowicz 2004:05) El autor propone que para poder comprender estas transformaciones hay que pensar en el cambio de paradigma de Estado a mercado. Es decir, el rol del Estado-Nación, que en la modernidad funcionaba con metainstitución articuladora, en la posmodernidad ha devenido en un rol técnico administrativo. El sujeto por su parte, ya no es principalmente un ciudadano, sino un consumidor, un cliente, un usuario. Retomando Lewkowicz, 32 no podemos hablar de un orden que ha venido a sustituir a uno precedente, se trata más bien de transformaciones en las formas del ser y del pensar vinculadas con las redefiniciones del tiempo y el espacio en tanto categorías ordenadoras de la cotidianeidad. Asimismo, Doufur (1998), en relación a la posmodernidad, menciona que esta está caracterizada por el agotamientoy la desaparición de los grandes discursos de legitimación, principalmente del discurso religioso y del discurso político (2001). En este sentido, hago referencia a la crisis de sentidos la cual se manifiesta cuando algunos imaginarios que sostenían nuestras sociedades han perdido gran parte de su potencia instituyente. “En un sector importante de nuestra cultura se ha producido un desplazamiento notable en la sensibilidad, en las prácticas y formaciones discursivas, que distingue a un conjunto de supuestos, experiencias y proposiciones posmodernos del que corresponde a una época anterior”. (Harvey, 2004: 56). Del mismo modo, debo hacer mención a una segunda crisis, que en Argentina se expresó fuertemente en el año 2001, vinculada con el agotamiento del neoliberalismo. “La crisis económica impulsó a los vastos sectores sociales afectados a incorporarse en los mecanismos de subsistencia preexistentes -incorporación a piquetes para acceder a alimentos o subsidios, recolección de residuos como cartoneros (en esto incidió también la devaluación de enero del año 2002), integración a redes de trueque donde la abundante circulación de créditos sustituyó la moneda convencional. Al mismo tiempo, el colapso institucional posibilitó la exploración autónoma de nuevas formas de acción política, como el ejercicio de la democracia directa en las asambleas barriales, y legitimó el desarrollo de formas de organización y acción hasta entonces débilmente institucionalizadas, como las impulsadas por los trabajadores en las empresas recuperadas” (Palomino, 2005:22) 33 Los cambios referidos promueven una obligada revisión del funcionamiento institucional, de los canales de participación ciudadana y del vínculo entre el Estado y la sociedad civil. Es decir, volver a repensar y releer el entramado social con sus diversas dinámicas atravesadas por estas transformaciones. Ambos procesos de crisis, (el pasaje modernidad-posmodernidad y el agotamiento del neoliberalismo) los reconozco como inconclusos y, asimismo, como ejes que orientan a las investigaciones en ciencias sociales. Por lo tanto considero que este campo de estudio no debe perder de vista las condiciones contextuales en términos generales para poder comprender procesos en espacios más específicos. Es por esto que al analizar la construcción de lazos sociales encuentro que los procesos de crisis se materializan en espacios microsociales, como los Clubes Sociales y Deportivos, las sociedades de fomento, las bibliotecas populares y las sociedades de inmigrantes. En este sentido, puedo señalar que el Club Social, enraizado en la consolidación histórica del Estado Nacional, sufrió el período de deterioro que experimentó ese sistema “los años sesenta y setenta, en consecuencia, significaron el comienzo de su decadencia” (Cáneva y Jaufret, 2007). Por otro lado, en los últimos años se ha producido un aumento tanto en la visibilidad política como en la participación más o menos activa e institucionalizada de nuevas organizaciones surgidas, a partir de diversos intereses, en el seno de la sociedad civil. Hacia finales de la década de 1990, surgieron un amplio y variado conjunto de conflictos socio-territoriales vinculados a la defensa del ambiente y la soberanía de los recursos naturales (Bonzi, 2009) que lleva a la conformación de grupos de vecinos autoconvocados, estas organizaciones emergen como formas locales de resistencia. En este sentido, como afirma García Canclini “Las nuevas formas de lucha no pueden sustituir las que seguirán desarrollándose en las instancias centrales de la producción y el poder 34 político. Pero estos espacios clásicos deben reformularse si reconocemos el cambio –o quiebre- de las relaciones tradicionales entre Estado, partidos y hegemonía, entre lo social y lo político” (1984: 78). Es por eso que es importante pensar al Club hoy como espacio de encuentro y de vinculación entre sujetos, pero asimismo preguntarse por el rol político y los espacios de comunicación que estos generan. Si bien existen nuevos núcleos de organización vecinal, como los que mencioné anteriormente, creo importante investigar en torno a qué lugar ocupa el Club en el entramado social. En este sentido también me interesa observarlo en vinculación a la relación centro-periferia. 1.1.3. Herramientas para pensar lo simbólico En este apartado me referiré al trabajo de Gilberto Giménez (1997) quien explica que los estudios de la identidad resurgen a partir de la crisis de los sistemas nacionales-estatales debido a que se recrudecen los movimientos sociales y las reivindicaciones sectoriales. En este sentido, la identidad según este autor es: un principio de distinción (representado mediante el auto reconocimiento y heteroreconocimiento); una red de pertenencias sociales (se crea en relación con la formación de otras identidades y a su vez implica relaciones desiguales, luchas y contradicciones); una narrativa biográfica (como historia de vida o relato personal que provee de coherencia y orientación intencional a la vida) o memoria colectiva De esta manera el individuo se ve a sí mismo y es reconocido como parte de una serie de colectivos, como el conjunto interrelacionados de una serie de atributos y como portador de un pasado biográfico irrenunciable. Por lo cual la identidad es individual y es también social. Asimismo, como construcción compleja, se genera en las interacciones sociales cotidianas que llevan a cabo los sujetos y, a través de las cuales, van delimitando lo propio en oposición a lo ajeno. Del mismo modo, esta no es estática, sino dinámica, y se transforma con el tiempo. De este modo, me referiré sobre la identidad desde una perspectiva 35 estrictamente relacional y situacional, atendiendo al contexto socio- histórico. En este sentido, entiendo a las identidades en vinculación al proceso de transformaciones en el orden del pasaje de la modernidad a la posmodernidad “Las identidades modernas eran territoriales y casi siempre monolingüísticas. Se fijaron subordinando a las regiones y etnias dentro de un espacio más o menos arbitrariamente definido, y oponiéndolas -bajo la forma que le daba su organización estatal- a otras naciones. Las identidades posmodernas son transterritoriales y multilingüísticas. La cultura de la ciudad es lugar de intersección de múltiples tradiciones nacionales, a su vez reorganizadas por el flujo transnacional de bienes y mensajes” (Canclini 1999: 30). En tal sentido el pasaje de un orden social moderno a uno posmoderno repercute en las diversas configuraciones de las identidades colectivas. Es decir, este descentramiento se puede ver en el interjuego de lo social e individual, y en el marco de estas transformaciones, se produce la multiplicación de las referencias desde las cuales los sujetos construyen sus identidades sociales. En la actualidad hablar de identidad implica hablar de migraciones, movilidades, de instantaneidad y desanclaje, y ya no tanto de raíces, territorio, memoria y tradición. Esto significa que se pueden generar diferentes adscripciones identitarias según sea la relación que se mantenga con la configuración de imaginarios nacionales y trasnacionales. En vinculación a lo desarrollado hago referencia al concepto de imaginario, principalmente trabajado por Cornelius Castoriadis, entendiéndolo como un instrumento de interpretación de las construcciones sociales y como herramienta analítica para la comprensión del universo de representaciones simbólicas que caracterizan a una determinada sociedad. “Lo imaginario del que hablo no es imagen de. Es creación incesante y 36 esencialmente indeterminada (social-histórica y psíquica) de figuras/ formas/imágenes, a partir de las cuales puede tratarse de <alguna cosa>. Lo que llamamos <realidad> y <racionalidad> son obras de ello” (Castoriadis, 1974:29). En este sentido, se puede identificar como significaciones delimaginario social tanto a los espíritus y a Dios, como al ciudadano, al Estado, al barrio y el Club. Por lo cual indagaré en las construcciones del imaginario que atraviesan a los Clubes Sociales y Deportivos seleccionados. Principalmente me preguntaré por las significaciones en torno a la comunicación y a la cultura, ya que es pertinente al campo de investigación al cual se adscribe esta Tesis. Para esto también retomaré lo expuesto por Ignacio Lewkowicz quien propone pensar que las ficciones otorgan consistencia discursiva a un lazo social que se constituye como precario e instituido, pero que sin embargo se habita como verdadero y hasta como sustancial cuando todavía no ha mostrado su agotamiento (Ignacio Lewkowicz 2004: 26). En relación a esto, se entiende como ficciones a estas grandes entidades discursivas que organizan y dan consistencia al lazo social. Teniendo en cuenta esto, indago sobre los imaginarios que atraviesan al Club. Así también cómo se construyen los lazos sociales desde una perspectiva simbólica, qué discursos los fomentan y cuáles atentan contra ellos. Para esto tengo en cuenta las concepciones teóricas puestas en relación con las observaciones realizadas. Este análisis busca complejizar el estudio de las instituciones vinculando los aspectos más materiales con una mirada anclada en lo simbólico. 1.1.4 Institución, Estado y Club La institución, teniendo como referente a Castoridadis, es lo que mantiene unida a una sociedad, por lo cual investigarlas toma relevancia en la labor de indagar las prácticas sociales. En este sentido, el autor propone pensarlas como “Las normas, valores, lenguaje, instrumentos, procedimientos y 37 métodos para tratar con las cosas y hacer cosas, y, desde luego, también como el yo individual, en el tipo y la forma tanto particular como general (por ejemplo, las distinciones: hombre/mujer) que se le da en cada sociedad.” (Castoriadis, 1986: 3) Asimismo, Schuarstein (1998) explica que son cuerpos normativos jurídicos-culturales compuestos por ideas, valores y creencias, leyes que determinan las formas de intercambio social. Estas se manifiestan a través de la existencia de modelos hegemónicos, que son los que adquieren dominancia epistemológica e institucional en una formación económica y social determinada. En la modernidad el Estado funcionaba como institución central: se configuraba como garante de la puesta en cadena de las instituciones, como mega institución y como organigrama del conjunto de instituciones que él mismo crea y regula. Lewcowicz explica que el Estado tenía un rol de coordinador, por lo cual los sujetos pasaban por la escuela, por la fábrica, la oficina, el hospital, el cuartel, es decir, por distintas situaciones pero todas estas estaban regidas por la misma lógica (2004:104). Esto configuraba un modelo de tipo funcionalista, es decir, las instituciones conformaban un conjunto solidario, orgánico y funcional al sistema que las envolvía: el Estado. Asimismo, este creaba al ciudadano, al alumno, al padre, al maestro, al obrero, los moldeaba y los hacía miembros de él. El Club Social, precisamente, nace en este entramado y dentro del proceso político de consolidación del Estado Nacional argentino. Este período se lo enmarca entre los años 1880 y 1930 (Cáneva y Mendoza Jaufret, 2007). Estas instituciones son comunitarias pero no dependen del Estado, sin embargo, su estructura guarda relación con el modelo de organización burocrático estatal: reglamentos, estatutos, organización jerárquica de autoridades, pautas de disciplina, protocolo, rituales institucionales, celebraciones tradicionales, símbolos, procedimientos de representación democráticas, etc. El periodo histórico mencionado está caracterizado por el aluvión inmigratorio, Argentina era uno de los países elegidos por los 38 inmigrantes que huían de la guerra y el hambre en sus países de origen. Este proceso dio como resultado una población diversa, fluida e inestable. En relación a esto la mayoría de los inmigrantes comenzaron a crear vínculos muy estrechos con los miembros de su colectividad, fomentando la amistad y la solidaridad entre vecinos. Una de las principales instituciones que asumió las funciones de solidaridad y cooperación fue el Club Social. Por lo cual, uno de los primeros fines de este tipo de institución fue crear lazos sociales y fomentar el encuentro. Posteriormente se ampliarían e incluirían fines deportivos teniendo en cuenta la idea de “mente sana en cuerpo sano” muy vigente en esos tiempos. Por lo tanto comenzó un proceso de transformaciones en los modos de pensar y vivir las relaciones comunitarias. El “período de apogeo” (Cáneva y Mendoza Jaufret, 2007) se ubica en las décadas de 1930 hasta 1960. En esta época el Club Social constituía el espacio de reunión de los vecinos, generando por un lado un fuerte sentido de pertenencia identitaria y por otro lado la consolidación de lazos solidarios entre sus miembros. Asimismo, en esta etapa se daba una dinámica por la cual se congregaba a personas de todas las edades, sin cortes intergeneracionales. Trabajar con/para el Club implicaba hacerlo por el barrio, lo que llevaba a una doble satisfacción. El periodo de “deterioro” (Rosboch, 2006) se desarrolló principalmente en la décadas de 1960 y 1970, cuando el Club Social comenzó a transitar su etapa de decadencia. Esto se puede relacionar, por un lado, a que el país se sumergió paulatinamente en el modelo neoliberal, lo que significó un crecimiento de prácticas individualistas. Por otra parte, los gobiernos dictatoriales y sus políticas represivas, contribuyeron al repliegue de la sociedad al ámbito privado. En este sentido, se vieron atentadas las actividades realizadas en los espacios públicos y las prácticas relacionadas a lo comunitario. En la actualidad, los procesos que atraviesan al Club son disimiles, y asimismo estos construyen diversas dinámicas. La situación actual de este tipo de institución es diferente en relación a políticas 39 particulares adoptadas. Por lo tanto, se pueden observar relaciones distintivas en los vínculos entre los Clubes Sociales y los barrios de referencia, según sea la posición que adopte la comisión directiva en cuanto a las metas y objetivos a seguir. A groso modo, puedo distinguir una corriente de privatización, ligada al comercio y por otro lado una que defiende el asociacionismo. Asimismo distingo la existencia de diversos matices a partir de estas dos referencias. Creo importante tener en cuenta estos parámetros a la hora de realizar la investigación ya que complejizan la lectura que puedo hacer en términos de posicionamiento institucional. Así también, busco problematizar en torno a qué tipo de lazos sociales generan hoy los Clubes seleccionados. Esto se consolida ya que considero que la importancia de estudiarlos está dada en que estos espacios conceden la capacidad de propiciar diálogos transgeneracionales, interculturales, la creación y transformación de subjetividades, la apropiación identitaria y el compromiso cívico- político. 1.1.5 Distintos niveles del escenario donde se desarrolla el club Otro concepto que me interesa profundizar es, precisamente, el escenario de esta investigación: la ciudad. En ese sentido me refiero no solo a una aglomeración de individuos, de servicios, de calles y edificios. “La ciudad es sobre todo un estado de ánimo, un conjunto de costumbres y tradiciones, de actitudes organizadas y de sentimientos inherentes a esas costumbres, que se transmiten mediante dicha tradición” (Ezra Park, 1999:49) Es en estos espacios donde los sujetos se relacionan, se ponen de acuerdo, circulan, transitan. La ciudad, por lo tanto, la entiendo como: un espacio que se transforma; donde se configuran diferentes 40 dinámicas; donde aparecen nuevos sentidos y otros quedan ocultos; espacio donde coexisten múltiples campos de interaccióny temporalidades. En este sentido, me propongo pensar a la ciudad en el contexto actual de globalización “Las grandes ciudades se convierten en lugares estratégicos, no solamente para el capital global, sino también para el trabajo de los emigrantes y para la constitución de comunidades e identidades translocales” (Sassen, 1995). La ciudad viene experimentando un profundo proceso de reestructuración en relación a la globalización, así también se ve atravesada por el cambio y desarrollo tecnológico, como por la urbanización acelerada. De esta forma, como desarrollaré más adelante, debo señalar que La Plata es una ciudad con una notoria presencia de inmigrantes desde su fundación hasta la actualidad. Asimismo, la urbanización en un principio estuvo relacionada con la presencia del puerto y por ser capital de la provincia, luego tuvo una gran influencia la Universidad Nacional, ya que hasta el presente es un punto nodal en lo que respecta a lo habitacional. Por su parte Reguillo Cruz propone indagar la relación entre la ciudad y la cultura, lo cual complejiza la mirada analítica y me significa un aporte para esta investigación. La autora plantea pensarla como el espacio donde se dan las principales prácticas culturales, las interacciones sociales cotidianas. Espacio para las interacciones, pero donde se gestan y ponen en juego los universos simbólicos: las identidades, las memorias, los saberes, las competencias (2000). La ciudad, entendida como una red de comunicación que interpela a los actores de diversas maneras. Esta mirada permite cuestionar las teorías que concebían a la ciudad como un mero horizonte espacial o como imperativo territorial y posibilita comprenderla como un espacio pluridimensional en el que coexisten identidades, imaginarios, representaciones y proyectos diferenciados (Silva Téllez, 1993). 41 Asimismo, debo señalar que dentro de la ciudad existe un devenir de los espacios públicos tradicionales y un proliferamiento de espacios construidos según la lógica del mercado. En estos escenarios el acceso está determinado por las posibilidades económicas y el consumo, así también, la lógica que reina es la del individualismo y la fragmentación. En contraposición los Clubes Sociales buscan promover la interacción y el compromiso colectivo, por lo cual estudiarlos implica comprender el entramado social en los que están inmersos. Por otro lado, geográficamente la ciudad no es un todo homogéneo, es una constelación de áreas, cada una de las cuales posee su medio característico y ejerce una función específica en la globalidad de la ciudad. En este sentido identifico al Club Everton como parte del casco urbano o centro de La Plata y al Club Atlético Social y Cultural Victoria como espacio enraizado en la periferia. En este sentido retomo a Robert Ezra Park “La periferia es, aparentemente, una mera extensión de la comunidad urbana. Cada suburbio, en su avance hacia el campo, tiende a asumir un carácter distintivo de todos los demás. La metrópolis es, en cierto modo, un enorme mecanismo de selección y de filtro que, de acuerdo a formas aún no completamente comprendidas, selecciona infaliblemente entre el conjunto de la población los individuos más convenientes para vivir en cada sector y medio urbano particulares. Cuanto mayor sea la ciudad, más numerosos y específicos serán los suburbios. La ciudad crece por expansión, pero mantiene el carácter selectivo y segregativo de su población, de tal modo que cada uno encuentra al final el lugar en que puede vivir o donde debe hacerlo” (Ezra Park, 1999: 120) Como se desarrollaré más adelante el Club Atlético Social y Cultural Victoria, se encuentra en los límites entre la ciudad de La Plata y Villa Elvira, sin embargo los sujetos que viven el Club lo identifican como “villa elvirense”, dotándolo de sentidos de pertenencia barrial lo cual remarca la dimensión simbólica del territorio. Lo expuesto conduce a señalar que existen en la ciudad unidades 42 espaciales bien delimitadas que los sujetos habitan y significan: los Barrios. En este sentido, retomo a Gravano (1991) quien expone que más allá de toda verificación fáctica, hay que buscar la significación social del barrio. Por lo cual entiendo que las fronteras se marcan por las prácticas de los sujetos y están ligadas a diferentes esferas de la vida social: el trabajo, el ocio, la entrada y salida de la ciudad, la religión, la educación, la salud y el deporte. “Sobre esas fronteras intervienen los relatos y los agentes de la tradición, interviene el club o la sociedad de fomento, el comedor popular, el municipio, la parroquia, la comisaría. Pero también otros agentes, como por ejemplo las inversiones inmobiliarias, que pueden pretender comprimir y expandir las fronteras barriales en función de cambios urbanos e intereses económicos” (Grimson, 2009: 13) El barrio se configura como un escenario construido por diferentes actores, que crean y recrean imágenes, maneras de nombrarlo, de identificarlo y de intervenir en él. En su entramado se encuentran tanto instituciones tradicionales como los Clubes Sociales como formaciones más novedosas como lo son las organizaciones de Vecinos Autoconvocados. Los barrios son entidades vivas que se fundan en los vínculos del parentesco, en la cotidianeidad de los vecinos que trascienden las generaciones, en los ritos y códigos. Estos elementos conforman la identidad un colectivo social determinado. En relación a la cultura barrial Jesus Martin Barbero propone pensarla como configuración compleja “Desde tres tipos de ámbitos distintos se va a configurar esa cultura barrial: los constituidos por factores ajenos, como la escuela; los que constituidos desde fuera son sin embargo dotados de significación propia, como el café; los que son creación en buena medida autónoma de los sectores populares, cerno las bibliotecas y los clubs” (Martín Barbero, 1987: 213). 43 Por lo cual estudiar las prácticas de los Clubes Sociales y Deportivos conlleva mapear al barrio. Asimismo, el análisis barrial implica pensar en el modo de estar juntos de los sujetos, en los vínculos que crean y recrean, en los proyectos colectivos que construyen y en los lazos sociales que tejen. Es por esto que creo que la articulación barrio-Club es un eje para entender las dinámicas de la ciudad. Los conceptos desarrollados, configuran entonces un gran marco general desde donde comienzo a pensar y a analizar los espacios seleccionados. Del mismo modo, son los que orientan nuevas preguntas, porque puestos en relación son precisamente provocadores de interrogaciones y relecturas. Asimismo, considero que la capacidad de vincular las concepciones teóricas con aspectos de la vida cotidiana desde una mirada compleja es enriquecedora para entender los procesos sociales. 1.2 Marco Metodológico 1.2.1 Desde de donde y como se realizó la investigación A la hora de pensar en la investigación, entiendo que esta supone un proceso que involucra una serie de decisiones y prácticas por las cuales conocemos, analizamos, explicamos, interpretamos un determinado tema (Piovani, 2007:71). En este sentido, la primera gran decisión es desarrollarla desde el marco teórico-metodológico cualitativo. Al estudiar procesos sociales, prácticas, representaciones y significaciones, esta modalidad permite el abordaje del objeto de estudio desde una postura reflexiva e interpretativa. Desde la metodología cualitativa, la información es recogida mediante pautas flexibles, la intención es comprender la situación que efectúa el propio actor social y vislumbrar el significado que éste da a su conducta. En este sentido se estudian prácticas concretas para dar cuenta de procesos más generales como, por ejemplo, los procesos de crisis que se dan en contextos más amplios. Para iniciar este camino de investigación donde indago sobre los 44 procesos comunicacionales de los ClubesSociales, como primer paso decidí trabajar con dos instituciones ya que esto me conduciría a realizar una comparación, dándome como resultado un análisis complejo de la temática. En las consideraciones para la elección de los Clubes tuve en cuenta tanto la localización (centro-periferia) como el contexto de fundación. Es decir, la elección fue orientada para trabajar con instituciones ancladas en contextos territoriales diferentes y que ambas tengan una historia de larga data, para poder comprender los procesos socio-históricos de conformación y de perduración. En cuanto al Club Everton fue fundado el 9 de abril de 1905 bajo el nombre de “Club Atlético 25 de Mayo”. Su ubicación fue fluctuando, aunque manteniendo la zona céntrica de La Plata, hasta que en 1936 se instalaron en calle 14 número 1528 entre 63 y 64, dirección que conservan hasta la actualidad. El Club Atlético Social y Cultural Victoria está ubicado en diagonal 73 número 35 entre 119 y 120, y se fundó el 20 de abril de 1939. En cuanto a Everton, la elección también fue condicionada por el acercamiento personal a lo largo de la Licenciatura. En el caso del Club Atlético Social y Cultural Victoria, la primera aproximación fue a través de mi labor en la Cátedra “Cultura Populares y Deporte”. Para llevar acabo el trabajo de campo, hice hincapié en actividades con características etnográficas y en entrevistas en profundidad. Asimismo realicé una descripción profusa de los barrios en los cuales están enraizados los Clubes Sociales seleccionados para el análisis. Esto tarea me permitió caracterizar las zonas de influencia teniendo en cuenta: la infraestructura, el tránsito de peatones y vehículos, los tipos y rubros de comercios, las instituciones (privadas y públicas), los murales y pintadas. En relación a las observaciones desarrolladas en los Clubes realicé tanto no participante como participante. Paro esto contemple los aportes de Rosana Guber quien explica que la observación participante “consiste en dos actividades principales: observar sistemática y controladamente todo lo que acontece en tomo del investigador, y participar 45 en una o varias actividades de la población (…) La ‘participación’ pone el énfasis en la experiencia vivida por el investigador apuntando su objetivo a ‘estar adentro’ de la sociedad estudiada” (2001:22). Por lo cual tuve en cuenta el contexto situacional para desarrollarlas desde una perspectiva participante o no. A partir de esto lleve a cabo una observación de las condiciones edilicias en las que se encontraban los Clubes. Este trabajo me permitió conocer todos los espacios físicos, la distribución (de administración, de formación, de uso común), asimismo, conocer las condiciones de mantenimiento de la infraestructura. Para profundizar esto, lleve a cabo observaciones de los espacios que utilizan los Clubes por fuera de la sede central. Estas actividades fueron plasmadas en cuadernos, mediante notas de campo, en grabaciones sonoras propias y en fotografías. Esta labor fue pensaba en relación a la sistematización de la información y para ser funcional en el análisis de la misma. La relectura y reelaboración de estas notas, me acercaron a construir una mirada de las instituciones de y de sus zonas de referencia. Asimismo, el trabajo realizado contribuyó a la selección de informantes claves de ambas instituciones. Una vez identificados los sujetos, emprendí la realización de entrevistas. En este sentido, también retomé a Rosana Guber quien define que la entrevista en las ciencias sociales es presentada como una relación diádica canalizada por la discursividad. En los hechos, actitudes, opiniones o recuerdos, el investigador obtiene materiales y brinda sus consignas al informante a través de la palabra. La autora considera que “la categorización diferida se concreta, en primer lugar, en la formulación de preguntas abiertas que se van encadenando sobre el discurso del informante hasta configurar un sustrato básico, el marco interpretativo del actor. Éste tipo de diálogo demanda un papel activo del entrevistador, por un lado, al reconocer que sus propias pautas de categorización son algunas de las posibles pero no las únicas, y, por el otro, al identificar los intersticios del discurso del informante en 46 donde ‘hacer pie’ para penetrar en su interior, para reconocer/ instruir la lógica del actor. En la entrevista antropológica, el investigador formula preguntas pero lo que obtiene por respuesta se transforma en sus nuevas preguntas. Categorías y conceptos, prioridades e intereses del investigador se mantienen pero se relativizan” (Guber, 2004:140) En relación a esto las entrevistas fueron efectuadas a través de pautas flexibles, atendiendo a las características de cada entrevistado y de cada situación donde se realizó la misma. Mediante estas pude acceder a historias personales y de las instituciones, a información relacionada con las actividades, a las significaciones de los sujetos (puntualizando en la comunicación la cultura y el Club). Los entrevistados fueron dirigentes, socios, profesores, vecinos del barrio, bibliotecarias y periodistas (abocados al tema). Posteriormente, llevé adelante una búsqueda de reglamentos o estatutos del club así como actas de las reuniones de la comisión directiva. En este sentido, indague en relación a qué rasgos de los Clubes continúan y cuales cambiaron, también en tono a rupturas identitarias, generacionales y barriales. Del mismo modo realicé un relevamiento de las estrategias comunicacionales reconocidas que desarrollan las instituciones seleccionadas para el análisis. Para esto analicé documentos y materiales de difusión de los Clubes (carteleras, folletos, gacetillas, páginas web, perfiles de facebook). Mediante este ejercicio busqué problematizar en torno a cómo realizan la estrategia comunicacional asimismo indagué relación a quién quieren comunicar y sobre qué. Del mismo modo observé los elementos de comunicación no reconocidos por parte de los miembros. Para dar cuenta de esto también observé los imaginarios que atraviesan al Club en torno a la cultura y comunicación. También lleve a cabo un relevamiento en medios de comunicación ajenos a las instituciones seleccionadas, para dar cuenta de la presencia mediática. Asimismo, una vez concretado el trabajo etnográfico realicé la sistematización de los datos obtenidos. A esta sistematización la 47 concibo si perder de vista a la perspectiva cualitativa, y para esto retomo a Cosude (2004) quien la caracteriza como “una modalidad de investigación cualitativa que busca reconstruir e interpretar experiencias privilegiando los saberes y el punto de vista de los participantes. La sistematización de experiencias es una posibilidad de generar espacios de reconocimiento e interlocución entre diferentes actores del proceso; de complejizar la lectura de la realidad y potenciar capacidades conceptuales, metodológicas y organizativas de las personas y las organizaciones e instituciones involucradas” (2004:12) En el transcurso de esta tarea fui confeccionando un cuadro donde sintéticamente desarrolle las principales características de lo observado en cada institución. Posteriormente lleve a cabo un trabajo comparativo de las estrategias de comunicación de los Clubes analizados, en este sentido, también elaboré un cuadro donde plasmé los factores más relevantes, creando una forma práctica y dinámica para dar cuenta del análisis desarrollado. Asimismo, la sistematización estuvo guiada por el análisis interpretativo lo cual en suma significó acercarme a las primeras conclusiones. La vinculación con el marco teórico además significo poder darle una mirada compleja a aspectos de la vida cotidiana. Retomando los objetivos propuestos y lo analizado a lo largo de la Tesis, pude manifestar las conclusiones aproximadas y, del mismo modo, generar nuevos interrogantes que abren nuevas puertas deindagación. El proceso de investigación, además, fue llevado a cabo con el asesoramiento continuo de la Directora y Co-directora, como así también, de los integrantes de LILSU (Laboratorio en Investigaciones de Lazos Socio Urbanos). En este sentido, las reuniones regulares con este grupo, fueron fuentes de consultas y reflexión. Así también las instancias promovidas desde este espacio (charlas, jornadas, simposios) fueron desafíos donde pude realizar trabajos en vinculación con esta temática, lo que enriqueció al trabajo en general. 48 49 50 51 2.1 Aproximaciones al Club Everton 2.1.1 La institución en el entramado de La Plata La ciudad de La Plata nació el 19 de noviembre de 1882 y fue pensada como una ciudad higienista según el concepto de aquella época. La fiebre amarilla había azotado a los pobladores de Buenos Aires, que para ese entonces eran mayormente inmigrantes instalados en asentamientos. La falta de provisión de agua potable y la contaminación de las napas por los desechos humanos fueron los factores que principalmente condujeron a la catástrofe. Por estos motivos Dardo Rocha ideo una ciudad para que cumpla el rol de capital de la provincia, y en esta labor retomó ideas europeas, para poder superar las condiciones de vida que reinaban en la época. “Se debía cambiar la manera de vivir en comunidad, de tomar ciertas previsiones, y estaba la oportunidad, por primera vez en la Argentina de crear una <ciudad pensada>” (Abrodos, 2012:17) Lo que venía de Europa era de avanzada y esos conocimientos se aplicaron en la formación de La Plata. Lentamente se empezó a trabajar en los edificios públicos y la ciudad comenzó a emerger. Se tuvo como referencia un diseño cuadrado, con calles ordenadas por número, plazas estratégicamente situadas y diagonales que perduran hasta la actualidad como atributo particular de esta urbe. En agosto de 1905, el doctor Joaquín Víctor González fundó la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), esta surge como una institución moderna, alejada de la impronta academicista característica de las tradicionales casas de altos estudios “La universidad por un lado, el asiento de la administración bonaerense por el otro, el puerto flamante, sus hornos de ladrillos, los maestros artesanos, el cinturón de quintas y granjas que ceñía el dibujo fundacional, fueron tejiendo un perfil no solo cultural sino también productivo” (Municipalidad de La Plata , 1997: 23) 52 Hasta el presente la UNLP es una de los mayores rasgos distintivos de la ciudad, estimulando la llegada de una gran cantidad de estudiantes de todo el país. Asimismo, fomentando un circuito de espacios de recreación (Teatros, Centros Culturales, Bares, Radios y Clubes). Asimismo, esta institución funciona muchas veces como nexo articulador entre estos espacios. Hoy es la quinta ciudad más poblada del país después de Buenos Aires, Córdoba, Rosario y Mendoza. Según el Censo Nacional de 2010 tiene 649.613 habitantes y el Gran La Plata (compuesto por los partidos de La Plata, Ensenada y Berisso) tiene un total de 894.253. Siguiendo lo propuesto por Cáneva y Mendoza Jaufret (2007), la ciudad cuenta con 79 instituciones barriales, mayormente Clubes Sociales y Deportivos. El Club Everton es una de ellas, el mismo está ubicado en la calle 14 entre 63 y 64. En este sentido, creo importante señalar que para comprender la complejidad que inviste a la institución es necesario situarlo en relación al espacio urbano que la circunda, así como las principales dinámicas que componen ese panorama. Everton, fue fundado en 1905 en las inmediaciones del Parque Saavedra, uno de los más grandes del casco urbano y con mayor tránsito de personas. Este espacio verde, que abarca el predio desde la calle 12 hasta la 14 y de 66 hasta 68, se denomina de esta manera en memoria del presidente de la primera junta, pero no siempre tuvo este nombre, sino que también fue nombrado como “Francisco Uriburu”. El parque cuenta con diversas obras escultóricas, un lago artificial, un espacio cerrado, múltiples variedades de árboles, una calesita, juegos para niños y una pequeña virgen. Asimismo tiene una biblioteca“A partir de la historia de una nena con cáncer y su mamá, que pasaban muchas horas en el parque <por su proximidad con el hospital de niños> se armó un biblioteca” (Arbodros, 2012:154) La biblioteca se conformó a través de la iniciativa de padres de niños que asisten al Hospital Interzonal de Agudos Especializado en Pediatría “Sor María Ludovica” ubicado en calle 14 entre 65 y 66. Esta institución es de máxima complejidad y está orientada 53 a la atención pediátrica. En este espacio se desarrolla actividad asistencial, de docencia y de investigación, por lo cual tiene una circulación constante de personal médico, de pacientes, familiares, estudiantes y organizaciones sociales que trabajen en él. Asimismo, el escenario del barrio donde se encuentra el Club Everton, está atravesado por la Avenida 13, donde el tránsito de vehículos particulares, de transporte público y de peatones es constante, ya que es una de las avenidas centrales de la ciudad. Además, sobre calle 12 entre las calles 54 y 61, se encuentra un núcleo de comercios de indumentaria, de decoración, mueblerías, reustaurantes, por lo cual, en estas cuadras, los días hábiles hay una gran densidad de transeúntes. El tipo de arquitectura que predomina en esta zona, son los edificios, mayormente de menos de veinte años de antigüedad. La altura de los mismos varia, encontrando desde una planta, hasta torres de doce pisos. La mayor parte de estos son habitados por estudiantes y empleados comerciales, que residen principalmente entre dos y ocho años. Del mismo modo, hay múltiples construcciones, que conllevan a que numerosos trabajadores circulen por el barrio. Igualmente hay diversos comercios, cercanos al Club, como Deliverys de comida, estudios de danza privados, centros de estética. En 13 entre 58 y 59 se encuentra el Club Atenas, uno de los más grandes de La Plata, que además de tener actividades deportivas, en este espacio se desarrollan recitales, encuentros multitudinarios, presentaciones políticas y, de igual manera, es reconocido por su Restaurante. En 13 y 60 se ubica la plaza Máximo Paz, donde existe un puesto de comida rápida, juegos y bancos maltratados. Alrededor de esta plaza se encuentra la Escuela Media Número 2 y el Jardín de Infantes Número 943, ambas de carácter público. Asimismo se encuentran en la zona las siguientes instituciones educativas privadas: Colegio Monseñor Alberti ubicada en 19 y 63; Manuel Estrada (dependencia de la Universidad Católica) en Calle 58 entre 12 y 13 ; Escuela Popular Israelita Domingo Faustino Sarmiento situada en calle 11 entre 58 y 59. 54 En este sentido, puedo afirmar que lo característico del espacio donde está enraizado el Club Everton es el flujo constante en distintos niveles: de transito, de peatones, de nuevos residentes y comerciantes. Resultando entonces, un barrio dinámico con construcción de lazos sociales transitorios con un fluctuante arraigo histórico y con menor representación de lo emotivo. Del mismo modo hay diversas instituciones educativas y formativas de carácter privado, lo cual conforma un entramado donde el acceso a ciertas prácticas está ligado a las condiciones económicas personales. Por lo cual entiendo que lo propio de esta zona, está relacionado con lo estrictamente citadino, siendo los movimientos y los flujos los ejes que articulan las prácticas. Mapa del casco urbano platense: Ubicación del Club Everton (Calle 14 número 1528 entre 63 y 64) Calle 12, zona comercial concentrada Avenida 13, transitada constantemente Parque Saavedra 55 2.1.2 Proceso histórico del Club Everton El 9 de abril de 1905 un grupo de personas fundan el “Club Atlético 25 de Mayo”, ubicado en la calle 16 número 1244 casi esquina 58. Estosson los pasos iniciales de lo que después sería el Club Everton. Los primeros en construir las bases fueron los jóvenes del barrio que buscaban nuclearse en una institución. Entre 1905 y 1912, cuando aun estaban conformándose, se dedicaron exclusivamente al fomento futbolístico. Siendo este deporte el eje más importante dentro de las actividades a lo largo de la historia del Club. La transformación de su nombre se debe a un partido que se disputo entre Alumni y Everton de Inglaterra, donde los ingleses salieron victoriosos mediante una “goleada”. Luego de este episodio los jóvenes platenses se inspiraron en esta hazaña deportiva y cambiaron su denominación a “Everton Platense” luego paso “Club Atlético Everton” y finalmente “Everton”. Los colores del escudo también fueron Escudo actual de Everton (colores originales: Azul y amarillo) 56 escogidos como fruto de este acontecimiento. El apodo “El Decano” es relación a la figura de autoridad dentro de una Universidad, teniendo en cuenta la proximidad geográfica con la UNLP. En relación a las instalaciones también tuvieron algunas modificaciones: “La primera sede estaba ubicada en calle 16 número 1244 esquina 58, donde se mantuvo hasta el año 1926, luego se traslado a la calle 14 número 1432 entre 61 y 62, allí estuvo hasta 1936, porque los dirigentes resolvieron alquilar el inmueble de 14 número 1528 entre 63 y 64, donde instalaron al frente su Secretaria y un pequeño Bar” (Katz, 2005: 10) El 18 de junio de 1950 fue inaugurado el nuevo edificio, donde sigue funcionando hasta la actualidad, en el mismo predio que se desarrollaba el Club desde 1936, pero con nuevas y mejores instalaciones. Para ese entonces incorporaron las actividades: pelota- paleta, bochas, ajedrez, basquetbol, tenis de mesa, pesca. En 1947 fundan la biblioteca popular: “La propuesta consistía en brindar al barrio del parque Saavedra un sector cultural de atracción al vecino, como por ejemplo: leer un libro, una revista, un diario, y también ofrecer un lugar de encuentro y esparcimiento para el intercambio de ideas” (Katz, 2005:11) La biblioteca fue llamada “Mario Leonardo Sureda” en homenaje al escritor, periodista deportivo y poeta de esa época, quien además, era muy amigo de los miembros del Club. “Mario era un gran amigo del Club, él, y toda su familia. Es el día de hoy que los nietos siguen viniendo y haciendo donaciones para la biblioteca” (Olga, Bibliotecaria de Everton) En la los primeros años de la década del 50´, periodo de auge de los Clubes (Cáneva y Jaufret, 2007), Everton contaba con su recién inaugurado edificio por lo cual fue el escenario de campeonatos de 57 ajedrez, de festivales para las fechas patrias, de fiestas de carnaval, de peñas y de las “veladas danzantes” (Katz, 2005). “Las personas que fomentan las milongas del Club Everton aprendieron a danzar en los tiempos dorados del club social, bailes de salón donde conocieron a sus parejas y amigos entre las calles que delimitan el barrio.” (Rosboch 2006:137) En 1955, dentro de Everton se escondieron fotos de varios líderes políticos como la de Juan Domingo Perón. Asimismo, durante el proceso militar, se prohibieron libros dentro de la biblioteca, y hubo un retraimiento de las actividades. En este sentido, se pueden vincular las transformaciones a nivel político-social con las formas de los vínculos sociales. Por lo cual, puedo afirmar que los procesos mencionados eclosionan en el tejido social y en las instituciones, posibilitando un lazo social más débil y de “puertas para adentro”. Por tanto, “El Decano” también fue atravesado por estas condiciones, lo que se manifestó en un retroceso de sus prácticas y una menor participación de los vecinos. Como contexto general el Club Social, institución enraizada en el marco de la consolidación del Estado Nacional, sufrió el comienzo de su decadencia en el mismo período que el sistema benefactor comenzó a deteriorarse. Los años 60´ y 70´, resultaron ser la bisagra en un proceso de transformaciones en diferentes niveles. Por un lado, el pensamiento neoliberal fue avanzando en lo referido a lo político- económico, lo que llevó a restringir el rol de los gobiernos a una mediación. Los espacios públicos tradicionales sufren un retraimiento en relación a la proliferación de espacios fundados según la lógica del mercado y construidos por entidades privadas. Estos cambios, asimismo, son producidos dentro del contexto macro del pasaje de una sociedad moderna nacional a una posmoderna transnacional. En relación a esta, Doufur menciona que está caracterizada por el agotamiento y la desaparición de los grandes discursos de legitimación, principalmente del discurso religioso y del 58 discurso político (2001). Sumado a estos apremios, Everton perdió la categoría en la liga amateur platense de fútbol en 1980, razón por la cual una importante cantidad de socios se alejaron del él. Ocho años después pudieron obtener pertenecer a la liga nuevamente, y así tuvieron un distinto resurgir como institución en un nuevo contexto de democracia. Asimismo las dificultades siguieron existiendo “Los años ‘90 para Everton, como para la mayoría de los clubes fue difícil, había que remarla mucho. Si bien veníamos de décadas más jodidas, para ese entonces el club había decaído mucho y había que levantarlo” (Gonzalo Uranga, presidente de Everton) ’’ En vinculación a los procesos mencionados y a lo expresado por Gonzalo Uranga, entiendo que las instituciones barriales dan cuenta de las transformaciones anteriormente nombradas ya que se vieron atravesadas por estas. Es decir, el contexto de crisis se puede observar en tanto en niveles analíticos amplios como en espacios microsociales. En el correr de los años Everton siguió fortaleciendo su aspecto deportivo, principalmente lo relacionado con el fútbol, asimismo, incorporó el restaurante y el gimnasio, sin embargo eliminó la pesca y el tenis de mesa, el espacio de bochas se mantuvo pero nadie se ocupó de esta disciplina. Esto significó un giró en la oferta de prácticas, por lo cual hubo triple movimiento de socios: algunos “evertonianos” se adaptaron a las nuevas actividades, otros optaron por retirarse del Club, y por último, un nuevo grupo de personas que se acercaron a la institución. En el año 2001 se conformó un nuevo grupo de comisión directiva, liderada por Marcelo Mazzacane y compuesta mayormente por hombres de 30 años de edad quienes se dispusieron a trabajar en Everton. La mayoría de ellos siguen participando hasta la actualidad, como el caso de Gonzalo Uranga actual presidente. “Conformamos una comisión directiva de gente medianamente joven, 59 mechada con gente grande que hace mucho tiempo estaba en el Club y bueno a partir del 2002 a la fecha venimos conduciendo la institución” (Marcelo Mazzacane, ex presidente de Everton) Esta comisión mantuvo una línea de interés vinculada a lo deportivo, fomentando y buscando fortalecer, principalmente, lo relacionado a la práctica futbolística. Asimismo se enfatizó en la participación de la Liga amateur Platense. “Nosotros lo que buscamos es la mayor participación de deportistas en el Club (de jóvenes y niños). También hacer las actividades lo más participativas que se puedan, y si estas llevan a un nivel competitivo e importante, mejor” (Gonzalo Uranga, presidente de Everton) Por otro lado, el 9 de abril de 2005, en el marco de los festejos del centenario, el Club obtuvo un predio cedido por la Legislatura Provincial ubicado en calle 7 y 629, donde montaron las instalaciones de fútbol. Esto fue un gran logro para la institución ya que era una práctica hasta el momento itinerante. Este espacio fue ampliado en el año 2012, ya que les otorgaron tierras lindantes. En el 2013 el equipo de fútbol de “El Decano” logro el ascenso de categoría, lo que le dio acceso a disputar el torneo “Argentino B” y la “Copa Argentina”. Cabe señalar que este
Compartir