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Pécora,	Griselda
Los	talleres	de	tejidos	como
experiencia	de	educación
técnica	en	Córdoba
XIV	Jornadas	Argentinas	de	Historia	de	la	Educación
9	al	11	de	agosto	de	2006
Pécora,	G.	(2006).	Los	talleres	de	tejidos	como	experiencia	de	educación	técnica	en	Córdoba.	XIV
Jornadas	Argentinas	de	Historia	de	la	Educación,	9	al	11	de	agosto	de	2006,	La	Plata,	Argentina.	Habitar
la	escuela:	producciones,	encuentros	y	conflictos.	En	Memoria	Académica.	Disponible	en:
http://www.memoria.fahce.unlp.edu.ar/trab_eventos/ev.13259/ev.13259.pdf
Información	adicional	en	www.memoria.fahce.unlp.edu.ar
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Atribución-NoComercial-CompartirIgual	4.0	Internacional
https://creativecommons.org/licenses/by-nc-sa/4.0/
 1
 
LOS TALLERES DE TEJIDOS COMO EXPERIENCIA DE EDUCACIÓN 
TÉCNICA EN CÓRDOBA 
 
GRISELDA PÉCORA 
UNIVERSIDAD NACIONAL DE RÍO CUARTO 
seneca_fil@hotmail.com - gpecora@hum.unrc.edu.ar 
 
 
Consideraciones preliminares 
La siguiente presentación pretende continuar el seguimiento y 
profundizar el análisis de una de las instituciones educativas existente en la 
Provincia de Córdoba durante unos cincuenta años (1915-1963) inserta en la 
modalidad técnico-vocacional, de carácter terminal y destinada principalmente 
a un público femenino proveniente de los sectores más humildes de la 
población cordobesa. En investigaciones previas a esta presentación, 
señalamos que los Talleres de Tejido y encajes coloniales, constituyeron solo 
una de las creaciones en el marco del llamado “segundo nivel de enseñanza” 
con propósitos bien definidos de preparar al alumnado para determinados 
oficios o profesiones sin continuación de estudios superiores. 
Habíamos observado también, que la diversidad de normas y enunciados de 
los poderes públicos provinciales, aún tratándose de gobiernos de signo 
partidario diferente, cuando disponían sobre formación laboral femenina, 
estaban orientadas no solamente por la intención de otorgar medios de 
subsistencia (valores económicos) sino que pesaba fuertemente la dimensión 
ético-disciplinaria de la población. En la red educativa, “Dicha dimensión 
pareciera visibilizarse diferenciada por sectores sociales y también por género: 
en los varones se orientaría a controlar lo que comúnmente denominan 
patologías sociales (…) que se consideran amenazantes para el orden 
establecido o que desean establecer; en las mujeres, este efecto de sujeción 
dirigido y estructurado desde el Estado provincial, tiende a reforzar los 
mandatos tradicionales (…)” (1) 
 A ello agregamos que las políticas públicas del Estado cordobés en relación 
con la educación técnica, evidencian continuidad al menos durante cincuenta 
 2
años, esto en el marco de la construcción paulatina y compleja de un sub-
sistema educativo que no tiene hasta mediados de los años 50 un perfil 
definido. Se orientaron a la preparación para los oficios y a la formación para la 
domesticidad, y en la configuración de un circuito educativo diferencial 
destinado a los sectores bajos de la población y diferenciado por género. 
Hemos trabajado en el contexto de tres gestiones de gobierno 
diferentes, esto es, demócratas, radicales y peronistas, desde la segunda 
década con proyecciones hacia mitad del siglo XX. Cabe decir que, la mayor 
dificultad la hallamos en periodos de interrupción político-institucional nacional 
como provincial. Tales son los casos de años de la década del ’30, otros de la 
década del ’40 y de 1955 en adelante, con el golpe cívico-militar que derroca 
gobiernos justicialistas en la Nación y en Provincia de Córdoba. En esta última 
se suceden hasta 1963 ocho gobernadores y solamente 1 de ellos es 
constitucional. 
 Por otro lado, observamos que estas gestiones no presentan modificaciones 
profundas en sus políticas educativas y algo menos en cuanto al perfil y oferta 
educacional destinada a la mujer. 
En particular, en esta ponencia enfocamos el primer Taller de Tapices y 
Encajes coloniales de la ciudad de Córdoba que fuera creado en 1915 a partir 
de un decreto del gobierno demócrata con el fin de recuperar una “industria” 
local que languidecía por la ausencia de estímulo oficial. Algunos cambios 
ocurridos con respecto a los objetivos iniciales que orientaron su creación: 
mayor o menor cobertura, el perfil educacional, los públicos a quienes se 
destinaban, como así también su producción artesanal, nos permitieron 
establecer momentos en su desarrollo señalados por las reglamentaciones y 
nuevos planes de estudios dados en 1927 y 1938, y su reorganización en 1953. 
Consideramos también la creación por ley del año 1949 de una Escuela 
Fábrica de Tejidos con enseñanza anexa de telares en la misma capital 
cordobesa. Presuponemos que en esta última institución, podrían haber 
variado tanto los destinatarios del aprendizaje como cuestiones ligadas a la 
política educativa nacional. 
Finalmente, avanzamos algunos años hasta 1963, teniendo en cuenta la 
mención del Taller de Tejidos “Esteban Echeverría” y de la Escuela Fábrica de 
 3
Tejidos con enseñanza anexa de telares que aparece en leyes de presupuesto 
provinciales. 
 
Algunos hitos en la modalidad educativa. Trayectoria y modificaciones en 
el Taller 
 Como afirmamos al inicio, una de las diversas instituciones creadas por 
iniciativa de los gobiernos cordobeses en la primera mitad del siglo XX, fueron 
los Talleres de Tejido ubicados en distintas localidades del territorio provincial y 
la Escuela-Taller de Tejidos y Encajes coloniales en la ciudad capital. 
Es posible distinguir al menos tres momentos importantes en el desarrollo del 
Taller de Tejidos y Encajes coloniales de la ciudad capital de la Provincia. El 
primero de esos momentos lo ubicamos en la primera organización y 
reglamentación institucional definida en 1927 por el Gobernador Ramón J. 
Cárcano en su segundo periodo al frente del Ejecutivo, y que de alguna 
manera, afirmaba la continuidad de los primeros objetivos de la institución 
originaria creada durante su primera gobernación (1915). 
 Al menos hasta 1927, el Taller de Tapices y Encajes Coloniales de 
Córdoba no presenta un perfil institucional claramente definido. Fue creado por 
un decreto del Gobernador demócrata Ramón J. Cárcano en el año 1915, 
quien por entonces expresa: 
“Destinada a revivir y desarrollar una industria local a punto de desaparecer, 
puede llegar a constituir una fuente de riqueza y de arte, que representará una 
nota propia y alta de la cultura de la provincia” (2) 
Esta institución se perfila desde sus inicios con rasgos regionales, tanto en el 
tipo de tejido (lana hilada) como de insumos para el teñido del producto, 
resultantes de las plantas tintóreas de la región cordobesa, mientras que los 
diseños eran copias fieles de motivos artísticos de la época colonial. El 
personal docente estaba constituido por mujeres hábiles en la tarea –idóneas- 
quienes tenían a su cargo a las aprendices y recibían además pedidos de 
trabajo en el taller de diversos clientes; signos que para la época se 
consideraban importantes en pos de una industria que prometía acrecentarse y 
generar gran interés a futuro. 
Hacia 1918 (gobierno del Dr. Julio Borda) se informa que la Escuela-
Taller cordobesa depende del Ministerio de Obras Públicas e Industrias y que 
 4
debe desarrollar su actividad en forma progresiva con trabajos como la 
confección de alfombras, colchas y encajes. Las alumnas becadas han 
aumentado, de cinco a veinte y se han producido mejoras de la producción sin 
recargo en los gastos de taller. En 1920 el Gobernador Rafael Núñez señala en 
su Mensaje a las Cámaras que la Escuela-Taller depende de una Comisión de 
Bellas Artes creada un año atrás y pondera la significación del taller como 
base, junto con la Escuela de Artes y Oficios, de la “... gran escuela industrial 
que corresponde a Córdoba, para la preparación de sus clasesmás humildes.” 
(3) 
El Gobernador Julio Roca menciona a la Escuela en 1924 como uno de los 
institutos ubicados en el área de la Dirección de Enseñanza Normal y Especial, 
esto es, junto con la Escuela de Comercio, la Escuela de Artes aplicadas a los 
Oficios, la Escuela Profesional de Mujeres, el Conservatorio Provincial de 
Música y la Academia Provincial de Bellas Artes. En su Mensaje de fin del 
periodo de gobierno, el Ejecutivo elogia ampliamente los resultados de la labor 
educativa dentro de la modalidad a pesar de la escasez de recursos, y evalúa 
como signo de progreso la superintendencia de la Academia de Bellas Artes, 
encargada de suministrar los bosquejos, dibujos y coloridos para la confección 
de los materiales. Sin embargo, previamente al cambio de reglamentación que 
se producirá en las escuelas que corresponden a la repartición de la 
Enseñanza Normal y Especial, el Gobernador Ramón J. Cárcano, en ejercicio 
de su segundo periodo, denuncia en su Mensaje la existencia vegetativa del 
Taller a la vez que elogia la excelencia de los trabajos, y considera que esta 
especialidad deberá una orientación más práctica que responda al interés tanto 
de los fines de la institución como del público en general. 
 A partir del Reglamento de 1927 se introducen cambios significativos en 
el perfil institucional del Taller, resultan más claros cuando comprobamos que, 
desde la creación de los primeros talleres, sus alumnas aprendices no gozaban 
de retribución económica alguna, y que a partir del Reglamento de 1927 se 
tiene el propósito de “...proporcionar a la clase obrera medios de allegar 
recursos instruyéndola en labores bien remuneradas, tales como la confección 
de telas y piezas de uso doméstico y tejidos de hilo o algodón.” (4) Según el 
Reglamento de 1927, el principal objetivo del taller-escuela es “...cultivar y 
fomentar la industria de tapicería y encajes inspirándose para ellos en modelos 
 5
de alfombras, tapices y otras labores que aún se conservan de las épocas 
incásicas coloniales”, y más adelante agrega que la Dirección de la institución 
“...se esforzará en educar al elemento obrero (...) favoreciendo de esta manera 
la propagación de la industria que en adelante se puede convertir en una fuente 
de riqueza: como asimismo ampliar para el futuro, el horizonte a las clases 
trabajadoras, que tendrían un tiempo más en el cual desarrollar sus actividades 
“. (5) En cuanto a la dependencia a que corresponde el Taller es a la Dirección 
de Enseñanza Normal y Especial y el asesoramiento artístico lo brinda la 
Academia de Bellas Artes de la Provincia, así como el suministro de bocetos y 
modelos que la propia Academia no hubiese confeccionado. 
Con respecto al alumnado femenino, destinatario único de la modalidad 
de los talleres de tejidos, los requisitos para ingresar a la institución serían 
haber cursado por lo menos el 3º grado en escuelas provinciales o nacionales, 
presentar certificados de “conducta”, buena salud y vacunación. Las 
beneficiarias eran becadas por el Estado provincial y serían instruidas en la 
fabricación de alfombras, mantas y tejidos manuales en general, especialidad 
que incluía el adiestramiento sobre cómo procesar lana, algodón, lino y seda. 
También implicaba el aprovechamiento de plantas de la región con uso textil 
como el cáñamo y la pita y sus procesos de teñido o “tinción”. 
En verdad, la confección de telas y piezas de uso doméstico y tejidos de 
hilo o de algodón, las “enseñanzas nuevas” al decir de Cárcano, se hacían “(...) 
con el propósito de proporcionar a la clase obrera medios de allegar recursos 
instruyéndola en labores bien remuneradas”. (6) 
Pero el fin de esta institución, si bien orientada a la formación laboral de la 
mujer, no lograba superar el marco de las modalidades educativas vinculadas 
al modelo de la domesticidad. Dentro del plan de estudios y programa de 
trabajo se presentan, más que disciplinas o materias de estudio, los materiales 
que se han de utilizar en las obras y su procedimiento específico. A manera de 
ejemplo, sobre la lana: el lavado, peinado e hilado; sobre el algodón y lino: 
cultivo, cosecha e hilado de los mismos. Además sobre otras plantas textiles 
como la pita y el cáñamo. Luego la seda y lana, su preparación y tinción; sobre 
tejidos en general: urdimbre y trama, por último los gobelinos. Dibujos de 
aplicación y en papel y en la parte final menciona la aplicación del “método 
Viracocha” a tejidos de mantas, alfombras y telas. (7) 
 6
 
De aprendizas a obreras tejedoras 
 El segundo momento considerado aquí lo representa el Reglamento y 
Plan de Estudios de 1938 dado durante la gestión de Amadeo Sabattini (1936-
1940), norma que expresa el propósito de realizar algunos cambios al interior 
de la Escuela-Taller de justificar la permanencia de la misma, a la vez que 
jerarquizar sus funciones contribuyendo a la articulación educación-trabajo para 
un público netamente femenino. Esta etapa, resulta interesante en la 
organización de la modalidad, porque la misma será considerada como única 
en su tipo en toda la provincia. En el año 1938, el Taller de tejidos queda 
organizado como Escuela Taller Provincial de Tejidos “Esteban Echeverría”, 
incluye un nuevo Plan de Estudios que tiene la intención de atender dos 
cuestiones principales, la producción del Taller para cubrir demandas de la 
administración pública por un lado, y la implementación de una retribución 
mensual para las aprendices obreras por otro. Ambas gestiones de gobierno, 
de Amadeo Sabattini y Santiago H. del Castillo (1940-43), representaron un 
aliciente importante para la institución y la tendencia al progreso se evidenció 
en la diversificación de los productos finales elaborados por la institución. 
En el año 1940 se realizó una Exposición Algodonera del Chaco en Buenos 
Aires, estuvo patrocinada por la Junta Nacional del Algodón y en la que resultó 
ganadora la Escuela –Taller cordobesa por el concurso de telares. Su 
producción consistía especialmente en tres rubros: bolsas de algodón, mallas 
para bolsas fruteras (que no se fabricaban en el país) y las alfombras tipo 
Esmirna. Las zonas algodoneras (Chaco, Santiago del Estero, Catamarca y 
Capilla del Monte) recibían remesas de telares y las instructoras de los mismos 
eran nada menos que las egresadas de Córdoba, con sueldo diario. Al 
respecto, “Este establecimiento de tipo industrial, adquiere día a día innegable 
importancia. En sus talleres se confeccionaron telas diversas y sus alumnas 
aprendizas encuentran, a la par que capacitación en la técnica de los telares, 
un medio digno de vida.” (8) 
La diversificación entonces estuvo acompañada por aumentos en la 
cantidad de metraje producido cada año y también el promedio por día. (9). 
En cuanto a los objetivos, se propone intensificar las tareas educacionales 
vinculándolas en forma inmediata con la explotación industrial de sus talleres; 
 7
ampliar las posibilidades económicas, además de facilitar el aprendizaje de un 
oficio para la mujer y favorecer la explotación de la materia del medio 
circundante promoviendo la industria textil. 
Las destinatarias son en este caso jóvenes de hogares proletarios y llama a las 
obreras alumnas-aprendices. Las mujeres egresadas de este Taller deberán 
estar hábilmente dotadas para la vida, a la vez que esta actividad educacional 
devenida en oportunidad laboral, sustraería a las jóvenes de la inactividad y la 
miseria, a la vez que se implementa un jornal para las mismas. El destino final 
de la producción de la Escuela-Taller era la administración pública. El criterio 
orientador de esta modalidad se efectiviza a través de un fondo industrial 
básico, el contralor de las actividades realizadas en el establecimiento y la 
determinación de planes de estudio y de trabajo industrial representan la 
garantía de la concreción de los propósitos previos. 
En el nuevoPlan de Estudios-programa de asignaturas y plan de trabajo de los 
talleres, se implementaron dos especialidades diferentes: 1- Tejidos de punto y 
2- Telas industriales, las que tienen como complemento “(...) elementos de 
cultura general indispensable para su eficaz desenvolvimiento en la vida”. Las 
alumnas aprendices egresadas recibirán certificado de aptitud de “idóneas en 
tejido de punto” e “idóneas en Telas Industriales”. 
 En el primer año de la especialidad Tejidos de punto, aparecen asignaturas 
como Tecnología, Corte y Confección, Dibujo Industrial, Cultura general 
aplicada a los oficios y Práctica de taller, y se repite el esquema en el 2º y 3º 
año. En cuanto a la 2º especialidad también se cursa en tres años y además de 
asignaturas comunes a la otra carrera con modificaciones que orientan hacia el 
rubro de Telas industriales. En el artículo 8º, se aclara: “En los talleres del 
Establecimiento, se procurará una racional producción de las telas 
indispensables para las necesidades de la Administración pública, y para la 
venta en casas comerciales especialmente de Córdoba. Lo primero, no 
significará la unilateración de la tarea, que deberá siempre tener en cuenta, la 
finalidad esencial de enseñanza total de los respectivos oficios”. (10) 
 
Estas disposiciones son sostenidas en el articulado que continúa más adelante: 
“En la admisión de los trabajos a realizarse en sus telares, deberá darse 
preferencia a los encomendados por las reparticiones oficiales, las que harán 
 8
ejecutar en sus talleres todas las telas que en ellos se puedan realizar y dentro 
de su capacidad productiva “. (11) 
 Entre otros asuntos de importancia, el artículo 26º hace especial referencia 
a que tanto las alumnas aprendices como aquellas ya egresadas sin trabajo, 
percibirían como jornal una suma de dinero por labor a destajo y por metro de 
tela tejida, que fijaba la Dirección del establecimiento con aprobación del 
Ministerio de Gobierno e Instrucción Pública. 
En cuanto a los requisitos o condiciones de las jóvenes ingresantes, se admiten 
en los talleres a las que ya sean aprendices o egresadas y acrediten buena 
conducta. Se abre un registro de aspirantes que, aunque excediera la 
capacidad productiva de los mismos, fijaba turnos de trabajo renovables 
favoreciendo de esta forma a todas las solicitantes. 
No obstante para la admisión de aspirantes en general, el Reglamento 
distingue dos “categorías”: las alumnas aprendices y las obreras tejedoras. En 
el primer caso, los aspectos requeridos para el ingreso son haber cursado 2º 
grado de la enseñanza primaria, certificado de buena conducta, de buena salud 
y vacuna antivariólica, certificado de estudios primarios y de edad. En el 
segundo caso, se requería haber pertenecido a esos talleres antes de la nueva 
reglamentación. La documentación pedida es idéntica al caso de las alumnas-
aprendices. Por último, ambas categorías gozarían del jornal establecido en el 
artículo 26º antes referenciado. 
 El análisis sobre la institución técnico-profesional que nos ocupa, la 
Escuela-Taller Provincial de Tejidos, no se agota en el análisis del Reglamento 
de 1938, porque dos años después, el Gobernador Sabattini en su Mensaje 
refiere: 
“Las transformaciones de nuestra sociedad, van poniendo a la mujer en 
mayor pie de igualdad con el hombre, no solamente en derechos sino 
también en deberes. Aquella, que se ve obligada a actuar al lado de éste 
en el comercio, en el taller y en la fábrica tiene, con la creación de las 
escuelas vocacionales mixtas y con la Escuela Taller Provincial de 
Tejidos, los medios para adquirir un oficio que le permitirá con ventajas 
para bastarse así misma.” (12) 
 9
Menciona la cantidad de 170 alumnas para ese año – de procedencia de clases 
media y obrera- y reafirma la importancia de que adquieran un oficio completo. 
 
La “Pequeña Industria” en el escenario de la transformación de los ´50 
 El tercer momento que señalamos refiere al Decreto Nº 2894 del año 
1953 sobre prácticas de los Oficios dado durante la gestión del Gobernador 
Raúl Lucini, y que nuevamente reglamenta a los Talleres de Tejidos como a 
otras instituciones de la ciudad de Córdoba dentro del segundo nivel de 
enseñanza. Revisemos algunos antecedentes. 
Durante el gobierno de Argentino Auchter (1946-49), se estudió la 
posibilidad de instalar dos escuelas de tejidos, una en el Departamento Minas y 
otra en el de Sobremonte. Además se destinaron fondos para la construcción 
de un nuevo edificio de la EscuelaTaller “Esteban Echeverría”, iniciativa que se 
debió al aumento de matrícula y la necesidad de ampliar el espacio para 
nuevas aulas donde se impartían clases de teoría y nuevos talleres de 
aprendizaje y práctica. Se evidencia en los Mensajes la preocupación por el 
futuro laboral de los egresados de las escuelas técnico-profesionales en 
general, por ello propone iniciativas de solución: 
“El Estado no podrá descuidar la situación a que se ven avocados los 
egresados de las escuelas profesionales y técnicas. Por eso, el Departamento 
de Estadística llevará un registro con sus respectivos promedios, a fin de que, 
de sus fuentes, y con la más estricta justicia social, el Estado se provea con la 
preferencia más absoluta, para los nombramientos en sus empleos.” (13) 
Sin embargo, nos encontramos que no fue la única institución en esta 
modalidad educacional puesto que en el año 1949 durante la gestión del 
Gobernador Brigadier Juan Ignacio San Martín se crea por Ley 4172/49, la 
Fábrica Provincial de Tejidos con escuela anexa de telares que lleva su 
nombre. En la disposición refiere que se autoriza al Poder Ejecutivo la inversión 
de un millón de pesos nacionales para terreno, construcción de edificio, 
instalación de fábrica y organización de la escuela telar; junto con ello, se 
reglamentará su funcionamiento, dirección técnica y administración de la 
fábrica y también sus programas de enseñanza, expedición de títulos y 
creación de cargos. Esta nueva institución funcionaría a partir de su inclusión 
en el Presupuesto provincial. 
 10
Sabemos que posterior a la creación, la Fábrica ya aparece en los 
Presupuestos de 1952 y 1953 -además de la vieja Escuela Taller de Tejidos 
“Esteban Echeverría” que veníamos tratando- y en lo que observamos el fuerte 
monto de dinero a invertir en la nueva institución comparativamente con el otro 
Taller ya existente. (14) 
Por otro lado, conjeturamos que la Escuela-Fábrica estuvo destinada a un 
público masculino –a diferencia del Taller “Esteban Echeverría”-, porque en la 
nómina y detalle de cargos del personal administrativo y técnico, tanto como el 
personal docente, aparecen varones, por ejemplo: Oficial 5º (director); 
Oficiales 7º y 9º (vicedirector y secretario habilitado) y luego todos los 
auxiliares. Los Maestros: Normal; de Taller; Corte y Confección; Bordados y 
Manualidades; Música y Canto Coral; Educación Física y de Religión. En 
cuanto al personal obrero, sólo aparecen mujeres en el caso de 2 Costureras y 
1 Planchadora. 
La denominación de la institución como “Escuela-Fábrica”, respondió a la 
concepción justicialista presente en el 2º Plan Quinquenal de Perón y en el 
marco del nuevo circuito de enseñanza técnica y capacitación en oficios con 
ubicación laboral en la industria, que fuera implementado desde el Estado 
Nacional a partir de 1947. 
Hacia 1951 el Gobernador Brig. Juan Ignacio San Martín refiere en su 
Mensaje a la creación de cuatro escuelas de tejidos: 1- de Charbonier (Punilla), 
2-Villa Concepción del Tío, 3-Escuela-Fábrica de Tejidos (Bº Pueyrredón en la 
capital cordobesa) y 4-Escuela de Tejidos y Fábrica de escobas, cepillos y 
plumeros en Media Luna (Río Primero). 
Considerando el tercer momento que hemos señalado anteriormente, en 
el mismo año un decreto algunas instituciones a causa de la falta de espacio 
correspondiente. Se tratade la refundición de las escuelas de tejido “Esteban 
Echeverría” con la “Gobernador Juan I. San Martín” en un mismo 
establecimiento en calle Leandro Alem 556 de la ciudad de Córdoba, y se 
produce un cambio de local de la Escuela de Cerámica y la Escuela Pte. Roca. 
El decreto expresa que, con respecto a la práctica de los oficios y a la 
formación profesional sólo es posible si se realiza con una práctica similar al 
trabajo de fábrica, para “…conformar desde el principio la voluntad de 
rendimiento del aprendiz.” (15) 
 11
El Mensaje de 1953 del Gobernador Raúl Lucini (1951-55), destaca que en 
Córdoba se encuentran a disposición 13 escuelas técnico-profesionales y en 
pos de la capacitación de la mujer en actividades del hogar, resalta la reciente 
creación de tres escuelas: 1- Escuela de Tejido (Capilla del Monte), 2- en San 
José de las Salinas (Tulumba) y 3- en Las Chacras (Departamento Eva Perón). 
Refiere también a la expansión de la matrícula de las especialidades técnico-
profesionales para varones y mujeres (940 de 7300 alumnos estarían 
orientados hacia esta modalidad de enseñanza.) (16) 
Con respecto a las escuelas de tejidos del interior de la Provincia, llamadas de 
la campaña, se expresa: “Las escuelas de tejidos de la campaña habían 
perdido de vista uno de los fines de su creación: el de conservar los 
procedimientos y la técnica del tejido y teñido autóctono, que dio a las prendas 
cordobesas justo renombre. Por ello les está imprimiendo una orientación 
restauradora, sin desmedro naturalmente de la producción industrial con 
métodos modernos y en telares mecánicos.” “El Instituto de Artes Plásticas va 
a orientar la función decorativa y la parte artística de la enseñanza, 
proporcionando a las escuelas los proyectos sobre temas regionales…” 
Y más adelante, en el mismo Mensaje: “(...) Así cumpliremos, imprimiendo sello 
original a los trabajos, un objetivo de nuestro Plan Quinquenal: auspiciar, 
mediante la educación, la creación de un sentido nacional del arte sobre la 
base de expresiones de contenido popular.” (17) 
 Tratando de echar luz sobre aspectos del tema, hemos observado 
algunos cambios -en cuanto a los talleres de tejidos en general- que se 
evidencian no del todo claramente en los presupuestos provinciales dados 
para los periodos anuales entre 1955 y 1960. Por ejemplo, para el año 1955 
figuran 8 talleres de tejidos en el Interior de la provincia, menos uno, los 7 dan 
cuenta de idéntico presupuesto. Figura también la Escuela-Fábrica de Tejidos 
con enseñanza anexa de Telares “Esteban Echeverría” de la capital cordobesa, 
que deriva de la “refundición” de establecimientos dispuesta en el decreto 
mencionado de 1953. El personal docente de la escuela es femenino y se 
mencionan materias como Taller, Corte y Confección, Bordados y 
Manualidades, Tecnología, Dibujo, Música y Canto, lo cual asemeja el Taller a 
la Escuelas Profesionales de Mujeres existentes en la época. En 1958, 
curiosamente, figura sólo una Escuela Taller de Tejidos en el Departamento 
 12
Pocho (Las Chacras) y en la capital figura una Escuela Vocacional “Esteban 
Echeverría” que suponemos tendría relación con la anterior Escuela-Fábrica. Al 
parecer, cabe preguntarse si los talleres (7) de tejidos se habrían convertido en 
Escuelas Profesionales de Mujeres, puesto que, solamente observando el 
presupuesto del año 1959, vuelve a aparecer el mismo taller (Las Chacras-
Pocho) en el interior y ya no hay mención de otros ni tampoco el de la capital 
cordobesa. Aunque sí figuran Escuelas Profesionales de Mujeres en idénticas 
poblaciones donde residían los antiguos talleres, casos como: San José de las 
Salinas (Tulumba), San Carlos (Minas), Capilla del Monte (Punilla) entre otros. 
Finalmente, para 1960, en el presupuesto se menciona únicamente la Escuela 
de Tejidos “Esteban Echeverría” de Córdoba capital donde proliferan por 
entonces las Escuelas del Trabajo en orden creciente y al ritmo de lo que su 
dirigencia define como un enclave industrial. 
Conclusiones 
 Hasta este punto se ha avanzado en el análisis documental y en la vigencia 
de la institución, dentro del marco del segundo nivel de enseñanza de la 
Provincia de Córdoba. Inscribiéndose en el marco de la formación laboral 
femenina da cuenta de la permanencia de aprendizajes surgidos en el siglo XIX 
y vinculados a la domesticidad, a aquellos oficios apropiados para la mujer. Si 
bien, como hemos dicho al comienzo del este trabajo, observamos que las 
diferentes gestiones provinciales hasta mediados de los años ´50 (demócratas, 
radicales y justicialistas) no presentan modificaciones profundas en sus 
políticas educativas y algo menos en cuanto al perfil y oferta educacional 
destinada a la mujer. Resta entonces, analizar y reconsiderar las políticas 
educativas de años subsiguientes hasta 1963 con respecto a la institución 
Taller de Tejidos en su relación con la nueva y transformada realidad 
económico-social de Córdoba, de corte netamente industrializador, y dentro de 
este contexto, y qué tipo de articulación se establece entre educación técnica y 
trabajo en los enunciados de estas políticas. Si se perfila hacia una preparación 
superadora de las artes domésticas (una educación técnica eminentemente 
manual) y se orienta definidamente hacia la producción industrial. Recordamos 
no obstante, que la Provincia de Córdoba a partir del golpe cívico-militar de 
 13
1955 vivirá en inestabilidad político-institucional permanente ya que se 
suceden, hasta 1963 ocho gobernadores y solamente uno de ellos es 
constitucional. 
 
Referencias bibliográficas: 
 
(1) Terreno, Ana La Educación Técnica en las políticas educativas 
cordobesas (1900-1955). Ponencia. pp.1 XIII Jornadas Argentinas de 
Historia de la Educación. Simposio 6. Rosario. 2004 
(2) Provincia de Córdoba. Compilación de Leyes, Decretos y Demás 
Disposiciones de Carácter Público. Tomo cuarenta y tres. Ministerio de 
Gobierno. Publicación Oficial 1920, p.321. 
(3) Provincia de Córdoba. Compilación de Leyes Decretos y demás 
disposiciones de carácter público. Tomo cuarenta y siete. Ministerio de 
Gobierno. Publicación Oficial. 1922, p. 394. 
(4) Provincia de Córdoba. Diario de Sesiones de la Honorable Legislatura. 
Asambleas Legislativas 1923-1930. Tomo I. 1928, p.309. 
(5) Provincia de Córdoba. Compilación de Leyes, Decretos y demás 
Disposiciones de carácter oficial. Ministerio de Gobierno. Publicación 
Oficial. 1927, p. 278. 
(6) Provincia de Córdoba. Tomo I. 1928, p.309. 
(7) Provincia de Córdoba. Compilación de Leyes, Decretos y demás 
Disposiciones de carácter oficial. Ministerio de Gobierno. Publicación 
Diario de Sesiones de la Honorable Legislatura. Asambleas Legislativas 
1923-1930Oficial. 1927, p. 278-282. 
(8) Provincia de Córdoba. Asamblea Legislativa. 1941, p.451. 
(9) Provincia de Córdoba. Asamblea Legislativa. 1940, p.380. 
(10) Provincia de Córdoba. Departamento de Gobierno. 1938, p. 1370. 
(11) Provincia de Córdoba. Op. cit. 1938, p.1371. 
(12) Córdoba (R.A.) H. Legislatura. Diario de Sesiones. Asambleas 
Legislativas 1932-1943. Año 1940, p. 380. 
 14
(13) Córdoba (Argentina) Diario de Sesiones de la Honorable Legislatura. 
Asambleas Legislativas 1946-1949. Tomo III. Año 1946, p.27. 
(14) Córdoba (Argentina) Legislatura de Córdoba. Diario de Sesiones de la 
Cámara de Diputados. Periodo Legislativo 1932-1933. Córdoba 
(Argentina) Leyes. Periodo Legislativo 1950. Año del Libertador General 
San Martín. (Presupuestos) 
(15) Provincia de Córdoba. Ministerio de Gobierno. Decreto Nº 
2894/Feb/1953. Serie “A”. 
(16) Cámara de Senadores. Diario de Sesiones y Leyes (4373-4451) Tomo I. 
Periodo Legislativo 1953. Publicación de la H. Cámara de Senadores, 
p.13-16. 
(17) Córdoba (Argentina), íbidem, 1953:17. 
 
 
 
 
 
 
 
 
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