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Pécora, Griselda Los talleres de tejidos como experiencia de educación técnica en Córdoba XIV Jornadas Argentinas de Historia de la Educación 9 al 11 de agosto de 2006 Pécora, G. (2006). Los talleres de tejidos como experiencia de educación técnica en Córdoba. XIV Jornadas Argentinas de Historia de la Educación, 9 al 11 de agosto de 2006, La Plata, Argentina. Habitar la escuela: producciones, encuentros y conflictos. En Memoria Académica. Disponible en: http://www.memoria.fahce.unlp.edu.ar/trab_eventos/ev.13259/ev.13259.pdf Información adicional en www.memoria.fahce.unlp.edu.ar Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional https://creativecommons.org/licenses/by-nc-sa/4.0/ 1 LOS TALLERES DE TEJIDOS COMO EXPERIENCIA DE EDUCACIÓN TÉCNICA EN CÓRDOBA GRISELDA PÉCORA UNIVERSIDAD NACIONAL DE RÍO CUARTO seneca_fil@hotmail.com - gpecora@hum.unrc.edu.ar Consideraciones preliminares La siguiente presentación pretende continuar el seguimiento y profundizar el análisis de una de las instituciones educativas existente en la Provincia de Córdoba durante unos cincuenta años (1915-1963) inserta en la modalidad técnico-vocacional, de carácter terminal y destinada principalmente a un público femenino proveniente de los sectores más humildes de la población cordobesa. En investigaciones previas a esta presentación, señalamos que los Talleres de Tejido y encajes coloniales, constituyeron solo una de las creaciones en el marco del llamado “segundo nivel de enseñanza” con propósitos bien definidos de preparar al alumnado para determinados oficios o profesiones sin continuación de estudios superiores. Habíamos observado también, que la diversidad de normas y enunciados de los poderes públicos provinciales, aún tratándose de gobiernos de signo partidario diferente, cuando disponían sobre formación laboral femenina, estaban orientadas no solamente por la intención de otorgar medios de subsistencia (valores económicos) sino que pesaba fuertemente la dimensión ético-disciplinaria de la población. En la red educativa, “Dicha dimensión pareciera visibilizarse diferenciada por sectores sociales y también por género: en los varones se orientaría a controlar lo que comúnmente denominan patologías sociales (…) que se consideran amenazantes para el orden establecido o que desean establecer; en las mujeres, este efecto de sujeción dirigido y estructurado desde el Estado provincial, tiende a reforzar los mandatos tradicionales (…)” (1) A ello agregamos que las políticas públicas del Estado cordobés en relación con la educación técnica, evidencian continuidad al menos durante cincuenta 2 años, esto en el marco de la construcción paulatina y compleja de un sub- sistema educativo que no tiene hasta mediados de los años 50 un perfil definido. Se orientaron a la preparación para los oficios y a la formación para la domesticidad, y en la configuración de un circuito educativo diferencial destinado a los sectores bajos de la población y diferenciado por género. Hemos trabajado en el contexto de tres gestiones de gobierno diferentes, esto es, demócratas, radicales y peronistas, desde la segunda década con proyecciones hacia mitad del siglo XX. Cabe decir que, la mayor dificultad la hallamos en periodos de interrupción político-institucional nacional como provincial. Tales son los casos de años de la década del ’30, otros de la década del ’40 y de 1955 en adelante, con el golpe cívico-militar que derroca gobiernos justicialistas en la Nación y en Provincia de Córdoba. En esta última se suceden hasta 1963 ocho gobernadores y solamente 1 de ellos es constitucional. Por otro lado, observamos que estas gestiones no presentan modificaciones profundas en sus políticas educativas y algo menos en cuanto al perfil y oferta educacional destinada a la mujer. En particular, en esta ponencia enfocamos el primer Taller de Tapices y Encajes coloniales de la ciudad de Córdoba que fuera creado en 1915 a partir de un decreto del gobierno demócrata con el fin de recuperar una “industria” local que languidecía por la ausencia de estímulo oficial. Algunos cambios ocurridos con respecto a los objetivos iniciales que orientaron su creación: mayor o menor cobertura, el perfil educacional, los públicos a quienes se destinaban, como así también su producción artesanal, nos permitieron establecer momentos en su desarrollo señalados por las reglamentaciones y nuevos planes de estudios dados en 1927 y 1938, y su reorganización en 1953. Consideramos también la creación por ley del año 1949 de una Escuela Fábrica de Tejidos con enseñanza anexa de telares en la misma capital cordobesa. Presuponemos que en esta última institución, podrían haber variado tanto los destinatarios del aprendizaje como cuestiones ligadas a la política educativa nacional. Finalmente, avanzamos algunos años hasta 1963, teniendo en cuenta la mención del Taller de Tejidos “Esteban Echeverría” y de la Escuela Fábrica de 3 Tejidos con enseñanza anexa de telares que aparece en leyes de presupuesto provinciales. Algunos hitos en la modalidad educativa. Trayectoria y modificaciones en el Taller Como afirmamos al inicio, una de las diversas instituciones creadas por iniciativa de los gobiernos cordobeses en la primera mitad del siglo XX, fueron los Talleres de Tejido ubicados en distintas localidades del territorio provincial y la Escuela-Taller de Tejidos y Encajes coloniales en la ciudad capital. Es posible distinguir al menos tres momentos importantes en el desarrollo del Taller de Tejidos y Encajes coloniales de la ciudad capital de la Provincia. El primero de esos momentos lo ubicamos en la primera organización y reglamentación institucional definida en 1927 por el Gobernador Ramón J. Cárcano en su segundo periodo al frente del Ejecutivo, y que de alguna manera, afirmaba la continuidad de los primeros objetivos de la institución originaria creada durante su primera gobernación (1915). Al menos hasta 1927, el Taller de Tapices y Encajes Coloniales de Córdoba no presenta un perfil institucional claramente definido. Fue creado por un decreto del Gobernador demócrata Ramón J. Cárcano en el año 1915, quien por entonces expresa: “Destinada a revivir y desarrollar una industria local a punto de desaparecer, puede llegar a constituir una fuente de riqueza y de arte, que representará una nota propia y alta de la cultura de la provincia” (2) Esta institución se perfila desde sus inicios con rasgos regionales, tanto en el tipo de tejido (lana hilada) como de insumos para el teñido del producto, resultantes de las plantas tintóreas de la región cordobesa, mientras que los diseños eran copias fieles de motivos artísticos de la época colonial. El personal docente estaba constituido por mujeres hábiles en la tarea –idóneas- quienes tenían a su cargo a las aprendices y recibían además pedidos de trabajo en el taller de diversos clientes; signos que para la época se consideraban importantes en pos de una industria que prometía acrecentarse y generar gran interés a futuro. Hacia 1918 (gobierno del Dr. Julio Borda) se informa que la Escuela- Taller cordobesa depende del Ministerio de Obras Públicas e Industrias y que 4 debe desarrollar su actividad en forma progresiva con trabajos como la confección de alfombras, colchas y encajes. Las alumnas becadas han aumentado, de cinco a veinte y se han producido mejoras de la producción sin recargo en los gastos de taller. En 1920 el Gobernador Rafael Núñez señala en su Mensaje a las Cámaras que la Escuela-Taller depende de una Comisión de Bellas Artes creada un año atrás y pondera la significación del taller como base, junto con la Escuela de Artes y Oficios, de la “... gran escuela industrial que corresponde a Córdoba, para la preparación de sus clasesmás humildes.” (3) El Gobernador Julio Roca menciona a la Escuela en 1924 como uno de los institutos ubicados en el área de la Dirección de Enseñanza Normal y Especial, esto es, junto con la Escuela de Comercio, la Escuela de Artes aplicadas a los Oficios, la Escuela Profesional de Mujeres, el Conservatorio Provincial de Música y la Academia Provincial de Bellas Artes. En su Mensaje de fin del periodo de gobierno, el Ejecutivo elogia ampliamente los resultados de la labor educativa dentro de la modalidad a pesar de la escasez de recursos, y evalúa como signo de progreso la superintendencia de la Academia de Bellas Artes, encargada de suministrar los bosquejos, dibujos y coloridos para la confección de los materiales. Sin embargo, previamente al cambio de reglamentación que se producirá en las escuelas que corresponden a la repartición de la Enseñanza Normal y Especial, el Gobernador Ramón J. Cárcano, en ejercicio de su segundo periodo, denuncia en su Mensaje la existencia vegetativa del Taller a la vez que elogia la excelencia de los trabajos, y considera que esta especialidad deberá una orientación más práctica que responda al interés tanto de los fines de la institución como del público en general. A partir del Reglamento de 1927 se introducen cambios significativos en el perfil institucional del Taller, resultan más claros cuando comprobamos que, desde la creación de los primeros talleres, sus alumnas aprendices no gozaban de retribución económica alguna, y que a partir del Reglamento de 1927 se tiene el propósito de “...proporcionar a la clase obrera medios de allegar recursos instruyéndola en labores bien remuneradas, tales como la confección de telas y piezas de uso doméstico y tejidos de hilo o algodón.” (4) Según el Reglamento de 1927, el principal objetivo del taller-escuela es “...cultivar y fomentar la industria de tapicería y encajes inspirándose para ellos en modelos 5 de alfombras, tapices y otras labores que aún se conservan de las épocas incásicas coloniales”, y más adelante agrega que la Dirección de la institución “...se esforzará en educar al elemento obrero (...) favoreciendo de esta manera la propagación de la industria que en adelante se puede convertir en una fuente de riqueza: como asimismo ampliar para el futuro, el horizonte a las clases trabajadoras, que tendrían un tiempo más en el cual desarrollar sus actividades “. (5) En cuanto a la dependencia a que corresponde el Taller es a la Dirección de Enseñanza Normal y Especial y el asesoramiento artístico lo brinda la Academia de Bellas Artes de la Provincia, así como el suministro de bocetos y modelos que la propia Academia no hubiese confeccionado. Con respecto al alumnado femenino, destinatario único de la modalidad de los talleres de tejidos, los requisitos para ingresar a la institución serían haber cursado por lo menos el 3º grado en escuelas provinciales o nacionales, presentar certificados de “conducta”, buena salud y vacunación. Las beneficiarias eran becadas por el Estado provincial y serían instruidas en la fabricación de alfombras, mantas y tejidos manuales en general, especialidad que incluía el adiestramiento sobre cómo procesar lana, algodón, lino y seda. También implicaba el aprovechamiento de plantas de la región con uso textil como el cáñamo y la pita y sus procesos de teñido o “tinción”. En verdad, la confección de telas y piezas de uso doméstico y tejidos de hilo o de algodón, las “enseñanzas nuevas” al decir de Cárcano, se hacían “(...) con el propósito de proporcionar a la clase obrera medios de allegar recursos instruyéndola en labores bien remuneradas”. (6) Pero el fin de esta institución, si bien orientada a la formación laboral de la mujer, no lograba superar el marco de las modalidades educativas vinculadas al modelo de la domesticidad. Dentro del plan de estudios y programa de trabajo se presentan, más que disciplinas o materias de estudio, los materiales que se han de utilizar en las obras y su procedimiento específico. A manera de ejemplo, sobre la lana: el lavado, peinado e hilado; sobre el algodón y lino: cultivo, cosecha e hilado de los mismos. Además sobre otras plantas textiles como la pita y el cáñamo. Luego la seda y lana, su preparación y tinción; sobre tejidos en general: urdimbre y trama, por último los gobelinos. Dibujos de aplicación y en papel y en la parte final menciona la aplicación del “método Viracocha” a tejidos de mantas, alfombras y telas. (7) 6 De aprendizas a obreras tejedoras El segundo momento considerado aquí lo representa el Reglamento y Plan de Estudios de 1938 dado durante la gestión de Amadeo Sabattini (1936- 1940), norma que expresa el propósito de realizar algunos cambios al interior de la Escuela-Taller de justificar la permanencia de la misma, a la vez que jerarquizar sus funciones contribuyendo a la articulación educación-trabajo para un público netamente femenino. Esta etapa, resulta interesante en la organización de la modalidad, porque la misma será considerada como única en su tipo en toda la provincia. En el año 1938, el Taller de tejidos queda organizado como Escuela Taller Provincial de Tejidos “Esteban Echeverría”, incluye un nuevo Plan de Estudios que tiene la intención de atender dos cuestiones principales, la producción del Taller para cubrir demandas de la administración pública por un lado, y la implementación de una retribución mensual para las aprendices obreras por otro. Ambas gestiones de gobierno, de Amadeo Sabattini y Santiago H. del Castillo (1940-43), representaron un aliciente importante para la institución y la tendencia al progreso se evidenció en la diversificación de los productos finales elaborados por la institución. En el año 1940 se realizó una Exposición Algodonera del Chaco en Buenos Aires, estuvo patrocinada por la Junta Nacional del Algodón y en la que resultó ganadora la Escuela –Taller cordobesa por el concurso de telares. Su producción consistía especialmente en tres rubros: bolsas de algodón, mallas para bolsas fruteras (que no se fabricaban en el país) y las alfombras tipo Esmirna. Las zonas algodoneras (Chaco, Santiago del Estero, Catamarca y Capilla del Monte) recibían remesas de telares y las instructoras de los mismos eran nada menos que las egresadas de Córdoba, con sueldo diario. Al respecto, “Este establecimiento de tipo industrial, adquiere día a día innegable importancia. En sus talleres se confeccionaron telas diversas y sus alumnas aprendizas encuentran, a la par que capacitación en la técnica de los telares, un medio digno de vida.” (8) La diversificación entonces estuvo acompañada por aumentos en la cantidad de metraje producido cada año y también el promedio por día. (9). En cuanto a los objetivos, se propone intensificar las tareas educacionales vinculándolas en forma inmediata con la explotación industrial de sus talleres; 7 ampliar las posibilidades económicas, además de facilitar el aprendizaje de un oficio para la mujer y favorecer la explotación de la materia del medio circundante promoviendo la industria textil. Las destinatarias son en este caso jóvenes de hogares proletarios y llama a las obreras alumnas-aprendices. Las mujeres egresadas de este Taller deberán estar hábilmente dotadas para la vida, a la vez que esta actividad educacional devenida en oportunidad laboral, sustraería a las jóvenes de la inactividad y la miseria, a la vez que se implementa un jornal para las mismas. El destino final de la producción de la Escuela-Taller era la administración pública. El criterio orientador de esta modalidad se efectiviza a través de un fondo industrial básico, el contralor de las actividades realizadas en el establecimiento y la determinación de planes de estudio y de trabajo industrial representan la garantía de la concreción de los propósitos previos. En el nuevoPlan de Estudios-programa de asignaturas y plan de trabajo de los talleres, se implementaron dos especialidades diferentes: 1- Tejidos de punto y 2- Telas industriales, las que tienen como complemento “(...) elementos de cultura general indispensable para su eficaz desenvolvimiento en la vida”. Las alumnas aprendices egresadas recibirán certificado de aptitud de “idóneas en tejido de punto” e “idóneas en Telas Industriales”. En el primer año de la especialidad Tejidos de punto, aparecen asignaturas como Tecnología, Corte y Confección, Dibujo Industrial, Cultura general aplicada a los oficios y Práctica de taller, y se repite el esquema en el 2º y 3º año. En cuanto a la 2º especialidad también se cursa en tres años y además de asignaturas comunes a la otra carrera con modificaciones que orientan hacia el rubro de Telas industriales. En el artículo 8º, se aclara: “En los talleres del Establecimiento, se procurará una racional producción de las telas indispensables para las necesidades de la Administración pública, y para la venta en casas comerciales especialmente de Córdoba. Lo primero, no significará la unilateración de la tarea, que deberá siempre tener en cuenta, la finalidad esencial de enseñanza total de los respectivos oficios”. (10) Estas disposiciones son sostenidas en el articulado que continúa más adelante: “En la admisión de los trabajos a realizarse en sus telares, deberá darse preferencia a los encomendados por las reparticiones oficiales, las que harán 8 ejecutar en sus talleres todas las telas que en ellos se puedan realizar y dentro de su capacidad productiva “. (11) Entre otros asuntos de importancia, el artículo 26º hace especial referencia a que tanto las alumnas aprendices como aquellas ya egresadas sin trabajo, percibirían como jornal una suma de dinero por labor a destajo y por metro de tela tejida, que fijaba la Dirección del establecimiento con aprobación del Ministerio de Gobierno e Instrucción Pública. En cuanto a los requisitos o condiciones de las jóvenes ingresantes, se admiten en los talleres a las que ya sean aprendices o egresadas y acrediten buena conducta. Se abre un registro de aspirantes que, aunque excediera la capacidad productiva de los mismos, fijaba turnos de trabajo renovables favoreciendo de esta forma a todas las solicitantes. No obstante para la admisión de aspirantes en general, el Reglamento distingue dos “categorías”: las alumnas aprendices y las obreras tejedoras. En el primer caso, los aspectos requeridos para el ingreso son haber cursado 2º grado de la enseñanza primaria, certificado de buena conducta, de buena salud y vacuna antivariólica, certificado de estudios primarios y de edad. En el segundo caso, se requería haber pertenecido a esos talleres antes de la nueva reglamentación. La documentación pedida es idéntica al caso de las alumnas- aprendices. Por último, ambas categorías gozarían del jornal establecido en el artículo 26º antes referenciado. El análisis sobre la institución técnico-profesional que nos ocupa, la Escuela-Taller Provincial de Tejidos, no se agota en el análisis del Reglamento de 1938, porque dos años después, el Gobernador Sabattini en su Mensaje refiere: “Las transformaciones de nuestra sociedad, van poniendo a la mujer en mayor pie de igualdad con el hombre, no solamente en derechos sino también en deberes. Aquella, que se ve obligada a actuar al lado de éste en el comercio, en el taller y en la fábrica tiene, con la creación de las escuelas vocacionales mixtas y con la Escuela Taller Provincial de Tejidos, los medios para adquirir un oficio que le permitirá con ventajas para bastarse así misma.” (12) 9 Menciona la cantidad de 170 alumnas para ese año – de procedencia de clases media y obrera- y reafirma la importancia de que adquieran un oficio completo. La “Pequeña Industria” en el escenario de la transformación de los ´50 El tercer momento que señalamos refiere al Decreto Nº 2894 del año 1953 sobre prácticas de los Oficios dado durante la gestión del Gobernador Raúl Lucini, y que nuevamente reglamenta a los Talleres de Tejidos como a otras instituciones de la ciudad de Córdoba dentro del segundo nivel de enseñanza. Revisemos algunos antecedentes. Durante el gobierno de Argentino Auchter (1946-49), se estudió la posibilidad de instalar dos escuelas de tejidos, una en el Departamento Minas y otra en el de Sobremonte. Además se destinaron fondos para la construcción de un nuevo edificio de la EscuelaTaller “Esteban Echeverría”, iniciativa que se debió al aumento de matrícula y la necesidad de ampliar el espacio para nuevas aulas donde se impartían clases de teoría y nuevos talleres de aprendizaje y práctica. Se evidencia en los Mensajes la preocupación por el futuro laboral de los egresados de las escuelas técnico-profesionales en general, por ello propone iniciativas de solución: “El Estado no podrá descuidar la situación a que se ven avocados los egresados de las escuelas profesionales y técnicas. Por eso, el Departamento de Estadística llevará un registro con sus respectivos promedios, a fin de que, de sus fuentes, y con la más estricta justicia social, el Estado se provea con la preferencia más absoluta, para los nombramientos en sus empleos.” (13) Sin embargo, nos encontramos que no fue la única institución en esta modalidad educacional puesto que en el año 1949 durante la gestión del Gobernador Brigadier Juan Ignacio San Martín se crea por Ley 4172/49, la Fábrica Provincial de Tejidos con escuela anexa de telares que lleva su nombre. En la disposición refiere que se autoriza al Poder Ejecutivo la inversión de un millón de pesos nacionales para terreno, construcción de edificio, instalación de fábrica y organización de la escuela telar; junto con ello, se reglamentará su funcionamiento, dirección técnica y administración de la fábrica y también sus programas de enseñanza, expedición de títulos y creación de cargos. Esta nueva institución funcionaría a partir de su inclusión en el Presupuesto provincial. 10 Sabemos que posterior a la creación, la Fábrica ya aparece en los Presupuestos de 1952 y 1953 -además de la vieja Escuela Taller de Tejidos “Esteban Echeverría” que veníamos tratando- y en lo que observamos el fuerte monto de dinero a invertir en la nueva institución comparativamente con el otro Taller ya existente. (14) Por otro lado, conjeturamos que la Escuela-Fábrica estuvo destinada a un público masculino –a diferencia del Taller “Esteban Echeverría”-, porque en la nómina y detalle de cargos del personal administrativo y técnico, tanto como el personal docente, aparecen varones, por ejemplo: Oficial 5º (director); Oficiales 7º y 9º (vicedirector y secretario habilitado) y luego todos los auxiliares. Los Maestros: Normal; de Taller; Corte y Confección; Bordados y Manualidades; Música y Canto Coral; Educación Física y de Religión. En cuanto al personal obrero, sólo aparecen mujeres en el caso de 2 Costureras y 1 Planchadora. La denominación de la institución como “Escuela-Fábrica”, respondió a la concepción justicialista presente en el 2º Plan Quinquenal de Perón y en el marco del nuevo circuito de enseñanza técnica y capacitación en oficios con ubicación laboral en la industria, que fuera implementado desde el Estado Nacional a partir de 1947. Hacia 1951 el Gobernador Brig. Juan Ignacio San Martín refiere en su Mensaje a la creación de cuatro escuelas de tejidos: 1- de Charbonier (Punilla), 2-Villa Concepción del Tío, 3-Escuela-Fábrica de Tejidos (Bº Pueyrredón en la capital cordobesa) y 4-Escuela de Tejidos y Fábrica de escobas, cepillos y plumeros en Media Luna (Río Primero). Considerando el tercer momento que hemos señalado anteriormente, en el mismo año un decreto algunas instituciones a causa de la falta de espacio correspondiente. Se tratade la refundición de las escuelas de tejido “Esteban Echeverría” con la “Gobernador Juan I. San Martín” en un mismo establecimiento en calle Leandro Alem 556 de la ciudad de Córdoba, y se produce un cambio de local de la Escuela de Cerámica y la Escuela Pte. Roca. El decreto expresa que, con respecto a la práctica de los oficios y a la formación profesional sólo es posible si se realiza con una práctica similar al trabajo de fábrica, para “…conformar desde el principio la voluntad de rendimiento del aprendiz.” (15) 11 El Mensaje de 1953 del Gobernador Raúl Lucini (1951-55), destaca que en Córdoba se encuentran a disposición 13 escuelas técnico-profesionales y en pos de la capacitación de la mujer en actividades del hogar, resalta la reciente creación de tres escuelas: 1- Escuela de Tejido (Capilla del Monte), 2- en San José de las Salinas (Tulumba) y 3- en Las Chacras (Departamento Eva Perón). Refiere también a la expansión de la matrícula de las especialidades técnico- profesionales para varones y mujeres (940 de 7300 alumnos estarían orientados hacia esta modalidad de enseñanza.) (16) Con respecto a las escuelas de tejidos del interior de la Provincia, llamadas de la campaña, se expresa: “Las escuelas de tejidos de la campaña habían perdido de vista uno de los fines de su creación: el de conservar los procedimientos y la técnica del tejido y teñido autóctono, que dio a las prendas cordobesas justo renombre. Por ello les está imprimiendo una orientación restauradora, sin desmedro naturalmente de la producción industrial con métodos modernos y en telares mecánicos.” “El Instituto de Artes Plásticas va a orientar la función decorativa y la parte artística de la enseñanza, proporcionando a las escuelas los proyectos sobre temas regionales…” Y más adelante, en el mismo Mensaje: “(...) Así cumpliremos, imprimiendo sello original a los trabajos, un objetivo de nuestro Plan Quinquenal: auspiciar, mediante la educación, la creación de un sentido nacional del arte sobre la base de expresiones de contenido popular.” (17) Tratando de echar luz sobre aspectos del tema, hemos observado algunos cambios -en cuanto a los talleres de tejidos en general- que se evidencian no del todo claramente en los presupuestos provinciales dados para los periodos anuales entre 1955 y 1960. Por ejemplo, para el año 1955 figuran 8 talleres de tejidos en el Interior de la provincia, menos uno, los 7 dan cuenta de idéntico presupuesto. Figura también la Escuela-Fábrica de Tejidos con enseñanza anexa de Telares “Esteban Echeverría” de la capital cordobesa, que deriva de la “refundición” de establecimientos dispuesta en el decreto mencionado de 1953. El personal docente de la escuela es femenino y se mencionan materias como Taller, Corte y Confección, Bordados y Manualidades, Tecnología, Dibujo, Música y Canto, lo cual asemeja el Taller a la Escuelas Profesionales de Mujeres existentes en la época. En 1958, curiosamente, figura sólo una Escuela Taller de Tejidos en el Departamento 12 Pocho (Las Chacras) y en la capital figura una Escuela Vocacional “Esteban Echeverría” que suponemos tendría relación con la anterior Escuela-Fábrica. Al parecer, cabe preguntarse si los talleres (7) de tejidos se habrían convertido en Escuelas Profesionales de Mujeres, puesto que, solamente observando el presupuesto del año 1959, vuelve a aparecer el mismo taller (Las Chacras- Pocho) en el interior y ya no hay mención de otros ni tampoco el de la capital cordobesa. Aunque sí figuran Escuelas Profesionales de Mujeres en idénticas poblaciones donde residían los antiguos talleres, casos como: San José de las Salinas (Tulumba), San Carlos (Minas), Capilla del Monte (Punilla) entre otros. Finalmente, para 1960, en el presupuesto se menciona únicamente la Escuela de Tejidos “Esteban Echeverría” de Córdoba capital donde proliferan por entonces las Escuelas del Trabajo en orden creciente y al ritmo de lo que su dirigencia define como un enclave industrial. Conclusiones Hasta este punto se ha avanzado en el análisis documental y en la vigencia de la institución, dentro del marco del segundo nivel de enseñanza de la Provincia de Córdoba. Inscribiéndose en el marco de la formación laboral femenina da cuenta de la permanencia de aprendizajes surgidos en el siglo XIX y vinculados a la domesticidad, a aquellos oficios apropiados para la mujer. Si bien, como hemos dicho al comienzo del este trabajo, observamos que las diferentes gestiones provinciales hasta mediados de los años ´50 (demócratas, radicales y justicialistas) no presentan modificaciones profundas en sus políticas educativas y algo menos en cuanto al perfil y oferta educacional destinada a la mujer. Resta entonces, analizar y reconsiderar las políticas educativas de años subsiguientes hasta 1963 con respecto a la institución Taller de Tejidos en su relación con la nueva y transformada realidad económico-social de Córdoba, de corte netamente industrializador, y dentro de este contexto, y qué tipo de articulación se establece entre educación técnica y trabajo en los enunciados de estas políticas. Si se perfila hacia una preparación superadora de las artes domésticas (una educación técnica eminentemente manual) y se orienta definidamente hacia la producción industrial. Recordamos no obstante, que la Provincia de Córdoba a partir del golpe cívico-militar de 13 1955 vivirá en inestabilidad político-institucional permanente ya que se suceden, hasta 1963 ocho gobernadores y solamente uno de ellos es constitucional. Referencias bibliográficas: (1) Terreno, Ana La Educación Técnica en las políticas educativas cordobesas (1900-1955). Ponencia. pp.1 XIII Jornadas Argentinas de Historia de la Educación. Simposio 6. Rosario. 2004 (2) Provincia de Córdoba. Compilación de Leyes, Decretos y Demás Disposiciones de Carácter Público. Tomo cuarenta y tres. Ministerio de Gobierno. Publicación Oficial 1920, p.321. (3) Provincia de Córdoba. Compilación de Leyes Decretos y demás disposiciones de carácter público. Tomo cuarenta y siete. Ministerio de Gobierno. Publicación Oficial. 1922, p. 394. (4) Provincia de Córdoba. Diario de Sesiones de la Honorable Legislatura. Asambleas Legislativas 1923-1930. Tomo I. 1928, p.309. (5) Provincia de Córdoba. Compilación de Leyes, Decretos y demás Disposiciones de carácter oficial. Ministerio de Gobierno. Publicación Oficial. 1927, p. 278. (6) Provincia de Córdoba. Tomo I. 1928, p.309. (7) Provincia de Córdoba. Compilación de Leyes, Decretos y demás Disposiciones de carácter oficial. Ministerio de Gobierno. Publicación Diario de Sesiones de la Honorable Legislatura. Asambleas Legislativas 1923-1930Oficial. 1927, p. 278-282. (8) Provincia de Córdoba. Asamblea Legislativa. 1941, p.451. (9) Provincia de Córdoba. Asamblea Legislativa. 1940, p.380. (10) Provincia de Córdoba. Departamento de Gobierno. 1938, p. 1370. (11) Provincia de Córdoba. Op. cit. 1938, p.1371. (12) Córdoba (R.A.) H. Legislatura. Diario de Sesiones. Asambleas Legislativas 1932-1943. Año 1940, p. 380. 14 (13) Córdoba (Argentina) Diario de Sesiones de la Honorable Legislatura. Asambleas Legislativas 1946-1949. Tomo III. Año 1946, p.27. (14) Córdoba (Argentina) Legislatura de Córdoba. Diario de Sesiones de la Cámara de Diputados. Periodo Legislativo 1932-1933. Córdoba (Argentina) Leyes. Periodo Legislativo 1950. Año del Libertador General San Martín. (Presupuestos) (15) Provincia de Córdoba. Ministerio de Gobierno. Decreto Nº 2894/Feb/1953. Serie “A”. (16) Cámara de Senadores. Diario de Sesiones y Leyes (4373-4451) Tomo I. Periodo Legislativo 1953. Publicación de la H. Cámara de Senadores, p.13-16. (17) Córdoba (Argentina), íbidem, 1953:17. LOS TALLERES DE TEJIDOS COMO EXPERIENCIA DE EDUCACIÓN TÉCNIC
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