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institucional de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación (FaHCE) de la
Universidad Nacional de La Plata. Gestionado por Bibhuma, biblioteca de la FaHCE.
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Muro, María Marta
Mercado de trabajo en Italia
meridional: Inmigrantes,
agricultura y la rivolta di
Rosarno
Tesis presentada para la obtención del grado de
Licenciada en Sociología
Director: Buscema, Carmelo. Codirector: Pinedo, Jerónimo
Cita sugerida: Muro, M. M. (2014). Mercado de trabajo en Italia meridional: Inmigrantes,
agricultura y la rivolta di Rosarno. Trabajo final de grado. Universidad Nacional de La
Plata. Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación. En Memoria Académica.
Disponible en: http://www.memoria.fahce.unlp.edu.ar/tesis/te.1037/te.1037.pdf
http://www.memoria.fahce.unlp.edu.ar/
http://www.bibhuma.fahce.unlp.edu.ar/
http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/2.5/ar/
UNIVERSIDAD NACIONAL DE LA PLATA
FACULTAD DE HUMANIDADES Y CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN
DEPARTAMENTO DE SOCIOLOGÍA
LICENCIATURA EN SOCIOLOGÍA
TRABAJO FINAL 
“Mercado de trabajo en Italia meridional: 
inmigrantes, agricultura
y 
Alumna: María Marta Muro
Legajo: 74684/1
Correo electrónico: maria30484@hotmail.com
Director: Carmelo Buscema (UNICAL)
Co-director: Jerónimo Pinedo (UNLP)
Fecha: Mayo 2014
UNIVERSIDAD NACIONAL DE LA PLATA
FACULTAD DE HUMANIDADES Y CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN
DEPARTAMENTO DE SOCIOLOGÍA
LICENCIATURA EN SOCIOLOGÍA
TRABAJO FINAL 
Mercado de trabajo en Italia meridional: 
inmigrantes, agricultura
y la rivolta di Rosarno”
Alumna: María Marta Muro
Correo electrónico: maria30484@hotmail.com
Director: Carmelo Buscema (UNICAL)
director: Jerónimo Pinedo (UNLP)
FACULTAD DE HUMANIDADES Y CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN
Mercado de trabajo en Italia meridional: 
2
ÍNDICE
 Pág.
AGRADECIMIENTOS.........................................................................................................5
RESUMEN……....................................................................................................................6
INTRODUCCIÓN……………………………………………………………………………………………………………7
CAPÍTULO I
Migraciones internacionales, teorías y debates………………………………………………………….10
1.1 Las diferentes teorías…………………………………………………………………………….10
1.1.1 Las teorizaciones macroanalíticas………………………………………10
1.1.2 Las teorizaciones microanalíticas……………………………………….16
1.1.3 Las teorías de las networks………………………………………………..19
1.2 El debate acerca de la nueva época……………………….………………………………23
1.3 La nueva interpretación del fenómeno migratorio en la globalización……28
1.3.1 La cuestión histórica………………………………………………………….28
1.3.2 Las contradicciones de la época global………………………………30
1.3.3 Una trampa: la reproducción legal de la ilegalidad….………..32
1.3.4 El potencial de las migraciones………………………………………….34
CAPÍTULO II
El marco legal y su evolución en el contexto de destino italiano………………………………..39
2.1 La nueva Europa…………………………………………………………………………………….49
2.2 Italia devenida tierra de inmigrantes…………………………………………………….40
2.3 La cuestión normativa italiana……………………………………………………………….45
2.3.1 En los inicios del Estado………………………………………………………………45
2.3.2 Cuando se toma en cuenta el fenómeno, década del ’80……………47
3
2.3.3 Una nueva década, una nueva ley………………………………………………49
2.3.4 El Decreto Dini y la ley Turco-Napolitano……………………………………53
2.3.5 La última ley en vigencia…………………………………………………………….57
2.3.6 Las modificaciones al Texto Único y el Pachetto Sicurezza.………..61
2.4 Algunas conclusiones……………………………………………………………………………..62
CAPÍTULO III
Agricultura e inmigrantes: una relación cercana…………………………………………………………64
3.1 Sector primario y mano de obra inmigrante en Italia…………………………….64
3.1.1 Algunos datos…………………………………………………………………………….65
3.2 Un modelo……………………………………………………………………………………………..68
3.2.1 El modelo en el Mediterráneo…………………………………………………….70
3.3 El Mezzogiorno italiano………………………………………………………………………….71
3.3.1 La particularidad de Calabria………………………………………………………73
3.3.1.1 El sector agrícola calabrés…………………………………………….73
3.3.1.2 Los inmigrantes en la región…………………………………………74
3.4 Los problemas de esta compleja relación en este territorio…………………..77
3.4.1 El trabajo en negro……………………………………………………………………..77
3.4.2 El caporalato…………………………………………………………………………......78
3.4.3 Los mecanismos de explotación………………………………………………….81
CAPÍTULO IV
Rosarno, un caso de estudio: la rivolta, consecuencias y ¿vías alternativas posibles?..83
4.1 La elección del caso y los entrevistados…………………………………………………83
4.2 Rosarno, el ejemplo de todos los males…………………………………………………84
4.2.1 Historia de naranjas y trabajadores, verdaderos y falsos…………….85
4.2.2 El dominio del territorio: la ‘ndrangheta…………………………………….88
4.2.3 Las condiciones de los trabajadores de Rosarno…………………………90
4.3 Le rivolte: crónica de un conflicto anunciado y repetido………………………..93
4
4.3.1 Algún antecedente……………………………………………………………………..93
4.3.2 Los sucesos de enero de 2010…………………………………………………….95
4.3.3¿Porqué sucedió lo que sucedió? Algunas versiones..………………….98
4.4 Responsabilidades, ausencias y medidas……………………………………………..102
4.4.1 ¿Y el sindicato?.............................................................................102
4.4.2 ¿Y la patronal?..............................................................................105
4.4.3 ¿Qué pasó después de la rivolta?.................................................106
4.5 ¿Las alternativas?....................................................................................108
4.5.1 Un poco acerca de SOS ROSARNO…………………………………………….109
4.5.2 Las palabras de los protagonistas……………………………………………..110
CONCLUSIONES…………………………………………………………………………………………………..…..117
BIBLIOGRAFÍA.…………………………………………………………………………………………………………121
ANEXO……………………………………………………………………………………………………………………..126
5
AGRADECIMIENTOS
Quisiera agradecer en primer lugar a mi mamá y a mi papá que me han sostenido en este 
arduo camino que implica la universidad, por todo el apoyo que me dieron a lo largo de 
todos estos años, pero sobre todo quisiera agradecerles por ser mis grandes maestros del 
camino más difícil de recorrer que es la vida. A ellos y a mi familia entera va dedicado 
este trabajo.
Quisiera agradecer también a René, mi compañero, por su apoyo diario en la escritura 
de este trabajo, que no ha sido tarea sencilla, por su incansable aliento y por su amor 
incondicional. A él también va dedicado.
Mi director, Carmelo Buscema y mi co-director Jerónimo Pinedo que han sido la guía 
para que todas estas líneas cobren sentido. Agradezco a ellos sus lecturas, sus críticas y 
la paciencia que han tenido para dirigir mi tesis.
Un agradecimiento especial a Giuseppe, Nino, Lamine, Adama, Ismaila, Michele, 
Renato y Boubker que tuvieron una gran disposición a la hora de contarme sus historias 
y opiniones y a Consuelo que ha sido un nexo fundamental para poder contactarlos. 
Y a los queridísimos amigos que me dio la universidad y la vida, sin los cuales hubiera 
sido todo mucho más difícil. 
A todos muchas gracias.
6
RESUMEN
El debate en torno al fenómeno migratorio tiene actualmente en Europa un lugar 
privilegiado. Si bien los movimientos de población han sido recurrentes a lo largo de
toda la historia de la humanidad, representan hoy en día una cuestión fundamental desde 
el punto de vista político y de la opinión pública, debido a los desafíos que plantea en el 
plano social, económico y cultural para el viejo continente. Italia, por su parte,registra la 
llegada de inmigrantes que intentan ingresar al mercado de trabajo hace pocas décadas
pero en una coyuntura atravesada por un proceso de reestructuración y una profunda 
crisis económica que vuelven compleja la colocación para estas personas.En los últimos años, se llevan a cabo políticas cada vez más restrictivas en materia
migratoria. Sin embargo, lejos de frenar los flujos, estas medidas no producen más que 
el efecto, entre otras cosas, de empujar a la sombra de la ‘clandestinidad’a todas 
aquellas personas que ingresan o permanecen en el territorio sin la documentación 
necesaria. 
Nuestro trabajo buscará dar cuenta de las características de los procesos migratorios en 
Calabria, una de las principales, pero también una de las más pobres, zonas agrícolas de 
Italia meridional, atravesada por la dominación por parte del crimen organizado, la 
famosa mafia, aquí llamada‘ndrnagheta. Sobre todo en la ciudad de Rosarno, sobre la 
cual concentraremos nuestra atención, la organización criminal está involucrada en 
diferentes cuestiones que atañen al trabajo de los inmigrantes en los campos. Tan 
terribles e inhumanas son las condiciones de vida y empleo de estas personas, 
caracterizadas además por la discriminación y la violencia, que lograron desencadenar 
la conocida “rivolta di Rosarno” del 2010. El análisis que desarrollamos a partir de este 
episodio da cuenta de la complejidad de este territorio, del protagonismo de los 
inmigrantes, pero también de las oportunidades que podrían sobrevenir.
Términos clave: migración, mercado de trabajo, agricultura, Italia meridional,ilegalidad.
7
INTRODUCCIÓN
Los desplazamientos de la población han siempre caracterizado la historia de la 
humanidad, pero en tiempos de globalización el fenómeno se ha acentuado, sostienen
muchos autores e instituciones, como veremos a los largo de nuestro trabajo.
Entre los motivos del desplazamiento seguramente se encuentra la búsqueda de nuevas 
oportunidades económicas en los países de destino, cuyos niveles de vida material son 
percibidos superiores a aquellos de origen, aunque veremos que no son los únicos.
El porcentaje de los inmigrantes en el mundo fue creciendo y en el 2011 llegó a cerca 
del 3,1% de la población mundial, lo que serían unas 214 millones de personas, estima 
la Organización Internacional de las Migraciones. 
Si bien surgen debates en torno a si el fenómeno es ahora más significativo y en qué 
medida o porqué razones, las migraciones junto a otras cuestiones como la ambiental, 
son percibidas por muchas regiones europeas, como problemáticas que enfrenta el 
nuevo milenio. Sobre todo porque nuevos países se han sumado a la lista de los destinos 
de los inmigrantes de hoy, como muchos apuntan el caso italiano.
Para comprender una parte de los procesos migratorios que se dan en Italia, así como la 
relación de la península o de un sector de ella, el sur, específicamente la región 
calabresa, con otros espacios regionales, fuimos abordando la temática en modo general, 
partiendo del debate en torno al fenómeno migratorio. Para esto,intentaremos dar 
cuenta, en un primer capítulo, de las distintas explicaciones con respecto al movimiento 
de personas, haciendo referencia a los principales enfoques de la teoría social centrados 
en lo macro, lo micro y en las redes. Asimismo se pondrán en discusión los diferentes 
argumentos y se desarrollarán las objeciones realizadas a cada una de estas 
perspectivas. 
Se pondrá en tela de juicio, además, la tesis sostenida por Castles y Miller acerca de si 
estamos frente a una ‘era de las migraciones’, o si ésta sería otra etapa, de las muchas 
que hubo en la historia, y a la que no habría que atribuirle un peso distintivo, como 
sostiene Grimson. 
8
Por último, se mostrarán algunas contradicciones que presenta la última fase de la 
globalización en relación al cierre de fronteras hacia personas, y apertura hacia 
capitales, información y bienes. Se hará mención especial a las tesis de reproducción 
legal de la ilegalidad y de los nuevos inmigrantes percibidos como no personas por no 
contar con derechos fundamentales. Pero también se mostrarán las últimas teorías que 
tienen que ver con la subjetividad y autonomía de las migraciones, así como las de 
liberación de Hardt y Negri, para ver en qué medida podrían ser aplicadas al escenario 
que se nos presenta en la coyuntura que decidimos estudiar.
Un segundo capítulo incluye la cuestión normativa, haciendo referencia sintéticamente a 
la nueva realidad regional del siglo, la Unión Europea, pero sobre todo poniendo énfasis 
en las leyes italianas. Se trazará un recorrido histórico tratando de explicar los sentidos 
de ciertos direccionamientos, desde los inicios del Estado italiano, hasta llegar a los días 
actuales donde la cuestión se vuelve de suma importancia dada la nueva característica 
del país como destino migratorio.
En efecto, en este mismo capítulo, será explicado en profundidad este cambio de rol que 
asume la península en las últimas dos décadas del siglo XX convirtiéndose de 
exportador de mano de obra a meta inmigratoria de las áreas menos desarrolladas de la 
cuenca del Mediterráneo y de los países del Este europeo, Asia y América Latina.
Un tercer capítulo comienza a introducirnos en el que será nuestro estudio de caso, ya 
que describe un territorio particular de Italia, el Mezzogiorno, como llaman a las 
regiones del sur del país, atravesadas por diferentes problemáticas. Allí la agricultura 
ocupa un lugar central y es en ese sector dónde los inmigrantes encontrarán una salida 
laboral, temporal en muchos casos, pero con muchas dificultades relativas a la 
coyuntura social y política del territorio. No obstante, como veremos, esta relación entre 
inmigrantes y agricultura podría responder a varios factores y a un modelo específico, 
que se suman a las problemáticas territoriales del trabajo irregular, una particular forma 
de intermediación de la mano de obra y la ‘inevitable’ explotación de los trabajadores 
agrícolas inmigrantes, sobre todo en la región meridional calabresa.
Especialmente en el sector agrícola, recurrir al trabajo de los inmigrantes significa en 
esta zona, recurrir a una mano de obra poco calificada, de bajísimo costo, en 
condiciones laborales y sociales desastrosas. Los inmigrantes del tercer milenio son 
sobre todo trabajadores estacionales, con extremada movilidad que va persiguiendo los 
9
centros agrícolas meridionales durante las temporadas de recolección, viven en 
condiciones de vida, sociales y sanitarias inhumanas, son explotados laboralmente y su 
status administrativo es precario.
Nuestro último capítulo describirá específicamente el contexto de la ciudad calabresa de 
Rosarno, en el cual se desató la rivolta di Rosarno, una situación donde los inmigrantes 
africanos empleados en la recolección de cítricos se manifestaron debido a un hecho 
violento desencadenante contra ellos durante enero del 2010. Se desglosarán una serie 
de problemáticas del sector agrícola italiano en general que desataron las tensiones, a lo 
que se agregaban algunas cuestiones propias de la ciudad en relación al manejo de 
fondos regionales y europeos por parte de la ‘ndrangheta, el nombre dado al crimen 
organizado en Calabria. 
Nuestro análisis realizado a partir del relevamiento de periódicos locales e 
internacionales, visitas al lugar en diferentes oportunidades y entrevistas realizadas a 
personas que participaron en los episodios del 2010,pondrán en discusión algunas 
versiones y mostrarán algunas consecuencias que nos harán preguntarnos si 
efectivamente pueden ser leídas con la lente de las teorías descritas en el primer 
capítulo. Una asociación nacida al calor de los acontecimientos, SOS Rosarno, será 
nuestra clave para interpretar si formas de autogestión y economía solidaria pueden dar 
respuesta a una situación crítica como la que vive la comuna rosarnese cada temporada 
de recolección de naranjas.
El hecho de que en una ciudad se verifiquen muchas de las contradicciones de nuestra 
época, sobre todo en esta parte del mundo, como la clausura de las fronteras para la 
fuerza de trabajo, la caída de la producciónlocal por la competencia global, el crimen 
organizado a nivel internacional, la corrupción política, la difusión de la cultura de la 
violencia y el racismo, así como la explotación de los trabajadores inmigrantes alentada 
con leyes migratorias de producción de la ilegalidad, hacen de este lugar un ejemplo que 
nos ayudará analizar aspectos de los actuales procesos migratorios del sur europeo.
10
CAPÍTULO I
Migraciones internacionales: teorías y debates 
‘un espectro acecha el mundo, el espectro de las migraciones’
Hardt y Negri
Imperio
El hombre ha buscado nuevos horizontes desde los comienzos de su historia misma 
(Ambrosini, 2005) y por diferentes motivos y lo continúa haciendo, como es afirmado 
por el sociólogo italiano Vittorio Cotesta: “Las migraciones son un evento muy 
frecuente en la historia de la humanidad. Hombres y mujeres, viejos y niños, con sus 
pertenencias y el ganado, o incluso sin nada, abandonan los lugares familiares y se 
encaminan hacia nuevas metas. A veces van a la búsqueda de mejores condiciones de 
vida: tierras, pastizales, climas más templados, con la esperanza de tener frutos más 
variados y abundantes. En otros casos van a la búsqueda de un lugar hospitalario, 
fugando de algún tirano o de pueblos enemigos que destruyen cada cosa, reduciendo a 
la esclavitud hombres y mujeres libres.” (Cotesta, 1999: 3) 1
La teoría social ha dado diferentes interpretaciones acerca del fenómeno migratorio. 
Las teorías de las migraciones pueden distinguirse y agruparse según hagan referencia a 
explicaciones macro y micro en general, aunque algunos autores agreguen una tercera 
categoría a la clasificación llamada “teorías intermedias”, como lo hace el sociólogo 
italiano Maurizio Ambrosini. 
1.1 Las diferentes teorías
1.1.1 Las teorizaciones macro analíticas
Entre las explicaciones macro sociológicas acerca de la cuestión migratoria, se podría 
afirmar que el factor determinante tiene que ver con el contexto socioeconómico tanto 
de los países de origen como de los de destino. Las diferencias económicas y 
 
1 Traducción propia.
11
demográficas entre las diferentes áreas del planeta, serían la causa por la cual algunas 
personas deciden abandonar sus países y esperan ser acogidas en otros donde estiman 
que podrán mejorar su calidad de vida.
El sociólogo italiano Giordano Sivini, encuadra en este enfoque a los estudiosos 
estructuralistas, los cuales sostienen que las migraciones se definirían como 
movimientos comandados por el capital productivo, que tienen como objetivo la 
activación de una fuerza de trabajo esencial a la estrategia de acumulación industrial y 
fordista. (Sivini, 2005)
Por su parte, el historiador argentino Fernando Devoto lo explica en términos de 
optimistas y pesimistas. Los primeros serían aquellos que arguyen que la migración 
encuentra su causa en la búsqueda de mejorar la fortuna, viendo en el sistema capitalista 
un optimista desarrollo social. Entre ellos se encontraban los economistas liberales que 
pensaban en el movimiento de personas como una ventaja para el comercio de la 
nación, subrayando los factores de atracción (pull) del país de destino, apoyándose en la 
teoría económica clásica:
“…la emigración es el resultado de la construcción de un mercado de trabajo 
transatlántico libre en el siglo XIX (es decir, muy poco o nada regulado por políticas 
públicas) que es el lugar donde se encuentran la oferta y la demanda de mano de obra 
excedente de distintos mercado nacionales. Cada uno de estos mercados es 
primeramente supuesto como homogéneo y después como transparente, ya que en ellos 
operan individuos racionales, que aspiran a maximizar sus ingresos. Son individuos 
perfectamente móviles (sin limitaciones para desplazarse) y que tienen acceso uniforme 
a la información, la que no tiene costos de transacción. En este contexto la variable 
clave es la diferenciación de salarios, que orienta a los individuos a maximizar sus 
oportunidades laborales emigrando ahí donde aquellos son más altos. Cuanto mayor es 
el diferencial entre dos países, mayor será el flujo migratorio de uno a otro.” (Devoto 
2003: 57) 
Por su parte, los pesimistas enfatizan los factores de expulsión (push) en relación a la 
situación del país de origen del migrante. Algunos de esos factores pueden ser no tener 
otra alternativa que escapar de la miseria, lo que explicaría el éxodo. Además en este 
grupo “…se hallaban los políticos europeos inquietos por la cuestión social que 
pensaban que la emigración era un mal necesario, una ‘válvula de seguridad’ que 
12
evitaría catástrofes mayores, los nacionalistas que sostenían que sería una pérdida de 
energías del cuerpo de la nación y los demógrafos defensores de la natalidad que creían 
que en el número y en la juventud estaba la vitalidad de una nación.” (Devoto 2009: 51-
52)
Según Ambrosini, más precisamente estos factores de atracción (pull) explicarían sobre 
todo las migraciones desde Europa hacia el mundo en los años ‘50 y ‘60, mientras que 
factores de expulsión (push) determinarían sobre todo los flujos migratorios 
contemporáneos. (Ambrosini, 2001).
El sociólogo italiano, continuando sus explicaciones acerca de las teorías macro, expone 
el pensamiento de algunos estudiosos, los cuales subrayan las diferencias entre los 
equilibrios demográficos en las diversas áreas del globo, arguyendo que las distintas 
tasas de crecimiento poblacional, en relación a la tasa de natalidad, determinarían una 
notable diferencia en cuanto a la disponibilidad de la fuerza de trabajo, siendo 
claramente mayor en las áreas subdesarrolladas. 
Esta parte de la literatura sostiene que las migraciones son guiadas por procesos 
macroeconómicos, desde el momento que se concentran sobre los determinantes 
estructurales que los individuos singularmente son llevados a racionalizar. Dado que el 
capitalismo se desarrollaría inequitativamente, produciendo desigualdad entre las áreas 
fuertes que dominan y explotan las áreas débiles del mundo, las sociedades periféricas 
serían las reservas de fuerza de trabajo de bajo costo, a las cuales el capital llama 
cuando le es necesario, activando los procesos migratorios. (Sivini, 2005)
Sin embargo, debemos considerar, como sostiene Ambrosini, que estas teorizaciones 
serían insuficientesa la hora de explicar el fenómeno migratorio. Sin desmerecer la gran 
importancia de estos factores, el autor italiano se cuestiona, por ejemplo, porqué desde 
la India no emigran la cantidad de personas que se esperaría para su coyuntura 
socioeconómica. Por este motivo, se cuestiona cómo es posible que frente a la enorme 
cantidad de población disponible para el movimiento, sólo una pequeña parte 
efectivamente lo lleve a cabo. 
Otra de las objeciones tendría que ver con que los flujos migratorios no provendrían de 
aquellos países que según la ONU son los menos desarrollados2, sino que las personas 
 
2https://data.undp.org/dataset/Table-1-Human-Development-Index-and-its-components/wxub-qc5k
13
que se desplazan serían oriundas de países colocados en los escalones intermedios 
respecto al IDH. Del mismo modo, no serán las personas, afirma Ambrosini, de las 
clases más desfavorecidas las más propensas a emprender el viaje, si no aquellas que al 
menos puedan pagarse los costes de tamaña aventura. En esto también incide la 
distancia geográfica entre el origen y el destino, lo que claramente determina el valor 
del pasaje. Por este último motivo parecería, que las personas que vienen de lugares más 
lejanos tendrían una calificación más elevada respecto de los inmigrantes llegados desde 
las cercanías del lugar, arguye el sociólogo.
El antropólogo argentino Alejandro Grimson comparte este postulado, de que no son los 
más pobres los que tienen la posibilidad de emigrar, porque esta empresarequiere haber 
tenido previamente cierta capacidad de ahorro y algunas redes sociales, de modo que no 
conforman ellos los grupos más dinámicos que tienen tal opción: “Los sectores más 
empobrecidos muchas veces están condenados a no poder ni siquiera migrar.” (Grimson 
2011: 36). El autor agrega que si los inmigrantes fueran de las personas más pobres a la 
sociedad que llegan, esto podría tener que ver con otros factores, como su situación 
legal, lo cual los coacciona a aceptar trabajos mal pagados, de baja calificación y en 
muy malas condiciones, ya que se encuentran en una situación de desventaja frente a los 
nativos. Este debate lo retomaremos en el segundo capítulo. 
Por su parte, Cotesta afirma que sería una visión ingenua pensar que las migraciones 
provengan solamente de los países más pobres a los países más ricos del mundo. El 
cuadro sería mucho más complejo. Los movimientos de personas están presentes 
también entre países menos desarrollados, entre economías que tengan necesidad la una 
de la otra. 
De hecho en el 2007, el Banco Mundial publicó un reporte titulado South-South 
migration and Remittances 3que revela que el 41% de los inmigrantes en el mundo 
reside en países en vías de desarrollo y que particularmente en Europa del este, África 
subsahariana y en el sur y centro de Asia las migraciones sur-sur tienden a ser mayores 
que la migración hacia el norte, incluso con altos flujos de migración intrarregional. Y 
algunos de los ‘corredores migratorios’ más importantes después del de México-
 
3 Se puede ver el reporte en: http://siteresources.worldbank.org/INTPROSPECTS/Resources/South-
SouthmigrationJan192006.pdf
14
EE.UU. estarían en el sur: Rusia-Ucrania, Ucrania-Rusia y Bangladesh-India. Esto sería 
gracias a que la proximidad geográfica y la formación de redes comunitarias y 
familiares reducirían los costos e incertidumbres de emigrar. 
La migración sur-sur se caracteriza no sólo por ser inestable, sino también por el hecho 
de que estos países hospedan inmigrantes transitorios que tenían como destino final un 
país desarrollado, lo que incrementaría la inmigración ilegal. En el reporte se subraya 
que la inestabilidad de los flujos migratorios en el sur se debe principalmente a la 
presencia de conflictos armados y a la dinámica de los ciclos económicos en estos 
países. A estos hechos se suma la existencia de legislaciones migratorias más laxas o de 
aplicación menos rígida y la mayor facilidad de inserción laboral de los inmigrantes en 
el sector informal de las economías del sur, lo que permitiría aventurar que la 
inmigración irregular esté más presente en la dinámica sur-sur, que en la norte-sur. El 
informe concluye que los inmigrantes son más vulnerables dentro de los flujos 
migratorios en el sur. El fenómeno de la irregularidad y la aplicación ineficiente de las 
leyes laborales en estos países contribuyen a que persistan la explotación y la existencia 
de riesgos para los inmigrantes frente a las autoridades, los empleadores y los traficantes 
de personas. 
Ambrosini sostiene que estos enfoques macro sociológicos presentan algunas 
objeciones, principalmente la omisión acerca de la explicación de porqué algunos 
emigran y otros no, como se sostuvo precedentemente. Pero además, subraya el autor, 
esta perspectiva coloca al migrante en un lugar donde su subjetividad se ve claramente 
subestimada, por lo cual se debe estudiar también el factor subjetivo: esto lo llevarán a 
cabo los enfoques micro sociológico, que serán explicados en el siguiente apartado. 
Devoto por su parte, arguye que este modelo teórico “utiliza un nivel de generalización 
que presume un inmigrante (homo economicus o proletario), objeto homogéneo sobre el 
que actuaría, de modo unívoco un conjunto estable de factores. El objeto es entonces 
uniformizado pero además se esperan de él también, a la manera del perro de Pavlov, 
respuestas unívocas, siempre idénticas ante la presencia de determinados factores (…) 
Las personas ‘necesariamente’ responden a la miseria con la emigración o, viceversa, 
las personas necesariamente son estimuladas por la voluntad de maximización de 
beneficios.” (Devoto, 2003:71) 
15
El autor italiano Ambrosini, continuando con los modelos teóricos macro, resume las 
que llama “teorías de la demanda” citando a Piore, Harris y Sassen, como aquellas 
donde se acentúa la atracción que los países desarrollados ejercen sobre los trabajadores 
extranjeros, pero para insertarlos en áreas donde se encuentra el trabajo precario, mal 
pagado, poco calificado, fluctuante y expuesto a la más cruel competencia. Estas áreas 
deben absorber las contingencias, precariedades y contragolpes de la competencia, para 
de este modo poder salvar las áreas de trabajo estables, fuertes y protegidas. Los 
inmigrantes, interesados, al menos en una fase de su camino, por trabajos que no 
presentan características de estabilidad y continuidad, sobre todo si son recién llegados, 
están solos, son jóvenes y tienen intenciones de regresar a su país de origen, son los 
candidatos ideales para las necesidades laborales del país que lo recibe. 
Se presenta como caso emblemático el empleo del inmigrante como trabajador rural, ya 
que este tipo de labor requiere de breves períodos de tiempo, respondiendo a 
determinados factores relativos al área (siembra, cosecha, clima). La necesidad de pocas 
semanas o meses que necesita este tipo de trabajo respondería a las necesidades de 
quienes busquen una ocupación por tiempo determinado que no le impida luego 
continuar con otros proyectos. Este ejemplo será de particular importancia para nuestro 
trabajo. 
Debemos destacar el aporte de la geógrafa Saskia Sassen (Ambrosini, 2001), que realiza
una explicación acerca de las “ciudades globales”. La autora sostiene que existe una 
regeneración de las grandes urbes luego de haber atravesado un declive durante el 
periodo fordista. Las grandes metrópolis habrían desarrollado toda una serie de servicios 
y actividades económicas ligadas a las nuevas tecnologías. Lo que en relación a nuestro 
tema nos interesa tendría que ver con el hecho de que estas ciudades se concentra “el 
trabajo rico”, porque allí se encuentran los puntos neurálgicos de los centros 
direccionales de grandes compañías y empresas, grupos económicos y financieros, las 
relativas consultorías, oficinas de marketing y telecomunicaciones, las productoras de 
medios de comunicación, etc. Este “trabajo rico” necesitaría de “trabajo pobre”, 
argumenta la estudiosa, al menos sobre dos aspectos: el mantenimiento de las 
infraestructuras y el servicio a las personas: los servicios deben ser materialmente 
realizados, los edificios construidos y mantenidos en orden, el rápido crecimiento de la 
industria financiera y de los servicios altamente especializados genera no sólo funciones 
técnico-administrativas de alto nivel, sino que también tareas generales y de baja 
16
retribución. De modo que ésta sería el área donde se logran colocar los inmigrantes en 
las nuevas ciudades globales: sirven a las tareas menos calificadas para sostener 
aquellos sectores más elevados de la economía. 
Al igual que se mencionó en párrafos anteriores, también estas teorías pueden 
cuestionarse por el lugar al que ponen a los inmigrantes, un lugar pasivo, meramente 
secundario, donde la persona queda circunscripta a expensas del capital y sus 
necesidades. El factor determinante sería la necesidad de la economía que reduce el 
trabajo a mercancías y las personas a pequeñas “fichas de tablero”. (Ambrosini, 2001)
Otra importante objeción a estas teorías apunta a la insuficiente consideración del 
cuadro normativo. En efecto que existan inmigrantes que trabajen en condiciones 
serviles también responderíaal hecho de que los ingresos son duramente regulados por 
la sociedad de arribo, por lo cual la presencia de flujos migratorios muchísimo más altos 
en comparación a esos valores, generaría la formación un grupo de inmigrantes cuya 
condición es extremadamente débil y por lo tanto expuesta inevitablemente a 
situaciones de explotación. Claro que, si otra fuera la circunstancia, estos sujetos 
podrían impartir resistencia, organizarse sindicalmente o aún más, dar vida a actividades 
económicas autónomas.
Una última objeción realizada a estas teorías, tiene que ver con la composición de los 
flujos migratorios: no sólo son los pobres los que emigran, si no que en países como 
Australia, Canadá o EE.UU., una importante parte de migraciones regulares están 
altamente calificadas: se trata de personas que encuentran rápidamente trabajo como 
médicos, informáticos, emprendedores, concluye Ambrosini.
1.1.2 Las teorizaciones micro analíticas
El sociólogo italiano Vittorio Cotesta señala que, por más importantes que sean los 
factores estructurales para explicar el movimiento de las personas, como también la 
gran desigualdad de oportunidades entre países desarrollados y aquellos en vías de 
desarrollo (los llamados factores objetivos de las motivaciones de las migraciones) es 
necesario agregar a estos los factores subjetivos: “De hecho no se transfieren los más 
pobres o los menos dotados de capital cultural y social. Al contrario, como vimos en 
tantos países de África y Asia, son los más dotados de ambos capitales los que emigran. 
Jóvenes con formación profesional media o alta buscan mejores oportunidades de vida y 
17
trabajo. También cuando las capacidades profesionales son generales o bajas, es 
necesaria una disponibilidad subjetiva de arriesgar viajes complejos para ponerse en el 
sendero hacia los países con más consistentes oportunidades laborales. En otros casos, 
por cierto, es la familia entera que a través de uno de sus miembros más emprendedores, 
invierte en el viaje migratorio. Y si, como hemos visto, la movilidad involucra todas las 
áreas del mundo, al considerar los factores de las migraciones, se hace necesario tener 
en cuenta tanto las objetivas disparidades de oportunidades de vida y de trabajo, como 
las disparidades a nivel subjetivo advertidas como injustas e inaccesibles por los 
individuos.” (Cotesta, 2005: 68-69)4
Explicaremos entonces en este apartado, los llamados enfoques micro analíticos, en los 
cuales el factor individual es el determinante a la hora de tomar la decisión de migrar.
Según Maurizio Ambrosini, estas explicaciones están inspiradas esencialmente en la 
teoría económica neoclásica: “Estas conciben las migraciones en tanto fruto de 
elecciones individuales, basadas en cálculos racionales de maximización de la utilidad. 
El inmigrante, no diversamente de otro actor económico, es un individuo racional y 
calculador que busca optimizar la satisfacción del propio interés, vendiendo el propio 
capital humano, al mejor precio posible. El capital humano del inmigrante es su joven 
edad, su buena salud, su capacidad de trabajo, hoy también la instrucción en muchos 
casos- muy poco fructífera en su país, y sin embargo mucho mejor remunerada en otro 
mercado de trabajo-.” (Ambrosini, 2001:14-15)5. Esto explicaría, según el estudioso 
italiano, aquella objeción realizada a las teorías enumeradas en el apartado anterior: la 
carencia argumentativa de porqué, en condiciones similares, algunas personas deciden 
migrar y otras no. Por lo tanto, entre personas que se encuentran en la misma situación 
económica desventajosa en el país de origen, los sujetos que finalmente tomarán la 
decisión de partir serán los más emprendedores, los más jóvenes, relativamente más 
calificados, con algún contacto en otro país que les brinde oportunidades, etc. 
Sivini, llamando a este enfoque ‘funcionalista’, arguye que los pensadores que han 
sostenido esta teoría, habían asumido que los inmigrantes eran individuos capaces de 
elecciones racionales destinadas a maximizar su utilidad. (Sivini, 2005)
 
4Traducción propia.
5Traducción propia.
18
Sin embargo estas teorizaciones también sufren objeciones. Ambrosini se vuelve a 
preguntar por qué de todos modos, no hay un éxodo en masa de los países pobres a 
aquellos ricos; o peor aún: ¿cuál es la razón por la cual muchos inmigrantes optan por 
regiones como Calabria, en lugar de optar por destinos más convenientes o áreas más 
ricas donde las oportunidades económicas serán seguramente mejor que la de estas 
tierras del Mezzogiorno 6 italiano?
A pesar de lo ilustrado por la teoría utilitarista, la elección del migrar estaría viciada con 
una falta de información o la parcialidad que se tiene de ésta, la cual impediría poder 
realizar las comparaciones necesarias, para de ese modo, lograr elegir la mejor opción, 
sostiene el sociólogo italiano. Así es como se comprende la elección de destino de 
muchos migrantes: donde ya tienen algún conocimiento, al menos indirecto, donde 
presuman que se pueda acceder más fácilmente, o donde sepan que existen nichos 
étnicos a los cuales les resulte más fácil insertarse, etc.
De esta manera podemos observar, argumenta Ambrosini, como la teoría neoclásica 
desmerece los lazos sociales que son para él, aquello que finalmente condiciona la 
elección de dónde una persona se dirige. En la mayor parte de los casos, ésta tiene que 
ver con el hecho de si en ese lugar se conoce a alguien, y si puede ayudarlo, según el 
mecanismo de las redes o cadenas. Esta teoría tendrá su apartado más abajo. 
Otras explicaciones, por su parte, ponen el acento en la familia. En este caso, la decisión 
de migrar saldría del núcleo familiar, que podría recibir las remesas para mejorar la 
situación del conjunto en el país de origen. La familia entera es quién decide quién 
migra, como menciona Cotesta, y es la que compra el pasaje, para ser, más tarde, 
destinataria de los beneficios que el sujeto podría tener en el país adónde se dirige. De 
este modo se deduce que esta estrategia tiene un carácter familiar, colectivo, no ya de un 
individuo solo. Son los propios padres quienes inducen a sus hijos a partir esperando, 
por ejemplo, ser ayudados en la vejez o en las cuestiones de salud, ya que en sus propios 
países los sistemas de protección social son débiles. Se podría afirmar, según el autor, 
que existiría una correlación positiva entre la debilidad de los sistemas de protección 
social de los países de emigración con la propensión de inducir a la aventura migratoria 
a los propios hijos.
 
6Mezzogiorno se llama a la zona meridional italiana, comprendida por las regiones de Campania, 
Calabria, Puglia, Abruzzo, Molise, Basilicata y las islas mayores Cerdeña y Sicilia.
19
Estas teorizaciones también se ven puestas en tela de juicio, sobre todo por los estudios 
referidos a las mujeres. Éstos critican la visión idealizada y racional de la familia, 
concebida como un actor económico que decide, elige e invierte de forma conjunta y 
compacta, en la cual se apoya dicha tesis. Por el contrario, argumentan estos estudios 
comentados por Ambrosini, esta decisión no es sensible a la necesidad de cada uno de 
los miembros. Generalmente es orientada en sentido paternal o machista. Para este 
enfoque, las mujeres serían actores subalternos respecto a las estrategias elegidas y 
llevadas a cabo por otras personas del grupo familiar. 
Por su parte, Fernando Devoto, clasifica las teorías de las cadenas migratorias, redes y 
patronazgos, dentro del modelo micro analítico, pero se explayará su esquema en el 
apartado homónimo. 
Sí debemos apuntar, que el historiador argentino señala la propia economía del grupo 
familiar como una de las fuentes de financiación de la experiencia migratoria, 
refiriéndose a los enfoques micro analíticos:“Aquí la decisión de migrar es más 
colectiva (aunque con un peso decisivo del jefe de la familia) y la emigración forma 
parte de la estrategia global de las familias, que puede ser buscar evitar la 
proletarización de todo el grupo al tener que ir a trabajar a la ciudad, a la industria. Esta 
era una forma de mantener a la familia unida (y a la autoridad paterna sobre ella).” 
(Devoto, 2003: 151). La familia también podría invertir sólo en alguno de los 
miembros, para a través de él, promover la movilidad social del grupo entero. El autor 
comenta también, que puede ser el contratista de mano de obra quién pague el primer 
peldaño de la aventura migratoria, el boleto. 
1.1.3 Las teorías de las netwoks
Hemos visto hasta ahora las diferentes teorías sociales definidas en relación a donde 
pongan el acento, ya sea en los factores estructurales, como el económico, el social o 
demográfico; o ya sea en una cuestión más ligada a la elección personal. Ahora veremos 
el peso que cobran las relaciones interpersonales, en diferentes lugares del mundo, a la 
hora de determinar la partida.
Cotesta subraya la importancia que tendría para nuestra sociedad ‘global’ estudiar el 
enfoque de la teoría de redes: “El gran movimiento de las personas crea una enorme red 
de contactos y de relaciones. La primer característica de la ‘sociedad global’ es la de ser 
20
una red de relaciones entre hombres y mujeres, una red que por principio cubre todo el 
planeta. De aquí también el nombre de sociedad global.” (Cotesta, 2005: 7) 7
Tenemos en el espacio intermedio entre los dos polos teóricos que hemos analizado, a la 
teoría de las “redes migratorias”. En este enfoque el acento está puesto en las relaciones 
interpersonales entre migrantes y futuros y/o potenciales migrantes. Las migraciones 
serían, de este modo, el resultado de tales relaciones. Estas redes facilitarían la 
emigración, operando tanto en el país de origen como en el de destino, inmigrantes con 
potenciales migrantes emigrantes, facilitando la inserción en los países de arribo, 
desafiando todas las barreras con las que las personas se puedan cruzar, sean estas de 
naturaleza normativa o material. 
Entonces se llega a Calabria más a menudo que a Alemania o Suiza, a pesar de las 
mejores oportunidades que ofrecen esos países, porque en tierras calabresas se encontró 
alguien que se había dirigido a la red, que alguien llegado un tiempo antes había 
utilizado como sostén. Esto le habría permitido resolver los primeros problemas que 
enfrenta quien recién llega, ligados al arribo, el techo donde habitar y alguna posibilidad 
de trabajo. 
Según Fernando Devoto, el movimiento migratorio tendría como centro de 
investigación dos puntos centrales: “conocimiento de oportunidades (información) y 
ayuda para emigrar y conseguir empleo (asistencia). Comprendiendo ambos procesos se 
podrá entender quién emigra y quién no, cuándo y dónde…” (Devoto, 2003: 122) 
En relación a la información, el autor argentino destaca que ésta no está disponible de 
manera homogénea, lo que explicaría las diferencias entre tasas migratorias de distintas 
partes del mundo. En este sentido, serían las cadenas migratorias las despensas de 
información primero en una instancia familiar, luego agrandándose a la escala regional. 
La cuestión de que muchas veces los que tenían el deseo de partir no contaban con 
familiares, amigos o paisanos que hubieran migrado previamente, nos remite al segundo 
punto que tiene que ver con los agentes de inmigración. Este punto será traído a 
colación por Ambrosini, como un vacío del que no hablan las teorías de las redes. Esta 
objeción la anotaremos más adelante en este mismo apartado. 
 
7Traducción propia.
21
La teoría tiende a ver hoy a las redes como la típica expresión de la proyección y de la 
capacidad de iniciativa de los migrantes que, a través de la coordinación, buscan escapar 
de contextos adversos o de sistemas que los colocan en lugar de subalternidad. Esta 
función de las redes asume todavía mayor importancia si tenemos en cuenta el pasaje de 
la economía fordista a la postfordista. De hecho en el período fordista, comenta 
Ambrosini, las grandes fábricas alemanas o francesas empleaban masivamente a los 
migrantes, brindándoles techo y seguridad laboral. En ese contexto las redes tenían poca 
importancia, dada la expansión masiva de la noticia de las asunciones y la forma 
estructurada de acogimiento de los recién llegados. El contacto entre origen y destino no 
era para nada determinante. Diferente será el traspaso a la etapa porsfordista: “Una vez 
concluida esta fase, sin embargo, las dinámicas migratorias tanto en América como en 
Europa, debieron adaptarse a los cambios del nuevo contexto, que incluyen demanda 
laboral fraccionada y fluctuante, razón por la cual los contactos y los conocimientos 
personales se volvieron esenciales a los fines la inserción laboral.” (Ambrosini, 2001: 
19) 8
Para el estudioso italiano la consideración de los mecanismos de redes y de esta nueva 
coyuntura, también nos ayudará a comprender la relación entre etnia y nicho laboral, es 
decir, la especialización del trabajo según las distintas comunidades. Así podremos 
explicar por qué algunas comunidades realizan determinadas labores en un área 
geográfica y distintas en otra. Ambrosini comenta el caso de los senegaleses en Italia: 
en Milán la comunidad africana se inserta en el comercio ambulante, generalmente de 
modo irregular; sin embargo, en Brescia (también al Norte de Italia), lo senegaleses 
encarnan un estereotipo positivo, de hombres fuertes con el físico más adecuado para 
trabajar en las fábricas, que son capaces de someterse a diferentes turnos sin cansarse. 
Esta diferencia se explicaría por el hecho de que seguramente los primeros senegaleses 
en llegar a Milán no lograron acceder a labores fabriles, mientras que en Brescia aquel 
que si lo logró, habiendo tenido la oportunidad de demostrar su capacidad de trabajo, 
facilitó o esponsorió la entrada posterior de sus compatriotas, amigos, parientes, etc. 
De modo que estas experiencias personales, compartidas socialmente por los dueños de 
las fábricas, se terminan volviendo fuente de generalizaciones y clichésdiscriminatorios, 
 
8Traducción propia.
22
ya sea en sentido positivo como negativo, capaces de activar o inhibir las dinámicas de 
las cadenas migratorias. 
El ejemplo exitoso de una cadena migratoria proporcionado por el sociólogo italiano es 
aquel del caso filipino, donde se observan bajísimos niveles de desocupación. Este 
resultado es atribuido a la fuerte cohesión de la network filipina, la cual facilitaría la 
inserción de sus miembros en los nichos económicos que la cadena logró “colonizar”. 
El estudioso italiano afirma entonces que cuánto más solidaria, cohesionada y capaz de 
mantener bajo control al propio grupo resulta la cadena, tanto más logrará esponsorear a 
sus miembros e incluirlos en la economía que los recibe. 
Sin embargo, aclara el autor, esto podría convertirse en un ‘arma de doble filo’, ya que 
funciona para la inserción en los nichos laborales de bajo nivel, pero puede ser un 
obstáculo para la emancipación de quienes aspiren a un trabajo más calificado o 
autónomo. Se podría afirmar entonces que las redes representan un recurso cuyas 
consecuencias asumen diferentes efectos según el componente de que se trate: resultan 
más ventajosas para los recién llegados y para los de menos calificación, que para los 
que ya llevan un cierto tiempo en el destino y para los que cuentan con un alto nivel de 
instrucción. 
La objeción realizada a la teoría de las redes reside en la falta de explicación que se ha 
hecho acerca del inicio del fenómeno, o sea cuando es tomada la decisión de dar el salto 
migratorio. No se toma en cuenta, según Ambrosini,la importancia de las instituciones, 
ya sea en el país de origen como en el de arribo, que son la premisa a partir de las 
cuales las redes pueden trabajar. Estas instituciones intermediarias cobran singular 
importancia ya que son las que proporcionan contratos de trabajo, documentación 
necesaria, información en general. 
Otro elemento a considerar expuesto por el autor, tiene que ver con el marco normativo: 
este puede guiar la selección de las migraciones, canalizándola en determinada 
dirección en detrimento de otra. De este modo, la existencia de prohibiciones legales a 
la inmigración, no contemplando alguna forma de bloquear los flujos y de impedir el 
uso de inmigrantes para el trabajo en negro, resultó ser una forma de producción legal 
de la ilegalidad, tesis que ampliaremos en el siguiente capítulo. Las particulares medidas 
legales en relación a la cuestión migratoria seleccionan también el flujo de personas que 
llegará: países como Australia, EE.UU. o Alemania llevaron a cabo programas de 
23
atracción de inmigrantes altamente calificados; mientras que en países como Italia se 
recibe mano de obra menos calificada. Se puede afirmar entonces que “la emigración se 
estratifica y se direcciona también en dirección de las posibilidades dispuestas por la 
normativa de los países receptores.” (Ambrosini, 2001: 25) 9
Esto último será ampliado por diferentes autores en el siguiente apartado, entre ellos, 
Giordano Sivini, para quien las redes conforman una parte por la cual las migraciones 
porstfordistas lograrían autonomía y subjetividad. 
Este autor concluye que frente, por un lado, a la prevalente interpretación de la 
funcionalidad de las migraciones a los capitales metropolitanos que a este fin las 
activan, y por el otro al acento puesto en la acción racional que guían los movimientos, 
se estarían contraponiendo investigaciones que apuntan a la integración de los 
inmigrantes en la economía informal, o a la problemática relativa a las redes y a las 
relaciones trasnacionales. Sobre este último punto, aclara el autor, “las migraciones 
emergen como procesos que definen una oferta de trabajo de manera relativamente 
autónoma respecto a la demanda de las economías desarrolladas.” (Sivini, 2005: 6) 10
Profundizaremos la tesis de este autor en los próximos apartados. 
Después de haber mencionado las diferentes teorías debemos considerar, como sostiene 
Ambrosini, que el estudio migratorio debe tener en cuenta un enfoque multicausal que 
tenga en consideración los diferentes factores que se entrecruzan en las causas que 
llevan a la migración. 
1.2 El debate acerca de la nueva época
Si bien dijimos que las migraciones han existido siempre, es de destacar que en la 
actualidad se han convertido en un tema al que se le presta mayor atención, ya sea desde 
las ciencias sociales, como de las agendas políticas, al menos en el contexto europeo.
Así lo señalan Castles y Miller, que han considerado la relevancia del fenómeno como 
de tal magnitud que han llamado a nuestra época “la edad de las migraciones”. (Castles 
y Miller, 2003).
 
9Traducción propia.
10Traducción propia.
24
Estos autores argumentan que si bien el movimiento de personas siempre existió, 
después del año 1945 y particularmente a mediados de los años ’80 se observan un 
crecimiento en el volumen e importancia de los flujos migratorios. Lo distintivo de la 
época actual serían “su alcance global, su carácter central para la política doméstica e 
internacional y sus enormes consecuencias económicas y sociales.” (Castles y Miller, 
2003:12) 
Este fenómeno se transforma en una cuestión clave en el período posterior a la guerra 
fría y durante la última fase de la globalización, entendida esta como “…un proceso 
mediante el cual sociedad, economía, cultura, formas y estilos de vida antes separados 
se adaptan en una perspectiva de interdependencia. Con este término-interdependencia-
en efecto, no sólo se indica el hecho que elementos antes separados se pongan en 
contacto, sino que además, se busca subrayar que desde el momento en el que se entra 
en una perspectiva de tipo global, cualquier cosa suceda a uno de los elementos del 
sistema, tendrá repercusiones sobre los otros.” (Cotesta, 1999: 94)11
Las personas no quedarían afuera del gran flujo entre fronteras que incluye esta nueva 
etapa del capitalismo, donde las antiguas barreras nacionales sucumben ante el 
intercambio de mercancías, capitales, comercio, ideas, productos culturales e 
inversiones, donde el trasnacionalismo, entendido como comportamientos o 
instituciones que de forma simultánea afectan a más de un Estado (Castles y Miller, 
2003), pareciera ser el actor principal. O sea, si “el sistema global de la economía está 
fundado sobre la movilidad de las materias primas, de las mercancías, de los capitales y 
de la fuerza de trabajo (…) esto comporta un pasaje de los trabajadores de un área a otra 
del sistema según las posibilidades ofrecidas por los mercados locales de trabajo.” 
(Cotesta, 1999:34) 12 Pero veremos más adelante cómo esto se transformará en un 
problema.
Los autores de “La edad de las migraciones” hablan de nuevas tendencias que 
caracterizan esta etapa. Entre ellas podemos destacar su carácter global. Este es uno de 
los elementos novedosos, ya que el fenómeno migratorio cuenta ahora con países que 
antes quedaban excluidos, sea como origen o como destino. 
 
11Traducción propia.
12Traducción propia.
25
‘Mundialización’ lo llaman Elizalde, Correa y Córdova (2013) al hecho de que hoy 
quedarían al margen de la circulación migratoria un número muy reducido de países.
Según la estudiosa Annamaria Vitale, la movilidad humana que ahora va en todas las 
direcciones, pone en crisis el sistema dominante que debe ser regulado bajo nuevas 
líneas, produciendo nuevos aparatos disciplinares y biopolíticos. “Esta movilidad se 
vuelve el terreno estratégico de nuevas figuras del dominio, de nuevas polarizaciones 
sociales. Un orden social que se constituye como orden ‘natural’ producido por la 
acción de los individuos-agentes: este debe ser legitimado (producido como normal) y 
jurídicamente codificado (a través de la norma). Pero este orden espacio-temporal debe, 
al mismo tiempo, producir (y reproducir) la fuerza de trabajo en la cantidad y calidad 
adecuadas a las condiciones históricamente dadas por la valorización.” (Vitale, 2005:16) 
13El capital necesita trabajadores con esta movilidad, móviles en un doble sentido: 
flexibles, tanto al interior de la regularización temporal vida/trabajo, así como al interior 
de la organización espacial capitalista de los lugares. 
Asimismo se observa una transformación o cambio de rol: los que antes eran países de 
destino, se fueron transformando en países de origen, como muchos señalan al caso 
italiano, que desde el siglo XIX hasta los años ‘60 del siglo XX funcionó como país 
proveedor de inmigrantes, sobre todo para las llamadas migraciones transatlánticas, y 
desde los años ‘80 a esta parte fue convirtiéndose en país de destino de personas 
oriundas de países tanto cercanos (los llamados países de Europa del Este, y del África) 
como de tierras que un siglo antes vieron llegar a sus antepasados (el caso de los de 
América Latina). A estos también se agregan países de Medio Oriente y Asia (Filipinas, 
China, Sri Lanka, Bangladesh, entre otros).
Minara Lubi Guizardi y Bernardo Guerrero (2012) afirman que la realidad de la 
migración como narrativa de la acción de un sujeto imaginado como “europeo, blanco, 
masculino y conquistador” empieza a cambiar, también alrededor de los años ‘60. Por 
primera vez en la historia del capitalismo, Europa deja de ser el continente desde donde 
parten los grandes viajes, para convertirse en el espacio que recibe a los migrantes 
venidos de los “espaciosotros”, en otro tiempo objetos del ímpetu 
colonizador/apropiador del europeo. Nuevos modelos migratorios –desplazamientos del 
sur hacia el norte global y de países del sur hacia otros países del sur– surgen y/o se 
 
13Traducción propia.
26
masifican en el paso del siglo XX al XXI, protagonizados mayoritariamente por 
mujeres.
Otro elemento novedoso, por Castles y Miller señalado, tiene que ver con la aceleración 
o el gran incremento respecto al pasado de los flujos migratorios. Para Alessandra 
Venturini el crecimiento debe atribuirse a tres motivos: la dificultad de acceder 
legalmente al mercado laboral del país destino, la caída económica y política de los 
regímenes de Europa del este y la gradual radicalización de los regímenes islámicos.
La dimensión de la aceleración hace, del mismo modo, sostienen Castles y Miller, que 
el fenómeno presente en estos tiempos una “diferenciación” entre distintos tipos de 
inmigrantes: los refugiados, la migración por motivo laboral, temporal o a largo plazo, 
la migración por reunificación familiar, motivos de estudio, turistas, entre otros. 
Diversificación, que por cierto, también dificulta la legislación en la materia. 
Otra de las tendencias que presentan las actuales migraciones respecto a las de otrora, 
estaría relacionada con lo que se ha dado en llamar la “feminización de las 
migraciones”. Esta tesis rescata el rol fundamental que asumen las mujeres en el 
proceso, ya sea para la reunificación familiar como por motivos laborales. La OIM en el 
2009 estimaba que el 49% de los inmigrantes internacionales eran mujeres. Esta 
novedad se verificaría desde los años ‘60 en adelante. 
La última característica señalada por estos autores tiene que ver con la “politización de 
las migraciones”, haciendo referencia a la regulación de los flujos migratorios por parte 
del Estado a través de su política gubernamental. Las migraciones internacionales 
atraviesan desde la política doméstica, pasando por las relaciones bilaterales hasta llegar 
a los actuales bloques regionales, generando una presión migratoria que se vio 
aumentada debido a los rígidos controles y selectividad de acceso a los países 
receptores. “Esto ha motivado, el aumento de los países de tránsito (a la espera de llegar 
al norte), la búsqueda de otros países para migrar -lo que diversifica los destinos y el 
aumento de los flujos sur-sur-, y el continuo aumento del tráfico de personas.”(Álvarez
Acosta, 2010: 82)
Castles y Miller en relación al futuro de estas tendencias sostienen: “Hay varias razones 
para esperar que se prolongue lo que llamamos la era de la migración: las crecientes 
desigualdades de riqueza entre el norte y el sur tal vez impulsarán a un número creciente 
27
de personas a moverse en busca de mejores condiciones de vida; las presiones políticas, 
ecológicas y demográficas pueden forzar a muchos otros a buscar refugio fuera de sus 
propios países; el creciente conflicto político o étnico en gran cantidad de regiones 
puede llevar a futuros traslados masivos; y la creación de nuevas áreas de libre comercio 
causará movimientos de mano de obra, sea o no que esto se halle en las intenciones de 
los gobiernos involucrados. Los estados en el mundo entero se verán cada vez más 
afectados por la migración internacional, sea como sociedades receptoras, como países 
de emigración o como las dos cosas.” (Castles y Miller, 2003:15)
Es de destacar, sin embargo, que otros autores dan por tierra esta hipótesis basada en 
que estaríamos en una época de esta naturaleza. Entre ellos, Alejandro Grimson (2011) 
señala esta afirmación como un equívoco, y la critica en términos de cronocentrismo: 
“Considerar que la multiplicación de inmigrantes del Sur al Norte implica que estamos 
en una época de migraciones sin parangón en la historia humana es equiparar la 
novedad que implica esa recepción para los europeos con una novedad que debería ser 
asumida por el mundo entero. Pensar y volver a analizar los fenómenos de la migración 
transatlántica de fines del siglo XIX y principios del XX, que tuvo un impacto decisivo 
en la formación de las sociedades australiana, canadiense, estadounidense, argentina y 
tantas otras, así como volver sobre los diferentes procesos de urbanización, o incluso ir 
más atrás en la historia de los procesos migratorios y diaspóricos, permitiría comprender 
que las migraciones estuvieron presentes en muchas épocas de la historia humana, en 
lugar de buscar delimitar una «época de migraciones».” (Grimson, 2011: 35-36)
Pensar que esta época tiene características únicas, que funciona como parteaguas de la 
historia migratoria, además de no tener sustento, sostiene Grimson, porque los cambios 
actuales sólo serían apreciables no contemporáneamente sino en un futuro, impide
además la comprensión histórica. 
Se suma a esta postura el autor también argentino Lelio Mármora (2004) sosteniendo 
que ahora en términos comparativos, existe un número menor de inmigrantes 
internacionales respecto al principio de siglo XX y estima que su impacto está 
sobrevaluado. Sería entonces el desorden económico y social en el cual las migraciones 
están insertas, el responsable de su mal funcionamiento y por lo tanto sujetas a 
restricciones o exclusiones, ya sea para los países de origen como para los de destino. 
28
Incluso si se estima que la magnitud de los flujos no ha nunca superado el 5% de la 
población mundial (Elizalde, Correa, Córdova; 2013), ni antes ni ahora, queda claro que 
no importa el número respecto a otros tiempos, ya sea igual o menor, para entender 
cuándo una cuestión es impuesta como novedosa y da lugar a que pueda ‘solucionarse’ 
o al menos ocuparse de ella. 
1.3 La nueva interpretación del fenómeno migratorio en la globalización
1.3.1 La cuestión histórica
Cuando Karl Marx escribió que se produjo “la expropiación que despoja de la tierra al 
trabajador”14 quiso decir que una masa de la población rural fue expropiada del acceso 
directo a la tierra, su principal medio de producción, volviéndose fuerza de trabajo para 
ser vendida en el mercado como una mercancía, haciendo que así su supervivencia se 
volviera dependiente de la venta de su trabajo, la famosa acumulación originaria 
descrita en el primer volumen de El Capital. 
Esta proletarización de la mano de obra rural, producida por el desarrollo de las 
relaciones económicas capitalistas en la Europa que Marx describe “…se convirtió en la 
oferta potencial de las nuevas economías industriales urbanas. Empero, ahí donde estas 
últimas estaban insuficiente o retrasadamente desarrolladas en el propio espacio 
nacional –por ejemplo, en los países de tardía industrialización de la periferia europea-, 
las nuevas economías urbanas eran incapaces de absorber a esos campesinos 
desplazados y la única opción que a ellos les quedaba era emigrar.” (Devoto 2009: 53) 
Esta “población rural, expropiada por la violencia, expulsada de sus tierras y reducida al 
vagabundaje, fue obligada a someterse, mediante una legislación terrorista y grotesca y 
a fuerza de latigazos, hierros candentes y tormentos, a la disciplina que requería el 
sistema del trabajo asalariado.”15 Pero estos campesinos, “no podían ser absorbidos por 
la naciente manufactura con la misma rapidez con que eran puestos en el mundo. Por 
otra parte, las personas súbitamente arrojadas de su órbita habitual de vida no podían 
adaptarse de manera tan súbita a la disciplina de su nuevo estado. Se transformaron 
 
14 Marx, K. El capital, versión digital: http://www.forocomunista.com/t6151-karl-marx-el-capital-tomo-
1-2-y-3
15 Ibid. Pág.682
29
masivamente en mendigos, ladrones, vagabundos, en parte por inclinación, pero en los 
más de los casos forzados por las circunstancias. De ahí que a fines del siglo XV y 
durante todo el siglo XVI proliferaraen toda Europa Occidental una legislación 
sanguinaria contra la vagancia. A los padres de la actual clase obrera se los castigó, en 
un principio, por su transformación forzada en vagabundos e indigentes. La legislación 
los trataba como a delincuentes "voluntarios": suponía que de la buena voluntad de ellos 
dependía el que continuaran trabajando bajo las viejas condiciones, ya inexistentes.” 16
Esta relación que Marx analiza entre transformaciones económicas y condición jurídica
de las personas, que describe el vagabundear de los campesinos expulsados de la tierra 
al inicio de la era moderna y criminalizados por una ‘legislación sanguinaria’, evoca el 
horror del doble disciplinamiento del trabajo libre: la fábrica y la horca. Este binomio 
sería, para el estudioso italiano Alessandro Dal Lago, en un cierto sentido la nefasta 
dupla ‘trabajo en negro/represión de los 'clandestinos' de nuestros días, cuestión que se 
ampliará en un apartado especial del próximo capítulo.
La migración como la circulación de la fuerza laboral no ha perdido el protagonismo 
para explicar la etapas organización del trabajo y su evolución histórica para la 
configuración de un mercado nacional, mundial y por último global de la fuerza de 
trabajo: “en los últimos 30 años, por ejemplo, dos millones de trabajadores asalariados 
fueron incorporados a la fuerza de trabajo disponible a nivel global, gracias a la apertura 
de China y la caída del comunismo en Europa central y oriental. En todo el mundo las 
poblaciones campesinas, que en un pasado habían gozado de cierta independencia, 
fueron integradas a la fuerza de trabajo.” (Harvey, 2011: 69)17, lo que supone que la 
acumulación originaria no terminó con el ascenso del capitalismo industrial del siglo 
XVIII, confirma Harvey.
Además la migración sirve también para disciplinar el trabajo, bajar los salarios y 
aumentar la competencia entre foráneos y autóctonos, aumentando las filas del llamado 
‘ejército de reserva’. En el siglo XX lo comprueba Harvey:
“Uno de los mayores obstáculos a la acumulación sostenida del capital y a la 
consolidación de la clase capitalista en los años ’60 fue el trabajo. En Europa, como en 
los EE.UU., había escasez de mano de obra; los trabajadores estaban bien organizados, 
 
16 Ibid. Pág.680
17 Traducción propia.
30
razonablemente bien retribuidos y tenían peso político. El capital necesitaba atraer las 
reservas de mano de obra menos cara y más dócil, y había varias formas de hacerlo. Una 
era fomentar la inmigración. La Inmigration an Nationality Act de 1965, que abolió las 
cuotas de formación por naciones de origen, permitió al capital estadounidense acceder 
a la población excedente a nivel global (hasta ese entonces se privilegiaban los europeos 
y los caucásicos). Hacia finales de los años ’60 el gobierno francés subvencionaba la 
importación de mano de obra del norte de África, los alemanes acogían a los turcos, los 
suecos fomentaban la inmigración de los yugoslavos y los británicos atraían a los 
habitantes de su antiguo imperio.” (Harvey 2011: 26)
Pero como veremos en nuestro caso de estudio, en Italia meridional, la competencia 
entre extranjeros y autóctonos no es tal, ya que el tipo de trabajo que realizan los 
inmigrantes en agricultura no lo quieren realizar los italianos, entre otras razones por los 
bajísimos salarios que se perciben en la actividad, además de las diferentes cuestiones 
culturales por las cuales ese tipo de labor no sea percibido positivamente. Si otra fuera 
la paga que se diera, por supuesto que se daría la competencia también con los italianos. 
Sin embargo, diferentes causas harán que esta labor se pague a salarios muy por debajo 
de los estimados legalmente y en condiciones de irregularidad que los nativos no 
estarían dispuestos a aceptar. 
Se suman a esto una segmentación étnica del mercado laboral que cristaliza y relaciona 
actividades con los orígenes de los inmigrantes. Pero como si esto fuera percibido como 
invisible, el discurso local recae siempre en la cuestión de preguntarse el por qué estas 
personas llegan cuando el trabajo escasea incluso para los autóctonos. 
En conclusión, sostenemos como dice Harvey el llamado al trabajo inmigrante tiene 
cierta función de generar competencia para lograr reducir los costos de producción 
ligados al salario, sólo que en el caso que nos compete, ese salario ya está bajo por otras 
razones propias del lugar a las que se suma el status administrativo del trabajador 
inmigrante que hace todavía más que ese estipendio pueda ser reducido.
1.3.2 Las contradicciones en la época global
El nuevo debate que compete a las migraciones internacionales se detiene a encuadrar la 
influencia de las políticas actuales en los flujos migratorios. En este sentido son 
31
evidentes algunas contradicciones que provienen del mundo globalizado en el cual se 
mueven estos procesos. 
La primera contradicción tendría que ver no sólo con el hecho de que la globalización 
derriba todas las barreras relativas a la circulación de información, capitales y 
mercancías, y por el contrario, cierra y bloquea aquellas para que circulen las personas, 
sino que esa circulación conlleva que las personas tengan que moverse, de todos modos, 
siguiendo la ruta del trabajo y el capital. (Macioti y Pugliese, 2003)
Diciendo ‘de todos modos’, queremos hacer referencia a que las personas entrarán o 
permanecerán en el territorio más allá del status administrativo en el que se encuentren. 
El hecho de que su situación se vuelva irregular, tendrá que ver con lo que ya se ha 
nombrado a lo largo de este capítulo y que será profundizado en un apartado especial: la 
reproducción legal de la ilegalidad. El hecho de que los inmigrantes sean empujados a 
caer en esta situación hace de ellos personas más vulnerables a aceptar cualquier tipo de 
trabajo, salario y condición social, acorde a las necesidades de un mercado que de lo 
contrario, en el caso italiano, podría desaparecer, como veremos en el tercer y cuarto 
capítulo. ¿Qué sería del sector agrícola italiano sin los braccianti immigrati 
(trabajadores agrícolas inmigrantes)? 
Elizalde, Correa y Córdova también sostienen que los mismos Estados que imponen las 
restricciones policiales y políticas al ingreso de las personas, son los que, por otro lado, 
desarrollan políticas de promoción y estímulo a la eliminación de la fronteras para la 
circulación del capital financiero y productivo.
Alessandro Dal Lago (1999), por su parte, arguye que la circulación de bienes, 
mercancías, símbolos y también de personas, que define el actual mercado 
mundializado, es posible sólo unidireccionalmente, cuando es controlada por los países 
ricos o está al servicio de sus intereses. Los flujos migratorios son solamente aceptados 
cuando se dan entre países desarrollados o tienen que ver con personas ricas de todo el 
mundo. El ‘derecho’ a la circulación que funcionarios, empresarios, comerciantes, 
viajantes y turistas practican libremente en las periferias del mundo, incluso en gran
número, no es, obviamente, reportado por nadie. Son, sin embargo, los ‘pobres’ de las 
periferias, o sea las personas que solo disponen de su propio cuerpo, a estar sujetos a las 
restricciones y a las aduanas, a ser excluidos de la libertad de circulación. En este 
32
sentido son inevitablemente ‘clandestinos’ apenas pretendan escapar de las condiciones 
de existencia de su propia sociedad. 
Las barreras también se alzan contra aquellos que no son contenidos en la valorización y 
producción del capital: los refugiados, aquellos que piden asilo político, figuras que por 
su propio carácter de “humanitario” que distingue estos flujos, no pueden ser 
controlados o programados por las políticas vigentes en los países de recepción. 
“La existencia de obstáculos políticos y militares a la migración fuerza a los pobres delplaneta a aceptar las condiciones salariales y de vida que la industria global impone en 
los mercados de trabajo periféricos, con la bendición de los gobiernos locales” (Dal 
Lago, 1999).18
Además, y como otra contradicción de la época, estudiaremos en capítulo relativo a la 
normativa, que sigue siendo el Estado nacional, en nuestro caso, el italiano, el que se 
encarga de armar una arquitectura legislativa, que como veremos, permite o alienta 
finalmente ‘la explotación del hombre por el hombre’, como cualquier estado 
capitalista, sólo que en este caso de inmigrantes despojados de derechos fundamentales 
por agricultores italianos, no en mejores condiciones. 
1.3.3 Una trampa: la reproducción legal de la ilegalidad 
“Por muchos guardias de seguridad de fronteras, dispositivos biométricos y perros 
detectores de explosivos que se desplieguen en los puertos, cuando las fronteras han 
sido ya abiertas de par en par (y se han mantenido así) al paso de libre movimiento de 
capitales, mercancías e información, es imposible sellarlas de nuevo y mantenerlas 
cerradas al paso de los seres humanos.” (Bauman, 2004:142)
No podrán ser selladas al paso de seres humanos, entrarán en otras condiciones. Las 
políticas cada vez más restrictivas, lejos de frenar los flujos migratorios, no producen 
más que el efecto de llevar a las personas llegadas, sin la documentación necesaria, a la 
sombra de la ‘clandestinidad’, ‘ilegalidad’ o ‘irregularidad’. (Macioti y Pugliese 2003) 
Ambrosini sostiene que durante veinticinco años los países europeos han impedido
legalmente la entrada de inmigrantes por trabajo, produciendo de esta manera entradas 
irregulares e inserción en mercados de trabajo informales. Ahora bien, ¿esto sería una 
 
18 Traducción propia.
33
consecuencia inesperada por las normativas en la materia o un efecto deseado de los 
países receptores en el cual participan los mismos migrantes y sus redes? La respuesta 
que esgrime el intelectual italiano es la siguiente: “mi posición personal al respecto es 
que hay una complicidad objetiva entre los intereses económicos autóctonos –a 
expensas de formas de trabajo flexible, de bajo costo y desprovisto de derechos- de los 
inmigrantes -ligados a su esperanza y a la necesidad de trabajar a cualquier precio y 
bajo cualquier condición- y de la dinámica de las redes.” (Ambrosini, 2001:27)
El estudioso argentino Alejandro Grimson, en relación a esta contradicción de 
‘legalidad de la ilegalidad’ comenta: “Las ciencias sociales han constatado que no
existen los «inmigrantes ilegales», sino personas y grupos sociales que son ilegalizados 
por los Estados ante condiciones objetivas ajenas a su voluntad. Frente a esto, se 
responde que la migración es una decisión individual y que quien migra sin papeles 
debe hacerse responsable de las consecuencias de su decisión. Lo cierto es que si no 
hubieran migrado quizás deberían hacerse responsables del aislamiento, la desnutrición 
o incluso la muerte de sus hijos.” (Grimson, 2011: 42)
El doble juego que las sociedades de inmigración viejas y nuevas producen en relación a 
los inmigrantes, la dureza de las normas contra los ‘clandestinos’ y la aceptación de un 
cierto flujo de inmigrantes, la coexistencia de exclusión e ideología del 
multiculturalismo, la negación de derechos y la exaltación de la diversidad cultural, la 
obsesión del control de los extranjeros y la tolerancia del trabajo en negro, etc., es
explicada por dos razones, según Dal Lago: la primera sería que cualquier sociedad 
necesita un enemigo al que excluir para poder definirse, reconocerse y justificarse a ella 
misma. Pero no solo se trataría de esto:
“Naturalmente, la existencia de un enemigo ontológico no satisface solamente la 
necesidad de una ‘identidad nacional’, sino que también tiene consecuencias prácticas 
de gran importancia. Una vez admitidos, de hecho o de derecho dentro de las sociedades 
de destino, los migrantes regulares o irregulares no son más que huéspedes no deseados, 
modernos metecos que la sociedad nacional puede tratar a su gusto, excluyéndolos de 
los normales derechos civiles y sociales o confiriéndoles algunos, excluyéndolos de las 
normas que regulan las relaciones laborales de miembros legítimos, o sea ciudadanos, 
tratándolos como miembros ilegales o de segunda categoría de la sociedad. Como 
huésped más o menos tolerado, un inmigrante ofrece evidentes ventajas de tipo 
34
económico (en tanto trabajador mal pagado o en negro que difícilmente reivindicará sus 
derechos) y también social, en tanto actor que hará lo imposible para no molestar y por 
lo tanto para no ser excluido, intentando no caer en la categoría de enemigo público. En 
la antigua Atenas, un meteco era apenas un poco más que un esclavo. En nuestra 
sociedad de hombres libres, donde la esclavitud fue abolida hace siglos, un inmigrante-
huésped está sujeto a caer con gran facilidad en la categoría de neo esclavo”. (Dal Lago: 
1999: 47-48)
La tesis de este autor consiste en que los extranjeros jurídica y socialmente ilegítimos 
(migrantes regulares, irregulares o clandestinos, nómades, prófugos) sean las categorías 
más susceptibles de ser tratadas como no-personas. Solo basta pensar los límites que el 
lenguaje pone en representación de esta categoría de seres humanos. Un extranjero será 
un ‘extra-comunitario’, un ‘inmigrante’, un ‘clandestino’, un ‘irregular’, categorías que 
no se refieren a una característica autónoma de su ser, si no a lo que no es en relación a 
esas categorías: no es europeo, no es nativo, no es ciudadano, no está en regla, no es uno 
de nosotros. A partir de esta opacidad lingüística, que corresponde a una total 
invisibilidad social, se construyen las premisas para que no sea una persona, y entonces 
pueda ser literalmente ‘neutralizado’.
La condición de los inmigrantes que logran filtrarse entre las murallas de la fortaleza, 
hace de ellos trabajadores privados de derechos sustanciales, sujetos más que cualquier 
otra persona a las condiciones salariales, de trabajo y de vida que los patrones locales 
les imponen. Los obstáculos oficiales a la migración hacen que los migrantes no puedan 
salir de la condición de subordinación que dura cuanto su vida. Un inmigrante está 
privado de voz y derecho en la sociedad que lo ‘recibe’, de la misma manera que lo 
estaba en su patria cuando estaba dispuesto a emigrar.
1.3.4 El potencial de las migraciones
Todos coinciden con esta contradicción entre mundialización de mercancías y capital 
por un lado, y por el otro el control de las fronteras para las personas. Muchos 
estudiosos sostienen que los inmigrantes no son más que victimas de sistemas 
económicos que incluyen leyes que los vuelven ‘no personas’. Sin embargo, para otros 
autores la elección de emigrar implicará rebelión, liberación, subjetivación y autonomía.
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De hecho, la migración se presenta para Negri y Hardt, como una rebelión contra el 
orden imperial ya que ataca directamente sus medidas represivas centrales y porque 
expresa el deseo de libertad y movilidad. Con su éxodo espacial, las multitudes exigen 
la internacionalización completa de las energías humanas y, al hacerlo, desmontan la 
sociedad de control nacida de la crisis del fordismo, esa forma económica de la sociedad 
disciplinaria: “En efecto, lo que empuja desde atrás es, negativamente, la deserción de 
las miserables condiciones materiales y culturales de la reproducción imperial; pero, 
positivamente, lo que empuja hacia delante es la riqueza del deseo y la acumulación de 
capacidades expresivas y productivas que han determinado los procesos de 
globalización en las conciencias de cada individuo y grupo social–y por ello, una cierta 
esperanza. La deserción y el éxodo son una poderosa forma de lucha de clases contra y 
dentro de la posmodernidad imperial.” (Hardt y Negri, 2002:117) 
“A lo largo

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