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Esta obra está bajo licencia 2.5 de Creative Commons Argentina. Atribución-No comercial-Sin obras derivadas 2.5 Documento disponible para su consulta y descarga en Memoria Académica, repositorio institucional de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación (FaHCE) de la Universidad Nacional de La Plata. Gestionado por Bibhuma, biblioteca de la FaHCE. Para más información consulte los sitios: http://www.memoria.fahce.unlp.edu.ar http://www.bibhuma.fahce.unlp.edu.ar Muro, María Marta Mercado de trabajo en Italia meridional: Inmigrantes, agricultura y la rivolta di Rosarno Tesis presentada para la obtención del grado de Licenciada en Sociología Director: Buscema, Carmelo. Codirector: Pinedo, Jerónimo Cita sugerida: Muro, M. M. (2014). Mercado de trabajo en Italia meridional: Inmigrantes, agricultura y la rivolta di Rosarno. Trabajo final de grado. Universidad Nacional de La Plata. Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación. En Memoria Académica. Disponible en: http://www.memoria.fahce.unlp.edu.ar/tesis/te.1037/te.1037.pdf http://www.memoria.fahce.unlp.edu.ar/ http://www.bibhuma.fahce.unlp.edu.ar/ http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/2.5/ar/ UNIVERSIDAD NACIONAL DE LA PLATA FACULTAD DE HUMANIDADES Y CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN DEPARTAMENTO DE SOCIOLOGÍA LICENCIATURA EN SOCIOLOGÍA TRABAJO FINAL “Mercado de trabajo en Italia meridional: inmigrantes, agricultura y Alumna: María Marta Muro Legajo: 74684/1 Correo electrónico: maria30484@hotmail.com Director: Carmelo Buscema (UNICAL) Co-director: Jerónimo Pinedo (UNLP) Fecha: Mayo 2014 UNIVERSIDAD NACIONAL DE LA PLATA FACULTAD DE HUMANIDADES Y CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN DEPARTAMENTO DE SOCIOLOGÍA LICENCIATURA EN SOCIOLOGÍA TRABAJO FINAL Mercado de trabajo en Italia meridional: inmigrantes, agricultura y la rivolta di Rosarno” Alumna: María Marta Muro Correo electrónico: maria30484@hotmail.com Director: Carmelo Buscema (UNICAL) director: Jerónimo Pinedo (UNLP) FACULTAD DE HUMANIDADES Y CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN Mercado de trabajo en Italia meridional: 2 ÍNDICE Pág. AGRADECIMIENTOS.........................................................................................................5 RESUMEN……....................................................................................................................6 INTRODUCCIÓN……………………………………………………………………………………………………………7 CAPÍTULO I Migraciones internacionales, teorías y debates………………………………………………………….10 1.1 Las diferentes teorías…………………………………………………………………………….10 1.1.1 Las teorizaciones macroanalíticas………………………………………10 1.1.2 Las teorizaciones microanalíticas……………………………………….16 1.1.3 Las teorías de las networks………………………………………………..19 1.2 El debate acerca de la nueva época……………………….………………………………23 1.3 La nueva interpretación del fenómeno migratorio en la globalización……28 1.3.1 La cuestión histórica………………………………………………………….28 1.3.2 Las contradicciones de la época global………………………………30 1.3.3 Una trampa: la reproducción legal de la ilegalidad….………..32 1.3.4 El potencial de las migraciones………………………………………….34 CAPÍTULO II El marco legal y su evolución en el contexto de destino italiano………………………………..39 2.1 La nueva Europa…………………………………………………………………………………….49 2.2 Italia devenida tierra de inmigrantes…………………………………………………….40 2.3 La cuestión normativa italiana……………………………………………………………….45 2.3.1 En los inicios del Estado………………………………………………………………45 2.3.2 Cuando se toma en cuenta el fenómeno, década del ’80……………47 3 2.3.3 Una nueva década, una nueva ley………………………………………………49 2.3.4 El Decreto Dini y la ley Turco-Napolitano……………………………………53 2.3.5 La última ley en vigencia…………………………………………………………….57 2.3.6 Las modificaciones al Texto Único y el Pachetto Sicurezza.………..61 2.4 Algunas conclusiones……………………………………………………………………………..62 CAPÍTULO III Agricultura e inmigrantes: una relación cercana…………………………………………………………64 3.1 Sector primario y mano de obra inmigrante en Italia…………………………….64 3.1.1 Algunos datos…………………………………………………………………………….65 3.2 Un modelo……………………………………………………………………………………………..68 3.2.1 El modelo en el Mediterráneo…………………………………………………….70 3.3 El Mezzogiorno italiano………………………………………………………………………….71 3.3.1 La particularidad de Calabria………………………………………………………73 3.3.1.1 El sector agrícola calabrés…………………………………………….73 3.3.1.2 Los inmigrantes en la región…………………………………………74 3.4 Los problemas de esta compleja relación en este territorio…………………..77 3.4.1 El trabajo en negro……………………………………………………………………..77 3.4.2 El caporalato…………………………………………………………………………......78 3.4.3 Los mecanismos de explotación………………………………………………….81 CAPÍTULO IV Rosarno, un caso de estudio: la rivolta, consecuencias y ¿vías alternativas posibles?..83 4.1 La elección del caso y los entrevistados…………………………………………………83 4.2 Rosarno, el ejemplo de todos los males…………………………………………………84 4.2.1 Historia de naranjas y trabajadores, verdaderos y falsos…………….85 4.2.2 El dominio del territorio: la ‘ndrangheta…………………………………….88 4.2.3 Las condiciones de los trabajadores de Rosarno…………………………90 4.3 Le rivolte: crónica de un conflicto anunciado y repetido………………………..93 4 4.3.1 Algún antecedente……………………………………………………………………..93 4.3.2 Los sucesos de enero de 2010…………………………………………………….95 4.3.3¿Porqué sucedió lo que sucedió? Algunas versiones..………………….98 4.4 Responsabilidades, ausencias y medidas……………………………………………..102 4.4.1 ¿Y el sindicato?.............................................................................102 4.4.2 ¿Y la patronal?..............................................................................105 4.4.3 ¿Qué pasó después de la rivolta?.................................................106 4.5 ¿Las alternativas?....................................................................................108 4.5.1 Un poco acerca de SOS ROSARNO…………………………………………….109 4.5.2 Las palabras de los protagonistas……………………………………………..110 CONCLUSIONES…………………………………………………………………………………………………..…..117 BIBLIOGRAFÍA.…………………………………………………………………………………………………………121 ANEXO……………………………………………………………………………………………………………………..126 5 AGRADECIMIENTOS Quisiera agradecer en primer lugar a mi mamá y a mi papá que me han sostenido en este arduo camino que implica la universidad, por todo el apoyo que me dieron a lo largo de todos estos años, pero sobre todo quisiera agradecerles por ser mis grandes maestros del camino más difícil de recorrer que es la vida. A ellos y a mi familia entera va dedicado este trabajo. Quisiera agradecer también a René, mi compañero, por su apoyo diario en la escritura de este trabajo, que no ha sido tarea sencilla, por su incansable aliento y por su amor incondicional. A él también va dedicado. Mi director, Carmelo Buscema y mi co-director Jerónimo Pinedo que han sido la guía para que todas estas líneas cobren sentido. Agradezco a ellos sus lecturas, sus críticas y la paciencia que han tenido para dirigir mi tesis. Un agradecimiento especial a Giuseppe, Nino, Lamine, Adama, Ismaila, Michele, Renato y Boubker que tuvieron una gran disposición a la hora de contarme sus historias y opiniones y a Consuelo que ha sido un nexo fundamental para poder contactarlos. Y a los queridísimos amigos que me dio la universidad y la vida, sin los cuales hubiera sido todo mucho más difícil. A todos muchas gracias. 6 RESUMEN El debate en torno al fenómeno migratorio tiene actualmente en Europa un lugar privilegiado. Si bien los movimientos de población han sido recurrentes a lo largo de toda la historia de la humanidad, representan hoy en día una cuestión fundamental desde el punto de vista político y de la opinión pública, debido a los desafíos que plantea en el plano social, económico y cultural para el viejo continente. Italia, por su parte,registra la llegada de inmigrantes que intentan ingresar al mercado de trabajo hace pocas décadas pero en una coyuntura atravesada por un proceso de reestructuración y una profunda crisis económica que vuelven compleja la colocación para estas personas.En los últimos años, se llevan a cabo políticas cada vez más restrictivas en materia migratoria. Sin embargo, lejos de frenar los flujos, estas medidas no producen más que el efecto, entre otras cosas, de empujar a la sombra de la ‘clandestinidad’a todas aquellas personas que ingresan o permanecen en el territorio sin la documentación necesaria. Nuestro trabajo buscará dar cuenta de las características de los procesos migratorios en Calabria, una de las principales, pero también una de las más pobres, zonas agrícolas de Italia meridional, atravesada por la dominación por parte del crimen organizado, la famosa mafia, aquí llamada‘ndrnagheta. Sobre todo en la ciudad de Rosarno, sobre la cual concentraremos nuestra atención, la organización criminal está involucrada en diferentes cuestiones que atañen al trabajo de los inmigrantes en los campos. Tan terribles e inhumanas son las condiciones de vida y empleo de estas personas, caracterizadas además por la discriminación y la violencia, que lograron desencadenar la conocida “rivolta di Rosarno” del 2010. El análisis que desarrollamos a partir de este episodio da cuenta de la complejidad de este territorio, del protagonismo de los inmigrantes, pero también de las oportunidades que podrían sobrevenir. Términos clave: migración, mercado de trabajo, agricultura, Italia meridional,ilegalidad. 7 INTRODUCCIÓN Los desplazamientos de la población han siempre caracterizado la historia de la humanidad, pero en tiempos de globalización el fenómeno se ha acentuado, sostienen muchos autores e instituciones, como veremos a los largo de nuestro trabajo. Entre los motivos del desplazamiento seguramente se encuentra la búsqueda de nuevas oportunidades económicas en los países de destino, cuyos niveles de vida material son percibidos superiores a aquellos de origen, aunque veremos que no son los únicos. El porcentaje de los inmigrantes en el mundo fue creciendo y en el 2011 llegó a cerca del 3,1% de la población mundial, lo que serían unas 214 millones de personas, estima la Organización Internacional de las Migraciones. Si bien surgen debates en torno a si el fenómeno es ahora más significativo y en qué medida o porqué razones, las migraciones junto a otras cuestiones como la ambiental, son percibidas por muchas regiones europeas, como problemáticas que enfrenta el nuevo milenio. Sobre todo porque nuevos países se han sumado a la lista de los destinos de los inmigrantes de hoy, como muchos apuntan el caso italiano. Para comprender una parte de los procesos migratorios que se dan en Italia, así como la relación de la península o de un sector de ella, el sur, específicamente la región calabresa, con otros espacios regionales, fuimos abordando la temática en modo general, partiendo del debate en torno al fenómeno migratorio. Para esto,intentaremos dar cuenta, en un primer capítulo, de las distintas explicaciones con respecto al movimiento de personas, haciendo referencia a los principales enfoques de la teoría social centrados en lo macro, lo micro y en las redes. Asimismo se pondrán en discusión los diferentes argumentos y se desarrollarán las objeciones realizadas a cada una de estas perspectivas. Se pondrá en tela de juicio, además, la tesis sostenida por Castles y Miller acerca de si estamos frente a una ‘era de las migraciones’, o si ésta sería otra etapa, de las muchas que hubo en la historia, y a la que no habría que atribuirle un peso distintivo, como sostiene Grimson. 8 Por último, se mostrarán algunas contradicciones que presenta la última fase de la globalización en relación al cierre de fronteras hacia personas, y apertura hacia capitales, información y bienes. Se hará mención especial a las tesis de reproducción legal de la ilegalidad y de los nuevos inmigrantes percibidos como no personas por no contar con derechos fundamentales. Pero también se mostrarán las últimas teorías que tienen que ver con la subjetividad y autonomía de las migraciones, así como las de liberación de Hardt y Negri, para ver en qué medida podrían ser aplicadas al escenario que se nos presenta en la coyuntura que decidimos estudiar. Un segundo capítulo incluye la cuestión normativa, haciendo referencia sintéticamente a la nueva realidad regional del siglo, la Unión Europea, pero sobre todo poniendo énfasis en las leyes italianas. Se trazará un recorrido histórico tratando de explicar los sentidos de ciertos direccionamientos, desde los inicios del Estado italiano, hasta llegar a los días actuales donde la cuestión se vuelve de suma importancia dada la nueva característica del país como destino migratorio. En efecto, en este mismo capítulo, será explicado en profundidad este cambio de rol que asume la península en las últimas dos décadas del siglo XX convirtiéndose de exportador de mano de obra a meta inmigratoria de las áreas menos desarrolladas de la cuenca del Mediterráneo y de los países del Este europeo, Asia y América Latina. Un tercer capítulo comienza a introducirnos en el que será nuestro estudio de caso, ya que describe un territorio particular de Italia, el Mezzogiorno, como llaman a las regiones del sur del país, atravesadas por diferentes problemáticas. Allí la agricultura ocupa un lugar central y es en ese sector dónde los inmigrantes encontrarán una salida laboral, temporal en muchos casos, pero con muchas dificultades relativas a la coyuntura social y política del territorio. No obstante, como veremos, esta relación entre inmigrantes y agricultura podría responder a varios factores y a un modelo específico, que se suman a las problemáticas territoriales del trabajo irregular, una particular forma de intermediación de la mano de obra y la ‘inevitable’ explotación de los trabajadores agrícolas inmigrantes, sobre todo en la región meridional calabresa. Especialmente en el sector agrícola, recurrir al trabajo de los inmigrantes significa en esta zona, recurrir a una mano de obra poco calificada, de bajísimo costo, en condiciones laborales y sociales desastrosas. Los inmigrantes del tercer milenio son sobre todo trabajadores estacionales, con extremada movilidad que va persiguiendo los 9 centros agrícolas meridionales durante las temporadas de recolección, viven en condiciones de vida, sociales y sanitarias inhumanas, son explotados laboralmente y su status administrativo es precario. Nuestro último capítulo describirá específicamente el contexto de la ciudad calabresa de Rosarno, en el cual se desató la rivolta di Rosarno, una situación donde los inmigrantes africanos empleados en la recolección de cítricos se manifestaron debido a un hecho violento desencadenante contra ellos durante enero del 2010. Se desglosarán una serie de problemáticas del sector agrícola italiano en general que desataron las tensiones, a lo que se agregaban algunas cuestiones propias de la ciudad en relación al manejo de fondos regionales y europeos por parte de la ‘ndrangheta, el nombre dado al crimen organizado en Calabria. Nuestro análisis realizado a partir del relevamiento de periódicos locales e internacionales, visitas al lugar en diferentes oportunidades y entrevistas realizadas a personas que participaron en los episodios del 2010,pondrán en discusión algunas versiones y mostrarán algunas consecuencias que nos harán preguntarnos si efectivamente pueden ser leídas con la lente de las teorías descritas en el primer capítulo. Una asociación nacida al calor de los acontecimientos, SOS Rosarno, será nuestra clave para interpretar si formas de autogestión y economía solidaria pueden dar respuesta a una situación crítica como la que vive la comuna rosarnese cada temporada de recolección de naranjas. El hecho de que en una ciudad se verifiquen muchas de las contradicciones de nuestra época, sobre todo en esta parte del mundo, como la clausura de las fronteras para la fuerza de trabajo, la caída de la producciónlocal por la competencia global, el crimen organizado a nivel internacional, la corrupción política, la difusión de la cultura de la violencia y el racismo, así como la explotación de los trabajadores inmigrantes alentada con leyes migratorias de producción de la ilegalidad, hacen de este lugar un ejemplo que nos ayudará analizar aspectos de los actuales procesos migratorios del sur europeo. 10 CAPÍTULO I Migraciones internacionales: teorías y debates ‘un espectro acecha el mundo, el espectro de las migraciones’ Hardt y Negri Imperio El hombre ha buscado nuevos horizontes desde los comienzos de su historia misma (Ambrosini, 2005) y por diferentes motivos y lo continúa haciendo, como es afirmado por el sociólogo italiano Vittorio Cotesta: “Las migraciones son un evento muy frecuente en la historia de la humanidad. Hombres y mujeres, viejos y niños, con sus pertenencias y el ganado, o incluso sin nada, abandonan los lugares familiares y se encaminan hacia nuevas metas. A veces van a la búsqueda de mejores condiciones de vida: tierras, pastizales, climas más templados, con la esperanza de tener frutos más variados y abundantes. En otros casos van a la búsqueda de un lugar hospitalario, fugando de algún tirano o de pueblos enemigos que destruyen cada cosa, reduciendo a la esclavitud hombres y mujeres libres.” (Cotesta, 1999: 3) 1 La teoría social ha dado diferentes interpretaciones acerca del fenómeno migratorio. Las teorías de las migraciones pueden distinguirse y agruparse según hagan referencia a explicaciones macro y micro en general, aunque algunos autores agreguen una tercera categoría a la clasificación llamada “teorías intermedias”, como lo hace el sociólogo italiano Maurizio Ambrosini. 1.1 Las diferentes teorías 1.1.1 Las teorizaciones macro analíticas Entre las explicaciones macro sociológicas acerca de la cuestión migratoria, se podría afirmar que el factor determinante tiene que ver con el contexto socioeconómico tanto de los países de origen como de los de destino. Las diferencias económicas y 1 Traducción propia. 11 demográficas entre las diferentes áreas del planeta, serían la causa por la cual algunas personas deciden abandonar sus países y esperan ser acogidas en otros donde estiman que podrán mejorar su calidad de vida. El sociólogo italiano Giordano Sivini, encuadra en este enfoque a los estudiosos estructuralistas, los cuales sostienen que las migraciones se definirían como movimientos comandados por el capital productivo, que tienen como objetivo la activación de una fuerza de trabajo esencial a la estrategia de acumulación industrial y fordista. (Sivini, 2005) Por su parte, el historiador argentino Fernando Devoto lo explica en términos de optimistas y pesimistas. Los primeros serían aquellos que arguyen que la migración encuentra su causa en la búsqueda de mejorar la fortuna, viendo en el sistema capitalista un optimista desarrollo social. Entre ellos se encontraban los economistas liberales que pensaban en el movimiento de personas como una ventaja para el comercio de la nación, subrayando los factores de atracción (pull) del país de destino, apoyándose en la teoría económica clásica: “…la emigración es el resultado de la construcción de un mercado de trabajo transatlántico libre en el siglo XIX (es decir, muy poco o nada regulado por políticas públicas) que es el lugar donde se encuentran la oferta y la demanda de mano de obra excedente de distintos mercado nacionales. Cada uno de estos mercados es primeramente supuesto como homogéneo y después como transparente, ya que en ellos operan individuos racionales, que aspiran a maximizar sus ingresos. Son individuos perfectamente móviles (sin limitaciones para desplazarse) y que tienen acceso uniforme a la información, la que no tiene costos de transacción. En este contexto la variable clave es la diferenciación de salarios, que orienta a los individuos a maximizar sus oportunidades laborales emigrando ahí donde aquellos son más altos. Cuanto mayor es el diferencial entre dos países, mayor será el flujo migratorio de uno a otro.” (Devoto 2003: 57) Por su parte, los pesimistas enfatizan los factores de expulsión (push) en relación a la situación del país de origen del migrante. Algunos de esos factores pueden ser no tener otra alternativa que escapar de la miseria, lo que explicaría el éxodo. Además en este grupo “…se hallaban los políticos europeos inquietos por la cuestión social que pensaban que la emigración era un mal necesario, una ‘válvula de seguridad’ que 12 evitaría catástrofes mayores, los nacionalistas que sostenían que sería una pérdida de energías del cuerpo de la nación y los demógrafos defensores de la natalidad que creían que en el número y en la juventud estaba la vitalidad de una nación.” (Devoto 2009: 51- 52) Según Ambrosini, más precisamente estos factores de atracción (pull) explicarían sobre todo las migraciones desde Europa hacia el mundo en los años ‘50 y ‘60, mientras que factores de expulsión (push) determinarían sobre todo los flujos migratorios contemporáneos. (Ambrosini, 2001). El sociólogo italiano, continuando sus explicaciones acerca de las teorías macro, expone el pensamiento de algunos estudiosos, los cuales subrayan las diferencias entre los equilibrios demográficos en las diversas áreas del globo, arguyendo que las distintas tasas de crecimiento poblacional, en relación a la tasa de natalidad, determinarían una notable diferencia en cuanto a la disponibilidad de la fuerza de trabajo, siendo claramente mayor en las áreas subdesarrolladas. Esta parte de la literatura sostiene que las migraciones son guiadas por procesos macroeconómicos, desde el momento que se concentran sobre los determinantes estructurales que los individuos singularmente son llevados a racionalizar. Dado que el capitalismo se desarrollaría inequitativamente, produciendo desigualdad entre las áreas fuertes que dominan y explotan las áreas débiles del mundo, las sociedades periféricas serían las reservas de fuerza de trabajo de bajo costo, a las cuales el capital llama cuando le es necesario, activando los procesos migratorios. (Sivini, 2005) Sin embargo, debemos considerar, como sostiene Ambrosini, que estas teorizaciones serían insuficientesa la hora de explicar el fenómeno migratorio. Sin desmerecer la gran importancia de estos factores, el autor italiano se cuestiona, por ejemplo, porqué desde la India no emigran la cantidad de personas que se esperaría para su coyuntura socioeconómica. Por este motivo, se cuestiona cómo es posible que frente a la enorme cantidad de población disponible para el movimiento, sólo una pequeña parte efectivamente lo lleve a cabo. Otra de las objeciones tendría que ver con que los flujos migratorios no provendrían de aquellos países que según la ONU son los menos desarrollados2, sino que las personas 2https://data.undp.org/dataset/Table-1-Human-Development-Index-and-its-components/wxub-qc5k 13 que se desplazan serían oriundas de países colocados en los escalones intermedios respecto al IDH. Del mismo modo, no serán las personas, afirma Ambrosini, de las clases más desfavorecidas las más propensas a emprender el viaje, si no aquellas que al menos puedan pagarse los costes de tamaña aventura. En esto también incide la distancia geográfica entre el origen y el destino, lo que claramente determina el valor del pasaje. Por este último motivo parecería, que las personas que vienen de lugares más lejanos tendrían una calificación más elevada respecto de los inmigrantes llegados desde las cercanías del lugar, arguye el sociólogo. El antropólogo argentino Alejandro Grimson comparte este postulado, de que no son los más pobres los que tienen la posibilidad de emigrar, porque esta empresarequiere haber tenido previamente cierta capacidad de ahorro y algunas redes sociales, de modo que no conforman ellos los grupos más dinámicos que tienen tal opción: “Los sectores más empobrecidos muchas veces están condenados a no poder ni siquiera migrar.” (Grimson 2011: 36). El autor agrega que si los inmigrantes fueran de las personas más pobres a la sociedad que llegan, esto podría tener que ver con otros factores, como su situación legal, lo cual los coacciona a aceptar trabajos mal pagados, de baja calificación y en muy malas condiciones, ya que se encuentran en una situación de desventaja frente a los nativos. Este debate lo retomaremos en el segundo capítulo. Por su parte, Cotesta afirma que sería una visión ingenua pensar que las migraciones provengan solamente de los países más pobres a los países más ricos del mundo. El cuadro sería mucho más complejo. Los movimientos de personas están presentes también entre países menos desarrollados, entre economías que tengan necesidad la una de la otra. De hecho en el 2007, el Banco Mundial publicó un reporte titulado South-South migration and Remittances 3que revela que el 41% de los inmigrantes en el mundo reside en países en vías de desarrollo y que particularmente en Europa del este, África subsahariana y en el sur y centro de Asia las migraciones sur-sur tienden a ser mayores que la migración hacia el norte, incluso con altos flujos de migración intrarregional. Y algunos de los ‘corredores migratorios’ más importantes después del de México- 3 Se puede ver el reporte en: http://siteresources.worldbank.org/INTPROSPECTS/Resources/South- SouthmigrationJan192006.pdf 14 EE.UU. estarían en el sur: Rusia-Ucrania, Ucrania-Rusia y Bangladesh-India. Esto sería gracias a que la proximidad geográfica y la formación de redes comunitarias y familiares reducirían los costos e incertidumbres de emigrar. La migración sur-sur se caracteriza no sólo por ser inestable, sino también por el hecho de que estos países hospedan inmigrantes transitorios que tenían como destino final un país desarrollado, lo que incrementaría la inmigración ilegal. En el reporte se subraya que la inestabilidad de los flujos migratorios en el sur se debe principalmente a la presencia de conflictos armados y a la dinámica de los ciclos económicos en estos países. A estos hechos se suma la existencia de legislaciones migratorias más laxas o de aplicación menos rígida y la mayor facilidad de inserción laboral de los inmigrantes en el sector informal de las economías del sur, lo que permitiría aventurar que la inmigración irregular esté más presente en la dinámica sur-sur, que en la norte-sur. El informe concluye que los inmigrantes son más vulnerables dentro de los flujos migratorios en el sur. El fenómeno de la irregularidad y la aplicación ineficiente de las leyes laborales en estos países contribuyen a que persistan la explotación y la existencia de riesgos para los inmigrantes frente a las autoridades, los empleadores y los traficantes de personas. Ambrosini sostiene que estos enfoques macro sociológicos presentan algunas objeciones, principalmente la omisión acerca de la explicación de porqué algunos emigran y otros no, como se sostuvo precedentemente. Pero además, subraya el autor, esta perspectiva coloca al migrante en un lugar donde su subjetividad se ve claramente subestimada, por lo cual se debe estudiar también el factor subjetivo: esto lo llevarán a cabo los enfoques micro sociológico, que serán explicados en el siguiente apartado. Devoto por su parte, arguye que este modelo teórico “utiliza un nivel de generalización que presume un inmigrante (homo economicus o proletario), objeto homogéneo sobre el que actuaría, de modo unívoco un conjunto estable de factores. El objeto es entonces uniformizado pero además se esperan de él también, a la manera del perro de Pavlov, respuestas unívocas, siempre idénticas ante la presencia de determinados factores (…) Las personas ‘necesariamente’ responden a la miseria con la emigración o, viceversa, las personas necesariamente son estimuladas por la voluntad de maximización de beneficios.” (Devoto, 2003:71) 15 El autor italiano Ambrosini, continuando con los modelos teóricos macro, resume las que llama “teorías de la demanda” citando a Piore, Harris y Sassen, como aquellas donde se acentúa la atracción que los países desarrollados ejercen sobre los trabajadores extranjeros, pero para insertarlos en áreas donde se encuentra el trabajo precario, mal pagado, poco calificado, fluctuante y expuesto a la más cruel competencia. Estas áreas deben absorber las contingencias, precariedades y contragolpes de la competencia, para de este modo poder salvar las áreas de trabajo estables, fuertes y protegidas. Los inmigrantes, interesados, al menos en una fase de su camino, por trabajos que no presentan características de estabilidad y continuidad, sobre todo si son recién llegados, están solos, son jóvenes y tienen intenciones de regresar a su país de origen, son los candidatos ideales para las necesidades laborales del país que lo recibe. Se presenta como caso emblemático el empleo del inmigrante como trabajador rural, ya que este tipo de labor requiere de breves períodos de tiempo, respondiendo a determinados factores relativos al área (siembra, cosecha, clima). La necesidad de pocas semanas o meses que necesita este tipo de trabajo respondería a las necesidades de quienes busquen una ocupación por tiempo determinado que no le impida luego continuar con otros proyectos. Este ejemplo será de particular importancia para nuestro trabajo. Debemos destacar el aporte de la geógrafa Saskia Sassen (Ambrosini, 2001), que realiza una explicación acerca de las “ciudades globales”. La autora sostiene que existe una regeneración de las grandes urbes luego de haber atravesado un declive durante el periodo fordista. Las grandes metrópolis habrían desarrollado toda una serie de servicios y actividades económicas ligadas a las nuevas tecnologías. Lo que en relación a nuestro tema nos interesa tendría que ver con el hecho de que estas ciudades se concentra “el trabajo rico”, porque allí se encuentran los puntos neurálgicos de los centros direccionales de grandes compañías y empresas, grupos económicos y financieros, las relativas consultorías, oficinas de marketing y telecomunicaciones, las productoras de medios de comunicación, etc. Este “trabajo rico” necesitaría de “trabajo pobre”, argumenta la estudiosa, al menos sobre dos aspectos: el mantenimiento de las infraestructuras y el servicio a las personas: los servicios deben ser materialmente realizados, los edificios construidos y mantenidos en orden, el rápido crecimiento de la industria financiera y de los servicios altamente especializados genera no sólo funciones técnico-administrativas de alto nivel, sino que también tareas generales y de baja 16 retribución. De modo que ésta sería el área donde se logran colocar los inmigrantes en las nuevas ciudades globales: sirven a las tareas menos calificadas para sostener aquellos sectores más elevados de la economía. Al igual que se mencionó en párrafos anteriores, también estas teorías pueden cuestionarse por el lugar al que ponen a los inmigrantes, un lugar pasivo, meramente secundario, donde la persona queda circunscripta a expensas del capital y sus necesidades. El factor determinante sería la necesidad de la economía que reduce el trabajo a mercancías y las personas a pequeñas “fichas de tablero”. (Ambrosini, 2001) Otra importante objeción a estas teorías apunta a la insuficiente consideración del cuadro normativo. En efecto que existan inmigrantes que trabajen en condiciones serviles también responderíaal hecho de que los ingresos son duramente regulados por la sociedad de arribo, por lo cual la presencia de flujos migratorios muchísimo más altos en comparación a esos valores, generaría la formación un grupo de inmigrantes cuya condición es extremadamente débil y por lo tanto expuesta inevitablemente a situaciones de explotación. Claro que, si otra fuera la circunstancia, estos sujetos podrían impartir resistencia, organizarse sindicalmente o aún más, dar vida a actividades económicas autónomas. Una última objeción realizada a estas teorías, tiene que ver con la composición de los flujos migratorios: no sólo son los pobres los que emigran, si no que en países como Australia, Canadá o EE.UU., una importante parte de migraciones regulares están altamente calificadas: se trata de personas que encuentran rápidamente trabajo como médicos, informáticos, emprendedores, concluye Ambrosini. 1.1.2 Las teorizaciones micro analíticas El sociólogo italiano Vittorio Cotesta señala que, por más importantes que sean los factores estructurales para explicar el movimiento de las personas, como también la gran desigualdad de oportunidades entre países desarrollados y aquellos en vías de desarrollo (los llamados factores objetivos de las motivaciones de las migraciones) es necesario agregar a estos los factores subjetivos: “De hecho no se transfieren los más pobres o los menos dotados de capital cultural y social. Al contrario, como vimos en tantos países de África y Asia, son los más dotados de ambos capitales los que emigran. Jóvenes con formación profesional media o alta buscan mejores oportunidades de vida y 17 trabajo. También cuando las capacidades profesionales son generales o bajas, es necesaria una disponibilidad subjetiva de arriesgar viajes complejos para ponerse en el sendero hacia los países con más consistentes oportunidades laborales. En otros casos, por cierto, es la familia entera que a través de uno de sus miembros más emprendedores, invierte en el viaje migratorio. Y si, como hemos visto, la movilidad involucra todas las áreas del mundo, al considerar los factores de las migraciones, se hace necesario tener en cuenta tanto las objetivas disparidades de oportunidades de vida y de trabajo, como las disparidades a nivel subjetivo advertidas como injustas e inaccesibles por los individuos.” (Cotesta, 2005: 68-69)4 Explicaremos entonces en este apartado, los llamados enfoques micro analíticos, en los cuales el factor individual es el determinante a la hora de tomar la decisión de migrar. Según Maurizio Ambrosini, estas explicaciones están inspiradas esencialmente en la teoría económica neoclásica: “Estas conciben las migraciones en tanto fruto de elecciones individuales, basadas en cálculos racionales de maximización de la utilidad. El inmigrante, no diversamente de otro actor económico, es un individuo racional y calculador que busca optimizar la satisfacción del propio interés, vendiendo el propio capital humano, al mejor precio posible. El capital humano del inmigrante es su joven edad, su buena salud, su capacidad de trabajo, hoy también la instrucción en muchos casos- muy poco fructífera en su país, y sin embargo mucho mejor remunerada en otro mercado de trabajo-.” (Ambrosini, 2001:14-15)5. Esto explicaría, según el estudioso italiano, aquella objeción realizada a las teorías enumeradas en el apartado anterior: la carencia argumentativa de porqué, en condiciones similares, algunas personas deciden migrar y otras no. Por lo tanto, entre personas que se encuentran en la misma situación económica desventajosa en el país de origen, los sujetos que finalmente tomarán la decisión de partir serán los más emprendedores, los más jóvenes, relativamente más calificados, con algún contacto en otro país que les brinde oportunidades, etc. Sivini, llamando a este enfoque ‘funcionalista’, arguye que los pensadores que han sostenido esta teoría, habían asumido que los inmigrantes eran individuos capaces de elecciones racionales destinadas a maximizar su utilidad. (Sivini, 2005) 4Traducción propia. 5Traducción propia. 18 Sin embargo estas teorizaciones también sufren objeciones. Ambrosini se vuelve a preguntar por qué de todos modos, no hay un éxodo en masa de los países pobres a aquellos ricos; o peor aún: ¿cuál es la razón por la cual muchos inmigrantes optan por regiones como Calabria, en lugar de optar por destinos más convenientes o áreas más ricas donde las oportunidades económicas serán seguramente mejor que la de estas tierras del Mezzogiorno 6 italiano? A pesar de lo ilustrado por la teoría utilitarista, la elección del migrar estaría viciada con una falta de información o la parcialidad que se tiene de ésta, la cual impediría poder realizar las comparaciones necesarias, para de ese modo, lograr elegir la mejor opción, sostiene el sociólogo italiano. Así es como se comprende la elección de destino de muchos migrantes: donde ya tienen algún conocimiento, al menos indirecto, donde presuman que se pueda acceder más fácilmente, o donde sepan que existen nichos étnicos a los cuales les resulte más fácil insertarse, etc. De esta manera podemos observar, argumenta Ambrosini, como la teoría neoclásica desmerece los lazos sociales que son para él, aquello que finalmente condiciona la elección de dónde una persona se dirige. En la mayor parte de los casos, ésta tiene que ver con el hecho de si en ese lugar se conoce a alguien, y si puede ayudarlo, según el mecanismo de las redes o cadenas. Esta teoría tendrá su apartado más abajo. Otras explicaciones, por su parte, ponen el acento en la familia. En este caso, la decisión de migrar saldría del núcleo familiar, que podría recibir las remesas para mejorar la situación del conjunto en el país de origen. La familia entera es quién decide quién migra, como menciona Cotesta, y es la que compra el pasaje, para ser, más tarde, destinataria de los beneficios que el sujeto podría tener en el país adónde se dirige. De este modo se deduce que esta estrategia tiene un carácter familiar, colectivo, no ya de un individuo solo. Son los propios padres quienes inducen a sus hijos a partir esperando, por ejemplo, ser ayudados en la vejez o en las cuestiones de salud, ya que en sus propios países los sistemas de protección social son débiles. Se podría afirmar, según el autor, que existiría una correlación positiva entre la debilidad de los sistemas de protección social de los países de emigración con la propensión de inducir a la aventura migratoria a los propios hijos. 6Mezzogiorno se llama a la zona meridional italiana, comprendida por las regiones de Campania, Calabria, Puglia, Abruzzo, Molise, Basilicata y las islas mayores Cerdeña y Sicilia. 19 Estas teorizaciones también se ven puestas en tela de juicio, sobre todo por los estudios referidos a las mujeres. Éstos critican la visión idealizada y racional de la familia, concebida como un actor económico que decide, elige e invierte de forma conjunta y compacta, en la cual se apoya dicha tesis. Por el contrario, argumentan estos estudios comentados por Ambrosini, esta decisión no es sensible a la necesidad de cada uno de los miembros. Generalmente es orientada en sentido paternal o machista. Para este enfoque, las mujeres serían actores subalternos respecto a las estrategias elegidas y llevadas a cabo por otras personas del grupo familiar. Por su parte, Fernando Devoto, clasifica las teorías de las cadenas migratorias, redes y patronazgos, dentro del modelo micro analítico, pero se explayará su esquema en el apartado homónimo. Sí debemos apuntar, que el historiador argentino señala la propia economía del grupo familiar como una de las fuentes de financiación de la experiencia migratoria, refiriéndose a los enfoques micro analíticos:“Aquí la decisión de migrar es más colectiva (aunque con un peso decisivo del jefe de la familia) y la emigración forma parte de la estrategia global de las familias, que puede ser buscar evitar la proletarización de todo el grupo al tener que ir a trabajar a la ciudad, a la industria. Esta era una forma de mantener a la familia unida (y a la autoridad paterna sobre ella).” (Devoto, 2003: 151). La familia también podría invertir sólo en alguno de los miembros, para a través de él, promover la movilidad social del grupo entero. El autor comenta también, que puede ser el contratista de mano de obra quién pague el primer peldaño de la aventura migratoria, el boleto. 1.1.3 Las teorías de las netwoks Hemos visto hasta ahora las diferentes teorías sociales definidas en relación a donde pongan el acento, ya sea en los factores estructurales, como el económico, el social o demográfico; o ya sea en una cuestión más ligada a la elección personal. Ahora veremos el peso que cobran las relaciones interpersonales, en diferentes lugares del mundo, a la hora de determinar la partida. Cotesta subraya la importancia que tendría para nuestra sociedad ‘global’ estudiar el enfoque de la teoría de redes: “El gran movimiento de las personas crea una enorme red de contactos y de relaciones. La primer característica de la ‘sociedad global’ es la de ser 20 una red de relaciones entre hombres y mujeres, una red que por principio cubre todo el planeta. De aquí también el nombre de sociedad global.” (Cotesta, 2005: 7) 7 Tenemos en el espacio intermedio entre los dos polos teóricos que hemos analizado, a la teoría de las “redes migratorias”. En este enfoque el acento está puesto en las relaciones interpersonales entre migrantes y futuros y/o potenciales migrantes. Las migraciones serían, de este modo, el resultado de tales relaciones. Estas redes facilitarían la emigración, operando tanto en el país de origen como en el de destino, inmigrantes con potenciales migrantes emigrantes, facilitando la inserción en los países de arribo, desafiando todas las barreras con las que las personas se puedan cruzar, sean estas de naturaleza normativa o material. Entonces se llega a Calabria más a menudo que a Alemania o Suiza, a pesar de las mejores oportunidades que ofrecen esos países, porque en tierras calabresas se encontró alguien que se había dirigido a la red, que alguien llegado un tiempo antes había utilizado como sostén. Esto le habría permitido resolver los primeros problemas que enfrenta quien recién llega, ligados al arribo, el techo donde habitar y alguna posibilidad de trabajo. Según Fernando Devoto, el movimiento migratorio tendría como centro de investigación dos puntos centrales: “conocimiento de oportunidades (información) y ayuda para emigrar y conseguir empleo (asistencia). Comprendiendo ambos procesos se podrá entender quién emigra y quién no, cuándo y dónde…” (Devoto, 2003: 122) En relación a la información, el autor argentino destaca que ésta no está disponible de manera homogénea, lo que explicaría las diferencias entre tasas migratorias de distintas partes del mundo. En este sentido, serían las cadenas migratorias las despensas de información primero en una instancia familiar, luego agrandándose a la escala regional. La cuestión de que muchas veces los que tenían el deseo de partir no contaban con familiares, amigos o paisanos que hubieran migrado previamente, nos remite al segundo punto que tiene que ver con los agentes de inmigración. Este punto será traído a colación por Ambrosini, como un vacío del que no hablan las teorías de las redes. Esta objeción la anotaremos más adelante en este mismo apartado. 7Traducción propia. 21 La teoría tiende a ver hoy a las redes como la típica expresión de la proyección y de la capacidad de iniciativa de los migrantes que, a través de la coordinación, buscan escapar de contextos adversos o de sistemas que los colocan en lugar de subalternidad. Esta función de las redes asume todavía mayor importancia si tenemos en cuenta el pasaje de la economía fordista a la postfordista. De hecho en el período fordista, comenta Ambrosini, las grandes fábricas alemanas o francesas empleaban masivamente a los migrantes, brindándoles techo y seguridad laboral. En ese contexto las redes tenían poca importancia, dada la expansión masiva de la noticia de las asunciones y la forma estructurada de acogimiento de los recién llegados. El contacto entre origen y destino no era para nada determinante. Diferente será el traspaso a la etapa porsfordista: “Una vez concluida esta fase, sin embargo, las dinámicas migratorias tanto en América como en Europa, debieron adaptarse a los cambios del nuevo contexto, que incluyen demanda laboral fraccionada y fluctuante, razón por la cual los contactos y los conocimientos personales se volvieron esenciales a los fines la inserción laboral.” (Ambrosini, 2001: 19) 8 Para el estudioso italiano la consideración de los mecanismos de redes y de esta nueva coyuntura, también nos ayudará a comprender la relación entre etnia y nicho laboral, es decir, la especialización del trabajo según las distintas comunidades. Así podremos explicar por qué algunas comunidades realizan determinadas labores en un área geográfica y distintas en otra. Ambrosini comenta el caso de los senegaleses en Italia: en Milán la comunidad africana se inserta en el comercio ambulante, generalmente de modo irregular; sin embargo, en Brescia (también al Norte de Italia), lo senegaleses encarnan un estereotipo positivo, de hombres fuertes con el físico más adecuado para trabajar en las fábricas, que son capaces de someterse a diferentes turnos sin cansarse. Esta diferencia se explicaría por el hecho de que seguramente los primeros senegaleses en llegar a Milán no lograron acceder a labores fabriles, mientras que en Brescia aquel que si lo logró, habiendo tenido la oportunidad de demostrar su capacidad de trabajo, facilitó o esponsorió la entrada posterior de sus compatriotas, amigos, parientes, etc. De modo que estas experiencias personales, compartidas socialmente por los dueños de las fábricas, se terminan volviendo fuente de generalizaciones y clichésdiscriminatorios, 8Traducción propia. 22 ya sea en sentido positivo como negativo, capaces de activar o inhibir las dinámicas de las cadenas migratorias. El ejemplo exitoso de una cadena migratoria proporcionado por el sociólogo italiano es aquel del caso filipino, donde se observan bajísimos niveles de desocupación. Este resultado es atribuido a la fuerte cohesión de la network filipina, la cual facilitaría la inserción de sus miembros en los nichos económicos que la cadena logró “colonizar”. El estudioso italiano afirma entonces que cuánto más solidaria, cohesionada y capaz de mantener bajo control al propio grupo resulta la cadena, tanto más logrará esponsorear a sus miembros e incluirlos en la economía que los recibe. Sin embargo, aclara el autor, esto podría convertirse en un ‘arma de doble filo’, ya que funciona para la inserción en los nichos laborales de bajo nivel, pero puede ser un obstáculo para la emancipación de quienes aspiren a un trabajo más calificado o autónomo. Se podría afirmar entonces que las redes representan un recurso cuyas consecuencias asumen diferentes efectos según el componente de que se trate: resultan más ventajosas para los recién llegados y para los de menos calificación, que para los que ya llevan un cierto tiempo en el destino y para los que cuentan con un alto nivel de instrucción. La objeción realizada a la teoría de las redes reside en la falta de explicación que se ha hecho acerca del inicio del fenómeno, o sea cuando es tomada la decisión de dar el salto migratorio. No se toma en cuenta, según Ambrosini,la importancia de las instituciones, ya sea en el país de origen como en el de arribo, que son la premisa a partir de las cuales las redes pueden trabajar. Estas instituciones intermediarias cobran singular importancia ya que son las que proporcionan contratos de trabajo, documentación necesaria, información en general. Otro elemento a considerar expuesto por el autor, tiene que ver con el marco normativo: este puede guiar la selección de las migraciones, canalizándola en determinada dirección en detrimento de otra. De este modo, la existencia de prohibiciones legales a la inmigración, no contemplando alguna forma de bloquear los flujos y de impedir el uso de inmigrantes para el trabajo en negro, resultó ser una forma de producción legal de la ilegalidad, tesis que ampliaremos en el siguiente capítulo. Las particulares medidas legales en relación a la cuestión migratoria seleccionan también el flujo de personas que llegará: países como Australia, EE.UU. o Alemania llevaron a cabo programas de 23 atracción de inmigrantes altamente calificados; mientras que en países como Italia se recibe mano de obra menos calificada. Se puede afirmar entonces que “la emigración se estratifica y se direcciona también en dirección de las posibilidades dispuestas por la normativa de los países receptores.” (Ambrosini, 2001: 25) 9 Esto último será ampliado por diferentes autores en el siguiente apartado, entre ellos, Giordano Sivini, para quien las redes conforman una parte por la cual las migraciones porstfordistas lograrían autonomía y subjetividad. Este autor concluye que frente, por un lado, a la prevalente interpretación de la funcionalidad de las migraciones a los capitales metropolitanos que a este fin las activan, y por el otro al acento puesto en la acción racional que guían los movimientos, se estarían contraponiendo investigaciones que apuntan a la integración de los inmigrantes en la economía informal, o a la problemática relativa a las redes y a las relaciones trasnacionales. Sobre este último punto, aclara el autor, “las migraciones emergen como procesos que definen una oferta de trabajo de manera relativamente autónoma respecto a la demanda de las economías desarrolladas.” (Sivini, 2005: 6) 10 Profundizaremos la tesis de este autor en los próximos apartados. Después de haber mencionado las diferentes teorías debemos considerar, como sostiene Ambrosini, que el estudio migratorio debe tener en cuenta un enfoque multicausal que tenga en consideración los diferentes factores que se entrecruzan en las causas que llevan a la migración. 1.2 El debate acerca de la nueva época Si bien dijimos que las migraciones han existido siempre, es de destacar que en la actualidad se han convertido en un tema al que se le presta mayor atención, ya sea desde las ciencias sociales, como de las agendas políticas, al menos en el contexto europeo. Así lo señalan Castles y Miller, que han considerado la relevancia del fenómeno como de tal magnitud que han llamado a nuestra época “la edad de las migraciones”. (Castles y Miller, 2003). 9Traducción propia. 10Traducción propia. 24 Estos autores argumentan que si bien el movimiento de personas siempre existió, después del año 1945 y particularmente a mediados de los años ’80 se observan un crecimiento en el volumen e importancia de los flujos migratorios. Lo distintivo de la época actual serían “su alcance global, su carácter central para la política doméstica e internacional y sus enormes consecuencias económicas y sociales.” (Castles y Miller, 2003:12) Este fenómeno se transforma en una cuestión clave en el período posterior a la guerra fría y durante la última fase de la globalización, entendida esta como “…un proceso mediante el cual sociedad, economía, cultura, formas y estilos de vida antes separados se adaptan en una perspectiva de interdependencia. Con este término-interdependencia- en efecto, no sólo se indica el hecho que elementos antes separados se pongan en contacto, sino que además, se busca subrayar que desde el momento en el que se entra en una perspectiva de tipo global, cualquier cosa suceda a uno de los elementos del sistema, tendrá repercusiones sobre los otros.” (Cotesta, 1999: 94)11 Las personas no quedarían afuera del gran flujo entre fronteras que incluye esta nueva etapa del capitalismo, donde las antiguas barreras nacionales sucumben ante el intercambio de mercancías, capitales, comercio, ideas, productos culturales e inversiones, donde el trasnacionalismo, entendido como comportamientos o instituciones que de forma simultánea afectan a más de un Estado (Castles y Miller, 2003), pareciera ser el actor principal. O sea, si “el sistema global de la economía está fundado sobre la movilidad de las materias primas, de las mercancías, de los capitales y de la fuerza de trabajo (…) esto comporta un pasaje de los trabajadores de un área a otra del sistema según las posibilidades ofrecidas por los mercados locales de trabajo.” (Cotesta, 1999:34) 12 Pero veremos más adelante cómo esto se transformará en un problema. Los autores de “La edad de las migraciones” hablan de nuevas tendencias que caracterizan esta etapa. Entre ellas podemos destacar su carácter global. Este es uno de los elementos novedosos, ya que el fenómeno migratorio cuenta ahora con países que antes quedaban excluidos, sea como origen o como destino. 11Traducción propia. 12Traducción propia. 25 ‘Mundialización’ lo llaman Elizalde, Correa y Córdova (2013) al hecho de que hoy quedarían al margen de la circulación migratoria un número muy reducido de países. Según la estudiosa Annamaria Vitale, la movilidad humana que ahora va en todas las direcciones, pone en crisis el sistema dominante que debe ser regulado bajo nuevas líneas, produciendo nuevos aparatos disciplinares y biopolíticos. “Esta movilidad se vuelve el terreno estratégico de nuevas figuras del dominio, de nuevas polarizaciones sociales. Un orden social que se constituye como orden ‘natural’ producido por la acción de los individuos-agentes: este debe ser legitimado (producido como normal) y jurídicamente codificado (a través de la norma). Pero este orden espacio-temporal debe, al mismo tiempo, producir (y reproducir) la fuerza de trabajo en la cantidad y calidad adecuadas a las condiciones históricamente dadas por la valorización.” (Vitale, 2005:16) 13El capital necesita trabajadores con esta movilidad, móviles en un doble sentido: flexibles, tanto al interior de la regularización temporal vida/trabajo, así como al interior de la organización espacial capitalista de los lugares. Asimismo se observa una transformación o cambio de rol: los que antes eran países de destino, se fueron transformando en países de origen, como muchos señalan al caso italiano, que desde el siglo XIX hasta los años ‘60 del siglo XX funcionó como país proveedor de inmigrantes, sobre todo para las llamadas migraciones transatlánticas, y desde los años ‘80 a esta parte fue convirtiéndose en país de destino de personas oriundas de países tanto cercanos (los llamados países de Europa del Este, y del África) como de tierras que un siglo antes vieron llegar a sus antepasados (el caso de los de América Latina). A estos también se agregan países de Medio Oriente y Asia (Filipinas, China, Sri Lanka, Bangladesh, entre otros). Minara Lubi Guizardi y Bernardo Guerrero (2012) afirman que la realidad de la migración como narrativa de la acción de un sujeto imaginado como “europeo, blanco, masculino y conquistador” empieza a cambiar, también alrededor de los años ‘60. Por primera vez en la historia del capitalismo, Europa deja de ser el continente desde donde parten los grandes viajes, para convertirse en el espacio que recibe a los migrantes venidos de los “espaciosotros”, en otro tiempo objetos del ímpetu colonizador/apropiador del europeo. Nuevos modelos migratorios –desplazamientos del sur hacia el norte global y de países del sur hacia otros países del sur– surgen y/o se 13Traducción propia. 26 masifican en el paso del siglo XX al XXI, protagonizados mayoritariamente por mujeres. Otro elemento novedoso, por Castles y Miller señalado, tiene que ver con la aceleración o el gran incremento respecto al pasado de los flujos migratorios. Para Alessandra Venturini el crecimiento debe atribuirse a tres motivos: la dificultad de acceder legalmente al mercado laboral del país destino, la caída económica y política de los regímenes de Europa del este y la gradual radicalización de los regímenes islámicos. La dimensión de la aceleración hace, del mismo modo, sostienen Castles y Miller, que el fenómeno presente en estos tiempos una “diferenciación” entre distintos tipos de inmigrantes: los refugiados, la migración por motivo laboral, temporal o a largo plazo, la migración por reunificación familiar, motivos de estudio, turistas, entre otros. Diversificación, que por cierto, también dificulta la legislación en la materia. Otra de las tendencias que presentan las actuales migraciones respecto a las de otrora, estaría relacionada con lo que se ha dado en llamar la “feminización de las migraciones”. Esta tesis rescata el rol fundamental que asumen las mujeres en el proceso, ya sea para la reunificación familiar como por motivos laborales. La OIM en el 2009 estimaba que el 49% de los inmigrantes internacionales eran mujeres. Esta novedad se verificaría desde los años ‘60 en adelante. La última característica señalada por estos autores tiene que ver con la “politización de las migraciones”, haciendo referencia a la regulación de los flujos migratorios por parte del Estado a través de su política gubernamental. Las migraciones internacionales atraviesan desde la política doméstica, pasando por las relaciones bilaterales hasta llegar a los actuales bloques regionales, generando una presión migratoria que se vio aumentada debido a los rígidos controles y selectividad de acceso a los países receptores. “Esto ha motivado, el aumento de los países de tránsito (a la espera de llegar al norte), la búsqueda de otros países para migrar -lo que diversifica los destinos y el aumento de los flujos sur-sur-, y el continuo aumento del tráfico de personas.”(Álvarez Acosta, 2010: 82) Castles y Miller en relación al futuro de estas tendencias sostienen: “Hay varias razones para esperar que se prolongue lo que llamamos la era de la migración: las crecientes desigualdades de riqueza entre el norte y el sur tal vez impulsarán a un número creciente 27 de personas a moverse en busca de mejores condiciones de vida; las presiones políticas, ecológicas y demográficas pueden forzar a muchos otros a buscar refugio fuera de sus propios países; el creciente conflicto político o étnico en gran cantidad de regiones puede llevar a futuros traslados masivos; y la creación de nuevas áreas de libre comercio causará movimientos de mano de obra, sea o no que esto se halle en las intenciones de los gobiernos involucrados. Los estados en el mundo entero se verán cada vez más afectados por la migración internacional, sea como sociedades receptoras, como países de emigración o como las dos cosas.” (Castles y Miller, 2003:15) Es de destacar, sin embargo, que otros autores dan por tierra esta hipótesis basada en que estaríamos en una época de esta naturaleza. Entre ellos, Alejandro Grimson (2011) señala esta afirmación como un equívoco, y la critica en términos de cronocentrismo: “Considerar que la multiplicación de inmigrantes del Sur al Norte implica que estamos en una época de migraciones sin parangón en la historia humana es equiparar la novedad que implica esa recepción para los europeos con una novedad que debería ser asumida por el mundo entero. Pensar y volver a analizar los fenómenos de la migración transatlántica de fines del siglo XIX y principios del XX, que tuvo un impacto decisivo en la formación de las sociedades australiana, canadiense, estadounidense, argentina y tantas otras, así como volver sobre los diferentes procesos de urbanización, o incluso ir más atrás en la historia de los procesos migratorios y diaspóricos, permitiría comprender que las migraciones estuvieron presentes en muchas épocas de la historia humana, en lugar de buscar delimitar una «época de migraciones».” (Grimson, 2011: 35-36) Pensar que esta época tiene características únicas, que funciona como parteaguas de la historia migratoria, además de no tener sustento, sostiene Grimson, porque los cambios actuales sólo serían apreciables no contemporáneamente sino en un futuro, impide además la comprensión histórica. Se suma a esta postura el autor también argentino Lelio Mármora (2004) sosteniendo que ahora en términos comparativos, existe un número menor de inmigrantes internacionales respecto al principio de siglo XX y estima que su impacto está sobrevaluado. Sería entonces el desorden económico y social en el cual las migraciones están insertas, el responsable de su mal funcionamiento y por lo tanto sujetas a restricciones o exclusiones, ya sea para los países de origen como para los de destino. 28 Incluso si se estima que la magnitud de los flujos no ha nunca superado el 5% de la población mundial (Elizalde, Correa, Córdova; 2013), ni antes ni ahora, queda claro que no importa el número respecto a otros tiempos, ya sea igual o menor, para entender cuándo una cuestión es impuesta como novedosa y da lugar a que pueda ‘solucionarse’ o al menos ocuparse de ella. 1.3 La nueva interpretación del fenómeno migratorio en la globalización 1.3.1 La cuestión histórica Cuando Karl Marx escribió que se produjo “la expropiación que despoja de la tierra al trabajador”14 quiso decir que una masa de la población rural fue expropiada del acceso directo a la tierra, su principal medio de producción, volviéndose fuerza de trabajo para ser vendida en el mercado como una mercancía, haciendo que así su supervivencia se volviera dependiente de la venta de su trabajo, la famosa acumulación originaria descrita en el primer volumen de El Capital. Esta proletarización de la mano de obra rural, producida por el desarrollo de las relaciones económicas capitalistas en la Europa que Marx describe “…se convirtió en la oferta potencial de las nuevas economías industriales urbanas. Empero, ahí donde estas últimas estaban insuficiente o retrasadamente desarrolladas en el propio espacio nacional –por ejemplo, en los países de tardía industrialización de la periferia europea-, las nuevas economías urbanas eran incapaces de absorber a esos campesinos desplazados y la única opción que a ellos les quedaba era emigrar.” (Devoto 2009: 53) Esta “población rural, expropiada por la violencia, expulsada de sus tierras y reducida al vagabundaje, fue obligada a someterse, mediante una legislación terrorista y grotesca y a fuerza de latigazos, hierros candentes y tormentos, a la disciplina que requería el sistema del trabajo asalariado.”15 Pero estos campesinos, “no podían ser absorbidos por la naciente manufactura con la misma rapidez con que eran puestos en el mundo. Por otra parte, las personas súbitamente arrojadas de su órbita habitual de vida no podían adaptarse de manera tan súbita a la disciplina de su nuevo estado. Se transformaron 14 Marx, K. El capital, versión digital: http://www.forocomunista.com/t6151-karl-marx-el-capital-tomo- 1-2-y-3 15 Ibid. Pág.682 29 masivamente en mendigos, ladrones, vagabundos, en parte por inclinación, pero en los más de los casos forzados por las circunstancias. De ahí que a fines del siglo XV y durante todo el siglo XVI proliferaraen toda Europa Occidental una legislación sanguinaria contra la vagancia. A los padres de la actual clase obrera se los castigó, en un principio, por su transformación forzada en vagabundos e indigentes. La legislación los trataba como a delincuentes "voluntarios": suponía que de la buena voluntad de ellos dependía el que continuaran trabajando bajo las viejas condiciones, ya inexistentes.” 16 Esta relación que Marx analiza entre transformaciones económicas y condición jurídica de las personas, que describe el vagabundear de los campesinos expulsados de la tierra al inicio de la era moderna y criminalizados por una ‘legislación sanguinaria’, evoca el horror del doble disciplinamiento del trabajo libre: la fábrica y la horca. Este binomio sería, para el estudioso italiano Alessandro Dal Lago, en un cierto sentido la nefasta dupla ‘trabajo en negro/represión de los 'clandestinos' de nuestros días, cuestión que se ampliará en un apartado especial del próximo capítulo. La migración como la circulación de la fuerza laboral no ha perdido el protagonismo para explicar la etapas organización del trabajo y su evolución histórica para la configuración de un mercado nacional, mundial y por último global de la fuerza de trabajo: “en los últimos 30 años, por ejemplo, dos millones de trabajadores asalariados fueron incorporados a la fuerza de trabajo disponible a nivel global, gracias a la apertura de China y la caída del comunismo en Europa central y oriental. En todo el mundo las poblaciones campesinas, que en un pasado habían gozado de cierta independencia, fueron integradas a la fuerza de trabajo.” (Harvey, 2011: 69)17, lo que supone que la acumulación originaria no terminó con el ascenso del capitalismo industrial del siglo XVIII, confirma Harvey. Además la migración sirve también para disciplinar el trabajo, bajar los salarios y aumentar la competencia entre foráneos y autóctonos, aumentando las filas del llamado ‘ejército de reserva’. En el siglo XX lo comprueba Harvey: “Uno de los mayores obstáculos a la acumulación sostenida del capital y a la consolidación de la clase capitalista en los años ’60 fue el trabajo. En Europa, como en los EE.UU., había escasez de mano de obra; los trabajadores estaban bien organizados, 16 Ibid. Pág.680 17 Traducción propia. 30 razonablemente bien retribuidos y tenían peso político. El capital necesitaba atraer las reservas de mano de obra menos cara y más dócil, y había varias formas de hacerlo. Una era fomentar la inmigración. La Inmigration an Nationality Act de 1965, que abolió las cuotas de formación por naciones de origen, permitió al capital estadounidense acceder a la población excedente a nivel global (hasta ese entonces se privilegiaban los europeos y los caucásicos). Hacia finales de los años ’60 el gobierno francés subvencionaba la importación de mano de obra del norte de África, los alemanes acogían a los turcos, los suecos fomentaban la inmigración de los yugoslavos y los británicos atraían a los habitantes de su antiguo imperio.” (Harvey 2011: 26) Pero como veremos en nuestro caso de estudio, en Italia meridional, la competencia entre extranjeros y autóctonos no es tal, ya que el tipo de trabajo que realizan los inmigrantes en agricultura no lo quieren realizar los italianos, entre otras razones por los bajísimos salarios que se perciben en la actividad, además de las diferentes cuestiones culturales por las cuales ese tipo de labor no sea percibido positivamente. Si otra fuera la paga que se diera, por supuesto que se daría la competencia también con los italianos. Sin embargo, diferentes causas harán que esta labor se pague a salarios muy por debajo de los estimados legalmente y en condiciones de irregularidad que los nativos no estarían dispuestos a aceptar. Se suman a esto una segmentación étnica del mercado laboral que cristaliza y relaciona actividades con los orígenes de los inmigrantes. Pero como si esto fuera percibido como invisible, el discurso local recae siempre en la cuestión de preguntarse el por qué estas personas llegan cuando el trabajo escasea incluso para los autóctonos. En conclusión, sostenemos como dice Harvey el llamado al trabajo inmigrante tiene cierta función de generar competencia para lograr reducir los costos de producción ligados al salario, sólo que en el caso que nos compete, ese salario ya está bajo por otras razones propias del lugar a las que se suma el status administrativo del trabajador inmigrante que hace todavía más que ese estipendio pueda ser reducido. 1.3.2 Las contradicciones en la época global El nuevo debate que compete a las migraciones internacionales se detiene a encuadrar la influencia de las políticas actuales en los flujos migratorios. En este sentido son 31 evidentes algunas contradicciones que provienen del mundo globalizado en el cual se mueven estos procesos. La primera contradicción tendría que ver no sólo con el hecho de que la globalización derriba todas las barreras relativas a la circulación de información, capitales y mercancías, y por el contrario, cierra y bloquea aquellas para que circulen las personas, sino que esa circulación conlleva que las personas tengan que moverse, de todos modos, siguiendo la ruta del trabajo y el capital. (Macioti y Pugliese, 2003) Diciendo ‘de todos modos’, queremos hacer referencia a que las personas entrarán o permanecerán en el territorio más allá del status administrativo en el que se encuentren. El hecho de que su situación se vuelva irregular, tendrá que ver con lo que ya se ha nombrado a lo largo de este capítulo y que será profundizado en un apartado especial: la reproducción legal de la ilegalidad. El hecho de que los inmigrantes sean empujados a caer en esta situación hace de ellos personas más vulnerables a aceptar cualquier tipo de trabajo, salario y condición social, acorde a las necesidades de un mercado que de lo contrario, en el caso italiano, podría desaparecer, como veremos en el tercer y cuarto capítulo. ¿Qué sería del sector agrícola italiano sin los braccianti immigrati (trabajadores agrícolas inmigrantes)? Elizalde, Correa y Córdova también sostienen que los mismos Estados que imponen las restricciones policiales y políticas al ingreso de las personas, son los que, por otro lado, desarrollan políticas de promoción y estímulo a la eliminación de la fronteras para la circulación del capital financiero y productivo. Alessandro Dal Lago (1999), por su parte, arguye que la circulación de bienes, mercancías, símbolos y también de personas, que define el actual mercado mundializado, es posible sólo unidireccionalmente, cuando es controlada por los países ricos o está al servicio de sus intereses. Los flujos migratorios son solamente aceptados cuando se dan entre países desarrollados o tienen que ver con personas ricas de todo el mundo. El ‘derecho’ a la circulación que funcionarios, empresarios, comerciantes, viajantes y turistas practican libremente en las periferias del mundo, incluso en gran número, no es, obviamente, reportado por nadie. Son, sin embargo, los ‘pobres’ de las periferias, o sea las personas que solo disponen de su propio cuerpo, a estar sujetos a las restricciones y a las aduanas, a ser excluidos de la libertad de circulación. En este 32 sentido son inevitablemente ‘clandestinos’ apenas pretendan escapar de las condiciones de existencia de su propia sociedad. Las barreras también se alzan contra aquellos que no son contenidos en la valorización y producción del capital: los refugiados, aquellos que piden asilo político, figuras que por su propio carácter de “humanitario” que distingue estos flujos, no pueden ser controlados o programados por las políticas vigentes en los países de recepción. “La existencia de obstáculos políticos y militares a la migración fuerza a los pobres delplaneta a aceptar las condiciones salariales y de vida que la industria global impone en los mercados de trabajo periféricos, con la bendición de los gobiernos locales” (Dal Lago, 1999).18 Además, y como otra contradicción de la época, estudiaremos en capítulo relativo a la normativa, que sigue siendo el Estado nacional, en nuestro caso, el italiano, el que se encarga de armar una arquitectura legislativa, que como veremos, permite o alienta finalmente ‘la explotación del hombre por el hombre’, como cualquier estado capitalista, sólo que en este caso de inmigrantes despojados de derechos fundamentales por agricultores italianos, no en mejores condiciones. 1.3.3 Una trampa: la reproducción legal de la ilegalidad “Por muchos guardias de seguridad de fronteras, dispositivos biométricos y perros detectores de explosivos que se desplieguen en los puertos, cuando las fronteras han sido ya abiertas de par en par (y se han mantenido así) al paso de libre movimiento de capitales, mercancías e información, es imposible sellarlas de nuevo y mantenerlas cerradas al paso de los seres humanos.” (Bauman, 2004:142) No podrán ser selladas al paso de seres humanos, entrarán en otras condiciones. Las políticas cada vez más restrictivas, lejos de frenar los flujos migratorios, no producen más que el efecto de llevar a las personas llegadas, sin la documentación necesaria, a la sombra de la ‘clandestinidad’, ‘ilegalidad’ o ‘irregularidad’. (Macioti y Pugliese 2003) Ambrosini sostiene que durante veinticinco años los países europeos han impedido legalmente la entrada de inmigrantes por trabajo, produciendo de esta manera entradas irregulares e inserción en mercados de trabajo informales. Ahora bien, ¿esto sería una 18 Traducción propia. 33 consecuencia inesperada por las normativas en la materia o un efecto deseado de los países receptores en el cual participan los mismos migrantes y sus redes? La respuesta que esgrime el intelectual italiano es la siguiente: “mi posición personal al respecto es que hay una complicidad objetiva entre los intereses económicos autóctonos –a expensas de formas de trabajo flexible, de bajo costo y desprovisto de derechos- de los inmigrantes -ligados a su esperanza y a la necesidad de trabajar a cualquier precio y bajo cualquier condición- y de la dinámica de las redes.” (Ambrosini, 2001:27) El estudioso argentino Alejandro Grimson, en relación a esta contradicción de ‘legalidad de la ilegalidad’ comenta: “Las ciencias sociales han constatado que no existen los «inmigrantes ilegales», sino personas y grupos sociales que son ilegalizados por los Estados ante condiciones objetivas ajenas a su voluntad. Frente a esto, se responde que la migración es una decisión individual y que quien migra sin papeles debe hacerse responsable de las consecuencias de su decisión. Lo cierto es que si no hubieran migrado quizás deberían hacerse responsables del aislamiento, la desnutrición o incluso la muerte de sus hijos.” (Grimson, 2011: 42) El doble juego que las sociedades de inmigración viejas y nuevas producen en relación a los inmigrantes, la dureza de las normas contra los ‘clandestinos’ y la aceptación de un cierto flujo de inmigrantes, la coexistencia de exclusión e ideología del multiculturalismo, la negación de derechos y la exaltación de la diversidad cultural, la obsesión del control de los extranjeros y la tolerancia del trabajo en negro, etc., es explicada por dos razones, según Dal Lago: la primera sería que cualquier sociedad necesita un enemigo al que excluir para poder definirse, reconocerse y justificarse a ella misma. Pero no solo se trataría de esto: “Naturalmente, la existencia de un enemigo ontológico no satisface solamente la necesidad de una ‘identidad nacional’, sino que también tiene consecuencias prácticas de gran importancia. Una vez admitidos, de hecho o de derecho dentro de las sociedades de destino, los migrantes regulares o irregulares no son más que huéspedes no deseados, modernos metecos que la sociedad nacional puede tratar a su gusto, excluyéndolos de los normales derechos civiles y sociales o confiriéndoles algunos, excluyéndolos de las normas que regulan las relaciones laborales de miembros legítimos, o sea ciudadanos, tratándolos como miembros ilegales o de segunda categoría de la sociedad. Como huésped más o menos tolerado, un inmigrante ofrece evidentes ventajas de tipo 34 económico (en tanto trabajador mal pagado o en negro que difícilmente reivindicará sus derechos) y también social, en tanto actor que hará lo imposible para no molestar y por lo tanto para no ser excluido, intentando no caer en la categoría de enemigo público. En la antigua Atenas, un meteco era apenas un poco más que un esclavo. En nuestra sociedad de hombres libres, donde la esclavitud fue abolida hace siglos, un inmigrante- huésped está sujeto a caer con gran facilidad en la categoría de neo esclavo”. (Dal Lago: 1999: 47-48) La tesis de este autor consiste en que los extranjeros jurídica y socialmente ilegítimos (migrantes regulares, irregulares o clandestinos, nómades, prófugos) sean las categorías más susceptibles de ser tratadas como no-personas. Solo basta pensar los límites que el lenguaje pone en representación de esta categoría de seres humanos. Un extranjero será un ‘extra-comunitario’, un ‘inmigrante’, un ‘clandestino’, un ‘irregular’, categorías que no se refieren a una característica autónoma de su ser, si no a lo que no es en relación a esas categorías: no es europeo, no es nativo, no es ciudadano, no está en regla, no es uno de nosotros. A partir de esta opacidad lingüística, que corresponde a una total invisibilidad social, se construyen las premisas para que no sea una persona, y entonces pueda ser literalmente ‘neutralizado’. La condición de los inmigrantes que logran filtrarse entre las murallas de la fortaleza, hace de ellos trabajadores privados de derechos sustanciales, sujetos más que cualquier otra persona a las condiciones salariales, de trabajo y de vida que los patrones locales les imponen. Los obstáculos oficiales a la migración hacen que los migrantes no puedan salir de la condición de subordinación que dura cuanto su vida. Un inmigrante está privado de voz y derecho en la sociedad que lo ‘recibe’, de la misma manera que lo estaba en su patria cuando estaba dispuesto a emigrar. 1.3.4 El potencial de las migraciones Todos coinciden con esta contradicción entre mundialización de mercancías y capital por un lado, y por el otro el control de las fronteras para las personas. Muchos estudiosos sostienen que los inmigrantes no son más que victimas de sistemas económicos que incluyen leyes que los vuelven ‘no personas’. Sin embargo, para otros autores la elección de emigrar implicará rebelión, liberación, subjetivación y autonomía. 35 De hecho, la migración se presenta para Negri y Hardt, como una rebelión contra el orden imperial ya que ataca directamente sus medidas represivas centrales y porque expresa el deseo de libertad y movilidad. Con su éxodo espacial, las multitudes exigen la internacionalización completa de las energías humanas y, al hacerlo, desmontan la sociedad de control nacida de la crisis del fordismo, esa forma económica de la sociedad disciplinaria: “En efecto, lo que empuja desde atrás es, negativamente, la deserción de las miserables condiciones materiales y culturales de la reproducción imperial; pero, positivamente, lo que empuja hacia delante es la riqueza del deseo y la acumulación de capacidades expresivas y productivas que han determinado los procesos de globalización en las conciencias de cada individuo y grupo social–y por ello, una cierta esperanza. La deserción y el éxodo son una poderosa forma de lucha de clases contra y dentro de la posmodernidad imperial.” (Hardt y Negri, 2002:117) “A lo largo
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