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Stimbaum, Camila Paula Un estudio en torno a la intervención de una ONG en el campo de la nutrición infantil: El caso de NUTRIR Los Hornos Tesis presentada para la obtención del grado de Licenciada en Sociología Directora: Weingast, Diana Beatriz. Codirectora: Pagani, María Laura Stimbaum, C. (2017). Un estudio en torno a la intervención de una ONG en el campo de la nutrición infantil: El caso de NUTRIR Los Hornos. Tesis de grado. Universidad Nacional de La Plata. Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación. En Memoria Académica. Disponible en: http://www.memoria.fahce.unlp.edu.ar/tesis/te.1403/te.1403.pdf Información adicional en www.memoria.fahce.unlp.edu.ar Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional https://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/4.0/ 1 UNIVERSIDAD NACIONAL DE LA PLATA FACULTAD DE HUMANIDADES Y CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN DEPARTAMENTO DE SOCIOLOGÍA LICENCIATURA EN SOCIOLOGÍA TRABAJO FINAL // TESINA Un estudio en torno a la intervención de una ONG en el campo de la nutrición infantil: El caso de NUTRIR Los Hornos Alumna: Stimbaum, Camila Paula Legajo: 00112/9 Correo electrónico: cami.stimbaum@gmail.com Directora: Weingast, Diana Fecha: Marzo de 2016 2 RESUMEN La presente tesina se propone ser un aporte a los estudios sobre la intervención social, específicamente a aquellos que tienen que ver con organizaciones del campo de la sociedad civil que trabajan con niños de sectores vulnerables. El estudio tiene por objetivo abordar el proceso de intervención que realiza una ONG dedicada a la prevención y tratamiento de la desnutrición infantil, en el barrio Los Hornos, ciudad de La Plata. Para ello se privilegia una perspectiva microsociológica que haga énfasis en las prácticas cotidianas de intervención y en las relaciones dinámicas entre los ―sujetos intervinientes‖ y los ―sujetos intervenidos‖. Términos claves: ONG- Relaciones de poder- Intervención Social- Primera Infancia 3 ÍNDICE AGRADECIMIENTOS ................................................................................................. 5 INTRODUCCIÓN .......................................................................................................... 8 CAPÍTULO I: LA INTERVENCIÓN SOCIAL DE LAS ONGs EN LA LITERATURA ACADÉMICA ................................................................................... 12 I.1. CONCEPTUALIZANDO A LAS ONGS ................................................................. 12 I.2. CONCEPTUALIZANDO A LA INTERVENCIÓN SOCIAL ................................... 15 CAPÍTULO II: ESTRATEGIA METODOLÓGICA ............................................... 20 CAPÍTULO III: PARADIGMAS Y NORMATIVAS EN TORNO A LA NIÑEZ 27 III.1. EL PARADIGMA DE LA SITUACIÓN IRREGULAR: EL NIÑO COMO OBJETO DE TUTELAJE Y DISCIPLINA .................................................................... 27 III.2. EL NUEVO PARADIGMA DE PROTECCIÓN INTEGRAL: EL NIÑO COMO SUJETO DE DERECHO ................................................................................................ 29 III.3. LA ADECUACIÓN A LA CIDN EN LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES .... 35 CAPITULO IV: ESTADO, ONGs Y SALUD INFANTIL ...................................... 38 IV.1. PRIMERA INFANCIA Y SALUD BAJO EL PARADIGMA DE LA PROTECCIÓN INTEGRAL .......................................................................................... 38 IV.2. INTERVENCIONES EN TORNO A LA NUTRICIÓN INFANTIL .................... 40 CAPÍTULO V: LAS PRÁCTICAS DE INTERVENCIÓN COMO RELACIONES DE PODER .................................................................................................................... 45 V.1. PODER Y RESISTENCIA ..................................................................................... 45 V.2. DIMENSIONES DE ANÁLISIS PARA ABORDAR LAS RELACIONES DE PODER EN NUTRIR LOS HORNOS ............................................................................ 48 CAPÍTULO VI: LA FUNDACIÓN NUTRIR ........................................................... 50 VI.1 LOS FUNDAMENTOS DE SU INTERVENCIÓN ............................................... 50 VI.2. CARACTERÍSTICAS DE SU INTERVENCIÓN ................................................ 53 CAPÍTULO VII: EL CASO DE ESTUDIO: NUTRIR LOS HORNOS ................. 58 4 VII.1. SUS COMIENZOS .............................................................................................. 58 VII.2. CARACTERÍSTICAS GENERALES ................................................................. 59 VII.3. LA VISIÓN SOBRE SU LABOR ........................................................................ 60 VII.4. CARACTERÍSTICAS DEL BARRIO Y SU POBLACIÓN ................................ 62 VII.5. LA METODOLOGÍA NUTRIR ―EN ACCIÓN‖ ................................................ 64 VII.5.1. FASE INICIAL ................................................................................................. 64 VII.5.2. FASE INTERMEDIA ....................................................................................... 78 VII.5.2.1. EL CIRCUITO ............................................................................................... 78 DINÁMICA GENERAL 78; PREMIOS Y CASTIGOS 84 VII.5.2.2. EJES DE ESTRUCTURACIÓN DEL CIRCUITO ........................................ 87 LA ATENCIÓN PROFESIONAL 87; LOS TALLERES DE PROMOCIÓN HUMANA 95; LA SALA DE ESTIMULACIÓN INTEGRAL 102 VII.5.3. FASE FINAL .................................................................................................. 104 CAPÍTULO VIII: REFLEXIONES FINALES ....................................................... 107 VIII.1. ACERCA DEL PROCESO DE INTERVENCIÓN DE NUTRIR LOS HORNOS ...................................................................................................................................... 107 VIII.2. ACERCA DE LAS IMPLICANCIAS POLÍTICAS DE LA INTERVENCIÓN DE NUTRIR LOS HORNOS ........................................................................................ 112 VIII.3. ACERCA DEL PROCESO DE INVESTIGACIÓN ......................................... 114 REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS ..................................................................... 116 5 AGRADECIMIENTOS Son tantas las personas a las que quiero agradecer que hasta podría escribir un capítulo entero. Me disculpo de antemano si llegara a olvidarme de alguna. Muchas me han acompañado desde el principio de este largo camino de poco más de seis años intensos de carrera y otras se fueron incorporando durante el recorrido. Algunas están físicamente, y otras quedaron en mis recuerdos, pero sin duda todas ellas dejaron huellas en mí. Quiero agradecerles y dedicarles esta tesina: A mi familia disfuncionalmente hermosa: mamá, papá, Juli (a pesar de nuestras peleas) e Ica (mi hermano canino al que extraño todos los días de mi vida). Los amo con toda mi alma, gracias por ser mi sostén cotidiano, mi escucha, por creer siempre en mi más de lo que yo lo hago, por no dejarme bajar los brazos nunca, por quererme con todos mis defectos. A mis abuelos, tíos y primos con los que he compartido momentos hermosos y que a pesar de las distancias, los desencuentros y las perdidas, siguen siendo parte fundamental de mi vida. Los quiero muchísimo. A mi familia del corazón que me aman y soportan sin la obligación de hacerlo. No puedo creer lo afortunada que soy de tenerlos a mi lado. Son un ejemplo de lucha, entrega y honestidad al que espero poder hacerle honor. Especialmente les agradezco a mis madres del corazón Emi y Nildi, a mi papá del corazón Héctor y a mi abuela del corazónDopi (ambos me están acompañando desde alguna parte del universo). Gracias por su amor incondicional, los amo. A mis amigos, pieza fundamental de mi vida. Gracias por acompañarme, por las risas, los momentos bizarros, los viajes, las charlas existenciales, los consejos, por soportar mis inseguridades, locuras y delirios, por su complicidad. Sé que se vienen 6 tiempos difíciles pero el saber que cuento con ustedes en este camino que elegí ayuda a calmar mis angustias. A los ―viejos amigos‖, gracias por su esfuerzo de sostener nuestra amistad durante tantos años, a pesar de los kilómetros de distancia. Son parte de mi familia. A los ―nuevos‖, quiero decirles que sin duda haberlos conocido durante mi etapa universitaria, lejos de mi familia y en una ciudad extraña para mí, hizo que los vínculos sean prácticamente de hermandad y que no conciba mi vida en esta ciudad sin ustedes. Hicieron de esta etapa de las más hermosas, llena de experiencias inolvidables, de militancia, y de emociones indescriptibles. A Diana con la cual nos iniciamos juntas en esta experiencia que constituye la tesina de grado: ella como directora y yo como becaria, espero no haberte traumado demasiado. Sin duda esta tesis fue un trabajo conjunto entre las dos. Gracias por la confianza, la contención, el compromiso, las lecturas y correcciones detallistas (aunque a veces me provocaran ganas de tirar todo por la borda), el aguante durante mis constantes reformulaciones de la tesis, el buen humor y los mates durante nuestras reuniones. A todos los miembros y destinatarios de NUTRIR Los Hornos que me permitieron realizar mi trabajo de campo en el espacio de la organización y siempre estuvieron predispuestos ante las numerosas preguntas y entrevistas que requirió mi tesina. A todos aquellos docentes e investigadores de la FaHCE que me han transmitido su amor por la universidad pública, su pasión por las humanidades y las ciencias sociales y que me han convencido de su importancia para el logro de una sociedad más justa. A aquellos que me han enseñado el ―oficio del sociólogo‖ y me han hecho amar esta carrera que me transformó. Y a todos aquellos que me han orientado y ayudado en esta etapa universitaria. Especialmente les agradezco a María Laura y a Antonio por su 7 ayuda desinteresada, su acompañamiento, su tiempo, su confianza, su infinita paciencia ante mis numerosas preguntas, y sus consejos y sugerencias. Al equipo de la cátedra de ―Sociología de las Organizaciones‖ por sus comentarios y sugerencias para mi tesis y por la constante buena predisposición. Y, por último, a todos los integrantes del CIMeCS por hacerme el lugar para que yo pudiera desarrollar mis actividades durante mi beca CIN. Gracias por los intercambios, la compañía, y el buen clima de trabajo. 8 INTRODUCCIÓN La ONG que aquí analizaré, se denomina NUTRIR Los Hornos 1 , y es una asociación civil ubicada en el barrio Los Hornos en la ciudad de La Plata. Esta organización se dedica a la prevención y tratamiento de la desnutrición infantil, focalizando su intervención en niños de entre 0 y 5 años de sectores vulnerables y sus madres. Para ello utiliza una metodología particular diseñada por una ONG nacional denominada Fundación NUTRIR. Al adoptar esta metodología, NUTRIR Los Hornos se convirtió en una de las tantas franquicias que lidera la Fundación y que reciben el nombre de Centros de Prevención de la Desnutrición Infantil y Promoción Humana (CPPs). El objetivo general propuesto en este estudio tiene que ver con analizar el proceso de intervención de NUTRIR Los Hornos sobre su población destinataria. Para poder concretarlo establezco una serie de objetivos específicos que enuncio a continuación: - Caracterizar la estructura y composición de la organización. - Describir sus fundamentos, estrategias y técnicas de intervención. - Caracterizar a los destinatarios de la intervención. - Describir las acciones cotidianas desplegadas por los miembros de la organización y las de sus destinatarios. Por otra parte, planteo las siguientes preguntas a modo orientativo: ¿Cuáles son las acciones concretas mediante las cuales los miembros de la organización intervienen sobre sus destinatarios? ¿Cómo se desarrollan? ¿Cuáles son las respuestas de los destinatarios? ¿Cómo se desarrollan? 1 Todas las denominaciones que hagan referencia a la organización son ficticias con el fin de mantener en el anonimato la identidad de la misma. 9 El interés por el abordaje de NUTRIR Los Hornos surgió a raíz de mi participación como voluntaria en la organización, la cual duró aproximadamente tres años. Mi experiencia allí hizo que de a poco me fuera atrayendo la idea de poder comprender en detalle su modalidad de intervención no solo desde sus dimensiones ―técnicas‖ o sus ―resultados‖, sino también desde las relaciones que esta implica, su dinámica cotidiana y los esquemas interpretativos puestos en juego por los actores involucrados. Lo interesante de esta ONG es, en primer lugar, que interviene sobre temas y poblaciones ―sensibles‖ en el imaginario social: por un lado se aboca a problemáticas ligadas a la pobreza y la nutrición, y por el otro, se dirige especialmente a la primera infancia. A esto se le suma el hecho de tratarse de una organización proveniente del campo de la sociedad civil al cual suelen adjudicársele características ―altruistas‖. Por esta razón, el accionar de este tipo de organizaciones tiende a generar un consenso positivo en la opinión pública. En segundo lugar, que su modalidad de intervención ha tenido una rápida expansión en el ámbito nacional e incluso internacional, a través de la creación de nuevas franquicias NUTRIR 2 . Estas cuestiones, a mi entender, convierten a NUTRIR Los Hornos en un caso de estudio relevante no sólo por su singularidad sino por lo que aporta al conocimiento de la temática en general. Este trabajo pretende colaborar con las discusiones acerca de las intervenciones que las organizaciones del campo de la sociedad civil realizan en torno a los niños de sectores vulnerables, visibilizando sus presupuestos comunes y problematizando su accionar. Tal como afirma Carballeda (2010), la complejidad de las 2 La labor de la Fundación NUTRIR y sus franquicias adquirió una gran visibilidad en 2013, a raíz del informe realizado por el programa televisivo ―Periodismo para Todos‖ sobre la situación nutricional de las poblaciones de Coronel Solá (Salta) y Pozo del Tigre (Formosa). A partir de allí surgió la iniciativa en conjunto con la Fundación de realizar una campaña denominada ―Argentina Urgente‖ para ayudar a estas localidades. Luego, durante el gobierno de Mauricio Macri, se incrementó su visibilidad a raíz del posible nombramiento del presidente de la Fundación NUTRIR como ministro de salud de la nación, posicionándola como voz autorizada en materia de salud y nutrición infantil. 10 problemáticas sociales actuales da cuenta de la necesidad de profundizar el conocimiento y de reflexionar críticamente sobre las prácticas que supone toda intervención y cuestionar desde dónde y para qué se interviene. La exposición de este estudio está dividida en ocho capítulos: En el Capítulo I explicito que entiendo por ONG e intervención social. Luego realizo una revisión de la literatura general y específica relacionada con la intervención social de este tipo de organizaciones. En el Capítulo II expongo el diseño metodológico aplicado junto con las estrategias metodológicas utilizadas para la recolección y análisis de los datos. En el Capítulo III marco el inicio de la niñez como tema y campo de intervención por parte del Estado, y los distintos paradigmas que fueron desarrollándosea lo largo de la historia. Además menciono algunos hitos normativos importantes que responden al paradigma actual de niñez tanto a nivel internacional, como a nivel nacional y provincial, y que configuran el escenario actual de intervención en donde participan las ONGs. En el Capítulo IV, me ocupo específicamente de la concepción actual de salud de la primera infancia donde dentro de la cual enmarca el accionar de NUTRIR Los Hornos, y de las políticas públicas actuales más relevantes en materia de nutrición infantil que influyen en el ámbito de la ciudad de La Plata. En el Capítulo V me dedico a la explicitación de las herramientas conceptuales con la que abordo el caso de estudio. Recupero fundamentalmente la perspectiva analítica foucaultiana sobre el poder por parecerme la más adecuada para el abordaje microsocial y procesual que me propuse. 11 En el Capítulo VI me centro en caracterizar a la Fundación NUTRIR explicando sus fundamentos y las estrategias de intervención que derivan de estos, y que son retomados por NUTRIR Los Hornos. En el Capítulo VII me dedico exclusivamente al análisis del proceso de intervención de NUTRIR Los Hornos. Para eso caracterizo a la organización, al contexto social en el cual desarrolla sus intervenciones y a su población destinataria. Por último, en el Capítulo VIII realizo algunas reflexiones generales sobre mi análisis, sobre las implicancias políticas de la intervención de NUTRIR Los Hornos y sobre mi experiencia particular de investigación. 12 CAPÍTULO I: LA INTERVENCIÓN SOCIAL DE LAS ONGs EN LA LITERATURA ACADÉMICA I.1. CONCEPTUALIZANDO A LAS ONGs Las Organizaciones No Gubernamentales (ONGs), constituyen uno de los conceptos clave de esta investigación con lo cual es necesario definirlo. Para comenzar, diré que estas organizaciones pueden ubicarse dentro de un conjunto más amplio de organizaciones que conforman un campo 3 asociativo específico (Biagini, 2009) al que he decidido denominar Organizaciones en la Sociedad Civil (OeSC). Este concepto se basa en los planteos de Roitter (2004) respecto de que, ―la sociedad civil no tiene organizaciones, sino que éstas —y no sólo éstas— participan en la sociedad civil‖ (p.13). Dicho autor, considera que agrupar este tipo de organizaciones dentro de una esfera social con características propias permite ―aumentar nuestras capacidades de generar conocimiento, ya que sin su legitimación como esfera social diferenciada difícilmente atraiga la atención de diversos actores, académicos y no académicos, así como de las áreas de estimaciones económicas en los diversos países.‖ (Roitter, op. cit, p.21). Las OeSC son un componente entre otros de la sociedad civil 4 y su definición y conceptualización es aun hoy, objeto de interminables debates que dependen ―del marco 3 El concepto de campo que acuña Bourdieu permite identificar la emergencia de un espacio social diferenciado estructurado en torno a la lucha por un capital común. (Manes, 2011). 4 Es posible caracterizar a la sociedad civil como ―un escenario de construcción de hegemonía y consenso, pero también es un espacio de confrontación y transacción de intereses materiales y simbólicos, saberes, valores y 13 político-ideológico de los conjuntos sociales participantes y del enfoque conceptual de los que sobre él teorizan‖ (Biagini, 2009, p.63). Sin embargo, podemos decir que en diferentes contextos, las organizaciones que componen este campo han sido identificadas como ―no lucrativas‖, ―voluntarias‖ y ―no gubernamentales‖ (Fiszman, 2009). Las OeSC comúnmente aparecen, tanto en el imaginario social como dentro de algunos ámbitos académicos, como poseedoras de ―virtudes‖ que no se encontrarían en el Estado o el mercado, entre ellas, la solidaridad, la aspiración democrática, la búsqueda del ―bien común‖, la independencia o la no lucratividad. (Roitter, op.cit.). Sin embargo, varios autores han cuestionado esta imagen idealista de las OeSC planteando que estas virtudes no son necesariamente su ―esencia‖. Tal es el caso de Bombarolo (2001) quien afirma que no existe nada que indique que este tipo de organizaciones poseen una moral diferente a la del Estado o del mercado: Si bien es posible detectar algunos 'vicios' o lógicas culturales y/o administrativas distintivas en la burocracia estatal o en la empresa privada, muchas de ellas existen también en las organizaciones sociales. Virtudes y defectos, miserias y bondades se distribuyen por igual, y son así apreciados según quién, desde dónde y cuándo las observe. (p.5) Por su parte, De Piero (2005) plantea que el hecho de que las OeSC no tengan como objetivo inmediato la dominación política (como el Estado) ni la acumulación de capital (como el mercado), no significa que las mismas estén escindidas de estos dos espacios, pues al igual que estos, su ―objetivo es siempre claramente político: modificar la construcción del espacio público‖ (p.43) prácticas para la manifestación de disensos y construcción de nuevos reconocimientos y derechos‖ (Biagini, 2009, p.63) 14 Las visiones románticas acerca de las OeSC invisibilizan la complejidad y heterogeneidad que existe al interior de este campo y contribuye a despolitizarlo porque omiten o niegan las relaciones de poder que lo constituyen. Las ONGs, constituyen un formato específico al interior de las OeSC 5 . Su denominación surgió durante los ‘60, como figura del derecho internacional, en el marco de la invitación que la ONU le hizo a algunas organizaciones sociales para que presenciaran sus asambleas. De esta manera se las diferenciaba de las delegaciones gubernamentales. El formato organizacional ONG, abarca generalmente a las organizaciones que poseen personería jurídica y que se caracterizan por contar con la dirección de equipos profesionales y técnicos, a diferencia de la mayoría de las OeSC tradicionales que se basan en el trabajo de voluntarios (Sorj, 2005). Sorj (op. cit.) señala que las ONGs son la principal novedad de las sociedades civiles contemporáneas, y que se caracterizan, por afirmar su legitimidad en base a la fuerza moral de sus argumentos promoviendo causas sociales sin recibir el mandato de las personas que dicen representar. Al no tener el apoyo directo de estas personas, dependen de recursos externos que generalmente provienen de agencias internacionales o de privados más que del Estado (De Piero, 2005). Además, como no poseen una base social estable u homogénea que pueda ejercer presión política, suelen promover sus agendas a través de diferentes medios de comunicación o de contactos personales con funcionarios del Estado y/o miembros de fundaciones internacionales pero no a través de la movilización social. 5 Si bien en diferentes trabajos se lo toma en su sentido más amplio como sinónimo de OeSC, en esta investigación he decidido utilizarlo en un sentido restringido que me permita otorgarle cierta especificidad. 15 I.2. CONCEPTUALIZANDO A LA INTERVENCIÓN SOCIAL El concepto de intervención social, clave para mi estudio, suele hacer referencia a una acción organizada y racional, basada en una intención manifiesta de modificar una situación que se considera socialmente indeseable e injusta 6 . (Sáenz, op. cit.). Sin embargo, esta definición puede ser complejizada con los aportes de Carballeda (2010) quien ubica los orígenes de las diferentes modalidades de intervención en el contexto de la modernidad. Estas prácticas, surgieron bajo la pretensión de incorporar la racionalidad occidental a la vidacotidiana y de transformar todo lo que no se adapte a la misma. Esto hace que las mismas estén atravesadas por una contradicción: El hacer, en tanto práctica transformadora, desde los postulados de la modernidad dentro de un espacio recientemente construido –lo social- significó el surgimiento de una serie de dispositivos de control y disciplinamiento que fueron cambiando de forma en diferentes contextos y climas de época. (p. 8) Para Carballeda (op. cit.), la intervención social puede ser concebida como un dispositivo en el sentido foucaultiano del término; es decir, como una red de saber/poder conformada por discursos, disposiciones, instituciones, reglamentos, leyes, enunciados, proposiciones filosóficas y morales, etc. Estos elementos pertenecen tanto a lo dicho como a lo no dicho y es en sus interacciones singulares donde puede comprenderse mejor al dispositivo. 6 Cabe agregar que toda intervención se sustenta en determinados marcos interpretativos y valorativos sobre la ―situación problemática‖ a abordar, los medios para hacerlo, los ―actores intervinientes‖ y los ―sujetos intervenidos‖. 16 Este último, tiene por función ordenar y producir determinados efectos con el objetivo de garantizar un adecuado funcionamiento del sistema mayor del que forma parte 7 . (García Fanlo, 2011). El autor plantea que, al entender la intervención social como dispositivo, se torna fundamental centrar los análisis en los diferentes escenarios donde se desarrolla la práctica concreta y cotidiana, ―allí donde lo macro social se entrecruza inexorablemente con lo micro, construyendo series singulares de inscripción tanto subjetivas como contextuales. (p. 57-58). Sin embargo, sostiene que esta dimensión de análisis aún aparece como un elemento secundario, estandarizado de la teoría, la cual intenta dar ―explicaciones generales a problemas, circunstancias y situaciones fuertemente singulares y muchas veces alejadas de la vida cotidiana de aquellos sobre quienes se interviene.‖ (p. 48). Por otra parte, Saenz (2007), afirma que los dos grandes actores claves en los procesos de intervención social son el Estado y la OeSC, los cuales desarrollan su intervención de por lo menos cinco formas clásicas: 1) las formas de sociabilidad primaria a partir de las relaciones con el vecindario, la familia y la adscripción al mundo del trabajo. 2) las prácticas de caridad adelantadas desde la Iglesia para con los ―marginados‖ o ―excluidos‖. 3) las formas de solidaridad más modernas, ejecutadas por las instituciones municipales de beneficencia pública para con los pobres y mendigos. 4) las concepciones y prácticas contemporáneas de filantropía social ejercidas desde sectores dominantes y 5) la asistencia social que, como política pública ejercida desde el Estado, pretende generar formas seguridad social universalistas para todos los ciudadanos en la forma de derechos sociales y públicos. 7 No es algo abstracto sino que existe situado espacial y temporalmente. Su emergencia siempre responde a un acontecimiento históricamente situado y posee una función estratégica que modifica un campo previo de relaciones de poder. Luego del momento de su surgimiento, una vez que el dispositivo se ha constituido como tal, debe reajustarse estratégicamente de manera continua para poder mantenerse.(García Fanlo, 2011). 17 El autor plantea que en la actualidad, las OeSC se ven atravesadas por una serie de dilemas comunes que tensionan sus prácticas de intervención: En primer lugar la tensión entre la intervención como actividad no lucrativa vs. la intervención como actividad laboral remunerada. Las importantes sumas de recursos económicos para la ejecución de proyectos sociales convierte el campo de la intervención social en un mercado competitivo, que ofrece importantes fuentes de financiación y que posee un flujo continuo de capitales. Para garantizar su supervivencia y sostenibilidad, las OeSC deben proveerse de un patrimonio propio entrando en el juego de la obtención y gestión de recursos que controvierten su condición de organizaciones sin ánimo de lucro. Por otro lado, existe una situación paradójica en la cual las OeSC que intervienen sobre problemáticas sociales, garantizan su supervivencia económica justamente gracias a la existencia de estas problemáticas. Es decir que la transformación y/o ―resolución‖ de las mismas implicaría a su vez que su trabajo no sea necesario. En segundo lugar, menciona la tensión entre la intervención social no gubernamental vs. la crisis del Estado como garante de derechos. En las sociedades modernas, es el Estado la institución con mayores recursos, posibilidades de gestión y capacidad organizativa para generar procesos efectivos de intervención social. Sin embargo, cuando este se debilita, otros actores como las OeSC participan en el abordaje de las problemáticas. Estas organizaciones no tienen ni las mismas obligaciones que tiene el Estado, ni tampoco tienen necesariamente funciones sociales preestablecidas de forma institucionalizada o reglamentada, con lo cual deben redefinir constantemente sus objetivos, escenarios, principios de regulación de sus acciones y su relación con el Estado y su población destinataria. 18 Por último, Sáenz (op. cit.) menciona la tensión entre las intervenciones compensatorias vs. aquellas que sirven como vehículo de transformación y cambio social. Desde algunos ámbitos críticos, las prácticas de intervención social ejecutadas desde las OeSC especialmente desde las ONGs, han sido fuertemente cuestionadas en relación a si son reales agentes de cambio social. Algunos sostienen que sus acciones intentan atenuar y contener los conflictos sociales sin hacer visibles las contradicciones. Su contribución al cambio social es puesta en discusión además, por su condición de ejecutoras de políticas públicas o programas diseñados por organismos internacionales, los cuales suelen ser de carácter asistencialista pensados para paliar los efectos devastadores de las lógicas de ajuste y mundialización capitalista, sin aspirar a una transformación profunda a largo plazo. Por otro lado, el trabajo de asistencia que efectúan algunas OeSC favorece la desresponsabilización del Estado en lo que compete a la protección social. Asimismo, ese financiamiento limita su autonomía, las burocratiza, y las vuelve frágiles en los procesos de negociación con esas instituciones. Además las distancia de las organizaciones de base. Incluso, al aparecer las ONGs casi como las únicas interlocutoras válidas de la sociedad civil en los discursos de los organismos internacionales, estas contribuyen a la desestructuración social y al ―déficit‖ democrático, pues su poder y presencia tiende a desmovilizar, suplantar y deslegitimar a las organizaciones populares. Como afirma Sáenz (op. cit.), el modo como las OeSC resuelven el dilema entre ser agentes de cambio o ser reproductores de ―un estado de cosas establecido‖ dependerá en gran medida de las relaciones que instauren con la comunidad destinataria y las 19 estrategias que ponen en juego para, aun considerando el carácter corto placista de los proyectos de intervención, liderar y garantizar procesos sostenibles de cambio social. Otra autora, Biagini (2009), afirma que, en general las intervenciones de las ONGs, tanto por sus orientaciones y prácticas políticas, como por su grado de profesionalización, significaron un cambio cualitativo en torno a la concepción y a la metodología de trabajo en relación a problemáticas asociadas a las libertades civiles y políticas, a la desigualdad social y al sujeto destinatario de su accionar, marcando un relativo quiebre en las practicas del campo asociativo argentino. Además, el accionar de las ONGs se caracterizaronpor dos rasgos constantes: ―1) predicar como un valor por alcanzar la autonomía para sí y de los conjuntos sociales con los que trabajan, y 2) en los últimos años, concebir los derechos humanos como el eje de fundamentación y articulación de sus acciones‖ (p.41). Lo cierto, es que a la hora de revisar parte de la bibliografía relacionada con la intervención social de las ONGs, pude evidenciar, tal como plantea Fiszman (2009), que la mayor parte de los estudios están plagados de generalizaciones, de afirmaciones optimistas sobre el potencial de las mismas en la provisión de los servicios públicos, la implementación de proyectos de desarrollo, la promoción de la democracia y de manuales instrumentales para construir capacidad en ellas para que cumplan ciertas funciones. Por el contrario, escasean los estudios sobre lo que sucede en lugares particulares u organizaciones específicas, sobre el impacto de las prácticas y las relaciones de poder entre los individuos, las comunidades y el Estado, o sobre el discurso según el cual son presentadas como la solución indiscutible para los problemas de la provisión de servicios, el desarrollo o la democratización. Los únicos trabajos académicos que pude encontrar relacionados con mi problema de investigación (Filmus, 1997; Fiszman, 2009; Corti 2010; Roitter y López Fernández, 20 2010) plantean un análisis de la intervención de ciertas ONGs basándose solo en la descripción de su accionar por parte de los actores institucionales pero no en sus prácticas ―reales‖ y concretas de intervención, ni tampoco recuperando el punto de vista de los destinatarios de esta. Cabe remarcar que tampoco existen trabajos académicos que hayan abordado a NUTRIR Los Hornos u otras franquicias de la Fundación NUTRIR. CAPÍTULO II: ESTRATEGIA METODOLÓGICA La metodología en la que se enmarca este estudio es la comúnmente conocida como metodología cualitativa. En la investigación en Ciencias Sociales, este abordaje permite indagar cómo las personas construyen la realidad social e interpretan sus propias vidas y el mundo que las rodea (Sordini, 2015). Según sostiene Stalker (2007), los estudios de este tipo se centran más en la búsqueda de acontecimientos que en las causas, en la comprensión de las ―complejas relaciones entre todo lo que existe‖ más que en la explicación (p.40). Mientras esta última trata de identificar las causas y los efectos, la comprensión apunta a entender la experiencia humana y genera una implicancia ―psicológica‖ para el investigador pues requiere de una empatía para recrear el punto de vista de los actores esto es, recuperar su racionalidad, sus intenciones, sus motivaciones y valores. Además la dimensión siempre contextual y relacional que suponen los estudios cualitativos se vuelve central para mi investigación pues me permite considerar todos los actores que participan significativamente del proceso de intervención de NUTRIR Los Hornos, e identificar las tensiones, conflictos, acuerdos y/o negociaciones entre ellos. Junto a la capacidad empática e interpretativa y a la pretensión holista del 21 investigador, esta metodología supone también un alto grado de reflexividad. Como señala Cuesta-Benjumea, (2011) ―La reflexividad es una herramienta para analizar cómo la subjetividad y la intersubjetividad influyen en el proceso de investigación‖ (p.4). Se trata de un proceso en el cual el investigador vuelve sobre sí mismo para examinar críticamente sus prácticas de investigación, para hacer consciente (y en lo posible explicitarle al lector) la lógica de sus conductas, posicionamientos y decisiones y el impacto que tiene tanto sobre los sujetos de su estudio como sobre la información que construye junto con estos 8 . Las metodologías cualitativas suponen a su vez, diseños más ―flexibles‖ donde las diferentes instancias se relacionan y afectan mutuamente sin responder a una lógica secuencial. Como lo expresan Marradi, Archenti, Piovani (2007), […] hay cuestiones que se pueden definir de antemano, pero hay muchas otras que no pueden ser definidas con anticipación y que deberán ser decididas a lo largo del proceso de investigación y en función del acercamiento a los objetos o sujetos de interés. Esto es así porque hay procesos, detalles, dimensiones fundamentales para la investigación que solo pueden descubrirse mientras se observa directamente a los sujetos en sus espacios cotidianos o cuando se entabla un dialogo con ellos. (p. 37) Como mencioné en la introducción, el caso bajo estudio lo constituye el proceso de intervención de NUTRIR Los Hornos. Los estudios de caso 9 , se orientan al análisis de relaciones entre múltiples propiedades concentradas en una sola unidad (Marradi, et. al, op.cit). 8El proceso reflexivo tiene también sus límites. Existen aspectos, como la intuición, que no son completamente conscientes para el investigador ni pueden explicitarse fácilmente. Asimismo, reconocer ciertas influencias puede requerir de tiempo, distancia y despego de la investigación, algo no tan sencillo de lograr. (Cuesta-Benjumea, 2011) 9El estudio de caso no es una técnica particular para conseguir datos, sino más bien una forma de organizarlos. Es el interés en el objeto lo que define este diseño y no el método que se utiliza. (Marradi, et.al, 2007). El ―caso‖ debe ser ―un fenómeno o evento social relativamente unificado y delimitado, que se da en la experiencia histórica concreta y cuyo sentido se constituye en función de una teoría o una categoría analítica. Por lo tanto, un caso es siempre un fenómeno de la vida real y no una abstracción como sería un tópico o un argumento‖ (Giménez, 2012). 22 En relación a la recolección de los datos, las técnicas utilizadas fueron: la observación participante , la entrevista semi-estructurada y la revisión documental. En el ámbito científico, la observación es, por definición, la forma de establecer algún tipo de contacto empírico con los objetos/sujetos/situaciones de interés a los fines de su descripción, explicación, comprensión (Marradi, et. al., 2007). La utilización de la observación como técnica se basa en el supuesto de que la percepción y la experiencia directas ante los hechos de la vida cotidiana de los sujetos en estudio (con sus niveles de explicitación) garantiza tanto la confiabilidad de los datos recogidos como el aprendizaje de los sentidos que subyacen tras las actividades de dicha población 10 (Guber, 2005). El ―contacto empírico‖ siempre reviste alguna incidencia en los actores razón por la cual observar es también un modo de participar, de intervenir en una escena local. Como señala Guber (op. cit.): […] el acto de participar abarca un amplio espectro que va desde un simple estar allí como un testigo mudo de los hechos hasta el hecho de realizar una o varias actividades de distinta envergadura y con distintos grados de involucramiento personal, político y social. (p, 125). Además este implica registrar de manera sistemática y controlada los distintos acontecimientos. Desde mi doble rol de voluntaria e investigadora, el tipo de observación que realicé durante el trabajo de campo 11 se asemejó a lo se denomina observación participante 10 El eje de la supuesta indefinición y ambigüedad de la observación es uno de sus recursos distintivos y ―revela la imposibilidad que tiene el investigador de definir de antemano y unilateralmente qué tipo de actividades es necesario observar y registrar, por un lado, y a través de qué tipo de actividades se puede obtener cierta información, por el otro.‖ (Guber, 2005, p.109) 11 El campo de una investigación ―es su referente empírico, la porción de lo real que se desea conocer, el mundo natural y social en el cual se desenvuelven los grupos humanos que loconstruyen. Se compone, en principio, de todo aquello con lo que se relaciona el investigador, pues el campo es una cierta conjunción entre un ámbito físico, actores y actividades. Es un recorte de lo real que "queda circunscrito por el horizonte de las interacciones cotidianas, personales y posibles entre el investigador y los informantes" (Rockwell, 1986:17). Pero este recorte no está dado, sino que es construido activamente en la relación entre el investigador y los informantes. El campo no es un espacio 23 (Marradi, et. al., 2007). Esta modalidad conlleva un involucramiento en una variedad de actividades durante un periodo prolongado de tiempo, el cual, en mi caso, abarcó desde Septiembre de 2015 hasta Diciembre 2016. Además implica el acceso a la comunidad de interés, la selección de informantes clave, la participación en todas aquellas actividades que los sujetos permitan, la clarificación de los hallazgos a través de establecer controles con alguno de los sujetos, de entrevistas formales y de conversaciones informales, y el registro de notas organizadas y estructuradas que faciliten el desarrollo de una narración que explique diversos aspectos del fenómeno que se esté estudiando (Marradi, et.al.,op. cit.). Mis observaciones se circunscribieron a uno de los días de funcionamiento de la ONG: los sábados a la mañana. Esta decisión respondió al hecho de que mi recorrido como voluntaria fue siempre durante esos días lo que me permitió contar con un conocimiento previo del campo y con un acceso regular al mismo. Allí pude observar todas las actividades de la organización a excepción de la atención en consultorios por razones éticas. Por lo tanto, la información relacionada con la atención en consultorios fue reconstruida a través de los discursos de los diferentes actores involucrados. Por otro lado, al participar como asistente en el Área de Trabajo Social pude observar actividades que incluso no suelen ser accesibles a los demás voluntarios (como reuniones entre profesionales, atención a los destinatarios, entre otras). A diferencia de la observación participante, la entrevista es una interacción témpora- espacialmente situada, en la cual un sujeto (el investigador) obtiene información de otro (el informante). Es por eso que no se trata de un registro de hechos o datos sino más bien de un juego de estrategias comunicativas (Archenti, et al., 2007). Más que una sucesión de acontecimientos vividos, lo que se expresa en las entrevistas es la geográfico, un recinto que se autodefine desde sus límites naturales (mar, selva, calles, muros), sino una decisión del investigador que abarca ámbitos y actores; es continente de la materia prima, la información que el investigador transforma en material utilizable para la investigación.‖ (Guber, 2005,p. 53) 24 verbalización de una apropiación individual de la vida colectiva, un ―decir sobre el hacer‖. Guber (2004) señala que la instancia de entrevista debe ser entendida como una relación social 12 donde no sólo se obtienen enunciados y verbalizaciones sino también datos derivados de las instancias de observación de los contextos y las características físicas y conductuales del entrevistado. En su modalidad semi-estructurada, lo que se hace es determinar de antemano cual es la información relevante que se quiere conseguir y realizar una guía de preguntas abiertas y/o temas para obtenerla. La selección de los entrevistados fue intencional y de acuerdo a un conjunto de criterios relevantes. De la totalidad de miembros de NUTRIR Los Hornos 13 , seleccioné a los profesionales ―referentes‖ de las áreas de Trabajo Social, Pediatría y Nutrición, Desarrollo Infantil y Psicología por ser los que orientan mayormente las prácticas diarias de intervención. Asimismo, consideré pertinente entrevistar a la directora del equipo de profesionales, pues por su posición y trayectoria supuse que podría brindarme información más detallada sobre las características de la metodología de intervención. Del conjunto de los destinatarios 14 seleccioné a las madres de los niños que hacía un año (tiempo mínimo de duración de la intervención) o más, que concurrían a la organización, pues me pareció un tiempo suficientemente prudente en el cual ellas podrían haberse habituado a la intervención de la organización y construido vínculos 12Esta técnica implica sociológica y epistemológicamente, una relación diferencial y asimétrica. El investigador representa a un sector de status superior al del entrevistado y esto no tiene que ver necesariamente con el origen social del entrevistador y el entrevistado sino que surge a partir de la forma de la interacción: uno pregunta, el otro responde. Es el investigador el que establece el marco de la relación y del encuentro, las temáticas a tratar y el destino de la información (Guber, 2005) 13Los miembros de NUTRIR Los Hornos que concurrían al CPP los días sábados al momento de finalizar el trabajo de campo eran aproximadamente 20 (10 profesionales y el resto voluntarios). Este valor es estimativo pues la concurrencia de los miembros (sobre todo si son voluntarios) es bastante inestable con lo cual su número va variando a lo largo del tiempo. 14La cantidad de destinatarios directos también es fluctuante por los sucesivos ingresos y egresos que se producen. Al momento de finalizar el trabajo de campo asistían 35 destinatarios directos (13 mujeres y 22 niños) 25 con sus miembros. Sólo consideré entrevistar a las mujeres destinatarias por las dificultades legales y metodológicas que supone trabajar con niños. La muestra quedo constituida por un total de 13 personas (6 profesionales - incluyendo directora del equipo- y 7 mujeres destinatarias). Sin embargo evité entrevistar a 2 de las mujeres ya que fui advertida por otros informantes de su reticencia a ser entrevistadas. En relación a esto, opté por otro tipo de acercamiento menos ―invasivo‖ como las conversaciones informales o la observación. El total de personas entrevistadas descendió entonces a 11. A cada informante lo entrevisté solo una vez. En el caso de los profesionales las entrevistas fueron cara a cara y se desarrollaron fuera del espacio y horario de funcionamiento de la organización, excepto en dos casos que fueron telefónicas. En el caso de las mujeres todas las entrevistas fueron cara a cara, dentro del espacio y los horarios de actividad del CPP. En el caso de las beneficiarias directas solo 2 pudieron ser grabadas ya que el resto de las mujeres sólo me permitió registrar la conversación por escrito. Cabe aclarar que a todos los entrevistados se les entregó un consentimiento informado donde se explicaba la temática del estudio, la confidencialidad de la información y se explicitaron sus derechos durante el transcurso de la entrevista La elaboración de las guías la realice durante el trabajo de campo y, a medida que fui realizando las entrevistas, fui ajustando las preguntas con el propósito de acceder a los datos faltantes, mejorar la precisión del sentido de alguna de las preguntas, y agregar otras que me surgieron durante las conversaciones. Los distintos guiones iban desde lo más general a lo más específico. En el caso de los profesionales, había un bloque introductorio con preguntas relacionadas a la trayectoria profesional de cada uno y a su valoración personal de la organización. Me interesaba 26 conocer donde habían estudiado, sus trayectorias laborales previas en temas relacionados con sectores populares, cómo, cuándo y por qué ingresaron a la organización, qué era lo que valoraban de ella incluido sus principios, cuáles consideraban que eran las ventajas de estetipo de intervención, entre otras cuestiones. Le seguía un bloque específico de preguntas, algunas comunes a todos los profesionales, y otras que variaban según el rol desempeñado en NUTRIR Los Hornos: qué tareas desarrollaban en la organización, cómo las coordinaban con los demás profesionales, apreciación sobre la metodología, entre otras cuestiones. Además de incluir su percepción y relación con los destinatarios directos: construcción de vínculos, cambios observados y apreciaciones sobre qué cosas deberían mejorar, entre otras. La guía de entrevistas diseñada para las mujeres fue prácticamente igual para todas ellas. El primer bloque introductorio apuntaba a establecer un vínculo de confianza y a conocer sus situaciones socio-económicas y familiares, teniendo en cuenta variables como: composición familiar, cantidad de hijos, edad, nivel educativo, situación laboral de los miembros, nacionalidad, recepción de bienes materiales y/o ingresos por parte del estado u otra organización, entre otras. Luego, en el segundo bloque quise indagar sobre sus trayectorias y experiencias dentro de la organización: el motivo de ingreso, la relación con los profesionales, que talleres les gustaban más asistir, la percepción de cambios en ellas mismas o en sus hijos a partir de su interacción con la organización, entre otras. Por último, realicé una revisión de distintas fuentes documentales primarias y secundarias para recabar mayor información sobre NUTRIR Los Hornos. Estas fueron tanto escritas (notas periodísticas sobre la organización y páginas web, redes sociales, folletos de divulgación, informes y demás materiales institucionales) como visuales (posters y fotografías institucionales). 27 Para el análisis de los datos utilicé la herramienta informática ATLAS.ti, la cual me permitió trabajar con todas las entrevistas en simultáneo, pudiendo compararlas entre sí, marcando ejes temáticos y categorías relevantes para mi investigación. Además establecí una relación continua entre estos discursos y mis registros de campo. CAPÍTULO III: PARADIGMAS Y NORMATIVAS EN TORNO A LA NIÑEZ III.1. EL PARADIGMA DE LA SITUACIÓN IRREGULAR: EL NIÑO COMO OBJETO DE TUTELAJE Y DISCIPLINA La configuración de un campo de intervención sobre la niñez se delinea a partir del paradigma tutelar consagrado jurídicamente en 1919 con la sanción de la Ley de Patronato de Menores (también conocida como ―Ley Agote‖). A partir de esta ley, se pasó de un escenario donde primaba la ―exigencia de la caridad‖ o el ―deber de la filantropía‖ a otro en el cual la niñez constituye una ―obligación del Estado‖ (Dona y Gómez, 2009). Durante esta época, la inmigración europea que llegaba masivamente a América desde mediados del siglo XIX, transformó el espacio público y dio lugar a un nuevo escenario, donde transitaban las clases trabajadoras portadoras y difusoras de ideales libertarios y reivindicaciones sociales. Muchos de los niños que estaban fuera del sistema educativo y que eran hijos de estas familias comenzaron a ser vistos como un potencial peligro. En este contexto, la Ley de Patronato vino a satisfacer las demandas 28 de las familias patricias por controlar aquel conjunto de niños no escolarizados o en situación de ―carencia material o peligro moral‖. En este marco, el Estado adquirió una misión tutelar, que tenía por objeto privilegiado a esos niños y que apuntaba a su normalización mediante dispositivos de protección y moralización. La concepción de la niñez de aquel momento subdividía a este universo en dos grupos bien diferenciados: los ―menores en situación irregular‖ que estaban fuera del sistema educativo por un lado, y los niños socialmente aceptados, por el otro. El juez era quien discernía cuáles eran objeto de su ―protección tutelar‖ (menores) y quiénes, en cambio, tenían una familia capaz de disponer de su persona hasta la mayoría de edad (niños socialmente aceptados). La categoría de ―menores‖ reunía a niños pobres, abandonados e infractores. A estos niños ―en riesgo‖ les correspondía, paradójicamente, una ―protección‖ del juez de tipo coercitivo, bajo la cual se los institucionalizaba en centros asistenciales y penales y se los judicializaba. Según este paradigma, la separación del medio familiar y comunitario evitaba que se convirtieran en futuros delincuentes. (Corbetta y D‘Alessandre, 2012) En resumen, mientras la política para todos los niños en general la hacían el Ministerio de Salud y el de Educación, la política de planificación para los niños pobres la hacían los jueces. Esta concepción de la niñez prevaleció en nuestro país durante más de ochenta años, con excepción del período de gobierno peronista (1946-1952), durante el cual, pese a permanecer en vigencia la Ley de Patronato, desde el Estado se enarboló una concepción de la infancia novedosa. Esta se plasmó en la Constitución de 1949 en la cual se sostenía que las necesidades de los niños y sus madres gozarían de la especial y privilegiada consideración del Estado. Además se afirmaba que la familia debía ser el 29 núcleo primario y fundamental de contención. De esta forma, la problemática de la niñez se convirtió en uno de los ejes centrales de la política peronista y los niños en los protagonistas privilegiados, dejando de lado la mirada estigmatizante del modelo anterior. Las diversas intervenciones fueron llevadas a cabo por la Dirección Nacional de Asistencia Social y por las acciones provenientes de la Fundación Eva Perón, instrumento que salteaba cualquier burocracia y volvía inmediata la resolución de cualquier necesidad. (Manes, 2011). La centralidad que había cobrado la temática de la infancia, fue abruptamente dejada de lado tras la derogación de la Constitución luego del golpe de estado de 1955, por una proclama del gobernante militar de facto. III.2. EL NUEVO PARADIGMA DE PROTECCIÓN INTEGRAL: EL NIÑO COMO SUJETO DE DERECHO Entre las décadas de los ‗70 y ‗90 surgió el actual Paradigma de la Protección Integral y su correlato en un discurso de los derechos de los niños, cuya consagración jurídica es la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño (CIDN) 15 . La misma constituye un punto de inflexión en la manera de concebirlos 16 y contiene un conjunto amplio de normas jurídicas internacionales para su protección y bienestar. Cambia la relación con los adultos (la familia, la sociedad civil, el Estado) quienes tienen la obligación y la responsabilidad de promover y proteger esos derechos 17 . Los niños con necesidades se perciben como titulares de derechos, no como meros 15 La CIDN es un instrumento jurídico-politico adoptado por Naciones Unidas en 1989. Fue ratificado por la Argentina en 1990 e incorporado en 1994 en el artículo 75 de la Constitución Nacional. Desde el momento de la adopción de la CIDN en nuestro país hasta la actualidad, es posible identificar casi una veintena de normas que involucran a la niñez y que toman como eje los derechos contemplados por esta. (Corbetta y D‘Alessandre 2012) 16 Se considera al niño como todo ser humano desde la concepción hasta los 18 años de edad. 17Como plantea Llobet (2006), la asimetría entre personas adultas y niños es planteada desde un esquema adultocéntrico donde estos últimos son vistos como seres indefensos, dependientes y con características inacabadas: aún-no racionales, aún-no autónomos, aún-no adultos. La dependencia unidireccional de los niños con respecto a los adultos, ―permitiría un deslizamiento tanto hacia el disciplinamiento o la protección, como hacia el abandono, el descuido.‖ (p, 14). 30 beneficiarios de la asistencia social, de actos de beneficencia estatales propios de las políticas asistencialistas. (Dona y Gómez, 2009) Sin embargo, el efectivo cumplimiento de estos derechosy la implementación de políticas públicas de niñez 18 , durante la década del ‘90 se vio obstaculizado por un contexto social y económico signado por la reestructuración social regresiva, por políticas de ajuste económico, desempleo y flexibilización laboral que también repercutieron en las formas de vivir de la infancia. (Corbetta y D‘Alessandre, 2012). Durante este periodo se asistió a un crecimiento sin precedentes de problemas que afectaron a los niños, sobre todo de familias pobres (como la desnutrición, el trabajo infantil, la violencia social o consumo de drogas). Los altos niveles de pobreza e indigencia se convirtieron casi en el tema exclusivo de la agenda estatal y se presentaron como asunto de política social y no de política económica. Las políticas sociales por su parte, fueron descentralizadas, focalizadas y asistenciales (Vinocur y Halperin, 2004). En el marco de la privatización de la provisión de los servicios sociales, el Estado nacional realizó una transferencia de responsabilidades sociales y recursos no solo a los gobiernos provinciales y municipales, sino también a las OeSC, las que vinieron a intentar cubrir las insuficiencias estatales. La nueva problematización de lo social en 18 Según Pautassi y Zibecchi (2010), las intervenciones estatales dedicadas al cuidado de niños y niñas en Argentina se restringen a tres grandes acciones: 1) las vinculadas con el sistema educativo (en especial guarderías y jardines maternales para la primera infancia y educación formal del nivel primario); 2) aquellas que apuntan a la protección de la madre trabajadora formal asalariada (dentro de este sistema de protección para trabajadores/as formales asalariados se encuentra también el programa de asignaciones familiares y su reciente modificación) y 3) los programas sociales que distribuyen bienes o servicios relativos al cuidado de los niños/as, la mayoría basados en un enfoque asistencialista. Dentro de este último conjunto de políticas sociales destinadas a la niñez, las autoras citadas diferencian cuatro modalidades de intervención: - Las políticas específicas hacia la niñez que se desarrollan en el marco de programas nacionales y acciones provinciales en el ámbito de los Consejos o Secretarías de la Niñez y de la Familia de las provincias. Por ejemplo, los programas para niños en situación de calle o adolescentes en el sistema penal, entre otros. - El conjunto de programas de transferencias condicionadas en los que la presencia de hijos/as menores es lo que hace elegible a un hogar, asignándole a la mujer la calidad de ―titular‖ del beneficio por cada hijo/a. - Los programas nutricionales y/o de atención médica a cargo principalmente de los ministerios de Desarrollo Social y de Salud y que están orientados a mujeres embarazadas, madres y niños. Este último conjunto de programas es el que se vincula con las intervenciones que desarrolla NUTRIR Los Hornos. 31 términos de pobreza fue acompañada por un aumento del papel de las ONGs y de las organizaciones de base representantes de los sectores populares. El involucramiento de estas últimas se apoyaba sobre el paradigma de la ―participación‖ o ―empoderamiento‖ promovido por los organismos de financiamiento internacional, que consistía en fomentar la participación de los ―beneficiarios‖ de los diferentes programas sociales no en el diseño, monitoreo y/o evaluación de estos, sino en su implementación. De esta forma se insistía en la idea de activar el ―capital social‖ presente en los sectores más pobres invitándolos a participar en la gestión de su propia asistencia. Como sostiene Faur (2014), […] el paradigma de la participación comunitaria como condición de acceso a ciertos bienes o servicios estatales fue un requisito impuesto exclusivamente sobre los sectores más pobres. Y dentro de estos, fueron las mujeres quienes resultaron involucradas en mayor medida, no en su calidad de ciudadanas de derechos, sino por sus ―reconocidas‖ virtudes como madres, cuidadoras y nutridoras, y por su incansable trabajo voluntario (p. 166). En relación a las ONGs, puede decirse que estas aparecieron como figuras ―no contaminadas‖ e ―independientes‖ del Estado considerado ante la opinión pública como ineficiente, corrupto y burocrático, lo cual les otorgo la suficiente legitimidad para intervenir en la escena pública. Las mismas fortalecieron durante esta década su perfil profesional, posicionándose como ―expertas‖ en determinadas temáticas, entre ellas las de niñez. Las mismas pasaron del trabajo con los pobres en un rol de ―activistas no profesionales‖ comprometidos con la realidad social, a la profesionalización y el trabajo para los pobres, en un rol de intermediarios y consultores 19 . (Malagamba Otegui, op. cit). 19 Tal como afirma Rabotnikof (2000), para algunos autores estas transformaciones son vistas como una superación del basismo y un fortalecimiento de la capacidad para resolver problemas, mientras que para otros estas implican 32 Por otra parte, los organismos internacionales estimularon la participación de estas organizaciones en la ejecución de políticas sociales a nivel nacional financiadas y diseñadas por ellos mismos. En otros casos, estos organismos (especialmente el BID) se vincularon con ONGs a través de la formación de gerentes en desarrollo social. Por otra parte se implementó una ―batería de programas focalizados‖, dentro de los cuales se privilegió a los niños en situación de vulnerabilidad. Bajo esta lógica gerencial, la localización y el corto plazo dominaban las distintas acciones, las cuales apuntaban a compensar o paliar algunos de los efectos más adversos e inmediatos asociados a la pobreza pero no a resolver problemas estructurales ni desarrollar mecanismos de protección e inclusión que permitieran asegurar el bienestar e integración de las poblaciones vulnerables a largo plazo. Es recién a partir del nuevo milenio cuando los derechos y las políticas específicas de niñez irán ganando mayor fuerza en la agenda pública y estatal. Esto fue posible debido al cambio de orientación del modelo de desarrollo que buscó articular crecimiento económico y políticas redistributivas con el trabajo como eje de integración social, y que se tradujo en un mejoramiento de las condiciones de vida de la población y en una ampliación del acceso al bienestar. (Corbetta y D‘Alessandre, 2012) Sin embargo, ante la imposibilidad de prescindir de la asistencia social se buscó dotarla de un cariz diferenciador respecto de la tecnocracia de los ‘90 (Cortés y Kessler, 2013). El Estado debía garantizar su presencia institucional en los barrios considerados populares, resaltando la cercanía y el compromiso afectivo con estos. En el año 2005 se sancionó la Ley Nº 26.061 de Protección Integral de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes de singular relevancia ya que redefinió el vínculo con la niñez estableciendo un nuevo modelo de intervención estatal. Esta norma dispone la nuevas formas de corporativismo, actuando como un mero reemplazo precario de la actividad estatal en el suministro de los servicios sociales. 33 aplicación obligatoria de la CIND, y delinea las características básicas de las políticas públicas de niñez. En su artículo 4º expresa que las mismas deberán promover […] a) el fortalecimiento del rol de la familia en la efectivización de los derechos de las niñas, los niños y los adolescentes; b) la descentralización de los organismos de aplicación y de los planes y programas específicos de las distintas políticas de protección de derechos, a fin de garantizar mayor autonomía, agilidady eficacia; c) la gestión asociada de los organismos de gobierno en sus distintos niveles en coordinación con la sociedad civil, con capacitación y fiscalización permanente; d) la promoción de redes intersectoriales locales; e) la constitución de organizaciones y organismos para la defensa y protección de los derechos de las niñas, los niños y los adolescentes (Corbetta y D‘Alessandre, 2012, pp. 57-58). Además, dentro de la ley se estableció la creación del Sistema de Protección Integral de los derechos de las niñas, niños y adolescentes conformado por […] todos aquellos organismos, entidades y servicios que diseñan, planifican, coordinan, orientan, ejecutan y supervisan las políticas públicas, de gestión estatal o privadas, en el ámbito nacional, provincial y municipal, destinados a la promoción, prevención, asistencia, protección, resguardo y restablecimiento de los derechos de las niñas, niños y adolescentes, y establece los medios a través de los cuales se asegura el efectivo goce de los derechos y garantías reconocidos en la Constitución Nacional, la Convención sobre los Derechos del Niño, demás tratados de derechos humanos ratificados por el Estado argentino y el ordenamiento jurídico nacional (Título III, artículo 32). 34 Las OeSC dedicadas a la niñez tienen un rol fundamental con obligaciones dentro del marco de la ley. En el capítulo IV, no sólo se define a estas organizaciones 20 sino que se establecen las obligaciones que poseen, las medidas que corresponden aplicar en caso de incumplimiento de sus obligaciones y se establece la creación de un Registro Nacional de Organizaciones de la Sociedad Civil (Corbetta y D‘ Alessandre, 2012). Las OeSC aparecen bajo la figura de la ―gestión asociada de los organismos de gobierno en sus distintos niveles de coordinación con la sociedad civil, con capacitación y fiscalización permanente‖ (Artículo 4, inciso c); en ―la promoción de redes intersectoriales locales‖ y en ―propiciar la constitución de organizaciones y organismos para la defensa y protección de los derechos de las niñas, niños y adolescentes‖ (Artículo 4, inciso e). Asimismo, en el Articulo 6 se contempla la participación comunitaria, sosteniendo que: ―la comunidad, por motivos de solidaridad y en ejercicio de la democracia participativa, debe y tiene derecho a ser parte activa en el logro de vigencia plena y efectiva de los derechos y garantías de niñas, niños y adolescentes‖. Tal como indican Dona y Gómez (2009), se produjo una reconversión de los discursos de autojustificación de las OeSC de niñez en función de los discursos de la Convención de los Derechos del Niño. Este discurso se ha instalado, tornándose un argumento fundamental, infaltable en todas y cada una de las fundamentaciones de los proyectos elaborados por estas organizaciones. Sin embargo, afirman que esta reconversión discursiva no se ha traducido en las prácticas de estas organizaciones ni tampoco en los ámbitos estatales. Pese al embate que sufre hoy el viejo paradigma 20 El Articulo 65 las define como aquellas ―con Personería Jurídica y que en cumplimiento de su misión institucional desarrollen programas o servicios de promoción, tratamiento, protección y defensa de los derechos de las niñas, niños y adolescentes‖. 35 tutelar, este aun continua vigente en las prácticas y discursos de diversos actores sociales sobre todo en el ámbito de la justicia 21 (Manes, 2011). Por otro lado, Corbetta y D‘Alessandre (s/f), advierten la existencia de un contraste entre las múltiples intervenciones dirigidas a los niños 22 , y la información estadística que revela la persistencia de una estructura de desigualdad social y territorial que afecta con mayor intensidad a los niños: […] la cobertura histórica que el país posee en servicios públicos y los esfuerzos que en estos últimos años se han hecho en salud, educación, entre otros, no logran superar las disparidades regionales ni complementarse con agilidad con las políticas destinadas a la infancia. Este aspecto obliga a reflexionar sobre la relación entre la normativa y el acceso al bienestar mínimo requerido para garantizar el cumplimiento de los derechos constitucionales de la primera infancia. Es así que el hecho de que en la actualidad el Estado disponga de una estructura institucional para llevar adelante un modelo de intervención integral no asegura que en la práctica este se ponga en funcionamiento cada vez que a un niño o niña se le vulneren sus derechos, ni menos aún que se estén atacando las verdaderas causas de su incumplimiento (p. 14). III.3. LA ADECUACIÓN A LA CIDN EN LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES La adecuación de la legislación provincial a la CIDN, más allá de la presión internacional, fue impulsada por diferentes actores sociales de la Provincia de Buenos Aires, logrando desembocar en acciones que dieron el impulso necesario para que se 21 Como expresa Noceti, (2005) el ―campo de la niñez en riesgo‖ se delinea a través de la constante puja de intereses entre aquellos actores que adscriben al paradigma de la Situación Irregular y aquellos que defienden los principios de la Protección Integral. Estos últimos a su vez, luchan contra las instituciones y los modos de hacer y de pensar que desde hace un siglo delinean una niñez específica y determinados modelos de familia y de acción estatal. 22 Las diferentes intervenciones estatales de los últimos años junto con las respuestas de los múltiples espacios sectorial involucrados (entre ellos las ONGs) complejizaron el sistema de protección social, yuxtaponiendo diferentes paradigmas y modelos de intervención, configurando distintos perfiles poblacionales y brindando servicios y prestaciones con diversas calidades y alcances. Esto ha ido instalando una lógica de bienestar heterogéneo y desigual que configura ciudadanías con diferentes estatus (Faur, 2014). 36 sancionara la Ley 13.298 de Promoción y Protección de los Derechos de los Niños de la Provincia de Buenos Aires. La misma entro en vigencia en el año 2007 y abrió una ventana de oportunidades para la acción de las OeSC dedicadas a la promoción de los derechos de niñez brindándoles un instrumento legítimo para presionar por su ampliación e implementación. (Manes, 2011) Los ejes centrales de esta normativa son: 1) la desjudicialización de la problemática de la infancia. 2) la diferenciación de subsistemas que separan las competencias ―asistencial‖ y ―penal‖. 3) la desinstitucionalización de los niños para dar paso a otras instancias, principalmente el fortalecimiento de la familia, la permanencia en el entorno social y la integración en la comunidad. 4) la reorganización territorial y descentralización a partir de la cual las diferentes problemáticas encuentren respuesta en el ámbito comunitario. 5) la co-responsabilidad, a partir de la cual se exige el trabajo conjunto y participativo en pos del interés superior del niño entre las diferentes instituciones responsables (Estado, sociedad civil y familia), cada una con sus respectivas competencias. (Manes, op. cit.) Este último eje se refleja en la creación del nuevo Sistema de Promoción y Protección de los Derechos de niños, niñas y adolescentes, el cual garantiza cierta institucionalidad a nivel territorial pues contempla la participación de los municipios, las redes familiares, sociales y barriales, y a las OeSC. El mismo queda conformado por: 1) la autoridad de aplicación, que es el Ministerio de Desarrollo Social provincial, cuya función es diseñar, ejecutar y controlar las políticas dirigidas a la niñez. En este sentido impulsa la desconcentración de la implementación hacia los municipios. 2) La Comisión Interministerial, presidida por el Ministerio de Desarrollo Social provincial y conformada porel Ministerio de Justicia y Seguridad, el Ministerio de Salud, el Ministerio de Educación, el Ministerio de Trabajo, 37 la Dirección General de Cultura, y las Secretarías de Derechos Humanos y de Deportes y Turismo. Es la encargada de coordinar las políticas a nivel provincial. 3) Los Servicios Zonales, conformados por equipos interdisciplinarios cuya función consiste en coordinar los servicios locales de la zona y ejercer la misión de los servicios locales allí donde estos no existan. 4) Los Servicios Locales, unidades técnico operativas que dependen de los municipios y son encargados de ejecutar los programas tendientes a restablecer los derechos del niño, recibir denuncias e intervenir frente a la violación de los derechos propiciando, en los casos que se requiera, alternativas a la separación del niño/a de su familia 5) Los Consejos Locales, integrados por actores gubernamentales y no gubernamentales, constituyen espacios de participación para el diseño de políticas a nivel municipal. 6) Los Centros de Referencia, encargados de la atención de personas menores de 18 años que se encuentran en proceso penal ante los Tribunales de Menores o ante el Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil y ejecutan medidas cautelares alternativas a la privación de la libertad. (Marazzi y Olaviaga, op. cit.) Tal como afirma Manes (2011), la centralización de estas instituciones públicas provinciales en su capital, la ciudad de La Plata, ha dado lugar a que las OeSC se hicieran habitué al trato con el Estado, sea para el reclamo, como para el aporte a las políticas, emisión de criterios u acompañamiento. Sin embargo, cabe citar la advertencia que realiza Pantanali (2014) para las intervenciones a nivel provincial y municipal: […] la Ley 13.298, no resultó en la implementación de una nueva política con un enfoque de promoción y protección integral de los derechos de niñas, niños y adolescentes, sino que ―actuó como sostén jurídico-ideológico de un discurso ―progresista‖ de reconocimiento y ampliación de derechos que encubrió una profundización del proceso característico de las políticas sociales neoliberales: primero, tercerización de servicios, luego vaciamiento institucional y 38 desfinanciamiento, provocando entonces, la precarización y refilantropización/reprivatización de las respuestas a las manifestaciones de la ―cuestión social‖ (Roca y Lombardo, 2007: 16), en materia de niñez y adolescencia. (p. 71). CAPITULO IV: ESTADO, ONGs Y SALUD INFANTIL IV.1. PRIMERA INFANCIA Y SALUD BAJO EL PARADIGMA DE LA PROTECCIÓN INTEGRAL En la CIDN se contemplan específicamente los derechos de los niños en lo concerniente a su salud, y por lo tanto, a su nutrición. En su artículo 24, reconoce el derecho de los niños a gozar de un buen estado de salud y, por lo tanto, de los tratamientos médicos necesarios. A fin de garantizar este derecho, se establece que el Estado tiene la obligación de: […] a) Reducir la mortalidad infantil y en la niñez; b) Asegurar la prestación de la asistencia médica y la atención sanitaria que sean necesarias a todos los niños, haciendo hincapié en el desarrollo de la atención primaria de salud; c) Combatir las enfermedades y la malnutrición en el marco de la atención primaria de la salud mediante, entre otras cosas, la aplicación de la tecnología disponible y el suministro 39 de alimentos nutritivos adecuados y agua potable salubre, teniendo en cuenta los peligros y riesgos de contaminación del medio ambiente; d) Asegurar atención sanitaria prenatal y postnatal apropiada a las madres; e) Asegurar que todos los sectores de la sociedad, y en particular los padres y los niños, conozcan los principios básicos de la salud y la nutrición de los niños, las ventajas de la lactancia materna , la higiene y el saneamiento ambiental y las medidas de prevención de accidentes, tengan acceso a la educación pertinente y reciban apoyo en la aplicación de esos conocimientos; f) Desarrollar la atención sanitaria preventiva, la orientación a los padres y la educación y servicios en materia de planificación de la familia. Por otra parte, en el artículo 27 se reconoce ―el derecho de todo niño a un nivel de vida adecuado para su desarrollo físico, mental, espiritual, moral y social‖ y se establece que el cumplimiento de este derecho es responsabilidad primordial de los padres u personas encargadas del niño. El Estado por su parte, deberá adoptar ―medidas apropiadas para ayudar a los padres y a otras personas responsables por el niño a dar efectividad a este derecho y, en caso necesario, proporcionarán asistencia material y programas de apoyo, particularmente con respecto a la nutrición, el vestuario y la vivienda.‖ Por otra parte, los primeros años de vida se conciben como el momento crucial en el cual se deben centrar estas intervenciones por ser una etapa fundamental en el desarrollo cognitivo, psicofísico y emocional de los seres humanos 23 y de extrema dependencia del niño con su entorno. Es fundamentalmente durante la primera infancia que deberá promoverse la salud integral a través de la atención y los cuidados adecuados, el fortalecimiento del vínculo de los niños con su entorno afectivo inmediato 23 Como indica Faur (2014), tanto para el Estado como para los organismos internacionales, la promoción y atención de la primera infancia fue entendida principalmente como una inversión en ―capital humano‖. La inversión social en los niños ofrece una alta probabilidad de devolver importantes tasas de retorno en el futuro. 40 y la promoción de conductas y hábitos de cuidado hacia los niños desde las familias. (Corbetta y D‘Alessandre, 2012) IV.2. INTERVENCIONES EN TORNO A LA NUTRICIÓN INFANTIL Durante los ‗90, las acciones estatales destinadas a abordar la problemática de la nutrición de la primera infancia vulnerable estuvieron marcadas por un sesgo hacia las prestaciones alimentarias 24 . El deterioro en las condiciones de vida, se expresó principalmente en el campo de la satisfacción de las necesidades alimentarias- nutricionales y generó una mayor dependencia de las familias de las insuficientes ayudas estatales para garantizar su supervivencia. Es a partir de este momento, según Repetto (2001), que se establece una asociación entre pobreza y hambre. Como plantea Iurello (2010), las tendencias de los programas estatales durante este período, giraron en torno a dos líneas principales: a) los programas de asistencia alimentaria familiar que favorecieron la provisión directa de alimentos a las familias y se centraron principalmente en sus miembros más vulnerables (entre ellos los niños y las embarazadas) y b) los programas de apoyo a comedores comunitarios e infantiles que afianzaron una serie de estrategias comunitarias de base surgidas en esta coyuntura cuyas acciones fueron dirigidas a la atención de las necesidades básicas de las familias. Estas estrategias comunitarias se multiplicaron durante esta década y fueron iniciativas desarrolladas en las áreas peri-urbanas más carenciadas. Estos servicios de alimentación estaban destinados a proporcionar una o dos comidas a los niños, logrando una cobertura geográfica y poblacional muy reducida. 24 En este contexto, se produjo un movimiento cruzado mediante el cual las políticas alimentarias y nutricionales se ―asistencializaron‖ perdiendo potencia en tanto intervenciones nutricionales y de complementación del ingreso familiar, a la vez que las políticas de asistencia y promoción social se ―alimentarizaron‖ orientándose fuertemente a la entrega de alimentos a la población más pobre. (Repetto, 2001) 41 Ambos tipos de programas se instalaron en calidad de acciones provisorias y tuvieron un bajo nivel de formalidad ya que sus
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