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Grimozzi,	Chiara
La	edad	de	oro	en	Virgilio	y
Ovidio	(Églogas,	Geórgicas,
Eneida	y	Metamorfosis)
Tesis	presentada	para	la	obtención	del	grado	de	Licenciada	en
Letras
Directora:	Cairo,	María	Emilia.	Codirectora:	Mollo	Brisco,	María
Eugenia
Grimozzi,	C.	(2022).	La	edad	de	oro	en	Virgilio	y	Ovidio	(Églogas,	Geórgicas,	Eneida	y
Metamorfosis).	Tesis	de	grado.	Universidad	Nacional	de	La	Plata.	Facultad	de	Humanidades
y	Ciencias	de	la	Educación.	En	Memoria	Académica.	Disponible	en:
https://www.memoria.fahce.unlp.edu.ar/tesis/te.2232/te.2232.pdf
Información	adicional	en	www.memoria.fahce.unlp.edu.ar
Esta	obra	está	bajo	una	Licencia	Creative	Commons
Atribución-NoComercial-CompartirIgual	4.0	Internacional
https://creativecommons.org/licenses/by-nc-sa/4.0/
UNIVERSIDAD NACIONAL DE LA PLATA 
FACULTAD DE HUMANIDADES Y CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN 
DEPARTAMENTO DE LETRAS
 
 
TESINA DE LICENCIATURA 
 
La edad de oro en Virgilio y Ovidio 
(Églogas, Geórgicas, Eneida y Metamorfosis) 
 
 
Alumna: Chiara Grimozzi 
Correo electrónico: chiaragrimozzi@gmail.com 
Legajo: 104885/0 
Carrera: Licenciatura en Letras (Orientación en Lenguas Clásicas) 
Tutora: María Emilia Cairo 
Cotutora: María Eugenia Mollo Brisco 
Fecha de entrega: 5/4/2022 
Fecha de aprobación: 24/5/2022 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Índice 
 
1. Introducción.………………………………………………...1-14 
1.1. El mito de las estirpes o edades y la agricultura 
1.2. Virgilio y Ovidio 
1.2.1. La relación entre poetas 
1.2.2. La edad de oro 
1.2.3. Modalidad de imitatio o alusión: inter e intratextualidad 
1.3. Estructura de la tesina 
 
2. Saturno y la edad de oro en Virgilio.……………………...15-47 
2.1. Introducción 
2.1.1. Diferencias de nomenclaturas 
2.1.2. El retorno de la edad de oro 
2.2. La edad de oro en Égloga 4 
2.3. Saturno en Geórgicas 
2.4. Saturno en Eneida 
2.5. Conclusiones 
 
3. La edad de oro en Metamorfosis.………………………….48-83 
3.1. La edad de oro en Ovidio 
3.1.1. Diferencias de nomenclaturas 
3.2. La edad de oro en Metamorfosis 
3.2.1. Introducción 
3.2.2. La agricultura en la edad de oro en Metamorfosis 1 
3.2.2.1. Introducción 
3.2.2.2. La agricultura en las edades míticas en Metamorfosis 1 
3.2.2.3. Los personajes postdiluvianos 
3.2.2.4. La creación a partir de las piedras 
3.2.2.5. Saturno y la agricultura 
3.2.2.6. Conclusión 
3.2.3. La edad de oro en Metamorfosis 15 
3.2.3.1. Introducción 
3.2.3.2. Estructura de las edades míticas 
3.2.3.3. El vegetarianismo y la naturaleza 
3.2.3.4. La fragmentación humana 
3.2.3.5. Las bestias 
3.2.3.6. Conclusión 
3.3. Conclusiones 
 
4. Conclusión……………………………………………….….84-87 
 
5. Bibliografía...…………………………………………...…..88-93 
5.1. Ediciones y traducciones de los textos 
5.2. Diccionarios y gramáticas 
5.3. Bibliografía crítica 
 
1 
 
1. Introducción 
1.1. El mito de las estirpes o edades y la agricultura 
 
El mito de las estirpes está dotado de una larga trayectoria en la antigüedad1. Por un 
lado, el mito versa sobre la degradación del hombre desde un estado placentero y pacífico, 
como estirpe de oro, hasta llegar al final, como estirpe de hierro, pasando por la de plata y la 
de bronce. Así el mito expresa cuáles fueron los motivos de la caída y corrupción del hombre. 
Por otro lado, explica también cómo el ser humano se desarrolló desde un estado primigenio 
de vida y de qué modo el trabajo, en especial la agricultura, se incorporó a sus hábitos. Existen 
registros griegos y romanos entre los que encontramos a autores como Hesíodo, Teognis, 
Cratino, Crates, Ferécrates, Telecleides, Nicofón, Metagenes, Empédocles, Platón, Arato, 
Varrón, Cicerón, Nigido Fígulo, Catulo, Virgilio, Horacio, Tibulo, Propercio, Estrabón, 
Ovidio, Diodoro Sículo, Séneca, Calpurnio Sículo, Estacio, Marcial, Juvenal, Plutarco, 
Lucilio el Menor, Justinio, Censorino, Luciano, Máximo de Tiro, Porfirio, Lantancio, 
Aurelius Víctor, Claudiano, Macrobio, Sidonio Apolinar, Lactancio Plácido2. 
El primer registro que tenemos es el de Hesíodo, poeta griego del siglo VIII o IX a. 
C., quien aborda el mito de las estirpes en Trabajos y Días3. Usualmente es considerado el
primero de los griegos que asoció el nombre áureo al tiempo primigenio, ya que se observa 
que se conservan elementos de su tratamiento en las descripciones posteriores4. 
En su obra Trabajos y días Hesíodo relata el mito de las estirpes –oro, plata, bronce, 
héroes y hierro– y otros mitos de hombres primigenios5. El deterioro de cada una de las 
                                                             
1 Para un análisis exhaustivo del mito de las edades en general y de la edad de oro en particular, véase Epps 
(1934), O’Neill Gross (1945), Baldry (1952), Reckford (1958), Ryberg (1958), Johnston (1978, 1980), Rhorer 
(1980). 
2 Para un profundo estudio sobre estas fuentes, véase O’Neill Gross (1945) y para un análisis en especial de las 
estirpes hesiódicas y su incoporación a obras de Platón, Arato, Ovidio y Juvenal véase Van Noorden (2014). 
3 Con respecto a los griegos, Reckford (1958) comenta que la crítica ha considerado que fueron los primeros en 
producir dos versiones alternativas para explicar el desarrollo de la cultura: “one was historical, tracing man’s 
evolution from a state of savagery, and regarding morals and law ‘as a kind of second language’; the other, 
metaphysical and anti-historical, treated human nature as a constant and looked ‘back to the Golden Age now 
lost, in which man in his unspoilt nature lived in close company with God, in a Greek version of Eden’” (p. 79). 
4 Baldry (1952) aborda cinco puntos clave para la compresión del tratamiento de Hesíodo y de los posteriores 
autores latinos. En el cuarto punto aporta la hipótesis de que Hesíodo creó la relación entre la imagen tradicional 
y el oro (Baldry, 1952, p. 83). 
5 Según Van Noorden (2014), el orden de las razas hesiódicas no se ve alterado, a diferencia de lo que sucede 
con Virgilio (p. 29). Asimismo, opina que la importancia de la historia de las estirpes en Hesíodo radica en que 
se promociona como una explicación alternativa de la humanidad, siguiendo esa de Prometeo-Pandora (Van 
2 
 
generaciones está en relación con el tipo de metal del que se habla6. Además, se cree que la 
raza de héroes fue una incorporación de Hesíodo al ciclo de metales, como una versión 
inferior de la estirpe de oro (Johnston, 1980, p. 22)7. Como no hay continuidad entre una y 
otra, cada estirpe es creada y destruida (Johnston, 1980, p. 13)8. Sin embargo, este hecho será 
modificado por autores posteriores9. 
Hay cuatro momentos en que el estado de felicidad y placer del tiempo áureo aparece 
en la obra de Hesíodo: en la estirpe de oro (Op. 109-129), en la estirpe de los héroes (Op. 
156-173), en la estirpe preprometea (Op. 90-2) y en quienes logran acceder a la Isla de los 
Afortunados (Op. 166-174)10. Asimismo, Hesíodo describe en otro momento (Op. 225-237) 
una estirpe de hombres, que recibe beneficios semejantes a los de la edad de oro al promover 
la justicia. Sin embargo, no se especifica que se trate de una nueva edad de oro11. La 
diferencia sustancial entre esta situación de felicidad y las anteriores estirpes es que aquí se 
practica la agricultura (Johnston, 1980, p. 20). Esto resulta esencial, ya que el labor, es decir, 
                                                             
Noorden, 2014, p. 49). Además, serviría para tratar dos temas importantes: el trabajo y la justicia. Véase Van 
Noorden, 2014, p. 64. 
6 Baldry (1952) comenta que la asociación de diferentes estirpes con metales fue derivada de Trabajos y días, 
más que de una tradición general (p. 87). Asimismo, Ryberg señala que “the succession of metals was probably 
suggested by the actual succession of the bronze and iron ages, coinciding in Greece with the tradition of the 
earlier richer civilization of the Homeric heroes” (1958, pp. 112-113). Johnston, por su parte, coincide y añade: 
“each of the metallic races in Hesiod’s account reflects,in proportion to its metallic debasement, 
correspondingly greater moral deficiency” (1980, p. 33). Según Van Noorden (2014), no sólo es moral, sino
también de las condiciones materiales (p. 73). Esto cambiará con los poetas latinos, ya que para ellos no hay 
relación entre la edad en la que se está y el material que le da nombre a la edad: “the word aureus in such 
phrases did not normally imply any literal conexion with gold. Consequently it was they who gave clearest 
expression to the paradox that the ‘golden age’ knew nothing of gold” (Baldry, 1952, pp. 86-87). 
7 Con respecto a la presencia de los héroes entre la secuencia de metales, por un lado, Van Noorden (2014) cree 
que encapsula un mensaje de la gran estructura de las estirpes en Trabajos y Días y, citando a Thalmann (1984), 
señala que recapitula la secuencia de cercanía y separación entre los hombres y los dioses (p. 35). Por otro lado, 
siguiendo a Most (1997) comenta que su presencia obstruye la visión del ciclo de metales como una simple 
expresión de una declinación progresiva (Van Noorden, 2014, p. 46). 
8 Hecho que lo diferencia de sus sucesores (Van Noorden, 2014, p. 73). 
9 Según Van Noorden (2014), para los escritores posteriores, las estirpes de Hesíodo valen porque recuerdan 
menos por su perspectiva sobre la estirpe o edad de oro como por sus diversas visiones de las comunidades no-
ideales en el pasado, presente y futuro (p. 27). 
10 Véase Johnston, 1980, pp. 15-23. En cuanto a la estirpe preprometea con características correspondientes a 
la estirpe dorada, véase Van Noorden, 2014, p. 70. Asimismo, es importante destacar, siguiendo a Van Noorden 
(2014), que no hay presencia de la justicia en la estirpe de oro perteneciente al mito de los metales (p. 73). Sin 
embargo, se mencionará su aparición como característica de la estirpe de héroes al ser hombres más justos (Van 
Noorden, 2014, p. 76). 
11 “Hesiod, Op. 225-37 also describes some of the present rewards of justice in terms reminiscent of the Golden 
Age” (Reckford, 1958, p. 85). En concordancia con esta lectura, véase Van Noorden, 2014, pp. 66-68. 
3 
 
el cultivo del campo, es un elemento indispensable para entender el tratamiento del mito de 
la edad de oro en Arato y, por supuesto, en Virgilio12 y en Ovidio. 
Por su parte, Arato, poeta griego, escribe en el año 275 a. C. una obra llamada 
Fenómenos. Debido a su interés por la astrología y astronomía, cuenta allí la historia de la 
virgen Astrea, es decir, la Justicia, quien primero fue una divinidad que vivía entre los 
hombres y luego por la corrupción humana se fue a los cielos y se transformó en una 
constelación13. Arato divide el ciclo en tres estirpes: oro, plata y bronce. La influencia 
hesiódica del mito de las estirpes y, en especial, el de hombres justos se evidencia en el 
desarrollo de su progenie de oro (Phaen. 96-136)14. Arato describe a la Justicia como quien 
propicia y promueve la estirpe dorada, dando todo lo necesario a través de la agricultura, 
cuando en Hesíodo esta actividad aparecía en generaciones posteriores. Por este motivo, se 
trata de un tiempo en que el trabajo del campo está presente. No obstante, pareciera que esta 
actividad solamente es realizada por la Justicia15. Aunque la estirpe de los hombres justos en 
Hesíodo ya cultivaba la tierra, Arato es el primero, según Johnston (1980), en asociar la 
agricultura a la estirpe de oro16. Es necesario también destacar que en la progenie áurea de 
Arato con la ayuda de la Justicia se votaban leyes que eran favorables al pueblo. Pero 
                                                             
12 Al respecto Johnston (1980) comenta que esta estirpe de hombres justos “provide a partial paradigm for the 
new golden age which Vergil hopes to see emerge at Rome under a new, just ruler. As will be seen, Hesiod’s 
successors, particularly Aratus, Varro, and Vergil, tend to merge certain details of Hesiod’s just society and of 
his metallic myth, so that Justice becomes the important deity in the myth of the golden age” (p. 22). Con 
respecto a la recepción virgiliana de Trabajos y Días en Geórgicas, véase Van Noorden, 2014, pp. 7-12. 
13 Van Noorden (2014) comenta que la Virgen de Arato no es explícitamente llamada “Justicia” hasta que se 
dice que mortales dentro del mito le han dado ese nombre (p. 184). Además, según esta crítica, el hecho de que 
la Justicia siga apareciendo en el cielo como constelación es equivalente a la presencia de la Esperanza, la única 
defensa contra el mal restante en la caja de Pandora (Van Noorden, 2014, p. 198). 
14 Por un lado, Johnston (1980) opina que “Aratus’ account of the golden age (Phaen. 96-136) is a conflation 
of Hesiod’s metallic myth and of his account of the city of just men” (p. 25); por otro lado, Van Noorden (2014) 
acordando con esta lectura indica que Arato leyó el mito de los metales en su contexto hesiódico para producir 
su propio mito de la Justicia (p. 175). Asimismo, la intertextualidad no ocurre solamente respecto al mito de las 
estirpes, sino también respecto al libro completo de Trabajos y Días: “the choice to write a didactic poem, rather 
tan systematic philosophy or technical handbook, already signals continuity with Hesiod” (Van Noorden, 2014, 
p. 173). 
15 Véase Johnston, 1980, p. 28. En consonancia con esto, Smolenaars (1987) opina que Arato evita enfatizar la 
participación activa del hombre en la agricultura (p. 395). 
16 “He [Aratus] also makes the significant modification of including agriculture in the golden age as a necessary 
feature of it. He identifies the life of the farmer, moreover, as the mode of life in which Justice can be found. 
Hesiod placed agriculture in his account of the city of just men, but throughout his poem it is clear that he 
considers agriculture a part of the endless labor which the race of iron knows by day” (Johnston, 1980, p. 25). 
4 
 
finalmente, ella debe huir de la tierra porque el hombre empieza a comer la carne de sus 
propios animales y se corrompe17. 
Por un lado, en la progenie de oro en Hesíodo y Arato se escenifica un momento de 
paz, donde la tierra, siendo cultivada o no18, da todo lo que el hombre necesita y este convive 
en armonía con la naturaleza y con los dioses. En dicho momento no hay guerras, matanzas, 
ni preocupaciones. De este modo, se genera una imagen positiva, al exhibir un modo de vida 
deseable. Pero, por otro lado, según Johnston, presenta su lado negativo: “mortals would 
never again know such a happy time” (1980, p. 1). Entonces, debido a que la base del mito 
está compuesta por cuatro estirpes/edades que en su sucesión conducen progresivamente a 
un peor momento19, la imposibilidad del acceso al tiempo primigenio promueve una visión 
pesimista. Sin embargo, mientras algunos poetas, como Ovidio, optaron por mantener en el 
mito esta inaccesibilidad, Virgilio modifica esta idea, al concebir como posible el retorno al 
tiempo de la edad de oro20. 
 
 
1.2. Virgilio y Ovidio 
1.2.1. La relación entre poetas 
 
Virgilio y Ovidio fueron poetas que desarrollaron su obra cercanos en el tiempo. 
Ambos pertenecieron a lo que se llama “el periodo augusteo”, aunque no por ello deberíamos 
creer que fueron “augusteístas”21. A pesar de esto, entre ellos se establecieron diferencias 
                                                             
17 Según Van Noorden, “the story of her departure, then, describes the origin of the poem’s underlying principle 
that viewers must independently deduce meaning from ‘signs’” (2014, p. 176). 
18 En el relato de la estirpe hesiódica de hombres justos y en Arato sucede que durante la edad de oro existe la 
agricultura. Pero en la version más conocida de Hesíodo no existe el cultivo del campo. 
19 En el Primer y Segundo Capítulo se abordará el tema de la variedad de formas de nombrar al momento 
primigenio, ya sea como estirpe o ya sea como edad áurea. 
20 Johnston (1980) señala como diferencia en el tratamiento delmito entre Hesíodo y Virgilio que en el primero 
los hombres no tienen responsabilidad por la deterioración desde la edad de oro a las siguientes y no pueden 
retornar a dicha edad (p. 8); en cambio, “Vergil makes the return of the golden age possible by placing the 
responsibility for a state of felicity in the hands of those who will enjoy it” (Johnston, 1980, p. 22). Por el 
contrario, Van Noorden (2014) explica que algunos críticos han afirmado la existencia del concepto de retorno 
en Hesíodo debido a la vida post mortem que llevan los héroes en la Isla de los Afortunados y en el retrato que 
se hace de la Ciudad de los Justos (p. 37). 
21 “All too often, the poetry of Vergil is read as in some way embodying the characteristic ideology of the 
Augustan Age; but to read Vergil in this way involves ignoring not only the complexities within the Vergilian 
discourse itself, but also the fact that a good quarters of the Augustan Age took place following the death of 
Vergil” (Barker, 1996, p. 446). 
5 
 
notorias. Virgilio padeció el cambio del régimen cesáreo al augusteo, a través de la guerra 
civil. La paz augustea fue vista por él como una especie de momento pleno y de felicidad 
después de la oscuridad. Ovidio, por su parte, no vio ni experimentó la guerra civil; vivió ya 
en pleno principado22. Así, se estableció una segunda generación de escritores liderada por
Ovidio que vio e intrepretó el gobierno augusteo desde una perspectiva diferente a la de sus 
antecesores23. 
Asimismo, es necesario decir que Ovidio fue uno de los primeros lectores de Virgilio, 
en tanto que, como receptor de su obra, pudo conocer e interpretarlo a su modo: “just as he 
was the first Roman poet to regard the Augustan principate as an established fact, he was also 
the first for whom the poetic career of Virgil is a given rather than gradual discovery, and the 
first to see it as paradigmatic” (Tarrant, 1997a, p. 61)24. No nos cabe ninguna duda de que un 
abordaje en conjunto puede aportar mayor entendimiento de los escritos, debido a que cada 
alusión ovidiana a algún pasaje de Virgilio ofrece información no solo sobre sus propios 
intereses y actitudes, sino también sobre cómo uno de los lectores hasta cierto punto 
contemporáneo vio e interpretó la obra virgiliana25. 
                                                             
22 “Born in 43, he was not yet in his teens at the time of Actium, and still in his early twenties when Virgil died” 
(Tarrant, 1997a, p. 61). Asimismo, Galinsky opina que “Ovid was born too late to have lived through the horrors 
of the civil wars and thus to have gained a deeply personal appreciation of the Augustan peace and the 
achievement of Augustus in general. He was indifferent to Augustus’ moral and antiquarian program and he
treated Augustan themes lightly. But the notion that he was a free-spirited, political pamphleteer opposing an 
oppressive tyrant is a product of the neo-romantic tendency which characterizes a good part of the current 
literary criticism of the Augustan writers” (1975, p. 43). 
23 “Él simplemente perteneció a una generación diferente, una generación que conoció la pax Augusta, que 
celebra y revisa a su modo. Su poesía subraya el hecho de que la edad augustea evolucionó. Ovidio no es menos 
representativo de ella que Horacio y Virgilio” (Galinsky, 2009, p. 3). 
24 Acerca de la recepción virgiliana en la antigüedad, véase Tarrant, 1997a, pp. 56-72. 
25 Al respecto, Knox opina “for Ovid, working in the generation after Vergil, the Aeneid constitutes an 
indispensable resource” (1986, p. 31). En este sentido, Solodow indica, antes de comenzar un análisis 
comparativo y contrastivo entre Eneida y Metamorfosis que “no other comparison can be so fruitful as the one 
with Virgil: he is close in time to Ovid, and his direct influence is palpable, while his fundamental difference
provides an illuminating contrast” (1988, p. 111). Asimismo, Nappa, quien analiza la influencia de Geórgicas 
en Metamorfosis en relación con las figuras de Deucalión y Pirra y de Orfeo y Eurídice, considera que “Ovid’s 
use of Vergil cannot, of course, define Vergil’s meaning for us more decisively than any other reader’s can, but 
it can help us to understand some of the potential ancient interpretations of the earlier poet’s work, and, in 
particular, to ground our own interpretations by comparing them to those of a reader closer to the earlier text in 
time, language, and culture” (2002, pp. 71-72). Además, Thomas, estudioso de la recepción virgiliana, también 
indica sobre este tema: “‘Virgil is everywhere in Ovid’. […] Ovid draws attention to troubled or ambiguous 
aspects of Virgil’s poem” (2004a, p. 79). Según este crítico, en oposición a Galinsky (1975), no sólo Ovidio 
cuenta la historia de Eneas de otro modo, sino que muchos de los cambios que ocurren en la Eneida ovidiana 
están motivados ideológicamente (Thomas, 2004a, p. 79), porque de algún modo resulta imposible separar la 
figura de Ovidio como poeta de la figura de Ovidio como lector de Virgilio: “it is virtually impossible to imagine 
a poet’s writing about Aeneas within a generation of the Aeneid’s publication without having some degree of 
6 
 
En lo que respecta a la intertextualidad entre ambos autores, es necesario decir que, 
según Thomas, tiene un efecto colaborativo: Ovidio saca a la luz lo que ya existía en Virgilio 
(Thomas, 2004a, p. 80)26. Esta idea está en concordancia con lo que unos años antes opinaba 
Nappa (2002) acerca de que Ovidio convierte en explícito lo que Virgilio solamente insinuó, 
llena los huecos en las historias de Virgilio y entreteje los aislados momentos virgilianos en 
un delicado continuo narrativo (pp. 77-78)27. Asimismo, no hay que olvidar que los 
elementos que Ovidio elimina de la fuente virgiliana también son significativos “because 
they suggest which things he was not [sic] concerned with28” (Solodow, 1988, p. 131). 
Galinsky (1975), por su parte, considera que Ovidio no quiso ser otro Virgilio (p. IX). 
Sin embargo, eso no quita el hecho de que Ovidio lo haya incorporado como modelo dentro 
de su propia tradición. Así “Ovid in the Metamorphoses would look upon a traditional myth 
in terms of the challenge to referre idem aliter” (Galinsky, 1975, p. 4). Esto implica que 
Ovidio posee una deliberada tendencia a contar una historia determinada de manera diferente 
a las versiones de anteriores escritores (Galinsky, 1975, p. 5)29. En este sentido, nuestro 
interés está focalizado en la observación del modo en que Virgilio desarrolló el mito de la 
edad de oro en su obra (Églogas 4 y 6, Geórgicas y Eneida) y cómo Ovidio, mediante esta 
forma de referre idem aliter, lo colocó como antecedente para entender su tratamiento del 
mito en Metamorfosis 1 y 1530. Según este crítico literario, existe un procedimiento típico 
que Ovidio usa en lo que respecta a la mayoría de frases y motivos virgilianos: “he prefers 
to use them in context that are far different from those in which the Vergilian originals occur” 
                                                             
engagement with that poem, and without the reader constantly reflecting on the relationship between the two” 
(Thomas, 2004a, p. 79). 
26 Además, Thomas critica la postura de ciertos estudiosos del tema, que leen en el texto que produce la alusión 
simplemente subversión, corrección o destrucción, cuando en verdad ubicar a Ovidio o a Lucano como “anti-
virgilianos” es una postura augustea. Véase Thomas, 2004a, p. 78. 
27 Weiden Boyd responde a este y otros trabajos sobre el tema en su artículo “‘When Ovid reads Vergil…’ A 
Response and Some Observations” (2002). Luego de considerar valiosos los aportes de Nappa (2002) indica, 
citando a Thomas (1988), que existen casos en que Ovidio alude no sólo a Virgilio, sino también a la fuente de 
Virgilio. Véase Weiden Boyd, 2002, p. 129. 
28 Las comillas son del autor. 
29 “Echoes and motifs from the Aeneid are an integralpart of the Metamorphoses. As one scholar has aptly put 
it, ‘Vergil was ever-present to Ovid’, and the Metamorphoses cannot be properly understood without the 
realization that they were meant to be Ovid’s answer to Vergil’s Aeneid” (Galinsky, 1975, p. 15). En nuestra 
consideración, toda la obra virgiliana es importante para entender a Ovidio. 
30 Galinsky (1981) comenta respecto a la utilización ovidiana del mito de la edad de oro que “a major reason 
for Ovid’s taking up this myth as many times as he does is his desire to referre idem aliter” (p. 197). 
7 
 
(1975, p. 220) 31. En relación con esto se encuentra la idea de Johnson (1970), quien cree que 
Ovidio es un ejemplo counter-classical. En sus términos, este tipo de sensibilidad tiende a 
subrayar las posibilidades de desarmonía, al tiempo que la poesía clásica tiende a subrayar 
las posibilidades de armonía; donde la poesía clásica trata de afirmar las capacidades del 
hombre de su perfección o su cercanía a Dios, la poesía contra-clásica trata de enfatizar la 
debilidad del hombre y sus limitaciones (Johnson, 1970, p. 126)32. 
 
 
1.2.2. La edad de oro 
 
Antes de adentrarnos en el modo en que Virgilio y Ovidio abordaron el mito de la 
edad de oro, es necesario tener en cuenta que “from late Republican poetry on, the legend of 
the primordial innocence of the Golden Age became a way of expressing and interpreting the 
movement of present events and the intense aspirations of contemporary society” (Segal, 
1971, p. 376). Asimismo, Galinsky, oponiéndose a la lectura de Reckford (1958, p. 79), 
quien considera que para la época augustea el mito de la edad de oro se había dejado de 
desarrollar y devino en un símbolo fijo, político y filosófico, explica que el concepto ha 
devenido en uno complejo y abigarrado (Galinsky, 1981, p. 193)33. Barker (1996) coincide 
con esta lectura e indica que el mito de la edad de oro es un discurso móvil porque está 
                                                             
31 Similar a la lectura de Galinsky es la de Tissol (1996), quien considera, respecto a algunas características del 
estilo del poeta mantuano, que Ovidio podría adaptarlas casi directamente para propósitos no-virgilianos, y este 
proceso de adaptación engrandece la lectura del texto de Ovidio con una riqueza de reminiscencias virgilianas 
(p. 171). Asimismo, no hay que dejar de ver las diferencias entre ambos autores en cuanto a sus concepciones 
del mito: Galinsky (1975) piensa que, para Ovidio, en contraposición con Virgilio, la tradicional verdad del 
mito no existió y lo que importa en realidad es el modo en que lo dice (p. 16). Este crítico enuncia 
progresivamente las principales diferencias o similitudes entre Eneida y Metamorfosis. Una similitud radica en 
que Ovidio adopta el tratamiento virgiliano de la tradición preexistente: Virgilio, como no puede contar todos 
los mitos, alude a algunos, resume otros y expande los que son de utilidad (Galinsky, 1975, p. 22). 
32 Según Thomas (2004a), Johnson (1970) coloca a Virgilio en el medio de los extremos: “his silence implicitly 
situates Virgil in the gap between classical and counter-classical” (Thomas, 2004a, p. 17). Según Galinsky, 
“Ovidio se convirtió en un Wegbereiter para los poetas siguientes porque fue el primero en confrontar 
exitosamente, para usar el término de Harold Bloom, la angustia de la influencia de Virgilio. La superó porque
se resistió a sucumbir ante ella” (2009, p. 10). 
33 Además, es importante señalar lo que comenta Galinsky acerca de la agencia de Augusto en el desarrollo 
ideológico del mito en la sociedad romana: “Augustan Age and Golden Age are often virtually used as 
synonyms, yet, as so often, we do not know exactly how active a part Augustus himself had in developing this 
notion” (1981, p. 193). 
8 
 
compuesto a partir de diferentes posiciones tomadas por diferentes romanos en diferentes 
tiempos alrededor de la idea de su retorno (p. 436)34. 
Por un lado, Virgilio abordó la narración del mito de la edad de oro en cada una de 
sus obras: Égloga 4 y 6, Geórgicas 1.125-128, 2.151-154, 173-174, 403-407, 458-460, 490-
502, 536-540 y 4 y Eneida 1.291-296, 569-571, 6.791-795, 7.45-49, 177-182, 199-204, 
8.314-336, 357-358, 11.252-254 y 12.830-831. En la famosa Égloga 4.6-10 habla del 
nacimiento de un niño que hará retornar los tiempos áureos y en la Égloga 6.41-42 realiza 
una breve mención del tópico y lo relaciona con el mito del diluvio. En Geórgicas también 
retoma el motivo en los libros 1, 2 y 4. En el primer libro (125-128) describe las edades en 
un tono más hesiódico, pero en el segundo libro (151-154, 173-174, 403-407, 458-460, 490-
502, 536-540) ya muestra la época áurea como presente entre los agricultores itálicos. Y por 
último en el libro 4 habla de la comunidad de abejas que algunos críticos, como Johnston 
(1980)35, consideran que es la sociedad ideal representante de la nueva edad de oro. 
Asimismo, el tópico se presenta en Eneida en varias ocasiones: en los libros 1, 6, 7, 8, 11 y 
12. Además, las menciones a la estirpe de Saturno se dan a lo largo de toda la obra, ya que, 
por un lado, a Juno se la llama saturnia y, por otro lado, los latinos se pronuncian como 
descendientes de este dios y se definen como promotores del tiempo áureo. La principal y 
más importante característica del tratamiento virgiliano en toda su obra es la consideración 
de que es posible que la edad de oro retorne en periodos de paz, rodeados de inminente 
guerra36. 
Por otro lado, Ovidio incorporó el tópico en la mayoría de sus escritos: Amores 
3.8.35-44, Heroidas 4.131-132, Arte de Amar 2.277-278, 3.113-14, Metamorfosis 1.89-112, 
15.96-103, Fastos 1.191-194, 1.233-253, 2.289-302, 4.395-41637. Existe una diferencia 
                                                             
34 Barker (1996) expone en su trabajo muy acertadamente que de algún modo se respiraba el mito de la edad de 
oro durante el periodo augusteo, hasta tal punto que se llegó a leer el Carmen Saeculare horaciano como 
proclamación del retorno de los tiempos áureos sin tener ninguna referencia explícita a ese mito. Sin embargo, 
Barker (1996) piensa que se podría considerar que Horacio en el Carmen rechaza el mito en los términos en 
que fue tratado por Hesíodo y por Virgilio en la Égloga 4 y adopta, por el contrario, la forma en que se desarrolló 
en Geórgicas, con campesinos que serán recompensados por sus esfuerzos (p. 441). 
35 Véase Otis, 1995 [1964], pp. 181-214, Johnston, 1980, pp. 90-105, Perkell, 2002, pp. 26-27 y Bisignano, 
2017, pp. 7-8. Batstone (1997) considera que las abejas del libro 4 de Geórgicas expresan un modelo negativo 
para los romanos. Véase Batstone, 1997, pp. 139-141. 
36 No nos detenemos aquí a explicar en profundidad qué sucede con el tópico en cada una de las obras de 
Virgilio, debido a que será el tema del próximo capítulo. 
37 Johnston (1980) considera que Ovidio sigue el relato hesiódico de la edad de oro en Amores, Heroidas y 
Metamorfosis (p. 83). Respecto al tratamiento ovidiano del mito áureo en Amores, Arte de Amar, Metamorfosis 
9 
 
importante entre el uso que hacen del mito Virgilio y Ovidio. El primero pareciera tener una 
concepción básica a la que le añade detalles o alteraciones, pero cuyo núcleo permanece 
intacto: la edad de oro puede retornar en Italia, si existe un buen gobernante que logre dar 
leyes y promover la paz entre los pueblos amenazados por guerras. El segundo, sin creer en 
el retorno, utiliza el tema y lo adapta al interés global de la obra en el que está inserto38. En 
Amores 3.8 el mito de la edad áurea se incorpora a modo de evasión del hecho de que la 
amada prefiere al rival con dinero, un militar, que a un poeta pobre39. En Heroidas 4.131-
132 el tópico aparece en la carta de Fedra a Hipólito. Ella con argumentos en su mayoría 
incongruentes intenta persuadir al muchacho consagrado a Diana de que no hay nada de 
sacrílego en la relación quele propone. Uno de los argumentos que utiliza radica en que, 
según Fedra, en la época de Saturno existían divisiones rotundas e inamovibles entre 
madrastra e hijastro, pero Júpiter, casándose con su hermana Juno, abolió con ese acto 
cualquier posibilidad de sacrilegio. En conclusión, podría sintetizarse en “si Júpiter pudo, 
¿por qué nosotros no?”40. En el segundo libro del Arte de Amar (2.277-278) continúa con una 
idea parecida a lo que sucedía en Amores: algunos compran el amor con el oro41. En este 
sentido, en ambas obras la edad de oro está asociada a la codicia actual y se ve como un 
hecho negativo, ya que quien habla dice ser siempre un poeta pobre incapaz de competir en 
regalos con los hombres ricos. Asimismo, se cuenta que la verdadera aurea aetas existe en 
el presente romano porque abunda material deseado por la amada: “Rome is in a material 
                                                             
y Fastos véase especialmente a Galinsky, 1981, pp. 198-199 y a Johnston, 1980, pp. 83-89, quien además habla 
de Heroidas. 
38 Johnson señala que Ovidio rechaza el topo de la edad de oro, tan esperado por Virgilio y su época como gesto 
contra-clásico: “for it minimizes – if it does not in fact negate – any claims that might be made concerning the 
return of the golden age (aurea condet saecula)” (1970, p. 144). Por su parte, Galinsky explica que “nowhere, 
in fact, does he speak of a return of the Saturnia regna to Rome” (1981, p. 197). Además, Rhorer respecto a la 
estructura tripartita del Indoeuropeo y su relación con el mito de las edades y las distintas creaciones de hombres 
comenta: “I perceive in Ovid’s Metamorphoses the same structure of thought and expression, reshaped by his 
counter-classical sensibility in such a way as to reveal, not the latent harmony of the cultural ideal, but its 
tension and tendency for disintegration” (1980, p. 301). Johnston también considera sobre Metamorfosis: “there 
is no interruption for the race of heroes, as in Hesiod, nor is there any suggestion of recurrence, as in Vergil” 
(1980, p. 84). De este modo, Ovidio, siendo contra-clásico y diferenciándose de Virgilio, no cree en el retorno 
de la edad de oro como algo posible de suceder en el presente. Sin embargo, veremos más adelante qué otra 
propuesta se vislumbra. 
39 Véase Navarro Antolín, 1991, p. 219. Véase también Greene (1994). 
40 “Phaedra’s manipulation of pietas to show the superiority of her own time shows instead how debased a 
conception she has of pietas” (Johnston, 1980, p. 84). 
41 Navarro Antolín piensa que Ovidio en A. A. 2.277-278 “se sirve del tópico de la Aetas Aurea para denunciar 
el materialismo reinante” (1991, p. 220). Por su parte, Barker comenta que “the goldenness of Ovid’s aurea 
saecula reflects money, so the goldenness of Vergil’s aurea gens [Égloga 4] reflects luxury” (1996, p. 445). 
10 
 
Golden Age” (Galinsky, 1981, p. 197). En el tercer libro del Arte de Amar (3.113-14) 
prosigue con esta idea de Roma como edad de oro porque está compuesta de ese elemento. 
En cuanto a Metamorfosis, nuestro interés en esta tesina está abocado al estudio del mito en 
el libro 1.89-112, donde se describen las edades (oro, plata, bronce, hierro) de manera 
completa y en el libro 15.96-103, donde vuelve a aparecer el tema inserto en el discurso de 
Pitágoras. En términos globales ambas partes resultan importantes, debido a que implican el 
inicio y el fin de la obra. Además, el tratamiento intratextual del tema en el libro 1 y el 
discurso de Pitágoras en el libro 15 es también un ejercicio del referre idem aliter ovidiano, 
que permite llamar la atención también sobre todo el libro de Metamorfosis42. Por último, los 
tiempos dorados vuelven a aparecen en el primer (1.191-194, 233-253), en el segundo (2.289-
302) y en el cuarto libro (4.395-416) de Fastos. Al comienzo del primer libro, luego de la 
alabanza a Augusto, el poeta recibe la visita de Jano, quien le relata su vida y le responde las 
preguntas que le formula aquel. Entre las historias que le cuenta está la llegada de Saturno en 
una nave al Lacio, lugar que ya habitaba el dios bifronte. Eso explicaría el motivo de la 
moneda de bronce que lleva de un lado a Jano y del otro una nave43. En términos de este dios, 
la edad de oro existió cuando él, Jano, gobernaba, aunque no se señale su tiempo con ese 
nombre y de algún modo Saturno vino a corromper la sociedad con la codicia. Ya en el 
segundo libro, al referirse a la Fiesta de los Lupercos y su origen, se indica que los arcadios 
ocupaban la tierra antes de Júpiter y el estilo de vida que llevaban era el de los habitantes de 
los tiempos áureos; sin embargo, aquí tampoco se la nombra explícitamente de ese modo. 
Por último, en el libro cuarto aparece dentro de la mención de la fiesta de la diosa Ceres, 
quien introdujo entre los hombres primitivos el arte de la agricultura. No se señala de manera 
explícita la edad de oro, aunque se vislumbran características claras referentes a ese tiempo. 
 
 
1.2.3. Modalidad de imitatio o alusión: inter e intratextualidad 
                                                             
42 Véase Segal (1969), Johnson (1970), Hardie (1995), Galinsky (1999), Wheeler (2000). Para una postura 
contraria, véase Solodow (1988). Amato considera con respecto a la utilización del mito áureo en Metamorfosis 
que “lo stesso mito […] può assumere funzioni differenti non solo da autore ad autore, bensì in rapporto al 
genere letterario in cui esso è calato e, nel caso di Ovidio, all’interno della stessa opera” (2005, p. 914). El tema 
será abordado con profundidad en el Segundo Capítulo de esta tesina. 
43 En esta moneda romana de bronce aparecía de un lado Jano y de otro un barco. El relato que le hace Jano 
explica la existencia del barco como imagen asociada a su persona. 
11 
 
 
Conte, gran estudioso de la alusión en la literatura latina, establece en su obra The 
Rhetoric of Imitation (1986) los principales parámetros para entenderla. Lo primero que 
debemos saber es que la alusión funciona como un tropo de la retórica clásica (Conte, 1986, 
p. 23), el cual por esta característica intrínseca propicia nuevos significados44. Así dirá que 
la alusión viene a romper, como la metáfora, con la arbitrariedad del signo lingüístico (Conte, 
1986, p. 53), es decir, con la idea de que la relación entre las palabras y las cosas no está 
motivada. Sin embargo, se establecen diferencias entre ambas figuras retóricas, ya que el 
proceso metafórico esconde el verbum proprium (la propia expresión) y dispone su sustituto 
figurativo, mientras que la alusión exhibe el verbum proprium, pero requiere que el lector 
descubra su sustituto impropio, que es menos implícito (Conte, 1986, p. 56). Por este motivo, 
resulta tan importante en la alusión la figura del lector y su cultura, ya que ambas deberán 
ser afectadas por esta figura retórica (Conte, 1986, p. 57)45. 
Intertextualidad es, según Conte (1986, p. 29), equivalente a poetic memory46. Pero, 
no basta con que un texto se refiera a otro, sino que es absolutamente necesaria la cooperación 
del lector (Conte, 1986, p. 30)47. Asimismo, la memoria es una parte fundamental de la 
alusión: “allusion in its various forms is effective because of the dialectical role of memory. 
Memory is not an invert, fragmented piece of culture but an already ‘shaped’ substance to be 
reckoned with” (Conte, 1986, p. 49). No hay alusión sin memoria porque el lenguaje que es 
reutilizado es inevitablemente preservado en la memoria poética (Conte, 1986, p. 41). La 
alusión, para este crítico, es la activación de la memoria poética (Conte, 1986, p. 66). Sin 
                                                             
44 “The new presence evoked by allusion defies linguistic propriety by its ‘irrelevance.’ But the context can 
transform this irrelevance into an asset by providing points of contact between itself and the previous poem, in 
the processalso enriching the zone of tension between the two. It will then ‘motivate’ (justify) the irrelevance 
of the poetic intrusion” (Conte, 1986, p. 55). Conte (1986) explica muy claramente que, aunque el lenguaje 
tiene una función comunicativa y expresiva, la retórica viene a distorsionar ese funcionamiento (p. 45). 
45 Según Laird, hay que entender que “intertextuality highlights the reader’s role in attributing qualities to a text 
- qualities (such as allusion) which were previously thought to be objective and indisputable properties of the 
text-in-itself” (1997, p. 288). 
46 Acerca de los estilos de alusión de Virgilio, véase Farrell, 1997, p. 224. Farrell aporta unos puntos a tener en 
cuenta a la hora de considerar la intertextualidad virgiliana en especial entre Eneida e Ilíada y Odisea. Los 
destacamos, ya que servirán para entender también la intertextualidad virgiliana con autores como Hesíodo y 
Arato: 1) es generalizada, 2) es analítica, 3) está temáticamente motivada, 4) no está limitada a una única fuente 
o modelo (Farrell, 1997, pp. 228-229). 
47 “The reader’s collaboration is indispensable to the poet if the active phase of allusion is to take effect. Thus 
allusion will occur as a literary act if a sympathetic vibration can be set up between the poet’s and the reader’s 
memories when these are directed to a source already stored in both” (Conte, 1986, p. 35). 
12 
 
embargo, una vez accionada debe establecer una conexión con la tradición48. La relación 
entre ambas puede ser de oposición, de diferenciación o de variación (Conte, 1986, p. 36). 
Pero lo esencial no es que el poeta-imitador desea superar a su modelo, sino que la tradición 
es una precondición necesaria tanto para la emulación como para la alusión (Conte, 1986, p. 
37)49. 
 Existen dos tipos de alusión: por un lado, llama al primer tipo alusión integrativa, 
integrative allusion, la cual consiste en la condensación de dos voces en una única imagen 
cuyo sentido yace en una interdependencia de significados que devienen subjetivamente 
equivalentes (Conte, 1986, p. 67)50. Por otro lado, el segundo tipo es llamado alusión en 
espejo, reflective alussion, más cercano a la figura retórica del símil51. 
Miller (1993) trabaja con lo que comúnmente se llama “intratextualidad”, es decir, 
con las referencias del propio autor dentro de la misma obra y entre sus obras. Algunos de 
los términos que utiliza para hablar sobre este tema son allusion, self-imitation, imitation, 
non repetition, oppositio in imitando, echo, reference to memory. Estos se relacionan con el 
uso de verbos del vocabulary of memory en distintos pasajes ovidianos estableciéndose un 
nexo estrecho entre ambas partes52. En este sentido, Miller, siguiendo a Conte, afirma que 
para que haya alusión tiene que haber una apelación a la memoria: “sometimes, just a gesture 
of reminding or an appeal to memory, without any explicit reference to recollection, may 
similarly alert the reader to poetic allusion” (1993, p. 163). Sin embargo, sabemos que no 
necesariamente tiene que estar explícita esa referencia. El señalamiento a la memoria puede 
ocurrir sin que haya una palabra específica que se refiera a ese campo semántico. Muchas 
veces estas sutilezas nos permiten descubrir no sólo la intratextualidad, sino también la 
intertextualidad. 
                                                             
48 Véase Conte, 1986, p. 91. Acerca de en qué términos entiende la palabra “tradición”, véase Conte, 1986, p. 
27. 
49 Asimismo, este crítico intenta desligar la intencionalidad del concepto de imitatio “one text may resemble 
another not because it derives directly from it nor because the poet deliberately seeks to emulate but because 
both poets have recourse to a common literary codification” (Conte, 1986, p. 28). Además, busca separar dos 
nociones que pueden resultar similares: la emulación de la alusión. Véase Conte, 1986, p. 36.  
50 En esta primera alusión más cercana a la metáfora, dos voces se adaptan en la nueva voz del poeta (Conte, 
1986, pp. 66-67). 
51 Este segundo consiste en una confrontación intencional: hay un “diálogo cara a cara” entre dos voces dentro 
de la misma palabra, y las diferencias básicas evitan el área de superposición a partir de la tendencia a la fusión 
o interrelación (Conte, 1986, pp. 66-67). 
52 Véase Miller, 1993, p. 153. 
13 
 
Huxley (1996) aporta variados ejemplos de la relación intertextual entre Virgilio y 
Ovidio. Luego de trabajar con algunos versos, indica que “there is plain evidence in the text 
that Ovid had the Georgics, if not on his writing desk, at least clearly photographed in his 
memory, but his invocation suffers from a lack of urgency and conviction” (1996, p. 94). 
Photographed in his memory se encuentra en consonancia con lo dicho sobre el trabajo de 
Conte (1986) y Miller (1993). La alusión, ya sea intra o intertextual, necesita siempre de la 
memoria del autor y del lector53. 
Además, es importante considerar el tema de la originalidad en la antigüedad en 
relación con la alusión: 
‘originality’ in Ancient literature is not what the Romantics or moderns mean by it; it 
was a sine qua non that a poet, if he wanted to claim his place, would insert himself 
into an existing tradition and use his predecessors as points of reference. The 
important difference between Ovid and, for instance, Vergil and Horace, is that he 
frequently exploits this relationship for humorous and playful purposes. (Galinsky, 
1975, p. 185) 
 
De este modo, no se deben considerar los actos de intertextualidad como actos de 
copia, sino como forma de originalidad. Incluso, resulta inocente creer que cualquier acto de 
escritura surge de la nada y es absolutamente nuestro; todos somos producto de nuestra 
formación lectora. El punto aquí es entender que en la antigüedad no existía ese prurito por
la originalidad en el sentido actual, es decir, como lo opuesto de la copia54. 
Asimismo, creemos que es necesario hablar de alusión o de memoria poética al 
analizar parte de las obras de Virgilio y Ovidio, porque el “analysis of the poetic memory 
will improve the critical appreciation of the text and will also refine the philological criteria 
that help to situate the text in a literary and historical context” (Conte, 1986, p. 84) 55. 
                                                             
53 Thomas aporta su visión sobre el tema teniendo en cuenta la complejidad de la recepción virgiliana: 
“intertextuality and allusive art is a form of hermeneutics, and when engaged with ideological purposes of its 
own, the alluding text’s relation to the source text and its very effect of that text may become complex and 
difficult” (2004a, p. 55). 
54 Hay que tener en cuenta también contra qué se opone la noción de intertextualidad: “the notion of 
intertextuality may be opposed by those who seek to defend the unrealisable ideal of reading a text in the spirit 
in which it was written, and who will divide intertexts (on chronological grounds, and few others) into legitimate 
and illegitimate sources” (Laird, 1997, p. 291). 
55 Tissol (1996), siguiendo a Conte, comenta que “the works Ovid alludes to-far from being ‘models’ that the 
author can substitute for original invention – function as a store of recollections laid up in the reader’s mind, 
which the author can draw upon with an allusive passage or line” (1996, p. 108). De este modo, la alusión no 
es meramente un ornamento sino una parte significante de la estructura literaria (Tissol, 1996, p. 108). Para la 
interpretación y utilización de la teoría de Conte por parte de Tissol, véase 1996, pp. 108-130. 
14 
 
 
 
1.3. Estructura de la tesina 
 
Dicho lo anterior a modo de introducción, es necesario ahora señalar las partes de 
esta tesina. Existe una división bipartita: por un lado, en el primer capítulo hablaremos de 
Saturno y la edad de oro en Eneida. Recorreremos las apariciones de ambos elementos en la 
Égloga4 y 6 y Geórgicas a modo de continuidad con el tratamiento del tema en su épica. 
Asimismo, veremos la relación que se establece de ausencia o presencia entre la agricultura 
y la edad de oro. Por otro lado, en el segundo capítulo se muestra el uso del mito que hace 
Ovidio. Explicaremos en la primera sección la relación agricultura-edad de oro y los 
sobrevivientes al diluvio con su nueva estirpe en el primer libro. Analizaremos también el 
protagonismo de Saturno en dicha obra y de qué modo su escasa aparición da cuenta de un 
gesto de diferenciación por parte de Ovidio de su antecesor. En la segunda sección 
abordaremos la utilización del mito dentro del discurso de Pitágoras en el quinceavo libro de 
Metamorfosis. Además, evidenciaremos las similitudes y diferencias que presenta el mito al 
comienzo y al final de la obra. Para finalizar, expondremos las conclusiones de la tesina. 
 
 
 
 
 
 
 
 
15 
 
2. Saturno y la edad de oro en Eneida56 
2.1. Introducción 
2.1.1. Diferencias de nomenclaturas 
 
Antes de adentrarnos en la obra virgiliana, conviene hacer una breve aclaración en lo 
que respecta al cambio del término de estirpes por edades utilizado para definir los tiempos 
del mito. En realidad, estamos ante el problema de la traducción hecha por los poetas latinos 
de la palabra griega γένος. Sobre esto, Baldry (1952) expone en un tono muy claro que los 
autores griegos, como Hesíodo, se refieren a la estirpe de oro, pero 
it is only in Latin poetry that this is sometimes replaced by a golden age, and here 
careful examination of the relevant passages suggests that aurea saecula and aurea 
aetas, usually translated ‘golden age’, were often intended by the poets as equivalents 
of Hesiod’s χρύσεον γένος. The transition to ‘golden age’ may well have been 
facilitated by the ambiguity of aetas and saecula. (p. 88) 
 
En este sentido, según Van Noorden (2014), hay que tener en cuenta que la palabra 
γένος ya de por sí implica tanto edad como estirpe (pp. 25-26). En la Égloga 4 existe una 
variedad de términos para referirse a la edad de oro que trata de algún modo de abarcar el 
significado de la palabra griega con sus posibilidades latinas y, al mismo tiempo, da cuenta 
de las diferentes fuentes literarias que se entremezclan: ultima Cumaei carminis aetas (Ecl. 
4.4, “la última edad del canto cumeo”), magnus saeclorum ordo (Ecl. 4.5, “un gran orden de 
los siglos”), Saturnia regna (Ecl. 4.6, “los reinos saturnios”), nova progenies (Ecl. 4.7, “una 
nueva progenie”), gens aurea (Ecl. 4.9, “la estirpe áurea”), magni menses (Ecl. 4.12, “los 
grandes meses”), venturo saeclo (Ecl. 4.52, “el siglo venidero”)57. En Geórgicas las 
apariciones de los términos son escasas y de hecho encontramos una sola cita para referirse 
de este modo a la edad de oro o a una edad primigenia en uirum terrea progenies (G. 2.341, 
“la térrea raza de los hombres”)58. No obstante, aparece la tierra de Italia referida como el 
lugar en donde habita Saturno, Saturnia tellus (G. 2.173, “oh tierra saturnia”) y dicho dios es 
                                                             
56 Una versión preliminar de este capítulo fue presentada como artículo y obtuvo una mención en la convocatoria 
2021 de los Premios AADEC “Jóvenes Investigadoras/es en Estudios Clásicos”, en la categoría “Jóvenes 
Graduados”, con el título de “El retorno legislado de la edad de oro en Eneida a través de la agricultura y la 
paz. Redeunt Saturnia regna”. Actualmente, se encuentra en proceso de publicación en la revista Argos. 
57 La edición utilizada para las Églogas 4 y 6 pertenece a Mynors (1969). Todas las traducciones latín-español 
nos pertenecen. 
58 La edición que utilizamos para Geórgicas pertenece a Mynors (1990). 
16 
 
nombrado a partir del epíteto propio del tiempo, aureus Saturnus (G. 2.538, “el áureo 
Saturno”), dándose a entender que regía en ese entonces. En Eneida vuelven a presentarse, 
como en la Égloga 4, los términos en su amplitud. Para hablar de los siglos que promoverá 
Augusto se dice aurea saecula (A. 6.792-793, “los siglos dorados”)59. Por nuestra parte 
consideramos que las referencias a Saturno, que abundan en la obra, implican también una 
mención del momento áureo: Saturnia arua (A. 1.569, “los campos saturnios”), regnata per 
arua Saturno (A. 6.793-794, “a través de los campos gobernados por Saturno”), parentem te, 
Saturne (A. 7. 48-49, “que tú, Saturno, eres su padre”), Saturnus senex (A. 7. 180, “el anciano 
Saturno”), Saturni gentem (A. 7.203, “estirpe de Saturno”), o fortunatae gentes, Saturnia 
regna, antiqui Ausonii (A. 11.252-253, “oh dichosa estirpe, reinos saturnios, antiguos 
ausonios”). En el libro 8 de Eneida a la estirpe anterior al tiempo de Saturno se la llama gens 
uirum truncis et duro robore nata (A. 8.315, “una raza de hombres nacidos de los troncos y 
del duro roble”) y genus indocile ac dispersum montibus altis (A. 8.321, “estirpe no civilizada 
y dispersa por los altos montes”). Se nombra el momento estricto en que Saturno gobierna a 
través de aurea quae saecula (A. 8.324-325, “estos siglos dorados”). Luego se menciona el 
cambio de nombre que ocurre en Saturnia tellus (A. 8.329, “la tierra de Saturno”) y se cuenta 
acerca de la fortaleza de Saturno (A. 8.357-358). De este modo, se observa el variado léxico 
que Virgilio utiliza para traducir el término griego γένος en la lengua latina. 
 
 
2.1.2. El retorno de la edad de oro 
 
Perkell en su trabajo “The Golden Age and Its Contradictions in the Poetry of Vergil”, 
del año 2002 comenta que las incongruencias que se presentan en el desarrollo virgiliano del 
mito de los tiempos dorados no se deben considerar como algo a lo que el lector necesita 
otorgarle una nueva coherencia, sino como el significado preciso del texto (p. 8). Así, según 
esta crítica, ciertamente las contradicciones en el tratamiento de Virgilio de la edad de oro 
reflejan las variadas tradiciones que ha heredado –dato relevante para nuestra tesina–; pero 
esto no significa que Virgilio usó esas tradiciones en conflicto de manera incoherente 
(Perkell, 2002, pp. 9-10). Para esta crítica, las contradicciones expresan la incerteza del 
                                                             
59 Seguimos en Eneida la edición de Conte (2019). 
17 
 
tiempo presente para sus lectores, quienes no pudieron, por supuesto, prever la trayectoria 
del gobierno augusteo o, en un sentido más amplio, la dirección de la historia (Perkell, 2002, 
p. 10); además, pueden ser leídas como un vehículo de protesta social tácita (Perkell, 2002, 
p. 10). Por nuestra parte, consideramos que hay un significado global en el uso del poeta 
mantuano dentro de la trama de las obras. De este modo, el objetivo de nuestro capítulo es 
analizar las menciones de la edad de oro en Eneida, deteniéndonos antes en Églogas y 
Geórgicas. 
A modo de hipótesis proponemos que, en Eneida, como en obras virgilianas 
anteriores (Ecl. y G.), se establece el concepto del posible retorno de la edad de oro, pero 
supeditado a la capacidad de determinados gobernantes itálicos de dar leyes, entre ellas las 
de la agricultura, y promover un estado de paz. Por ese motivo, tanto el reinado legendario 
de Saturno como el presente reinado de Latino y el futuro gobierno de Augusto serán 
considerados nuevas edades de oro con el término que Johnston (1980) establece al hablar 
de Geórgicas: the agricultural golden age. Es decir, Virgilio retoma el concepto ya planteado 
en Geórgicas fundamentado en que los agricultores pueden promover una nueva edad de oro 
en Italia, y lo introduce en Eneida durante diferentes gobiernos mítico-históricos que logran 
llevar paz a los pueblos. De este modo, se cambia la visión de la edad de oro, ya que se pasa 
de una más cercana al tratamiento hesiódico ausente de trabajo y ociosa al lado de los dioses 
(Ecl. 4) a otra con labor, pero con resultados beneficiosos (Geórgicas), aunque,como 
veremos, la edad de oro ocurre en Eneida durante breves períodos pacíficos rodeados de 
inminentes guerras (Zetzel, 1997). Así, el concepto desde la Égloga 4 a Geórgicas y a Eneida 
sufrirá alteraciones, pero sin perder su esencia y marca personal, que radica en que el retorno 
de la edad de oro es posible60. 
 
 
2.2. La edad de oro en Égloga 4 
 
                                                             
60 De este modo, Johnston explica que “the elements which are unique to Vergil’s golden age, however, and 
which therefore most affect the subsequent tradition, are the notions that the golden age can recur and that such 
an age will be base down the agricultural toil of its beneficiaries” (1980, p. 16). De acuerdo con esta idea, 
Perkell explica, siguiendo a Gatz (1967), que “the conception of a Return [sic] of the Golden Age appears to be 
Vergil’s own powerful innovation” (2002, p. 14).  
18 
 
Son dos las Églogas que abordan el tema de la edad de oro: la Égloga 4 y la Égloga 
6. Comenzaremos primero por la breve mención que se hace en la Égloga 661. Allí, luego de 
haber sido atrapado Sileno, en su canto cosmológico se menciona la edad de oro como 
Saturnia regna (Ecl. 6.41, “los reinos de Saturno”)62. En este relato, el reinado de Saturno se 
encuentra cronológicamente ubicado después de que ocurrió el diluvio y después de que Pirra 
lanzó las piedras para reconstruir la humanidad, pero antes de que Prometeo robe el fuego63. 
Aquí no está la idea de retorno, sino que hay una cronología de determinados mitos. Por el 
contrario, resulta importante destacar que en estos versos se habla de regna. Con esto 
entendemos que hace alusión a Saturno como rex de algún pueblo en la edad de oro. Cabe 
aclarar brevemente que Saturno, como explica Grimal (2014 [1951]), es un antiguo dios 
itálico identificado con Cronos, que vino desde el Olimpo griego a Italia, destronado por 
Júpiter, se instaló en el Capitolio romano y fundó un pueblo fortificado cuyo nombre era 
Saturnia (p. 475). Otra tradición decía que Jano lo había acogido en este lugar (Grimal, 2014 
[1951], p. 475). El reinado de Saturno fue próspero y se conoció como la edad de oro, ya que 
continuó la obra civilizadora iniciada por Jano y enseñó a los hombres el cultivo de la tierra 
(Grimal, 2014 [1951], p. 475)64. En cuanto a la imagen de Saturno, se lo representaba armado 
con una hoz o una podadera y se relacionaba su nombre con este invento, o con la 
generalización del cultivo y la poda de la vid (Grimal, 2014 [1951], p. 475). 
                                                             
61 En cuanto al canto de Sileno en relación con Metamorfosis, véase Martínez Astorino, 2015, pp. 77-91. Acerca 
de la Égloga 6 como canto cosmogónico en oposición a la Égloga 4 como canto cosmológico, véase Moorton 
Braund, 1997, pp. 204-221. La Égloga 4 y 6 son consideradas por Otis (1995 [1964]) dentro de los llamados 
poemas no-teocriteos (p. 128), ambas están relacionadas a través de una referencia cruzada (p. 129) y parecen 
pertenecer a la misma fecha de composición durante el consulado de Polión (p. 132). Sin embargo, la Égloga 4 
estaría en el conjunto de las romanas y julio-augusteas y la sexta entre las que desarrollan temas sin relación 
con Julio César o Augusto (Otis, 1995 [1964], p. 130). Véase Otis, 1995 [1964], pp. 98-143. 
62 Los versos completos son hinc lapides Pyrrhae iactos, Saturnia regna, / Caucasiasque refert volucres, 
furtumque Promethei (Ecl. 6. 41-42, “desde aquí refiere las piedras lanzadas de Pirra, los reinos de Saturno y 
las aves caucásicas y el robo de Prometeo”). Según Otis (1995 [1964]), la Égloga 6 en oposición a la cuarta 
narra la caída del hombre desde la paz y felicidad y desde la edad de oro o los reinos saturnios (p. 136). 
63 Johnston señala que no se hace aquí ninguna referencia a una nueva edad de oro “but the chronology which 
he there establishes leaves open the possibility of its renewal” (1980, p. 9). No acordamos con esta postura ya 
que no parece demostrarse explícitamente la renovación de los ciclos. En este sentido, Buisel afirma que “la 
referencia de Sileno sobre los Saturnia regna (VI, 41) con su carácter mítico pretérito e irreversible está inserta 
en un despliegue de sucesos ubicables en un tiempo primigenio sin carácter histórico” (1999, p. 49). Con 
respecto a la cronología, Otis (1995 [1964]) da entender que primero suceden los reinos de Saturno y luego la 
caída del hombre, la inundación y la segunda creación (p. 138). Sin embargo, ese orden no es el de aparición 
en esta Égloga, sino el que propone Ovidio en el primer libro de Metamorfosis. 
64 Además, su nombre lo coloca como dios del cultivo y tenía su festividad agrícola llamada Saturnalia en 
diciembre (O’ Neill Gross, 1945, p. 34). 
19 
 
En la Égloga 4 sucede algo completamente diferente. Buisel (1999) afirma que la 
presencia de lo político (el consulado de Polión) produce un quiebre en la noción cíclica 
hesiódica y aratea, que permite la historificación del mito (p. 41)65. De este modo, el molde 
de la cronología establecida en la Égloga 6 se rompe y ahora la edad de oro puede retornar66. 
Paulatinamente se van borrando, a la par que el niño nace y crece, las huellas del pasado, es 
decir, las huellas de las edades corrompidas, para llegar a generar una nueva edad de oro67. 
Entonces, si bien se sigue a Hesíodo y a Arato, se da una inversión cronológica y lo que era 
imposible se torna posible y revierte todos los males68. Así Virgilio utiliza el método que 
podríamos llamar “de sinécdoque” al describir en la edad de oro el resto de las edades. 
Luego de la invocación a las Musas (Ecl. 4.1) y de la captatio benevolentiae (Ecl. 
4.2-3), comienzan a evidenciarse los cambios y las nuevas temporalidades. Se hace alusión 
a los libros sibilinos al mencionarse los grandes meses y el canto cumeo (Ecl. 4.4-5) y se 
presenta nuestro interés, la incorporación de Saturno en la edad de oro como gobernante: 
iam redit et Virgo, redeunt Saturnia regna; 
iam nova progenies caelo demittitur alto. 
tu modo nascenti puero, quo ferrea primum 
desinet ac toto surget gens aurea mundo, 
casta fave Lucina; tuus iam regnat Apollo. (Ecl. 4.6-10) 
 
                                                             
65 En cuando a lo politico en esta Égloga Moorton Braund (1997) opina que “it is the political context of the 
poem which gives them significance” (p. 209). De este modo, comenta que dicha Égloga celebra el inminente 
retorno de la edad de oro y explícitamente lo conecta con los eventos políticos contemporáneos (Moorton 
Braund, 1997, p. 209). Martindale (1997), por su parte, opina que lo político está presente en toda la poesía 
bucólica virgiliana y para ello establece el término pastoral politics; así, explica que Virgilio politiza el espacio 
pastoral al admitir elementos del amplio mundo, al incluir el mundo de las grandes ideas políticas dentro de uno 
verde (p. 109). Tarrant, en consonancia con la idea de Martindale, entiende lo histórico como una característica 
que afecta a todas las Églogas virgilianas: “are paradoxically both the work in which contemporary events are 
most pervasively present and the one in which they are most thoroughly transformed to subordinate them to a 
poetic context” (1997b, p. 171). 
66 “The startling originality of the Eclogue lies in the notion of a Return” (Wallace-Hadrill, 1982, p. 20). Véase 
también Buisel 1999, p. 49. En este sentido, Otis (1995 [1964]) comenta que en la Égloga 6 se desciende desde 
la edad de oro a la edad de héroes y luego hacia la edad de hierro; en cambio en la cuarta se avanza desde la 
edad de hierro hacia la edad de héroes y la edad de oro (p. 139). 
67 En este sentido, Reckford acota que “Virgil feels that the Golden Age can be both here and now” (1958, p. 
83). Johnston, por su parte, coincide y agrega “the statement that the golden age will recur is in itself unique in 
the Greco-Roman tradition” (1980, p. 42). Asimismo,Buisel indica “esta inminencia áurea coloca al poeta 
latino en una perspectiva plena de esperanza que no se advierte en Hesíodo ni en ningún autor antiguo que 
incursionó en el tema, puesto que Virgilio ha imaginado la posibilidad de repetición del ciclo una vez cumplido, 
o mejor dicho de su etapa inicial (más allá nada se adelanta); el surgimiento del tiempo nuevo –otra diferencia 
con los modelos-, es su crecimiento graduado acompañando el desarrollo del puer” (1999, p. 49). 
68 Al respecto, Moorton Braund expone: “Virgil throws history into reverse, with the return of the Virgin 
goddess and the reign of Saturn (6) and with the iron age giving way to the golden race (8-10), inverting 
Hesiod’s myth of the races in Works and Days 109-201” (1997, p. 209). 
20 
 
Ya retorna también la Virgen, retornan los reinos de Saturno; ya una nueva progenie 
es enviada desde lo alto del cielo. Tú, casta Lucina, favorece al niño que nace ahora, 
por el que la estirpe de hierro por primera vez terminará y surgirá por todo el mundo
la estirpe áurea. Ya reina tu Apolo. 
 
Si bien encontramos a los reinos de Saturno, Saturnia regna, se nos dice que reina 
Apolo, regnat Apollo. Puede pensarse también que hay una referencia al hecho de que 
Saturno fue destronado por Júpiter y se escondió en el Lacio cuando dice iam nova progenies 
caelo demittitur alto (Ecl. 4.7, “ya una nueva progenie es enviada desde lo alto del cielo”). 
Quizás esta nueva estirpe pertenece a Saturno y por eso ha bajado del cielo, aunque no 
sabemos si fue Júpiter quien lo echó, porque no está el agente de la acción. Asimismo, 
queremos destacar en estos versos a la otra divinidad que aparece en iam redit et Virgo (Ecl. 
4.6, “ya retorna también la Virgen”) 69. Esta es la virgen mencionada por Arato, la Justicia, 
quien se había ido a los cielos en el relato griego a causa de que los hombres comieron la 
carne de los animales de trabajo entre otras cosas. Entonces la Justicia, que en Arato había 
huido, ahora en Virgilio retorna en esta nueva edad de oro, aunque pareciera no tener ninguna
relación con la agricultura. Incluso esta actividad es vista en Ecl. 4.18-20, 28-30, 39-41 como 
un obstáculo que se debe sortear para llegar a la perfección de una tierra que dé sustento sin 
trabajarla70. Esto se relaciona con la estirpe de oro de Hesíodo, dentro del mito de los metales, 
ya que allí tampoco se debía cultivar el suelo (Johnston, 1980, p. 43). Además, en Arato la 
Virgen proveía a los mortales todo lo necesario a través del cultivo del campo; en cambio, 
para Virgilio esto indica un periodo de degeneración (Johnston, 1980, p. 43). Según Strauss 
(2009), la desaparición de la agricultura en la nueva época es hecha explícita solamente en 
las líneas 39-41, donde constituye el evento culminante en la llegada de la edad de oro (p. 
14). Esta crítica comenta que con campus (Ecl. 4.28, “campo”) Virgilio se está refiriendo al 
Campo de Marte y señala que hay una tradición que cuenta que esa zona una vez ha sido 
                                                             
69 Según Buisel (2012), Virgo es otro de los nombres de la virtus (p. 9). Por ese motivo, luego el niño procurará 
ejercer la virtus (Ecl. 4.17). Véase también Buisel, 2012, pp. 12-13. 
70 At tibi prima, puer, nullo munuscula cultu / errantis hederas passim cum baccare tellus / mixtaque ridenti 
colocasia fundet acantho (Ecl. 4.17-20, “pero para ti, oh niño, la tierra derramará sin ningún cultivo los primeros 
regalitos, hiedras errantes por todos lados con el amaro y la colocasia mezclada con el sonriente acanto”). Molli 
paulatim flavescet campus arista / incultisque rubens pendebit sentibus uva et durae quercus sudabunt roscida 
mella (Ecl. 4.28-30, “paulatinamente el campo empezará a ponerse amarillo por la blanda espiga y la uva roja 
penderá de zarzas no cultivadas, y las duras encinas sudarán mieles cubiertas de rocío”). Omnis feret omnia 
tellus. / non rastros patientur humus, non vinea falcem; / robustus quoque iam tauris iuga solvet arator (Ecl. 
4.39-41, “toda la tierra llevará todas las cosas. El suelo no soportará los rastrillos, ni la viña la hoz; ya también 
el robusto campesino desatará los yugos a los toros”). 
21 
 
cultivada en el periodo real de los Tarquinos, pero que la producción de trigo fue consagrada 
a Marte y no pudo ser consumida (Strauss, 2009, p. 14). Así, “restored to its pristine 
agricultural productivity, the Campus Martius, no longer under the auspices of Mars, but now
under the tutelage of Apollo, represents an intermediate stage in the golden age’s return” 
(Strauss, 2009, p. 15). Siguiendo esta idea, debemos decir que el hecho de que triunfe y reine 
Apolo antes que Marte implica también el cese de la guerra civil, que nace desde las propias 
entrañas de Roma. En este sentido, cuando se habla de los priscae vestigia fraudis (Ecl. 4.31, 
“vestigios del antiguo fraude”), se anuncia que antes de completar el establecimiento de la 
edad de oro habrá que pacificar el orbe (Ecl. 4.17)71. Sin embargo, para lograr este estado, 
deberá antes guerrear el mismo niño hecho hombre (Ecl. 4. 34-36)72: “las hazañas guerreras 
no están vedadas al puer” (Buisel, 1999, p. 56). Según Perkell (2002), en esta Égloga vemos 
una fantasía particularmente romana, en la que hay una armoniosa paz, pero también hay 
conquista romana (p. 18). De este modo, “el precio de la paz es la guerra” (Buisel, 1999, p. 
56). En definitiva, la edad de oro que propone esta Égloga no surge espontáneamente, sino 
que es producto del nacimiento de un niño, de su correcta crianza y de su aprendizaje: “sin 
puer no hay edad de oro histórica, radicando aquí la absoluta novedad virgiliana, y sin puer 
dotado con la plenitud de la virtus no se rompe el oprimente retorno cíclico” (Buisel, 2012, 
p. 10)73. Además, hay que tener en cuenta que “lo que Virgilio desea no es un imaginario de 
evasión, sino un periodo de gobierno efectivo, lo suficientemente dotado de auctoritas para 
ordenar, pacificar y conciliar fuerzas en pro de un objetivo común” (Buisel, 1999, p. 51)74. 
                                                             
71 Esos pocos restos de un crimen pasado harán que la violencia aparezca también en el cultivo del campo: quae 
iubeant telluri infindere sulcos (Ecl. 4.33, “que obliguen a abrirle surcos a la tierra”). La pacificación del orbe 
se indica en: pacatumque reget patriis virtutibus orbem (Ecl. 4.17, “reinará el orbe pacificado con las virtudes 
paternas”). Con respecto al concepto de virtus, por un lado, Johnston señala que “he [Virgilio] is deliberately 
ambiguous as to whether it belongs to the arts of war (pacatum virtutibus) or peace (virtutibus patris reget)” 
(1980, p. 36). Por otro lado, Buisel acota que “la virtus requerida para su plenitud no es un rasgo ínsito en el 
puer y en la generación áurea al modo hesiódico, sino algo que se aprende y se practica con esfuerzo, al parecer 
el único trabajo del que no estarán eximidos los romanos del tiempo nuevo” (1999, p. 51). 
72 Alter erit tum Tiphys et altera quae vehat Argo / delectos heroas; erunt etiam altera bella / atque iterum ad 
Troiam magnus mittetur Achilles (Ecl. 4.34-36, “entonces habrá otro Tifis y otra Argo para que lleve a los 
selectos héroes; también habrá otras guerras y de nuevo el gran Aquiles será enviado a Troya”). Marinčič 
considera que Aquiles no es aquí el niño que va a nacer, sino que “he is an unequivocally negative character, 
perhaps even an opponent of the puer” (2002, p. 145). Por el contrario, Buisel entiende que Tifis o Aquiles es 
el puer “quien enviado al Senado debe autenticarse y legitimarse con su cuota de heroísmo guerrero” (2012, p. 
14). 
73 Con respecto a la consideración del quo (Ecl. 4.8) como agente causal, véase Buisel, 1999, p. 52 y Buisel, 
2012, p. 10. 
74 Marinčič (2002), por su parte, cree que la mención de Arcadia, en lugar de transportar al lector a un imaginario 
y espiritual paisaje, en realidad insinúauna identificación de la esperanza del poeta con el ideal pseudohistórico 
22 
 
En consecuencia, lo que se planteó en el inicio del retorno como reinado de Saturno, se 
transformó en el de Apolo hasta finalmente ser el reinado del niño, una vez que haya crecido 
(Ecl. 4.17). 
 
 
2.3. Saturno en Geórgicas 
 
La segunda obra en la que Virgilio aborda el tema de la edad de oro es Geórgicas75. 
Según Perkell, “the Georgics is the only one of Vergil’s poems that does not figure the 
Golden Age as a future occurrence” (2002, p. 18). En su primera aparición, la edad de oro se 
presenta durante un periodo previo a la incorporación de la agricultura por parte de Júpiter76. 
Así se expone que: 
ante Iouem nulli subigebant arua coloni: 
ne signare quidem aut partiri limite campum 
fas erat; in medium quaerebant, ipsaque tellus 
omnia liberius nullo poscente ferebat. (G. 1.125-128) 
 
Antes de Júpiter ningún colono cultivaba los campos: ciertamente ni era lícito señalar 
o distribuir con un límite el campo; buscaban [todo] para el bien común y la misma 
tierra producía todas las cosas con generosidad sin que nadie lo exigiera. 
 
Nótese que en estos versos aparecen las características comunes de la edad de oro: 
abundancia de alimentos y ausencia de agricultura, de división de campos y de mal. Perkell 
(2002) considera que aquí se invoca a la edad de oro hesiódica (p. 19)77. Sin embargo, esta 
                                                             
del mito histórico de Roma bien conocido por la audiencia romana (p. 144). Acerca de la Arcadia en Virgilio y 
su recepción, véase Schmidt (2014), quien no cree que el poeta mantuano haya pretendido establecer una 
relación directa entre la edad de oro y ese lugar, sino que esta fue creada por el Renacimiento. Acerca de la 
edad de oro, Arcadia y el locus amoenus, véase Johnston y Papaioannou (2013). 
75 A los fines de esta tesina, abordaremos las apariciones del tema de la edad de oro en el primero y el segundo 
libro de Geórgicas. No olvidamos que Saturno aparece con la figura de caballo en G. 3.93, pero no es motivo 
de este trabajo analizar ese pasaje. 
76 Pater ipse colendi / haud facilem esse uiam uoluit, primusque per artem / mouit agros, curis acuens mortalia 
corda / nec torpere graui passus sua regna ueterno (G. 1.121-124, “el mismo padre quiso que el camino del 
cultivo no fuera fácil, y fue el primero que removió los campos a través de un arte, purificando con cuidados 
los corazones de los mortales, y no toleró que sus propios reinos estuvieran inertes a causa del pesado letargo”). 
El término ars para referirse entre otras cosas a la agricultura aparece nuevamente en G. 1.133 y 1.145. Con 
respecto a la agricultura, luego aparece en el mismo libro la figura de Ceres como quien la establece G. 1.147-
149. 
77 Además, respecto de G. 1.125-128 cree que es complicado aislar una respuesta, dada la composición del 
pasaje, acerca de qué única parte parece claramente evocar la edad de oro hesiódica de manera positiva, mientras 
23 
 
crítica afirma que en la versión de la edad de oro en G. 1.127 se encuentra una idea moral 
que no tiene precedente en Hesíodo y es una comunidad sin jerarquía entre toda la gente 
(Perkell, 2002, p. 20)78. El hecho de que se focalice en la comunidad cobra sentido, según 
esta crítica, si pensamos en la época en la que Virgilio escribió estos versos: “civil war, which 
continued through most of Vergil’s life, is the starkest inversión of community” (Perkell, 
2002, p. 20). Así, el poeta mantuano invertiría los valores de su presente en la descripción de 
la edad de oro en el pasado. Además, se produce un paralelo entre la comunidad de hombres 
y la comunidad del hombre y la naturaleza (Perkell, 2002, p. 20). A pesar de tratarse del 
tiempo anterior al reinado de Júpiter, no se menciona la figura de Saturno aquí, pero en fas 
(G. 1.127) está presente, según Perkell (2002), la ley divina que moldea la relación del 
hombre con la naturaleza y con otro hombre (p. 20). De este modo, la armonía afecta todos 
los elementos involucrados en esa edad. 
Ya en el segundo libro Italia es descripta como una edad de oro en el presente, G. 
2.151-15479. Y unos versos más adelante ocurre la alabanza a la tierra saturnia: Salve, magna 
parens frugum, Saturnia tellus, / magna uirum (G. 2.173-174, “salve, oh tierra saturnia, gran 
madre de granos, gran madre de varones”). Vemos de este modo que Italia es mencionada 
como Saturnia, ubicándose allí el reino de Saturno. Se resalta también la abundancia que la 
caracteriza; además aparece la fuerza de trabajo, los hombres que habitan la tierra y que 
deben cultivarla. Más adelante se presenta una breve descripción del primer origen del mundo 
en términos de la edad de oro sin considerarlo explícitamente como tal: 
uer illud erat, uer magnus agebat 
orbis et hibernis parcebant flatibus Euri, 
cum primae lucem pecudes hausere, uirumque 
terrea progenies duris caput extulit aruis, 
immissaeque ferae siluis et sidera caelo. (G. 2.338-342) 
 
                                                             
que la otra parte es leída por muchos como si pusiera, al contrario, los valores de la tradicional edad de oro en 
cuestión (Perkell, 2002, p. 19). Bisignano también acuerda con la idea de la fuente hesiódica: “las características 
de la aurea aetas son las mismas que las que enuncia Hesíodo y retoma asimismo Virgilio en las églogas” 
(2017, p. 5). 
78 Perkell (2002), siguiendo a Gatz (1967), señala que las ideas de ausencia de propiedad privada y de leyes no 
ocurren en la tradición griega y son una innovación romana de Germánico y Justino (p. 20). 
79 Al respecto, Mynors comenta en su apartado de los versos G. 2.151-2 que “the abence [sic] of carnivorous 
beasts, poisonous plants and large coiling serpents is also intended to give Italy a colouring of the Golden Age 
(cf. E. 4.22-5)” (1990, p. 121). Para un análisis de la representación de Italia como edad de oro en Geórgicas, 
véase Otis, 1995 [1964], pp. 164-167. 
24 
 
Aquello era una primavera, el gran orbe conducía la primavera, y los Euros se 
guardaban en los soplos invernales, cuando las primeras bestias agotaron la luz y la 
térrea raza de los hombres elevó la cabeza de los duros campos y las fieras fueron
enviadas a los bosques y los astros al cielo. 
 
Es necesario destacar en este pasaje dos elementos: la primavera y la agricultura. Por 
un lado, Ovidio, en el primer libro de Metamorfosis, leerá este pasaje y lo tomará para su 
descripción de las edades míticas, ya que se señala que en la edad de oro la estación que 
existía era la primavera y, luego, Júpiter divide el año y agrega las restantes. Por otro lado, 
nótese la metáfora agrícola al describir el nacimiento de los hombres como si fueran brotes 
que buscan las estrellas. Asimismo, la dirección de la humanidad hacia la elevación será un 
elemento que se considerará en la obra ovidiana. Aunque en este caso no se nombre ni a la 
figura de Saturno ni a la edad de oro, la referencia a una progenie que nace como si fuese un 
brote y la presencia de la primavera como única estación nos dan a entender que este dios y 
el tiempo primigenio están implícitos aquí. Otis (1995 [1964]), quien acuerda con esta 
lectura80, indica oportunamente que la mención de la primavera está en relación con el 
comienzo de la alabanza a Italia (p. 166): hic uer adsiduum (G. 2.149, “aquí la primavera 
está establecida”). Posteriormente, cuando se habla de los cuidados de la vid, aparece la hoz 
de Saturno como herramienta, curuo Saturni dente (G. 2.403-407, “la corva hoz de Saturno”). 
En este sentido, para Virgilio los agricultores al trabajar el campo itálico producen una nueva 
edad de oro (G. 2.490-502), porque así se alejan de la corrupción que genera la ciudad. Por 
esto se describe a Italia en esos términos. Además, entre ellos se encuentran restos de la 
justicia aratea, pero en la tierra, porque provee a todo el

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