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Este documento está disponible para su consulta y descarga en Memoria Académica, el repositorio institucional de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la Universidad Nacional de La Plata, que procura la reunión, el registro, la difusión y la preservación de la producción científico-académica édita e inédita de los miembros de su comunidad académica. Para más información, visite el sitio www.memoria.fahce.unlp.edu.ar Esta iniciativa está a cargo de BIBHUMA, la Biblioteca de la Facultad, que lleva adelante las tareas de gestión y coordinación para la concre- ción de los objetivos planteados. Para más información, visite el sitio www.bibhuma.fahce.unlp.edu.ar Licenciamiento Esta obra está bajo una licencia Atribución-No comercial-Sin obras derivadas 2.5 Argentina de Creative Commons. Para ver una copia breve de esta licencia, visite http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/2.5/ar/. Para ver la licencia completa en código legal, visite http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/2.5/ar/legalcode. O envíe una carta a Creative Commons, 559 Nathan Abbott Way, Stanford, California 94305, USA. Director: Ohana, María Cecilia Cafiero, Irene Isabel Tesis presentada para la obtención del grado de Licenciada en Historia Cita sugerida Cafiero, I. I. (2011) La educación de los descendientes de inmigrantes japoneses en la Colonia Justo José de Urquiza [en línea]. Tesis de grado. Universidad Nacional de La Plata. Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación. Disponible en: http:// www.memoria.fahce.unlp.edu.ar/tesis/te.465/te.465.pdf La educación de los descendientes de inmigrantes japoneses en la Colonia Justo José de Urquiza www.memoria.fahce.unlp.edu.ar www.memoria.fahce.unlp.edu.ar www.bibhuma.fahce.unlp.edu.ar http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/2.5/ar/ http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/2.5/ar/legalcode 1 Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación Universidad Nacional de La Plata Departamento de Historia Tesina de Licenciatura en Historia La educación de los descendientes de inmigrantes japoneses en la Colonia Justo José de Urquiza. Autora: Prof. Irene Isabel Cafiero Directora: Dra. María Cecilia Onaha, Prof. Adjunta a cargo de la cátedra de Historia de Asia y África. UNLP. Año: 2011 2 Agradecimientos Muchas son las personas a quienes debo agradecer su aporte en la realización de este estudio. En primer lugar mi directora de tesis, la Profesora María Cecilia Onaha, a la que me une tanto el afecto como el reconocimiento por su labor en la Universidad y mi vinculación con ella a través de la cátedra de Historia de Asia y África, y en el Proyecto de Intercambio para alumnos extranjeros. Me ha guiado en numerosos trabajos, que he presentado en Jornadas, Congresos y en varias publicaciones. En segundo lugar debo agradecer el apoyo y comprensión de mi familia. También, de manera muy especial, a las personas que colaboraron relatándome sus vivencias o respondiendo encuestas, ya sea que residen en el país, o en el extranjero. A la Profesora Estela Cerono, por sus consejos y trabajos compartidos relacionados con la investigación de la colectividad japonesa. A Marcela Marini, María Eugenia Moldero, María Andrea Eirin y Luz Suárez Pepe por sus sugerencias y correcciones lingüísticas. A las instituciones y directores que posibilitaron el desarrollo del presente trabajo: Al Centro de Estudios Japoneses, al Instituto de Relaciones Internacionales, a la Asociación Japonesa La Plata, a la Escuela de Idioma Japonés (Nihongo Gakko), al Centro de Estudios Migratorios de Argentina (CEMLA), al Centro de Estudios Emigratorios de Roma (CSER) por los aportes teóricos sobre inmigración y al Instituto de Estudios de Genealogía y Heráldica de la Provincia de Buenos Aires en los estudios sobre familia. Por último a la Doctora Silvia Mallo y al Instituto Sánchez Albornoz, que me dieron los primeros rudimentos en archivística e investigación. 3 Indíce: Pág. Agradecimientos 1- Introducción 4 1-1 Ubicación del Objeto de estudio, en tiempo y espacio, en una localidad cercana al Partido de La Plata. 6 2- Marco histórico conceptual. 11 3- La educación y la escuela. Algunas definiciones. 23 3-1- La educación en Japón antes de la segunda guerra a la actualidad. 29 3-2- La educación en Argentina, desde los inicios a la actualidad. 42 4- La Colonia de Inmigrante Japoneses de La Plata y sus dos patrones culturales: la Asociación Japonesa y la Escuela. 56 4- 1- Asociación Japonesa. 56 4-2- Escuela Japonesa. 58 5- La educación de los nikkei: carrera y proyección. 70 6- En el mismo ámbito geográfico una breve comparación con otra colonia de “migrantes”: los Inmigrantes Italianos de Colonia Urquiza. 82 7 – Conclusiones. 89 Bibliografía general. 92 Bibliografía específica. 95 Índice de cuadros y fotos. Mapa, con la ubicación de la Colonia Urquiza. 6 Cuadro de carreras. 76 Muestra fotográfica: escuelas de la Colonia Urquiza 55, la Asociación Japonesa 57, Fiestas 63, 65, 66. Fotos de la Escuela Japonesa 58, 70, de egresados universitarios 75, de policías 78. 4 1- Introducción Este trabajo es el resultado de un estudio sobre la evolución de la visión que sobre la educación tiene un grupo de inmigrantes japoneses1 y sus descendientes, los nikkei2, radicados en la Colonia Justo José de Urquiza. El caso es analizado desde un marco teórico que abarca el concepto de cultura y sus variables, donde la interculturalidad es la resultante. Desde este marco teórico, es posible visualizar cómo se manifiesta esta comunidad, en relación con la sociedad receptora, en este caso la platense y las características propias educativas. Para ello, se realiza una síntesis de la educación en Japón, en especial de posguerra3, ya que los padres de la generación que nace en Argentina traen consigo, con la emigración, un bagaje cultural y educacional de su país de origen correspondiente a la etapa anterior al movimiento migratorio. Al instalarse enuna colonia agrícola en Argentina esta visión perdura y forma parte de sus comportamientos, por lo tanto construyen el imaginario de la comunidad en un lugar propicio para reproducirlo, manteniendo rasgos particulares. No sólo se analiza el ámbito rural, también se contempla su relación con el ámbito urbano, sus influencias o no dentro de ese espacio geográfico. Para establecer parámetros se realiza un apartado comparativo con otra comunidad que arribó al país al mismo tiempo y en las mismas condiciones que el caso abordado en este trabajo, algunos exponentes de la colectividad italiana, con el fin de observar diferencias o similitudes en la educación de los hijos, los proyectos, los logros o las deserciones. 1 Cabe aclarar que en el siguiente trabajo se hace alusión a los inmigrantes, por que es el carácter con el que ingresaron a la Argentina, pero hoy en día ya tienen la residencia y aducen en las entrevistas que este es el país que han elegido para vivir y morir en él. 2 De sangre japonesa. 3 Con una previa síntesis de la educación en Japón desde la Reforma Meiji para poder visualizar su desarrollo a la actualidad. 5 Se hará referencia a los cambios en política educativa de ambos países, Japón y Argentina, desde el ingreso a la modernidad (desde la reforma Meiji y la generación del ´80) hasta la actualidad, los que produjeron un proceso educativo, en el siglo XX, al cual se sumará los inmigrantes de posguerra y su familia (los nisei4, los sansei5). El pensamiento de los issei6 en pos del progreso propio y el de su descendencia será vital en la elección de la orientación para sus hijos pero también la influencia del medio será significativa. En consecuencia será relevante un breve recorrido histórico desde la instalación de la colonia japonesa en el Partido de La Plata hasta su asentamiento definitivo, mediante un modelo cultural donde la cooperación, asociación y educación se interrelacionan. La reconstrucción de la educación de los nikkei, se lleva adelante a través de los informantes, que respondieron las entrevistas y las que permitieron el testimonio vivo de los protagonistas. Los mismos dieron cuenta por un lado de los logros: el paso por las escuelas comunes7, el estudio del idioma japonés y sus beneficios8, la búsqueda de carreras a nivel terciario o universitario9, el posterior perfeccionamiento en el país o en Japón10. Por otro de las falencias: el abandono de los estudios secundarios o superiores y la resignificación del trabajo de los padres, en el campo, colaborando con ellos. Para el análisis de estos últimos, se considera no sólo la particularidad de algunas familias japonesas, sino también la generalidad que afecta a la Argentina en un sentido amplio sobre las causas de repitencia y deserción escolar. Por último, en base a la muestra de los egresados de establecimientos superiores (producto de las encuestas y de los relatos), veremos algunos casos particulares de varios nisei, que eligieron la carrera, o el bachillerato, en administración policial. 4 Segunda generación. Primera generación de japoneses nacidos en el extranjero. 5 Tercera generación. Segunda generación de japoneses nacidos en el extranjero. 6 Japoneses. Primera generación de nativos japoneses que emigraron al extranjero. 7 La escuela rural de la zona, o en la ciudad, la primaria y la secundaria. 8 En una escuela privada organizada por la comunidad: La Plata Nihongo gakko, Escuela japonesa de La Plata. 9 Elección personal, por consejo de los padres o por moda. 10 A través de becas, la experiencia de dekasegi, aquellos que regresaron y continuaron sus progresos en Argentina o los que emigraron a Japón y atraídos por mejores condiciones se quedaron en aquel país, el caso de algunos emigrados universitarios. 6 1-1 Ubicación del objeto de estudio, en tiempo y espacio. La Colonia General Justo José de Urquiza (comúnmente llamada Colonia Urquiza)11 se encuentra situada en las proximidades de la localidad de Melchor Romero, en la circunscripción VIII de la zona sur del Partido de La Plata 12 de la Provincia de Buenos Aires, ubicada dentro del radio que comprende la siguiente demarcación: desde las calles 178 a Ruta Provincial 36 y desde la calle 513 hasta la calle 448. Cubre una superficie de 724 hectáreas. Dividida por el Consejo Agrario Nacional, en 85 parcelas cuya superficie oscila entre las 4 y 13 hectáreas cada lote13. Su emplazamiento se relaciona con las condiciones óptimas del terreno para la agricultura en especial, a la que luego se le sumará la floricultura. En principio, la colonia fue pensada para grupos de inmigrantes de distintas nacionalidades europeas (preferentemente italianos, los japoneses recién se incorporarán en la década del ´60), 11 Cafiero, Irene Isabel y Cerono, Estela: Una mirada a la Inmigración japonesa en la Argentina: el caso de la Colonia General Justo José de Urquiza en el Partido de La Plata (Provincia de Buenos Aires), formas de adaptación de los Issei y Nikkei. Presentado en el Congreso de ALADAA en México, 2004. 12 En el momento de la llegada de los primeros inmigrantes se llamaba Municipalidad María Eva de Perón. 13 Ver mapas en el anexo, la división de los terrenos de la Colonia Urquiza datan del segundo gobierno de Perón. El promedio de hectáreas por familia es actualmente de 4 a 9 hectáreas. 7 los cuales fueron supervisados en un 60 % por un inspector y un ingeniero en la agricultura u horticultura14. Por tal razón el Consejo Agrario Nacional 15 crea la Colonia Justo José de Urquiza con los primeros inmigrantes italianos. Cabe señalar que el espacio donde actualmente se encuentra ubicada, fue propiedad de dos inmigrantes terratenientes europeos. Uno de ellos: Guillermo Decker, holandés, tenía sus terrenos comprendidos desde la zona de Abasto hasta la Ruta Provincial 36 y Ruta Nacional Nº 2. El otro, John Mhay, inglés, era el dueño originario del territorio de la Colonia, que comprendía desde la localidad de Melchor Romero hasta la calle 448 y desde 178 a Ruta Provincial 36. Ante la inminente aplicación de la Ley de Nacionalización de grandes latifundios (expropiación de territorios en 1948) durante el gobierno de Juan Domingo Perón. Estos terratenientes decidieron venderles sus tierras o gran parte de las mismas a sus puesteros o inquilinos (quienes resultaban ser vecinos) entre los que se contaban algunos que habían venido como inmigrantes a principios de siglo, tal el caso de la familia Perazo, que luego vendió parte de sus territorios a familias japonesas como los Tsuru, los Tsunoda, los Miyawaki. La familia Peña, compró tierras que actualmente ocupa la Sede del Club de los Japoneses, que en la jerga popular se lo conoce como Campos Peña, y otros terrenos que luego vendieron a familias japonesas, cumpliendo con la ley provincial que establece que los lotes no deben subdividirse en menos de 4 hectáreas. Las tierras que no se llegaron a vender, quedaron como saldo, fueron entregadas al gobierno, quien pasó a administrarlas a través de Asuntos Agrarios de la Nación para derivarlas a la repartición de Colonización; debido a ello, surge un proyecto de colonización en pro de la agricultura u horticultura y se comienzan a construir las primeras casitas dentro de predios de 4 a 8 hectáreas para los futuros inmigrantes. Las primeras 5 familias que arribaron al 14 Boletín de Estudios Geográficos Nº. 58 Vol. XV, enero-marzo de 1968. La Inmigración Japonesa en la República Argentina. Estudio Preliminar. Hebe Haydée Erb. Teresa Gashu. Lucía Gibó. Nidia Edda Milanese. Susana Elena Molfino. Pág. 33 a 36, la argumentación acerca del porcentaje expresado tienepor primacía la dedicación exclusiva de los colonos a la producción de verduras para abastecer a la Capital, en cuanto al resto (40 %) lo dejaba a elección del cultivador como utilizar el terreno, recién con la entrada de los japoneses en los años ´60 se estipuló que lo dediquen a la floricultura. 15 Este Consejo era dependiente del Ministerio de Agricultura y Ganadería (para la instalación de colonias hortícolas, tamberas y granjeras). En 1958, se creó la Comisión Nacional de Colonización con inmigrantes que dependía del Consejo. 8 lugar, de origen italiano fueron: en 1954 la familia Di Carlo, en 1955 las familias Fanara, Petix, Tripi, Di Marco y Vaccaro (está última al poco tiempo emigró hacia la ciudad); en 1960 llegaron las familias Minela, Spina, Destro, Fragotti, Di Clemente, entre otras.16. Según las apreciaciones de Nakashima Tyoichiro, quien en los años ´60 recorriera diversos lugares de los alrededores del Gran Buenos Aires, en busca de un sitio ideal para establecer una colonia de japoneses, reconoció este sector sur de La Plata como el más apto, por lo cual entabló negociaciones con el Gobierno Argentino para concretar un proyecto auspiciado por Japón.17 Según la llegada de los primeros inmigrantes japoneses a la Colonia Urquiza se puede identificar la procedencia de tres corrientes: - La primera es la que se relaciona con los que vienen directamente desde Japón, que intervinieron en el proyecto de estudiantes selectos que viajaron a California, Estados Unidos, para aprender o perfeccionarse sobre las técnicas de agricultura y que el gobierno japonés les propuso emigrar hacia la Argentina (el precursor de este proyecto fue Nakashima Tyoichiro que logró instalar las primeras 10 familias). - La segunda se relaciona con los que vinieron de otras zonas de la República Argentina, y que llegaron al lugar por contrato con el gobierno argentino, en su mayoría jóvenes solteros que se habían instalado temporalmente en distintas zonas propuestas, algunos regresaron a Japón y otros solicitaron a JICA18 un lugar para poder establecerse, siendo la Colonia Urquiza la elegida para afincarse definitivamente. 16 Información otorgada por un oriundo del lugar Rubén Perazo, bisnieto de inmigrantes italianos que nació y vive actualmente en la Colonia y cumple funciones como Presidente de la Cooperativa de Teléfonos de Abasto, con interés de integrar las colectividades de la zona tanto italiana, española, portuguesa y japonesa, se encuentra en la etapa de recopilación de historias del lugar que se sumará al rescate de un patrimonio arquitectónico rural de 120 años que acogerá relatos, vivencias y material ilustrativo. 17 En Japón en 1954 se creó la Federación Japonesa de Asociaciones de Emigrantes presidida por Shozo Murata. Por ley de la Dieta del 8 de julio de 1963 se estableció el Servicio de Emigración del Japón, cuya representación funcionaba en Buenos Aires en Belgrano 863. El Servicio, cuyo director era Kenji Hirooka, dependía del gobierno japonés y sus antecedentes eran dos organismos creados en 1955, dependientes del Ministerio de Relaciones Exteriores del Japón: la Federación de Asociaciones de Ultramar, y la Compañía Pro Fomento de la Emigración Japonesa; establecieron oficinas por varios países creándose colonias agrícolas como objetivo primordial. 18 “Agencia de Cooperación Internacional del Japón” creada en 1974 sucesora del “Servicio de Inmigración de Japón”. 9 - La tercera proveniente de la República de Bolivia y República del Paraguay, a través del mecanismo de deslizamiento19 y llamado. Llegaron a Colonia Urquiza y fueron contratados como empleados de otros japoneses hasta obtener el dinero necesario para independizarse y acceder a la compra del terreno, tal son los casos de las familias Morita, Wago, Nishida, etc. El 90 % de la población que vive actualmente en la Colonia lo hizo de esta manera. En los registros del lugar, de 196120, figura como primera familia de origen japonés a la de Tosaku Nishiiyama (de 4 miembros) que se dedicó al cultivo de claveles y contó con un invernáculo. Dicha familia luego emigró al Brasil. Entre las primeras familias fundadoras, del año 1962, sobre un total de 25 familias, 12 tenían un miembro que era técnico especializado en California, como en el caso de la familia Tsuruoka, que arribó desde la República Dominicana21 (también desde esta República, lo hicieron las familias Fuchiwaki y Maeda); la familia Satonobu, en cambio proveniente de la provincia de San Juan y la familia Nishida, de la República del Paraguay, la que por deslizamiento llegó a la zona sur de la provincia de Buenos Aires y luego se trasladó a esta colonia, dedicándose a la producción de verduras. En 1963 se instalaron 15 familias más. En cuanto al lugar de origen de los miembros de la Colonia se pudo establecer que hay un gran porcentaje proveniente de la Isla de Kyushu, en especial de las provincias de Kagoshima y Kumamoto; de la Isla de Shikoku, de la provincia de Kochi, que presenta una particularidad muy especial, debido a la pobreza reinante luego de la Segunda Guerra Mundial, muchas familias de pueblos de esa provincia migraron hacia la República del Paraguay y luego a la República 19 Laumonier, Isabel: “La colectividad japonesa: una ruptura, una adaptación. Transculturación y adaptación de nipones migrantes en la Argentina” Cap III Los japoneses en Argentina pág 22 20 Para los 30 años de la fundación del club de los japoneses, se realizó un libro conmemorativo, con relatos de los primeros colonos, de las primeras reuniones, del desarrollo de la colonia de japoneses, presenta un anexo fotográfico que documenta las actividades del club. Editado el 30 de junio de 1994 bajo el rótulo de “Japoneses en La Plata”. 21 Proyecto que resultó un fracaso para el Gobierno Japonés en cuanto al establecimiento de colonos, por lo cual muchos emigraron hacia otros sitios de América Latina que presentaran mejores perspectivas, tal es así el caso de esta familia que emigra a la Argentina a través del mecanismo de deslizamiento. 10 Argentina22; algunos de la Isla de Honshu, preferentemente de la provincia de Hiroshima y de la zona norte de Akita; en cambio, de la isla de Hokkaido arribó un numeroso contingente. En cuanto a la presencia de okinawenses (que en el país ha sido muy notoria su entrada desde principios del siglo) se registran pocas familias como las de Shimabuokuro y Yamasato. La característica fundamental de la Colonia Urquiza es que se trata de una colonia relativamente joven (de la década del ´60) cuyo rasgo distintivo es la de contar con un porcentaje elevado de issei, pero cabe mencionar que con el correr de los años los nisei y sansei muestran un número cada vez más elevado de miembros. 22 Durante la pos guerra en el proceso de industrialización del Japón, pueblos del interior migraron hacia las grandes urbes o debido a las posibilidades de mejorar la situación hacia Sud América, es así como, entre 1956 a 1959 migraron de la prefectura de Kochi 20 familias de cada pueblo: Taisho, Gohoku, Iusuhara, Nyodo, según los registros de entradas al Paraguay (aproximadamente 200 individuos), por convenio, a cada familia, se le ofrecía 25 hectáreas, las cuales al comienzo fueron suficientes para la mantención de la familia, pero no así para expectativas futuras , por lo que muchos decidieron venderlas y trasladarse a otros lugares con otras oportunidades, algunos lo hicieron en el mismo Paraguay y otros migraron hacia Argentina. Misma situación presentó la prefectura de Ehime. Lo curioso de la instalación es que, se agrupaban según la zona de procedencia y bautizaban el barrio con el nombre de su puebloo prefectura (información proporcionada por Hiroshi Tsuru) 11 2- Marco histórico conceptual. Nuestro análisis se centrará en el espacio temporal de mediados del siglo XX, los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial hasta el 2010. No obstante es necesario hacer un relevamiento de las instancias previas y para ello se realizará una descripción de los procesos históricos, educativos observando los cambios que la Sociedad fue experimentando y en particular la comunidad de estudio. Este recorrido intenta establecer lineamientos conceptuales generales y particulares sobre cultura y su relación con la comunidad analizada. Siguiendo las nociones de cultura y sociedad esbozadas por Pierre Bourdieu y Néstor García Canclini, retomaremos aquella primera noción de cultura como un cúmulo de conocimientos, aptitudes intelectuales y estéticas, pero que al confrontarlas con naturaleza y sociedad, surge las diferencias planteadas por Bourdieu al mostrar que tienen dos tipos de relaciones: las de fuerza (valor de uso y cambio) y de sentido, que organiza la vida social, es decir, las relaciones de significación. Ese mundo de las significaciones del sentido, constituirían según el autor, la cultura. Canclini amplió, con el aporte del estudio latinoamericano, lo trazado por Bourdieu, diciendo que, la cultura abarca el conjunto de los procesos sociales de significación, de producción, de circulación y de consumo en la vida social que, dentro de las sociedades contemporáneas, el mismo objeto puede transformarse a través de los usos y reapropiaciones sociales. Al relacionarse unos con otros aprenden a ser interculturales, por lo tanto, en esta época, nuestro barrio, nuestra ciudad, nuestra nación, son escenarios de identificación, de producción y reproducción cultural. La cultura es vista, como la instancia en la que cada grupo organiza su identidad. En el caso analizado por ser su situación de agrupamiento en una colonia rural, se visualiza una identidad japonesa y propia a pesar del trato con la población cercana. Ello se ve de manifiesto a través del mantenimiento de rasgos generales muy fuertes como son el idioma, algunas costumbres culinarias o ciertos rituales como festejos, funerales, pero en otros ha asimilado los aportes de la 12 sociedad receptora por medio de la educación de sus hijos y su sociabilidad, y también de los contactos económicos a partir de la floricultura. En cuanto a los festejos que la colectividad japonesa desarrolla en Argentina, desde hace un tiempo ha dejado de ser algo exclusivo de ese “círculo” y el mismo se debe a su difusión, al interés de jóvenes y no tan jóvenes por el mundo asiático que favorece la adopción de elementos de esa cultura, por ejemplo, vestimenta, alimentos, decoraciones, idioma, música, etc. Pero cabe mencionar que no todo en las prácticas sociales es cultura, pero cualquier práctica social en el trabajo, en el consumo, contiene una dimensión que le da el sentido y que la constituye culturalmente, haciendo posible la interacción en la sociedad. Esta es la instancia simbólica de la producción y reproducción de la cultura en la sociedad. Por otro lado, en la relación con la sociedad receptora, el proceso de construcción de la cultura, se ve afectada por la incorporación de elementos de esa sociedad receptora, por lo que, la cultura es la escena en que adquiere sentido los cambios, la administración del poder y la lucha contra el poder. Los recursos simbólicos y sus diversos modos de organización tienen que ver con los modos de auto representarse y representar a los otros en relaciones de diferencia y desigualdad, o sea, nombrando o desconociendo, valorizando o descalificando. Esta instancia de la conformación del consenso de la hegemonía, configuran una cultura política que adquiere legitimidad, por lo que el acto cultural ejerce poder. El imaginario que tiene la comunidad platense sobre la comunidad japonesa, se manifiesta de dos maneras: en lo escrito (en los artículos reflejados en los periódicos) y en lo verbal (en el trato cotidiano y en el decir de la gente) como por ejemplo: “los japoneses son muy trabajadores, logran sus objetivos a través de su tenacidad”, y siempre se los identifica como una comunidad "oriental” a pesar que ya muchos han nacido en este lugar. Actualmente la comunidad se la ve más comprometida al realizar críticas o reclamos al desempeño de la administración pública, visualizadas en la prensa escrita o interviniendo en las marchas, como resultado han logrado mejoramientos no solo para la comunidad, sino para su 13 entorno, con lo que vemos cambios en el imaginario de la gente a cerca de la pasividad ya que nos demuestran un compromiso político con la sociedad.23 Como el caso analizado se encuentra inmersa en una comunidad occidental, pero que mantiene rasgos propios, debemos hacer mención al debate a cerca de la noción de comunidad occidental bosquejadas por Brunner , Gramsci y Weber, que han considerado y enunciado en sus trabajos que la cultura occidental ha sido, un vehículo del modernismo y de la modernización y por este concepto, ha desatado una serie de revoluciones, en el modo de producción, de intercambio y de comunicación entre los individuos y las sociedades cuyos efectos todavía nos acompañan y moldean nuestro mundo. Tanto es así, que Brunner mencionaba que, la hegemonía de la cultura occidental, su predominio como forma de organización de la experiencia vital, se expresa en la difusión de una modernidad que a la postre se impone universalmente como experiencia y como imagen del progreso y que lo hace posible, contradictoriamente, bajo las modalidades del mercado internacional, el Estado Interventor, la burocratización de la existencia colectiva, la aplicación del conocimiento al control del medio, la secularización de la vida social y la masificación del consumo cultural son los resultados visibles de cómo se manifiesta la cultura occidental. (Brunner, 1992:165). En cambio, la pos modernidad representaría, en el Occidente la pérdida de vigencia, incluso la progresiva desaparición de las viejas tradiciones históricas europeas a las que Alfred Weber hacía referencia. Según ha escrito Baudrillard, sociólogo francés, solo en América (del norte) el modernismo es realmente original y en ninguna otra parte, Europa sería entonces, 23 Para más información consultar el trabajo de Estela Cerono, sobre las publicaciones periodísticas acerca de la comunidad nipona:”La Colonia General Justo José de Urquiza en el diario El Día, de La Plata: visibilidad pública de la colectividad japonesa en un recorrido desde 1964 hasta hoy” o en el trabajo de Irene Cafiero: “La colectividad japonesa de Colonia Justo José de Urquiza del partido de La Plata y la prensa escrita local”, ambos estudios fueron presentados en el Congreso Nacional de ALADAA de 2008. En 2010 la comunidad se ha manifestado fuertemente al rechazar la instalación de un barrio (www.atepba.org.ar/IMG/doc/4_MAYO.doc del 4 de mayo 2011) y de un basural (http://www.eldia.com.ar/edis/20070324/laciudad15.htm Impreso en El Día 24 de abril 2007 o http://www.infoabasto.com.ar/nota.asp?id=1654 del 1 consulta de julio 2011) que haría cambiar la fisonomía del mundo rural. Incluso recientemente En La Plata Hochi, noticiero del Plata, periódico de la Colectividad japonesa, en una edición especial de año nuevo (No. 8314, año 64, 8 de enero de 2011 Bs. As. Pág. 2 al 7) se hace alusión en varios artículos el gran compromiso con la política del país de dirigentes descendientes de japoneses. 14 literalmente, el centro del viejo mundo. América, por el contrario, encarnaría los mitos del modernismo; sería la punta y no sólo el centro del nuevo mundo de Occidente, donde los Estados Unidos, simbolizaría la utopía realizada. Siguiendo estasreflexiones y adentrándonos en la sociedad donde está inserta la comunidad japonesa, cabe señalar las reflexiones a las que llegan Canclini y Brunner, en el análisis de cultura occidental en América Latina, donde se daría, por tanto, un “pastiche cultural“, es decir, una imitación, mímica de estilos y formas, de valores y contenidos, de donde surge una reformulación en la manera de participar en la experiencia (de la modernidad) que viene impulsada por el mercado y por el poder, por la difusión de modelos de necesidad y de consumo.(Brunner, 1992:171). América Latina sería el fruto de una nueva forma de ver la cultura, donde se conjugan sus propias fracturas y atrasos, sus desigualdades y sus pobrezas, sus carencias y sus potencialidades. (Brunner). Siguiendo esta visión podemos decir que en Argentina, tanto la modernidad como la pos modernidad, no han sido concepciones muy claras a la hora de analizarlas, ya que coexisten o en algunos casos se da la preponderancia de una sobre la otra, y aunque históricamente el mundo europeo fue muy atrayente para la sociedad argentina, el producto de su contacto dio origen a un híbrido, parafraseando lo dicho por Canclini. Las comunidades que llegaron al país, desde el siglo pasado y las más recientes como el caso analizado, se alimentaron de diferente manera de estos dos conceptos (modernidad y pos modernidad) y actualmente se esta produciendo una revalorización y el surgimiento de nuevas visiones. Volviendo a lo expresado por Canclini, que tener una identidad sería, ante todo, tener un país, una ciudad o un barrio, una entidad donde todo lo compartido por los que habitan ese lugar no es tan idéntico o intercambiable para todos. En esos territorios la identidad se pone en escena, con el dejo de desigualdad social que se celebra en las fiestas y se dramatiza también en los rituales cotidianos. (Canclini, 1989:177 a 180). 15 Es claro lo expresado por Gombrich cuando escribe que: la cultura no es como han pretendido muchos, una fórmula única (el “espíritu” hegeliano o el modo de producción marxista). Gombrich, por el contrario, concibe la cultura como un conocimiento básicamente creador e integrador, que rebase y anule los comportamientos cerrados espacio-temporales. De esta manera nos ofrece nuevas perspectivas para aprender conceptos tan lábiles como cultura, estilos y períodos, arte y moda, gusto y norma social… Ante esta definición podemos considerar que la comunidad estudiada experimenta dentro de esta sociedad argentina, donde conviven varias culturas tanto “occidentales como orientales” una integración o un híbrido según Canclini, donde en Argentina los consideran “japoneses” y en Japón “argentinos”24, dualidad que se hace visible en los hijos. Lo que nos hace reflexionar sobre como definir la cultura japonesa en Argentina? ¿estaríamos hablando de una cultura hegemónica, de varias, o de una cultura contaminada de otras culturas o simplemente de un híbrido25? Y también vale preguntarse, siguiendo los comentarios de Renato Ortiz, ¿como estudiar la cultura japonesa en occidente?, como primera respuesta a este interrogante diremos que es factible un análisis sobre el objeto de estudio considerado, siguiendo lo expresado por los entrevistados, los artículos publicados en los periódicos locales, podemos llegar a comprender con cierta objetividad como se manifiesta esta comunidad dentro y en relación con la sociedad receptora (la platense). Según Clifford Geertz la cultura es fundamentalmente el pensamiento social y público, su lugar natural es el patio de la casa, la plaza del mercado y la plaza de la ciudad. El pensar no consiste en “sucesos que ocurren en la cabeza” sino en un tráfico de lo que Mead y otros llamaron símbolos significativos –en su mayor parte palabras, pero también gestos, ademanes, dibujos, sonidos musicales, artificios mecánicos como relojes u objetos naturales como joyas etc.- que estén desembarazados de su mera actualidad y sean usados para imponer significación a la 24 Problemática trabajada por Laumonier, Isabel op cit 18 pág 26-27 y por Higa, Marcelo: “La problemática identificatoria de los inmigrantes japoneses y sus descendientes en Argentina”, trabajo presentado en las V Jornadas de Colectividades, Buenos Aires, 26-27 de octubre 1995 pág.4 al 6 25 Planteos que aparece en un artículo de Marcel Higa “Instantáneas de una Argentina diversa. La Inmigración y el debate pendiente. A propósito de la inclusión y la exclusión” en La Plata Hochi 8 de enero de 2011 pag. 10 a 11 16 experiencia. En el caso de cualquier individuo particular esos símbolos ya le están dados en gran medida, los encuentra corrientemente en la comunidad en que nació y esos símbolos continúan existiendo con algunos agregados, sustracciones y alteraciones parciales, a las que él puede haber contribuido o no. (Geertz, 2000: 51). En la comunidad analizada vemos que las tradiciones y costumbres aún mantienen la cotidianeidad y esto se debe principalmente a su emplazamiento, en el mundo rural, permite un relativo aislamiento, pero con el tiempo, a partir de la apertura que los hijos experimentan asistiendo a centros educativos fuera de la comunidad o debido a su entorno, a sus amistades y conocidos, paulatinamente generarán cambios o alteraciones que por el momento no son tan tangibles pero que se perciben a través de los gustos y el sentirse argentino.26 Tal es así siguiendo el pensamiento de Geertz (2000: 215) en todas las esferas de la cultura, la relación entre estructuras simbólicas y conducta colectiva se manifiesta de manera más notable y al propio tiempo menos clara. Como sostiene Parsons, los sistemas de símbolos son un sistema de creencias sustentado en común por miembros de una colectividad, orientado a la integración evaluativa de la colectividad al interpretar la naturaleza empírica de si misma y la situación en que ella está colocada, los procesos en virtud de los cuales se desarrolló hasta su estado actual, y su relación respecto del futuro curso de los acontecimientos27. Este proceso se daría a través del consenso (Sartori, 2001), un compartir que de alguna manera une (Graham, 1984), y esta definición pone en relieve la conexión entre el concepto de consenso y el de comunidad. (Sartori, 2001. Cap. 6: 43). Tönnies sigue siendo el clásico de referencia, en lo concerniente al concepto de comunidad (gemeinschaft). Las comunidades del pasado (la polis griega, las villas medievales, la democracia de aldea) eran micro colectividades en que actuaban cara a cara, pero la comunidad no se concibe como un cuerpo operativo, sino como un identificador, un sentir común en el que nos identificamos y que nos identifica, entonces no hace falta que una comunidad sea pequeña. De esta manera, italianos, ingleses, franceses, alemanes, japoneses y así sucesivamente se pueden 26 Ideas desarrolladas por Isabel Laumonier y Marcelo Higa. Artículos citados en la bibliografía específica. 27 Parsons: The Social System, Glencoe, III, 1951: 349. 17 concebir como “amplias comunidades” del mismo modo en que son o eran considerados como naciones: y por mas que la comunidad europea, asiática o el hablar de una comunidad iberoamericana, nos remite a comunidades abstractas, si estos grandes agregados logran nuestra participación y nos dan un sentido de pertenencia, es muy legítimo considerarlos como comunidades. En general siempre se busca pertenecer, reunirse en comunidades e identificarse en organizaciones y organismos en los que se reconocen como, comunidades concretas de vecindad, pero también en amplias “comunidades simbólicas”. Nuestro objeto de estudio se agrupa en un lugar determinado, mantiene una identidad, un imaginario propio de una comunidad simbólica,pero también es el reflejo con la que la identifica y la circunscribe en un ámbito la sociedad receptora. Para este estudio micro regional se intentó visualizar la dinámica de un pequeño grupo y recuperar la riqueza histórica de sus habitantes, para ello nos valemos de la historia oral. Estas fuentes orales son herramientas valiosas en tanto creadoras e innovadoras, pues reconstruyen la textura social y simbólica desde la cual las relaciones sociales son constituidas y experimentadas. Lo que implica la posibilidad de observar la dinámica material y simbólica de los cambios sociales que afectan la vida de los hombres. Por lo que podemos resumir diciendo, que se plantean tres formas de analizar la imagen de la comunidad: aquella que genera la comunidad, aquella que recibe y devuelve la sociedad y la tercera, la imagen que vuelve a la comunidad y la redefine. Algunos estudios sobre identidad cultural entre ellos el de Cecilia Onaha28 han señalado que en el proceso de aculturación la inmigración japonesa muestra un fortalecimiento de la identidad nacional y cultural dentro de la sociedad receptora aunque también adopta y asume como estrategia para el ascenso social algunos patrones y valores nuevos del modelo que los acoge. 28 Onaha, M. Cecilia: “Japoneses en Argentina y nikkei en Japón: el rol de la identidad nacional y étnica en un proceso de integración de los nikkei argentinos en Okinawa” y “Educación de los niños de emigrantes japoneses en América Latina. El caso argentino. Mesa de trabajo” publicación de la Universidad Cristóbal Colón de Veracruz, Nº 19 Tercera Época, año II, México, 2004. 18 Además considera que la identidad se expresa y recrea a través de símbolos modulares compartidos entre los inmigrantes que pueden ser transplantados con un grado variable de autoconciencia a una gran diversidad de terrenos sociales a lo que Benedict Anderson29 llama “comunidades imaginadas”. En nuestro análisis es “imaginada” porque los inmigrantes japoneses que forman parte de la colonia quizá nunca puedan conocer ni ver a la mayoría de sus compatriotas, pero vivifican en sus mentes la imagen de la comunión con su Japón natal, como bien expresa Anderson30. Y es “comunidad” porque la identidad nacional se concibe en forma horizontal como una profunda fraternidad y compañerismo que va más allá de todo tipo de desigualdad. Hasta el momento se han desarrollado como temas, el concepto de cultura y de comunidad y ahora nos adentramos en ver las variantes que actualmente son parte de debate y de las cuales se rescatará el concepto de interculturalidad que consideramos el más apropiado para la comunidad analizada. Comenzaremos observando diversas definiciones: la comunidad pluralista es una adquisición reciente, difícil y por supuesto frágil. Una comunidad pluralista se define por el pluralismo, que es una disposición tolerante y estructural de asociaciones múltiples… (Sartori, 2001. Cap. 7.). En cambio, el “multiculturalismo” es hoy una palabra portadora de una ideología, de un proyecto ideológico, cabe mencionar que es, la secuencia lógica e histórica donde primero se inventa o en todo caso se “hace visible” una entidad, la cual sufre atropellos que desencadenan las reivindicaciones colectivas de esa nueva entidad que comienza a tener voz. En los años sesenta se escribía que no es la clase la que produce el partido de clase, sino que es el partido el que produce la clase”. (Sartori, 1969: 80-87). Los multiculturalistas son los que fabrican (hacen visibles y relevantes) las culturas que después cuestionan y se revelan. (Sartori, 2001. Cap. 4:88). Todo lo anterior nos hace entender también como el juego planteado por el multiculturalismo contiene 29Anderson, Benedict: “Comunidades Imaginadas, Reflexiones sobre el origen y la difusión del nacionalismo”, FCE, Mexico, 1993. 30 Anderson, Benedict: ob.cit. 19 consecuencias mucho más importantes para la suerte de la comunidad pluralista que el de la acción afirmativa. Aunque ambos incurren en reacciones de rechazo, la diferencia está, en que la llamada política del reconocimiento no se limita a “reconocer”, en realidad fabrica y multiplica las diferencias. A lo que hay que añadir que la política del reconocimiento no sólo transforma en reales unas identidades potenciales, sino que se dedica también a aislarlas como en un gueto y a encerrarlas en si mismas. Dejemos a un lado si, y de que manera, este encierro favorece a los encerrados. El problema es que de esta forma se arruina la comunidad pluralista. El pluralismo según Sartori no refuerza, sino, que atenúa las identidades con las que se encuentra, mientras que el multiculturalismo crea “identidades reforzadas”; precisamente reforzadas por la coincidencia y la superposición, por ejemplo –de lengua, religión, etnia e ideología-. El pluralismo se manifiesta como una sociedad abierta muy enriquecida por pertenencias múltiples, mientras que el multiculturalismo significa el desmembramiento de la comunidad pluralista en subgrupos de comunidades cerradas y homogéneas. Siguiendo ideas de Renato Ortiz sobre tradición, identidad y desterritorialización, vemos con claridad, el sentido de interculturalidad cuando realiza una síntesis acerca de la occidentalidad y japoneidad en el mercado de bienes simbólicos y estilos de vida pero sin constituir fuerzas estructurantes, lo que nos lleva a pensar que en el proceso de mundialización, la historia de las sociedades adquiere un nuevo significado, en el contexto de la modernidad-mundo, no hay ni oriente ni occidente31. Hay una estrecha interacción entre las culturas en la sociedad argentina, 31 También en su análisis plantea una idea original en cuanto que Japón debe estudiárselo no como culturalmente homogéneo, cohesionado y sin conflictos, sino que la comprensión se debería llevar hacia la diversidad y complejidad. En este ámbito si seguimos los lineamientos planteados por Giménez Romero se acercaría a la idea de multiculturalidad (basado en la diversidad cultural, lingüística, religiosa, con reconocimiento de la diferencia) en Japón e interculturalidad (con el principio de las relaciones interétnicas, interlingûisticas, interreligiosas, convivencia de la diversidad) fuera de sus fronteras, lo que pasaría en Latinoamérica, con los emigrantes. Aunque intenta acercar esos dos conceptos bajo el de pluralismo cultural, y también abordando según el contexto los viejos modelos de inclusión, asimilacionismo, fusión cultural. 20 platense, con las comunidades multiétnicas, aunque haya algunas manifestaciones esporádicas de rechazo o de discriminación en los últimos años32. Se ha tomado como referencia la idea de interculturalismo o enfoque de la interculturalidad de Carlos Giménez Romero, quién en su análisis para una sociedad latinoamericana ha dado un sentido a la categoría de interculturalidad, abarcando la sociedad en su conjunto no exclusivamente “asunto de o para migrantes”, “de o para indígenas”, “de o para minorías” sean estas alóctonas o autóctonas. En su análisis amplía la categoría de interculturalidad a una universalización, es decir, hacia distintos tipos de sociedades, unidades supranacionales, etc. Romero toma en cuenta los paradigmas: integracionista, pluralista, multicultural e intercultural, se sirve de ellos y logra realizar una separación del paradigma multiculturalista del interculturalista, donde expone que la educación intercultural contempla las relaciones interétnicas, interlingüisticas, interreligiosas, con una convivencia en la diversidad, y afirma que debe ser cultura para la mayoría (diseñando un proyecto para Guatemala). Siguiendo los principios y dimensiones de la interculturalidad, se rescata:la visión de ciudadanía común, respeto y derecho a la diferencia etnocultural, interacción positiva y construcción de la unidad en la diversidad etnocultural (tolerancia, reconocimiento mutuo, cooperación, convivencia, superación de prejuicios y estereotipos). En la dimensión de la interculturalidad el inmigrado posee – a los ojos de la sociedad que lo acoge – un plus de diversidad. Este plus de diversidades se puede reagrupar, simplificando, bajo cuatro, categorías: 1)- lingüística, 2)- costumbres, 3)- religiosa, 4)- étnica. Lo que quiere decir que el extranjero nos resulta extraño o porque habla una lengua distinta (y quizá no habla la nuestra) o porque las costumbre y tradiciones de su país de origen son distintas. (Sartori, 2001. Cap. 7: 107). La comunidad que analizamos y su entorno, no presenta conflictos ante la diversidad cultural, no hay cuestionamientos por religión o etnia, se vislumbra una gran tolerancia y respeto entre las 32 Interesante artículo sobre discriminación en: http://spanish.martinvarsavsky.net/general/claudia-nakamura-y-la- discriminacion-en-argentina-espana-y-japon.html consulta realizada en julio 2011. 21 distintas comunidades que se encuentran en el lugar. Se hace visible que la comunidad estudiada se halla encerrada en sí misma y aislada debido a su ubicación geográfica, pero convive al mismo tiempo con otras comunidades, no tan numerosas (como la estudiada) de españoles, italianos, portugueses y otras que se encuentran en crecimiento continuo como paraguayos y bolivianos, observándose una armonía en las relaciones interculturales, que se hacen evidentes en el trato cotidiano, en las transacciones comerciales como por ejemplo en el mercado, en las reuniones de la comisión directiva de La Cooperativa telefónica de Abasto, o en los reclamos por mejoras en la zona participando en las denuncias, en las marchas, donde se unen e pos de un bien para todos. En este punto, llegamos a relacionar integración y adaptación de las comunidades de inmigrados. La integración se produce sólo a condición de que los que se integran la acepten y la consideren deseable, pero en cambio al tramitar la ciudadanía, se observa que aquellos que no la realizan estarían fuera de la integración, lo que actualmente se está dando en Europa. (Sartori, 2001: 114). Como muy bien observa Gian Enrico Rusconi (1996: 21): “ser ciudadano33 no significa sólo disfrutar de bienes-derechos subjetivo, sino comprometerse en contribuir a su producción34. En este trabajo los conceptos de comunidad, de cultura y sus derivados (paradigmas integracionista, pluralista, multiculturalidad e interculturalidad) relacionados con la modernidad y la posmodernidad, nos ha llevado a reflexionar sobre la situación actual del mundo hispanoamericano, donde se desarrolla el objeto de estudio, el cual se acerca al concepto de interculturalidad ya que se observa un reconocimiento de este como comunidad étnica, en un contexto en el cual convive con otras comunidades, donde actúa a través de la cooperación que se hace visible al pertenecer a una asociación, al concurrir y socializar en la escuela de Colonia 33 En el mundo occidental se es ciudadano por descendencia, sanguinis (en general, en los viejos países), o por ius soli, por donde se nace (suele ser común en los países nuevos, de inmigrados). En Sartori, 2001: 113. En el mundo asiático, tal como en los viejos países se rigen por la línea sanguínea tal el caso de los japoneses (nikkei) y por lo tanto los emigrados deben hacer el trámite de ciudadanía para sus descendientes y para ello se consulta el registro familiar, el koseki, que se encuentra en cada prefectura o provincia de Japón.. 34 Tanto Laumonier como Higa han trabajado sobre integración, adaptación, inclusión y exclusión de los inmigrantes nipones y nos han aportado sus nociones y conclusiones. Artículos citados en la bibliografía específica. 22 Urquiza, al participar en la Cooperativa telefónica de Abasto, y también en lo económico en las transacciones comerciales en el mercado regional de floricultores35. 35 Acerca de la actividad productiva que los caracteriza se ha hecho un relevamiento a través de entrevistas. El grupo analizado corresponde a 17 familias dedicadas a la producción de flores que representa un 10% de las unidades productivas de la colonia. “Consideramos que expandir el campo de preocupaciones de la economía hacia el análisis de comportamientos socioculturales y hacia las formas en que estos actúan sobre aspectos de la vida de estas familias nos permitiría descubrir el universo de relaciones y de experiencias de los sujetos en el ámbito de la comunidad. En efecto, esta primera impresión se plasmó en lo que llamamos dos facetas particulares y contrapuestas de la floricultura: por un lado, como estímulo de contacto, adaptación e integración a la sociedad receptora y por otro, como elemento que mantiene culturalmente visible a la comunidad y se constituye en mecanismo defensivo contra el despojo identitario” en Cafiero, Irene Isabel y Cerono, Estela: “La floricultura como actividad de inclusión y exclusión social: Pautas comunes entre inmigrantes nipones de la Colonia General Justo José de Urquiza”, presentado para el Congreso de ALADAA en La Plata, 2006. También el aporte de los periódicos nos muestra el alcance de esta actividad productiva: “ La flor de La Plata”, suplemento del Diario El Día, La Plata 22 de agosto 2010 pag 1-5 23 3- La educación, la escuela. Algunas definiciones. Para poder analizar la educación en la comunidad japonesa de Colonia Urquiza, es necesario ver el mecanismo por el cual se inserta en la sociedad. La escuela es uno de esos mecanismos donde los hijos de los inmigrantes no solo son receptores y reproductores de la sociedad donde están inmersos, sino que cumplen la función de mediar, transmitir y educar a sus progenitores. Para poder lograr comprender esta interacción comenzaremos por definir el rol de la escuela, para los japoneses y para los argentinos, siguiendo un recorrido histórico de ambos donde se visualice la expansión de la educación a través de los años anteriores a la pos guerra llegando hasta la actualidad. Cabe aclarar que los inmigrantes japoneses que se asentaron en el sur del Partido de La Plata, naturalmente trajeron consigo un bagaje cultural propio de la pre y posguerra. Según palabras de Brunner (1992) la escuela extiende en medio de la sociedad un gesto que hoy nos es enteramente familiar: aísla a un grupo de edad para formarlo en un mundo aparte, centrado sobre una organización de los conocimientos, a través de un método pedagógico cualquiera, influyendo a la vez en la formación moral y afectiva del niño y en la construcción de su identidad a través de variados medios y ritos escolares. La escuela, diremos en el lenguaje de Foucault, contribuye a disciplinar a la población. O como se decía a inicios de la revolución industrial y en los tiempos que siguieron, la escuela debe hacerse cargo de moralizar a las masas. Pero la cuestión no es meramente la expansión de ciertas regulaciones a través de las cuales se realizaba el proceso de educación. La propia noción de educación -que en parte estuvo ausente en la Edad Media – surge con la escuela y llegará a definir la palabra paideia moderna y, en alguna medida, a la propia modernidad. El gran evento, según la llama Aries, fue el resurgimiento, por el interés en la educación, que nace de una transformación de la religión, cuyos aspectos morales (y moralizadores) se volvieron predominantes, al tiempo que desplazaban a los aspectos puramente 24 sagrados y escatológicos. Se produciría asíuna “moralización positiva de la sociedad” uno de cuyos instrumentos más poderosos sería la escuela disciplinaria. La difusión masiva de la escuela, en cambio, llegaría mucho más tarde con el desarrollo moderno del capitalismo a partir de los siglos XVIII y XIX, influiría en una radical transformación de las bases sobre las cuales se asientan la cultura, su transmisión y organización. En esta fase posterior la escuela desempeñará un papel fundamental en expandir una conciencia nacional difundiendo la lengua dominante en el estado, la literatura del país y socializando un sentido de la historia y de la identidad nacional. Pero, al mismo tiempo, la escuela se hará cargo progresivamente, de difundir la cultura moderna organizada de acuerdo a una peculiar elaboración y clasificación de los conocimientos en cuya organización influyen la concepción burguesa del mundo, las tradiciones humanistas del Renacimiento y la visión técnico, política y cultural del cuerpo de maestros que lentamente ha ido estableciendo un monopolio de especialistas en torno a la transmisión del conocimiento educacional. La escuela transmite una concepción del mundo cuya base descansa en el modelo científico de concebir los procesos naturales, por atrasados que a veces resulten, conocimientos que son incorporados en el currículo de la escuela. Es evidente que la escuela no sólo transmite el conocimiento clasificado por el currículo; ella forma, a través del clima moral y ritual característico de cada establecimiento escolar; introduce en una disciplina corporal, mental: el comportamiento; selecciona para diversas carreras de vida y, mediante el sistema de exámenes, certifica que el aprendizaje podrá ser usado como capital escolar en el mercado. (Brunner, 1992: 149 a 153). Cuando se enseña, lo que se reparte son guías para la acción. Una de las definiciones más instructivas de la enseñanza es la que la define como guía para obrar en lo sucesivo. En resumen por un lado, lo más conocido: dar, trasmitir, instruir, repartir conocimiento o información; por el otro, la enseñanza entendida como provisión de programas para un gradual aprendizaje; la idea 25 del ejemplo, lo ejemplar, lo que debe ser seguido o imitado y por último la tarea de indicar, mostrar, señalar, exponer, dejar aparecer y hacer ver. Hoy las condiciones son bastante diferentes. El corrimiento del estado, la proliferación de nuevos medios de transmisión y circulación de los saberes, el acceso a la información, la masificación de la escolaridad, por no hablar del carácter difuso de las diferencias intergeneracionales, del quiebre de prestigio y reconocimiento de los adultos en la cultura y de los cambios que presenta la niñez, así como de la fragmentación social producida por la expansión de la pobreza, la vulnerabilidad y la expulsión de grandes grupos, son algunas de las características que presentan los nuevos contextos. Los cambios producidos ocasionan ciertos defasajes con los condicionantes sociales e históricos asumidos o encarnados en los sujetos. El maestro que ha hecho propio el mandato salvacionista originario de la profesión actúa solo en el presente, y hasta con competidores y cuestionadores, en un medio que, en ocasiones, le resultan hostil y en otras incierto. Podríamos agregar también que, como prolongación de ese mandato, el maestro asume o se hace cargo de las consecuencias que las transformaciones sociales han provocado en los niños y en la familia. De este modo, la cualidad originaria (salvadora y redentora36 ), se encarna actualmente en sujetos que asumen responsable e individualmente un proyecto social que en otra 36 En el escrito de Eduardo Spranger se hace alusión del pasaje de la educación eclesiástico-erudita, la noble, la burguesa que han prosperado sucesivamente, y una proletaria que reclama el predominio. Hacia fines del siglo XIX y principios del XX comienza una multitud de orientaciones educativas, cuyo fin es llevar el patrimonio de la nación y de la humanidad a círculos más amplios posibles. La sociedad misma asume una multitud de funciones pedagógicas representativas allí donde las energías de los padres fallan por necesidad. El cuidado de los niños y todas las formas de solicitud hacia la juventud, han llegado a ser una gran esfera de trabajo. La asistencia juvenil llega también a aquellas partes de la juventud que no están, ciertamente en peligro inmediato, pero necesitan sin embargo una influencia educadora adecuada fuera de la escuela. En todas estas instituciones pedagógico-sociales se revela un poderoso impulso del pueblo por proteger su salud, moralidad y unidad espiritual contra los prejuicios de una cultura muy elevada. El estado tiene el rol de educador frente a su pueblo. El estado liberal se abandona al libre juego de la fuerza y ofrece solamente un cierto número de posibilidades culturales generales. El estado social quiere también organizar enteramente la sociedad y sujeta el camino de lo individual. Entre uno y otro una multitud de formas mixtas… La misión de la pedagogía científica estriba, en tomar una realidad cultural ya dada, someterla a conceptos ordenadores y por último darle forma mediante posiciones valorativas y normas… Resalta dos medios importantes que son la organización y la formación de maestros, a través del perfeccionamiento y la profesionalización. (pag. 19 a 52). Esta idea que Spranger visualiza en el pueblo alemán está muy presente en el pensamiento de los padres japoneses que buscan que sus hijos no solo se perfeccionen, sino que sus profesiones tengan un alto nivel, ya que ese pensamiento es el que traen de Japón al emigrar después de la segunda guerra mundial, donde aún prevalecían ideas alemanas de educación científica. 26 oportunidad, los convocaba y le otorgaba sentido a su propio que hacer. Son ellos, ahora, quienes se hacen cargo del gran proyecto educativo y son responsables por sus éxitos y sus fracasos. En la actualidad, en las distintas esferas de la vida social asistimos a una complejización de la idea misma de responsabilidad, ya sea cuando se ausenta –abundan los sujetos e instituciones que no pueden responder por sus actos mientras proliferan las víctimas sin responsables- o cuando, a causa de su presencia desmedida, termina por agobiar a las personas que soportan individualmente el peso de los fracasos. El hombre contemporáneo debe (y tiene que poder) elegir todo y decidir todo. Como expresa Ehrenberg cualquiera sea el espacio considerado (empresa, escuela, familia), el mundo ha cambiado de reglas. Ya no se trata de obediencia, disciplina, conformidad a la moral general, sino de flexibilidad, cambio, rapidez de reacción, etc. El dominio sobre sí mismo, la agilidad psíquica y afectiva, la capacidad de acción hacen que cada uno deba tolerar la carga de adaptarse permanentemente a un mundo que pierde, precisamente, su permanencia, un mundo inestable, provisorio, hecho de flujos y de trayectorias que ascienden y descienden como si fueran dientes de serrucho. La legibilidad del juego social y político se torna borrosa. Estas transformaciones institucionales dan la impresión de que cada uno, incluso el más humilde y más frágil, debe asumir la tarea de elegir todo y de decidir todo. 37 37 Ehrenberg, Alain (2000): La fatiga de ser uno mismo. Depresión y sociedad. Buenos Aires. Nueva Visión. Pag. 223. En este trabajo se menciona que actualmente los críticos de la educación japonesa enfocan sus comentarios a la excesiva competencia en los exámenes de ingreso e inflexibilidad en la estructura y los métodos de la enseñanza escolar, pero también debido a la crisis que experimenta el Japón actual, los estudiantes universitarios en el anteúltimo año comienzan a buscar trabajo y no se dedican a estudiar. Se observaen los debates que, cuando egresan, los títulos no avalan los conocimientos para que puedan ingresar al circuito laboral inmediatamente, pues deben rendir un examen muy exigente para conseguir aptitud a nivel Nacional y mientras tanto las empresas contratan aquellos que se presentan y están capacitados para los pocos puestos y en muchas ocasiones logran cumplir con los requisitos los extranjeros. A su vez las críticas se reflejan en la necesidad de cambios en el terreno social donde debe ajustarse la educación, se cita el desplazamiento del sistema económico desde la manufactura a los servicios, el avance en la sociedad de información, la internacionalización progresiva del país y el aumento de la calidad de vida. Otros temas que se abordan son: el abandono escolar, la violencia escolar y el comportamiento delictivo. En la introducción Henderson (1974) propone que el objetivo de la educación sería: la creación progresiva, entre los pueblos del mundo, de una trama de convenciones, actitudes, entendimientos y tolerancias mutuas comparables con aquellos cuya operación asegura el orden, la seguridad, la cohesión y el intercambio pacífico dentro de una comunidad nacional. Otro autor, King (1983), nos acerca una visión pesimista de la educación, comenta que en la mayoría de los países del mundo, casi toda la educación impartida conscientemente ya se encuentra retrasada. De un modo más general puede afirmarse que está rezagada en relación con las perspectivas de los educandos. Propone trabajar gradualmente en mejorar la educación, pero menciona, con pesimismo, que siempre correría a destiempo. 27 En este contexto de cambios de rumbo en la educación, donde la Argentina no solo refleja lo que pasa a nivel mundial, sino también la profundidad de su crisis interna, la comunidad japonesa también esta inmersa en esta situación. Antes de analizar la problemática actual, veremos los dos ámbitos en los cuales forma parte: por un lado la escuela japonesa (privada), la que sería un intermedio entre una escuela bilingüe de idioma tradicional y una academia de idiomas y por otro lado la relación con la escuela estatal, la formal y obligatoria para los que habitan suelo argentino, donde la rural es la opción más cercana. En cuanto a la primera: Escuela Japonesa La Plata38, hacemos hincapié en el rol que la institución tiene desde su fundación como instrumento recreador de un símbolo identitario, el idioma y como fuente de la que nace un sentimiento de orgullo y alegría para el nisei, sansei (nikkei), por ser parte de la comunidad a la que pertenecen sus padres y abuelos, además de inspirador de confianza en sí mismos. En cuanto a la segunda: la Rural, surge la demanda por la escuela, la educación formal y la cultura oficial que en torno a ella se organiza (cuando llegaron los inmigrantes a Colonia Urquiza la preocupación radicaba, no solo en el asentamiento y el trabajo, sino en la educación por lo que al principio se organizaron las familias para impartir conocimientos a sus hijos en cuanto a su idioma y cultura, pero también exigieron al gobierno de la sociedad receptora la creación de una escuela, la que se concretará con la Escuela Nº 57 y luego La Escuela Agropecuaria N 1 Dr. Alejandro Korn, Ruta 36 y 483 (km.49, 5)). Al efecto se han esgrimidos varios argumentos sobre la creación e instalación de escuelas en el ámbito rural39, a manera de explicación de este fenómeno se dirá lo siguiente: 1- La 38 Cafiero, Irene Isabel y Cerono, Estela: Un símbolo de identidad cultural en Colonia Urquiza: la Escuela Japonesa La Plata. Presentado en el Congreso Nacional de ALADAA Buenos Aires., 2010. 39 Dillon, Eduardo: La educación rural en la Argentina de hoy. Artículo de los anales de la educación común. Educación y trabajo. Tercer siglo. Año II. Nº 5. Diciembre 2006. Publicación de la Dirección General de Cultura y Educación de la Provincia de Buenos Aires, en esta investigación el autor nos acerca el planteamiento de repensar la Educación Rural en su total magnitud, es decir, desde el lugar de la tierra y la familia, desde la sociedad y la escuela y desde las tecnologías de la comunicación y las redes virtuales de educación. Afirma que nos encontramos ante una verdadera brecha tecnológica entre la producción/comercialización y las instituciones educativas, actualmente solo hay un proyecto de mejoramiento de la Educación Rural, propuesto por el Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología de la Nación, como así también hay en cada una de las provincias, esfuerzos muy importantes para disminuir la brecha tecnológica existente en el sector de la Educación Rural. Sin embargo, para que sea factible su realización, es necesario que se involucre la sociedad en su conjunto: dirigentes políticos, económicos, sociales y religiosos, ya que el esfuerzo a realizar no debe ser solamente sectorial o regional sino que debe incluir a toda la Nación. Aunque esto es un proyecto que a futuro podría ayudar a la comunidad japonesa del partido de La Plata y a la 28 educación formal de este tipo, es considerada como un bien en sí mismo, incluso independientemente de su utilidad práctica inmediata. 2- Ella es considerada como una fuente de prestigio. En zonas cuya lengua autóctona no es el castellano, este aspecto se refuerza, puesto que el bilingüe es el que juega el papel (prestigioso) del mediador con el mundo externo (castellano). 3- La educación aparece como una vía de integración al mundo urbano y a la nacionalidad. Aprender la lengua de la escuela incrementa la seguridad del campesino y sus horizontes de posibilidad. Los padres exigen por lo mismo que la escuela enseñe castellano. 4- Se considera a la educación formal como una fuente de conocimientos instrumentales. (Ehrenberg, 2000: 154). Esto fue lo que impulsó a los padres de inmigrados, tanto japoneses como de otras comunidades (italianos, bolivianos, paraguayos, etc.) a elegir establecimientos educativos cercanos a sus domicilios, por la escasez de mecanismos de acceso a la educación en la ciudad (en los primeros años, década del ´60, era muy difícil por la falta de caminos y de infraestructura en el campo, el traslado hacia escuelas cercanas como las de Melchor Romero o las de la ciudad de La Plata). Estos temas serán nuevamente tratados más adelante, en este punto se realiza un paréntesis para ver la educación en Japón, en Argentina, antes de la segunda guerra mundial a la actualidad, y en especial la educación de la comunidad japonesa en el carácter formal, público o privado40, el rural y los diversos niveles de la educación para llegar a analizar la situación de los egresados universitarios41 y la deserción escolar42. comunidad en general, para atraer futuros estudiantes, en la actualidad se observa que muy pocos han optado por inscribirse en la Escuela Agraria, incluso lo mismo pasa en la Universidad, en la carrera de Agronomía o afines. 40 Mencionamos como diferencia en la educación del Japón y de Argentina, la cuestión de lo público y gratuito. Para el primer país, el estado subvenciona una parte de la educación y la otra la aportan los padres que ahorran durante todo el período escolar de los hijos para cuando ingresen a la Universidad, aunque algunos por su capacidad reciben becas. En Argentina la educación es pública y gratuita, hay subvención del Estado, en todos los niveles educativos, es decir, muy poca es la labor de las cooperativas y de los padres. Por tal razón muchos jóvenes de países latinoamericanos, deciden realizar sus estudios universitarios en Argentina por las facilidades, en el ingreso (en las universidades de países limítrofes, a pesar de la reforma universitaria, que han experimentado, se ingresa a través de exigentesexámenes, y con la capacidad de poder solventar los estudios, etc., es decir hay cierta selectividad), y con un reconocido nivel de enseñanza. 41 En cuanto a la educación en Argentina, a la llegada de la comunidad analizada, en la década del 60, la sociedad receptora solía jactarse de su saber y sus recetas, de la eficacia de sus propuestas y del rechazo sistemático a la duda. Con la dictadura se vio influenciada por los conflictos políticos, lo que generó una gran deuda educativa que se intentó revertir con la llegada de la democracia, pero los modelos que se aplicaron en las aulas, como no se basaban en la problemática argentina terminaron fracasando, lo que produjo un vacío educativo, que en la actualidad es tema 29 3- 1- La educación en Japón, antes de la segunda guerra mundial a la actualidad. Antes de la modernización de Japón con su apertura hacia Occidente de fines del siglo XIX ya había experimentado cambios en la educación desde la época Tokugawa, es decir Japón cursaba un proceso que se intensificó con la Reforma Meiji, tal es así ya se observa en el período medieval entre los siglos XII y XVI, donde hubo una mayor extensión de la educación entre la población; en el Tokugawa (desde 1660 a 1868), aparecieron las escuelas llamadas Terakoya, que eran escuelas privadas regidas por un maestro, con gran diversidad de fines y medios educativos. de los investigadores de ciencia de la educación que intentan reflotar y reinsertar valores, recuperar el compromiso del alumnado y del docente. Es decir, desde 1983 se intentó reencauzar la educación en pos del progreso del país, buscando modelos adecuados que cumplieran el rol de conducir la educación, a pesar de las pruebas de ensayo y error, por las que fueron suplantando unas por otras, y con el tiempo los planes de estudios, programas, textos y manuales fueron sufriendo transformaciones que aún se observan en la actualidad. Así los modelos educativos que se pusieron en marcha desde 1983 en adelante, no aportaron resultados positivos en la calidad educativa. En esa época el alumnado solamente salía con orientaciones y recién durante la presidencia de los Kirchner se han hecho reformas para volver a tener egresados técnicos, que se pusieron en marcha en la currícula del 2009. Actualmente uno de los problemas que afronta la Universidad es la falta de acuerdo acerca del carácter que tiene que tener. La estructura, los programas, el contenido y los niveles, son casi todos aspectos del resorte de la costumbre local. El movimiento de ideas y de información, el mismo descubrimiento y la aplicación del conocimiento, constituyen aspectos cuya universalidad es mucho más necesaria que las restantes actividades organizadas oficialmente y con una evolución que no queda librada a las peculiaridades locales. Por lo tanto, es importante conocer no solo nuestra propia pauta de educación superior, sino algunos elementos propios de las alternativas, donde tiene influencia los nuevos campos producto del siglo XXI. En este plano, la diversidad de posibilidades hace que surjan nuevas concepciones o ideas sugestivas que debe encarar la Universidad para que pueda ser posible un cambio en pos de mejorar la calidad del alumnado y de la institución en general. 42Los problemas económicos son una de las principales causas de la deserción. Los datos oficiales son alarmantes: 6 de cada 10 niños crecen y se desarrollan por debajo de la línea de pobreza, y cerca de un millón y medio de adolescentes están excluidos de la educación y el trabajo. Estas cifras están siendo superadas por el deterioro cotidiano que la crisis provoca en los sectores más vulnerables. El INDEC estima que actualmente ya hay 18 millones de pobres y la caída diaria de millares de personas por debajo de la línea de pobreza no cesa. La falta de trabajo de los padres impide la continuidad educativa de los mas chicos y empuja a muchos adolescentes a abandonar las aulas para intentar, muchas veces sin éxito, incorporarse al mercado laboral. Los que permanecen en las aulas tienen problemas de aprendizaje derivados de su mala alimentación. Deserción y repitencia son así los fantasmas que persiguen la escolaridad de los sectores más humildes. Los niveles de deserción escolar aumentan cada año, por la situación económica de muchos hogares sumergidas en la cultura del desamor, la falta de afecto, solidaridad, aprecio y sobre todo el desempleo que profundiza los niveles de empobrecimiento sistemáticos de la población, sumado a la falta de comprensión y contención de los padres hacia sus hijos y la inquietud de los adolescentes en llevar una vida acelerada que provocan embarazos a temprana edad, pero también la falta de interés, desmotivación y fracasos escolares. Por esos motivos podemos decir que la deserción escolar es consecuencia de la implementación de una política educativa que no está acorde a las necesidades del pueblo, porque cientos de estudiantes a nivel nacional hacen enormes esfuerzos para participar en el proceso de enseñanza aprendizaje. La deserción escolar contribuye al incremento de la marginación y de la exclusión social, lo cual afecta a la sociedad en su conjunto. Se requieren iniciativas tanto económicas como pedagógicas y culturales, capaces de mantener a los alumnos en las aulas, y también de mejorar la calidad educativa. La comunidad analizada, en especial fue afectada por las crisis económicas que influyeron en la actividad económica del campo, muchos hijos abandonaron sus estudios para ayudar a la familia, algunos viajaron a Japón como dekasegui, para mandar dinero, otros contribuyeron como mano de obra en la floricultura o en la agricultura. 30 En el período Meiji (1868-1912) el gobierno se propuso poner al país a la altura de los países más avanzados de Europa y esta modernización y occidentalización de la sociedad japonesa afectó también a la educación, ya que se consideró que ésta era un instrumento fundamental en aquel proceso. Se enviaron misiones como la Misión Iwakura, al extranjero a estudiar los sistemas educativos y se invitó a consejeros de países líderes a Japón para que diesen su opinión sobre el sistema japonés. (Velloso de Santisteban, 1994: 71) A pesar de la occidentalización del sistema educacional, el gobierno mantenía un firme control para que se ensalzaran los valores tradicionales y la moral en los estudiantes. Asimismo, y siguiendo una política militarizada y patriota, se pretendía inculcar una lealtad absoluta hacia el Emperador. Se organizó un sistema de enseñanza nacional en tres niveles: primario, secundario y superior. A aquella le siguieron en 1886 la Orden sobre la Escuela Elemental, por la que se estableció la obligatoriedad escolar de tres o cuatro años, la Orden sobre la Escuela Media, la Orden sobre la Universidad Imperial y la Orden sobre la Escuela Normal. Con estas órdenes comenzó el período de sistematización del sistema educativo moderno, que duró hasta 1898. La etapa de consolidación del sistema educativo moderno comenzó en 1899 y duró hasta 1916. En ella, mediante la Orden sobre la Escuela Superior Femenina (1899) y la Orden sobre la Escuela Profesional (1899), se organizaron centros de enseñanza para las mujeres y profesionales. En 1900 se amplió el período de obligatoriedad escolar hasta los 4 años y se suprimió el pago de los derechos de instrucción en las escuelas públicas elementales. En 1903 prosigue la organización del sistema educativo mediante la Orden sobre las Escuelas Universitarias, y en 1908 se aumenta de nuevo la obligatoriedad escolar hasta 6 años y la escuela elemental también pasa a durar 6 años. De 1917 a 1939, comienza la expansión del sistema educativo. En 1918 se promulga la Orden sobre la Universidad
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