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Colombo,	Julieta
¿Qué	dice	La	Cámpora	de	La
Cámpora?:	Experiencias	militantes
sobre	el	2	de	abril	del	2013	en	La	Plata
Tesina	presentada	para	la	obtención	del	grado	de	Licenciada	en
Sociología
Director:	Iucci,	Matías	José
Colombo,	J.	(2018).	¿Qué	dice	La	Cámpora	de	La	Cámpora?:	Experiencias	militantes	sobre	el
2	de	abril	del	2013	en	La	Plata.	Tesis	de	grado.	Universidad	Nacional	de	La	Plata.	Facultad
de	Humanidades	y	Ciencias	de	la	Educación.	En	Memoria	Académica.	Disponible	en:
http://www.memoria.fahce.unlp.edu.ar/tesis/te.1557/te.1557.pdf
Información	adicional	en	www.memoria.fahce.unlp.edu.ar
Esta	obra	está	bajo	una	Licencia	Creative	Commons	
Atribución-NoComercial-SinDerivadas	4.0	Internacional
https://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/4.0/
UNIVERSIDAD NACIONAL DE LA PLATA
FACULTAD DE HUMANIDADES Y CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN
DEPARTAMENTO DE SOCIOLOGÍA
LICENCIATURA EN SOCIOLOGÍA
TESINA
¿Qué dice La Cámpora de La Cámpora?
Experiencias militantes sobre el 2 de abril del 2013 en La Plata
Alumna: Julieta Colombo
Legajo: 92833/7
Email:colombo.julieta@hotmail.com
Director: Matías Iucci
Fecha: 24 de mayo de 2018
Indice
Resumen...........................................................................................................................2
Introducción.....................................................................................................................4
Metodología......................................................................................................................7
Capítulo 1.......................................................................................................................14
El Kirchnerismo como gobierno y La Cámpora como organización....................14
El kirchnerismo........................................................................................................14
La Cámpora..............................................................................................................31
Capítulo 2.......................................................................................................................54
La experiencia de los jóvenes: vivencias sobre el 2 de abril del año 2013 en la 
ciudad de La Plata.....................................................................................................54
Conclusiones Finales.....................................................................................................82
Anexos.............................................................................................................................85
Los entrevistados........................................................................................................85
Bibliografía.....................................................................................................................90
1
Resumen
En la ciudad de La Plata, el día 2 de abril del año 2013, se suscitó una
inundación que afectó a gran parte de la población platense. En esta oportunidad, el
preciso día de la inundación y sus días posteriores, distintas organizaciones políticas y
sociales han participado en las tareas de asistencia a la población afectada. Ante esto, los
medios de comunicación han reportado a la población sobre el accionar de estas
organizaciones, pero, sobre todo, han dado un lugar prioritario a La Cámpora, dando,
por lo general, un punto de vista descalificador sobre el actuar de las personas que
forman parte de la agrupación política. 
Es en este escenario, en que este trabajo se propone reconstruir la experiencia
militante sobre el discurso de ellos mismos. Para ello, se han realizado entrevistas a
ocho militantes de La Cámpora de la ciudad de La Plata, observación participante y,
además, se ha realizado un trabajo de selección de informes periodísticos que den
cuenta de las acciones llevadas a cabo por la agrupación política en oportunidad de la
inundación. Esto último, a fin de dar cuenta del escenario mediático donde se suscitan
las actividades de los militantes e indagar éstos sobre dichos informes periodísticos. 
 Términos claves: militancia, política, experiencias, medios, inundación.- 
2
“Néstor, mi buen amigo 
esta campaña volveremos a estar contigo;
militaremos de corazón, 
somos los pibes los soldados de Perón.
No me importa lo que digan los gorilas de Clarín, 
vamos todos con Cristina a liberar el país”. 
Cántico de “La Cámpora” en movilizaciones sociales 
3
Introducción
El día 2 de abril del año 2013, en La Plata –provincia de Buenos Aires-, se
suscitó una inundación que afectó a gran parte de la población platense, quizás, una de
las inundaciones más trágicas que se haya atravesado históricamente en la ciudad. Las
consecuencias, no fueron solo materiales, sino que además la inundación se cobró varias
vidas. 
En ese marco, muchas agrupaciones civiles, institucionales y políticas,
emprendieron una ardua tarea de acompañamiento a la población, asistencia y
reconstrucción del espacio público y habitacional de las familias que han sido víctimas
de la inundación. Ante esto, la prensa ha reportado a la población sobre el accionar de
algunas organizaciones más que sobre otras, dándole a la agrupación política La
Cámpora un lugar protagónico; resultando ser esta información fundamental en la
construcción de la opinión pública.
A través de una serie de entrevistas y observación participante, este trabajo
pretende analizar la construcción de un conjunto de relatos de militantes que logren
resolver los sentidos puestos en juego sobre sus propias vivencias, en un contexto de
crisis social a nivel local. 
Desde el punto de vista de la corriente sociológica de la desviación, los medios
de comunicación se presentan en este escenario como “emprendedores morales”
(Becker, 2012), es decir, como quienes instalan en el espacio público concepciones de lo
moral, que incluso a veces se resuelven en leyes. Desde este paradigma teórico, la
desviación no es entendida como la acción de aquellos que rompen las reglas, sino más
precisamente como el comportamiento de aquellos a quienes una parte de la sociedad ha
4
etiquetado de esa manera. En este sentido, Howard Becker, sugiere estudiar los procesos
por los cuales uno y otro punto de vista construyen estos comportamientos que algunos
valoran y otros rechazan.
Sobre la participación de la agrupación política La Cámpora en las tareas de
reconstrucción, asistencia a víctimas y reparación del espacio tras las consecuencias de
la tormenta y la inundación del día 2 de abril del año 2013 en la ciudad de La Plata, se
han pronunciado y generado varios relatos descalificadores. Con este escenario
mediático como punto de partida, me propongo reconstruir un conjunto de hechos que
presenten el accionar colectivo de una agrupación política organizada con fines
determinados sobre una problemática social concreta. Para esto, mi tarea es abordar las
experiencias de los militantes de La Cámpora de la ciudad de La Plata que hayan
participado directamente en las tareas de asistencia a la población afectada durante la
inundación del día 2 de abril del año 2013 en la ciudad –y como consecuencias, sus días
posteriores- contra la construcción y publicación periodísticas sobre el accionar de estos
militantes. 
Así planteado este escenario, resulta menester preguntarse: ¿Qué hicieron los
militantes de La Cámpora de la ciudad de La Plata en situación de exposición
mediática?, ¿Cómo llevaron adelante sus tareas militantes y cuanto incidió el papel que
ocuparon los medios y la opinión pública sobre sus experiencias?.
Con el fin de resolver esta serie de cuestiones, es que se realizó un relevamiento
sobre las publicaciones que la prensa ha resuelto transmitir a la población en virtud de
los acontecimientos sociales pos- inundación,sobre las cuales se destaca la
participación de La Cámpora. Cabe aclarar, que no se ha pretendido en esta
investigación juzgar el accionar de los medios de comunicación, sino problematizar el
escenario social sobre el cual se han puesto en valor las acciones militantes que son
5
traídas a este trabajo y que constituyen los discursos que hacen a la construcción del
objetivo que me propongo cumplir. 
6
Metodología
Con el objetivo de reconstruir las experiencias militantes sobre el 2 de abril de
2013 en La Plata, he optado por llevar adelante un trabajo de tipo metodológico
cualitativo, realizando entrevistas en profundidad, que se han llevado a cabo durante los
meses de enero y febrero del año 2018, y observación participante, que se encuadra en
actividades propias y personales de militancia en la organización política de La
Cámpora, que tuvieron lugar desde el año 2011 a la fecha y que abordan, por tanto, las
actividades realizadas por la agrupación durante el período de abril del año 2013. A su
vez, he realizado un relevamiento sobre publicaciones que han realizado los diarios
Clarín –de tirada nacional-, tomando para este trabajo una publicación del día 13 de
abril del año 2013, titulada “Pecheras para todos y todas”, de Jorge Lanata; y diario Hoy
–de tirada local-, específicamenteuna nota publicada el día 16 de agosto del año 2015 y
titulada “La Cámpora y su escandalosa solidaridad”. Ambas publicaciones, refieren a las
actividades llevadas a cabo por las personas que militaron en La Cámpora en
oportunidad de la inundación en la ciudad de La Plata del año 2013. Las actividades
militantes a las que hace referencia este trabajo, se enmarcan en el período comprendido
entre las fechas 2 de abril del año 2013 y 12 de abril del mismo año.
Es importante aclarar, que no ha sido una propuesta de este trabajo juzgar el
papel que se han propuesto llevar adelante como portadores de información -y en
función de las acciones militantes llevadas a cabo- los medios de comunicación sobre
los que he seleccionado las notas que han servido como disparadores de opinión de los
entrevistados. Lo que he pretendido, es problematizar la situación en la que se han
encontrado insertos los militantes como parte de un escenario social en el que los
medios de comunicación adoptan una perspectiva sobre sus formas de acción militante
7
que no puede pasarse por alto; actuando así como condicionante de estas acciones y
actividades, si pensamos a los medios de comunicación como generadores de opinión
pública. 
Fue sobre la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la Universidad
Nacional de La Plata, que se generó una de las polémicas mediáticas más grandes en
torno a los militantes de La Cámpora. En los medios locales y nacionales, la acción de
los militantes quedó reducida al uso de las pecheras partidarias que utilizaron durante
los días que duró el operativo de organización que se llevó adelante en la Institución
educativa pública. 
Sobre esto, diario “Clarín” publicó en una nota escrita por Jorge Lanata el día 13
de abril de 2013 y titulada “Pecheras para todos y todas”, haciendo alusión a los
militantes con pecheras de La Cámpora: (…) el funcionario toma decisiones que
favorecen a sus clientes, y estos compensan con la perpetuación en el poder del patrón o
su entorno (…) la Argentina está segunda en cuanto a dádivas ofrecidas por los políticos
en épocas de campañas electorales”. 
En línea con los acontecimiento, el día 16 de agosto del año 2015, dos años
después de pasada la inundación, el diario “Hoy” –diario local de la ciudad de La Plata-
publica en una nota titulada “La Cámpora y su escandalosa solidaridad”: “tal como lo
hizo en las trágicas inundaciones de La Plata, en abril de 2013, La Cámpora, la
agrupación que lidera Máximo Kirchner y la Subsecretaría de Juventud de la Nación
que depende de su tía, Alicia Kirchner, desplegaron un operativo para asistir a los
afectados por la inundación en la provincia de Buenos Aires, con pecheras azules con la
inscripción partidaria y la frase `La Patria es el otro´, lo que generó repudio en varios
sectores de la sociedad. Una vez más, el gobierno kirchnerista mostró la descarada
forma que tiene de hacer política y campaña aún en momentos de crisis severas y
8
cuando miles de damnificados sufren las malas y corruptas decisiones de Cristina (…)
criticados en el pasado por haber capitalizado la ayuda en la gran inundación que sufrió
La Plata, esta vez lejos de las cámaras de TV, los soldados de Máximo Kirchner
pusieron manos a la obra en varios municipios (…) a los militantes se los puede ver con
las pecheras identificadoras llevando materiales para los damnificados o limpiando
zanjas para que drene mejor el agua (…) en las trágicas inundaciones de 2013 en La
Plata, las autoridades kirchneristas de la Facultad de Periodismo protagonizaron un
papelón político. La gestión de la decana Florencia Saintout, decidió brindar un espacio
físico como lugar para el almacenamiento de donaciones. Lo real, es que sólo se le
permitió el ingreso con fines de colaboración a aquellas personas que se presten a
utilizar el chaleco de ´Unidos y Organizados´, espacio que conglomera todas las
organizaciones K. Además, y en una muestra de las aberrantes prácticas políticas, se
manipuló1 y re- direccionó en beneficio propio de las donaciones que deberían haber
llegado a los sectores afectados por las inundaciones de 2013”. 
De esta forma, el diario que comunica a la población de la ciudad de La Plata
sobre los hechos ocurridos, más allá del juicio de valor que realiza sobre los militantes,
informa que las donaciones no llegaron a los sectores afectados -más adelante, esta
premisa se pone en valor en el discurso militante, que la comprende como dato erróneo-.
Sobre esta construcción de los hechos de algunos medios de comunicación,
Máximo Kirchner dijo: “los medios se centraron últimamente en el ataque a la juventud
en general, y a algunas organizaciones juveniles en particular. Dicen, que todo se hace
por contratos, por cargos. En ese cliché (…) se olvidaron de un montón de cosas. El eje
de ataque de algunos medios fue que la juventud hace política. El problema en un
momento se redujo a ver si pechera sí o pechera no (…) en el país hay muchos jóvenes
1En el texto original de diario Hoy se utiliza la palabra “manipuleó”, la cual no tiene
significado y es por eso que presto a la interpretación de la misma.
9
trabajando seriamente por otra cosa. Jóvenes vinculados a la política en diferentes
vertientes, a la Iglesia, incluso a algunas ONG. Hay que alentar estas acciones. Si uno
pretende que la sociedad cambie desde el desánimo, no cambia más. Por eso siembran
desánimo. El mensaje que emiten estos medios es contradictorio, porque se reivindican
algunos valores y al mismo tiempo se los bombardea” (Russo, 2015). 
El origen de esta investigación surge de la observación participante sobre los
hechos. En principio, no como lectura sociológica del fenómeno, sino
comprendiéndome en primera persona como sujeto de los episodios que fueron
vivencias militantes del 2 de abril del 2013 en La Plata. Posteriormente, me ha servido
como disparador y como cuestión metodológica para mi trabajo. Soy militante de La
Cámpora en la ciudad de La Plata y he formado parte de la agrupación política durante
las tareas que se han llevado adelante en conjunto con otros actores de la sociedad
durante y posteriormente a la inundación. En este sentido, he vivido de forma personal –
tanto como damnificada como militante- los hechos. De esta forma, el recorte del tema
elegido surge de haber formado parte del escenario estudiado y sobre todo, de haber
vivenciado los juicios quese han realizado tanto mediática como socialmente –quizás
una cosa como consecuencia de la otra- sobre las acciones que, como colectivo político
militante, hemos llevado adelante y en paralelo a los discursos generados sobre nuestras
propias acciones. 
Además de la observación participante, lo que enriquece significativamente este
trabajo son las entrevistas en profundidad a los militantes. Los militantes entrevistados,
han formado parte de las acciones que se llevaron adelante durante y posteriormente a la
inundación; y he tomado contacto con ellos por haber sido, para entonces, algunos de
ellos mis compañeros de La Cámpora anteriormente y durante el 2 de abril;otros de
10
estos militantes, han comenzado a formar parte de este espacio político como
consecuencia de la actividad política militante que se ha realizado en esta oportunidad. 
En total, las entrevistas realizadas fueron ocho y, en su mayoría, de forma
personal; sólo en un caso la entrevista fue realizada por e-mail, dado que la persona
entrevistada no se encuentra al día de hoy residiendo en la ciudad. En este sentido, las
preguntas realizadas fueron las siguientes: ¿Cómo te llamas, donde vivís, con quien o
con quiénes?, ¿dónde y desde cuándo militas?, ¿qué haces además de militar?, ¿con que
fin militas?, ¿por qué en La Cámpora?, ¿cuál es el proyecto que te convoca?, ¿en qué
consiste, para vos, la militancia?, ¿dónde estabas y que hiciste el 2 de abril de 2013
durante la inundación de la ciudad de La Plata? y, ¿qué pensas sobre los dichos que se
desprenden de las notas periodísticas publicadas por los diarios “Clarín” y “Hoy” sobre
los militantes de La Cámpora y en relación a las actividades que han llevado a cabo?
-sobre el contenido de esta última pregunta, he leído a los entrevistados los recortes que
he realizado sobre las notas y que han sido citados en este trabajo y en este apartado-. 
Todos los entrevistados, son militantes de la organización política La Cámpora y
han militado activamente durante los episodios ocurridos durante y como consecuencia
de la inundación del 2 de abril de 2013 en la ciudad de La Plata. Además, de las
entrevistas realizadas, surgen en ellos coincidencias personales: todos estudian o han
finalizados sus estudios de grado en la Universidad Pública y trabajan en organismos
dependientes del Estado. 
En este trabajo, también cito –más adelante- los dichos de una vecina del barrio
de Romero, Catalina. Este discurso, no surge de una entrevista realizada directamente a
Catalina, sino de la conversación que mantuve directamente con ella en oportunidad de
un encuentro que tuvimos cuando me encontraba militando en el barrio donde ella vive. 
11
Catalina, tenía entonces 25 años y vivía en Romero, donde vive actualmente. No
trabaja ni trabajaba en el empleo formal. Durante determinados periodos, es empleada
doméstica y realiza tareas de limpieza o cuidado y asistencia a personas mayores. Para
el momento en que mantuvimos ese diálogo, en el año 2013, era estudiante del
programa Fines, con el objetivo de terminar sus estudios secundarios. Entonces era
madre de dos hijos y actualmente de tres, con quienes convive, junto con su pareja. De
su grupo familiar, fue Catalina la persona que inició su relación con los militantes de La
Cámpora que militaban en el barrio donde reside. 
Los barrios que van a ser mencionados en el curso de este trabajo son todos
barrios que forman parte del partido de La Plata. Se traen a esta investigación, porque
en ellos se encuentran ubicadas unidades básicas2 pertenecientes a la organización
política La Cámpora, donde se encontraron militando los entrevistados. Todos estos
barrios citados, han sufrido consecuencias materiales a causa de la inundación. A saber: 
 Barrio San Carlos: se encuentra ubicado a 4 km del centro de la ciudad de La
Plata, al sudoeste, ubicándose en la periferia de la ciudad, fuera de la
cabecera del partido homónimo, que sería el casco urbano de la ciudad de La
Plata. 
Comprende una gran parte de población en situación de pobreza. 
 Barrio Tolosa: se encuentra ubicado a unos 3 km del centro de la ciudad de
La Plata. Ubicado en zona norte de la ciudad, de origen y actualmente
comprendido por familias de clase media, media- alta preferentemente. 
 Barrio Melchor Romero: se encuentra ubicado a unos 5 km del centro de La
Plata. Lejos del casco urbano y al sudoeste de la ciudad. En el barrio de
Romero se encuentra el Hospital Neuropsiquiátrico “Alejandro Korn”, esto
2 Una unidad básica, es un espacio físico donde se reúnen y realizan actividades políticas las personas
que simpatizan por un mismo partico político u organización política de índole peronista.
12
lo vuelve popularmente conocido en la ciudad. Sin embargo, gran parte de su
población se encuentra en situación de pobreza. 
13
Capítulo 1
El Kirchnerismo como gobierno y La Cámpora como organización
El kirchnerismo
El período bajo análisis encuentra al kirchnerismo como referencia obligada. Por
“kirchnerismo”, se comprende el período político gubernamental que abarca los años
desde el 2003 –con la asunción del presidente de la naciónNéstor Kirchner- al año 2015
–hasta terminado el periodo presidencial de Cristina Fernández de Kirchner-. Este
apartado, presenta los procesos políticos de larga duración que han formado parte de las
presidencias citadas y que contextualizan el marco en el que los jóvenes participan en
política, describiendo las características y rasgos sobresalientes de la dinámica política
del periodo. 
La emergencia del kirchnerismo
El presidente Néstor Kirchner, asumió en su cargo en el año 2003 con solo el
22,24% de los votos. Las elecciones se llevaron adelante en circunstancias
excepcionales, tanto a nivel social como político en Argentina. En este sentido, la
formula Kirchner- Scioli fue central en el armado político del momento para evitar la
reelección del ex presidente Carlos Menem, que se resuelve en un ballotage que
finalmente no se lleva adelante. Dando un paso al costado Carlos Menem, Néstor
Kirchner asume la presidencia de la nación. 
En su discurso de asunción, Néstor Kirchner ubicó al Estado como la entidad
capaz de reconstruir un proyecto nacional. Propone, construir practicas colectivas de
cooperación que superen los discursos individuales de oposición, construir políticas a
largo plazo para crear futuro, abrirse al mundo como país de manera “realista”, es decir,
14
priorizando la producción nacional; en este marco, propone también la acción política
desde el MERCOSUR, en alianza estratégica y regional con los países
latinoamericanos. Ubica a los sectores público y privado en distintos roles. Expresa su
intención de trabajar “de la única manera seria que conoce”, creando un círculo virtuoso
donde la masa de recursos crece si la producción crece, producción que aumenta si
también lo hace la masa de recursos. Además, expresó la necesidad de avanzar sobre el
desmantelamiento de la impunidad, que benefició por dos décadas a los responsables de
los delitos de lesa humanidad durante la dictadura cívico-militar de 1976 y se pronunció
a favor de la renovación de los miembros de la Corte Suprema de Justicia. En el mismo
discurso, reivindicó el papel de la militancia setentista. Más adelante, con poco tiempo
en el gobierno, durante el año 2004 y durante la inauguración del Museo de la Memoria,
en la Ex ESMA, pidió perdón en nombre del Estado nacional por la vergüenza de haber
callado tantas atrocidades -refiriéndose a los crímenes de lesa humanidad- durante
veinte años de democracia y presenta a las generaciones militantes de los 70 y a las que
en la actualidad participan activamente como militantes, como actores fundamentales
del cambio social.
Dice Retamozo (2012), que sin comprender las transformaciones del mundodel
trabajo y del Estado, no es posible comprender en profundidad el cambio en las
condiciones de sociabilidad ni de la construcción de acción colectiva que se da respecto
de la década de gobierno anterior a las presidencias kirchneristas. En este sentido, el
ámbito específico del trabajo y el del Estado, se comprenden como el espacio donde se
configuran las relaciones sociales que intervienen en las condiciones de producción y
reproducción de la vida de las personas. Ambos, resultan claves para comprender la
emergencia de los movimientos sociales y políticos que nacen en los años noventa,
período en el cual el ámbito de trabajo se encuentra golpeado por un modelo económico
15
que supone la privatización, la reducción del empleo público y la liberalización
comercial. Las malas condiciones de trabajo crecen a la par de un Estado que, lejos de
actuar como garante de los derechos sociales y económicos de las personas, da lugar al
mercado como agente coordinador social y de la distribución de recursos. La contracara
del Estado neoliberal de los años noventa, la encuentra no solo el discurso inaugural del
presidente Néstor Kirchner, sino también las medidas que se llevaron adelante iniciado
su gobierno y en adelante. Se trata de un gobierno que asumido en el año 2003, y con
solo un año de curso, ya interviene en los asuntos públicos a expensas del poder
corporativo y posiciona al Estado como regulador de la economía (Cheresky, 2004). Las
decisiones económicas inmediatas del nuevo gobierno, apuntaron al desarrollo de la
producción nacional en sustitución de las importaciones y a la exportación –sobre todo-
de productos primarios. En el mismo sentido, la relación con los organismos
internacionales de monitoreo ha adoptado una postura radical respecto de la época
anterior, sobre todo con el FMI –Fondo Monetario Internacional-, resultando de tal
postura el pago de la deuda externa con el organismo. Fue entonces en el año 2005, que
se anuncia la medida por el presidente de turno: “Terminamos el año diciendo que
queremos ser independientes y manejar nosotros los resortes de nuestro país. Decidimos
terminar con la deuda de 50 años y le dijimos al Fondo: basta de deuda externa.
Argentina paga, se libera y construye su destino” (Néstor Kirchner). 
La tasa de crecimiento económica3 influyó directamente en los índices de
empleo. Incluidos los planes de trabajo impulsados por el Estado nacional, la
desocupación afecta para el año 2004 al 14,4% de la población (Cheresky, 2004). Ya
para el año 2006, en Argentina habían sido homologados 930 convenios de trabajo y
acuerdos colectivos entre sindicatos y empleadores, la cifra más alta en los
3 Aún en el primer trimestre de gobierno, la economía creció a un ritmo de 11,2% respecto al mismo
periodo del año 2002 (Cheresky, 2004) 
16
últimosquince años. El auge de la negociación colectiva, se entiende en un ciclo que no
tuvo precedentes, tanto en lo que respecta a la cantidad de negociaciones que se llevaron
adelante entre los sindicatos y el gobierno, como en el contenido de los acuerdos
resueltos (Pérez y Natalucci, 2010). La relación con los sindicatos cambia entonces de
forma radical con respecto a la década anterior, en la que el sindicalismo se encontró
afectado debido al aumento de la desocupación y la informalidad del empleo, situación
que repercutió inmediatamente en la desafiliación de los trabajadores y la consecuente
reducción de las afiliaciones de los sindicatos nucleados en la CGT –Central General de
Trabajadores- (Retamozo, 2012). Para el nuevo gobierno, la relación con los sindicatos,
sería la del dialogo directo. 
Dice Cheresky (2004), que a tan solo un año de gobierno kirchnerista, parecería
ser que la propuesta de gobierno apuntó a revivir actores sociales correspondientes al
momento de plenitud de la sociedad industrial, con una perspectiva más confrontativa
que ordenadora de los actores sociales –grandes empresarios, militares, fuerzas de
seguridad-, aun mezclándose el presidente de la nación en la polémica de los
protagonistas de la protesta social como un compañero más y no como una figura cuya
función sería la de la representación y la regulación. En este último punto, en el que el
presidente actúa en función de un mandato pero lleva sus convicciones adelante en una
relación de diálogo y rectificación con la ciudadanía y con las instituciones, a la vez que
se mantiene como garante del Estado de derecho –porque es el representante de la
nación-, Cheresky es crítico y dice que esta sería entonces una de las carencias mayores
del régimen presidencial sustentado en la opinión. En este sentido, el autor comprende
que la opinión pública se ha ido constituyendo en este período como una referencia
central en la vida política. 
17
En tanto los actores sociales políticos rescatados luego por el kirchnerismo,
parecería ser que en la década del 90, el escenario militante se encontraba dividido. Al
militante político, se contraponía una idea de militante social apolítico que actuaba en
ONG, asociaciones civiles y movimientos sociales que trabajan por el bien común. El
imaginario sobre el militante político, se encontraba estigmatizado y se lo ubicaba
dentro de la lógica burocrática dependiente de los aparatos políticos. La política, durante
la década del 90, sufrió un proceso de vaciamiento ideológico en el que el militante
dejaba de ser social -como había sido en los ’70-, para empezar a ser parte de un Estado
mínimo, poco presente e improductivo. 
Sostiene Julieta Quirós (2013), que luego de la crisis del 2001, desde las ciencias
sociales se señala el surgimiento de un “nuevo modo de concebir, imaginar y practicar
la militancia”. En este sentido, la figura del militante se revaloriza sobre la idea de
militancia en vínculo directo con la juventud activa por la transformación social. El
kirchnerismo, de acuerdo con Quirós, hizo de la militancia uno de sus valores centrales,
cuestión que permite pensar acerca del cuestionamiento de determinados sectores
concentrados de poder sobre la misma.
Según un estudio publicado por German J. Pérez y Natalia Natalucci (2010), en
la dinámica de la movilización social se produjeron dos grandes cambios. El primero,
hace referencia a las organizaciones piqueteras que en su acción adherían al universo
nacional y popular y que asumieron los dichos inaugurales del actual presidente en
vínculo directo con los principios del peronismo4 - como es el caso del Movimiento de
Trabajadores Desocupados Evita y la Federación de Tierra, Vivienda y Hábitat; esta
última, perteneciente a la Centra de Trabajadores Argentinos-. Por otro lado, se ubica el
movimiento que interpretó el cambio de coyuntura política como un quiebre entre la
4 Principalmente, en clave de las tres banderas históricas: soberanía política, independencia económica y
justicia social. 
18
dirigencia gobernante y el sector concentrado de capital financiero -como es el caso de
Barrios de Pie-. Las organizaciones, dejaron de reconocerse como “piqueteras” para
autodenominarse como organizaciones “sociales”. Si antes la intervención en lo público
estuvo caracterizada prioritariamente en la realización de la protesta callejera
-caracterizada como “piquete”-, ahora las organizaciones se abocaban al trabajo de
territorio en los barrios. El escenario de la movilización social se vio directamente
cruzado por la nueva participación creciente del sindicalismo, en el marco de un
momento histórico de activa negociación colectiva con el gobierno, en el que fueron
homologados en Argentina 930 convenios de trabajo5 -la cifra más alta en los últimos 15
años-. 
En sus inicios como presidente de la nación, Néstor Kirchner, se postula a favory con intenciones directas de construir un Estado social y económicamente interventor;
y, además, ubica a la militancia como actor político esencial para el cambio social que
forma parte del modelo de país que propone. La militancia y la propuesta de gobierno
de Estado del presidente, accionan desde su discurso en un mismo sentido. 
La consolidación de un proyecto (2003-2007)
Las transformaciones en materia económica que se llevaron adelante durante el
período, sin dudas han impactado directamente en la sociedad argentina. Desde la
década el 70, se comenzó un progresivo proceso de desmejoramiento sobre la situación
social que se sostuvo hasta el fin del modelo neoliberal con la crisis económica y social
del año 2001. El plan de la dictadura militar del 76, estuvo orientado a reestructurar las
bases del patrón de acumulación a partir de una serie de reformas para liberalizar la
economía; a la par que llevaba adelante un plan sistemático de secuestros, torturas,
asesinatos y desapariciones de personas vinculadas a lo que el gobierno de facto llamó
5 Durante el año 2006
19
“subversivos”. En este caso, personas de la sociedad civil que por su actividad en el
ámbito público o su manera de pensar, contraria a la ideología de derecha adoptada por
el gobierno dictatorial, amenazaban los intereses del mismo. 
El plan económico de la dictadura militar, no se revirtió significativamente bajo
la presidencia de Raúl Alfonsín (1983-1989) y se profundizó en la década del 90. Este
modelo, estuvo caracterizado por la desregulación, la privatización masiva de empresas
públicas y la precarización laboral. El endeudamiento del país a favor de organismos
internacionales como el FMI, se vinculó directamente al escaso dinamismo que tenían
las exportaciones, con una apertura comercial al mundo, una moneda sobrevaluada y un
constante déficit fiscal –entre otras cosas, por el impacto producido por la privatización
del sistema de jubilaciones y pensiones- (Varesi, 2010). 
Las medidas llevadas adelante por el gobierno neoliberal de la década del 90,
afectaron distintos esquemas de integración social. El lugar prioritario que se dio al
mercado, tuvo efectos regresivos sobre la situación social de los sectores populares –
luego de una primera etapa en la que el modelo logró controlar la inflación-. Entre las
primeras y más significativas reformas estructurales de los años 90, se destaca la que
transforma y privatiza el sistema previsional. En efecto, son las Administradoras de
Fondos de Jubilaciones y Pensiones –AFJP- las que quedan a cargo del sistema de
previsión, teniendo el nuevo sistema un carácter de régimen de capitalización privada
encontrándose liderado por el sector financiero. Además, se aumentó la edad jubilatoria
y se incrementó a diez años más la cantidad de años de aportes como requisito para
obtener la jubilación. 
Durante los años 90, el incremento de la tasa de desocupación y conflictividad
social ascendente se afrontó en la instrumentación de políticas sociales y laborales para
atender a la población en situación de desocupación y pobreza. Sin embargo, si bien han
20
existido algunos programas de empleo, éstos se caracterizaron por una cobertura
acotada, alta rotación y bajos recursos invertidos (Trujillo, 2010). Hacia finales de la
década, el país presentaba un escenario económico dominado por los problemas
fiscales. El fin del ingreso extraordinario, producto de la venta de empresas del Estado y
las consecuencias de la reforma previsional, produjeron impactos sobre este déficit
fiscal que en conjunto con el incremento de la deuda externa generó una situación de
agotamiento estructural. En este caso, el éxito del modelo residía en sostener la paridad
peso-dólar, que sólo podría lograrse a partir de un ingreso significativo de divisas. Sin
embargo, durante el segundo período de la década, se percibió un escaso nivel de
ingreso de capitales y una importante fuga de divisas, que volvieron insostenible y
crítico el modelo de acumulación neoliberal.
El momento de máximo deterioro social se encontró en el año 2002, con los
efectos del estallido inflacionario, que se sostuvo con aumentos que afectaron
principalmente y por la estructura de tipo exportadora, sobre los componentes de la
canasta básica. En este sentido, la inflación registrada de un 45%, alcanzó para reducir
los ingresos reales de los trabajadores en un tercio en el período que va desde del año
2001 al 2003 (Varesi, 2010). En este contexto, dice Varesi, que los gobiernos
kirchneristas, han desplegado un conjunto de acciones tendientes a repuntar los ingresos
mínimos de las clases subalternas y a aumentar los salarios reales de forma significativa
en los sectores dinámicos de la economía. Para lograrlo, se han establecido en principio
cuatro mecanismos que se han llevado adelante: aumento del salario mínimo, impulso a
los convenios colectivos, aumento y extensión de las jubilaciones mínimas y algunos
acuerdos de precios para limitar la inflación. 
Cuando Néstor Kirchner asume la presidencia, se encuentra con varios desafíos
en materia económica y social. La propuesta del gobierno, fue la de mantener políticas
21
activas de empleo y a la vez fomentar el empleo registrado en el marco de un modelo
que promovía la inclusión social (Trujillo, 2010). El problema de la pobreza y la
desigualdad, fue encarado, en principio, desde la confianza en la reactivación del
crecimiento económico y la generación de empleo de calidad asociado a la
recomposición del ingreso. En este sentido, el Salario Mínimo Vital y Móvil que en
julio del año 2003 era de $250 pasó a ser de $650 para el mismo período del año 2005.
Las políticas orientadas a la recomposición salarial, a través de paritarias y aumento del
SMVM6, constituyeron uno de los pilares que dio fin al modelo de acumulación
neoliberal (Trujillo, 2010).
Es en el año 2008cuando la situación de los jubilados y pensionados cambia
radicalmente, con la ley de estatización de las AFJP. La ley realiza una profunda
reforma al sistema previsional dejando atrás las modificaciones que se han resuelto
sobre el mismo con la ley sancionada en el año 1993. La ley que entonces quedaba
atrás, establecía un régimen de capitalización individual en el que los aportes de los
trabajadores no eran percibidos por el Estado, sino por una empresa privada con fines de
lucro –las AFJP-. Con la sanción de la nueva ley, el régimen previsional se integra en el
sistema público de reparto, que conforma un nuevo sistema público y solidario y que se
conoce como el Sistema Integral de Previsión Argentino –SIPA-. De esta manera, las
cuentas que hasta el momento pertenecían a las AFJP, pasan a estar a cargo de la
Administradora Nacional de Seguridad Social –ANSES-, que comienza a ser
responsable de la administración del SIPA. Estos fondos, empiezan a constituir el Fondo
de Garantía de Sustentabilidad. Al mismo tiempo, la ley considera que deben realizarse
las gestiones correspondientes para preservar la fuente de trabajo de los empleados de
las AFJP. En este caso, otros organismos del Estado, además de la ANSES, han
6 Salario Mínimo Vital y Móvil 
22
empleado a los trabajadores de las antiguas Administraciones. Con la ley sancionada en
el año 2008, el Estado vuelve a hacerse cargo de una de sus responsabilidades más
importantes. 
La inclusión de los sectores excluidos por el pasado gobierno neoliberal, se ha
expresado en distintas políticas de gobierno, como ha sido el caso de la Asignación
Universal por Hijo –AUH-. Las asignaciones universales por hijo, han sido una política
de gobierno del Estado nacional que comienza a tener vigencia en el año 2009 y por
decreto del ejecutivo nacional. En este caso, lo que hace la asignación para protección
social, esigualar la condición de los hijos menores de 18 años de las personas que no
tienen trabajo –o por lo menos no tienen trabajo en el empleo formal-, así como aquellas
personas que no lleguen a ganar con su salario el piso salarial que establece el SMVM,
con la situación, por lo menos en lo que respecta al derecho sobre las asignaciones
familiares, de los hijos de las personas que formen parte del sistema formal de empleo
público y privado. La administración de la AUH, también se encuentra a cargo de la
ANSES. Más adelante, en el año 2011, la prestación se ha vuelto extensiva a mujeres
embarazadas que se encuentren en las mismas condiciones laborales que las madres de
los menores que reciben la AUH. Desde el primer pago, las asignaciones se cobraron a
través de cajas de ahorro destinadas para tal fin. Para esto, el Banco Central de la
República, realizó una resolución para que la ANSES pudiera tener a cargo esas cuentas
para pagar dichas asignaciones por medios de bancos públicos y privados; a su vez, las
asignaciones también se cobraron en las oficinas habilitadas del Correo Argentino, que
se utilizaron como bocas de pago que más adelante funcionarían solo en las entidades
financieras. El conflicto en los pagos, surge directamente en las entidades bancarias, que
al tomar mediante el BCRA el compromiso y la responsabilidad de abonar a los
beneficiarios de la asignación el dinero correspondiente, generaron por reglamentación
23
interna la disposición que considera que las personas beneficiarias de la asignación, así
como aquellas que cobren planes sociales de trabajo, como clientes del banco, tienen la
característica de poseer cuentas que por su carácter –también establecido por la entidad
bancaria- deben cobrarse necesariamente con tarjeta de débito y por cajero automático;
como es, por ejemplo, el caso en el Banco de la Nación Argentina. Es decir, que ante el
inconveniente de no ser portador o portadora de una tarjeta de débito, la persona titular
de la cuenta debería esperar a recibir una nueva tarjeta –que puede tardar hasta diez días
hábiles en llegar al Banco- para poder cobrar, quizás, el único ingreso que percibe y que
por derecho que le ha otorgado el Estado. A pesar de resolverse en la normativa interna
del Banco Nación la posibilidad de que las personas con cargos de Gerente en la entidad
bancaria autoricen el pago de las AUH por medio de las cajas, donde el beneficiario del
programa pueda retirar su dinero en efectivo, el personal del Banco se encuentra
imposibilitado de realizar dicha gestión por haber sido notificado de posibles sanciones
en el caso de volver posible esta operatoria7. Esto, aunque mínima, genera una ruptura
entre la política pública adoptada por el Estado y las entidades bancarias-por lo menos,
con la entidad bancaria más grande, de mayor alcance y pública del país-. En tanto la
AUH, para el año 2009 y con Cristina Kirchner a cargo de la presidencia, se orientó a
garantizar un piso mínimo de cobertura de ingresos para los hogares con menores de
edad. El plan “Ingreso Social con Trabajo- Argentina Trabaja”, surgió con el fin de
reordenar un mercado de trabajo que permanecía fuera del alcance de la economía
formal. El programa, impulsado por el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación,
promovió la formación de cooperativas de trabajo para la realización de capacitaciones
laborales y tareas ligadas a la infraestructura local y atención a actividades de mejora
habitacional, comunitaria y de limpieza. Según los datos del Ministerio de Desarrollo
7 Registro tomado de observación participante, 2015
24
Social, para el año 2013, el programa alcanzaba a más de 5 mil cooperativas que
incluían a 189.319 mil trabajadores (Trujillo, 2010). 
Más adelante, ya en el año 2010, Los fondos de la ANSES, también se utilizaron
para financiar políticas sociales inclusivas como el programa Conectar Igualdad; este
programa también se resolvió por decreto del ejecutivo nacional. En este caso, la
medida estableció el suministro de una notebook a estudiantes y docentes de escuelas
públicas –también se hizo extensivo a entidades de educación especial y de Institutos de
Formación Docente-. 
Cheresky (2004), a un año de iniciado el gobierno de Néstor Kirchner, lo definió
como “el presidente que hizo lo que no se podía hacer”. Claro que, en oportunidades,
también con críticas, Cheresky escribió que “rápidamente el presidente ejerció una
voluntad política audaz que iba contracorriente de los límites implícitos y explícitos de
lo que ´se podía hacer´. Las principales corporaciones vieron cuestionados sus
privilegios y sus vínculos prebendarios con el poder. La cúpula de las Fuerzas Armadas,
sospechadas de connivencia e intervención política a favor de Carlos Menem, fueron
ampliamente renovadas en sus cuadros superiores, la Policía Federal y la de la Provincia
de Buenos Aires, así como el sistema penitenciario, experimentaron sucesivas reformas
y desplazamientos de sus mandos. Los miembros de la mayoría de la Corte Suprema,
acusada de connivencia corrupta con el gobierno de Menem, fueron enjuiciados y
sustituidos por nuevos magistrados sometidos al escrutinio público y al procedimiento
de designación ligado por la Constitución. La obra social de los jubilados –el PAMI-,
que maneja en contratación medicamentos y sumas considerables, fue intervenida
iniciándose una reorganización que apunta a desalojar los negocios espurios de los que
beneficiaban sindicalistas y militantes de los partidos mayoritarios”. 
Gobierno, coaliciones y algunas problemáticas (2008-2015)
25
Cristina Fernández de Kirchner, asume la presidencia de la nación en diciembre
del año 2007. Fue la primera presidente electa en el país8 y su asunción estuvo
inmediatamente comprendida de conflictos entre el gobierno y actores sociales. Dice
Russo (2010), que el gobierno de Cristina Kirchner, hubiese caído fácilmente en la
resignación defensiva, de forma literal, si no hubiese sido por la iniciativa política
fragorosa que desplegó la presidente. 
El hecho de ser la primer presidente mujer electa de la historia del país, abre un
sinfín de especulaciones sobre su expectante desenvolvimiento como primera
mandataria que se resuelven incluso, en ocasiones, en hechos concretos de misoginia
que resultan tanto más perjudiciales al sostenimiento de la investidura presidencial que
se ha encontrado, desde sus inicios, en constante disputa de poder con actores sociales
empresarios. En este sentido, a inicios de su mandato, la presidente ya era presentada
por los medios de comunicación como una persona autoritaria, bipolar, adicta a la
compra de carteras, carente de criterio propio y manejada intelectualmente por su
marido quien le dictaba la forma precisa de gobernar (Russo, 2010). Esto, en términos
de modelo gubernamental democrático, sobre todo a nivel procedimiento electivo,
subestimaría no solo a la presidente en sus capacidades, sino además a quienes la
habrían elegido como representante de la nación. Incluso antes de su asunción, Cristina
Kirchner, habiendo ocupado durante más de una década cargos públicos y con una larga
trayectoria de militante política, había elegido presentarse públicamente como “primera
ciudadana” en lugar de “primera dama”9, adentrándose ya en la discusión pública
machistasobre su figura. Más adelante, ya a cargo de la presidencia, sugirió que
comiencen a llamarla “presidenta”, entendiendo que el término “presidente” resultaría
ser convenientemente utilizado para presidentes de sexo masculino; lo cual termina en
8 Con el 42,28% de los votos en el año 2007
9 Entonces era la esposa del presidente de la nación Néstor Kirchner
26
el debate público que se desenvuelve en torno a si la mandataria resulta sabero no la
lengua castellana, poniendo nuevamente en cuestión sus capacidades intelectuales. 
En este escenario, asume la presidencia Cristina Kirchner. Que, en realidad, se
llama Cristina Fernández y adopta públicamente –más allá de la compresión legal- el
apellido de su marido, quizás por sentido de pertenencia a una tradición política más
que por una cuestión formal familiar.
En el año 2008, comenzó a emerger, con la resolución 125, dirigida al epicentro
del modelo agroexportador, una oposición política y mediática tanto más definida y
constante que la oposición de años anteriores sobre el modelo político kirchnerista. Si
bien el periodo presidencial de Néstor Kirchner no estuvo exento de conflictos, las
reparadoras iniciativas económicas presidenciales, el consenso público sobre las cuales
estuvieron rodeadas y la amplia expansión de las mismas, permitieron que se sucedan
enfrentamientos sectoriales y un gran impacto generalizado; de manera tal que la
oposición política no encontró un terreno firme para tomar posiciones electorales
expectables (Aronskind y Vommaro, 2009). 
El lanzamiento de la resolución 125 en marzo del año 2008, generó un
movimiento de resistencia social y político de gran magnitud. Ya desde el año 2002,
luego de una gran devaluación de la moneda, el Estado nacional había reimplantado las
retenciones a las exportaciones a fin de captar el incremento de la rentabilidad
agropecuaria; la resolución 125, se presenta justo en un momento internacional en el
que los precios de los productos agropecuarios alcanzaban valores récord, lo cual
profundiza aún más el conflicto social.
En sí, la resolución 125, a cargo del para entonces Ministro de Economía Martín
Lousteau, establecía un sistema móvil para las retenciones impositivas a la soja, el trigo
27
y el maíz. Las organizaciones agro-ganaderas más grandes del país10, tomaron medidas
inmediatas sobre la presentación de la resolución por el ejecutivo, llevando adelante un
paro agropecuario nacional, el bloqueo de rutas y un “lockout” -que es una práctica
decisiva patronal sobre el cierre de establecimientos de producción rural-. Las medidas
agropecuarias patronales se extendieron por más de cuatro meses, en los cuales se pudo
visibilizar de forma impactante a través de los medios de comunicación la forma en que
los dueños de las corporaciones rurales de producción decidían tirar la leche producida a
la vía pública como una forma más de protesta. Durante este período de conflicto, se
produjo la renuncia del Ministro de Economía Martin Lousteau y el poder ejecutivo
nacional decidió presentar la medida en forma de proyecto de ley sobre las retenciones a
las exportaciones de granos, que también incluía las compensaciones por las mismas a
los pequeños productores, en el Congreso, a fin de que el conflicto se resuelva con el
voto en el recinto. El proyecto, se aprobó en la Cámara de Diputados de la Nación y
obtuvo un empate en cuanto a votos en la Cámara de Senadores; por este motivo, el
presidente de la última Cámara, quien es además vicepresidente de la Nación, debió
desempatar con su voto la votación del resto de los senadores. El vicepresidente de la
nación votó en contra de la ley. En la madrugada del 17 de julio de 2008, antes de dar su
voto, manifestó que le cabía una responsabilidad histórica sobre su decisión, que había
quienes desde lo político le decían que debía acompañar –la iniciativa del gobierno
nacional-, pero que su corazón decía otra cosa; que no creía que su decisión –que se
resolvía en el fin de un conflicto social sin precedentes para el kirchnerismo- implicara
el fin de la gobernabilidad y la paz social, que quería seguir siendo el vicepresidente de
los argentinos, el compañero de fórmula de la presidente de la nación hasta el año 2011,
como anticipándose a una posible destitución. Manifestó, además, que sabía que la
10 La Sociedad Rural Argentina, la Confederación Intercooperativa Agropecuaria Limitada,
Confederaciones Rurales Argentinas y la Federación Agraria Argentina 
28
presidente lo iba a entender y finalizó su discurso con la frase “que la historia me
juzgue, pido perdón si me equivoco. Mi voto no es positivo. Mi voto es en contra”. Al
día siguiente, Cristina Kirchner, anunció que quedaba sin efecto la resolución 125. El
conflicto social entre empresarios y gobierno, se sostuvo. A principios de octubre, las
patronales rurales anunciaron un paro de seis días con cortes de ruta en caso de ser
necesario, pidiendo además la quita total sobre las retenciones a la exportación. 
Resuelta la resolución y su continuo proyecto de ley incluso en contra de la
propuesta del gobierno, el conflicto social ya estaba desatado; conflicto que tensionó
mucho la situación de todos los argentinos, sin dejar incluso margen para la indiferencia
individual. Sobre las calles de las ciudades se podían ver autos circulando con
inscripciones en sus parabrisas con la leyenda “todos somos el campo”. La información
sobre el proyecto de ley, se había leído por la sociedad como un golpe a los trabajadores
rurales más que como una medida a favor del sostenimiento económico nacional que
incluía el pago de retenciones sobre la producción de los dueños de las más grandes
empresas rurales del país. Parecería ser que el mito del “granero del mundo” como
oportunidad económica de los trabajadores,había nacido nuevamente. Sí, es verdad que
el fuerte exportador argentino radica en la producción rural agro-ganadera, pero la
lectura sobre la medida económica impulsada por el gobierno se realizó por gran parte
de la población más como una medida que apuntaba contra el sector productivo rural en
todos sus alcances –incluso sobre los trabajadores-, más que un intento por promover la
redistribución del ingreso que necesariamente incluía la retención sobre la producción a
las grandes empresas. Hay quienes han dicho, que ni siquiera Perón pudo realizar la
reforma agraria, por el poder sin límites que sostienen los empresarios. Quizás entonces
podía comenzar a caer la idea popular de que el poder político es el que no tiene límites,
pero tampoco fue así. El conflicto político- social se profundizó. 
29
Dicen Aronskind y Vommaro (2009), que de alguna forma el conflicto con el
campo puso en entredicho lo que representaba el kirchnerismo como construcción
política, como parte de las principales líneas económicas, sociales y políticas que
caracterizaron su gestión. En este sentido, al permitir reagrupar fuerzas a una oposición
que hasta ese momento no había encontrado un eje que las uniera, el enfrentamiento de
las corporaciones agrarias contra el gobierno contribuyó a mostrar debilidades de la
coalición kirchnerista que hasta entonces no habían tomado escena en el ámbito público
y, además, permitió acrecentar la potencia de las fuerzas sociales desplazadas después
de la crisis del año 2001, que vieron la oportunidad de reaparecer en la escena pública.
Los medios de comunicación, tuvieron un enorme protagonismo en este período,
orientando a la opinión pública, dando determinada información y ocultando otra,
otorgando la palabra de forma selectiva a determinados actores en el conflicto y
presentando de forma conforme con sus intenciones el mensaje que se pretendía
transmitir (Aronskind y Vommaro, 2009).
Es en este escenario y precisamente en este momento, como consecuencia de
este conflicto, en tanto período de resurgimiento o surgimiento de relegados o nuevos
actores sociales, en que la agrupación política La Cámpora, como fuerza y valor del
gobierno, toma carácter público. Esto, por decisión directa de su organización. 
En lo que respecta a los programas sociales de protección social, durante el
segundo gobierno de Cristina Kirchner, se sostuvieron como pilares fundamentales de
los gobiernoskirchneristas. Los fondos de la ANSES apuntaron a promover dos
programas sociales: el Programa de Respaldo a Estudiantes Argentinos –PROGRESAR-
y el Programa de Crédito Argentino del Bicentenario para la Vivienda Única Familiar –
PROCREAR-. En este caso, el PROGRESAR, consiste en una prestación de $900
mensuales destinada a estudiantes que no tengan empleo o trabajan en el empleo
30
informal y en cuyos hogares no reciban ingresos superiores a tres SMVM. Por su parte,
el PROCREAR, a través del fondo fiduciario público, nace con el objetivo de promover
el crédito para la construcción de viviendas y el desarrollo de proyectos urbanos e
inmobiliarios, particularmente orientados a la vivienda familiar única. Esta política, se
impulsó con el propósito de incidir positivamente en el acceso a la obtención de créditos
hipotecarios que den soluciones habitacionales y reactiven la economía de los sectores
ligados a la construcción. 
La Cámpora
El gobierno de Héctor José Cámpora, no duró más de 49 días -25 de mayo de
1973 a 13 de julio de 1973-. Sin embargo, su mandato como presidente de la Nación,
sembró la impronta de una de las agrupaciones políticas más grandes que hoy tiene
nuestro país. La razón simbólica del nombre de "La Cámpora", radica en que fue el
gobierno de Cámpora el que puso fin a dieciocho años de proscripción del peronismo;
iniciados con el golpe de Estado a la presidencia de Juan Domingo Perón en el año
1955, dictadura encabezada por el General Eduardo Lonardi y que se autodenominó
"Revolución Libertadora" (1955-1958). 
Es en una coyuntura política y social compleja que La Cámpora toma
protagonismo. Fue en pleno conflicto social con la resolución 125 que La Cámpora,
como valor del gobierno, irrumpe en el escenario público, generando-incluso en Plaza
de Mayo, el lugar donde se reunían las organizaciones rurales para manifestarse-
jornadas de capacitación y discusión, con el propósito de interpelar a la sociedad en
cuanto a los conflictos que se estaban generando. 
La agrupación, comienza a gestarse en el año 2003 y nace directamente desde el
seno del gobierno de Néstor Kirchner. Es en el año 2004 en que Máximo Kirchner, para
31
entonces hijo del actual presidente de la Nación, se involucra de lleno en el armado de
la agrupación política.
Las personas que dieron forma y constituyeron esta organización, militaban
anteriormente en distintos espacios de impronta peronista que se encontraron fuera del
campo político justicialista representado en la década del '90 por el presidente Carlos
Menem; en este sentido, varios de estos militantes de La Cámpora, comprenden que el
alejamiento con las políticas del gobierno neoliberal de la mencionada década comienza
desde el primer día de asumido el presidente, en un acto político en el que se hizo
presente Álvaro Alsogaray. De estos militantes de agrupaciones preexistentes, ninguno
llegó a La Cámpora sin contradicciones no resueltas (Russo, 2014). 
La agrupación política, se inicia con un pequeño grupo de militantes de Santa
Cruz y hoy es liderada por una generación de dirigentes con una larga trayectoria de
militancia social en los barrios y las universidades. A estas generaciones fundadoras, de
alrededor de 30 años, se le han sumado otras de distintas edades, que hoy se organizan
políticamente en los secundarios. En este sentido, La Cámpora lejos de ser una suma de
jóvenes que responden a un gobierno en el poder, parecería entenderse como una fuerza
política que responde, incluso al día de hoy cuando el mandato de Néstor Kirchner y de
Cristina Fernández ha finalizado, a una conducción política que representa un modelo
de país nacional y popular. A groso modo, Sandra Russo (2014), define “proyecto
nacional y popular” como un proyecto de país inclusivo, desendeudado externamente,
política y económicamente soberano, dispuesto a saldar la deuda interna con los
sectores populares, gestor de un Estado activo en los sectores estratégicos, portador de
un autoestima que haría completamente impensable, por concepción ideológica, aquella
propaganda de la dictadura en la que se instaba a no comprar nada de industria nacional,
y se mostraba cómo las sillas argentinas se rompían al sentarse. 
32
Los relatos públicos, mediáticos y de la sociedad civil y política, que se han
construido sobre La Cámpora, han sido incontables y en su mayoría descalificadores.
Dice Máximo Kirchner (2014) que, entre muchas cosas, se ha tildado a las personas
que integran La Cámpora, como “los hijos del poder”, “nenes de mamá”,
“oportunistas”, “avivados en busca de cargos en el Estado”, “intoxicadores de
adolescentes”. 
En un estudio publicado en el año 2012, Florencia Saintout, en relación a las
formas en que los medios de comunicación refieren a los jóvenes que militan, explica
que asisten a arraigar estereotipos y estigmatizaciones. Los jóvenes -que militan- se
presentan ante el discurso mediático como “los que no pueden”, porque no están
preparados para la política, los “mal interesados”, porque pretenden involucrarse en la
tarea política con el fin de conseguir redito personal de la misma, los jóvenes
“engañados”, manipulados por el líder, los jóvenes “inocentes”, victimas sin prácticas
políticas propias de adultos con cargos políticos y, por último y polémico, los jóvenes
“irracionales”, aquellos que son peligrosos porque pertenecen a movimientos de
desocupados u organizaciones antisistema, jóvenes que no se presentan en escena como
sujetos políticos.
En un programa televisivo que llevaba el nombre de “Periodismo para todos”,
transmitido por canal 13 y con la conducción de Jorge Lanata, se tituló un informe, en el
año 2013, llamado “La Camporonga”. En este caso, este medio de comunicación
presenta, a partir de un conjunto de relatos-como el de Graciela Fernández Meijide o el
de Ceferino Reato- a los jóvenes militantes de La Cámporacomo sujetos pacíficos y
manipulados del escenario político gobernante. Los describen equivocados, sin
capacidad crítica, y desarrollanun discurso soberbio y cargado de subjetividad sobre la
organización política y las características que sus dirigentes destacan de la misma y
33
quesus militantes recogen para sí. Incluso, antes de la presentación del informe, Jorge
Lanata se refiere a La Cámpora como “el mito de la juventud maravillosa” y explica que
“hubo treinta mil desparecidos en Argentina. Treinta mil, veinte mil, quince mil, no
importa nada la cifra. Hay gente que todavía la discute, yo sigo diciendo treinta mil,
aunque sé que esa no era la cifra real, me parece que es lo que hay que seguir diciendo.
Ahora, fue terrible lo que le pasó a este país y las consecuencias fueron terribles. No
cambia nada que hayan sido los más maravillosos argentinos o los argentinos como
cualquier otro, porque en el fondo pensar que fueron los más maravillosos es justificar
que si no lo eran estuvieron bien reprimidos. No tiene nada que ver, no habría que haber
matado a nadie en la Argentina” (Lanata, 2013). El paralelismo entre “la juventud
maravillosa” de la década del 70, juventud militante, reprimida, secuestrada y
desaparecida, y “La Cámpora”, se presenta en el discurso del conductor del programa
como en una misma línea identitaria, donde una es heredera de la otra, se resuelve desde
la “teoría de los dos demonios”11 -cuando dice que no importa si fueron los más
maravillosos argentinos o los argentinos como cualquier otro y que nadie debería haber
muerto en la Argentina- y se la ubica en la categoría de “peligrosa” que define Saintout,
porque son los actores de las consecuencias terribles del país. Lo cual, si pensamos a los
medios de comunicación como formadores de la opinión pública, la transmisión a los
televidentes anuncia un peligro directo sobrela historia de la Argentina con La Cámpora
actuando en ella. 
El proceso de acercamiento de las organizaciones sociales al Estado, fue
denominado por ambos actores -organizaciones y gobierno- como un proceso de
“transversalidad” que, por un lado, le permitía al gobierno compensar el peso electoral
11 Se llama “teoría de los dos demonios” a la concepción sobre la cual los actos terroristas llevados a
cabo por las Fuerzas Armadas desde el Estado, durante la dictadura militar que comienza en el año 1976,
son equiparables a las acciones militantes y guerrilleras llevadas a cabo por las organizaciones políticas
de la sociedad civil -Montoneros, ERP, entre otras-. 
34
del Partido Justicialista12 y, por otro lado, a las organizaciones las ubicaba en el centro
de la reconstrucción nacional. Sin embargo, la construcción de esta transversalidad tuvo
un alcance limitado, dado que más allá de una misma reivindicación sobre lo nacional y
popular, las organizaciones cargaban con orígenes y tradiciones ideológicas distintas. El
punto de división, se postuló, sobre todo, sobre la identidad peronista; no todas las
organizaciones se encontraban convencidas de presentarse como peronistas en el
espacio público. Si bien los vínculos entre el entorno kirchnerista y los dirigentes
piqueteros comenzaron a entablarse antes de la asunción presidencial, fue también a
partir del 25 de mayo en que Néstor Kirchner asumió que se produjo un quiebre
significativo para la dinámica del espacio multiorganizacional como estaba estructurado
hasta entonces. En este sentido, se abría un proceso de reconstrucción política en un
doble sentido: por un lado, recuperaba al Estado como eje de un proceso de
transformaciones profundas; y, por el otro, interpelaba a las organizaciones como
militantes y figuras reprimidas durante los años anteriores (Pérez y Natalucci, 2012).
Una de las primeras acciones de Néstor Kirchner como presidente, en tantorelación con
las organizaciones sociales, consistió en la convocatoria a reuniones con las
organizaciones de todo el espectro ideológico. En esas reuniones13, el presidente
propuso a las distintas organizaciones integrarse a la coalición de gobierno
convocándolas a participar en la refundación de un proyecto nacional. Por cuestiones
ideológicas, fue que no todas las organizaciones aceptaron la propuesta. Las que sí lo
hicieron, comenzaron un debate al interior de las organizaciones respecto de su
estrategia de intervención en el escenario público y de sus modalidades organizativas.
Sobre las diferencias que surgieron en este nuevo campo de organizaciones, fue que se
fracturó el espacio piquetero, dando lugar a distintos frentes de organización
12 El gobierno se ubicó como la alternativa a la estructura dirigente del Partido Justicialista, que apoyó
directamente en las elecciones ejecutivas del año 2003 al candidato y ex presidente Carlos Menem. 
13 Junio de 2013
35
kirchnerista. La identidad piquetera, fue cediendo espacio en la recuperación de una
tradición que marcaba el cierre de un ciclo de resistencia a las reformas y la imposición
del mercado en tanto que comenzaba a aspirar a la articulación de la organización
territorial con la intervención de las instituciones y figuras del Estado (Pérez y
Natalucci, 2012). 
Con este escenario, el kirchnerismo como gobierno, se propone fundar la
impronta de una organización política que incluya en un mismo punto la disyuntiva
sobre la cual no se encontraban las organizaciones pre-existentes y que responda al ideal
de militancia activa en el Estado; comprendiendo al militante como actor político
fundamental para el cambio social. En este sentido, La Cámpora, nace en el año 2003 y
directamente desde el seno del gobierno. 
Con Máximo Kirchner encabezando el armado de la estructura de la agrupación
política, distintos actores que ya se encontraban militando previamente en el escenario
político, articulan en un mismo sentido y le dan entidad a la idea de agrupación política
kirchnerista-peronista. Junto con Máximo Kirchner, Andrés “el Cuervo” Larroque,
Mariano Recalde, Juan Cabandié, Eduardo “Wado” de Pedro, Mayra Mendoza, José
Ottavis y Horacio Pietragalla Corti, fueron quienes llevaron adelante el armado político
que comienza a dar forma a La Cámpora. 
Sandra Russo (2014), dice que si miramos a La Cámpora antes del 2003, la
agrupación tuvo ya en el 2001 un “envión inconsciente, un tirón generacional”. Todavía
faltaban dos años para que Néstor Kirchner asuma la presidencia, pero las personas que
dieron entidad a La Cámpora, sin saberlo aún, confluían en las calles los días 19 y 20 de
diciembre. 
36
Quienes más adelante formaron lo que es en La Cámpora “la Mesa Nacional”, la
camada generacional más antigua, militaban entonces en los secundarios, en el territorio
–en los barrios- o en la Universidad. Otros, como Juan Cabandié, se encontraban con
un nuevo escenario político del que comenzaron a formar parte. 
Sobre la organización de la agrupación política, esta comprende un tipo de
ordenación jerárquica del orden: nación, provincia, ciudad, unidad básica. En este
sentido, cada grupo de esta organización posee un “referente político”, que es una
persona a cargo de ese sector o agrupación dentro de la organización política, además el
referente político es para la organización política de la cual sea referente, el nexo entre
las personas que se encuentran ocupando cargos políticos militantes más altos, en
términos de jerarquía, y los militantes de base; el referente, sería ordenador del espacio
en esta relación y serviría como comunicador de las partes es su organización. A su vez,
desde el nivel más macro –nación- a nivel micro –unidad básica local-, La Cámpora se
organiza con referentes a cargo de las distintas actividades que se llevan adelante dentro
del grupo de militancia; por ejemplo: una persona responsable de la organización sobre
el apoyo escolar, una persona responsable de la promoción cultural,y así sucesivamente
y en función y responsabilidades del espacio o grupo político militante del cual se tenga
referencia. Incluso, a nivel nacional, estas funciones están resueltas en secretarías; en
principio, se ubica al secretario nacional y, además, la secretaria de comunicación, la
secretaría de género, la secretaría de formación política, entre otras. Es importante
aclarar que, fuera de quienes formalmente tienen cargos establecidos de dirigentes de La
Cámpora como partido político –como, por ejemplo, Andrés Larroque-, las personas
que son referentes de los espacios que ocupan La Cámpora, son personas que se
encuentran a cargo de la organización de esos espacios por definición política. Es decir,
ningún referente político se encuentra inscripto formalmente en ningún estatuto
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institucional que lo confirme como referente político, sino que se trata de personas que
por decisiones políticas de las personas que conformar el espacio de la organización
política, ocupan ese lugar. Por este motivo, el escenario político es cambiante, en
ocasiones poco claro, difícil de definir, con riesgos de no comprender u observar una
parte de su organización y en constante puja de poder. Incluso en el curso de armado de
este trabajo de tesis, se realizaron modificaciones que me obligaron a cambiar este
“organigrama”. En principio, escribí que “La Cámpora se encuentra comprendida en el
colectivo nacional llamado ‘Unidos y Organizados’, en alianza con todo el resto de
organizaciones de orientación política peronista-kirchnerista”, sin embargo, en una
segunda revisión, este esquema se encontraba modificado, dado que ha resultado de
suma importancia para el colectivo de Unidosy Organizados la desunión de la
agrupación política “Movimiento Evita”, que integraba el mismo, generando, incluso,
una división parlamentaria de bloques en la cámaras baja y alta nacionales. 
Es por ello, que este esquema se ha realizado con el afán de encuadrar las partes
y personas que integran la agrupación política La Cámpora de la forma más clara
posible y con un margen de error probable -por los motivos enunciados anteriormente- y
con registros tomados de la observación participante como herramienta fundamental
para la realización del mismo.
A nivel nacional, La Cámpora tiene un secretario nacional, que es Andrés
Larroque. A su vez, el referente del espacio para la militancia es Máximo Kirchner, hijo
de Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner. Máximo, además, es fundador de
La Cámpora, junto con su padre –quien era entonces presidente de la nación-, su madre,
ex presidente de la nación, y otros actores políticos que han sido parte de la estructura
fundacional de la organización política. A saber: Andrés Larroque, Juan Cabandié, José
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Ottavis, Mayra Mendoza, Mariano Recalde, Eduardo de Pedro y Horacio Pietragalla
Corti. 
A nivel provincial, en lo que respecta específicamente a la provincia de Buenos
Aires, la organización local política de La Cámpora –como son las unidades básicas o
algunos centros de estudiantes- se mantienen en comunicación directa con las personas
que son referentes a nivel nacional. Esto quiere decir que, la articulación en cuanto a
información, decisiones y cuestiones específicas sobre la militancia política, se
encuentran en un punto de encuentro y comunicación directa con Andrés Larroque o
Máximo Kirchner o, en otros casos, la articulación se canaliza a través de diputados por
la provincia de Buenos Aires o senadores. Para el año 2013, en oportunidad de la
inundación, la puja política por la conducción militante de La Cámpora a nivel
provincial en la provincia de Buenos Aires, era más clara de definir; se encontraba entre
dos referentes políticos que ocupaban el espacio: Andrés Larroque –que entonces
también era secretario nacional- y José Ottavis, como referencia en la provincia de
Buenos Aires. Por distintos motivos políticos que han resultado del actuar y de las
decisiones políticas tomadas por José Ottavis, este último se encuentra actualmente
alejado de lo que respecta a la organización de la militancia. 
A nivel local, en la ciudad de La Plata, La Cámpora tiene actualmente tres
referentes políticos del espacio. Ellos son, Martín Alaniz, Leandro Quiroga y Guillermo
Cara. En este sentido, estas personas se encargan de la organización política que
comprenden las unidades básicas y centros de estudiantes donde se reúnen los militantes
de La Cámpora. La comunicación es directa con los militantes del territorio –que serían,
aquellos que militan directamente en las unidades básicas ubicadas en la ciudad, o
aquellos que militan en los centros de estudiantes- y a su vez, con las personas a cargo
de la organización provincial y nacional de la agrupación política. Las unidades básicas
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y centros de estudiantes, también se encuentran organizadas de forma jerárquica según
la responsabilidad y tareas a cargo de cada militante.
Los tres referentes de la agrupación a nivel local, han trabajado en el pasado de
forma coordinada14. Por ejemplo, Guillermo Cara, ha trabajo en conjunto con Leandro
Quiroga cuando quien era referente de la agrupación en la ciudad era sólo Leandro
Quiroga. De hecho, Guillermo Cara, ha sido candidato a concejal por la ciudad de La
Plata en la lista que encabezó como candidata a la intendencia Florencia Saintout en el
año 2015, quien entonces era –y es actualmente- compañera política, en el mismo
espacio de militancia, y pareja de Leandro Quiroga. Sin embargo, actualmente, los tres
referentes que actualmente ocupan ese rango en la ciudad de La Plata, no trabajan de
forma coordinada y se mantienen más bien en constante puja de poder por la
representación de la agrupación política en la ciudad. En los barrios donde se
encuentran las unidades básicas alineadas políticamente a cualquiera de ellos, pueden
coincidir o no tareas militantes de personas que se referencian con uno u otro
referente.Por lo general, no surgen entre los militantes territoriales disputadas o
problemas por referenciarse con distintas personas, al contrario, suelen coincidir en
distintas actividades, como por ejemplo, la participación en movilizaciones sociales a
las que asista La Cámpora. 
La organización de La Cámpora como agrupación política, estructurada en
funciones, jerarquías y referentes, pretende la constante comunicación de las partes que
integran la organización política en todo el país a fin de mantener la coherencia en el
accionar militante, en tanto fines específicos sobre los cuales actúa la militancia como
organización política para la transformación social bajo un paradigma político que se
comprende parte de una ideología peronista-kirchnerista sobre la cual se reconocen y
14Como por ejemplo, en el año 2013
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actúan en función del mismo el colectivo total de personas que forman parte de La
Cámpora.
Andrés Larroque, secretario general de La Cámpora, es, además, diputado
nacional y su fuerte militante radica en llevar adelante un trabajo territorial que, en su
caso, comenzó hace veinte años en la Villa 20 de Lugano. Antes, militaba en el
secundario; fue presidente del centro de estudiantes del Colegio Nacional de Buenos
Aires en 1996.
Fue Andrés Larroque quien –parafraseando a Perón- definió su etapa previa a la
militancia en La Cámpora con la frase “yo era kirchnerista pero no lo sabía”, para
sintetizar la búsqueda de conducción que había atravesado su generación. El espacio
político donde militaba Larroque, se llamaba “Juventud Presente” y fue desde ese
espacio que decidieron acompañar en cada acto a Néstor Kirchner, aun cuando todavía
no se conocían –Larroque y el presidente- personalmente.
Juan Cabandié, recuperó su identidad en el año 2004. Es hijo de desaparecidos
durante la dictadura cívico-militar del año 76. Previamente a la recuperación de su
identidad, Juan Cabandié se había presentado solo en Abuelas de Plaza de Mayo15. No
tenía datos precisos, nadie le había comentado nada que pueda resultar siendo una duda
sobre su identidad, pero Juan Cabandié sentía que su nombre no era Mariano Falco y
que algo lo alejaba de la familia que resultó siendo una pareja de apropiadores. Quien
para entonces creía que era su hermana, fue quien lo ayudó en el impulso de recuperar
su identidad. Falco, militar y apropiador de Juan, había sido siempre muy violento
verbal y físicamente con él; no así con su hermana, quien si era efectivamente hija
biológica de Falco. Cuando Juan sintió dudas sobre su identidad, lo primero que hizo
15 Asociación civil que tiene como finalidad la localización y restitución de la identidad de los hijos de
personas desaparecidas durante el golpe de Estado del periodo 1976-1983
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fue manifestarlo a su hermana y juntos buscaron fotos de, quien para entonces creía que
era su madre, embarazada. No encontraron. Los padres de Juan Cabandié, fueron Alicia
y Damián, ambos militantes de la Juventud Peronista. Alicia, lo tuvo a Juan en la ex
Escuela de Mecánica de la Armada, la asistió en el parto Sara Osatinsky, una ex
detenida. Cuando Sara conoció a Juan, le contó que su madre, inmediatamente después
del parto, le dijo: “se llama Juan”. Esta resultó ser para él una historia estremecedora,
porque siempre había querido llamarse Juan; de hecho, poco tiempo antes de recuperar
su identidad, le había dicho a sus amigos que le hubiese gustado llamarse así (Russo,
2014).

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