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DEPARTAMENTO DE LENGUA CASTELLANA Y LITERATURA. CURSO 2018/19 1º BACHILLERATO 1. Identifique las ideas del texto y exponga esquemáticamente su organización. 2. Indique y explique la intención comunicativa del autor, y comente los mecanismos de cohesión que refuerzan la coherencia textual. 3. ¿Cree usted que la prensa actual critica objetivamente durante una campaña electoral? Elabore un discurso argumentativo entre 250 y 300 palabras, en respuesta a la pregunta, eligiendo el tipo de estructura que considere adecuado. 4. Analice morfológicamente los términos subrayados del texto. 5. Divida en lexemas y morfemas los siguientes términos e indique su proceso de formación: televisión, trampantojo, anomalía, desencadenante, impidiera, autenticidad, abofeteado, supervivientes, 6. Analice sintácticamente los siguientes fragmentos: Lo de los dos debates seguidos también te gustará si te gusta el teatro, donde la gracia está en hacer lo mismo cada tarde y que parezca idéntico y distinto según el estado de ánimo de quien lo interpreta y quien lo mira. En ellas recomendaba a sus mandos que se mostraran muy enfadados por haber sido apartados del debate televisado, pero reconocía que la decisión les venía de perlas para su estrategia de victimismo y evasión de la confrontación con el periodismo crítico27/06/19 El futurismo es un gran invento La campaña electoral entra en su última semana con dos debates consecutivos en la televisión. No tiene demasiado interés ver dos debates con los mismos candidatos en dos días seguidos salvo que a uno le guste jugar al juego de las siete diferencias. Ese que consiste en mirar dos dibujos que parecen iguales pero contienen siete detalles variados. Ese trampantojo casi desapareció de los periódicos porque resultaba plano y aburrido después de jugarlo las primeras mil veces. Lo de los dos debates seguidos también te gustará si te gusta el teatro, donde la gracia está en hacer lo mismo cada tarde y que parezca idéntico y distinto según el estado de ánimo de quien lo interpreta y quien lo mira. Esta anomalía ha sido el resultado de la saturación dialéctica, del calentón hispano, de la formación básica de un espíritu nacional concebido entre el “y tú más” y el “a mí nadie me hace de menos”. Anda que no faltan debates en España, pero quizá no el mismo dos noches seguidas. Lo que sí es interesante es que el desencadenante del vodevil fuera que la Junta Electoral impidiera que un partido sin aún representación parlamentaria participara en el debate por delante de agrupaciones con diputados elegidos. Aparenta ser un tecnicismo legalista, pero contiene un pulso entre realismo y futurismo. Hay un cierto tipo de persona, muy cabal, que detesta el futurismo porque considera que bastante tiene ya con sufrir el presente como para encima empezar a sufrir por el futuro cuando aún no ha llegado. Lo más gracioso es que la formación excluida del debate envió por error sus comunicaciones privadas a la prensa. En ellas recomendaba a sus mandos que se mostraran muy enfadados por haber sido apartados del debate televisado, pero reconocía que la decisión les venía de perlas para su estrategia de victimismo y evasión de la confrontación con el periodismo crítico. En un partido que presume de autenticidad y de venir a abofetear las hipocresías calculadoras de los demás fue toda una declaración de futuro. Somos como los demás, venían a confesar, por si alguien aún lo dudaba. En esa pugna entre lo que hay que decir y lo que hay que callar se resuelve más o menos toda una campaña electoral vista con profesionalidad. A medida que los votantes van perdiendo inocencia, los candidatos se arman de cinismo. ¿Qué fue antes? Decidan ustedes. En Ucrania, por si no lo saben, los dos candidatos en segunda vuelta se rebajaron a hacerse un análisis de drogas y alcohol. Se arremangaron y se dejaron sacar sangre para ser estudiada al detalle. Ganó el actor, claro, jugaba en su terreno. Son pequeñas conquistas de la democracia mediática. De seguir así, los candidatos terminarán encerrados en una casa durante semanas o enviados en campaña electoral a una isla de supervivientes donde ganará quien mejor luzca el pareo, más tozudo sea en la indignidad y muestre mayor solidez en su capacidad de aguante. ¿Qué le pedimos a un gobernante? Pues lo primero que le pedimos es que sepa manejarse en el mundo público que hemos creado. Ya sabemos que es una taberna espantosa donde solo se escucha al que más grita y al que más llora, pero si resiste eso con apostura nos da pistas de que resistirá una cumbre europea sobre cuotas de pesca y una cena oficial con Trump o con Putin. El futurismo es un gran invento, pero bastante esfuerzo requiere enfrentarse al presente como para andar sufriendo por el futuro que aún no ha llegado. David Trueba. El País. 23/04/19 DEPARTAMENTO DE LENGUA CASTELLANA Y LITERATURA. CURSO 2018/19 1º BACHILLERATO 1. Identifique las ideas del teto y exponga esquemáticamente su organización. 2. Indique y explique la intención comunicativa del autor, y comente los mecanismos de cohesión que refuerzan la coherencia textual. 3. ¿Piensa que hay una ideologización de los problemas sociales en la actualidad? Elabore un discurso argumentativo entre 250 y 300 palabras, en respuesta a la pregunta, eligiendo el tipo de estructura que considere adecuado. 4. Analice morfológicamente los términos subrayados del texto. 5. Analice sintácticamente las oraciones en negrita. 6. Divida en lexemas y morfemas los siguientes términos: bienestar, militarizados, inmigrantes, desprotección, alegales, prefabricadas, comercializadoras, reemplazar . La alarma social es un despertador de las mentes que consiste en hacer sonar una campana para provocar una reacción emocional. Sería un elemento natural en nuestras vidas si no se hubiera convertido en el arma de manipulación ideológica más relevante. Si uno se detiene a observar atentamente el funcionamiento de los mecanismos de alarma social descubre que es manejado como una lupa de aumento que escondiera de manera caprichosa fragmentos de la imagen completa para aumentar detalles interesados. Lo apreciamos en los discursos más exaltados. La emigración es retratada como la más peligrosa amenaza a las sociedades del bienestar. Se destaca la dificultad de acceso, presentando vallas inexpugnables, controles militarizados y escollos naturales de diversa índole que los inmigrantes logran, pese a todo, vencer. La sensación que provoca este modelo narrativo es la de inducir en los ciudadanos una idea de desprotección, un deseo de ponerse a salvo. La realidad es muy distinta. El mayor número de emigrantes ilegales acceden por fronteras convencionales en vuelos comerciales. Son explotados por mafias nacionales que se enriquecen gracias a la infraestructura de limbos laborales alegales interiorizados sin trauma por la sociedad del bienestar: el más naturalizado de todos es el de la prostitución y la trata de mujeres. La segunda narrativa de alarma social fija su lupa sobre el crimen. En lugar de presentar datos científicos, exacerba detalles que benefician un discurso enfermo. Así, las mujeres asesinadas lo son a manos de extranjeros, nunca de locales. La nacionalidad del criminal es potenciada si se trata de personas de origen distinto al nuestro, pero es eliminada como rastro definitorio si el culpable es de casa. Así, nadie se plantea como rasgo decisivo el origen de los integrantes de La Manada, el Rey del Cachopo, los padres de Asunta, el asesino de Diana Quer o José Bretón. Ni siquiera reparan en que más del 60% de los homicidios en España se cometen en el ámbito familiar, motivo por el cual sería más razonable que hubiera alarma social contra las relaciones sentimentales que contra otras expresiones sociales mucho menos dañinas. Pero la alarma social utilizada como método de manipulación emocional es de una eficacia espeluznante. La lista es larga, pues no faltan agravios comparativos en todos los ámbitos, del sanitarioal escolar. Se considera atentar contra los símbolos patrios faltar al respeto a la bandera, sin embargo, no entran dentro de ese radar las defraudaciones al fisco, la corrupción en instituciones ni los perjuicios intencionados a los servicios públicos. Ofende que se pite el himno nacional en un partido de fútbol, pero no ofende pitar el himno de Inglaterra cuando viene a jugar contra España en Sevilla. Entre las más grotescas alarmas sociales prefabricadas está la confección de una estampa de inseguridad colectiva en el tiempo más pacífico que ha conocido nuestro país en toda su historia. Toda ficción eficaz se asienta sobre rasgos verosímiles. En la semana de la campaña de ventas conocida como Black Friday fueron asaltados varios millones de tarjetas de crédito por vía de las grandes comercializadoras. El delito masivo se solventa de manera íntima, cada usuario debe reemplazar su tarjeta de crédito y pagar por ello. No existe alarma, pues no hay amenaza física y el entorno virtual sigue parapetado tras una imagen de paraíso acogedor. La calle es mala, la Red es buena. Sufre solo por lo que yo quiero que sufras. 13/12/18 Alarmas sociales DEPARTAMENTO DE LENGUA CASTELLANA Y LITERATURA. CURSO 2018/19 1º BACHILLERATO 1. Identifique las ideas del teto y exponga esquemáticamente su organización. 2. Indique y explique la intención comunicativa del autor, y comente los mecanismos de cohesión que refuerzan la coherencia textual. 3. ¿Estaría de acuerdo usted si se estableciera que no se puede acceder a un puesto de trabajo por no escribir correctamente? Elabore un discurso argumentativo entre 250 y 300 palabras, en respuesta a la pregunta, eligiendo el tipo de estructura que considere adecuado. 4. Analice morfológicamente los términos subrayados del texto. 5. Analice sintácticamente las oraciones en negrita. 6. Divida en lexemas y morfemas los siguientes términos: catedrática, ortografía, pongan, jóvenes, mejorable, dictados, procesadores, abreviatura, empobreciendo, subraya. 15/11/18 La epidemia de las faltas de ortografía escala hasta la universidad Los lingüistas achacan los fallos a las redes sociales y la falta de lectura y escritura Inés Fernández-Ordóñez, miembro de la Real Academia Española (RAE) y catedrática de la Universidad Autónoma de Madrid, detecta errores de ortografía en su aula. “Es terrible, pero incluso es muy común entre mis alumnos de Filología que pongan faltas. Y, lo peor de todo, no saben redactar. Creo que tiene que ver con que no se lee, faltan prácticas de redacción, dictados…”. Relatos como el de Fernández-Ordóñez, que baja la nota a sus alumnos, explican que la ortografía sea uno de los motivos de que el 9,6% de las plazas de profesor de secundaria hayan quedado desiertas en las oposiciones del pasado julio. Nunca había habido un volumen educativo en España como el actual —el 41% de los jóvenes de 25 a 34 años tiene estudios superiores, frente a un 43% en la OCDE—, pero el nivel ortográfico de los graduados es muy mejorable. Y si los que enseñan cometen fallos, los escolares los repetirán. El ministro del PP José Ignacio Wert introdujo de forma expresa los dictados en el desarrollo curricular de la Ley Orgánica para la Mejora Educativa (Lomce) en 2013, al igual que hizo Francia con este ejercicio y el cálculo mental. Hay especialistas que sostienen que es leyendo como se ataja el problema de las faltas porque se visualizan los signos, pero los defensores del dictado arguyen que entrena la atención sostenida, la concentración y sirve para descubrir los errores. “Creo que muchos profesores de secundaria, y a veces de universidad, pasan por alto en los exámenes las faltas cuando entienden que el contenido es correcto”, se sorprende el académico Ignacio Bosque, catedrático de Lengua en la Complutense. “Yo no lo hago. Es un error hacerlo. No estoy tampoco de acuerdo con dejar pasar las faltas graves de redacción. Algunos profesores piensan que las faltas las corrigen los procesadores de texto, y entienden que la sintaxis es poco importante. Opino lo contrario. Mi maestro, Fernando Lázaro Carreter, decía que si la expresión es pobre, el contenido también lo es, se quiera o no”. La académica Carme Riera penaliza “muchas faltas” de sus alumnos de Literatura en la Autónoma de Barcelona. “La gente no practica las normas ortográficas, y muchas veces hacen ese trabajo los correctores del teléfono y los correos electrónicos y no se fijan”, sostiene Riera. También lamenta la influencia “nefasta” y continua del inglés. El docente de Historia Javier Herrera, de la Asociación de Profesores de Instituto de Andalucía, reconoce que las faltas ortográficas son un problema persistente que sale a relucir en casi todos los claustros, pues su solución debe ser una tarea común de todo el profesorado. En primaria con la Lomce se ha aumentado un 20% las clases de Lengua. La clave está en ese periodo educativo. “Nosotros diferenciamos perfectamente de qué centro proceden los niños por su madurez en este campo. Si tuvieron un maestro o maestra que se empeñó en que escribieran bien”, sostiene Herrera. “No todo se consigue con más clases de Lengua, sino con un prestigio social de la buena expresión y la buena escritura. Y el problema viene de que la gente joven, sobre todo, y en redes sociales, escribe voluntariamente mal porque si no le mira mal el entorno”, afirma el escritor Julio Llamazares. En las últimas oposiciones a profesor de secundaria, FP o escuelas de idiomas, a las que se presentaron 200.000 personas, los tribunales se encontraron con aspirantes que escribían acortando palabras (tb, pq) o que empleaban términos coloquiales (“rollo de”, “en plan”…). Las academias de preparación madrileñas alertaron a sus alumnos de que perderán 0,10 puntos por cada abreviatura o por poner la barra inclinada en los adverbios que terminan en ente (por ejemplo, completa/), de la misma manera que tomaban apuntes en clase. “Si no manejas los instrumentos de la expresión, terminas empobreciendo tu pensamiento o al menos su transmisión. Escribir y hablar bien sirve para expresar mejor tus ideas, no es un capricho”, alerta Llamazares. El Ministerio de Educación pretende reformar el sistema de oposiciones tras la última convocatoria, que dejó 1.984 plazas sin cubrir. Pero son las comunidades las que publican los criterios de evaluación y luego los tribunales tienen potestad de incluir otros propios como el penalizar las faltas. “Me parece correcto que se exija eso a los aspirantes a profesores. Hay que tener una exigencia con los profesores de secundaria grande, que quizá no se ha tenido durante unos años”, subraya Fernández-Ordóñez. DEPARTAMENTO DE LENGUA CASTELLANA Y LITERATURA. CURSO 2018/19 1º BACHILLERATO 1. Identifique las ideas del texto y exponga esquemáticamente su organización. 2. Indique y explique la intención comunicativa del autor, y comente los mecanismos de cohesión que refuerzan la coherencia textual. 3. ¿Cree usted que el ciudadano actual tiene la capacidad y el criterio suficiente para reconocer las noticias veraces de las que no lo son? Elabore un discurso argumentativo entre 250 y 300 palabras, en respuesta a la pregunta, eligiendo el tipo de estructura que considere adecuado. 4. Analice morfológicamente los términos subrayados del texto. 5. Divida en lexemas y morfemas los siguientes términos e indique su proceso de formación: mejorados, reparamos, desvelos, centésima, existen, soñábamos, literalmente, tramposo, retocado, implacable 6. Analice sintácticamente los siguientes fragmentos: Da gusto verlos. Tan altos, tan guapos, tan listos, tan libres. Mientras nosotros tenemos todo el pescado vendido, ellos aún no han pescado, las artes de pesca han cambiado y no sabemos enseñarles. Un reportaje del muy riguroso The Economist sostiene que la generación Z —los nacidos desde 1997— es la más ansiosa y deprimida de la historia. Me lo creo27/06/19 Da gusto verlos. Tan altos, tan guapos, tan listos, tan libres. Tan nosotros mismos, perotan mejorados por los recursos y los desvelos que hemos invertido en ellos, que no reparamos en lo que se les puede pasar por la cabeza. Son nuestros hijos, nuestros vecinos, nuestros chicos y chicas, nuestro futuro. Esos seres digitales que se van a comer el mundo porque lo tienen todo para devorarlo. Los viejos pensamos que son felices por defecto. Porque no tienen cargas, porque están en la flor de la edad, porque es lo que toca. Igual erramos. Nuestro mundo no es el suyo. Mientras nosotros tenemos todo el pescado vendido, ellos aún no han pescado, las artes de pesca han cambiado y no sabemos enseñarles. Mientras nosotros elegíamos un oficio entre un puñado, ellos escogen entre el infinito, con la diferencia de que los trabajos de los que comerán aún no existen, y los que existen tienen los días contados. Mientras nosotros pasábamos selectividad y tirábamos, a ellos les miden a la centésima para una beca, unas prácticas, un curro precario. Mientras nosotros nos comparábamos con los amigos, los primos y las portadas del ¡Hola!, ellos se comparan con 1.000 millones de usuarios de Instagram con caras perfectas, cuerpos perfectos y vidas perfectas, aunque sean falsas, sin salir de su cuarto. Mientras nosotros, en fin, soñábamos con vivir de lo que amábamos, ellos sueñan con el éxito, sea eso lo que sea, y todo lo demás se les hace poco porque les venden que, si quieren, pueden. No, no estoy agorera. Un reportaje del muy riguroso The Economist sostiene que la generación Z —los nacidos desde 1997— es la más ansiosa y deprimida de la historia. Me lo creo. En el siglo XX, cuando el globo era finito, decíamos que algo se nos hacía un mundo cuando no podíamos con ello. En el XXI, lo que a muchos se les hace un mundo es, literalmente, el mundo entero. Un mundo tramposo, retocado, implacable. DEPARTAMENTO DE LENGUA CASTELLANA Y LITERATURA. CURSO 2018/19 1º BACHILLERATO 1. Identifique las ideas del teto y exponga esquemáticamente su organización. 2. Indique y explique la intención comunicativa del autor, y comente los mecanismos de cohesión que refuerzan la coherencia textual. 3. ¿Cree usted que el ciudadano actual tiene la capacidad y el criterio suficiente para reconocer las noticias veraces de las que no lo son? Elabore un discurso argumentativo entre 250 y 300 palabras, en respuesta a la pregunta, eligiendo el tipo de estructura que considere adecuado. 4. Analice morfológicamente los términos subrayados del texto. 5. Divida en lexemas y morfemas los siguientes términos e indique su proceso de formación: desarrollarse, democráticos, electoral, inevitablemente, democracia, devastadora, globalizador, instituciones, desolador, gobernantes, politización, gatillo, debiluchos, extenuaban, proponían, redentora, desacreditado, resurgimiento, ultraderecha, socialdemócratas. 27/06/19 Toda tarea, y mucho más las que procuran transformar un país, necesita de un margen de tiempo para poder desarrollarse. Hace falta pensar cada proyecto, planificarlo, calcular sus costes y encontrar la manera de dotarlo de fondos, discutirlo, ponerlo en pie, y revisarlo después, valorar si cumplió sus cometidos, modificarlo si hace falta. Por eso, los países democráticos establecen un plazo —mayor o menor— entre cada cita electoral para que el partido que se impuso en las urnas pueda poner en marcha su programa. Ese margen de confianza que, inevitablemente, los ciudadanos deben otorgar a la fuerza ganadora no significa necesariamente que le den un cheque en blanco. La democracia tiene instituciones que están pendientes de vigilar cualquier tropiezo; para eso está el equilibrio de poderes, para frenar los excesos del Ejecutivo. Y existe también, claro, el llamado cuarto poder. La tarea de los periodistas es justo esa: informar, contar cómo se están haciendo las cosas, explicar lo que pasa, colocar los asuntos importantes en el espacio público para que se conozcan, se discutan, se critiquen. Y, evidentemente, para que puedan modificarse.Es esta manera de hacer las cosas la que hoy está siendo severamente cuestionada. La devastadora crisis que se presenta inició en 2018 y el impulso globalizador, que un poco antes contribuyó a modificar las dinámicas económicas entre los distintos países, han sacudido las reglas de juego y por doquier se ha terminado imponiendo una sospecha, la de que los políticos (y también los periodistas) no sirven para nada. No solo es que sean unos inútiles e incompetentes (y no representen a nadie), es que además son corruptos y se pliegan a las consignas de unas élites poderosas que se están poniendo las botas. Ante ese panorama desolador, toca darle la voz al pueblo. Pero no para que elija a sus gobernantes en unas elecciones, sino más bien para que esté pronunciándose todo el rato e intervenga sin cesar. La consigna es estar alerta. Su consecuencia inmediata, la politización permanente de la vida cotidiana. Hoy ya no queda casi tiempo para trivialidades, lo que importa es estar conectado, listo para formar filas, con el dedo en el gatillo. Este entusiasmo por estar en el frente era el que reclamaban los partidos fascistas en los años treinta. El pueblo tenía que movilizarse contra esos políticos debiluchos que se extenuaban discutiendo en los Parlamentos. La vida está en la calle y transformar el mundo está en tus manos, proponían. De lo que se trataba al cabo era de servir a una causa redentora con un líder poderoso al frente. Al que se apuntaba se le garantizaba ese sentimiento de pertenencia que tanto refuerza la autoestima.Las cosas han cambiado, pero algunas teclas que se pulsan estos días son las que se pulsaban entonces. En la imponente biografía que el historiador Ian Kershaw dedicó a Hitler explica que en las épocas en las que se batía por conseguir el poder encontró una llave maestra, la de “hablar en un lenguaje que cada vez entendían más alemanes, el lenguaje de las implacables protestas contra un sistema desacreditado, el lenguaje del resurgimiento y el renacimiento nacional”. En esas andan muchos de los actuales jefes de la ultraderecha. Tienen una indudable ventaja. En aquellas épocas remotas costaba lo suyo sacar al pueblo a la calle una y otra vez para debilitar la democracia. Hoy resulta mucho más fácil seducir a los descontentos en las redes sociales e invitarlos a apretar el gatillo del móvil. Esas balas no matan a nadie, pero están destruyendo los viejos partidos democristianos, liberales y socialdemócratas, y ganan elecciones. DEPARTAMENTO DE LENGUA CASTELLANA Y LITERATURA. CURSO 2018/19 1º BACHILLERATO 27/06/19 Robotizados Los robots han llegado a nuestras vidas para quedarse. Han saltado la frontera de la ciencia ficción y empiezan a estar ya por todas partes: en los museos, en los telediarios, en el I+D y en la Universidad. Y muy pronto, en solo cinco o diez años, serán nuevos actores también en la sociedad civil. Llegarán entonces a nuestros trabajos, a nuestras casas, a nuestros coches, quién sabe si también a nuestras alcobas. Pero, de momento, han conseguido lo más importante: han entrado en nuestras mentes. Deberíamos dejar de preocuparnos por si nos roban o no nuestro trabajo porque nos han extirpado ya algo más importante, nuestra forma de pensar. Los expertos aseguran que en solo dos décadas habrá robots más inteligentes que los humanos. Y es por eso, porque los robots han venido a competir y no a ayudar, por lo que presentan siempre una misma cualidad. Sea cual sea su función, tienen en la mayoría de los casos forma humana. Podrían tener un solo ojo, la cabeza perfectamente cuadrada, podrían tener forma de cubo de Rubik o de ornitorrinco. Pero no. Ese tipo de máquinas no lograrían convencernos de su superioridad sobre nosotros porque serían sencilla y humildemente algo distinto. Si concibiéramos los robots como simples aparatos, no tendrían rostro y mucho menos uno con dos ojos, nariz y boca. En Japón se construyen ya androides a imagen y semejanza de Scarlett Johansson oLeonardo da Vinci. Son auténticos replicantes, copias perfectas o, mejor dicho, perfeccionadas. Y, solo cuando no queda más remedio, son máquinas de toda la vida. Pero una máquina, como todo el mundo sabe, no es lo que se dice un robot. Los humanos no nos comparamos con los coches, aunque corran más rápido que nosotros, por una sencilla razón: los coches son coches. Y no importa si conducimos nosotros o se conducen solos. Un coche siempre será un coche. Otra cosa sería una máquina con musculada forma humana y zapatillas de clavos compitiendo sobre el tartán con uno de los nuestros. Así que, antes de que se cuelen en nuestras casas, deberíamos pensar seriamente sobre ello, con todo nuestro ser. Humano. Algunos dirán: vale, pueden parecerse todo lo que quieran a nosotros, pero nunca pensarán como nosotros. El problema es que a los robots no va a hacerles ninguna falta pensar como nosotros para probar su superioridad. Seremos nosotros quienes pensaremos como ellos. A lo mejor es por eso que estamos tan decepcionados con nosotros mismos. O si no, lean este periódico de principio a fin. Infórmense de cómo va el mundo y noten cómo van sintiendo progresivamente el desencanto, esa leve brisa de desdicha. Hablemos claro: la raza humana nos ha decepcionado. Por fortuna, los droides salvadores responden a un modelo de inteligencia progresivo basado en la acumulación de datos. Y, de hecho, según explicaba estos días la revista Science Robotics, muy pronto serán capaces de aprender por sí mismos (torpemente al principio) gracias a una arquitectura cognitiva basada en un modelo de prueba y error. Entonces habremos creado, por fin, herramientas infalibles, capaces de protegernos hasta de nosotros mismos. Los robots serán tan listos como nosotros, solo que más buenos. Igual de currantes, pero más sumisos. Empáticos, solo que más amables. Ellos sonreirán siempre. O mejor, siempre que queramos. Serán esclavos perfectos, trabajadores perfectos, amantes perfectos. Más caros que nosotros, sí, pero mejores. Lo que nunca tendrán los robots son dos características molestamente humanas: nuestra intuición y nuestra tendencia a la contradicción. Pequeños detalles. Por lo demás, la intuición no es otra cosa que nuestro sistema de avanzar en lo desconocido. Y la contradicción es lo que nos ha permitido enriquecer el pensamiento con posibilidades. Pero estas características están de capa caída y nadie las quiere cerca. Lo que se lleva ahora es ser tan racional y eficiente como uno de ellos. ¿Qué prefiere, un trabajador intuitivo o uno eficaz? ¿Querría usted compartir su vida con un amante contradictorio o elegiría mejor uno constante? ¿Escucha usted hablar en su trabajo de “sistemas que aporten valor a la empresa” o hay alguien que le ha hablado últimamente de “personas que defiendan sus originales ideas”? Cuando acude a una entrevista de trabajo, ¿se le ocurriría poner en valor su intuición personal? El modelo de inteligencia humano está en vías de extinción. Nos esforzamos en no ceder a las contradicciones y asociamos la intuición con la brujería o alguna suerte de pensamiento subdesarrollado. Error. Menos mal que la realidad nunca es lineal (a pesar de lo que piensan los robots) y lo único probable es que las consecuencias de la robótica serán otras muy distintas a las esperadas. En sentido, nada ha conseguido asombrar más a la humanidad que la humanidad misma. DEPARTAMENTO DE LENGUA CASTELLANA Y LITERATURA. CURSO 2018/19 1º BACHILLERATO 1. Identifique las ideas del texto y exponga esquemáticamente su organización. 2. Indique y explique la intención comunicativa del autor 3. ¿Crees que la humanidad dejará de lado sus características como especie con la aparición de los robots? Elabore un discurso argumentativo de 200 palabras, en respuesta a la pregunta, eligiendo el tipo de estructura que considere adecuado. No debe plagiar ideas del texto. 4. Analice morfológicamente los términos subrayados del texto. 5. Divida en lexemas y morfemas los siguientes términos e indique su proceso de formación: telediarios, actores, superioridad, humildemente, construyen, replicantes, perfeccionadas, comparamos, musculada, zapatillas, desencanto, desdicha, salvadores, progresivo, infalibles, desconocido, enriquecer, pensamiento, brujería, subdesarrollado, probable. 6. Analice sintácticamente los siguientes fragmentos: 1. Han conseguido lo más importante: han entrado en nuestra mente. 2. Los expertos aseguran que en solo dos décadas habrá robots más inteligentes que los humanos. 3. Ese tipo de máquinas no lograría convencernos de su superioridad sobre nosotros porque serían sencilla y humildemente algo distinto. 4. Si concibiéramos los robots como simples aparatos, no tendrían rostro. 5. Los humanos no nos comparamos con los coches, aunque corran más rápido que nosotros. 6. Antes de que se cuelen en nuestras casas, deberíamos pensar seriamente sobre ello. 7. Infómense de cómo va el mundo y noten cómo van sintiendo progresivamente el desencanto. 27/06/19 Diapositiva 1 Diapositiva 1 Diapositiva 1 Diapositiva 1 Diapositiva 2
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