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Consejería de Educación y Ciencia C o n se je ría d e E d u c a c ió n y C ie n c ia Consejería de Educación y Ciencia C o n se je ría d e E d u c a c ió n y C ie n c ia El cómic: comunicación e imagen El cómic: comunicación e imagen El presente trabajo ha sido realizado por el Instituto de Estudios Sociales Avanzados de Andalucía, a instancias de la Consejería de Educación y Ciencia de la Junta de Andalucía. COLECCIÓN EDUCAR EN MEDIOS “El cómic: comunicación e imagen” AUTOR: Blas Segovia Aguilar EDITA: JUNTA DE ANDALUCÍA. CONSEJERÍA DE EDUCACIÓN Y CIENCIA Dirección General de Evaluación Educativa y Formación del Profesorado Depósito Legal: SE-1712-99 Imprime: G y G Artes Gráficas s.l. PRÓLOGO Porcher dice que los medios de comunicación constituyen una escuela paralela y ofrecen una visión o perspectiva del mundo diferente a la de la institución escolar. Así como los medios de comunicación han incorporado de manera manifiesta o subyacente contenidos culturales o educativos, la escuela comienza a asimilar, muy lentamente, la incorporación de mensajes audiovisuales en su currículum. Hasta ahora, la forma más convencional de usar los medios en el aula ha sido la de reproducir el modelo transmisor con el fin de ilustrar un tema o sustituir la actividad docente del profesor. Este uso de los medios, un poco extendido, pretende que la innovación se lleve a cabo por el simple hecho de usar «nuevas tecnologías» no van a lograr nada si no se plantea, previamente, una estrategia pedagógica diferente. el uso de nuevos recursos exige de metodologías y modelos no reproductores. Exige otro tipo de actitud de los docentes, de la escuela y de la comunidad. Frente a esos usos convencionales de los medios, hay educadores que pretenden la reflexión y la investigación con el fin de desarrollar formas y modelos comunicativos diferentes: lograr la expresión a través y con los medios de comunicación en un entorno que facilite la asunción de diferentes roles. Y, para ello, se hace necesario que todos puedan estar en situación de «poder comunicar». Un comunicador ha de conocer todo el proceso de creación y producción de un mensaje para poder llevarlo a la práctica. El trabajo de Blas Segovia Aguilar en «El cómic: comunicación e imagen» parte de esa premisa con el fin de crear un espacio de libertad y expresión para la comunicación y, el aula-taller, es el marco propicio para desarrollar dinámicas de investigación en el lenguaje audiovisual. El cómic es uno de los medios de comunicación más cercanos a la vida de niños y niñas y de jóvenes. Su uso en el aula no debe limitarse a una lectura de entretenimiento, sino que debe incorporar un análisis reflexivo o actividades de aplicación en determinadas áreas de conocimiento. Como propone Blas Segovia Aguilar, creemos que el cómic puede ser un medio para la investigación en la imagen. Y, desde esta perspectiva esta obra ofrece una metodología de trabajo innovadora y cercana a los docentes porque ha sido gestada a partir de la experiencia cotidiana desarrollada con niños y niñas que de una forma lúdica, descubrieron sus propias capacidades expresivas. Roberto Aparici Director docente del curso «Lectura de imagen y Medios audiovisuales de la UNED» ÍNDICE 1. EL TALLER DE IMAGEN .............................................................. 9 2. EL CÓMIC EN EL TALLER DE IMAGEN .......................................... 17 3. APUNTES PARA UNA METODOLOGÍA ............................................ 21 El cómic: una dinámica de investigación.......................................... 21 La función de la secuencia en la programación ................................ 23 4. EL CÓDIGO DEL CÓMIC ................................................................ 27 Sobre los elementos icónico .......................................................... 28 Sobre los elementos verbales.......................................................... 43 Sobre los aspectos lingüísticos ...................................................... 45 5. ENSEÑAR A HACER HISTORIETAS ................................................ 49 Instrumentos de trabajo ................................................................ 49 Elementos visuales ...................................................................... 55 Elementos verbales ...................................................................... 74 Las convenciones ........................................................................ 84 La narración ................................................................................ 89 6. PARA LEER HISTORIETAS ............................................................ 109 Algunas propuestas de intervención .............................................. 111 Los héroes y antihéroes ................................................................ 111 ¿Cómo analizar una historieta? ...................................................... 111 BIBLIOGRAFÍA Y VIDEOGRAFÍA ........................................................ 115 Pedagogía de la imagen ................................................................ 115 Cómic ........................................................................................ 117 Ilustraciones ................................................................................ 118 TRANSPARENCIAS .......................................................................... 119 El taller de imagen En la escuela enseñamos a leer y a escribir, generalmente, sin la pretensión de formar famosos escritores. Hoy día, se comienza a detectar una cierta preocupación a nivel oficial, y entre los diferentes colectivos de enseñantes, por incluir dentro del quehacer cotidiano cuestiones que están presentes, con un alto grado de influencia, en la vida de nuestros alumnos. Nos estamos refiriendo a ciertos lenguajes y fenómenos sociales como son la informática (ordenadores) o lenguajes audiovisuales y escritovisuales (Medios de Comunicación). Tomando como referencia los Diseños Curriculares Base de la Comunidad Andaluza, nos resulta fácil constatar la incorporación de objetivos y de contenidos relacionados con “la imagen” y los Medios de Comunicación en las propuestas de las diferentes áreas . En la Educación Primaria destaca sobre todo el tratamiento dado al área de Expresión Artística y parcialmente a la de Lengua Castellana y Literatura. En la Educación Secundaria Obligatoria destaca el protagonismo que la comunicación visual, los elementos del lenguaje visual y los lenguajes integrados adquieren en el área de Expresión Plástica y Visual, a la vez que en el área de Lengua Castellana y Literatura se insiste de nuevo en el enfoque comunicativo y en la importancia de expresarse y comunicarse con diferentes medios y códigos (medios iconográficos). En la Educación Secundaria Postobligatoria merece destacar la especificidad que se alcanza en asignaturas como la optativa Imagen y Expresión, o Imagen, ya dentro del Bachillerato de Artes. 9 1 EDUCACIÓN SECUNDARIA OBLIGATORIA EDUCACIÓN PRIMARIA Área de Educación Artística Área de Lengua Castellana y Literatura Área de Educación Plástica y Visual Área de Lengua Castellana y Literatura Imagen y Expresión (optativa 4º curso) ENSEÑANZA DE LOS LENGUAJES AUDIOVISUALES Y MEDIOS DE COMUNICACIÓN Sin embargo, el cambio de óptica que se está produciendo no debe limitarnos a la inclusión de determinados temas relacionados con el mundo de la imagen o la informática en el curriculum específico de las distintas áreas, sino que debemos hacernos un replanteamiento más completo y complejo, y por lo tanto, más creativo y enriquecedor. Será necesario que, además de modificar los contenidos, adecuemos las estructuras, busquemos nuevos modelos organizativos de los espacios y de los tiempos, propiciemos otros niveles de relación maestro-alumno y, en definitiva, que experimentemos y practiquemos otros modos de enseñar. La inclusión de «la imagen» en el curriculum de la enseñanza primariay secundaria, siguiendo los planteamientos que hemos expresado, requerirá una serie de exigencias mínimas que podríamos resumir en: • La necesidad de una planificación general que haga posible su tratamiento desde los primeros niveles educativos. • La adaptación de objetivos, contenidos y estrategias metodológicas que vamos a utilizar a los estadios psicoevolutivos y madurativos de nuestros alumnos y alumnas. • Un carácter sistemático en la realización de las actividades que nos aleje de los planteamientos anecdóticos y puntuales de las mismas. Ello supondrá una planificación cíclica y debidamente secuencializada para cada uno de los niveles educativos. • Deberá abarcar diversos aspectos dentro de la pedagogía de la imagen: el conocimiento de los distintos medios (cómic, fotografía, cine, vídeo, TV...) y de sus peculiaridades (históricas, sociales, lingüísticas y técnicas). • Un planteamiento activo y motivador para los alumnos y alumnas, que los haga protagonistas de los proyectos de trabajo que se planifiquen. La experimentación y uso de los distintos medios ha de abordarse usando estrategias oportunas que propicien el que sean capaces de «fabricar» sus propios mensajes. • Las actividades deben estar, en todo momento, conectadas con el entorno del niño y de la niña, ya que éste ha de convertirse en referente y motivo de estudio. • La necesidad de un planteamiento interdisciplinar porque consideramos que una verdadera educación en la imagen debe desarrollarse buscando la integración con diferentes campos del saber. E l t a l l e r d e i m a g e n 10 El cómic, objeto de estudio en el taller Jean Cloutier dice: «Los media sirven para fabricar imágenes visuales, acústicas o audiovisuales. Los «mass-media» (prensa escrita, radio, televisión, cine) nos han habituado a «leer» imágenes, los «self-media» pueden permitirnos aprender a «escribirlas», es decir, fabricar estas imágenes visuales o acústicas. El hecho de aprender los rudimentos de estas escrituras o de estas grafías, visual, audio, audiovisuales, escritovisuales, deberá normalmente facilitar nuestra lectura de los media que «hablan» estos lenguajes» (Jean Cloutier, 1.975). No es que pretendamos convertir a nuestros alumnos y alumnas en dibujantes de cómics, publicistas o directores de cine; más bien, contemplándolo desde otra perspectiva, se trata de asumir el reto de que formarlos implica, entre otras cosas, convertirlos en comunicadores capaces de expresarse con estos medios. Pero, ¿de qué estrategias podemos valernos en la escuela para que este reto no quede sólo en una declaración de intenciones?. Como un elemento organizativo capaz de dar respuesta a las premisas que venimos tratando surge EL TALLER DE IMAGEN. Fundamentalmente, un taller se ha de caracterizar por ser un ámbito educativo en el cual las actividades que se planifican y realizan superan la falsa dicotomía existente entre actividades teóricas y prácticas. En él, el conocimiento debe surgir de la síntesis entre la práctica y la reflexión teórica. De ahí que esta concepción se aleje tanto de la idea del aula clásica, en la cual el alumnado sólo manipula instrumentos lecto-escritores, como de los talleres en los cuales «el hacer por hacer» es lo único que interesa. En una situación óptima, deben de confluir en el Taller de Imagen diversos equipos de trabajo (de alumnos y alumnas, de profesores y profesoras,...) con sus particulares proyectos de actividades. Proyectos que pueden recoger una gran variedad de propuestas y que engloban desde las actividades, llamémoslas, académicas a la creación de materiales didácticos necesarios para trabajar con los alumnos (archivo de imágenes, colecciones de diapositivas, cuadernillos de consulta, transparencias, documentales...). Algunos de los posibles proyectos de trabajo que pueden ser abordados dentro del Taller de Imagen son: la localización y selección de materiales audiovisuales necesarios para la puesta en práctica de las distintas programaciones, el mantenimiento y control de los aparatos propios de los MAVs, el debate, programación y evaluación de los distintos proyectos de trabajo que inciden en el taller, las actividades relacionadas con la pedagogía de la imagen que se realizan en los distintos niveles y ciclos, la elaboración de sus propios materiales audiovisuales y documentales relacionados con las técnicas propias del taller y las distintas dinámicas de investigación (el cómic, el audiovisual), la programación de películas y actividades relacionadas con el cine a través de la organización de un cine-club o en su caso de un vídeo-club, la edición de una revista de cómic de la escuela que traslade a ámbitos más amplios las creaciones de los alumnos y las alumnas, la organización y realización de actividades de perfeccionamiento del profesorado que partan de una base real de las necesidades que éste tenga, la creación de una biblioteca y una tebeoteca específicas del taller a la que se incorporen todo tipo de textos relacionados con «la imagen» y sus aplicaciones didácticas, así como de los medios que la utilizan. Como podemos comprobar, las propuestas pueden ser muy amplias y deberán ser definidas y concretadas por cada uno de los equipos que conformen el taller, atendiendo a su idiosincrasia y posibilidades. E l t a l l e r d e i m a g e n 11 E l t a l l e r d e i m a g e n 12 Profesorado Alumnado del mismo nivel educativo Alumnado de distintos niveles Elaboración- selección de materiales didácticos. Programación de las actividades a realizar en el aula. Mantenimiento y control del aparataje pro- pio del taller Revista de cómics Actividades curriculares. Actividades de autoformación del profesorado EQUIPOS DE TRABAJO TALLER DE IMAGEN PROYECTOS DE TRABAJO El taller de Imagen, un modelo de estructura Cuando nos enfrentamos a la formulación de un curriculum específico sobre la pedagogía de la imagen surge la problemática de cómo estructurarlo, sobre todo si tenemos en cuenta las amplias posibilidades que se nos brindan: el cómic, la prensa, la fotografía, fotonovela, ilustración, publicidad, diaporama, vídeo, cine, etc. Por ello, cuando vayamos a planificar dicho curriculum debemos de tener en cuenta las siguientes premisas: La primera es que al margen de la elección que hagamos de uno o varios medios, el taller debe propiciar: • Que los alumnos y alumnas valoren la importancia de la imagen como medio de comunicación. • Que desarrollen la capacidad de convertirse en receptores críticos ante los mensajes que reciben a través de los mass-media. • Que se conviertan en comunicadores capaces de transmitir ideas y experiencias individuales o colectivas con los medios audiovisuales. • Que conozcan y valoren los condicionamientos sociales, económicos y políticos que afectan a los medios de comunicación. • Que conozcan la evolución que han seguido algunos medios de comunicación. • Que se favorezca el trabajo en equipo, potenciando la organización y la responsabilidad en el mismo. • Que se propicien los contactos con otros ámbitos y lugares, creando verdaderos canales de comunicación y conectando la escuela con su entorno. La segunda premisa es que en cada contexto habrá de elaborarse un currículum característico, que quede enmarcado dentro de las peculiaridades y posibilidades del propio Centro , en el que deben de conjugarse las propuestas establecidas en los Diseños Curriculares Base y las peculiaridades del Centro Educativo, entendiendo que en la configuración de las mismas intervienen factores que afectan al entorno más inmediato y al profesorado. Como resultado de este proceso, el equipo de profesores y profesoras han de establecer no sólo la selección de objetivos y de contenidos curriculares, sino también la secuenciación de los mismos que estimen oportuna. La tercera es que determinados medios tienen una mayor complejidad que otros en los procedimientos a seguir para la construcción de mensajes, en sus instrumentos de trabajo o en los conceptos que caracterizan su códigoparticular. La dificultad a la hora de expresarnos a través del medio vídeo es muy superior al de la fotografía y éste al del cómic, y ello no sólo por la complejidad tecnológica necesaria , sino también por la complejidad de los procesos mentales que han de ponerse en práctica para la construcción del mensaje y puesta en práctica del proceso comunicativo. Por ello, es importante la adecuación que se haga teniendo en cuenta las posibilidades del alumnado, y ello inevitablemente teniendo en cuenta las características de los procesos que rigen el desarrollo madurativo y cognitivo. Es por ello, que a la hora de estructurar los contenidos que vayamos a abordar será necesario que establezcamos diferentes niveles de complejidad. El primer nivel estará determinado por la red de conceptos comunes que podemos establecer para los «lenguajes» de los diferentes medios (principios de la enseñanza audiovisual). Dicha red deberá tener presente: a) Las peculiaridades de la imagen, dentro de las cuales podemos situar tres grandes bloques: el relacionado con las funciones de la imagen; un segundo que atiende a las relaciones que la imagen E l t a l l e r d e i m a g e n 13 Taller mantiene con la realidad, de las que surgen aspectos como son: la iconicidad, la sugestividad, la complejidad de su estructura, la originalidad en contraposición con los estereotipos y el grado de convencionalidad social que la imagen soporta. Por último hemos de atender a los elementos básicos que conforman la imagen, como son el punto, la línea, la textura, la luz, el color. b) El desarrollo de un modelo de lectura de imágenes. c) Los aspectos que son propios de las imágenes secuenciadas, básicamente relacionados con la narración, y de los que destacan el montaje y los recursos narrativos. Los elementos que se configuran en este plano, por su carácter general constituirán un marco de referencia básico para cualquier acercamiento al «lenguaje» de la imagen que nos propongamos aunque el medio del que partamos sea diferente en cada ocasión. El segundo nivel pertenece a un ámbito más restrictivo, y viene mediatizado por los conceptos, técnicas y modelos de representación característicos de cada medio audiovisual considerado como un constructo cultural que posibilita la puesta en marcha de situaciones comunicativas. Por lo tanto deberemos atender aspectos como son procesos tecnológicos, peculiaridades propias de cada medio, funcionalidad del mismo en relación con nuestro entorno social y cultural , y su caracterización en relación con los medios de comunicación. Este nivel nos parece acertado estructurarlo, desde el punto de vista metodológico, siguiendo tres fases de carácter eminentemente progresivo: la primera basada en un acercamiento al medio pretendería poner en contacto al niño o la niña con diversos textos audiovisuales o escritovisuales subrayando su esencialidad como mensajes que son portadores de significados; en la segunda propondremos el descubrimiento de un determinado medio a través del conocimiento, análisis, estudio de su código característico, de las normas sintácticas, así como un acercamiento crítico del uso que del E l t a l l e r d e i m a g e n 14 PRIMER NIVEL PECULARIADIDADES DE LA IMAGEN MODELOS DE LECTURA DE LA IMAGEN Funciones Imagen-realidad Elementos básicos Fija Secuenciada En movimiento Conceptos Técnicas Modelos de representación SEGUNDO NIVEL PECULIARIDADES PROPIAS DE CADA MEDIO AUDIOVISUAL Niveles de concreción de los contenidos relacionados con los MAVs mismo hacen los medios de comunicación. Se establece la necesidad de ejercitarse en la lectura de imágenes-textos; la tercera fase está destinada a la creación con dicho medio. Pensamos que no es conveniente un planteamiento exclusivista y rígido caracterizado por el trabajo con un solo medio , por ejemplo la TV, dejando de prestar atención a los demás. Nuestro planteamiento, más bien potencia que en un nivel se puedan trabajar varios, por ejemplo el CÓMIC en la fase de creación, mientras que con el CINE, o la FOTONOVELA nos situamos en la fase de acercamiento y conocimiento de sus códigos y de sus textos. BIBLIOGRAFÍA Alonso, M. y Matilla, L.: Imágenes en libertad. Ed. Nuestra Cultura. Madrid,1.980. Alonso, M. y Matilla, L.: Imágenes en acción. Análisis y práctica de la expresión audiovisual en la escuela activa. Ed. Akal; Madrid,1.990. Aparici, R y otros autores.: La revolución de los medios audiovisuales; Ed. de la Torre, Madrid, 1.993. Aparici, Roberto : El cómic y la fotonovela en el aula. Ed. Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid, Madrid, 1.989. Aparici, R. García Matilla, A. y otros. : Curso de lectura de imagen : La imagen. Ed. UNED. Madrid, 1.987. Campuzano Ruiz, Antonio :Tecnologías audiovisuales y educación. Una visión desde la práctica. Ed. Akal, Madrid,1.992. Cloutier, Jean : L’ére d’Emerec. Preses de L’Universite de Montreal,1.975. Kaplún, Mario : El comunicador popular, Ed. CIESPAL, Col. Intiyan, Quito, 1.985. Masterman, Len : La enseñanza de los Medios de Comunicación; Ed. de la Torre, Madrid,1.993. Santos Guerra, M.A.: Imagen y educación. Ed. Anaya. Madrid,1.984. E l t a l l e r d e i m a g e n 15 El cómic en el taller de imagen Con relación a otros medios de comunicación, el cómic aparece como un medio idóneo para su inclusión en el currículum del Taller de Imagen en la educación primaria y secundaria, incluso desde los primeros niveles. Quizá la característica por la que puede ser valorado más positivamente es la de su facilidad de ejecución, ya que a diferencia de lo que ocurre en los otros medios que utilizan signos icónicos no necesita de complejos procesos ni utensilios para su elaboración y producción, circunstancia que igualmente se da a la hora de la reproducción/distribución de las historietas. Pero tras esta aparente sencillez se esconde un medio con una riqueza expresiva extraordinaria, que ha posibilitado desde su origen la exploración y experimentación de formas de expresión y hallazgos narrativos que han sido incorporados por otros lenguajes como el televisivo, el cinematográfico o infográfico. Quizá sea esta una de las tareas pendientes que necesitan ser incorporadas a la dinámica del aula, la del conocimiento de multitud de historietas, verdaderas obras de arte, que producidas por autores de diferentes épocas y nacionalidades forman parte de la cultura visual de nuestro siglo. Debido a esta simplicidad de medios se deriva un segundo valor de cara a la utilización en la escuela: los instrumentos necesarios para la creación de historietas se encuentran al alcance de cualquier alumno o alumna y centro, ya que disponemos de un amplio abanico que abarca desde los más simples (lápices, rotuladores) hasta materiales de mayor complejidad (tintas, tramas mecánicas, estilógrafo, ...), pudiéndose conseguir con unos y otros resultados aceptables. Esta circunstancia implica un tercer factor a tener en cuenta, que es el bajo presupuesto necesario para la puesta en marcha de esta actividad. Una vez que en la dinámica del aula hemos llegado a la fase de creación de historietas ( saber hacer), y el grupo consigue una mínima producción, el cómic nos permite intervenir sin demasiadas dificultades en el proceso que caracteriza a cualquier medio de comunicación: ser creadores, productores y distribuidores de mensajes. La elaboración y reproducción de una revista de cómics no resulta ni complicada ni costosa, y sin embargo es una actividad altamente motivadora, que genera un enorme dinamismo en el taller, aunque, claro esta, los ámbitos en los que podremos intervenir serán relativamente cercanos: escuela, otras escuelas, nuestro barrio o nuestra localidad. Tan sólo necesitamos materiales que ya existen en la mayor parte de los centros de enseñanza: copiadoras de clichés electrónicos, multicopistas o una fotocopiadora, y si es posible un equipo informático. 17 2 Desde un punto de vista sociológico tenemos que destacar el protagonismo que este medio ha adquiridoen un amplio sector de la población, que se siente cada día más motivado por las distintas ofertas que imperan en las producciones comerciales de cómic. Los tebeos han dejado de ser un medio de entretenimiento exclusivamente infantil o juvenil, para convertirse en un medio consumido por amplios sectores de la población. Esta circunstancia lo ha convertido en un medio alternativo capaz de asumir la contestación a los monopolios informativos. Baste como ejemplo las experiencias que, a partir de los años 60, surgieron en la mayoría de los países industrializados con las historietas «underground», los movimientos de la historieta popular que aparecieron en la década de los 70 en América Latina, o en el caso de nuestro país las innumerables publicaciones que surgidas antes y durante los primeros años de la democracia mantenían un marcado carácter contestatario y de conciencia política-social. Sin embargo, también hemos de tener en cuenta que los tebeos son un producto industrial dirigido, en gran parte, al público infantil y juvenil, y que ofrecen una multiplicidad de discursos, con estereotipos y modelos sociales difícilmente detectables en una lectura de la historieta superficial o deficiente. Roberto Aparici en su libro sobre el cómic nos comenta: «Después de la televisión, el cómic es el medio masivo de comunicación más fomentado por niños y jóvenes. A través de viñetas aparentemente inocentes que narran aventuras de superhéroes o de animales se transmiten, también, una determinada concepción de sociedad. Los personajes, los escenarios y los textos son la expresión de una ideología, de una forma de entender la vida». (Aparici, 1.989). ¿Por qué no aprovechar esta relación tan importante establecida entre producto (tebeos) y consumidores (niños) para iniciar en la escuela la formación de espectadores críticos y alfabetizados en el lenguaje de los medios?. El cómic se nos presenta como un elemento más a tener en cuenta en una posible metodología del «lenguaje total» (Gutiérrez, F., 1.977), pudiendo ser aprovechado como un medio que nos posibilita no sólo el análisis y la investigación de fenómenos sociales o naturales, sino también la producción y la emisión de mensajes propios de alumnos y alumnas realizados con algo más que las palabras. Desde nuestra perspectiva, nuestro planteamiento se debe de concretar en desarrollar una propuesta didáctica en la que los contenidos se articulan en torno a dos líneas generales, comunes al tratamiento que se establezca para el estudio de los demás medios: “saber ver” y “saber hacer”, todo ello impregnado por E l c ó m i c e n e l t a l l e r d e i m a g e n 18 Trabajo en la clase de Expresión Plástica y Visual un enfoque en el que predomina, sobre todo, la funcionalidad comunicativa de la creación como finalidad de cualquier actividad que se plantee. Por ello, y buscando la necesaria coherencia de nuestra propuesta curricular, los objetivos han de centrarse en la comprensión de la comunicación escritovisual, y en la expresión a través de un código que se elabora a partir de elementos visuales y escritos, implicando en todo momento al alumnado en su manera de ver el mundo y las implicaciones con el entorno que le rodea. BIBLIOGRAFÍA Acevedo, Juan : Para hacer historietas. Ed. Educación Popular. Madrid,1.984. Aparici, Roberto : El cómic y la fotonovela en el aula. Ed. Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid,1.989. Gutiérrez Pérez, F.: El lenguaje total en el proceso de la educación liberadora. CIEC, Bogotá,1.977. Kaplún, Mario : El comunicador popular, Ed. CIESPAL, Col. Intiyan, Quito, 1.985. E l c ó m i c e n e l t a l l e r d e i m a g e n 19 Apuntes para una metodología Desde el momento en que nos planteamos incorporar el cómic como contenido en los diseños curriculares, surge la necesidad de clarificar el alcance que damos a este término. Hemos de tener presente que cuando nos enfrentamos, en cualquiera de sus múltiples facetas, con el hecho de enseñar estamos optando, de una forma consciente o inconsciente, por un modelo de escuela. Esto se manifiesta en una determinada concepción de lo que deben de ser, no sólo los contenidos, sino también los objetivos, las relaciones de comunicación, los sistemas de evaluación, la organización escolar, los medios, y en definitiva, la opción metodológica que consecuentemente estemos diseñando. Desde nuestro punto de vista, los contenidos no son un fin en sí mismo, sino unos medios que nos permiten conseguir un abanico de objetivos posibles. Además de los hechos específicos, ideas básicas, sistemas de pensamiento, incorporan a su significado el conocimiento y uso de los procesos o métodos de investigación. Así, el cómic no sólo nos interesa como un hecho a conocer, sino también como medio que nos posibilita investigar lo que son los procesos de comunicación, la valoración de estos dentro de las coordenadas históricas y sociales, el conocimiento de determinados códigos, y al mismo tiempo, ejercitarnos como comunicadores. El cómic: una dinámica de investigación Las dinámicas de investigación (D.I.) se configuran como un elemento básico de la estrategia metodológica que pretendemos llevar a la práctica. Podemos definirlas como procedimientos que facilitan el acercamiento y comprensión del entorno, una vez delimitado lo que se va a investigar. Este conjunto de acciones ordenadas van a propiciar la consecución de determinados objetivos y se convierten en elementos básicos en el ámbito de los contenidos. La estructura interna de cada dinámica de investigación no es idéntica y depende de los fenómenos y hechos que posibilitan investigar. Así tenemos las que instrumentalizan lenguajes del medio (lectura de imágenes, cómic, cibernética, ...), las que propician la investigación de fenómenos naturales (trabajo experimental, trabajo de campo, resolución de problemas,...), de fenómenos sociales (registro de 21 3 tradiciones, cartografía, estadística, ...), y las que se refieren a organización y métodos de trabajo (exposición de un tema en grupo, archivo de documentos, el debate,...). Dado que el campo de actuación de «El cómic, dinámica de investigación» se sitúa dentro de la comprensión y utilización de lenguajes, la conformación de su referida estructura interna, compuesta por determinados procedimientos, conceptos y técnicas, queda delimitada por tres vectores: • La asimilación y utilización de un determinado código (punto de vista de la semiótica y la semiología). • El conocimiento de los sistemas de comunicación, así como de los elementos que participan en los mismos (punto de vista de la pragmática). • El análisis y valoración de los mass-media, como hechos sociales que son (punto de vista de la ideología y la sociología) Nos hemos referido a que las dinámicas de investigación, propician la consecución de determinados objetivos, pero ¿qué entendemos por objetivos?. El profesor Gimeno Sacristán comenta: «... el objetivo propuesto es una guía orientadora del proceso didáctico y del aprendizaje que lleva a la consecución por parte del alumno de un resultado peculiar para cada uno de ellos, de acuerdo con los antecedentes del sujeto, su estructura mental, el medio del que procede, el proceso de aprendizaje que ha seguido, del propio proceso didáctico» (Gimeno Sacristán, 1.986). Consecuentemente, la respuesta que debemos esperar ante un determinado objetivo propuesto no será lineal ni única, y con toda seguridad concatenará una serie de objetivos colaterales no previstos en la programación inicial, y en ocasiones, difícilmente medibles, pero que hemos de tener en cuenta como elementos válidos del proceso de aprendizaje. Cuando trabajemos el cómic como una dinámica de investigación deben de tenerse en cuenta los siguientes aspectos: A p u n t e s p a r a u n a m e t o d o l o g í a 22 EL CÓMIC EL COMIC, UNA DINÁMICA DE INVESTIGACIÓN MATERIALIDAD DE LA EXPRESIÓN (punto de vista semiológico MEDIO DE COMUNICACIÓN SISTEMA INDUSTRIAL • La iniciación, a través deeste medio, en el lenguaje de la imagen. • El conocimiento del código particular que utiliza el cómic. • La utilización de las historietas como un medio de expresión, potenciando que los alumnos y alumnas asuman su protagonismo como comunicadores. • La lectura de los tebeos con un carácter crítico, con el fin de que los lectores dejen de ser meros consumidores de un producto y valoren su contenido y su forma. • La puesta en práctica de la interdisciplinariedad entre las distintas áreas del conocimiento, utilizando el cómic como un valioso elemento que nos permita investigar o concluir sobre fenómenos naturales y sociales y sobre procesos creativos. • El desarrollo de esta actividad debe permitir el goce estético y creativo de quienes la realizan. • El desarrollo de las capacidades de cooperación y de trabajo en grupo, y la potenciación de las actitudes solidarias. La función de la secuencia en la programación Una de las mayores dificultades o problemas que se nos presentan al desarrollar un taller de imagen con los presupuestos que hemos establecido anteriormente, es situar y definir la actividad como un proceso de adquisición y utilización de un determinado lenguaje. Para que tenga lugar este proceso, se requiere la estructuración de los distintos conceptos que intervienen de una forma gradual y desde la perspectiva de unos principios educativos; todo ello contrastado con la práctica escolar. Cuando utilizamos la dinámica de investigación «El Cómic» en la escuela, aparecen ante nosotros una gama de conceptos tan amplia y compleja que surge la inminente necesidad de ordenarla y estructurarla, con cierta coherencia, con el fin de que los alumnos y alumnas de determinadas edades tengan la posibilidad de acceder a ella de forma significativa. Son conceptos relacionados con las peculiaridades del código del cómic (características y tipos de signos), con los procesos de comunicación (normas relacionadas con la sintaxis, aspectos semióticos, ...), con el grafismo y la representación (representación de espacios, de la figura humana del movimiento,...), con el diseño, etc. De igual forma están presentes una serie de procedimientos y técnicas, como son: modelos de lectura de imágenes, sistemas de análisis de historietas, técnicas de dibujo, aplicación del color, de impresión de textos, etc. A p u n t e s p a r a u n a m e t o d o l o g í a 23 El problema surge cuando nos enfrentamos con nuestro material de trabajo: el escolar. La capacidad madurativa y cognitiva de los alumnos y las alumnas aparece como uno de los elementos condicionantes a la hora de seleccionar y organizar los contenidos aludidos, y en un segundo lugar serán las características socioculturales las que nos impondrán nuevas pautas. Atendiendo al carácter más general de los procesos cognitivos y con el objetivo de conseguir una coherencia interna que relacione lógicamente los conceptos, procedimientos y técnicas, de los que hemos hablado anteriormente, con los procesos mentales de los alumnos y las alumnas surge la necesidad de la secuencialización. Si la secuencia elaborada es correcta, ha de convertirse en una pauta indispensable para la posterior utilización de la dinámica de investigación en los diferentes niveles educativos, posibilitando que los aprendizajes de los alumnos y alumnas sean ordenados y significativos. Sería un error, por ejemplo, que nos planteásemos que en las historietas de los niños y niñas de cuarto nivel apareciesen representadas las cualidades tridimensionales de los cuerpos y del espacio. Pero estaríamos cayendo en el mismo error, si a partir de los doce años, aproximadamente, no programásemos estrategias y actividades que posibiliten al alumnado investigar y asimilar estas cuestiones. Así pues, la dinámica de investigación estaría directamente relacionada con unos objetivos que propicia; con una red de conceptos, procedimientos y técnicas, y unos instrumentos de trabajo característicos. Todos estos elementos una vez secuenciados nos proporcionarán la estructura lógica necesaria para la elaboración de las actividades, es decir, para la programación. Indirectamente, la dinámica de investigación, estaría relacionada con los elementos del MEDIO, entendido en sentido amplio, que van a ser el objeto de la investigación en la tarea escolar. A p u n t e s p a r a u n a m e t o d o l o g í a 24 ESTRATEGIA METODOLÓGICA: LA PROGRAMACIÓN ACTIVIDADES: * Sobre la Dinámica de investigación. * Sobre el Centro de Interés en el que estemos ocupados. OBJETIVOS: * Iniciación al “lenguaje” de la imagen. * Conocimiento del código del cómic. * Experimentar procesos comunicativos. INSTRUMENTOS DE TRABAJO DINÁMICA DE INVESTIGACIÓN: “EL CÓMIC” INVESTIGACIÓN DEL MEDIO (Centros de interés) OBJETIVOS DE LAS ÁREAS: * Lenguaje. * Conocimiento del Medio. * Educación Artística. * Otras. CONCEPTOS PROCEDIMIENTOS ACTITUDES TÉCNICAS BIBLIOGRAFÍA Alonso, M y Matilla, L. : Imágenes en libertad. Ed. Nuestra Cultura. Madrid,1.980. Aparici, R. y otros autores: La imagen, Ed. U.N.E.D., Madrid, 1.987. Coll, C.: Psicología y curriculum. Ed. Laia, Barcelona,1.987. Del Carmen, Luis : Secuenciación de los contenidos educativos. Cuadernos de Pedagogía nº188 (Enero,1.991). Gimeno Sacristán, J. : Teoría de la enseñanza y desarrollo del curriculum. Ed. Anaya. Madrid,1.986. Varios Autores; Una investigación colectiva. Cuadernos de Pedagogía nº157 (Marzo, 1.988). A p u n t e s p a r a u n a m e t o d o l o g í a 25 El código del cómic El conocimiento de un determinado código no nos convierte en comunicadores, pero sí nos posibilita serlo. Como medio de comunicación, el cómic incorpora los elementos fundamentales del proceso de comunicación: el emisor, el receptor, el mensaje y el código. Es objetivo prioritario de nuestra propuesta el propiciar un estilo comunicacional diferente al que normalmente venimos padeciendo, que se caracteriza por su linealidad: emisor (emite, dicta) (el) mensaje (que) receptor (recibe, consume). El conocimiento del código no alcanza todo su valor si nuestros alumnos y alumnas son solamente educados para interpretar mensajes. En este estilo comunicacional, y no nos referimos sólo en el ámbito del cómic o los MAVs, debemos conseguir, como sugiere Jean Cloutier, que emisor y receptor confundan sus funciones convirtiéndose en EMIRECs (emisores-receptores) y así establecer el siguiente modelo: 27 4 Campo de experiencia Mensaje Código Mensaje ‘ Campo de experiencia EMIREC (*) Comunica Interpreta Decodifica EMIREC (*) Decodifica Interpreta Codifica El mayor o menor grado de comunicación dependerá de diversos factores, como son el campo de experiencias comunes que exista entre ambos EMIRECs, el conocimiento y dominio del código, y la habilidad que el sujeto tenga para situarse en situaciones de comunicación eficaces y significativas. El código que utiliza el cómic es bastante peculiar, debido a que se conforma con la simbiosis de dos tipos de signos: visuales y verbales. Tal y como nos comenta Santos Zunzunegui se caracteriza: «... por la existencia de unidades de carácter discreto (viñetas) en cuyo interior es posible distinguir un constitutivo icónico y otro verbal, y que se articulan entre sí mediante operaciones de montaje secuencial y narrativo de otro». (Zunzunegui, 1.985). Así pues, se nos dibujan tres elementos que hemos de tener presentes en el momento en que pretendamos, desde la perspectiva de adecuación a la escuela, acceder a dicho código: los elementos icónicos, los verbales y los componentes sintácticos y semánticos que los rigen (convenciones). La estructuración y organización de los elementos de dicho código, consecuentemente, ha de tener como referencia los distintos estadios evolutivos de los escolares y la capacidad cognitiva que se adquiere en cada uno de ellos. Por cuestión de método habremos de realizar un análisis separado de cada uno de los vértices de este triángulo que conforman el código de la historieta. Sobre los elementos icónicos Detengámonosen un primer lugar en los aspectos visuales del código. Es evidente que toda la iconografía que aparece en los tebeos está íntimamente relacionada con el dibujo, y que este aspecto del desarrollo artístico tiene mucho que ver con la capacidad creadora del individuo. Si en la escuela conseguimos que los niños y niñas no sufran demasiadas interferencias en el desarrollo de esta capacidad, estaremos dando el primer gran paso para formar verdaderos EMIRECs, no sólo en este medio, sino en cualquier otro en el que las inquietudes creativas puedan conseguir su proyección. E l c ó d i g o d e l c ó m i c 28 Desarrollo de la capacidad de asimilación de los componentes sintácticos y semánticos del código. Desarrollo de la capacidad de asimilación del lenguaje verbal. Desarrollo de la capacidad creadora y de representación gráfica CÓDIGO ICÓNICO-VERBAL Estructuración del código icónico-verbal Quede claro que cuando nos referimos al desarrollo de la capacidad creadora, en ningún momento estamos insinuando el que vayamos a proponernos como meta conseguir grandes artistas, ni tan siquiera pretendemos centrarlo exclusivamente en el campo de las habilidades gráficas o pictóricas. Hablamos del conocimiento y sensibilización necesarias, por parte del maestro o maestra, para controlar los factores que favorecen el proceso creador, de modo que el nivel de exigencias y el grado de intervención no coarten ni fuercen, y sí faciliten un óptimo grado de desarrollo de esa función creativa, respetando en todo momento la particular idiosincrasia de cada alumno y alumna, así como su proceso madurativo. Vigotsky en su ensayo sobre la creatividad y el desarrollo del arte en la infancia comenta: «... a pesar de que durante gran parte de este periodo de la vida del niño, el dibujo surge como una necesidad de exploración del mundo que le rodea, en el periodo de transición entre la infancia y la adolescencia se observa una situación de crisis que provoca en una gran parte de los escolares el estancamiento en sus formas de representación». «Al adolescente ya no le basta una actividad de expresión artística, no le satisface el dibujo hecho de cualquier modo; para encarnar su inventiva, necesita adquirir hábitos, conocimientos artísticos; dominar los materiales y los métodos que le permitan encontrar un sentido a su proceso creador» (Vigotsky, 1.982). Si no posibilitamos a los niños y niñas, dentro del principio de libertad que debe dominar todo el proceso creativo, el contacto con diferentes métodos de expresión estaremos condicionando y limitando su capacidad creadora. Esta queda reflejada en su producción artística y a la vez, esta expresión es reflejo de su desarrollo, entendiendo que en éste confluyen factores de tipo emocional-afectivo, intelectual, físico perceptivo, social, estético y creador. A pesar de que unos y otros están en constante interacción y que el ritmo de adquisición y evolución sigue pautas muy personales, podemos llegar a determinadas generalizaciones en las que coinciden las diferentes investigaciones realizadas por psicólogos infantiles y estudiosos del tema. Por lo tanto, las manifestaciones de la expresión gráfica y plástica del niño hemos de considerarlas bajo el prisma de una doble perspectiva; por un lado como expresiones personales en las que la creatividad, el juego lúdico y las destrezas son el reflejo de los procesos psicológicos que impregnan la vida afectiva e intelectual de la infancia; y por otro como un lenguaje icónico compuesto de unas formas visuales que el autor utiliza para contarnos de manera consciente o no consciente, aquello que desea transmitir visualmente. Los estudios sobre la evolución del la expresión plástica infantil, tienen una cierta tradición que arranca desde principios de siglo. Georges Henri Luquet publicó en 1913 Los dibujos del niño, especie de monografía basada en el estudio de los dibujos de su hija, y definitivamente en 1927 con El dibujo infantil, pone las bases de los posteriores estudios que desde la perspectiva genética se harán sobre esta materia. Piaget nos comenta al hilo de las aportaciones de Luquet: “Luquet parece haber zanjado definitivamente el debate, demostrando que el dibujo del niño, hasta los ocho o nueve años, es esencialmente realista de intención, pero que el sujeto comienza por dibujar lo que sabe de un personaje o de un objeto mucho antes de expresar gráficamente lo que ve en él: observación fundamental, que también es conceptualización antes de llegar a buenas copias perceptivas” (Piaget, J. E Inhelder, B., 1981) E l c ó d i g o d e l c ó m i c 29 Tomando como referencia los trabajos de Piaget, Viktor Lowenfeld y Willian Lambert, realizaron un estudio que ha servido de pauta para tratamientos posteriores del tema (Desarrollo de la capacidad creadora ) en el que fijaron la correspondencia entre las etapas de evolución psicogenética y las referidas a la capacidad de representación gráfica. Estos autores profundizan y completan aspectos que en la obra de Luquet habían quedado inconclusos , proponiendo la existencia de seis etapas, en las cuales se aprecian variaciones en la representación y uso de determinados conceptos y cualidades, como son, entre otros, la representación de la figura humana, representación del espacio y el uso del color. E l c ó d i g o d e l c ó m i c 30 Las etapas que establecen son: Etapa del garabateo (2 a 4 años) · Los comienzos de la autoexpresión. · Período gráfico previo al dibujo representativo y a la escritura. Etapa preesquemática ( 4 a 7 años): los primeros intentos de representación. · El comienzo del dibujo como representación figurativa. · Evolución constante de la forma. Etapa esquemática (7 a 9 años). · Consolidación personal del concepto de la forma. · Representación mediante esquemas. El comienzo del realismo (9 a 12 años). · Abandono de la representación mediante esquemas. · Acercamiento a la perspectiva como forma de representación espacial. Etapa pseudonaturalista, de inicio del razonamiento (12 a 14 años). · Final del dibujo como actividad espontánea. El periodo de decisión en la adolescencia (14 a 17 años). Dado que la mayoría de los autores que han estudiado la evolución de la representación gráfica y plástica en los niños coinciden a grandes rasgos en las etapas propuestas por Lowenfeld y Lambert, nosotros seguiremos , en nuestra breve síntesis , las líneas maestras diseñadas por ellos y haremos una breve referencia sobre las características de las etapas de desarrollo que coinciden con el periodo de la escolarización de la educación infantil, primaria y secundaria. Por ello obviamos referirnos a la etapa del garabateo y directamente nos referimos a la preesquemática que afecta de manera directa a los primeros años de la escolarización en el segundo ciclo de educación infantil. Nuestra intención se limita a dar una brevísima referencia sobre un tema que, además de ser complejo está fundamentado por una gran cantidad de estudios procedentes de diferentes campos, y que no siempre coinciden en sus conclusiones. No obstante, pretendemos con esta síntesis situar un marco de referencia necesario para cualquier educador o educadora que pretenda trabajar con su alumnado cualquier aspecto relacionado con la expresión gráfica y la educación visual, ofreciendo en el apartado correspondiente a la bibliografía del capítulo las referencias necesarias para profundizar en este tema. E l c ó d i g o d e l c ó m i c 31 Etapa preesquemática (de los 4 a los 7 años) También llamada etapa de comienzo de la figuración. Durante ella el niño y la niña comienza a experimentar un método de dibujo caracterizado por la creación consciente de la forma. El intento de establecer relaciones entre lo que dibuja y lo que intenta representar marcan un alejamiento definitivo de la actividad eminentemente kinestésica de la anterior etapa del garabateo. Hacia los cuatro años el niño y la niña hacen formas reconocibles con un destacado intento de representación de objetos y figuraspertenecientes al mundo real o de la ficción , verdaderos signos visuales, hacia los cinco ya se pueden apreciar personas, casas, árboles, y a los seis las figuras han evolucionado hasta constituir dibujos claramente distinguibles y con un tema. E l c ó d i g o d e l c ó m i c 32 Dibujo de un niño de 4 años. Fácilmente podemos observar el esquema del “cabezón”. Representación de la figura humana: se dibuja fundamentalmente con un círculo representando a la cabeza y dos líneas descendentes que representan las piernas. La representación del «cabezón» o «renacuajo» se torna más elaborado con el agregado de un redondel entre ambas piernas que representa el vientre y, en algunas ocasiones, con la inclusión del cuerpo. En esta primera fase de la etapa la representación de la figura se hace utilizando la técnica de la adición de elementos experimentados y asimilados en la etapa del garabateo. Pueden aparecer muchas variaciones de este desarrollo, y cuando el niño y la niña alcanza los seis años ya generalmente ha llegado a trazar un dibujo bastante elaborado de la figura humana, en la que han ido apareciendo la diferenciación de las partes del tronco, ciertas características sexuales, e incluso algunas características individuales. Representación del espacio: el concepto que el niño y la niña tienen del espacio es absolutamente diferente del que tiene el adulto, de tal manera que lo concibe en todo momento relacionado con su propio yo, es el llamado «espacio corporal». Los objetos representados no parecen mantener ningún orden determinado, pero hemos de tener en cuenta que el niño o la niña concibe el espacio como aquello que le rodea. Por ello no es de extrañar que los objetos («los otros» también sufren la categorización de objetos) estén situados arriba, abajo o agrupados de la manera en que el niño o la niña comprenden. Casi siempre es una representación en la que él o ella ocupa el espacio central mientras que el resto del mundo se organiza a su alrededor. La primera y por otro lado enorme dificultad con la que se encuentra el niño cuando accede a la figuración es trasladar a un espacio bidimensional, con unos límites determinados, las figuras y objetos que percibe en el espacio real, caracterizado por su tridimensionalidad. “El niño, cuando comienza a realizar dibujos figurativos, se encuentra con una superficie o espacio topológico con unos bordes que configuran, en principio, un entorno y, posteriormente, un encuadre. La dificultad con la que tropieza es la construcción de formas, en una superficie de dos dimensiones, que sirvan para representar objetos tridimensionales. Este ha sido el problema con el que tradicionalmente el hombre se ha tenido que enfrentar a lo largo de las diferentes culturas, y que ha sido resuelto de modos muy diversos, entre ellos la perspectiva cónica, nacida en Occidente con el Renacimiento” (Sáinz, 1997). E l c ó d i g o d e l c ó m i c 33 El mismo niño dibuja estas figuras a los cinco años. Podemos apreciar como ha incorporado el tronco y mayor riqueza de detalles en el rostro El proceso por el cual el niño y la niña comienzan a dominar y elaborar este espacio topológico del folio o lámina de dibujo, va evolucionando durante esta etapa de forma considerable. Tras la utilización del papel como espacio topológico, aparecen las primeras manifestaciones de distribución espacial, y podemos observar un determinado orden en la distribución de las figuras y de los objetos. Los límites del papel comienzan a desempeñar la función de encuadre. La aparición de la “línea de base” denota un intento de división espacial más clara. El suelo queda representado debajo de esta línea y el cielo por encima. Como contrapartida a la “línea de base” aparece la “línea de cielo” de manera que el espacio para el niño queda conformado por tres capas: el suelo, el aire y el cielo. Lowenfeld y Lambert comentan: “Los adultos generalmente consideramos que en los dibujos y pinturas el cielo debe llegar hasta la tierra; esto no es más que una ilusión óptica; no solamente el cielo nunca llega hasta el nivel de la tierra, sino que además tampoco existe un cielo tangible, sólo una acumulación de aire sobre el fondo. El concepto de que el cielo está arriba, el suelo abajo y el aire entre ambos es tan válido como el que considera que el cielo y la tierra se encuentran. Ambos son ilusiones.” (Lowenfeld, V. y Lambert, W., 1972) Uso del color: En esta etapa hay un mayor interés hacia la forma que hacia el color, de tal forma que el color utilizado mantiene escasa relación con las características cromáticas de los objetos o figuras representados. Podríamos definirlo como una utilización absolutamente subjetiva del mismo, con una predominancia de su uso de forma plana, limitando los contorno en negro y con una destacable presencia de los colores primarios y el verde y marrón. Hacia el final de la etapa se afianzan las relaciones cromáticas entre los objetos reales y su representación, y la diversidad cromática afecta a las partes de la figura u objeto representado (piel, pelo, vestimentas, calzado,...). El proponernos que los niños y niñas de estas edades realicen historietas debe de ir precedido de ciertas consideraciones. En primer lugar no debemos perder de vista la extraordinaria importancia que para niños y niñas adquiere el dibujo como medio de expresión e investigación del mundo que le rodea. Hemos de ser conscientes de que hay que favorecer por todos los medios la libre expresión plástica del E l c ó d i g o d e l c ó m i c 34 Dibujo de la familia de niña de 6 años niño o de la niña sin que el maestro o maestra imponga o sugiera modelos de representación, ni excesivas exigencias. La realización de historietas debe iniciarse al final de este periodo, coincidiendo que el niño o niña domina en cierto grado la grafía y la capacidad para representar escenas. El tamaño de las viñetas debe de ser lo más grande posible -cuartillas o folios -, aunque después hagamos el montaje de la página en un tablón expositor, y se utilice la reducción en fotocopiadora para convertir a formatos más accesibles. Para los argumentos hemos de partir de un elemento de valor incuestionable: los cuentos populares. De los aspectos formales de los globos y textos no hemos de preocuparnos. Etapa esquemática (de los 7 a los 9 años) Hacia los siete años , el niño ha adquirido un amplio campo experiencial y su proceso de desarrollo cognitivo, perceptivo, motriz y emocional influirá en la manera en que se exprese plásticamente. Esta etapa se caracteriza por la adquisición y experimentación en los distintos dibujos de un esquema. «Después de mucha experimentación, el niño llega a formarse un concepto definido del hombre y de su ambiente. Aunque cualquier dibujo puede denominarse un esquema o símbolo de un objeto real, aquí llamaremos esquema al concepto al cual ha llegado el niño respecto de un objeto, y que repite contínuamente mientras no haya una experiencia intencional que influya sobre él para que lo cambie» (Lowenfeld y Lambert, 1.972). El esquema que se forma el niño y la niña puede estar determinado por una variada causalidad; desde la particular percepción que ha tenido del objeto, experiencias kinestésicas, significaciones afectivas, la impresión táctil o cualquier otro detalle que haya influído en la conceptualización del objeto. E l c ó d i g o d e l c ó m i c 35 Historieta realizada en primer curso de Primaria “El Principe Feliz” a partir de un cuento escuchado a la maestra. La presencia de un solo texto demuestra la escasa importancia que la autora da a los mismos. Nos enfrentamos en el momento de la asimilación de los mecanismos lecto-escritores. Representación de la figura humana: el esquema que adopta de la figura humana, y que por lo tanto refleja en todos sus dibujos, será un resultado de la conceptualización que de la misma se haya hecho. Por lo tanto, mantiene un alto grado de originalidad y resulta extrañísimo que dos niños o niñas utilicen el mismo esquema. La figurahumana debe de ser un símbolo fácilmente reconocible a la mirada de los otros. El niño o la niña dibujará las diferentes partes del cuerpo según sea el conocimiento activo que tiene del mismo. No solamente habrá cuerpo, cabeza, brazos, y piernas, sino que también encontraremos otros detalles. Los ojos serán diferentes de la nariz, y el símbolo de la nariz se diferenciará del que use para la boca, y también le hará el cabello y hasta el cuello. Generalmente, incluyen símbolos separados para las manos e incluso los dedos y generalmente un símbolo distinto para los pies. Los esquemas casi siempre son frontales, aunque se pueden encontrar representaciones laterales e incluso mixtas, diversificación que se suele apreciar en los dibujos de niños de nueve años, y en temáticas determinadas que se relacionan con escenas de movimiento. La relación de proporcionalidad entre las figuras (adulto - niño) comienza a establecerse, de la misma manera que entre las partes del cuerpo (cabeza-tronco). Representación del espacio: el principal hallazgo de este estadío es el descubrimiento de la existencia de un orden en las relaciones espaciales, con lo cual el niño o la niña deja de representar los objetos en relación consigo mismo y empieza a representarlos en relación lógica con otros objetos. Ya no piensa «hay un árbol, un niño, una casa», sino «yo estoy sobre el suelo, la casa está sobre el suelo y el árbol está sobre el suelo». Otro hallazgo en la estructuración del espacio lo representa la aparición de la línea de base y la línea de cielo presentes ya en todos los niños y niñas de seis años. El espacio intermedio entre estas dos líneas se identifica con la representación del concepto aire. En algunos dibujos hay un intento de representar la profundidad a través de la utilización de dos líneas de base, esto no quiere decir que ya exista una conciencia de representación de la tridimensionalidad. E l c ó d i g o d e l c ó m i c 36 Dibujo de niña a los 7 años en el que destaca el control del espacio topológico así como una cierta complejidad en la estructuración del espacio representado. Algunas otras peculiaridades en la representación del espacio en esta etapa son: • La inclusión en el mismo dibujo de distintas secuencias temporales e incluso impresiones espacialmente distintas. • Descripción simultánea en un mismo dibujo del interior y exterior de edificios u otros ambientes cerrados, mezclando los conceptos de interior y exterior a causa de motivaciones subjetivas. • La superación del espacio topológico posibilita la representación en base a un concepto de encuadre que aparece elaborado como una construcción mental. La representación de escenas y de figuras puede variar desde un Gran Plano General, hasta un Plano General o Entero , en el que predomina la figura del personaje sobre el contexto. De manera excepcional encontramos representaciones de figuras en planos más cortos como el Plano Americano o Plano Medio, ya que suponen una fragmentación de la figura humana. Todo este proceso de trabajo con el encuadre, ha de potenciarse a partir de la intervención educativa, con una intervención necesariamente mediadora del maestro o maestra. Uso del color: el comprobar que sus dibujos tienen cierta correspondencia cromática con la realidad significa que han comenzado a establecer relaciones cromáticas concretas con las cosas que le rodean, pero no hemos de olvidar que cada niño y niña desarrollará sus propias relaciones de color, sus esquemas cromáticos; en consecuencia el maestro no debe de aventurarse a dar pautas sobre la utilización del color o el diseño, ya que puede resultar contraproducente. Todo el proceso de descubrimiento de las diferentes tonalidades existentes en la realidad se corresponde con la elaboración de agrupamientos cromáticos que se traducen en esquemas cognitivos. Sin embargo, en las producciones de los niños y niñas se mantendrá la utilización del color en forma plana y sin matizar, lo que refuerza la permanencia de la bidimensionalidad. Desde el punto de vista didáctico, es muy importante que planteemos en este momento pautas de observación de la realidad, para que en las E l c ó d i g o d e l c ó m i c 37 El dominio de la escritura favorece que niños y niñas incluyan gran cantidad de textos de apoyo con una clara función de anclaje es decir, para completar la información visual que nos ofrecen producciones de los chicos aparezca una mayor riqueza cromática, todo ello sin olvidar que el esquema cromático es una estrategia cognitiva que irá flexibilizándose de manera individual en la medida que el sujeto va evolucionando madurativamente. El comienzo del realismo (de los 9 a los 12 años) El aspecto que más va a determinar la evolución infantil en esta etapa es que su progresivo alejamiento del egocentrismo, imperante en las etapas anteriores, deja paso a una etapa de socialización de gran importancia. Comienza a descubrir y valorar que es miembro de una sociedad, y empieza a cobrar sentido la colaboración en grupo. Esta es una etapa de gran complejidad en la evolución del grafismo, debido a que en ella confluyen factores muy diversos que determinan la relación posterior que los niños y las niñas mantendrán con la expresión plástica y visual. Las variables internas, dependientes de la maduración cognitiva del alumno, se identifican con una actitud hasta cierto punto perfeccionista que se observa en la constante comparación con el modelo real. La preocupación por el cuidado de las formas y de las proporciones conlleva una constante modificación del dibujo realizado, una actitud crítica hacia sus producciones y un distanciamiento de la espontaneidad presente en sus producciones anteriores. Las variables externas las identificamos con los problemas que surgen en el aula debido, casi siempre, por un desconocimiento del profesorado de los procesos que caracterizan la evolución del desarrollo gráfico de los escolares. Un ejemplo de ello es la valoración que en determinadas escuelas se hace, aunque sea de manera velada, de la capacidad de los niños por “reproducir” en sus dibujos la realidad siguiendo un modelo de “imagen fotográfica”. Esta situación se contrapone con otra muy común entre el profesorado, y que podemos identificar en la ausencia de pautas y criterios didácticos ante las dificultades y constantes interrogantes a que les somete el alumnado de estas edades. Todas estas circunstancias desembocan en lo que algunos autores denominan “la crisis del dibujo”, que conduce a un bloqueo en el campo de la expresión plástica de determinados niños y niñas palpable en este periodo. “La mayoría de los niños tienen plena conciencia de que las cosas han ido de mal en peor –dice Jové -. A pesar de que notan que realmente sus dibujos van siendo cada vez más fieles a los modelos representados, las vivencias experimentadas mientras están dibujando les hunde en el pesimismo. Del inmenso placer que tiempo atrás acompañaba a todos sus actos gráficos, han pasado a sentirse inundados, al desplegarlos, por numerosas vivencias de displacer. Y el esfuerzo invertido por vencer las dificultades que por todos los lados brotan, no reporta, casi nunca satisfacciones plenas”. Hacia los once años comienza a liberarse de su propio punto de vista y así puede llegar a seleccionar con éxito imágenes que muestran una escena como la vería el observador si estuviese en posiciones distintas. En esta etapa se convierten en ávidos observadores del ambiente, lo que le proporciona a su expresión una cierta ligazón a la naturaleza, sin que con esto queramos insinuar que su dibujo sea naturalista. Sus dibujos no son el resultado aún de la traslación de una observación visual, y en ellos no se detectan intentos de plasmar luces ni sombras, efectos atmosféricos o detalles como las arrugas; el joven artista dibuja una falda pero no los pliegues o las características de la textura del tejido. Cuando en un dibujo plasma algunos detalles, se suelen localizar en zonas o partes que para él son emocionalmente significativas.Representación de la figura humana: La característica más destacada es la progresiva búsqueda de unas proporciones que se asemejan cada vez más al modelo real, aunque esto se conseguirá en la etapa posterior. Los rasgos más característicos en cuanto a la representación de la figura son: • La búsqueda de la proporcionalidad. • La pervivencia del cromatismo plano. • La ampliación del movimiento y la gestualidad. • La ampliación de temáticas. E l c ó d i g o d e l c ó m i c 38 E l c ó d i g o d e l c ó m i c 39 “Juanito” realizada por un alumno de 6º curso, 11 años Representación del espacio: La habilidad para distribuir varias imágenes sobre una hoja de papel, de modo que tengan relación entre sí, significa que el niño o la niña está en condiciones de manejar esos objetos simultáneamente y no de ordenarlos solamente sobre una línea. El árbol ya no permanece aislado al lado de la casa, si no que se convierte en sombra para ella, aunque el lugar exacto donde se proyecta la sombra no se comprenda perfectamente. Con respecto al espacio se puede apreciar un cambio desde la representación simbólica que conocemos con el concepto de líneas de base hasta una representación mucho más naturalista. Descubren que el espacio entre las líneas de base adquiere significado, y además también descubren el plano. La línea de cielo deja de ser una línea trazada a través de la página en la parte superior del dibujo y en la medida en que se va acercando a la línea del suelo va adquiriendo el significado de horizonte. Durante esta etapa, los niños que mantienen un adecuado desarrollo en la representación gráfica inician la experimentación de la representación de la tridimensionalidad, aunque sus composiciones se caracterizan por la utilización de esta como verdaderos ensayos, que permiten la coexistencia en una misma escena de objetos dibujados en perspectiva con otros de representación plana. Otro elemento destacable es que descubren el efecto de la superposición. Descubrir que un objeto puede cubrir a otro es importante porque implica reconocer la existencia del otro objeto. La composición adquiere una mayor complejidad conjugando en ella la superposición de figuras con el tamaño relativo en relación con la profundidad de la escena. Uso del color: Su desarrollo va desde una rígida relación color -objeto hasta una caracterización del color. En esta etapa distingue entre un pantalón rojo violáceo y otro anaranjado. Este mayor conocimiento de las diferencias de color no puede considerarse una verdadera percepción visual, pues no señala los efectos que sobre el color tienen la luz y la sombra o la atmósfera. Así pues, lo que se da es un mayor refinamiento de la sensibilidad visual para apreciar los distintos colores y tonalidades que se dan en su entorno. E l c ó d i g o d e l c ó m i c 40 “El espacio en guerra”, 6º curso Etapa del razonamiento (de los 12 a los 14 años) Esta etapa que coincide con el inicio de la adolescencia y el inicio de la Educación Secundaria, marca el fin del arte como actividad espontánea el comienzo de un período de razonamiento en el que cada vez critican más sus propias producciones. Para algunos significa un cambio desde el dibujar inconscientemente lo que conoce, a la realización consciente de lo que ve. Son los verdaderos primeros intentos de naturalismo, en este momento existe una tendencia a huir de la representación “de memoria”, a menos de que el tema se domine con anterioridad, en favor de una actitud mucho más visual que prioriza el parecido del dibujo con el modelo real. Sin embargo, hemos de tener presente que no todos los chicos y chicas de estas edades resuelven de la misma forma su relación con la representación plástica y visual, y algunos de ellos prefieren expresar plásticamente “la realidad” tal y como la sienten. A este respecto Lowenfeld comenta: “Hay niños que en todo momento, ya sea en su arte como en cualquier otra cosa, hacen referencia a impresiones visuales. En sus pinturas tratan de representar las cosas que ven y observan, y generalmente sienten como si fuesen “espectadores” colocados fuera del conjunto, y por lo común, son buenos espectadores. Pero también hay chicos que siempre se sienten emocionalmente comprendidos en la experiencia que expresan. No se sienten espectadores ni se dejan impresionar por lo que ven sino por lo que sienten. Las experiencias visuales casi no tienen significación para ellos y pintan sus experiencias de acuerdo con sus sentimientos subjetivos” (Lowenfeld, V., 1973) Representación de la figura humana: resulta evidente que la representación de la figura humana ha de evolucionar cuando se encuentra en la preadolescencia. Si como hemos expuesto, en la etapa anterior se va observando un acercamiento a las tendencias de representación naturalista, es lógico pensar que esta tendencia se manifieste de alguna forma en este período. Paralelamente a la preocupación que siente por los cambios que se están produciendo en su cuerpo, el realismo con que representa la figura humana se ha de ir acrecentando incluyendo una variada gama de detalles que van desde los fisiológicos a los de las apariencias de ropas y vestidos. El tipo de peinado, el estado de las vestimentas con sus correspondientes dobleces y arrugas, así como la aparición de los efectos de la luz y de la sombra son aspectos donde se detecta este afán de representación naturalista. E l c ó d i g o d e l c ó m i c 41 Representación del espacio: uno de los descubrimientos importantes que hacen los jóvenes de mentalidad visual es que el tamaño de los objetos distantes se reduce. La mayoría aprecia ahora el espacio en sus cualidades tridimensionales, y existe una constante predisposición en la representación tridimensional mediante la perspectiva. La consecuencia primera es la desaparición de los diferentes puntos de vista que se yuxtaponían en muchas de las escenas representadas y la progresiva predominancia de un único punto de vista. La mayoría de los jóvenes de esta edad están en condiciones de manejarse con los problemas de la representación del espacio en profundidad, pero pensamos que es indispensable que éste sea un proceso descubierto por el alumnado y no dirigido por el maestro o maestra, ya que puede desembocar fácilmente en una mecanización del proceso y en el alejamiento definitivo de la necesidad de experimentación con el mismo. Uno de los inconvenientes que se presentan al respecto es la convivencia en los cursos que se corresponden con estas edades del lenguaje propio de la expresión gráfica con el del dibujo técnico. Si no se delimitan con claridad las aplicaciones y finalidades de cada uno de estos modos de expresión se puede llegar a un progresivo empobrecimiento del lenguaje gráfico y de la capacidad creadora de los jóvenes. Quedan pues como señal de alerta estas escuetas anotaciones sobre el tema de la perspectiva y del dibujo lineal, que parece ser un asunto crucial en la mentalidad de cierto profesorado de la Enseñanza Secundaria. Uso del color: Junto a la capacidad que los jóvenes manifiestan para observar las variaciones de color a causa de la incidencia de luces y sombras y los efectos de las diferentes condiciones meteorológicas, hay que recalcar el carácter eminentemente intuitivo que debe presidir en la experimentación y plasmación de este aspecto de la expresión creadora. Se da incluso el caso de jóvenes que parecen omitir el uso del color en sus producciones, pero que la mayoría de las veces responde a un deseo de explorar la gama de blanco y negro con todas sus tonalidades. Los aspectos que más destacan respecto al uso del color podemos sintetizarlos en: las variaciones cromáticas en los objetos y figuras, la aparición de los efectos de luces y sombras y la utilización de distintos materiales para la aplicación del color (lápiz, cera, acuarela, tempera,...) E l c ó d i g o d e l c ó m i c 42 “Las mil y una noches”, alumnos de 2º curso de ESO Sobre los elementos verbales Básicamente en la viñeta podemos encontrartres tipos de elementos verbales: los globos, los textos de apoyo y las onomatopeyas. Aunque existen otros como los letreros, nosotros prestaremos atención a estos tres considerados como los más importantes. Atendiendo a la función que desempeñan, podemos definirlos de la siguiente manera: Los globos, que son textos que quedan incluidos dentro de espacios cerrados por una línea. Generalmente son circulares y sirven para informar al lector del discurso que mantienen los personajes. Si el globo contiene un «rabillo» o «delta» que se dirige hacia el personaje, supone que la intervención de este es carácter coloquial. Si sucede que en vez del «delta» la conexión con el personaje se establece a través de una sucesión de bolitas, el discurso queda caracterizado como un pensamiento o discurso interior. Existe una gran variedad de globos cada uno de ellos tiene adjudicada una diferente función narrativa, dependiente en la mayoría de los casos en la forma que adopta la línea de contorno, la cual provoca una enorme riqueza en la connotación (ver transparencia nº 8) . E l c ó d i g o d e l c ó m i c 43 Dos tipos de globos son los más usuales: coloquial y de pensamiento, pero la riqueza narrativa de una historieta se consigue incorporando las diferentes variedades en el texto. Los textos de apoyo, que tienen la función de información complementaria que aporta el narrador para la correcta interpretación de la escena representada en la viñeta, o bien se constituyen en nexos espacio-temporales. Se pueden situar en un espacio rectangular dentro de la viñeta, en cuyo caso se les denomina «cartela», o de forma autónoma formando por si mismos una viñeta completa de texto en cuyo caso se le denomina «cartuchos». En ambos casos expresan un discurso que pertenece al narrador, esté o no presente en la acción. Las onomatopeyas, son expresiones formadas por la combinación de determinadas letras, y que intentan representar los sonidos provocados por un ruido o alguna expresión gutural que se produce en la viñeta. Muchas de ellas proceden de la evolución que han sufrido determinados verbos ingleses, como por ejemplo «SPLASH» del verbo zambullirse (to splash) o «CRACK» del verbo partir, romper (to crack). Pueden ir colocadas en cualquier lugar de la viñeta, y dada la función icónica que también desempeñan pueden transgredir los límites del encuadre de la viñeta, o bien ocuparla en su totalidad. Suelen ir acompañadas de otras convenciones como son las metáforas visuales y su dimensión icónica le configura como un elemento de un gran valor expresivo. Tanto para la lectura como para la creación de historietas, sobre todo atendiendo a sus elementos verbales, los escolares necesitan haber adquirido un cierto dominio de las técnicas de lectura y escritura. Por ello, es necesario que cuando los docentes se planteen utilizar el cómic como un recurso didáctico en estos primeros niveles educativos, deben tener presente la necesidad de secuenciar las exigencias que plantearán a sus alumnos y alumnas, teniendo en cuenta que dichas pautas han de sustentarse en los progresos que realicen en el dominio de la lecto-escritura. Así, a partir del primer curso ya pueden incluirse ciertos textos, ya que los niños y niñas comienzan a utilizar diversos tipos de oraciones, algunos signos ortográficos y un vocabulario mínimo. Sin embargo, todas las historietas presentarán un cierto desequilibrio entre la información icónica que aportan y la escritura. La redundancia es frecuente y el afán por utilizar los textos con un carácter aclarador de la escena dibujada se mantiene hasta los primeros cursos de la educación secundaria (12 años). Es en ese momento cuando nos tenemos que plantear la necesidad de que las historietas mantengan esa armonía en la relación de los textos con la imagen, lo cual implica evitar redundancias o ausencias importantes en el discurso narrativo. E l c ó d i g o d e l c ó m i c 44 Habla el narrador: la cartela y el cartucho (última viñeta) Sobre los aspectos lingüísticos Por último, nos referimos al apartado relacionado con la necesidad de organización y adecuación de las normas sintácticas y semánticas del código del cómic. Entre la multitud de signos que aparecen en una historieta, de carácter icónico o verbal, se establecen una serie de relaciones (entre ellos y con el lector) cuyo fin primordial es dar sentido a la narración. Así encontramos signos con una determinada funcionalidad, reglas que organizan el relato, (por ejemplo la disposición de globos en la viñeta), y convenciones específicas (ideogramas, contornos de globos,...). Esta serie de signos, convenciones y normas han ido conformando un curioso código de naturaleza lexi-pictográfica, basado en esa especial simbiosis entre el arte del dibujo y la narración pictográfica. El conocimiento de las diversas normas narrativas, que conforman su peculiar sintaxis resulta imprescindible, si queremos que las creaciones de nuestros alumnos y alumnas respondan, además de a un ejercicio creativo, a un correcto ejercicio de comunicación. La onomatopeya, por ejemplo, tiene asignada una determinada función, la de incorporar a la narración diversas señales acústicas, pero dependiendo de los distintos indicativos icónicos con que la acompañemos (tamaño de las letras, forma, color, ideogramas que la acompañen, etc.) reforzaremos y ajustaremos su significado. Todo ello mediatizado por el estilo o tipo de dibujo que caracterice al dibujante que la utilice. En este tercer aspecto nos encontramos con unas dificultades análogas a las que se nos plantean con los otros dos, por lo tanto es importante y necesaria la estructuración que podamos hacer de estos aspectos del código. Detengámonos, a modo de ejemplo, en los globos, uno de los elementos más imprescindibles en la narración. La diferenciación de los tipos de globos según la función que desempeñan: coloquiales o de pensamiento; la ordenación de los mismos en la viñeta de tal forma que se respete el orden temporal que imprimen al diálogo; la incorporación de diversos signos icónicos que determinan su connotación;... E l c ó d i g o d e l c ó m i c 45 La onomatopeya: representación de sonidos Esta serie de cuestiones que planteamos supone una progresión que va incorporando al hecho de la utilización de los globos, un mayor grado de complejidad. Así, además del conocimiento de estas cuestiones por parte del profesorado, resulta necesaria su organización, sobre todo, si intentamos trabajar con el cómic desde los primeros niveles educativos. En lo que se refiere a la catalogación y estudio de los signos más usuales del código del cómic, se han realizado diferentes estudios, aunque quizá el más completo de ellos sea el de Luis Gasca y Román Gubern (1.988). Sin embargo poco o nada hay experimentado sobre la relación entre los estadios madurativos de los niños, las posibilidades de asimilación de los diversos conceptos del código del cómic. De ahí que la propuesta que realizamos deba de ser entendida bajo estas condiciones, y necesariamente contrastada con las experiencias que estén llevando a la práctica. M.V. Manacorda Rosetti hace la siguiente definición del tebeo: «...una historieta es una secuencia narrativa formada de viñetas o cuadros dentro de los cuales pueden integrarse textos lingüísticos o algunos signos que representan expresiones fonéticas (boom, crash, bang, etc.)» (Manacorda Rosetti, M., 1976). Y Elisabeth K. Baur. lo define: «Es una forma narrativa cuya estructura no consta sólo de un sistema, sino de dos: lenguaje e imagen. La función de la imagen es – en esencia- bastante más que ilustrativa, por cuanto la acción es sustentada por palabra e imagen; de allí que ambos sistemas se necesiten mutuamente»(Baur, E.K., 1978). De ambas definiciones se deduce como una primera característica del cómic su carácter narrativo; esta narración toma la estructura de secuencias, que a su vez están formas por una o más viñetas. Así la viñeta se convierte en el elemento base desde el punto de vista
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