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TEMARIO VOL.II Técnico en Farmacia y Parafarmacia TEMARIO VOL.II Técnico en Farmacia y Parafarmacia © AA.VV © Edita: EDITORIAL CEP S.L. C/ Dalia nº 20. Polígono El Lomo 28970 Humanes de Madrid (Madrid) Tlf. 902 108 209 Edición: Julio 2012 ISBN del volumen: 9788468144191 ISBN de la obra completa: 9788468144207 Depósito Legal: M268662012 Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra sólo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, www.cedro.org) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra. Imprime: PUBLICEP S.L. C/ Violeta nº 19. Polígono El Lomo 28970 Humanes de Madrid (Madrid) Tlf. 91 609 4176 FUNDACIÓN PUBLICEP Más formación, mejor futuro!! Grupo Publicep está orgulloso de presentar su último proyecto: la FUNDACIÓN PUBLICEP. Una entidad destinada a la promoción de la enseñanza y la formación de profesores en las zonas más necesitadas de Hispanoamérica. Para ello, FUNDACIÓN PUBLICEPdesea promover la formación y adiestramiento de profesores especializados y una política de ayudas para la educación, que permita a los jóvenes estudiantes con talento continuar sus estudios el tiempo necesario. Un porcentaje del precio de venta al público de cada libro de Editorial Cep irá destinado a la FUNDACIÓN PUBLICEP. De este modo, nuestros clientes se convertirán en protagonistas del proyecto y contribuirán al éxito del mismo. Más información: http://fundacion.grupopublicep.com © AA.VV © Edita: EDITORIAL CEP S.L. C/ Dalia nº 20. Polígono El Lomo 28970 Humanes de Madrid (Madrid) Tlf. 902 108 209 Edición: Julio 2012 ISBN del volumen papel: 9788468144191 / ISBN pdf: 978-84-681-4671-3 ISBN de la obra completa: 9788468144207 Depósito Legal: M268662012 Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra sólo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, www.cedro.org) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra. Imprime: PUBLICEP S.L. C/ Violeta nº 19. Polígono El Lomo 28970 Humanes de Madrid (Madrid) Tlf. 91 609 4176 FUNDACIÓN PUBLICEP Más formación, mejor futuro!! Grupo Publicep está orgulloso de presentar su último proyecto: la FUNDACIÓN PUBLICEP. Una entidad destinada a la promoción de la enseñanza y la formación de profesores en las zonas más necesitadas de Hispanoamérica. Para ello, FUNDACIÓN PUBLICEP desea promover la formación y adiestramiento de profesores especializados y una política de ayudas para la educación, que permita a los jóvenes estudiantes con talento continuar sus estudios el tiempo necesario. Un porcentaje del precio de venta al público de cada libro de Editorial Cep irá destinado a la FUNDACIÓN PUBLICEP. De este modo, nuestros clientes se convertirán en protagonistas del proyecto y contribuirán al éxito del mismo. Más información: http://fundacion.grupopublicep.com www.cedro.org COORDINADORES Antonio Barranco Martos Donato Vargas Fernández AUTORES Bloque VI Donato Vargas Fernández (Temas 1, 2, 3 y 4) María del Mar Pérez Aguilera (Temas 5 y 6) Antonio Barranco Martos (Tema 7) Bloque VII Mª del Mar Pérez Aguilera (Temas 1, 2 y 3) José Vicente Aniorte Sánchez (Tema 1) Donato Vargas Fernández (Tema 4 y 5) Bloque VIII Mª del Mar Pérez Aguilera (Tema 1) Antonio Barranco Martos (Tema 2) Ana Mª Bárcena García (Tema 2) Bloque IX Antonio Barranco Martos (Temas 1 y 7) Mª del Mar Pérez Aguilera (Tema 2, 3, 4 y 5) Ana Mª Bárcena García (Temas 4) Teresa Jordina Moll Ramos (Temas 6 y 8) COORDINADORES Antonio Barranco Martos Donato Vargas Fernández AUTORES Bloque VI Donato Vargas Fernández (Temas 1, 2, 3 y 4) María del Mar Pérez Aguilera (Temas 5 y 6) Antonio Barranco Martos (Tema 7) Bloque VII Mª del Mar Pérez Aguilera (Temas 1, 2 y 3) José Vicente Aniorte Sánchez (Tema 1) Donato Vargas Fernández (Tema 4 y 5) Bloque VIII Mª del Mar Pérez Aguilera (Tema 1) Antonio Barranco Martos (Tema 2) Ana Mª Bárcena García (Tema 2) Bloque IX Antonio Barranco Martos (Temas 1 y 7) Mª del Mar Pérez Aguilera (Tema 2, 3, 4 y 5) Ana Mª Bárcena García (Temas 4) Teresa Jordina Moll Ramos (Temas 6 y 8) ÍNDICE Bloque VI Promoción y educación para la salud Tema 1 Relación y comunicación entre usuario/paciente y profesional sanitario11 Tema 2 Estados psicológicos de los pacientes en situaciones especiales47 Tema 3 Promoción de salud103 Tema 4 Educación para la salud135 Tema 5 Drogodependencias191 Bloque VII Emergencias colectivas Tema 1 Atención sanitaria a emergencias colectivas245 Tema 2 Clasificación de las víctimas en emergencias colectivas. Triaje269 Tema 3 Asistencia prehospitalaria en urgencias o emergencias sanitarias283 Tema 4 Primeros auxilios psicológicos en catástrofes299 Tema 5 Las reacciones psicológicas de los intervinientes. Apoyo psicológico337 Bloque VIII Recuerdo anatomofisiológico y valoración Tema 1 Bases anatómicas y funcionales de los principales órganos, aparatos y sistemas del cuerpo humano, aplicados a la valoración inicial del paciente en situación de urgencia o emergencia sanitaria.369 ÍNDICE Bloque VI Promoción y educación para la salud Tema 1 Relación y comunicación entre usuario/paciente y profesional sanitario 11 Tema 2 Estados psicológicos de los pacientes en situaciones especiales 47 Tema 3 Promoción de salud 103 Tema 4 Educación para la salud 135 Tema 5 Drogodependencias 191 Bloque VII Emergencias colectivas Tema 1 Atención sanitaria a emergencias colectivas 245 Tema 2 Clasificación de las víctimas en emergencias colectivas. Triaje 269 Tema 3 Asistencia prehospitalaria en urgencias o emergencias sanitarias 283 Tema 4 Primeros auxilios psicológicos en catástrofes 299 Tema 5 Las reacciones psicológicas de los intervinientes. Apoyo psicológico 337 Bloque VIII Recuerdo anatomofisiológico y valoración Tema 1 Bases anatómicas y funcionales de los principales órganos, aparatos y sistemas del cuerpo humano, aplicados a la valoración inicial del paciente en situación de urgencia o emergencia sanitaria. 369 Tema 2 Diagnosis inicial del paciente en situación de emergencia sanitaria513 Bloque IX Primeros auxilios Tema 1 RCP básica y obstrucción de la vía aérea por cuerpo extraño 557 Tema 2 Atención inicial del paciente politraumatizado571 Tema 3 Atención inicial a las urgencias y emergencias cardiocirculatorias y respiratorias.625 Tema 4 Atención inicial ante emergencias neurológicas y psiquiátricas649 Tema 5 Atención inicial ante emergencias gestacionales y cuidados al neonato691 Tema 6 Movilización de pacientes721 Tema 7Inmovilización de pacientes741 Tema 8 Adecuación del procedimiento de transporte sanitario a la fisiopatología del paciente777 Tema 2 Diagnosis inicial del paciente en situación de emergencia sanitaria 513 Bloque IX Primeros auxilios Tema 1 RCP básica y obstrucción de la vía aérea por cuerpo extraño 557 Tema 2 Atención inicial del paciente politraumatizado 571 Tema 3 Atención inicial a las urgencias y emergencias cardiocirculatorias y respiratorias. 625 Tema 4 Atención inicial ante emergencias neurológicas y psiquiátricas 649 Tema 5 Atención inicial ante emergencias gestacionales y cuidados al neonato 691 Tema 6 Movilización de pacientes 721 Tema 7 Inmovilización de pacientes 741 Tema 8 Adecuación del procedimiento de transporte sanitario a la fisiopatología del paciente 777 BLOQUE VI PROMOCIÓN Y EDUCACIÓN PARA LA SALUD BLOQUE VI PROMOCIÓN Y EDUCACIÓN PARA LA SALUD }cep editorial11 ❙TEMA1 ❙Relación y comunicación entre usuario/paciente y profesional sanitario ❙ 1.RELACIÓN Y COMUNICACIÓN ENTRE USUARIO/PACIENTE Y PROFESIONAL SANITARIO 1.1 Comunicación entre usuario y personal sanitario A. Introducción En el medio sanitario son numerosos los factores que incidenen la persona desde que ingresa por las condicio- nes de cambio del ambiente físico, psíquico y social. Estas condiciones a su vez conllevan unas modificaciones, a consecuencia de los límites y restricciones que traen consigo las normas administrativas y técnicas, que atentan a la normalidad de la persona. La enfermedad, las intervenciones quirúrgicas, la práctica clínica, la aplicación de téc- nicas diagnósticas y tratamientos, representan amenazas significativas para el equilibrio integral del individuo. La ansiedad, bloquea la posibilidad de expresar sus temores o miedos, dificultando la posible modificación de ella, en detrimento de su participación activa en todo el proceso de su enfermedad. En este ámbito cobra importancia la relación y comunicación entre el profesional sanitario y el paciente, el profesional sanitario facilita a las personas, que adopten nuevas actitudes, sentimientos y comportamientos, que conozca otras posibilidades y obtenga una sensación de control. B. Definición Se define relación entre el usuario y técnico como la “Relación de ayuda que resulta de una serie de inter- acciones entre el profesional sanitario (técnico) y una persona receptora de cuidados durante un determina- do periodo de tiempo, en el que el profesional focaliza su actuación en las necesidades y problemas de la per- sona, familia o grupo, mediante el uso de conocimientos, actitudes y habilidades propias de la profesión”.Murray y Huelskoetter. a. Características -Multiforme, es decir, que no existe un protocolo para iniciar o mantener una relación de ayuda; se debe adecuar a la persona, situación y momento. Cada una es irrepetible ya que son dos personas con sentimientos, pensamientos y reacciones distintas. -Implica un proceso de crecimiento personal ya que proporciona el desarrollo de actividades adapta- tivas, relacionales, de cuidados... en los procesos de salud. -El técnico también adquiere nuevas experiencias de cómo se afrontan los procesos. -Es una relación estructurada, con unas fases concretas que se consideran necesarias. -Se considera cuali-cuantitativamente diferente de la relación social en cuanto a los fines, los roles y la satisfacción de necesidades. -Se requieren conocimientos y habilidades específicos para establecer una relación que tenga como resultado la solución o canalización de los problemas. } cepeditorial 11 ❙ TEMA1 ❙ Relación y comunicación entre usuario/paciente y profesional sanitario ❙ 1. RELACIÓN Y COMUNICACIÓN ENTRE USUARIO/PACIENTE Y PROFESIONAL SANITARIO 1.1 Comunicación entre usuario y personal sanitario A. Introducción En el medio sanitario son numerosos los factores que inciden en la persona desde que ingresa por las condicio- nes de cambio del ambiente físico, psíquico y social. Estas condiciones a su vez conllevan unas modificaciones, a consecuencia de los límites y restricciones que traen consigo las normas administrativas y técnicas, que atentan a la normalidad de la persona. La enfermedad, las intervenciones quirúrgicas, la práctica clínica, la aplicación de téc- nicas diagnósticas y tratamientos, representan amenazas significativas para el equilibrio integral del individuo. La ansiedad, bloquea la posibilidad de expresar sus temores o miedos, dificultando la posible modificación de ella, en detrimento de su participación activa en todo el proceso de su enfermedad. En este ámbito cobra importancia la relación y comunicación entre el profesional sanitario y el paciente, el profesional sanitario facilita a las personas, que adopten nuevas actitudes, sentimientos y comportamientos, que conozca otras posibilidades y obtenga una sensación de control. B. Definición Se define relación entre el usuario y técnico como la “Relación de ayuda que resulta de una serie de inter- acciones entre el profesional sanitario (técnico) y una persona receptora de cuidados durante un determina- do periodo de tiempo, en el que el profesional focaliza su actuación en las necesidades y problemas de la per- sona, familia o grupo, mediante el uso de conocimientos, actitudes y habilidades propias de la profesión”.Murray y Huelskoetter. a. Características - Multiforme, es decir, que no existe un protocolo para iniciar o mantener una relación de ayuda; se debe adecuar a la persona, situación y momento. Cada una es irrepetible ya que son dos personas con sentimientos, pensamientos y reacciones distintas. - Implica un proceso de crecimiento personal ya que proporciona el desarrollo de actividades adapta- tivas, relacionales, de cuidados... en los procesos de salud. - El técnico también adquiere nuevas experiencias de cómo se afrontan los procesos. - Es una relación estructurada, con unas fases concretas que se consideran necesarias. - Se considera cuali-cuantitativamente diferente de la relación social en cuanto a los fines, los roles y la satisfacción de necesidades. - Se requieren conocimientos y habilidades específicos para establecer una relación que tenga como resultado la solución o canalización de los problemas. -Se trabaja con unos objetivos terapéuticos en cuya elaboración deben intervenir todas las partes implicadas. b. Consideraciones -La necesidad de que una persona sea comprendida y tratada con respeto no disminuye porque esté enferma. -La incapacidad de un hombre enfermo no autoriza al que ayuda a mimarle, evitando técnicas o contándole mentiras. -Algunos profesionales de la salud piensan que la relación de ayuda es importante solo en algunas situaciones de salud/enfermedad. -Robinson opina que todo cuidado debe ser una demostración de la relación de ayuda y en todas las etapas del proceso la conducta del profesional sanitario debe de reflejar las actitudes internas del que ayuda. -Para que la actuación del profesional sanitario sea efectiva el mismo debe recordar la influencia determinante de la calidad de su relación con la persona. -Es difícil hacer participar a la persona en el proceso, si el profesional sanitario no demuestra empa- tía ni respeto -No es fácil ser un buen profesional de la salud. -La mayoría de los procesos constituyen una agresión/intrusión en la intimidad de la persona. 1.2 Relación y elementos que determinan la relación La relación entre técnico y usuario debe ser dinámica y positiva entre ambas partes. A. Fases de la relación Fases de la relación según G. Novel a. Fase inicial: orientación El técnico identifica los problemas y los objetivos de cuidados. -Asesoramiento -Sobre la unidad, el equipo, normativas... -Clarificar el rol, responsabilidades y disponibilidad de las personas del equipo. -Información sobre los objetos de los cuidados asegurando la participación. -Información sobre los recursos terapéuticos identificando los que pueden ser de apoyo. -Actuaciones -Proporcionar seguridad. -Asegurar apoyo con una relación de ayuda. -Apoyar la expresión de los sentimientos. b. Fase intermedia: de trabajo Analizar las dificultades de la persona en su relación intra e interpersonal y los métodos para resolverlas. -Asesoramiento ❙ Bloque VI. Promoción y educación para la salud 12editorialcep } - Se trabaja con unos objetivos terapéuticos en cuya elaboración deben intervenir todas las partes implicadas. b. Consideraciones - La necesidad de que una persona sea comprendida y tratada con respeto no disminuye porque esté enferma. - La incapacidad de un hombre enfermo no autoriza al que ayuda a mimarle, evitando técnicas o contándole mentiras. - Algunos profesionales de la salud piensan que la relación de ayuda es importante solo en algunas situaciones de salud/enfermedad. - Robinson opina que todo cuidado debe ser una demostración de la relación de ayuda y en todas las etapas del proceso la conducta del profesional sanitario debe de reflejar las actitudes internas del que ayuda. - Para que la actuación del profesional sanitario sea efectiva el mismo debe recordar la influencia determinante de la calidad de su relación con la persona. - Es difícilhacer participar a la persona en el proceso, si el profesional sanitario no demuestra empa- tía ni respeto - No es fácil ser un buen profesional de la salud. - La mayoría de los procesos constituyen una agresión/intrusión en la intimidad de la persona. 1.2 Relación y elementos que determinan la relación La relación entre técnico y usuario debe ser dinámica y positiva entre ambas partes. A. Fases de la relación Fases de la relación según G. Novel a. Fase inicial: orientación El técnico identifica los problemas y los objetivos de cuidados. - Asesoramiento - Sobre la unidad, el equipo, normativas... - Clarificar el rol, responsabilidades y disponibilidad de las personas del equipo. - Información sobre los objetos de los cuidados asegurando la participación. - Información sobre los recursos terapéuticos identificando los que pueden ser de apoyo. - Actuaciones - Proporcionar seguridad. - Asegurar apoyo con una relación de ayuda. - Apoyar la expresión de los sentimientos. b. Fase intermedia: de trabajo Analizar las dificultades de la persona en su relación intra e interpersonal y los métodos para resolverlas. - Asesoramiento ❙ Bloque VI. Promoción y educación para la salud 12 editorialcep} -Ayudarle a valorar sus sentimientos, pensamientos, conductas que inhiban el cambio en comportamientos de salud. -Enseñarle a evaluar sus conductas para determinar cuales le impiden la satisfacción de sus necesidades. -Enseñarle técnicas para abordar las dificultades, tomar decisiones y asumir su responsabilidad. -Actuaciones -Disponibilidad y apoyo. -Reforzar el reconocimiento de problemas y la búsqueda de soluciones. -Detectar acciones de ansiedad asociadas al cambio. -Asegurar un ambiente terapéutico. Animar la autovaloración de la actuación y resultados. -Reforzar conductas adaptativas, especialmente en situaciones que no pueden variar: crónicos, terminales... c. Fase final Concluir la relación, de forma planificada y satisfactoria, valorando conjuntamente la experiencia. La relación ha supuesto trabajar conjuntamente aspectos muy personales con una alta implicación por ambas partes. La experiencia puede ser sentida como una pérdida, por ello debe ser prevista y el profesional sanitario debe estar alerta para detectar comportamientos y consecuencias negativas. B. El Counseling o consejo asistido Es difícil encontrar en castellano una palabra que pueda traducir el significado de Counselling y que englobe todos aquellos elementos y matices que le son propios. Las traducciones más frecuentemente utilizadas son “consejo asistido” y/o “relación de ayuda” y/o asesoramiento. En definitiva, se está intentando definir un con- cepto cuyos elementos constitutivos se presentan a continuación. El objetivo último del Counselling es mejorar la salud del paciente-usuario-cliente. Ahora bien, lo que da el matiz más específico a esta tecnología humana es el “objetivo intermedio” que se plantea desde el Counselling: cuidar al profesional (cuidar al que cuida, curar al que cura) para que pueda trabajar de forma más eficaz en el logro del objetivo final y, además, lo haga al menor coste personal posible. El logro de los objetivos propuestos pasa por la adquisición y/o mejora de una serie de conocimientos, acti- tudes y habilidades para la relación “profesional-usuario”, en especial en aquellas situaciones donde puedan producirse alteraciones emocionales en alguno de los protagonistas implicados y/o cuando se desea promo- ver cambios en las conductas de los pacientes/usuarios/clientes. Esta sintética definición necesita, sin embargo, algunas matizaciones importantes: -En relación con los protagonistas de la relación, cabe señalar que la mayor parte de habilidades que configuran el Counselling son útiles también para su aplicación en otra relación clave: “profesional- profesional”; es decir, el Counselling ofrece una serie de técnicas, instrumentos y métodos perfecta- mente aplicables a la mejora de las relaciones interpersonales de los propios profesionales de la salud. -En relación con el tipo de situaciones en las que es aplicable, es importante señalar que aunque su utilidad será máxima en aquellas situaciones en las que aparecen alteraciones emocionales (angustia, ansiedad, desmotivación, miedo, rabia, etc.) en los dos protagonistas (la escena de “comunicar malas noticias” sería un ejemplo paradigmático), su aplicación es también adecuada en aquellas situaciones 13 Tema 1. Relación y comunicación entre usuario/paciente y profesional sanitario ❙ editorialcep } - Ayudarle a valorar sus sentimientos, pensamientos, conductas que inhiban el cambio en comportamientos de salud. - Enseñarle a evaluar sus conductas para determinar cuales le impiden la satisfacción de sus necesidades. - Enseñarle técnicas para abordar las dificultades, tomar decisiones y asumir su responsabilidad. - Actuaciones - Disponibilidad y apoyo. - Reforzar el reconocimiento de problemas y la búsqueda de soluciones. - Detectar acciones de ansiedad asociadas al cambio. - Asegurar un ambiente terapéutico. Animar la autovaloración de la actuación y resultados. - Reforzar conductas adaptativas, especialmente en situaciones que no pueden variar: crónicos, terminales... c. Fase final Concluir la relación, de forma planificada y satisfactoria, valorando conjuntamente la experiencia. La relación ha supuesto trabajar conjuntamente aspectos muy personales con una alta implicación por ambas partes. La experiencia puede ser sentida como una pérdida, por ello debe ser prevista y el profesional sanitario debe estar alerta para detectar comportamientos y consecuencias negativas. B. El Counseling o consejo asistido Es difícil encontrar en castellano una palabra que pueda traducir el significado de Counselling y que englobe todos aquellos elementos y matices que le son propios. Las traducciones más frecuentemente utilizadas son “consejo asistido” y/o “relación de ayuda” y/o asesoramiento. En definitiva, se está intentando definir un con- cepto cuyos elementos constitutivos se presentan a continuación. El objetivo último del Counselling es mejorar la salud del paciente-usuario-cliente. Ahora bien, lo que da el matiz más específico a esta tecnología humana es el “objetivo intermedio” que se plantea desde el Counselling: cuidar al profesional (cuidar al que cuida, curar al que cura) para que pueda trabajar de forma más eficaz en el logro del objetivo final y, además, lo haga al menor coste personal posible. El logro de los objetivos propuestos pasa por la adquisición y/o mejora de una serie de conocimientos, acti- tudes y habilidades para la relación “profesional-usuario”, en especial en aquellas situaciones donde puedan producirse alteraciones emocionales en alguno de los protagonistas implicados y/o cuando se desea promo- ver cambios en las conductas de los pacientes/usuarios/clientes. Esta sintética definición necesita, sin embargo, algunas matizaciones importantes: - En relación con los protagonistas de la relación, cabe señalar que la mayor parte de habilidades que configuran el Counselling son útiles también para su aplicación en otra relación clave: “profesional- profesional”; es decir, el Counselling ofrece una serie de técnicas, instrumentos y métodos perfecta- mente aplicables a la mejora de las relaciones interpersonales de los propios profesionales de la salud. - En relación con el tipo de situaciones en las que es aplicable, es importante señalar que aunque su utilidad será máxima en aquellas situaciones en las que aparecen alteraciones emocionales (angustia, ansiedad, desmotivación, miedo, rabia, etc.) en los dos protagonistas (la escena de “comunicar malas noticias” sería un ejemplo paradigmático), su aplicación es también adecuada en aquellas situaciones 13 Tema 1. Relación y comunicación entre usuario/paciente y profesional sanitario ❙ editorialcep} en las que la alteración emocional afecta sólo a uno de los protagonistas (por ejemplo: médico quese pone “malo” cuando tiene que atender a un paciente drogodependiente”). Cada vez con más frecuencia se utiliza el Counselling en su vertiente preventiva, en aquellas situaciones donde no ha aparecido aún ninguna alteración emocional y lo que se pretende es precisamente evitar su aparición, o que aparezca con mucha menos intensidad. Los dos protagonistas principales en el Counselling, ya se ha dicho, son el profesional y el usuario. Cabe ahora concretar el papel que propone el Counselling para cada uno de estos protagonistas: ¿qué hace, en síntesis, cada uno de ellos para lograr el objetivo final y el objetivo intermedio citados? -El verbo que mejor sintetiza la tarea del profesional es “facilitar”; facilitar conocimientos, instrumen- tos, herramientas, técnicas, habilidades, materiales, sugerencias, alternativas,... tanto al usuario como a su entorno. -Por otro lado, el verbo que más se acerca a la tarea básica del usuario es “conducir”; conducir su proceso, sus cambios comportamentales, su salud y sus decisiones respecto a ella. C. Habilidades emocionales Son habilidades dirigidas a manejar tanto las propias emociones como las de los pacientes y allegados, y las de otros profesionales. A continuación se formulan algunas preguntas para situar el tema emocional: ¿Cómo puede intervenir eficazmente un profesional de atención primaria que va a visitar a un enfer- mo en fase terminal y que se siente angustiado (“fatal”) pensando que el enfermo le va a hablar de su muerte inmediata y le va a suplicar que acabe con su sufrimiento? ¿Cómo puede comunicarse adecuadamente un profesional que va a decirle a un usuario que ha dado positivo en la prueba del VIH y que se siente muy ansioso (“horrible”) pensando que el enfermo va a tener (“seguro”) una explosión emocional y le va a agredir? (y el usuario llega a la consulta real- mente nerviosísimo, “fuera de sí”, temiéndose “lo peor”). ¿Cómo puede establecer una relación que motive al usuario a cuidar su salud, un profesional que esta “harto”, “quemado y más” de su trabajo? Las habilidades emocionales son necesarias antes de establecer cualquier comunicación y, también, durante y después de la misma (a fin de controlar las alteraciones emocionales que puedan ir apareciendo en el propio profesional y en el usuario y/o familiares). El objetivo de las habilidades emocionales no es eliminar, reprimir o “tragarse” las emociones, pues este tipo de emociones pueden resultar útiles, ya que al ser desagradables empujan a buscar soluciones y a actuar sobre las situaciones a las que están asociadas. El objetivo es lograr que estas emociones no desborden al profesional (sea por su intensidad y/o duración) y pierdan entonces su funcionalidad. Para ello, se interviene sobre los tres niveles de la respuesta humana que están en el origen y mantenimiento de las emociones: nivel cognitivo, nivel fisiológico y nivel motor. C. Habilidades de motivación para el cambio de conducta Estas habilidades son fundamentales, dado que la comunicación que establece el profesional con el usuario tiene como objetivo último, en muchas ocasiones, estimular determinados cambios en las conductas y hábi- tos del usuario (ej. seguir una dieta, o cualquier tratamiento). De ahí la importancia de contar con una serie de habilidades específicas, tanto a nivel de diagnóstico comportamental (conocer los factores más relevantes que explican las conductas) como a nivel de intervención; a nadie se le ocurriría recetar determinado anti- biótico sin un buen diagnóstico clínico previo y, sin embargo, algunos profesionales “recetan” determinados consejos (“haga esto o lo otro”) sin un cuidadoso diagnóstico comportamental previo. Por ello, estas habili- dades están dirigidas a realizar primero un buen diagnóstico comportamental (a través del “Modelo P.R.E.C.E.D.E.” de Green - adaptado por Bimbela). ❙ Bloque VI. Promoción y educación para la salud 14editorialcep } en las que la alteración emocional afecta sólo a uno de los protagonistas (por ejemplo: médico que se pone “malo” cuando tiene que atender a un paciente drogodependiente”). Cada vez con más frecuencia se utiliza el Counselling en su vertiente preventiva, en aquellas situaciones donde no ha aparecido aún ninguna alteración emocional y lo que se pretende es precisamente evitar su aparición, o que aparezca con mucha menos intensidad. Los dos protagonistas principales en el Counselling, ya se ha dicho, son el profesional y el usuario. Cabe ahora concretar el papel que propone el Counselling para cada uno de estos protagonistas: ¿qué hace, en síntesis, cada uno de ellos para lograr el objetivo final y el objetivo intermedio citados? - El verbo que mejor sintetiza la tarea del profesional es “facilitar”; facilitar conocimientos, instrumen- tos, herramientas, técnicas, habilidades, materiales, sugerencias, alternativas,... tanto al usuario como a su entorno. - Por otro lado, el verbo que más se acerca a la tarea básica del usuario es “conducir”; conducir su proceso, sus cambios comportamentales, su salud y sus decisiones respecto a ella. C. Habilidades emocionales Son habilidades dirigidas a manejar tanto las propias emociones como las de los pacientes y allegados, y las de otros profesionales. A continuación se formulan algunas preguntas para situar el tema emocional: ¿Cómo puede intervenir eficazmente un profesional de atención primaria que va a visitar a un enfer- mo en fase terminal y que se siente angustiado (“fatal”) pensando que el enfermo le va a hablar de su muerte inmediata y le va a suplicar que acabe con su sufrimiento? ¿Cómo puede comunicarse adecuadamente un profesional que va a decirle a un usuario que ha dado positivo en la prueba del VIH y que se siente muy ansioso (“horrible”) pensando que el enfermo va a tener (“seguro”) una explosión emocional y le va a agredir? (y el usuario llega a la consulta real- mente nerviosísimo, “fuera de sí”, temiéndose “lo peor”). ¿Cómo puede establecer una relación que motive al usuario a cuidar su salud, un profesional que esta “harto”, “quemado y más” de su trabajo? Las habilidades emocionales son necesarias antes de establecer cualquier comunicación y, también, durante y después de la misma (a fin de controlar las alteraciones emocionales que puedan ir apareciendo en el propio profesional y en el usuario y/o familiares). El objetivo de las habilidades emocionales no es eliminar, reprimir o “tragarse” las emociones, pues este tipo de emociones pueden resultar útiles, ya que al ser desagradables empujan a buscar soluciones y a actuar sobre las situaciones a las que están asociadas. El objetivo es lograr que estas emociones no desborden al profesional (sea por su intensidad y/o duración) y pierdan entonces su funcionalidad. Para ello, se interviene sobre los tres niveles de la respuesta humana que están en el origen y mantenimiento de las emociones: nivel cognitivo, nivel fisiológico y nivel motor. C. Habilidades de motivación para el cambio de conducta Estas habilidades son fundamentales, dado que la comunicación que establece el profesional con el usuario tiene como objetivo último, en muchas ocasiones, estimular determinados cambios en las conductas y hábi- tos del usuario (ej. seguir una dieta, o cualquier tratamiento). De ahí la importancia de contar con una serie de habilidades específicas, tanto a nivel de diagnóstico comportamental (conocer los factores más relevantes que explican las conductas) como a nivel de intervención; a nadie se le ocurriría recetar determinado anti- biótico sin un buen diagnóstico clínico previo y, sin embargo, algunos profesionales “recetan” determinados consejos (“haga esto o lo otro”) sin un cuidadoso diagnóstico comportamental previo. Por ello, estas habili- dades están dirigidas a realizar primero un buen diagnóstico comportamental (a través del “Modelo P.R.E.C.E.D.E.” de Green - adaptado por Bimbela). ❙ Bloque VI. Promoción y educación para la salud 14 editorialcep} Cabeseñalar que el modelo P.R.E.C.E.D.E. es útil tanto para la realización de “diagnósticos individuales”, como para “diagnósticos grupales”. El modelo P.R.E.C.E.D.E. (siglas de predisposing: predisponentes, reinforcing: reforzantes, enabling: facilitadores, causes: causas, educational: educacional, diagnosis: diagnóstico, evaluation: evaluación), sugiere que son tres los tipos de factores que ayudan a explicar conductas: predisponentes, faci- litadores y reforzantes. a. Los factores predisponentes Tienen que ver con la motivación del sujeto o del grupo para realizar la conducta que se pretende promo- ver: -La información (lo que sabe el usuario, lo que no sabe, los errores en lo que cree saber, etc.) en relación con la conducta que se esté analizando. -Las actitudes, incluyendo además de sus opiniones respecto a herramientas y conductas, aspectos tales como si “se siente o no en riesgo”, si “se siente o no capaz de realizar dicha conducta” o si “considera la conducta preventiva propuesta como verdaderamente eficaz”. -Los valores y creencias, tanto en relación con las prácticas que se quieren modificar o eliminar como con las que se quieren promover. Es importante investigar tanto los predisponentes de los sujetos que no realizan la conducta analizada, para poder modificarlos, como los de los sujetos que ya la realizan, para poder reforzarlos y, además, obtener argumentos pro-conducta que pueden ser facilitados a la población que no los tiene. b. Los factores facilitadores Tienen que ver con las facilidades que el individuo o el grupo tiene para realizar la conducta, es decir las habi- lidades/destrezas para: -Realizar la conducta (seguir una prescripción facultativa, negociar con la pareja cambios en la dieta diaria, etc). -Incidir en el entorno a fin de prevenir y/o modificar acciones del mismo que sean contrarias a dicha conducta. La existencia y accesibilidad de instrumentos (guías para dejar de fumar, jeringuillas estériles, bebidas sin alco- hol, alimentos dietéticos, etc.) y centros con sus respectivos profesionales (centros de salud, centros de orien- tación y planificación familiar, etc.) que puedan facilitar la realización de la conducta. Se habla aquí de todo tipo de acccesibilidad: económica, física, horaria, psico-social, la relacionada con el trato, etc. c. Los factores reforzantes Hacen referencia a las consecuencias que tiene para el individuo o el grupo el hecho de haber realizado (o intentado realizar) la conducta: -La respuesta de los agentes-clave del medio (pareja, familia, grupo de iguales, profesionales socio- sanitarios). -La respuesta del propio individuo o grupo (reconociéndose, o no, los logros obtenidos). -Los beneficios/perjuicios físico-emocionales: placer, comodidad, dolor, intranquilidad tanto de la conducta que el profesional intenta promover como de la conducta que está intentando modificar o eliminar. 15 Tema 1. Relación y comunicación entre usuario/paciente y profesional sanitario ❙ editorialcep } Cabe señalar que el modelo P.R.E.C.E.D.E. es útil tanto para la realización de “diagnósticos individuales”, como para “diagnósticos grupales”. El modelo P.R.E.C.E.D.E. (siglas de predisposing: predisponentes, reinforcing: reforzantes, enabling: facilitadores, causes: causas, educational: educacional, diagnosis: diagnóstico, evaluation: evaluación), sugiere que son tres los tipos de factores que ayudan a explicar conductas: predisponentes, faci- litadores y reforzantes. a. Los factores predisponentes Tienen que ver con la motivación del sujeto o del grupo para realizar la conducta que se pretende promo- ver: - La información (lo que sabe el usuario, lo que no sabe, los errores en lo que cree saber, etc.) en relación con la conducta que se esté analizando. - Las actitudes, incluyendo además de sus opiniones respecto a herramientas y conductas, aspectos tales como si “se siente o no en riesgo”, si “se siente o no capaz de realizar dicha conducta” o si “considera la conducta preventiva propuesta como verdaderamente eficaz”. - Los valores y creencias, tanto en relación con las prácticas que se quieren modificar o eliminar como con las que se quieren promover. Es importante investigar tanto los predisponentes de los sujetos que no realizan la conducta analizada, para poder modificarlos, como los de los sujetos que ya la realizan, para poder reforzarlos y, además, obtener argumentos pro-conducta que pueden ser facilitados a la población que no los tiene. b. Los factores facilitadores Tienen que ver con las facilidades que el individuo o el grupo tiene para realizar la conducta, es decir las habi- lidades/destrezas para: - Realizar la conducta (seguir una prescripción facultativa, negociar con la pareja cambios en la dieta diaria, etc). - Incidir en el entorno a fin de prevenir y/o modificar acciones del mismo que sean contrarias a dicha conducta. La existencia y accesibilidad de instrumentos (guías para dejar de fumar, jeringuillas estériles, bebidas sin alco- hol, alimentos dietéticos, etc.) y centros con sus respectivos profesionales (centros de salud, centros de orien- tación y planificación familiar, etc.) que puedan facilitar la realización de la conducta. Se habla aquí de todo tipo de acccesibilidad: económica, física, horaria, psico-social, la relacionada con el trato, etc. c. Los factores reforzantes Hacen referencia a las consecuencias que tiene para el individuo o el grupo el hecho de haber realizado (o intentado realizar) la conducta: - La respuesta de los agentes-clave del medio (pareja, familia, grupo de iguales, profesionales socio- sanitarios). - La respuesta del propio individuo o grupo (reconociéndose, o no, los logros obtenidos). - Los beneficios/perjuicios físico-emocionales: placer, comodidad, dolor, intranquilidad tanto de la conducta que el profesional intenta promover como de la conducta que está intentando modificar o eliminar. 15 Tema 1. Relación y comunicación entre usuario/paciente y profesional sanitario ❙ editorialcep} -Las consecuencias tangibles: beneficios económicos, ahorro de costes; tanto de la conducta que el profesional intenta promover como de la conducta que está intentando modificar o eliminar. Uno de los instrumentos que puede ayudar a intervenir (a nivel individual) una vez realizado el diagnóstico P.R.E.C.E.D.E. es el “Decálogo de petición de cambios”, cuyos 10 pasos se presentan a continuación: -Buscar un momento y un lugar adecuados. -Ir “de 1 en 1” (pedir solamente 1 cambio cada vez). -Preparar, lo que equivale a planificar y escribir detenidamente cada uno de los 7 pasos que se plan- tean a continuación, en aras a aumentar la eficacia de la intervención, pues “la mejor improvisación es aquella que está cuidadosamente preparada”. -Empezar con algo positivo reforzándolo. -Describir concretamente la conducta-clave: -Ejemplo a: “cuando comes 3 ó 4 pasteles cada día para merendar”. -Ejemplo b: “cuando dejas de tomar las pastillas que te receté”. -Explicar cuál es la consecuencia de la conducta descrita en el punto anterior. Este punto es de capi- tal importancia, pues permite identificar y focalizar el problema en términos objetivos. -Ejemplo a: “el colesterol te sube muy alto”. -Ejemplo b: “la infección empeora”. Es fundamental que las consecuencias expuestas en este punto 6 del Decálogo sean realmente sentidas como problema por el usuario. En caso contrario, lógicamente, no se conseguiría el efecto motivador deseado. Una buena aplicación del modelo P.R.E.C.E.D.E. antes presentado, habrá permitido identificar aquellas consecuencias que sí resultan problemáticas para el usuario. -Ponerse en el lugar del otro (empatizar), anticipando las “pegas” (las dificultades que se hayan detec- tado al preguntarle al usuario cuando se aplicó el modelo P.R.E.C.E.D.E.). -Ejemplo a: “entiendo que disfrutas mucho comiendo dulces”. -Ejemplo b: “comprendo que pueda resultar complicado recordar que cada dos horas has de tomártelo”.Cabe recordar aquí los comentarios realizados en el apartado de habilidades de comunicación, respecto al riesgo “teatral” de la empatía. -Asumir propia responsabilidad (si la hay). Es una forma de desculpabilizar al usuario y de implicar en el problema al propio profesional. -Ejemplo a: “tal vez yo no te he comentado con las suficiente claridad las consecuencias que para ti puede tener el colesterol alto”. -Ejemplo b: “tal vez yo no te he facilitado aún algún truco que te permita recordar cada toma”. -Pedir cambio, mediante preguntas y utilizando primera persona del plural como forma de implica- ción mutua. Cuando el usuario siente que «conduce» su proceso, aumenta enormemente su impli- cación en los acuerdos y aumenta, por tanto, la probabilidad de un cambio comportamental dura- dero. -Ejemplo a: “¿qué te parece que podemos hacer para que no tengas el colesterol tan alto?”. -Ejemplo b: “¿qué te parece que podemos hacer para que la infección no empeore?”. ❙ Bloque VI. Promoción y educación para la salud 16editorialcep } - Las consecuencias tangibles: beneficios económicos, ahorro de costes; tanto de la conducta que el profesional intenta promover como de la conducta que está intentando modificar o eliminar. Uno de los instrumentos que puede ayudar a intervenir (a nivel individual) una vez realizado el diagnóstico P.R.E.C.E.D.E. es el “Decálogo de petición de cambios”, cuyos 10 pasos se presentan a continuación: - Buscar un momento y un lugar adecuados. - Ir “de 1 en 1” (pedir solamente 1 cambio cada vez). - Preparar, lo que equivale a planificar y escribir detenidamente cada uno de los 7 pasos que se plan- tean a continuación, en aras a aumentar la eficacia de la intervención, pues “la mejor improvisación es aquella que está cuidadosamente preparada”. - Empezar con algo positivo reforzándolo. - Describir concretamente la conducta-clave: - Ejemplo a: “cuando comes 3 ó 4 pasteles cada día para merendar”. - Ejemplo b: “cuando dejas de tomar las pastillas que te receté”. - Explicar cuál es la consecuencia de la conducta descrita en el punto anterior. Este punto es de capi- tal importancia, pues permite identificar y focalizar el problema en términos objetivos. - Ejemplo a: “el colesterol te sube muy alto”. - Ejemplo b: “la infección empeora”. Es fundamental que las consecuencias expuestas en este punto 6 del Decálogo sean realmente sentidas como problema por el usuario. En caso contrario, lógicamente, no se conseguiría el efecto motivador deseado. Una buena aplicación del modelo P.R.E.C.E.D.E. antes presentado, habrá permitido identificar aquellas consecuencias que sí resultan problemáticas para el usuario. - Ponerse en el lugar del otro (empatizar), anticipando las “pegas” (las dificultades que se hayan detec- tado al preguntarle al usuario cuando se aplicó el modelo P.R.E.C.E.D.E.). - Ejemplo a: “entiendo que disfrutas mucho comiendo dulces”. - Ejemplo b: “comprendo que pueda resultar complicado recordar que cada dos horas has de tomártelo”. Cabe recordar aquí los comentarios realizados en el apartado de habilidades de comunicación, respecto al riesgo “teatral” de la empatía. - Asumir propia responsabilidad (si la hay). Es una forma de desculpabilizar al usuario y de implicar en el problema al propio profesional. - Ejemplo a: “tal vez yo no te he comentado con las suficiente claridad las consecuencias que para ti puede tener el colesterol alto”. - Ejemplo b: “tal vez yo no te he facilitado aún algún truco que te permita recordar cada toma”. - Pedir cambio, mediante preguntas y utilizando primera persona del plural como forma de implica- ción mutua. Cuando el usuario siente que «conduce» su proceso, aumenta enormemente su impli- cación en los acuerdos y aumenta, por tanto, la probabilidad de un cambio comportamental dura- dero. - Ejemplo a: “¿qué te parece que podemos hacer para que no tengas el colesterol tan alto?”. - Ejemplo b: “¿qué te parece que podemos hacer para que la infección no empeore?”. ❙ Bloque VI. Promoción y educación para la salud 16 editorialcep} Obsérvese que en la segunda parte de la propuesta de cambio se recoge el problema que había sido identificado en el punto 6. En el caso de que el usuario no haya aportado (en el punto 9) alternativas utilizables, cabe aplicar el punto 10. -Ofrecer, preguntándole, diversas alternativas de cambio. -“¿Qué te parece si te planteas...?”. -“¿Qué te parece si intentamos que...?”. -“¿Qué te parece si diseñamos un gráfico que...?”. -“¿Qué te parece si, a partir de lo que hemos hablado, intentas...?”. Es importante que una vez el usuario ha planteado (punto 9) o escogido (punto 10) una alternativa adecua- da al objetivo de cambio propuesto, se “cierre” cuidadosamente el decálogo con la asunción de un cierto acuerdo que contemple: -La alternativa escogida, formulada de la forma más concreta y operativa posible. -Un plazo de tiempo lógico para su realización. -Los apoyos (metodológicos, emocionales, etc.) que el usuario va a necesitar para llevar a cabo esta conducta. D. Áreas de aplicación a. Introducción Todas aquellas situaciones en que se precise facilitar la adopción y mantenimiento de conductas de salud. -Escenas temidas por los profesionales y escenas temidas por los usuarios. -Alteraciones emocionales entre ambos. b. Dimensiones La especificidad del counseling se puede resumir en tres dimensiones las cuales se abordan teniendo en mente primero las fortalezas y el contexto sociocultural y ecológico del ser humano: -Prevención de problemas psicológicos, relacionales, espirituales y conductuales debilitantes. -Promoción del crecimiento psicológico, social y espiritual desde una perspectiva contextual, ecoló- gica, transformadora e integradora. -Resolver y remediar los problemas de origen cognitivo, emocional, social y espiritual que puedan estar impidiendo el despliegue del potencial humano y el bienestar integral de la persona y de su comunidad. c. Niveles de respuesta Tres niveles de respuesta humana -“Lo que pienso” nivel cognitivo. Reestructuración de errores cognitivos. -“Lo que siento” nivel fisiológico. Respiración, relajación y distensión. -“Lo que hago” nivel motor. Afrontamiento de situaciones. La intervención. 17 Tema 1. Relación y comunicación entre usuario/paciente y profesional sanitario ❙ editorialcep } Obsérvese que en la segunda parte de la propuesta de cambio se recoge el problema que había sido identificado en el punto 6. En el caso de que el usuario no haya aportado (en el punto 9) alternativas utilizables, cabe aplicar el punto 10. - Ofrecer, preguntándole, diversas alternativas de cambio. - “¿Qué te parece si te planteas...?”. - “¿Qué te parece si intentamos que...?”. - “¿Qué te parece si diseñamos un gráfico que...?”. - “¿Qué te parece si, a partir de lo que hemos hablado, intentas...?”. Es importante que una vez el usuario ha planteado (punto 9) o escogido (punto 10) una alternativa adecua- da al objetivo de cambio propuesto, se “cierre” cuidadosamente el decálogo con la asunción de un cierto acuerdo que contemple: - La alternativa escogida, formulada de la forma más concreta y operativa posible. - Un plazo de tiempo lógico para su realización. - Los apoyos (metodológicos, emocionales, etc.) que el usuario va a necesitar para llevar a cabo esta conducta. D. Áreas de aplicación a. Introducción Todas aquellas situaciones en que se precise facilitar la adopción y mantenimiento de conductas de salud. - Escenas temidas por los profesionales y escenas temidas por los usuarios. - Alteraciones emocionales entre ambos. b. Dimensiones La especificidad del counseling se puede resumir en tres dimensiones las cuales se abordan teniendo en mente primero las fortalezas y el contexto sociocultural y ecológico del ser humano: - Prevención de problemas psicológicos, relacionales, espirituales y conductuales debilitantes. - Promoción del crecimiento psicológico, social yespiritual desde una perspectiva contextual, ecoló- gica, transformadora e integradora. - Resolver y remediar los problemas de origen cognitivo, emocional, social y espiritual que puedan estar impidiendo el despliegue del potencial humano y el bienestar integral de la persona y de su comunidad. c. Niveles de respuesta Tres niveles de respuesta humana - “Lo que pienso” nivel cognitivo. Reestructuración de errores cognitivos. - “Lo que siento” nivel fisiológico. Respiración, relajación y distensión. - “Lo que hago” nivel motor. Afrontamiento de situaciones. La intervención. 17 Tema 1. Relación y comunicación entre usuario/paciente y profesional sanitario ❙ editorialcep} lIntervención en el nivel cognitivo La forma como se interpreta una situación, lo que uno mismo se dice respecto a ella, es uno de los puntos clave que determina si una persona va a enfrentarse eficazmente a esta situación o si se va a sentir desbor- dada e incapaz de hacerlo. Esta suele ser una de las fuentes principales de alteraciones emocionales. En este sentido, cabe señalar la existencia de una serie de pensamientos que podrían denominarse “improductivos”, que: -Se centran en los aspectos más negativos de las situaciones magnificándolos y olvidando los positi- vos. -Se centran en lo peor que pueda ocurrir, aunque las probabilidades de que ocurra lo peor real- mente son inciertas y, a menudo, remotísimas. -Magnifican la propia responsabilidad en las cosas que “salen mal”, incitando al auto-castigo. -Juzgan, moralizan. En resumen, se trata de pensamientos que, en lugar de interpretar objetivamente la realidad y buscar solu- ciones a los problemas, se empeñan en negativizar esa realidad, consiguiendo a veces bloquear cualquier intento de solución. Por eso, cuando uno se siente incapaz de enfrentarse a una situación y empieza a entrar en el juego de los pensamientos improductivos, suele ser útil decirse: “¿Para qué me sirve pensar esto? Si lo único que consigo es sentirme peor, va a ser más saludable y gratificante dirigir mi pensamiento a interpre- tar la situación de forma más objetiva y buscar soluciones realistas”. lIntervención en el nivel fisiológico Cuando una persona interpreta una situación como amenazadora, estresante o desagradable, automáticamen- te su organismo se prepara para enfrentarse o para huir de esa situación, activándose entonces el sistema nervioso vegetativo. En principio, este es un mecanismo ventajoso que posibilita, cuando presenta niveles moderados, la reacción ante cualquier situación nueva. Pero si este mecanismo se mantiene excesivamente en el tiempo o se activa a niveles muy altos, provoca: -Una disminución de la capacidad para enfrentarse eficazmente a la situación -Un aumento de la sensación de malestar -Una desorganización en los niveles cognitivo y motor Controlar el sistema vegetativo de forma directa es difícil pero indirectamente puede hacerse a través de la práctica de la respiración profunda, de la relajación progresiva y de la distensión continua. lIntervención en el nivel motor Ante una situación difícil es probable que no se sepa cómo actuar por inhibición o por bloqueo, o que se actúe de forma descontrolada o desorganizada. Una de las formas para evitar ambas reacciones consiste en plantearse la situación siguiendo las seis fases del “Esquema de Afrontamiento de Situaciones” que se muestra a continuación: -Describir la situación. A veces, cuando la situación es emocionalmente intensa cuesta mucho limi- tarse a describir objetivamente la situación y suelen aparecer interpretaciones subjetivas que dificul- tan una resolución eficaz. -Escribir un listado de alternativas. Ocurre con frecuencia que no se invierte el tiempo necesario en este paso y se olvida que esta fase creativa es fundamental para el afrontamiento eficaz de la situa- ción. Es clave darse permiso para sentirse libre y para no criticar, juzgar o boicotear cada una de las alternativas que se van proponiendo. Todas tienen sus pros y sus contras; pero eso no se analiza en este paso, sino en el siguiente. En esta fase “todo vale, no se juzga”. ❙ Bloque VI. Promoción y educación para la salud 18editorialcep } l Intervención en el nivel cognitivo La forma como se interpreta una situación, lo que uno mismo se dice respecto a ella, es uno de los puntos clave que determina si una persona va a enfrentarse eficazmente a esta situación o si se va a sentir desbor- dada e incapaz de hacerlo. Esta suele ser una de las fuentes principales de alteraciones emocionales. En este sentido, cabe señalar la existencia de una serie de pensamientos que podrían denominarse “improductivos”, que: - Se centran en los aspectos más negativos de las situaciones magnificándolos y olvidando los positi- vos. - Se centran en lo peor que pueda ocurrir, aunque las probabilidades de que ocurra lo peor real- mente son inciertas y, a menudo, remotísimas. - Magnifican la propia responsabilidad en las cosas que “salen mal”, incitando al auto-castigo. - Juzgan, moralizan. En resumen, se trata de pensamientos que, en lugar de interpretar objetivamente la realidad y buscar solu- ciones a los problemas, se empeñan en negativizar esa realidad, consiguiendo a veces bloquear cualquier intento de solución. Por eso, cuando uno se siente incapaz de enfrentarse a una situación y empieza a entrar en el juego de los pensamientos improductivos, suele ser útil decirse: “¿Para qué me sirve pensar esto? Si lo único que consigo es sentirme peor, va a ser más saludable y gratificante dirigir mi pensamiento a interpre- tar la situación de forma más objetiva y buscar soluciones realistas”. l Intervención en el nivel fisiológico Cuando una persona interpreta una situación como amenazadora, estresante o desagradable, automáticamen- te su organismo se prepara para enfrentarse o para huir de esa situación, activándose entonces el sistema nervioso vegetativo. En principio, este es un mecanismo ventajoso que posibilita, cuando presenta niveles moderados, la reacción ante cualquier situación nueva. Pero si este mecanismo se mantiene excesivamente en el tiempo o se activa a niveles muy altos, provoca: - Una disminución de la capacidad para enfrentarse eficazmente a la situación - Un aumento de la sensación de malestar - Una desorganización en los niveles cognitivo y motor Controlar el sistema vegetativo de forma directa es difícil pero indirectamente puede hacerse a través de la práctica de la respiración profunda, de la relajación progresiva y de la distensión continua. l Intervención en el nivel motor Ante una situación difícil es probable que no se sepa cómo actuar por inhibición o por bloqueo, o que se actúe de forma descontrolada o desorganizada. Una de las formas para evitar ambas reacciones consiste en plantearse la situación siguiendo las seis fases del “Esquema de Afrontamiento de Situaciones” que se muestra a continuación: - Describir la situación. A veces, cuando la situación es emocionalmente intensa cuesta mucho limi- tarse a describir objetivamente la situación y suelen aparecer interpretaciones subjetivas que dificul- tan una resolución eficaz. - Escribir un listado de alternativas. Ocurre con frecuencia que no se invierte el tiempo necesario en este paso y se olvida que esta fase creativa es fundamental para el afrontamiento eficaz de la situa- ción. Es clave darse permiso para sentirse libre y para no criticar, juzgar o boicotear cada una de las alternativas que se van proponiendo. Todas tienen sus pros y sus contras; pero eso no se analiza en este paso, sino en el siguiente. En esta fase “todo vale, no se juzga”. ❙ Bloque VI. Promoción y educación para la salud 18 editorialcep} -Valorar cada alternativa. Esta es la fase crítica donde se analizan, juzgan y valoran a fondo cada una de las alternativas propuestas en el paso anterior. Desde el Counselling se proponen dos criterios de valoración: a) criterio de coherencia: “Lo que voy a decidir y hacer tendráque ver con lo que pienso, lo que creo, lo que me hace levantar de la cama cada mañana”; b) criterio de inteligencia: analizando los beneficios en términos de salud y de convivencia e interviniendo desde el área “inteli- gente”, donde coinciden los beneficios para el profesional con los beneficios para “los otros” (usua- rio y/o familiares, compañeros de trabajo, etc.). Esta estrategia (“Todos ganan”) es la más adecuada para que los cambios que se consigan sean duraderos. Conviene evitar estrategias del tipo “malé- volo”: el profesional gana y “el otro” pierde, pues con esta estrategia los cambios, en caso de produ- cirse -por temor, dependencia, autoridad, etc.-, no suelen ser duraderos (“hecha la ley, hecha la trampa”: olvidos, retrasos, incumplimientos, boicots, etc.). Tampoco son recomendables las estrate- gias “ingenua” (el profesional pierde y “el otro” gana) ni “estúpida” (donde “todos pierden”: ninguno de los dos consigue objetivo alguno). -Tomar la decisión. El mayor riesgo de esta fase es precisamente no realizarla, al no encontrar la “solución perfecta”, y volver a los anteriores pasos del esquema y entrar en un “círculo vicioso” que dificulte el paso a la acción. -Actuar. Es muy importante que se asuma que la alternativa elegida es la mejor, no la perfecta (que casi nunca existe). De manera que luego puedan interpretarse correctamente las consecuencias negativas que puedan aparecer al ponerla en práctica. -Evaluar la actuación. El concepto más clave en este paso es: objetividad. 1.3 Métodos de comunicación en situaciones de enfermedad Somos primordialmente seres “sociales”, en el sentido de que pasamos la mayor parte de nuestras vidas con otras personas. Por consiguiente, es importante aprender a entenderse con los otros y a funcionar adecua- damente en situaciones sociales. Ciertas habilidades de comunicación nos ayudan a mejorar las relaciones interpersonales. La comunicación es el acto por el cual un individuo establece con otro un contacto que le permite transmi- tir una información. Aunque más tarde trataremos más profundamente la comunicación en sí misma, ahora haremos un boceto, ofreciendo los elementos y tipos de comunicación principales. A. Elementos y tipos de comunicación a. Elementos de la comunicación En la comunicación intervienen diversos elementos que pueden facilitar o dificultar el proceso. -Emisor: La persona (o personas) que emite un mensaje. -Receptor: La persona (o personas) que recibe el mensaje. -Mensaje: Contenido de la información que se envía. -Canal: Medio por el que se envía el mensaje. -Código: Signos y reglas empleadas para enviar el mensaje. -Contexto: Situación en la que se produce la comunicación. La comunicación es el acto por el cual un individuo establece con otro un contacto que le permite transmi- tir una información. 19 Tema 1. Relación y comunicación entre usuario/paciente y profesional sanitario ❙ editorialcep } - Valorar cada alternativa. Esta es la fase crítica donde se analizan, juzgan y valoran a fondo cada una de las alternativas propuestas en el paso anterior. Desde el Counselling se proponen dos criterios de valoración: a) criterio de coherencia: “Lo que voy a decidir y hacer tendrá que ver con lo que pienso, lo que creo, lo que me hace levantar de la cama cada mañana”; b) criterio de inteligencia: analizando los beneficios en términos de salud y de convivencia e interviniendo desde el área “inteli- gente”, donde coinciden los beneficios para el profesional con los beneficios para “los otros” (usua- rio y/o familiares, compañeros de trabajo, etc.). Esta estrategia (“Todos ganan”) es la más adecuada para que los cambios que se consigan sean duraderos. Conviene evitar estrategias del tipo “malé- volo”: el profesional gana y “el otro” pierde, pues con esta estrategia los cambios, en caso de produ- cirse -por temor, dependencia, autoridad, etc.-, no suelen ser duraderos (“hecha la ley, hecha la trampa”: olvidos, retrasos, incumplimientos, boicots, etc.). Tampoco son recomendables las estrate- gias “ingenua” (el profesional pierde y “el otro” gana) ni “estúpida” (donde “todos pierden”: ninguno de los dos consigue objetivo alguno). - Tomar la decisión. El mayor riesgo de esta fase es precisamente no realizarla, al no encontrar la “solución perfecta”, y volver a los anteriores pasos del esquema y entrar en un “círculo vicioso” que dificulte el paso a la acción. - Actuar. Es muy importante que se asuma que la alternativa elegida es la mejor, no la perfecta (que casi nunca existe). De manera que luego puedan interpretarse correctamente las consecuencias negativas que puedan aparecer al ponerla en práctica. - Evaluar la actuación. El concepto más clave en este paso es: objetividad. 1.3 Métodos de comunicación en situaciones de enfermedad Somos primordialmente seres “sociales”, en el sentido de que pasamos la mayor parte de nuestras vidas con otras personas. Por consiguiente, es importante aprender a entenderse con los otros y a funcionar adecua- damente en situaciones sociales. Ciertas habilidades de comunicación nos ayudan a mejorar las relaciones interpersonales. La comunicación es el acto por el cual un individuo establece con otro un contacto que le permite transmi- tir una información. Aunque más tarde trataremos más profundamente la comunicación en sí misma, ahora haremos un boceto, ofreciendo los elementos y tipos de comunicación principales. A. Elementos y tipos de comunicación a. Elementos de la comunicación En la comunicación intervienen diversos elementos que pueden facilitar o dificultar el proceso. - Emisor: La persona (o personas) que emite un mensaje. - Receptor: La persona (o personas) que recibe el mensaje. - Mensaje: Contenido de la información que se envía. - Canal: Medio por el que se envía el mensaje. - Código: Signos y reglas empleadas para enviar el mensaje. - Contexto: Situación en la que se produce la comunicación. La comunicación es el acto por el cual un individuo establece con otro un contacto que le permite transmi- tir una información. 19 Tema 1. Relación y comunicación entre usuario/paciente y profesional sanitario ❙ editorialcep} b. Tipos de comunicación Las formas de comunicación humana pueden agruparse en dos grandes categorías: la comunicación verbal y la comunicación no verbal: Comunicación verbal La comunicación verbal se refiere a las palabras que utilizamos y a las inflexiones de nuestra voz. -Palabras (lo que decimos) -Tono de nuestra voz. Comunicación no verbal La comunicación no verbal hace referencia a un gran número de canales, entre los que se podrían citar como los más importantes el contacto visual, los gestos faciales, los movimientos de brazos y manos o la postura y la distancia corporal. -Contacto visual -Gestos faciales (expresión de la cara) -Movimientos de brazos y manos -Postura y distancia corporal Pese a la importancia que le solemos atribuir a la comunicación verbal, entre un 65 % y un 80 % del total de nuestra comunicación con los demás la realizamos a través de canales no verbales. Para comunicarse eficaz- mente, los mensajes verbales y no verbales deben coincidir entre sí. Muchas dificultades en la comunicación se producen cuando nuestras palabras se contradicen con nuestra conducta no verbal. B. Aspectos que mejoran la comunicación a. Ser específico Ser específico, concreto, preciso, es una de las normas principales de la comunicación. Tras una comunicación específica, hay cambios; es una forma concreta de avanzar. Cuando se es inespecífico, rara vez se moviliza nada. Si por ejemplo, nos sentimos solos/as y deseamos más tiempo para estar con nuestra pareja, no le diga úni- camente algo así: “No me haces caso”, “Me siento solo/a”, “Siempre estás ocupado/a”. Aunque tal formula- ción exprese un sentimiento, si no hacemos una propuesta específica, probablemente las cosas no cambiarán. Sería apropiado añadir algo más. Por ejemplo: “¿Qué te parece si ambos nos comprometemosa dejar todo lo que tenemos entre manos a las 9 de la noche, y así podremos cenar juntos y charlar?”. b. Evitar las generalizaciones Los términos “siempre” y “nunca” raras veces son ciertos y tienden a formar etiquetas. Es diferente decir: “últimamente te veo algo ausente” que “siempre estás en las nubes”. Para ser justos y honestos, para llegar a acuerdos, para producir cambios, resultan más efectivas expresiones del tipo: “La mayoría de veces”, “En ocasiones”, “Algunas veces”, “Frecuentemente”. Son formas de expresión que permiten al otro sentirse correctamente valorado. c. Ser breve Repetir varias veces lo mismo con distintas palabras, o alargar excesivamente el planteamiento, no es agrada- ble para quién escucha. Produce la sensación de ser tratado como alguien de pocas luces o como un niño. En todo caso, corre el peligro de que le rehuyan por pesado cuando empiece a hablar. Hay que recordar que: “Lo bueno, si breve, dos veces bueno”. ❙ Bloque VI. Promoción y educación para la salud 20editorialcep } b. Tipos de comunicación Las formas de comunicación humana pueden agruparse en dos grandes categorías: la comunicación verbal y la comunicación no verbal: Comunicación verbal La comunicación verbal se refiere a las palabras que utilizamos y a las inflexiones de nuestra voz. - Palabras (lo que decimos) - Tono de nuestra voz. Comunicación no verbal La comunicación no verbal hace referencia a un gran número de canales, entre los que se podrían citar como los más importantes el contacto visual, los gestos faciales, los movimientos de brazos y manos o la postura y la distancia corporal. - Contacto visual - Gestos faciales (expresión de la cara) - Movimientos de brazos y manos - Postura y distancia corporal Pese a la importancia que le solemos atribuir a la comunicación verbal, entre un 65 % y un 80 % del total de nuestra comunicación con los demás la realizamos a través de canales no verbales. Para comunicarse eficaz- mente, los mensajes verbales y no verbales deben coincidir entre sí. Muchas dificultades en la comunicación se producen cuando nuestras palabras se contradicen con nuestra conducta no verbal. B. Aspectos que mejoran la comunicación a. Ser específico Ser específico, concreto, preciso, es una de las normas principales de la comunicación. Tras una comunicación específica, hay cambios; es una forma concreta de avanzar. Cuando se es inespecífico, rara vez se moviliza nada. Si por ejemplo, nos sentimos solos/as y deseamos más tiempo para estar con nuestra pareja, no le diga úni- camente algo así: “No me haces caso”, “Me siento solo/a”, “Siempre estás ocupado/a”. Aunque tal formula- ción exprese un sentimiento, si no hacemos una propuesta específica, probablemente las cosas no cambiarán. Sería apropiado añadir algo más. Por ejemplo: “¿Qué te parece si ambos nos comprometemos a dejar todo lo que tenemos entre manos a las 9 de la noche, y así podremos cenar juntos y charlar?”. b. Evitar las generalizaciones Los términos “siempre” y “nunca” raras veces son ciertos y tienden a formar etiquetas. Es diferente decir: “últimamente te veo algo ausente” que “siempre estás en las nubes”. Para ser justos y honestos, para llegar a acuerdos, para producir cambios, resultan más efectivas expresiones del tipo: “La mayoría de veces”, “En ocasiones”, “Algunas veces”, “Frecuentemente”. Son formas de expresión que permiten al otro sentirse correctamente valorado. c. Ser breve Repetir varias veces lo mismo con distintas palabras, o alargar excesivamente el planteamiento, no es agrada- ble para quién escucha. Produce la sensación de ser tratado como alguien de pocas luces o como un niño. En todo caso, corre el peligro de que le rehuyan por pesado cuando empiece a hablar. Hay que recordar que: “Lo bueno, si breve, dos veces bueno”. ❙ Bloque VI. Promoción y educación para la salud 20 editorialcep} d. Cuidar la comunicación no verbal Para ello, tendremos en cuenta lo siguiente: lLa comunicación no verbal debe de ir acorde con la verbal Decir “ ya sabes que me gusta” con cara de fastidio dejará a la otra persona peor que si no se hubiera dicho nada. lContacto visual Es el porcentaje de tiempo que se está mirando a los ojos de la otra persona. El contacto visual debe ser fre- cuente, pero no exagerado. lAfecto Es el tono emocional adecuado para la situación en la que se está interactuando. Se basa en índices como el tono de voz, la expresión facial y el volumen de voz (ni muy alto ni muy bajo). lElegir el lugar y el momento adecuados En ocasiones, un buen estilo comunicativo, un modelo coherente o un contenido adecuado pueden irse al traste si no hemos elegido el momento adecuado para transmitirlo o entablar una relación. Es importante cuidar algunos aspectos que se refieren al momento en el que se quiere establecer la comunicación: -El ambiente: el lugar, el ruido que exista, el nivel de intimidad... -Si vamos a criticar o pedir explicaciones debemos esperar a estar a solas con nuestro interlocutor. -Si vamos a elogiarlo, será bueno que esté con su grupo u otras personas significativas. -Si hemos comenzado una discusión y vemos que se nos escapa de las manos o que no es el momento apropiado utilizaremos frases como: “si no te importa podemos seguir discutiendo esto en... más tarde”. C. Relación grupal: Trabajo en equipo (Personal sanitario-familia) a. Introducción El equipo no ha de entenderse solamente como un conjunto de profesionales que desarrollan actividades y tienen objetivos comunes, sino también como la base de una metodología concreta de trabajo, siendo esta última perspectiva la que marca la verdadera importancia del concepto de equipo multidisciplinario, ya que de su aplicación correcta dependerá el que puedan alcanzarse los objetivos marcados. En el equipo de trabajo cada profesional ha de desarrollar y responsabilizarse de unas actividades concretas, algunos de cuyos aspectos pueden, a su vez, ser compartidos por distintos miembros del equipo, en un con- texto de colaboración y ausencia de conflictos de competencia entre ellos. En esta perspectiva, la organización del equipo ha de gravitar sobre tres premisas esenciales. b. Concepto de trabajo en equipo Un equipo es un grupo de personas que realiza alguna actividad organizada con la intención de lograr un obje- tivo común y que desea utilizar la disciplina del trabajo en equipo como el medio de incorporar un pensa- miento colectivo e través del dialogo y la discusión esta condición esencial habría que añadir los siguientes: -El objetivo común es el elemento que guía el trabajo o la actividad de estas personas. -Cada uno de los integrantes reconoce sus propias funciones en el grupo y la de los demás miem- bros. 21 Tema 1. Relación y comunicación entre usuario/paciente y profesional sanitario ❙ editorialcep } d. Cuidar la comunicación no verbal Para ello, tendremos en cuenta lo siguiente: l La comunicación no verbal debe de ir acorde con la verbal Decir “ ya sabes que me gusta” con cara de fastidio dejará a la otra persona peor que si no se hubiera dicho nada. l Contacto visual Es el porcentaje de tiempo que se está mirando a los ojos de la otra persona. El contacto visual debe ser fre- cuente, pero no exagerado. l Afecto Es el tono emocional adecuado para la situación en la que se está interactuando. Se basa en índices como el tono de voz, la expresión facial y el volumen de voz (ni muy alto ni muy bajo). l Elegir el lugar y el momento adecuados En ocasiones, un buen estilo comunicativo, un modelo coherente o un contenido adecuado pueden irse al traste si no hemos elegido el momento adecuado para transmitirlo o entablar una relación. Es importante cuidar algunos aspectos que se refieren al momento en el que se quiere establecer la comunicación: - El ambiente: el lugar, el ruido que exista, el nivel de intimidad... - Si vamos a criticar o pedir explicaciones debemos esperar a estar a solas con nuestro interlocutor. - Si vamos a elogiarlo, serábueno que esté con su grupo u otras personas significativas. - Si hemos comenzado una discusión y vemos que se nos escapa de las manos o que no es el momento apropiado utilizaremos frases como: “si no te importa podemos seguir discutiendo esto en... más tarde”. C. Relación grupal: Trabajo en equipo (Personal sanitario-familia) a. Introducción El equipo no ha de entenderse solamente como un conjunto de profesionales que desarrollan actividades y tienen objetivos comunes, sino también como la base de una metodología concreta de trabajo, siendo esta última perspectiva la que marca la verdadera importancia del concepto de equipo multidisciplinario, ya que de su aplicación correcta dependerá el que puedan alcanzarse los objetivos marcados. En el equipo de trabajo cada profesional ha de desarrollar y responsabilizarse de unas actividades concretas, algunos de cuyos aspectos pueden, a su vez, ser compartidos por distintos miembros del equipo, en un con- texto de colaboración y ausencia de conflictos de competencia entre ellos. En esta perspectiva, la organización del equipo ha de gravitar sobre tres premisas esenciales. b. Concepto de trabajo en equipo Un equipo es un grupo de personas que realiza alguna actividad organizada con la intención de lograr un obje- tivo común y que desea utilizar la disciplina del trabajo en equipo como el medio de incorporar un pensa- miento colectivo e través del dialogo y la discusión esta condición esencial habría que añadir los siguientes: - El objetivo común es el elemento que guía el trabajo o la actividad de estas personas. - Cada uno de los integrantes reconoce sus propias funciones en el grupo y la de los demás miem- bros. 21 Tema 1. Relación y comunicación entre usuario/paciente y profesional sanitario ❙ editorialcep} -El equipo trabaja incorporando conocimientos, técnicas y recursos de cada uno de sus componen- tes. -El equipo se reconoce a través de la forma de manifestar sus habilidades, que son de forma general, intelectuales y prácticas. -El equipo de salud es aquel equipo que orienta su actividad hacia un objetivo de salud. -Hay que destacar que el concepto de equipo contiene implícitamente la idea de desarrollo, ya que el concepto y la realidad de un equipo son un proceso dinámico. D. Elementos facilitadores del trabajo en equipo a. Número reducido de miembros El equipo estará integrado por un número de siete a quince personas. Esto no significa que grupos mayores o menores no puedan trabajar eficazmente en equipo, si no que tendrán más dificultades. b. Polivalencia de sus integrantes En un equipo debe existir polivalencia en sus miembros, es decir, cierta capacidad de sustituirse en ciertas funciones. c. Autonomía En un equipo debe existir cierto grado de autonomía que permita la toma de decisiones en aquellos aspec- tos que competen al grupo o en aquellos en el que el equipo es un buen conocedor. d. Estructura Un equipo debe de mantener una estructura participativa y de un bajo nivel jerárquico de forma de que todos los miembros se sientan estimulados a exponer su punto de vista. e. Edades homogéneas En un equipo de salud, las edades homogéneas, la buena formación de sus miembros y la experiencia seria, características favorecedoras para un buen funcionamiento. f. Autocrítica La capacidad de autocrítica, unida a la aceptación de responsabilidades indica un determinado grado de madu- ración individual y grupal que favorece notablemente el proceso de trabajo en equipo. E. Organización del trabajo en equipo a. Concepto En el trabajo en equipo es indispensable llegar a un tipo de organización que nos permita asegurar su efica- cia. b. Etapas Las etapas son las siguientes: -Acordar un sistema de comunicación Es adecuado formular los procedimientos formales a través de los canales adecuados, consensuados y aprobados por todos los miembros. En general este sistema de comunicación está representado por las reuniones del equipo, que son formalmente convocadas, con un horario, orden del día y un acuerdo sobre la vinculación entre las decisiones tomadas. ❙ Bloque VI. Promoción y educación para la salud 22editorialcep } - El equipo trabaja incorporando conocimientos, técnicas y recursos de cada uno de sus componen- tes. - El equipo se reconoce a través de la forma de manifestar sus habilidades, que son de forma general, intelectuales y prácticas. - El equipo de salud es aquel equipo que orienta su actividad hacia un objetivo de salud. - Hay que destacar que el concepto de equipo contiene implícitamente la idea de desarrollo, ya que el concepto y la realidad de un equipo son un proceso dinámico. D. Elementos facilitadores del trabajo en equipo a. Número reducido de miembros El equipo estará integrado por un número de siete a quince personas. Esto no significa que grupos mayores o menores no puedan trabajar eficazmente en equipo, si no que tendrán más dificultades. b. Polivalencia de sus integrantes En un equipo debe existir polivalencia en sus miembros, es decir, cierta capacidad de sustituirse en ciertas funciones. c. Autonomía En un equipo debe existir cierto grado de autonomía que permita la toma de decisiones en aquellos aspec- tos que competen al grupo o en aquellos en el que el equipo es un buen conocedor. d. Estructura Un equipo debe de mantener una estructura participativa y de un bajo nivel jerárquico de forma de que todos los miembros se sientan estimulados a exponer su punto de vista. e. Edades homogéneas En un equipo de salud, las edades homogéneas, la buena formación de sus miembros y la experiencia seria, características favorecedoras para un buen funcionamiento. f. Autocrítica La capacidad de autocrítica, unida a la aceptación de responsabilidades indica un determinado grado de madu- ración individual y grupal que favorece notablemente el proceso de trabajo en equipo. E. Organización del trabajo en equipo a. Concepto En el trabajo en equipo es indispensable llegar a un tipo de organización que nos permita asegurar su efica- cia. b. Etapas Las etapas son las siguientes: - Acordar un sistema de comunicación Es adecuado formular los procedimientos formales a través de los canales adecuados, consensuados y aprobados por todos los miembros. En general este sistema de comunicación está representado por las reuniones del equipo, que son formalmente convocadas, con un horario, orden del día y un acuerdo sobre la vinculación entre las decisiones tomadas. ❙ Bloque VI. Promoción y educación para la salud 22 editorialcep} -Fijar un objetivo común El objetivo, implícito o explícito, tiene que ser conocido y compartido por todos, lo cual define el trabajo en equipo. -Establecer un plan de actuación Los acuerdos sobre los procedimientos y protocolos son una forma de expresión de trabajo en equipo. -Acordar un sistema de autoevaluación Un grupo que se autoevalúa es un grupo maduro, porque es capaz de fijar un objetivo común y cuestionarlo sin requerir una acción del exterior. c. Dificultades de la coordinación -La falta de predisposición para colaborar con otros profesionales. -Consumo de tiempo para buscar espacios formales e informales donde intercambiar la información (reuniones de equipos y recursos). En algunas ocasiones, cuando nos vemos inmersos en la presión asistencial, no se priorizan y el proceso de intervención se enlentece. -Dependemos de la valoración de otros profesionales para establecer el plan de actuación. Implica ceder, negociar... -Existencia de diferentes disciplinas en el equipo y diferentes líneas de trabajo relacionadas con el sistema de creencias lo que puede dificultar la unificación de criterios. -Dificultad en la relación. -Falta de límites claros de las tareas y funciones entre los profesionales del mismo equipo o entre recursos, y familia. -Derivaciones ambiguas, no adecuadas, realizadas bajo criterios personales y subjetivos. -Rivalidad y diferencias entre las diferentes políticas de las instituciones,
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