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Agronomia (1)

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Agronomía
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XVI Congreso de la Asociación de Técnicos Azucareros de Centro América
XVI Congreso de la Asociación de Técnicos Azucareros de Costa Rica
1. INTRODUCCION
La producción de cultivos alimenticios en la Región 
de América Latina y el Caribe, ALC, ha crecido en prome-
dio a un ritmo ligeramente superior al aumento de la po-
blación (cerca del 1% anual), aunque ello no ha ocurrido 
de manera igual para todas las regiones y esta por deba-
jo de la tendencia mundial. Figura 1. Para mejorar esta si-
tuación, es necesario hacer esfuerzos significativos para 
transformar la agricultura tornándola mas competitiva, 
reduciendo los niveles de pobreza rural y conservando 
los recursos naturales. Así mismo, para lograr una ma-
yor participación de la Región en el comercio mundial 
en términos de suplir volúmenes adecuados y también 
de comercializar alimentos de mejor calidad, más nu-
tritivos e inocuos. En este ámbito, el cambio técnico 
agrícola, derivado de la investigación e innovaciones 
tecnológicas, se torna como variable estratégica de cre-
cimiento y desarrollo agrícola (Ardila y Seixas, 2003).
Aprovechar los desafíos y afrontar los nuevos retos 
que brinda el nuevo entorno arriba señalados y otros, 
como el cambio en la percepción de calidad de pro-
ductos por parte de los consumidores, la tendencia en 
demanda de los productos alimenticios y la transforma-
ción de la industria alimentaría, implica para lo países 
insertarse en la nueva revolución científica y tecnoló-
gica. Hay consenso en la comunidad científica mundial 
que la tecnología convencional por sí sola no permitirá 
que la producción de alimentos en cantidad y calidad 
sea aumentada para alimentar una población que casi 
se duplicará en los próximos 50 años. En este contexto 
se observa cada vez más que el desempeño agrícola y 
el comercio de alimentos 
está siendo cada vez más in-
fluenciado por el surgimien-
to de nuevos conocimientos, 
como es caso de las nuevas 
agrobiotecnologías. 
Existe poca controver-
sia acerca de las indudables 
ventajas de las nuevas bio-
tecnologías en su aplicación 
a la salud humana, o para 
el diagnóstico y el uso de 
marcadores moleculares 
que permiten identificar ge-
notipos con características 
NUEVAS AGROBIOTECNOLOGIAS: DESAFIOS, TENDENCIAS Y CONSIDERACIONES 
INSTITUCIONALES PARA SU DESARROLLO Y COMERCIALIZACION 
EN AMERICA LATINA Y EL CARIBEA
Enrique Alarcónb y Rodrigo Artunduagac 
Figura 1. Producción de cultivos 
alimenticios per capita, 
1961 al 2001.
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1 al 4 de agosto de 2006
Centro de Convenciones del Hotel Ramada Plaza Herradura
deseadas para el mejoramiento genético. Sin embargo, 
en lo que respecta a su uso bajo técnicas ingeniería ge-
nética para el desarrollo y producción de organismos 
vivos modificados genéticamente, OVMs de uso agro-
pecuario y para la alimentación se ha convertido en el 
centro de un intenso, y a veces emocional debate. Las 
biotecnologías contribuyen a mejorar la producción 
y productividad, caracterizar genéticamente especies 
menos conocidas, reducir la aplicación de agroquímicos 
contaminantes del ambiente, reducir costos de produc-
ción. También se encuentran varios ejemplos en los cua-
les las técnicas moleculares están ayudando a disminuir 
la diseminación de enfermedades a través de nuevas va-
cunas y recientemente se ha incorporado pro vitamina 
A, (beta caroteno) y hierro al arroz, como el denominado 
“dorado”, lo cual puede mejorar la salud de muchas co-
munidades de bajos ingresos. Sin embargo, dichas técni-
cas también pueden originar productos con potenciales 
efectos adversos para la conservación de la diversidad 
genética, el ambiente y la salud humana. 
En el campo pecuario, el avance en la aplicación de 
la biotecnología ha sido muy importante, como el caso 
de la tecnología transgénica en sus aplicaciones farma-
céuticas para salud animal. El progreso en cuanto a la 
producción de animales transgénicos ha sido de menor 
proporción que para las plantas, por razones técnicas 
y económicas, entre otras. Las nuevas biotecnologías 
pueden acelerar el proceso de identificación de genes 
con efectos deseables sobre las características de creci-
miento, producción y calidad de productos pecuarios. 
Además las técnicas moleculares están haciendo posi-
ble la utilización de pronúcleos de óvulos fertilizados y 
la la clonación de animales. así como permitir la iden-
tificación de paternidad en los animales. Otro avance 
muy importante se refiere a la aplicación de técnicas de 
“trazabilidad” de los productos, sobretodo los cárnicos, 
aspecto de gran impacto en el comercio. Por otra par-
te, la aplicación de la genética molecular asociada con 
la calidad de la leche, como es el caso de la caseína, esta 
teniendo impacto significativo en los precios de la leche 
en el mercado mundial. 
Es importante destacar que con base a los avances 
científicos se aproxima una nueva generación de tecno-
logías con un enfoque diferente a la transgénesis en que 
se fundamentan los OVMs de actuales. Dichas tecnolo-
gías, están sustentadas en los conocimientos en torno 
a la caracterización y funcionamiento de los genes, de 
modo que se puedan activar o desactivar genes del mis-
mo individuo o insertar genes de individuos muy rela-
cionados taxonómicamente, que conduzcan a expresar 
características deseables desde el punto de vista del 
productor y el consumidor. Con el avance en el control 
de la expresión de los genes, principalmente las tecno-
logías de restricción genético de uso, como es el caso de 
aquellas a nivel de variedad o de características, “Gurts” 
(Genetic Use Restriction Technologies, por sus siglas en 
ingles) el manejo ético, equitativo y transparente de esta 
nueva era de tecnologías, con claros beneficios para los 
diferentes tipos de agricultura, será factor fundamental 
para su aplicación.
Este escrito cubre en forma resumida algunos aspec-
tos del contexto agrícola en relación con las biotecnolo-
gías, las tendencias en el uso de las mismas en particular 
los OVMs, algunas consideraciones sobre el modelo 
institucional, incluyendo aspectos de bioseguridad y co-
mercio. También se hacen algunas reflexiones sobre la 
gestión institucional de las nuevas agrobiotecnologías. 
2. ASPECTOS RELEVANTES DEL CONTEXTO 
Y LAS BIOTECNOLOGIAS
En el ámbito de lo anotado es importante destacar 
cuatro aspectos, entre otros, relevantes al mejoramiento 
de la producción agrícola a través del impulso al cambio 
tecnológico usando las nuevas agrobiotecnologías. 
El primer aspecto se relaciona con la importancia 
de modernizar la agricultura dado su impacto a su efec-
to en el crecimiento socioeconómico contribuyendo, 
en su concepción ampliada, con cerca del 25% del pro-
ducto interno bruto, PIB total de la Región y su rol clave 
en la seguridad alimentaria. El aprovechar mas eficien-
temente la superficie agrícola, “romper” los techos de 
rendimientos de los cultivos actuales más tecnificados, 
controlar sus plagas, proveer mayor adaptabilidad de 
los mismos al estrés climático y biótico y mejorar su ca-
lidad nutricional son retos que se pueden afrontar más 
fácilmente si se utilizan las nuevas agrobiotecnologías 
en combinación con las convencionales. El segundo 
aspecto se refiere a que los impactos significativos en 
la producción y productividad de cultivos que se han 
desarrollado comercialmente mediante la aplicación 
de técnicas de ingeniería genética para la producción 
de OVMs se ha dado principalmente algunos cultivos 
y en gran medida para los sistemas productivos de los 
ecosistemas templados. El reto vigente está en términos 
intensificar los esfuerzos vigentes de la aplicación y be-
neficios de estas técnicas para los productos y condicio-
nes socioeconómica de la agricultura de la franja tropical 
que concentra la mayor diversidad biológica del planeta 
y alberga los mayores niveles de pobreza rural. Pese a 
algunos trabajos existentes del sistema internacional de 
investigación y de algunos pocos países,el desarrollo 
y producción con base a nuevos genotipos de plantas 
y animales producidos por estas nuevas técnicas, que 
atiendan especificidades locales en estos ecosistemas y 
a la vez se conserve la diversidad genética existente, esta 
por materializarse de manera sistemática.
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XVI Congreso de la Asociación de Técnicos Azucareros de Centro América
XVI Congreso de la Asociación de Técnicos Azucareros de Costa Rica
 El tercer aspecto tiene que ver con el desarrollo de 
las nuevas agrobiotecnologías y su aplicación para apro-
vechar sosteniblemente los recursos genéticos de ALC 
– sede de cuatro de los 11 centros mundiales de origen 
y/o diversidad. Las nuevas técnicas traen consigo un in-
usitado aumento en el valor estratégico de los recursos 
genéticos pues permiten conocer mejor su verdadera 
diversidad y ampliar su utilización. El poder caracteri-
zar mejor la riqueza de genes existente, como funcio-
nan y lograr entender mejor su expresión, mediante 
los avances de la biotecnología, surge como una gran 
oportunidad. El cuarto aspecto es el abundante marco 
normativo internacional que incide en el desarrollo, uso 
y comercialización de las nuevas agrobiotecnologías. Se 
destacan el Protocolo de Cartagena sobre la Seguridad 
de la Biotecnología, PCB, en vigencia desde de Septiem-
bre del 2003, en el ámbito del Convenio de la Diversidad 
Biológica, los acuerdos bajo la Organización Mundial del 
Comercio como el Acuerdo sobre los Derecho de Propie-
dad Intelectual Relacionados con el Comercio, ADPICS, 
Acuerdo sobre Medidas Sanitarias y Fitosanitarias; el 
acuerdo bajo la Convención Internacional para la Pro-
tección de Plantas, IPPC, y las guías bajo el Codex Ali-
mentarius, y recientemente el Tratado Internacional de 
Recursos Fitogenéticos cuyo objetivo es la conservación 
y utilización sostenible de dichos recursos y la distribu-
ción equitativa de los beneficios derivados de su utiliza-
ción en la agricultura y la seguridad alimentaria. 
3. TENDENCIAS SOBRE EL DESARROLLO 
Y USO DE OVMS
La biotecnología en la Región ha experimentado 
avances importantes a nivel comercial, principalmente 
en el sector agrícola; sin embargo si se compara con 
otras regiones del mundo se puede apreciar que el de-
sarrollo empresarial en biotecnología ha sido más len-
to y se inició a finales de los 80 con la aplicación de la 
biotecnología moderna. En los últimos años algunas 
empresas han desarrollado proteínas recombinantes, 
anticuerpos monoclonales y vacunas animales, comer-
cializadas a nivel mundial. Sin embargo, la falta de polí-
ticas nacionales coherentes que apoyen la innovación, 
la transferencia de tecnología y la comercialización y 
algunas medidas regulatorias ha incidido en que la in-
dustria biotecnológica en la región no experimente un 
desarrollo sostenido. Las biotecnologías de “primera ge-
neración”, son las de mayor aplicación en los países de 
la Región: micropropagación, uso de materiales gene-
rados en los países industrializados y biofertilizantes y 
bioplaguicidas. Estudios de CamBioTec en el 2002 iden-
tificaron 432 empresas biotecnológicas en la Región co-
rrespondientes a los sectores de la salud humana, salud 
animal, agricultura, alimentos y ambiental e industria en 
14 países de la región. 
En el caso de las nuevas agrobiotecnologías con 
base a la ingeniería genética se observa una situación 
cambiante en el mundo y en la Región. La comercializa-
ción de OVMs, no solo está incidiendo en la producción 
y productividad de algunos cultivos, sino que también 
está alterando las características de la misma oferta agrí-
cola. El valor del comercio de estos cultivos pasó de US 
$75 millones a mediados de la década de los 90 a cerca 
de $4.700 millones en el 2004, representando además 
cerca del 15% del valor del comercio de cultivos y 16% 
del comercio mundial de semillas (Clives, 2004). La Re-
gión presenta una situación contrastante en términos de 
adopción y comercialización de OVMs de uso agrícola. 
Por una parte se observa una importante superficie de 
cultivos transgénicos, con cerca del 28% del total cultiva-
do en el mundo y ocupando un segundo lugar después 
del conjunto de Estados Unidos y Canadá que represen-
tan el 65% de la superficie sembrada. De otra parte, son 
pocos los países que siembran comercialmente dichos 
cultivos. Actualmente solo se reportan siembras comer-
ciales en Argentina, Brasil, México, Uruguay, Honduras, 
Colombia y Paraguay (Clives, 2004; Runge, 2004). El ma-
yor productor es Argentina con cerca de 14 millones de 
hectáreas siendo la soya el cultivo predominante y en 
menor proporción el maíz y algodón. 
En términos generales los cultivos transgénicos que 
se han sembrado comercialmente en la Región en los úl-
timos cinco años, con diferencias anuales, han sido soya, 
algodón, maíz, claveles, papa y canola. Esencialmente 
se ha trabajado con cuatro características dominantes: 
tolerancia a herbicidas, resistencia a insectos, resistencia 
a virus y resistencia a hongos/bacterias. En otros países, 
bien se hace investigación y/o se multiplica semilla, a 
manera de siembra de “contraestación” para reexportar-
la sin que se utilice comercialmente dentro del país. Este 
es el caso por ejemplo de maíz en Chile o soya y algodón 
en Costa Rica.
Por otra parte, algunos países de ALC presentan 
un importante grado de desarrollo de la investigación 
en los procesos de ingeniería genética, transformación, 
desarrollo y prueba de materiales derivados de plantas 
transgénicas. Si bien los OVMs comercializados provie-
nen de compañías privadas transnacionales de países 
desarrollados, en los países en desarrollo es la investi-
gación pública la que empieza a mostrar avances en 
el campo de la ingeniería genética con base a ADN re-
combinante para aplicaciones en la agricultura. Dichos 
estudios en su mayoría no contemplan alianzas entre 
instituciones publico-privadas sino más bien entre ins-
tituciones públicas. Un estudio de distribución de even-
tos de transformación estable con base a técnicas de 
ADN recombinante realizado por IFPRI en 15 países del 
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Centro de Convenciones del Hotel Ramada Plaza Herradura
mundo contabilizó un 40% de eventos bajo alianzas de 
un total de 201. (Cohen, 2005). 
En la Región se observa importantes avances en in-
vestigación en agrobiotecnología en Brasil, Cuba, Argen-
tina, México, Chile, Costa Rica, Puerto Rico, Colombia, 
Uruguay, Jamaica, Republica Dominicana, entre otros. 
Existen cerca de 700 laboratorios en ALC que trabajan 
en agrobiotecnologías en general, cerca de 2000 investi-
gadores (Redbio/CATBIO, 2004) y número de ensayos de 
campo en cultivos transgénicos superior a los 800 para 
los últimos diez años siendo este numero cerca de un 
20% del total mundial (Trigo, et al (2002). Dichos traba-
jos cubriendo cultivos como banano, café, tomate, papa, 
arroz, maíz, girasol, papaya, yuca, hortalizas, caña de 
azúcar, forestales, canola, arroz, camote, alfalfa, girasol, 
frutas, flores, tabaco, ayote, y algunas especies foresta-
les, sorgo millo, entre otros. Existen además varios cen-
tros de investigación agrícolas de excelencia que están 
desarrollando trabajos muy avanzados en materia de las 
nuevas agrobiotecnologías en los países tales como Ar-
gentina, Brasil, Costa Rica, México, Cuba, Colombia, Chi-
le, Jamaica, Republica Dominicana, Venezuela, Uruguay 
para citar algunos (CamBiotec, 2003). También la Región 
participa y se beneficia de los programas y proyectos 
que cubren la temática de biotecnología aplicada a es-
pecies agrícolas por parte de los Centros Internaciona-
les del CGIAR con sede en la Región CIAT, CIMMYT, CIP, y 
Centres Regionales como el CATIE, entre otros. 
Pese a lo anterior, el fenómeno de subinversión en 
ciencia y tecnología que se da en la Región también se 
refleja en el campo de las agrobiotecnologías. Si bien es 
difícil cuantificar las inversiones exactas en los países, lo 
datos que se reporta en algunos estudios para algunospaíses permiten inferir que las mismas son bajas. Un 
grueso estimado, integrando datos de diversas fuentes, 
y haciendo algunas hipótesis conllevaría a concluir que 
dicha inversión en investigación pública para la biotec-
nología agrícola en la Región no pasaría de US$ 30-40 mi-
llones anuales; o sea cerca del 5% de la inversión publica 
total en investigación. Esta situación amerita ser profun-
dizada. Es decir la intensidad de la investigación agro-
biotecnología en la Región es baja comparada con los 
países desarrollados. Estudio de ESA/FAO para algunos 
países en el mundo muestran intensidades de investiga-
ción muy bajas para los países en desarrollo en general. 
Por ejemplo, para los casos de Colombia y México dicha 
intensidad de inversión en investigación en agrobiotec-
nología está alrededor de 1,2 a 6,8% del total invertido 
en investigación agrícola en dichos países (Cohen et al, 
2004). Por otro lado la inversión de la industria privada 
en los países en desarrollo es mínima comparada con los 
países desarrollados. Hay todo un desafío para ALC en 
asignar mayores recursos a estas actividades dado que 
la Región que invierte en promedio menos del 0,40% del 
PIB agrícola en investigación contrastando con las inver-
siones de países desarrollados que superan el 2,5%. 
4. EL MODELO INSTITUCIONAL DE 
LAS NUEVAS AGROBIOTECNOLOGÍAS
El modelo institucional que caracteriza al desarro-
llo de las nuevas agrobiotecnologías, en este caso los 
OVMs comercializados presenta algunas diferencias en 
relación con aquel de las tecnologías convencionales. En 
esencia el desarrollo de las nuevas agrobiotecnologías 
se da bajo procesos de innovación tecnológica y priva-
tización del conocimiento, vinculando la investigación 
con la industria y el mercado y además el modelo ins-
titucional es caracterizado por un complejo y exigente 
marco regulatorio. 
Innovación tecnológica. Los conocimientos y pro-
ductos de las tecnologías convencionales, como como 
las variedades de alto rendimiento producidas en el ám-
bito de la revolución verde se dieron bajo un modelo de 
cambio tecnológico sustentado en el proceso tradicional 
y lineal de generación y transferencia de tecnología. Tan-
to a nivel nacional como internacional los productos de 
la investigación se consideraron como bienes públicos 
nacionales o internacionales, respectivamente. Los Insti-
tutos Nacionales y los Centros Internacionales fueron la 
principal sino la única fuente tecnológica. En el caso de 
OVMs comercializados hasta el momento, si bien las ba-
ses fueron producto del trabajo científico y tecnológico 
de instituciones públicas principalmente universidades 
y centros de excelencia, a partir de la década de los 90 
han sido producidos principalmente por el sector priva-
do. Prácticamente dichos OVMs se han concentrado en 
cinco grandes firmas multinacionales y por lo tanto no 
son bienes del dominio público internacional. De hecho 
las nuevas biotecnologías, así como aquellas de la infor-
mación y comunicación, son claros ejemplos de la ten-
dencia mundial de privatización del conocimiento. 
En esencia, el desarrollo de los OVMs puestos en el 
mercado se ha dado en el marco del nuevo paradigma 
para lograr el cambio técnico en la agricultura susten-
tado en la innovación tecnológica el cual surgió dentro 
del ámbito industrial, pero está siendo crecientemente 
aplicado en la agricultura. Bajo este paradigma las inno-
vaciones no son únicamente el resultado de la investiga-
ción pública, sino que provienen de nuevas y variadas 
fuentes y alianzas entre actores institucionales publico 
privados con una visión de cadena agroindustrial, y bajo 
la premisa de que la innovación realmente ocurre cuan-
do el conocimiento es llevado al mercado. 
Desarrollo industrial. En gran parte derivado de lo an-
terior, el desarrollo y comercialización de los cultivos de 
OVMs en algunos aspectos tiene rasgos del desarrollo 
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XVI Congreso de la Asociación de Técnicos Azucareros de Centro América
XVI Congreso de la Asociación de Técnicos Azucareros de Costa Rica
de productos de la industria farmacéutica, 
aunque también grandes diferencias con ella. 
Al igual que los fármacos, en los que el pacien-
te quiere saber sobre su forma de uso, com-
posición, efectos y contraindicaciones, en el 
caso de los OVMs el consumidor y la sociedad 
en general esta empezando a interesarse por 
tener mayor información de las características, 
riesgos, inocuidad y efecto en la salud, entre 
otros aspectos. Por otra parte, el desarrollo de 
estos productos, desde la misma investiga-
ción, pasando por las pruebas de laboratorio, 
campo y validación es muy costoso para los 
escasos presupuestos públicos. Igualmente, la 
propiedad intelectual de los componentes de 
la construcción genética y del proceso de obtención del 
OVM, se rige principalmente por patentes en los países 
que los desarrollan y además, se protegen en varios paí-
ses. Esto contrasta con las obtenciones vegetales con-
vencionales en las cuales los derechos de propiedad se 
dan bajo un sistema sui generis como el caso de los de-
rechos de obtentores vegetales, DOV, como el caso de la 
UPOV. Este sistema no parece ser suficientemente fuerte, 
a juicio de las compañías, para la protección del produc-
to transgénico final ni de los componentes utilizados en 
los procesos de ingeniería y transformación porque se 
argumenta que su alcance es menos amplio. Por ejem-
plo, la protección específica de los nuevos genes intro-
ducidos en una variedad transformada, no se aseguraría 
necesariamente bajo los DOV” si además dicha variedad 
fuese usada para otro proceso de mejoramiento genéti-
co conducente a generar un nuevo material. 
Proceso regulatorio. Los productos de la investi-
gación agrícola utilizando técnicas convencionales de 
mejoramiento genético se rigen por exigencias regula-
torias más simples y menos costosas, en contraste con 
aquellos derivados de la ingeniería genética como son 
los OVMs por su novedad y naturaleza biológica. Entre 
dichos procesos están los correspondientes a la biose-
guridad en sus distintas dimensiones y los de propiedad 
intelectual, que inclusive tienen una dimensión regu-
latoria propia en el ámbito de la OMC bajo los ADPICS, 
como ya se menciono. La bioseguridad alcanza todos los 
eslabones de la cadena agroalimentaria desde la base 
de la producción como son los recursos naturales, y en 
este caso la diversidad genética existente, pasando por 
la producción primaria, luego los procesos de procesa-
miento y transformación de productos, hasta llegar al 
consumidor de los propios alimentos. La Figura 2 mues-
tra el alcance de la bioseguridad tanto en la producción 
primaria como en sus encadenamientos hacia atrás con 
los recursos naturales y la industria de insumos y hacia 
adelante con la industria y el consumo. 
En materia de bioseguridad las regulaciones prevén 
análisis de riesgo del producto sobre los impactos po-
sibles en la propia agricultura, el ambiente, la diversi-
dad genética y en la salud humana. Para efectos de la 
investigación con OVMs, la misma debe ser autorizada 
por parte de las autoridades nacionales competentes en 
bioseguridad. Posteriormente, para la liberación y luego 
el lanzamiento formal comercial de un OVM también 
se requiere, además de los requisitos tradicionales, la 
evaluación de riesgo y obtención de permisos para su 
comercialización. También bajo el PCB se exige la iden-
tificación de los mismos. El cuadro 1 muestra una com-
paración entre los procesos regulatorios requeridos para 
un material obtenido por técnicas de mejoramiento con-
vencional con aquellos a base de OVMs. Se postula que 
el proceso de regulatorio para lanzar un nuevo material 
transgénico podría costar de US$ 0,1 a 0,8 millones por 
evento por año, dependiendo del país. . (Atanassov, et al, 
2004) Esto aspectos están por determinarse en el cam-
po animal. No todas las instituciones de ALC pueden 
afrontar tales costos 
CUADRO 1
Gestión regulatoriade los productos de OVMs 
Figura 2. Bioseguridad a lo largo de la cadena agroindsutrial
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Centro de Convenciones del Hotel Ramada Plaza Herradura
4. BIOSEGURIDAD Y EL COMERCIO
La implementación del PCB, del cual 20 países de la 
Región son parte, requiere un conjunto de condiciones 
institucionales y técnicas de los países signatarios del 
mismo, para que puedan garantizar la seguridad de la 
biotecnología dentro de su jurisdicción nacional y evitar 
posibles efectos adversos del transporte transfronterizo 
de los productos desarrollados por las nuevas biotecno-
logías sobre la conservación y utilización sostenible de 
diversidad biológica, el ambiente y teniendo en cuanta 
los riesgos para la salud humana.
El PCB, sin dudas en un paso muy importante que 
se dio a nivel global para regular los movimientos trans-
fronterizos de OVM y proteger la biodiversidad. Como 
todo acuerdo global, elaborado por consenso, tiene as-
pectos no del todo esclarecidos y necesarios de precisar 
para efectos de su implementación. Los países de la Re-
gión muestran diferente grado de avance en términos 
del establecimiento de regulaciones nacionales para los 
productos derivados de las nuevas agrobiotecnologías. 
Un estudio del IICA indicó que el 23% de los países tenía 
legislaciones específicas sobre bioseguridad para OVMs, 
un 40% tenían regulaciones contenidas en otras leyes, 
por ejemplo de sanidad vegetal o de semillas y un 37% 
no tenía regulaciones (Alarcón, 2002) . En los últimos dos 
años a través de esfuerzos nacionales, el apoyo de pro-
yectos financiados por el GEF y de la cooperación inter-
nacional, los países han avanzado en materia regulatoria 
como parte de la implementación del PCB. 
Si bien todo el PCB es de interés desde la perspec-
tiva del comercio, para efectos de este escrito, se 
destacan en particular los Artículos 18 y 24. El 18 
se refiere a la manipulación, transporte, envasado e 
identificación de OVMs. En su numeral 18 (2a) se cu-
bren los aspectos referidos a OVMs para consumo 
directo humano y animal o para procesamiento y 
las medidas requeridas para la documentación que 
acompaña a dichos OVMs objeto de movimientos 
transfronterizos. El Artículo 24 del PCB establece la 
relación comercial entre Partes y Estados No Parte. 
Se establece que la relación comercial para OVM 
entre los países que han ratificado el PCB y los que 
no lo han hecho, deben hacerse de manera compa-
tible con el objetivo del PCB, “mediante acuerdos 
bilaterales regionales y multilaterales con los Esta-
dos que no son Partes en relación con esos movimientos 
transfronterizos”. 
En esencia bajo el marco jurídico del PCB las partes 
pueden decidir si aceptan o no el ingreso de “commodi-
ties” y productos derivados que puedan contener OVM’s, 
comunicando su decisión a la comunidad internacional 
por medio de un mecanismo de intercambio de infor-
mación vía internet. La situación se torna compleja para 
avanzar en los acuerdos sobre la implementación del 
PCB porque hay países partes y no partes en los desarro-
llados y también entre aquellos en desarrollo. El asunto 
no es solo cuestión de puntos de vista norte- sur, como 
algunos lo ven, sino también sur-sur. Una realidad es cla-
ra, por lo menos para dos commodities, maíz y soya, y 
es que los países ratificantes (partes) del PCB exportan 
bajas proporciones de estos cultivos mientras que los no 
ratificantes son los mayores exportadores y caso similar 
ocurre con las importaciones (Cuadro 2). Es entonces de 
entender que haya preocupaciones sobre las inciden-
cias que pueda traer la implementación del PCB entre 
países partes y no partes. Para evitar posibles impases 
en el comercio algunos países han desarrollado medi-
das temporales como el Acuerdo trilateral firmado entre 
Canadá, México y Estados Unidos en el marco de las esti-
pulaciones del artículo 18. 2.a del PCB para el movimien-
to transfronterizos de “commodities” que contienen o 
pueden contener OVM. El impacto de este acuerdo y 
las experiencias que se deriven de su implementación 
serán importantes de analizar. Así mismo, derivado de 
la Reunión de las partes del PBC de Malasia en el 2004 
se formaron grupos de expertos para analizar aspectos 
específicos de la implementación del PCB y dar reco-
mendaciones técnicas para alimentar las discusiones y 
decisiones de la próxima Conferencia de Canadá a me-
diados del 2005. 
CUADRO 2
Importaciones de Maíz y Soya entre países ratificantes y no 
Ratificantes del PCB Américas
En síntesis, corresponderá a los países relaciona-
dos comercialmente acotar los procedimientos para 
llevar a cabo sus transacciones en concordancia con los 
propósitos del PCB y a la vez contemplando los acuer-
dos bajo la OMC, en particular el AMSF y el Código de 
Obstáculos Técnicos al Comercio. El análisis de estos 
acuerdos es esencial para establecer en la mejor forma 
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XVI Congreso de la Asociación de Técnicos Azucareros de Centro América
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la compatibilidad entre medidas según los acuerdos en 
función de impedir o restringir la entrada al país de un 
OVM, o por el contrario autorizar el mismo. Como señala 
Cabrera (2004), la contradicción o complementariedad 
entre las normas y la jurisprudencia que se aplique con 
base a las medidas a adoptarse, de modo que se prohíba 
la entrada y uso de los OVMs en un país está por deter-
minarse, sobre todo si se llegase a aplicar el principio 
precautorio siendo este un tema de potencial conflicto. 
Otro aspecto que merece especial atención en el 
proceso de toma de decisiones para instrumentar el 
PCB se refiere a las implicaciones presupuestales de los 
procesos de regulación. De una parte hay que prever 
presupuestos adecuados para la instalar y operar las 
actividades regulatorias y de otra, valorar los impactos 
de la aplicación de las medidas, no solo para la investi-
gación como se señaló, sino para la comercialización de 
los OVMs. Existen algunos estudios de costos respecto 
a la detección de OVM en cargamentos en los puntos de 
exportación los cuales varían según el grado de especi-
ficidad de la detección del OVM y si se requiere también 
dicha detección en el punto de importación. (Kalitzan-
donakes, 2004). Es importante intensificar los análisis 
de costos y evaluación de impacto socioeconómico, 
integrando esfuerzos técnicos entre partes y no partes 
del PCB, a fin de proveer bases para la toma de decisio-
nes. En ello es muy importante tomar en consideración 
quien absorbe los incrementos de costos en la cadena 
agroalimentaria y sobre el posible impacto que pudiera 
haber en un futuro sobre los precios de los alimentos.
5. ALGUNAS REFLEXIONES 
DE TIPO INSTITUCIONAL
Las oportunidades que ofrecen las nuevas agrobio-
tecnologías, al ser usadas en combinación con las tecno-
logías convencionales, así como prever un uso seguro 
de las mismas implican intensificar esfuerzos institucio-
nales a nivel nacional y hemisférico en varios aspectos, 
entre los cuales se destacan los siguientes: 
a. Disponer de políticas explícitas, según necesidades, 
análisis de impacto y equipos humanos para análi-
sis prospectivos sobre el papel de la biotecnología 
en el desarrollo y el seguimiento e impacto de los 
acuerdos internacionales; 
b. Mejorar los procesos de identificación y gestión de 
prioridades para aprovechar mejor los escasos re-
cursos y lograr resultados con alto impacto en un 
marco de equidad; 
c. Caminar hacia procesos centrados en innovación, 
creando las condiciones para el fomento de empren-
dimientos público-privados nacionales y regionales 
vinculando la investigación con el mercado; 
d. Superar las debilidades de la institucionalidad de 
investigación y de regulación desarrollando capaci-
dades institucionales para el desarrollo y uso de las 
agrobiotecnologías; 
e. Implementar un ambiente regulatorio racional que 
brinde confianza a los diferentes grupos de interés, 
promueva el avancecientífico-tecnológico evaluan-
do el impacto de las medidas; 
f. Procurar la armonización de políticas y regulaciones 
entre países en los aspectos relacionados con las 
agrobiotecnologías y bioseguridad;
g. Revertir la subinversión en ciencia y tecnología en 
la mayoría de países y la Región incidiendo en el 
desarrollo de las agrobiotecnologías; 
h. Crear las condiciones propicias para el desarrollo de 
los agronegocios y la agroindustria que incluyendo 
la pequeña agricultura para un mejor aprovecha-
miento de las agrobiotecnologías;
i. Intensificar los esfuerzos de cooperación técnica 
entre países aprovechando los mecanismos regio-
nales existentes y propiciando el desarrollo una 
estrategia hemisférica permita integrar visiones y 
esfuerzos en las Américas en un contexto de com-
petitividad global. 
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cola y Desarrollo Rural en America Latina y el Caribe. BID. RUR 
– 107. 84.p 
 NOTAS
a Este escrito corresponde a una actualización del preparado por los 
mismos autores y publicado en E-COMUIICA del IICA, 2005.
b Director de Tecnología e Innovación IICA 
c Ex Director de Recursos Genéticos y Bioseguridad Agrícola del 
Instituto Colombiano Agropecuario y ExPresidente de la Comi-
sión Técnica de Bioseguridad de Colombia, respectivamente IICA 
San José de Costa Rica. Febrero 2005. Se agradecen los valiosos 
comentarios y mejoras al presente escrito por parte de Agustín 
López, Jorge Cabrera, Marta Valdez, Viviana Palmieri, Jorge Ardila, 
Assefaw Tewolde, Eduardo Rojas y Tim Bryan. 
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XVI Congreso de la Asociación de Técnicos Azucareros de Centro América
XVI Congreso de la Asociación de Técnicos Azucareros de Costa Rica
I. INTRODUCCIÓNA
El tema de los derechos de propiedad intelectual 
(DPI) se ha encontrado inmerso en intensos debates y 
polémicas respecto a la conveniencia y la oportunidad 
de vincular esta temática con los Tratados de Comercio, 
como componente imprescindible en las agendas y 
mesas de negociación comerciales. En diferentes foros 
nacionales e internacionalesb, se están discutiendo las 
transformaciones legales e institucionales provenientes 
de los acuerdos a ser concretados, y los efectos que 
tendrán en tópicos tan relevantes como la competiti-
vidad de las naciones, el desarrollo industrial, la salud 
pública, la educación, la seguridad alimentaria y más re-
cientemente sobre el ambientec. Con relación a este úl-
timo aspecto, y debido al surgimiento de un marco legal 
internacional contemplado en las disposiciones del Con-
venio sobre la Diversidad Biológica (CDB) y Tratado de la 
FAO sobre los Recursos Fitogenéticos para la Alimenta-
ción y la Agricultura ( TI), se ha insistido en la existencia 
de un conflicto entre ciertas tendencias orientadas al 
fortalecimiento de los derechos de propiedad intelectual 
y los objetivos de conservar, utilizar sosteniblemente la 
biodiversidad y distribuir equitativamente los beneficios 
derivados del uso de los recursos genéticos. En este sen-
tido, si bien consideramos que la implementación prác-
tica de ciertas formas de propiedad intelectual puede 
tener consigo efectos negativos, el presente trabajo par-
te de la premisa de que existe un margen de maniobra 
adecuado para establecer sinergias apropiadas entre las 
obligaciones comerciales en materia de DPI y aquellas 
contenidas en los tratados ambientales citados. 
El debate en torno al tema de la propiedad inte-
lectual ha sido profuso y parte de consideraciones mu-
cho más amplias relativas al papel de estos derechos 
en la difusión de las innovaciones y el conocimiento, 
como agentes importantes para el desarrollo de los 
países. En gran medida las discusiones giran en torno 
a las consecuencias que el fortalecimiento de los DPI 
pueden tener sobre la posibilidades de desarrollarse 
mediante el uso de tecnología, el acceso a instrumen-
tos básicos para la educación (bases de datos, software, 
entre otros) y para la salud (v.g. medicamentos) y sus 
impactos en la biodiversidad. No es de extrañar que a 
la vinculación del tema con las agendas de comercio 
(en forma reciente) y de desarrollo (desde mediados de 
los 60) se le agregue ahora un nuevo elemento de im-
portancia: el ambiental. 
La mayoría de los autores y organizaciones que 
se refieren al tópico (en el marco de las disposiciones 
existentes en el ADPIC), consideran especialmente los 
efectos que los derechos de propiedad intelectual sobre 
formas de vida (y en concreto lo dispuesto en el artículo 
27.3.b) tendrían sobre la biodiversidad y sobre las comu-
nidades indígenas y campesinas. Los argumentos cubren 
un amplio espectro, desde el fomento a la biopiratería 
sobre los recursos y conocimientos tradicionales, hasta 
la imposibilidad de los campesinos para guardar e inter-
cambiar semillas de variedades protegidas por estos de-
rechos, pasando por las implicaciones y consecuencias 
de los organismos genéticamente modificados. En de-
finitiva, la relación entre propiedad intelectual, recursos 
genéticos, distribución de beneficios y conocimiento 
tradicional resulta compleja (Downes, 1999). 
 
POSIBILIDADES Y OPCIONES PARA ESTABLECER SINERGIAS ENTRE LA UPOV Y LAS 
OBLIGACIONES CONTENIDAS EN TRATADOS AMBIENTALES MULTILATERALES
Jorge Cabrera Medaglia
jacmed@racsa.co.cr
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Centrode Convenciones del Hotel Ramada Plaza Herradura
II. ANÁLISIS Y DESCRIPCIÓN DE 
PRINCIPALES ASPECTOS JURÍDICOS 
DEL SISTEMA DE UPOV 1991 Y DE LA 
APLICACIÓN DEL SISTEMA DE PATENTES A 
LAS PLANTAS Y VARIEDADES VEGETALES.D
A) Conceptos Básicos sobre los Sistemas de Protección 
de los DPIe.
En esta sección se explica brevemente el funcio-
namiento de los sistemas de protección de los DPI re-
levantes para el estudio: el sistema de patentes y el de 
derechos de obtención vegetal.
1. El sistema de Patentes.
Para obtener una patente de invención se deben 
cumplir con una serie de requisitos:
Novedad: Se exige que la invención no se encuen-
tre en el “estado de la técnica”, el cual comprende todo lo 
que haya sido divulgado o hecho accesible al público en 
cualquier lugar del mundo y por cualquier medio antes 
de la fecha de presentación de la solicitud de patente. 
También es usual considerar dentro del “estado de la téc-
nica” el contenido de la solicitud de patente en un regis-
tro de propiedad intelectual o industrial o la publicación 
de la solicitud. En algunas legislaciones, por ejemplo 
la estadounidense, se prevén periodos de gracia en las 
cuales la divulgación o publicación del invento no des-
truyen la novedad de la patente.
Nivel inventivo: Se considera que una invención tie-
ne nivel inventivo, si para una persona capacitada en la 
técnica correspondiente la invención no resulta obvia, ni 
se habría derivado de manera evidente del estado de la 
técnica pertinente.
Ello implica que en muchos casos, el simple cruce de 
plantas y el resultado obtenido, no tendrán el suficiente 
nivel inventivo para otorgarles una patente de invención 
(Astudillo y Alarcón 1997). Diferente es el caso de un or-
ganismo resultante de modificaciones mediante técnicas 
de ingeniería genética (ADN recombinante, etc.) las cuales 
si pueden ser patentables. A pesar de ello, en la práctica 
de los Estados Unidos se han otorgado patentes a plantas 
modificadas por medio convencionales. Igualmente las 
Oficinas de Patentes han permitido el patentamiento de 
plantas, semillas, métodos de mejoramiento, híbridos, lí-
neas híbridas, etc. Estas interpretaciones han considera-
do que las invenciones relacionadas con la materia viva 
(plantas en este caso) son susceptibles de protección 
al cumplir con el requisitos de nivel inventivo. Ello ha 
abierto la puerta para el otorgamiento de estos títulos 
de protección de manera sumamente amplia a innova-
ciones relacionadas con la materia viva, aún las creadas 
mediante mejoramiento genético convencional. 
Aplicación industrial: Una invención se considerará 
que posee aplicación industrial cuando su objeto pueda 
ser producido o utilizado en cualquier tipo de industria o 
actividad productiva. El término “industrial” se entiende 
en sentido amplio, comprendiendo la artesanía, la agri-
cultura, ganadería, pesca, servicios, etc. Como un invento 
se conceptúa como la solución técnica de un problema 
específico, meras elucubraciones sin aplicación práctica 
se encuentran fuera del derecho de patentes.
Asimismo, el sistema de patentes exige que el solici-
tante describa y haga públicos- en algunas legislaciones 
de la mejor manera posible-, todos los detalles de su in-
vención de forma suficientemente clara y completa para 
que una persona capacitada en la técnica pueda repro-
ducirla y ejecutarla, sin requerir una nueva actividad in-
ventiva (enablement). De esta manera, el inventor pone 
a disposición del público toda la información sobre su 
invento, la cual vendrá a ser parte del bagaje de la tec-
nología. En ocasiones si la complejidad de la invención 
lo determina (cual es el caso de la mayoría de aquellas 
relativas a la materia viva), puede sustituirse o comple-
mentarse la descripción con el depósito (por ejemplo, 
del microorganismo o la planta).
Tampoco es posible proteger inventos contrarios al 
orden público, la moral y las buenas costumbres.
La patente puede conferirse a un producto, a un 
proceso (un método de fabricación, etc.) a un producto 
obtenido directamente de la utilización de un proceso, 
o a un nuevo uso de un producto existente. La patente 
se conferida otorga derechos exclusivos para: 1) Cuan-
do se trate de un producto, impedir que terceros sin su 
consentimiento, realicen actos de fabricación, uso, ofer-
ta para la venta, venta o importación para esos fines del 
producto objeto de la patente. 2) Cuando se trate de un 
procedimiento, el de impedir que terceros, sin su consen-
timiento, realicen el acto de utilización del procedimien-
to y los actos de uso, oferta para la venta, importación 
para esos fines, del producto obtenido directamente por 
el procedimiento.
Generalmente, las leyes de patentes establecen ex-
cepciones a los derechos del titular relativas a los actos 
de investigación y enseñanza. Además en ocasiones se 
encuentra estipulado el llamado uso inocentef.
El alcance de los derechos queda determinado por 
las reinvindicaciones, es decir las solicitudes concretas 
de protección que realice el inventor.
En materia agrícola son de interés las siguientes 
consideraciones sobre las patentes a ser otorgadas ( 
Barton, 1998):
Genes y plantas conteniendo esos genes contenien-
do esos genes. Esta constituye una de las más importan-
tes formas de protección sobre los genes y las plantas 
transformadas que contengan el mismo. Un ejemplo 
de las reinvindicaciones de este tipo de patentes se 
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XVI Congreso de la Asociación de Técnicos Azucareros de Centro América
XVI Congreso de la Asociación de Técnicos Azucareros de Costa Rica
muestra en las siguientes: “ una proteína purificada o ais-
lada; la secuencia de ácido nucleico aislada o purificada 
que codifica la proteína, plásmidos y vectores de trans-
formación conteniendo la secuencia genética, plantas o 
semillas de tales plantas transformadas con tales vecto-
res y conteniendo la secuencia genética y la progenie o 
semillas de tales plantas” (Barton, 1998). En estos casos, 
bastante frecuentes en la nueva biotecnología agrícola, 
se protege el uso del gen por un tercero, incluyendo su 
utilización e inserción en otras variedades vegetales. Sin 
embargo, estas patentes no son permitidas en todos los 
países y aún en aquellos que las otorgan existen impor-
tantes discusiones sobre lo obvio de la invención y sobre 
la característica de descubrimiento más que de invento 
de tales secuencias y proteínas.
Procesos básicos e invenciones. En estos casos se tra-
ta de patentes de suma importancia desde el punto de 
vista del control del mercado, sobre todo las relaciona-
das con el uso de ingeniería genéticas y otros técnicas 
similares para crear plantas transgénicas. Precisamente 
por las amplias reinvindicaciones de estas patentes han 
traído consigo litigios y es difícil determinar hasta donde 
puede emplearse una patente de proceso sin infringir 
otras similares (Barton, 1997 y 1998). Ejemplos de estas 
patentes están constituidos métodos para la introduc-
ción de sustancias en células vivas y tejidos; métodos 
para regular la expresión de genes en plantas, etc (Bar-
ton, 1998). 
Variedades terminadas. Por ejemplo en los Estados 
Unidos es posible obtener patentes para una variedad 
específica identificada por la descripción o el depósito, 
siendo los estándares para otorgar estas patentes re-
lativamente bajos (Barton, 1998). Por ejemplo, se han 
otorgado patentes a variedades de maíz y de soya. Posi-
blemente otros países no acepten este tipo de patentes 
sobre variedades producidas por métodos convencio-
nales, considerando que no poseen nivel inventivo.
En términos de la protección otorgada por patentes 
debe tenerse presente que El Salvador ha decidido pro-
ceder con la misma. 
2. El Sistema de los Derechos de 
 Obtención Vegetal (DOV)g
En la década de los 50 en Europa se comenzó a dis-
cutir sobre la necesidad de otorgar algún tipo de protec-
ción a las plantas. Inicialmente no existía consenso sobre 
cuál sería el sistema de protección. Se perfilabancomo 
posibilidades tanto la modalidad de patentes o bien la 
creación de un nueva modalidad « sui generis » 
Precisamente, las dificultades de tutelar estas nuevas 
variedades mediante las patentes de invenciónh, condu-
jeron a países como los Estados Unidos y varias naciones 
europeas a emitir leyes especiales destinadas a brindar a 
los fitomejoradores determinados derechos. Las iniciati-
vas nacionales en estos países llevaron a la negociación 
y aprobación en 1961 del Convenio Internacional para 
la Protección de las Obtenciones Vegetales (UPOV). Fir-
mado en París, entró en vigor el año 1968, revisado pos-
teriormente en 1972, 1978 y 1991. Actualmente sólo es 
posible acceder al Acta de 1991.i
De esta forma, la protección de las plantas (varieda-
des vegetales) se ha efectuado por medio de un sistema 
alterno, diferente al de las patentes de invención. En tér-
minos generales, aunque este esquema pretende igual-
mente conferir un derecho de exclusión a terceros de una 
serie de actos, los principios básicos que rigen el mismo 
son diversos. 
De acuerdo con la UPOV, la variedad vegetal que se 
pretende proteger debe cumplir con 4 requisitos o con-
diciones fundamentales (artículos 5 a 9):
1) Debe ser distinta o claramente distinguible de 
cualquier otra variedad cuya existencia sea notoria-
mente conocida al momento de solicitar la protec-
ción. En particular, el depósito en cualquier país de 
una solicitud de derecho de obtentor para otra va-
riedad o la inscripción en un registro de variedades 
oficiales reputará a dicha variedad notoriamente 
conocida (art. 7)
2) Suficientemente homogénea, teniendo en cuenta 
las particularidades que presenta su reproducción 
sexual o su multiplicación vegetativa. Se conside-
rará homogénea a la variedad si es suficientemente 
uniforme en sus caracteres pertinentes, a reserva de 
su variación previsible habida cuenta de las particu-
laridades de su reproducción sexuada o vegetativa 
(art 8).
3) Estable en sus caracteres esenciales de forma 
que pueda permanecer fiel a su tipo después de 
reproducciones o multiplicaciones sucesivas. Se 
considerará estable si sus caracteres pertinentes 
permanecen inalterados después de reproduccio-
nes o multiplicaciones sucesivas o en caso de un 
ciclo particular de reproducciones, al final de cada 
ciclo (art 9). 
4) Nueva en el sentido de que no haya sido comer-
cializada o entregada a terceros (el material de re-
producción o multiplicación o un producto de la 
cosecha de la variedad), con fines de explotación 
de la variedad, con el consentimiento del obtentor, 
sus derechohabientes y causahabientes en el país 
en el cual se solicita protección durante un determi-
nado plazo antes de la fecha de solicitud (un año) o 
en un país diferente en un el plazo de cuatro años y 
en de seis si se trata de árboles o vides (art 6). Como 
se observa en el caso de las variedades vegetales 
se adopta un concepto de novedad comercial (la 
516
1 al 4 de agosto de 2006
Centro de Convenciones del Hotel Ramada Plaza Herradura
entrega del material o producto de la cosecha para 
fines de explotación).
Igualmente debe poseer una denominación (artícu-
lo 20).
El procedimiento de inscripción es usualmente 
más sencillo que el de las patentes y se debe realizar un 
examen sobre la variedad materializada o en algunos 
países resulta suficiente la confrontación de los datos 
suministrados por el solicitante con los existentes para 
verificar el cumplimiento de los requisitos por parte de 
la variedadj. 
En términos generales se requiere la autorización del 
titular del derecho, sujeta normalmente a condiciones 
como el pago de regalías, para los siguientes actos rea-
lizados respecto al material de reproducción o propaga-
ción (artículo 14):
1) La producción o reproducción ( multiplicación)
2) La preparación con fines de reproducción o 
multiplicación
3) La oferta en venta
4) La venta o cualquier forma de comercialización
5) La exportación
6) La importación
7) La posesión para cualquiera de los fines anterior-
mente indicados
Esta autorización se aplica igualmente a variedades 
esencialmente derivadas de la variedad protegida cuan-
do ésta no sea a su vez una variedad esencialmente de-
rivada; a variedades que no distingan claramente de la 
variedad protegida y a variedades cuya producción ne-
cesite del empleo repetido de la variedad protegida.
Igualmente se requerirá la autorización del obtentor 
para los actos realizados respecto del producto de la co-
secha, incluidas las plantas enteras y partes de plantas, 
obtenido por una utilización no autorizada de material 
de reproducción o multiplicación de la variedad protegi-
da, a menos que el obtentor haya podido ejercer razona-
blemente su derecho en relación con dicho material. 
De manera opcional se prevé igualmente que cada 
Parte pueda requerir la autorización del titular para los 
actos realizados respecto de productos fabricados direc-
tamente a partir de un producto de cosecha de la va-
riedad protegida, por utilización no autorizada de dicho 
producto de la cosecha, a menos que el obtentor haya 
podido ejercer razonablemente su derecho en relación 
con dicho producto de la cosecha. Los países pueden re-
querir la autorización del titular para actos distintos a los 
antes indicados.
Una variedad se considerará esencialmente deriva-
da si (artículo 14):
- se deriva principalmente de la variedad inicial o de 
una variedad que a su vez de deriva de la variedad 
inicial, conservando al mismo tiempo las expresio-
nes de sus caracteres esenciales que resulten del 
genotipo o de la combinación de genotipos de la 
variedad inicial y se distingue claramente de la va-
riedad inicial 
- se distingue claramente de la variedad inicial
- salvo por lo que respecta a las diferencias resultan-
tes de la derivación, es conforme a la variedad inicial 
en la expresión de sus caracteres esenciales.
Las variedades esencialmente derivadas podrán ob-
tenerse por ejemplo, por la selección de un mutante na-
tural o inducido o de un variante somaclonal, selección 
de un individuo variante entre las plantas de la variedad 
inicial, retrocruzamiento o transformaciones por inge-
niería genética.
La protección actual se extiende a todos los géneros 
botánicos (art. 3). A la fecha de quedar obligado por las 
disposiciones del Convenio se deben proteger al menos 
15 géneros o especies vegetales y a más tardar 10 años 
después todas las especies o géneros vegetales. 
Se establece el trato nacional para las personas físi-
cas o jurídicas residentes en los Estados Miembros ase-
gurándose que se les conceda el mismo trato otorgado a 
los nacionales y la existencia de un derecho de prioridad 
de 12 meses (arts 4 y 11). 
Se establece el agotamiento del derecho del obten-
tor respecto a los actos relativos al material de la varie-
dad protegida que haya sido vendido o comercializado 
de otra manera por el titular o con su consentimiento, 
salvo que impliquen una nueva reproducción o multi-
plicación de la variedad o que implique la exportación 
del material a un país que no la proteja (excepto para su 
consumo final, de conformidad con el artículo 16).
También, la tutela por este mecanismo es menor, 
en el tanto no concede protección a los procesos ni a 
las partes de las variedades. Sólidos argumentos se han 
esgrimido para justificar el otorgamiento de un tutela 
distinta a los mejoradores de plantas que parta de consi-
deraciones propias de la forma en como estos obtienen 
su invención y de la necesidad de garantizar el adecua-
do desarrollo de los regímenes de investigación y ex-
plotación agrícola y de las prácticas de intercambio de 
semillas entre los agricultores. 
Adicionalmente, la UPOV contiene algunas reglas 
de importancia en lo tocante a su forma de funciona-
miento, contenidas en el artículo 15 (excepciones al 
derecho del obtentor). Según la UPOV, el uso de una va-
riedad vegetal para crear nuevas variedades y la explo-
tación comercial de éstas permanece libre(Excepción 
del Mejorador, excepto que la nueva variedad sea una 
517
XVI Congreso de la Asociación de Técnicos Azucareros de Centro América
XVI Congreso de la Asociación de Técnicos Azucareros de Costa Rica
variedad esencialmente derivada). También se permite a 
los agricultores el uso de sus propias semillas de varieda-
des protegidas para la siembra de la siguiente cosecha 
en su propio campo (Privilegio del Agricultor). Se exclu-
yen asimismo los actos realizados en un marco privado 
con fines no comerciales y los actos realizados a título 
experimental. Los derechos del obtentor no se hacen ex-
tensivos a los productos obtenidos con las semillas pro-
tegidas, los cuales pertenecen al agricultor. El artículo 17 
(limitación al ejercicio del obtentor) establece que salvo 
disposición expresa del Convenio ninguna Parte podrá 
limitar el libre ejercicio de un derecho de obtentor, sal-
vo por razones de interés público. Tal limitación debe-
rá acompañarse de una remuneración equitativa. Esta 
norma usualmente se traduce en el establecimiento de 
sistemas de licencias obligatorias.
En términos de las modificaciones de UPOV 1991 
con relación al Acta de 1978 pueden sintetizarse de la 
siguiente manera:
1. La excepción del mejorador se ha restringido al in-
troducirse el concepto de “variedad esencialmente 
derivada”. De esta forma la comercialización de una 
variedad creada a partir de una variedad protegida 
si ésta es esencialmente derivada de la primera, en 
los términos en que la Convención lo define ya no 
es libre. La investigación y el uso no comercial de la 
variedad, sí permanecen irrestrictos. Con ello se ha 
querido descartar mejoramientos cosméticos y a la 
vez recoger el sistema de dependencia de paten-
tes que existe en numerosas legislaciones. A la vez, 
se pretende proteger los derechos del obtentor vis 
los del ingeniero genético. Se ha afirmado que “La 
introducción de genes de interés en variedades ve-
getales está convirtiéndose en una práctica genera-
lizada. La extensión de la protección a las variedades 
esencialmente derivadas restablece el equilibrio en-
tre la protección por la patente y la protección por 
un título de obtención vegetal, pues si el obtentor no 
puede utilizar libremente un gen de resistencia para 
introducirlo en su variedad sin tener que pagar de-
rechos de patente, el ingeniero genético podría, sin 
protección a las variedades esencialmente derivadas, 
por ejemplo, introducir un gen de resistencia en una 
variedad protegida y comercializarla sin autorización 
del obtentor” (Oficina de la UPOV sin fecha).
2. El privilegio de los agricultores no se concede auto-
máticamente, sino que resulta una cláusula faculta-
tiva. Es decir no se estipula como una excepción a 
los derechos del titular, aunque se dispone que las 
Partes podrán restringir los derechos del obtentor, 
lo que supone que entonces la potestad de estipu-
lar la procedencia de este privilegio. Se califica tal 
facultad indicando que debe realizarse dentro de 
límites razonables y a reserva de la salvaguarda de 
los intereses legítimos del obtentor. Esta cláusula ha 
dado pie en la Unión Europea, al establecimiento de 
un régimen común de obtenciones vegetales, en el 
cual no se confiere el derecho del agricultor. Por el 
contrario, con la salvedad de ciertos agricultores pe-
queños, se debe pagar royalties sobre la reutilización 
de las semillas provenientes de variedades protegi-
das. El royalty por pagar, no obstante, es uno menor.
3. De conformidad con el sistema de la UPOV 1978, 
no se permite que se concedan dos tipos de protec-
ción a las obtenciones vegetales, a saber derechos 
de obtención vegetal y patentes. En el Acta de 1991 
se modificó esa regla en el sentido de permitir la 
coexistencia de los dos regímenes a quienes al mo-
mento de adherirse, manifestaran la posibilidad de 
conceder ambos títulos de conformidad con la le-
gislación del país en cuestión, cláusula que sólo Es-
tados Unidos ha reclamado. Las modificaciones de 
1991, permiten la coexistencia en cualquier caso de 
los dos tipos de tutela jurídica.
4. En algunos casos, cuando el titular del derecho de ob-
tención no haya podido ejercer sus derechos sobre el 
material de multiplicación o de reproducción, los de-
rechos se extienden sobre el material de la cosecha e 
incluso sobre los productos. Con ello se pretende evi-
tar que se realice una multiplicación no autorizada en 
un país que no proteja los derechos y la exportación 
del producto final a uno que si los proteja. 
5. En términos generales se han extendido el alcance 
de los derechos del obtentor, las especies por prote-
ger (todas) y término de protección (20 y 25 años).
Las modificaciones de UPOV son fruto de las mani-
festaciones de descontento por lo que algunos países 
consideraban una protección demasiado débil. Actual-
mente el único Convenio que estará abierto a la adhe-
sión de los países es la versión o Acta de 1991.k 
Debemos reiterar que las leyes nacionales de países 
no miembros de UPOV pueden establecer variaciones 
a las características antes dichas. En el tanto el sistema 
creado se considere efectivo (artículo 27 del ADPIC) será 
completamente compatible con el ADPIC.
En síntesis el Acta de la UPOV de 1991 contiene en 
general las siguientes disposiciones de interés:
1. Requiere a los Estados proteger al menos 15 espe-
cies de plantas al acceder a UPOV y proteger todas 
las variedades en el período de 10 años (artículo 3).
2. Contiene una definición de Variedad que no existía 
en el Convenio de 1978 (artículo 1).
3. Se permite la doble protección por la vía de las pa-
tentes y derechos de obtención a las mismas varie-
dades (artículo 35).
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Centro de Convenciones del Hotel Ramada Plaza Herradura
4. El Acta de 1991 formula de manera explícita, el re-
querimiento- implícito del Acta de 1978- permitien-
do la protección de las variedades descubiertas. De 
esta manera el artículo 1 (iv) define al mejorador 
como la persona que mejora o descubre y desarro-
lla una variedad.
5. Los cuatro requisitos para la elegibilidad de la va-
riedad para ser protegida se mantienen con ligeras 
variantes. Por tal razón, el Acta de 1991 ha recibido 
las mismas críticas en el sentido de permitir la ho-
mogeneización genética y su falta de habilidad para 
proteger variedades de plantas más diversas, varie-
dades tradicionales y landraces (artículos 5 a 9).
6. Se realizaron adiciones a los derechos exclusivos 
que poseen los mejoradores sobre el material pro-
tegido de las variedades de plantas, por ejemplo, se 
extienden los derechos al material cosechado y pro-
ductos- bajo ciertas condiciones y supuestos-, en el 
último caso (productos) de forma opcional para los 
Estados (artículo 14).
7. Trato Nacional. Cualquier derecho que una Parte 
otorgue en su legislación nacional debe ser inme-
diatamente concedido a los nacionales de otros Es-
tados miembros del Acta 1991. La reciprocidad no 
es permitida, como ocurría con el Acta de 1978 que 
autorizaba la reciprocidad en el supuesto del otor-
gamiento de mayores derechos que los estableci-
dos en la propia Acta (artículo 4).
8. El término de protección se extiende a 20 años y 25 
en el caso de árboles y vinos (artículo 19).
9. Excepciones y limitaciones. El Acta de 1991 formula 
de manera explícita que los actos privados sin pro-
pósitos comerciales están exentos de los derechos 
exclusivos atribuidos al titular de la variedad. Esta 
excepción, igualmente puede autorizar a los agri-
cultores al uso de material protegido en sus propios 
campos. Se reconoce igualmente la excepción de 
investigación en los casos de actos realizados para 
propósitos experimentales (art 15).
10. Se introduce el concepto de Variedad Esencialmen-
te Derivada (artículo 14). 
11. Privilegio del agricultor. El Acta de la UPOV 1991 
reconoce de manera explícita el privilegio del agri-
cultor, aunque de forma más limitada que su pre-
decesor. Por ejemplo, cada Parte puede estableceren sus leyes nacionales que los agricultores pueden 
utilizar sus semillas en sus propios campos. No obs-
tante, este privilegio debe ser ejercitado dentro de 
los límites razonables y sujeto a la salvaguarda de 
los legítimos intereses del mejorador (art 15). El Acta 
no autoriza a los agricultores a vender o intercam-
biar semillas con otros agricultores. En este orden 
de ideas de conformidad con la industria semillera 
(ASSINSEL) el término “límites razonables” debe en-
tenderse en el contexto de restringir la cantidad de 
semillas, hectáreas o especies que gozarán del privi-
legio del agricultor, mientras que la frase para “sal-
vaguardar los intereses del mejorador” requiere de 
una adecuada compensación. Por ejemplo, la Regu-
lación de la Unión Europea sobre DOV, No 2100/94 
del 27 de julio del 2004, exige una remuneración re-
ducida, excepto en el caso de pequeños agriculto-
res, mientras que la Legislación estadounidense, la 
Plant Variety Protection Act de 1994, no lo requiere 
dicho pago.
12. Licencias obligatorias. El artículo 17 del Acta de 
1991 permite a los miembros restringir los derechos 
del fitomejorador por razones de interés público y 
requiere el pago de una remuneración adecuada 
para el mismo.
13. El otorgamiento de la protección no puede estar 
sujeta a otras condiciones, siempre que la variedad 
posea una denominación, cumpla con las forma-
lidades previstas en la legislación nacional y pa-
gue las tasas respectivas (artículo 5). 
14. La nulidad variedad solo procede en los casos en que 
las condiciones establecidas para otorgar protección 
(distinción y novedad) no existan o si el solicitante no 
era el obtentor. Asimismo, la cancelación de la varie-
dad se permite sólo si no se cumple con las condicio-
nes de estabilidad y uniformidad; sí, después de ser 
requerido, el obtentor no presenta documentación o 
materiales para verificar el mantenimiento de la va-
riedad; no paga los derechos o tasas estipuladas; o 
no provee una nueva denominación luego de serle 
cancelas la primera. No es posible anular o cancelar 
el derecho por razones diferentes a las establecidas 
anteriormente (artículos 21 y 22).
15. Cada Parte, debe adoptar las medidas necesarias 
para la implementación de la Convención, inclu-
yendo: establecer medidas adecuadas para la ob-
servancia de los derechos; designar una autoridad 
competente para otorgarlos; asegurarse que el 
público es informado sobre las solicitudes y otor-
gamiento de derechos de obtentor y de las deno-
minaciones de las variedades. Cada Parte deberá al 
momento de acceder a la Convención de estar en 
posición, de conformidad con sus leyes, de cumplir 
con las disposiciones de UPOV (art. 30). 
16. 16 Finalmente, para acceder a UPOV (caso salvado-
reño), el país necesita enviar su legislación al Con-
sejo de ésta. El Consejo debe verificar y analizar 
si cumple con lo dispuesto en la UPOV o requiere 
modificaciones (artículo 34.3). De conformidad con 
este artículo si la respuesta del Consejo es positiva 
el país podrá depositar el instrumento de accesión.
 
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XVI Congreso de la Asociación de Técnicos Azucareros de Centro América
XVI Congreso de la Asociación de Técnicos Azucareros de Costa Rica
III. ANÁLISIS DE LAS DISPOSICIONES 
PERTINENTES DEL CAPÍTULO 15 
(PROPIEDAD INTELECTUAL) DEL CAFTA Y DE 
LAS OBLIGACIONES DIMANANTES 
DE LA OMC.
A) Las Normas Relevantes del ADPIC y las Discusiones 
de la Organización Mundial del Comercio. 
El ADPIC, negociado durante la Ronda Uruguay del 
entonces GATT, establece en su artículo 27 la obligación 
de todos los Estados Miembros de conferir protección 
por medio de patentes en todos los campos de la tecno-
logía, sin discriminación algunal. 
Las patentes se podrán obtener y los derechos de pa-
tente se podrán gozar, sin discriminación por el lugar de 
la invención, el campo de la tecnología o el hecho de que 
los productos sean importados o fabricados en el país.
Los Miembros podrán excluir de la patentabilidad 
de las invenciones cuya explotación comercial en su te-
rritorio deba impedirse necesariamente para proteger 
el orden público o la moralidad, inclusive para proteger 
la salud o la vida de las personas o de los animales o 
para preservar los vegetales o para evitar daños graves 
al medio ambiente, siempre que esa exclusión no se 
haga meramente porque la explotación esté prohibida 
por su legislación.
Esta disposición de naturaleza genérica, sin contar 
con un conjunto apropiado de excepciones y limitacio-
nes, conllevaría, por ejemplo, la necesidad de los países 
miembros de otorgar protección por medio del sistema 
de patentes a las invenciones relacionadas con la biotec-
nología modernam. No obstante, debido a la discrepancia 
en cuanto al alcance de la protección de las invenciones 
relacionadas con plantas y animales (fundamentalmen-
te los productos y procesos que involucran actividades 
de índole biotecnológica), el Acuerdo dispone en su ar-
tículo 27.3.b, lo siguiente:
Los Miembros podrán asimismo excluir de la 
patentabilidad:
a) …
b) las plantas y los animales excepto los microorganis-
mos y los procedimientos esencialmente biológicos 
para la producción de plantas y animales, que no 
sean procedimientos no biológicos o microbiológi-
cos. Sin embargo, los Miembros otorgarán protec-
ción mediante patentes a todas las obtenciones 
vegetales, mediante un sistema eficaz sui gene-
ris o mediante una combinación de ambos. Las 
disposiciones del presente apartado serán objeto 
de examen cuatro años después de la entrada en 
vigor del Acuerdo sobre la OMC.
Si bien es cierto, dicha disposición debió haber sido 
revisada en 1999 en seno del Consejo del ADPIC, los 
Miembros se limitaron a recopilar información sobre el 
estado de cumplimiento de los países con el mandato 
contenido en dicho artículon. Cabe indicar que los países 
en desarrollo contaban hasta el 1 de enero del 2000 para 
promulgar legislación que protegiera las variedades de 
plantas, excepto que la alternativa escogida fuera la pa-
tentabilidad de las variedades vegetales en cuyo caso, al 
tratarse de materia no sujeta a patentes previamente en 
el país de que se trataré, podía gozar de un plazo mayor 
hasta el 2005. 
La Declaración Ministerial de de Dohao que lanza la 
actual Ronda de Negociaciones Comerciales ( párrafo 
19) de la OMC específicamente encomienda al Consejo 
del ADPIC que al llevar adelante su programa de trabajo, 
incluso en el marco del examen previsto en el párrafo 3 
b) del artículo 27, del examen de la aplicación del Acuer-
do sobre los ADPIC previsto en el párrafo 1 del artículo 
71 y de la labor prevista en cumplimiento del párrafo 12 
de la Declaración, examine entre otras cosas, la relación 
entre el Acuerdo de los ADPIC y el Convenio sobre la Di-
versidad Biológica, la protección de los conocimientos 
tradicionales y el folklore, y otros nuevos acontecimien-
tos pertinentes señalados por los Miembros de confor-
midad con el párrafo 1 del artículo 71. Al realizar dicha 
labor, el Consejo de los ADPIC se regirá por los objetivos 
y principios enunciados en los artículos 7 y 8 del Acuer-
do sobre los ADPIC y tendrá plenamente en cuenta la 
dimensión del desarrollo.p
A la fecha en el Consejo del ADPIC a la luz del Manda-
do de Doha, una discusión profunda del contenido de di-
cho artículo se ha venido realizando, para lo cual diversas 
propuestas han sido presentadas especialmente a partir 
de la reunión del Consejoq de junio del 2003. El Anexo 1 
presenta una descripción de las posiciones y discusiones 
existentes en esta materia de interés para la consultoría.
En general, de conformidad con el ADPIC existen 
tres posibilidades para proteger las variedades vegeta-
les: mediante el sistema de patentes, por medio de un 
sistema sui generis o mediante una combinación de 
ambos. Probablemente esta última opción se redactó 
considerando la existencia de la legislación de Patentes 
de Plantas de 1930 de los Estados Unidos. El sistema sui 
generis más conocidoconsiste en UPOV. No obstante, 
el ADPIC no menciona a la Convención de la UPOV ni re-
quiere que los países miembros promulguen legislación 
basada en los principios que ésta posee. Lo anterior es 
particularmente relevante en el tanto, el artículo 27.3.b 
fue negociado con entero conocimiento de la existencia 
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1 al 4 de agosto de 2006
Centro de Convenciones del Hotel Ramada Plaza Herradura
del sistema sui generis de la UPOV. Consecuentemente, 
tampoco se menciona en la lista de tratados internacio-
nales que se contemplan en el texto del ADPIC. r 
Tomando en consideración lo anteriormente ex-
puesto, resulta claro que los países pueden establecer 
sus propios sistemas sui generis a condición de que 
estos sean “efectivos”. Pero exactamente cuales son las 
implicaciones, requisitos y condiciones, si alguno, que 
deben tener los mismos para ser conformes con las re-
glas del sistema multilateral de la OMC, no posee una 
respuesta unívoca. De hecho, pocos estudios se han rea-
lizado para responder a dicha interrogante. En definitiva, 
además del reconocimiento de que un sistema sui gene-
ris implica un instrumento legal de su “propia naturale-
za”, no existen mayores lineamientos respecto a cuál es 
exactamente su contenido.
 El Acuerdo regula con detalle aspectos referidos a 
la Observancia de los Derechos de Propiedad Intelec-
tual, lo cual incluye normas sobre procedimientos y re-
cursos civiles y administrativos ante la infracción de los 
derechos, pruebas, mandamientos judiciales, daños y 
perjuicios, decomisos, medidas provisionales, medidas 
en frontera, sanciones penales, etc. 
Los países en virtud de la dimensión de algunos de 
los cambios gozaban plazos transitorios para la aplica-
ción de lo dispuesto en el Acuerdo, a saber: Países desa-
rrollados: un año a partir de la vigencia del Acuerdo de la 
OMC, es decir enero de 1996. Países en desarrollo: 5 años 
a partir de la fecha antes dicha. Los países menos ade-
lantados gozarán de 11 años para modificar su legisla-
ción, los cuales eventualmente pueden ser prorrogados. 
Si se trata de ampliar la protección mediante patentes a 
sectores de la tecnología que antes no gozaban de tal 
protección, se establece un período de 10 años
1. El concepto de Sistema sui generis. 
Como indicamos el artículo 27.3.b del ADPIC men-
ciona la opción de proteger las variedades vegetales 
por medio de un sistema sui generis efectivo. Las únicas 
clarificaciones para tal esquema lo constituyen precisa-
mente la referencia a la característica de especial o parti-
cular del sistema y por otra parte la necesidad de que el 
mismo sea efectivo. Pocos análisis se han realizado sobre 
los requisitos de este mecanismo sui generis a la luz del 
acuerdo ADPIC s
 Por ejemplo, Leskien y Flitner ( 1997) establecen 
como cuatro condiciones del mismo:
 
- Debe proteger todas las variedades vegetales
- Tratarse de una forma de propiedad intelectual, es 
decir debe ser tal que permita excluir a terceros del 
uso del material protegido o al menos conceda una 
remuneración por ciertos usos del mismo;
- El respeto a los principios de Trato Nacional y de Na-
ción Más Favorecida;
- La existencia de procedimientos de observancia de 
los derechos.
Tal sistema sui generis, puede apartarse de los re-
querimientos de la UPOV en cualquiera de sus Actas de 
1978 o 1991e incluir disposiciones adicionales sobre:
- Protección de los derechos del agricultor, es decir, 
sobre las variedades tradicionales (landraces), para 
lo cual los requisitos exigidos deben variarse (Bar-
ton y otros 1999).
- Establecer mecanismos de distribución de benefi-
cios por el uso del material genético, por ejemplo a 
través de fondos u otros esquemas.
- Contemplar instrumentos como el certificado de 
origen.
- Modificar los requisitos y derechos otorgados a los 
titulares de las variedades y por ende las acciones 
que requieran de su autorización. 
 
Incluso Leskien y Flitner proponen un esquema sui 
generis que se separa de los requerimientos de UPOV, 
pero que contiene definiciones precisas sobre la materia 
protegible, los requisitos para la protección, la inclusión 
de nuevos elementos como el certificado de origen y el 
valor de cultivo y uso, el ámbito de la protección ( los 
actos que requieren autorización o remuneración al titu-
lar), la duración de los derechos, el “interface” con otros 
derechos de propiedad intelectual y por último conside-
raciones sobre registros, fondos y mecanismos de distri-
bución de beneficios.
En términos generales se han propuesto diferen-
tes construcciones de derechos sui generis con las más 
variadas denominaciones, con el fin de proteger los 
derechos de los agricultores y los conocimientos, inno-
vaciones y prácticas de las comunidades locales y los 
pueblos indígenas. 
En el caso de los países miembros del ADPIC y de 
UPOV 1991, situación en la cual podría encontrarse El 
Salvador de acceder a dicha Acta, los siguientes dos cua-
dros muestran cuales serían las obligaciones contraídas 
para dar protección de las variedades vegetales.
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XVI Congreso de la Asociación de Técnicos Azucareros de Centro América
XVI Congreso de la Asociación de Técnicos Azucareros de Costa Rica
CUADRO 2
Obligaciones requeridas en el caso de obtenciones vegetales para países que sean a la vez miembros del ADPIC y UPOV 91
Materia protegida Todas las variedades de plantas.
Criterios de protección Novedad, distinción, uniformidad y estabilidad.
Material protegido Material vegetativo y reproductivo, material cosechado bajo ciertas condiciones.
Trato Nacional y Nación Más Favorecida Aplicable a todos los miembros del ADPIC
Derechos exclusivos Los derechos exclusivos listados en el artículo 14 del Acta de UPOV 1991.
Medidas de observancia Requeridas.
Derecho de remuneración equitativa No se permite, el sistema es de derechos exclusivos, excepto en el caso de licencias obligatorias, 
artículo 17 del Acta de 1991.
Termino de protección 20 o 25 años.
Excepciones y limitaciones Se requieren las establecidas en el artículo 15 de UPOV como obligatorias y se permiten aquellas 
mencionadas en dicho numeral como facultativas (derecho del agricultor).
Otros requisitos Aquellos impuesto por UPOV.
Fuente: Helfer, 2002.
CUADRO 3
Discrecionalidad en la Adopción de Decisiones Prevista por el Acuerdo ADPIC y la UPOV Acta de 1991.
Países miembros de UPOV y ADPIC. Requisitos obligatorios: deben extender protección a todas las variedades de plantas; cumplir con los 
principios de Trato Nacional y Nación Más Favorecida y adoptar medidas efectivas de observancia. Deben otorgar los derechos contenidos en el 
artículo 14 de UPOV. Igualmente deben cumplir con los términos de protección; el privilegio del agricultor y la excepción del fitomejorador. Si 
el Estado es parte de la UPOV para cumplir con el ADPIC únicamente requeriría extender la protección a todas las variedades; otorgar el Trato 
Nacional y la Nación Más Favorecida a todos los miembros del ADPIC y poseer mecanismos de observancia que pueden ser los mismos adoptados 
para otras categorías de DPI.
n el caso de países solo miembros de ADPIC: únicamente deben de seguir los siguientes lineamientos: protección de todas las variedades, no 
existen requisitos de protección específicos pero se deben de adoptar algunos estándares de protección para identificar las variedades, se debe 
otorgar suficiente protección para dar a los mejoradores un DPI, debe ser aplicable a todos los miembros del ADPIC, no se requiere conferir 
derechos exclusivos si se otorga una derecho de remuneración; no se establece un término particular de protección, se requieren mecanismos 
efectivos de protección, no se requieren excepciones pero se pueden establecer si son consistentes con el art. 27.3.b, no hay otros requisitos.
Estos países solo miembros del ADPIC pueden al establecer su sistema sui generis de conformidad con el artículo 27.3.b: 
-	 Revisar los requisitos de elegibilidad y proteger

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