EL SEXENIO DE GUSTAVO DÍAZ ORDAZ(1) - Wendy Rayón Garay

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EL SEXENIO DE GUSTAVO DÍAZ ORDAZ.
En 1964 Gustavo Díaz Ordaz se posicionó como el nuevo presidente de la República Mexicana. Su sexenio se caracterizó por continuar con el Desarrollo Estabilizador, el Milagro Mexicano, la firma del tratado de Tlatelolco, la creación del METRO, la represión a los médicos y la masacre de los jóvenes estudiantes, así mismo se celebró la Copa Mundial de Fútbol y los juegos Olímpicos. 
Gracias a la estabilidad económica del país durante los gobiernos de Miguel Alemán y López Mateos, México logró obtener la oportunidad de ser la sede de los juegos de la XIX Olimpiada. El presidente Díaz Ordaz sabía la importancia de este evento, pues el país estaba en la mira a nivel internacional. Por mandato presidencial se preparó a la población para recibir a los extranjeros y mostrar un comportamiento excepcional para dar una imagen de un México estable y pacifico; olvidando la masacre estudiantil que tuvo lugar diez días atrás.
Considero que la celebración de los juegos olímpicos en nuestro país fue realmente valioso, ya que fueron las primeras olimpiadas en América Latina. No podemos olvidar que se implementaron algunos cambios, entre ellos, que una mujer encendiera el pebetero, la transmisión del evento a través de la televisión, los sistemas electrónicos para medir el tiempo y la primera realización de pruebas antidopaje. Todas estas medidas marcaron una diferencia en la forma tradicional de este evento. 
Su importancia también radica en ser una fuente de ingresos económico que beneficiaba al país debido a la visita de los extranjeros, además ayudó a reforzar las relaciones sociales entre los países. Sin embargo, es fundamental recalcar que Díaz Ordaz decidió ocultar los acontecimientos de las últimas semanas y que la población mexicana estaba bajo amenaza si decidían desobedecer las órdenes del presidente. 
La realización de este evento permitió que se restara importancia al abuso policiaco, la desaparición forzada, el asesinato de los estudiantes y a un sexenio opresor. Me parece una falta de respeto que se decidiera continuar con la celebración de los juegos y sobretodo injusto que se le otorgó a Díaz Ordaz tanto poder para ejercer su voluntad e imponer una fuerza violenta. 
Sin duda las estructuras de poder estaban demasiado marcadas dentro del país. El problema con el poder en México es que la mayoría de veces se ha utilizado en contra de los propios ciudadanos tan solo por exigir que se haga justicia o que se atienda una problemática realmente significativa. Este fenómeno ha crecido desde la creación del Estado mexicano y continúa hasta nuestros días sin importar que se hayan implementado organizaciones o medidas para frenarlo.
Las estructuras están conformadas por el gobierno, empresarios, medios de comunicación y el ejército mexicano, este último grupo ha infringido muchas leyes y han provocado el abuso desmedido del cuerpo policiaco que continúa en nuestro presente. Por ejemplo en 2014 se llevó a cabo la desaparición forzada de los 43 normalistas de Ayotzinapa por parte del ejército mexicano. 
Los medios de comunicación también jugaron un papel fundamental en la masacre del 68, ya que, amenazados o comprados decidieron no difundir este acontecimiento para evitar la cancelación de los juegos. Actualmente siguen influyendo en la estructura del poder al ocultar o informar de manera errónea los fenómenos sociales de nuestro país. 
Estas acciones han provocado la pérdida de confianza en los medios apegados a las televisoras de reconocidas cadenas. Gracias al internet se ha logrado obtener otra fuente de información con múltiples medios como videos o audios que difunden los acontecimientos más rápido que la televisión o la radio. 
Por último es necesario mencionar que todo aquel que supo lo que ocurrió ese 2 de octubre del 68 se convirtió en cómplice de la impunidad del Estado y sobre todo de Díaz Ordaz. Aunque el gobierno detuvo las manifestaciones para celebrar las olimpiadas, no logró que los mexicanos olvidaran este fenómeno histórico, pues en la actualidad se sigue conmemorando a aquellos estudiantes que defendían su derecho a la no violencia y se defendían del abuso policiaco.