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La Locura y los Criterios de Normalidad

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PSICOLOGIA-PROF. MARÍA
La locura - Stultifera navis (Foucault)
Los criterios de normalidad y anormalidad está condicionado por la cultura y los discursos, qué en normal y qué es anormal depende de la perspectiva en la que nos posicionamos. 
Para organizarlo la OMS armó códigos que refiere si hay ciertos indicadores de síntomas en la persona va a estar ligado a un determinado diagnóstico, pero va a ver otra clínica como por ejemplo la Psicoanalítica que se encarga de escuchar a la persona, el sentido que le brinda, su padecimiento y probablemente no se va a regir con sólamente lo fenomenológico que presenta. Según el ámbito en el cuál se trabaja y de dónde uno se posicione se utilizaran herramientas que se adecuen a esas condiciones.
Cuando hablamos del loco en la sociedad, tiene una connotación negativa heredera de lo que no se puede encasillar y por eso es excluido y ocupado por distintos personajes. En la sociedad pueden haber cambios, algo excluido puede pasar a incluirse (con lo cual pueden aparecer prejuicios por parte de algunos sectores) y viceversa siendo algo que estaba incluido puede estar excluyéndose.
Las personas van a tener lo imaginario, que son representaciones sociales que hace que una persona se identifique o no con un modelo; desde Lacan, lo imaginario es lo más consciente que parte del campo de las imágenes en donde permite que todos podamos coincidir en algo, ej.: todos podemos coincidir en qué es una mesa, pero una mesa que está un poco rota no va a representar lo mismo que una mesa que es de bronce, lo cual proporciona cierta connotación a la representación. 
Historia de la locura
Ahora se habla de salud mental para brindar asistencia a las personas que se sienten excluidas, pero antes se las enviaba en un contexto de encierro. Hoy en día, en base al concepto de “desmanicomialización” (cuestionamiento al manicomio y su modalidad de atención y cura caracterizada como violenta y represiva), el encierro es la última opción si la persona no tiene el recurso o meditación para ser asistida. 
Foucault hace un recorrido entre la antigüedad, edad media y renacimiento → Los leprosos quedaban encerrados, se pensaba que era un castigo divino y en el momento en que se iba desapareciendo (final de la edad media) se pensaba que el castigo se había levantado.
Al desaparecer la lepra deja consigo mucho material físico por lo cual se lo transfiere a los hospitales y servicios de asistencia; en éstos hospitales no solamente se iban a atender más personas que poseían trastornos sino también los vagabundos (todos aquellos que no entraban en ningún lugar como también abandonados).
Con esta herencia de materiales a los hospitales, también aparece una herencia del enfermo y el excluido donde éste último se asociaba al leproso (representación social de connotación negativa hacia personas con padecimientos). 
La hipótesis acerca de la desaparición de la lepra es consecuencia del fin de las cruzadas, donde al desaparecer los puntos de concentración de sujetos con lepra la misma desaparece. Actualmente hay lepra. 
Los pobres, los vagabundos tomarán el papel abandonado por el ladrón y se produce una exclusión social y una integración espiritual-religioso (como que el tratamiento tenía que ver con lo espiritual; el poder estaba y sigue estando muy cerca de la religión).
Los locos fueron viajando de ciudad en ciudad en búsqueda de la razón, la antítesis del loco es la razón. No refiere a que entendamos cuál es la falla o conflicto que tienen, sino la razón lógica como toda la “normalidad”.
Hay un gran encierro que refiere al hospital general que era constituido por todos los bienes de los leprosarios, en donde allí van a parar los pobres, inválidos, enfermos curables y no curables. El hospital acogía, alimentaba y hospedaba a aquellos que se presentaban por sí mismos o que eran enviados por alguna autoridad.
Éste hospital es una estructura semi jurídica, el personal médico no estaba sólo para brindar un tratamiento sino para cumplir con lo que la justicia determinaba siendo el encierro. Ésto que se usaba como instrumentos de tortura, por ello el encierro posee la connotación negativa, pero sin embargo, el encierro también puede recuperar a una persona que lo necesita siendo diferente a encerrar para castigar que era lo que pasaba antes (o incluso hoy en día con instituciones como las cárceles, entre otras).Actualmente se trata de que las personas que están privadas de su libertad estudien, trabajen y tengan visitas donde antes ésto no era así.
En esta evolución de los tratamientos, se pasó de lo espiritual a que tengan cierta productividad por la edad clásica (se refiere a la edad moderna). La productividad se relaciona con el capitalismo, donde yo como ciudadano tengo que aportar algo desde la producción; antes los enfermos no estaban siendo productivos, por lo tanto quedaban como inservibles pero luego se les hizo hacer algunas actividades que se lo suele trabajar desde el arteterapia.
La locura es considerada como una condenación de la ociosidad por la antítesis de la productividad, como ese loco no puede producir algo que aporte a la sociedad, pero actualmente pueden aportar desde diversas áreas.
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Conferencia 16 “Psicoanálisis y Psiquiatría”-
Discurso de Freud más relacionado con la Neurosis. El diagnóstico que hace Freud es por medio de entrevistas preliminares, lo va haciendo en la misma atención de los pacientes por lo cual está mezclado con el periodo del tratamiento; y el diagnóstico está vinculado a los elementos psicopatológicos (se trata de una dirección de la cura).
· Conferencias: para aquellos quienes no sabían nada de psicoanálisis. Les pide una especie de confianza ya que no todos tendrán ejemplos de ello en su vida cotidiana. Freud necesita explicar su discurso desde la perspectiva psicoanalítica, para brindar su correspondiente sentido.
“Psiquiatría y Psicoanálisis se puede relacionar y pueden complementarse”. (Se puede caer en error al pensar que hay una contraposición entre ambas disciplinas)
Freud plantea una relación entre Psiquiatría y Psicoanálisis; antes de llegar a ello, sostiene que tienen una posible relación pero son diferentes en cómo van a llegar a explicar a la enfermedad.
“La psiquiatría no aplica los métodos técnicos del psicoanálisis, omite todo otro anudamiento con el contenido de la idea delirante y, al remitirnos a la herencia, nos proporciona una etiología muy general y remota, en vez de poner de manifiesto primero la causación más particular y próxima. Pero, ¿hay ahí una contradicción, una oposición? ¿No es más bien un completamiento?
“El psicoanálisis es a la psiquiatría lo que la histología a la anatomía: esta estudia las formas exteriores de los órganos; aquella, su constitución a partir de los tejidos y de las células. Es inconcebible una contradicción entre estas dos modalidades de estudio, una de las cuales continúa a la otra…no es posible una psiquiatría profundizada en sentido científico sin un buen conocimiento de los procesos de la vida del alma que van por lo profundo, de los procesos inconscientes.”
Psiquiatría (ve a la enfermedad desde parámetros más generales) y el Psicoanálisis (ve a la enfermedad desde la particularidad de la persona y su herencia):
Los psiquiatras no tenían las herramientas para llegar a una conclusión de cómo lo hace el psicoanálisis, ellos se basan en aspectos generales de la enfermedad para explicarla (donde también resaltaban la herencia) y el psicoanálisis aparte de eso le suma las particularidades del paciente para explicar la sintomatología (el psicoanálisis no desatiende la herencia pero resalta que de parte de la psiquiatría hay un determinismo donde con lo que es hereditario no hay nada que se pueda hacer).
Freud presenta a los psiquiatras la concepción psicoanalítica de los fenómenos neuróticos, haciendo hincapié en “una acción sintomática en que veo que incurren muchas personas en mis horas de consulta”. 
Ejemplo de una mujer con la cual tuvo dos entrevistas (caso neurótico).
Le llega una consulta sobre una mujer(casada hace 30 años y 2 hijos) que presenta una carta anónima en donde decia que su marido le era infiel con una muchacha joven; esta mujer sospecha que la carta le llega de una mucama con quien conversaba mucho de cosas intimas (una hipótesis de sospecha), perseguía por ello a la mujer con hostilidad y odio. Su marido la llevó al médico para que calme a la mujer. La mujer se tranquilizó olvidándose de la carta, pero bastaba con encontrarse en la calle o simplemente oír nombrarla, para que se desencadenase un nuevo ataque de desconfianza.
El yerno le trae a la mujer al análisis, ya que ella estaba teniendo celos delirantes y se encontraba mal. La mujer proyectó en una situación algo de su inconsciente que era inadmisible para la conciencia, y de alguna manera lo que hizo la mujer es desplazar su propio conflicto interno con el afuera. 
Llamaron al médico, y el mismo planteo cuestiones elementales y no profundizó, lo que viene a ser la tarea del psicoanálisis en ese momento. 
· Psiquiatría: caracteriza el síntoma como idea delirante y delirio de celos. Ideas inaccesibles a argumentos lógicos. Esta señora ha desarrollado una idea delirante porque estaba predispuesta a causa de una trasmisión hereditaria.
· Psicoanálisis: se pregunta ¿por qué justamente los celos son en nuestro caso el contenido del delirio? Fue la propia paciente quien provocó esa carta anónima que sirve de apoyo a su idea delirante, cuando, el día anterior, dijo a la intrigante muchacha que su máxima desventura sería que su marido mantuviera una relación amorosa con una muchacha joven. Sólo entonces concibió la servidora la idea de enviarle la carta anónima. La idea delirante cobra así una cierta independencia de la carta; ya antes había estado presente como temor (¿o como deseo?) en la enferma.
Al preguntarle a la enferma sobre ulteriores pensamientos, ocurrencias y recuerdos, aseguro de no acordarse de nada; algo que hizo solo por resistencia y por angustia frente a la prosecución del análisis.
(Psicoanálisis) Génesis del “delirio de celos”: había en ella un intenso enamoramiento hacia un hombre joven, el yerno. Este enamoramiento no puedo devenir conciente, persistiendo en lo inconsciente; por lo tanto debía acontecer algo, como remedio y alivio, haciendo un mecanismo de desplazamiento, tomando la génesis de los celos delirantes. Se había enamorado de un hombre joven, y su marido mantenía una relación amorosa con una joven muchacha, entonces su conciencia moral se descargaba del peso de la infidelidad. Ese amor inconsciente y su reflejo, que le aportaba esa ventaja, ahora se le hizo conciente de manera obsesiva, delirante. 
· Teniendo en cuenta las particularidades del sujeto. Su edad crítica que trae a la necesidad sexual femenina una intensificación indeseada, y el marido ya no posee capacidad de rendimiento sexual que ella espera, mientras que el marido de una hija deviene como objeto de enamoramiento patógeno por lo cual la mujer o paciente provocó esa carta anónima de idea delirante.
· Un fuerte lazo erótico con la hija, que en su último fundamento se reconduce a la constitución sexual de la madre, a menudo halla el camino para proseguirse en una trasmudación de esa índole.
Freud pudo extraer de los celos otro sentido que no había de parte de la Psiquiatría. El sentido que tenía para esta paciente, es consolarse de alguna manera este drama familiar que se armó que era imposible cumplir, aparece un objeto muy deseado, su hija.
La acción sintomática parece ser algo indiferente, pero el síntoma se impone como importante, conectado a un intenso sufrimiento subjetivo. Freud sostiene que ésto NO ES UN SÍNTOMA, sino ACCIONES SINTOMÁTICAS (la diferencia está en la repetición). El síntoma se diferencia de la acción sintomatológica, ya que el síntoma se repite. 
La idea delirante, comienza a tener sentido, ya que expresa su deseo inconsciente, y el sentido para la paciente es una forma de consolación, perteneciendo a la trama de una vivencia. Es necesaria una reacción frente a un proceso anímico inconciente y a esta dependencia debe su carácter delirante, su resistencia a los ataques basados en la lógica y la realidad. Es a su vez algo deseado, una suerte de consuelo. El delirio es una restitución de un aspecto de la realidad que se rompió.
Al principio Freud planea Operaciones fallidas, sueños, fenómenos neuróticos comparten mecanismos similares (condensación y desplazamiento). Las imágenes del sueño son una construcción proyectada para plantear un conflicto o un deseo, al igual que el síntoma neurótico. La mujer no era capaz de expresar su deseo de manera consiente, pero inconscientemente expreso las cosas desde manera diferente. 
Se puede afirmar que el síntoma posee un motivo, un sentido y un propósito; pertenece a una trabazón anímica pesquisable y que, en calidad de pequeño indicio, anoticia un proceso anímico más importante. La conciencia de quien la consume ignora el proceso cuya marca es la acción misma
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Conferencia 17 “El sentido de los síntomas”-
Síntoma: (Freud lo toma de Breuer, quien descubrió el sentido de los síntomas mediante la curación de un caso de histeria) los síntomas tienen un sentido como las operaciones fallidas y los sueños y su nexo con la vida de las personas que los exhiben. “El síntoma es rico en sentido y se entrama con el vivenciar del enfermo”.
· Un por qué y un para qué ¿Qué sentido tiene el síntoma para esta persona?
Neurosis obsesiva: (desde lo observable y el cómo se representa para detectarlo) Freud en la conferencia 17 la explica desde un aspecto femenológico, pero tambien se la puede ver desde otros aspectos como un aspecto defensivo, donde el sujeto de alguna manera se está “protegiendo”, donde su energía libidinal está en un ciclo vicioso. 
· Enfermos ocupados por pensamientos (representaciones obsesivas) que pueden ser disparatadas o indiferentes (como matar y para no realizar ese fin, cometía ceremonias de otro tipo; por lo cual el síntoma tiene un aspecto defensivo porque me protege de cometer las acciones).
· Movidos a realizar acciones, forzados contra su voluntad a sutilizar y especular.
Los impulsos que siente en su interior pueden tener impresión infantil y disparatada, con contenidos de tentaciones a cometer graves crímenes; el enfermo los desmiente como ajenos y horrorizado se protege de ejecutarlos mediante prohibiciones, renuncias y restricciones de su libertad.
· El resultado es siempre el triunfo de la huida y la precaución; consistiendo las acciones obsesivas en repeticiones.
La desplazabilidad de los síntomas es un carácter principal de la enfermedad. Junto a la obsesión de contenido positivo y negativo, la duda se hace valer en el campo intelectual. Lo que genera una creciente indecisión y falta cada vez mayor de energía, en una restricción de libertad.
Establece diferencia, considerando que para la psiquiatría de la época estos enfermos serían individuos degenerados. 
Trabajo del análisis en torno al síntoma se plantea del siguiente modo: para una idea sin sentido y una acción carente de fin, descubrir aquella situación del pasado en que la idea estaba justificada y la acción respondía a un fin.
El sentido de un síntoma reside, en un vínculo con el vivenciar del enfermo. Cuanto más individual sea el cuño del síntoma, tanto más fácilmente esperaremos establecer este nexo.
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Conferencia 23-
“Los caminos de la formación del síntoma”
Síntoma: “formación de compromiso” (formación sustitutiva). Síntoma como paradigma de la neurosis ¿cómo se forma el síntoma? La libido insatisfecha “introversión de la libido” regresa, inviste las fantasías (paso previo a la neurosis). Cuando las fantasías exigen su realización se llegaría a la neurosis.
Psicoanálisis y medicina respecto a la curación y el síntoma:
Para los legos, los síntomas constituyen la esencia de la enfermedad, la curación equivale a la supresión del mismo. 
Para el psicoanálisis, la enfermedad es la estructura ya definida desde el complejo de Edipo, el síntoma no desaparece. Todos tenemos la posibilidad de desarrollaruna neurosis. No se puede conocer la causa de la enfermedad si solo se mira desde lo que ataca al síntoma y lo desaparece. Freud plantea que los síntomas al eliminarlos, no se puede tener cuenta de la capacidad que tiene de lo que resta para formar nuevos síntomas.
Diagnostico estructural: consideraremos hacia donde debemos orientar la cura y qué posibilidades tiene. 
Síntomas psíquicos o psicógenos:
“fenomenología del síntoma” actos inútiles perjudiciales; la persona se queja que los realiza contra su voluntad, conllevan displacer y sufrimiento (defensa fallida-el conflicto intenta solucionar algo que sigue estando-se quiere solucionar la libido del lado del Ello, lo que el Ello quería).
En estos síntomas, su principal perjuicio es el gasto anímico que ellos mismos cuestan y el que necesitan para combatirlos.
Si la formación de síntomas es extensa, estos dos costos pueden traer empobrecimiento de la energía anímica y su parálisis para todas las tareas importantes de la vida. 
Síntomas neuróticos
Son resultado de un conflicto que libra en torno de una nueva modalidad de satisfacción pulsional. Las dos fuerzas que se han enemistado (contrapuestas) vuelven a coincidir en el síntoma; se reconcilian gracias al compromiso de la formación del síntoma.
Una de las dos partes envueltas en el conflicto es la libido insatisfecha, rechazada por la realidad, que ahora tiene que buscar otros caminos para su satisfacción. La libido se verá precisada a emprender el camino de la regresión y a aspirar a satisfacerse dentro de una de las organizaciones ya superadas o por medio de uno de los objetos que resignó antes. En el camino de la regresión, la libido es cautivada por la fijación:
Regresión de la libido introversión se invisten las fantasías (todavía no se constituye la neurosis, para que se constituya deben ser aquellas particulares)
Introversión de la libido: Ante esta frustración; la libido emprende la regresión, siendo cautivada por los puntos de fijación dejados en la vía del desarrollo (predisposición). En su reflujo la libido inviste estas posiciones reprimidas, se sustrae del yo y de sus leyes; pero al hacerlo renuncia también a toda la educación adquirida.
La líbido insatisfecha, rechazada por la realidad (porque con la instauración del Principio de Realidad se marca límites a la satisfacción inmediata, por lo cual produce frustración) tiene que buscar otros caminos para su satisfacción y se ve precisada a emprender el camino de la regresión (por la frustración generada anteriormente) a organizaciones ya superadas (fase oral, anal, fálica) cautivada por puntos de fijación (fantasías) dejados en la vía del desarrollo.
La líbido a sobrecargar éstos puntos (sobrecarga de energía psíquica) en la introversión, se plantea un conflicto con el Yo (que no está de acuerdo con las regresiones), por lo cual la libido es atajada (reprimida) y tiene que sustraerse del Yo y para ello hace una regresión a las fijaciones dejadas en la vía de su desarrollo (así se sustrae del yo y de sus leyes).
Las representaciones sobre las cuales la libido transfiere ahora su energía están sometidas a los procesos icc (condensación y desplazamiento) por lo cual quedan desfiguradas y retornan en el síntoma como un cumplimiento de fantasía inconsciente (la libido ha logrado una satisfacción real, aunque restringida y apenas reconocible).
La introversión designa el extrañamiento de la libido respecto de las posibilidades de la satisfacción real, y la sobreinvestidura de las fantasías que hasta ese momento se toleraron por inofensivas. Un introvertido no es todavía un neurótico, pero se encuentra en una situación lábil; al menor desplazamiento de fuerzas se verá obligado a desarrollar síntomas, a menos que haya hallado otras salidas para su libido estancada.
Comprende la cantidad de libido excesiva que fue a investir a esta fantasía, entrando en conflicto con el yo, queriendo reprimir esta libido. La libido se escapa de esta represión, encontrándose con los puntos de fijación de la fase del desarrollo.
El conflicto entre dos aspiraciones no estalla antes que se hayan alcanzado ciertas intensidades de investidura, por más que preexistieran las condiciones de contenido. De igual manera, la importancia patógena de los factores constitucionales depende de cuánto más de una pulsión parcial respecto de otra presente en la disposición. 
Interesa el monto de libido no aplicada que una persona puede conservar flotante, y la cuantía de la fracción de su libido que es capaz de desviar de lo sexual hacia las metas de la sublimación. 
· El síntoma se engendra como un retoño del cumplimiento del deseo libidinoso inconsciente, desfigurado de manera múltiple.
¿Dónde halla la libido las fijaciones que le hacen falta para quebrantar las represiones? En las prácticas y vivencias de la sexualidad infantil, en los afanes parciales abandonados y en los objetos resignados de la niñez.
· Estructuración del psiquismo: la combinación de las fijaciones, los conflictos y las defensas + situaciones traumáticas del sujeto (desde el vivenciar infantil)
La libido halla las fijaciones que le hacen falta para quebrantar las represiones:
· En las prácticas y vivencias de la sexualidad infantil
· En los afanes parciales abandonados
· En los objetos resignados de la niñez
Esto tiene sentido al decir que por que una persona dice que está sufriendo cuando en realidad se está satisfaciendo, lo que tiene que ver con el conflicto de una instancia con otra (ello y mundo ext.).
El periodo infantil tiene importancia doble: 
· En él se manifestaron por primera vez las orientaciones pulsionales innatas
· Por las vivencias accidentales externas, se le despertaron por primera vez otras pulsiones. 
Hay acontecimientos que retornan en la historia juvenil de los neuróticos: fantasías prototípicas (volver para satisfacer en alguna parte lo que no satisface la pulsión en la realidad por las limitaciones de barrera de incesto y la moral, desde una inserción en la cultura). La libido de los neuróticos está ligada a sus vivencias sexuales infantiles. Así estas tienen una importancia enorme para la vida de los seres humanos y las enfermedades que contraen.
· La observación del comercio sexual entre los padres
· La seducción por una persona adulta
· La amenaza de castración.
La neurosis crea una nueva realidad a través del síntoma. Hay una pérdida parcial de la realidad, creando una solución a ese conflicto con una realidad en la fantasía. La realidad decisiva en el mundo de las neurosis es la realidad psíquica, es decir, la percepción subjetiva del individuo que puede diferir de la realidad externa.
Muchas veces la compulsa entre parientes mayores permite comprobar su realidad fuera de toda duda. Así, no es nada raro que un muchacho se tome la mala costumbre de jugar con su miembro sin saber que es preciso ocultar esos manejos, y los padres o las personas encargadas de su crianza lo amenacen con cortarle el miembro o la mano pecadora.
Fantasías primordiales:
Las fantasías primordiales son patrones de pensamiento inconsciente que se desarrollan en la infancia y que se mantienen latentes en la vida adulta. Son un patrimonio filogenético. En ellas, el individuo rebasa su vivenciar propio hacia el vivenciar de la prehistoria, en los puntos en que el primero ha sido demasiado rudimentario. 
La seducción infantil, la excitación sexual encendida por la observación del coito entre los padres, la amenaza de castración (o, más bien, la castración), fue una vez realidad en los tiempos originarios de la familia humana, y que el niño fantaseador no ha hecho más que llenar las lagunas de la verdad individual con una verdad prehistórica.
Series complementarias: etiología de las neurosis (histérica)
Ej. los colores complementarios, que separados son uno pero al chocarse, juntos forman otro color.
El+ es el “desencadenante”
Series complementarias: síntoma “policausal”
En primer lugar, hay una Predisposición por fijación libidinal que está relacionada con el vivenciar prehistórico (constitución sexual-prehistoriafilogenética y lo heredado del grupo familiar) y el vivencial infantil (experiencia personal y los impactos significativos). Ésta predisposición ante un vivenciar accidental (traumático adulto), dando paso o no a una Neurosis.
Hay una predisposición (una base o tendencia) por la fijación libidinal, que tiene que ver con cierta intensidad. Cuando haya una vivencia accidental traumática siendo adulto (con la estructura ya constituida), ej. algo que le impresionó, afectándolo de manera azarosa, con cualquier circunstancia, en donde promueva mi predisposición. La libido vuelve a las fantasías, queriendo realizar su satisfacción de acuerdo a lo que la fantasía requiere, lleva a una repetición.
La predisposición por la fijación libidinal depende de la constitución sexual (vivenciar prehistórico) y nuestro vivenciar infantil (experiencia de vida) lo cual se encuentra ligado al vivenciar accidental del adulto. La libido de los neuróticos está ligada a sus vivencias sexuales infantiles (que cobran relevancia regresivamente).
Al no aparecer este vivenciar accidental del adulto, no se despertará la neurosis con el síntoma desencadenado, que genera sufrimiento, como consecuencia.
Las escenas infantiles: por el análisis de los síntomas tomamos conocimiento de las vivencias infantiles en que la libido está fijada y desde las cuales se crean los síntomas. Bien; lo sorprendente reside en que estas escenas infantiles no siempre son verdaderas. Más aún: en la mayoría de los casos no lo son, y en algunos están en oposición directa a la verdad histórica.
Las vivencias infantiles construidas en el análisis, o recordadas, son unas veces irrefutablemente falsas, otras veces son con certeza verdaderas, y en la mayoría de los casos, una mezcla de verdad y falsedad. 
Los síntomas son, entonces, ora la figuración de vivencias que realmente se tuvieron y a las que puede atribuirse una influencia sobre la fijación de la libido, ora la figuración de fantasías del enfermo, impropias desde luego para cumplir un papel etiológico.
Cuando él nos presenta aquel material que, por detrás de los síntomas, lleva hasta las situaciones de deseo calcadas de las vivencias infantiles, al comienzo no podemos menos que dudar sobre si se trata de realidades o de fantasías.
Los síntomas:
En un primer momento del texto Freud plantea que el síntoma se engendra como un retoño del cumplimiento del deseo libidinoso inconsciente, desfigurado de manera múltiple. Luego agrega que éstos crean un sustituto para la satisfacción frustrada; lo hacen por medio de una regresión de la libido a épocas anteriores, a la que va indisolublemente ligado el retroceso a estadios anteriores del desarrollo en la elección de objeto o en la organización.
El síntoma repite de algún modo aquella modalidad de satisfacción de su temprana infancia, desfigurada por la censura que nace del conflicto, volcada a una sensación de sufrimiento y mezclada con elementos que provienen de la ocasión que llevó a contraer la enfermedad. 
· Casi siempre prescinden del objeto y resignan, el vínculo con la realidad exterior. Consecuencia del extrañamiento respecto del principio de realidad, y del retroceso al principio de placer.
· el síntoma figura algo como cumplido: una satisfacción a la manera de lo infantil.
Sublimación (mecanismo de defensa): “persona sana”. Ante un sufrimiento, cuando crea algo sublimando y no enfermándose, haciendo un aporte a la comunidad y poniendo esa energía en la cultura, haciendo algo con eso que le pasa (arte-creatividad).
Síntoma: según la disciplina que lo trate se interpretara de diferente manera.
· En la época de Freud en la medicina, tenían el pensamiento que si hay síntoma hay que eliminarlo
· Freud plantea que si la enfermedad es eliminada el síntoma persiste, y quiere descubrir el camino por el cual el síntoma apareció. 
Síntoma como “Expresión de deseo inconsciente disfrazado”. Caso de la mujer enamorada de su cuñado.
Hay una repetición que genera satisfacción, por medio del sufrimiento como síntoma.
Caso Elizabeth-un caso de histeria: Tomo II
(1892) A partir de este caso aparecen los métodos analíticos. Paciente derivada de Breuer, con él la paciente no avanzaba. Primero Freud solo trabajaba con el yo conciente pidiendo a la paciente que recuerde cosas, y se da cuenta de que el yo ofrece resistencia, donde la persona conciente no se dejaba sugestionar. El método que utiliza Freud era para reconducir el momento donde los recuerdos se conectan con el síntoma, por medio del poner la mano en la frente de Elizabeth estando acostada.
La paciente padecía de un dolor en las piernas hace dos años, con dificultades para caminar, ya que caminaba con la parte superior de su cuerpo inclinada hacia adelante, sin apoyo. Este andar no respondía a cuestiones patológicas orgánicas. Esta paciente en su historia familiar, sufrió pérdidas y desdichas. Su edad era de 24 años. Se encontraba psíquicamente normal y con espíritu alegre.
Para ella le fue fundamental sus situaciones familiares, ya que esto le desencadenaba sus dolores en la pierna. Su cuadro clínico: histeria “Neurosis de Transferencia” (por el afecto reprimido provocando un sentimiento en el cuerpo, la frustración ha encontrado una formación sustitutiva en el síntoma del dolor al caminar).
· Neurosis de Transferencia: A través de la trasferencia que se transmite, se puede establecer una cura. Ej. cuando Freud le dice “confía en mi” para su cura, “lo podemos transformar juntos”. Freud utiliza de la transferencia para hacer un camino a la cura de la paciente.
El síntoma del dolor en la pierna: de tanta molesta, le representa una satisfacción, ya que tuvo que reprimir los deseos que para la moral de la época ella no se los podia admitir (le gustaba el esposo de su hermana fallecida).
Las caminatas tienen un nudo con los momentos donde se encarnó el síntoma. El caminar o no caminar significaba el avanzar o no en la vida, en relacion con los tropiezos por las situaciones familiares, para alcanzar la felicidad.
Características del caso: observaciones de Freud
· Padecia dolores de pierna y caminaba mal hace más de dos años. Solicitud del caso nombrado como “histeria”. Caminaba con la parte superior de su cuerpo inclinada hacia adelante, se quejaba de sus dolores al caminar.
· Dolor: de naturaleza imprecisa, una fatiga dolorosa. Foco del dolor: cara anterior del muslo derecho. La piel y la musculatura eran sensibles a la presión y al pellizco en ambas piernas. Dolencia de intensidad variable.
· Sobrellevaba muchas desdichas y muy pocas cosas alegres: muerte de su padre, su madre tuvo una operación de los ojos, su hermana casada tuvo una dolencia cardíaca.
· 24 años de edad. Inteligente y psíquicamente normal, con espíritu alegre. 
· Las indicaciones de la enferma eran imprecisas acerca de los caracteres de sus dolores. Describía sus dolores como si estuviera ocupada con un difícil trabajo intelectual, superior a sus fuerzas. Tenía una expresión en el rostro tensa y deformada por ese afecto penoso, su voz se ponía chillona, en lucha de encontrar las palabras, como un lenguaje pobre que no puede prestar palabras a sus sensaciones.
· Su atención se encontraba como “demorada”; probablemente en pensamientos y sensaciones que se entramaban con los dolores.
· Se defiende al examen psíquico. La señorita Von R. se pellizcaba la piel y la musculatura de la pierna, su rostro cobraba una expresión peculiar, mas de placer que de dolor, lanzaba chillidos, su rostro enrojecía, echaba la cabeza hacia atrás, cerraba los ojos y su tronco se arqueaba hacia atrás. Esa dolencia era una histeria y la estimulación afectaba una zona histerógena.
· El gesto: probablemente concordaba mejor con el contenido de los pensamientos escondidos tras ese dolor.
“En el caso de la señorita Elisabeth, desde el comienzo me pareció verosímil que fuera conciente de las razones de su padecer; que, por tanto, tuviera sólo un secreto”. Como su primer análisis completo de histeria, arribo a un procedimiento que luego lo elevo a la condición de método: Primerome hacía contar lo que a la enferma le era consabido, poniendo cuidado en notar dónde un nexo permanecía enigmático, dónde parecía faltar un eslabón en la cadena de las causaciones, e iba penetrando en estratos cada vez más profundos del recuerdo a medida que en esos lugares aplicaba la exploración hipnótica o una técnica parecida a ella.
Freud ayudaba a Elizabeth a relatar su historia, indicándole a acostarse, cerrar sus ojos. Cuando ella atrapaba una pieza del relato a mayor profundidad, caia en un estado semejante a la hipnosis, quedando inmóvil y sus ojos cerrados con firmeza.
Como estrato mas superficial de sus recuerdos: Elizabeth era mas apegada a su padre, quien solia decir que esa hija le sustituia a un hijo varon y a un amigo con quien podia intercambiar ideas. Elizabeth, rebosaba de ambiciosos planes, quería estudiar o adquirir formación musical, y se indignaba ante la idea de tener que sacrificar en un matrimonio sus inclinaciones y la libertad de su juicio. El padre había ocultado una afección cardíaca crónica, o él mismo no la había advertido la cual era irremediable; lo cuidó durante un año y medio, lo asistía y dormía en su misma habitación.
El comienzo de su afección se entramó con este período de cuidado del enfermo, ella pudo recordar que durante los últimos seis meses de ese cuidado debió guardar cama, por un día y medio a causa de aquellos dolores en la pierna derecha. Pero aseguraba que estos le pasaron pronto y no hicieron a su preocupación o atención. Dos años después de la muerte del padre cuando se sintió enferma y no pudo caminar a causa de sus dolores.
El vacio de la muerte del padre: hizo al aislamiento social y cese de las relaciones de incitación y goce. Comienza una salud más quebrantada de su madre. Esto movió en ella el ardiente deseo de que los suyos pronto hallaran un sustituto de dicha perdida, haciéndole concentrar todo su apego sobre su madre. Luego de un año y medio de luto, su hermana mayor se casó con un hombre talentoso y trabajador, y por su capacidad intelectual parecía tener por delante un gran futuro. El mismo hizo que su hermana descuide el miramiento por su madre, y como algo que Elizabeth no podia tolerar, asumió una lucha contra su primer cuñado.
Luego la segunda hermana contrajo un matrimonio mas promisorio para el futuro de la familia, ya que su segundo cuñado era menos dotado intelectualmente, un hombre cordial. Pareja que permaneció a cercanías de su madre, y el hijo de su segunda hermana paso a ser el sobrino preferido de Elizabeth.
La madre de Elizabeth, tuvo que operarse de su dolencia ocular, y luego de eso las 3 familias se juntaron en un sitio de residencia veraniega. Esta temporada coincide con los estallidos de los dolores de Elisabeth y su dificultad para caminar. Los dolores le sobrevinieron por primera vez con violencia tras un baño caliente que tomó en la casa de salud de ese pequeño poblado, luego de una caminata de media jornada. Elisabeth había sufrido un «exceso de fatiga», y después un «enfriamiento». El consejo médico la movió a pasar lo que restaba del verano, para una cura de baños, en Gastein, adonde viajó con su madre.
Mientras estaba en Gastein, su segunda hermana había quedado enferma; viajó hasta donde la habían internado con sus dolores y sin poder caminar bien. Llegaron tarde con la noticia del fallecimiento de su hermana embarazada postrada en cama; El cuñado viudo era inconsolable y se alejó de la familia de su esposa. Elisabeth no sufrió sólo por la pérdida de esta hermana, a quien había amado tiernamente, sino casi en igual grado por los pensamientos que esa muerte incitó y las alteraciones que trajo consigo.
La enferma era una histérica por su constitución misma, capaz de desarrollar síntomas histéricos bajo la presión de una excitación intensa. “Tenía la expectativa cierta de que a partir de estratos más profundos de la conciencia se conseguiría entender tanto la causación como el determinismo del síntoma histérico. Me resolví, a plantear, a la conciencia ensanchada de la enferma, la pregunta directa por la impresión psíquica a que se anudó la génesis primera de los dolores en las piernas”.
· Método: Poner a la enferma en hipnosis profunda. Por desgracia, ninguno de los procedimientos que Freud poseía para ese objeto la llevaba a un estado de conciencia diverso de aquel en que me había hecho su confesión.
· En ese aprieto, se le ocurre a Freud otro método: aplicar el artificio de la presión sobre la cabeza, exhortando a la enferma a comunicarme puntualmente todo cuanto en el momento de la presión emergiera ante su visión interior o pasara por su recuerdo.
Freud a poner su mano sobre la frente de Elizabeth: Calló largo tiempo y luego confesó, por mí esforzada, haber pensado en cierto atardecer en que un joven la acompañó a casa después de una reunión social, los coloquios que hubo entre ella y él, y las sensaciones con que luego regresó a casa a cuidar a su padre. Se trataba de un secreto, hijo de una familia amiga de la suya hace mucho tiempo. El joven se había apegado al padre de ella. Elizabeth tenia cierta convicción de que él la amaba, comprendiendo que casarse con él no le impondría los sacrificios que temía del matrimonio. Por los encuentros que hacia con el joven, Elizabeth se alejaba del cuidado de su padre, y por tanto cuando éste empeoró, el joven se fue alejando de ella, por respeto a su dolor por el fallecimiento de su padre. Este fracaso de su primer amor le seguía doliendo cada vez que se acordaba.
· Escenas donde Freud buscaba la causación de los primeros dolores histéricos. Por encontrar a su padre en peor estado, se genera un conflicto, en el que la representación erótica fue reprimida (esforzada al desalojo) de la asociación, y el afecto a ella adherido fue aplicado para elevar o reanimar un dolor corporal presente, de manera repetitiva mecanismo de conversión con el fin de defensa.
Investigación de Freud a la primera emergencia del dolor: el arquetipo de la posterior imitación histérica, debía situarse sin duda en un período anterior a la escena del acompañamiento y cuidados de su padre. Había una conversión de excitación psíquica en dolor corporal en una época en que ese dolor no se registraba y no era recordado.
· La enferma estaba casi siempre libre de dolor cuando nos poníamos a trabajar; en tales condiciones, si yo, mediante una pregunta o una presión sobre la cabeza, convocaba un recuerdo, se insinuaba primero una sensación dolorosa, las más de las veces tan viva que la enferma se estremecía y se llevaba la mano al lugar del dolor. 
· Este dolor despertado subsistía mientras el recuerdo gobernaba a la enferma, alcanzaba su apogeo cuando estaba en vías de declarar lo esencial y decisivo dé su comunicación, y desaparecía con las últimas palabras que pronunciaba.
· Cuando ella enmudecía, pero todavía acusaba dolores, yo sabía que no lo había dicho todo y la instaba a continuar la confesión hasta que el dolor fuera removido por la palabra. Sólo entonces le despertaba un nuevo recuerdo.
Sus oscilaciones espontáneas siempre eran provocadas por algún suceso del día: Una vez se había enterado de cierta enfermedad contraída por alguien del círculo de sus conocidos, y por un detalle le recordó a la de su padre; otra vez había estado de visita el hijo de su difunta hermana, y el parecido le reavivó el dolor por la muerta.
Se genera una “histeria monosintomática”: dolor en la pierna derecha cuando en las hipnosis se recordaba a los cuidados del padre enfermo, al trato con aquel compañero de su juventud. El dolor en la pierna izquierda despertaba ante recuerdos de su hermana difunta, sus dos cuñados. El lugar originariamente doloroso del muslo derecho se había referido al cuidado de su padre; a partir de ahí, el ámbito de dolor había crecido.
· No se estaba frente a un síntoma corporal único que se enlazara con múltiples complejos mnémicos psíquicos, sino a una multiplicidad de síntomas similares que al abordaje superficial parecían fusionados en un solo síntoma.
Situaciones relacionadas con eldolor al caminar: aquella caminata extensa en el lugar del restablecimiento. Estaba ella de talante particularmente sentimental, de buena gana se unió al círculo de personas amigas; era un bello día, su mamá permaneció en casa, su hermana mayor ya había partido de viaje, la segunda no se sentía bien pero no quiso estropearle el disfrute; el marido de esta hermana declaro al comienzo que se quedaría junto a su mujer, y despues marcho tambien por amor de ella (Elizabeth). Ella se acordaba de haber regresado del paseo muy cansada y con fuertes dolores, pero no se manifestó con seguridad sobre si ya los había sentido antes.
· A la pregunta sobre qué habría provocado los dolores, recibí la respuesta, no del todo trasparente, de que el contraste entre su soledad y la dicha conyugal de su hermana enferma, que la conducta de su cuñado le ponía de continuo ante los ojos, la habría dolido.
Situaciones relacionadas con el dolor al estar sentada: su hermana y su cuñado habían viajado, luego de eso se fue a una colina y se sentó en un banco de piedra. Sus pensamientos volvieron a dirigirse a su soledad, el destino de su familia y el ardiente deseo de llegar a ser tan feliz como su hermana lo era, confesó ella esta vez desembozadamente. De esa meditación matinal regresó con fuertes dolores, y la tarde de ese mismo día tomó el baño tras el cual aquellos le sobrevinieron de manera definitiva y duradera.
· La enferma puso fin a sus relatos con la queja de que se sentía dolida por su soledad, y en sus intentos de establecer una vida familiar nueva, se repetía lo doliente ante el sentimiento de su desvalimiento, la sensación de “no avanzar un paso”.
· Buscaba una expresión simbólica para sus pensamientos dolidos, hallándola en el refuerzo de su padecer.
En el segundo tratamiento de la enferma: método de convocar mediante presión sobre la cabeza imágenes y ocurrencias, un método inaplicable sin plena colaboración y atención voluntaria de la enferma. Era como si ella leyese un largo libro ilustrado, cuyas páginas se dieran vuelta ante sus ojos. Ante esas veces cuando daba esa indicación de no ver nada ante sí solía darla después que había dejado pasar una larga pausa, durante la cual su gesto tenso y atareado me denunciaba empero un proceso anímico en ella. Me resolví entonces a suponer que el método nunca fracasaba, y que bajo la presión de mi mano Elisabeth tenía siempre una ocurrencia en la mente o una imagen ante los ojos, pero no todas las veces estaba dispuesta a comunicármela, sino que intentaba volver a sofocar lo conjurado.
Freud sabía con certeza que algo se le había ocurrido, escondiendo un secreto. Elizabeth de esta manera nunca se libraría de sus dolores si mantuviera algo en secreto. Resistencias que mostraba al reproducir sus recuerdos.
Tercer período del tratamiento:
Inhibición síntoma y angustia. Tomo XX Capítulo 1 “Inhibición”.
Temas dados en clase:
Una inhibición puede dar cuenta de un síntoma. La inhibición de una función del yo.
Por lo general las inhibiciones conviven en la personalidad hasta que se transforman en síntoma. 
Resulta que la limitación funcional del yo, puede transformarse en un síntoma.
Tiene un nexo con la función, no necesariamente es algo patológico, sino que puede formar parte de la personalidad por ejemplo. 
Una inhibición puede ser un síntoma y es un indicio de un proceso patológico. Podría ser, pero no necesariamente. (ej. cuando Freud habla de la función sexual, no necesariamente es algo patológico, pero cuando es condición para algo, limitando el decurso por ejemplo del encuentro sexual, puede ser ya indicio de lo sintomático)
Inhibición cuando me freno para hacer algo.
Entre la descripción de fenómenos patológicos, se diferencia entre síntomas e inhibiciones. “Inhibición” tiene un nexo con la función, no necesariamente refiere a algo patológico, sino que puede dar cuenta de la limitación normal de la función. En cambio, “Síntoma” hace referencia a un proceso patológico.
Una inhibición, puede ser un síntoma. Se habla de inhibición, cuando hay una simple rebaja de la función, y de síntoma, cuando se trata de una desacostumbrada variación de ella o de una nueva operación.
Con ello se da cuenta de diversos procedimientos para perturbar la función: para delimitar si esa inhibición esta disminuida o en exceso. Funciones del yo (no se habla de lo inconsciente)
1. El extrañamiento de la libido, que parece producir una inhibición pura
2. El menoscabo en la ejecución de la función (ej. en la persona que corría naturalmente, corre con dificultad o menos “yo no puedo correr bien”).
3. Su obstaculización ante condiciones particulares, y su modificación por desvío hacia otras metas (en el caso de Elizabeth y su dificultad al caminar, podría pensarse como que hay una inhibición que se vuelve sintomática).
4. Prevención por medidas de aseguramiento 
5. Su interrupción mediante un desarrollo de angustia cuando no se pudo impedir su planteo
6. Una reacción posterior que protesta contra ella y quiere deshacer lo acontecido cuando la función se ejecutó a pesar de todo. (“volver sobre los propios pasos”, cuando se hizo algo que no se quería hacer, como si existiera de manera involuntaria, un arrepentimiento)
Dado que la inhibición se liga con la función, Freud indaga funciones del yo para averiguar como se exterioriza su perturbación a raíz de afecciones neuróticas:
a. Función sexual: sufre de diversas perturbaciones. La mayoría presentan el carácter de inhibiciones simples. Resumidas como impotencia psíquica. La perturbación puede intervenir en el logro de la operación sexual normal y su decurso.
· Estaciones principales de la inhibición en el varón: el extrañamiento de la libido en el inicio del proceso (displacer psíquico), falta de preparación física (ausencia de erección), abreviación del acto (eyaculación precoz), detención del acto antes del desenlace natural (falta de eyaculación), la no consumación del efecto psíquico (ausencia de sensación de placer del orgasmo).
Puede pasar que la persona exprese lo que le pasa, pero que no le genera angustia.
Hay una relacion entre inhibición y angustia. Muchas inhibiciones son una renuncia a cierta función porque a raíz de su ejercicio se desarrollaría angustia.
· En la mujer es frecuente una angustia directa frente a la función sexual (histeria y síntoma defensivo del asco como reacción frente al acto sexual pasivo). 
b. Función de la nutricia: la perturbación es el displacer frente al alimento (ej. trastornos de la alimentación) por quite de la libido. Tambien un incremento del placer al comer. Como defensa histérica al acto del comer, se encuentra el vómito. Hay un rehusamiento de la comida a consecuencia de la angustia (propio en estados psicóticos, delirio de envenenamiento).
c. Función de la locomoción: inhibida en muchos estados neuróticos que presentan displacer y florera en la marcha (molestia, como Elizabeth); hay una traba histérica, la paralización del aparato del movimiento o cancelación especializada de una sola función (abasia, pierna de Elizabeth). Los obstáculos puestos en la localización deben atravesar ciertas condiciones que de no ser cumplidas generan angustia (fobia); ej. “no quiero o no puedo hacer gimnasia porque me “hace mal” (una simple inhibición sin un necesario conflicto o angustia, si esto se transforma en un síntoma, es patológico ya que se forma la representación disfrazada de lo inconsciente reprimido-formación sustitutiva).
d. Función del trabajo profesional: la inhibición del trabajo, como síntoma aislado, muestra un placer disminuido, torpeza en la ejecución o manifestaciones reactivas como fatiga (vértigos, vómitos) cuando le es asignado seguir el trabajo (acciones en torno al trabajo, como pequeñas inhibiciones). La histeria, fuerza la interrupción del trabajo produciendo parálisis de órgano y funcionales. La neurosis obsesiva, lo perturba con una continua distracción y pérdida de tiempo (todas las reglas que el neurótico obsesivo debe hacer antes de realizar sus tareas, hace que se pueda volver en un ritual,perdiendo su tiempo).
La inhibición expresa una limitación funcional del yo, que puede tener diversas causas. La función yoica de un órgano se deteriora cuando aumenta su erogeneidad, su significación sexual; cualquier zona del cuerpo que tenga un exceso de erogeneidad, se transforma en una zona historígena. El yo renuncia a las funciones que le competen a fin de no verse precisado a emprender una nueva represión, a fin de evitar un conflicto con el ello (hablando en términos sintomáticos)
· Cuando la inhibición, se transforma en un representante disfrazado de algo reprimido, para evitar un conflicto con el ello, se puede hablar de síntoma.
Otras inhibiciones, se producen al servicio de la autopunición (autocastigo), como un recurso del yo, en donde el yo no tiene permitido hacer esas cosas porque le proporcionarían provecho y éxito, que el severo superyó ha denegado, por lo tanto, el yo renuncia a esas operaciones a fin de no entrar en conflicto con el superyó (actividades profesionales). En este caso no se habla de síntoma. 
· (Hablando de lo patológico) Es el superyó el que obliga al yo a tener culpa. Un superyó castigador, el superyó manda sobre el yo. El modo de cumplir las normas y a la vez inhibiéndose el yo, y a pesar de ello el Superyó domina al yo, algo está pasando con ese yo.
Las inhibiciones más generales del yo obedecen a que si el yo es requerido por una tarea psíquica particularmente gravosa (ej. un duelo), como una enorme sofocación de afectos o la necesidad de sofrenar fantasías sexuales que afloran de continuo, se empobrece su energía disponible y se ve obligado a limitar su gasto simultáneamente en muchos otros sitios. En este caso hay funciones que se justifican pero solo por estar transitando por ejemplo, el duelo. No por ello es patológico. Ya que luego de superarlo, ya no tenemos esas conductas.
Las inhibiciones son las limitaciones de las funciones yoicas, por precaución, o por consecuencia de un empobrecimiento de energía.

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