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Miranda Alvarez Rivera
Begpacking
¿Qué es el Begpacking?
La palabra «begpacking» es una combinación de mendicidad (begging) y mochilero (backpacking). Un begpacker es un mochilero que pide limosna. Está definido en el diccionario inglés y en 2017 el Urban Dictionary definió el término como «mochileros que piden limosna para financiar su viaje». 
Con vuelos de bajo costo a puntos de interés turístico, alojamiento económico, opciones de transporte local económico y comida callejera, los jóvenes van en busca de aventuras para ir de mochilero a destinos remotos. 
los begpackers , generalmente jóvenes, blancos de Australia, Gran Bretaña u otras partes de Europa occidental, se pueden ver sentados en los populares distritos comerciales de las ciudades asiáticas, llevando o usando mensajes garabateados que imploran a los transeúntes que se desprendan. su pequeño cambio para que puedan reunir suficiente dinero para financiar la siguiente etapa de su viaje.
La palabra mochila (una bolsa que una persona lleva en la espalda) apareció
 por primera vez a principios del siglo XX, y alrededor de una década después se convirtió en un 
verbo que significaba caminar o viajar llevando pertenencias en este tipo de bolsa.
Los términos anteriores flashpacker / flashpacking aparecieron por primera vez a principios de la década de 2000, una combinación de backpacker/ backpacking y el adjetivo flash (en el sentido de 'caro y destinado a impresionar') que se utiliza para referirse a un mochilero que podría optar por viajar barato, pero es más rico con un suministro listo de efectivo disponible para gastar en cualquier lujo que elija en el camino.
Aunque el término «begpacking» es relativamente nuevo, la idea de los mochileros occidentales que mendigan la financiación de sus viajes no lo es. El autostop fue una forma temprana de begpacking. 
En Tailandia y la isla indonesia de Bali, los mendigos son denunciados ante la embajada de su país de origen o incluso expulsados ​​del país por infringir las condiciones de su visa.
Como se realiza el begpacking 
Normalmente, un «mendigo» ruega a los lugareños que financien su viaje sentándose delante de un cartel escrito a mano en el que explica su deseo de viajar y la ayuda que necesita para financiarlo.
Otros optan por mendigar con música. Es habitual ver a los viajeros tocando en las calles. Si se viaja con un instrumento o se puede conseguir uno, se puede tocar en las calles locales donde es legal hacerlo.
Y luego está la venta. Hay formas alternativas de mendigar y una de ellas es la venta de bienes o servicios en la calle. Muchos turistas optan por vender obras de arte hechas a mano, joyas u otros artículos artesanales.
El begpacking, no es legal en todos los países, Vietnam ha implantado una prohibición nacional de la mendicidad callejera. Y en la mayoría de los países del Sudeste Asiático no se puede ganar dinero con un visado de turista y, en consecuencia, mendigar es ilegal.
Contras del begpacking 
El begpacking suele darse en países no muy desarrollados, donde hay personas que recurren a la mendicidad porque no tienen otra forma de alimentar a sus hijos o de pagar sus facturas, no para poder ir a la fiesta de la luna llena a final de mes.
La venta de obras de arte, joyas y otros artículos artesanales suele restarle ingresos a la población local, que probablemente necesita más el dinero que un mochilero. 
En absoluto una forma de turismo sostenible o ético. La realidad es que para muchos begpackers, viajar es un lujo, no una necesidad, y se ponen en la situación en la que están por decisión propia. En la mayoría de los casos se trata de una manera egoísta e irresponsable de viajar, que debe terminar. 
Viajar es un privilegio que pueden permitirse unos pocos afortunados en el mundo gracias a su situación económica holgada. Y son precisamente estos lo que piden limosna a personas que nunca podrían permitirse un viaje.
“Los turistas occidentales, que han agotado sus fondos de viaje o no trajeron suficiente para continuar, están ocupando un espacio en las calles de Asia, junto a vendedores y mendigos callejeros que tratan de sobrevivir. Piden a los lugareños y compañeros mochileros que financien sus viajes. Suplicar dinero en las calles con un letrero que dice " por favor, financia mis viajes por el mundo " es poco ético y vergonzoso. 
Los 'begpackers' han brotado en Tailandia, Camboya, Laos, Vietnam o Malasia, 
un circuito tradicional para presupuestos ajustados, e incluso en destinos asiáticos elitistas como 
Hong Kong o Singapur. Abundan en Khao San Road, epicentro mochilero de Bangkok, donde se aprietan hostales y tiendas de abalorios.
Ha sido precisamente Tailandia, la primera en atacar el brote. Funcionarios de Inmigración en diferentes puntos de la frontera exigen a los extranjeros con visado de turista que prueben que disponen de al menos 20.000 baht (509 euros) en efectivo. El escrutinio también alcanza a los sospechosos de trabajar ilegalmente en el país con visado de estudiante.
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