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Articulo - Lorena Olguin

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Factores que motivan a una persona a realizar un tiroteo en escuelas primarias de EE. UU.
Psicología
Larios Robles Jennifer Mariana*
A460294488@my.uvm.edu.mx
Amaral Gonzalez Diana Lizette*
A460299675@my.uvm.edu.mx
Lorena Aimee Olguin Nila*
A460302492@my.uvm.edu.mx
Díaz Sánchez Alexa Valeria*
A460298307@my.uvm.edu.mx
****Universidad del Valle de México Campus Zapopan
Factores que motivan a una persona a realizar un tiroteo en escuelas primarias de EE. UU. y sus posibles repercusiones de su influencia en México. 
Resumen 
Este artículo es una recopilación teórica y descriptiva de algunos estudios que han analizado tanto los factores biológicos, como los psicológicos y sociales que llevan a una persona a realizar un tiroteo en escuelas primarias de Estados Unidos. A su vez se encontrará, características tanto en la cultura americana como en la Latina específicamente en México que darán a conocer las posibles vinculaciones que en un futuro se puede tener en relación con el tema. Se consideran las características, conceptos y funciones que se identificaron después de una revisión a la literatura disponible. 
Palabras claves 
Tiroteos, Estados Unidos, violencia, escuela, estudiantes, crimen, primarias. 
Abstract 
This article is a theoretical and descriptive compilation of some studies that have analyzed both the biological, psychological and social factors that lead someone to carry out a mass shooting inside school facilities in the United States. At the same time, characteristics will be found in both American and Latin culture specifically in Mexico that will make known the possible links that in the future may be had in relation to the subject. We have included characteristics, concepts and functions that were identified and considered after a review of the available literature. 
Marco teórico 
Para responder a la pregunta general se presenta la siguiente información obtenida de diferentes fuentes de sitios web y artículos. 
Factores biopsicosociales que llevan a una persona a realizar un tiroteo
Los tiroteos escolares son eventos bastante escalofriantes, que nos congelan el aliento y hacen hervir la sangre cuando leemos algún artículo en Twitter o cuando escuchamos detallado lo ocurrido en el noticiero matutino, debido a la naturaleza tan perversa y deshumanizada del crimen.
Desafortunadamente, que este tipo de noticias lleguen a nuestros oídos no es algo fuera de lo común. Tan solo el año pasado ocurrieron 257 de tiroteos dentro de áreas educativas en Estados Unidos, rompiendo esta cifra el récord del número anual de tiroteos registrados en los dos años anteriores: en 2019 se dieron 119 tiroteos y en 2020 sucedieron 114 (Jo, 2022).
Tan sólo el año pasado se cumplió una década del tiroteo en la escuela primaria Sandy Hook en la ciudad de Newtown, en Connecticut; en el que desafortunadamente seis adultos y 20 niños murieron el 14 de diciembre de 2012.
Según el reportaje de la cadena de noticias CNN Español (2022), Adam Lanza, quien contaba con solo veinte años en aquel momento, mató a su madre Nancy, y luego condujo en el auto de ella hasta la escuela. Lanza se abrió camino disparando a las puertas de entrada de la escuela, ingresó y disparó a algunas funcionarias que salieron a ver qué sucedía. Luego entró a dos salones y continuó con su masacre.
La matanza duró solamente 11 minutos, pero es indudable que para los afectados se haya sentido el terror por muchísimo más tiempo. Cabe mencionar que Lanza se suicidó dentro de las instalaciones, justo después del acto.
Esta noticia se propagó como el fuego en un día ventoso entre toda la población estadounidense e incluso logró llegar a los oídos de las televisoras a nivel internacional. Un evento como este no deja indiferente a nadie, sin importar la raza, religión o edad. Sin embargo, hubo casos que no corrieron con la misma suerte. Por ejemplo, el 2 de octubre del 2008, en la ciudad de Nickel Mines, Pensilvania, Charles Roberts, de tan sólo 32 años, acudió a una pequeña escuela amish y tomó como rehenes a al menos 11 niñas. Cinco de ellas fueron asesinadas y otras seis resultaron heridas. Al igual que Lanza, Roberts puso fin a la masacre con su propio suicidio (CNN, 2022).
El día de San Valentín de 2018, Nikolas Cruz entró al instituto Marjory Stoneman Douglas en Parkland, Florida, del cual había sido expulsado por razones disciplinarias algunos años previos al ataque y asesinó a 34 personas en total, incluyendo estudiantes y miembros del profesorado. Según las autoridades, encendió la alarma de incendios para atraer a la gente al exterior y aumentar la cantidad de víctimas (CNN, 2022).
Debido a las altas cifras de este tipo de eventos, que sólo parecen seguir en aumento de acuerdo a las estadísticas recientes, se han publicado varios artículos dedicados a estudiar los elementos biopsicosociológicos que posiblemente influyen enormemente con que se den este tipo de tragedias, así como a informar de los posibles signos a tomar en cuenta para poder prevenirlas.
Los investigadores Oliva, Quezada y Navarro (2018) publicaron un ensayo bastante completo donde logran hacer una aproximación a los factores sociales que se destacan de manera común en los casos de tiroteos masivos escolares en Estados Unidos. Ellos aseguran que, aunque cada caso es diferente y que pueden llegar a ser completamente distintos los elementos que desencadenan estas actitudes, no es correcto ignorar que existen varias similitudes entre los perfiles de los asesinos.
En este documento nos enfocaremos en los factores psicosociales que llevan a una persona a cometer un tiroteo dentro de una instalación educativa en Estados Unidos. Nos gustaría también resaltar que según Chela y Romel (2022), los factores biopsicosociales son aquellas condiciones que se presentan debido a una asociación de interacciones estructurales y funcionales que están asociadas al factor biológico, psicológico y social.
Aspecto Biológico
James Densley y Jillian Peterson, académicos especializados en Justicia Criminal, publicaron un artículo dedicado a describir, a partir de los datos que lograron recopilar en diversas bibliografías, los sucesos en que jóvenes ejecutan tiroteos dirigidos contra miembros de la comunidad escolar en Estados Unidos. En su trabajo, mencionan algo muy interesante y es que, a partir de lo encontrado en su base de datos, todos los ‘’pistoleros’’ o tiradores eran varones (2022).
Un dato interesante que encontramos durante nuestra investigación, es que los hombres están mucho más inclinados que las mujeres al comportamiento violento. Esta proporción es visible numéricamente al analizar los datos demográficos de las cárceles en todo el mundo. Según datos de las Naciones Unidas del 2002 de los 8.570.051 presos existentes en aquel año, apenas un 4.4% eran mujeres mientras que un abrumador porcentaje del 95.6% consistía en hombres (Bernardes de Moraes, 2013).
Unido a esto, la psicóloga y profesora de la Universidad Nebrija, Anna Isabel Beltrán Velasco, declara que la conducta delictiva no tiene género, pero sí es verdad que las conductas de agresión y violencia han estado normalmente más asociadas al hombre, más que nada por sus ‘’capacidades físicas’’. Cuando las mujeres cometen asesinatos, no suelen recurrir comúnmente a las armas de fuego, sino que usan otros medios no tan agresivos, como el envenenamiento.
Aspectos Psicológicos
Carol Anne Davis, en su libro Children Who Kill, señala que un niño que mata suele haber sido criado en un hogar profundamente disfuncional, violento y desprovisto de afecto. Igualmente, un estudio del Violence Project encontró algunos rasgos comunes al analizar decenas de masacres cometidas desde 1999. El primero de estos rasgos, es que la mayoría de los asesinos sufrieron traumas infantiles o estuvieron expuestos a la violencia desde que eran niños: ya sea en forma de acoso escolar, de violencia doméstica, de suicidio parental, de abuso sexual, entre muchos otros (Oliva et. al, 2018).
Un ejemplo de esto es Salvador Ramos, autor del ataquea una escuela en la localidad Uvalde, en el estado de Texas, creció en una familia disfuncional, con una madre adicta a las drogas y un padre ausente (BBC News, 2022).
Algunos estudios refutan que las enfermedades mentales son el factor determinante de las masacres a punta de pistola en Estados Unidos, aunque no todos están de acuerdo con este punto. El académico José Ignacio Ruiz, menciona en su trabajo investigativo acerca de los factores psicológicos de los tiradores quienes se dirigen contra miembros de la comunidad escolar, que en su base de datos no encontró de forma general antecedentes de trastornos mentales, pero que sí se ve reflejado una tendencia de los tiradores a tener un historial de personalidad agresiva, pensamientos o intentos de suicidio, o de extrema depresión o desesperación.
Las autoridades encontraron que Erick David Harris, uno de los autores de la masacre de Columbine en 1999, escribía constantemente un diario donde se expresa de la siguiente manera: “Estoy lleno de odio y me encanta’’. En el momento del ataque se encontraba bajo la influencia de un antidepresivo, pero las investigaciones aseguran que antes de comenzar a planearlo ya lo consumía (Mora, 2022).
Sólo el 5% de los pistoleros o tiradores tenían registros de enfermedad mental, (Bastan, 2021), aunque esto no quiere decir que el resto de los atacantes contaban con una buena salud mental. El 42% de los perpetradores de estos tiroteos masivos arrastraban algún tipo de trauma (Jillian Peterson y James Densley, 2022).
Kip Kinkel, autor del tiroteo en la escuela secundaria Thurston en 1998, había suspendido el consumo de Prozac, un antidepresivo inhibidor, ocho meses antes de los hechos. Las hipótesis médicas aseguran que la continuación del tratamiento pudo evitar la masacre (Mora, 2022).
Los documentos oficiales de Dylan Bennet Klebold, también autor de la masacre de Columbine en 1999, revelan que padecía de una psicosis severa (Mora, 2022).
En el año 2016, el criminólogo Adam Lankford, de la Universidad de Alabama, publicó un estudio donde analizó casos de tiroteos escolraes en 5 países diferentes y aclaró que: ‘’si los trastornos fueran el factor principal, los países con índices de suicidio más elevados tendrían también más tiroteos, pero no es lo que vemos”, concluyendo que por si solas, las enfermedades mentales no son un factor determinante.
 
Otro factor recurrente es que casi todos los pistoleros sufrieron una crisis personal en las semanas o meses que precedieron a sus actos. Pudo ser laboral o sentimental, pero dio pie a un cambio de comportamiento y una marcada sensación de agravio, a menudo expresada en amenazas violentas contra él mismo o hacía otros (Mir, 2019).
Aspectos Sociales
Los factores sociales han sido declarados fundamentales de manera constante por distintos académicos e investigadores, algunos incluso le dan más peso a estos que a los factores psicológicos.
Para el académico Oscar Picardo Jao, el clima escolar es un potencial desencadenante para estas tragedias. En su opinión, si el estudiante no tiene relaciones de calidad con los miembros de la comunidad educativa, no se siente aceptado y tiende a los conflictos disciplinares, es más probable que el sujeto tienda a situaciones de violencia (Oliva et. al, 2018).
Picardo considera que los directores, docentes y padres de familia influyen demasiado en las conductas de los estudiantes. Por esto mismo recuerda a los padres y madres de familia que ellos son los principales educadores y pone énfasis en no evadir su responsabilidad de instruir a sus hijos con valores y principios (Oliva et. al, 2018).
Picardo también reclama a los directivos que admiten estudiantes expulsados de otras instituciones por problemas disciplinarios y con tendencias violentas, sin mayores condiciones. Picardo cree que un buen director es un líder responsable, que debe comunicarse con la sociedad estudiantil y trabaja para resguardar su seguridad (Oliva, et. al, 2018).
Finalmente, Picardo piensa que los docentes deben ser los primeros en notificar de cualquier anomalía conductual o académica a las autoridades respectivas, ya que ellos son quienes deberían conocer de cerca las conductas y la personalidad de sus estudiantes (Oliva, et. al, 2018).
Es importante destacar el hecho de que la mayoría de los atacantes tenían a su alcance los medios para perpetrar fácilmente sus planes. En los tiroteos escolares, el 80% de los causantes obtuvieron las armas de sus familiares (The Violence Project, 2019).
Las armas de fuego tienen un efecto increíble en todo aquel que sostenga una. Estas usualmente elevan la autoestima de su dueño, los hacen sentirse invulnerables y todopoderosos (Bastan, 2021).
Otro factor importante y probablemente el más hablado es el bullying. En el conjunto de casos analizados por la Universitat Oberta de Catalunya, un 38% había sido víctima de acoso escolar o bullying.
Salvador Ramos, quien ya mencionamos anteriormente, era un estudiante objeto de bullying escolar, sobre todo por su tartamudez. Este ambiente de burlas dirigido a él lo llevó a la práctica de autolesiones no suicidas (Mora, 2022).
Cabe mencionar que el bullying tiene como consecuencia una frustración severa, ausencia de amigos, incapacidad para controlar la vida social, dolor emocional, poca o nula inteligencia emocional y baja autoestima. Quien sufre de acoso escolar puede llegar a desarrollar una necesidad de proyectar la masculinidad hegemónica puesta en duda por los victimarios y de revertir su imagen de “loser” o “perdedor’’ con el uso de la violencia o agresión (Bastan, 2021).
Finalmente, un componente importante que se repite de manera frecuente en la mayoría de los casos, es el factor de ‘’contagio’’ de los tiroteos y la radicalización de sus autores en la memoria colectiva. La mayoría de los asesinos estudiaron previamente las matanzas de sus predecesores, quienes son estimulados positivamente con la notoriedad mediática que provocaron sus actos. (Mir, 2019).
Inspirados por los atacantes anteriores, algunos de estos atacantes buscan encontrar la misma fama y notoriedad que ellos. The Violence Project (2019), aclara que estos varones usualmente comunican su intención de hacer daño por adelantado como un último y desesperado grito de ayuda.
 
Un estudiante es maltratado o victimizado cuando se expone, de forma repetida y durante un tiempo prolongado, a una serie de acciones negativas por parte de uno o más estudiantes (Olweus, 1993).
Las acciones negativas fueron descritas por Olweus como acciones intencionales que infringen o pretenden infringir lesiones y malestares a otros, las cuales pueden ser verbales o físicas, pero también pueden expresarse mediante miradas de desprecio y gestos discriminatorios que promueven el rechazo y la exclusión. Las acciones negativas pueden realizarse de forma individual o grupal, y el blanco del bullying también puede ser un individuo o un grupo.
Olweus escribió que quienes son maltratados por un cierto periodo tienden a serlo muchos años después, y que lo mismo ocurre con los maltratadores recurrentes.
Hechos como el abandono, la muerte de uno o los dos padres, la violencia en el núcleo familiar, la violencia física y psicológica, los abusos, el bullying son sólo algunos de los problemas que pueden afectar el comportamiento, generar trastornos psiquiátricos y problemas en sus relaciones en la edad adulta.
Si esas bases se ven amenazadas a temprana edad, comenzamos a tener angustia y se pierde la oportunidad de desarrollar nuestra identidad, seguridad y optimismo y va apareciendo un sentimiento de vacío que no se logra llenar con nadie y genera relaciones destructivas.
Los traumas de la infancia generan mucha infelicidad al adulto, no le permite desarrollarse ni atender su vida de manera adecuada por lo que la persona no avanza ni obtiene un equilibrio que le proporcione bienestar. Todo lo vivido no sólo marca, sino que perfila las bases de nuestro bienestar psicológico o de nuestra vulnerabilidad mental.
“Ciertas imágenes de la infancia se quedan grabadasen el álbum de la mente como fotografías, como escenarios a los que, no importa el tiempo que pase, uno siempre vuelve y recuerda” (Carlos Ruiz Zafón).
Las infancias difíciles, así como los traumas, son más comunes de lo que pensamos. Estudios como los realizados en colaboración con organismos como la Universidad de Zurich, la Universidad de Vermont y en la Universidad de Virginia Commonwealth señalan algo tan llamativo como impactante. Cerca del 60 % de los niños que participaron atravesaron por algún evento traumático.
El riesgo de padecer diversos trastornos psiquiátricos es alto y la dificultad a la hora de establecer posteriores vínculos con otras personas también es complejo.
En su interior hay rabia, frustración, angustia y una tristeza profunda. Todo ese cúmulo de emociones subyacentes acabarán emergiendo.
La violencia con armas de fuego omnipresente en Estados Unidos ha dejado pocos lugares ilesos a lo largo de las décadas. Aun así, muchos estadounidenses consideran sacrosanto su derecho a portar armas, consagrado en la Constitución de Estados Unidos. Pero los críticos de la Segunda Enmienda dicen que ese derecho amenaza a otro: el derecho a la vida.
Hay 120 armas de fuego por cada 100 estadounidenses, según la organización suiza Small Arms Survey (SAS). Ninguna otra nación tiene más armas civiles que personas.
Aunque el número exacto de armas de fuego de propiedad civil es difícil de calcular debido a diversos factores como las armas no registradas, el comercio ilegal y los conflictos mundiales, los investigadores de SAS estiman que los estadounidenses poseen 393 millones de los 857 millones de armas civiles disponibles, lo que supone alrededor del 46% del arsenal civil mundial.
Alrededor del 44% de los adultos estadounidenses viven en un hogar con un arma, y aproximadamente un tercio posee una personalmente, según una encuesta de Gallup de octubre de 2020.
En Estados Unidos, la fabricación de armas de fuego está en aumento, a medida que hay más estadounidenses comprando armas.
En 2018, los fabricantes de armas produjeron 9 millones de armas de fuego en el país, más del doble de la cantidad fabricada en 2008, según la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos de Estados Unidos (ATF, por sus siglas en inglés). Más recientemente, enero de 2021 marcó el mayor aumento anual desde 2013 en las solicitudes de verificación de antecedentes federales necesarias para comprar un arma, un aumento de casi el 60% desde enero de 2020.
Y en marzo de 2021, el FBI informó de casi 4,7 millones de verificaciones de antecedentes, la mayor cantidad de cualquier mes desde que la agencia comenzó a llevar un registro hace más de 20 años. Dos millones de esas comprobaciones fueron para nuevas compras de armas, lo que lo convierte en el segundo mes más alto registrado para las ventas de armas de fuego, según la Federación Nacional de Deportes de Tiro, el grupo comercial de la industria de las armas de fuego que compara las cifras de comprobación de antecedentes del FBI con los datos de ventas reales para determinar sus cifras de ventas.
En 2019, el número de muertes en Estados Unidos por violencia con armas de fuego fue de aproximadamente 4 por cada 100.000 habitantes. Eso es 18 veces la tasa promedio de otros países desarrollados. Múltiples estudios muestran que el fácil acceso a armas de fuego contribuye a mayores tasas de homicidios relacionados con armas de fuego.
Casi un tercio de los adultos de EE.UU. cree que habría menos delitos si más personas tuvieran armas, según una encuesta de Pew de abril de 2021. Sin embargo, múltiples estudios demuestran que en los lugares en que la gente tiene fácil acceso a las armas de fuego, las muertes relacionadas con ellas tienden a ser más frecuentes, incluso por suicidio, homicidio y lesiones no intencionadas. Casi un tercio de los adultos de EE.UU. cree que habría menos delitos si más personas tuvieran armas, según una encuesta de Pew de abril de 2021. Sin embargo, múltiples estudios demuestran que en los lugares en que la gente tiene fácil acceso a las armas de fuego, las muertes relacionadas con ellas tienden a ser más frecuentes, incluso por suicidio, homicidio y lesiones no intencionadas.
La mitad de los países desarrollados del mundo tuvo al menos un tiroteo público masivo entre 1998 y 2019. * Pero ninguna otra nación vio más de ocho incidentes en 22 años, mientras que Estados Unidos tuvo más de 100, con casi 2.000 personas muertas o heridas.
Los tiroteos masivos regulares son un fenómeno exclusivamente estadounidense. Estados Unidos es el único país desarrollado en el que se han producido tiroteos masivos cada año durante los últimos 20 años, según Jason R. Silva, profesor adjunto de sociología y justicia penal en la Universidad William Paterson.
Las políticas estatales en materia de armas también parecen influir. Un estudio de 2019 publicado en el British Medical Journal descubrió que los estados de EE.UU. con leyes de armas más permisivas y mayor posesión de armas tenían mayores tasas de tiroteos masivos.
Los organismos de la ONU también han subrayado estas preocupaciones, señalando las leyes estadounidenses de "stand your ground" o ley de legítima defensa, que permiten a los propietarios de armas en al menos 25 estados utilizar la fuerza letal en cualquier situación en la que crean que se enfrentan a una amenaza inminente de daño, sin hacer primero ningún esfuerzo para desescalar la situación o retirarse. Un informe de 2019 del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos señaló que la ley puede alentar a las personas a responder a situaciones con fuerza letal, en lugar de usarla como último recurso. 
Sólo en un 5% de los casos, se produce un trastorno mental. Otros registros muestran otras causas como el maltrato físico o psíquico, la expulsión familiar, el acoso escolar, las creencias de los padres y, sobre todo, la cultura y el acceso a las armas.
En ese país las personas tienen una gran probabilidad de morir en tiroteos masivos si están en el trabajo o en la escuela. En más de la mitad de los casos en Estados Unidos, el atacante tiene más de un arma de fuego. En incidentes internacionales, el atacante típicamente tiene sólo un arma.
En Estados Unidos hay un promedio de 6,87 víctimas por incidente, mientras que en los otros 171 países que Lankford estudió, el promedio es de 8,8 víctimas por ataque. Muchos de los atacantes en Estados Unidos estaban mentalmente enfermos, según el informe. Pero otros estudios estiman que el número de casos de enfermos mentales no ha aumentado significativamente mientras que el número de tiroteos masivos se ha disparado.
Estos ataques se triplicaron entre 2011 y 2014, según un análisis de la Escuela Pública de Salud de Harvard y de la Universidad Northeastern. La investigación de Harvard muestra que los ataques públicos en ese periodo ocurrieron en promedio cada 64 días. Durante los 29 años anteriores, estos ocurrían cada 200 días, más o menos.
Algunos investigadores creen que esas masacres pueden ser “contagiosas”: una muerte o tiroteo incrementa las oportunidades de que otras puedan ocurrir en dos semanas. Es una “infección” que dura cerca de 13 días, según encontraron en otros estudios.
"Es más difícil de cuantificar, pero me ha impactado una investigación que demuestra que ganar fama es uno de los objetivos más importantes de esta generación", dijo Lankford. "Parece que los estadounidenses cada vez más están buscando fama y no existe duda de que existe una asociación entre la cobertura de los medios que estos delincuentes logran y la posibilidad de que van a actuar".
Aunque los tiroteos, a priori, pueden parecer indiscriminados, entre sus víctimas existe, al fin y al cabo, una relación. El lugar donde se ejecutan y la vinculación emocional de este con el agresor.
Las experimentaciones de frustraciones severas se asocian, en gran parte, con las relaciones interpersonales vinculadas al afecto a las que tenemos como necesidad (Maslow, 1943). En otras palabras, el vínculo con la sociedad.
Sin esavinculación realizada, la falta de autoestima (o alta pero inestable) puede causar una pérdida del control emocional en la persona que se ve afectada de forma grave, su dignidad se ve vulnerada y ha de restablecerla mediante el poder y control sobre los demás.
A pesar de esto, se ha especulado que la necesidad de mostrar una masculinidad que ha sido puesta en duda, podría ser una característica del tirador (Penagos-Corzo et al., 2020).
Por lo que la selección de víctimas puede deberse a la recuperación de la dignidad personal ante los que la vulneran, el lugar donde fue vulnerada tal dignidad y la necesidad de demostrar que tiene el control y poder. Ahora, no todas las víctimas tienen por qué haber causado un daño directo al tirador, pero sí estaban en el lugar donde se sufrió dicha vulneración.
Comparación de tiroteos en Estados Unidos y México
De acuerdo a la literatura disponible, tanto Estados Unidos como México sufren de una violencia homicida que incluye armas de fuego de manera descabellada. Es indudable que, a pesar de las diferencias entre los países, en ambos se respira una tensión y se siente una enorme ansiedad todos los días. 
Comenzaremos hablando numéricamente, ya que en Estados Unidos se dan un promedio de 325 tiroteos en masa al año, mientras que en México se dan solo 19. Sin embargo, estos fenómenos son más letales en México, ya que en cada uno muere un promedio de 6 personas, mientras que en Estados Unidos fallecen aproximadamente 1.1 personas, y en la mayoría de los casos este número incluye también al perpetrador. Esto quiere decir que, hablando estrictamente de estos dos países, Estados Unidos cuenta con la mayor cantidad de sucesos, aunque México cuenta con el mayor número de muertes por tiroteo (Guitierrez, 2019).
Los tiroteos en masa en Estados Unidos normalmente suelen ser originados por una sola persona (en casos aislados se han visto filtradas más de dos personas), la cual comúnmente tiene un vínculo emocional con la escuela, ya sea que de ahí se haya graduado o haya estudiado por poco tiempo. El objetivo de los tiroteos casi siempre es la venganza o resentimiento. En México, por otro lado, los tiroteos en masa son causados por grupos delictivos que trabajan en equipo bajo las órdenes de un poder más grande que ellos para lograr un cometido en específico, ya sea infiltrarse a algún lugar, robar algo importante o darle a un blanco previamente escogido (Fisher & Keller, 2017).
Otro punto que nos gustaría comparar es la impunidad, porque, aunque más gente muere en los tiroteos de México, raramente se identifica a los atacantes. Pocas veces los perpetradores son detenidos. De los 19 ataques anuales promedio que han dejado un total de 150 víctimas, sólo se detuvieron a seis presuntos responsables. Ninguno de estos fue enjuiciado. En Estados Unidos es otra historia, ya que los atacantes suelen ser identificados, detenidos y enjuiciados de manera casi inmediata (Guitierrez, 2019).
Estado del Arte.
El estado del arte es un conjunto de conocimientos o avances logrados en un campo de estudio. Por lo tanto, su función es recopilar todas las fuentes de información relacionadas con el tema en estudio para evitar que el autor repita reseñas o investigaciones ya realizadas o, en el peor de los casos, cometa errores. por otros autores.
Como se pudo comprobar dadas las investigaciones, se encontró que en el año 2017 y 2018 tanto Terrades, V como Carillo, J.hablan sobre las personas con un trastorno mental no cuentan con un procedimiento efectivo señalado por el gobierno para prohibir la posesión de armas de fuego, con lo cual nosotros coincidimos que las personas con un trastorno mental es uno de los factores para detonar un tiroteo masivos en zonas escolares, sin embargo no es único y el principal, ya que se comprobó con una tasa del 5%. 
Por el otro lado, Gutiérrez M. en 2019 distinguió tres tipos de ataques, que son las rebeliones sociopolíticas en instituciones educativas, hechos azarosos de violencia escolar extrema y hechos de violencia escolar, dando, así como respuesta a los factores sociales que llevan a los tiroteos masivos en las escuelas. 
Barbosa, E. y Granados, C. en 2021 hablaron sobre la importancia que se le debe de dar a los tiroteos, pues dejan fuertes repercusiones en varios ámbitos, en esta parte se coincidió pero en la parte donde mencionan la violencia en cines y videojuegos no se concordó que sea algo sumamente relevante, pero a su vez el autor Prieto, S. en el año pasado 2022, comprueba que los ciudadanos estadounidenses usan las armas para defenderse de delincuentes, complementado que esto viene desde el nacimiento de la supremacía blanca y conflicto racial que se tenía desde la esclavización, concordando con que el miedo se esparce desde la ignorancia que existía en años atrás y como hasta la fecha han sido relevantes en el uso de armas.
Metodología
La revisión de literatura es un tipo de sinopsis de numerosos artículos e investigaciones que nos permite darnos una idea acerca del tema que nos interesa investigar. 
Durante la elaboración de este trabajo se realizó una valoración crítica del contenido disponible en la web y en algunos tomos físicos, así como la búsqueda de informarnos sobre lo que existe y las lagunas que aún hay sobre el tema 
Con nuestra revisión de literatura buscamos identificar los factores psicosociales que llevan a una persona a cometer un tiroteo dirigido a la comunidad académica dentro de instituciones en Estados Unidos, que aparecen como recurrentes en las investigaciones científicas. Buscamos encontrar patrones biológicos, describir conductas y mostrar la importancia de las relaciones interpersonales que mantienen estos individuos.
Se realizó una revisión sistemática de artículos académicos, artículos científicos, revistas indexadas y de libros de investigación científica. Mediante la utilización de una técnica comparativa deducimos que factores incluir y cuales descartar. 
 
Resultados 
Se comprobó con ayuda de las lecturas e investigaciones realizadas que existen múltiples factores documentados por los cuales sucede un tiroteo en escuelas primarias estadounidenses; estos pueden ser tanto biopsicosociales como geográficos, pues algo que encontramos y nos dimos cuenta que es un común denominador en la literatura revisada, es que los tiroteos escolares no suceden a menudo ni son noticia en lugares fuera de Estados Unidos. Este es un pedazo de información que consideramos fundamental, nos permite enfocar nuestra investigación en los aspectos biopsicosociales de la sociedad o comunidad estadounidense. Este país tiene el récord de la mayor cantidad de tiroteos escolares anuales, y lo que podría ser más alarmante, el de la mayor cantidad de habitantes que tienen un arma de fuego en sus hogares. 
Es indudable que la presencia de armas es un factor importante, pero no el único, pues también en las investigaciones se encontró que la mayor parte de los perpetuadores sufrieron de violencia escolar, tenían perfiles antisociales, sufrían violencia o abuso en casa, tenían dificultades académicas y todos eran de sexo masculino. Además, se cree que muchos sufrían de enfermedades mentales, aunque oficialmente solo el 5% estaba diagnosticado, lo cual nos deja saber que no todos los que padecen alguna enfermedad mental son los protagonistas de un tiroteo. 
Al final nuestra investigación resaltó que el acceso fácil a armas es uno de los factores principales en la causa de estos. También que la persona haya pasado por un momento en su vida dónde sufrió algún tipo de violencia o fue vulnerado de alguna manera. Finalmente, que la persona haya tenido problemas de socialización y académicos, como bullying, bajas calificaciones, problemas de violencia, etc.
Encontramos de extrema relevancia este tema porque México es país vecino de Estados Unidos, y este fenómeno fácilmente puede llegar afectar a nuestro país, pues sabemos que en la fronteras hay personas que viven en México pero trabajan o estudian en Estados Unidos, lo cual hace que estas personaspuedan acceder también fácilmente al uso de armas, que sufran de alguna discriminación, que se vuelvan vulnerables por su nacionalidad dando por resultado que ellos podrían llegar a realizar un tiroteo o al contrario se encuentren siendo víctimas de alguno de estos.
Conclusiones 
Los tiroteos escolares son un problema social demasiado grande y preocupante para el país de Estados Unidos, la cultura de los estadounidenses de reaccionar con violencia ante violencia hacia uno, genera un ciclo en el cual es difícil romper, el fácil acceso a las armas es una problemática la cual no se está dispuesto a combatir, al igual de que la sociedad estadounidense toma normalizado el tema de los tiroteos y no de forma más humanizada, desde nuestro punto de vista es un problema el cual es difícil de erradicar debido a que para la sociedad estadounidense los temas educativos y más familiares no vende tanto como películas y videojuegos violentos que fomentan el uso de armas y de impulsos agresivos ante algún reflejo, la falta de atención e importancia brindada a los temas de salud mental también es un factor que interviene negativamente, al ser un país donde el acceso a las armas de fácil debería de contar con un tipo de apoyo y seguimiento hacia personas con problemas psicológicos, además de la prohibición de adquirir algún arma, el resguardo de las armas en las casas también debe ser más cuidadoso y regulado, Estados Unidos rebasa todas las cifras de tiroteos masivos y más específicamente tiroteos escolares en todo el mundo. Como futura fuente de investigación, se menciona que el gobierno estadounidense está creando una nueva forma para prevenir la muerte de estudiantes en escuelas de este país, creando buques antibalas, dentro de las aulas. 
Referencias
· Mora, Eduardo. (9 de junio de 2022). EEUU: Una perspectiva psicológica sobre el drama de los tiroteos escolares. Recuperado 7 de marzo de 2023, de Diario Las Américas, de: https://www.diariolasamericas.com/opinion/eeuu-una-perspectiva-psicologica-el-drama-los-tiroteos-escolares-n4250715 
· CNN Español. (2022). Las escuelas, escenario de la violencia armada en Estados Unidos: estos han sido los peores tiroteos, de Columbine y Sandy Hook a Uvalde. Recuperado de: https://cnnespanol.cnn.com/2022/05/25/peores-tiroteos-escuelas-violencia-armada-estados-unidos-orix/ 
· Mir, R. (2019). ¿Qué tienen en común los autores de los tiroteos de masas?. El Periódico. Recuperado de: //www.elperiodico.com/es/internacional/20190807/que-tienen-en-comun-asesinos-de-masas-tiroteos-7585822 
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