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saralenny - Barbara montserrat Marquez villanueva

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Creo que "¿Quién se ha llevado mi queso?" Es una famosa fábula que nos enseña
cómo el cambio es inevitable y cómo debemos adaptarnos a él para poder avanzar
en la vida. Esta historia nos presenta a dos personajes principales: Hem y Haw,
quienes representan a aquellas personas que se resisten al cambio ya aquellas que
son capaces de adaptarse y crecer ante él, respectivamente.
En mi vida personal, me identifico con los Liliputienses de la historia, ya que en
algunos momentos de mi vida soy alguien que me aferro a lo que ya estaba
destinado, aunque he estado dispuesta a aprender y a adaptarme a las diferentes
situaciones que se me presentan. Los Liliputienses son pequeñas criaturas que, a
pesar de su tamaño, tienen la capacidad de enfrentar grandes desafíos. En la
historia son el claro ejemplo de una mala organización y mala comunicación.
Es cierto que el cambio puede ser aterrador y desafiante, especialmente cuando no
estamos preparados para ello. Pero al igual que los Liliputienses, podemos
entrenarnos para estar preparados para cualquier situación que se nos presente.
Esto implica ser proactivo en nuestra vida, buscar constantemente nuevas
oportunidades y aprender cosas nuevas.
Los ratones, llamados Fisgón y Escurridizo, son los personajes que se adaptan más
rápidamente al cambio y encuentran nuevas oportunidades en situaciones difíciles.
A diferencia de los Liliputienses, que analizan y piensan mucho antes de actuar, los
ratones tienen una actitud más proactiva, explorando y experimentando hasta
encontrar nuevas soluciones.
Los ratones de la historia representan una actitud positiva y proactiva hacia el
cambio. En lugar de resistirse al cambio, ellos están dispuestos a explorar ya
adaptarse a nuevas situaciones para encontrar nuevas oportunidades. Fisgón y
Escurridizo son capaces de ver más allá de la situación actual y de encontrar
nuevas rutas y oportunidades para su supervivencia.
Por otro lado, los liliputienses representan una actitud más analítica y reflexiva ante
el cambio. A diferencia de los ratones, los liliputienses son más cautelosos y
prefieren pensar mucho antes de actuar. Ellos analizan cuidadosamente cada
situación y buscan comprender las consecuencias de sus acciones antes de tomar
una decisión.
Ambas actitudes pueden ser útiles en diferentes situaciones. Por ejemplo, en
situaciones de riesgo, la actitud de los Liliputienses puede ayudar a minimizar el
riesgo y evitar consecuencias negativas. Sin embargo, en situaciones donde el
cambio es necesario para crecer y avanzar, la actitud de los ratones puede ser más
efectiva para encontrar nuevas soluciones y oportunidades.
En lugar de resistirnos al cambio, debemos abrazarlo y buscar maneras de crecer a
partir de él. Debemos estar dispuestos a tomar riesgos ya salir de nuestra zona de
confort para poder experimentar cosas nuevas. Al hacerlo, podemos descubrir
nuestras fortalezas y debilidades y aprender a utilizarlas de manera efectiva para
alcanzar nuestras metas.
En resumen, tanto los ratones como los liliputienses tienen diferentes enfoques en
su actitud ante el cambio. Mientras que los ratones son más proactivos y
exploratorios, los liliputienses son más analíticos y reflexivos. Ambas actitudes
pueden ser útiles en diferentes situaciones, y lo importante es encontrar un equilibrio
entre ellas para adaptarnos al cambio de manera efectiva.
En la historia, los liliputienses se aferran a su antigua forma de vida y se niegan a
aceptar que el mundo a su alrededor está cambiando. En lugar de adaptarse y
buscar nuevas soluciones, ellos se quedan atrapados en su zona de confort,
lamentándose y quejándose de la situación.
Además, los Liliputienses culpan a los demás por su situación, en lugar de tomar
responsabilidad por sus propias vidas y sus decisiones. Ellos culpan a los ratones
por haber llevado su queso y no aceptan que su situación es el resultado de sus
propias acciones y decisiones.
La actitud de los liliputienses es una lección importante sobre cómo no reaccionar
ante el cambio. Si nos resistimos al cambio y nos aferramos a nuestra antigua forma
de vida, podemos perder oportunidades y limitar nuestro crecimiento y desarrollo
personal. En lugar de eso, debemos aceptar el cambio y buscar nuevas formas de
adaptarnos y crecer en la nueva situación.
Aunque en algunos instantes la mayor culpa de no adaptarse al cambio es de Hem,
pues Haw quería cambiar, pero se dejó influenciar por su compañero eso nos relata
la poca comunicación que tenían.
En conclusión,el cambio es inevitable y debemos estar preparados para enfrentarlo.
Al igual que los Liliputienses. Debemos ser proactivos y estar dispuestos a aprender
y a adaptarnos a cualquier situación. Si tomamos esta actitud positiva y proactiva de
los ratones ante el cambio, podemos crecer y alcanzar nuestras metas en la vida.

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