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David Alfonso Navarro Muñoz Contaduría publica IV semestre Desde antes de la pandemia se han llevado a cabo programas de conciencia ambiental y desarrollo sostenible para maximizar la eficiencia de la producción sin afectar el medio ambiente en el proceso, pero muchas veces estas estrategias solo terminan en palabras y no se aplica de manera definitiva en las comunidades. Sin embargo, pienso netamente que la humanidad aún no toma conciencia sobre la magnitud real que tiene sus actividades en el deterioro de su propio ambiente en el contexto mundial actual, es cada vez mucho más complejo hallar sistemas de valores compartidos que permitan afirmar creencias, fomentar conciencias y guiar permanentemente el accionar individual; es decir, hallar identidades de carácter universal que brinden sentido a la existencia del ser humano y les permitan afianzar su pertenencia a comunidades más grandes. En el último año la población se informo acerca de una mejora en un aspecto importante de nuestro ambiente como consecuencia de la pandemia producida por el COVID-19, donde diferentes medios de comunicación afirmaron que la pandemia se vio involucrada en diferentes cambios climatológicos, los niveles de dióxido de carbono que generan calentamiento global (“gases de efecto invernadero”) bajaron en un gran porcentaje con respecto A la situación antes de la pandemia. Es triste pensar en el deterioro que puede sufrir el medio ambiente si no se toma conciencia al respecto del daño que se causa, en medio de la pandemia por coronavirus el tiempo en cuarentena se convirtió en una oportunidad para detenernos y reflexionar, por ejemplo, sobre el impacto ambiental en nuestro planeta, el medio ambiente con la David Alfonso Navarro Muñoz Contaduría publica IV semestre ausencia temporal de las personas comenzó a “recuperarse” del daño excesivo que siempre generamos. Los ecosistemas degradados no pueden ofrecer servicios ecológicos que garanticen bienestar y salud; así, una crisis lleva a otra. La conciencia ambiental debe buscar el estímulo de la formación de ecologías mentales, en la cual se puedan interrelacionar el ser humano con la sociedad y las especies existentes. Asimismo, es necesario fomentar una mentalidad cada día más ecologizada, con una conciencia desarrollada sobre la responsabilidad con el ecosistema y el respeto por la existencia de los demás (Andrade y Gonzales, 2018). Poseer un pensamiento ecologizado, forma parte del desarrollo personal, demostrando una actitud o manera propia de situarse en el mundo, a través de una actitud ecológica e incluyendo una actitud proactiva y respetuosa, buscando proteger la diversidad de especies, el ecosistema y el sistema social. La finalidad de poseer una conciencia ambientalista, permite ayudar a hallar soluciones a los diversos problemas ambientales existentes (Díaz y Fuentes, 2018). Quiero concluir diciendo que en la pandemia más que tomar conciencia ambiental fue un hecho muy obvio el de que el medio ambiente tuviera una mejoría debido al aislamiento, quiero decir, pienso que el hecho de que el entorno ecosistémico haya mejorado en pandemia fue por la obligación que tenían las personas de cuidarse y las empresas de restringir (tomar medidas) y no por el hecho de un aumento en la conciencia ambiental.
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