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Texto: Negociación. Tomo2 Capítulo2. Autor: Ignouville, Francisco 1 Negociación Francisco Ingouvi l le Una negoc iac ión es una conversación donde dos o más partes in tentan l legar a un acuerdo y cada una se esfuerza por lograr que el acuerdo sea lo más benef ic ioso posib le para sí misma, intentando inf lu ir sobre los ot ros a t ravés de d iversos recursos. En este capí tu lo, se int roduce e l modelo de Negoc iac ión Creat iva que pretende crear las condic iones para que las partes t raba jen en equipo y a lcancen acuerdos capaces de sat is facer los intereses de todos. Et imológ icamente la pa labra negociac ión , de raíz lat ina, der iva de negocio y ésta, a su vez, de la negac ión de l oc io. Entonces, sería s inónimo de act iv idad labora l. Pero el t iempo y el uso les dan a las palabras mat ices y s igni f icados que se a lejan de la semánt ica or ig ina l. As í , e l término negociac ión se usa espec ialmente para refer irse a conversaciones en que dos o más partes intentan l legar a un acuerdo y cada una se esfuerza por lograr que el acuerdo sea lo más benef ic ioso posib le para sí misma, intentando inf lu ir sobre las ot ras mediante d iversos recursos entre los que se encuentran los pedidos, los argumentos, las ofertas, las pres iones y las amenazas. Independientemente de su s ign if icado estr ic to, la imagen que nos hemos formado de la negociac ión no suele ser muy pos it iva. En efecto, muchos la asoc ian con act i tudes des leales, egoístas y hasta deshonrosas. El es logan " la sangre derramada no será negoc iada" parece prefer ir la lucha armada a un acuerdo negoc iado. Otros opinan que "hay cosas que no se negoc ian", en una aparente impl icanc ia de que negoc iar es "manosear" y que algunos va lores son demas iado sagrados como para ponerse arr iba de la mesa. Inc luso, e l sustant ivo negoc iado ha adquir ido el s ign if icado de i l íc i to, o, a l menos, acuerdo real izado a espaldas de la sociedad, reñido con la ét ica, en benef ic io propio y contra el b ien común. En este capí tulo, of receremos un t ratamiento de la negociac ión entendida como e l ar te y la c ienc ia de l legar a acuerdos de la mejor cal idad pos ib le en cua lqu ier ámbito. La cal idad del acuerdo no se ref iere sólo al benef ic io mater ia l que se obtenga s ino a la cal idad de las relac iones que se establecen y mant ienen y, por lo tanto, indirectamente, a l valor ét ico del proceder. No porque aquí vayamos a profundizar temas de ét ica sino porque e l cuidado de las re lac iones implica una conducta con c ier tos l ímites y eso, en úl t ima instanc ia, es del orden de lo ét ico. Al hablar de negociac ión estaremos inc luyendo, ba jo el paraguas de este concepto, a ot ros que permiten perfecc ionar la y que son parte de el la, como la comunicación, la relac ión, los argumentos, los supuestos, los paradigmas, la preparación, la creat iv idad, e l t raba jo en equipo, e l l iderazgo, y hasta algo de b iología, neurología, y psico logía. 1) INTRODUCCIÓN A LA NEGOCIACIÓN CREATIVA A lo largo de la histor ia, se han desarro l lado diversos modelos o escuelas de negoc iac ión. A grandes rasgos, se pueden c las if icar en Ganador-Perdedor, en la cua l cada una de las partes hace todo lo pos ible por obtener e l máximo resu ltado s in cons iderar e l daño que se causará al ot ro. No obstante, estas negoc iac iones Texto: Negociación. Tomo2 Capítulo2. Autor: Ignouville, Francisco 2 a menudo se t ransforman en Perdedor-Perdedor ya que en ese proceso ambos se per jud ican y la relac ión es menos f ruct í fera. Luego se habló de Ganador- Ganador, con la propuesta de dejar que e l ot ro gane para que lo de je ganar a uno. En el presente capí tulo, nos enfocaremos en la denominada Negoc iac ión Creat iva, que se basa en esta ú lt ima pero pone espec ia l énfas is en la creat iv idad y en las condic iones necesar ias para que las partes t raba jen en equipo, en un c l ima de máx ima imaginación e innovac ión. Surgida como f ruto de décadas de observación sobre qué func iona y qué no func iona en más de veinte países de var ios cont inentes y basada en gran medida en las teorías de la Escuela de Negociac ión de la Universidad de Harvard, este método propone un modelo y a lgunas herramientas pero de ja mucho campo a la in iciat iva e intel igenc ia indiv idual , en un proceso cont inuo de perfeccionamiento. 1.1) Lo que mata es e l supuesto La Escuela de Harvard señaló con mucho énfas is que los humanos negoc iamos de acuerdo a lo que creemos. Si b ien pudiera parecer obvio, lo c ier to es que esta senc i l la propuesta cambió rad icalmente la manera de encarar el estud io de la negoc iac ión. Si uno toma una medida para resolver un prob lema y f racasa, y luego intenta con ot ra medida y vuelve a fa l lar , y nuevamente cambia la acc ión pero el resu ltado es otra vez malo, la recomendac ión es de jar de concentrarse en las acc iones que toma y ret roceder un paso para anal izar los supuestos que uno t iene sobre la si tuac ión. Pos ib lemente, al l í esté el prob lema. Los supuestos, e l parad igma o la cosmogonía representan la manera en que entendemos la s ituac ión y, por lo tanto, la plataforma desde la que lanzamos nuest ras acc iones. El hombre pr imit ivo que, con su lanza, intentó ensartar un pez a medio metro bajo la superf ic ie erró el t i ro. Volv ió a intentar lo con más fuerza, con más veloc idad, con puntas más af i ladas y f racasó en cada oportun idad. Sólo comenzó a tener éx ito cuando cuest ionó e l supuesto de que el pez estaba donde él lo veía. Entendió que así como su lanza parecía doblarse cuando la int roducía en e l agua, la imagen del pez se encontraba desplazada por la i lus ión ópt ica que provocaba la desviac ión de los rayos de luz a l pasar del agua a l a ire. Cuando entendió esto su acc ión fue más certera: fabr icó una lanza con dos puntas y apuntó con una sabiendo qué la ot ra compensar ía la desviac ión. En las negoc iac iones, ocurre algo parec ido. Los supuestos que determinan nuestra conducta no s iempre son los más convenientes, como se verá en el próx imo apartado. 1.2) ¿Repart i r o agrandar la tor ta? Cuando se habla de negoc iación, mucha gente piensa sólo en regateo. ¿Cuántas veces hemos oído a funcionar ios y empresar ios op inar que en toda negoc iac ión necesar iamente hay un ganador y un perdedor? No obstante, éste es un prejuic io que está en la base de muchos problemas. Ese paradigma conduce a un empobrec imiento de procesos y resu l tados. En una buena negoc iac ión se crea valor, es decir , se agranda la tor ta antes de repart ir la. Pero s i suponemos que só lo se puede d ist r ibuir lo poco que hay, que cada mi l ímetro que uno gana lo p ierde e l ot ro y v iceversa, entonces sólo se d is t r ibuirá, porque no haremos ningún intento por crear y nos concentraremos en e l t i roneo. Texto: Negociación. Tomo2 Capítulo2. Autor: Ignouville, Francisco 3 Por e l contrar io, concebir a la negociac ión como una oportunidad de entendernos mejor y buscar juntos formas de benef ic iarnos mutuamente, haciendo que todos los involucrados ganen e l máx imo posible, puede br indar resultados muy super iores. De una buena negoc iac ión, las partes sa len en mejores re laciones que antes. En una buena negoc iac ión hay conf ianza y, por lo tanto, abundante intercambio de informac ión, de manera ta l que cada parte ent iende los intereses de la ot ra, su si tuac ión, sus neces idades, deseos, temores, preferenc ias. Así , s i no se t ra iciona la conf ianza de l ot ro, es pos ib le ampl iar la tor ta a repart i r y crear formas de sat is facer los intereses de todos. 1.3) No ceder, crear Otro preju ic io equivocado que atenta cont ra la buena negociac ión es la idea de que para lograr acuerdos es necesar io ceder. El saber popular suele repet ir solemnemente que no se puede tener todo lo que uno quiere y que hay que perder en algunos puntos para poder ponerse de acuerdo. Las personas que adhieren a eso interpretan que, para que ambos ganen en una negociac ión, e l costo es a lto y que a veces no es conveniente. No obstante, en e l modelo de Negociac ión Creat iva, ceder es mala pa labra. Es un recurso fác i l , mediocre y poco ambic ioso. Si b ien no se descarta totalmente, debe ser lo ú lt imo a cons iderar . Pr inc ipa lmente porque el ceder reemplaza otras est rategias mucho más convenientes para todos los invo lucrados. La negoc iac ión Ganador-Ganador no propone una act i tud blanda ni desprendida. Es muy probable que una persona que vaya a las negociac iones con act i tud de santo no obtenga buenos resul tados. La Negociac ión Creat iva no propone la abnegac ión s ino usar la imaginación para encont rar maneras de sat is facer nuest ros intereses al máximo y los de la ot ra parte en forma aceptable (de manera tal que acepte el acuerdo en que nuest ra sat is facc ión está maximizada). Hay quienes consideran di f íc i l sostener una act i tud ex igente con respecto a los prop ios logros y a la vez una relac ión amable y comprens iva con la ot ra parte. Todos exper imentamos c ier ta d if icultad de ese orden. Lo que d iferencia a ex i tosos de no ex itosos es que los pr imeros reconocen el problema y t raba jan para superar lo. Es lo que se denomina la tensión entre empat ía y asert iv idad. Y la forma de resolver esa tensión es con mucho de ambos: mucha comprens ión del ot ro y mucha c lar idad para expresar la propia s i tuac ión y necesidades. Con toda esa informac ión se arr iba a las mejores so luc iones en equipo. 2) EL MODELO DE LA NEGOCIACIÓN CREATIVA En los apartados anter iores, hemos presentado la base teór ica de la Negoc iac ión Creat iva. Pero, ¿en qué cons is te e l modelo y cómo funciona en la práct ica? Para comenzar a t ratar este punto, es út i l int roduc ir e l cuento de la naran ja, que podría cons iderarse como el mito fundacional de la negociac ión Ganador- Ganador. A cont inuac ión, una vers ión adaptada de la h is tor ia con la que ya t radic ionalmente se exp l ica la importanc ia de dist inguir entre pos ic iones e intereses1 2.1) El cuento de la naranja Dos chicas discut ían por una naranja hasta que la madre, a ler tada por los gr it os, las separó. Texto: Negociación. Tomo2 Capítulo2. Autor: Ignouville, Francisco 4 ¿Qué pasa? -preguntó. iQuiero esa naran ja! -d i jo una. iY yo también! -agregó la ot ra. Muy bien -di jo la madre. Salomónicamente cortó la naran ja al medio y le d io la mitad a cada una. Una de las chicas comió la f ruta y t iró la cáscara. La ot ra t iró la f ruta y se l levó la cáscara. La necesi taba para hacer un post re que requería piel de naranja rayada. Ahora b ien, ¿se equivocó la madre con su so luc ión? En pr inc ipio, su intervención logró terminar con los gr itos, detener la pe lea entre las ch icas sin cometer in just ic ias y dar le, a cada hi ja, una parte de lo que querían. Pero s i en lugar de t raba jar con las pos ic iones de las chicas, hubiese indagado sobre sus intereses, habría podido dar les el dob le. Para el lo, habría bastado con preguntar: "¿Para qué querés la naran ja?" y luego hacer un corte más creat ivo que part i r la naranja a l medio, para dar le a una toda la cáscara y a la ot ra todos los ga jos. 2.2) Los nueve conceptos para anal izar , preparar , c onduci r y eva luar una negociación Desde luego, en las negociac iones reales, las cosas suelen ser más complejas. Sin embargo, e l cuento de la naran ja deja bien c laro que conviene d is t ingu ir entre lo que se d ice que se qu iere y para qué se lo quiere. A menudo encontramos posic iones opuestas e ir reconci l iables que podrían reso lverse con la apl icac ión de c ier tas técnicas y métodos. Así , a cont inuac ión, presentamos los nueve conceptos básicos que conforman e l modelo de la Negoc iac ión Creat iva, ut i l i zando la his tor ia de la naranja como referencia. Posiciones : Es lo que a lguien p ide o rec lama. Por def in ic ión, las posic iones deben estar enfrentadas de forma que no se pueda encontrar una so luc ión a ambas a l mismo t iempo. En este caso, por ejemplo, las dos chicas quieren la naranja. No puede una niña entregar la y, a la vez, tener la para sí misma. Por supuesto, e l saber popular (como la madre del cuento) recomienda que ambas cedan media naranja. Es dec ir , que entre las dos cedan una naran ja entera. Eso sue le cons iderarse una gran negoc iac ión. Pero nosotros, que conocemos e l f ina l del cuento, sabemos que esa s i tuac ión no es ópt ima. Esa soluc ión, adoptada prematuramente, nos impide crear valor, es dec ir , agrandar la tor ta. Ahora bien, e l conf l ic to de pos ic iones no t iene soluc ión. Por lo tanto, lo mejor es cambiar de conf l icto. Y esto puede hacerse preguntando el para qué de las pos ic iones. De esta forma, es posib le pasar a los intereses. Intereses : Son las neces idades, deseos, amores, temores que subyacen a las pos ic iones. En síntes is , las mot ivac iones que l levan a p lantear esa pos ic ión, e l mot ivo por e l cua l se p ide lo que se pide. Los intereses son el para qué de las pos ic iones y justamente hay que preguntar para qué rec lama el ot ro lo que rec lama a f in de conocer sus intereses. En una negoc iac ión, no s iempre es pos ib le preguntar lo d irectamente. A veces, hay que ser muy diplomát ico y acercarse a la respuesta mediante un camino zigzagueante y cu idando la re lac ión. En la mayoría de los conf l ictos, la gente no sa le de pos ic iones. Hay una tens ión entre la necesidad de comunicar los intereses a f in de lograr su sat isfacc ión y el temor a que, si damos esa información, se abusen de e l la. Por eso, conviene develar los en forma equitat iva: dar informac ión a medida que la Texto: Negociación. Tomo2 Capítulo2. Autor: Ignouville, Francisco 5 otra parte nos da a nosot ros. A veces, es recomendable expl ic i tar la convenienc ia de que ambos podamos conf iar los intereses al ot ro. Los acuerdos de conf idencia l idad y respeto ayudan a lograr lo. Argumento s: Cuando intentamos pasar de pos ic iones a intereses preguntando e l para qué de la posic ión f recuentemente nos responden con a lgo que no es e l verdadero interés, como hemos v isto, por e l temor a que abusemos de esa informac ión. Responder con argumentos es una forma de just i f icar la posic ión y, a l mismo t iempo, s imular que responden a nuestra pregunta. En el caso de las n iñas, una de el las preguntaría a la ot ra: "¿para qué necesitas la naranja?" y obtendría como respuesta: " iporque yo la v i pr imero! " o "porque ayer te comiste la ú lt ima manzana s in compart ir la. iHoy me toca a mí! ". Esos serían t íp icos argumentos. Se diferencian de los intereses en que se basan en e l derecho y e l pasado. En el derecho del que lo ha v is to pr imero y en el un iversal cr i ter io de equidad: ayer tú, hoy yo. Los intereses, por e l contrar io, se basan en los deseos o neces idades y en e l futuro: "Necesi to la cáscara para hacer un postre" . Esto es una neces idad a futuro. Y al l í reside la ventaja de los intereses, que como son a fu turo se pueden todavía sat is facer. Y, dado que no los impone una ley super ior a nuestras voluntades, podemos pactar su sat isfacción. Comunicación : Como la pa labra lo indica, es el intercambio de mensajes que ocurre a lo largo de todo el proceso. Un e lemento fundamentales la escucha y en espec ia l como veremos, la escucha act iva. La regla de oro d ice: a mayor comunicación, mejores acuerdos. En ú lt ima instancia, la negociac ión es cas i toda comunicación. E indudablemente, s i e l f in ú lt imo de la negoc iac ión es sat is facer nuest ros intereses, la comunicac ión de cuáles son esos intereses será un e lemento fundamental . Asimismo, en los casos en que pretendamos constru ir una buena relac ión con la ot ra parte para seguir hac iendo buenos acuerdos juntos, la comunicación será út i l para expresar qué cosas nos caen b ien, y cuá les no, en e l t rato con el ot ro. Podremos pactar reglas y asumir compromisos. Relación : La re lac ión inf luye sobre e l t ipo de comunicac ión que establecen las partes. La conf ianza es parte de la relac ión y un factor determinante para lograr buenos resu ltados. No le conf iamos nuest ros intereses a algu ien con qu ien todavía no hemos es tablec ido una buena relac ión. No podemos hacer buen t raba jo de equipo hasta entonces. Y es to es part icu larmente cier to en las cul turas lat inas, donde las relac iones interpersonales son relat ivamente más importantes que los contratos y las inst i tuc iones. Entonces, lo pr imero que se sue le hacer es usar la comunicac ión para l levar la relac ión a un estado en que se pueda t raba jar en conf ianza y rec ién entonces intentar la negoc iac ión creat iva. Habitua lmente, qu ienes adoptan la negoc iac ión Ganador-Ganador como modelo cons ideran que una buena negoc iac ión debe dejar la relac ión mejor que antes, porque ésta const ituye el capita l con el que seguirán t rabajando en e l futuro. Opciones : Las opc iones son ideas que pueden generar un acuerdo porque sat isfacen los intereses de una de las par tes o de ambas. Un acuerdo puede inc luir muchas opc iones. Y lo ideal es que se explore gran cant idad de el las antes de cerrar e l compromiso. Nada garant iza que las pr imeras opciones en que las partes co inc idan sean las que logren el mejor aprovechamiento de la oportun idad. Lo más posible es que, como en la soluc ión propuesta por la madre con respecto a la naran ja, se esté desaprovechando valor. Texto: Negociación. Tomo2 Capítulo2. Autor: Ignouville, Francisco 6 Por eso, una vez que ambas partes conocen los intereses de l ot ro, lo idea l es anotar los en una hoja y f i jar los como e l objet ivo a lograr por e l equ ipo. A esa a ltura, s i se ha usado la comunicac ión para mejorar la re lac ión, es pos ib le que haya una conv icc ión de que ambos saldrán ganando más s i t raba jan juntos que s i se enfrentan. Así , pueden empezar a t raba ja r en equipo. Esta act i tud t iene amplias venta jas sobre el regateo y la confrontac ión: da lugar a sinergia, genera mayor comunicación y permite que ambos cuenten con informac ión completa, fomenta el t raba jo en equipo, impulsa e l uso pleno de los recursos disponib les, induce a que l leven a cabo una dinámica de pensamiento mucho más creat iva, inc luso ut i l izando técn icas formales para la innovación.2 Legi t imidad : La leg it imidad es lo que le da a las par tes una sensación de just ic ia respecto a l acuerdo. Se basa en cr i ter ios objet ivos y ayuda a ev itar regateos en base a las de un b ien, en vez de proponer cada una un prec io extremo y ceder paulat inamente para acercarse a un número in termedio, será mejor basarse en algún dato que ambos consideren una referenc ia justa. Lo aconsejab le es que se pongan de acuerdo en el cr i ter io s in hablar de números. Por ejemplo, en el caso de una casa, las partes pueden acordar que la harán tasar por cuatro inmobi l iar ias y que elegirán dos cada uno. El prec io será e l promedio resu ltante y no habrá regateos. Acuerdos : Se denomina acuerdos o compromisos a cualquier cosa que las partes prometan cumplir . Estos pueden ser parc ia les o f inales. Inc luso pueden ser acuerdos sobre reglas que r i jan la negociac ión. Conviene que los acuerdos sean fác i les de ver if icar. Cuando se t rata del acuerdo f ina l luego de una negoc iac ión que recorr ió todo el proceso menc ionado anter iormente, es conveniente ver if icar, antes de acordar, que no haya en ot ra parte, una a lternat iva mejor. Al ternat ivas : Las al ternat ivas son, como las opciones, soluc iones que sat isfacen intereses, pero fuera de esta mesa de negoc iac ión. Es decir , s in la voluntad de la ot ra parte. Si se t ratase de una compraventa de una casa, una mejor a lternat iva sería comprar ot ra casa que venda otra persona a un prec io o de una cal idad más conveniente. La idea es comparar el acuerdo con la mejor de todas las alternat ivas ex is tentes, que en la jerga de los negoc iadores se sue le l lamar MAAN (mejor a lternat iva a un acuerdo/negociado) o, en pa labras más senc i l las, e l p lan B. 2.3) Los pasos de la negociación creat iva En el apartado anter ior , hemos presentado los nueve conceptos básicos de la Negociac ión Creat iva. Con aquel marco en mente, podemos ofrecer una ser ie de pasos y mejores práct icas para max imizar las probabi l idades de obtener buenos acuerdos en las negoc iac iones. Establecer reglas para la relación . Antes de comenzar a negoc iar, es út i l ponerse de acuerdo acerca de qué va le y qué no va le. Por e jemplo, las par tes pueden acordar que n inguna ut i l izará agres iones durante e l proceso, que no habrá recr iminac iones por asuntos de l pasado o la forma en que manejarán los t iempos y e l proceso de la negoc iac ión. También puede ser conveniente acordar e l grado de conf idencia l idad de los temas que serán t ratados. Escuchar lo que reclama el otro y demostrar le que l o entendemos . Siempre es conveniente escuchar pr imero y hablar después, no s in antes repet ir o ref rasear para que el ot ro esté seguro de haber s ido entendido. S in embargo, Texto: Negociación. Tomo2 Capítulo2. Autor: Ignouville, Francisco 7 cabe ac larar que demostrar comprensión no sign if ica dar le la razón. Interrumpi r , contradecir y proponer soluc iones prematuras son los pecados morta les en esta etapa. Indagar las mot ivaciones o intereses det rás de la p osición . Aquí el objet ivo es aver iguar el para qué, a t ravés de preguntas que l leven al ot ro a reve lar informac ión que pueda ut i l izarse como base para un acuerdo mutuamente venta joso. En este proceso, también nosotros deberíamos comunicar nuest ros intereses, para generar un c l ima de conf ianza donde ambas partes puedan dec ir lo que rea lmente qu ieren y t raba jar con esa mater ia pr ima en busca de soluc iones. Proponer un t rabajo en equipo para sat isfacer al má ximo los intereses de ambos . En este punto, ambas partes deben concentrarse en sat isfacer los intereses, de jando de lado las posic iones (que son, por def in ic ión, opuestas). Cuando e l ot ro real ice una propuesta que no nos parezca razonable, en lugar de reacc ionar , deberíamos indagar para comprender por qué y sobre todo el para qué. Búsqueda de una solución . Los pasos anter iores deberían habernos permit ido crear un buen c l ima con el ot ro. Así , es hora de t rabajar en equipo en la búsqueda de una so luc ión. Aquí , es posible ut i l izar diversas técn icas de creat iv idad. Por ejemplo, un bra instorming nos permit irá detectar muchas pos ib les ideas para sat isfacer los intereses de ambas partes3. Elegir opciones . Una vez terminada la creación de opciones, l lega e l momento de e legir las que gusten a ambos. Algunas de e l las, por ejemplo, un prec io o un sue ldo, requ ieren un acuerdo sobre e l monto que es netamente d is t r ibut ivo. Es dec ir , todo lo que gana uno lo pierde e l ot ro. En este momento, es conveniente sacar los temas conf l ict ivosde la pu ja personal para no dañar la relac ión. En caso de que la negociación deba serv ir para f i jar un número, no d iscut i r e l número s ino el método para que ese número sea f i jado. Para el lo , ut i l izar a lgún cr iter io legí t imo, ajeno a las partes, un cr i ter io objet ivo o un tercer imparc ia l e leg ido por ambos. Búsqueda de al ternat ivas . Una vez bosquejado un acuerdo, ambas partes deben rev isar s i es mejor que los que podrían obtener en otro lado. Si no es mejor, no acordaran y adoptaran aquel la so luc ión al ternat iva. Mejorando el acuerdo . Una vez acordado y f irmado con e l a l iv io de tens ión que s igue las partes pueden ver i f icar s i s in capaces de revelar intereses que no habían dec larado y, en base a el los, mejorar lo acordado. 3) Los benef icios de la negociación creat iva La v is ión ant igua sost iene que, ante una persona cuya posic ión está tota lmente enfrentada con la nuestra, hay so lo dos caminos: ceder o hacer lo ceder. La negoc iac ión creat iva propone encontrar ot ro: crear va lor juntos y que ambos obtengamos lo que necesi tamos. El negociador c reat ivo escucha y of rece, en vez de un regateo, una relac ión de t raba jo para benef ic io de ambos. En este proceso, valora a la ot ra parte como un socio y la ayuda a que de lo mejor de sí . El negociador creat ivo también sabe separar a las personas del prob lema. Es duro con e l problema y blando con las personas. Así , por e jemplo, no cae en la tentac ión de hablar en mal tono o amenazar a l ot ro cuando no puede obtener en pr imera instancia lo que qu iere. De esta forma, la relac ión sa le for ta lec ida. La Texto: Negociación. Tomo2 Capítulo2. Autor: Ignouville, Francisco 8 conf ianza mutua es un cap ita l y será út i l en el futuro. Aun en los casos en que se opte por no acordar, se hace t ras abundante comunicac ión y de común acuerdo, s implemente porque esta vez t iene una so luc ión mejor en otro lado y ambas partes lo ent ienden. Texto: Negociación. Tomo2 Capítulo2. Autor: Ignouville, Francisco 9 El negociador creat ivo br inda segur idad. Es una persona que escucha y comprende. Pero aquí debe ev itarse e l error común de confundi r a l negoc iador creat ivo con un blando. Los que en la jerga popular se podrían l lamar buenudos, es dec ir las personas que ceden fác i lmente en vez de crear va lor. Que son muy empat itos pero poco asert ivos. Que no crean valor s ino que conceden y renunc ian a parte de sus ob jet ivos para preservar la relac ión. El negociador creat ivo br inda un gran valor a las organizac iones. Vis ta desde arr iba una organización puede asemejarse a una maquina l lena de piezas en movimiento, engranajes y poleas. Como en el motor, en la organización hay f r icc iones. La negoc iac ión creat iva reduce el roce, recurre a la f r icc ión solo donde es necesar io, produce mayor ef ic ienc ia, menos desgaste y rotura de p iezas y mejores resu ltados. Si pensamos que las piezas representan a las personas, hay un benef ic io ad ic iona l que da sent ido a todo: con negoc iac iones creat ivas las personas se l levan mejor y logran más resu ltados, padecen menos estrés, menor ausent ismo y rotac ión de personal .4 4) CONCLUSIÓN A lo largo de este capí tulo, hemos presentado los pr inc ipales conceptos de la negoc iac ión creat iva, sus venta jas y algunas pautas para implementar la ex i tosamente. Este enfoque, adaptado de la Escuela de Negoc iac ión de la Univers idad de Harvard ha s ido ap l icado con éx ito en negoc iaciones de toda c lase y en diversos países. Es posible ut i l izar lo tanto en negoc iac iones con proveedores, s indicatos, colegas o cua lqu ier ot ra c ircunstanc ia donde haya un prob lema a reso lver. Algunas personas, s in embargo, creen que no se puede aprender a negociar, que es a lgo innato. Jean Claude Fi loux, en su l ibro La Personalidad, pone el punto f ina l a ese debate expl icando que desde la gestac ión hay un d ia logo constante entre la natura y nurtura y que a poco de ser concebidos ya somos una tercera cosa en la que no es d is t ingu ib le lo natura l de lo adquir ido. Sin profundizar en la f i losof ía de la cuest ión, nos inc l inamos a pensar que la habi l idad de negoc iar, como tantas otras cosas, mejora con e l estud io, e l e jerc ic io y la vo luntad de superac ión. Quis iéramos proponer la idea de que sean cuales fueren las habi l idades innatas, cualquier persona mejorara sus resul tados con solo hacer conscientes los supuestos que le impiden negoc iar lo mejor pos ib le y modif icar los.
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