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Actividad 2 - Andrea Lozano (1)

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Manual de indicadores para el diagnóstico social 
• Presentación: 
1.- Introducción al Diagnóstico Social. 
El texto presenta una reflexión sobre el diagnóstico social y su importancia en el 
trabajo social, así como sobre la necesidad de contar con un modelo operativo de 
diagnóstico social que permita una intervención más eficaz y una evaluación 
continua de los procesos de intervención. 
La autora destaca que el diagnóstico social es un concepto universalmente 
aceptado en el trabajo social, pero que paradójicamente ha sido uno de los menos 
desarrollados conceptualmente. Los intentos de definición operativa del diagnóstico 
social han sido generalizaciones o intentos de sistematización de algunas variables, 
sin llegar a una elaboración conceptual completa. 
El texto señala que la necesidad de contar con un instrumento de diagnóstico social 
se debe a procesos de transformación social, como la universalización de la red 
pública de servicios sociales, el bagaje empírico y científico alcanzando por la 
profesión, la unificación y universalización de derechos y recursos, y la necesidad 
de unificar y sistematizar criterios, variables y enfoques teóricos. 
El autor destaca que el modelo operativo de indicadores de diagnóstico social 
presentado en la página es el resultado de una investigación llevada a cabo por tres 
trabajadores sociales, subvencionada por los colegios profesionales y el 
Departamento de Bienestar Social del Gobierno Vasco. Este modelo operativo se 
está utilizando en servicios sociales comunitarios y especializados, y proporciona 
una sistematización de todas las variables que comprenden el complejo mundo 
interaccional del ser humano, así como una comprensión de los fenómenos que 
interfieren en su desarrollo y las condiciones que deben producirse para modificar 
situaciones factibles de cambio. 
El modelo operativo de diagnóstico social permite convertir la práctica profesional 
en praxis, al permitir la reflexión en los procesos de intervención y la generación de 
un cuerpo doctrinal propio y teorías de innovación y transformación social. 
2.- Conceptos fundamentales: 
El texto que se presenta hace referencia a la complejidad del ser humano y su 
relación con el entorno social en el que se desenvuelve. Se destaca que cada 
persona es única y se encuentra en constante interacción con su entorno, lo que 
influye en su comportamiento y en la adecuación de sus respuestas a los estímulos 
que recibe. 
Además, se menciona que existen dos polos opuestos pero interdependientes: lo 
individual y lo colectivo. Ambos polos son necesarios para que las personas puedan 
interactuar con el medio social y desarrollarse de manera autónoma. En este 
sentido, se habla de la importancia de las Necesidades Básicas, que se entienden 
como un conjunto de elementos estructurados en un sistema que permiten a la 
persona tener autonomía, autoorganización e identidad personal, y establecer una 
relación sana con su entorno. 
Estas Necesidades Básicas son imprescindibles para el desarrollo integral del ser 
humano y su bienestar, por lo que su carencia o déficit grave puede generar serias 
dificultades en el funcionamiento del sistema y limitar o impedir la vida de las 
personas. La clasificación o definición de estas Necesidades Básicas se ha 
realizado desde la sistematización de los elementos presentes en procesos de 
conflicto, lo que indica que son una respuesta a situaciones problemáticas que se 
han detectado en la práctica profesional del Trabajo Social. 
Este enfoque de las Necesidades Básicas es relevante en la práctica del Trabajo 
Social, ya que proporciona una herramienta para el análisis de las necesidades de 
las personas y la elaboración de intervenciones eficaces y pertinentes a cada 
situación. Asimismo, permite un enfoque más integral y humano de la intervención 
social, que va más allá de la atención a necesidades materiales o económicas. 
Sin embargo, es importante señalar que este enfoque también tiene limitaciones, ya 
que se centra en las necesidades de las personas y puede dejar de lado la influencia 
del entorno social y económico en la satisfacción de estas necesidades. Además, 
no se aborda la complejidad de las relaciones sociales y la influencia de los valores 
culturales y políticos en la satisfacción de las Necesidades Básicas. 
3.- Clasificación de nociones básicas 
a.- Información 
b.- Habilidades sociales 
c.- Autonomía física y psíquica 
d.- Relación convivencial 
e.- Organización de la unidad convivencial 
f.- Formación 
g.- Trabajo 
h.- Nivel económico 
i.- Vivienda 
j.- Participación 
k.- Aceptación social 
La clasificación realizada se convierte en una herramienta metodológica, que 
permite la observación global a través de la construcción de un sistema de 
indicadores de todas y cada una de las Necesidades básicas. 
4. Indicadores Sociales. 
El texto plantea la importancia de elaborar indicadores para transformar conceptos 
en variables y poder medir la posición de una persona en la estructura social. Se 
destaca que los indicadores son relativos y necesitan ser ubicados en un contexto 
social determinado y en su tiempo. Los indicadores permiten observar, indagar y 
reflexionar acerca de la realidad social a nivel individual y comunitario. 
Además, el texto plantea la importancia de considerar a la persona en relación con 
su medio social y las relaciones que se establecen entre ambos para realizar un 
diagnóstico globalizador que no reduzca los problemas sociales a problemas 
individuales. Los diagnósticos y las necesidades no son estáticos y cambian a 
medida que el sujeto interactúa y el medio social recibe y devuelve la presión 
ejercida por la persona. 
El proceso de elaboración de los diagnósticos se realiza a través de una plantilla de 
indicadores que permiten acercarse a un conocimiento global de la situación en la 
que se encuentra la persona o unidad convivencial en relación con las Necesidades 
Básicas. Los indicadores son valorados de manera gradual y el grado de afectación 
de las diferentes Necesidades Básicas que requiere el individuo para realizar su 
vida sin graves hándicaps nos llevará a las diferentes definiciones de los 
Diagnósticos Sociales. 
Se plantea una clasificación de las necesidades básicas en cinco categorías o 
diagnósticos sociales: Situación Deficitaria Coyuntural, Situación Deficitaria de 
Larga Duración, Desventaja Social, Exclusión Social y Marginación. Estos 
diagnósticos permiten orientar el tratamiento y las medidas de política social 
necesarias para intervenir en las realidades sociales. 
5. Tipologías Diagnóstico Social. 
El texto se refiere a la evaluación de situaciones de necesidades básicas deficitarias 
y las intervenciones profesionales necesarias para superar estas situaciones. Se 
establecen dos situaciones diferentes en las que pueden estar afectadas entre una 
y cinco necesidades básicas, y entre una y cuatro necesidades básicas, 
respectivamente. 
En la primera situación, se entiende que la persona afectada cuenta con una buena 
red relacional y, por tanto, se espera que pueda superar su situación con la 
orientación de servicios sociales u otros agentes comunitarios. En este caso, la 
intervención se centraría en la información, orientación y apoyo, así como en la 
aplicación de prestaciones o servicios de baja intensidad. 
En la segunda situación, se trata de una situación más deficitaria, en la que se 
pueden ver afectadas hasta cuatro necesidades básicas. Si esta situación se 
prolonga en el tiempo, puede tener un impacto en otras necesidades y llevar a 
diagnósticos más complejos. En este caso, la intervención profesional debe ser 
planificada cuidadosamente con el objetivo de lograr la recuperación de las 
carencias en las necesidades básicas. 
Para ello, se deben llevar a cabo una serie de acciones, como el acogimiento que 
permita una buena vinculación, la reconstrucción dela demanda con la persona, la 
explicación de la metodología de trabajo, la realización conjunta de un plan de 
trabajo y la evaluación de los resultados. 
Este texto es relevante en el ámbito de los servicios sociales y la atención a las 
personas en situaciones de necesidades básicas. Destaca la importancia de una 
buena evaluación de la situación y una intervención profesional planificada y 
cuidadosa para lograr una recuperación efectiva de las carencias. También destaca 
la importancia de la red relacional de la persona y su capacidad para superar la 
situación, lo que resalta la importancia de la comunidad y los servicios comunitarios 
en la atención a estas situaciones. 
Este texto trata sobre la identificación de las necesidades básicas afectadas en 
diferentes situaciones de exclusión social y cómo la intervención profesional puede 
abordarlas. Se describen tres tipos de situaciones de exclusión social: situación muy 
deficitaria, situación de desventaja social y situación de marginación. 
En la situación muy deficitaria, se identifican dos o tres necesidades básicas del 
bloque de formación, trabajo y ocupación, y recursos económicos que se ven 
afectadas. Si la situación no se alarga en el tiempo, las demás necesidades apenas 
presentan déficit, pero si la exclusión se cronifica, empiezan a deteriorarse otras 
necesidades, como la relación convivencial o la autonomía personal. 
Para abordar esta situación, se proponen diez pasos para la intervención 
profesional, que incluyen conocer la situación del mercado laboral, reconstruir la 
demanda con la persona, y desarrollar políticas de discriminación positiva, entre 
otros. 
En la situación de desventaja social, los indicadores del diagnóstico reflejan una 
situación muy deficitaria en la necesidad básica de aceptación social. La falta de 
cobertura de esta necesidad origina discriminación y prohibición en el uso y disfrute 
de derechos sociales generales, lo que puede afectar hasta seis necesidades 
básicas, incluyendo habilidades sociales, autonomía física o psíquica, educación, 
economía, empleo, vivienda, organización de la unidad convivencial y participación. 
Para abordar esta situación, se proponen nueve pasos para la intervención 
profesional, que incluyen conocer las causas de discriminación, realizar un plan de 
trabajo en conjunto con la persona, y desarrollar las necesidades en déficit a través 
de dinámicas de participación grupal y comunitaria, entre otros. 
En la situación de marginación, se identifican más de siete necesidades básicas 
afectadas con intensidad muy deficitaria. Además, se distinguen tres tipos de 
marginación: la marginación alternativa, la marginación evasiva y la marginación 
pasiva. 
Para abordar esta situación, es importante identificar las causas de la marginación, 
ya que la intervención que se requiera realizar puede ser notablemente diferente 
dependiendo de su origen.

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